ideología, alienación y cultura popular en la transición discusión con plena vigencia

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Portada :: Venezuela

Aumentar tamao del texto Disminuir tamao deltexto Partir el texto en columnas Ver como pdf 06-03-2015Chvez y el Chavismo (I)Ideologa, alienacin y cultura popular en la transicin: Discusin conplena vigenciaRoger A. Landa Reyes? Columna: Ofensiva IntelectualEn la construccin de los bloques de poder, tanto los de las clasesdominantes como los de las oprimidas, son fundamentales las narracionese imgenes que permiten articular -como algo que compacta y unifica- lasdiversas subjetividades en torno a un mismo sentido comn, podramosdecir, en torno a un mismo sentir y una misma razn de /ser/ .Estas narraciones e imgenes tienen diversos orgenes, como losdiscursos de lderes polticos, mitos o textos fundacionales (la bibliapor ej.). Tambin tienen diversos canales para su propagacin, como lasinstituciones para la educacin sistemtica, la educacin familiar o losmedios de comunicaciones de masas. Igualmente, necesitan para suconsolidacin de una base /material / comn que sirve, tanto para lasolidaridad, por ej. entre clases trabajadoras; o para la dominacin,por ejemplo la dominacin de los dueos de los medios de produccin(burgueses) sobre los trabajadores y las trabajadoras.La identificacin con una o varias narraciones e imgenes determinadaspor parte de una comunidad puede generarse, o por distintas formas deconsensos siempre racionales, por ejemplo la aceptacin de valoresdeterminados; o por distintas formas de coercin fsica y/o mental. Enambos casos siempre se establecern determinadas relaciones de podercuya mayor o menor estabilidad responder en cada caso a los procesoshistricos concretos.Para Venezuela, desde el punto de vista de su formacin socioeconmica,pero tambin se su configuracin sociocultural, el principal factor -sibien no el nico- que histricamente ha logrado unificar un mayor gradode voluntades bajo un proyecto poltico comn han sido los lderespolticos. Sin entrar en la discusin de los beneficios odificultades que sta situacin ha generado en la historia poltica denuestro pas, hay claras evidencias histricas que confirman estasituacin. Como ya lo haba establecido Laureano Vallenilla Lanz:El verdadero carcter de la democracia venezolana ha sido desde eltriunfo de la independencia, el predominio individual teniendo su origeny su fundamento en la voluntad colectiva, en el querer de la granmayora popular tcita o explcitamente expresada [...] El Csardemocrtico [...] es siempre el representante y el regulador de lasoberana popular [...] el poder individual surgido del pueblo porencima de una gran igualdad colectiva [...]Si bien es cierto que la tesis de Vallenilla Lanz sirvi comojustificacin para el ascenso deJuan Vicente Gmez, no es menos cierto que -como seala Mario Sanoja-tuvo una visin proftica en base a su certera observacin yconocimiento de la sociedad venezolana. As, ms all de su usoideolgico, la tesis apunta a la importancia histrica que en el espaciopoltico y las relaciones de poder conformadas en la sociedadvenezolana, el lder (o los lderes) han jugado un papel relevante en laconfiguracin del sentido comn que liga las diversas partes a un mismotodo; a veces para tergiversar y lograr la dominacin, u otras paraalcanzar objetivos especficos de liberacin. En el primer regln nodudamos en colocar como ejemplo al primer Carlos Andrs Prez; y en elsegundo caso, el mejor ejemplo es nuestro Comandante Chvez.La narrativa construida por el Comandante Chvez (principalmente apartir de sus intervenciones pblicas y discursos polticos) tiene unacomplejidad que se remonta histricamente hasta el ideario de los hroesde la independencia (en especial Simn Bolvar, aunque no se restringe al), pasando por las tradiciones ms crticas de Nuestra Amrica (comola que representa Jos Mart), recuperando el ideario heterodoxo de laizquierda continental (y mundial, como Jos Carlos Maritegui o ItsvnMszros) hasta llegar a un dilogo permanente con las ms prominentescorrientes actuales del pensamiento crtico. Adems, Chvez logrintegrar el lenguaje de la cultura popular venezolana, sus smbolos,valores, usos y giros particulares, al lenguaje poltico -sin caer en elpopulismo histrico- y crear un mundo de sentido (razn y sentimientocomn) que permiti orientar la efervescencia social acumulada durantedcadas de lucha y resistencia, plateando un proyecto poltico de uninen la diversidad que an hoy se mantiene. Dicha narrativa se sustentasobre el fondo de una base material de explotacin y exclusin /vivida /en carne propia por el Comandante Chvez como parte del pueblovenezolano; situacin que lo proyecta como lder en el que convergen lasdiversas necesidades de transformacin y liberacin.Luego de la siembra del Comandante Chvez, la narrativa por lconstruida -y cuando decimos l tenemos en cuenta al proceso socialque le dio nacimiento-, perdi uno de sus principales dinamizadores. Elsegundo dinamizador, el pueblo venezolano, se encuentra en unaconstruccin ardua que pasa por el dolor de la prdida fsica de suprincipal lder, hasta las actuales coyunturas polticas y econmicas alas que se est enfrentando la Revolucin Bolivariana -tanto en el planonacional como el internacional-. Este proceso de reconfiguracin de lasfuerzas polticas y las continuas y cada vez ms fuertes embestidas delas clases dominantes han situado la /identidad chavista / en el centrode la lucha y las discusiones.De un lado, tenemos a quienes pretenden desmarcarse de toda identidadcon el chavismo, identificando con ste nicamente a los sectoresgubernamentales y algunas capas de las clases trabajadoras que notendran ms conciencia que la inmediatez de satisfaccin de susdinmicas de consumo. De otro lado, encontramos posturas que quieren veren el chavismo un todo homogneo cuyo valor primordial es la /lealtad /, primero, con el Comandante Chvez an luego de su muerte fsica, ysegundo, con los sectores en el gobierno encargados de continuar -almenos a ese nivel- su obra poltica. Otras posturas proponen una visinms amplia de la diversidad de lo que constituye el chavismo,principalmente en las bases, para apostar por una prctica que desdeabajo y con el apoyo del Estado siga en la construccin de espacios depoder -fundamentalmente comunitarios-. Entre una y otra se distinguenmatices y grises de quienes en un momento pertenecieron -al menos deverbo- al bloque del chavismo y una vez agudizadas ciertascontradicciones, han optado -desde la crtica radical o el descontento-a la retirada, a veces abierta o a veces en silencio. Tambin tenemoslas posturas de las clases dominantes, quienes desde el comienzodespreciaron la creacin de dicha identidad chavista; as como aquellasposturas que se identifican de manera retrica con el chavismo peromantienen una prctica anti-revolucionaria (incluyendo personas encargos medios y altos del Estado, as como de las mismas bases sociales).Si bien stas no son las nicas posturas, son de las principales y cadauna utiliza los medios a su alcance para generar las condicionesnecesarias para hacer valer ante las dems su visin sobre lo /qu es elchavismo / , buscando diversos obejtivos polticos no siempre claros yexplcitos, pero tratando en todo momento de obtener el mayor apoyoposible para sus fines.En la continuacin de estas reflexiones intentar analizar una de estasposturas, algunas de sus narrativas y de las imgenes que ha construido.Fuente:http://humanidadenred.org.ve/categorias/columnadelarededh/ofensiva-intelectual/*Rebelin ha publicado este artculo con el permiso del autor medianteuna licencia de Creative Commons, respetando sulibertad para publicarlo en otras fuentes.*Enva esta noticia Compartir esta noticia: delicious digg meneame

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