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LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ
Historia de la Independencia del Perú y el Libertador San Martín en el Perú. Proclamación de la Independencia, el 28 de julio de 1821. El proceso independentista y el Acta de la Independencia del Perú.EL PROCESO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ
Las corrientes libertarias del siglo XVIII, que llevaron a la independencia de los Estados
Unidos y precedieron la caída de la monarquía francesa, repercutieron en los países de
América Latina con protestas, revueltas y rebeliones.Fernando VII, rey de España, había
logrado frenar todo intento de emancipación en las colonias. Es así, que a comienzos de
1816, solo quedaban como unicos focos de agitacion libertaria: las Provincias Unidas del Río
de la Plata (Argentina), y la Región de los Llanos Orientales del Orinoco (Venezuela). Fue de
estos dos históricos lugares de donde partieron las dos Corrientes Libertadoras que
convergieron hacia el Perú: la del Sur, al mando de Don José de San Martín (1820), y la del
Norte, comandada por Don Simón Bolivar.Buena parte de los peruanos combatieron en el
batallón "Legión Peruana", en el que destacaron el General La Mar, los oficiales Ramón
Castilla, Miguel San Román y Narciso Tudela, todos ellos distinguidos por acción heroica en el
campo de batalla.
EL LIBERTADOR SAN MARTIN EN EL PERU
El Ejército Libertador del Perú zarpó del Puerto de Valparaiso, el 20 de agosto de 1820. La
expedición constaba de 4118 hombres de las diferentes armas: caballeria, infanteria y
artilleria. Despues de 18 días de navegación, el memorable 8 de setiembre de 1820, se inició
el desembarco de la Expedición Libertadora en la bahía de Paracas (departamento de Ica).
Seguidamente, los patriotas ocuparon Pisco, Chincha y demás haciendas inmediatas. San
Martin estableció entonces su Cuartel General en Pisco.
ACTA DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU
San Martín ocupa Lima y reúne a Cabildo Abierto el 15 de julio de 1821.
Don Manuel Pérez de Tudela, más tarde Ministro de Relaciones Exteriores, redacta el Acta de
la Independencia, que fue suscrita por las personas notables de la ciudad:"En la ciudad de
Los Reyes, el quince de Julio de mil ochocientos veintiuno. Reunidos en este Excmo.
Ayuntamiento los señores que lo componen, con el Excmo. e Ilmo. Señor Arzobispo de esta
santa Iglesia Metropolitana, prelados de los conventos religiosos, títulos de Castilla y varios
vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento a lo prevenido en el oficio del
Excmo. Señor General en jefe del ejercito Libertador del Perú, Don José de San Martín, el
día de ayer, cuyo tenor se ha leído, he impuesto de su contenido reducido a que las personas
de conocida probidad, luces y patriotismo que habita en esta Capital, expresen si la opinión
general se halla decidida por la Independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado
Sr. General para proceder a la jura de ella. Todos los Srs. concurrentes , por sí y satisfechos,
de la opinión de los habitantes de la Capital, dijeron: Que la voluntad general está
decidida por la Independencia del Perú de la dominación Española y de cualquiera
otra extrajera y que para que se proceda a la sanción por medio del
correspondiente juramento, se conteste con copia certificada de esta acta al mismo
Excmo. y firmaron los Srs.: El Conde de San Isidro- Bartolomé, Arzobispo de Lima, Francisco
Javier de Zárate- El Conde de la Vega de Ren- El Conde de las Lagunas-Toribio Rodriguez-
Javier de Luna Pizarro-José de la Riva Aguero-El marquez de Villa fuerte ..".
PROCLAMACION DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU
El 28 de Julio de 1821 se reúne el Cabildo Abierto en Lima, declarando junto con el pueblo la
Independencia del Perú de la dominación española y de cualquier otra dominación
extranjera. Don José de San Martín proclama y jura la Independencia del Perú en la Plaza
Mayor de Lima con las siguientes palabras: OTRA INFORMACION::::::::::::::::::
La independencia del Perú se proclamó el 28 de Julio de 1821. Perú había
permanecido junto a España con el virrey José Fernando de Abascal, quien
incluso envió tropas y dinero a otros puntos donde la insurrección había aparecido.
A partir de 1810, el virrey tuvo que enfrentarse a diversas insurrecciones, casi
todas surgidas en el Alto Perú (hoy Bolivia).
Abascal advirtió la debilidad de la Junta Central de 1810 e interpretó el movimiento
independentista como un complot perpetrado desde Buenos Aires. Mantuvo de
1808 a 1813 una política hostil, pero diplomática, contra las nuevas ideas
procedentes de España. A pesar de ello, tuvo que admitir, el 24 de septiembre de
1810, la convocatoria para la elección de diputados. Abascal contaba con la
colaboración de los liberales peruanos y españoles, a los que no interesaba que la
mayoría nativa accediera a sufragio y a la representación política.
Las promesas de los liberales encendieron las esperanzas de poder de los criollos,
pero como no se llevaron a cabo algunos sectores criollistas empezaron a
atacarlos. Sin embargo, no se atrevieron a sublevarse, pues tenían muy presente
la reacción del gobierno virreinal ante la insurrección de Tupac Amaru II (1780) y
la de Pumacahua, violentamente reprimidas. Las revueltas indigenas peruanas,
lejos de estimular el proceso revolucionario, lo estancaron. Hubo que aguardar a
que dos líderes militares lo dirigieran: San Martín y Bolívar, ambos extranjeros.
Perú se encontraba densamente poblado, con sólo un 5 por 100 de blancos y un
predominio de indigenas (58 por 100) sobre los mestizos (29 por 100) y los negros
(8 por 100: 4 por 100 esclavos y 4 por 100 libres). Las divisiones raciales
fomentaron la jerarquización social y establecieron una sociedad de castas.
La clase dominante, de raza blanca, la constituían españoles y criollos aristócratas,
quienes originaron una nobleza rural privilegiada e inmovilista que detentaba el
poder económico. Los españoles acaparaban casi todos los cargos públicos y
burocráticos.Mas info de la misma ************** MISMA PAGINA
Otro sector lo formaban los criollos liberales, que tan sólo pretendían reformar el
armazón colonial y alcanzar unas reivindicaciones sociales y jurídicas mediante su
representación en los cabildos.
Los intelectuales peruanos como Jose Hipolito Unanue, José Baquíjano y otros
colaboradores del periódico El Mercurio peruano impregnados del pensamiento
de la Ilustración.
abogaban por una libertad y una igualdad, pero español y no se plasmaban en un
movimiento de independencia.
La clase más oprimida y mayoritaria, la de los indígenas, no consiguió
representación en los cabildos, al negársela los criollos aristócratas y liberales.
La economía peruana del siglo XVIII sufría una crisis que arrastraba desde el siglo
anterior. Perú había sido la máxima potencia americana gracias a su comercio
trasatlántico y a la explotación de los metales preciosos. Víctima de las reformas
imperiales de 1776-1778, que acabaron con el monopolio comercial, perdió la
exclusividad en su comercio con España. La situación empeoró en 1808
cuando Chile y Buenos Aires, rivales económicos de Perú, lograron la libertad de
comercio. El gobierno español decretó en 1812 la abolición del tributo indio y de la
mita. Con la restauración de Fernando VII en 1814, la presión española se acentuó
bajo el virreinato de Joaquín de la Pezuela, quien derogó las medidas liberales.
La ofensiva revolucionaria de carácter militar la inició el general San Martín,
engrosando sus filas algunos patriotas alistados en la guarnición hispánica que
destacaron por sus ideas liberales y lucharon a favor de los independentistas.
Desde que San Martín liberara Chile, gozaba de un enorme prestigio militar.
Estratégicamente advirtió la necesidad de asestar el primer golpe contra la
metrópoli por mar y para bloquear la flota española contrató los servicios del
almirante inglés Thomas Cochrane, en cuyas manos cayeron las ciudades más
ricas de la costa del Pacífico. San Martín decidió negociar un arreglo con los
realistas, quizá para ganar tiempo y comprometer a todos los patriotas a su causa.Don José de San Martín
La ineptitud del virrey Joaquín de la Pezuela provocó su derrocamiento aceptado
por Fernando VII. Su sucesor en 1821, el general José de la Serna conferenció
con San Martín, quien intentó inducirle a unirse a los insurgentes. Al no
conseguirlo, San Martín adoptó la vía militar, logró la victoria,entro en Lima el 10
de julio de 1821 y proclamó la independencia del Perú el 28 de Julio de 1821.
Pero los criollos no le apoyaron por que temían que los indios libres cometieran
desmanes contra ellos y sus propiedades.
A lo largo de toda la campaña, San Martín se había afirmado como un lider
pacifista, y así lo demostró al ocupar Lima.
El 3 de agosto de 1821, asumió el título de Protector del Perú y aplicó reformas
sociales, confirmando la supresión de la mita y del tributo indio abolidos en 1812.
Decretó la expulsión de los españoles y la confiscación de sus bienes, con el afán
de atraerse a la aristocracia criolla y al mismo tiempo, con la creación de la Orden
del Sol, favoreció a los militares criollos.
Sin embargo, los liberales peruanos se oponían a San Martín por considerarlo
demasiado teórico. Carente de apoyo, el general acudió a Guayaquil para
conferenciar con Simón Bolívar, al que pidió la anexión de esta plaza a Perú, su
ayuda militar para la causa peruana y para el establecimiento de una monarquía
constitucional en el país (julio 1822). En ella Bolívar sólo se comprometió a prestar
ayuda militar. El fracaso de las negociaciones obligó a San Martín a dimitir (1822) y
marcharse de Perú.
Bolívar consiguió pacificar el país y dominar los reductos españoles del interior con
su ejército y la colaboración de los montoneros (grupos de guerrilleros a caballo).
Finalmente la batalla de Ayacucho (1824) supuso el fin de la dominación
española en Perú y en el continente.
INFORMACION DE QIKIPEDIA
Protestas y rebeliones del siglo XVIII[editar]
En el siglo XVIII, estallaron en el territorio del Virreinato del Perú protestas y rebeliones de
la más diversa índole, que se originaron, indistintamente, por los abusos de los
funcionarios reales y el mal gobierno de las autoridades virreinales. En especial, los
corregidores fueron el centro principal de las quejas, ya que cometían una serie de abusos
y excesos sobre la población indígena, en lo referente a la distribución del trabajo en las
mitas, el cobro de los tributos y el repartimiento de mercaderías. Las reformas borbónicas,
que implicaron el aumento de los impuestos y otras contribuciones, fueron otro factor
agravante del descontento popular. Al principio, algunos curacas e indios principales
creyeron que, enviando memoriales de quejas al monarca español, lograrían la atención
de la Corona, para que rectificara las injusticias. Pero al constatar que esto no daba
resultado, muchos de ellos tramaron rebeliones armadas, algunas abortadas antes de
estallar y las que estallaron fueron debeladas por las fuerzas del virrey de la manera más
brutal.11
Estas fueron las más importantes protestas y rebeliones estalladas en el siglo XVIII:12
1724-1736. La rebelión de los indios de Azángaro, Carabaya, Cotabamba
y Castrovirreyna, quienes dieron muerte a sus corregidores, como reacción frente al
abuso que cometían estos funcionarios. La rebelión fue cruelmente reprimida, siendo
los indios masacrados, ajusticiados sin juicio, y condenados de por vida a las mitas de
Potosí y Huancavelica, así como a los obrajes y panaderías.
1722-1732. Protestas de Vicente M. Chimo Cápac, curaca de Chicama (norte del
Perú) y descendiente de los reyes chimúes e incas. Este personaje viajó sin
autorización a España, donde presentó sucesivos memoriales ante el rey de España,
reclamando justicia para los indios y quejándose de los funcionarios reales.
1736. Protesta de los caciques de Paita. Estos, tras esquivar la rígida censura
virreinal, lograron hacen llegar a la corte de Madrid un extenso memorial conteniendo
denuncias y reclamaciones en favor de los indios.
1737. Rebelión de Andrés Ignacio Cacma Condori y José Orco Huaranca, curacas
pertenecientes a las antiguas panacas incas del Cuzco. En la conjura se hallaban
implicados otros 17 curacas. Al producirse hechos violentos en Azángaro, las
autoridades virreinales actuaron con gran rapidez, deteniendo a 89 indios principales
del Cuzco, mientras que columnas milicianas armadas por los mercaderes entraban en
Azángaro, donde, tras cometer excesos de todo tipo, apresaron a 39 indios sindicados
como cabecillas de la rebelión. Todos los implicados fueron condenados a diversas
penas: prisiones, mitas forzadas y a ración en las minas, obrajes y panaderías.
1739. La conspiración de Oruro (Alto Perú), bajo el mando de Juan Vélez de Córdova.
Este personaje se proclamó descendiente de los reyes incas y exigió a través de un
“Manifiesto de agravios” el fin de la dominación española, fundamentando esta
exigencia en el hecho que los funcionarios españoles se dedicaban solo a expoliar a
las poblaciones, cuando el fin primordial de la dominación española había sido la
evangelización. Poco antes de su estallido, el movimiento fue delatado; Vélez y otros
cabecillas fueron capturados y ajusticiados.
1742-1756. La rebelión de Juan Santos Atahualpa, caudillo mestizo que se proclamó
descendiente de los Incas y tuvo el propósito expreso de restaurar el Imperio incaico y
expulsar a los españoles. Al frente de las tribus selváticas, logró controlar un extenso
territorio de la selva central del Virreinato del Perú, el llamado Gran Pajonal, llegando a
amagar la sierra central. Si bien la rebelión no llegó a extenderse más allá de esos
límites, tampoco pudo ser sometida por la autoridad virreinal. Juan Santos desapareció
misteriosamente en 1756, desconociéndose la fecha y las circunstancias de su
fallecimiento.
1750. La revolución de Huarochirí. Encabezada por Francisco Inca y Pedro de los
Santos, en protesta por los abusos y arbitrariedades de las autoridades virreinales. Los
insurgentes tomaron la ciudad de Huarochirí, a cuyo corregidor ajusticiaron. Las
fuerzas virreinales, al mando del marqués de Monterrico, cercaron Huarochirí, donde
los rebeldes resistieron con heroísmo, hasta ser derrotados. Los líderes de la revuelta
fueron apresados; algunos fueron asesinados y otros llevados a Lima, donde fueron
ajusticiados.
1766. Movimiento de Quito, en la que participaron indios y mestizos, en protesta por el
establecimiento de las aduanas. Se produjeron diversos motines y tumultos en dicha
ciudad, a lo largo de dicho año. Desde Lima se enviaron tropas, para apaciguar a la
población exaltada.
1770. Movimiento de Sica Sica (Alto Perú). Los indios de dicha localidad dieron muerte
al teniente del corregidor y atacaron con suma violencia el corregidor. La represión
dejó como saldo cientos de indígenas masacrados.
1771. Movimiento de Pacajes (Alto Perú). Los indios de dicha localidad dieron muerte
a su corregidor y persiguieron a los coadjutores de estos. Igualmente fue reprimido
severamente.
1773. Protesta de Santiago de Chuco (en el actual departamento de La Libertad),
protagonizada por indios y mestizos, por los exorbitantes precios de las mercaderías
dadas en reparto por el corregidor. Como al año siguiente se renovaron estas
protestas, las autoridades apresaron a los líderes visibles.
1774. Rebelión de Chumbivilcas. Se originó cuando el corregidor de esta localidad
apresó al curaca local por encabezar la protesta general contra los repartimientos de
mercaderías. Los indios reaccionaron violentamente y dieron muerte al corregidor. El
alzamiento fue aplastado con un saldo elevado de vidas.
1774. Rebelión de los indios de la villa de Llata, contra los abusos del corregidor, al
que dieron muerte.
1776. Rebelión de los indios de Urubamba, que lograron expulsar a las autoridades
coloniales. Estas regresaron con refuerzos militares y reprimieron a los rebeldes con
extrema ferocidad.
1780-1781. La rebelión de los hermanos Catari en el Alto Perú. Ellos eran Tomás,
Nicolás y Dámaso Catari. Actuaron en relación con la revolución de Túpac Amaru
II.Tomás Catari fue capturado por los españoles y despeñado el 15 de enero de 1781.
Sus hermanos acabaron siendo sucesivamente delatados y apresados. Dámaso fue
ejecutado el 27 de abril y Nicolás el 7 de mayo del mismo año.13
1780. Conspiración de los plateros en el Cuzco. Los plateros Lorenzo Farfán de los
Godos, Ildefonso Castillo, Juan de Dios Vera, Diego Aguilar, Ascensio Vergara, José
Gómez y Eugenio Cárdenas, se complotaron con el influyente curaca
de Písac, Bernardo Tambohuacso Pumayali. Descubierta la conspiración, Farfán de
los Godos y otros seis plateros fueron apresados y ajusticiados, en junio de 1780.
Posteriormente fue capturado el curaca Tambowaqso, que fue ajusticiado el 17 de
noviembre de 1780, días después del estallido de la revolución de Túpac Amaru II.
1780-1781. La rebelión de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, sin duda, la
más importante de este periodo, que estalló en Tinta el 4 de noviembre de 1780 (ver
sección siguiente).
Conspiraciones entre 1782 y 1810[editar]
Entre el fin de la revolución de Túpac Amaru II y el inicio de la guerra de la independencia
hispanoamericana de 1810-1824, tuvieron lugar en el Perú otras conspiraciones y
revueltas, como las siguientes:
El movimiento de Huarochirí (1782), encabezado por Felipe Velasco Túpac Inca
Yupanqui, con apoyo del indio Ciriaco Flores y en conexión con Diego Cristóbal Túpac
Amaru. Movilizó a seis pueblos de la provincia de Huarochirí. El virrey envió contra
ellos al corregidor de Huarochirí, al gobernador de Yauyos y a un destacamento de
Lima. Los agitadores fueron sorprendidos y tomados prisioneros. Sometido a proceso,
Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui fue ejecutado en Lima, el 7 de julio de 1783.21
La conspiración del Cuzco de José Gabriel Aguilar y Manuel Ubalde (1805). El primero
era un minero huanuqueño y el segundo un abogado arequipeño, que se conocieron
en Lima y se hicieron amigos. Luego coincidieron en el Cuzco, donde, con el apoyo de
diversas personalidades, tramaron un plan para independizar al Perú y restaurar
elIncanato. Delatados antes de producirse el alzamiento, fueron apresados y
ajusticiados, el 5 de diciembre de 1805.22