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I REVISION BIBLIOGRAFICA
1.1 PRODUCTOS CARNICOS EN MÉXICO
1.1.1 Producción y consumo de productos cárnicos en México y en el mundo.
La producción en México de productos cárnicos en lo referente a productos
procesados ha aumentado en los últimos años. Para el 2008, la producción de
productos procesados fue de 732,425 toneladas, teniendo una tasa de crecimiento
promedio anual (TCPA), con respecto al año 2000 de 2.8%. Este crecimiento
sobresale al resto de productos de la carne en fresco, superado sólo por la de
carne de pollo, la cual presentó un crecimiento de 3.9% (COMERCARNE, 2008).
El consumo de productos cárnicos (o carnes frías) muestra un crecimiento
sostenido en los últimos años en México (Figura 1). En el 2008, los niveles de
consumo estimados de productos transformados de carne de otras especies, fue
de 8 kg per cápita, siendo igual que en el 2007. El consumo de carne de pollo
sigue siendo importante a nivel nacional, ya que este se encuentra en el orden de
los 29 kg, lo que posiciona a esta especie como la más consumida en México
(COMECARNE, 2008). El aumento en el consumo de embutidos y productos de
carne procesada es el principal componente en el aumento en el consumo de
carne en general en la población mexicana (El Norte, 2008).
Figura 1. Consumo per cápita de Carnes frías en México.
Fuente: Consejo mexicano de la carne con información de SHCP. Cifras preliminares. 2008
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
2 2 2 2 2 2 2 26 6 6 7 7 7 8 8
15 15 16 16 14 14 15 15
17 17 17 1817 18 18 19
22 22 2224 26 27 27 29
Pavo Productos procesados Porcino Bovino Pollo
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En relación a otros países, el consumo de productos cárnicos en nuestro
país es bajo, si lo comparamos con España, donde en el 2002, según datos
generados por la Asociación de Mercados (Mercasa), el consumo promedio fue de
16 kg per cápita, sobresaliendo el consumo de embutidos y jamones.
Las cifras preliminares del Consejo Mexicano de la Carne, señalan que en
el 2008 la producción de salchichas es la que presenta un mayor porcentaje de
producción con 51%, seguida por los jamones que se llevan el 42%, mientras que
tocinos, chorizos, longanizas, los procesados de pavo, mortadelas y chuletas,
constituyeron poco más del 7% del total de la producción.
El 88% de la producción nacional de carnes frías y embutidos se encuentra
localizada en ocho estados de la república, de los cuales destacan el Distrito
Federal, Nuevo León y Jalisco (CONECFE, 1998).
Figura 2. Producción nacional de carnes frías (Kg)
Fuente: Consejo mexicano de la carne con información de SHCP. Cifras preliminares. 2008
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1.1.2 Clasificación de los productos cárnicos
El consumo de la carne en el mundo se ha diversificado debido a la
necesidad de conservarla y de dar variabilidad en cuanto a sabores y texturas. De
ahí que han surgido diferentes métodos de procesar la carne (Paltrinieri y Meyer,
1985).
Tenemos dos grandes ramas en las cuales se divide la industria mexicana
de la carne, según Paltrinieri y Meyer, 1985:
1 Carne de consumo en fresco.
Fresca: en cortes o molida de animales de abasto, en piezas de caza y
pesca.
Madura: cortes o molida de animales de abasto.
2 Productos procesados.
Productos regionales: carnitas, mixiotes, barbacoa, obispo, ceviches,
chilorio, machaca.
Carnes frías: cortes, pastas.
Conservas: cortes, pastas.
Algunos productos cárnicos se clasifican como emulsionados (salchicha,
chorizo, mortadela y algunos jamones) por su presentación, y se conocen como
“productos embutidos”. Los cuales son conocidos en el mercado y que la
población mexicana está acostumbrada a consumir mayormente. En México, estos
productos procesados se clasifican, dependiendo del contenido y tipo de carne, su
forma de preparación y del tipo de procesamiento en (Paltrinieri y Meyer, 1985):
Embutidos crudos: como el chorizo y el salami.
Embutidos escaldados: como la mortadela y la salchicha de Viena.
Embutidos cocidos: como la morcilla y el queso de puerco.
Carnes curadas: como el jamón y el tocino.
Productos cárnicos enlatados: como guisados y paté.
Grasas: como lo son la manteca y el sebo.
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En el grupo de productos cárnicos curados se distinguen dos grupos
(Prändl et al., 1994):
1) El grupo de los productos crudos, son los que se denominan curados en
“seco”, es decir se producen por frotación de la mezcla de sal curante y
condimentos con la carne, para a continuación ser madurados y desecados.
2) El grupo de los productos cocidos, que son los que exclusivamente se
curan vía “húmeda”, es decir se tratan con una solución salina (salmuera)
que contiene las sustancias curantes, para después conservarlos mediante
calentamiento.
1.2 JAMON
1.2.1 Definición.
Vocablo que procede del bajo latín “gamba”, aludiendo al “pernil o pierna
curada de cerdo”. En la actualidad, forma parte importante del área de las “carnes
frías” en todo autoservicio. (Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y
Departamentales, A.C. ANTAD, 2007).
Otra definición de jamón es: producto alimenticio elaborado exclusivamente
con la carne de las piernas traseras del cerdo Suis scrofa domesticus o con la
carne de los muslos del pavo de la especie Meliagridis gallo-pavo, declarados
aptos para el consumo humano de acuerdo con los criterios y especificaciones
generales que establece la Norma Oficial Mexicana (NOM-158-SCFI-2003). El
tratamiento térmico y el tipo de curado (cuyo término se emplea en varios tipos de
producción industrial y hace referencia a la obtención de un cambio deseable
durante el procesado, que en el caso del jamón se logra a través de la sal de
curación) utilizados deberán ser suficientes para asegurar que el producto no
represente un riesgo para la salud de los consumidores y se mantenga sin
alteración durante su almacenamiento, transporte y venta.
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1.2.2 Denominación Comercial.
Comercialmente y según la Norma Oficial Mexicana (NOM) 158, el jamón
puede ser elaborado tanto con producto de origen nacional como de importación,
que se expende al público consumidor dentro del territorio nacional, y se clasifica
conforme a la descripción de la Tabla No. 1.
Tabla 1. Denominación comercial del Jamón.
DENOMINACION
COMERCIAL DEFINICIÓN
Jamón o
Jamón de Pierna
Los elaborados exclusivamente con carne de la pierna
trasera del cerdo (con o sin hueso).
Jamón de Pavo Los elaborados exclusivamente con carne del muslo
del pavo.
Jamón de Cerdo y Pavo Los elaborados con un mínimo del 55% de carne de
cerdo y el resto con carne de pavo.
Jamón de Pavo y Cerdo Los elaborados con un mínimo del 55% de carne de
pavo y el resto con carne de cerdo.
Fuente: NOM-158-SCFI-2003
1.2.3 Generalidades del Jamón
El jamón se fabrica a partir de los cuartos traseros del cerdo mientras que el
de espaldilla se elabora de los cuartos delanteros. El cerdo siendo un animal de
tracción posterior desarrolla músculo con poca grasa en los cuartos traseros
dando un producto terminado de mejor calidad que la espaldilla proveniente de los
cuartos delanteros donde se tiene poco músculo y más grasa con un valor
comercial inferior (ANTAD, 2007).
El problema en la falta de denominación comercial del jamón, se ha
manifestado por la presencia en el mercado de productos análogos o imitaciones
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de éste que se ostentan como tal, provocando confusión y engaño grave en el
consumo de estos productos (Dirección General de Normas, DGN, 2002). Aunque
a nivel internacional el jamón es únicamente aquel que es elaborado con la pierna
trasera del cerdo. Es una realidad que actualmente en el mercado se encuentra
presente el jamón de pavo y de otras especies, los cuales no se encontraban
regulados, por lo que existe una necesidad de determinar las características y
especificaciones físico-químicas que deben de contener estos productos (DGN,
2002).
Para el consumidor, el jamón representa un alimento selecto y a la vez fácil
y cómodo. Su imagen de producto magro le otorga una connotación dietética que
le convierte en el producto líder de cualquier tienda (Llona, 2005)
En la comercialización de este producto en México, se tienen grados de
calidad de los productos denominados Jamón, los mismos que deben cumplir con
ciertas especificaciones técnicas que se muestran en la Tabla 2, así como las
especificaciones organolépticas (Tabla 3) y microbiológicas (Tabla 4)(NOM-158-
SCFI-2003).
Tabla 2. Especificaciones técnicas del Jamón
Clasificación
comercial
%PLG
min.
%Grasa
máx.
%Humedad
máx.
%Proteína
adicionada
%Carragenina
máx.
%Fécula
máx.
Extrafino 18 6 75 0 1.5 0
Fino 16 6 76 2 1.5 0
Preferente 14 8 76 2 1.5 5
Comercial 12 10 76 2 1.5 10
Económico 10 10 76 2 1.5 10
Fuente: NOM-158-SCFI-2003
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En la Tabla 2 se observa que los productos denominados “Extrafino”, son
productos que presentan mayor cantidad de proteína libre de grasa (PLG), menor
cantidad de grasa y no se permite la adición de otra clase de proteína, ni de
fécula. Por otra parte, para jamones denominados “Económicos”, la cantidad de
proteína libre de grasa disminuye, la cantidad de grasa es mayor, y se puede
adicionar otra clase de proteína y de fécula. Es importante señalar que para
ambos tipos de productos, la NOM permite el uso de carragenina como
extendedor.
Según el tipo de origen cárnico, las especificaciones organolépticas en esta
NOM para ambos tipos de jamón, pueden variar, como se observa en la Tabla 3,
tanto para los productos de pierna de cerdo como los de pavo; ambas deberán
presentar el color y olor característico de jamón y consistencia firme y tersa.
Siendo su sabor agradable y exento de sabores extraños.
Tabla 3. Especificaciones organolépticas del Jamón
Especificación Organoléptica
Color Olor Sabor Consistencia
Jamón
de
pierna
Rosado
característico
Agradable,
característico,
exento de olores
extraños.
Agradable,
característico,
exento de
sabores
extraños.
Firme,
compacta y el
aspecto del
producto debe
ser terso.
Jamón
de
pavo
característico
Característico,
exento de olores
extraños.
Agradable,
exento de
sabores
extraños
Firme,
compacta y el
aspecto del
producto debe
ser terso.
Fuente: NOM-158-SCFI-2003
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Los productos elaborados con carne de pavo tienden a tener un color
diferente a los de cerdo por lo que el color rosado tiende a ser diferente, un poco
pálido.
El control sanitario tanto de la materia prima como de los productos de
jamón están controlados mediante especificaciones microbiológicas de las
diferentes NOM; en la Tabla 4, se observan las especificaciones microbiológicas
que deben de tener los diferentes tipos de jamones señalados por esta NOM,
sobresaliendo la ausencia en Salmonella y de Escherichia coli en los productos
fabricados.
Tabla 4. Especificaciones microbiológicas del Jamón
MICROORGANISMOS LIMITE MÁXIMO
Mesófilos aerobios 100 000 UFC / g
Escherichia coli Negativo
Hongos y levaduras < 10 UFC / g
Staphylococcus aureus 100 UFC / g
Salmonella spp Negativo en 25 g
Fuente: NOM-158-SCFI-2003
El consumo de los productos cárnicos se ha diversificado con el paso del
tiempo, debido a la necesidad de conservación y de ofrecer variabilidad en cuanto
a sabor y textura (Llona, 2005). De ahí, han surgido varios procedimientos de
preparación de este tipo de producto, dando lugar a diferentes tipos de jamón,
como se muestra en la Tabla 5 (ANTAD, 2007).
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Tabla 5. Tipos de Jamón
Por acción de salazón
en seco
Salazón por inmersión e
inyección de salmuera,
prensado y secado al
aire.
Tipo Jamón Natural
Por ahumado
Salazón menos intensa
que el anterior y
posterior ahumado en
cámaras.
Tipo Jamón Serrano
Por cocido
Por inmersión previa en
salazón y posterior
deshuesado, cocido y
dar forma redondeada.
Tipo Jamón de York
Horneado Tipos Americano,
Virginia, Holandés.
Fuente: ANTAD, 2007
1.3 FUNDAMENTO DEL PROCESADO DEL JAMON
1.3.1 Métodos de Fabricación.
El proceso de elaboración del jamón cocido empieza con la elección de la
materia prima, seleccionando las piezas de carne sanas, uniformes y frescas.
(Portal de gastronomía vasca, 2009). Las condiciones de higiene deben ser
extremas sobre todo en las operaciones que se realizan manualmente. La limpieza
y la desinfección de las áreas de trabajo y de los aparatos a utilizar antes y
después de cada operación son necesarias para asegurar la calidad del producto
final y para controlar mejor el proceso de elaboración. Esto permite evitar los
riesgos de defectos y las contaminaciones bacterianas (Portal de gastronomía
vasca, 2009).
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La fabricación convencional sigue dos procedimientos, uno de inyección e
inmersión de las piezas en salmuera y el otro es un procedimiento acelerado. El
primer procedimiento tiene el inconveniente de que exige bastante tiempo para su
elaboración y proporciona artículos de calidad desigual en lo relacionado a la
constitución y rendimiento, pero por otra parte, los productos elaborados por este
método, resultan de consistencia tierna y destacado el aroma a curado (Prändl et
al., 1994).
El procedimiento de fabricación de jamón acelerado, es el más usado
actualmente, donde la carne es tratada por medio de un amasado, golpeado o
malaxado, favoreciendo con este método, el uso de carne en tajos o de diferente
porción muscular. De acuerdo con el tipo de tratamiento mecánico, existen
diferencias entre golpear fuerte (en inglés, to tumble = golpear) y malaxar la carne.
En el primer tratamiento mecánico, llamado tumbleado (Figura 3), el material
cárnico es sometido a acciones mecánicas de golpeteo, impulsando hacia arriba
las piezas cárnicas, en un tambor mediante movimientos de giro en vertical. La
energía cinética que se origina al caer la carne, ocasiona una deformación y con
ella cambios estructurales del músculo, sobre todo el sarcolema que se desagarra,
observándose grietas entre las haces musculares, propiciando con esta ruptura de
las fibras musculares, la extracción y solubilización de las proteínas miofibrilares
(Prändl et al., 1994).
El masajeado consiste en someter las piezas saladas a acciones mecánicas
de frotamiento y de compresión que favorecen la salida de la salmuera por la
masa muscular y la aparición en la superficie del limo de exudados proteicos
coagulables por el calor y que hacen de cemento de ligazón durante la cocción.
De esta forma se facilita el repegado de los trozos de carne en la fabricación de
jamón (Llona, 2005). Estos exudados se componen de agua, grasa, fragmentos de
proteínas de fibras musculares y proteínas disueltas, entre las que predominan
actina y miosina.
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Figura 3. Tumbler o masajeador visto desde el exterior e interior.
Fotografía: Elaboración propia
A medida que se prolonga la acción mecánica, disminuye el contenido de
agua, a la vez que aumenta la tasa de grasa y proteína, así como la fracción de
fibra muscular; esta acción se limita sólo a la capa externa del músculo, pero a
medida que aumenta el tiempo del tratamiento mecánico, esta acción se traslada a
las capas profundas del músculo (espacios interfibrilares), formando una masa
finamente granulada en el espacio inter- y extracelular (Prändl et al., 1994). El
malaxado consiste en dar a la carne un movimiento de frotación y amasado
mediante un brazo agitador distribuyendo la carne, y confiriendo ablandamiento de
la carne, permitiendo la incorporación de la salmuera. (Prändl et al., 1994).
El resultado de utilizar estos equipos es un ahorro en el tiempo de
fabricación, una mejor cohesión del producto acabado, disminución de las mermas
durante la cocción, estabilización del color y un producto más tierno sin adición de
productos químicos, solo por proceso físico (Llona, 2005). En la Figura 4 se
muestran los pasos para la fabricación de jamón por el tratamiento acelerado.
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Figura 4. Diagrama de bloques que muestra diversas posibilidades de
tratamiento mecánico de Jamones cocidos y de molde.
Fuente: Elaboración propia.
Jamón entero
Deshuesado y troceado
Inyección de salmuera Piezas de Jamón
Amasar o
golpear
Curado en
salmuera
Picar o cortar
en cubitos
Inyección de
salmuera
Curado en
salmuera
Requemado
Amasar o
golpear
Ahumar
Requemado
Amasar o
golpear
Ahumar
Amasar o golpear
con salmuera
Requemar
Amasar o golpear
Curado en
salmuera
Amasar o golpear
Requemar
Rellenar
Calentar
Enfriar
Almacenar
A B C D
= opcional
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Durante la cocción, el calentamiento “pega” las piezas musculares, debido
especialmente a la miosina, mejorando la imagen de la superficie durante el corte
en rodajas del producto. Los efectos del tratamiento mecánico pueden potenciarse
por el uso de sales de ácido comestibles y con fosfatos, lo cual eleva la capacidad
de retención de agua, de extracción de proteína y la penetración del material
curante, mejorando el aroma y el sabor (Prändl et al., 1994).
1.3.1.1 Preparación de salmueras para curado
Las salmueras para el curado son disoluciones acuosas, a concentraciones
diferentes, de sal común y nitrato o sal de nitrito y sal común, ésta juega papeles
múltiples en la elaboración de embutidos, primeramente frena y detiene el
crecimiento bacteriano, aumenta la solubilidad de las proteínas musculares
favoreciendo así la manifestación de sus propiedades tecnológicas (poder
emulsificante, ligante, etc.) (Prändl et al., 1994).
La salmuera para curación puede preparase de diferente forma,
dependiendo del tipo de procesado, si la carne se sumerge en la salmuera (curado
húmedo), si se inyecta la salmuera en el músculo (inyección intramuscular) o si la
salmuera se inyecta en las arterias de la carne (inyección intraarterial) (Paltrinieri,
1985).
La concentración de sal en la salmuera va a depender del contenido de
grasa de la carne y la relación carne/salmuera. La concentración de las salmueras
va a depender en el % de sal o en el % de sal curante de nitrito. Para distintos
productos se utilizan salmueras con distintas concentraciones de sal, ejemplo
(Paltrinieri, 1985):
a) jamón crudo de 18-25% de sal,
b) jamón cocido de 10-14% de sal y
c) jamón asalmonado de 8- 10% de sal.
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Según las NOM, la salmuera es una mezcla de agua, sal e ingredientes
autorizados para su uso en México, y los ingredientes están regulados por las
NOM´S: 213-SSA1-2002, 122-SSA1-1994 y la 145-SSA1-1995.
1.3.1.1.1 Ingredientes
La importancia del conocimiento preciso de la concentración de sal y de la
sal nitrada es fundamental, para realizar una salmuera, a continuación se enlistan
los ingredientes más comunes:
El agua deberá ser fría y desmineralizada, para facilitar la incorporación de
los ingredientes.
La sal común no posee ninguna acción específica antibacteriana. Sus
efectos sobre los microorganismos están en función de la concentración,
que cuando son elevadas, atrae osmóticamente el agua, haciendo que esta
no pueda ser aprovechada por los microorganismos. Además de que
también favorece a la oxidación y enranciamiento de las grasas (Prändl et
al., 1994).
Azúcar o sustancias edulcorantes: depende del tipo de producto y del tipo
de azúcar y su uso oscila entre un 0.3% y 1.5% (Prändl et al., 1994). Los
azucares, son los que crean un medio favorable para el desarrollo de la
flora del curado responsable de la reducción del nitrato en nitrito y un medio
ácido favorable para la conservación del producto retardando el crecimiento
de bacterias patógenas (Girard, 1991).
Nitritos tienen tres papeles esenciales: el color, olor y acción antibacteriana,
pero por si mismo contiene un poder tóxico, por lo que controlan demasiado
su uso en alimentos, con el fin de proteger la salud de los consumidores. La
toxicidad está relacionada con su poder oxidante. Tiene la propiedad de
oxidar la hemoglobina sanguínea en metahemoglobina que bajo esta forma
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ya no es apta para jugar su papel transportador de oxígeno y entraña una
hipóxia a nivel de los tejidos (Girard, 1991).
Existen otros ingredientes que funcionan como coadyuvantes en la
fabricación de jamón y que aceleran o permiten una mejor fabricación, entre los
más utilizados están:
Acido ascórbico favorece la formación de óxido de nitrógeno y acelera el
proceso de formación del pigmento nitrosado. Reduce el tiempo de
procesado térmico, y acelera la reacción del curado al reducir la
metamioglobina a mioglobina. Las disposiciones federales permiten añadir
42 grs. de ácido (ó 50 g. de su sal sódica) por 100 kg. de carne, y 560 grs.
de ácido (650 g. de la sal) por 100 litros de salmuera (Prändl et al., 1994).
Fosfatos, favorecen la ligazón del agua a las proteínas musculares,
permitiendo una mejora del poder de retención del agua de la carne al
elevar su pH, lo que se traduce, a nivel del producto, por una reducción de
las pérdidas a la cocción y consecuentemente por una elevación del
rendimiento en fabricación (Girard, 1991).
Extendedores, son componentes no cárnicos, con excepción del agua, sal y
especias, que se adiciona en cantidad suficiente para aumentar el volumen
o cambiar la composición de los embutidos. Se caracterizan por su
contenido proteico y están formados generalmente por productos derivados
de la soya. Las finalidades principales de los extendedores son: mejorar la
estabilidad de la emulsión, aumentar la capacidad de ligar agua, resaltar el
aroma, disminuir las mermas durante la cocción, disminuir los gastos de
formulación (Briceño y Guajardo, 1985).
1.3.1.2 Moldeado.
El producto masajeado, lo más rápido posible, se puede embutir en fundas
fibrosas o de cocimiento directo, tripas, bolsas, películas o moldes de metal. La
superficie del producto masajeado debe mostrar una capa pegajosa de proteínas
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extraídas. Esta capa es crítica para la adherencia de las piezas de carne durante
la cocción y coagulación, lo que repercute en la cohesión (Fondo Nacional de
Apoyos para Empresas en Solidaridad, FONAES).
En caso de que se utilice fundas fibrosas en la elaboración de jamón cocido
es importante que se tenga en cuenta los siguientes requisitos: permeabilidad,
calibre uniforme, que resista la temperatura y presión durante la cocción, y que no
se adhiera al producto final (FONAES).
Por otra parte, las fundas de cocimiento directo presentan la ventaja de que
en la misma bolsa que se cocina, se vende el producto, evitando la contaminación
microbiana. Para ello se utilizan fundas termoencogibles que se deben ajustar al
producto. Para su selección se debe considerar que tan buena barrera al oxígeno
presentan. Por otra parte, los moldes de metal suelen ser moldes de aluminio o
acero inoxidable, teniendo como ventaja de asegurar una presentación regular y
darle una forma deseada: molde largo, (es el más común y de forma rectangular),
otro muy utilizado es el de forma de mandolina (FONAES).
Las variables a controlar en este proceso son: 1) la temperatura de la pasta,
2) el diámetro, el perímetro y el largo de la pieza, 3) el peso de la misma, 4) las
burbujas de aire en el producto embutido (las mínimas posibles) y 5) la presión de
vacío del equipo de masajeo (FONAES).
1.3.1.3 Cocción
Esta actúa sobre la coagulación de las proteínas de la carne, para la
obtención del color y proporcionando un efecto de conservación en el producto
(efecto de pasteurización), generando además, estabilidad en el color del
producto, consistencia durante su corte y la formación de la piel o costra exterior,
en el caso de los productos ahumados (FONAES).
La cocción se puede realizar en marmitas, donde se sumergen los moldes
(si es el caso) en agua a 70°C, el tiempo de cocción promedio es de
aproximadamente de 50-60 minutos por kilo. Otra forma de cocción es utilizando
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un horno-ahumador. La temperatura interna que se debe alcanzar en el producto
durante su cocción, es de 69ºC. (FONAES).
Se debe tomar en cuenta que los productos de jamón cocido deben de
tener jugosidad. Si se utiliza un procesamiento térmico excesivo o una cocción
alta, se obtendrá un producto seco.
1.3.1.4 Enfriamiento
Una vez alcanzada la temperatura interna, se deben enfriar los productos
inmediatamente en una ducha fría por 20 minutos o por inmersión en agua fría por
10 minutos. El enfriamiento rápido inhibe el desarrollo de los microorganismos
sobrevivientes o de sus esporas, gracias al choque térmico. Se aconseja un
reposo de 24 a 48 horas antes de empacarlos, se considera que este tiempo es el
conveniente para que la proteína de carne ligue el posible exceso de humedad en
el producto (FONAES).
1.3.1.5 Almacenamiento
Mientras más baja es la temperatura durante el almacenamiento, menor
será la activación y aumento de los microorganismos. Es recomendable que la
temperatura se encuentre entre -1 a 2ºC si el producto se almacena a temperatura
de 7ºC, se limitará mucho su vida de anaquel (FONAES).
1.4 FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CALIDAD DE LAS CARNES
CURADAS
Los factores que determinan por parte del consumidor la aceptabilidad o
“calidad” del producto son: el tipo, el color, sabor, dureza, textura, frescura y éstos
están relacionados con la carne y los ingredientes utilizados, el tratamiento térmico
y las condiciones de almacenamiento (Prändl et al., 1994).
Los criterios de calidad que se aplican a las materias primas de las carnes
curadas difieren de los aplicados a las carnes crudas. (Prändl et al., 1994).
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1.4.1 Carne
Las piezas de carne seleccionadas para la producción de Jamón, deberán
de tener un tiempo post-mortem entre 72 a 96 horas y un pH entre 5.8 y 6.2 (Portal
de gastronomía vasca, 2009 y Prändl et al., 1994). El uso de carne PSE (pálida,
suave y exudativa), limitará el rendimiento del producto final, ya que produce
jamones más secos, debido a las pérdidas de humedad (jugosidad) por el pH
menor a 5.5, al ser sometida a cocción la carne, mientras que a pH más elevado
los jamones experimentan menor pérdida de jugosidad, sin embargo, presentan un
color menos adecuado y escasa conservación al ser sometidos al tratamiento
térmico (Prändl et al., 1994).
1.4.2 Fundas o Envolturas
La pasta o masa del jamón, es pastosa, viscosa y posee capacidad de fluir,
por lo que requiere de una envoltura protectora, para lo cual se pueden emplear
tripas, con el fin de otorgar al embutido la forma y estabilidad definitiva, pudiendo
ser estas naturales o artificiales.
Las tripas artificiales que se ofrecen hoy en día, no presentan ninguna
desventaja con respecto a las tripas naturales e incluso frente a determinados
requisitos pueden llegar a superarlas (Wirth, 1992).
1.4.2.1 Fundas
Las fundas sintéticas se elaboran a partir de productos naturales
regenerados, como por ejemplo de celulosa y de colágeno de pieles vacunos, o
también a partir de material sintético. Las fundas sintéticas fibrosas son un tipo de
tripas que se componen de una película de papel de abacá que impregnado de
viscosa y soldado longitudinalmente conforma una estructura tubular. Tienen como
característica general una gran resistencia mecánica pero menos elasticidad que
otras artificiales plásticas. Este grupo de envolturas se emplea en una gama
amplia de productos que incluyen productos cocidos y/o ahumados y
crudos/curados (Viscofan, 2004).
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1.4.2.2 Estoquinete
Lo integran una red de poliéster o de algodón, pero que higiénicamente
hablando son mejores las de poliéster. Existen redes más o menos elásticas: las
muy elásticas dan producto de forma más ovoide que las redes rígidas que dan
productos cilíndricos. Las redes pueden tener dimensiones diferentes según el
tamaño del producto que se quiere envolver (Viscofan, 2004).
1.5 LOS NITRITOS COMO ADITIVO EN EL JAMON
Los nitritos desempeñan un importante papel en el desarrollo de
características esenciales en los embutidos, ya que intervienen en la aparición del
color rosado característico de éstos, proporcionando un sabor, olor, textura y
aroma especial al producto y poseen un efecto protector sobre determinados
microorganismos como el Clostridium botulinum, bacteria causante del botulismo
(Prändl et al., 1994).
El nitrito es el componente más importante utilizado para el curado de las
carnes, siendo también un potente antioxidante. Sin su presencia un sabor a
sobre-cocido puede desarrollarse en algunos productos. Afectan el sabor y el olor
por medio de su acción como poderosos antioxidantes. Los antioxidantes son
compuestos que previenen el desarrollo de la rancidez oxidativa (Prändl et al.,
1994).
Los nitritos proveen la fuente última de óxido nítrico que se combina con el
pigmento mioglobina de la carne. Para la formación del color de curado se
consideran necesarios aproximadamente 50 ppm de nitrito en el producto
terminado, dependiendo de la cantidad de pigmento disponible para reaccionar
con el nitrito (Prändl et al., 1994).
Cuando el nitrito es adicionado a sistemas cárnicos complejos
biológicamente, reacciona con o es ligado a varios componentes químicos
presentes naturalmente en las proteínas. Los nitritos forman óxidos de nitrógeno
23
que se combinan con la mioglobina resultando en nitrosomioglobina a través de la
formación de ácido nitroso (HNO2) en un medio acuoso (Prändl et al., 1994).
Las reacciones por las que se da la formación del color se resumen de la
siguiente manera:
NaNO2 + H2O pH 5.4-5.8
HNO2 + NaOH
HNO2 NO + H2O + HNO3
NO + mioglobina Nitrosilmioglobina (rojo)
Las condiciones de calentamiento normalmente usadas en el proceso de
curado aceleran estas reacciones, y cuando el proceso de elaboración es
completado, sólo aproximadamente del 10-20% del nitrito originalmente
adicionado es analíticamente detectable. A lo anterior se le denomina nivel de
nitrito residual y disminuye durante el almacenamiento y la distribución, cuando el
producto se traslada hasta llegar al consumidor final para su preparación y
consumo (Ranken, 2003).
En México la NOM-145-SSA1-1995. Productos Cárnicos Troceados y
Curados. Productos Cárnicos Curados y Madurados. Disposiciones y
Especificaciones Sanitarias, establece los límites aceptados para nitritos y nitratos
en productos cárnicos los cuales son: no mayor de 156 mg por Kg de peso para
nitritos y nitratos de sodio o de potasio, expresados como nitritos. La Directiva del
Parlamento Europeo y del Consejo No. 95/2/EC establece una cantidad residual
máxima de 250 mg/Kg de nitratos en los productos cárnicos curados y de 100
mg/kg para el nitrito de sodio. La Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos
(FDA) de Estados Unidos de Norteamérica, establece no más de 200 ppm para el
nitrito de sodio y el nivel de nitrato de sodio no debe exceder las 500 ppm en el
producto final. El Codex Alimentarius establece para el jamón curado cocido 500
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mg/kg de nitratos expresado como nitrato de sodio y 125 mg/kg de nitrito
expresado como nitrito sódico, estos valores son importantes pues la Comisión del
Codex Alimentarius es el organismo internacional que se ocupa de la ejecución del
Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, que tiene por objeto
proteger la salud de los consumidores y facilitar el comercio internacional de
alimentos.
En las décadas de los años 60 y 70, el uso de nitrito para el curado de las
carnes fue seriamente cuestionado, debido al peligro que representan con la
formación de nitrosaminas carcinogénicas y metahemoglobina, aunque
actualmente no se han encontrado sustitutos para este compuesto, que produzcan
un color, sabor y olor típicos de carne curada en productos cárnicos (Ranken,
2003). La toxicidad propia del nitrito está relacionada con su poder oxidante. Tiene
la propiedad de oxidar la hemoglobina sanguínea en metahemoglobina que bajo
esta forma no es ya apta para desempeñar su papel de transportador de oxígeno y
entraña una hipoxia a nivel de los tejidos. El organismo humano es, en los adultos,
capaz de luchar contra esta agresión ya que está equipado de un sistema
enzimático apto para efectuar la reacción inversa y transformar la
metahemoglobina en hemoglobina reducida (sistema metahemoglobina
reductasa). Por el contrario el organismo del niño de pecho no posee este
equipamiento enzimático y los riesgos de intoxicaciones graves son entonces
mucho mayores. Adicionalmente está la toxicidad indirecta por la formación de
nitrosaminas (Prändl et al., 1994).
Las nitrosaminas se forman a partir de los nitratos añadidos a algunos
alimentos que, bien por las bacterias que hay en las carnes que los contienen o
por las propias del organismo y de las aminas componentes habituales de la dieta,
se oxidan convirtiéndose en nitritos. Esta reacción química para formar las
nitrosaminas, se acelera al freír los alimentos. Lo importante de su formación en el
organismo radica en que numerosos estudios señalan a las nitrosaminas como
compuestos cancerígenos, que especialmente producen cáncer de estómago,
aunque también tumores pulmonares, de hígado, riñones, páncreas, esófago,
cerebrales y vejiga. Las nitrosaminas generadas ejercen sus efectos carcinógenos
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mediante el poder alquilante que poseen: pues la unión de los grupos alquilo
(incluso el metilo, de tamaño pequeño) es suficiente para interferir en el
apareamiento de las bases en la doble hélice de ADN (Prändl et al., 1994).
1.6 DEFECTOS EN LAS CARNES CRUDAS
Las principales causas de la alteración de estas carnes son las siguientes:
Insuficiente limpieza y desinfección del equipo
Falta de higiene del personal
Técnica de elaboración inadecuada
Elección de materias primas impropias y cortes incorrectos
Mezclado incorrecto de los ingredientes
1.6.1 Defectos de las carnes curadas
Los principales defectos de las carnes curadas durante largo tiempo y sus causas
más probables, son los siguientes:
Color escaso y poco estable. Se debe a la utilización de carne de animales
jóvenes y alimentados con suero y desperdicios, a una cantidad insuficiente
de nitritos durante la curación.
Coloración gris. Se debe a una incorrecta dosificación de nitratos y nitritos,
a una incompleta penetración de las sustancias curantes, a un corto tiempo
de curado o a una baja temperatura durante el curado.
Manchas grises. Se deben a quemaduras causadas por la incorrecta
distribución de los nitritos.
Sabor a salado. Se debe a la utilización de demasiada sal o a un lavado
insuficiente.
Carne pegajosa. Se debe a la utilización de carne o salmuera no
preenfriadas, a un sangrado incompleto o a la presencia de sangre en las
venas.
Exudación salina. Se debe a un lavado y a un cepillado insuficientes.
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1.6.2 Defectos de las carnes curadas cocidas.
Separación. Se debe a la existencia de demasiada grasa entre las
porciones, a una falta de presión o de gelatina, o a una cocción incompleta.
Manchas grises. Se deben a una inyección insuficiente o a una entrada de
aire.
Cocción incompleta. Se debe a una baja de temperatura de cocción o a un
corto tiempo de cocción.
Textura blanda. Se debe a una elevada temperatura de cocción o a un
excesivo tiempo de cocción.
1.7 TEXTURA DEL JAMÓN
Textura, es una palabra con un concepto muy amplio y complejo. Existen
muchísimas definiciones de textura, Szczesniak la definió como “la manifestación
sensorial de la estructura del alimento y la forma de reaccionar de la estructura del
alimento frente a la aplicación de fuerzas” (V. Cañeque, 2000).
La textura es importante para el consumidor para la aceptación del producto
y a las sensaciones finales que al masticarlo lo llevan a ingerirlo, porque el
alimento ha respondido a lo que el consumidor esperaba de él. Sin embargo, ellos
consideran la dureza como el factor más importante que determina la calidad de la
carne, debido a que cuando hablamos de carne, utilizamos erróneamente los
términos de textura y dureza, y conviene recordar que no son sinónimos. La
textura es una propiedad sensorial, mientras que la dureza es un atributo de
textura (V. Cañeque, 2000).
En la carne está determinada por las propiedades de las estructuras
miofibrilares, conjuntivas y del citoesqueleto, las cuales son muy variables
dependiendo de la especie, raza, sexo, edad, y a la que influyen numerosas
variables biológicas y tecnológicas (V. Cañeque, 2000).
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Los métodos para evaluar la textura en la carne son:
Subjetivos: mediante test de consumidores y/o paneles de catadores
Objetivos: los que a su vez se clasifican en:
o Mecánicos: (corte, compresión, penetración, …)
Fundamentales: se encargan de medir las propiedades reológicas
fundamentales como: viscosidad, elasticidad.
Empíricos: miden parámetros poco definidos reológicamente
hablando como: penetrometría, punción, compresión, y corte.
Imitativos: intentan imitar las condiciones de los alimentos dentro de
la boca, por ejemplo: dureza, elasticidad, adhesividad, cohesividad,
fracturabilidad, masticabilidad y gomosidad.
o Estructurales
o Químicos y otros (ultrasonidos, fluorescencia, …)
Dentro de los métodos mecánicos, en la categoría de imitativos, es donde
nos encontramos con el Análisis de Perfiles de Textura (TPA, por sus siglas en
inglés), siendo este análisis el más utilizado en la evaluación de los alimentos. El
TPA fue desarrollado por la General Foods en el año de 1960 durante sus
estudios de correlación entre la evaluación sensorial y las medidas instrumentales
de la textura del alimento (Szczesniak, 1963).
La metodología de este análisis, se basa en la realización de dos ciclos de
compresión-descompresión sucesivos sobre el alimento, imitando la acción de las
mandíbulas (Figura 5). Y a partir de la curva obtenida se calculan los diferentes
parámetros (Tabla 6).
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Tabla 6. Parámetros medidos por un Análisis de Perfil de Textura (TPA) y su
relación con las características sensoriales.
PARAMETRO DEFINICION
SENSORIAL
DEFINICION
INSTRUMENTAL
UNIDADES
Dureza Fuerza requerida
para comprimir un
alimento entre los
molares
Fuerza máxima que
tiene lugar en cualquier
tiempo durante el primer
ciclo de compresión.
Se expresa en
unidades de
fuerza kg, g,
Newton
Elasticidad Es una medida de
cuanta estructura
original de la
muestra se ha roto
por la compresión
inicial.
Altura que recupera el
alimento durante el
tiempo que recorre
entre el primer ciclo y el
segundo = L2/L1
Adimensional
Una longitud
dividida por otra
longitud.
Adhesividad El trabajo
requerido para
retirar el alimento
de la superficie.
Siguiendo al primer
ciclo de compresión, se
elimina
No existen
medidas reales de
este parámetro,
que se expresa en
unidades del
integrador interno
del ordenador kg
x s ó g x s
Cohesividad La fuerza que los
enlaces internos
hacen sobre el
alimento
Adimensional.
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Fracturabilidad La fuerza a la que
el material se
fractura.
Se expresa en
unidades de
fuerza kg, g,
Newton
Masticabilidad La energía
requerida para
desintegrar un
alimento sólido
hasta que está
listo para ser
tragado.
= Dureza X Cohesividad
X Elasticidad
Kg
Gomosidad La energía
requerida para
desintegrar un
alimento
semisólido de
modo que esté
listo para ser
tragado.
= Dureza X Cohesividad Kg
Fuente: tesis doctoral Ruiz Ramirez Jorge 2008
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Figura 5. Grafica producto del Análisis del Perfil de Textura.
Fuente: tesis doctoral Ruiz Ramirez Jorge 2008