iluminacion y retrato

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2 Principios básicos de la iluminación fotográfica La luz hace visibles los objetos y determina la intensidad y apariencia de sus sombras, produciendo su forma y volumen. Luz y sombra son factores ligados indisolublemente al aspecto de los cuerpos visibles. Por otra parte, la luz es la materia básica para la fotografía. No hay fotografía sin luz. Iluminación es la distribución de la luz de una o más fuentes luminosas sobre el asunto que se va a fotografiar. La iluminación fotográfica consiste en utilizar adecuadamente la fuente lumínica y aprovechar la luz y la sombra que produce. No obstante, la iluminación fotográfica intimida a muchas personas, debido principalmente a dos prejuicios: Suponen que iluminar es muy difícil. Piensan que el equipo de iluminación es demasiado costoso. Esto no es verdad. Pero todo se resuelve en forma sencilla, conociendo a fondo la técnica de la iluminación fotográfica. Lo más importante para la iluminación fotográfica es el equipo: Si usted no dispone del equipo, no podrá aprender a iluminar. El equipo fotográfico transformará por completo su práctica fotográfica. El equipo le abrirá nuevas perspectivas a su creatividad. Para aprender a iluminar correctamente hay que superar tres obstáculos: La complicada terminología empleada en iluminación fotográfica, que generalmente desanima. Las limitaciones impuestas por el equipo disponible: potencia y accesorios. Los efectos producidos por cada tipo de accesorios y la colocación de las luces en la forma correcta, según la intención del modelo de iluminación. Es importante colocar el equipo lo más cerca posible del sujeto, mientras no aparezca en el encuadre. Para poder conocer la iluminación, trate de responderse estas cinco preguntas al observar la luz: ¿De dónde proviene? ¿Qué calidad de sombras genera? ¿Los objetos lejanos se ven tan claros como los cercanos? ¿Cuál es el grado de saturación de los colores? ¿De qué tipo es, cálida o fría? Tipos de iluminación Luz natural. Es la luz del día, cuya fuente es el sol. Su cantidad, intensidad y calidad varían durante el transcurso del día, y también a través del año. Es importante comprender cómo funciona la luz diurna y cómo puede condicionar las fotografías. Luz artificial. Es la iluminación que proporcionan las fuentes fabricadas por el hombre, y se llama así en contraposición a la luz natural. Sus fuentes son

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Principios básicos de la iluminación fotográfica  La luz hace visibles los objetos y determina la intensidad y apariencia de

sus sombras, produciendo su forma y volumen. Luz y sombra son factores ligados indisolublemente al aspecto de los cuerpos visibles. Por otra parte, la luz es la materia básica para la fotografía. No hay fotografía sin luz.

Iluminación es la distribución de la luz de una o más fuentes luminosas sobre el asunto que se va a fotografiar.

La iluminación fotográfica consiste en utilizar adecuadamente la fuente lumínica y aprovechar la luz y la sombra que produce. No obstante, la iluminación fotográfica intimida a muchas personas, debido principalmente a dos prejuicios:

• Suponen que iluminar es muy difícil. • Piensan que el equipo de iluminación es demasiado costoso.

Esto no es verdad. Pero todo se resuelve en forma sencilla, conociendo a fondo la técnica de la iluminación fotográfica.

Lo más importante para la iluminación fotográfica es el equipo: • Si usted no dispone del equipo, no podrá aprender a iluminar. • El equipo fotográfico transformará por completo su práctica fotográfica. • El equipo le abrirá nuevas perspectivas a su creatividad.

Para aprender a iluminar correctamente hay que superar tres obstáculos:

• La complicada terminología empleada en iluminación fotográfica, que generalmente desanima.

• Las limitaciones impuestas por el equipo disponible: potencia y accesorios. • Los efectos producidos por cada tipo de accesorios y la colocación de las

luces en la forma correcta, según la intención del modelo de iluminación. Es importante colocar el equipo lo más cerca posible del sujeto, mientras no aparezca en el encuadre.

Para poder conocer la iluminación, trate de responderse estas cinco

preguntas al observar la luz: • ¿De dónde proviene? • ¿Qué calidad de sombras genera? • ¿Los objetos lejanos se ven tan claros como los cercanos? • ¿Cuál es el grado de saturación de los colores? • ¿De qué tipo es, cálida o fría?

Tipos de iluminación

• Luz natural. Es la luz del día, cuya fuente es el sol. Su cantidad, intensidad y calidad varían durante el transcurso del día, y también a través del año. Es importante comprender cómo funciona la luz diurna y cómo puede condicionar las fotografías.

• Luz artificial. Es la iluminación que proporcionan las fuentes fabricadas por el hombre, y se llama así en contraposición a la luz natural. Sus fuentes son

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principalmente las lámparas sobrevoltadas y las de destello o flash electrónico.

• Luz ambiental. Se trata de cualquier tipo de luz que exista en una escena y su entorno, sin que el fotógrafo añada iluminación suplementaria. No se trata solo de la luz natural, sino también de cualquier tipo de luz artificial en exteriores o interiores, así como de la combinación de todas ellas. Es el tipo de iluminación que se encuentra en casas, escuelas, museos, espectáculos, escenas nocturnas, etcétera. Por lo general se caracteriza por niveles de iluminación más bajos que los existentes en la luz diurna.

Características de la luz Éstas son las características esenciales de la luz:

• Cantidad o intensidad. • Calidad. • Dirección o posición.

Estas tres características y condiciones de la luz se encuentran presentes siempre; sin embargo, la constante es que nunca dejan de cambiar. Cantidad o intensidad de la luz La cantidad o intensidad de la luz, atañe directamente a la exposición fotográfica, y afecta la combinación del diafragma y del obturador de la cámara, para impresionar la imagen en la película (E = f/t). Se mide mediante un fotómetro o exposímetro. Pensar en este hecho y controlarlo, es suficiente para que cualquier persona obtenga una fotografía simple. Sin embargo, conocer y controlar la dirección y la calidad de la luz, se logra únicamente con una aplicación inteligente. Es decir, va más allá de la simple reproducción de una fotografía. El fotómetro o exposímetro El fotómetro o exposímetro es el instrumento indispensable para medir la cantidad o intensidad de la luz. La función de todo exposímetro es sumar todos los valores lumínicos, altos y bajos, y proporcionar un promedio general de lectura.

• Exposímetros de luz reflejada. Los exposímetros de luz reflejada se utilizan habitualmente para medir tanto la intensidad de la luz que recibe un sujeto o una escena, así como la luz que éste refleja hacia la cámara. También miden la luz emitida o transmitida en sujetos luminosos, transparentes o traslúcidos. Expresan la cantidad de luz en un valor determinado de f/t que es el efecto combinado de iluminancia, o luz disponible en la posición del sujeto, y su luminancia, o la capacidad de la superficie del sujeto para reflejar la luz.

• Exposímetros de luz incidente. Los exposímetros de luz incidente miden la cantidad o intensidad de la luz que recibe el sujeto o la escena; es decir, la luz disponible en la superficie del motivo. Estos exposímetros sólo miden la iluminancia, que es la intensidad de la iluminación que llega al motivo, y no

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proporciona ninguna información respecto al color, valor o brillantez del sujeto en sí.

Medición de la luz reflejada Medición de la luz incidente

Al iluminar, hay que tener presente la dirección y el contraste de la luz. La luz revela la forma; por su parte, la sombra proyecta el ángulo, dando la clave de la dirección de la luz y descubre la suave gradación de los medios tonos que sugieren las curvas y el volumen. La longitud y disposición de una sombra depende de la dirección de la luz que la provoca. La calidad de la luz La luz puede provenir de fuentes concentradas que producen luz directa con altas luces bien definidas y sombras nítidas. O bien de fuentes amplias que producen luz difusa alta, luces difusas medias poco definidas, así como también sombras difusas suaves o poco definidas, en cuyo caso disminuye la textura.

• Luz directa. Es la que va en línea recta desde la fuente emisora hasta el objeto. Es una luz dura, con sombras nítidas cuando la fuente de luz es concentrada, pero cuando la fuente es amplia, los bordes de la sombra son suaves.

• Luz difusa. Su trayectoria es modificada por las nubes o por diversos accesorios que la hacen más amplia. Así, alcanza al sujeto desde diferentes direcciones a la vez. Las sombras producidas son de bordes suaves, y si es lo bastante difusa o amplia, no generan sombra.

• Luz reflejada o rebotada. Esta luz, típicamente muy difusa, es reflejada hacia el sujeto por una superficie cercana, por lo cual no va directamente de la fuente al sujeto. Cuanto más tersa sea la superficie sobre la cual rebota, tanto más dura será. Si por el contrario, la superficie es rugosa, producirá una luz suave.

La dirección de la luz La dirección de la luz es la procedencia o incidencia que tienen las fuentes luminosas sobre el sujeto con relación a la cámara o a su eje óptico. Esta incidencia se distingue por su emplazamiento en dos coordenadas: horizontal o lateral y verticales por su elevación o altura. Las direcciones horizontales son: frontal, posterior o contraluz, lateral y oblicua o cruzada.

• Luz frontal. Proviene de detrás de la cámara e incide frente al sujeto. Esta luz proporciona el mínimo de volumen sin generar demasiada sombra. Sin sombras, la perspectiva, la valoración de tonos y el color no aparecen en la fotografía, además de perderse volumen y vitalidad. Se le usa en casos de reproducción de formas u objetos planos.

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• El contraluz. En el contraluz, la cámara se encuentra dirigida hacia la fuente lumínica: predomina la sombra y hay poca luz. Se trata del caso contrario a la luz frontal (abundancia de luz y carencia de sombras). En el contraluz faltan los detalles y es ahora la sombra la que predomina. Se obtiene un efecto de proyección alargada hacia la cámara con un borde de luz o halo resplandeciente alrededor de todos los objetos, y también tonos muy contrastados característicos de esta iluminación. En el contraluz es muy importante la altura de la fuente luminosa.

• Luz lateral. El área de luz de cualquier objeto iluminado con luz lateral será igual a su área de sombra. Al no haber predominio de luz o de sombra, la luz lateral genera conflicto y confusión en la imagen. Sin embargo aporta una cualidad fotográfica que representa una gran ventaja: reproduce la textura como ninguna otra dirección lumínica. En general no es recomendable, y deberá evitarse porque no modela del todo bien, carece de una forma clara y es difícil reproducir con ella. Una solución será que la fotografía ofrezca una mayor parte iluminada que su sombra o viceversa mayor predominio de la sombra y menor parte en la luz.

• Luz oblicua o cruzada. La luz oblicua o cruzada es una iluminación lateral procedente del frente (lateral frontal), o de la parte posterior (lateral posterior). Es la iluminación más recomendable por estar bien definida. Ofrece posibilidades de mayor efecto en todos los ángulos: desde la incidencia lateral hasta la incidencia posterior. El efecto dependerá de su altura.

Clave de direcciones laterales Dirección de la luz Las posiciones verticales o elevaciones de las fuentes luminosas, son: por abajo, media baja, media, media alta y alta o cenital.

• Luz por abajo o en contrapicada. Se trata del emplazamiento de la luz de abajo hacia arriba de -45° a -30°. Es una iluminación efectista, sus resultados son algo extraños y producen una sensación de dramatismo, dado que ancestralmente estamos acostumbrados a la luz solar que proveniente de arriba.

• Luz media baja. Resulta de levantar la lámpara sobre su posición de nivel hasta un ángulo de incidencia de aproximadamente 30°. Esta altura es todavía demasiado baja para modelar correctamente las figuras, y la sombra será muy larga.

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• Luz media. Se trata de una luz con incidencia aproximada de 45°. Las sombras se dibujan claramente y proporcionan un volumen agradable.

• Luz media alta. Aquí, la luz tiene una incidencia aproximada de 60°. Esta elevación la vuelve más agradable, con las partes luminosas y las sombras más precisas y acusadas.

• Luz alta. La incidencia de esta luz es de 75° y, como resultado, las sombras provienen de todas las salientes y se pierde un poco la forma, sin embargo alarga los objetos.

• Luz alta o cenital. La luz cenital o alta, de aproximadamente 90°, produce condiciones de iluminación pobre --al igual que la iluminación frontal--, produciendo áreas de más iluminación y pocas sombras. Es una luz difícil porque genera sombras debajo de todas las salientes.

No existe una dirección de la luz que sirva para todos los propósitos. La diferencia entre dos ángulos de luz es la misma que hay entre las áreas relativas de luz y sombra, y entre las formas de las sombras proyectadas. Al cambiar la dirección de la luz, cambiará también la dirección de las sombras.

Diagrama ortogonal de iluminación Principales elevaciones de iluminación Si bien existen reglas y procedimientos o sistemas de iluminación, éstos no son inamovibles. Y aunque marcan la manera y el modo de fotografiar, casi siempre responden a modas y tendencias. Funciones de las luces en la fotografía La iluminación cumple una doble función, tanto técnica como estética:

• Función técnica. Técnicamente, la iluminación proporciona la luz suficiente para una exposición adecuada y para ajustar la escala de luminosidades de los sujetos fotografiados a fin de que se adapten a los límites de los materiales fotográficos seleccionados.

• Función estética. Estéticamente, la iluminación logra que el sujeto resulte visible y que aporte forma y belleza, provocando sentimientos.

No hay límite para el número de luces que pueden emplearse, o las formas en que pueden disponerse para proporcionar un modelo de iluminación del asunto. Sin embargo, hay tres funciones principales que cualquier luz puede cumplir,

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aunque se da el caso de que una fuente lumínica sirva para más de uno de estos fines al mismo tiempo. Todas las luces empleadas en fotografía se pueden clasificar en tres categorías según su acción:

• Luz principal. La luz principal es la que marca las luces y las sombras: el contraste que ha de imperar en la escena. Es directa y proporciona forma y efecto a la escena, predominando sobre las demás. Dado que forma las luces más destacadas y las sombras más importantes de la imagen, deberá ser la de más intensidad y brillo. Si cualquier otra luz del modelo compite en intensidad con la luz principal, dividirá el interés y la fotografía resultará confusa e incoherente.

• Luz de relleno o secundaria. La luz de relleno o secundaria es la que alumbra las sombras, acentuando el contraste. Es más amplia y suave que la luz principal, a fin de que no contrarreste sino apoye el efecto de ésta. La posición de la luz de relleno debe elegirse de tal forma que ilumine las sombras producidas por la iluminación principal, pero sin producir nuevas sombras que pudieran ser visibles desde la cámara. Hay una posición que cumple con esto: cuando la luz de relleno está dispuesta frente al motivo y próxima a la posición de la cámara (situada más o menos sobre la línea de visión de la cámara y no muy alejada de ella). Para que no altere el equilibrio de la iluminación, su intensidad debe ser inferior en una --y hasta en dos--, aberturas de diafragma (f), respecto a la luz principal.

• Luz de efecto. Las luces de efecto son muy concentradas y producidas por haces pequeños de luz. Se dirigen sobre el sujeto con la intención de producir una luz que destaque, añadiendo calidad y brillo a la iluminación general. Dan relevancia a ciertos puntos concretos de la escena, creando brillos o contraluces que aportan más intensidad a un detalle determinado. Por lo general se colocan por detrás del motivo, cuidando que no incidan directamente en la cámara. Pueden ser de fondo, de cabello, de acento o de línea.

¡No olvide esto al iluminar! Al iluminar un sujeto, un motivo o una escena, hay que tener presentes las formas de controlar la calidad de iluminación en la imagen:

• Variando el ángulo de los rayos incidentes sobre el asunto: desde arriba, abajo o cualquier punto intermedio.

• Modificando la posición de la lámpara, haciendo que ilumine por delante, detrás, o desde puntos intermedios.

• Ajustando la distancia de la iluminación al asunto: de cerca o de lejos. • Cambiando la intensidad de la luz y los accesorios que se utilizan. • Alterando la suavidad y extensión de los rayos mediante pantallas

traslúcidas y luces rebotadas. • Transformando el color de la luz y la variación de su color por medio de

filtros. • Recuerde que solo debe existir un grupo de sombras, todas con la misma

dirección.

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• Siempre que le sea posible, aleje el sujeto del fondo, e ilumine ambos de manera independiente.

• Si no puede evitar una sombra, intégrela a la composición. ¿Cómo elegir el equipo de iluminación? Lo fundamental de iluminar con luz artificial es poder recrear los efectos de la luz natural. Por lo tanto, hay que saber reproducir los tres elementos de toda iluminación: cantidad, calidad y dirección, y conseguir el equipo necesario. La duración de la iluminación va desde la instantánea --que es el destello del flash electrónico--, hasta la continua, que son las luces de incandescencia o fotolámparas. Al adquirir el equipo de iluminación fotográfica hay que tener presente que la necesidad determina el gasto. La iluminación con flash electrónico Como otras formas de iluminación, también la iluminación con flash electrónico, también llamada de destello, tiene ventajas y desventajas, si bien predominan las primeras: Ventajas: La iluminación es extremadamente brillante y su espectro de color se aproxima a la luz solar en su máxima calidad. Siempre es constante, a diferencia de la luz diurna que es inconstante. Se puede usar con precisión, independientemente del tiempo y de las condiciones climáticas. Dada su potencia, permite dar exposiciones cortas, congelar el movimiento y usar aberturas de diafragma relativamente pequeñas. Así, aumenta las posibilidades de la toma instantánea donde los sujetos se mueven demasiado. Produce un calor imperceptible, y está balanceado a la luz diurna para la cual hay mayor número de películas. Desventajas: Requiere de la corriente eléctrica.En algunas marcas, la iluminación de modelado es insuficiente y tiene otra temperatura de color. Hay dos tipos de equipos de iluminación de destello:

• Fuentes de poder. Las fuentes de poder son unidades modulares en las cuales una sola fuente provee la energía para varias lámparas, también llamadas unidades, cabezas o antorchas de flash. Cada lámpara está conectada a una fuente de poder central a través de un cable, la cámara también se conecta a la fuente de poder por medio de un cable sincronizador. Las fuentes de poder son muy versátiles ya que ajustan su potencia a cada unidad o antorcha flash, variando su intensidad de luz.

• Monobloques. Los monobloques integran en una unidad la fuente de poder y la cabeza del flash lo que los hace voluminosos; sin embargo se pueden colocar tan lejos como lo permita su alcance, y se incrementan según se requiera. Cada monobloque o lámpara tiene una potencia específica que se

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puede disminuir en algunos equipos. Son muy efectivos para la fotografía de retrato en estudio y locación.

Luces y efectos Al seleccionar su equipo de iluminación y sus accesorios, deberá tener en cuenta la cantidad y calidad de la luz que reproducen en las fotografías:

• Luz dura. Se trata de una luz muy intensa, altamente concentrada y direccional, con una orilla de sombra definida, todo lo cual proporciona más forma y contraste a los rasgos del sujeto. Se logra con accesorios tales como el reflector pulido y brillante; la campana parabólica; la campana pequeña o grid con un panal de abeja, que forma una luz concentrada y direccional (variable según el panal: fino, mediano o grueso), y el reflector tipo cono o snoot, que produce un haz luminoso bastante reducido.

• Luz suave. Esta luz produce una suave orilla luminosa en los rasgos del sujeto. Se obtiene mediante sombrillas, cajas de luz y marcos de tela traslúcidos.

Las sombrillas Las sombrillas ingresaron a la fotografía en la década de los setenta, adaptadas a la luz de destello o flash electrónico. Su función es rebotar y suavizar la luz para así atenuar --de manera controlada--, el contraste en el motivo o la escena. Su tamaño es variable, con diámetros que van de 0.90 a 1.50 m. Las sombrillas producen una luz rebotada y difusa muy especial, según sea su superficie reflectora. Este efecto suavizador --que resulta muy útil para el fotógrafo--, puede imitarse mediante otros accesorios, aunque éstos generalmente no son tan fáciles de transportar como las sombrillas. Por su forma hemisférica, las sombrillas proporcionan una luz envolvente que crea un efecto de volumen en el sujeto, y en muchos casos permiten reducir el número de luces que se requieren para lograr este efecto en particular. Las sombrillas se usan como fuente de iluminación principal cuando su superficie es brillante, pues resultan prácticas en situaciones donde se requiere un alto grado de contraste y de dirección. Sin embargo, por su estructura semiesférica y su peculiar manera de rebotar la luz, que produce una luz muy envolvente, también pueden usarse como luz de relleno, siempre y cuando su área de iluminación sea más amplia y suave que la luz principal, ello se logra porque superficie es blanca o translúcida y de mayor tamaño que la fuente principal. Hay que tener cuidado en su uso, ya que por su forma, la luz puede incidir en el objetivo de la cámara, produciendo un halo luminoso entre las sombras de la imagen. Para evitarlo, se utilizan accesorios complementarios como banderas, campanas o aletas. La luz rebotada de las sombrillas produce un ángulo de cobertura más amplio y uniforme que la mayoría de las unidades de luz directa, lo cual significa que la colocación de la luz es menos crítica, sobre todo cuando el sujeto está en movimiento en un área determinada, como en los retratos rápidos, cándidos o de moda. También es útil en áreas reducidas, donde no es posible mover la fuente de

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luz directa lo suficientemente atrás para obtener una intensidad adecuada. Es posible lograr una penetración máxima de la intensidad lumínica, porque la disminución de la luz (Ley del inverso del cuadrado de la distancia) es mínima. En la iluminación rebotada con sombrillas, generalmente se requiere una mayor potencia de luz en la unidad del flash electrónico que la necesaria con una unidad de luz directa. Esto se debe a la absorción de luz superficie de la tela, así como al ángulo de cobertura amplio que se obtiene al reflejar la luz. La iluminación con sombrillas no se presta en las tomas en exteriores, o en trabajos donde no se cuenta con espacio para colocar un equipo, así como el viento que puede tirar el equipo. Algunas unidades no tienen una luz de modelado suficientemente brillante, y resulta difícil ubicar las luces y enfocar la cámara. Tamaño de las sombrillas Las sombrillas grandes producen una luz amplia y suave, e iluminan al sujeto desde un mayor número de ángulos. Si se quisiera dar este efecto con luz directa, se tendrían que utilizar varias lámparas, produciendo así sombras cruzadas que tendrán que eliminarse mediante un panel traslúcido que produzca una capa de difusión de luz. La principal diferencia que produce el tamaño de las sombrillas, radica en el ángulo de reflexión de la luz que refleja. Una sombrilla grande ilumina mejor los lados del sujeto que una pequeña. Al tamaño se agrega la distancia y la posición en que incide la lámpara sobre la sombrilla. Esto es fundamental, porque las sombrillas producirán la cobertura de luz que iluminará la escena. Al abrir el ángulo de cobertura --alejando la lámpara de destello de la sombrilla--, disminuye la potencia y el contraste en la iluminación. Al acercar la lámpara a la sombrilla, se reduce el ángulo de cobertura y aumenta la potencia de la luz y el contraste. Las sombrillas pequeñas producen una luz concentrada, y por tanto menos difusa que las grandes. Si una sombrilla es demasiado pequeña en relación con el diámetro del reflector de la lámpara, una buena parte de la luz rebotada se escapará del reflector, produciendo una pérdida de luz y de potencia en el reflejo, o rebote de la parte iluminada. Puede ser perjudicial emplear demasiadas sombrillas. Más de dos, pueden volver la luz demasiado suave y plana. En la foto, los colores se reproducirán muy débiles y con poca profundidad. Sombrillas hemisféricas o redondeadas Las sombrillas hemisféricas tienen varillas curvas que producen un ángulo de reflexión de la luz muy especial que genera una iluminación envolvente. Esto es muy conveniente cuando se hace retrato en color pues la luz suave resultante necesita muy poco o ningún relleno, dependiendo del efecto deseado. Las varillas curvas también permiten cambiar el ángulo de inclinación de la luz (paning) con un mayor control que los paraguas cuadrados o de varillas planas, debido a que el ángulo de cobertura tiene un punto límite más definido. Las varillas curvas hacen que la luz reflejada produzca un punto focal que es la

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concentración de una parte pequeña de la luz en forma de un brillo en el punto de incidencia. Algunos fotógrafos le llaman punto caliente. El punto focal de las sombrillas, resulta más visible con la superficie plateada brillante, que una con tela mate lisa, ya que la primera produce una luz más concentrada. Este tipo de luz depende de las propiedades de la tela de que están hechos, de su textura y su calidad de reflexión. Generalmente se utilizan como luz principal cuando producen una iluminación más intensa y concentrada que otra sombrilla de menor reflexión de luz. Sombrillas cuadradas o planas Estas sombrillas tienen una estructura de varillas rectas que les da su forma plana y cuadrada. Producen una luz reflejada amplia y difusa que simula el paso de la luz a través de una ventana. Por sus varillas planas, la reflexión de la luz produce un ángulo de cobertura mayor y no forma un punto focal aparente, por lo cual su luz es amplia y suave. Algunas sombrillas cuadradas pueden cambiar la superficie reflectora en brillante plateada o dorada y abrirse en distintas posiciones o grados, lo que permite controlar mejor el ángulo de cobertura reflejado y regular la potencia de la luz. Por estas cualidades especiales, se pueden utilizar como luz principal siempre y cuando se emplee como luz de relleno una luz menos contrastada. La superficie de las sombrillas Las sombrillas reproducen la iluminación según sea su superficie: reflectora o traslúcida.

• Superficie reflectora. Estas sombrillas pueden tener superficies reflectoras plateadas, doradas o blancas. La luz del flash electrónico apunta al centro de la sombrilla y no hacia el sujeto, de tal manera que rebota en ella, dispersando y suavizando la luz.

• Superficie traslúcida. Las sombrillas de superficie traslúcida se utilizan de tal manera que la luz se dirige y apunta hacia el sujeto a través de la tela de la sombrilla lo cual crea un efecto de iluminación similar al anterior (luz difusa y rebotada), pero de una calidad más direccional, produciendo un punto caliente en el centro de lo iluminado.

Sombrillas plateadas Las sombrillas plateadas producen una luz dura, aunque en menor grado que la producida por una fuente de iluminación directa. Reflejan más luz que las de superficie blanca por lo que resultan convenientes cuando se requiere un máximo de profundidad de campo con un sistema de luz rebotada. Pierden de ½ a 1½ pasos f, con respecto a la fuente lumínica directa, dependiendo, en general, de la forma de la sombrilla y, en particular, del índice de reflexión del material plateado. En las sombrillas plateadas, la luz no se filtra ni se transmite a través de ellas, lo cual minimiza el problema de los reflejos producidos por las sombrillas translúcidas. Sin embargo, hay que tener presente que si la lámpara de destello o flash se aleja demasiado de la sombrilla, la luz que se fuga por el borde puede ocasionar un velo en la película.

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Sombrillas doradas El efecto de las sombrillas doradas es similar a las de superficie plateada, difiriendo solo en que la luz que refleja es cálida, y el motivo iluminado adquiere un tono dorado cálido. Actualmente, algunas marcas combinan tela dorada en el centro y plateada alrededor, produciendo una iluminación de punto focal cálido y frío en los extremos. Pierden de ½ a 1½ pasos f, con respecto a la fuente lumínica directa, dependiendo, en general, de la forma de la sombrilla y, en particular, del índice de reflexión del material dorado que puede ser brillante duro o suave, en algunas marcas inclusive mate, en estos casos la pérdida llega hasta 2 pasos. Sombrillas blancas Las sombrillas blancas producen una luz más suave que las plateadas y las doradas del mismo tamaño. La luz que se pierde con ellas puede ser de 2 a 2½ pasos f, comparada con la luz directa. Son utilizadas como iluminación de relleno, porque cubren una amplia zona de iluminación. Sombrillas traslúcidas Las sombrillas de tela traslúcida filtran una parte de la luz a través de la tela, mientras el resto se refleja. Esto puede ser una ventaja si la sombrilla se coloca frente a un rebotador de luz o reflector, de una pared o una esquina: la luz adicional que refleja tiene una calidad aún más suave. En estas sombrillas, la pérdida de luz por transmisión causa un detrimento aproximado en 2 pasos f en la cantidad de luz que incide en la escena. Sin embargo si se usa directamente sobre el motivo, la luz ya no es rebotada, sino difusa y su pérdida de luz es menor, puede llegar ½ o 1 paso según sea la distancia a la que se coloque del flash electrónico. La tela traslúcida puede ser una desventaja si la cámara se encuentra detrás de la luz que se filtra por la sombrilla, ya que incide en el objetivo y produce un reflejo o halo en la imagen. No obstante, éste puede contrarrestarse mediante un parasol, o bloqueadores de luz como banderas o gobos. Las cajas de luz Las cajas de luz producen una luz suave que imita la luz que se filtra a través de una ventana. Difunden la luz que produce una fuente dura o flash electrónico (la luz se refleja en las paredes internas de dicha fuente y, una vez rebotada, se filtra a través de la capa o capas de la caja de luz que hace las veces de difusor.) Cajas de luz las hay de varios tamaños y formas para crear diferentes efectos de luz suave. Algunos modelos están hechos de varillas rígidas que permiten armarse rápidamente. También son conocidas como luz suave del norte (“northlight”) o luz de ventana (“windowlight”). Marcos de tela traslúcida y láminas de difusión Éstos son aditamentos traslúcidos que difunden uniformemente la luz, suavizando las luces y las sombras. El resultado se asemeja al de las cajas suavizadoras aunque algo más concentrado y duro. El efecto de iluminación varía

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según la potencia de la lámpara, la dispersión de la tela o lámina traslúcida, y la distancia entre la fuente lumínica y la superficie dispersora. También se utilizan láminas de difusión a base de acrílico perla o blanco, de diferente dispersión de la luz. Y hasta se puede improvisar con papel albanene opaco, herculene, o diamante que es más fino. Los marcos de tela traslúcida se elaboran con tubo de PVC que se puede doblar o aumentarse por tramos. El reflector plegable Los reflectores plegables son discos de varias superficies translúcidas u opacas con hilos metálicos que modifican la iluminación para controlar la luz y mejorar su calidad. En general en el comercio se le conoce a todos como reflectores o reflectasoles, aunque en realidad son de dos clases: 1) Los verdaderos reflectores, que reflejan el haz luminoso y cambian sus cualidades según el materia de su confección, formando un espacio luminoso concreto sobre el motivo a fotografiar y 2) los difusores, traslúcidos, que dispersan la luz modificando su dirección e intensidad. En cualquier caso, ambos modifican la dirección e intensidad de la luz. Dependiendo del tipo de hilos utilizados y la forma en que están entretejidos, la luz reflejada multiplica su rendimiento y suaviza, difunde o hace variar la temperatura de color de la luz. El tamaño de estos aditamentos está en función de su uso: los pequeños que tienen un diámetro entre 30 y 50 cm son adecuados para trabajos de macrofotografía. Entre 75 y 90 cm son adecuados para fotografía de producto y bodegones. Finalmente los grandes de 125 cm o mayor capacidad se utilizan en fotografía de retrato de cuerpo entero y de grupos. El reflector blanco El reflector blanco produce una iluminación suave, reduciendo el contraste entre las zonas de luz y de sombra. Resulta adecuado para todo tipo de fotografía. Al ser blanco, reflejan la temperatura del color de la luz que incide en él. Por su otra cara se presenta una tela negra que absorbe la luz si es deseo que se contraste más el sujeto. El reflector dorado El reflector dorado produce una iluminación contrastada pero que, debido a su acabado en oro, aporta una gran calidez a los motivos, cual si los iluminara el sol del atardecer. Reduce la temperatura del color a 3 800 grados Kelvin. El reflector plateado El reflector plateado optimiza la reflexión al máximo proporcionando una iluminación contrastada clara y brillante, debido a sus fibras de hilos metálicos plateados. Su temperatura de color de 5 500 grados Kelvin. El reflector oro y plata El reflector oro y plata produce una reflexión moderada de luz, y añade una ligera tonalidad cálida al motivo; en el retrato, realza el tono de piel. Esto se debe

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a su acabado de hilos metálicos dorados y plateados. Proporciona una temperatura del color de 4 750 grados Kelvin. El reflector traslúcido El reflector translúcido es muy adecuado para modelar las formas y reducir el contraste duro de la luz directa, ya sea solar o del flash electrónico. Contraste de iluminación Utilizamos el término de contraste de iluminación al confrontar dos entidades donde existe una diferencia cuantitativa o cualitativa de calidad: contraste alto o bajo, luz contrastada o poco contrastada, contraste cromático alto o bajo. Cierto que no podría comprenderse la iluminación sin el contraste. Éste es una consecuencia inmediata de la luz y afecta directamente la fuerza expresiva de la fotografía. La dirección de la luz y su calidad generan dos propiedades del contraste: la ubicación de las sombras, determinada por la primera, y la forma, establecida por la segunda.

• Contraste general o total. El contraste general o total es el resultado de la diferencia entre la máxima y la mínima intensidad luminosa, -las altas luces y las sombras densas-, y por lo general se expresa mediante una relación de pasos de la abertura del diafragma (f).

• Contraste local. El contraste local es la diferencia de matices tonales de una fotografía, producto de la intensidad y calidad luminosa. Cuanto mayor es la diferencia de contraste local, tanta mayor diferencia de tonos y la riqueza en los valores de la escena.

Una escena puede tener una relación de iluminación de alto contraste total, con cuatro pasos de diferencia (1:16) entre las luces y las sombras y a su vez un bajo contraste local en sus valores tonales medios. Sin embargo, también se puede presentar otra situación diferente con idéntico contraste (1:16), pero con un contraste local y una gradación tonal amplia. Su diferencia se debe tanto a la localización y al tipo de iluminación recibida, como a las características de reflexión del motivo. Una luz especular produce un alto contraste total: una diferencia grande entre las luces y las sombras; sin embargo reduce al mínimo el contraste local de los valores medios, resultando en una imagen dramática de luces y sombras. Bajo una luz difusa y uniforme, el contraste total se reduce al mínimo; sin embargo, el contraste local se amplía debido a que los objetos de la escena reflejan distintas calidades de luz, aumentando sus valores locales. (El contraste local se debe principalmente a las características de reflexión de los objetos fotografiados y a la calidad de la luz que incide sobre ellos). Con la luz especular disminuye el contraste local, pero aumenta con la luz difusa. Cuando al usar luz difusa se desea mejorar el contraste general sin perder la calidad del contraste local, es preciso modificar la dirección de esa luz difusa, cambiándola a lateral o bien ligeramente en contraluz. En esta forma se incrementa el contraste general o total y, además, el contraste local alcanza mayor

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calidad de reproducción. Empero, no es recomendable la dirección frontal ni axial de la luz difusa, debido a que ambas aplanan la forma del objeto. Una buena iluminación es aquella que consigue un contraste local excelente al mejorar la reproducción de los valores intermedios, amén que éstos son más abundantes y representan mejor –desde el punto de vista al estético-, el motivo. Para conseguirlo, lo mejor es emplear fuentes luminosas grandes, ventanas amplias, o cajas suavizadoras muy cercanas al motivo, de tal manera que su luz devenga aún más difusa, pero con una dirección tal, que resulte un contraste general alto.

Alumbrado amplio. Esta iluminación hace que los rostros delgados parezcan más anchos, a la vez que minimiza la textura de la piel. La

luz principal se halla situada en el lado del rostro que está vuelto hacia la cámara. La mejilla más alejada queda en la sombra.

Alumbrado corto. Esta iluminación se utiliza con objeto de que los rostros anchos parezcan más estrechos. La luz principal se sitúa en

el lado del rostro que se encuentra más alejado de la cámara. La mejilla más lejana recibe la iluminación intensa y el lado del rostro

más cercano se encuentra en la sombra.

Alumbrado Rembrandt. Su emplazamiento es casi lateral y la fuente

de luz se ajusta muy alta, de tal forma que en el lado que no recibe luz se produce un triángulo claro debajo del ojo. La luz se puede

disponer tanto en el lado de la cara que mira hacia la cámara como en el lado opuesto, produciendo un Rembrandt corto o largo, según

se desee.

Alumbrado Mariposa. El rostro se ha vuelto hacia la luz principal, la cual está situada bastante más alta que la cabeza. Crea una sombra que baja directamente de la nariz hacia el labio superior, y que simula

una mariposa. La parte frontal del rostro recibe una iluminación uniforme mientras que sus lados -desde los pómulos hacia atrás-,

están en la sombra.

Alumbrado partido a la mitad o Split. La fuente lumínica se sitúa por completo en forma lateral, produciendo en el rostro –

simétricamente--, un lado iluminado y otro oscuro. Esta iluminación requiere de gran cuidado ya que resalta las texturas, pero también las

imperfecciones de la cara.

Posiciones de la cámara: Cara entera, cara a 7/8, cara a ¾ y de perfil.

 

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El retrato fotográfico

Fotográfica 1 Un retrato me manda hacer Constante. En mi vida me he visto en tal apuro, pues a mí de este arte, yo les juro, no me entró la afición un solo instante. Con mi manual valioso por delante que me indica el camino más seguro, a mi amigo Constante le aseguro retratarlo pimpollo y elegante. Leo los cuatro puntos del secreto2 que son como del éxito la guía, y ya me siento un profesor completo. Enfoco a mi impertérrito “sujeto” … Ya está tomada la fotografía. El buen Constante consiguió su objeto.

Conceptualización

El retrato es una de las actividades artísticas más presente en todos los tiempos, parte del deseo del ser humano de contemplarse por medio de la interpretación de su propia imagen, de hacer perdurable y trascendente su imagen. El retrato es una descripción de la figura o carácter, las cualidades físicas o morales de alguna persona. Es la imagen o reproducción de una persona de cuerpo entera o parcial, especialmente la cara, que se presume fue hecha en vida, mediante una técnica de reproducción como la pintura, el dibujo, el grabado o la fotografía.

El retratista posee un sentido agudo de observación, domina los recursos técnicos para la transposición del retrato y tiene el interés por reproducir y conservar o hacer permanente la imagen de una persona. El retrato fotográfico presenta algunas condiciones esenciales. No sólo se reproducen efectos de luz, fondo o perspectiva, sino como su finalidad principal es lograr una reproducción del modelo y tiene que captar la individualidad de un sujeto, esto es lo que se reproduce, personalidad, parecido y carácter del modelo. Lo primero en captar en el retrato es que exista un parecido al sujeto o modelo, y después lo podrá caracterizarlo en lo que se quiere parecer. En la fotografía de retrato se tendrá presente el carácter personal, la personalidad del sujeto a fotografiar. Hay que descubrir las cualidades más íntimas del modelo tomando en cuenta las expresiones y los gestos más característicos. Del acierto de este descubrimiento y la forma de plasmado en imagen dependerá el éxito en el retrato.

1 Kodakerias, revista para el aficionado a la fotografía. Enero de 1926, Nº 5 año II 2 Los cuatro puntos cardinales que hay que tener en cuenta antes de hacer la exposición son: que la distancia, la velocidad del obturador, la abertura del diafragma y la película estén en sus números correspondientes.

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El retrato de carácter es un retrato con fuerza donde el fotógrafo debe descubrir al personaje, resolver correctamente la toma fotográfica y captar en el momento preciso su gesto, son tres requisitos difíciles e indispensables donde la rapidez de disparo domina sobre cualquier coincidencia. En la fotografía de retrato aparecen en cierta manera reforzados los detalles y cualidades características propias del sujeto, y para ello nos tenemos que acercar la modelo o sujeto tanto física como ópticamente. Un retrato es un acto de simpatía, un intercambio entre dos personas con un aparato fotográfico impuesto, pero un aparato que los une en vez de separarlos. El fotógrafo retratista será capaz de subrayar lo más individual y significativo que encuentra en el modelo y hacerlo legible o entendible al espectador. (Jeanloup Sieff) La creatividad en el retrato no reside en el método que utilicemos sino en nuestras propias aptitudes, sin embargo, es indispensable conocer y dominar las técnicas para lograr buenos resultados. Al hacer el retrato, la finalidad es la persona, no el paisaje. Cuando se fotografía a gran distancia la figura humana en medio de un abigarrado detalle que distrae la atención, no es nada aceptable. Se podrá tomar toda la figura siempre y cuando la actividad sea natural y espontánea, podrá resultar muy expresiva pero tenemos que acercarnos lo suficiente para dar relieve al sujeto y hacerlo que domine sobre el resto del paisaje. Diferencia entre retrato fotográfico y retrato de género es la distancia a la que se representa la figura, por tanto el lugar que ocupa en la escena, 2.40 m es un retrato, más de esa distancia es una escena de género, porque lo que predomina es el entorno sobre la persona. Sin embargo, fotográficamente influye la longitud focal, la distancia de enfoque y el encuadre o la manera de encuadrar en el plano así como el fondo que actúa en la imagen si es nítido o borroso. El espectador resulta ser más exigente con los retratos que con otro tipo de fotografía, en particular debido a que en el retrato percibe la más mínima diferencia con respecto a lo que es en la realidad, lo cual no se notaría en un paisaje. La interpretación está sujeta a la visión y comparación del original. Sin embargo no hay que exagerar al acercarnos demasiado al modelo ya que se obtendría una perspectiva exagerada que deformará las facciones de la figura. Las partes próximas de la imagen se reproducirán demasiado grandes en tanto que las más lejanas se verán pequeñas en exceso. La transición entre lo grande y lo pequeño será excesivamente brusca, salvo que ese sea el efecto buscado. La personalidad humana se refleja principalmente en la cara (rostro) así cualquier retrato lo presentará en forma clara y reconocible en su totalidad (hay excepciones). El retrato fotográfico deberá tener todos los datos para que sea fácilmente reconocible. Hay que eliminar las partes superfluas por lo general se recorta de abajo, es preferible cortar las piernas que la cabeza o los ojos, hay que dar preferencia a la cara. Retrato. Según la Enciclopedia Británica: es una evocación de ciertos aspectos de un ser humano particular visto por otro. Es una cuestión de imagen fiel, un recuerdo de ciertos aspectos sometidos éstos, a la reserva de una visión de otra persona, de la que inmediatamente se piensa que puede ser subjetiva, a gusto de la persona que la hace y al gusto de la persona que ve la obra. Condiciones para hacer un retrato:

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1. Sentido agudo de observación. 2. Medios técnicos para la transposición de la imagen. 3. Interés por registrar lo que es temporal y pasajero, por conservar en una imagen

una persona, acontecimiento. Para hacer un retrato hay que tener presente la observación penetrante, saber caracterizar a la persona, situarse a la distancia correcta. Tipos de cara ovalada. redonda. cuadrada triángulo invertido

corazón. diamante. alargada. pera.

Parecido El parecido es la cualidad o facultad de poder identificar la cara que vemos en la imagen fotográfica con la persona retratada. Impera el criterio del autor. El fotógrafo debe procurar la reproducción de los detalles o rasgos faciales particulares, de manera que las demás personas puedan reconocer a la persona retratada destacando los rasgos más característicos y disimulando los defectos que pueden ser ofensivos o grotescos. Al hacer el retrato ayuda el ángulo de toma y la iluminación para crear un parecido aceptable y estéticamente bien logrado. El parecido depende de la facilidad de reconocer algunos detalles de una manera individual y personal, la semejanza viene determinada por otros factores, los detalles de la cara, el fotógrafo se fija en los rasgos y detalles que harán que la fotografía se parezca al modelo original pero también tomara en cuenta las expresiones faciales que pueden dar una idea del carácter del sujeto, asociar los rasgos fisonómicos. Detalles de la cara para resaltar y con ello lograr el parecido. Los ojos destacan más cuando miran hacia la cámara dará como resultado una impresión donde su mirada siempre observa al espectador. Una mirada de lado se destaca más al iluminarse en forma oblicua y cruzada desde una posición media a media alta que proyecte la sombra de la nariz en la misma dirección que miran los ojos. Otro aspecto es el uso de anteojos. Es una constante fuente de problemas por la reflexión de brillos provocados por la iluminación, habrá que moverlos ligeramente para evitar los reflejos indeseables. La nariz, presenta un sinfín de peculiaridades, de formas y tamaños. Una nariz larga que estamos acostumbrados a ver, se hace mayor al representarse en la

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fotografía. Si el puente de la nariz es encorvado de lado –nariz chueca – la vista seguirá siempre esa línea y producirá una sombra. El cabello se reproducirá adecuado con una iluminación alta y difusa especial que de uniformidad, brillo y textura tal como estamos acostumbrados a verlo. La boca en los retratos de perfil el labio superior es muy importante. La forma de la cara puede alterarse radicalmente por medio de la iluminación. Las caras muy delgadas y ovaladas aparecen más llenas de lo que son en realidad, cuando se miran de frente o de cara entera. Las caras más redondas y llenas pueden aparecer delgadas si no se reproducen de frente siempre de ¾, ⅞ o perfil y en combinación con una iluminación asimétrica. La perspectiva depende del punto de vista. Punto de vista para el retrato, si se desea destacar un contorno facial lo más indicado es una vista de ¾. Es importante el punto de vista de la cámara porque ayuda en mucho a compensar los efectos de una perspectiva exagerada. Una posición alta puede ser de gran ayuda para producir la impresión de pequeñez del sujeto. Sin embargo resultará interesante hacer lo contrario, fotografiar desde un punto de vista bajo, para personas mayores puede comunicar cierta dignidad a la figura en tanto que un punto de vista alto tiende a achicar la figura del sujeto. Se recomienda tener cuidado porque también causa deformación de la persona; no se debe de exagerar. Para un retrato de busto, la menor variación en el nivel de la cámara puede dar grandes diferencias que de tal manera observamos que mientras más baja está la cámara, más largo aparecerá el cuello y más pronunciada quedará la parte inferior del rostro. El modelo resultará con la nariz acortada y el ceño fruncido. Por el contrario un punto de vista alto pondrá más vigor en el intelecto, o en la cabeza. La pregunta sería en donde dar el énfasis y así se determinaría que punto de vista se deberá escoger. La perspectiva es la representación sobre una superficie plana los objetos diversamente alejados, en la forma y disposición con que aparecen a la vista. Proyección de las formas y la determinación de las proporciones relativas de los elementos componentes considerando desde el punto de vista fijo. La perspectiva depende del punto de vista. Si desplazamos el punto de vista según el eje óptico a medida de que nos acerquemos a la persona una toma muy cercana realza los primeros planos en detrimento de los alejados. Orientación del rostro respecto del eje óptico.

En el retrato de frente, los ojos suelen mirar al objetivo de la cámara, con lo que se consigue que el observador de la imagen entre en contacto directo con los ojos del modelo retratado. Los ojos tienen una enorme fuerza expresiva. Los ojos semicerrados dan la apariencia de somnolencia, en tanto que si están abiertos hasta el punto de formar arrugas en la frente, el modelo parece interrogar o sorprenderse. Si los ojos entrecerrados se combinan con la boca semiabierta se aporta una indescriptible tontería a la expresión del rostro.

Los ojos se reproducen grandes si se puede ver una mayor parte del blanco del globo ocular. En las fotografías de frente aparece este efecto, cuando se hace mirar al modelo, debe cuidarse mucho que ambos ojos estén vistos desde el punto donde se encuentra situada la cámara y aparezcan dirigiendo la mirada en la misma dirección.

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Es posible disimular el estrabismo o los ojos bizcos de alguien pidiéndole al modelo que padece de este defecto que mire hacia diversos objetos situados alrededor hasta observar la dirección de la mirada en la que no se note ese defecto. Sin embargo por una mala dirección de la mirada o una inadecuada iluminación es factible convertir en bizco a alguien que no lo es.

En las tomas de ¾ es necesario que ambos ojos queden perfectamente enfocados y hay que diafragmar lo suficiente para evitar que alguno quede fuere de foco, porque de lo contrario se reproducirá como cansado u enfermo. Para que la expresión de los ojos tiene gran importancia el reflejo de las luces en las órbitas, lo que hace resaltar y dar viveza. Otra parte de la cara que ha de resaltar y estar bien enfocada es la nariz, así como también pensar en su tamaño para su reproducción. Si la nariz es grande y deformada no resulta muy conveniente hacer una pose de perfil. Para la mayoría de las personas con nariz normal la pose adecuada es de ¾ y de perfil. Para una nariz corta y ancha no debe posarse de frente. Cuando los orificios son anchos hay que elegir una posición elevada de la cámara – en picada – para el ángulo de toma y levantar un poco la cámara. Una nariz respingada se capta mejor si la cara se encuentra ligeramente inclinada hacia delante, en lugar de fotografiarse de frente.

Escorzo del latín scorcio acortamiento, en la pintura y el grafismo, disminución extrema en perspectiva del sujeto presentado. Contraposta opuesto, el motivo fijo en las esculturas de arte por el que las diferentes direcciones de fuerza y movimiento del cuerpo humano se reducen a un equilibrio armónico. Las fuerzas de carga y apoyo, de descanso e impulso de una figura se contrapesan mediante una distribución compensada de pierna de apoyo y pierna libre. El contraposto se remonta a las esculturas griegas y se recuperó en el Renacimiento. Modelo o sujeto Siempre que sea posible acerquémonos. Sorpréndase al sujeto. O bien, si es el caso de que se esté modelando, se puede hacer que el modelo adopte una actitud determinada y una expresión natural. El problema aumenta cuando se tiene que fotografiar y hacer un retrato inmediatamente, debemos esperar la oportunidad para obtener una actitud y expresión realmente característica. Si queremos adoptar una expresión agradable, animada o inteligente debemos motivarlos a que tomen la expresión adecuada; se debe ser sutil. Por motivos psicológicos y tácticos no debemos acentuar los defectos y fealdades físicos, es mejor disimularlos total o parcialmente. En la fotografía de retrato es siempre útil estudiar los diversos tipos humanos y las expresiones de su cara. No existen dos personas iguales, incluso en el individuo las dos mitades de su cuerpo son diferentes. Todas las facciones son importantes para medir el estado de ánimo de una persona.

La mirada en la pose de frente parece ser que la persona retratada observa fijamente al espectador. En el perfil la mirada no se dirige al espectador y se siente desvinculada el modelo del observador que mira oblicuamente en la fotografía sin prestarle mucha atención

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Colocación del modelo. La pose es la posición que guarda el cuerpo, es una combinación de la

postura del cuerpo, de la cabeza, la dirección de la mirada, la posición de las manos y los pies, en términos generales la colocación del sujeto. La pose es útil antes de disparar la cámara el fijarse bien en la posición o pose del sujeto, a veces suele adoptar una postura poco favorecedora. Debe adoptar una posición cómoda y al sugerirle los cambios en su pose hay que acomodar el cuerpo para que reproduzca mejor en la fotografía en una posición cómoda y que aparezca natural. No hay reglas fijas pero si hay que tener presente la manera de su mejor reproducción. Las reglas en la pose no hay que seguirlas al pie de la letra, sino entenderlas y aplicarlas siguiendo un criterio, tener en cuenta que cada rostro y figura requiere un tratamiento diferente con base a la expresión fotográfica.

Lo primero que se hará para colocar al modelo es ver donde la luz es más agradable, un ligero movimiento de la cámara, o del sujeto pueden resultar cambios muy agradables y extraordinarios tanto de efecto como de carácter. Hay que estudiar muy bien las variaciones obtenidas con solo los menores movimientos, así como los diversos ángulos y niveles de la cámara y del fondo.

El sitio escogido para colocar la modelo dependerá de la intensidad de la luz, hay que escoger un lugar donde la luz sea óptima para el efecto deseado. No existen dos habitaciones iguales y se deberá escoger el lugar de la habitación donde sea más agradable. Lejos de la ventana disminuye la luz considerablemente, no es muy gradual el cambio, efecto que nos puede resultar ventajoso. Así que el permanecer cerca de la ventana la iluminación será gradual, en tanto que lejos resultará desigual, salvo que sea la ventana grande y alta. Hay que recordar y tener en mente la colocación de las ventanas, al alejarnos de la ventana la luz disminuye rápidamente así que el usar otras ventanas puede resultar muy útil y obtener más y mejores efectos. Si las ventanas están en paredes distintas aumenta la luz y se suaviza el contraste. Comúnmente lo mejor es hacer de una ventana el material principal de iluminación y utilizar la otra ventana para la iluminación general de las sombras, como, luz de relleno, o para los efectos secundarios. La segunda ventana puede sustituir al reflector o modificar el modo de usarlo. Todas las facciones son importantes para medir al estado de ánimo de una persona. El estudio de la expresión de la cara y de la forma del rostro es muy importante en la fotografía de retrato. Permite realzar la personalidad de cada sujeto o modelo en particular. También influye básicamente la actitud del sujeto, la pose, la iluminación, la forma del rostro, el vestuario, la utilería, el maquillaje y el peinado. El sujeto debe estar cómodo, si es el caso sentado en un banco especial de altura regulable. Que el cuerpo tenga relación con la dirección de la cabeza y el tronco se incline hacia delante, con ello se consigue que uno de los hombros se sitúe más avanzado y el otro quede más elevado. Por la posición oblicua los hombros no se reproducen ni excesivamente grandes ni muy anchos con lo que se consigue favorecer la imagen del sujeto. Alargar el cuello para eliminar la papada. Poses de pie. …. Pose sentados. Hacer que la cabeza se apoye en una mano y en algunos casos incluso sobre el puño pero se combina con una iluminación suave, procurando que la mano no se reproduzca muy grande.

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Altura de la cámara. Cuando se sitúa la cámara a la altura de los ojos, por lo general, se obtienen buenos resultados en fotografías de cara a busto. La posición ideal para la cabeza es la pose de ¾ ya que esta posición es donde menos se notan las anomalías del rostro. Las poses de frente o totalmente de perfil producen una impresión más estática. Es importante reflexionar sobre la toma del retrato: 1º ¿qué quiero hacer? Hay que indicar en forma clara y concisa lo que haga el sujeto o la modelo, dar las instrucciones exactas. Si no entiende habrá que hacerlo uno mismo. Hacer entender lo que nosotros esperamos y deseamos que realice el sujeto. Comprender al sujeto y aplicar la observación a la que estamos obligados para interpretar lo que desea la persona a fotografiar, ¿tiene inseguridad? Darle seguridad, en lo que decimos y hacemos. Jamás se debe dudar en las indicaciones ordenadas. Llamar a la persona por su nombre, para eso lo tiene. 2º Empezar por lo básico, la pose, comprender qué es la pose o el proceso de posado, buscar lo más fotogénico de esa persona. Empezar por los cimientos que resultan un parado correcto, hay tres posibilidades (1ª 2ª y 3ª nombre de las poses con relación al ballet). La punta del pie da la indicación hacia donde apuntar la nariz, y ésta, la dirección de los ojos. Relación nariz, dirección de ojos y la pose. No intente retratar de frente. Al fotografiar de frente se agudizan las dos dimensiones, el plano fotográfico se acentúa, por ello hay que saber representar el volumen. Cuide que las manos nunca se posen a la misma altura, las manos nunca abiertas. Las poses de las manos se originan de cortar al cuerpo en la mitad, arriba de la cintura, las manos y los dedos se emplazan hacia arriba, por debajo de la cintura manos y dedos se emplazan hacia abajo. El hombre recibe la mano de la mujer, la mujer lleva la mano quebrada, se forma un ángulo al doblarla. Diferencia entre los brazos de la mujer y los del hombre, la mujer los presenta más redondeados y más femeninos. Nunca reproducir la pelvis de frente, se hace cuadrada, para hacerla redonda se gira a ¾ o 7/8. 3º Dividir el cuerpo humano en cualquiera de sus géneros, se divide en dos hemisferios (por la mitad) y después en cuadrantes, para reproducir el volumen y la perspectiva. Una mitad o cuadrante que se verá más próximo a la cámara (relación cámara, ángulo de visión, iluminación) es el que se reproduce más grande o más ancho, debe ser el más agradable, por ello su nombre de lado de belleza o de lucimiento, será el mejor iluminado. La otra parte, ya sea hemisferio o cuadrante, estará más lejos del eje óptico de la cámara por lo que se reproducirá más pequeña o angosto, será el lado de trabajo, porque todo el peso o acción fuerte recae en él no retratar de frente, sino ¾ y ⅞ por tanto los hemisferios no se reproducirán iguales, así que una parte sea mayor, la más cercana a la cámara y otra menor, la más alejada a ella. El lado más ancho es el que se debe lucir, por eso es conocido como el de belleza porque se lucirá, el lado angosto y más pequeño es el de trabajo, en él nos apoyamos o escondemos los defectos – lo que no luce trabaja – ya que es el lado de menor importancia o belleza. Los pies y las rodillas también se reproducirán más cerca y más lejos. La rodilla que está más lejos de la cámara es la que debe estar más alta, de la misma forma si se cruza la pierna será la que esté más lejos de la cámara, ponerla en el

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lado angosto o lejano para que se reproduzca más chica y el cuerpo tenga más armonía. Si la persona se retrata sentada y se ve la silla, también hay que dividir en mitades y cuadrantes. Sentara la persona con un sol glúteo o nalga, así el cuerpo dará más movimiento con relación al respaldo de la silla y siempre en posición perpendicular a los hombros. Se reproduce mejor en forma oblicua. Ojos a la altura de la cámara señalan reto ponerlos por arriba (5 cm) de la cámara hacia donde apunta la nariz y ella señala la dirección de los ojos (hay una completa relación entre ojos, nariz, pie dirección de la vista incluso lugar que ocupa en el fotograma la persona). Poses de: pies, piernas, pelvis, cintura y cadera, tronco, manos y brazos, cabeza. Cortes del cuerpo: cuerpo entero, medio cuerpo, busto y cabeza. Representar y definir tanto en cuerpo entero como en la cara: pose de frente, pose de perfil, pose ¾ y ⅞. Punto de vista: orientación de la cara respecto al eje óptico de la cámara:

frente

⅞,

¾

perfil

Posición de la cara. Hay cuatro formas de captar la cara: de frente, siete octavos, tres cuartos y de perfil. Cada es una manera de representar un problema y una solución. De frente útil para las caras delgadas y ovaladas, simétricas sólo para rostros casi perfectos y muy bellos, todo se representa en simetría y de igual forma y con la misma expresión los ojos miran fijamente y directamente al observador. No se pueden ver los lados de la cabeza, se nota una pérdida de volumen y profundidad porque la cabeza se reproduce totalmente plana, no es recomendable para caras redondas ya que hace destacar su gordura, la nariz reproducirá plana y en el mismo plano que todas las partes de la cara. Cara en siete octavos y tres cuartos. La cabeza está ligeramente girada para que pueda dar volumen, es un giro progresivo hacia el perfil para que muestre su escorzo a medida que se gira la cabeza, de tal manera que se representará un lado más próximo a la cámara y uno más lejano, por tanto reproducirán en esa proporción en el retrato, uno mayor y otro menor tamaño, produciendo así una cercanía y lejanía, perspectiva y volumen. El lado más próximo que mira a la cámara resultará más notorio, la parte alejada de la cabeza va quedando progresivamente en escorzo a medida que la cabeza gira. También es llamado medio perfil son la posición intermedia entre el retrato de frente y el perfil. Son la manera más adecuada de favorecer un rostro y su parecido, hacerlo más bello, aunque no lo sea, es el más usado en retratos.

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Perfil. Es adecuado cuando se quiere destacar los contornos y la forma general de la cabeza, más que el modelado con sus detalles. Elegir el lado adecuado de la cara, lado de belleza y lado de trabajo. Reproducimos la cara desde el lado más favorecedor. La gran mayoría de los rostros son simétricos, pero no idénticos ¿Cuál es el lado más fotogénico? El lado que reproduce mejor, ese quedará girado el rostro, ese es el de belleza. La actitud del fotógrafo complementa la pose, el trato y la motivación que proporciona el fotógrafo evitan el ambiente tenso y da seguridad. Equipo necesario Objetivo. La elección del objetivo (la longitud focal) siempre se supedita en función del tamaño de imagen que queremos reproducir y según al sujeto. Un objetivo gran angular con su campo de visión amplio resulta útil para captar u sujeto dentro de su ambiente, rodeado de aquellos objetos que forman parte de su ambiente y contribuyen a dar una idea más amplia de su personalidad. También es útil para captarlos de cuerpo entero con una profundidad de campo considerable. El objetivo normal permite mostrar a la persona e incluir al mismo tiempo una serie de elementos que develen aspectos de su carácter – cuerpo entero o ¾ de su cuerpo. Un pequeño telefoto, aísla al individuo de su entorno y concentra toda la atención sobre él, si al fotografiar un retrato reproducimos en primer plano es el objetivo ideal, ya que proporciona una perspectiva muy agradable del rostro manteniendo a la vez las proporciones más naturales del ovalo de la cara. El fondo El fondo juega un papel importante en los retratos. Un fondo inadecuado o mal iluminado puede estropear una buena fotografía de retrato. Los fondos de tonos oscuros resultan adecuados para sujetos de cabellos rubios y claros, mientras que si son oscuros castaño oscuro en la elección del fondo hay que valorar su elección y el tipo de tonalidad incluso el vestuario para una correcta reproducción. Cuanto más sencillo es el fondo más resalta el retrato. Casi se puede afirmar que el fondo para un estudio de retrato es siempre bueno si no nos damos cuenta de él aunque en ocasiones el fondo puede dar ambiente a las actividades del sujeto, esto puede contribuir a la caracterización tan buscada en fotografía de retrato, pero siempre se deberá de recordar, aún en estos casos que el fondo no debe llegar a dominar a la figura o figuras. Nunca tiene que pasar del segundo término el fondo, por regla general debe de ser neutro y secundario.

Un buen empiezo será utilizar un fondo natural, pero evitando que sea demasiado complicado, sofisticado y que distraiga la atención, eligiéndolo de modo de que ayude a dar relieve y realce al retrato.

Por tanto el fondo deberá ser muy cuidado, pueden aparecer manchas, rallas, arrugas, o calidades raras, pueden presentarse manchas de luz y reflejos luminosos indeseables y para eliminarlos hay que variar ligeramente el punto de vista de la cámara unos cuantos centímetros a los lados o por arriba o abajo. Por eso hay que

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educar muy bien la vista y mirar a través del sistema de enfoque por todos sus extremos y así evitaremos sorpresas desagradables. La iluminación del fondo es un aspecto importante, tanto como su color, puede cambiar sustancialmente la fotografía. Si iluminamos con lámparas, la luz que da en el fondo es conveniente situarla en el lado opuesto a la primera lámpara o principal, con la finalidad de separar al sujeto del fondo, pero además elimina la sombra de la luz principal que puede coincidir con el fondo emplastándose la sombra y el fondo. Un fallo habitual es olvidarnos de las sombras sobre el fondo y pueden estropear muestras intenciones, hay que observar muy bien la proyección de las sombras sobre el fondo, todo lo que rodea al sujeto forma parte del retrato, al menos le da ambiente. En exteriores podemos separar al sujeto del fondo y en interiores como en el estudio iluminemos el fondo por separado. Retrato en exteriores Iluminación natural al aire libre. Al tomar fotografías en exteriores hay que tener presente que en los días claros hay en realidad dos fuentes lumínicas: la luz que viene directamente del sol y la luz azul que proporciona el cielo. Estas dos fuentes constituyen la iluminación diurna. En un día soleado aparecen por separado, mientras que en un día nublado se combinan y forman una sola fuente lumínica. En el día claro su calidad del color consiste en cantidades iguales de los colores provenientes del sol y del cielo tiene distintas proporciones de radiaciones azul, verde y rojo por igual. Cualquier desviación de esta calidad de color puede producir fotografías con otras tonalidades. La calidad del color de la luz diurna no es constante. Se producen con los cambios de horarios durante el día y es por la inclinación y movimientos de la tierra alrededor del sol. En las horas inmediatas del amanecer y antes de la puesta del sol ocurre un desparramiento de la luz proveniente del sol en mayor grado que otras horas del día debido a la mayor distancia que los rayos deben recorrer a través de la atmósfera terrestre. La luz es de menor intensidad y además carece de azul y un poco de verde, así que está luz es cálida de tonalidad naranja amarilla. Cuando hay nubes blancas y abundantes, la luz del sol se refleja en ellas y contrarresta el efecto azul del cielo. En los días nublados el sol está cubierto por las nubes, la iluminación no produce sombras, la luz del sol se hace amplia, grande y por consiguiente difusa. Debido a la falta de sombras y áreas de luz producidas por el sol las fotografías saldrán bajas de contraste, la falta de contraste es más notable por la poca saturación de los colores que resultan de la iluminación difusa. La calidad del color de la iluminación es un poco más azul que la normal en un día despejado. Sombra descubierta. Produce una dominante azul en la luz porque los rayos directos del sol no iluminan la escena, sino su reflejo en el cielo azul. El grado del tono azul depende del vigor del color del cielo. Contraste en la iluminación y el motivo. Nivel de iluminación y variación del contraste.

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El contraste del motivo depende de la colocación de éste con respecto a los alrededores, a la dirección de la iluminación y a las condiciones del cielo y la atmósfera. Variación del contraste del sujeto. Las distintas cantidades de luz que llegan a la película desde varias áreas del motivo dependen de dos factores distintos: las reflectancias del material de que se compone el sujeto y la cantidad de luz que llega a cada área del motivo desde los distintos puntos de iluminación. Efectos de iluminación sobre la saturación de los colores. Los colores en una fotografía expuesta en un día claro tienden a ser más saturados y brillantes que los tomados en un día nublado. En un día claro la luz del sol es especular y excesivamente directa. Se recomienda el uso del parasol y de la porta viñeta para saturar más el color porque así se evita que la luz parásita e indeseable llegue a la película. En un día nublado con la luz del cielo que llega por todos lados y en todas direcciones resulta una pérdida de saturación del color. Locaciones Los jardines el campo y las playas son lugares muy convenientes para fotografía de retrato. En los jardines puede resultar un poco más complejo el retratar, ya que influye el tamaño del jardín, los fondos o la cantidad de personas que lo concurren o pasan mirando, es muy fácil de distraer al modelo, o resultar una revoltura de cosas e imágenes donde cuesta trabajo encontrar el objeto que nos interesa en aquella masa de detalles. Si por el contrario el jardín es espacioso con buenas extensiones de áreas verdes se pueden escoger sitios variados para usarlos como fondo. El fondo tiene mucha importancia en un buen retrato. No debe de dominar, pero tampoco ser una masa amorfa y sin valor. La idea es dar la sensación del ambiente que conviene a la acción y al carácter de la escena que se desarrolla. En la playa la luz es directa y siempre se tiene una buena cantidad de luz reflejada en la arena; además se pueden encontrar fondos sencillos y atractivos. Lo primero que hay que evitar son los detalles de las piedras y otros elementos que pueden distraer; hay que esperar a que el sujeto tome las actitudes características que deseamos y encontrar el ángulo adecuado y el nivel de la cámara optimo ya que así se puede cambiar un fondo inconveniente y feo por uno completamente armónico. Se puede dejar los fondos fuera de foco si alejamos al sujeto fuera de los objetos molestos y nos aproximamos al sujeto, o simplemente movemos el ángulo y dirección de la cámara. En el campo se pueden encontrar lugares muy atractivos con fondos muy atrayentes, incluso jugar un poco con el clima y las estaciones del año. Lo importante de las locaciones utilizadas es que el sujeto a fotografiar se sienta a su gusto, que no moleste el fondo utilizado, por el contrario integrarlo a la fotografía. Antes de tomar una fotografía debemos de estudiar cuál será el punto de vista más atrayente, el mejor ángulo. No se debe creer que la cámara siempre tenga que estar al nivel de la vista cuando estamos de pie. Podemos cambiar el ángulo de toma bajando un poco la cámara con relación del sujeto de esta manera se creará distinción del sujeto, lo que está más cerca de la cámara aparecerá más grande y lo más lejano muy pequeño, aunque se recordará que esto crea deformaciones de los primeros planos o del sujeto.

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Siempre es mejor situarse al nivel del sujeto, aunque tengamos que inclinarnos o sentarnos en el suelo. No todo se reduce a la altura que debe estar la cámara, también hay que decidir de qué lado se tomará la fotografía, cuál es el ángulo que será más expresivo, qué lado es el que nos interesa tomar, cuáles son las proporciones que deseamos reproducir. Si se tiene al sujeto con las piernas extendidas no se podrá ponerlas en dirección a la cámara ya que los pies se reproducirán excesivamente largos y grandes, y si el punto de vista fuera bajo resultaría una deformación muy curiosa. Para evitar estas deformaciones hay que colocar la cámara en el lugar adecuado y en su sentido exacto, ya que para esto se estudia al sujeto. Mientras se estudia al sujeto no debe de perderse la iluminación que también es importante, así como el fondo de la fotografía. Una vez encontrada la posición ideal deberá de tomarse en cuenta estos factores:

• Procurar siempre la naturalidad. El parecido no se limita únicamente a la expresión facial, sino por la forma del cuerpo y las actitudes del sujeto, cómo se coloca cuando está parado o sentado, por la manera como lleva su vestimenta, en cada movimiento, gesto, actitud, de frente o perfil puede hallarse un índice de su carácter.

• Nitidez en el retrato. Hay que enfocar bien; si la exposición no es bastante rápida para captar y detener el movimiento, la fotografía presentará una imagen borrosa. Hasta qué punto es aceptable esta imagen borrosa, ya que si se quiere de la sensación de movimiento será aceptable, por el contrario si se presenta al sujeto completamente parado dará la impresión de inmovilidad absoluta y podrá resultar una imagen sin naturalidad ni espontaneidad.

• Evitar distorsión y deformidad. Es importante saber hasta donde podemos acercarnos al sujeto, todo dependerá de la óptica con la que se está captando la imagen.

La iluminación con luz diurna La luz revela la forma, la sombra nos da la clave, la sombra incisiva denota el ángulo, la suave gradación nos sugiere la curva. La longitud y disposición de una sombra depende de la dirección de la luz que la provoca. Características de la luz Además de la cantidad de luz, también es característica la dirección. El sol, fuente de luz principal se mueve y esta alto al medio y bajo al atardecer, así que todas las direcciones de luz tienen su aspecto característico y todo aquel que realiza el oficio de fotógrafo debe saber combinar y matizar estos aspectos. Debemos tener presente en la localización la posición del sol con relación a su dirección y en relación con el sujeto o modelo. Así los clasificamos en frontal, lateral, y contraluz oblicua o cruzada. La luz frontal tiende a dar un aspecto plano, no da volumen. La luz lateral es útil para proporcionar volumen, proporciona textura pero contrasta al sujeto. El contraluz contrasta mucho al sujeto y simplifica detalles, da un resultado dramático y emotivo. Para trabajar en exteriores se debe fijarse mucho en la hora del día en que se está trabajando. Es ideal por la mañana 8,9,10,hrs. o por la tarde3,4,5, ya que la luz

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es muy rasante debido a que la posición del sol está baja, pero ilumina muy bien, da un efecto de suavidad y los contrastes entre las sombras y las luces no están tan marcados a diferencia de cuando el sol está muy alto. ¿Que más hay que tomar en cuenta? Cuál es la calidad de la luz, fuerte o débil, directa o indirecta; la sombra que proyecta es dura y precisa, o suave y difusa, la tonalidad es rojiza o azulada. Cantidad, calidad y dirección son tres características esenciales de la luz. La cantidad concierne a la expresión, la luz suficiente para impresionar la imagen en la emulsión sensible. Al considerar este hecho, basta para que salga la fotografía, pero únicamente el uso inteligente de la dirección y la calidad cambiarán una simple reproducción fotográfica a una buena fotografía artística. Estas tres características están siempre presentes a pesar de su constante cambio. La única constante en la luz es que siempre está cambiando. Año por año tenemos siempre en junio el mes más luminoso y en diciembre el mes menos luminoso. De enero a mayo la luz será ascendente, pero de julio a noviembre será descendente; por tanto, la luz que hay en mayo es similar a la de julio; en abril es muy parecida como en agosto, la de marzo se parece a la de septiembre y así respectivamente con febrero y octubre, y enero con noviembre. Así que la luz cambia mes por mes y día por día. Sin embargo también influyen los cambios climatológicos y las estaciones, ya que la lluvia y las condiciones atmosféricas alteran nuestra concepción de la luz. Dentro del espacio de un día cualquiera la luz cambia constantemente de intensidad y dirección. Al amanecer está a nivel del horizonte oriental, pero llega a lo alto al mediodía y declina otra vez hacia la puesta del horizonte occidental. La intensidad es la misma por la mañana que por la tarde, pero al mediodía siempre es mayor. La luz cambia a medida de que transcurre el día, y para poder fotografiar con luz diurna hay que familiarizarse con la naturaleza de estos cambios. Los rayos del sol llegan a la atmósfera adquiriendo sus colores por el camino, de modo de que cualquier cambio atmosférico produce un cambio en la luz que llega hasta nosotros. Al amanecer y al atardecer los rayos llegan oblicuos a través de la atmósfera por eso son tan rojos; al mediodía atraviesan la atmósfera muy rectamente y son azules. Cualquier nube, blanca o gris, que oculte los rayos del sol, que los intercepte, habrá una sensible pérdida de luz y cuando más densa sea, mayor será la perdida de luz, siendo la reducción máxima con las nubes tempestuosas. El efecto de lluvia es difundir la luz actuando como una inmensa cortina de malla. Hora del día. Calidad de la luz Lo primero que hay que fijarse es que haya luz tan buena como para dar exposiciones con cierta rapidez; la hora no es tan importante, aunque si da calidad para la fotografía. Siempre es mejor evitar el sol del mediodía, especialmente en verano sobre todo porque los efectos de la luz adquieren demasiada dureza. Con el sol muy alto las luces son demasiado intensas y las sombras muy opacas, muy negras. Hay un paso brusco del blanco al negro, de las luces a las sombras, que solamente se suavizan cuando hay una buena reflexión de la luz que aclare las sombras y permitan la reproducción de las sombras con detalles.

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La cámara tiende siempre a exagerar la oscuridad de las sombras a menos que se tomen sus debidas precauciones para evitarlo utilizando una segunda fuente de iluminación, un reflectasol, una mampara que refleje luz, etc. Por lo general deberán evitarse los contrastes exagerados en la iluminación, esto es esencial en el retrato y aún más en el de niños, donde sería inadecuado cualquier efecto de dramatismo producido por la iluminación dura. Hay que buscar la luz suave y difusa de las primeras o las últimas horas del día, cuando el sol está bajo y la iluminación es más suave y las sombras menos densas y más alargadas. Generalmente la iluminación frontal lateral es la más conveniente pues da un buen modelado sin sombras demasiado pronunciadas. La luz difusa de frente puede resultar agradable, pero debe cuidarse mucho de que no haya sobreexposición ya que la imagen carecería de relieve, sería plana y se perdería toda delicadeza del modelado. También pueden resultar atrayentes los efectos de contraluz, pero pueden haber ciertas dificultades en la iluminación ya que las sombras por reflexión pueden causar subexposición por eso es muy importante exponer bien, o en su defecto sobrexponer. No hay necesidad de trabajar a la luz directa del sol, si se logran excelentes fotografías de buen modelado a la sombra abierta en edificios, bajo los árboles. Se deberá observar con mucho cuidado y se logrará espléndidos efectos en zonas fuertemente iluminadas que resultarán agradables a la vista y dar una buena calidad en las sombras. Todo es según el efecto que se busque y la habilidad que se tenga para interpretar la luz y la sombra, del control que se tenga del sujeto y saberlo colocar y persuadir para mover al sujeto a las mejores de iluminación. Por eso se prefiere tomar fotografías con el cielo cubierto, que dan una iluminación muy difusa y sin efectos duros ni direccionales, no habrá que temer de esta manera los efectos de dureza con sombras pesadas, ni preocuparse por que el modelo está en tal o cual parte, de tal manera que resultará más fácil realizar la fotografía. Influye también el ambiente en que se encuentre, si estamos situados al aire libre o entre edificios elevados o árboles que puedan obstruir o reflejar la luz. Luz solar difusa Una iluminación suave y difusa es mejor para fotografías de rostros de cerca así como para toda imagen o motivo en los cuales las zonas de sombras y áreas de luz deban mostrar detalles. En luz suave de baja saturación de los colores es menos pronunciado el color pero el contraste no es tan violento. La luz es suave y difusa cuando los rayos directos del sol son esparcidos por muchas nubes, por velo atmosférico o por neblina. Las sombras producidas por objetos en sol difuso o nebuloso son suaves y borrosas, de tonos más claros comparados con las zonas de alta luz de lo que serían si el cielo estuviera despejado por completo. Cuando las nubes son más densas la iluminación es aún más suave con el resultado de que las sombras y el modelado desaparecen así como el volumen y el contraste, se puede realismo. Este tipo de alumbrado se puede hacer en un día soleado colocando una pantalla translúcida a tal ángulo y grado de inclinación que la luz al atravesarla incida en el sujeto así que amplía su paso de luz y suaviza las áreas duras al reducir su brillantes, las áreas de sombra las ilumina produciendo suavidad.

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Cuando la iluminación solar es difusa las sombras ya no son marcadas y así se perderá el efecto de luz y sombra contrastado y el resultado será una fotografía plana y se perderá el relieve y el volumen, en estos casos se puede trabajar correctamente en dirección contraria a la luz, a contraluz. Resulta que esta iluminación es muy agradable y aceptable para el retrato. Es recomendable hacer mover al sujeto hasta conseguir una iluminación del conjunto - sujeto y fondo - satisfactoria. Para escoger la iluminación hay que ver si es o no apropiada para el sujeto una iluminación vigorosa y dura, intensa con sombras y luces densas que resaltarán las líneas y los ángulos del rostro, esto sería para rostros muy juveniles, una iluminación lateral; pero tratándose de retratos de damas, será más agradable una iluminación frontal que resulte suave y difusa. Uso del reflector o reflectasol Atenuar el contraste. Es cualquier superficie que cambie la dirección de la luz sobre el motivo. Para ello debe ser de tal superficie que refleje la luz brillante si es dura, blanca mate si se desea difusa, dorada o cobriza si se prefiere el efecto cálido. También se considera la textura de la superficie, lisa para efectos pronunciados, mate para una calidad difusa. Para ser efectivo el reflectasol debe colocarse de tal manera que la distancia del sujeto al reflectasol no sea más de cuatro veces su anchura. La colocación del reflector o reflectasol así como la distancia hacia el sujeto es muy importante. Para conseguir una buena reflexión debemos colocarlo adecuadamente que el haz de luz del foco – punto cálido – incida sobre él. Cuanto más cerca se encuentre del rostro más será la acentuación de su efecto, aclarará más las sombras, por el contrario si lo alejamos su efecto será menor y las sombras no se aclaran tanto, reproduciéndose así más oscuras. De esta forma podemos controlar acercándolo o alejándolo, de tal manera que así controlamos el contraste luminoso y su intensidad en las sombras. Cualquier superficie que cambie la dirección de la luz pero con características particulares sobre la reflexión de la luz: especular, difusa y selectiva. Reflectasol de hojas de aluminio. Una pantalla de reflexión con hojas de papel aluminio corrugado y aplanado montado en una superficie lisa para dar forma y ampliar la luz y dar brillo a las sombras. Dirige una cantidad de luz hacia una sola dirección pero de manera amplia pero no produce sombras densas. Para ser efectivo debe colocarse de tal forma que la distancia hacia el sujeto no pase de cuatro veces su anchura, si el motivo es pequeño puede utilizarse un reflectasol chico, sólo hay que considerar que el tamaño del reflectasol está en proporción con el área iluminada. También hay que considerar la altura a la que se coloca y en relación con el ángulo de toma, según sea la función del reflectasol. Habrá ocasiones en que se desee obtener tonos cálidos de la piel, principalmente cuando hay un exceso de radiación ultravioleta para contrarrestar el tono azul se usa un reflectasol cálido, dorado suave.

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Reflectasol blanco. Estas superficies reflejan luz por todos lados y resultan ser muy suaves por tanto hay que aproximarlo al sujeto se coloca a una distancia igual al ancho ya que su acción es menor que el refletasol brillante.

Las desventajas del reflectasol son mínimas (costo y cargarlos) si se piensa en el enorme beneficio en la calidad fotográfica que proporciona. Se requiere de un ayudante que lo sostenga y dirija al punto adecuado, pueden ser voluminosos y solo se puede observar el efecto desde el punto de la toma para que ilumine el lado que lo requiere. Es necesario para iluminar las sombras cuando hay un contraste muy marcado entre luces y sombras, por esa razón debemos de dar una iluminación adicional a las sombras y así disminuir el contraste y obtener una fotografía bien balanceada entre sus valores. El reflector puede ser una hoja de papel, cartón, madera, sábana colgada, una mampara o una pantalla plegable forrada de material blanco o plateado, papel aluminio. Puede ser lisa para que refleje más la luz y en forma más concentrada, o rugosa que la hace difusa amplia y difusa. También se puede usar un espejo o una superficie muy brillante que producen una iluminación más dirigida y concentrada que producirá sombras más definidas. Todos los reflectores proyectan luz en una dirección determinada, pero el espejo lo hace en una forma más definida. Es importante saber la distancia precisa de colocación del reflector, demasiado cerca del modelo destruirá la calidad de las sombras y siempre en el retrato se requiere de ellas para dar el efecto de relieve, de volumen. Retrato en interiores, luz de ventana. Antecedente los estudios fotográficos. Por lo general el retrato en interiores es iluminado por medio de la luz que se filtra a través de una o varias ventanas. Este tipo de iluminación es diferente a la luz difusa o a la sombra abierta, la luz es más concentrada pero no al grado de producir sombras tan marcadas con ángulos duros y definidos como los produce la luz solar directa. Esta iluminación es diferente a la luz difusa del exterior. Es más concentrada y varía según el tipo de entrada de luz o de ventana sea chica, grande, así como si se encuentra en una planta baja o alta. En los retratos clásicos se puede usar una iluminación de ventana, pero debemos considerar su orientación. La ventana orientada hacia el norte (si se trata del hemisferio sur será hacia el sur) no recibe nunca el sol directo, por lo que la luz es suave y difusa. Este tipo de iluminación fue la preferida por los pintores y después copiada por los fotógrafos. El sol que penetra por una ventana de estas características resulta ideal a diferencia del sol directo suele ser demasiado duro y contrastado para un retrato ya que causa arrugas y sombras marcadas, además hace que el sujeto entrecierre los ojos. Sombras Las sombras demasiado prolongadas, acusadas pueden ofrecer formas raras y hay que estudiarlas bien, sin embargo acentúan de manera exagerada los ángulos y depresiones del rostro.

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La cámara tiende mucho a exagerar las sombras, por lo tanto hay que saber utilizar el contraste entre las luces y las sombras, o atenuarlas con luz reflejada o reflectasoles para rellenar las sombras y darles claridad. También puede emplearse una superficie natural como la arena y el reflejo del sol en la playa, una pared blanca, etc. El reflector improvisado tiene que estar suspendido o situado cerca del modelo y disponiéndolo en el ángulo adecuado para que refleje la luz en la dirección correcta, así se dará el volumen adecuado en la sombra y se evitará que esta se emplaste. Las sombras forman parte del retrato y le dan volumen pero mal utilizadas estropean la interpretación de la persona. La proyección de las sombras sobre el fondo se soluciona iluminando por separado el fondo con una luz especial o separando a la persona del fondo. Un fallo habitual es olvidarnos de la sombra del modelo sobre el fondo, ya que todo lo que rodea al sujeto forma parte del retrato, se soluciona de dos maneras... Hay que considerar que solo debe haber un grupo de sombras y todas han de tener la misma dirección. Para evitar sombras molestas siempre que sea posible aleje el sujeto del fondo e ilumínelo de manera independiente. Si una sombra no se puede evitar, intégrela a la composición. La composición se refuerza con luces y sombras entre otros aspectos, las sombras son parte de la escena y usadas adecuadamente proporcionan el volumen en la imagen Retrato con luz artificial La iluminación con luz artificial permite fotografiar en interiores con toda comodidad y poder utilizar velocidades de obturación rápidas. En retratos en el estudio o interiores se suele emplear más de una fuente de luz para la reproducción de la persona, sin embargo al usar las diferentes fuentes lumínicas es fundamental que conozcamos los efectos que producen en el rostro la disposición de las lámparas. La buena iluminación es muy importante en la fotografía de retrato, sin la luz la fotografía no puede existir, así que la iluminación con luz artificial hay que colocarla de tal manera que reproduzca crear un efecto de apariencia natural. Es la iluminación y su contraste, lo que dará el efecto de profundidad, dimensión y volumen. Al hacer un retrato no hay que reproducir los sujetos en forma plana. Consideramos la iluminación como un medio de crear unos efectos y adaptarse a las formas y maneras, acentuando o disminuyendo la textura y resaltando fondos. Para combinar los diferentes factores y efectos hay que colocar correctamente las lámparas 1ª, 2ª, etc. Hay que conocer bien la luz artificial y sus efectos. La luz artificial disminuye rápidamente de intensidad al apartarse del sujeto y para no tener problemas con la exposición hay que acercarnos a la fuente de iluminación. La luz artificial disminuye según la ley de la inversa del cuadrado, "la intensidad de la luz es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre la fuente lumínica y la emulsión fotosensible". La luz es dura cerca de la fuente que la emite, por el contrario, se hace suave lejos de la fuente de emisión. Si deseamos que el modelo tenga mucho contraste entre la luz y la sombra, tendrá que permanecer cerca de la fuente

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lumínica de tal manera que necesitará una segunda luz, o un reflector para suavizar las sombras; por el contrario si lo alejamos de la fuente luminosa se suavizará el contraste, pero perderemos intensidad en la luz. Se puede usar una segunda lámpara para suavizar o iluminar las sombras, pero debemos colocarla en su lugar adecuado así como a la distancia adecuada para lograr la iluminación correcta de las sombras. Deberá de ser de menor intensidad que la luz principal un paso o dos de diferencia para tener mejor contraste. Si ésta luz tiene una pantalla translúcida suavizará más su efecto. Con la iluminación artificial también debemos tener presente el fondo. Generalmente esta a una distancia considerable de la fuente lumínica y resultará oscuro, plano, sin detalle y suele dar un aspecto pesado a la fotografía, de estar mal iluminado puede hacer que la parte sombreada del sujeto se confunda con el fondo, por lo tanto sería conveniente iluminar el fondo para así separarlo del sujeto. Esta lámpara puede quedar oculta por debajo del sujeto o modelo. Retrato con una sola fuente de luz. En el estudio utilizamos más de una fuente de luz para iluminar al sujeto, sin embargo podemos utilizar – y con muy buenos resultados – una única fuente de luz, aunque este sistema simple tenga limitaciones que se corrigen con imaginación y creatividad. Al utilizar fuentes lumínicas – una o varias – es fundamental saber que efecto producen en el rostro las disposiciones de cada una de ellas. Luz frontal. Resulta muy plana, no origina sombras importantes y si aparecen quedan fuera del ángulo de visión de la cámara. La falta de textura y volumen que produce tiende a difuminar los rasgos del rostro por lo que resulta muy favorable para suavizar arrugas e imperfecciones de la piel, la nariz pierde relieve, la luz frontal tiende a redondear el rostro por lo que es recomendable para rostros angulosos. Por lo general cuando se trabaja con más de una lámpara se usa como luz de relleno. Luz lateral. Resalta las líneas y hace que el rostro parezca más delgado debido a que las sombras destacan la estructura ósea, por lo que resulta idóneo para caras muy redondas, sin embargo tienen el inconveniente de resaltar la textura y las arrugas e imperfecciones físicas de la piel. Cuando se ilumina con esta luz la cara del modelo debe estar dirigida hacia la fuente de luz puesto de lo contrario la nariz proyectará una desagradable sombra sobre la mejilla. Altura de las lámparas. La fuente luminosa no debe estar más abajo que la cara, pero tampoco muy alta, ya que reproducirá unas sombras por debajo de los ojos, nariz, labios y estrecharán el rostro, ver la iluminación en los ojos esa será su altura. La luz y el asunto Reconocemos la forma de las personas y las cosas por una disposición acostumbrada de la luz y las sombras. Solo hay un Sol y por lo tanto deberá haber una sola sombra.

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Al iluminar una cosa o persona, es evidente que el sujeto no cambia pero su aspecto es tan diferente que adquiere una nueva apariencia. Así que se toma a la luz como medio, y a la reproducción del objeto como finalidad; o se hace de la luz la finalidad y el objeto un medio de ponerla de manifiesto de la mejor forma posible. Clave baja. Significa que en la fotografía dominan las sombras oscuras sobre las luces. Las zonas oscuras tienen que predominar sobre las claras. Es una iluminación que proporciona un ambiente de dramatismo y misterio. El tema debe reunir varios requisitos: un fondo oscuro, ropas oscuras, una fuente de luz concentrada que ilumine una parte del sujeto muy concreta, que por lo general es iluminación lateral. Maquillar muy bien y un filtro suavizador de efecto tenue a medio para compensar el efecto duro de la iluminación. La mejor forma de lograrlo es situar la lámpara lateralmente y dirigir el haz de luz sobre una pequeña zona del rostro. Usar una segunda lámpara muy baja o un reflectasol blanco pero teniendo el cuidado de no aclarar mucho a las sombras. El fondo no tiene que recibir luz o si es el caso, deberá ser muy reducida. Clave alta. Este tipo de fotografías proporciona imágenes muy luminosas, las luces predominan sobre las sombras. Una fotografía en clave alta no debe tener prácticamente sombras que llamen la atención, solamente las anexas que dan volumen y modelan al motivo en cuestión. La elección del sujeto, su vestuario y el fondo generalmente se presentan claros o cremas. Además de su valor alto, tienen que estar bañados en luz, así que la iluminación predominante es la frontal que proporciona las características de este tipo de retratos: bañar con luz amplia y evitar sombras profundas, se usan paraguas amplios y cajas suavizadoras. El fondo claro hay que iluminarlo adecuadamente y resulta tener dos veces más intensidad de luz que lo iluminado por la luz principal, pero cuidando que tanta luz del fondo no invada con reflejos parásitos al sujeto y fundamentalmente al objetivo de la cámara. Retrato de grupos Si bien en el retrato personal es difícil obtener una fotografía natural de una persona, en grupo es aún más. La fotografía de grupo debe y tiene que combinarse. Debemos de estar consientes de lo que se debe evitar. Nunca disponer del grupo en hilera, de cara a la cámara, ni distribuir a sus componentes simétricamente, ni colocarlos a todos en el umbral de una puerta. Hay que reunirlos en un lugar que sea adecuado, tanto por el fondo como por su iluminación. Agruparlos desordenadamente, - de ser posible dejarlos conversar unos con otros -. Impedir que las personas se petrifiquen y no dejarlos que miren atontados a la cámara, evitar que las figuras queden cortadas o se tapen unas con otras, para evitarlo hay que estudiar seriamente el punto de vista que vamos a trabajar. Hay que situarse a una altura conveniente y pensar en la mitad de lo que estamos por fotografiar, un punto alto de una perspectiva curiosa, achica las figuras, por el contrario, un punto bajo las agranda; pero en ambos casos la figura esta deformada. Hágase que las personas

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no miren hacia la cámara si lo hacen y son varias personas el efecto invariablemente es de poca naturalidad. Deje que se miren entre sí. Retratos de niños La importancia de la fotografía de niños radica en las poses, ya que resulta complejo ponerlos de pie o sentarlos frente a la cámara con o sin sonrisa, pero siempre se debe buscar el momento oportuno para disparar. Hay corrientes dentro del retrato, abunda la idea de que los retratos deben ser serios, preparados y formales. Los niños deben de tener la mirada lo más real como sea posible. Podemos recrearnos con las distintas fases de su crecimiento y también con atrayentes posturas y expresiones, risas, llantos, y con todas las manifestaciones de su personalidad. No necesariamente los niños deben de ser atractivos pero si salir con la sensación de vida y de realidad y por ende altamente fotogénicos. La cámara solo puede fotografiar lo que existe, por tanto, ¿qué pondremos ante la cámara? Los niños deberán presentar naturalidad y ser espontáneos en sus poses y movimientos y deberán ser tratados de la manera adecuada frente a la cámara y sin ninguna preocupación. No así tratándose de adultos. Al fotografiar a niños se debe de animarlos para que estén con naturalidad, no molestarlo a menos que sea absolutamente necesario (para llanto, en caritas, etc.), nunca dar órdenes terminantes, sino que hacerles sugestiones con tacto y astucia. Se necesitará mucha vista y conocimientos fotográficos, pero sobre todo paciencia. Todas estas recomendaciones deben ir juntas, y si bien no pueden adquirirse en un momento, pueden desarrollarse con el tiempo. Es necesario desarrollar la paciencia ya que estamos dedicados por entero al trabajo que nos gusta, nos apasiona, nos interesa y forzosamente debemos calmarnos. Solamente cuando nos interesa el trabajo que realizamos estamos calmados. Por tanto es muy recomendable para fotografiar retratos debemos de tener vista fotográfica, buena percepción fotográfica; amplios conocimientos técnicos de fotografía; y sobre todo paciencia. Estas son tres condiciones esenciales para fotografía de retrato. La cámara fotográfica no capta la realidad de la misma manera que la percepción humana. Son varias las cosas que resultan agradables a la vista y que no resultan de la misma manera para la fotografía. Debemos tener en cuenta la diferencia de percepción de la visión humana y la representación de la realidad que hace la fotografía. Para educar la visión humana y hacer que pensemos fotográficamente, que pueda interpretar la expresión, separar y distinguir las distintas fases de expresión del sujeto o modelo y elegir la más destacada y característica, la más representativa. La cámara fotográfica registra la apariencia de un momento dado, así se deberá dar importancia al momento del disparo, a la obturación; no se dispara nada más porque sí y no se fija en la verdadera importancia que tienen las cosas que rodean al sujeto; y así vemos que después de esas fotografías hay una serie de elementos que distraen la atención y en las que no nos fijamos al momento de fotografiar. Como estos elementos no nos importaban no les dimos el valor que tenían y así salieron más de la cuenta.

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En retrato el fotógrafo debe adaptarse a cada caso, pero en cuanto a los sujetos lo mejor es dejarlos en plena libertad, a sus anchas para que estén con toda naturalidad e inconscientes de la cámara fotográfica. A cierta edad se tiene gran curiosidad por la cámara fotográfica tal es el caso de los niños, y si se tiene la suficiente edad para comprender lo que se está haciendo, es mejor explicarles con amabilidad lo que se está haciendo, cómo se va a fotografiar, pero también decirles lo que deseamos hacer, ya sea con sus juguetes, con una pose determinada. Da buenos resultados explicarles lo que se hace y pedirles su colaboración. Todo depende de la edad de los niños, de su temperamento y de su inteligencia. Puede ser oportuno gastarles una broma, salvo en casos en que el sujeto sea una persona resulte ser muy seria y solemne o muy sensible. Es muy importante que nuestros actos y palabras deban estar a la altura de la edad del sujeto. Hay que ser sencillo y comprensible, nunca autoritario y complicado, pero eso si mostrar el profesionalismo que nos caracteriza. Hay que explicar qué es lo que se quiere hacer a los parientes del niño o al sujeto una palabra de ellos puede conseguir la expresión que buscamos o el gesto deseado. Esto también sucede con los adultos. Debemos estar siempre prevenidos. La presencia de la cámara siempre conduce a cierta artificialidad, a un ambiente fuera de lo común, raro, a no ser que seamos muy circunspectos de nuestros actos. El fotógrafo debe ser muy espontáneo. Puede ser que las mejores y más características fotografías son las que se consiguen cuando el sujeto se halla entregado a una actividad que le absorbe. No necesariamente las fotografías de niños deberán tomarse en plena actividad, pueden hacerse cuando estén somnolientos, jugando con sus manos, hay que pensar bien pueden quedar tan bien y quizá más genuinamente que con las clásicas muecas y sonrisas. Lo esencial es tomar diferentes aspectos de su carácter tan pronto como se presenten. Hay que mostrar la verdadera personalidad del modelo. La exposición correcta es muy importante en la fotografía de retrato, porque sin ella no se podrá conseguir la correcta reproducción de tonalidades necesarias para que la fotografía tenga atractivo así como la correcta reproducción de los valores de la piel. ¿Cómo iluminar? Lo primero es colocar la iluminación donde será su lugar. Poner la luz del fondo. Es la primera en colocar, estará a la altura del omóplato; cuando sea el retrato de cuerpo entero a la cintura, y será de intensidad luminosa dos pasos más de exposición que la luz principal. La luz principal que será angosta para caras redondas y es cuando la parte sombreada predomina y abarca la mayor parte de la cara, así se ve más delgada. Será ancha para caras angostas y es cuando las luces abarcan la parte iluminada de la cara y con ese fin se hará más gruesa. Es la iluminación que dará el efecto requerido porque señala la dirección de la luz. Si se desea lograr un efecto de Mariposa, Loop o Rembrandt, o de Spleet o media cara. Luz de relleno es muy importante ya que acentúa las formas que produjeron la iluminación principal y evita un fuerte contraste. Ilumina las sombras porque está un paso abajo en la exposición de la luz principal.

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La luz de cabello es la que ilumina el cabello de las personas cuando se requiere dar más volumen y separar aún más la figura del fondo. Es muy importante saber ponerla para que no se ensucie el hombro de la figura, o sea que no lo invada. Para que cumpla su efecto deberá estar un paso más alto en la exposición de la luz principal. Para fotografiar damas cuando están paradas deberán de sentirse cómodas, poner el peso del cuerpo en la pierna de atrás y aligerar la pierna delantera o de trabajo que moldea a la figura flexionando la rodilla, aflojar la cadera, y sólo aparecerá el canto de las manos, también las manos estarán ligeramente flexionadas en un ángulo de menos de 45 grados, nunca y por algún motivo juntas, se deberá evitar el hacer jarritos con ellas ya que formaría el ángulo de 45 grados, una de las manos ira más abajo que la delantera combinándola con la pierna de trabajo, las muñecas estarán ligeramente dobladas para dar más forma a las manos. Si la fotografía es de medio cuerpo las manos estarán arriba de la cintura, si por el contrario es de cuerpo entero las manos se colocarán abajo de la cintura. Por ser dama se fotografiará siempre de perfil o ligeramente perfilada. La posición de la cámara es muy importante, si la toma es de cuerpo entero se colocará siempre a la mitad de lo que se esté captando, aunque deberá pensarse si el ángulo de inclinación será hacia abajo en picada la figura empequeñecerá o hacia arriba en contra picada el sujeto se agrandará, cosa que resulta más agradable que lo anterior, se debe de pensar muy bien que favorece más a las personas fotografiadas, pero en ambos casos se deforma al sujeto. Y en fotografía de retrato se tiene muy presente que este es una idealización del sujeto, así que a nadie le gusta verse deformado, solo que en algunos casos si es conveniente, el fotógrafo sabrá en cuáles. Técnicas correctoras Particularidad Tratamiento recomendado Sujeto corpulento

Iluminarlo por el lado angosto. Aplicar una iluminación en clave oscura, muchas sombras, fondo oscuro. El modelo usará vestimenta oscura. Juntar o confundir el cuerpo del modelo con el fondo.

Cara ancha.

Iluminar por el lado angosto. Posición alta de la cámara, subirla. Orientar la cara y posar en posición de ¾.

Cara angosta

Iluminar la cara por el lado amplio . Orientar la cara y posar de frente. Bajar la luz principal.

Cara arrugada

Iluminar en forma difusa, suave. Luz principal baja y frontal al rostro. Fotografiar a ¾ o ½ cuerpo.

Nariz larga

Fotografiar de frente. Levantar la cabeza del modelo. Bajar la luz principal, bajar la posición de la cámara.

Nariz aguileña

Bajar o inclinar la cabeza hacia la cámara.

Frente saliente

Levantar la cabeza del modelo. Bajar la posición de la cámara.

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Calvicie

Posición baja de la cámara. Iluminar menos la parte alta de la cabeza, cubrir la lámpara para dar menos iluminación. No producir brillos o reflejos en el cráneo. Entremezclar la parte alta de la cabeza con el fondo.

Mentón pequeño

Levantar la cabeza.

Doble mentón

Bajar la cabeza. Posición alta de la cámara. Posición alta de la luz principal.

Papada

Levantar la barbilla. Posición alta de la cámara. Subir la luz principal.

Ojos salientes

Hacer bajar la mirada, que el sujeto mire hacia abajo.

Ojos hundidos

Bajar la luz principal. Bajar la intensidad de la luz principal.

Anteojos

Evitar los reflejos en ellos, inclinarlos ligeramente. Levantar o inclinar el mentón ligeramente. Luz principal no difusa y situada bastante alta. Mover un poco la luz de relleno o ponerla bastante lateral.

Orejas grandes

La oreja más próxima ponerla en la sombra, uso de pantalla. Ocultar la oreja lejana. Esconder la segunda oreja con una pose a ¾, pose de perfil si resulta agradable.

Defectos faciales

Esconder los defectos del lado sombreado.