ii las huellas iniciales - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este...

65
II LASHUELLASINICIALES

Upload: danghanh

Post on 21-Oct-2018

221 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

II

LAS HUELLAS INICIALES

Page 2: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de
Page 3: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

EL ALMIRANTEDE LOS TORMENTOS

J oder, el infortunio es mi sino! La intrigacortesana rige los destinos de la gente bien nacida. Hesido despojado de todos mis honores y títulos . De unplumazo dejé de ser Almirante, Virrey y GobernadorGeneral destas islas, destas tierras, destos maresdescubiertos y ganados para Vuestras Majestades . Hedado con mis huesos en la cárcel en pago de misservicios a Dios y a la Corona Española. Se meatribuyen y perdonan pecados que no cometí y ahora,por fin, he vuelto a la mar, a las Indias, en busca delestrecho natural que llevará a nuestras naves a Cipan-

go viajando de este a oeste. Bastidas, el escribano,merodeó, antes que yo, las tierras del poniente, con tanbuena estrella que hoy gasta la fortuna de sus rescatesen líos judiciales con el comendador, Francisco deBobadilla, mismo que envióme encadenado a España .¿A qué deidad debo atribuir mi mala suerte, la que me

75

Page 4: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

acompaña como una segunda sombra desde que salíde Cádiz? ¿A quién culpar de mis fracasos? ¿Cómojustificar tal descalabro ante mi Señora Reina? Deboargumentar cautelosa y convincentemente para evitarque caiga sobre mí la tanta maledicencia de quienesaspiran a desplazarme, ocupar mi lugar y heredar lasgrandes ganancias que esta empresa de las indiassupone. ¡Por los cuernos de Saturno, lo proclamaré alos cuatro vientos : no son los humanos destas tierras,tan primitivos y sin curialidad, los gestores de mistantos fracasos sino los elementos! De mi puño y letrase sabrá, y no de oídas, que esta zona de la mar es dedura navegación y causa de mis desdichas .

Sí, catorce días con sus noches soporto tormento-sos vientos refugiado en Bastimentos . Salgo de allí conmis ciento cincuenta hombres cuando aún el mar noaplaca su ira . No avanzo mucho porque, ¡hostias!, elviento y el gran oleaje vuelven a exturbar nuestrosnaves, obligándonos a volver y encontrar, por fin,refugio en el puerto del Retrete . Quince días estamosen este sitio soportando las crueldades del tiempo, todaclase de alimañas y el malhumor de la tripulación queno cesa de maldecir, de cagarse en Dios yen su capitán,que tal soy yo . Al reiniciar viaje, unas pocas leguasadelante, se vuelve la tormenta con tanta o igual furiaque al principio, acelerando mis fatigas y mis males . Lallaga de la pierna se me irrita tanto que parece que vaa reventar como un odre viejo . Fea la veo. Todos meconsejan . Mi hermano Bartolomé opina que no deboalejarme de la costa hasta que la tormenta se apacigüe .

76

Page 5: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Mi hijo Fernando, que es ya todo un hombre, no seaparta de mi lado y se aferra a los mástiles cual grumetecampeador. Las olas son altas y el viento sopla en todasdirecciones . Nunca en mi vida de navegante vide cosatal, odisea digna de Ulises . Los truenos exuberan. Losrelámpagos iluminan la noche y el agua parece herviren una gran caldera. Todos creemos que las tablas ymástiles van a ser sacados de sus sitios y que de estanadie nos salva . Del cielo cae tanta agua que es comopara llenar otro tanto de mar como éste, en el quenavegamos a la buena de Dios y del Diablo . Latripulación sigue cagándose en todos los dioses delcielo y de la tierra, y en el capitán, que soy yo, mientrasel señor sacerdote en su litera, rodeado de chupalám-

paras, chorreado, más pálido que una churra, rezapadrenuestros desaforadamente . Casi sin poder regre-so a Puerto Gordo para reparar las naves, y vuelta aponernos en camino . Enfilo rumbo a Veragua, acontraviento, pujando en contra de la corriente que nocesa. Pero ya yo y los demás estamos hasta las naricesde tanto avasallamiento de los elementos naturales .Por eso, cuando veo que la tormenta vuelve a cobrarfuerza, rápidamente ordeno arrimar los navíos a lacosta y esperamos . Estoy en puerto por los días deNavidad, harto de todo, comiendo morondanga, pesca-dos, carnes de cacería de tierra adentro y extrañasraíces pasadas por agua caliente de la que se alimentala gente de estos lugares. Después de año nuevo meecho a la mar con los carcamanes que aún tengo y llegoa Veragua, como bien recuerdo, el Día de Reyes . Atraco

77

Page 6: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

a la salida de un río apacible, de aguas transparentes,de poca hondura y de confiable cariz . Hago prepararuna tisana, de la que bebo con satisfacción, y pongoungüentos a la llaga de mi pierna que, gracias a Dios,pierde poco a poco la coloración rosada y tiene costrasaludable .

Mucho llueve, que al parecer en esta tierra nuncahay estación seca, impidiéndome a mí y a los hombresque me acompañan incursionar, como quiero y es mideber, el territorio . Tengo tiempo, cuando a vecesescampa, de ver las maravillas del paisaje . Nunca videtanta variedad de verdes ni tanta coloración en elplumaje de las aves . La selva, también aquí, se aprietacomo un puño, como diciendo «no entrarás en misdominios bellaco», y de ella, por la noche, salen extra-ños cantos y rugidos de fieras, y también vense ojosbrillantes ir de un lado a otro, como lampadóferos,observándonos. Los indios se ríen del temor de los deCastilla y Aragón. Un día traen de la playa unosinsectos que irradian su propia luz y los enseñan congran contentura dellos y asombro de todos . Nos hablande ciudades muy ricas, muy pobladas, y muy cerca, ytodos estamos llenos de ilusiones y con apuro deencontrar el estrecho para llegar a Cipango, a la India,a la tierra de las especies . «Juro que a diez jornadas deaquí debe desembocar el Ganges», le digo a Fernandopara devolverme la confianza más a mí que a nadie enmedio destos desastres . Un mes entero pasa antes deque, a tanta insistencia, permita a Bartolomé salir conuna patrulla de sesenta hombres a explorar el territorio

78

Page 7: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

y, ¡rediez!, que es buena idea : a unas pocas leguasencuentran minas de oro . Desde un punto alto exami-nan la región. Y los indios que los acompañan les vanindicando en donde, lejos, hacia el poniente, hay oro enabundancia tal que puede dejar boquiabierto al máscodicioso de los hombres, hasta el mismísimo Rey deEspaña. ¡Joder, que todo resulta una farsa! ElQuibián, el señor de estas tierras, con el propósito deecharme tierra en los ojos y alejarme dellas, instruye alos guías para que me den pistas falsas y emigre a sitiosmás alejados de estos contornos . Ellos mismos, gana-dos por el vino, que buenos bebedores son los bellacos,por los regalos y por las muestras de amistad que lesdispenso, como hijosdalgo del mismísimo Balaam, medicen la verdad . Toda. En estas tierras hay tanto oroy de tan buena calidad que no vale la pena, por elmomento, avanzar hacia el poniente . Eso puede espe-rar. Remonto río arribay trabo amistad con el Quibián,que resulta ser más resbaloso que un gitanillo en feriade cristianos. El muy canalla no desdeña mis regalos .Hasta bebe de mi vino el muy redomado patán . Decido,de todas maneras, quedarme . Esto aquí se llamaráSanta María de Belén, digo a la soldadesca y bebemosvino y celebramos . La sola idea de volver a las tormen-tas y encallar en algún sitio remoto me pone la piel degallina. Construimos una empalizada y viviendas paramorar por buen tiempo. La amistad dura poco . Hayroce entre mis hombres y la gente del lugar . A los míosles da, como buenos castellanos, por folgarse a lasmujeres de por aquí, que flojas de culo son, comerse las

79

Page 8: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

aves y animales de corral, arrebatar de mala manera eloro a los indios . Entonces el tal Quibián decide quemarnuestras barracas y matarnos a todos . Bartolomé, quees hombre de acción, y que tiene espías entre los indios,se le adelanta, lo toma preso . También captura a todassus mujeres, hijos y criados . Pero, el muy bribón searroja de la lancha en que se le lleva y, más raudo queun pez en pos de una lombriz, escapa. Logramos, sinembargo retener a sus hijos y darlos a un maestro denavío para que le sirviese en las carenaduras .

No nos da respiro el mentado Quibián . Quemanuestras viviendas, nos ataca sin piedad en los bajeles .Algunos de los que logramos capturar y encerrar en lasbodegas de los navíos se suicidan . Es algo a lo que nole encuentro explicación. ¿Por qué ese desdén tanextraño por la muerte? La hostilidad es tal que decidosalir de estos parajes cuanto antes . No puedo. Seforman bancos de arena y la boca del río se cierra . Losnavíos no flotan, están todos bromados, agusanados,los clavos oxidados se desprenden de la madera, loscascos filtran agua. Logro sacar tres dellos sin ningunamercancía adentro, desfogonados, y cuando regresanpor agua y sal, la mar se agita, crece, cierra aún más laentrada del río y no los deja salir. Quedan atrapados .El tal Quibián, señor de estos parajes, saca ventajas deesta adversidad . Desencadena ataques arteros . Sushombres llegan de todas partes, con tales aullidos,insultándonos en su lengua materna, clavando susdardos y lanzas a los nuestros, haciendo carnicería talque casi nadie queda para contar el cuento . Allí muere

so

Page 9: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Bartolomé, mi querido hermano, y otros que habíadejado en el pueblo de Belén al cuidado de los haberesde Sus Majestades. Yo, atrapado en la playa, fatigadoy con fiebre, la llaga de la pierna supurando, y sinungüento a mano, sin vino, sin viandas, cagándome enDios y en todos los santos por tan grande infortunio, sinhermano, sin navíos, no puedo socorrerlos y me veo alborde de la tumba. Gracias a Diego Méndez, mi leal ycorajudo amigo, pude salvar a muchos de los quehabían quedado atrapados, sacándolos en pequeñosgrupos . ¿Por qué Dios se ensaña conmigo? ¿Por quésomete a tan humilde mortal a pruebas tan amargas?No hago otra cosa que serviros, a Él y a VuestrasMajestades, extendiendo sus dominios, llevando supalabra, cristianizando herejes . ¿Por qué, entonces?Este Quibián, tan ignorante persona, que apenas cu-bre sus partes íntimas con poco tejido, a quien propon-go amistad, a quien colmo de halagos e invito a mimesa, con quien comparto el vino, nunca pudo disimularsu arrogancia y resentimiento . ¿Por qué ese odiorepentino? ¿Por qué nos ataca con tanta saña? Desdeel primer día que lo veo, como Jesús, pienso : «esteindio, antes del primer canto del gallo me traicionará» .La mala intención se cuela por sus ojillos rasgados ; sedesfoga en sus movimientos elásticos, en la maneracomo ordena a sus súbditos con sólo mirarlos . Cuandoescupe al suelo (siempre escupe) siento el salivazo enmi cara.

Nada puede ya borrar mi desencanto y tristeza .Pasados los nueve días de la matanza y de la irremedia-

81

Page 10: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

ble pérdida de mi hermano, la Naturaleza atempera susexabruptos, mas no mi llanto. Reuno a la gente que,como puede, llega a la playa. Muchos deben andar enextravío o amancebados como animales con las herejesde esta tierra de hontanares . No los culpo. Hembrascon tetas tan grandes, tan desprovistas de pudor, noencontrarán en otra parte del orbe . Morirán, sin duda,en pecado mortal y en gracia del Diablo . Los abandono,pues, y me hago a la mar con mis naves destartaladas,cogiendo agua por las junturas, zozobrando a cadagolpe de ola, apesadumbrado por las riquezas aban-donadas en Belén y por el ánima de mi hermanoinsepulto y sin comunión que vagará por esa selvashasta el día del Juicio Final . Mas, ¿qué otra cosa puedohacer? Vuestras Altezas ignoran mi paradero . Seríainútil aguardar un rescate de quienes pululan porestos vastos territorios sin cartas de navegación, sinmapas, orientados sólo por sus instintos y ambicióndescomedida. Llego a Belpuerto y hago otro tanto :abandono parte de las pocas cosas que todavía trans-porto. Sin barcas, sin bastimentos, lleno de pesarespor tantas vidas idas, llagado, enfebrecido, arribo aMago y luego me dirijo directo a la Española. Otra vezme alcanza el infortunio . La mar vuelve a encresparsey busco refugio en una isla de las tantas que abundanpor aquí . La azotina es tan grande que pierdo tresanclas, se rompen las amarras de otro navío que esarrojado contra el mío, casi matándome el bauprés quedio contra el ojo de buey . Viene la bonanza a los seisdías, cuando la pérdida es total, los navíos llenos de

82

Page 11: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

huecos y la gente, ya convencida de que he dado debruces con una tierra de maldición, cagándose demiedo. Todo esto lo sabrá Mi Reina a su debido tiempo,de mi puño y letra ¿De mí que pueden decir losintrigantes allá, en las cortes, o en los sitios ya aman-sados de las islas, todos a buen recaudo, con nuevasservidumbres, administrando minas, afanados en losenriquecimientos fáciles, viviendo del sacrificio y de lagloria de los que arriesgan su vida en pos de nuevasrutas y nuevos descubrimientos? ¡Mal rayo parta a donFrancisco de Bobadilla si nuevamente osa llenarme decadenas e indispone a ojos de mi Señora Reina . Llego,pues, a otro sitio más seguro de la misma isla y, al cabode ocho días, vergas en alto, lárgome a Jamaica . Sientoque cuanto más me acerco a Castilla más me alejo delinfierno .

83

Page 12: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de
Page 13: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

EL SEÑOR DE VERAGUA

U na pequeña cascada ahoga la bullangay parloteo de los titíes, loros y guacamayas. Algo, másallá de donde sopla el viento, más allá del último cerro,más allá de las gruesas nubes que arrastran las ganasde llover hacia el sur, cancela el juego de dos niños quejuegan a jugar debajo de la sombra de un cortos . ¿Quées? ¿Dos garzas emergen del horizonte de las aguas?No están seguros de saber de que se trata. Nunca hanvisto algo semejante . Urracá, el señor de Veragua, saleal escuchar la gritería . Sobre sus ojos cae un velo detristeza. Sabe. No tiene que preguntar. Son ellos .Llegó la hora. Corre bordeando el cauce de piedras delriachuelo hasta la cima del cerro, al miradero . Latierra, bajo sus pies, está pelada, compacta, apisona-da, agrietada, polvorienta, envejecida de tanto esperar .Desde allí percibe todos los días, desde que era niño, elmar de los caribes . Encaramado en los hombros de supadre, en ese mismo sitio, vio atracar a la naves,

85

Page 14: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

remontar el río y permanecer más de un inviernoexplorando la comarca y destripando a la gente deQuibián. Los mensajeros trajeron las noticias : "bus-can oro, saquean, matan" . Alguna vez los imaginó ensus sueños de niño como dioses que bajaban del cielovomitando fuego por los ojos . Un día, también, los viopartir. Su padre, antes de morir, le dijo "ellos volverán" .Allí los espera desde entonces . Ahora, por fin, regre-san. Observa a los navíos empujados por el viento. Noson naves tripuladas por dioses, como imaginó hacedieciocho inviernos, la gente de la costa . Conoce lahistoria . No bajaron del cielo . No vomitan fuego por losojos . Son hombres de carne y hueso y tienen costum-bres extrañas. Les gusta matar . Adoran a un Diosguerrero que tiene tres vidas . Es un viejo con barbasblancas . Es un hombre que agoniza en una cruz . Esuna paloma. Es padre e hijo al mismo tiempo, ytambién paloma que brilla como un sol . Es un Dios quemurió . Tres días estuvo muerto y volvió a la vida, estáen todas partes y nadie lo ve porque es invisible. Es unDios que se come . Lo encierran en un pan y lo dan decomer a los hombres. Es todo lo que sabe . Es un Diosdespiadado porque manda a matar a los que no loadoran o no le entregan oro y comida a sus soldados .Sabe también que de nada vale que a los extranjeros seles reciba con amistad, se les convide a comer, se lesden obsequios, porque cuando están hartos y satisfe-chos sacan sus espadas, matan a todos o se los llevana trabajar a sus minas y labranzas . Ha oído lashistorias . Todas . Dieciocho inviernos lleva escuchan-

86

Page 15: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

do a los que llegan de las tierras bajas huyendo de lasespadas desbarrigadoras, de las bestias de cuatropatas que montan hombres vestidos de hierro, de losperros que comen carne humana . Allí, en su comarca,se quedan a vivir los que huyen . Les pregunta. Pidedetalles . ¿Cómo son los palos que arrojan fuego por laboca? ¿Atraviesan nuestras macanas sus camisas dehierro? ¿Duermen? ¿Sangran? ¿Tienen tripas? ¿A loscaballos se les puede matar? Desecha las especulacio-nes. Quiere saber. Por eso sabe . Por eso supo desdesiempre que algún día llegarían a su tierra . Hacedieciocho inviernos los espera .

Urracá, el señor de Veragua, manda mensajes a loscaseríos vecinos . Organiza, en la sierra, la asamblea deseñores más grande de la que se tenga memoria hastaentonces . Los Libas vienen de las lomas y los llanos delnorte y del sur, del este y oeste. Las mujeres preparantamales, boniato y malanga a la brasa, carnes de cerdo,pavo, conejo, venado, peces de río. No habrá chichaesta vez. Sentados en semicírculo, atrás las mujeres ylos niños, el estruendo de la selva silenciosa: hasta lascigarras guardan un silencio respetuoso cuando Urra-cá explica. Olviden sus rencillas, les dice . ¿A qué vienedisputar por un miserable árbol de mamón si el que dela mar llega se quedará con vuestras vidas? Tenemosque pelear para defender la tierra . ¿Acaso permitiránque tomen a su hijos para matarlos de tristeza en lasminas? ¿Les vamos a entregar a nuestras mujeres?Algunos jefes miran el cercano porvenir, reflexionan,dudan. ¿Qué pretende este joven guerrero? ¿Y si de

87

Page 16: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

veras son hijos de los dioses? No quieren exponerse, Esuna decisión muy difícil . Con enemigo poderoso esmejor tener pacto de amistad, dice uno, al que llamanBaté . Te traicionarán, responde Urracá . Le damos loque vienen a buscar para que se vayan y nos dejen enpaz. No se irán, asegura Urracá. Nos matarán a todos .Lo harán de todas maneras si no peleamos, insisteUrracá pateando la tierra bajo sus pies descalzos .Durante tres días y dos noches los hombres discuten,trazan planes, asumen responsabilidades . Siemprehan vivido en comunidades dispersas, peleándose en-tre sí, disputando por cotos de caza, fuentes de agua,pesquerías. Por primera vez están todos juntos, reco-nociéndose iguales, analizando el futuro de sus vidasahora que, por las laderas, a cinco días de camino, subela muerte en la mirada de esos hombres de piel pálida,peludos, olorosos a berrenchín . Las viandas se agotan .Urracá da la orden a sus jóvenes guerreros para quesalgan a cazar y mantengan abastecida la despensa .Imposible prever cuánto puede durar la contienda : unasalida del sol, un invierno o todo lo que queda por vivir .Nadie debe irse antes de que la estrategia para la guerrasea ventilada y cada uno sepa los deberes que tienenasignados. Diez son los dedos de las manos . Diez sonlas cosas que todos deben recordar . Uno: la comidadebe estar garantizada para los que van a la guerra .Dos : se debe evitar que los invasores tengan posibilidadde obtener abastos en las cercanías . (Ocultar la comidao quemarla antes de entregarla al enemigo .) Tres : losviejos, las mujeres y los niños deben procurar sitios de

88

Page 17: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

labranza secretos, inaccesibles para los invasores y endonde puedan sanar los heridos . Cuatro: las mujeresy los niños no deben dejarse capturar para evitarchantajes . Cinco : las armas también deben fabricarsey esconderse en sitios secretos. Seis: hay que sacarveneno de ciertas hojas para envenenar la carne que searrojará a los perros . Siete : no se debe pelear en losllanos sino en terrenos quebrados para inutilizar a loscaballos; y en los ríos para que los extranjeros tenganque despojarse de sus camisas de hierro y los dardospuedan traspasarlos. Ocho : ellos tienen que buscar-nos . Nosotros los esperamos y escogemos el terrenopara la pelea . Nueve : escapar a tiempo y fijar un puntopara reorganizar el contrataque . Diez: si peleamosganamos aunque perdamos . Si no peleamos no mere-cemos vivir. Es Urracá el que habla . Es minucioso .Vigila cada detalle . Nada deja al azar . Por primera vezla mayoría de los tibas, hombres curtidos, que hansaboreado la derrota en las planicies, que fueronosados y cobardes a la vez, que escaparon de las minas,que llegaron del Darién o de Pariba huyendo a lasespadas, las ballestas y los arcabuces, vislumbran laposibilidad de enfrentar con éxito a los extraños, handejado de lado viejos enconos de casta y disputasterritoriales, y al caer la tarde de ese día dan vivas aquien les habló con el corazón de cosas tan sencillascomo coraje, amistad, esperanza, victoria. Todo estádispuesto . Alguien corre a avisar : los invasores estána tres días de camino. Urracá, el señor de Veragua,hace dieciocho inviernos los espera .

89

Page 18: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

El licenciado Gaspar de Espinosa, cuyos berganti-nes han echado ancla en las costas del norte deVeragua, avanza afanosamente a través de la selva consu peonada. Los emboscados, ocultos en el follaje, nolos pierden de vista. No van los de España al frente delos invasores. Indios de la servidumbre, espías, carna-da, marchan adelante. La orden es aguardar hasta elúltimo minuto. La sorpresa cobra las primeras vícti-mas . Una lluvia de dardos cae sorpresivamente sobrelos que vienen, sin saberlo, a su encuentro . Relinchanlos cuadrúpedos, resbalan sobre las piedras húmedas,se enredan en los herbazales . Los de Urracá aprove-chan el desconcierto, salen de la espesura con lanzasy macanas, exploran entre las grietas de las armadurasla densidad de la carne castellana. La sangre es roja,salpica, fluye, mancha, se coagula. Es bueno saberlo .¿De dónde le viene la tal furia a los emboscados?¿Algún rencor remoto los induce a tan violenta embes-tida? Hay varias bajas entre los invasores . Tambiéncaen los primeros indios con las tripas afuera. Los deUrracá son más, pero las armas de los españoles, enmanos diestras, causan estragos irreparables . Estána punto de morir todos los de España, más por la talcantidad de hombres que sobre ellos cae que por laeficiencia de las armas, cuando, atraídos por la voceríade la batalla, acuden soldados de Hernando Soto,capitán de Francisco Pizarro que por aquellos parajesanda, a reforzar al licenciado Espinosa. El Dios que secome y que tiene tres vidas es poderoso, está en todaspartes, protege a los suyos, no hay duda . Los embos-

90

Page 19: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

cados, sorprendidos por el ataque inesperado a suretaguardia, se repliegan, buscan refugio en el monte,se reagrupan en las márgenes de un río de aguasmansas. Espinosa agradece a su señor Dios la bonda-des que sobre ellos derrama, sacándoles de aquelpercance, y aprovecha la noche para emprender laretirada . Es hombre de honor, siente la vergüenza dela derrota mientras se escabulle aterrado rumbo a lacosta, a la seguridad de los navíos . Urracá sigue a losque huyen, los embosca en un desfiladero, mas ya nohay sorpresa y las armas de metal y las ballestas logranperforar el cerco de los guerreros desnudos . Por cadaespañol que muere o cae herido, Urracá ve morir aveinte de los suyos . Mas no pide clemencia ni sus ojosse mojan de lágrimas . Al contrario, ataca una y otravez. No les da un minuto de descanso, lluvia de flechas,arrojan sus hombres desde la espesura, y van losespañoles dando tumbos hasta la playa, que es terrenollano, y en donde se les deja en paz para que abordensus navíos. Urracá, desde un cerro, los ve zarpar . Hacedieciocho inviernos esperaba este momento .

2Buenas razones tienen los de Castilla y Aragón

para tomarle tamaña ojeriza al señor de las sierras deVeragua. El colmo era que no había llegado Gaspar deEspinosa con sus hombres a Natá y ya la noticia delfracaso de sus correrías por las tierras de Urracá secomentaban en Darién y del otro lado del océano .Seguro que eran el hazmereir en Santo Domingo y en

9 1

Page 20: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

las cortes españolas, que troteros oficiosos en esta vidano faltan . No era justo que tan ignorantes cosas sedijeran en todas las tabernas de tierra firme, en con-ventos y conventillos, o que por lo bajo bajo se pensa-ran . ¿Acaso no sabían que saliendo de tierras deUrracá, recuperados de la fatiga y de los daños a lacarne, cayeron sobre la Isla de San Matías y la comarcade Burica arrasando y quemando todo cuanto a supaso encontraron para satisfacer las condolencias delespíritu, reconciliarse con sus muertos y con su propiavergüenza y, de paso, tomarse un poco del oro que lesobra a los salvajes? Sin embargo, más que laderrota, porque pocos hombres eran los que iban enaquella expedición, al escribano Espinosa le preocupael mal ejemplo . ¿Cómo influirá en esas comarcas saberque un salvaje, que apenas cubre sus genitales coninsano retal, dióles tan contundente golpiza que ape-nas si pudieron llegar a la playa, desamarrar losesquilfes, saltar a los navíos, levar anclas, izar velas yecharse a la mar como ánima que se la lleva quien sela trajo?

En tierra de Natá, donde después de la jornada sehan establecido, el licenciado Gaspar de Espinosaindaga por el señor que mora en las sierras . "Urracá",dicen los viejos que se llama . ¿Por qué habita en laslomas y no cerca del mar? "Es un venado joven", lecontestan, ¿De dónde vino? "El es de maíz, no vino niva a ninguna parte, está, eso es todo", le responden losviejos sin parpadear. No pudo, en el fragor de la batalla,distinguirlo de los otros . Sin embargo, lo presintió .

92

Page 21: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Ahora lo sabe y sabe que pudo matarlo. Lo vio, teníaque ser de todos el más espigado, el que desplazaba suesqueleto como un felino entre las espadas españolas,el que más bien parecía danzar rodeado de extrañosescuderos, de pechos desnudos, que formaban unabarrera a su alrededor durante todo el tiempo que duróla batalla. Estuvo tan cerca, coño, pero movíase comovértigo en mar respingado.

"En las tierras del señor Urracá el oro sale de losmanantiales", dicen los viejos pensando que así aleja-rán a los extraños del lugar e irán con su música,mosquetes, arcabuces y ballestas a otra parte . Pasa loopuesto . El licenciado Gaspar de Espinosa, escribano,Alcalde Mayor del Darién, decide permanecer en Natá,poblar, hacendar, incorporar a todos los indios dellugar ya derrotados a la servidumbre de los españoles .Tendrá una base de operaciones en las faldas de lasierra donde mora Urracá : siervos, haciendas, abaste- cimietos, todo lo necesario para la guerra y el saqueo de

los territorios vecinos . Espinosa comunica a Pedra-rias su propósito : "porque el oro abunda en laslomas que da contento" . El viejo gobernador noquiere perderse por nada del mundo la fiesta y pidea Espinosa que marche en su busca a Panamá .Francisco Compañón, un capitán del escribano, quedaal cuidado de campamento, en el caserío de Natá,con cincuenta hombres bien pertrechados, molestoporque en vez de caballería de hidalga estampa ledejan, para su desconsuelo, dos yeguas pedorrerasy, en tiempos idos, paridoras .

93

Page 22: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

La diferencia está en las armas dice Urracá, bajo lasombra del corotú . El rumor de la cascada y la griteríade los niños en el cercano caserío no perturba a losguerreros . Una armadura, con todos sus arreos, esexaminada una y otra vez . La espada, capturada alenemigo, pasa de mano en mano, la examinan, tocansu filo, entremezclando los sentimientos de admiracióny repugnancia. En cambio la pistola, allí en el suelo, nose les parece a nada que antes hayan conocido . De losllanos les han avisado que Espinosa, con la mayoría desus soldados, marchó a Panamá y que solamente unoscuántos quedan en las tierras de Natá . Es una opor-tunidad que no están dispuestos a perder .

Bajan de las lomas y casi á medianoche sorpren-den a la guardia. Son tres . Matan a uno . Toman presoa otro . El tercero escapa y arma una gritería de padrey señor nuestro que ni las gallinas en varias leguas a laredonda pudieron seguir durmiendo. El mismo, en-valentonado por sus propios gritos y con el apoyo de losperros, alcanza a la patrulla intrusa, mata a más deuno y libera a su compañero que más pálido que yesoen agua tibia corre a su lado . "Deben ser muchos", ledicen a Compañón que, ni corto ni perezoso y pocoafanado en correr riesgos innecesarios, se atrincheraen el poblado y envía en sendas misiones á HernandoSoto y Pedro Miguel para solicitar ayuda a Pedrarias . Elcerco que Urracá va estrechando con gente que baja delas lomas y los alrededores está á punto de cerrarsesobre el campamento de Campañón, cuyos abasteci-mientos ya están agotados, cuándo atraca en la playa

94

Page 23: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

un navío que enviara Pedrarias, bajo el mando deHernán Ponce, con una cantidad de hombres queUrracá no puede precisar y que lo obligan (viendo queestán en planicie, lo que favorece a los extraños) aordenar el repliegue a las montañas . Pedrarias, quellega en otro navío, ordena a Francisco Pizarro aseguirlo y, al otro día, personalmente encabeza unapatrulla. Cómo no va a encabezar el ataque quien tienela gloria de ser el vencedor de Granada y Africa, aunquetodos allí, secretamente, le llamen viejo decrépito,¿ah?, ¿ah?

En las estribaciones de la sierra, en tierras delseñor Esquegua, en un camino de difícil acceso, pedre-goso y quebrado, ubica Urracá gran cantidad de lossuyos armados de arcos y flechas, macanas, hondas,piedras de río, tirabeques y las puras manos . Muytarde se da cuenta Pedrarias que el terreno no le esfavorable, mas no puede volver ancas, y tiene queenfrentar el hostigamiento con no menor furia parasalvar la vida y sacar a los suyos del atolladero . Lapelea se prolonga durante todo el día y aunque losespañoles tienen mejores armas no pueden, como decostumbre, masacrar a quienes le salen hasta dedebajo de las raíces lanzando gritos espeluznantes ydardos a diestra y siniestra, parapetándose detrás deriscos y troncos a medio podrir en las hondonadas .Sólo al caer la tarde, cuando pueden establecer pru-dente distancia y disparar sus mosquetes, logran alejara sus atacantes . Esa noche, replegados en un círculoapretado, turnándose para dormir, algunos de los

95

Page 24: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

españoles tienen el presentimiento de que les ha llega-do la hora. Las ranas croan y la luna, fija sobre el cielodel oeste, redonda como un queso valenciano, proyectasombras infernales en las copas de los árboles . DonPedro Arias de Ávila, El Decapitador, siente tal cansan-cio que piensa que no no verá la luz del día . Semidormido,con dolor en todas las coyunturas. la cabeza en repososobre la montura del caballo, sueña esa noche con lacama de su casa de Segovia en donde hace más de milaños creyó desvirgar a Isabel de Bobadilla.

3Hace cuatro días (toma y daca que siempre se sabe

cuando empieza pero no cuando acaba) que la peonadade Pedrarias persigue por las lomas de Veragua a lagente de Urracá . Tarde comprende aquél, a quienestodos llaman El Decapitador, que tales lomas no son debuen talante para quienes hacen la guerra enjalbega-dos, sin abastecimientos ni jornadas de descanso,salvo en las noches, sometidos a una tensión del mismoDiablo porque toda la selva, llena de ruidos, insectos ybicharacos parece conjurar en su contra . El salvajehace una guerra de escaramuzas, no convencional,dice a sus capitanes. No ataca de frente, no da la cara,lanza dardos y piedras desde la espesura, escapa, atraea los nuestros a sitios en donde pueda emboscarlos confacilidad y caer sobre ellos en montonera . Pizarro,Albítez, Compañón y Soto sugieren, con delicadeza,una retirada temporal, organizar la campaña con ayudade indios amistosos, cristianizados, "sin tanta impro-

96

Page 25: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

visación gobernador, porque se están perdiendo mu-chas vidas y los hombres están cansados" . Ya estamosaquí, dice El Decapitador, prendámosle .

Urracá instruye a dos voluntarios para que, fin-giéndose extraviados, se dejen capturar por los espa-ñoles, los engañen y conduzcan a una celada. Lemolesta que tengan que caer hasta diez hombres de lossuyos para reventarle la crisma a un solo soldadoespañol . Es un intercambio desigual . Sin embargo,cada uno de ellos que muere es irremplazable, piensaUrracá. Y él, en cambio, puede mover a centenares dehombres que siguen llegando de ambas costas de losmares, que traen sus armas, su comida, sus muchasganas de pelear. Tiene esa ventaja y la aprovecha :puede reemplazar en un abrir y cerrar de ojos amuertos y heridos, a los que se fatigan o abandonan lalucha. Piensa que ha sabido conducir la guerra condiscreción y buen tino . No sacrifica hombres en vano,estimula a cada cacique para que tenga iniciativas y nose sienta en minusvalía frente a los demás, pidevoluntarios y examina personalmente los detalles decada misión . Antes de que los dos voluntarios seencaminen les da a beber un trago de chicha de maízfermentado a cada uno y con el resto les empapa la piel .Háganse los ebrios, les dice .

Los corredores capturan a dos indios que vagan sinrumbo, semipedos, por un extraviado camino de laselva. A rastras, amarrados por el cuello, aperreados,los conducen directamente a la choza en donde Pedrariastrata de recuperar las fuerzas tomando tisana de

97

Page 26: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

hisopo, masajándose los pies con el mejor ungüento dehierba callera traída de España . Pizarro se ocupa,rápidamente, de traer a los traductores . "Urracá llevamucho oro en las talegas y tiene más bajo tierra, en laraíz de un árbol grande a orillas del río Atra" . ¿Dónde?"Allá" traducen los del llano y señalan con el índicehacia un lugar remoto de las montañas . Diego Albítez,en cuyos ojos se percibe la avaricia como un destelloazulado, al mando de cuarenta hombres con suspertrechos, sale empós del señor de Veragua, llevandocomo guía a los dos presos que, al parecer, . del espantohan extraviado la borrachera. Al llegar a un tollón, amedio día de camino, reciben la pedrea y el más grandesusto de sus vidas . Desenvainan sus espadas ydisparan los arcabuces, mas no ven a nadie y sóloescuchan pavorosos gritos en su entorno, Ninguno deellos atina a hacer otra cosa que no sea huir, pierdenalgunos hombres en el desorden de la retirada y nohubo uno solo, en aquella ocasión, al que no le fueserota por lo menos la canilla o la testa . ¿Cómo os habéisatrevido a regresar sin él, increpa Pedrarias a Albítezfuera de sí, tomad otros sesenta hombres y salid abuscadle . "Era una trampa", intenta explicar inútil-mente el capitán que, viendo velos de vesania en losojos de El Decapitador, no puede evitar que por sucabeza cruce, como un relámpago, la imagen desca-bezada de don Vasco Núñez de Balboa en la plaza delmercado de Acla. Suben a estivón los de España empósde Urracá y traban combate en la parte más angosta deun río. Allí, tal como lo sospechó Albítez, eran esperados

98

Page 27: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

y se les zampuza. Y aunque matan a varios y hieren amuchos no pueden sacarse de encima a los que le salende todas partes gritando, arrojando flechas con puntasde pedernal, piedras de río que más bien parecen piezasde artillería. Se afanan ambos bandos por sacar lamejor partida y luego, como puestos de acuerdo, másfatigados que otra cosa, se repliegan a sacar cuentas delas bajas, desacalorarse, reponer fuerzas y planear lospróximos asaltos . Así lo hacen una y otra vez durantedías hasta que (enterado el señor de Veragua quePedrarias, harto de esperar por su cabeza envuelta enhojas, lanza a todos sus capitanes y peonía a perseguirle)ordena el repliegue a las montañas . Más por venganzaque por otra cosa, los de España organizan desagui-sados, perrerías y asaltos a los poblados de toda lacomarca: roban, matan, apresan, violan a las mujeresy reducen a cenizas las chozas de los indios que, paraevitar ser capturados, escapan a la sierra despoblandolos llanos .

Pedrarias toma la decisión de poblar Natá porquehay muy buenos sitios para labranza y ganadería . Elviento es cálido y seco, saludable, sin aromas miasmá- ticos y enfermos como los que se respiran en Panamá.

Anchos ríos, de aguas claras y turbulentas, bajan delas lomas y fertilizan la pradera . El maíz crece sano yrobusto . Muchos frutos da la naturaleza sin que nadietenga que andar cuidándolos . Y lo más importante, noson rumores y como queda establecido por la experienciade los despojos, hay mucho oro que arrebatar de losbolsicos de la indiada, de los ríos y de las minas . Hace,

99

Page 28: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

pues, Pedrarias los repartimientos y las encomiendas,de acuerdo con las normas del coloniaje y de la guerra .Los soldados, en pago de sus sacrificios, reciben lastierras, cuya mensura se toma (mientras no haya otradisposición) a partir de un punto fijo de vecindadpreviamente acordada hasta donde alcanzare la vista.En estos repartimientos se incluyen a los indios que enla tierra habitan, más los capturados y los que mani-fiesten voluntad de servidumbre por miedo a ser des-tripados, para que les sirvan como a caballeros, que deahora en adelante son . Los que moran en estoshaciendas deben servir a sus señores, obedecerles entodo, hacer labores de cultivo, de guerra si fuerenecesario y todo lo que por y para su bien se requiriese,como súbditos que son de Sus Majestades Imperiales .Los señores, en cambio, tienen el deber de velar por elalma de sus siervos . Su deber es bautizarles y cris-tianizarles, dándoles con ello, la salvación eterna y unlugar en el cielo cuando Dios, nuestro Señor, losreclame . Estas indicaciones da Pedrarias a DiegoAlbítez, quien queda a cargo del asentamiento deaproximadamente cincuenta vecinos españoles, losque no sólo hacen buenas las palabras del gobernadorde Castilla del Oro sino que van mucho más alláexigiendo, como buenos advenedizos, más que respeto,adoración .

La guerra con Urracá, el señor de Veragua, se hacemás intensa. Los españoles a menudo rastrean laslomas, siguen a los que escapan de la servidumbre,queman poblaciones, torturan sin misericordia a

1 00

Page 29: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

quienes caen en su poder . Urracá, en reciprocidad, loshostiga con frecuencia, mátales a uno que otro soldado,requísale abastecimientos no para dar a los suyos sinopara provocar y castigar a quienes dan cautiverio ydespojan a otros de sus haberes .

Pasado cierto tiempo, y ya cuando Albítez, alcoho-lizado, aburrido y malmarriento, deja Natá, llega areemplazarlo como jefe de plaza el capitán Compañón .Este, al darse cuenta de que no logrará pacificar lacomarca mediante la guerra, intenta ardides, busca lamanera de entablar negociaciones de paz por separadocon algunos allegados de Urracá, uno de los cuales,mentado Baté, pica el anzuelo . Al llegar a Natá, la delos caballeros, se lo apresa y más lleno de hierro queuna bala de cañón se lo destierra a Nombre de Dios . "Tetraicionarán", recuerda el viejo guerrero que le dijoUrracá hace tiempo, antes de iniciar la guerra, allá enlas lomas .

Al saber que su camarada había caído en manosespañolas, el señor de Veragua convoca a los Libas delas sierras y los llanos de ambas costas. Acuden adesgano, unos . Otros se excusan. Nota en los quellegan mucho agotamiento y desesperanza . De losbriosos guerreros que logró reunir unos inviernos atrásno queda ni la sombra. Están envejecidos . Siente quecasi todos, allí, siguen vivos, pero es como si estuvieranmuertos . La guerra era para ellos cuestión de unaalborada, no de la eternidad . Esta vez sí habrá chicha,no para celebrar (que nada hay que celebrar) sino paraconjurar el miedo y el desánimo . Pavor de no poder

'o'

Page 30: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

convencer, rabia y tristeza, todo al mismo tiempo,disimula Urracá cuando les habla . Quieren oro lesdamos oro. Quieren más oro . Les damos más oro .Quieren que muramos en las minas sacando oropara ellos . Para ellos todo el oro del mundo no seránunca suficiente . No es posible la paz con losespañoles, les dice . Es más fácil ponerse de acuerdocon una mapanare. Nos quitan el maíz, quemannuestras casas, se llevan a nuestras mujeres, dicenque esta tierra es de ellos y de unos libas que viven delotro lado del mundo, más allá de donde sopla el vientoy vienen las nubes . No podemos dejar de pelear . Sidejamos de pelear dejamos de ser. Estaremos muertosen vida. Estar muerto en vida no es vivir sino morirtodos los días. Muramos con honor, peleando, y nolavando las bacinillas y los platos donde comen loscristianos. Por esta vez Urracá logra infundir ánimosa sus camaradas y, variando la táctica porque piensaque podrían atrapar a un pez gordo para cambiarlo porBaté, bajan a los llanos a combatir. Caen cobre loscentinelas, que son cinco, y no pueden dar aviso atiempo . Por cientos entran a Natá y los soldados deCompañón apenas si tienen tiempo de soltar a losperros y montar, los que pueden, a caballo . Mueren,como de costumbre, menos españoles y sí muchosindios antes de que huyeren, como habían acordado, alos montes. La guerra sigue .

La guerra sigue durante varios inviernos . Nueve,diez, once, Urracá ha perdido la cuenta. El tiempo, enlas lomas y en los llanos se mide por cosechas . Hace

1 02

Page 31: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

tiempo que su gente no siembra como se debe . Losespañoles, a menudo, incendian las granjas . Se borrala cosecha y se borra el tiempo. Se pierde la comida yel tiempo es, entonces, como la ceniza . Él sabe quepara algunos la guerra acaba cuando mueren . Paraotros acaba cuando envejecidos, trastornados, aburri-dos de andar huyendo por montes y quebradas, enmedrosía, sin armas y sin comida terminan por rendirlas armas, negociar la paz, entrar a la servidumbre delos españoles y pasar del oficio de guerreros al desiervos, para seguir vivos en la muerte . No los culpa .Hay quienes prefieren morir todos los días, seguirmuriéndose que morir de una sola vez y para laeternidad . Tal vez el Dios de los cristianos, el que tienetres vidas y se come, les tenga reservados, como ellosdicen, un paraíso en el cielo . Sí. Y que toda esa avidezpor el oro y ese afán de poseer y poseer tenga unaexplicación lógica . Tal vez, allá, en ese paraíso les haráfalta. O el Dios que agoniza en la cruz exija a los quellegan tributos y mesada . Él, en cambio, allá, en sumontaña, también siente que muere todos los días . Delos suyos quedan pocos. Ya no lo acosan como antes .Tienen, por allí cerca, sus minas . Tienen sus caseríosy sus labranzas. llenen templos para invocar a su Diosguerrero . Perdieron todo interés o ya saben que sisuben a buscarlo no saldrán vivos de sus tierras . Esun guerrero invicto . Nadie, jamás, lo venció . To-davía en las mañanas claras observa desde sumiradero el ir y venir de los bergantines en ambascostas, la humareda de los caseríos que los españoles

1 03

Page 32: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

dejan en cenizas, las iguanas escurrirse en los mato-rrales, los quetzales extender sus enormes alas multi-colores en las ramas altas de los árboles .

1 04

Page 33: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

BREVE HISTORIADE LA CIUDAD DE NUESTRA

SEÑORA DE ASUNCIÓN DE PANAMÁFUNDADA POR PEDRARIAS EN 1519

1E sta que aquí véis, de levante a poniente,es la ciudad de Nuestra Señora de Asunción de Panamá,fundada por el ilustre gobernador de Castilla del Oro,don Pedro Arias de Ávila, el 15 de agosto de 1519, en lascostas del Mar del Sur, en un terreno bajo y pantanoso,insalubre, entre árboles de mucha altura y espesofollaje .

En las mañanas el sol sale del mar como una bolade fuego, despeja la espesa neblina que gravita sobrelas aguas pantanosas, seca las gotas de rocío de lahierba cagada de perros y caballos, agita en las ramasaltas a centenares de monitos con la cara blanca, apericos y guacamayas, y saca de las camas, sudorosos,a quienes pretenden prolongar el sueño matutino .

1 05

Page 34: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Durante la estación de lluvias, que es casi todo el año,el calor es insoportable. Durante la estación seca, encambio, el vientecillo norte que se filtra a través de lacordillera de bajo perfil que atraviesa el territorio, deeste a oeste, refresca las estancias bajo sombra. En laseca, un polvo fino, rojo, enrarece el aire cuando pasaun caballero al galope o una de las carretas del mercadoarrastrada por pencos, o cuando se desprende una levebrisa del poniente . Los olores de pudrición que soplande las aguas estancadas y las tufaradas de las letrinasde los conventos perturba el olfato de los recién llegados .«Nada hiede más que la mierda de los curas, ya osacostumbraréis», dicen los sempiternos moradores dellugar, generalmente ensotanados, tullidos, charlata-nes, crápulas, desonrabuenos y pidienteros que sepasan el día caminando de un lado a otro, sin ton nison, negociando chucherías en el mercado, al frente dela Catedral, en muelles y tabernas, insolándose .

Inútil preguntar : nadie sabe a ciencia cierta porqué, habiendo tantos sitios mejores a pocas leguas,muchos dellos dignos de alabanza, se estableció asen-tamiento humano en esta parte del mundo que bienpuede considerarse como la antesala del averno . Sedice que en la arena de la playa se recogen por millaresunas almejas pequeñas que los de por aquí llamanchuchas . Y se dice que la ciudad se fundó aquí y no enotra parte porque los primeros españoles, al degustarlasen su propio jugo, con una poca de sal y perejil,tuvieron la certeza de que con tanta chucha en losarenales de hambre no se iban a morir .

106

Page 35: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Hay moscas y mosquitos todo el año . Todo objetode metal se oxida . La madera y los cueros se pudren,tal es la humedad. La herrumbre es como una polillaque da cuenta de espadas, armaduras, mosquetes,arcabuces y herramientas de labranza, si no se tiene elcuidado de ponerles grasa acusiosamente . La mismatablazón de los navíos se broma en menos de lo quecanta un gallo, por lo que las carenaduras, antes dezarpar, son de obligante necesidad . En ciertas épocas,un poco antes de los primeros aguaceros, aparecenmariposas emigrantes, vuelan en bandadas, comoempujadas por viento de popa, rumbo a ningún sitio,a morir en los pantanos. Tampoco conoce silencio laciudad . De día los grillos, los pájaros, los monos, laperiquera, la cigarras ; de noche las ranas, las avesnocturnas, las fieras : una segunda atmósfera de ruidosenvuelve a todos los que, con la idea bienmorir en otraparte, habitan este paraje tan dejado de la mano deDios y tan cerca de Potosí .

No quedan muchos de los viejos conquistadores .La mayoría ha muerto . Muy pocos han regresado aEspaña a disfrutar, como eran sus propósitos, defortuna, bienestar y gloria. Mas bien están los quevienen de, paso, contratantes y comerciantes, con laidea fija de hacer fortuna y tomar las de villa Diegoantes de que la peste o el aire enfermo se les metadebajo de la piel y les seque hasta los huesos . No sonsiempre los mismos. El que amasó morrocotas ymaravedíes, oro y perlas, en cantidad suficiente paradotarse de una pensión o para establecerse en Cádiz o

107

Page 36: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Sevilla, no lo piensa dos veces, se embarca de regresoen el primer navío . Y si no le es dable volver a Españao alistarse en una expedición, emigra a La Española otrata de asentarse en una de las islas del Caribe . Amuchos les parece que no verán las barbas de Dios,ni estarán a su diestra, si la muerte los sorprende enestos manglares pestilentes, aun cuando el mismí-simo mitrado de Roma les haya dado la extremaun-ción.

Algunas cosas agradables tiene el asentamiento .No escasea el agua . Los pozos, a pocas varas deprofundidad, dan agua fresca y limpia . Los ríos yquebradas que bajan de la sierra forman un tejidoalrededor de las haciendas y las granjas . Toda la tierraes fértil . Tanta es la fertilidad que a un borracho quese quedó dormido tres días en la Plaza de la Catedral leempezó a crecer hierba en la mugre de las uñas . DeEspaña se han trasplantado limonares, naranjos, hi-gueras, cidras . No se da ni la uva ni la manzana . Encambio, los frutos originarios de estos lugares se danen abundancia y tienen exquisito sabor . Guayabas,plátanos, piñas, caimitos, mangos, chirimoyas, agua-cates, mameyes, papayas y cocos de agua no faltan,según temporada, en las mesas castellanas . No seproduce cebada ni trigo, pero hay maíz en abundanciay la harina la traen de España y Perú . En las tierrasllanas, que mucho abundan, hay buen pasto y excelentevaquería . Peces de muchas variedades, tamaños,colores y sabores hay en los ríos y en la mar. A pesarde eso, con mucha frecuencia falta la comida . Pasa que

108

Page 37: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

todos los que por aquí llegan no tienen ninguna intenciónde cultivar granjas, y sólo algunos por placer y otros pornecesidad labran la tierra . Mas bien les gusta practicarel trueque y la compra venta de mercaderías . Todo sevende, todo se compra, todo se cambia . Esta es, pues,una ciudad de mercaderes y de grande comercio .Enriquecidos y pobretones son trajineros y venderaches .Todo el mundo tiene algo que comprar vender, ointercambiar .

Las grandes naves que exploran las costas de laMar del Sur, cargadas de oro, plata, pieles, tejidos,cerámicas, harina, comerciantes, soldados y aventure-ros, generalmente anclan en un ancón próximo a lacosta, porque ni con la marea alta hay suficienteprofundidad para atracar . Cuando la marea sube y laplaya se hace navegable, llevan las mercaderías a tierrafirme en balsas, en botes de vela de poco calado y agolpe de remo. Y viceversa, de tierra firme se trasladanlas provisiones y municiones, ordenanzas, correspon-

dencia y tropas de refresco a los navíos que seguirán lasexploraciones de nuevos territorios, las guerras deconquista, el comercio con las colonias. Los navíosmás pequeños, en cambio, entran al fondeadero con lamarea alta y, en la menguante, se ladean como paja-rracos heridos en los arenales de la playa .

Es lugar de tránsito obligado de viajantes y merca- derias que vienen del Sur, de Perú, con rumbo a

España. Y también de cuanto viene de España condestino opuesto, a las colonias, sobre todo a las pose-siones que se extienden a lo largo de las costas del Mar

109

Page 38: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

del Sur. La travesía por tierra, en ambas direcciones,se hace a pie, sobre mulas y navegando el río Chagres,que es un río que nace muy cerca de las costas de la Mardel Sur y desemboca en la Mar del Norte, teniendo comopuertos a la ciudad de Nombre de Dios, allá, y a ésta,la muy celebérrima y augusta Ciudad de Panamá, acá,distando entre ambas dieciocho leguas . Desta alChagres, que es un río de mucho calado y fuerteavenida, como hechura de Dios para el propósito, haycuatro leguas de planicie, con pocos cerros, y se puedetransportar la mercadura en carretas y carretones,Desde allí se hace la travesía de la carga en balsas ypinazas. El río desemboca a cinco leguas más o menosde la ciudad de Nombre de Dios y muy cerca del puertode Bastimento .

A lo largo de esta ruta, no fácil de atravesar, sobretodo en la época de lluvias, se han establecido españolesde piel dura, hechos al clima, veteranos de la conquista,con sus mujeres indias y sus hijos mestizos . Viven delnegocio de la trajinería. Atienden fondas, tabernas yposadas ; alquilan mulas, alcahuetean con indias ymestizas, tiran las cartas, venden amuletos para labuena suerte, monos, serpientes, vino adulterado deZamora y Valladolid, fermento de maíz, agua de coco,guacamayas, pericos, fritangas ; curan resfriados, tor-ceduras del calcañal, dolores de muela, erisipelas ; dansobaduras para bajar la fiebre, reparan alpargatas,abarcas y almadreñas, narran sus aventuras caballe-rescas y enseñan las rayas, una por cada indio muerto,en la cachas de sus viejos arcabuces .

1 10

Page 39: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

2"Estaba más loco que una cabra y la boca le

hedía a mierda", dijo Clara el día que supo quePedrarias había muerto . Dijo eso y ardió troya .¿Como os atrevés pecatriz del purgatorio a abrir laboca para decir tamaña barbaridad? ¿La oyeron, ala india, la oyeron?

Ninguno de los que casi todas las tardes se reúnenpara beber vino y jugo fermentado de maíz en latabernucha de la india Clara, la que queda a la salidade la ciudad, antes de llegar al Fuente del Rey, duda quea Don Pedro Arias de Ávila, mejor conocido como ElDecapitador, fundador de Nuestra Señora de la Asunciónde Panamá, la boca le hedía, dicho esto con respeto, adefecación de procedencia humana . Pero tampoconadie lo puede asegurar. Nadie, salvo Clara, que sirviócomo ayudante de cocina en casa de los Arias Dávila,pudo acercar tanto las narices a esa boca, que dichosea de paso, había perdido gran parte de los dientes ytenía, en sus postreras horas, el rictus de quien cargaracon un cólico miserere atravesado . Del susodichoseñor, cuyo espíritu dicen que vaga los Viernes Santospor los lados de Pierdevidas, muy cerca de donde muerela calle de la Pontezuela, se dicen muchas cosas, todasciertas hasta que no se demuestre lo contrario . AClara, hija de Vasco Núñez de Balboa con una delDarién, según aseguran las lenguas viperinas, todo sele puede creer porque es, en aquella villa, el másapetecible, dispuesto y disputado platillo de la españo-leria desbocada .

1 1 1

Page 40: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Vosotros debéis saber que, antes de salir de Valla-dolid, Don Pedrarias había decidido decapitar a donVasco Núñez de Balboa por orden del Rey de España .Y vos, ¿cómo lo sabéis? Pues hombre, eso lo sabe todoel mundo. Cho, nada tuvo que ver Don Fernando conlas marrullerías del Gobernador. Pues a vos digo quetraía ese nombre grabado en la frente, entre ceja y ceja,como que dos y dos son cuatro, hombre. Exageráis .Vos no podéis negar que era un desalmado nato. ¿Yqué?, todos los nobles lo son . Debéis considerar que novenía al edén y que tenía deberes . Vos lo justificáisporque estuvistéis a su servicio . A mucha honra, porsi os interesa . Podéis aros al infierno vos y el difunto .Mirad, que no era un colector de espolios . Fue Paje deJuan II, el de Castilla, y caballero en la corte de EnriqueIV. ¿Y qué prueba eso? Pero sigue siendo un vulgarmatador de hombres . Además, cuando salió de España,después de hacer la guerra en Granada y África, era uncarcamán de más de setenta años . Furor Domíni ledecían los mismos frailes que le sirvieron .

Todos allí, en la taberna, son duchos en suertes,vidas y milagros del difunto gobernador, que Dios tengaen su santísima gloria, le haya absuelto de todos suspecados y que no lo deje salir de la tumba, no sea quedescabece a los que no descabezó antes . Cuatro añoshan pasado desde que llegó la noticia de su muerte, laque ocurrió en Nuevo León, y todavía las gentes dePanamá sienten un escurrimiento de testículos cuan-do su imagen se les atraviesa en la memoria . Sepersignan y hasta se vuelven para mirar a sus espaldas

1 1 2

Page 41: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

porque presienten un aura de premoniciones cuandoalguien pronuncia su nombre . Los que tuvieron ladesdicha de conocerlo de cerca son sus más orgu-llosos detractores .

¡Se la pasó cincuenta años matando moros enEspaña y se vino a Las Indias a matar indios y espa-ñoles en el nombre de Dios, joder! Don Fernando, elRey, estuvo a punto de no enviarlo a Castilla del Oro,pero resultó ser un recomendado del obispo de Burgos,Juan Rodrigo de Fonseca, un bribón de marca mayorque indispuso a Colón con la Reina Isabel . Y vos no medigáis nada, pero yo me di gusto matando indios bajolas órdenes de don Pedrarias, pues no se viene a unsitio como este a soplar la gaita gallega . Aquí os dejáismatar o matáis . Mejor os folgáis a las indias y sale másbarato . Un brindis en su nombre, coño . No brindo portan despiadado cabrón. Yo, en cambio, si pagáis laronda, brindo . ¿Hecho? Hecho . Salud, brindo por elmás astuto, feroz y despiadado conquistador españolque haya pisado esta maldita tierra, coño, y tambiénpor el hacha con la que arrancaba las cabezas a susenemigos . ¿Sabéis?, la vieja Isabel de Bobadilla yPeñalosa fue más mala que Pedrarias . No jodáis, coño,esa vieja era una santa. ¿Santa? Dicen que estaba deverdugo en la nominilla de su marido, que se ponía unacapucha negra para que nadie la reconociera cuandodecapitaba cristianos . Y qué os digo : cobraba encastellanos de oro . De las damas no se habla mal enesta taberna, ¡desenvainad vuestra espada y vendedcara la vida, canalla! Isabel no era mujer, ¡maldita sea!,

1 1 3

Page 42: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

era el Diablo. Hasta Pedrarias le tenía miedo, que ya esmucho decir. No digáis barbaridades, hombre, quepodéis ir a la cárcel .

Vosotros debéis estar enterados de que don VascoNúñez iba a hacer una mala jugada, íbase con su genteal Sur, desconociendo su autoridad de don Pedro . Nojodáis, el gobernador estaba enterado, hasta le dotó, de200 hombres para tal empresa. No olvidéis, además,que María, la hija de don Pedro, estaba desposada conVasco Núñez . ¿Pero, qué decís? No hubo tal . Esa fueuna jugada del obispo fray Juan Cabedo para ver sihabía avenencia entre el gobernador y Vasco Núñez . Ladicha dama, que debía ser tan fea y patituerta como supadre, vivía en Segovia y no conocía al presuntomarido. ¿Y qué?, es así como se hace en las cortes,como lo hace la gente decente . Prefiero hacerlo comolo hace la gente indecente . Brindo por el últimocruzado, por la reencarnación de Torquemada . Salud .Salud.

Vosotros no los sabéis, pero a don Pedro muchagente se le acercaba para llevarle chismes y eso le hizocometer muchos disparates, pues santo no era . Losfrailes, por otro lado, le tenían inquina. Ustedes sabenque es lo que pasa cuando un fraile le toma ojeriza aalguien . Pasa que sus amigos le dan la espalda . Pueses mejor que le den la espalda y no el cuello . Cuandose enteró de que don Lope de Sosa iba a reemplazarloen la gobernación de Castilla del Oro, por orden de SuMajestad, se le salió lo venático . Nadie oyó sus gritos,por supuesto . Se los tragó. Ah, pero a quién Satanás

1 1 4

Page 43: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

cobija la perra le pare lechón . El pobre Lope de Sosamurió apenas el barco en que vino atracó en Darién .¡Suerte la de Pedrarias! Sí, pero entonces decidióenterrarnos a todos en este paraíso de fuego . Alguiensopló al Consejo de que pretendía quedarse con lostesoros de Badajoz, mismos que nuestro ilustre capi-tán, Gaspar de Espinosa, recuperó de París . Eraverdad . Sí, pero la avaricia era su pecado menor. Puesése, acá, inventó otros pecados. Gonzalo Hernández deOviedo, el correveidile del Rey, tuvo que ver mucho conla decisión del Rey y su Consejo . ¡Coño y cómopretendéis que Oviedo le tuviese por amigo! ¿Sabéis loque ocurrió en cierta ocasión? Estaba Oviedo, en sucasa, sofocado de calor, quitóse la ropa como hace todoel mundo en esta región, sin malicia ni mala maña . Diola casualidad de que Pedrarias le vio in púribus y sinmás ni más mandó a asaetearle . ¿No es de maníaco talobra? ¡A cuántos por menos no le arrancó la cabezal Sialguien meaba detrás de un convento le mandaba aazotar. ¿No fue Francisco Hernández leal capitán de suguardia? Pues, sin asco, matóle . Se divertía echandoa pelear indios con perros, como en el circo romano, nimás ni menos . Todas estas noticias llegaron a oídos delRey, a Dios gracias, y por eso se dispuso disminuirlepoder estableciendo que se gobernase tomando pare-ceres al cabildo del Darién . Eso, por supuesto, nocambiaba nada porque los miembros del cabildo erantan malos comó él, o peores, y sólo pretendían mayorparticipación de los despojos . Está probado: nadiebueno sale de España en busca de gloria y fortuna . Y

1 1 5

Page 44: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

si de allá salen buenos acá se descomponen . El poderse les salía de las manos a Pedrarias, hombre . Elcabildo empezó a tomar las decisiones . Los frailesempezaron a mandar. ¿Acaso no mandan ahora?¿Acaso no mandaron, pasando por encima de Pedra-rias, a Diego Albítez al puerto de Nombre de Dios parafundar un asentamiento?

¿Imagináis ahora por qué Pedrarias fundó estaciudad de Panamá en sitio tan insano? No . Pues, depura maldad, para vengarse de nosotros . A ese señornada placía tanto como la muerte . La de los otros, queno la suya, por supuesto . Si Torquemada hubiesetenido hijo, éste lo sería. Tal vez lo era . Nada lo hubierahecho más feliz que matarnos a todos con sus propiasmanos. O con las de Isabel . No digáis estupideces,hombre . No olvidéis que Pedradas era un guerrero, elúltimo cruzado de España. el restaurador de la fe. Serála fe tuya porque la mía está extraviada desde queembarranqué en esta villa de franciscanos y dominicos .Escucha hombre : la razón está a la vista. Ningún sitiomejor que éste, en el que moráis, para evitar un ataquepor la mar . ¿No véis que las naves enemigas no puedenacercarse a la costa sin encallar? Y si lo hicieren,cuando bajase la marea, quedarían fondeados, a mercedde nuestra cañonería. No en vano cumplió tanta edadhaciendo la guerra contra los moros . Pues, nadie en susano juicio hubiese fundado una ciudad sobre esterosy pantanos nauseabundos, en una playa rodeada porarbustos tales que sorben agua de mar y amamantanalimañas . No encontró a nadie que le diera la razón en

1 1 6

Page 45: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

fundar tal asentamiento, mas él se lo propuso e impusocon artimañas. Amenazó con desenterrar y devolver aParís el oro que Espinosa había rescatado . Bien conocenuestra idiosincrasia. Bien sabía que ningún castellanosería capaz de devolver una pepita de oro, así le fueseen ello la vida. Advirtió que sería un asentamientotemporal y que, por tratarse de casas de paja, no seperdería nada cuando el lugar se abandonara . El muybribón, sabiéndose en desgracia, se hizo nombrarprocurador para convencer al Rey de su lealtad y de losprovechosos servicios hechos al reino y solicitó, me-diante carta, el traslado de la ciudad de Darién aPanamá, y también de la catedral. Hubo que aceptar,pues, sus condiciones . Despoblamos Darién y aquíestamos malmarrientos, en una ciudad que se torrabajo un cielo ignífero, bebiendo vino, esperando quedel sur vengan los navíos con oro y que de España nostraigan las vituallas . ¡Joder!

1 1 7

Page 46: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de
Page 47: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

LA TIERRA DE LOS INDIOS

1P edro Arias de Ávila, mejor conocido comoPedrarias, pobló Acla, que en lengua de los aborígenesquiere decir osario, huesos de hombre o, lo que es lomismo, cementerio . La gente que por aquí andaba erapoca cuando llegamos los cristianos . Tal vez huyéronseal monte o entre dellos extermináronse . Estas sonpersonas de mucho atraso en sus costumbres, no vivenen honra de Dios sino en pecado mortal, se hacen laguerra, practican la promiscuidad, copulan a la vistade otros y viven sin practicar sus deberes para con elSeñor. Algunos castellanos sostienen que Dios no lesconcedió alma . Aquí, en Acla, los hombres no llevansus partes libidinosas al aire como en otros territorioscercanos . Las cubren con frágiles cortezas o tejidosrústicos de algodón y otras fibras vegetales, y tambiéncon caracoles y conchas vistosas que amarran conhilos a la cintura. Más bien son adornos para acentuarvirilidades que para cubrir impudicias . Las mujeres se

1 19

Page 48: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

cubren con túnicas de la cadera para abajo, tambiéndechas de algodón, teñidas con jugos de la tierra y delas plantas, dejándose, en cambio, los brazos y las tetasal aire. La poca población que por aquí queda tienebuen comportamiento con los de Castilla debido másbien a los escarmientos públicos ordenados por elgobernador de Su Majestad, don Pedrarias, que haprometido restablecer el orden, según las normascristianas, y cristianizar a estos salvajes para gloria deCastilla y de Dios, que viene a ser lo mismo, y desdichade Satán según se entiende . Se ven algunos niños depiel reblanquecida, lo que significa que ya se estándando cruces de sangre, que a causa del apetito de lacarne sucumben los de Castilla con mucha facilidad .

Hacia el este y oeste hay muchas tierras, con oro,que admirar y descubrir. No hay territorio deshabitado,aunque sí es notoria la mucha dispersión. Darién distade Acla unas buenas leguas al sur . Las gentes de esoslugares se agrupan en hordas y van de un sitio a otro,erran. Nunca, o casi nunca, presentan resistenciadigna de ser considerada peligrosa . Al contrario . Nosdejan hacer y deshacer . La más notable de su conductaes la indiferencia. Al oeste, más allá de Comogre, estierra plana, muy llena de gente, a distancia promediode una o dos leguas entre dellos, y con muchos señores,que por aquí llaman Libas . Los de esos lugares llamana esa provincia Peruqueta y abarca ambos mares, elgolfo de San Miguel, que ese fue el nombre que le diodon Vasco Núñez de Balboa, y la Isla de las Perlas, dela que regresó ha poco Gaspar de Morales muy contento

120

Page 49: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

y agradecido por el hallazgo . Más allá se extiende unlugar, con gente muy vestida a la manera de los de poraquí, pero sin grandes señores, mentado Cueva .Después sigue la provincia de Adechame y luego Coiba .Por el norte de estos lugares, en las tierras del señorPocorosa, anduvo muy descomedido un capitán quemientan Meneses. El sitio que pobló, llamado SantaCruz, fue atacado por los pobladores . A todos loscristianos los fueron matando de a poco . Fue como lapeste . No quedó nadie, salvo los que contaron el cuentoa su manera .

No hay por aquí grandes ciudades. Los pueblosson de, a lo sumo, tres o cuatro casas, con sus tibas,atendiendo sus labranzas, crías y crianzas, y disputandosiempre con los demás por las pesquerías y los cotos decaza. Casi no existen los linajes . El reconocimiento nose hereda, se gana en la guerra . Se puede llegar a señorprincipal, o sea piraraylos, a los puros pescozones .También, si se es herido en batalla, se privilegia alguerrero como cabra que nada tiene que ver con animalcon nombre similar que por estos lares no existe . Eltaba imparte la ley y la justicia . Su criterio es inapelabley tiene fundamento en leyes muy simples, muy pare-cidas a las que aparecen en el Viejo Testamento . Así,por ejemplo, el que mata debe morir de la mismamanera. El robo también es castigado con severidad .Los súbditos no pagan diezmos ni nada que se leparezca a los señores . No existe esa costumbre . Seentiende eso sí que hay códigos de lealtad y que, de serrequeridos, éstos, los súbditos, deben servir al señor en

12 1

Page 50: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

labores de pesca y cacería, en la guerra y en laconstrucción de viviendas . Los tíbas, a cambio, festejana quienes le donan tales servicios . Les dan de beber yde comer . Cuando eso ocurre se emborrachan con vinode maíz o con el jugo fermentado de una palmadesmochada cerca de la raíz, de la que beben con unapanoja apartando los gusanos, hasta perder la gracia,el juicio y el contento . La mujeres también liban deestas sustancias y semejan bacantes poco discretascuando ejecutan sus danzas acompañadas por lamúsica monótona de una zampoña .

Esas fiestas de beber y comer también se hacencuando los de por aquí toman mujer en matrimonio .Los parientes de la desposada organizan el convite y lospadres entregan la hija al señor que será marido . Loshijos de ésta, y no de otra, heredan señorío y fortuna .A cambio, al señor le está dado tomar a otras mujeres,las que comparten la misma vivienda. En ningún casola mujer tomada en matrimonio tiene celos ni trata malal resto de las concubinas, a las que manda y las quebien obedecen . A la muerte del padre, los bastardos(aunque aquí no se les intrata) no son herederos auncuando sigan viviendo por costumbre en la mismacasa .

Son gente de gran gusto por las lides, diestros enel uso de la macana, que también les sirve para abrircaminos y en las faenas de la labranza . Usan lastiraderas para la caza y la guerra . De todo hay endemasía: venados, puercos, pescadería, pavas, faisa-nes, tórtolas, águilas, leones, tigres, gatos, zorras,

122

Page 51: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

lagartos, serpientes, arañas, langostas, cangrejos, tor-tugas, grajos, monos, grullas, sapos, arañas, lameli-cornios, zarigüeyas, moscas, mosquitos, avispas, abejas,gusanos, animales y sabandijas de los que se puedencomer, y son bocados apetitosos, y de los que también,en reciprocidad, se comen a los cristianos y herejes porigual. Aventurarse a través de la selva y los pantanos,sin compañía, sin espada y sin arcabuz es una teme-ridad que se paga con la vida . De no ser cazado por ungato gigante puédese morir de una pedrada artera, dela macana de un indio celoso porque su bacante copulócon uno de Castilla, cosa que ocurre con muchafrecuencia . Ahora, si el ánima no se acostumbra a loinsólito, se puede morir del puro susto o de morriña .

2Estos han sido, pues, años de grande exploración .

Por estos rumbos débese encontrar la faja más estre-cha para comunicar el Mar del Norte con el Mar del Sur .Desde estas tierras salen los capitanes de España aexplorar ese camino, a extender la Fe y los dominios deSus Ilustrísimas Majestades. Muchas Españas cabenen las tierras que estánse por explorar y conquistar .Tanta riqueza, que la imaginación no osa calcular,avizora la existencia del imperio más grande que en latierra haya existido, exista o existirá . La Roma de losCésares será una villa comparada con los dominios quela providencia, Dios, parece habernos otorgado . Detodas partes nos traen noticias de las grandes exten-siones y las grandes riquezas al norte y sur destos

1 23

Page 52: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

parajes . Tal parece que se abre, para nos, la cornuco-pia del orbe . El estrecho, cuando se hallare, nos llevarámucho más lejos todavía . Por eso hay contentura enAcla cuando llega del poniente, uno de los que estascosas cuenta, Licenciado Gaspar de Espinosa y sussoldados, con buenas nuevas . Viene de Burica, en lacosta de Nicaragua, y trae noticias del golfo de Sanlúcary de la provincia de Huasca. Lagos como mares, ríosrugientes bajando de las montañas, volcanes vivos,echando llamas, ceniza y humo por el pico, árboles tananchos que tres hombres haciendo círculo con lasmanos no logran abrazarlos, tan altos los dichos árbolesque sus copas se pierden en las nubes . Tambiénmucha gente, de diversa lengua y costumbre : artesa-nos, ceramistas, labradores, pescadores, cazadores yguerreros . En algunos lugares las mujeres apenas setapan la ingle con un braguero. En cambio los hombresno cubren sus desvergüenzas ni con un gesto . Hallantierra fértil y de abundante pesca . Muchos maizales .Los puercos silvestres están por doquiera y la gente dellugar los caza con maña. Tejen grandes redes dehenequén, que es como un cáñamo más rústico, paraarmar las trampas . Conducen a los animales para queden con la malla, metan su cabeza y queden atrapadosy allí, berreosos como niños, sean rematados a lanzadas .También exploran al norte, tierra adentro, la provinciaque se dice Tobre y otra, en donde el paisaje es distintopor la altura y por el frío . En esos parajes inhóspitosencuentran encinas, matorrales, tierra despellejada ytambién indios belicosos, acostumbrados a la guerra,

1 24

Page 53: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

que fortifican sus poblados con cavas y palenquesentretejidos de ramas aguzadas y espinas . No por esodejan de apresarlos y traerlos como esclavos a Acla. DeTobre y otra, bajando a la planicie y muy cerca del mar,llegan a la provincia de Natá para pasar el invierno, contan grande suerte que ven mucha tierra cultivada yhospitalaria población. Se quedan con todo el maíz ylos cultivos, y a pesar de que los dejan sin comida porel resto del año, no hacen la guerra sino más bien seacercan con humildad al Real para mendigar . El señordestos parajes es belicoso y sus guerreros pintarrajeadoshostigan a los labradores, mas no osan atacar porqueson 150 castellanos bien pertrechados y tienen doscaballos que, para ellos, son como cosas del Demonio .A Acla han traído mucha de la gente apresada en esosparajes .

Las tierras de Escoria, a quien toman preso, estánjunto a un grande río a pocas leguas de Meta. Allí el marentra, se empoza, y en verano cuajan las más hermosassalinas que ojos humanos haya visto . Más cerca dePanamá se encuentran las tierra del señor de Chirú .Allí la gente es parecida en todo y viste igual a la gentede Natá y Escoria, pero hablan otra lengua . Escoria esenemigo de París, señor valeroso que tiene dominiosobre las provincias de Quema, Chicacotra, Sangana yGuararé, y en donde abundan las vacas, los conejos ylos venados . Visten con ropas de tintas vistosas . Encambio hay entre los de Escoria gente muy mayor ycaballerosa, aunque también presumen de valientes .Son altos, de buen andar, musculosos y de ancha

1 25

Page 54: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

espaldas . Se han hecho labrar en el pecho y en laespalda símbolos como de cadenas y lazos . Ambos sehan enfrentado con encono. Ha poco los de Escoria sellegaron hasta los dominios de París y lucharon duranteocho días sin dar ni pedir cuartel . Hubo muchosmuertos de ambos lados . Pero los de París llevaron lade ganar porque peleaban en su propia tierra, podíanaprovisionarse y conocían mejor el territorio . Siempretenían tropas de refresco porque mientras unos esta-ban en lide otros descansaban . ¡Cuánto hubieraplacido a los de Castilla ser testigos de batalla tanmemorable! Cuando las armas se agotaron el combatese hizo cuerpo a cuerpo, con las manos, las patas y losdientes . La falta de armas hizo que la contienda cesara .Tantos murieron y tantas fosas hubo que, con ojos quese han de comer los gusanos, se vio una calle empedradacon huesos y, al final de la calle, una torre de calaverastan alta, tan alta, que un caballero a caballo nada veríaque hubiese al otro lado . Este señor, París, ha hechola guerra a los cristianos, matando a muchos y man-teniéndose invicto . A Don Gonzalo de Badajoz dióleuna paliza y quitóle grande fortuna . Deber era buscarlepara que pagara su osadía y devolviera lo robado . Alprincipio no rehuyó el combate . Hizo la guerra en unllano con más valor y ferocidad del que se hubieraimaginado . Se estuvo en la lide desde muy de mañanahasta una hora antes de que el sol se ocultara . De partede los castellanos hubo algunos heridos, mas juran aDios que poco hueso debió quedar sano entre los deParís. Esa noche se recogieron allí, acampando, y al

1 26

Page 55: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

otro día, temprano, salieron en su busca. No loencontraron . Tonto no es el cabrón. Huyóse con sugente y dejó el pueblo, donde vivía, ¡mal rayo lo parta!,en cenizas . Más adelante encontraron a uno de susvasallos, un mentado Ubsagano, a quien despojaron degran cantidad de maíz . En ese sitio establecieron Realpara seguir la guerra a París . Estuvieron hostigándolotodo el tiempo y él huyendo, evitando el enfrentamien-to, yendo de un poblado a otro, protegiéndose en tierrade sus vasallos y de los señores que por esos lares leguardan lealtad . Como se vio perdido y como seconvenciera de la intención de los de Castilla de no irsecon las manos vacías y en deshonra, se valió de unardid para devolver el oro y no pasar por cobarde a losojos de los suyos. De carnada instruyó a dos de susleales para que se dejasen tomar presos y éstos,simulando cagarse de miedo, dijesen en donde estabael oro que habían arrebatado a Badajoz . Así se encontróla tal riqueza en una casa que hizo el rufián con muchodisimulo en un sitio no muy alejado del pueblo quequemó. De esta manera todos salieron ganando: los deCastilla seguimos camino, que ya muchos días sellevaba en esta jornada, y él conservó el alma, si es quela tiene, prendida a su miserable cuerpo hasta que elinfierno la reclame .

1 27

Page 56: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de
Page 57: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

CIMARRONES

E l Lucumí, con un raro brillo en los ojos,se coloca la argolla al cuello . Se inclina como en actode reverencia y recibe la caja más pequeña y menospesada que un indio y un mulato, en la Casa deGenoveses, acomodan sobre su espalda . Es insoporta-ble, a esa hora, la peste que empuja el viento sur de laEnsenada de Río Gallinero. "Nos vamos", grita desdesu caballo con un chasquido de látigo el jefe de carga-dores . La marcha, lentamente, se inicia sobre elempedrado de la calle de Calafates, detrás del Conven-to de Santo Domingo, con dirección al Puente del Rey .

No son tantas (a lo sumo dieciocho) las leguas quetienen que cubrir, de sur a norte, en línea casi recta .Con suerte harán la travesía en ocho días a través deun camino en extremo accidentado, lleno de peligrosnaturales, recovecos, salteadores de caminos y premo-niciones, desde esta ciudad de Panamá hasta la nomenos noble e insalubre ciudad de Nombre de Dios . Noes cuestión de gusto sino de necesidad . Dígase lo quese diga el Camino Real es la ruta más corta entre los

129

Page 58: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

mares hasta ahora descubierta y todo el que preten-da ir y venir de una costa a otra, sin remedio, por aquíha de pasar. Este camino es, como la muerte, inevitable .

Las lomas, por el lado sur, no son muy altas . HastaVenta de Chagres es terreno plano . Hace poco seempedraron algunos tramos, lo que lo haría transitabletodo el año si no fuera por las lluvias . En tiempo deaguaceros, que son no menos de nueve meses al año,es menester optar por el Camino de Cruces. Se camina,entonces, en dirección noreste, se llega al Río Chagresy, desde allí, se sigue en botes y balsas hasta el Mar delNorte . Luego de hacer el transbordo de la carga a losbergantines, se navega hacia el noroeste, bordeando lacosta, hasta Nombre de Dios . Rutina. Desde que seinició la conquista del Perú y la exploración de losterritorios en las costas del Mar del Sur, esta es lanorma. Cañones, pólvora, aceites, telas, libros, tallasde santos, crucifijos, vitrales y todo cuanto produceEspaña sale de Cádiz o de Sanlúcar de Barrameda engaleones, desembarca en Nombre de Dios y, desde allí,se distribuye por las colonias . Los bergantines, en elmar de los caribes y los mosquitos, llegan de lascolonias del sur de Tierra Firme a aprovisionarse ytambién a despachar mercancías a España . Oro,pieles, piedras preciosas, artesanías salen del Perú,llegan a Panamá, de allí por tierra a Nombre de Dios, yluego a España . No poca fortuna amasan quienescomercian en esta zona .

Cuando las naves atracan en ambos puertos, todose trastoca, es el pandemonium, se arma la de San

1 3 0

Page 59: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Martín . Se practica el trueque, el esto por aquello, eldame que te doy, la compra venta, el te vendo un burroy me lo paga Inés, el bovaje . Son pocas las restriccionesque se aplican para ejercer el comercio. Todo o casitodo es permisible en la ruta del comercio que tienecuatro centros principales : Panamá, Venta de Chagres,Venta de Cruces, Nombre de Dios . Todo lo que sevenda, compre, cambie o intercambie pasa por estazona . En este camino el viajero encuentra todo lo queapetezca o no necesite : barberos improvisados, sas-tres, zapateros remendones, curanderos, amansamo-

nos, loros parlanchines, carne en palito, fritangueras,y hasta quienes por unas cuantas monedas son capacesde ofrecerle "la mejor hembra de Tierra Firme para lasartes del amor, acabada de llegar del África excelencia"o "una espada diestra para protegerlo de los cimarro-nes que asolan los caminos de vuestra mercé" .

Si bien, a lo largo de la ruta, la espesa selva evitaque los rayos del sol caigan con lujurioso desenfrenosobre la piel de los que viajan, otra cosa muy distintaes cuando se lleva sobre los hombros un barril depólvora o de sal, un cañón, obuses, una caja demercadería, espadas y arcabuces, troncos de maderapreciosa, el baúl de una distinguida dama de la corteespañola con cristalería fina y delicados encajes, sacosde trigo, cal o piedras preciosas y, además, se caminaatado de pies y manos . Entonces, una legua no es unalegua sino el infierno después de pasar por el purgatorio .

Cuando llueve, la marcha es más soportable . Escierto, los charcos y las piedras resbaladizas del cami-

1 3 1

Page 60: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

no, sobre todo cuando se sube o se baja una pendiente,dificultan la marcha, pero el calor sofoca menos y loscollares de hierro, en reposo sobre las clavículas, noescaldan la piel y se respira mejor . Pero pasa que hoy,5 de enero de 1539, es verano, no lloverá, y treintahombres avanzan a la manera de zompos, uno trasotro, arrastrando una pesada cadena, asegurada a lostobillos, sollando, al ritmo de la canción de sus ancestros .

Alma que mi pecho inflamano tengo miedo a perderteno nos espera la muertela vida es la que nos llama

Á ambos lados, a pie, a caballo, otros hombres,látigo en mano, les azuzan y amenazan para que nopierdan el ritmo y apuren el paso . Presienten los de acaballo que algo está por ocurrir por el tono de lacanción que tatarean los de a pie en lengua africana yporque ninguno de ellos protestó del latigazo dado alúltimo de la fila de cargadores por adelantar el pieizquierdo a destiempo .

Los rayos perpendiculares del sol, aunque nopenetran con facilidad a través de la espesura, calien-tan el aire lo suficiente como para perlar la frente de lossoldados que, a diferencia de los cargueros, no llevanmás peso que sus látigos, arcabuces, espadas y ganasde acampar. El olor de hojas podridas y los vapores dela tierra, semejante a morriña de acantilado, enrareceel oxigeno . El cargamento que transportan hace pocollegó del Perú y, según documentos de aduana, debenembarcar a España . No hay apuro, pues.

1 32

Page 61: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Esa noche acampan a la vera del camino, en lascercanías de Venta de Chagres . Los españoles repartenel rancho y dan de beber agua de una bota a losesclavos . Encienden una fogata para que el humoahuyente los mosquitos, las víboras, el miedo, losmalos pensamientos . También hay vino para acom-pañar los recuerdos . Es la norma . Sin embargo, esanoche, un poco antes de la madrugada, cuando losguardias dormitan amodorridos junto a sus espadas, yla luna en menguante se inclina como los cuernos deuna vaca sobre el perfil de la sierra, el Lucumí, quemarcha adelante, da un ligero templón ala cadena . Esla señal que todos esperan con el alma en vilo . Lostreinta encadenados, todos a una, empiezan a moverse :un, dos, tres, alto, con ritmo, como si aún tararearande memoria la canción de sus ancestros . Les hatomado algún tiempo preparar el plan y luego esperarel mejor momento para ponerlo en marcha . Esamañana, cuando el Lucumí, a la cabeza de la fila, secolocó la argolla en el cuello, supieron que habíallegado la hora . Hubo zozobra y pánico al principio .Pero, ¿qué se podía perder? ¿La vida? ¿Acaso era vidalo que vivían? ¿Acaso no es más prometedora lamuerte? Los hombres sabios de sus aldeas, en África,les hablaban de la otra vida y les decían que si moríanpeleando serían premiados por los dioses y que podríanreencarnar en pez, águila, serpiente, hombre, de acuerdocon sus méritos .

Alma que mi pecho inflamano tengo miedo a la muerte .

1 33

Page 62: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

La canción de sus ancestros, que cantan durantela marcha, les devuelve el valor y la confianza. Perotambién porque han escuchado, entremezclados con elcri cri de los grillos, lo que parece un silbo de talingos,señal de que de varios de los suyos, cimarrones, sin servistos, les siguen a poca distancia para protegerlos,para dar cuenta de los soldados españoles que hacenguardia y guiarlos, cuando escapen, a un lugar seguroen la selva. Sosteniendo las cadenas en tensión parasilenciar el choque de los eslabones, templando lasargollas de sus cuellos hasta sangrar, como un soloorganismo, como un gusano, los encadenados se es-curren en la noche . En el acampado, junto a la cenizahumeante queda la mercadería y los cadáveres de dospeones de Extremadura que serán encontrados y llo-rados al salir el sol, que reencarnarán, en velocescaballos, perros, gusanos o más bien, si los dioses lesson propicios, en negros .

1 34

Page 63: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

1 35

ÍNDICE

I

Las huellas de mis pasos

Mi casa de El Chorrillo 9Mi padre se llama Juan 11

Mercedes está embarazada 15

¡Qué lejos estaba lo lejos! 19El muerto de abajo 21

Eulalia se baña en secreto 25Por amor a Marilena 29Los juegos del amor 33

Pataderrayo 35Mal de ojo 39

Oquei 43El tiro de gracia 49

Suceso de día domingo 53El tiempo 57

La tía Paula 59El oficio de mi tío 63La gallina enana 67

II

Las huellas iniciales

El almirante de los tormentos 75El Señor de Veragua 85

Breve historia de la ciudad de NuestraSeñora de Asunción de Panamáfundada por Pedrarias en 1519 105

La tierra de los indios 119Cimarrones 129

Page 64: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

INSTITUTO NACIONALDE CULTURA

Dr. Alberto Osorio OsorioDIRECTOR GENERAL

Lic. Jorge Harding AndreveSUB DIRECTOR GENERAL

Sr. Jorge HornoDIRECTOR NACIONAL DEEXTENSIÓN CULTURAL

Prof. Reymundo Gurdián GuerraJEFE DEL DEPARTAMENTO

DE LETRAS

Lic. Marido Fábrega de MárquezDIRECTORA NACIONAL DE

PUBLICACIÓN Y COMUNICACIÓN

Prof. Ramón QuieroJEFE DE LA EDITORIALMARIANO AROSEMENA

Srta. Vanessa Montenegro G.JEFA DEL DEPARTAMENTO DE

DISEÑO GRÁFICO

Prof. Héctor Rodríguez e.JEFE DE LA IMPRESORA

DE LA NACIÓN

Sr. Carlos SamudioJEFE DEL DEPARTAMENTODE DIFUSIÓN CULTURAL

Page 65: II LAS HUELLAS INICIALES - bdigital.binal.ac.pabdigital.binal.ac.pa/bdp/huellas2.pdf · en este sitio soportando las crueldades del tiempo, toda clase de alimañas y el malhumor de

Nosotros, los integrantes del juradode Cuento del certamen Ricardo Miró,versión 1993, hemos decidido otorgar porunanimidad el Premio único al libro decuentos Las huellas de mis pasos, firmadocon el seudónimo Raimón de Miraval . Losrelatos de este libro se distinguen por suutilización precisa, segura y madura dellenguaje; incluso por el Intento bien logradode mimetlzar formas históricas de laexpresión lingüística como recurso paraambientar los relatos .

El autor indaga en el pasado Individual ycolectivo, próximo y remoto de Panamá parapresentarnos una visión íntima de suhistoria e lntrahistoria. La narración fluyeágilmente con un ritmo constante . Algunostextos se acercan a la viñeta, la vivencia ylos fragmentos de memoria, aprovechando laflexibilidad del género; otros se estructurandentro de la concepción clásica del cuento,siempre vigente .

Los elementos antes mencionados dieronpie para destacar esta obra dentro delconjunto de 19 libros de cuentos sometidospara concurso .

JURADO DE LA SECCIÓN CUENTO 1993

Lionel Méndez D'AvilaCarmen de PerigaultRamón Luis Acevedo

INAC