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5 Septiembre 2005 ECONOMIA E HISTORIA Sergio Alfredo Cutri Master en Economía Agraria e Ingeniero Agrónomo U.B.A. Doctor en Economía Alimentaria U.C.O. España Una de las primeras decisiones del ejecu- tivo se resume en el Decreto Ley 15.350 del 28 de mayo de ese primer año, que establece las funciones del Instituto Argentino de Promo- ción del Intercambio. Este debía servir de “ins- trumento para el desarrollo del comercio in- terno y exterior, promoviendo aquellas actividades necesarias para ese fin”. El IAPI complementaba la política finan- ciera definida por el recientemente naciona- lizado Banco Central, que establecía el con- trol de la tasa de interés, del tipo de cambio y del cambio de divisas. La misión del Instituto se puede resumir en seis puntos: Intervenir en la compra, la venta y el trueque de todo ti- po de productos, entregando o recibiendo en pago productos, documentos de cambio o moneda. Promover la relación y coordinación del comercio, la industria y el trasporte. De- sarrollar las organizaciones cooperativas. Es- tablecer las condiciones que permitieran la creación de los llamados stocks de contin- gencia. Negociar y supervisar el cumplimien- to de los acuerdos internacionales. Y por últi- mo, la de asegurar el financiamiento de las operaciones productivas y comerciales. La política industrial del gobierno se ba- saba en el aprovechamiento de las importan- tes ventajas comparativas que poseía el país en el sector agropecuario. El potencial de los recursos naturales debía servir, tal como su- cedía en los países industrializados, para im- pulsar y acelerar el crecimiento y el desarro- llo. Estas ventajas se encontraban principal- mente en las materias primas agrícolas, don- de la carne y los granos poseían los costos de producción más bajos del mundo. Con éstos recursos se generarían las divisas necesarias para la importación de bienes de capital e in- sumos intermedios que requería un rápido proceso de industrialización. Pero para esto se hacia indispensable el control de los mo- nopolios exportadores. Es así como ya en el mes de abril se regulará la comercialización del trigo, sucediéndole la normalización de la comercialización de aceites vegetales, la ex- portación de taninos, los productos lácteos, las carnes congeladas y enlatadas, y las gra- sas. En diciembre se regulará el comercio de los cueros curtidos, pieles, avena, cebada, sorgo, centeno y mijo, y en febrero del ‘47 se normaliza el mercado de maíz. Paralelamente se negocian los precios con nuevos países y se renegocian las expor- taciones de carnes y cuotas, como además los precios mínimos que debían pagar los fri- goríficos extranjeros a los productores. La rentabilidad de la producción agropecuaria será asegurada por medio de la fijación de precios internos. Se triplica el precio del trigo que recibía el productor, que pasa en prome- dio de 9,5 $ a 29,5 $ el quintal. Siendo el pre- cio de exportación negociado por el IAPI en los nuevos acuerdos internacionales de alre- dedor de 41,9 $/qq. Para el maíz el precio al productor paso de los 12,7 $/qq a 27,4 $, mientras el exportación era de 33,1 $ por quintal. Para el cuero curtido, como forma de impulsar la industrialización nacional, se es- tablecen precios mínimos de exportación de 2,75 $/u, cuando anteriormente éste no lle- gaba a los 1,5 $. En 1947 la aplicación de esta política de eliminación de los monopolios significará un ingreso para el tesoro nacional de 2.000 millo- nes de pesos (equivalentes a unos 500 millo- nes de dólares de la época), cifra que repre- sentaba casi la mitad de las reservas que poseía el país. Ingreso que alcanzará a dupli- carse al año siguiente, manteniéndose en esos niveles hasta 1952. Esta política, como se mencionó, serviría para solventar los requeri- mientos de importación de bienes que reque- ría el desarrollo industrial, pero además permi- tía que el sector agro-productivo recibiera el 70% del precio internacional de los productos de exportación, cuando antes el 75% de éste quedaba en manos de los monopolios extran- jeros. Una situación a la que más tarde se vol- verá luego de la caída del peronismo en 1955, y que será mantenida hasta el día de hoy. La normalización de la competencia del comercio exterior se hacia solamente posible por medio con el control del almacenamiento y los embarques en los puertos argentinos. Si- los y puertos eran las nuevas infraestructuras desde donde se conseguía supervisar eficaz- mente el cumplimiento de los precios internos y externos de los principales productos de ex- IAPI: “Soberanía política, independencia económica y desarrollo” EN 1946 CON EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE PERÓN SE INICIA UN CAMBIO POLÍTICO QUE BUSCARÁ DIRIGIR LA ECONOMÍA ARGENTINA HACIA LA INDUSTRIALIZACIÓN Y EL EMPLEO. EL PLAN QUINQUENAL DE REORGANIZACIÓN PRODUCTIVA REQUERIRÁ COMO PRIMERA MEDIDA ESTABLECER EL CONTROL MACROECONÓMICO, INSTRUMENTADO POR MEDIO DE LA NACIONALIZACIÓN FINANCIERA Y DE LA ESTRUCTURA COMERCIAL DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS DE EXPORTACIÓN DEL AGRO; ACTUAR DECIDIDAMENTE SOBRE UNA ECONOMÍA QUE HASTA ENTONCES SE ENCONTRABA EXTRANJERIZADA, DOMINADA POR LA BANCA INTERNACIONAL Y LOS MONOPOLIOS. LA CONSIGNA SERÁ, YA ALCANZADA LA VOLUNTAD DE EJERCER UN PODER POLÍTICO SOBERANO, “LA CONQUISTA DE LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA”.

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Peronismo, iapi, intercambio, divisas, estado

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5Septiembre 2005

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Sergio Alfredo CutriMaster en Economía Agrariae Ingeniero Agrónomo U.B.A.Doctor en EconomíaAlimentaria U.C.O. España

Una de las primeras decisiones del ejecu-tivo se resume en el Decreto Ley 15.350 del 28de mayo de ese primer año, que establece lasfunciones del Instituto Argentino de Promo-ción del Intercambio. Este debía servir de “ins-trumento para el desarrollo del comercio in-terno y exterior, promoviendo aquellasactividades necesarias para ese fin”.

El IAPI complementaba la política finan-ciera definida por el recientemente naciona-lizado Banco Central, que establecía el con-trol de la tasa de interés, del tipo de cambio ydel cambio de divisas. La misión del Institutose puede resumir en seis puntos: Interveniren la compra, la venta y el trueque de todo ti-po de productos, entregando o recibiendo enpago productos, documentos de cambio omoneda. Promover la relación y coordinacióndel comercio, la industria y el trasporte. De-sarrollar las organizaciones cooperativas. Es-tablecer las condiciones que permitieran lacreación de los llamados stocks de contin-gencia. Negociar y supervisar el cumplimien-to de los acuerdos internacionales. Y por últi-mo, la de asegurar el financiamiento de lasoperaciones productivas y comerciales.

La política industrial del gobierno se ba-saba en el aprovechamiento de las importan-tes ventajas comparativas que poseía el paísen el sector agropecuario. El potencial de losrecursos naturales debía servir, tal como su-cedía en los países industrializados, para im-pulsar y acelerar el crecimiento y el desarro-

llo. Estas ventajas se encontraban principal-mente en las materias primas agrícolas, don-de la carne y los granos poseían los costos deproducción más bajos del mundo. Con éstosrecursos se generarían las divisas necesariaspara la importación de bienes de capital e in-sumos intermedios que requería un rápidoproceso de industrialización. Pero para estose hacia indispensable el control de los mo-nopolios exportadores. Es así como ya en elmes de abril se regulará la comercializacióndel trigo, sucediéndole la normalización de lacomercialización de aceites vegetales, la ex-portación de taninos, los productos lácteos,las carnes congeladas y enlatadas, y las gra-sas. En diciembre se regulará el comercio delos cueros curtidos, pieles, avena, cebada,sorgo, centeno y mijo, y en febrero del ‘47 senormaliza el mercado de maíz.

Paralelamente se negocian los precioscon nuevos países y se renegocian las expor-taciones de carnes y cuotas, como ademáslos precios mínimos que debían pagar los fri-goríficos extranjeros a los productores. Larentabilidad de la producción agropecuariaserá asegurada por medio de la fijación deprecios internos. Se triplica el precio del trigoque recibía el productor, que pasa en prome-dio de 9,5 $ a 29,5 $ el quintal. Siendo el pre-cio de exportación negociado por el IAPI enlos nuevos acuerdos internacionales de alre-dedor de 41,9 $/qq. Para el maíz el precio alproductor paso de los 12,7 $/qq a 27,4 $,

mientras el exportación era de 33,1 $ porquintal. Para el cuero curtido, como forma deimpulsar la industrialización nacional, se es-tablecen precios mínimos de exportación de2,75 $/u, cuando anteriormente éste no lle-gaba a los 1,5 $.

En 1947 la aplicación de esta política deeliminación de los monopolios significará uningreso para el tesoro nacional de 2.000 millo-nes de pesos (equivalentes a unos 500 millo-nes de dólares de la época), cifra que repre-sentaba casi la mitad de las reservas queposeía el país. Ingreso que alcanzará a dupli-carse al año siguiente, manteniéndose en esosniveles hasta 1952. Esta política, como semencionó, serviría para solventar los requeri-mientos de importación de bienes que reque-ría el desarrollo industrial, pero además permi-tía que el sector agro-productivo recibiera el70% del precio internacional de los productosde exportación, cuando antes el 75% de éstequedaba en manos de los monopolios extran-jeros. Una situación a la que más tarde se vol-verá luego de la caída del peronismo en 1955,y que será mantenida hasta el día de hoy.

La normalización de la competencia delcomercio exterior se hacia solamente posiblepor medio con el control del almacenamientoy los embarques en los puertos argentinos. Si-los y puertos eran las nuevas infraestructurasdesde donde se conseguía supervisar eficaz-mente el cumplimiento de los precios internosy externos de los principales productos de ex-

IAPI: “Soberanía política,independencia económica ydesarrollo”EN 1946 CON EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE PERÓN SE INICIA UN CAMBIO

POLÍTICO QUE BUSCARÁ DIRIGIR LA ECONOMÍA ARGENTINA HACIA LA

INDUSTRIALIZACIÓN Y EL EMPLEO. EL PLAN QUINQUENAL DE REORGANIZACIÓN

PRODUCTIVA REQUERIRÁ COMO PRIMERA MEDIDA ESTABLECER EL CONTROL

MACROECONÓMICO, INSTRUMENTADO POR MEDIO DE LA NACIONALIZACIÓN

FINANCIERA Y DE LA ESTRUCTURA COMERCIAL DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

DE EXPORTACIÓN DEL AGRO; ACTUAR DECIDIDAMENTE SOBRE UNA ECONOMÍA

QUE HASTA ENTONCES SE ENCONTRABA EXTRANJERIZADA, DOMINADA POR

LA BANCA INTERNACIONAL Y LOS MONOPOLIOS. LA CONSIGNA SERÁ, YA

ALCANZADA LA VOLUNTAD DE EJERCER UN PODER POLÍTICO SOBERANO, “LA

CONQUISTA DE LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA”.

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6 Industrializar Argentina

portación. El desarrollo en 1948 de la marinamercante de bandera nacional fue una impor-tante decisión en este sentido, que significóno solamente un ahorro en servicios comer-ciales de exportación de 200 millones de pe-sos anuales, también constituía la posibilidadde llegar a los mercados externos. Así para1950 se había conseguido desarrollar el co-mercio bilateral con más de 20 países, alcan-zándose nuevos mercados en Europa del Estey Latinoamérica. Una situación que contrasta-ría respecto a la década pasada, donde alrede-dor del 80% del comercio externo se concen-traba en Inglaterra y los EEUU.

Junto a la administración de los preciosde los productos agrícolas se desarrolla unafuerte política de fomento de la producciónagropecuaria. Se dan planes de financiaciónde siembra y cosecha, se libera de aranceles laimportación de maquinaria agrícola, se subsi-dia la compra de semillas, se aplican morato-rias a los créditos del campo y también se re-ducen sus intereses. A consecuencia de estoen 1949 se producirá un record en el áreasembrada de trigo, maíz, avena y alfalfa. Tam-bién se logra el autoabastecimiento y exporta-ción de aceites vegetales, multiplicándoseocho veces la producción de girasol.

Una vez suprimidos los monopolios, lamayor rentabilidad del campo se dirigirá hacialos pequeños y medianos productores. Se ini-cia un proceso de reforma agraria instrumen-tado a partir de la Ley de Contratos de Arren-damiento y Aparcería Rurales, que permitirá alarrendador establecer la elección de la activi-dad productiva y el tiempo de tenencia. Pormedio del Banco Nación se dan préstamospara la compra de tierras a una tasa subsidia-da del 4% anual con plazos de hasta 30 años.También las tierras fiscales aptas para la agri-cultura serán subdivididas por el ConsejoAgrario Nacional y cedidas a colonos con elpago de un canon mínimo. El Estatuto del Pe-ón y el salario rural buscará combatir las con-diciones de esclavitud que persistían en mu-chas regiones del país. Estas medidasprovocarán en pocos años un fuerte cambioen la posesión de la tierra, con una importan-te redistribución de los ingresos del campo. Secalcula que ya en 1952 a raíz de esta políticaalrededor de 1 millón de hectáreas habían pa-sado a manos de pequeños y medianos pro-ductores, llegando a finales del gobierno pe-ronista a casi 5 millones de hectáreas, cifraque representaba un tercio del área sembrada.

Las políticas de gobierno dirigen los in-gresos que generan las exportaciones y elcontrol de cambios al aumento de los salariosdel sector público, a subsidiar el consumo, la

producción industrial y agropecuaria, y al de-sarrollo de la infraestructura básica del país.En poco tiempo se produce un fuerte aumen-to del consumo interno y crece fuertemente lademanda de servicios. Comienzan las exporta-ciones de manufacturas de cuero, metalurgiay metales ferrosos y no ferrosos, fibras textilesy aceites vegetales. Se comienza a producirpapel periódico, productos químicos, plásticosy gomas, extractos vegetales, herramientas yse exportan motores de autos. Para 1952 secalcula que el valor agregado de la IndustriaArgentina había alcanzado un incremento del43% respecto a 1945.

La comercialización de lana fue la última enser regulada por el Instituto. Hasta 1948 no sehabía intervenido debido a que las exportacio-nes eran realizadas directamente por los pro-ductores patagónicos a través de los puertosdel sur. Una vez alcanzado el control del traficomarítimo se aplicará a la lana un precio mínimode exportación de 2.000 pesos la tonelada,cuando anteriormente era de1.600 pesos. Estoreduce un 30% las exportaciones y corrige losprecios internos que hasta ese momento eransuperiores a los internacionales. Como conse-cuencia se produce un importante incentivo dela producción de hilado y tejido local, así apare-cen también las primeras industrias de tejido.

La política de eliminación de los monopo-lios se enfrentará a la reacción de los tradicio-nales países compradores, que eran a su vezlos principales proveedores de insumos in-dustriales, que restringen las crecientes nece-sidades de abastecimiento en que se encon-traba la Industria Argentina. Sin embargo,pese a la limitación en la provisión de bienesde capital e insumos intermedios que ejercie-ron las empresas norteamericanas, principa-les oferentes mundiales de estos productos,de igual forma se producirá un fuerte creci-miento en todo este periodo. Este condicio-nante externo será crítico en los primerosaños, donde se dan las mayores tasas de cre-cimiento industrial que se han registrado enla historia argentina. Así las importaciones debienes de capital se mantendrán cercanas alas que se tenían durante la década del ’30.

La restricción externa, mas que limitar,forzará un rápido proceso de sustitución deestos bienes, alentando fuertemente la pro-ducción nacional. Se trató de una sustituciónreal, es decir, impulsada por la demanda in-dustrial y el consumo interno, y por eso no de-finida por efectos en el tipo de cambio, el cualse mantuvo en toda la década de los ’40 en los3,36$ por dólar. Definido un proyecto indus-trial, la producción era creada en respuesta alos problemas que enfrentaba la producción

nacional y fomentada a través de una activapolítica de subsidios. Con esto el país rompíacon la lógica de la división internacional deltrabajo determinada por el mercado externo;lógica que fuerza a una situación de depen-dencia al sujetar la producción a los vaivenesinternacionales, excluyendo toda posibilidadde industrialización con desarrollo tecnológi-co, llevando al país al subdesarrollo.

Entre las políticas industriales más activasen este primer periodo se encuentra la pro-ducción agro-industrial, que será dirigida asolucionar la importante carencia en la dota-ción de tractores y medios de trasporte delsector agropecuario. Así los subsidios a la ma-quinaria agrícola permitirán en 1952 que laindustria nacional consiga abastecer los re-querimientos del parque de maquinaria, lle-vando a que en este periodo se compraranmás tractores nuevos que en toda la décadaanterior. De este modo se conseguirá un rápi-do impacto en la producción de granos, perotambién se daría basamento a una productivi-dad del campo que se extenderá durante dé-cadas, y que dará sustento a aquella llamada“revolución verde” de los ‘60.

El problema del abastecimiento externo delas necesidades de suministros industriales quedemandaba Argentina fue agravado por laaplicación de medidas proteccionistas por par-te de los tradicionales compradores europeos.Esto resintió el precio de exportación de losproductos agrícolas, limitando fuertemente ladisponibilidad de divisas. A esto se suma la in-convertibilidad que poseían las monedas de losnuevos países a donde se dirigían las exporta-ciones. En estos años menos de 30% del ingre-so del comercio exterior será en divisas y de es-tas la mayor parte fueron no convertibles. Elresto será en créditos, la mayoría de los cualesno podrán utilizarse por encontrarse bloquea-dos en los bancos de los países a los que Ar-gentina abastecía. Con todo esto se dificultabaaún más la posibilidad de importación de insu-mos industriales. Esta difícil situación interna-cional conduce que a principios de 1948 seproduzca una fuerte escasez de dólares quehace caer las reservas en un 70%. Así la econo-mía recibiría su primer shock externo.

Las restricciones externas no fueron unacontecimiento que sorprendieran y reforza-ron la voluntad política de industrializar el pa-ís, reduciendo la dependencia del comercioexterior. Esta previsión se puede observar yaen la memoria anual del Banco Central de1946, donde se señalaba como estrategia pa-ra el crecimiento, la importancia de trasfor-mar la estructura productiva siguiendo el“modelo americano”, que consistía básica-

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mente en un desarrollo industrial endógenosostenido por el consumo interno.

Hacia 1948 pese a los problemas externoslas políticas de gobierno consiguen un fuertecrecimiento industrial y se alcanza el plenoempleo. La producción y el empleo en prome-dio entre 1948 y 1952 prácticamente duplicanlos valores de la década anterior. El desarrollodel mercado interno se reflejará fuertementeen el sector de la construcción que en 1950llegará casi a triplicar la producción de vivien-das respecto a aquella década. El aumento ge-neralizado de salarios repercute en el consu-mo de alimentos, la indumentaria y el calzado.Así, aún frente al importante aumento de laproducción caen las exportaciones de carnes yde cueros curtidos entre los años 1948 y ’52.En 1947 el consumo de pan había aumentadomás del 10%, y el de carne al año siguiente al-canza un record histórico con 105 Kgs/ habi-tante al año. El incremento del consumo entrelos años 1948 y 1955 se reflejará en las expor-taciones de productos agrícolas, que repre-sentaban solo el 60% de las realizadas duran-te la preguerra, en momentos donde laproducción de carne, avena, cebada y arrozmostraban todas ellas recorres históricos. Es-to significó no solamente un radical cambioen la estructura productiva, que revertía lapolítica de la llamada “década infame”, sinoque además mostraba la fuerte redistribuciónde la renta que se había producido. Así lo de-muestra el monto que alcanza el pago de sa-larios junto a los ingresos del sector de la pe-queña y medina empresa en las cuentasnacionales, registrando para el año 1950 unvalor cercano al 80% del Ingreso Nacional,cuando esta cifra fue tradicionalmente siem-pre inferior al 50%.

Para el año 1950 el poder adquisitivo delos salarios se había incrementado respecto aaño 1946 en un 29,1 %. En todo el periodo losprecios de la canasta básica tuvieron un incre-mento menor a los que se dieron en resto delmundo, donde se registraron importantes in-crementos, tanto en los productos alimenta-rios como en los insumos industriales. Estomostraba que si bien las tasas de inflaciónanual habían alcanzado un nivel superior res-pecto a los valores normales anteriores a1946, esto era consecuencia tanto del impac-

to de los precios internacionales, como tam-bién de una reacomodación de precios relati-vos debida al cambio registrado en la estruc-tura productiva argentina.

En 1952 se produce una segunda crisis enel sector agro-exportador que derivará en unnuevo problema de balanza comercial. La pla-ga de la roya y la sequía provocan enormesperdidas en la producción y la Argentina debeimportar trigo. A su vez caen los precios inter-nacionales de los granos, luego de la fuertesubida que habían tenido en el año 1951, alestabilizarse situación en Corea. Esto llevará aque el IAPI no pueda cumplir con los anunciosde precios de cosecha. A esto se suma la caídaen general de las exportaciones agropecuariasdebidas al consumo interno junto con los tér-minos de intercambio de los productos agrí-colas frente a las manufacturas, que entre1948 y 1952 disminuyen casi el 20%.

Como forma de revertir los problemas debalanza de pagos con el exterior en 1952 selanza el Plan Agrícola, que tendrá como obje-tivo duplicar el área sembrada en cinco años.Las limitaciones en la oferta de mano de obrarural, provocada por el aumento de la produc-ción del campo y el desarrollo industrial, serí-an atendidas momentáneamente por el Ejer-cito, a la vez que se planifica el ingreso deinmigrantes de países vecinos como forma desuperar este problema. También se incremen-tan los subsidios a la tasa de crédito agrícola.La respuesta fue rápida, ya en el primer año elárea sembrada tendrá un aumento del 30%respecto a la campaña anterior, consiguiendosuperar las necesidades de abastecimiento in-terno y de exportaciones. Así también la pro-ducción de trigo en la campaña 1954/55 al-canzará un nuevo record histórico, como igualsucede con la avena, la cebada y el arroz.

El propósito fundamental de IAPI era pro-vocar la reorganización del sistema comercial,buscando generar una dinámica productivabasada en las empresas cooperativas agrarias,desde donde se organizaría eficientemente laproducción, la comercialización y el planea-miento de las políticas del sector. Así el Presi-dente Perón, en su segundo mandato, anun-ciará la transferencia del Instituto a estasorganizaciones. El cooperativismo era la basede la organización productiva que permitía

una racionalización de la producción y sus-tentar el desarrollo económico y social delcampo. Para esto el gobierno mantenía su po-lítica de subsidios a través del Plan de CréditoAgrario del Banco Nación, que a su vez seapoyaba en el llamado Mapa Ecológico Nacio-nal, confeccionado para la orientación de laproducción agrícola en los distintos territoriosy para el avance de la frontera agropecuaria.El IAPI había sido pensado como instrumentopara eliminar los monopolios exportadores,normalizar el mercado y crear las bases de unanueva estructura productiva; nunca pretendióremplazar la función que las organizacionescooperativas ejercen sobre el desarrollo. Sinembargo éste traspaso finalmente no se dará,la derrota del peronismo aborto la posibilidadde apoderamiento del control comercial porparte del cooperativismo y devolvió a los mo-nopolos extranjeros el manejo de los recursosnaturales. No obstante esa inicial revoluciónagraria e industrial, organizativa y tecnológi-ca, será el sostén de un nivel de bienestar quedistinguirá a Argentina del resto de Latinoa-mérica durante medio siglo.

Cuando intentamos trazar unaperspectiva de la historia argentina suele apa-rece en general la contradicción entre el cam-po y la industria. Esto sin embargo no se dioentre 1946 y 1955. La contradicción resultarámanifestación de una reducida y mezquinaideología. Una consecuencia de la ausencia deintegración política de los recursos humanosy naturales de todos y en todos los territoriosdel país. Esta ideología pragmática, que creeen las transformaciones como producto de unnatural devenir, heredera de una estructuracolonial del territorio que apela a visiones uni-tarias y centralistas del manejo político, resol-verá los problemas de la coyuntura económi-ca hacia la concentración del capital y de latierra; Obviará que todo desarrollo se susten-ta en la organización de las comunidades lo-cales, que es la forma en que un pueblo pudeintervenir en las decisiones políticas. Así, lapolítica argentina, por encontrarse siemprealejada de la realidad popular, representará lapermanente frustración de la sociedad argen-tina en la búsqueda de su desarrollo.

Fuentes: • Material periodístico de la época y documentos e informes de organismos oficiales.• Banco Centra de la República Argentina; Banco de la Nación Argentina; Dirección General del Servicio Estadístico Nacional; Dirección Nacional de Estadísticas y Censos; Di-rección de Economía Rural y Estadística; Secretaria de Asuntos Económicos; Naciones Unidas.• Boletines de la Cámara de Diputados; Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores de la Nación (varios); Reporte Anual del IAPI; Mensajes del Presidente de la Nación Ar-gentina al Inaugurar los Periodos Ordinarios de Sesiones (1950-1951); La Obra de Perón (1954); Emancipación Económica Americana (1948); El Banco de la Nación Argentinaen su 75º Aniversario 1891-1966 (1966).