i'iumu{ trimt:strt - universidad de...

11
I'IUMU{ TRIMt:STRt: RELA TO DE UN PROFESOR nlarenta ariOS,pequ(''',a y C<1nosa-, antes de regresar a casa, 111<' pierdo por los pasillos del instituto. Oigo cómo los de- más profesores van dejando el edificio. Saludan al conserje: -Basta ellunes--dicen. Doy una vuelta por las aulas vacías, la sala de profesores varía, los lavabos vacíos, todo a punto para llenarse de vo- ces y de movimiento. Qué soledad tan peculiar, la de las cla- ses nenas de sillas y mesas desocupadas, esquelélicas. Qué Iimpi('7.é\ impropia, la de' la pi:l.arra I\('~ra sin polvo de tiza, la d(' la papelera con d fondo brillant(\ la de los cajones va- dos de la mesa <Id prol('sor... Contemplo por la v('nt;ma la plala de ah;~jo, las copas de los árboles y el carrusel qm~ ahora no fundona. M(~distraigo un segundo. Cuando vuelvo a la n'alidad, los alumnos ya ocupan las aulas. Sala. T. (2002): CrÓnica de un profesor en Secundaria. El mundo de la enseñanza desde dentro. Barcelona: Península. Viernes l:l de seplicl1IhlT. F,\ 1\lI\('s ('mpil'/a ('1 (:"rso. Araha- da la reunión d(' prokson's dl' Lengua C.,stdlana--d din'c- lor, yo y OIra «nUpaiH'r., ct(, asigna"'r", u"a n"~in (le unos El primer día de fiase, a las ocho y v('int(. de la mañana, los adoks(:entes esp('ran en la ralk a qm' S\l('I)(' cltimbre. Paso por (~nmedio dd grupo d(~madres CJuehan venido a acom- parlar a los alumnos 11I;\S J>('<JU<'IIOS, los CJ\I('empiezan a ir al instituto este curso. El r('sto de alumnos s(' apelotona alre- dedor de la puert;\. Yo soy "uevo, J>('ro dios no. -Por favor, por 1~\Vor voy f(~pitiendo. separando cuer- pos, ron la mano hariendo (k espátula. (:omo si oyeran lIovn. Ilablan entr(' dios, lienen los ojos muy ahiertos, h;IY una derta ('xP('('liU'iÓn, pero no se nHu'ven. -¡Profe! il)rol('!-()i~() (1\1(' ~ritan (f<-trás de mí. Me giro. Veo que se dirig('n a otro profesor que me sigue y al que deben de conocer del narso pasadd-. ¿Te vamos a le- - ) ner este ano. , ~

Upload: others

Post on 11-May-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

I'IUMU{ TRIMt:STRt:

RELA TO DE UN PROFESOR

nlarenta ariOS,pequ(''',a y C<1nosa-, antes de regresar a casa,111<'pierdo por los pasillos del instituto. Oigo cómo los de-más profesores van dejando el edificio. Saludan al conserje:

-Basta ellunes--dicen.

Doy una vuelta por las aulas vacías, la sala de profesoresvaría, los lavabos vacíos, todo a punto para llenarse de vo-

ces y de movimiento. Qué soledad tan peculiar, la de las cla-ses nenas de sillas y mesas desocupadas, esquelélicas. QuéIimpi('7.é\ impropia, la de' la pi:l.arra I\('~ra sin polvo de tiza,la d(' la papelera con d fondo brillant(\ la de los cajones va-dos de la mesa <Id prol('sor...

Contemplo por la v('nt;ma la plala de ah;~jo, las copas delos árboles y el carrusel qm~ ahora no fundona.

M(~distraigo un segundo.Cuando vuelvo a la n'alidad, los alumnos ya ocupan las

aulas.

Sala. T. (2002): CrÓnica de un profesor enSecundaria. El mundo de la enseñanza desdedentro. Barcelona: Península.

Viernes l:l de seplicl1IhlT. F,\ 1\lI\('s ('mpil'/a ('1 (:"rso. Araha-

da la reunión d(' prokson's dl' Lengua C.,stdlana--d din'c-lor, yo y OIra «nUpaiH'r., ct(, asigna"'r", u"a n"~in (le unos

El primer día de fiase, a las ocho y v('int(. de la mañana, losadoks(:entes esp('ran en la ralk a qm' S\l('I)(' cltimbre. Paso

por (~nmedio dd grupo d(~madres CJuehan venido a acom-parlar a los alumnos 11I;\SJ>('<JU<'IIOS,los CJ\I('empiezan a ir alinstituto este curso. El r('sto de alumnos s(' apelotona alre-

dedor de la puert;\. Yo soy "uevo, J>('ro dios no.-Por favor, por 1~\Vor voy f(~pitiendo. separando cuer-

pos, ron la mano hariendo (k espátula.

(:omo si oyeran lIovn. Ilablan entr(' dios, lienen los

ojos muy ahiertos, h;IY una derta ('xP('('liU'iÓn, pero no senHu'ven.

-¡Profe! il)rol('!-()i~() (1\1(' ~ritan (f<-trás de mí. Me

giro. Veo que se dirig('n a otro profesor que me sigue y al

que deben de conocer del narso pasadd-. ¿Te vamos a le-- )ner este ano.

,~

CRÓNICA nI-: UN I'Ron:SOR EN SECUNnARIA I'RIMI':R TRIMI':STRI-:

-Podría ser---contesta el profesor, sonriente, aunque

ya sabe la respuesta.-¡Pues vaya palo, otra vez!Hay confianza.-¿Y ése quién es?-<IÍ<'e una nii'1a,seIialándome-, ¡Vaya

cara de mala leche me ha puesto!-¡Calla, tía, que te va a oírl-grita su amiga.Consigo entrar. Saludo al conseIje, En esto consiste el

movimiento del prime.. día: tUtOH'Sque hUSC\I1d aula, quc

hacen fotocopias, que fonsultan dudas de Última ho..a aldirector y al jefe de c.'studios.

No deja de ser un ensayo general. El primer día no se daclase. Se presenta c.'lfUfSOa los alumnos de ESO: se les dan aconocer algunos aspcc.'tos dc..'la nonnativa, el hora..io, los pro-

fesores y las aulas que ks forresponden. Sc.'han' la e!ec.-riónde créditos variablc.-sdd primer trimestre.

Los créditos variables son cursillos trimest..ales optati-

vos. Fueron la gran novedad de la Última ref<>nna. Se habíaacabado la tiranía de los estudios impuc.'stos: a partir de

ahora, el alumno tend..ía VOl,propia, podría decidi.. las ma-

terias segÚn sus iI1le..eses. Claro que sí. Si un alumno quie-re estudiar Química, ¿para qué ha de pe..de.. d tiempoestudiando Matemé\tÍ<'as? Si un chaval se lo pasa hien ha-ciendo voleibol, ¿po.. qué debe perder el tiempo con la His-toria? Me acuerdo de los primeros .u os de la ..eforma:aquellos créditos de papirollexia, de publicidad, de técni-

cas de relajación.., Aquellos ..Desmontemos y volvamos amontar una moto.., ..Hagamos teatro", ..Expe..illlentemos

con la radio", ..Experimentemos la econolllía dOIll('stÍ<'a..,..Construyamos una pece..a Aqud enlusiasmo que yo

mismo le puse. ¿DÓnde dehe de haher ido a pa..ar? En mu-chos insritutos, a eslas alturas, a du..as penas soh..evivc.' el

crédito variable que llegÓ a lo más alto cid "illJ(mlflt~.. Rai-

les de Salón... El resto son ampliaciones, repasos y algún as-pecto concreto de las materias tradicionales.

-Me llamo Toni Sala. Soy vuestro profesor de LenguaCastellana. Nos tendremos que soportar una temporada.

De alguna manera hay que empezar.Levanto los ojos y contemplo la treintena de alumnos

ante mí. T..einta caras más. Treinta personitas fabricándosea sí mismas. Treinta máscaras, una parte de mi oficio con-sistc.' en desenmasca..ar a la persona que apunta detrás de

esta m.íscara; la persona h~jo la rmíscara del ademán artifi-doso del primer día. Trcillla nombres a los que paso lista yhago sentar por orden alfabético.

Como cualquier exn'pción, la primera clase es impor-tantc..~.Vak po.. quince o veinte clases, porque de la opiniónque se formen hoy de ti dependerán las inevitables valora-ciones a la salida-uy, fsil'; no veas, moviendo la palma de lamano como si se la diese a una mano invisible; o, con éste noVfL'tlWSa h(u;t>rnada; o, f.~/,'rs un mit>rda,un cotilla, un marica,

un [O(()--, valoraciones que comentarán con los compañe-ros y que marran\n la manera de encarar la próxima clase.

Para el profesor, la cuestiÓn es exactamente la misma.De entrada. ya hay alumnos que le condicionarán para la

prÓxima !erciÓn, alumnos al margen del montón de la cla-se por su comportamiento, por su manera de sentarse, porsu manera de mirar. Dicho de forma exagerada, 'hay alum-

nos capaces de ganarse el suspenso el primer día. Comolos hay capaces de ganarse el aprobado desde el primer mo-mento.

Alumnos de cuarto de ESO, estos chicos tienen quince o

dieciséis ¡u os. Nos pasarelllos el primer Irimestre tratando dedesenmascaramos. Es un combate bastanle desigual. Trein-ta alumnos contra un proksor y un proksor contra treintaalumnos. Pero yo tengo .\ll0S de experiencia, y ellos tienen

"".-

CRÓNICA nI'. llN I'I{OFESOI{ EN SEClINn"IUA

mucho menos conocimiento--o conocimiento cero-de la

tramoya que se mm'''e detr.1s del decorado de la vida adulta.Yaún menos d(' la tramoya que se mm've detrás dd decora-

do de la vida de un profesor, que es un determinado tipode adulto, bastante difc.'J"('nt(',en el mundo de los adultos, de

los adultos que dios acostumhran a tratar.

Un padre no pm'de actuar. Es padre. La reladÓn consu hijo ser.1 de por \'ida: no vale la pena ni intentar hac<~rteatro, y por eso los padres pegan, consknten, maltratan,malcrían, quieren a sus h~ios. Un profesor siempre actÚa,sabe qU(' el alumno qm' tiel\(, delante un día u otro d{'sa-parecerá de su "ida, y en muchos casos nunca volverá asaber nada de él. En est(' sentido, no soy distinto del ('ar-

pintero o del fontanero o, menos aÚn, dd tendero que le-o vanta con la persiana el telÓn de su actuaciÓn diaria. Soy

un do({'nte y mlH"has horas de mi vida consisten en unapura actuación.

Porque este oficio est.1 ligado a una especie de teatro

que alumnos y familiares de alumnos extienden fuera ddaula. Como un hillete 1;llso que pasase por autt-ntico de unamano a otra, a "eces llego a dudar de cUéindo actÚo y hasta

qué punto actÚo y si no soy. yo mismo, dos personé~ic.'sigualde auténticos o falsos; o si en realidéid soy algllien.

cuales, si tiene el carácter necesario, procurará infectar mu-chas más horas, días, meses, toda nuestra vida si tiene la

fuerza sufici(~nte. Y, este hombre, ¿quién es? ¿Qué hace?

¿CÓmo vive? ¿Cómo es su casa? ¿De qué color tiene las cor-

tinas, y qué modelo de televisor, qué canales, qué sofá, quécocina, qué mesa, qué pais~ie en las ventanas? ¿Cómo es sunll*~r, cómo son sus h~ios? ¿Tiene? ¿Qué hace cuando saledel instituto? ¿Adónde va? ¿Existe fuera de este edificio?

¿Qué perímetro abarca su actuaciÓn? Hay quienes se lo pre-guntan hasta el punto de que pocas cosas les interesan tan-to (~omo saber detalles de la vida privada de sus profesores.

En cambio, para mí sÓlo es un grupo nuevo de alumnos,otra lista de nomhres. Será m.1Sadelante, durante el curso,

imperceptiblemente, cuando esta treintena de presenciasadquirirá interés, con el conocimiento de cada individuali-dad. Uno por uno, irán desg~iándose del grupo. Como un

mapa donde empezasen a dciinirse cotas, depresiones ytodo tipo de accidentes, en pocas semanas la clase irá con-cretándose en alumnos que se dciinirán con relación a los

otros alumnos y a mí mismo,

Contemplo a los alllmnos. No son pocos los que se pregun-tan: ..y éste. quic."n es". Un hombre al qlle "eremos tres ve-ces a la semana dllrante todo IIn curso, p"c.'de qlle más in-

clIlSO. Nos lo han adjlldicado tres horas a la semana. Nos lo

administran por "ía intra"enosa y no tr('s horas cllalesquie-ra; tres horas de 1\lI('stra adoksn'nda. de IIIH'stra forma-ción. de IIllestra makahilidad---{'()J1 (krcdlO a examinar-nos, rc.'criminarnos. ccnsurarnos-. tres horas dllrante las

Evito mirarlos mientras discurseo. Ando de una pared a otra

del aula con la vista en los pies, arriba y abé~o, pasos firmes,

expongo el programa, hts lecturas, mis criterios sobre cómoddw fundonar una clase; avanzo qué exijo, qué no tolero y

la importancia de estar atentos en el aula:-Cualquier cosa qllc S(' diga en clase puede ser utiliza-

da en contra vuestra el día del examen-d<:io caer.

Iloy estéin callados y csntellan atentamente, porque elprimer día todo c.'sdiMano, toclo se estrena. Difícilmentevolver.\ a repetirse IlII momento así durante el curso.

-Soy profesor cI(~I.engua )' l.iteratllra. Pero me intere-

CRÓNICA HE UN PROn:SOR EN SEClINIMRIA I'RIM..:R TRIMESTRE

sa especialmente la literatura, quc es la manifesta<:iÚn más

elaborada de la lengua. No olvidéis que la lengua <.'sun ins-

trumento. Más que a analilarla, lo 'UC d<>bemos <.'sapren-der a utili7.arla...

Menudo discursilo. ¿S<.'arordará algui<.'n <k lodo estocuando l1egue a casa?

-Nos tendremos que pasar mucho úempo pOlli('ndo eÚ-quetas, tendremos qu(' apr('nd('r cómo funciona la lengua,pero teniendo si('mpn' pr('s('III(' <)11<.'no nos inl('r('sa sah('rla mecánica de un ('odw si <.kspués no aprendemos a ('on-ducirlo... Nosotros lo qu(' <)ueremos es pod<..'rir <Itoun lugara otro, la libertad, (>orqm' al final todo se redu("(' a eso, atratar de ser más libres...

El engaño de la lit><.'rtad,('sa droga qm' sirve' lanto paraadolescentes como los adultos.

-La lengua es p('nsami<.'nto, siempn' din' ('osas. Pl'ro aveces prescindimos dd signifkado a favor lk la pura super-ficie. Mirad este lihro, tan Ikno de ilustradol1<.'s... ¡I.., orto-

grcilla, por ejemplo! ¡CUi\ntas horas de dase no s<.'pierdenen esa superficialidi\d, ('n <.'savanagloria! 1.., ortografía ('1('-mental, memorística y por ('SOtan difícil, ('S lo primero <)m'

aprendemos, para poder d(:iarla atrás cuan lo aHl<.'s.Y si es

demasiado compliradi', si nos la han herho (kmasiiulo ('om-plicada, quizá nos la ahorraremos. No dl'lwmos Pl'nler el

tiempo en eso. Pcrdiimoslo en cosas más div<.,rtidas )' Útiles.Este discursito, sohre todo el febo de la ortografía, les

cae siempre en grada. l.os Imis incautos ya (Tl'en <)11<.'nm-migo se acabó estudié\r. A estos les convien(' darsc ('\I(~nta

de que es peligroso (fears<.' la esperanza de q\le las ('osaspueden cambiar d('masiado. Porquc digo eslo de la orto-

grafiá consciente d<.'que huena parte d(' mis susp('nsos lo

serán por culpa de esas faltas. La ortografía es d \'('stido, laconvención. Ig"al de dasista y cOlw('nciona1. No <.'snada

más. Memorización pura. Pero justamente eso la hace ase-quible: no hay excusas. La ortografía es el paso previo, Apartir de saber los mínimos, empezaremos a hablar, La or-lografía, como todo, es una cuestión de medida,

El discursito ha funcionado. Tienen los ojos muy abier-

tos: para aprender más. La treintcna de caras espera algomás de mí con los ojos abiertos, La sorpresa es una de lascartas que tengo más a mano, aunque no tardará en volver-se ('1\ mi conlra. Es como si el interés y la motivación de losprimeros días tl1vi(~sen<tll(~pagarse con la dejadez y el abu-rrimiento de las clases que vendrán,

Escribo en la pizarra el nombre del libro de texto y el delectura. Les digo que necesitarán una libreta para los dicta-dos. Anuncio el nÚmero de pruebas que tengo previsto ha-('cr. Después suena d timbre.

I'IUMER TRIM..:STRE

Consulto mi horario. lk onc:c..'}' nlt'dia a c!on' y media,4-C\'3-2B, yeso quic.'n' decir qm' nu' tc.'n~o que ir c'orric.'ndoal aula dc..'se~undo 1\ a dar un nédito variahle.- de rd'u('170

a alumnos de ('uarto de ESO. El crédito se llama ..Onogra-fía se escribe sin hache... ¿Quién le pondría este nombre?

Entro en clase, Cien'o la puerta. Echo un vistazo al aula.Los alumnos se mueven entre las mesas, hablan, se ríen,

(:hiltan. Detrás de mí, la puerta se abre y se vuelve a cerrar.Alumnos que (~ntran y alumnos que salen. No digo nada.I':sl)('I'O,de pie, a que S(' a('ahe el movimiento.

Por fin, silcndo.

I)ero se ('l1Ireahn' la 1>JJ('rtay un alumno pequeño aso-ma la nariz. Don' ailitos:

-Me he d(:jado las ('osas. ¿Pm~do entrar un momento?

1.(' d(:jo pasar. Es el prinwr día.1..1pizarra c..'st.i('(unpletamente llena de garabatos. Co-

razom's, nomhre's, la caric'atura del prota~onista de una se-ric de ditnÜos animados. Ilay una alumna de cara a la piza-

rra, tan ronn'ntrada <JU('no s(~da ni cuenta de que acabode pasar dc..~t...isd(~dla. En una mano tiene una tiza y en laotra el borrador. I':snih(' d nombre de un chico, lo borra

innwdiatanwIHe y 1(' falta tic.~mpopara volver a escribirlo,1.(' da vc.~q~ii('nzaqm' S(' sepa qué nomhrc..~es, pero no pue-dc..~c.'vitar escrihirlo.

I.e pido fJm~horre toda la pizarra y se siente.SÚlo ha hahido tn's horas de dase en esta aula, pero el

mohiliario ya c..~st.itodo patas arriba. Las hileras de mesas

serpentc..~an; hay sillas y mesas desparejadas, aquí y allá. Losquilln~ alumnos dd nédito se han sentado en grupos de

dos, de tres y de cuatro.Mc..'presento. I.c.'spido que se levanten. Paso lista. Les

ohli~o a sentarse sq)arados y por orden alfabético.

Lo primero qU(' tendría que hacefse, pienso, sería po-ner c..'nsu sitio las m('sas y las sillas. Un orden mínimo esfUlldamental. Abdico: m¡.is vale ahorrarse d barullo, por-

qU(' los alumnos siempre arrastran los muebles haciendo

CRÚNIC:\ DE UN PROFESOR EN SH:UNDAIHA PRIMER TRIMESTRt:

todo el ruido quc pucden, pero sohre todo porque, pormás que ahora pusiésemos en orden las mesas y las sillas, si

no durante esta misma hora, a 1<,si~uicnt(' volv('rían a estarya de cualquier manera.

El orden en la clase es el cincuenta por cien lo de mi Ira-

bajo. Renunciar de entrada es muy triste. Pero con la refor-ma los alumnos tiellell que cambiar de aula treinla veces aldía, y no puedes respollsabili7.ar del ordell de UII aula aunos alumnos concretos.

-iD~.ianw sentarnw con ella!-reclama \1IIé!alumna-.¡Así la ayudo!

Ya empelame IS.No contesto.

-¡No hay d('lecho! ¡Los otros prof('s IIOSd<:ian selltar-

nos como queremos!Mentirosa.

-Bien. El ol~ieti\'O de <'ste crédito ('Sdar un repaso a la

ortografía. SÓlo lIecesitáis una libreta y un holígrafo.-y lIna mesa, una silla, una pizarra...

Ya lo tenemos aquí. El gracioso de turno.-A ver, tÚ: ¿cÚmo te llamas?--Jordi.--:Jordi q\l(~.

-Jordi Horta.En los créditos variables no vale la pena aprenderse los

nombres de los alulllnos. Los tendds los tn's meses quedura el crédito. v a muchos ya no volverás a v('I"los.

-Muy bien. Dividiremos las clases en cuatro partes. Los

primeros quinn' minutos los dediraremos a corrq~ir ejer-CICIOS.

-¿Qué <~iercicios?-Los ejercicios que os habré p\\('sto el día antes.-Pro[e, ¡tÚ nos qui('J'es matar!

--:Jordi: a ver si te callas. Corregiremos los ejercicios,después haremos un dictado, explicaré una norma y des-pués pondré ~jercicios para casa. Empecemos. Coged unpapel y escrihid vuestro nombre.

Ahora hay silencio. Ik evitado decir por qué les hago sa-car un papel. La perspectiva de una prueba les impone res-peto.

1lago salir a la pizarra al alumno que me ha interrumpi-do. Empielo a dictar. No hace falta dar instrucciones. Todoel mundo ha entendido. Juan Ramón Jiménez: lo sientomudlo.

El chi<~oesnibe en diagonal, con letra basta, caligrafiailegible. La estela temhlorosa de la tiza va dejando palabrasinventadas, unidas las unas él las otras como hermanos

siameses, aherraciones gramatkales-gramáticas--de todo

tipo: alternancia de terminaciones verbales en ava y aba,pecados ortográficos y un desierto acentual absoluto. Lapizarra se va llenando de monstruos blancos: malforma-

ciones, deformidades, mutilaciones, arácnidos y sirenas lé-xiras, centauros, quimeras... ¿Qué hace este chaval en

cuarto de I<:SO?¿CÓmo es posihle que haya llegado a cuar-to? (:on la reforma, un curso sÚlo es una unidad de tiem-

po. 1,os cOnO('illlielltos «(\1<"el alumno dehe adquirir se es-tahlecen por cidos. Un ciclo son dos cursos. Eso quierededr que entre primero y se~undo de ESO no hay repeti-dores, como tampool los hay entre tercero y cuarto. La úni-ca frontera posible. la que divide el primer y el segundo ci-clo, en este instituto-como cn tantos otros-se ha borrado.

Todos los alumnos de scgundo de ESO se promocionan

automát.icamcnt.e a terc(To-pasan, pues, de primer a se-gundo ciclo. En una clase dc veinticuatro alumnos de segun-do, por ~jemplo, al finalizar el curso, hay ocho alumnos con

méÍsde cinco íl<;ignaIUfé\Ssuspendidíl<;. Ocho alumnos con más

. . '. ....: ~. ......

...~..

~;;y de cinco asignaturas suspcndidas. Pasan todos a terccro deESO, a segundo cido. ¿A han'r qué?

y aquí tt'lwmos a este pohre chico ell la pizarra, indife-rente a lo qm,' en otra (~p(Ka hahría sido. un ~ran ridículo ouna gran incOIlsrienfÍa.

Hablamos dc.' fraraso cs('olar, pero cs UII fracaso nelmlo-so, segurameme sin otra malliféstaciÓn ('oncr(~ta durante

toda la ESO quc.' el holc.,tín trimestral: las notas, un papdo-te que los padres firman, ("(uno si('mpn' que IIOStoca fir-mar, resignadamcllte; la huronéKia.

El alumno "a ('IIt'é\dcnando un nlrso a otro curso, horas

a las horas, aulas a las aulas, prof('son's a los prof{'son's, en-tre una nebulosa crefÍente.' de nomhn's v méis lIomhres \"('i-

terados, algunos in("(uuprensihlc.'s, otros intuidos, la mayo-ría con d sentido illcompkto, pedazos esparddos de 1m

jarrón qu<.' ('ontc.'ndría al~o si no sc huhiera roto; palahras,personas extrai1as ron quic.'lws de \,('Zell ('Ilall(lo comparti-mos el ascensor. Y seréi con esos conn'ptos, ("(~ios)' ('nkrmi-zos, con los que iréin tirando hasta d final de la ES() unaretahíla de alumnos indi~c.'ntc.'s, pedigÜeilOs del intc.'leC!o,

desamparados que, plantados antc.' una pil.alTa que ya no ('Sni insultante, conservan nm la raheza e'rguida la mult'tacarcomida de la digllidad.

En el monwnto de rorre~ir el texto de la pil.arra. d(:io

intef\'c.'nir a SIlScompaiH'ros. 1.0 planteo romo 111.i"e~O: aver quién descuhre la primera falta de orto~raría dd texto,

No falla, Ilay dos alumnos que aciertan todas las f¡,hasque c.'1otro ha com(,tido. No se d(:iall ni IlIla. Mi('lItras, losdemás c.'allan cahizhé~ios y corrigen sus escritos. ¿<:Úmo hanvenido a parar a este crédito esos dos? ¿QII(" lt's hari' haceren clase, dominalldo romo dominall p('rf('C!aIlH'IItc.' la or-tografía?

Un crédito variahle lo cursan UIIOSquince ahll1l1lOs.Quin-

CRÚNIL:\ m" IIN I'ROFESOR EN SU:IINIMIU:\ I'RIMEI{ TRIMESTRE

rc alumnos de 111\nivel parecido no me sllponen ningún

prohlema. Ni treinta, Ni cuarenta. El prohlema se produceruando se da {'sta gradaciÚn escandalosa de (:onocimien-

tos. Se din~ que el pro'c.~sor dehe atender la diversidad.p('ro nlando me giro para atender la div('rsidad del uno, la \diversidad dd otro se dispara y protesta. Soy un mal profe- \Isional. No puedo aharcar mcis de dos o tres diversidades.

-Copiad vdnticil1('o veces cada palahra que hayáis 'es-(Tito mal.

.Iordi Ilorta levanta el dedo y pregunta:-¿Con leipiz o con holi?

En segundo de hachillerato, anuncio la lectura obligatoria(\(o ('ste trime.'stre.

-A vt'r, ¿y tÚ rÚmo puedes estar seguro d(~si un libro eshm'no o no?-empieza una voz al fondo de la clase.

Cllando hahlo de literatura ron los alumnos, la pregun-

ta si('mprc.' ara ha saliendo, Es una «mna hahitual de reafir-mars(', Ser condt'sn'lHlientc contigo mismo rebajando elvalor d(~los delHéis.

-Por (:iemplo-col1tiuÚa el alllmno-. ¿cÓmo se puedesaher qlle el QII!joll'es IIU hilen lihro?

-Porquc.' te lo digo yo.-¿Y CÚIHOst- yo qlle tllS gllstos vakn mcis qlle los míos?-Porque para '()I"Inarte IIna opiuiÓu (k las cosas, pri-

mero te' lo tit'nes <¡ue trahé~iélr.y teugo rélzÚn; pero ¿CÚIHOPlledo adllcir cualquier cri-

terio de autoridad hoy qlle eu todas partes gana quien gri-

ta lHéis?En los lihros, en los periÓdi~os, en la radio, en la te-levisilou!... Todo el IHlludo \evauta la voz. CÚmo puedo noescuchar a IIn alumno C]\Wredama: tamhién existo; jtam-

hit-u yo sé gritar!

CRÚNICA DE IIN I'ROFESOR EN stTllNIMRIA I'HIMER TRIMESTRt:

-Si todo el mundo... -me qu('da el engai10 democráti-co:-Si todo el IIIIIIHlote dice que el (2"~j{)I('estan h\l('no, ¿nocrces que "ale la p('na intentar JlOperd(~rtelo? ¿1.0 has leído?

-El at10 pasado, en Lengua Castellana, IIOShicieron leeruna selecciÓn. ¡No se enlendía nada!

-Pero prepararíais la leclura en clase, COlll('lIlaríais ellihro--Ie apulllo.

y él, naluralll\('nle, apro"ccha:

-¿En das('? El prol"<- IIOSd\jo d lihro y luvimos quc)c('do en casa, ('n quince días. ¡Doscientas p;íginas! ¡Quin-('(' días! Para mi qu(' ('se lihro esl;i esnilo ('11chillo. Ahora,

exanH,'n sí qu(' hicimos... ¡No aprohÓ nadie!No pu('do ca('1'.No nitiraré al profesor dd ai10 pasado.

A principios de curso aÚn pu('do ahorrartlH' esas l1aque/.as.COIII('Slaré:

-Pues d('herías \"Oln...a inlenlado, poco a poco, palahrapor palahra, p;írrafo a p;irrafo, y tener conlianza en ellihro.No estamos hahlando de cualquier lihro, )' IÚ lo sahes p('rfec-tanH:nte. ¡No puedes ir por el mundo pensando qllt' lus gus-tos literarios ti('m'n <:1mismo "alor que los de quienes se handedicado a os a esto!

El alumno se calla. pOJ'(JlI(' no k do)' liempo a ahrir laboca. Yo lamhién sé chillar.

-Pero. ¿qué os habéis creído?-digo ahora, dirigiéndo-me a todos-o ¡Lcer no es tan fácil! ESlo n\('t(-oslo en la ca-beza. ¡No ha)' nillgÚn placer que de ('nlrada no olesh:! Es-toy hablando de placen~s. ¡no de tonterías! Todo requiereun esfuerzo y lodo se aprende. Quien os diga que lecr es f<i-di os está cnga ando. Ni I('er, ni esnihir, ni .jugar al fÚthol.Si lodo el mundo dice, empezando por los que no leen,

que cste lihro ('S hueno, no dehe de ser porque sí, ¿no?-vuel"o a da\';lr los (~iOSen el alumno-o ¿() "as a decirme

flllt' el nmlHlo eSI;i loco?

-¡Sí lo eSlá!

-Puesentonccs, lendr;ís que adapta rte.-¿C6mo? ¿I.eyendo?Empieza la actuaci6n. El profesor h<~jala mirada, Silen-

cio. Se dirige a todos los alumnos, levanlando progresiva-IIH'nl(' cllono de voz:

-La escritura es comunicaciÓn dc pensamiento. Co-IIIIIIIicaci6n sin intermediarios. De cerehro a cerebro. Leed

)' os rdacionar('is ('on las personas que 110son necesaria-1I\("lIle Imis intdigenles pero sí m;ís ('()Jllunicativas. No su-hesliméis esto. COlllunicarse es principalmente un acto de

"alo!'. Si no la compartilllos. la inteligenda de los demás nonos sirve <1<:mudw. I.ecd y os podréis ('(>Inparar con ellos

de manera íntima y s('('I'ela, es decir. sin ninJ.{Ún¡:nicdo a ha-«('1' el ridículo delanle dc nadie que no se.\is vosotros mis-mos. No sé qué m;is s(' puede p('dir.

-QlI(~ toqlle el 1imhre de una vez-cuchichea uno.Es d momenlo de empcl.ar la lecciÓn. Las funciones del

1('nJ.{u;~je.Eliquetaci(')J\ pma. Un lanto por ciento muy ele-vado dd contenido quc el profesor est.\ obligado a dar enclase es pura h(~jarasca, inutilidades. I.cs aburriré a con-

d('nda. para <JIU'S(' d('n ('I1('nla de dÓndc est.\n las cosasimportanles y dÓnde las sllperl1\1as.

Saltarse el programa es muy lentador. pero eso dejaríaal alumno <ksprotegido frente a los profesores que ven-dr;in y. a la larga, frenle a la prueba (k seknividad. La otra

opciÓn es aprovechar lodo lo posible elliempo que quedade margen. Y una manera de hacedo es deslacar estos mo-

IIH'nlos marginales, hacer\os hrillar d(:.iando palidecer cons-

cienlemente el conlorno; incitando al reputado tedio delallla, tan difcrente de los otros tedios de la vida. El tedio es-

colar, la primera ensci1am.a q\le recihimos de la tempora-lidad.

CItONIC:\ IH I'N I'lton.solt l' N SH I'NIHItI:\ 1'ltlMEIt TItIMESTItE. .,..-

Hoy he IIq~ado al instituto nwdia hora an(('s de ('lIIp('zar la

clase. Estoy en d depiu"tam('mo de lenguas, El deparla-mento es ('1 gahilwt(, (PU' ('ompanimos los profesoJ"('s deuna área dl,t('rmiuada. Es donde (It:iamos d m;JI('rial, don-de estamos ('uando t..ah.~jamos fuc.'ra dd aula. donde cde-

bramos alKuUéls n'ullioJ1('s. En ('st(. instituto pe<Juei\o, lospsicopedaKogos )' los profesores dl' l.engua (:astdlana, Ca-

talán, Inglés. Francés y l.l'nguas Chisicas compartimos unsolo departanwnto. II na don'na (k persollas. Si un díacoincidiésemos todos. no cabríamos.

Pero ahora no hay nadie. l.os dcm.is profesores están endase.

Contemplo un mapa de las islas Britániras que ocupa lamitad de un pand de ('orcho. En la otra mitad, un montónde papeles clavados con chinchetas anuncian obras de tea-tro o exponen anlerdos tomados en diversas reuniones,Tamhién hay una pizarra lI('na cle nomhres de alumnos queno ('onozco.

I.as (~stanlt'rías, nU'I;ilinls, ('stéin divididas por materias,El desorden proviene de la falta de espacio. En la estanteríad(. l.engua Castellana se amontonan decenas de libros detexto. Hay un montÓn de vohímenes de literatura infantil ojuvl~nil que las editorialt,s han ido enviando para ver si selos hacíamos le(~ra los chavales; una quincena de dicciona-rios; algÚn libro institudonal e inÚtil; una docena azarosad(' volÚmenes de rcferenda-I.a Tl'gt'1/lfl.una selección de

lt~xlOSde Ortt'ga, una antología dl~ Qm'vedo-y un pard(' dntas de víd('o, Nada más.

Jumas (~nIUt'dio d('1 departanwl1to, hay tres mesas gran-

d('s que los profl'SOJ"(~Shemos ido llenando en poco tiempode folletos, ex.il11('I1('s ('orregidos, diarios viejos, papeles

p('rdidos y holígrafos que no escriben. Hay también un ra-dio('ast~te y un tel(~visor ('on vídeo en una mesa con ruedas,

para poder transporlarlo a las aulas.Oigo una voz que vi('nc de la clase contigua, Una profe-

sora que explica una le('("iÓn de Sociales. Marta Codina.Una nH~er de unos nlan'nta alios, seria. l'lemos hablado al-gIma vez en el bar. Distingo perfectamente cada palabraque.-dice. Por el murmullo de fondo deduzco que no acabade controlar a los alumnos. Debe suplicarles silencio a cadamomento, pelearse con ellos. SenJación de indecencia;

como si espiase en un lavabo.Para un profesor, la intimidad dentro del aula es funda-

,J..r

,)

CRÚNICA JI~, IIN I'ROn:sOI( I'.N SI'.CIINJlARIA I'Hll\n:R TRIMESTRE

mental. A veces se IJOSvalora por los cOIJ()('imielJlos que te-nemos, pero la efeni\'idad de 'm profesor esl;, elJ la manerade tralJsmilidos, y ('SO requiere (Tl'alividad. I.a ensellanzaforma parte de los oficios dI' (Te;KiÚIJ. p('I'O el vue!o (Teati-

vo es muy delicado, y el comÚIJ de los mol'lales lo (:jenUa

con alas de mosquilo. SÓlo en secreto puedo el<:jarnw llevar;ser (Teativo sin miedo a hacer d ridículo.

Esto es imponant<' sobn' todo duralJte los primeros ailosde (jerci('io, cllando aÚIJ IJO SI' ('Sl;í del lodo seguro l1i de

aquello que se ('IJS('lla-por<Jue IJO se ha aprelJdido ('IJ la

univt'rsidad-. lJi (1<' la m;uwra como se 1'l1s1'1-1a-porqueaÚn no se ti<'l1en tahlas-. Los primeros allos 1'11la docen-

cia se t('mt.' lalJto dar un paso ('n ti,lso que la energía s(~(~on-sume sÓlo por (,1 mi('do a han'r el ridículo delanle de los

alumnos. Los alumnos aÚn causan f'('speto. Si m(' huhieseisvislo el primer aÚo, inseguro. jll'mhloroso frelJle a niiios

de catorn' ¡U-\OS!Af\í Sl' pil'rde nmd1a (k la fuerza <JUl' tiene

d profc.'sor Ullevo, son prinripalm('nte pro!C:sores nuevos

los que monlan acuarios, ('ditall revistas, proye("(an excur-

siones )' acompéu-1an a dOllde haga I¡,lta a los alumllos;

como todos los ímpetus, sin emhargo, l'S UII ímpetu quc el

tiempo éU'aha por limar.

L,s aulas ilJsolJOJ'Íl.adas, las IHl<'I'tas opacas. (I<'herían s(~r

obligatorias. EIJ ('Stl' instituto las puntas SOIJd(. madera. Es-

tás tÚ con tus alumllos, con la iglJoranda y nm la perspica-cia de tus alumllos.

En d instituto dondl' daba dase el curso pasado, porejemplo, UIJ edilicio n'ci~1J «>uSI ruido, las pUl'nas tl'nían

un espacio de vidrio entrc la IH~ja y el marco d(' la pared.

PodíéLC;vcr el ilJterior (k las clas('s desde el pasillo. Qué

fucnte d(' insegurida(l<'s )' de nervios. melHula manera de

destrozar las clases l'ra aqudlo. QI\(~ dif<Tencia COII este

(Tntro (k aulas \'Ísualn1l'nle henlH~ticas. donde puedes ser

1¡,lso, petuIan«', mezquilJo, dOlJde puedes valerte de lasmismas armas de la~ que t(~vales en casa, íntimamente.

-¡Queréis han'r d 1¡,vOl"de callar!

La clasc dd otf'() lado de la paf(~d, un cuarto de ESO, se

l'Sté' deshocalldo. 1.0 siento por Marta Codina, la profesora.Sé lo quc es qUl' se te escape una clase. Empiezas penni-Iil'ndo-por indokncia, por rdativizadÚn, por simpatía-qm' UIJ par d(' alumnos hahlen entrc ellos, que comentenalguna cosa. O d(:jas pasar la brolHa de UIJgracioso, o se larí(~s,o te p(~rmitcs a ti mismo llevar demasiado lejos unjue-go (k palabras o UIJ chisw. Y entonces, no sabes cómo. ladase s(~te ha ido de las manos. Es como una brecha abier-ta ('n un muro el<-nmtelJdÚn: cada risiLa, cada comentario.

va agrandando la hn'd1a, ensanchando el paso por dondese escapa la das('; y llega d momento ('n que. como profe-sor responsabl<' d('1 éHlla, quedas sepulcado en un magmadoloroso de gritos, risas y confusión. Durante cada uno delos CilJnlellta y cilU'O milJutos que dura la clase. un profe-sor dd)c mant(~ner bien tensas las cuerdas que atan al

alumno. No J>ued(~<lislranse, no J>lI(~deall~jar. Las conce-siones pasan factura.

-¿Y por qué yo y d no?-es la primera defensa delalumno al qll(' rilles cllando ves que la clase se te está des-con trolando.

-Por alguien t('nía qlle cmpezar.-j Pcro si yo no soy l'l peor!(No-deherías n>J1testar, si Plldieses permitirte ser sin-

c('ro-, tÚ ('J"esde los qlle se portan bien; yjustamente poreso te ha tocado recibir. TÚ eres de los qlle dan menos pro-hkmas, d(' los JJ1é\SI~\ciks de atar (orlo.)

Al otro lado de la pared, la profesora no encuentra la"

CI(ÚNICA nt "N 1'l(CWESOI( EN St.c.IINn.\lHA

forma. Cada (omentario. (ada grito. ('S cont(,slado por una

masa de voces-oleadas de risas--<1ue ahoJ{an a J¡, profeso-ra. De vez en (uando. se oye un comentario d<'llíd(~r que hatomado el re'l('\'o a la profesora. La nH~j('r ya no puc'de nm-tener nada. SÓlo quiere que se acah(' la clase. pero aÚn f~,I-

tan veinte minutos. \'('intc' minUtos qut.. dc'scontaréi uno poruno, mirando c'l rel(~j a cada momento.

Rezo para que la profesora ni se imaJ{inc' que desde elotro lado de' la pare'eI que tiene (lt'l r¡is se' oy('n f>(.rf(.C"ta-mente los gritos. d dc's(ontrol (le- la clase. Me I~io c'n su ni-

vel de resistc'IH'Ía. c'n hasta qué punto permite qué. No pue-do evitar1o. Si ella supiese cómo sigo su naufragio. ("Úmoidentifico caela J"('éuTiÚn.('Ómo pic'nso fl mí. f'.\tI.'10mI' lo ha-

riais. esta profesora seria d(' cuarenta ai}Os quiá .Kaharía

llorando. He c'spiado otras "eces a otros prof('sore's quc' da-ban clase tranquilal1wnt('-{'n el instituto d('1 curso pasado,con las aulas visibles desdc' el pasillo--para sahn ("(>moselas apañaban. para ('omparar sus métodos con los míos...

Cuando llega el ("¡\lor, estoy dando clase y oiJ{o una vozdel piso de ahé~o. Me 1It.'K<'por la wntana ahierta. En el

aula de abajo también tienen la vc.ntana abi( a. Pongo unpar de ejerckios a los alumnos, afino el oído)' me dedicoa seguir la clase de los dt.'más, distinJ{o la \'01. dd profesoro de la profesora, como he hecho ahora mismo, escucho

cómo funciona cada uno y me doy cuenta de que el oficiode cada hombre es la manifestaciÓn de ese homhre: el ofi-

cio es el espa("io temporal al que méis se sonwtcré\ una vida

y, por lo tanto. el punto a partir del ('ual podelHos empezara hablar cuando debamos o juguelHos ¡1.jUZJ{éU"a alguien.La persona no es el hombre o la m,~j('r quc un día de tem-

poral se tira al agua para salvar é\alguic'n quc s(' ahoga, ni elasesino que un día (:jecuta sus planc's, cs un crror pensarque los extrcmos nos d(:jarán vcr cosas que dc' otro modo

no serían visibles; generalmente, las cosas, si no podemosverlas, es que no están. La persona es su oficio. Ni siquierael resultado de su oficio; ni siquiera su obra. La persona es eltiempo, su vida.

Oigo el chillido de una dÜca y, de golpe, silencio.-iChristian!-{~s la VOl.de la profesora.

(:uando de J{olpe se héKc un silencio así entre un grupode p('l"sonas, es que ha sucedido un incidente notable. Pero

si la nH"dia de ('dad de' ('sc' grupo no sup('ra los quince años,no pued('s valorar la J{raV<'dada pa...ir del silencio, porquec'stamos ('n d terreno d(' la adoksn~ncia. Si a los adultos yanos ("u('sta formarnos 1111niterio sobre la J{ravedad de eual-qui('r inddc'nt('-nléil ('s la J{ravedad de una imprudencia,la w"av('dad de 1m nimen-. ("Úmo no van a tardar en reae-donar unos adol('sn'JH('s de cuarto dc>ESO.

¿Qué dc~h("de haher pasado al otro lado de la pared? Esun silenc"io ex(:esivamc'lIlt. larJ{o. Ahora oigo que la profe-sora vuelve a d('('ir alJ{o. pero hahla tan n(~jo que no puedoc'JHenderJa.

Se abre la puerta (le- un aula. Ahora oigo en el pasillocÓmo fernwnta el rumor d(~ntro de la clase. Se eleva pro-gresivamente, como una oleada: movimientos de sillas, al-gÚn J{rito, alguna risa. Marta (:odina ha salido.

Christian es Christian Martínel.. Soy profesor de LenguaCastdlana de ese chico. Es ulla buena pieza, lodos los pro-fesores le conocemos.