ianas – diagnóstico del agua en las américas

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DIAGNÓSTICO DEL AGUA EN LAS AMÉRICAS

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    DR FCCyT ISBN: 978-607-9217-04-4

    DIAGNSTICO DEL AGUAEN LAS AMRICAS

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    DR FCCyT ISBN: 978-607-9217-04-4

    Foro Consultivo Cientfico y Tecnolgico, ACInsurgentes Sur No. 670, Piso 9Colonia Del ValleDelegacin Benito JurezCdigo Postal 03100Mxico, Distrito [email protected]. (52 55) 5611-8536

    Responsables de la edicin:Juan Pedro Laclette y Patricia Ziga

    Coordinadores:Blanca Jimnez Cisneros (Academia Mexicana de Ciencias)Jse Galizia Tundisi (Academia Brasilea de Ciencias)

    Traduccin:Academia Mexicana de Ciencias

    Recopilacin de la informacin:Tania Elena Rodrguez Oropeza

    Coordinador de edicin:Marco A. Barragn Garca

    Correccin de estilo:Elia Irene Lechuga Almaraz

    Diseo de portada e interiores:Vctor Daniel Moreno Alans y Mariano Alejandro Hernndez Salas

    Cualquier mencin o reproduccin del material de esta publicacinpuede ser realizada siempre y cuando se cite la fuente.

    Derechos ReservadosFCCyT, marzo de 2012ISBN: 978-607-9217-04-4

    Impreso en Mxico

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    DR FCCyT ISBN: 978-607-9217-04-4

    RED INTERAMERICANA DE ACADEMIAS DE CIENCIASFORO CONSULTIVO CIENTFICO Y TECNOLGICO, AC

    COORDINADORESBLANCA JIMNEZ CISNEROS

    JOS GALIZIA TUNDISI

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    Prlogo

    Este volumen proporciona, por primera vez, una evaluacin de los recursos hdricos en el Continente Americano. Se presenta el diagnstico de 15 pases.

    El agua es vital para la vida humana; usamos agua para beber, para producir nuestros alimentos, para sanear nuestro ambiente, como medio de transporte, para generar energa y mil otros fines. Los recursos hdricos son finitos y adems se encuentran distribuidos desigualmente en las regiones del mundo.

    En Amrica, la regin de Atacama en Chile es famosa por una ausencia casi total de lluvias; en el mismo sentido, las comunidades de los ridos desiertos en el suroeste de Amrica del Norte, estn comprometidas en una batalla constante para proporcionar suficiente agua para la vida humana. En contraste, otras regiones como la cuenca del Amazonas son igualmente famosas por la abundancia de agua, pero incluso esa abundancia puede verse amenazada con el cambio de los patrones climticos.

    Un hecho sobre el agua destaca sobre todos los dems: los patrones actuales de utilizacin de agua no son sostenibles en muchas regiones del mundo, incluyendo porciones importantes del continente Americano.

    Uno de los grandes retos del siglo XXI ser mejorar nuestra gestin y la utilizacin de agua, para garantizar que este recurso fundamental soporte una poblacin mundial de nueve mil millones o ms en 2050. Una contribucin sustantiva para la solucin de este reto es el uso eficaz de la ciencia, que mejore el uso de nuestros recursos de agua. El uso eficaz de la ciencia significa no slo crear nuevo conocimiento, sino tambin traducir ese conocimiento cientfico hacia pblico abierto, de tal modo que las nuevas tecnologas y los nuevos conceptos puedan implementarse rpidamente.

    Este volumen es el resultado de un proyecto de la Red del Agua de la Interamerican Network of Academies of Science (IANAS, por sus siglas en ingls). Nuestra organizacin es la red de academias de ciencias del continente americano, creada a partir de la iniciativa y del espritu que alienta el funcionamiento del Panel Interacadmico (IAP) que agrupa a ms de cien academias nacionales de ciencia en todo el mundo.

    Son miembros de IANAS todos los pases que tienen constituida una academia de ciencias. La misin de IANAS es fomentar la cooperacin entre las academias de ciencias y promover su participacin como actores relevantes en el desarrollo de los pases de la

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    regin. IANAS basa su funcionamiento en la operacin de programas. El Programa del Agua completa su primera etapa con la publicacin de este volumen: Diagnstico del agua en las Amricas. El diagnstico de cada pas resulta del trabajo de redes de cientficos en cada una de las academias miembro de IANAS. La coordinacin del trabajo estuvo a cargo de Jos Galizia Tundisi del Brasil y Blanca Jimnez de Mxico, quienes copresiden el programa.

    IANAS puede establecer rpidamente conexiones entre los cientficos que poseen la mejor informacin cientfica actual y aquellas instancias en cada pas que la requieren para tomar decisiones. Uno de los objetivos de IANAS es el de proveer la informacin fundamental que permita una asignacin adecuada de los recursos hdricos por parte de las autoridades involucradas. Tambin identificamos oportunidades en el diseo de nuevos procesos que mejoren el uso del agua hasta alcanzar la sustentabilidad en el largo plazo. Finalmente, recomendamos el contacto con las academias nacionales de ciencias en el Continente Americano como interlocutores que aportan asesora experta a los tomadores de decisiones en el mbito local y nacional.

    Agradecemos a todos los cientficos de nuestro Continente Americano que contribuyeron a este volumen, a la red global de las academias de la ciencia (IAP) por su apoyo financiero y al Foro Consultivo Cientfico y Tecnolgico por su apoyo para la edicin, impresin y distribucin de este libro.

    Enhorabuena por este valioso esfuerzo.

    Michael Clegg y Juan Pedro LacletteCopresidentes de IANAS

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    Prlogo

    La disponibilidad de agua en cantidad y calidad es esencial para el desarrollo econmico y social de los continentes, los pases y las regiones.

    El continente americano alberga un grupo de pases variados que difieren en sus caractersticas geogrficas, histricas, econmicas, sociales y ecolgicas que derivan en una estructura diferente de disponibilidad y manejo del recurso hdrico.

    En estos pases y regiones, el agua puede ser abundante, escasa o incluso rara. Los usos mltiples de este recurso en la agricultura, la industria o suministro municipal son complejos y demandan un manejo integrado del mismo, el cual es difcil de implementar. Ms an porque las actividades humanas impactan cada da ms los cuerpos superficiales y subterrneos de agua, lo que, combinado con la elevada tasa de urbanizacin que existe en el mbito mundial, agrava cada da ms los problemas de disponibilidad del recurso por contaminacin y agotamiento con severos efectos en la salud pblica y de los ecosistemas que constituyen un grave problema de seguridad para todo el mundo.

    Confiamos en que las contribuciones presentadas en este libro sean representativas de la diversidad en la disponibilidad de agua, problemas de contaminacin y estrategias de poltica pblica en el continente. La poltica del manejo del agua difiere considerablemente en los pases: la legislacin y la poltica pblica son diversas y se encuentran en diferentes grados de desarrollo. La descripcin comparativa del estado de la poltica del agua as como de su disponibilidad o abundancia en diferentes pases ser, sin duda, una informacin til para avanzar en el intercambio de experiencias en los mbitos poltico y tcnico.

    Los editores confan en que este libro ser til para consolidar el estudio de los recursos hdricos en los diferentes pases del Continente Americano y contribuir as al desarrollo de las polticas pblicas para su manejo.

    Los editores agradecen infinitamente los esfuerzos de todos los autores de esta obra, as como a quienes participaron como coordinadores de los textos de cada pas como miembros de la Red del Agua de IANAS. Los doctores Blanca Jimnez Cisneros y Jos Galizia Tundisi agradecen a la Academia Mexicana de Ciencias, a la Academia de Ciencias de Brasil y al Comit Directivo de IANAS su apoyo para la produccin de este texto.

    Blanca Jimnez Cisneros y Jos Galizia TundisiCopresidentes del Programa del Agua de IANAS

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    Foro ConsultivoCientfico y Tecnolgico

    La Ley de Ciencia y Tecnologa, publicada en junio de 2002, plante modificaciones importantes a la legislacin en esta materia, tales como: la creacin del Consejo General de Investigacin Cientfica y Desarrollo Tecnolgico, la identificacin del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa (CONACYT) como cabeza del sector de ciencia y tecnologa, y la creacin del Foro Consultivo Cientfico y Tecnolgico (FCCyT).

    El FCCyT est integrado, a su vez, por una Mesa Directiva formada por 20 representantes de la academia y el sector empresarial, 17 de los cuales son titulares de diversas organizaciones mientras que los tres restantes son investigadores electos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

    En este sentido, el FCCyT forma parte del Consejo General de Investigacin Cientfica y Desarrollo Tecnolgico encargado de regular los apoyos que el Gobierno Federal est obligado a otorgar para impulsar, fortalecer y desarrollar la investigacin cientfica y tecnolgica en general en el pas. El FCCyT lleva al Consejo General de Investigacin Cientfica y Desarrollo Tecnolgico la expresin de las comunidades cientfica, acadmica, tecnolgica y del sector productivo, para la formulacin de propuestas en materia de polticas y programas de investigacin cientfica y tecnolgica.

    De acuerdo con la Ley de Ciencia y Tecnologa, el FCCyT tiene tres funciones sustantivas:

    Su primera funcin sustantiva es la de fungir como organismo asesor autnomo y permanente del Poder Ejecutivo en relacin directa con el CONACYT, varias secretaras de Estado y el Consejo General de Investigacin Cientfica y Desarrollo Tecnolgico, pero tambin atiende al Poder Legislativo.

    La segunda funcin sustantiva es la de ser un rgano de expresin y comunicacin de los usuarios del sistema de ciencia, tecnologa e innovacin (CTI). Su objetivo es propiciar el dilogo entre los integrantes del Sistema Nacional de Investigacin y los legisladores, las autoridades federales y estatales y los empresarios, con el propsito de estrechar lazos de colaboracin entre los actores de la triple hlice academiagobiernoempresa.

    Es de resaltar el trabajo continuo y permanente con legisladores de los estados de la Repblica, particularmente con los miembros de las comisiones que revisan los asuntos de educacin y CTI en sus entidades federativas. Esta relativa cercana posiciona al FCCyT como un actor pertinente para contribuir, junto con otros, al avance de la federalizacin

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    y del financiamiento de la CTI. En este sentido, se puede contribuir al trabajo del propio CONACYT, de las secretaras de Economa y de los consejos estatales de Ciencia y Tecnologa para conseguir la actualizacin de las leyes locales, en trminos que aumenten su coherencia con la Ley Federal de Ciencia Tecnologa e Innovacin.

    El FCCyT tambin se ha dado a la bsqueda de mecanismos para la vinculacin internacional a travs de diversas agencias multilaterales. Todo ello, orientado a una bsqueda permanente de consensos alrededor de acciones y planes que se proponen en el Programa Especial de Ciencia, Tecnologa e Innovacin (PECiTI).

    En cuanto a la tercera funcin sustantiva comunicacin y difusin de la CTI, el Foro hace uso de distintos medios, desde la comunicacin directa por medio de foros, talleres y otro tipo de reuniones de trabajo, hasta el uso de los medios de comunicacin masiva y de Internet. Para mencionar slo un ejemplo, nuestro nuevo portal electrnico ofrece ahora una mayor diversidad de servicios a los usuarios, incluyendo una gran variedad de mecanismos (concentrado de noticias de CTI, Gaceta Innovacin, Acertadstico, cifras sobre la evolucin en CTI, informacin sobre las cmaras legislativas y los estados de la Repblica, blogs, entre otros) para posibilitar un anlisis ms preciso de nuestro desarrollo en el ramo. Una seal inequvoca del avance es el aumento en el nmero de visitas al portal electrnico del FCCyT en ms de un orden de magnitud.

    En resumen, el FCCyT es una instancia autnoma e imparcial que se encarga de examinar el desarrollo de la CTI en el pas. Sin embargo, tenemos el reto de incrementar la conciencia social en esa materia, partiendo siempre de la premisa del compromiso social de la ciencia, ya que el conocimiento per se pierde una parte de su valor si no se logra su utilizacin y su aplicacin para mejorar las condiciones y la sustentabilidad de la vida en el pas.

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    PRLOGO

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    Prlogo

    Presentacin

    El estado de situacin de los recursos hdricos de Argentina: la cuestin del agua 1. Introduccin 2. Contexto 3. Sostenibilidad del uso de los recursos hdricos: situacin general y perspectivas 4. Temas emergentes relacionados con el agua 5. Situacin de los recursos hdricos en Argentina 6. Recursos hdricos interjurisdiccionales (Anexo I) 7. Marco jurdico-administrativo del agua en la Repblica Argentina (Anexo II) 8. Glosario 9. Siglas10. Referencias

    Los recursos hdricos en Bolivia: un punto de vista estratgico sobre la problemtica de las aguas transfronterizas

    1. Introduccin 2. Disponibilidad de agua en Bolivia 3. Disponibilidad de aguas superficiales 4. Disponibilidad de aguas subterrneas en Bolivia 5. Problemtica de las agua superficiales transfronterizas 6. Problemtica de las aguas subterrneas transfronterizas 7. Referencias

    La poltica hdrica en Brasil 1. Introduccin 2. Los recursos hdricos en Brasil 3. Usos del agua 4. Usos mltiples del agua y los conflictos que generan 5. La calidad del agua en Brasil 6. Desarrollo institucional del manejo de recursos hdricos 7. Retos para la poltica del agua en Brasil 8. Conclusiones 9. Referencias

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    Los recursos hdricos en Canad: un punto de vista estratgico 1. Introduccin 2. Situacin general del agua en Canad 3. Gobernanza del agua dentro de Canad e internacionalmente 4. Problemas hdricos regionales estratgicos en Canad 5. Problemas hdricos que se presentan en muchas regiones de Canad 6. Recomendaciones para aliviar los problemas hdricos estratgicos de Canad 7. Reconocimientos 8. Sitios web 9. Referencias

    El sector del agua en Chile: su estado y sus retos 1. Introduccin 2. Disponibilidad de los recursos hdricos 3. Aprovechamientos del agua 4. Agua y sociedad 5. Conclusiones 6. Reconocimientos 7. Referencias

    Una visin al estado del recurso hdrico en Colombia 1. Introduccin 2. El territorio colombiano 3. Generalidades sobre el recurso hdrico en Colombia 4. Balance hdrico 5. Embalses y humedales 6. Otros recursos (zonas inundables, pantanos, glaciares, pramos) 7. Aguas subterrneas 8. Las reas martimas colombianas 9. Usos del agua10. Calidad del agua11. Vulnerabilidad de las cuencas12. Agua potable y saneamiento bsico13. Agua y salud humana14. Proyecciones de demanda y oferta para 2015 y 202515. Agua, energa e impactos ambientales16. Gobernanza del agua17. Poltica y legislacin de las aguas en Colombia18. Amenazas para el agua en Colombia19. Usos potenciales del agua en Colombia y mecanismos de administracin20. Conclusiones21. Referencias

    Los recursos hdricos en Costa Rica: un enfoque estratgico 1. Introduccin 2. Antecedentes 3. Recursos hdricos nacionales y su uso

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    NDICE

    4. Balance hdrico 5. Usos nacionales del agua 6. Agua y el ambiente 7. Agua potable, sanitaria y salud 8. Uso de la tierra: deforestacin y degradacin del suelo 9. Leyes e instituciones relacionados con el agua10. Gestin integrada de los recursos hdricos11. Conclusiones12. Reconocimientos13. Referencias

    Los recursos hdricos en Cuba: una visin 1. Introduccin 2. Uso del agua 3. Agua y agricultura 4. Agua e industria 5. Agua para el uso humano: cantidad, calidad y acceso 6. Calidad de las aguas terrestres 7. Agua en las reas urbanas 8. Aguas residuales y saneamiento 9. Agua y salud humana10. Agua y economa11. Agua para energa e impacto de las empresas12. Inundaciones y sequias13. Legislacin14. Conflictos por el agua15. Gobernabilidad del agua16. Escenarios debido a los cambios globales17. Agua, cultura y religin18. Referencias

    Los recursos hdricos de los Estados Unidos y su administracin 1. Introduccin 2. La existencia y disponibilidad del agua 3. Usos del agua 4. Investigacin en recursos hdricos en los Estados Unidos 5. Los principales asuntos hdricos que enfrentan los Estados Unidos 6. Referencias

    Estado del agua en Guatemala 1. Introduccin 2. Disponibilidad y distribucin espacial y temporal del recurso hdrico 3. Balance hdrico del 2005 4. Balance hdrico y escenarios al 2025 5. Agua y agricultura 6. El agua y la industria 7. Agua para abastecimiento humano: cantidad, calidad y acceso

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    8. Contaminacin 9. Agua en las reas urbanas10. Agua y saneamiento11. Agua y salud pblica12. Agua y economa13. Agua y energa14. Inundaciones y sequas15. Legislacin16. Conflictos17. Gobernabilidad18. Escenarios debido a cambios globales19. Agua, cultura y religin20. Referencias

    Los recursos hdricos en Mxico: situacin y perspectivas 1. Introduccin 2. Datos generales del pas 3. Antecedentes histricos 4. Disponibilidad 5. Usos 6. Agua y energa 7. Calidad del agua 8. Fuentes de contaminacin 9. Reso10. Efectos en la salud11. Desarrollo econmico12. Gnero y agua13. Pobreza14. Agua y poblacin indgena15. Agua transfronteriza16. Cambio climtico17. Eventos extremos18. Administracin del agua19. Marco jurdico20. Referencias

    Recursos hdricos en Nicaragua: una visin estratgica 1. Introduccin 2. Los recursos hdricos de Nicaragua 3. Usos del agua 4. Situacin ambiental de los recursos hdricos 5. Agua y saneamiento 6. Cambio climtico 7. Agua y salud 8. Marco legal 9. Referencias

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    NDICE

    Recursos hdricos en el Per: una visin estratgica 1. Introduccin 2. El recurso hdrico 3. Usos del agua en el Per 4. Aspectos ambientales y contaminacin del agua 5. Agua y sociedad 6. Eventos extremos: sequas y avenidas en el Per-Reduccin del riesgo de desastres de origen climtico 7. Marco institucional 8. Esfuerzos recientes en investigacin en recursos hdricos 9. Conclusiones10. Reconocimientos11. Referencias

    Agua potable y saneamiento en la Repblica Dominicana 1. Introduccin 2. Aguas subterrneas de la planicie costera oriental 3. Calidad de las aguas subterrneas de la planicie costera 4. El conflicto sociedad-gobierno por la proteccin del agua de los Haitises 5. Contaminacin orgnica de las aguas superficiales y subterrneas 6. El agua y el clera del 2011 en la Repblica Dominicana 7. Las presas y sus conflictos sociales y ambientales 8. El problema social y ambiental de la crecida del lago Enriquillo 9. El problema de las basuras que contaminan las aguas10. La iglesia, el agua y el medio ambiente11. Contaminacin de las aguas por las operaciones mineras

    Manejo de los recursos hdricos en Venezuela: aspectos generales 1. Introduccin 2. El recurso hdrico 3. Venezuela en el mundo 4. Embalses en Venezuela 5. Algunos problemas relacionados con el manejo de los recursos hdricos 6. Instrumentos legales y algunas normas regulatorias para el manejo de los recursos hdricos en Venezuela 7. Instituciones relacionadas con el manejo y la investigacin de los recursos hdricos 8. Ejemplos de prcticas relacionadas con el manejo de los recursos hdricos en Venezuela 9. Conclusiones10. Reconocimientos11. Referencias

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    NDICE

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    Presentacin

    Desde 1993, el 22 de marzo es el Da Mundial del Agua. Ms que conmemorativo, al establecer este da, la Organizacin de las Naciones Unidas busc centrar la atencin sobre uno de los problemas que ya enfrenta la humanidad: la escases de agua para consumo humano y para la produccin.

    Este ao el tema del agua se asocia a otro de no menor importancia el de la seguridad alimentaria, sobre todo cuando en 2011 se alcanz la cifra de siete mil millones de seres humanos habitando en este planeta y es que como mencionara Irina Bokova, Directora General de la UNESCO: Es imposible lograr un desarrollo humano sostenible sin agua de buena calidad, a la que todos tengan acceso.

    Si bien se han hecho esfuerzos por mejorar los servicios relacionados con el agua (en los que participan autoridades, especialistas e instituciones de educacin superior), en ocasiones se realizan de manera aislada y sin un conocimiento real de la situacin en cada pas, ciudad o municipio.

    Diagnstico del agua en las Amricas, coordinado por Blanca Jimnez Cisneros y Jos Galizia Tundisi, y editado por el Foro Consultivo Cientfico y Tecnolgico (FCCyT) y la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS por sus siglas en ingls), es un acercamiento a la problemtica y a los retos que enfrentan 15 pases de Amrica para el manejo sustentable del agua.

    En este libro, especialistas de Argentina, Bolivia, Brasil, Canad, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Mxico, Nicaragua, Per, Repblica Dominicana y Venezuela analizan la diversidad de problemas relacionados con el agua y las soluciones que se han propuesto.

    Tanto IANAS como el FCCyT pretenden que este libro contribuya al conocimiento de de los recursos hdricos en los quince pases que se incluyen, adems de una oportunidad para intercambiar puntos de vista y de impulsar una colaboracin ms estrecha entre los especialistas y las autoridades correspondientes en cada pas.

    Los problemas que se enfrentan en materia hdrica no difieren mucho de pas a pas, aunque cada uno ha trabajado de manera diferente para mejorar la explotacin de sus recursos hdricos. Asimismo, como parte del panorama sobre los recursos hdricos de

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    cada nacin representada en este texto, empezamos a conocer las polticas y leyes que se han impulsado en cada una de ellas para acceder, proveer y proteger el agua. Otro tema importante que se plantea es el de las aguas transfronterizas, que representan, en algunos casos, conflictos entre pases.

    La relacin entre el Foro Consultivo y IANAS se ha desarrollado a travs de la Academia Mexicana de Ciencias. Dicha relacin ha permitido emprender juntos proyectos de trabajo productivos, cuyos beneficiarios incluyen a los acadmicos y la sociedad misma, que esperamos se apropie del conocimiento que difundimos, a travs de Internet y de las publicaciones impresas.

    Con la publicacin de este libro, el Foro Consultivo Cientfico y Tecnolgico cumple con una de sus funciones principales y contribuye al mejor conocimiento de uno de los temas que debern estar en primer lugar en la agenda mundial de los prximos aos.

    Juan Pedro LacletteCoordinador General del FCCyT

    PRESENTACIN

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    DR FCCyT ISBN: 978-607-9217-04-4LOS RECURSOS HDRICOS DE ARGENTINA18

    Glaciar Perito Moreno, Parque Nacional Los Glaciares, provincia de Santa Cruz, ArgentinaFoto tomada por Luca Galuzzi (http://www.galuzzi.it)

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    1. Introduccin

    Las Academias Nacionales que auspiciaron este trabajo han convocado un grupo de profesionales universitarios, preocupados por la problemtica del agua en la Argentina, se han dedicado a analizar la situacin, reunir parte de la informacin disponible hasta 2008/2010, generalmente dispersa y discontinua, y exponer sus opiniones en el presente trabajo de divulgacin.

    Nuestra intencin es destacar la significacin de la cuestin del agua en nuestro pas y la necesidad de apoyar la adopcin de las medidas ms urgentes requeridas por la situacin actual. Simultneamente se trata de promover en el corto plazo la ampliacin de programas de trabajo que faciliten los anlisis e impulsen la organizacin integral y el funcionamiento efectivo de los sistemas de captacin de datos y el consiguiente acopio y divulgacin de la tan necesaria informacin sistemtica y continuada. Todo ello a fin de cooperar con los decisores pblicos y

    Y el tiempo irreversible que nos hiere y que huye, Agua, no es otra cosa que una de tus metforas. J. L. Borges (Poema del cuarto elemento, 1964).

    Jos Mara Dagnino Pastore1, Adolfo Sturzenegger1, Eduardo H. Charreau2, Oscar Vard3, Conrado Bauer3 y Pablo Bereciarta1

    1Academia Nacional de Ciencias Econmicas.2Academia Nacional de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales. 3Academia Nacional de Ingeniera.

    El estado de situacin de los recursos hdricos de ArgentinaLa cuestin del agua

    LOS RECURSOS HDRICOS DE ARGENTINA

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    privados para generar diagnsticos y evaluacin de alter-nativas que alienten acuerdos sobre propuestas operativas de aplicacin prioritaria. As podr respaldarse una opor-tuna y apropiada asignacin de recursos presupuestarios e ingresos complementarios legtimos para desarrollar polticas y proyectos que preserven armoniosamente la realizacin y complementacin de dos objetivos bsicos: satisfacer la funcin social del agua (equidad) y facilitar su utilizacin productiva (crecimiento) para contribuir a un des arrollo sostenible e integral del pas.

    Es unnime el reconocimiento internacional del agua como soporte esencial para la vida y su devenir. Ello conlleva el imperativo de cuidar su gestin, calidad y uso racional y, consecuentemente, proteger su ciclo natural y sus eco-sistemas de cuencas hdricas superficiales y subterrneas, as como expandir y afianzar la eficiente prestacin de los servicios de depuracin y provisin de agua segura, la re-coleccin, tratamiento y evacuacin de aguas servidas, y la prevencin de inundaciones y sequas. Las acciones men-cionadas son factores primordiales, mundialmente com-partidos, para proteger la salud y promover la integracin social y el desarrollo de todos los pases. Esto fue recono-cido por la Conferencia de las Naciones Unidas para el Des-arrollo Sostenible reunida en Johannesburgo en 2002, que al identificar las cinco cuestiones que deban recibir aten-cin prioritaria, coloc al agua en primer trmino.

    Dentro de cada pas, y en Argentina consecuentemente, debemos comprometer una dedicacin especial para pla-nificar y realizar las acciones tendientes a posibilitar la oportuna disponibilidad del agua y su uso ms justo, pru-dente y racional, asegurando la continuidad y preserva-cin de una dotacin que satisfaga (en cantidad y calidad, tiempo y lugar) las necesidades de la vida humana, las ac-tividades productivas, la conservacin de los ecosistemas y la biodiversidad.

    La adopcin y el cumplimiento de esos objetivos es una responsabilidad compartida por los gobiernos, los empre-sarios, los profesionales, los tcnicos y operarios especia-lizados, y la poblacin en su conjunto, cuyo conocimiento acerca de la significacin del agua y la imperiosa necesidad de preservar su correcta utilizacin debe constituir el nece-sario soporte de opinin que permita elaborar y concretar propuestas razonables de polticas y acciones. As, con una participacin amplia, se podrn compatibilizar los intereses

    generales, regionales y sectoriales, y promover la apropia-da legislacin, gestin y ejecucin de medidas estructurales (obras) y no estructurales (sistemas de capacitacin, tarifi-cacin, regulacin, control y difusin) y su permanente ac-tualizacin. Tales acciones alentarn y posibilitarn la eficaz gobernabilidad del agua.

    Los autores del trabajo se han reunido peridicamente a partir del ao 2008 para proveer y organizar el contenido y diseo de este documento. Se ha revisado la informacin disponible, an incompleta, y se han elaborado y discutido propuestas que, sin ser exhaustivas, han impulsado a pu-blicar este estudio como un aporte ms para la difusin y el anlisis de los problemas que plantea el uso del agua, tanto para los especialistas en el tema como para la prensa y su transmisin a la poblacin.

    El objetivo se orienta, en conclusin, a exponer ordenada-mente aspectos relevantes de la cuestin, como resumen y recordatorio de informacin bsica y como contribucin referencial para avanzar sobre ideas y propuestas que per-mitan establecer prioridades de accin para enfrentar en nuestro pas los desafos actuales y futuros.

    Han coordinado la realizacin del informe y propuestas sobre La cuestin del agua por parte de la Academia Nacional de Ciencias Econmicas, el ex presidente doctor Jos Mara Dagnino Pastore y su actual Presidente doctor Adol fo Sturzenegger, con la colaboracin del Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Fsicas y Natu-rales, doctor Eduardo H. Charreau y el apoyo para la publi-cacin y difusin del informe por parte del ingeniero Oscar Vard Presidente de la Academia Nacional de Ingeniera. La nmina de profesionales que han participado a ttulo per-sonal en el desarrollo del informe incluye a los ingenieros hidrulicos y civiles y miembros de la Academia Nacional de Ingeniera Conrado Bauer, Gustavo Devoto y Luis U. Ju-regui; el inge niero hidrulico y civil Pablo Bereciarta; los especialistas en economa, licenciado Emilio Lentini y doc-tor Juan Antonio Zapata; y el doctor Mario Valls, experto en derecho del agua. Finalmente expresamos nuestro recono-cimiento por los aportes referidos a la gestin del agua del licenciado Javier Pascuchi y por las colaboraciones especia-les de la ingeniera civil Luciana Manzelli, de los licenciados en economa Fede rica Brenner y Augusto Mercadier, y de la doctora Susana D. R. Savoia (Secretara Tcnica de la Aca-demia Nacional de Ciencias Econmicas).

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    2. ContextoEl agua se ha transformado en un recurso crtico para el des arrollo de las sociedades en el siglo XXI, tanto es as que la Conferencia de las Naciones Unidas para el Des-arrollo Sostenible reunida en Johannesburgo en 2002, al seleccionar los cinco temas de atencin prioritaria para posibilitar el desarrollo sostenible, coloc en primer lugar al agua, como se ha recordado en la introduccin. Ante-riormente, en 1993, las Naciones Unidas ya haban esta-blecido el 22 de marzo como DIA MUNDIAL DEL AGUA para significar la importancia que revesta el tema y su permanente actualizacin.

    En el marco ms general, la situacin preocupante del consumo del agua es provocada por dos tendencias en-contradas: a) por el crecimiento acelerado de la demanda impulsada por el aumento de la poblacin y el creciente desarrollo econmico y concentracin urbana, lo que po-tencia los exigencias para satisfacer sus distintos usos, sean stos los relacionados con los requerimientos bsicos para la vida, la produccin de alimentos, la higiene, la con-servacin del ambiente natural, o el desarrollo en su sen-tido ms amplio, y b) porque al mismo tiempo empiezan a encontrarse limitaciones en la oferta de los recursos hdri-cos desde el punto de vista de cantidad y calidad del agua: mientras que la cantidad disponible est sujeta a las carac-tersticas propias del ecosistema y del ciclo hidrolgico en cada geografa, la calidad se deteriora por causa de la con-taminacin y las malas prcticas. El resultado se manifiesta en crecientes brechas entre las necesidades a satisfacer y los recursos hdricos aptos para atenderlas. Estas circuns-tancias, de caractersticas mundiales, presentan condicio-nes particulares en cada regin y en cada uno de los pases.

    En los ltimos aos y en respuesta a las evidencias de los desafos mencionados, ha crecido la conciencia respecto de esta cuestin, a la que se puede denominar la cuestin del agua. En el contexto que ofrece el paradigma del des-arrollo sostenible, es necesario pensar estrategias que se orienten a reducir las brechas entre una demanda crecien-te (y que requiere progresivamente mayor racionalidad y control) y la capacidad de satisfacerla desde la oferta. Para ello es necesario considerar la cuestin del agua dentro del concepto de gestin integrada de los recursos hdricos.

    2.1 Objetivos

    Sobre la base de una recopilacin y anlisis de informacin disponible a escala mundial, regional y del pas, se han des-

    arrollado en el presente trabajo y se presentan a continua-cin los siguientes aspectos: La identificacin de las principales temticas vincula-

    das con la cuestin del agua, y su situacin mundial y regional, particularmente en Amrica Latina (puntos 3 y 4), con someras referencias a nuestro pas.

    La presentacin de las caractersticas particulares de cada una de estas temticas para la Argentina, con el propsito de ofrecer elementos que describan la condicin actual y su evolucin reciente (punto 5.1).

    La generacin de un conjunto de conclusiones que permitan establecer cules son los desafos actuales y futuros, as como algunas acciones que se consideran prioritarias para atenderlos (puntos 5.2 y 5.3).

    3. Sostenibilidad del uso de los recursos hdricos: situacin general y perspectivas

    3.1 Evaluacin de la disponibilidad del recurso hdrico

    3.1.1 El agua en el mundoEn el mundo existe una gran cantidad de agua disponible, pero que se encuentra desigualmente repartida en el tiempo y en el espacio, y se presenta de manera natural bajo distintas formas: slida, lquida y gaseosa, en diferen-tes posiciones en el aire, en la superficie terrestre, bajo el suelo y en los ocanos, y con diferentes contenidos salinos (Figura 1) (Ramsar, 2009).

    El promedio anual de precipitacin sobre la tierra alcanza 119.000 km3, de los cuales alrededor de 72.000 km3 se evaporan a la atmsfera. Los 47.000 km3 restantes escu-rren hacia lagos, embalses y cursos de agua o se infiltran en el terreno, llegando en parte a alimentar los acuferos. Se estima que entre 9.000 km3 y 14.000 km3 son utilizables por el hombre (Cuadro 1).

    Las extracciones anuales de agua para uso humano ascien den a 3.600 km3 y los ros requieren 2.350 km3 para mantener el caudal ecolgico mnimo. Resulta entonces que 5.950 km3 de los recursos de agua dulce fcilmente disponibles estn comprometidos, lo cual muestra que la situacin es delicada teniendo en cuenta las proyec-

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    ciones demogrficas y las demandas de agua as como la accesibilidad y localizacin geogrfica de los excedentes (FAO, 2002).

    La combinacin de factores naturales y la accin del ser humano originan presiones sobre los recursos hdricos. El cambio climtico y la variabilidad natural en la distri-bucin geogrfica son fuerzas naturales que complican el des arrollo sostenible de los recursos hdricos. Se pueden identificar como principales impactos antrpicos -que afectan a los recursos hdricos: el crecimiento de la po-blacin en especial en regiones con escasez de agua; los grandes cambios demogrficos, de distribucin y concen-tracin, a medida que la poblacin se desplaza de entor-nos rurales a urbanos; las mayores demandas de seguri-dad alimentaria y de bienestar socioeconmico; la mayor competencia entre usuarios, y la contaminacin de origen industrial, municipal y agrcola.

    3.1.2 El agua en Amrica LatinaAmrica Latina es una de las regiones ms ricas en recur-sos hdricos, participando 26% de agua del planeta para solamente 6% de la poblacin, mientras que Asia concen-tra 30% de la disponibilidad de agua y 60% de la poblacin. Pero, por otra parte, Amrica Latina enfrenta problemas serios de abastecimiento: posee algunas de las zonas ms hmedas del planeta y los desiertos ms ridos, pre-

    sentando, adems, una alta contaminacin de sus fuentes a lo que se le suma, en las ltimas dcadas, un proceso intenso de urbanizacin.

    Dos tercios del territorio de la regin son ridos o semi-ridos lo cual incluye grandes zonas del centro y norte de Mxico, noreste de Brasil, noroeste de Argentina, norte de Chile, y regiones de Bolivia y Per. Se estima que en Amrica Latina una cuarta parte de la poblacin ms de 100 millones de personas vive en zonas con estrs hdrico, principalmente en Mxico, Argentina y los pases ubicados a lo largo de la costa oeste del continente. (PNUMA, 1999).

    Ser el continente ms rico desde el punto de vista de la disponibilidad de agua per cpita, no implica que no haya poblaciones que padezcan seria escasez de agua. La regin experimenta una creciente dependencia del uso de sus fuentes hdricas subterrneas: Amrica del Sur utiliza de ellas entre 40% y 60% del agua que consume, mientras que Amrica Central y Mxico dependen en 65% de estas fuen-tes. En Mxico, por ejemplo, 102 de los 653 acuferos se en-cuentran sobreexplotados. Con una poblacin en aumento con crecientes demandas de servicios bsicos y un modelo de desarrollo sostenido por la explotacin de materias pri-mas, Amrica Latina se encamina hacia una agudizacin en la problemtica de la explotacin de sus fuentes de agua. (Tribunal Latinoamericano del Agua).

    Figura 1. El agua en el mundo

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    3.1.3 El agua en ArgentinaArgentina presenta desigual distribucin de sus recursos hdricos, con dos tercios de su territorio constituido por re-giones ridas y semiridas y slo un tercio rico en fuentes de agua, fundamentalmente superficiales, que represen-tan 84% de las disponibilidades hdricas del pas. El creci-miento no controlado del consumo industrial y productivo con efluentes volcados sin tratamiento, y un desarrollo desorganizado de importantes asentamientos poblaciona-les marginales, determinan un considerable grado de de-terioro del recurso hdrico, como consecuencia de la inade-cuada explotacin del mismo, y del volcado o infiltracin de todo tipo de sustancias contaminantes. Esto a su vez trajo problemas en el desarrollo de la vida acutica, au-mento en los costos de potabilizacin del agua, apa ricin o incremento de enfermedades transmitidas por el agua, desmejoramiento de las condiciones para el des arrollo de actividades recreativas.

    Globalmente Argentina dispone de una oferta hdrica me-dia anual por habitante superior a los 20.000 m3/hab., muy por encima del umbral de estrs hdrico adoptado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarro-llo) equivalente a una disponibilidad de 1.000 m3/hab. Sin embargo, a pesar de la importante oferta global de agua y dada su concentracin en la regin que integra la cuenca

    del Ro de la Plata, se presentan grandes desbalances entre demandas potenciales y disponibilidad en amplias regio-nes del pas (Cuadro 2).

    Adems de la cantidad de agua, es relevante considerar la calidad del agua disponible. En Argentina, por ejemplo, el agua subterrnea se ve afectada por concentraciones altas de arsnico y flor en una parte significativa del territorio. Asimismo, en las principales reas metropolitanas e indus-triales, y particularmente en el rea Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires (AMBA), existen serios niveles de contaminacin de los recursos hdricos superficiales y sub-terrneos, que obligan a invertir en costosos tratamientos.

    En resumen la Argentina es un pas marcadamente hetero-gneo en cuanto a la disponibilidad y a la demanda de sus recursos hdricos, en el que se identifican significativos de-safos desde el punto de vista de la gestin de los recursos hdricos y de la disponibilidad espacial, temporal y en cali-dad adecuada, para los usos posibles o deseables. Se con-sidera necesario realizar anlisis y estudios que contem-plen, adems de datos globales, la diversidad, en cantidad y calidad, de las necesidades y disponibilidades de agua a escala de cada cuenca y subcuenca.

    Cuadro 1. Promedio anual de precipitacin en el mundo

    ReginPrecipitacin Evapotranspiracin Excedente

    mm/ao km3/ao mm/ao km3/ao mm/ao km3/ao

    Europa 700 8.290 507 5.230 283 2.970

    Asia 740 32.200 416 18.100 324 14.100

    frica 740 22.300 587 17.700 153 4.600

    Amrica del Norte 756 18.300 418 10.100 339 8.180

    Amrica del Sur 1600 28.400 910 16.200 685 12.200

    Oceana 791 7.080 511 4.570 280 2.510

    Antrtida 165 2.310 0 0 165 2.310

    Total 800 119.000 485 72.000 315 47.000

    * Rebouas, Aldo C. et. al. Aguas dulces em Brasil. So Paulo, Escrituras Editora, 1999.

    Cuadro 2. Desbalances entre demandas potenciales y disponibilidad en amplias regiones del pasRegin Problemtica

    rida y semirida

    Dficit hdrico por escasez y variabilidad estacional de la oferta. Limitacin de posibilidades favorables para el desarrollo de productos agrcolas de alto valor relativo. Conflictos por sobreexplotacin de acuferos. Prdida de la capacidad productiva por salinizacin.

    Hmeda y subhmeda

    Degradacin de la calidad de las aguas debido a la contaminacin de aguas superficiales y subterrneas por vertido de efluentes no tratados.

    Presencia de altos contenidos de sales, exceso de arsnico y flor (regin norte y pampeana central) o escasa potencia en acuferos.

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    3.2 Usos de los recursos hdricos

    3.2.1 Caracterizacin de los principales sectores y actividades

    Agua y saneamiento Durante el siglo pasado, el consumo de agua potable ha aumentado a un ritmo dos veces mayor que la poblacin. No obstante, se estima que en la actualidad 20% de la po-blacin mundial carece de acceso a agua en condiciones mnimamente satisfactorias y 50% de la poblacin mun-dial no dispone de instalaciones sanitarias adecuadas. (OMS, 2008)

    Las normas internacionales establecidas por organismos como la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) y el Fon-do de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sugie-ren un consumo mnimo, por persona, de 20 litros al da de una fuente que se encuentre a un kilmetro del hogar. Esta cantidad es suficiente para beber y para la higiene per-sonal bsica. Las personas que no acceden a esta cantidad de agua ven limitadas sus capacidades para mantener su bienestar fsico y la dignidad que conlleva el estar limpio. Si se consideran las necesidades de agua para el bao y para lavar, aumentara el mnimo por persona hasta aproxima-damente unos 50 litros diarios.

    El consumo de agua oscila entre 200 y 300 l/d/hab. (litros diarios por habitante) en la mayora de los pases europeos y llega hasta los 550 l/d/hab. en algunos sistemas de los Es-tados Unidos. Una gran parte de la poblacin mundial se sita muy por debajo de los umbrales mnimos de nece-sidades bsicas de agua, tanto en forma temporal como permanente. Existen aproximadamente 1.100 millones de personas que viven a ms de un kilmetro de una fuente de agua y utilizan diariamente menos de 5 litros de agua no segura. (PNUD, 2006) Por ejemplo, el uso promedio en pases como Mozambique es inferior a los 10 litros. Esta diferencia radica en que las personas con dificultades de acceso al agua mejorada en los pases menos desarrollados consumen menos cantidad, ya sea porque deben recorrer largas distancias hasta la fuente o porque deben pagar su-mas excesivas para obtenerla.

    A escala global, se estima que en 2008, 57% de la poblacin mundial contaba con agua por conexin a red dentro de la vivienda o en el terreno y 30% tena acceso a una fuente mejorada (canilla o fuente pblica) de tal forma que 87%, que equivale aproximadamente a 5,9 millones de perso-nas, utilizaba agua potable o de fuentes mejoradas, im-plicando un incremento de 1.800 millones desde 1990,

    Sin embargo, hay que destacar que en el mundo cerca de 1.000 mi llones de personas carecen de acceso al agua en las mnimas condiciones de cantidad y calidad, cifra que se eleva a 3.000 millones si se le suman las familias que slo tienen acceso al agua a travs de una fuente mejorada que no cumple con los estndares de potabilidad.

    En Amrica Latina y el Caribe, el promedio de cobertura de servicio de agua por red es de 84% mientras que las otras fuentes mejoradas representan 9%. Dentro de la regin Uru-guay (98%) y Chile (93%) cuentan con los ndices ms altos de cobertura por red, mientras que Argentina est en 80%.

    Con relacin al servicio de saneamiento, el promedio de acceso a sistemas mejorados (instalaciones que garantizan de manera higinica que no se produzca el contacto de las personas con los excrementos humanos) para el ao 2008 era en el mundo de 61%, mientras 11% utilizaba alguna for-ma de saneamiento compartido (saneamiento mejorado con uso compartido de las instalaciones, incluidos baos pblicos), 11% utilizaba formas no mejoradas (no aseguran separacin de los desechos al contacto humano) y el res-tante 17% defecaba al aire libre.

    En el caso particular de Amrica Latina y el Caribe, 80% de la poblacin contaba con saneamiento mejorado, 14% utilizaba instalaciones no mejoradas y 6% defecaba al aire libre, mientras que la cobertura promedio de saneamiento por conexin a la red pblica para la poblacin urbana de Amrica Latina era de 57% (BM, 2009).

    Repblica Argentina. Se considera que 80% de la po-blacin de Argentina cuenta con conexin domiciliaria a una red de agua potable y que slo 47% posee conexin domiciliaria a red de cloacas sanitarias, proporcin que se ampla a 90% cuando se conside ran sistemas de sanea-miento mejorado. Solamente 12% de las aguas residuales recolectadas son tratadas antes de su vuelco a los cuerpos hdricos receptores.

    Se estima que el promedio nacional de produccin de agua potable por habitante es de 400 litros por da con un am-plio rango de variacin entre las provincias que oscila entre un mximo de 650 l/d/hab. en San Juan y un mnimo de 170 l/d/hab. en La Pampa.

    El agua no contabilizada constituye uno de los principales problemas de eficiencia en los servicios de agua potable. Se calcula que las prdidas en la red y la subfacturacin por conexiones clandestinas y desactualizacin de los catastros de usuarios, representan entre 35 y 45% del agua

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    producida. Por lo que se estima que el consumo promedio en la Argentina se encuentra alrededor de los 250 l/d/hab. pero con mximos de hasta 400 l/d/hab.

    Este alto nivel de consumo, comparado con el que se re-gistra en numerosos pases del mundo y de Amrica La-tina, en buena parte se explica por el bajo grado de micro-medicin de los consumos que prevalece en los sistemas de Argentina, sobre todo en la mayora de los servicios de las grandes ciudades en los cuales la facturacin a los usua-rios se basa en regmenes tarifarios del tipo canilla libre. En este sentido, segn antecedentes internacionales, el consumo medio que registran los sistemas que operan con micromedicin generalmente se encuentra por debajo de los 200 l/d/hab.

    Agua y agricultura Aunque el ndice mundial de crecimiento demogrfico dis-minuye, el nmero de personas que pasan a formar parte de la poblacin mundial suma aproximadamente 75 mi-llones por ao. A medida que la poblacin aumenta, los recursos hdricos per cpita disponibles son ms restringi-dos, por lo que se hace necesaria una mayor productividad agrcola para poder compensar dicho crecimiento. Para satisfacer el aumento estimado de la demanda entre 2000

    y 2030, se prev que el cultivo de alimentos en los pases en vas de desarrollo aumente en 67%. Al mismo tiempo, la mejora continua de la productividad debera hacer posible un incremento previsto de 14 % en el uso de agua con fines agrcolas (ONU, 2006).

    El riego consume la mayor parte del agua que se extrae como resultado de procesos de evaporacin, de incorpo-racin de agua a los tejidos vegetales y de transpiracin de los cultivos. El agua extrada que no es consumida recarga los acuferos o se evapora. Mundialmente, ms de 65% de las extracciones de agua se destinan al riego (Figura 2).

    El intenso uso agrcola del agua puede crear gran tensin en los recursos hdricos. La Figura 2 muestra que unos 20 pases en el mundo estn en una situacin crtica, ya que ms de 40% de sus recursos de agua renovable son desti-nados a uso agrcola. Una definicin alternativa considera que un pas que utiliza ms del 20% de sus recursos hdri-cos, tambin est en una situacin de estrs hdrico. En 1998, aplicando este criterio, 36 de 159 pases (23%) su fran estrs hdrico (FAO,1995). Tanto Amrica Latina como Ar-gentina tienen un promedio de extracciones de agua con fines agrcolas menor a 5% de sus recursos de agua reno-vables totales.

    Figura 2. Distribucin de reas irrigadas en el mundo

    Fuente: S. Siebert 2005.

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    Agua e industriaLa industria es un usuario importante de los recursos h-dricos y el que ms contribuye al desarrollo econmico y social de los pases por su alta participacin en el pro-ducto bruto interno (PBI) de los mismos. Para garantizar su desarrollo, la industria ha de disponer de un suministro adecuado de agua; en contrapartida, la industria debera comprometerse a que el agua utilizada en los procesos industriales sea usada de manera eficaz y no vuelva a la naturaleza como efluentes no tratados que contaminen el medio ambiente.

    Segn las regiones, mucho ms que el volumen efectivo de agua usado por la industria lo que preocupa es el im-pacto negativo de sta sobre el medio ambiente acutico. La calidad del agua se est deteriorando en muchos ros y lagos en todo el mundo, y el medio ambiente marino tam-bin est siendo afectado por la contaminacin industrial (ONU, 2006). Gran parte de la actividad industrial en los pases de ingresos medios y bajos se ve acompaada de unos niveles innecesariamente altos de consumo y con-taminacin del agua. El uso industrial del agua aumenta segn el nivel de ingresos del pas, variando desde 10% en pases de ingresos medios y bajos, hasta 59% en pases de ingresos elevados. Se estima que en los pases en des-arrollo, 70% de los efluentes lquidos industriales se vierten al agua (ros, lagos, mar) sin tratamiento descontaminante (UNESCO, 2003). La Figura 3 representa en forma generalizada la distribu-cin del uso del agua en el mundo y por pases con ingresos medios y bajos e ingresos elevados.

    Se estima que el volumen anual de agua utilizada por la in-dustria se elevar de 752 km3/ao (medida en 1995) a una cifra estimativa de 1.170 km3/ao para el ao 2025. En el 2025 se espera que el componente industrial represente 24% del total de la extraccin de agua dulce (UNESCO, 2003). Sin embargo, es posible desligar el desarrollo in-dustrial del deterioro medioambiental, reducir radical-mente el consumo de recursos naturales y energticos y, al mismo tiempo, disponer de industrias limpias y rentables. Con incentivos adecuados, se estima que se podr reducir entre 40 y 90% la demanda de agua para la industria, in-cluso con las tcnicas y prcticas existentes. Para ello re-sulta imprescindible que las polticas de conservacin del agua por aplicar sean justas y factibles. Existe una amplia gama de instrumentos (normativos, iniciativas voluntarias, actividades de formacin) y asesoramiento disponibles para ayudar a los gestores industriales a mejorar la pro-ductividad del uso del agua y a reducir las emisiones con-

    taminantes a niveles muy bajos. Al mismo tiempo, estas acciones pueden ayudar a la eficiencia de la produccin, as como a reducir el consumo de materias primas, facilitar la recuperacin de sustancias valiosas y permitir una gran expansin de la reutilizacin y el reciclaje.

    Agua y energaEl potencial hidrulico del mundo equivale aproximada-mente al consumo energtico total de la actualidad, pero slo se utiliza la cuarta parte. En consecuencia, al da de hoy, la energa hidrulica constituye una fuente alternativa importante de sustitucin de los combustibles fsiles. Se calcula que en 65 pases ms de 50% de la energa es hidro-elctrica, en 32 pases cubre ms de 80% y en 13 es respon-sable de abastecer casi 100%.

    El hecho que 1/3 de la poblacin mundial no tiene an ac-ceso a la electricidad alienta la consideracin de la alter-nativa de generacin hidroelctrica. Sin embargo, la prio-rizacin de los proyectos ms convenientes as como su diseo deben contemplar y reducir los posibles impactos ambientales negativos previsibles en cada caso.

    La energa hidrulica es la ms probada de todas las tec-nologas para generacin de energa elctrica a gran es-cala: no contamina el agua; no hace uso consuntivo del re-curso hdrico; no produce residuos ni, consecuentemente, gases de efecto invernadero (GEI); su rendimiento en la transformacin energtica es el ms elevado de todas las tecnologas (superior a 90%); hace uso de un recurso que es renovable; produce directamente energa mecnica en vez de calor; puede obtenerse con mquinas de tamaos muy diversos y puede generar un conjunto de externali-dades positivas. As, la inversin en obras hidroelctricas adecuadamente diseadas y operadas permite satisfacer otros usos del recurso hdrico como el riego, el abasteci-miento de agua potable e industrial, la navegacin, la pes-ca, el control de las crecidas y las actividades recreativas, estrechamente vinculadas con el turismo. La generacin hidroelctrica insume un muy bajo costo operativo, pero requiere una inversin inicial importante.

    Asia es con creces el continente con mayores recursos hi-droelctricos, y el que en la actualidad mantiene la poltica ms agresiva en materia de incorporacin de energa de origen hidroelctrico. Sudamrica, por su parte, si bien es el continente que la sigue en lo que a recursos hidroelctri-cos respecta, tiene un ritmo de incorporacin de potencia hidrulica muy inferior, mayormente concentrado en el Brasil. En tanto Europa, como Amrica del Norte y Austra-

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    lia, en este orden, ya han instalado buena parte de su po-tencial, mientras que en frica la hidroelectricidad, como en tantos otros indicadores del desarrollo, tiene an una cuenta pendiente.

    Debe enfatizarse que este modo de generar energa rene un conjunto serie de ventajas que han sido identificadas en los prrafos anteriores, pero debe ejecutarse poniendo especial atencin en los impactos ambientales negativos. Esto significa que la viabilidad de cualquier proyecto hidro-elctrico debe contemplar una evaluacin minuciosa de impacto ambiental. Si sta fuera positiva, debe comple-mentarse con un plan de gestin ambiental que incorpore su anlisis a toda la cuenca hidrogrfica, y que valore y condicione las caractersticas del proyecto y de su opera-cin para garantizar la funcionalidad y produccin del eco-sistema natural de la cuenca.

    Otros usos del aguaLa gestin hdrica comprende el conjunto de usos posibles del agua en el ecosistema natural y en el desarrollado por las actividades humanas. Para la utilizacin efectiva del agua del ciclo hidrolgico, en cantidad y calidad, es nece-saria una visin amplia, lo que implica una planificacin estratgica apreciando el anlisis de las necesidades que se deben satisfacer y la optimizacin del sistema.

    Por ejemplo, la prevencin de inundaciones requiere que se dedique una parte de la capacidad de regulacin de los embalses a esa finalidad: amortiguar el impacto de creci-das excepcionales. Este propsito, prevencin de inunda-ciones, compite con otros usos del agua asignados a la capacidad de los embalses y, por lo tanto, es equivalente a otro uso del agua.

    En forma similar, se interpreta que la necesidad de man-tener un caudal ecolgico en los ros, para preservar la

    biota y los procesos hidrolgicos y su ambiente natural, tambin equivale a un uso del agua efectiva, ya que reduce la disponibilidad para los dems usos.

    La misma contaminacin de las aguas aparece como un uso consuntivo del recurso ya que el deterioro de la calidad reduce la oferta de agua para determinados usos.

    Otros importantes y tradicionales usos del agua han sido la pesca, la navegacin y la recreacin.

    3.2.2 Evolucin y tendencias observadas en el uso del aguaEn una primera aproximacin sobre las tendencias relacio-nadas con los usos del agua, es lgico pensar que las de-mandas aumentarn con el aumento de la poblacin mun-dial y de los ingresos por habitante, y con la urbanizacin creciente,1 mientras que la disponibilidad de agua dulce permanecer casi constante. Pero esta forma de enfocar la cuestin no toma en cuenta el instinto de supervivencia de los seres humanos, la creatividad y la capacidad de adap-tacin que ha revelado tener la humanidad, para hacer fren te a situaciones similares en muchos otros campos. El ejemplo ms clebre es el de las pesimistas predicciones de Malthus referidas a la insuficiencia de la produccin de alimentos para una poblacin en rpido crecimiento, que fueron desmentidas por los hechos en los siglos siguientes.

    Figura 3. Distribucin del uso del agua en el mundo

    Debe considerarse que las grandes masas urbanas (3 bi llones

    de personas) necesitan grandes volmenes de agua para su

    sostenibilidad; adems producen una masa enorme de de

    tritos (heces y orina) que necesitan tratamiento inmediato

    para no contaminar las aguas superficiales y sub terrneas.

    (Sumado a los requerimientos y consecuencias de la actividad

    econmica) este conjunto de problemas llev a la actual situa

    cin del agua, una crisis sin precedentes que demanda accio

    nes de corto, mediano y largo plazo." (Tundisi, 2009)

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    Ese ejemplo ayuda a enfocar el tema con una perspectiva menos simplista, que tiene en cuenta que a la vez que au-mentan las demandas se producen respuestas adaptati-vas e innovaciones que influyen tanto sobre las demandas como sobre la eficiencia con la cual es posible convertir lo que la naturaleza brinda en lo que el hombre necesita, mediante la creciente aplicacin de las llamadas tec-nologas sostenibles.

    El consumo de agua dulce en el mundo se ha multiplicado por seis en el ltimo siglo, mientras que la poblacin lo ha hecho por tres. Segn estimaciones del ao 2008, 13% de la poblacin mundial no tiene acceso a agua mejorada, y del restante 87%, un tercio no tiene conexin con la red mientras que 49% carece de saneamiento mejorado (JMP, 2010). frica y el sur de Asia son las zonas de mayor caren-cia. En forma resumida, podramos decir que en los pases desarrollados el problema del agua afecta sobre todo a la preservacin del ambiente y a las posibilidades de creci-miento econmico, mientras que en los pases en vas de desarrollo se suma la escasez y aun carencia de agua po-table, que entre otras consecuencias es la causante directa de enfermedades como la diarrea, el clera y otras que ocasionan serias limitaciones para el crecimiento mundial y provocan muertes evitables.

    El riego insume en promedio el 70% del agua dulce extra-da, y una parte significativa de esa demanda es debida al

    uso de tcnicas ineficientes como el riego por inundacin. El consumo industrial, por su parte, se estima se duplicar para el 2050 y en pases de rpida industrializacin como China se multiplicar hasta en cinco veces. El consumo urbano tambin aumenta con la renta per cpita, sobre todo en usos recreativos (campos deportivos, parques y jardines, etc.) y los relacionados con el turismo. Por otro lado, la reduccin de la calidad del agua dulce causada por la contaminacin repercute muy gravemente en su dis-ponibilidad para el consumo, una vez superada la capaci-dad natural de autodepuracin de los ros. En primer lugar, la contaminacin difusa de origen agropecuario a travs del uso incontrolado de plaguicidas txicos y fertilizantes produce la eutrofizacin (crecimiento excesivo de algas y muerte de los ecosistemas acuticos) y llega, en muchos casos, a causar enfermedades cancergenas debido a las altas concentraciones que se dan en algunos pases. En segundo lugar, la contaminacin industrial por metales pesados, materia orgnica y nuevos compuestos txicos, se estima se multiplicar por cuatro para el 2025. La con-taminacin urbana se da sobre todo en las megaciudades y en sus cinturones de miseria.

    Otro gran problema es el de las aguas subterrneas, las cua les constituyen 97% del agua dulce terrestre frente al casi despreciable 0.015% del agua superficial retenida en los embalses. El 33% de la poblacin mundial, sobre todo la rural, depende de ella, pero est amenazada tanto por

    Figura 4. Poblacin mundial por encima y debajo del umbral de estrs hdrico

    Poblacin (en miles) por encima (zonas en rojo) y por debajo (zonas en azul) del umbral de estrs hdrico (RWSI=0,4)

    Fuente: ONU, 2003

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    la calidad natural del agua subterrnea, perjudicada en muchos casos por el contacto con napas geolgicas que contienen arsnico u otros componentes perjudiciales para la salud, como por la contaminacin de origen an-trpico de los acuferos, o por la mala utilizacin de los po-zos existentes.

    Es necesario tener en cuenta que el agua dulce no est homogneamente distribuida, ni geogrfica, ni temporal-mente. La distribucin desigual ha estimulado la construc-cin de grandes embalses y trasvases que no siempre han tenido en cuenta sus impactos sociales y ambientales. Es-tos factores hacen temer que puedan generarse conflictos blicos por el acceso al agua, y ha llevado a predicciones apocalpticas que anuncian que el siglo XXI ser el siglo de las guerras por el agua.

    3.3 Requerimientos de agua: niveles medios y mnimos

    Muchos pases se encuentran en una situacin hdrica defi-citaria porque ya estn consumiendo ms agua que la que tienen disponible como recurso renovable. El dficit de agua se produce principalmente cuando la extraccin de agua subterrnea supera la recarga de los acuferos. Esto conlleva al agotamiento del recurso natural y para algunos pases ridos, que basan su desarrollo substancialmente en estos recursos, es desestabilizador. Se estima que en los principales pases deficitarios de agua anualmente so-breexplotan alrededor de 160 km3, lo que significara que aproximadamente 180 millones de toneladas de granos (10% de la produccin mundial) se estaran produciendo con recursos hdricos no renovables.

    Si se mantienen los niveles actuales de consumo, dos de cada tres personas del planeta vivirn en una situacin de dficit hdrico, o estrs hdrico escasez de agua, mode-rada o severa para el ao 2025. Para ese ao, es probable que al menos una de cada cuatro personas viva en pases afectados por la escasez crnica o recurrente de agua dulce (Figura 4).

    Como ha sido mencionado, a medida que la poblacin mundial fue creciendo hasta triplicarse en el ltimo siglo, el uso de agua aument el doble, y por lo tanto, el consumo se sextuplic durante el mismo perodo. De los casi siete mil millones de personas que existan en 2010 (6.903.100.000, United States Census Bureau) se espera que en 2025, se llegue a ocho mil millones. Al mismo tiempo, la Comisin Mundial del Agua pronostica que el uso del agua se dupli-car en 30 aos.

    4. Temas emergentes relacionados con el agua

    4.1 El agua y las necesidades humanas bsicas

    4.1.1 El acceso al agua como derecho humanoLa categora de derecho humano se formul al concluir la II Guerra Mundial para denotar que se trata de un derecho inherente a la calidad de ser humano, de cada ser humano, y oponible al resto de los seres humanos y a los Estados. El derecho de todo ser humano al agua deriva de que sin ella no se puede vivir, por lo que es un derecho inherente a su vida y, por lo tanto, es un derecho natural, lo que im-plica que la norma jurdica positiva no lo crea, sino que lo reconoce y ampara, y que puede y debe ejercerse aun cuan do una norma positiva no lo imponga. Por lo tanto, es axiomtico que el derecho al agua es un derecho humano y natural.

    Por otra parte, debe considerarse el dao provocado por la carencia de acceso inmediato al agua potable y su inciden-cia sobre el tiempo improductivo de acarreo, y el costo de atencin por enfermedades de origen hdrico y su impacto sobre la mortandad infantil y la dinmica laboral.

    4.1.2 Abastecimiento de agua y saneamientoEl porcentaje de poblacin cubierta con servicios domici-liaros de agua y saneamiento por regin en el mundo se presenta en el Cuadro 3. En ste se observa que frica Subsahariana es la zona que tiene menor abastecimiento de agua domiciliaria urbana, seguido de Asia del Sur.

    Tarifas y cobertura de los costos Dentro de los principales factores que determinan la sostenibilidad del servicio de agua y saneamiento estn el valor y la estructura de las tarifas. Estos factores de-terminan la capacidad que tiene el servicio para afrontar los costos de provisin con los ingresos generados por la misma provisin o depender del financiamiento de otras fuentes. Segn un estudio realizado por Global Water In-telligence (GWI) sobre una base de los servicios de agua en ciudades importantes del mundo, se encontr que la fijacin de precios para los servicios de agua potable por debajo del costo de suministro es una prctica normal. La tarifa promedio, basada en un consumo residencial de 15 m3/mes, es de US$0,53/m3 y aumenta con el nivel de ingreso de los pases.

    Segn una muestra de empresas de todo el mundo, se estim que en 30% de los casos los ingresos por tarifas al-

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    canzaban a cubrir los costos de operacin y mantenimiento (OyM) y parcialmente los costos de capital (C), y en 39% los ingresos tarifarios no alcanzaban a cubrir OyM. Ese porcen-taje cambiaba segn el nivel de ingresos de los pases con-siderados. Para los pases de bajos ingresos slo en 3% de los casos la tarifa cubra OyM y algo de C, y en 89% de los casos las tarifas son demasiado bajas como para cubrir los costos de OyM. En los pases de ingresos medios a bajos, 22% cubra OyM y algo de C y 37% no cubra OyM. En los pases de Amrica Latina y el Caribe, 48% cubra OyM y algo de C y 13% no cubra OyM (Fay, 2006). En Argentina, actual-mente, en varios de los servicios de grandes ciudades los ingresos tarifarios no alcanzan a cubrir los costos de OyM.

    El subsidio del servicio de agua potable constituye ms una norma que una excepcin dentro del sector. En algunos ca-sos se debe a que el servicio es proclive a la fijacin de tari-fas con criterio poltico en lugar de valores basados en los costos que garanticen la sostenibilidad.

    Por otra parte, con el fin de conjugar objetivos econmicos (autosostenibilidad financiera de la prestacin) y sociales (servicio universal), muchos pases se han esforzado en desarrollar esquemas tarifarios que permitan la sostenibi-lidad del servicio y paralelamente esquemas de subsidios que se focalicen en las necesidades de los hogares ms pobres que no puedan pagar tales tarifas. Tambin es bas-tante frecuente la participacin del Estado, en sus distintos niveles jurisdiccionales, en el financiamiento de la infra-estructura de la prestacin, en particular las grandes obras.

    A efectos de lograr la sostenibilidad financiera de los servi-cios, se reconoce que resulta conveniente que los ingresos tarifarios cubran como mnimo los costos operativos y las erogaciones de mantenimiento de la infraestructura que aseguren la calidad de los servicios y el estado de conser-vacin y funcionamiento segn los estndares tcnicos re-comendados.

    4.1.3 Agua y saludEn el mundo las enfermedades relacionadas con el agua causan cada ao la muerte de ms de 5 millones de per-sonas, aproximadamente 2.300 millones de personas padecen de enfermedades relacionadas con el agua y 60% de la mortandad infantil mundial es causada por enferme-dades infecciosas y parasitarias, la mayora relacionadas con el agua.

    La diarrea se encuentra entre los principales factores de muerte provocada por las enfermedades relacionadas con el agua, saneamiento e higiene.

    La relacin entre el PBI per cpita y la cantidad de muertes o enfermedades por consumo de agua no segura, por la existencia de condiciones sanitarias insuficientes y por una higiene inadecuada muestra que los problemas ms serios relacionados con enfermedades de este origen se encuen-tran en los pases ms pobres.

    La universalizacin de los servicios de agua potable y sa-neamiento no slo mejora los ingresos de los pobres a travs de reducciones en los gastos asociados a tales ser-vicios, sino que, adems, mejora la salud de la poblacin de ingresos ms bajos. Tambin provoca una mejora en el bienestar de las familias e implica un efecto de distribucin progresiva de los ingresos.

    Se calcula que en el mundo en desarrollo 80% de las enfer-medades se debe al consumo de agua no potable y a las malas condiciones sanitarias de la poblacin. Cerca de 20% de las enfermedades podran ser prevenidas a partir de una mejora en las condiciones de oferta de agua, servicios sani-tarios, higiene y manejo de los recursos hdricos (UNESCO, 2003.1). Adems, tales mejoras reduciran la mortalidad infantil y favoreceran la salud y el nivel de nutricin de manera sostenida.

    Cuadro 3. Porcentaje de poblacin cubierta con agua y saneamiento por regin, ao 2008

    Regin Abastecimiento domiciliario de aguaAbastecimiento urbano de agua

    Abastecimiento rural de agua

    Saneamiento urbano

    Saneamiento rural

    Asia del Este 15 83 49 61 53

    Asia Sudeste 33 92 81 79 60

    Asia del Sur 23 95 83 57 26

    frica Subsahariana 16 83 47 44 24

    frica Norte 92 96 78 94 83

    Pases desarrollados 94 100 98 100 96

    Amrica Latina 84 97 80 86 55

    Fuente: JMP (2010). Joint Monitoring Program (WHO+UNICEF). Informacin correspondiente al ao 2008. Las denominaciones y definiciones del tipo de acceso a los servicios de agua y saneamiento corresponden a las establecidas por el Programa de Monitoreo Conjunto en sus documentos.

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    Asimismo, las mejoras en el suministro de agua y de los servicios sanitarios tambin inciden en la mejora de la educacin ya que aumentan la asistencia de los nios a la escuela al disminuir las ausencias por enfermedad o por dedicar tiempo a acarrear agua. Actividad esta ltima que tambin afecta de forma especial a las mujeres (PNUD, 2006) En el mbito domstico se hace hincapi en la falta de acceso a cantidades suficientes de agua potable y a un saneamiento adecuado, as como al fomento de hbitos de higiene.

    4.2 Agua y desarrollo

    4.2.1 RegionalidadEl agua es el componente ms importante del planeta. Todos lo seres vivos dependen de la existencia del agua. El agua tambin promueve o desincentiva el crecimiento econmico y el desarrollo social de cada regin y afecta sus patrones de vida y cultura, por lo que se la reconoce como agente preponderante en el desarrollo regional y nacional.

    Histricamente el desarrollo de los pueblos ha estado es-trechamente vinculado con el agua, desde los primitivos asentamientos urbanos y agropecuarios hasta consti-tuir un factor decisivo en la seleccin de sitios para vivir y ubicar plantas industriales de todo tipo. El crecimiento demogrfico y econmico, la ausencia de criterios de con-servacin y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, la consiguiente contaminacin y el crecimiento de la demanda de agua en el mbito regional han sido fac-tores que han ocasionado su escasez. Esto conduce a una competencia por el recurso, que se agudiza en aos de se-quas y desemboca en conflictos que afectan a las comuni-dades en su desarrollo. As, el control, el aprovechamiento racional y la preservacin de la cantidad y calidad del agua en los mbitos nacionales, regionales y locales son estra-tgicos para el desarrollo de los pases y la proteccin de los seres humanos.

    El consumo total del agua se triplic entre 1950 y 1995. En este ltimo ao sobrepasaban los 4.300 km3/ao, cifra que equivala al 30% de la dotacin renovable del mundo que puede considerarse como estable. Adems, para po-der alimentar a la poblacin mundial la superficie irrigada en el mundo ha tenido que quintuplicarse, provocando la exis tencia de ms de 26 pases con problemas de esca-sez de agua al contar con una disponibilidad menor a los 1,000 m3 por habitante al ao. Estas cifras permiten ob-servar que la situacin del agua en el mundo corresponde a un panorama de insuficiencia de gestin apropiada, es-casez, sobreexplotacin y contaminacin, por lo que se

    est llegando a un punto tal en que el agua est consti-tuyendo un factor limitativo del desarrollo sostenible de muchas naciones.

    Por otro lado, en la mayora de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce sino la mala distribucin del recurso. En general en los pases extensos es comn que se produzcan diferencias importantes en el desarrollo regio-nal. La Argentina no est ajena a este fenmeno y a lo lar-go de la misma existen grandes desequilibrios territoriales. A pesar de la importante oferta global de agua que exhibe, se presentan grandes desbalances entre demandas poten-ciales y disponibilidad en amplias regiones del pas.

    En la regin hmeda y subhmeda donde la oferta de agua y las caractersticas climticas permiten desarrollar culti-vos de secano o con riego complementario, la degradacin de la calidad de las aguas establece limitaciones cada vez ms severas a la disponibilidad del recurso. En esta regin se ubican los asentamientos humanos ms importantes en coincidencia con reas de fuerte desarrollo industrial.

    4.2.2 EstacionalidadUn aspecto relevante a considerar es la estacionalidad de los recursos hdricos y su vinculacin con las posibilidades de desarrollo regional. Muchas series temporales presen-tan un importante comportamiento estacional. Otras en cambio no lo tienen. Lo habitual es que las series tempora-les de variables hidrolgicas pertenezcan al primer grupo.

    Desde el punto de vista de la hidrologa, una mayor esta-cionalidad est vinculada con la mayor concentracin de los aportes hdricos en determinados meses del ao, lo cual est asociado directamente con el rgimen de lluvias en la regin y a veces, como ocurre en ciertas cuencas de rgimen nival o pluvio-nival, con la presencia y orientacin de los cordones montaosos, vale decir de la orografa.

    La mencionada concentracin de aportes en determina-dos meses del ao suele ser un factor restrictivo en lo que a la utilizacin del recurso hdrico se refiere, en particular cuando la oferta y la demanda del recurso se encuentran desfasadas, lo cual puede ser minorado a travs de em-balses que mejoren la regulacin de las aguas.

    En definitiva, la estacionalidad del recurso es una restric-cin adicional a la cantidad de agua econmicamente dis-ponible que puede llegar a ser muy severa, y que conside-radas en forma conjunta permiten establecer indicadores de estrs hdrico cuando se las compara en forma rela-tiva con la demanda.

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    4.3 El agua y la sociedad

    4.3.1 Valoracin del aguaReconocer que el agua es un bien que tiene valor econmi-co implica entender que es necesario aplicar los principios econmicos a su estudio y a la organizacin de su uti-lizacin, con el fin de lograr su buena gestin y adminis-tracin. Esto no significa que necesariamente se deba po-ner un precio al agua. Implica que la gestin debe tener en cuenta los costos y beneficios, econmicos, sociales y am-bientales tanto directos como indirectos asociados con los distintos usos y con las restricciones impuestas sobre ellos para proteger la salud, la seguridad de las personas y el ambiente.

    Por ejemplo, la imputacin incorrecta de los costos ha con-tribuido en muchos casos a la degradacin de los recursos y del ambiente. Si slo se toman en cuenta los costos de-clarados por los usuarios, o los determinados por intereses parciales, sin incluir todos los costos que efectivamente son pagados por la sociedad en su conjunto, el uso del re-curso no ser sostenible.

    Un mecanismo alternativo al sistema de mercado, que per-mite sopesar todos los beneficios y todos los costos que una sociedad enfrenta a la hora de gestionar adecuada-mente los recursos hdricos, es la gestin integrada, que significa procurar la participacin en las decisiones impor-tantes de todos los sectores afectados. Este mecanismo no asegura que se llegar a decisiones ptimas, pero s que las decisiones se basarn en la coordinacin entre todos los afectados por interrelaciones que, por ser complejas, no pueden ser resueltas mediante las herramientas de la in-vestigacin operativa y del anlisis de sistemas.

    La razn principal por la cual es difcil organizar mercados de agua es que sta no es un bien homogneo, porque en la mayora de los procesos relacionados con su aprovecha-miento, su calidad y su localizacin cambian continuamente.

    4.3.2 El tema del agua en la educacinEl siglo XXI est destinado a ser el siglo del agua, ya hemos advertido que el futuro del desarrollo de los pases estar fuertemente ligado al agua y su disponibilidad. A pesar de ello, se puede apreciar que existe una falta de integracin entre la gestin del agua y los intereses, ac-titudes y comportamientos de la sociedad, por lo cual es necesario que haya transformaciones radicales en sus prcticas vigentes, es decir, se necesita el desarrollo de una nueva cultura hdrica.

    La participacin responsable de los actores de la sociedad en la gestin del agua requiere un ingrediente insustitui-ble: que los mismos comprendan los procesos. As podr facilitarse que acuerden ejecutar las acciones racionales, responsables y solidarias en cada una de las tareas en las que deban interactuar con el agua, ponindose especial nfasis en la valoracin y el apoyo ciudadano para la con-servacin y el uso responsable del agua como un recurso para la vida.

    4.3.3 Participacin ciudadana en la gestin de los recursos hdricos

    Avanzar hacia una nueva relacin con el agua, basada en los principios de la sostenibilidad, exige esfuerzos econmi-cos, cientficos y tecnolgicos, pero tambin requiere nue-vos enfoques en los campos de la educacin, as como un replanteo de los procedimientos empleados para facilitar la participacin ciudadana en la toma de decisiones pbli-cas. La participacin ciudadana permite mejorar la eficacia con que las sociedades humanas dan respuesta a los retos del medio ambiente y la sostenibilidad. La intervencin de la poblacin permite, en primer lugar, realizar mejores diagnsticos de los problemas existentes, generar un con-junto ms amplio de alternativas para resolver los retos planteados y movilizar los recursos, humanos y materiales con que cuentan diversos actores sociales, para procurar una mejor gestin del ambiente. En muchas ocasiones las respuestas adecuadas para afrontar un problema estn slo en manos de la propia comunidad, lo que hace que su implicacin sea imprescindible (IV Congreso Ibrico, 2004).

    La participacin no garantiza que todo el mundo vaya a estar de acuerdo con las decisiones finalmente adoptadas, pero puede propiciar que los deseos y necesidades de un nmero ms amplio de personas sean tenidos en cuenta y, de esta forma, puede tener un efecto integrador de intere-ses en los procedimientos de toma de decisiones. Adems, permite que la gente entienda mejor las razones que hay detrs de una decisin, la complejidad de variables que in-ciden en una situacin problemtica, los posibles efectos que deben ser previstos a la hora de intervenir o las limita-ciones que condicionan la toma de decisiones.

    Entre otros argumentos ms especficos que muestran la necesidad de una toma de decisiones participativa, se des-tacan los siguientes:

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    Las cuencas fluviales son necesariamente sinrgicas: las actuaciones realizadas en cualquier punto de stas inciden en el conjunto. Los usuarios y residentes en una cuenca deben compartir y resolver las tensiones generadas por el uso del agua.

    El agua se presenta con caractersticas irregulares; ello obliga a tomar numerosas decisiones imprevistas, para las que resulta inadecuado un sistema de toma de decisiones basado en frmulas rgidas y predeter-minadas.

    Es necesario superar concepciones tradicionales del pro-ceso de desarrollo. La participacin comunitaria se debe dar en el analizar, el decidir y el hacer. Por lo tanto, las actividades deben incluir acciones de informacin, edu-cacin, consulta, fortalecimiento de la iniciativa, fiscali-zacin, concertacin, toma de decisiones y gestin en todas las fases del proyecto. La educacin para el uso y gestin sostenible del agua debe llegar a todos. Pero debe adoptar frmulas diversas, adaptadas a diferentes desti-natarios y contextos socioambientales. Se necesita de una educacin permanente, universal e intergeneracional, que llegue al sistema educativo, a la administracin y a los ac-tores sociales.

    A pesar de que el conjunto de instrumentos tiles para organizar y canalizar la participacin pblica en la gestin ambiental es amplio, en relacin con la planificacin y la gestin del agua se ha utilizado tradicionalmente un con-junto de instrumentos muy limitado (IV Congreso Ibrico, 2006), cuestionados por:

    El dficit de informacin sobre los procedimientos: los datos sobre los procedimientos (plazos para ale-gar, lugares de consulta de la documentacin, etc.) no siempre llegan a los potenciales interesados, ya que a menudo estos datos son tan slo publicados en el correspondiente boletn oficial, sin que se realice un mayor esfuerzo divulgador.

    La complejidad de la documentacin puesta a dis-posicin del pblico: frecuentemente el carcter muy tcnico de los documentos hace difcil su interpre-tacin por los interesados.

    Falta de transparencia: no es comn que se ponga a disposicin de los distintos actores sociales relacio-nados con el agua suficiente informacin como para garantizar transparencia en los procesos de gestin de los recursos hdricos.

    Una razn adicional para promover la participacin es que cuando no es posible contar con la competencia como un

    mecanismo de control, la experiencia ha demostrado que la exigencia de la ciudadana, a travs de mecanismos que encauzan la participacin de una manera efectiva, es el nico mecanismo de control que puede evitar que la gestin sea dominada por intereses parciales.

    4.3.4 Recursos hdricos interjurisdiccionales e internacionales2

    Se prev que para el ao 2025 la demanda de agua impres-cindible para la vida ser 56% superior que el suministro. De hecho, ya es un bien escaso para buena parte de la hu-manidad: ms de 20% no tiene acceso a agua limpia/segu-ra (2.600 millones de personas, segn la OMS y UNICEF) y hasta 40% sufre su escasez y ni siquiera puede disponer de la infraestructura higinica bsica en casa. Algunos de los conflictos empiezan a surgir por la apropiacin global de los recursos hdricos locales, ya sea por medio de presas, conductos, tanques o botellas.

    En 1949 haba en el planeta 5.000 grandes presas hidru-licas y a finales del siglo XX su nmero ascenda a 45.000. Como muchas de estas presas modifican el flujo de ros que son compartidos por distintos pases, en muchos casos han dado lugar a conflictos.

    Son ejemplos conocidos los conflictos que han surgido entre Egipto y Etiopa por la explotacin del Nilo, en la Repblica Democrtica del Congo como consecuencia de la presa Gran Inga o en la Amazona brasilea donde los indgenas luchan contra la represa en el ro Xing. A estos enfrentamientos entre pueblos y naciones hay que sumar las violentas protestas que han tenido lugar en ciudades como Cochabamba (Bolivia), Soweto (Sudfrica) o Jakar-ta (Indonesia) por la privatizacin del abastecimiento del agua y todo parece indicar que no sern las nicas, porque existe una creciente presin de la demanda sobre los re-cursos disponibles. Hay lugares en los que el pago por el agua insume hasta el 10% de los ingresos de las familias ms pobres.

    Los problemas que ocasiona la insuficiencia de la provisin de agua tpicamente rebasan los lmites de las comuni-dades y de las fronteras polticas y afectan a continentes y pases. Los lmites entre muchos pases estn marcados por los cuerpos de agua; cerca de 40% de la poblacin mundial vive en cuencas fluviales compartidas por ms de un pas y muchas comunidades (pinsese en Israel y Pa-

    En el punto 6 (Anexo I) se desarrollan los temas que son intro

    ducidos en este punto.

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    lestina) dependen del agua potable de los mismos acufe-ros, que han sido sobreutilizados. Por esto, la escasez de agua que resulta de su mal manejo plantea con frecuencia un riesgo de conflictos. Por ello es tan importante que se encuentren medios de gestionar el agua compartida me-diante cooperacin, sin confrontacin. Resumiendo: un buen manejo del agua requiere, segn sus caractersticas, acciones nacionales, regionales o internacionales, adems de la accin local. Repblica ArgentinaLa Constitucin de la Nacin Argentina establece que co-rresponde a las provincias el dominio originario de los re-cursos naturales existentes en su territorio, lo que significa que las mismas son propietarias de sus recursos hdricos. Cuando los recursos hdricos son compartidos por varias provincias, es necesario procurar acuerdos entre las par-tes. Para facilitar esos acuerdos, se han creado comits de cuenca y, en algunos casos, organismos de cuenca con fa-cultades ejecutivas (ver Anexos, puntos 6 y 7).

    4.4 Impactos significativos relacionados con el sector hdrico4.4.1 Sequas e inundacionesLa definicin de sequa ha sido muy discutida debido a la desigualdad de criterios aplicados por los diferentes au-tores. No existe una definicin aceptada universalmente por lo que se convierte a veces en un trmino no comple-tamente preciso. En su acepcin ms amplia la sequa puede ser un perodo anormal de mucha escasez de agua ocasiona da por la falta de precipitacin que afecta nega-tivamente, no slo a la agricultura sino tambin a otras actividades como por ejemplo la generacin de energa hidroelctrica y el abastecimiento de agua potable.3

    Las sequas, de todos los desastres naturales, son los fen-menos que tienen mayor impacto econmico y pueden afectar al mayor nmero de personas.

    Las inundaciones, as como los terremotos y ciclones, pue-den tener una gran intensidad fsica pero son de duracin

    corta, y su impacto geogrfico es limitado. El nmero de muertes ocasionadas por dichos desastres puede ser muy alto si resultan afectadas reas densamente pobladas. En contraste, las sequas afectan grandes extensiones geogr-ficas, hasta pases enteros, y pueden durar varios meses o, en algunos casos, hasta varios aos.

    Los desastres debidos a crecidas alcanzan aproximada-mente a un tercio de entre todas las catstrofes naturales alrededor del mundo, al menos en cuanto a valores de pr-didas econmicas, y son responsables de ms de la mitad del nmero de vctimas fatales. Los daos por crecidas han sido extremadamente severos en dcadas recientes y es evidente que tanto la intensidad como la frecuencia de las inundaciones son crecientes. Las prdidas suman ms de 250 billones de dlares en los ltimos 10 aos.

    Las crecidas han sido responsables de numerosas vctimas fatales. La nmina de hechos que provocaron vctimas por eventos naturales durante los ltimos 30 aos