inconciencia y contaminaciÓn ambiental
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INCONCIENCIA Y CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
Contaminación, polución, alteración medio ambiental. Muchos son los
nombres que usamos en la actualidad para indicar el grave problema que
vivimos y que poco a poco se ha convertido en la enfermedad del siglo. Así
es, la tierra está enferma. Desde el siglo pasado empezaron sus primeros
síntomas y hoy amenaza con la destrucción de todas las formas de vida
posible. Como era de esperar, el hombre, en su afán de desarrollo y
“calidad de vida” desencadenó una revolución industrial desenfrenada, sin
medir las consecuencias y poco a poco se convirtió en una de las más
grandes tragedias de nuestros los tiempos.
La enfermedad del planeta, pudo haberse prevenido, de no ser por los
grandes anhelos de riqueza de la humanidad sin ninguna limitación. Pero
existe un enemigo aun peor que el anterior. La inconciencia ambiental. Ésta
es mucho más peligrosa que la primera, por cuanto de ella depende que se
pueda hacer algo antes que el desastre termine por extinguir lo que queda
de nuestra existencia.
Hoy por hoy, la inconciencia ambiental genera gran cantidad de gastos para
saneamiento y descontaminación, pero aun el problema persiste y cada vez
se agudiza, si consideramos que hay un aumento progresivo en la cantidad
de industrias, automóviles, aguas residuales domésticas e industriales,
humo y ruido, sin mencionar la radiación electromagnética generada en las
centrales nucleares.
El mundo está sumido en un consumismo que genera cada vez una mayor
cantidad de desechos tóxicos. La agroindustria por ejemplo, producen
anualmente toneladas de plaguicidas usados en el control de insectos y
malezas en los cultivos que finalmente van a parar a las fuentes de agua
utilizada para el consumo humano y que decir de los materiales tóxicos de
las baterías de celulares, de los óxidos productos de la combustión de
combustibles fósiles, que generan la lluvia ácida, de los lixiviados de los
rellenos sanitarios y los materiales en descomposición de la industria
química, por mencionar algunos casos. Todo esto nos hace pensar que el
apocalipsis está cerca y mucho más de lo que creemos.
Más allá de las campañas de concientización realizada por grupos
ambientalistas y organizaciones no gubernamentales, el hombre está
llamado a practicar a diario valores como la responsabilidad social, el
respeto por el medio ambiente y convertirlo no sólo en un hábito, sino en
una opción de vida si es que quiere seguir existiendo como especie.
Las grandes industrias deben generar procesos más eficientes y tecnología
limpia que no destruya el medio ambiente, el sistema educativo asimismo,
debe generar mayores espacios para la práctica de proyectos ambientales y
la sociedad no solo se debe sensibilizar, sino alertar sobre las graves
consecuencias de la falta conciencia ecológica.
El futuro de la existencia tal como la conocemos, está en nuestras manos,
nosotros somos los que decidimos si queremos perdurar o extinguirnos
como muchas otras especies. El llamado para el mundo es que empecemos
una nueva era. La era del medio ambiente. La era de la conciencia
ecológica y dejar atrás todas esas malas prácticas que casi nos está
llevando a nuestra propia destrucción.