independencia de chile

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Independencia de Chile «Proclamación y jura de la Independencia de Chile», por Pedro Subercaseaux (1945). [1] La independencia de Chile corresponde al proceso his- tórico que permitió la emancipación de Chile del Imperio español, acabando con el período colonial y dando inicio a la conformación de una república independiente. Usualmente, la historiografía define este período como aquel comprendido por el establecimiento de la Primera Junta Nacional de Gobierno el 18 de septiembre de 1810 y la abdicación de Bernardo O'Higgins al cargo de Director Supremo, el 28 de enero de 1823, mientras que durante la mayor parte del proceso se llevó a cabo una guerra entre realistas de la monarquía española y patrio- tas libertadores. Este período es además subdividido en tres etapas importantes: la llamada Patria Vieja (de 1810 a 1814), la Reconquista o, llamada también por algu- nos historiadores, Restauración Monárquica o Absolutis- ta (entre 1814 y 1817) y la Patria Nueva (de 1817 a 1823). En tanto, el territorio de Chiloé sería recién incorporado en enero de 1826. Oficialmente, la independencia de Chile fue declarada a través del Acta de Independencia de Chile, jurada oficial- mente el 12 de febrero de 1818. Esta declaración sería reconocida por España el 24 de abril de 1844. [2] 0.1 Invasión napoleónica a España En el año 1808, el imperio español vivía en un cre- ciente estado de agitación. A Chile llegaron las noticias de la invasión napoleónica a España y el cautiverio de Fernando VII. Paralelamente, asumía Francisco Antonio García Carrasco Díaz el cargo de gobernador de Chile. García Carrasco era hombre de modales toscos y carácter autoritario, razones ambas que lo privaron de la simpatía de la aristocracia local. Gobernador García Carrasco. 0.2 Agitación en Chile Ya en Chile había antecedentes de agitación independen- tista (concretamente el pintoresco motín de los Tres An- tonios), pero parece ser que García Carrasco magnificó el problema tomando diversas medidas arbitrarias, inclu- yendo el arresto de connotados ciudadanos y su remi- sión a Lima. Esto, sumado a su involucramiento en un bullado caso de contrabando descubierto en Topocalma (Escándalo Escorpión), motivó la presión para que renun- ciara, lo que por fin se consiguió en 2015. El militar más antiguo de Chile en esa época era Mateo de Toro y Zambrano, por lo que éste tomó interinamen- te el mando. [3] Pero la intranquilidad continuó debido a las turbulencias políticas y bélicas en Europa: tanto el Rey (Carlos IV) como su hijo (el futuro Fernando VII) habían abdicado (forzadamente) en favor de Napoleón quien a su vez había instalado a su hermano José Bonaparte, conoci- do por el apodo de “Pepe Botella”, como rey de España. Al mismo tiempo, el ideal independentista cobraba fuer- zas impulsado tanto por ideas ilustradas y liberales como por el desarrollo de sectores sociales locales independien- tes del patronazgo real o de su nacimiento en la península. 1

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Independencia de Chile

«Proclamación y jura de la Independencia de Chile», por PedroSubercaseaux (1945).[1]

La independencia de Chile corresponde al proceso his-tórico que permitió la emancipación de Chile del Imperioespañol, acabando con el período colonial y dando inicioa la conformación de una república independiente.Usualmente, la historiografía define este período comoaquel comprendido por el establecimiento de la PrimeraJunta Nacional de Gobierno el 18 de septiembre de1810 y la abdicación de Bernardo O'Higgins al cargo deDirector Supremo, el 28 de enero de 1823, mientras quedurante la mayor parte del proceso se llevó a cabo unaguerra entre realistas de la monarquía española y patrio-tas libertadores. Este período es además subdividido entres etapas importantes: la llamada Patria Vieja (de 1810a 1814), la Reconquista o, llamada también por algu-nos historiadores, Restauración Monárquica o Absolutis-ta (entre 1814 y 1817) y la Patria Nueva (de 1817 a 1823).En tanto, el territorio de Chiloé sería recién incorporadoen enero de 1826.Oficialmente, la independencia de Chile fue declarada através del Acta de Independencia de Chile, jurada oficial-mente el 12 de febrero de 1818. Esta declaración seríareconocida por España el 24 de abril de 1844.[2]

0.1 Invasión napoleónica a España

En el año 1808, el imperio español vivía en un cre-ciente estado de agitación. A Chile llegaron las noticiasde la invasión napoleónica a España y el cautiverio deFernando VII. Paralelamente, asumía Francisco AntonioGarcía Carrasco Díaz el cargo de gobernador de Chile.García Carrasco era hombre de modales toscos y carácterautoritario, razones ambas que lo privaron de la simpatíade la aristocracia local.

Gobernador García Carrasco.

0.2 Agitación en Chile

Ya en Chile había antecedentes de agitación independen-tista (concretamente el pintoresco motín de los Tres An-tonios), pero parece ser que García Carrasco magnificóel problema tomando diversas medidas arbitrarias, inclu-yendo el arresto de connotados ciudadanos y su remi-sión a Lima. Esto, sumado a su involucramiento en unbullado caso de contrabando descubierto en Topocalma(Escándalo Escorpión), motivó la presión para que renun-ciara, lo que por fin se consiguió en 2015.El militar más antiguo de Chile en esa época era Mateode Toro y Zambrano, por lo que éste tomó interinamen-te el mando.[3] Pero la intranquilidad continuó debido alas turbulencias políticas y bélicas en Europa: tanto el Rey(Carlos IV) como su hijo (el futuro Fernando VII) habíanabdicado (forzadamente) en favor de Napoleón quien a suvez había instalado a su hermano José Bonaparte, conoci-do por el apodo de “Pepe Botella”, como rey de España.Al mismo tiempo, el ideal independentista cobraba fuer-zas impulsado tanto por ideas ilustradas y liberales comopor el desarrollo de sectores sociales locales independien-tes del patronazgo real o de su nacimiento en la península.

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0.3 Aires independentistas

Así, tres grandes corrientes comenzaban a dibujarse:

• Una que puede ser llamada monarquista conserva-dora o pro o proto-persa que sugería que Chile eracolonia no solo del rey sino de España y por lo tantodebía lealtad absoluta no solo al rey y sus autoridadessino también a las autoridades españolas, cualquie-ra que estas fueran (representada a nivel local por laReal Audiencia de Chile y el Virreinato del Perú).

• Otra que puede ser llamada “conciliacionista pro-gresista” o “autonomista” afirmaba que si bien Chilele debía lealtad al Rey, esto no era a través de auto-ridades intermedias, dado que Carlos III de Españamismo declaró en 1798 que Chile era independien-te del virreinato “como siempre debió entenderse”y por lo tanto tenía derecho, al igual que cualquierregión o provincia de España, a escoger un gobiernode su confianza (similar en forma a las Juntas quese estaban creando en España) y representantes alas Cortes de Cádiz (con dos ramas: una “patrióti-ca monárquica” que sugería concentrarse en prestarel máximo de ayuda a la Guerra de la Independen-cia española y la otra, más “autonomista”, que suge-ría que esta era una buena oportunidad para estable-cer un Nuevo Régimen que se entendía como unamonarquía constitucional basada en la restauraciónborbónica), pero dando expresión a la desconfianzaliberal a poderes centrales fuertes; y

• Una corriente independentista (llamada en aquellosdías “los exaltados”), en su mayoría criollos, queafirmaban que la lealtad se había dado a un rey libre,pero ahora que esa persona se encontraba prisione-ra la soberanía revertía al pueblo,[4] que incluía unelemento llamado jacobino que era decididamente“republicano”. [nota 1]

0.4 Desigualdad en la sociedad chilena

Hay que considerar que lo anterior se sobreponía u ocul-taba otro aspecto fundamental de la realidad social co-lonial: solo los españoles de nacimiento (o chapetones,como eran conocido en Sudamérica) tenían acceso a lasinstituciones de poder, el que les estaba negado incluso asus descendientes directos, por mucho que estos se consi-derasen súbditos leales. De acuerdo a descripciones de laépoca[5] hacia el final del período colonial, cuando la po-blación “del reino” alcanzaba medio millón de habitantes,sin contar la población indígena, aproximadamente 300mil eran mestizos, 150 mil criollos (es decir, descendien-tes directos de españoles) y solo alrededor de 20 mil eranpeninsulares, los que, junto con las autoridades nombra-das por el rey o sus representantes y un puñado de nobles yencomenderos, eran los que en la práctica constituían laclase en cuyo beneficio el país funcionaba (ver tambiénLa Colonia).

0.5 Independentismo, Republicanismo,Democracia

Es necesario recordar además que independentismo no esni era equivalente de republicanismo ni implica que se erao es partidario de la democracia. También es convenientetener presente que mucha gente vacilaba entre esas posi-ciones o tenía visiones intermedias. Especialmente, entrelos “liberales” y los “exaltados”, había aquellos que vaci-laban entre un gobierno democrático y alguna forma demonarquía constitucional.En consecuencia, no era evidente cuál era la mejor solu-ción a la situación, ya sea política o legalmente hablando.Después de muchas vacilaciones, Toro y Zambrano ac-cedió a convocar un cabildo abierto para todos los jefesde cuerpos militares y religiosos, prelados y “vecinos no-bles” de Santiago, para el día 18 de septiembre de 1810,conocido como el día de la Primera Junta Nacional deGobierno de Chile.

1 Patria Vieja en Chile

Primera Junta de Gobierno.

En la sesión del 10 de septiembre de 1810, los juntistasgritaron a voz en cuello: "¡Junta queremos! ¡Junta quere-mos!". El ancianoMateo De Toro y Zambrano (a la sazónde 50 años) accedió y entregó el bastón ceremonial, agre-gando: “He aquí el bastón. Disponed de él y del mando”.Siete de los más notables vecinos de Santiago fueron ele-gidos a la Junta de Gobierno, incluyendo aMateo de ToroZambrano como Presidente.La junta reconoció explícitamente la soberanía de Fer-nando VII.[6] La Real Audiencia de Santiago continuódispensando justicia en su nombre y los funcionarios delantiguo régimen (incluyendo los cargos militares) fue-ron confirmados en sus posiciones. La junta incluso re-conoció formalmente el Supremo Consejo de Regenciade Cádiz y justificó su constitución notando “que la mis-ma Regencia con su manifiesto de catorce de febrero últi-mo, ha remitido el de la instalación de la Junta de Cádiz,advirtiendo a las Américas que ésta podrá servir de mo-delo a los pueblos que quieran elegirse un Gobierno re-presentativo digno de su confianza” (Acta de Instalación

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de la Excelentísima Junta de Gobierno). Ningún españolo criollo, conformista o no, sufrió como consecuencia desus ideales políticos. De esta manera, comenzó la PatriaVieja.Sin embargo esa situación era más bien confusa y no con-templaba ni resolvía el otro problema de fondo: la ex-clusión de la vida política de muchos del sector criollo yla totalidad del mestizaje (La población indígena no eraconsiderada en absoluto). De hecho, el “electorado” de laépoca se restringía, de acuerdo al sistema político y le-gal de la época, al “vecindario noble”, sector constituidoen su mayoría por aquellos nacidos en España, los que seconsideraban miembros de la nobleza y los miembros delaparato administrativo colonial a nivel local. Abusandoimprudentemente de ese privilegio, el sector monarquis-ta no creyó necesario contemplar las aspiraciones de loscriollos o buscar un consenso,[nota 2] lo que produjo unaagudización de los sentimientos “exaltados” de ese sec-tor. Esta situación se hizo obvia con la muerte de Toroy Zambrano (fines de febrero de 1811), lo que permitióque Juan Martínez de Rozas, quien llegó a ser visto comolíder de los criollos, aumentara su poder, lo que le per-mitió promover otros criollos a posiciones de autoridad ysolicitar ayuda militar a las Provincias Unidas del Río dela Plata en su lucha contra la monarquía.Bajo la influencia de Martínez de Rozas y alegando que laJunta representaba sólo a los vecinos de Santiago, se con-vocó a elecciones para designar un Congreso Nacional.[7]Sin embargo, y a pesar de la creciente influencia del crio-llismo, el sentir general todavía era de la tendencia mode-rada que se había hecho sentir en la elección y primerosactos de la Junta. Siendo así las cosas, es posible que lasituación política se hubiera consolidado en ese compro-miso, por lo menos hasta el fin de las guerras napoleóni-cas.Pero la Real Audiencia consideró que la situación en ge-neral y la elección en particular eran anti-monárquicasy conspiró con el Coronel realista Tomás de Figueroa,compandante de las tropas, quien el 1 de abril de 1811se sublevó con la intención de disolver la Junta e impe-dir las elecciones al Congreso.[8] El suceso, conocido co-mo “El Motín de Figueroa”, enfrentó las tropas de éstecon las de del recién formado Granaderos N.º 1 al mandode Juan Mackenna, batiéndose en la Plaza de Armas deSantiago por lo que constituye el primer combate por laindependencia de Chile.El motín terminó con 56 muertos y el Coronel apresado,enjuiciado sumariamente y fusilado.[9] La Real Audien-cia fue disuelta y reemplazada con una Cámara de Apela-ciones. Continuando con el espíritu conciliador que habíacaracterizado el movimiento, los miembros de la audien-cia no fueron ni privados de su libertad ni de sus bienes.Sin embargo, mucha de la población que permanecía in-decisa culpó al partido monarquista de la situación y esteperdió apoyo, con el resultado que en las elecciones parael Congreso los monarquistas se sumaron a la mayoría de

los conciliacionistas, y, abusando del sistema, eligieron ala totalidad de los candidatos monarquista y moderados,alrededor de las propuestas a instaurar un gobierno localleal a la monarquía pero con alguna autonomía y ayudar aEspaña en su guerra de independencia. Los exaltados, quepredicaban la independencia de Chile, quedaron en mi-noría pero con una creciente representación en el sectorcriollo y mestizo. Los problemas de fondo todavía per-manecían no resueltos.Los primeros debates del primer congreso, instaurado el4 de julio de 1811, fueron expresión de esa situación, cen-trándose en dos áreas principales: el hecho que por San-tiago se habían elegido a 12 diputados (cuando la convo-cación original fue por 6 por provincia) y una petición dela Regencia que Chile contribuyera a los gastos de la gue-rra contra Napoleón. Los “exaltados” lograron evitar esaremisión, argumentando que el país era pobre y necesita-ba los caudales. Sin embargo, su propuesta de reconocera Coquimbo como provincia con el derecho a elegir seisdiputados fue rechazada.Esto llevó a dos movimientos con intenciones similarespero independientes entre sí. El 4 de septiembre de 1811,tuvo lugar el Primer golpe de Carrera, quien -con sólo26 años- buscaba remover del congreso a los sectorespartidarios del antiguo régimen. Al día siguiente, en laque fue conocida como la Revolución del 5 de septiem-bre, un cabildo abierto, organizado por los exaltados deConcepción, liderados por JuanMartínez de Rozas reem-plaza a los antiguos diputados de la provincia, eligiendo“independentistas” en su lugar.Lo anterior dejó al congreso con una mayoría más pro-gresista, dando lugar a una expresiónmás fuerte del nuevoespíritu ilustrado y liberal, pero aún no dispuesta a decla-rar formalmente la independencia. Se reafirmó el sentidogeneral de lealtad al rey de la proclamación original dela Junta. Al mismo tiempo se proclamó la libertad de co-mercio (con algunas excepciones a favor de los tejidos) yse reformaron los Cabildos decretándose que los cargosde regidores y otros (antiguamente obtenidos en rematepúblico) serían cargos de elección. Algunos puestos deadministración pública considerados inútiles fueron abo-lidos y el salario del resto disminuido. Se decretó la liber-tad de prensa y se estableció que el clero sería pagado porel fisco (prohibiéndose que cobraran al público por susservicios). Se ordenó el establecimiento de una fábrica dearmamentos y otras instituciones necesarias -incluyendola breve publicación de lo que posiblemente fue el primerperiódico de Chile: “El Despertador Americano”[nota 3] -, dudándose incluso si llegó a imprimirse algún número,por lo que “La Aurora de Chile” continúa siendo el másantiguo periódico de Chile.Finalmente, fue el primer cuerpo legislativo en Américaque tomó pasos graduales pero prácticos para eliminarla esclavitud a nivel nacional (los hijos de esclavos na-cidos después de la fecha de su primera reunión fueronconsiderados personas libres (libertad de vientres), como

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lo serían los esclavos que ingresaran al país después depermanecer en el algún tiempo, etc. (Ver abolicionismo).Poco de esto era diferente o contrario, como se ha notado,a los principios de la ilustración española, principios quehasta hacía poco los mismos Borbones habían promovidoen España.No obstante, y dadas las diferentes ideas acerca del mejorcamino a tomar (ya sea como país relacionado de algunamanera a la Corona de España o como independiente),existía un clima de mucho recelo e inseguridad frente alas intenciones de los demás. Muchos no querían el po-der absoluto de un rey que veían como extranjero y lejanopero otros temían que una democracia llevaría inevitable-mente a la anarquía que terminaría con una dictadura alestilo de Napoleón. Algunos eran partidarios de un estadounitario mientras otros temían un poder central fuerte ybuscaban un sistema descentralizado o regionalista. Nofaltaban los que veían en la “lealtad” a un rey prisione-ro una manera de volver a implementar las costumbres yleyes autárquicas que habían dado hasta no hacía mucho(1791) a los encomenderos poder absoluto en sus tierras,mientras otros buscaban promover los nuevos ideales delprogreso a través de la educación generalizada y una le-gislación moderna y justa. etc. (ver, por ejemplo, Manuelde Salas)

1.1 Segunda Intervención de los hermanosCarrera

José Miguel Carrera.

Esos debates más un desacuerdo con el sector política-mente dominante dentro de ese congreso (la rama de LosOchocientos de la familia Larraín), dieron lugar a queel 15 de noviembre de 1811, José Miguel Carrera (ar-

gumentando que el país no tenía las condiciones nece-sarias para una división de poderes en ramas ejecutivay legislativa) diera otro golpe de estado que, empezandocon un triunvirato, terminó dejándole el poder total.El gobierno carrerino es generalmente visto como dere-chamente independentista (dado que ese era el fin procla-mado por él) sin embargo el punto es debatible: a pesarde que el Reglamento Constitucional Provisorio de 1812(publicado el 27 de octubre de 1812), estipula que “nin-gún decreto, institución u orden que emane fuera del te-rritorio de Chile tendrá efecto alguno, y los que intentarendarle valor serán castigados como reos del Estado”,[10]el documento empieza estableciendo específicamente queChile reconoce que “Su Rey es Fernando VII”.Esto no es dudar de las intenciones independentistas deCarrera sino ponerlas en el contexto político de la épo-ca, más complejo que lo que generalmente se percibe.Es probable que Carrera haya sido influido por las discu-siones de la época en la península[11]-preocupaciones conlas que era familiar dado sus estudios y carrera militar enella, especialmente su estadía en Cádiz, lugar donde re-sidía en esos días el hermanastro de un gran amigo suyo(ver Joaquín Fernández de Leiva) El Reglamento conti-núa con la afirmación de que el Rey “aceptará nuestraConstitución en el modo mismo que la de la Península.A su nombre gobernará la Junta Superior Gubernativaestablecida en la capital, estando a su cargo el régimeninterior y las relaciones exteriores (...)".[10]

Adicionalmente, y en relación al otro problema de fon-do, el Reglamente Provisional establece (artículo 24) que“Todo habitante libre de Chile es igual de derecho”. Esadeclaración termina con el régimen de privilegios en fa-vor de los peninsulares, una de las motivaciones más sen-tidas del sector “exaltado” -especialmente los criollos ylos mestizos (ver también Estatutos de limpieza de san-gre) - pero excluye tanto a los esclavos como a los in-dígenas. Es, además, ambigua en relación a la nobleza(Carrera acuso, mucho después, a O'Higgins de jacobinocuando este la abolió)Así pues, en el contexto de la época, el Reglamen-to Constitucional puede verse simplemente como unadeclaración “consensualista” o “autonomista”, buscan-do satisfacer algunas de las aspiraciones pero al mis-mo tiempo marginando del gobierno por un lado -conanterioridad- al sector monarquista más duro y, por elotro -posteriormente- al sector más “exaltado” a fin deestablecer en Chile, basado en una reafirmación de la va-lidez del edicto de Carlos III, una "monarquía parlamen-taria", con una relación directa e independiente de otrasinstituciones con la corona. Algo que, de haberse trans-formado en realidad, habría producido quizás un sistemasimilar a la actual Mancomunidad Británica de Naciones(ver La Pepa una constitución para América - consecuen-cias de su abolición). Sin embargo, es innegable que suintervención acelero el movimiento hacia la independen-cia.

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1.2 Primeras campañas de la independencia 5

En todo caso, parece obvio que Carrera se dio cuenta deque para moverse en esa dirección se necesitaba tanto unaidentidad nacional diferente a la de ser español o súbditode España como de un sector políticamente activo másamplio que el acostumbrado “vecindario noble” que has-ta entonces había sido el motor del proceso independen-tista (lo que llegó a ser conocido como opinión ilustra-da), lo que a su vez requería de una serie de medidas einstituciones progresistas. Con ese fin, Carrera estableciólos primeros emblemas patrios: la bandera, escudo y es-carapela de la Patria Vieja. Publicó la Aurora de Chile, elprimer periódico chileno, en el cual su primer director, elfray Camilo Henríquez hizo circular, con la colaboraciónde personas como Antonio José de Irisarri y Bernardo deVera y Pintado las ideas independentistas y de la ilustra-ción. Estableció la Junta de Vacuna y elaboró el proyec-to de una Sociedad Filantrópica de Amigos del País. Almismo tiempo buscó reconocimiento internacional parala posición de Chile, lo que fue facilitado por la decisiónde EE.UU. de mandar un “ministro” o cónsul (Joel Ro-bert Poinsett), quien estableció estrechas relaciones conCarrera. Esto fue importante no sólo prácticamente paraChile, sino para el futuro desarrollo político de Carrera,ya que establecía un vínculo directo con el liberalismo yel sistema de gobierno estadounidense desde los princi-pios de la creación del país. Finalmente, Carrera fundó elInstituto Nacional, la Biblioteca Nacional y abrió la edu-cación a las mujeres.Pero tales reformas independentistas o ilustradas no cla-rifican cuál es el carácter del gobierno que J. M. Carrerabuscaba o en cual posición se veía el mismo,[nota 4] situa-ción que es siempre preocupante en un régimen militar.El artículo 4.º del Reglamento de 1812 establece que sereconocía la legitimidad del gobierno de la época, y quesus reemplazos serán elegidos “en caso de muerte o re-nuncia”. La implicación obvia es que JoséMiguel Carrerase consideraba “elegido” de por vida.Esa preocupación se hizo significativa, especialmente en-tre losmiembros de la Logia lautarina, cuando enmayo de1812 (mientras se preparaba el nuevo arreglo constitucio-nal) Camilo Henríquez (quien estaba a cargo de elaborarese Reglamento Constitucional) publicó en la Aurora deChile, un artículo en el cual parecía sugerir como la me-jor forma de gobierno una mezcla entre el federalismo deEE.UU. y una monarquía al estilo inglés, pero más “dura”(en que sugiere que el poder ejecutivo, y por ende, sobreel ejército, debe residir en el monarca):“El gobierno británico es un medio entre la monarquía,que se encamina a la arbitrariedad, la democracia, quetermina en la anarquía, y la aristocracia, que es el másinmoral de los gobiernos, y el más incompatible con lafelicidad pública. Es pues un gobierno mixto en que es-tos tres sistemas se templan, se observan, se reprimen.Su acción y reacción establece un equilibrio en que na-ce la libertad. El poder ejecutivo reside en el monarca.”(....)"[12]

La inquietud aumentó cuando, posteriormente, el go-bierno carrerino prohibió críticas al gobierno, primeroen noviembre de 1812 bajo pena de expulsión y exilioy después el 22 de marzo de 1813 bajo pena de muer-te. Al mismo tiempo advirtió públicamente de castigos a“algunos jóvenes de inmoderado patriotismo” y prome-tía que “todo individuo podrá quejarse o delatar; se lehará justicia y guardará secreto.”[13] Estos actos comen-zaban a parecerse a los de la carrera de Napoleón quien,proclamándose defensor de la voluntad ciudadana, llegóa reprimirla duramente cuando se declaró emperador en1804.Las acciones de los Carrera, especialmente su manera deobtener el poder, y presumidas intenciones, intimidarona muchos ciudadanos, tanto en el bando independentistacomo en el conciliador. Los Carrera no pudieron obtenerapoyo más amplio a sus posiciones, lo que no fue ayu-dado por disputas entre ellos mismos (aparentemente porasuntos de precedencia familiar: el hermanomayor no eraquien estaba al mando) que ocasionaron incluso el aleja-miento temporal de uno de los hermanos del gobierno,durante el cual hubo muchas acusaciones de traición yamenazas de soluciones armadas a los problemas. Aúnpeor, los desacuerdos políticos debilitaron política y mi-litarmente la causa patriótica, específicamente, debido aque la Junta Provincial de Concepción, desconoció la le-gitimidad de la nueva Junta liderada por Carrera (hastajulio de 1812) lo que produjo temores de una guerra civil.

1.2 Primeras campañas de la independen-cia

Bandera de la Patria Vieja

La situación inquietó no sólo a los chilenos, sino tambiénal Virrey del Perú, José Fernando de Abascal y Sousa,Marqués de la Concordia (1806-1816), quien vio al mis-mo tiempo una oportunidad en la situación: las accionesde los Carrera habían ocasionado que la guarnición deValdivia terminara por ponerse a las órdenes del virrei-nato; los miembros de la Junta de Concepción, que fuedisuelta, fueron confinados cerca de Santiago, lo que for-taleció la posición de las autoridades anteriores en las pro-vincias del sur, en su mayoría monarquistas. Abascal en-

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6 1 PATRIA VIEJA EN CHILE

vió una expedición militar a cargo del militar peninsularAntonio Pareja. Este desembarcó, a comienzos de 1813,en Concepción, donde sus tropas fueron recibidas con losbrazos abiertos por el Gobernador de la ciudad, un espa-ñol nombrado en el cargo durante la colonia y mantenidoen el cargo por el gobierno carrerino. (ver Barros Arana).La guerra por la independencia chilena había comenzado.Sin embargo Pareja fracasó en su empeño, perdiendo to-dos los encuentros armados importantes y siendo cercadoen Chillán, donde murió de pulmonía, así que fue reem-plazado con la expedición comandada por Gabino Gaín-za. La desacertada conducción militar de Carrera (quefue tomado prisionero) le permitió a su rival, el repu-blicano Bernardo O'Higgins, elevarse y pasar a tener elmando supremo de las fuerzas patriotas. El gobierno ci-vil reasumió su funcionamiento.La campaña militar continuó bajo el mando de O'Higgins(quien asumió el comando el 24 de noviembre de 1813).Gaínza, creyendo que las fuerzas patriotas serían incapa-ces de detenerlo debido a la falta de caballería, decidióatacar Santiago rápida y directamente, y logró cruzar elríoMaule antes que O'Higgins. Éste sin embargo, con unatáctica remarcable, logró cruzar el río Claro -un afluentedel Maule- antes que Gaínza y atrincherándose en la ha-cienda Quechereguas, posicionó sus fuerzas y las de JuanMackenna, de manera tal que le cortó el paso tanto haciaSantiago como hacia Concepción. Gaínza se vio forzadoa atrincherarse en Talca donde, desprovisto de pertrechospara un sitio, se preveía su derrota.Frente a esto, el Virrey ofreció términos: paso libre aGaínza y sus tropas a Talcahuano, desde donde se embar-carían en un plazo de treinta días al Perú, dejando todaslas fortificaciones en el estado en que las habían encon-trado. El virreinato dejaría de intervenir, pero el gobiernode Chile debía comprometerse a mandar representantesa las Cortes de Cádiz establecidas en España durante elcautiverio de Fernando VII y aceptarlas como gobiernolegítimo. El 5 de mayo de 1814 el Tratado de Lircay fueaceptado por las dos partes.[14] Los prisioneros fueron li-berados y se intercambiaron rehenes. Durante este inter-cambio O'Higgins mismo se ofreció como tal, pero estono se concretó. Conviene considerar la siguiente coinci-dencia: el día anterior, 4 de mayo de 1814, Fernando VIIpromulgó un decreto que restablecía la Monarquía abso-luta en España y declaraba nulo y sin efecto alguno todala obra de las Cortes de Cádiz. Por extensión ese decretoimplica que todas la propuestas conciliacionistas seríaninvalidas o en vano. Eso incluye el tratado mismo, queestablece que el gobierno de Chile reconoce la autoridadde la misma institución que Fernando acaba de declararnula. Obviamente esto no se conocía en América Latinaen aquellas fechas.Al mismo tiempo, en Chile, los sentimientos políticoshabían cambiado como consecuencia de la guerra. Lasideas independentistas habían ganado aceptación y mu-chos percibieron el Tratado como una oportunidad per-

dida de lograr la independencia de una vez por todas. LosCarrera fueron liberados por lo realistas como una formade sembrar la discordia entre los patriotas, cosa que lo-graron, ya que éstos tomaron ventaja de esta frustracióny el 23 de julio dieron un nuevo golpe y se apoderarondel poder.

1.3 Campaña de Osorio y fin de la PatriaVieja

Esta vez el recelo de sectores de la población a las inten-ciones de los Carrera se concretó. Parte del gobierno civilescapó a Talca, donde solicitaron a O'Higgins que resta-bleciera el gobierno democrático. La guerra civil parecíainminente, dado que los primeros golpes ya habían tenidolugar en el Combate de las Tres Acequias donde las tro-pas opuestas se enfrentaron cerca de Santiago, con unavictoria relativa para Luis Carrera sobre O'Higgins. Enese entonces un mensajero llegó con una carta oficial deAbascal, el Virrey del Perú, fechada el 28 de agosto de1814.En ese documento se hizo evidente que Abascal se ne-gaba a reconocer los términos del tratado y continuabaafirmando que la única solución era la rendición incondi-cional a las fuerzas de una nueva expedición militar, bajoel mando del General Mariano Osorio; ya que en casocontrario éste llegaría “con la espada y el fuego, a no de-jar piedra sobre piedra, en los pueblos que sordos a mivoz quieran seguir su propia ciega voluntad”.[15]

Es de notar que tales amenazas venían en una carta deOsorio (dirigida “A los que mandan en Chile”) fechada el20 de agosto y que daba un plazo perentorio de diez díaspara tal rendición. En otras palabras, a la fecha que el do-cumento fue recibido, el plazo estaba ya vencido, no que-dando otro recurso que la guerra. En el lado español soloGaínza quedó con algún honor, dado que efectivamentese retiró al Perú, pero aún él rompió su palabra, dado quecon varias excusas se mantuvo en Talcahuano por más delos dos meses que se habían acordado como plazo parala partida de él y sus tropas, hasta la llegada de Osorio ysus refuerzos. La estratagema de Abascal fue tan bien or-ganizada, que esas tropas ya se encontraban a las alturasde San Fernando, alrededor de 120 kilómetros al sur deSantiago, cuando los documentos fueron recibidos.[16]

Dada la nueva situación, los patriotas (porque a pesar desus diferencias tanto O'Higgins como los Carrera busca-ban la independencia) aunaron fuerzas y O'Higgins se pu-so al mando de las fuerzas de Carrera. Sin embargo, di-ferencias estratégicas (y posiblemente personales) se hi-cieron sentir casi inmediatamente. O'Higgins era partida-rio de dar batalla en la rivera del Cachapoal, mientras losCarrera preferían la Angostura de Paine. Ambos planesbuscaban dar tiempo para reformar los regimientos quehabían sido desbandados después del Tratado de Lircay.Dada la cercanía de Osorio, ese tiempo era esencial. Sellegó a un acuerdo general: O'Higgins, con sus 900 hom-

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bres, trataría de impedir el paso del Cachapoal a Osorio ysus más de 4 000 soldados, replegándose hacia Angosturasi fuera necesario con el apoyo de las tropas al mando deLuis Carrera, mientras José Miguel Carrera organizabala defensa en Santiago.O'Higgins no pudo detener a Osorio en la rivera del Ca-chapoal y se vio obligado a retroceder a Rancagua dondese atrincheró, uniéndose a una facción al mando de JuanJosé Carrera. Curiosamente, a éste correspondía el man-do, por ser de mayor graduación que O'Higgins, pero selo entregó a él y se quedó en la iglesia de Rancagua.El plan era dar a las tropas comandadas por Luis Carrera(1.500 en número) la oportunidad de atacar a los espa-ñoles por la espalda. Sin embargo, José Miguel Carrera,quien tomo comando directo, ya sea malinterpretó la si-tuación o estaba a la espera del repliegue hacia Angostu-ra y, a pesar de que llegó a avanzar hasta muy cerca delcombate, que duró dos días, no intervino. De acuerdo afuentes independientes,[17] ese avance ocasionó que Oso-rio diera la orden de retirada, orden que fue rescindidacuando el ataque de Carrera no se concretó. El resultadofue el Desastre de Rancagua (1 al 2 de octubre de 1814).O'Higgins rompió el cerco a sable en una carga épica y lo-gró escapar con alrededor de 300 hombres, mientras queloo que quedaron atrás tuvieron peor suerte: en la igle-sia, habilitada como hospital, los realistas masacraron alos heridos y sólo respetarn a algunos ilustres, como JuanJosé Carrera.El Desastre de Rancagua causó pánico en Santiago. Losplanes para defender Angostura y Santiago mismo fueronolvidados y la población patriota y el gobierno abandona-ron la ciudad para escapar hacia Argentina, acompañadospor algunos de los juntistas conciliacionistas temerososde represalias. El resto de los monarquistas se prepararona recibir con brazos abiertos a las fuerzas de Osorio. Es-tos, como los monarquistas en Rancagua -que habían da-do ayuda a las fuerzas españolas- pronto se dieron cuentade su error. Las tropas españolas realmente habían ve-nido con intenciones de escarmiento. Y los que sufrieronlas peores deprecaciones fueron los que estaban presentescuando esas tropas entraban a las ciudades reconquista-das.Así terminó el período llamado la Patria Vieja, no sólocon un desastre militar, sino con un desastre que puso finpor un lado a la posibilidad de un acuerdo entre las co-lonias y la monarquía española decimonónica, y por elotro a las ambiciones políticas de los Carrera. Ese desas-tre también enterró, aún antes de nacer, la posibilidad delfederalismo y/o monarquía constitucional (si es que al-guien las buscaba) en Chile.

2 Plan Absolutista

El Virrey Abascal confirmó a Mariano Osorio como go-bernador de Chile, pero en 1815 una disputa entre Oso-

Casimiro Marcó del Pont

rio y Abascal causó a la remoción del primero, siendonombrado como gobernador Casimiro Marcó del Pont.Los monarquistas, continuando con la política que prac-ticaron contra las juntas peninsulares y los llamadosafrancesados (término que incluyó a los “liberales”) des-pués de la restauración de Fernando VII (Rey que co-menzó siendo llamado “El Deseado” y terminó conoci-do como “El Felón”), estimaron necesario administrar unbuen escarmiento a la población en general, por lo quecomenzó una persecución política a cargo de un Tribunalde Vigilancia, encabezada por el capitán del RegimientoTalavera de la Reina, Vicente San Bruno. Éstos fueron lostiempos que reputadamente llevaron a Talleyrand a obser-var que los borbones recordaban todo, pero no aprendíannada.Abusos de todo tipo, incluyendo violaciones y asesinatos,fueron practicados sistemáticamente por los de Talavera.El gobierno monarquista ofreció una amnistía, pero exi-lió al archipiélago Juan Fernández a los que la aceptaron,en su mayoría miembros del bando conciliacionista, en-tre ellos varios miembros de la Junta de 1810, incluyen-do ancianos y enfermos. Los “infidentes”, como se lla-maba a los patriotas o a aquellos bajo sospecha de serlo,que no se presentaron voluntariamente, fueron apresadosy encerrados en la cárcel de Santiago, siendo asesinados amansalva.[17] Esto y otras cosas semejantes, lejos de ex-tinguir los deseos por libertad y justicia, los exacerbarone incluso hasta los más moderados decidieron que ya erasuficiente, que frente a esa España absolutista no quedabaotra cosa que la sumisión absoluta o la independencia.

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8 3 PLAN DE RECONQUISTA

3 Plan de Reconquista

Un buen grupo de patriotas (entre ellos Carrera yO'Higgins) ya se encontraban exiliados en Mendoza, endonde era gobernador José de San Martín. Éste favore-ció inmediatamente a O'Higgins, probablemente por lasconexiones de ambos con la Logia Lautaro, que trabajóa nivel hispanoamericano para obtener la independencia,como también como por el desprestigio sufrido por losCarrera a partir del desastre de Rancagua y, final y qui-zás principalmente, debido a una serie de actitudes porparte de los Carrera que fueron interpretadas como unatentativa de desconocer las autoridades argentinas en ge-neral y la de San Martín en particular (Ver, por ejemplo,Barros Arana. Historia General de Chile. Tomo 10, ca-pítulo III, puntos 4,5,6,7. pps 135-150 aprox.) El sino deCarrera iría cada vez peor, y eventualmente terminó porser fusilado en 1821.[18]

(Hay antecedentes más modernos que implican que SanMartín y Carrera se conocían ya desde la estadía de am-bos en España al inicio de las guerras napoleónicas, situa-ción en que, queriendo J.M. Carrera cambiarse de unidadmilitar -para poder combatir en el frente- incurrió en unafalta y fue detenido: el oficial a cargo de su arresto habríasido el propio José de San Martín [cita requerida]. A la pos-tre, Carrera lograría combatir y se distinguió en batalla,al igual que el argentino).Pero además, para ese momento SanMartín preparaba unplan de invasión al Perú a través de Chile.[nota 5] Con la de-rrota del movimiento independentista en Chile San Mar-tín debía ahora pensar en la necesidad de liberar Chilepara poder ahora alcanzar Lima. Para la organización delejército contaba ahora con parte de los patriotas chilenosemigrados liderados por O'Higgins, quien se incorporó alejército de los Andes como Brigadier.[19] El historiadorchileno P. Guzmán en su libro “Historia de Chile” (tomoI, pág. 400) se refiere con detalle a la empresa emancipa-dora:

“Apenas se reunieron en Mendoza los fugiti-vos chilenos, cuando trataron de poner en plan-ta el grandioso proyecto de recuperar su amadapatria; pero no correspondiendo su actual inva-lidez á sus ardientes deseos, ocurrieron al su-premo gobierno de Buenos Aires, que en aquellasazon desempeñaba D. Ignacio Alvarez y suce-sivamente ocupó el señor de Pueyrredón, soli-citando sus auxilios y poderosa protección pa-ra lograr tan grande empresa. Compadecida lasuperioridad argentina de la triste situacion delos Chilenos, libró con generosidad oportunasprovidencias, comisionando al gobernador deMendoza, el Sr. D. José de San Martin, la or-ganización de las tropas y nombrándole al mis-mo tiempo de General en Jefe de aquella expe-dición. No se engañó ciertamente en la elecciónde nuestro general el excmo. gobierno de Bue-

nos Aires, y sin duda le eligió para caudillo porhallarse penetrado de antemano de su periciay talentos militares que había perfeccionado enla guerra de la Península, en donde se habíadistinguido entre los mas sobresalientes oficia-les. En efecto, luego que se le confirió el car-go de general de la nueva expedicion, se dedicóSu Excelencia á formar algunas compañías dereclutas, y se ocupó con tanto empeño en disci-plinar su gente, que en breve tiempo pudo for-mar un ejército capaz de medir sus fuerzas conel realista de Chile, con solo el corto refuerzode cuatrocientos cincuenta hombres del batallonn.º 1 y doscientos del regimiento de granaderosde á caballo que le vinieron de Buenos Aires.Las noticias de estos preparativos de guerra enMendoza aunque llegaron á Santiago, se burla-ban los realistas del proyecto y lo atribuían unosá falta de verdad y otros á un delirio imagina-rio en la fantasía de los prófugos; sin embargo,adquiriendo Marcó después por sus espías masindividuales noticias que le aseguraron la ver-dad, le pusieron en gran cuidado y no menorconfusión, pues no sabia el punto fijo por dón-de debía venir el ejército restaurador. Consta-ba este entonces de cerca de cuatro mil hombresde tropas de línea, cuando las fuerzas realistasdel de Marcó ascendían á siete mil seiscientasy trece plazas sin contar las milicias armadasy contadas á sueldo. Para contrapesar la de-sigualdad de fuerzas, se propuso el general SanMartin obligar á Marcó á dividir las suyas pormedio de un ardid de guerra.

Como parte de la llamada "Guerra de Zapa" se le encargóal abogado Manuel Rodríguez Erdoíza, iniciar una seriede actividades guerrilleras que inquietaran a los realistas,pusieran en ridículo a San Bruno, y levantaran la moralpatriota. De esta manera, Rodríguez se transformó en unasuerte de héroe romántico de la independencia y recono-cido por el pueblo el cual lo protegía y le daba apoyo y ca-riño. Una de sus más celebradas hazañas -probablementefantástica pero fuertemente arraigada en el alma popular-fue disfrazarse demendigo y obtener unamoneda en cari-dad de parte del propio gobernadorMarcó del Pont, quienhabía puesto precio a la cabeza de Rodríguez: más tardese la devolvió con una nota satírica. Rodríguez continuósus guerrillas por todos los rincones del país, enviándoleinformación a San Martín sobre el estado de las fuerzasespañolas y sin ser capturado hasta que el ejército realistase viera demasiado cansado y reducido. El grupo de gue-rrilleros armados de Manuel Rodríguez estuvo formadoprincipalmente por la banda de bandoleros de José Mi-guel Neira, quién se convertiría también en un patriota.En diciembre de 1816 el Ejército de los Andes completósu formación y en enero de 1817, con el aval del Direc-tor Supremo de las Provincias Unidas, Juan Martín dePueyrredón, comenzó el Cruce de los Andes para invadir

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Chile. Cruzando la cordillera por varios pasos (ver Rutassanmartinianas): más de 4.000 hombres con caballería yartillería, sin bajas y a más de cuatro mil metros de alturacompletan la hazaña. El ejército se reunió el 8 de febre-ro en el poblado de Curimón, donde la orden franciscanafacilitó los jardines interiores de su convento, en el vallede Aconcagua al norte de Santiago.El 12 de febrero se inició la Batalla de Chacabuco. Enella midieron sus fuerzas el ejército de los Andes del SanMartín, y el realista de Rafael Maroto, quien sufrió unadecisiva derrota. Otra carga épica de O'Higgins, seguidopor los batallones de “negros” -entre los que abundabanlos soldados de esa etnia y los mestizos y mulatos- rom-pió las líneas del odiado Regimiento Talaveras y bate laresistencia realista. Capturado en el Campo de batalla, eltristemente célebre capitán San Bruno es sumariamentejuzgado y ajusticiado.La batalla permitió a los patriotas instalarse en Santia-go. Reunida la asamblea bajo la presidencia del gober-nador don Francisco Ruiz Tagle, elegido interinamentepor el pueblo al tiempo de la fuga de Marcó del Pont, losconcurrentes declararon por aclamación que a la voluntadunánime era nombrar a don José de San Martín goberna-dor de Chile con omnímoda facultad, y así lo hicieronconstar en el acta que se levantó y todos firmaron anteescribano público. El general, fiel a sus instrucciones,[20]y a su plan político, se negó a aceptar el mando que sele ofreció, (“Chile debe ser gobernado por un chileno”)y convocó por intermedio del Cabildo una nueva asam-blea popular a que concurrieron 210 vecinos notables. Elauditor del ejército de los Andes, Dr. Bernardo de Veray Pintado, reiteró públicamente la renuncia de San Mar-tín, y fue aclamado en el acto el general O’Higgins Direc-tor Supremo del Estado de Chile, declarando Vera que laelección era del agrado del general San Martín[nota 6]

El nuevo Director nombró por ministro del interior a donMiguel Zañartu, de sólido carácter y decidido partida-rio de la alianza chileno-argentina, y en el departamen-to de guerra y marina al teniente coronel don José Ig-nacio Zenteno, secretario de San Martín. Su primer actode gobierno, el 17 de febrero de 1817, fue dirigirse alpueblo en una proclama con alusión honorífica a las Pro-vincias Unidas y a San Martín:[21] Instituto Nacional SanMartiniano.[22]

“Ciudadanos: elevado por vuestra genero-sidad al mando supremo de que jamás pudeconsiderarme digno es una de mis primerasobligaciones recordaros la mas sagrada que de-be fijarse en vuestro corazón. Nuestros amigoslos hijos de las Provincias del Río de la Plata deesa nación que ha proclamado su independen-cia como el fruto precioso de su constancia ypatriotismo acaban de recuperaros la libertadusurpada por los tiranos. Estos han desapare-cido cargados de su vergüenza al ímpetu pri-mero de un ejército virtuoso y dirigido por la

mano maestra de un general valiente expertoy decidido á la muerte ó á la extinción de losusurpadores. La condición de Chile ha cambia-do de semblante por la grande obra de un mo-mento en que se disputan la preferencia el de-sinterés mérito de los libertadores y la admira-ción del triunfo. ¿Cuál deberá ser nuestra grati-tud á este sacrificio imponderable y preparadocon los últimos esfuerzos de los pueblos her-manos?. Vosotros quisisteis manifestarla depo-sitando vuestra dirección en el héroe. ¡Oh! silas circunstancias que le impedían aceptar hu-biesen podido concillarse con vuestros deseosyo me atrevería á jurar la felicidad permanentede Chile. Pero me cubro de rubor cuando ha-béis sustituido mi debilidad á la mano fuerteque os ha salvado. Instruíos de los anteceden-tes que vosotros mismos habéis formado paraesta elección y os uniréis á mis sentimientos.Los de la unidad y concordia deben inflamar elespíritu de los Chilenos. Un olvido eterno deesas mezquinas personalidades que por sí solasson bastantes á hacer la ruina de los pueblos.Yo exijo de vosotros aquella confianza recípro-ca sin la cual el gobierno es la impotencia de laautoridad ó se ve forzado á degenerar en des-potismo. No perder los laureles adquiridos contantos sacrificios. Resolverse á no existir antesque dejarse oprimir otra vez del bárbaro espa-ñol, que perezca el último ciudadano en la de-fensa del precioso suelo en que vio la primeraluz un reconocimiento eterno á sus libertado-res, un amor á la patria que sea el distintivo detodo Americano, un zelo activo por la justiciay el honor un odio irreconciliable á los maqui-nadores de nuestra esclavitud, hé aquí los sen-timientos de vuestro director y los que han dehacer vuestro carácter si hemos de ser libres.Cooperad y seréis el ejemplo de la gratitud, elterror de la tiranía y la envidia de la paz”

Santiago, 17 de febrero de 1817.BERNARDO O'HIGGINS Miguel Za-

ñartu, Secretario.[23]

Bernardo O'Higgins sería Director Supremo hasta 1823.En el primer aniversario de la batalla de Chacabuco,proclamó la independencia (12 de febrero de 1818) enla ciudad de Talca.[24]

4 Patria Nueva (1817-1823)

El nuevo virrey del Perú, Joaquín de la Pezuela 1816-1821, resolvió recurrir a Mariano Osorio enviándole otrafuerza expedicionaria. Este desembarcó en Concepcióny reclutó ingentes cantidades de tropas. Mientras tanto,Bernardo O'Higgins se replegaba más al norte intentandofrenar de alguna manera el avance de los realistas, siendo

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10 4 PATRIA NUEVA (1817-1823)

Bernardo O'Higgins como Director Supremo.

sorprendido y ampliamente derrotado en Cancha Rayada.En la confusión, corrió el rumor de que O'Higgins habíamuerto y el pánico cundió entre los patriotas, muchos delos cuales se aprestaron incluso a volver a cruzar la Cor-dillera hacia Mendoza. En tales críticas circunstancias,Manuel Rodríguez arengó a la gente gritándoles: "¡Aúntenemos patria, ciudadanos!", y se nombró Director Su-premo; duraría en el cargo exactamente 30 horas, que esel tiempo que O'Higgins empleó en regresar a Santiago yvolver a hacerse del mando.

Retrato póstumo de los fundadores de la República de Chile. Deizquierda a derecha: José Miguel Carrera, Bernardo O'Higgins,José de San Martín, Diego Portales

Lisiado después de Cancha Rayada, O'Higgins delegó elmando de las tropas patriotas en San Martín. Este lasreunió en los llanos de Maipú, en las afueras de Santia-

go. En la batalla de Maipú, librada el 5 de abril de 1818,donde se lucirían la artillería de Borgoño y la Caballeríadel Coronel Santiago Bueras -muerto en la batalla- mien-tras que el Batallón de Negros de Mendoza rendiría suvida hasta el último hombre en medio de la lucha. Losrealistas, en cambio, perdieron a los regimientos “InfanteDon Carlos” y “Burgos” (el grito de ataque de éste era“19 batallas ganadas ¡ninguna perdida!").San Martín infligió tan dura derrota a Osorio, que ésteoptó por regresar a Concepción; los realistas ya no inten-tarían otra incursión a Santiago, con lo que la indepen-dencia quedaba asegurada. En los momentos finales dela batalla, en retirada ya los realistas, O'Higgins acudiócon refuerzos de tropas dispersas, campesinos armados,niños y hasta mujeres, quienes persiguieron a los españo-les hasta las casas de Lo Espejo. Al honrar a San Martíncomo salvador de la patria, ambos se saludan en lo que seconocería como el abrazo de Maipú.Por otra parte, O'Higgins propició el desarrollo de laPrimera Escuadra Nacional, para impedir nuevas expe-diciones españolas desde el Perú. Sería precisamente es-ta escuadra la que llevaría a la Expedición Libertadoradel Perú. Para llenar la plaza de almirante, llamó al es-cocés Lord Thomas Cochrane.[25] Este asestó un golpedecisivo a los realistas cuando, en 1820, se apoderó delSistema de fuertes de Valdivia en la famosa Toma de Val-divia;[26] para luego enviar una pequeña fuerza a cargode Jorge Beauchef para perseguir al ejército realista quehuía desde Valdivia hacia Chiloé y en el proceso ocuparlas ciudades ubicadas más al sur de Valdivia, (entre ellasRío Bueno y Osorno), concluyendo su campaña con elcombate de El Toro, en marzo de 1820.[27][28]

Igualmente desde Valdivia, Cochrane se dirigió a Chiloé;pero fracasó en un ataque terrestre a Ancud y por ellodebió regresar; así para el año 1820, luego del combate deEl Toro, se comenzó a consolidar igualmente la presenciachilena en la región sur, salvo aún en Chiloé.[29]

En lo que respecta a asegurar la independencia, San Mar-tín además emprendió una serie de guerras contra lasmontoneras, grupos de bandoleros, realistas e indios quehabían aprovechado el caos de las expediciones militaresy los reclutamientos forzosos para dedicarse al pillaje yal saqueo. Esto se conoció como la guerra a muerte, por-que ni las montoneras ni los soldados regulares tomabanprisioneros; una vez liquidada la banda de Vicente Bena-vides, el año 1822, quedó asegurada la pacificación de laregión de Concepción.De todas maneras, San Martín y O'Higgins estaban deacuerdo en que no cesaría el peligro hasta que el pro-pio Virreinato del Perú fuera independiente de España.De esta manera prepararon la Expedición Libertadora delPerú, con naves y soldados. San Martín y Cochrane fue-ron enviados al Perú en 1820. Sin embargo, el carácterconfiado y audaz de Cochrane chocó con el exceso deprudencia de San Martín. Este dejó escapar varias opor-tunidades de asestarle el golpe definitivo al Virrey pero

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dio inicio al proceso independentista del Perú evitandomayores derramamientos de sangre y entró al mando delejército victorioso con el recibimiento de todo el puebloperuano (no así de las clases altas). Tiempo después sedeclaró la independencia, aunque todavía quedaba por li-berar el norte del país. Al no poder llegar a un acuerdoen el modo de lograrlo por las diferencias y condicionesque demandaba quien estaba al cargo del ejército que ve-nía realizando la campaña libertadora por el norte, final-mente se entrevistó con Simón Bolívar (quien descendíadesde Colombia), y se retiró del Perú; la independenciaperuana quedaría completa después de la batalla de Aya-cucho, el 9 de diciembre de 1824, librada por Sucre, unlugarteniente de Bolívar.O'Higgins gobierna hasta 1823, pero su carácter fuerte yautoritario, la muerte de los hermanos Juan José y LuisCarrera en Mendoza en 1818 y el asesinato posterior deManuel Rodríguez, el mismo año, unida a una impopularpolítica tributaria y fiscal le hacen numerosos enemigos:la abolición definitiva de la esclavitud y el decreto por elque se ordena retirar -bajo duras penas- todos los escudosy símbolos nobiliarios le granjean poderosos enemigos.La muerte del propio José Miguel Carrera en Mendoza yalgunos excesos cometidos por cercanos suyos terminanpor minar su poder.A inicios de 1823 una sublevación de su antiguo cama-rada, Ramón Freire, en el sur, es apoyada por casi todoel espectro político nacional y O'Higgins, fiel a su carác-ter, quiere resistir por las armas, pero a última hora cam-bia de opinión y el 22 de enero de 1823 se presenta enel Cabildo que le acusa, donde, invocando a sus pasadasglorias, renuncia al mando para evitar la Guerra Civil yluego, dramáticamente, rasga su camisa y muestra su pe-cho, ofreciéndolo a la venganza de sus adversarios: saldráen medio de vítores.

5 Finalización del proceso de Inde-pendencia

En la historiografía chilena se hace terminar la PatriaNueva en 1823, con la renuncia de O'Higgins.[30] Sin em-bargo, el último territorio español en Chile, la isla deChiloé, sería conquistada recién en 1826, durante el go-bierno de Ramón Freire, sucesor de O'Higgins.Respecto al territorio al sur del río Biobío, y la región dela Araucanía; en enero de 1825 se celebró un parlamentogeneral (el Parlamento de Tapihue) con los mapuches quehabitaban esta zona con la finalidad de acordar el estatutoque regularía las relaciones entre la naciente república yel pueblo mapuche; sin embargo la inclusión definitiva deeste territorio a Chile (con el cual se tendría continuidadterritorial efectiva del territorio Chileno) sería productodel conflicto conocido como Pacificación de la Araucanía.Finalmente en relación a la visión de O'Higgins respecto

de la Patagonia y el estrecho de Magallanes (cuyo domi-nio español en esta zona realmente no había sido suficien-temente reconocido a nivel de otras naciones europeas),recién se vería cumplido en 1840 mediante el inicio de laimplementación de los planes de Toma de posesión del es-trecho de Magallanes; y con ello afianzando la expansiónterritorial de Chile hacia esta zona.

6 Véase también

• Guerra de la Independencia de Chile

• Antecedentes de la independencia de la AméricaHispana

• Fiestas Patrias en Chile

7 Notas[1] Años después, O'Higgins fue acusado por JoséMiguel Ca-

rrera de ser jacobino, debido a la abolición por O"Higginsde los títulos de nobleza en Chile

[2] Criticismos posteriores de este sector político sugierenque “los monarquistas” actuaron no tanto en defensa de losderechos “del rey” sino a fin de preservar sus privilegios eintereses personales, ya sea como detentores de autoridadreal, lo que posibilitaba gran enriquecimiento (especial-mente a través de la corrupción), o como “nobles”, lo quelos situaba por encima de la ley. Cualquiera tenía, en lascolonias, por el simple hecho de haber sido nacido en Es-paña, acceso a privilegios por sobre los habitantes locales.En lo relacionado con la corrupción, aún cuando no se re-fiere específicamente a Chile, se puede una descripciónde la situación en Eduardo R. Saguier: La corrupción dela burocracia colonial borbónica y los orígenes del fede-ralismo: el caso del Virreinato del Río de la Plata

[3] Publicado bajo la influencia y dirección de Martínez deRozas, quien solicito una imprenta de Buenos Aires pa-ra el propósito. Esa imprenta -la única en Chile en esostiempos- fue la que posteriormente publico la “Aurora deChile'. Aparentemente no se conserva ningún ejemplar delDespertador

[4] Algunos historiadores, como Diego Barros Arana, SimonCollier, y Gabriel Salazar, por poner sólo un ejemplo, du-dan de su sentir republicano o democrático y sólo ven enCarrera a un dictador con fines personalistas y nepotis-tas. Collier afirma, en su Ideas y política de Chile. 1808-1833, que si Carrera hubiese tenido algún tinte republi-cano, fue gracias al influjo del Cónsul Poinsett. Jocelyn-Holt, La Independencia de Chile: tradición, modernizacióny mito, pp. 187-232 simplemente lo ve como uno de losprimeros caudillos que, basados en el poder militar y lademagogia, dominaron mucho de la vida política de Amé-rica Latina. Sin embargo es posible también entender susactos como motivados por una finalidad diferente a la deotros independentistas, lo que habría producido desacuer-dos y problemas. En ese sentido vale considerar la opinión

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12 8 REFERENCIAS

de Barros Arana (por ejemplo: Historia General de Chile,Vol. VIII, Capítulo IX: Revolución del 4 de septiembre:renovación del Congreso: período de grandes reformas le-gislativas (septiembre - noviembre de 1811) quien sugiereque gran parte de estas controversias derivan del carácterimpetuoso y apasionado de Carrera, que a menudo lo ha-cia actuar sin considerar las posibles consecuencias de susacciones. Carrera parece haber buscado -legítimamente-el fin de los lazos coloniales con España pero haber sidopartidario de una monarquía constitucional, como manerade asegurar un gobierno estable, que garantizara las liber-tades y derechos de los chilenos, sin embargo, su manerade lograrlo habría dado lugar a muchos recelos y malosentendimientos. Documentos posteriores (por ejemplo: suDiario durante la Guerra de Guerrillas en Argentina) pa-recen sugerir que Carrera tomaba alguna inspiración deCromwell

[5] El plan tenia puntos en común con el Plan de Maitland,propuesto por un general escocés en la época en que In-glaterra atacaba a España y quería debilitarla.

[6] El 17 de enero de 1817 San Martín había modificadolas instrucciones originales de Pueyrredón comunicandola necesidad de que O'Higgins fuese elegido al frente delnuevo gobierno sin el arbitrio de un ayuntamiento. Anteeste hecho y la influencia de San Martín es lógico pensarque el cabildo chileno actuara en consecuencia:

Reservadisimo, Fja.s reflexiones que V.E. ha expuesto al director supremo en apoyode la necesidad de nombrar al brigadier donBernardo O'Higgins en clase de presidente odirector provisional de Chile, luego que seadesocupada por el enemigo la capital de San-tiago, han persuadido a S. E. de la utilidadde este paso, así por recaer en una personade méritos distinguidos, como por removercon su elección toda sospecha de opresión porparte de las armas de estas provincias, cuyaidea han pretendido hacer valer algunos mal-vados con notoria injuria de la liberalidad deS. E., con cuya última resolución queda sinefecto el artículo de las instrucciones reser-vadas en cuanto dejaba al arbitrio del Ayun-tamiento de aquella capital la elección de laautoridad suprema provisoria.

. Paramás información ver s:Instrucciones reservadas parala reconquista de Chile

8 Referencias[1] En la escena recreada aparece erróneamente Bernardo

O’Higgins, aunque en realidad se encontraba ese día enla ciudad de Talca.

[2] «Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de la República deChile (1844) - Sesión de la Cámara de Diputados, en 29de noviembre de 1844». Consultado el 2 demayo de 2011.

[3] Bando de posesión del Conde de la Conquista

[4] Ver, por ejemplo: Silogismo de Chuquisaca

[5] “Cartas escritas durante una residencia de tres años enChile, en las que se cuentan los hechosmás culminantes delas luchas de la revolución en aquel país : con un interesan-te relato” Johnston, Samuel B. pp 129, Carta Undécima

[6] Acta de instalación de la primera junta

[7] Convocatoria al primer Congreso Nacional de Chile

[8] Confesión de Don Tomás de Figueroa

[9] Sentencia de la Junta de Gobierno Contra Tomás de Fi-gueroa

[10] Reglamento Constitucional Provisorio de 1812

[11] Fernández Sarasola: Constitución española de 1812 y suproyección europea e iberoamericana)

[12] Los sistemas de gobierno según Camilo Henríquez

[13] Mayor vigilancia para evitar improperios

[14] Tratado de Lircay

[15] El Monitor Araucano, Tomo II. N° 75.- Viernes 2 de sep-tiembre de 1814

[16] Julio Bañados Espinosa. La Batalla de Rancagua. Sus An-tecedentes y sus Consecuencias,

[17] Miller: Relato de un general inglés respecto a los antece-dentes de la independencia de Chile (en ingles)

[18] Fusilamiento de los Carrera, referidos por el fray BenitoLamas

[19] Historia general de Chile, Volumen 10. Autor: DiegoBarros Arana. Edición 2. Editor: Editorial Universitaria,1999. ISBN 956-11-1607-3, 9789561116078

[20] San Martín tenía instrucciones precisas del gobierno dePueyrredón, fechadas el 21 de diciembre de 1816, parareunir un ayuntamiento con patriotas y lograr el nombra-miento de un gobernador elegido por el pueblo chileno sinintervención del él ni del ejército argentino.

6. Luego que la capital de Chile se en-cuentre libre de la opresión de los enemigos, yá cubierto de sus invasiones, nombrará el ge-neral provisionalmente un ayuntamiento, in-cluyendo en él cuantos individuos sea posi-ble de los que lo componían por la últimaelección de los patriotas antes de la entradade Osorio con las tropas del rey, siempre queaquellas personas no sean contrarias al siste-ma político que sea necesario adoptar.7. Nombrará el general igualmente, con lamisma calidad de provisorio, un presidente,que reúna en sí la dirección ejecutiva en lascuatro causas, e invitará al ayuntamiento, pa-ra que sin perder momentos, proceda á dictarlas disposiciones que gradúe necesarias parael restablecimiento del gobierno supremo delpaís, en los términos más adecuados al sentircomún de los habitantes, sin que en esta par-te tenga el general ni el ejército intervenciónpública que la de conservar el orden, y evitar

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de un modo prudente el que la elección seaobra de la intriga de algún partido contra lavoluntad general y seguridad del ejército.

Para más información ver s:Instrucciones reservadas parala reconquista de Chile

[21] “El paso de las Andes. Crónica histórica de las operacio-nes del ejercito de los Andes, para la restauración de Chileen 1817 (1882) pág. 649

[22] http://www.sanmartiniano.gov.ar/textos/parte2/texto060.php

[23] Annales Historiques de la Révolution de L'Amérique La-tine - M. Charles Calvo, Tome Troisième, Paris, 1864. pp.293-294

[24] Declaración de la independencia de Chile

[25] Memorias de Lord Thomas Cochrane:Capítulo I.

[26] Memorias de Lord Thomas Cochrane:Capítulo II.

[27] Diego Barros Arana, “Historia general de Chile”, ParteOctava, pág. 379

[28] Guillermo Feliú Cruz, “Memorias militares para servir ala historia de la independencia de Chile, del coronel JorgeBeauchef, 1817-1829”, pág. 149

[29] Gonzalo Contreras, Lord Cochrane bajo la bandera deChile, Ed. Zig-Zag, Santiago, 1993. ISBN 956-12-0812-1

[30] Abdicación de Bernardo O'Higgins

9 Bibliografía

10 Enlaces externos

• Wikisource contiene obras originales de o sobreIndependencia de Chile.Wikisource

• «La independencia de Chile» en el portal educarchi-le.cl

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14 11 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS

11 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

11.1 Texto• Independencia de Chile Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Independencia_de_Chile?oldid=90303164 Colaboradores: Zuirdj, Manuel

González Olaechea y Franco, JorgeGG, SpeedyGonzalez, Lourdes Cardenal, Sanbec, Dionisio, Rosarino, Dodo, Yearofthedragon, Gmagno,Patxi Aguado, Ascánder, Alstradiaan, Cookie, Tostadora, Elwikipedista, B1mbo, Barcex, Jjatria, Jarfil, Yakoo, Lew XXI, Arístides HerreraCuntti, Cinabrium, Loco085, Huhsunqu, Napoleón333, Alexan, Chlewey, Boticario, Soulreaper, Peejayem, Petronas, Mescalier, Airunp,Taichi, Rembiapo pohyiete (bot), Australis, Orgullobot~eswiki, Alhen, Superzerocool, Muad'Dib~eswiki, Yrbot, Vitamine, BOTijo, Yu-rikBot, Mortadelo2005, ALVHEIM, Icvav, Lin linao, Beto29, Gaijin, The Photographer, Carvallo, Rodox~eswiki, Santiperez, Banfield,Kepler Oort, Warko, Maldoror, Er Komandante, Voj 2005, Tomatejc, Siabef, BOTpolicia, CEM-bot, Klondike, Laura Fiorucci, Carrilano,JMCC1, Unic, Durero, Aarón Montoya, Baiji, Chelardo, Antur, Nerêo, FrancoGG, Südlich, Thijs!bot, Airwolf, Srengel, VARGUX, Ro-berto Fiadone, Bot que revierte, Selgas, Botones, Isha, Gusgus, Mpeinadopa, Locopol, Quothalas, Soulbot, VanKleinen, Kved, Mansoncc,Segedano, Muro de Aguas, Gsrdzl, CommonsDelinker, Chispis, Humberto, Netito777, Fixertool, Amanuense, Chabbot, Jmvkrecords,Fremen, Jorval, AchedDamiman, Lnegro, VolkovBot, Snakeyes, Technopat, C'est moi, Queninosta, Andres rojas22~eswiki, Matdrodes,House, AlleborgoBot, Muro Bot, Edmenb, Komputisto, Racso, Diego2891, Ctrl Z, Obelix83, Resvoluci, Drinibot, Marcelo, B1j1d2, Kat-holico, BuenaGente, Aleposta, Belb, Yonseca, Alex3x17, Tirithel, Mutari, XalD, Jarisleif, Javierito92, MetsBot~eswiki, Antón Francho,Kikobot, Quijav, Eduardosalg, Leonpolanco, Mikimakay, Mar del Sur, Petruss, Fidelbotquegua, Açipni-Lovrij, UA31, Igallards7, AVBOT,David0811, LucienBOT, A ver, Darthren, MarcoAurelio, Ialad, Diegusjaimes, DumZiBoT, CarsracBot, Arjuno3, Andreasmperu, Alpinu,Opa890, Ptbotgourou, Vic Fede, Guimis, Almavirt, $TARCHMAN!, SuperBraulio13, Jkbw, Manxuc, FrescoBot, -Erick-, Torrente, Bo-tarel, ManuBOT15, TiriBOT, Halfdrag, Vubo, Tamy cova, Maytalandia, PatruBOT, , Alph Bot, Olivares86, Tarawa1943, Foundling,Savh, AVIADOR, Allforrous, Sergio Andres Segovia, Grillitus, Rubpe19, MrSacro, Metabolico100, Waka Waka, Guinunez, Cordwai-ner, Watson98, SaeedVilla, Zendaya10, Sebrev, Jrodriguezvillalobos, Invadibot, Armando-casas-concha, 5truenos, Javier Sadarangani,Vichock, Davidcabellosdeangel, Espectrus95, Jr JL, Elvisor, Esp1986, Asqueladd, Helmy oved, Warcrass, Elmergruñon, Ariket, 2rombos,Syum90, SchönePuppe, Legobot, Balles2601, ConnieGB, Strack123, Katyhola, Pedrero 1721, Betania cox, Jarould, Matiia, Cristox77,Sadsadsadsadsadsadsa, BenjaBot, Catilove89, Sfr570, Lafifi123, Nicobsmerinox, Abraham77;), Anagyfhdcj, RedWalls y Anónimos: 582

11.2 Imágenes• Archivo:CasimiroMarcoDelPont.JPG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d9/CasimiroMarcoDelPont.JPGLicencia: Public domain Colaboradores: Desconocido Artista original: Desconocido<a href='//www.wikidata.org/wiki/Q4233718'title='wikidata:Q4233718'><img alt='wikidata:Q4233718' src='https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/ff/Wikidata-logo.svg/20px-Wikidata-logo.svg.png' width='20' height='11' srcset='https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/ff/Wikidata-logo.svg/30px-Wikidata-logo.svg.png 1.5x, https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/ff/Wikidata-logo.svg/40px-Wikidata-logo.svg.png 2x' data-file-width='1050' data-file-height='590' /></a>

• Archivo:Flag_of_Chile_(1812-1814).svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/35/Flag_of_Chile_%281812-1814%29.svg Licencia: GFDL Colaboradores: Trabajo propio Artista original: B1mbo

• Archivo:GarciaCarrasco.JPG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f3/GarciaCarrasco.JPG Licencia: Public do-main Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Jose_Miguel_Carrera.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/68/Jose_Miguel_Carrera.jpg Licencia:Public domain Colaboradores: <a data-x-rel='nofollow' class='external text' href='http://www.memoriachilena.cl/temas/documento_detalle.asp?id=MC0001670'>Galería Nacional - D. José Miguel de Carrera</a> Artista original: Narciso Desmadryl (1801 - 1890)

• Archivo:JuraIndependencia.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4e/JuraIndependencia.jpg Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: http://www.bernardoohiggins.cl/imagenes/forjador/jura.jpg Artista original: Pedro Subercaseaux

• Archivo:Los_Fundadores_de_Chile.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/79/Los_Fundadores_de_Chile.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Instituto Nacional Sanmartiniano Artista original: Otto Grashof (1812 - 1876)

• Archivo:O'Higgins_Castro.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/71/O%27Higgins_Castro.jpg Licencia:Public domain Colaboradores: Photograph taken in the Museo Nacional de Bellas Artes. Santiago, Chile. Artista original: José Gil deCastro

• Archivo:PrimeraJuntaNacionalDeGobierno(Chile).jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/09/PrimeraJuntaNacionalDeGobierno%28Chile%29.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: ? Artista original: Nicolaz Guzman

• Archivo:Wikisource-logo.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4c/Wikisource-logo.svg Licencia: CC BY-SA 3.0 Colaboradores: Rei-artur Artista original: Nicholas Moreau

11.3 Licencia del contenido• Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0