ideario y ruta de la emancipaciÓn chilena

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IDEARIO Y RUTA DE LA EMANCIPACIN CHILENA JAIME EYZAGUIRRE RESUMEN

Introduccin Miguel Luis Amuntegui sostuvo que el dogma de la Majestad Real fue el fundamento sobre el cual Espaa construy toda su dominacin en Amrica. Esta concepcin presupone la inexistencia en ellas de hbitos de libertad poltica y la falta de rganos llamados a expresar este sentimiento. Antecedentes del movimiento emancipador: 1. Monopolio comercial 2. El propsito de la Corona de mantener a la generalidad de los colonos en la ignorancia. 3. La preferencia que para los cargos pblicos se daba a los peninsulares sobre los criollos. 4. La miseria del bajo pueblo. 5. La complejidad de las leyes. 6. La influencia en que los criollos ejerca la lectura de los enciclopedistas franceses. 7. El ejemplo de las colonias inglesas de la Amrica del Norte. 8. La Revolucin francesa de 1789. 9. La defensa de Buenos Aires en 1806 y 1807 contra los ingleses.

I.

Espaa y los derechos polticos

1. El ideario de San Isidoro: El espaol de los siglos XVI y XVII posea una serie de principios polticos perfectamente estructurado. Obispo de Sevilla, San Isidoro: Dos elementos juegan en la concepcin poltica isidoriana (el rey y el pueblo). La investidura del monarca es sacral; su poder emana de Dios. En el derecho divino y en el derecho humano descansa la estructura del Estado. Una y otra ordenacin limita el poder real, a la vez que crean en los sbditos el adecuado sentimiento de obediencia. 2. El Estado medieval: En los estados cristianos que surgen de las ruinas del reino gtico, el monarca Contrae con el pueblo un pacto al jurar, en el momento d asumir el poder, el respeto de las leyes existentes. La comunidad, a travs de la Curia Plena, integrada por nobles y obispos, y luego de las Cortes, en que se aaden a esos elementos los mandatarios de las ciudades, equilibra el poder del monarca. 3. En los tiempos modernos: La llegada de la Edad Moderna con los Reyes Catlicos, junto con producir la asociacin de las coronas de Castilla y Aragn y el termino de la guerra contra el Islam, consagra en definitiva la supremaca del poder real sobre los estamentos sociales, la consolidacin de su actividad y el declinar de la vida municipal y de las Cortes. El mismo principio hegemnico lo mantienen a lo largo de los siglos XVI y XVII los monarcas de la Casa de Austria, sin perder el contacto ntimo con los sbditos. El comn sentir popular sigue viendo en el monarca el gerente del bien comn y el defensor de los dbiles. Segn ellos, la protestad soberana desciende de Dios al titular a travs del pueblo y por su libre consentimiento. Dios resuelta la causa mediata del poder, puesto que es el autor de la Ley Natural, pero l no escoge al que ha de ejercerlo, ni tampoco fija la forma que ha de adoptar el gobierno. Todo esto queda entregado a la libre determinacin de la voluntad humana. El quebrantamiento de cualquiera de estas normas constituye violacin del pacto por el prncipe y da derecho a la comunidad a resistirle como a un tirano.

II.

La incorporacin de las Indias en la monarqua espaola.

1. La donacin pontificia: Mientras la corona de Aragn haba orientado su accin expansiva hacia el Mediterrneo, Castilla lo hizo hacia el Atlntico. Alejandro VI expidi en 1493 la bula Inter Caetera por la que dono a los reyes de Castilla y Aragn y a sus sucesores las islas y tierras firmes descubiertas o por descubrir que se hallaren al occidente de una lnea trazada de polo a polo a cien leguas al oeste de las islas Azores y que no hubiesen sido posedas por algn prncipe cristiano. Esto se remat en 1494 con la firma del Tratado de Tordesillas. 2. El vinculo de las Indias con Castilla: Las Indias quedaron unidas a la corona de Castilla y no al reino o Comunidad. La incorporacin al reino supone la fusin con la consiguiente anulacin de toda personalidad de tipo poltico; mientras que la incorporacin a la Corona representa la conservacin de aquella y una unin de tipo personal o real con los restantes reinos.

III.

La vida poltica de las Indias bajo los Austrias.

1. La adhesin de la repblica indgena: La doctrina espaola de que el Estado se integra por dos Elementos (la Corona y el pueblo), se traslada tambin a Amrica, solo que aqu debe adaptarse a circunstancias diversas de las europeas. La poblacin americana estaba formada fundamentalmente por dos grupos tnicos y culturales: el indgena y el espaol. La repblica indgena fue sometida a un rgimen de proteccin y quedaron al margen de la actividad poltica en general. Los monarcas espaoles no se contentaron solo con la donacin pontificia para sentirse seores de las Indias, sino que buscaron en ellas la adhesin voluntaria de sus nuevos sbditos. El propsito de obtener el libre consentimiento de los naturales como medio de construir legtimamente el poder, es algo que se repite en diversas formas a lo largo del siglo XVI en todo el continente. 2. La repblica de los espaoles: la tradicin y la vida municipal fueron un transplante europeo realizado por los colonos. Los reyes tomaron las mayores precauciones para que en las distantes Indias no se generara un poder seorial. 3. El cabildo de Santiago: la comunidad, por medio del cabildo, determina quin ha de ejercer el poder mientras el monarca resuelva en definitiva. Lo corriente es que el Gobernador reciba su investidura del Rey. Pero, aunque su titulo arranque de tal origen, no por eso se halla libre de vnculos jurdicos con el Cabildo. El Gobernador es un representante, una prolongacin de la persona del monarca y sobre l deben pesar tambin las obligaciones de la Corona para con la comunidad. Si bien los Cabildos pierden en el siglo XVII las posibilidades del ejercicio del poder poltico, conservan siempre el papel de fiscalizadores del mismo. 4. Los estatutos jurdicos de indios y espaoles: las principales garantas de los indgenas: libertad personal en rgimen de proteccin; derecho de residencia; libertad de movimiento; libertad de trabajo; libertad de comercio; derecho de propiedad; libertad de matrimonio. Garantas de pobladores de Chile de origen espaol: derecho a la adecuada administracin de la justicia; libertad de correspondencia y derecho de peticin; derecho a enervar la ley injusta; derecho a participar en los beneficios, cargos administrativos y funciones pblicas; derecho a recurrir contra los abusos de la autoridad; derecho de rebelin. 5. El regionalismo y la querella de criollos y peninsulares: desde su llegada a Amrica el colonizador se Vincula fuertemente al nuevo suelo. En las Indias se transplanta as la tendencia regionalista espaola. Solo la persona del rey queda como nexo fuerte con la metrpoli. Este apego al suelo trae como inevitable consecuencia en el indiano un desapego hacia lo forneo que puede derivar en hostilidad. El hecho es que a lo largo de los siglos XVI y XVII los chilenos solo escalan por excepcin los cargos mas representativos.

IV.

Los Borbones y la vida poltica indiana.

1. Nuevas orientaciones polticas: ms pragmtica que filosfica, la nueva postura propicia el arreglo de las finanzas, el estimulo de la educacin, el desarrollo de la industria, el ensancho del comercio y la realizacin de grandes obras publicas. La centralizacin se va realizando paulatinamente en la vida poltica. Se crean los intendentes en Espaa e Indias como agentes directos del rey. Los Consejeros se debilitan y ceden su importancia a las Secretarias, cuyos titulares despachan directamente con el monarca. 2. La expulsin de los Jesuitas: intima relacin con la poltica centralizadora de los Borbones guarda su Actitud frente a la Iglesia. Es indudable que la actitud de predominio del Estado sobre la Iglesia se acenta y cobra impulso. Las consecuencias de la expulsin de la Compaa de Jess en 1767, se hicieron sentir de una manera grave en los territorios americanos, donde sus arraigos e influencias sociales eran muy hondos. (En Chile, por ejemplo, la importancia de la Orden era decisiva en el campo educacional). Pero la persecucin del pensamiento de los jesuitas no iba a quedar circunscrita al solo campo de la especulacin universitaria, sino que se extendera a niveles ms ntimos. A esta tarea persecutoria de la doctrina poltica tradicional, se ali la de propagar los dogmas del poder absoluto. 3. Garantas y progreso: el incremento de la lectura y la influencia de la Universidad de San Felipe en la segunda mitad del siglo, ayudan a la maduracin del elemento criollo en Chile. Igual efecto produce la Real Cdula de 1703 que dispuso que los pobladores chilenos diseminados en los campos se agrupasen en ciudades para facilitar la administracin de la justicia y el desarrollo de la educacin. El paso no fue solo de importancia civilizadora, sino tambin poltica. Por otra parte, las garantas individuales de que haban gozado los sbditos en tiempos de los Austrias, se mantienen inalteradas. De acuerdo con el concepto estatal dominante, la participacin poltica restada del pueblo, le era devuelta en beneficios de orden espiritual y material: ensanche de la instruccin, fundacin de nuevas ciudades, fomento de las obras pblicas. 4. Del estado patrimonial al estado nacional: se haca preciso destruir la impresin dominante en Amrica de que el gobierno de Madrid solo pretenda sacar de all ganancias y que los que llegaban a esas tierras iban movidos del nico propsito de enriquecerse a su costa. En 1768 se advierte el propsito arraigado de los gobernantes espaoles de superar la antigua concepcin de la monarqua segn la cual las Indias eran un patrimonio de la Corona unido a los dems reinos peninsulares por la persona del monarca. Pese a los esfuerzos realizados, el fuerte amor a la tierra natal y la paulatina toma de conciencia de los criollos, acentuaron en ellos el apego a la patria chica y les hicieron impermeables a una visin amplia y nacional de la monarqua hispana. En Chile, como en muchas otras regiones del continente, los criollos tenan la vspera de la revolucin emancipadora una indudable hegemona burocrtica. 5. La poltica econmica: preocupacin importante de la administracin borbnica en las Indias fue la poltica comercial. El sistema de monopolio de la Casa de Contratacin comenz paulatinamente a ser abandonado. El rgimen de libre comercio con la metrpoli, desde 1778, no produjo en Chile todas las ventajas que se recogieron en otras regiones de Amrica. La escasa exportacin chilena produjo un desequilibrio en la balanza de pagos que se compens con la salida de metales preciosos, lo que trajo consigo en el pas una gran escasez de numerario y la consiguiente sobrevaloracin del oro. Los hombres que influyeron en el planteamiento y desarrollo de la poltica indiana de Carlos III, consideraron al Nuevo Mundo como mercado consumidor de la industria espaola y de los productos europeos que el comercio monopolista de la metrpoli conduca hasta sus playas. Amrica deba entregar, a cambio, sus materias primas indispensables para el consumo o reelaboracin en el Viejo Continente. De esta manera, Espaa se transformaba en una gran potencia comercial, al llevar lo propio y lo ajeno a las Indias, y al traer a la vez de estas sus frutos para su consumo y el de Europa. El decreto del 21 de febrero de 1811 con que la Junta de Gobierno abri los puertos de Chile al comercio libre de las potencias extranjeras aliadas de Espaa y neutrales, fue precedido por dos meses de arduos debates. La

Junta resolvi decretarla de una manera bastante amplia, porque no miraba tanto el aspecto econmico como el poltico del asunto. Con el nuevo paso no solo de daba patente de legalidad al abundante trafico ingles y norteamericano que se haca por la va del contrabando, sino adems se buscaba la manera de activar las ideas revolucionarias y de conseguir armamentos con que repeler los ataques absolutistas. 6. Los criollos en la metrpoli: las comunicaciones directas de Chile con Espaa, as como el intercambio naviero de esta con Buenos Aires, incrementaron los viajes de los chilenos a la corte. Es indudable que el contacto de los criollos con el medio ambiente espaol debi producir en el nimo de varios de ellos un fuerte impacto. Llegaban adems en una poca en que el racionalismo prenda en las mentes selectas y era de buen tono seguir la moda francesa. 7. Los libros y las buenas ideas: Espaa se esmero en impedir la difusin del libro en Amrica, con el objeto de mantener a sus habitantes en la ignorancia y ms fcil sujecin. Puede ahora afirmarse, que el libro llego al Nuevo Mundo con los primeros conquistadores, que su divulgacin fue amplia en los siglos siguientes, y que no se circunscribi a las obras de tipo religioso, sino que alcanz con creces a las de redaccin literaria y de formacin filosfica y cientfica. En el siglo XVIII se extendi la prohibicin de la lectura, por orden de la Iglesia o del Estado, entre otras obras, a la Enciclopedia de Diderot y DAlembert. No obstante las precauciones adoptadas por las autoridades, estos libros llegaron a Amrica y circularon entre algunos elementos ilustrados. Algunos aos antes, otros chilenos que tambin carecan de licencia para leer prohibidos, se los haban procurado secretamente en Lima. La noticia del estallido de la revolucin Francesa de 1789 y de su secuela de crmenes y horrores, causo general espanto en el nimo de los habitantes de Chile. Ayudo a formar en Chile el clima de repudio a la Revolucin francesa la actitud que en su contra adoptaron en la metrpoli hasta individuos reconocidamente del filosofimo. Todos estos antecedentes permiten concluir que, al menos en Chile, no puede sealarse la revolucin francesa como catalizadora de las ideas separatistas, sino ms bien a la inversa, como ocasin para que los criollos reafirmaran su fidelidad a la monarquia. 8. Regionalismo y fidelismo en el umbral de la revolucin: el amor a la tierra natal se haba ido acrecentando en el curso del siglo XVIII. No se presentaba ciertamente, este patriotismo lugareo con caracteres de oposicin a Espaa o de infidelidad al Rey, pero es indudable que aquel sentimiento era ms fuerte y hondo que el apego a la metrpoli. Este fuerte apego a la patria chica no iba en desmedro de la fidelidad a la monarqua espaola y se puede aadir que tampoco dificultaba la convivencia pacfica en Chile de criollos y peninsulares. La emulacin entre ellos por la conquista de los cargos administrativos, no se vio tan reflejada aqu como en otras partes de Amrica. En suma, por aquellos aos finales de la dominacin espaola en Chile, la armona de los grupos sociales y la fidelidad de ellos a la Corona no sufran la menor conmocin. La muestra ms efectiva de la lealtad a la corona la dieron los criollos cuatro aos antes de que se iniciara el proceso revolucionario. En 1806 los ingleses efectuaron un ataque a la ciudad de Buenos Aires con indudable propsito de conquista. Mientras sus habitantes luchaban contra el invasor, los chilenos ofrecieron organizar un batalln y cooperar en el plan de defensa. No obstante, existen indicios de que unos pocos aspiraban en secreto a la independencia de Espaa. Ya algunos meses antes de que regresara a Chile don Bernardo OHiggins trayendo los ideales separatistas provenientes de Inglaterra por influencia de Miranda, exista en el pas un ncleo secreto que los alimentaba y que mantena contacto con otros grupos similares esparcidos en el resto de Amrica.

V.

La revolucin autonomista y constitucional.

1. La crisis monrquica de 1808: el ao 1808 va a traer consigo un vuelco inesperado en la historia de los pueblos hispanos. La invasin francesa en la pennsula y la prisin del rey legitimo Fernando VII, produce el instantneo alzamiento del pueblo espaol. Juntas de resistencia brotan en todos los lugares a fin de coordinar sus esfuerzos en una Junta Central que se constituye en Aranjuez y ha de trasladarse a Sevilla por los avances de Napolen. Por singular irona, la filosofa de Carlos III y Carlos IV iba a transformarse en el sustento de los derechos al trono de Espaa de su descendiente, y la comunidad, al recoger el poder vino crear de inmediato las autoridades que ejerceran el mando el nombre del rey cautivo y le conservaran la corona. 2. El doctrinamiento poltico de 1810: la mayor parte de los burcratas eran leales vasallos de Fernando VII, sin que acaso faltaran algunos que se inquietaban ms por la suerte de su prebenda que por la restauracin del rey legtimo, y de buenas ganas hubieran reconocido al usurpador victorioso a trueque de afianzar su estabilidad econmica. La medida exacta del doctrinarismo dominante entre los criollos la vspera de la instalacin de la Junta de Gobierno: la indiscutida fidelidad al monarca, la reivindicacin de los derechos polticos de la comunidad frente al absolutismo y la conciencia de que las Indias no eran colonias sino provincias unidas a Espaa en la persona del monarca comn. Precisamente la lealtad al Rey es que la mova a muchos criollos a desear desligarse por entero de Espaa, que sufrir con ella el completo dominio del invasor francs. Catecismo Poltico Cristiano: una de las consecuencias ms importantes del origen popular inmediato de la soberana y sobre la que Jos Amor de la Patria pone especial acento, es de que producida la muerte o cautiverio del rey y de toda su familia, la autoridad vuelve al pueblo de donde sali y el pueblo es el nico que tiene autoridad para nombrar o instituir un nuevo rey, o para darse la forma de gobierno que mejor le acomode a su prosperidad. La Junta Suprema tiene autoridad para mandar en Espaa porque est fundada en la voluntad popular, pero otra cosa es que pretenda extender su jurisdiccin a Amrica. los habitantes y provincias de Amrica solo han jurado fidelidad a los reyes de Espaa y solo eran vasallos y dependientes de los mismos reyes, como lo eran y han sido los habitantes y provincias de la pennsula. Esto ha ido empujando las cosas a un punto culminante: el derecho de los criollos de formar tambin sus Juntas provinciales. (Convocar un Cabildo abierto para elegir una Junta de Gobierno que asuma el mando mientras el rey se encuentre cautivo). 3. El 18 de septiembre: la lucha entre el bando reformista encabezado por el Cabildo y el ncleo absolutista que diriga la Audiencia, alcanzo en septiembre un punto culminante. Don Agustn de Eyzaguirre, propuso como medio de concluir con el estado de agitacin en que viva la ciudad, el inmediato nombramiento de una Junta de Gobierno. Como se esperaba, el 18 de septiembre el Cabildo Abierto y en l el Gobernador interino, Conde de la Conquista, hizo dejacin del mando. La Junta de Gobierno generada a raz del Cabildo abierto de 18 de septiembre y que tuvo por presidente al mismo Gobernador interino, Conde de la Conquista, vino a consagrar el triunfo y el renacimiento de la doctrina tradicional de la participacin del pueblo en la gnesis del poder, frente a la postura absolutista de raz francesa imperante desde haca un siglo; e igualmente significo el afianzamiento de la antigua concepcin patrimonial de la monarqua sobre la idea unitaria y nacional que sostuvieron los Borbones y procuraron mantener la Junta Central y el Consejo de Regencia. 4. La repblica define sus derechos: al instituir la Junta de Gobierno en representacin del monarca cautivo, el Cabildo de Santiago estimo que no abdicaba la plenitud de los derechos que entenda pertenecerle en su carcter de rgano jurdico de la repblica o comunidad. De igual manera que antes los reyes, al recibir el poder, quedaban sujetos a las prescripciones de las leyes divinas y humanas, el Cabildo consideraba que la Junta deba actuar dentro de las limitaciones que en el da de su instalacin le puso el pueblo. La Junta, por su parte, se mostraba reacia a acatar la supremaca y el control del Ayuntamiento, y olvidando muy pronto sus orgenes, quiso proceder con entera independencia.

5. Los chilenos en la corte de Cdiz: reiterando la doctrina sostenida por la Junta Central, la Regencia dict el 15 de octubre de 1810 un decreto por el que se declaraba que la dominacin espaola en ambos hemisferios forma una sola y misma monarqua, una misma y sola nacin y una sola familia, y que por lo mismo, los naturales que sean originarios de dichos dominios europeos o ultramarinos son iguales en derecho a los de esta pennsula. Este decreto dio pie a los diputados americanos para exigir que en las Cortes se concediera a las provincias del Nuevo Mundo una representacin equivalente a la de los territorios de la pennsula, desencadenando as un debate que sirvi a los indianos para medir el grado de sinceridad envuelta en las declaraciones igualitarias de los europeos. La ceguera y el orgullo de los peninsulares y su total incomprensin a los problemas ultramarinos, activaron cada vez ms el fuego de la evolucin americana y contribuyeron a desplazarla poco a poco del terreno constitucional al campo separatista.

VI.

De la revolucin constitucional a la revolucin separatista

1. El primer Congreso nacional: en el acta del 18 de septiembre se haba dispuesto que la Junta durara en sus funciones hasta la convocatoria de un Congreso de representantes de todo el pas, que resolvera sobre el gobierno ms adecuado para el reino. Consciente de la importancia de este hecho, el Cabildo de Santiago se propuso activar la pronta reunin de diputados para constituir as la Junta definitiva. La noticia de la convocatoria de este cuerpo representativo lleno de inquietud al sector absolutista, que iba comprobando da a da la prdida de su influjo. As lo comprendi la Audiencia, que aglutinaba a los burcratas y diriga la oposicin a las miras del Cabildo. 2. La ideologa Roussoliana y el modelo norteamericano: si durante el ao 1810 el doctrinarismo dominante fue el de la tradicin jurdico- filosfica espaola, es indudable que a partir de sus ltimos meses y sobre todo en el curso de 1811, la influencia del pensamiento e Rousseau comienza a pesar en el pas. Pero sin duda el defensor ms eficaz del pensamiento de Rousseau en Chile fue Camilo Henrquez, a quien las lecturas de la filosofa iluminista haban arrastrado a serios conflictos con la Inquisicin limea. Ya de regreso a Chile a comienzos de 1811, asombrara con una proclama en caminada a empujar hacia metas ms radicales los pasos de la revolucin. Sin mostrarse ajeno al pensamiento de Rousseau, pero a la vez conservando el vnculo esencial con la Corona, don Manuel de Salas, se sita en la lnea eclctica dentro del sector revolucionario. Como los liberales de Espaa, sigue fiel al rey, pero defiende a la vez en Chile el rgimen representativo de gobierno. Muy significativa es la coincidente alusin que Salas y Henrquez hacen de los Estados Unidos como modelo de libertades polticas. Y es que la activa presencia en los mares de Chile de balleneros norteamericanos haba permitido una propaganda de intencin revolucionaria. 3. Carrera y la Aurora de Chile: el regreso a Chile de don Jos Miguel Carrera, despus de una lucida actuacin en la guerra de la pennsula, iba a sacar el cetro directivo de la poltica de manos del Cabildo y el Congreso para trasladarlo a los cuarteles y a la agitacin callejera. El ataque francs tenia postrada a la metrpoli. La hora aguardada por lo criollos afiliados a las logias secretas haba sonado y era preciso actuar sin demora si se quera hacer eficaz la coyuntura para los pueblos de Amrica. Por sucesivos golpes de Estado, Carrera elimina la influencia poltica de los grupos criollos que aspiraban solo a una reforma constitucional. Por la brecha cavada por los acontecimientos y bajo el signo del doctrinarismo oficial, pudo abrirse paso de los aos 12 y 13, la aspiracin a una total independencia. Su vocero ser el fraile de la Buena Muerte desde las columnas de la Aurora de Chile, el primer peridico nacional. De esta manera Carrera, hombre de accin, y Henrquez, el idelogo, en los distintos frentes del gobierno y de las letras, conspiraban unidos en el logro de una meta comn. 4. El separatismo sin embozo: el virrey del Per y celoso guardin del absolutismo, don Jos Fernando de Abascal, que vena observando con creciente inquietud el proceso revolucionario de Chile, no pudo resignarse a contemplar por ms tiempo inactivo el grave curso que tomaban los hechos.

Los chilenos, expuestos a perder el ejercicio libre de sus derechos, a que ya se hallaban habituados, se mostraron prontos a resistir hasta el fin la ofensiva armada del absolutismo. El rumbo de los hechos los haba ido empujando a todos a este ltimo camino. En 1810 abogaban desde el Cabildo por los derechos de la comunidad dentro de un marco de obediencia al Rey, ahora, en 1813, como miembros de la Junta de Gobierno que sucede a la presidida por Carrera, se muestran francos y ardosos partidarios del separatismo. Junto con la Declaracin de los derechos del pueblo de Chile el gobierno imprimi un proyecto de Constitucin Poltica. 5. Las ltimas etapas del proceso: en la lucha en que se haban embarcado los patriotas en 1813 no les iba a proporcionar el triunfo que tanto ambicionaban. El continuo avance de las tropas del Virrey; la defensa inorgnica y desacertada, fruto de un comando revolucionario del todo improvisado; la miseria recogida como resultado del abandono de los trabajos agrcolas y tala de los campos, y la total paralizacin del comercio; la conviccin adquirida por algunos, a raz de las actuaciones de Carrera y sus hermanos, de que los chilenos no podan gobernarse a s mismos; la noticia de la retirada napolenica de Espaa y de la vuelta al trono de Fernando VII, como asimismo del sofocamiento progresivo de los conatos revolucionarios en los diversos sitios de Amrica, fueron llevando a los patriotas a la certidumbre de que su causa estaba en esos momentos perdida y que mantener la resistencia solo significaba acrecentar los males de la guerra. La afirmacin estampada de que en vista de los motivos expuestos ha resuelto el pueblo de Chile recuperar sus derechos naturales y con ellos su libertad e independencia, no es sino una aplicacin de la doctrina escolstica que permite a la comunidad, como detentadora originaria del poder, reasumirlo cuando el titular se ha transformado en tirano. La metrpoli haba imposibilitado la subsistencia de la comunidad poltica hispanoamericana. Pero tambin Espaa haba proporcionado el arma de resistencia a la tirana y otorgado a las tierras de Amrica, su arraigada conciencia de libertad.