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Mi artículo “Chomsky en bufón de Chávez”, publicado primero en el Boletín CUBA libertaria y reproducido luego en inglés, francés, italiano y alemán en diferentes web, no ha sido del agrado de cuantos siguen viendo en los Castro, Chávez, etc., los adalides del socialismo y del antiimperialismo de hoy en día. Y ello pese a las evidencias cada vez más obvias de lo que realmente son el “socia- lismo” y el “antiimperialismo” de esos histriónicos caudillos populistas. Por supuesto que era de esperar estas reacciones; pues no hay mayor ceguera que la produ- cida por la adhesión a hombres providenciales. La historia está llena de casos paradigmáticos de cegueras colectivas de este tipo: el de los Hitler, Mussolini, Stalin, Mao, Perón y Evita, por no remon- tar muy lejos. Cegueras colectivas que sólo la historia y el cambio generacional disiparon. No seré pues yo quien intente devolver la visión a quienes no quieren ver. El tiempo, la historia les obligará a ello, aunque… tampoco se puede afirmar de manera categórica; pues es suficiente con ver a los admiradores del “socialismo real” que aún quedan por ahí. Y ello pese al derrumbe del muro de Berlín, al “capital-comunismo” chino, etc. Lo que no me esperaba, lo sorprendente, ha sido una cierta crítica… Una “crítica” que no cues- tiona el fondo de mi reacción, ante la bufonada de Chomsky, sino la forma… Pues, en cuanto al fondo, esta “crítica” reconoce que esos líderes, “los Castro, Chávez, Lula y Morales”, constituyen “una mez- Puntualizaciones sobre Chomsky, los Castro, Chávez…

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Mi artículo “Chomsky en bufón de Chávez ”, publicado primero en el Boletín CUBA libertariay reproducido luego en inglés, francés, italiano y alemán en diferentes web, no ha sido del agrado decuantos siguen viendo en los Castro, Chávez, etc., los adalides del socialismo y del antiimperialismode hoy en día. Y ello pese a las evidencias cada vez más obvias de lo que realmente son el “socia-lismo” y el “antiimperialismo” de esos histriónicos caudillos populistas.

Por supuesto que era de esperar estas reacciones; pues no hay mayor ceguera que la produ-cida por la adhesión a hombres providenciales. La historia está llena de casos paradigmáticos decegueras colectivas de este tipo: el de los Hitler, Mussolini, Stalin, Mao, Perón y Evita, por no remon-tar muy lejos. Cegueras colectivas que sólo la historia y el cambio generacional disiparon. No serépues yo quien intente devolver la visión a quienes no quieren ver. El tiempo, la historia les obligará aello, aunque… tampoco se puede afirmar de manera categórica; pues es suficiente con ver a losadmiradores del “socialismo real” que aún quedan por ahí. Y ello pese al derrumbe del muro deBerlín, al “capital-comunismo” chino, etc.

Lo que no me esperaba, lo sorprendente, ha sido una cierta crítica… Una “crítica” que no cues-tiona el fondo de mi reacción, ante la bufonada de Chomsky, sino la forma… Pues, en cuanto al fondo,esta “crítica” reconoce que esos líderes, “los Castro, Chávez, Lula y Morales”, constituyen “una mez-

Boletin n° 14 Enero 2010 Paris Francia

Puntualizacionessobre Chomsky ,los Castro, Chávez…

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colanza seudo izquierdista”, además de ser “sedicentes antiimperialistas”. Una “crítica” sorprenden-te…No sólo por este reconocimiento y por desear “una sociedad sin explotación social” y “sin tutelade ninguna minoría encima de las masas y sin el control de éstas”, sino porque hace suya la visiónsocialdemócrata de la “necesidad de los trabajadores de ampliar la superficie de la jaula en que esta-mos”. Ampliar en vez de destruirla. Y ello justificado porque Chomsky dijo en noviembre de 1996, alos estudiantes de Historia de la Universidad de Sào Paulo, que “la disminución del Estado menguael espacio en que se puede ejercer la influencia pública” y que esto “no es un objetivo anarquista”.Un Chomsky presentado como un encomiable “compañero de viaje” del anarquismo, aunque tambiénse nos insiste en no olvidar que “Chomsky no está afiliado a un grupo anarquista, si bien está cercade los IWWW de los EE. UU.”

Es pues esta sorprendente profesión de fe socialdemócrata, la que se nos aconseja asumirdesde curiosos planteamientos “anarquistas”, la misma que me incita a hacer unas puntualizacionessobre Chomsky, los Castros, Chávez, etc. No sólo por lo cuestionable de la justificación chomskyanadel Estado sino también por lo que esa “crítica” pretende justificar realmente con ella: el silencio fren-te a conductas que están contribuyendo hoy, como las similares de ayer, a castrar las aspiracionesrevolucionarias de las masas explotadas y a desacreditar la idea misma de socialismo como proyec-to social emancipador. Conductas que aplican a la letra eso de “ampliar la superficie de la jaula” y dehacer del Estado el eje de la vida pública, con el resultado que ellas dieron en el pasado y que estándando en el presente, y que cada uno juzgará en función de su conciencia social y política.

En consecuencia, y por parecerme obvio, mis puntualizaciones se centrarán en la responsabi-lidad del hacerse cómplice de este silencio. Por supuesto, la responsabilidad de Chomsky por nodenunciar hoy estas conductas, las mismas que ayer denunció en contextos inclusive más revolucio-narios, y también nuestra propia responsabilidad, en tanto que anarquistas, si por miedo a “herir a lostrabajadores, sobre todo latinoamericanos, que mantienen cierta confianza en direcciones y líderesque nos parecen ni fiables ni serios”, nos callamos y no decimos lo que pensamos sobre ese popu-lismo pretendidamente revolucionario. Lo que piensan y dicen ya, con valentía y honestidad que leshonra, numerosos marxistas no dogmáticos en el mundo entero y en la propia Cuba y Venezuela.

La caución chomskyana al populismo seudo revolucionario

El hecho de ser Chomsky uno de los intelectuales estadounidenses más críticos de la demo-cracia, pretendidamente existente en los EE. UU., y de la política imperialista de los gobiernos nor-teamericanos, no le exonera de ser igualmente crítico con la ausencia de democracia en regímenestanto o más autoritarios que el yanqui. Además, el antiimperialismo de Chomsky no puede ser un anti-imperialismo de conveniencia, debe serlo de convicción. Como lo era en el pasado, cuando fustiga-ba, por las mismas consideraciones políticas y éticas, tanto al norteamericano como al soviético. Unaequidistancia honesta, moral y consecuente con sus ideas de justicia y libertad para todos. De ahíque fuese escuchado y se convirtiese en referencia ética y política para cuantos rechazaban esas doscaras de lo inaceptable: la explotación y la dominación.

Entonces, su crítica no era maniquea. Lo que reprochaba a un campo no lo justificaba en elotro. No había parcialidad ni retórica de circunstancias sino exigencia de verdadera coherencia entremedios y fines. Tanto en un lado como en el otro. No era pues cuestión de su moral y la nuestra, comolo pretendían los que denunciaban y condenaban la pena de muerte en los USA y la justificaban enla URSS o al revés. Chomsky no era entonces ni de éstos ni de aquéllos. Al contrario, denunciaba alos que practicaban esta doble moral, y éste es el Chomsky que debería seguir siendo si no ha rene-gado de lo que fue en el pasado. El Chomsky que, a la pregunta del por qué había dicho que Leniny Trotzky fueron los peores enemigos del socialismo en el siglo XX, peores que Hitler, Mussolini,Chang-Kai-Chec, Truman o Churchill, respondió: “Contrariamente a los que usted menciona, Lenin yTrotzky fueron enemigos del socialismo por varias razones. Primero destruyeron sistemáticamenteRusia, desmontando y prohibiendo las organizaciones socialistas y demás organizaciones populares,que aparecieron durante el periodo de entusiasmo revolucionario, antes de que Lenin y Trotzky seamparasen del poder. Segundo, lo hicieron en nombre del “socialismo” y así sabotearon el socialis-mo, no solo en Rusia sino también en el mundo entero. La tiranía antisocialista instituida por Lenin yTrotzky fue transformada mas tarde en una monstruosidad absoluta por Stalin”.

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¿Serán hoy los Castro, Cháves, etc., más consecuentes con el ideal socialista que lo fueronentonces los Lenin, Trotzky, etc.? ¿Son las “organizaciones socialistas y demás organizaciones popu-lares” las que deciden en sus países o son los Castro, Chávez, etc., los que lo hacen?

La responsabilidad de Chomsky es por esta inconsecuencia, por este silencio; pues qué sen-tido tiene decir, tras dejarse fotografiar con el caudillo Chávez y agradecerle su socialismo del sigloXXI, que en el país hay “enorme corrupción, elementos de caudillismo- la tradicional plaga latinoame-ricana”, al final de una visita de 48 horas a Venezuela. Y no digamos de su visita a Cuba, dejándosefotografiar con Castro, otro caudillo, poco tiempo después de que éste hubiese hecho fusilar a unosjóvenes negros simplemente porque habían querido escapar de la “jaula”, que era y sigue siendoCuba, sin haber matado ni herido a nadie. Sí, ciertamente, el número de fusilados en Cuba está muylejos del de los fusilados en Rusia por los chekistas… Pero, al menos para mí, matar a esos jóvenesnegros es tan odioso e inaceptable como lo fueron los miles de asesinatos chekistas. Además deresponder a la misma lógica del terror. Y eso es algo que Chomsky no debería haber olvidado, nisiquiera a los cerca de 80 años que debía tener entonces.

Además, no ha dicho Chomsky: “El anarquismo, por lo menos como le comprendo, es la ten-dencia del pensamiento y de la acción humana que busca identificar las estructuras de autoridad yde dominación, a llamarlas para que se justifiquen desde el momento en que se demuestra que sonincapaces de hacerlo y trabajar para rebasarlas. Formas de opresión que antes eran a penas reco-nocidas y aun menos combatidas no son hoy en día consideradas como tolerables. Es un éxito y noun revés del anarquismo.”

La caución del silencio

Por las mismas razones por las que Chomsky se creyó obligado a repetir lo que había dichode Lenin y Trotzky, y con el mismo derecho que él se otorgó para decir lo que pensaba sobre lasconductas de esos dos personajes durante la revolución rusa, yo seguiré denunciado a los Castro,Chávez, etc., de ser también enterradores de las aspiraciones emancipadoras de sus pueblos. Puesno sólo es lo que pienso sino lo que piensan y no paran de repetir los militantes asociativos y sindi-calistas revolucionarios que defienden la autonomía de las organizaciones socialistas y demás orga-nizaciones populares en esos países. No sólo por el incumplimiento de las promesas hechas al pue-blo y la represión judicial contra los sindicalistas obreros y campesinos que exigen tal cumplimientosino por la criminalización de la lucha social, como lo hacían y lo siguen haciendo los regímenes bur-gueses.

El hilo conductor y el objetivo de esta forma de gobernar, supuestamente “progresista”, son losmismos que en el pasado, cuando los gobiernos aplastaban las rebeliones populares con represiónmilitar. Sólo que ahora la estrategia de dominación promueve el control de la insubordinación por lospropios ciudadanos y ciudadanas convertidos en brazo ejecutor de las políticas de contención esta-tales. De ahí la implementación de las Misiones (Venezuela), los programas Socio-país (Ecuador), laRed Solidaria (El Salvador) o Familias en Acción (Colombia), como el Bono Juancito Pinto (Bolivia),o la Bolsa Familia (Brasil), o el programa Tekopora (Paraguay), o el bono Mi familia Progresa(Guatemala), o también el programa Oportunidades (México), entre otros, como estrategias de inter-vención y control social. Además, claro está, de los “Comités de Defensa de la Revolución”, los famo-sos CDR cubanos.

Y todo ello para que las transnacionales puedan continuar sin problemas laborales mayores laexplotación de los recursos naturales de estos países dentro del mismo modelo desarrollista de la glo-balización capitalista neoliberal. Y eso pese, o gracias, a los encendidos discursos antiimperialistas yantioligárquicos de los Castro, Chávez, etc.

Lo asombroso es el silencio de ciertos intelectuales de izquierda ante estas actuaciones queconsolidan y ratifican el liberalismo político y económico, que, como en el pasado, sólo beneficia a laburocracia y a los sectores de la burguesía cercanos a los que gobiernan. De esa izquierda que antesera crítica, radical, iconoclasta con los discursos del poder, y que ahora, por apoyar, suscribir y adscri-birse a los proyectos políticos de los denominados gobiernos progresistas, ha arriado la bandera dela crítica social e intenta justificar lo injustificable: la demagogia y la corrupción. Una connivencia queva más lejos que el simple silencio, pues, en su afán de impedir el debate, la crítica y la discusión en

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el seno de la izquierda en el continente y en el mundo, recurren a lo de siempre: la calumnia, la des-calificación y el insulto.

Así, mientras se guarda silencio, un silencio que es complicidad, el continente entero estágirando hacia lo que ya algunos socialistas auténticos llaman el “posneoliberalismo”, aunque tambiénse le podría llamar la forma “democrática” del “socialismo” chino. Y es así como una transición, queefectuada por gobiernos abiertamente neoliberales habría sido traumática, se produce sin mayorestensiones gracias a estos gobiernos -que también podemos llamarles ya “posneoliberales”.Gobiernos que, además de acentuar los procesos extractivistas, productivistas, de privatización terri-torial y criminalización social a favor de las transnacionales y las burguesías de la región, estánponiendo a tono el continente con las exigencias económicas y las injusticias laborales de la globali-zación capitalista. A lo que se debe agregar la pérdida de credibilidad ética de las izquierdas latinoa-mericanas por lo comprometidas que están en la corrupción, las estafas, los latronicios y el cliente-lismo.

Ante tal situación, y con la misma voluntad que Chomsky demostró en su momento para hacerfrente a los que, para callarle, le acusaban de contribuir, con sus críticas del falso “socialismo real”,al reforzamiento del discurso contrarrevolucionario del campo pro yanqui e inclusive insinuaban deque él estaba a sueldo de la CIA de ese tiempo, yo seguiré impertérrito denunciando (y apoyando acuantos denuncian) estas nefastas derivas del ideal emancipador. Derivas propuestas e implementa-das por Caudillos y movimientos populistas, demagógicos, falsamente e histriónicamente revolucio-narios. No sólo porque es falso que al hacer esta crítica se dé armas a los enemigos de la revolución,la verdadera, la del pueblo y no la de los burócratas, sino porque esta crítica es necesaria, fundamen-tal, para que el pueblo laborioso pueda recuperar su autonomía y vuelva a luchar por una transfor-mación social que ponga fin a la explotación y dominación que soporta desde hace tantos siglos.

No obtendrán pues mi silencio. Y menos aún con calumnias, amenazas o críticas autosuficien-tes. No sólo porque lo considero un deber -como Chomsky entonces- sino también porque a esascalumnias y amenazas puedo oponer mi historial, mi biografía, en el terreno de la lucha contra elimperialismo y todas las formas del Poder, y a esas críticas autosuficientes los hechos históricos.

Además, ¿por qué me callaría, si son muchos los marxistas críticos que, como yo, se indignany se manifiestan contra la “cínica retórica de la resignación”, coincidiendo con los anarquistas en que“el socialismo no puede concederse desde arriba” y que, para resolver los problemas de su construc-ción, “la libertad más amplia, la más amplia parte de la población es necesaria"? ¿Por qué lo haría,si esta coincidencia, entre anarquistas y marxistas críticos, en actualizar la necesidad de recuperar laautonomía para los movimientos sociales y en rechazar los planteamientos dogmáticos y doctrinariosen el combate contra el capitalismo y el Estado es un hecho esperanzador? No por convencimientoy fidelidad ideológica sino por conclusión lógica de lo que nos enseña la historia y la vida de cada día.

Efectivamente, como lo reconocen estos marxistas críticos “a lo largo de todo el siglo XX,mucha agua ha corrido bajo los puentes de las revoluciones”… Como también es verdad que “a lolargo de las experiencias sociales y de las investigaciones antropológicas, los enfoques teóricos delEstado se han enriquecido y profundizado”, desmitificando el fetichismo del poder al evidenciar “lagenealogía de las relaciones de poderes”. Además de que “las retóricas liberales del Estado mínimoo del repliegue del Estado no hacen sino resaltar con más relieve el núcleo duro de sus funcionesrepresivas y su papel eminente en la puesta en pie de los dispositivos del biopoder”. De ahí que, “siel tejido de las relaciones de poder hay que deshacerlo, y si se trata de un proceso a largo plazo, lamaquinaria del poder del Estado hay que romperla”.

Y si a esto le agregamos la denuncia de “las ilusiones parlamentarias”, del “cretinismo parla-mentario”, y de todas las ortodoxias revolucionarias, ¡cómo no confiar en el encuentro de todos losheterodoxos de las ideologías, supuestamente manumisoras, en el combate contra el Capital y elEstado!

Octavio Alberola

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Durante todo el año 2009 diversasorganizaciones sociales entre ellas sindica -tos y organizaciones de derechos humanosdenunciaron la creciente criminalización dela protesta en V enezuela. Más de 2400 perso -nas están sometidas a juicio penal por ejer -cer el derecho a la protesta. El derecho a exi -gir derechos cada vez se restringe más y elgobierno va incorporando nuevas medidaspara restringir la posibilidad de que las per -sonas puedan reclamar mejora de los servi -cios públicos, cumplimiento de contratacio -nes colectivas, culminación de obrasinconclusas solo para nombrar algunas exi -gencias comunes de los sectores populares.

De los juicios penales en libertad pasóa enviar a luchadores sociales a la cárcel. Laprimera experiencia ocurrió con once trabaja -dores que laboraban en la industria petroleratodos ellos simpatizantes del gobierno quetomaron de manera pacífica la sede delMinisterio del T rabajo. Meses después, otrogrupo de once trabajadores que laboran en laAlcaldía Metropolitana de Caracas controladapor la oposición, fueron enviados a la cárcelpor participar en una manifestación.

Sin embargo uno de los casos mássobresalientes es el del dirigente sindicalRubén González secretario general del sindi -cato de la empresa estatal Ferrominera delOrinoco una de las principales empresasmetalmecánicas de V enezuela. Este dirigentesindical es además dirigente del Partido

Socialista Unido de V enezuela, el partido quepreside el presidente Hugo Chávez.

A Rubén González se le abrió un juiciopenal por haber convocado un paro recla -mando el cumplimiento de la contratacióncolectiva. Los tribunales, a petición delMinisterio Público ordenaron su encarcela -miento, estableciendo la casa por cárcel pro -hibiéndole además declarar sobre su caso.Hace dos días ese mismo tribunal decidióenviarlo a una cárcel.

El jueves 21 de enero más de trescien -tos trabajadores de Ferrominera Orinoco yuna buena representación de trabajadores delas empresas básicas de V enezuela y variosdirigentes, de reconocida trayectoria sindi -cal, tomaron hasta altas horas de la noche lasinstalaciones de los tribunales en PuertoOrdaz, para manifestar que Rubén Gonzálezno está solo y exigir su libertad.

Todo parece indicar que durante el año2010 seguirá creciendo la criminalización dela protesta en V enezuela afectando a trabaja -dores, estudiantes, campesinos, habitantesde las zonas populares y todo aquel de mane -ra decidida exija sus derechos.

Marino AlvaradoCoordinador General del Programa

Venezolano de Educación Acción enDerechos Humanos Provea.

Sábado 23 de enero de 2010

PARA LA SOLIDARIDADCON EL DIRIGENTE SINDICALRUBEN GONZALEZ :

Marino Alvarado Betancourt-

CELULAR 58-0424-272.09.87 - OF: 58-212-862.10.11

Skipe: proveacoordinacion

El gobierno de Chávez encarcela a un dirigente sindical

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***Desde La Habana, acaba depublicar el Observatorio Críticouna “Declaración de rechazo alas actuales obstrucciones y pro-hibiciones de iniciativas socialesy culturales”. El texto en cues-tión nos ofrece la relación dehechos que motivan al mismo,así como establece cierto “prece-dente” en la guerrita de los emi-lios. Este acto de protesta hasido suscrito por un centenar deintelectuales cubanos y variasasociaciones civiles autónomas.Sin embargo, dicho mensaje haobtenido poca visibilidad y/oescaso impacto mediático den-tro y fuera de Cuba. El autor seadhiere a este grupo. Entonces,este artículo se extiende sobrelas razones personales que justi-fican tal adhesión. Es decir,nada de cuanto diga debe com-prometer el recto sentido de laDeclaración.

Considerando una reali-dad por enfrentar: el estado defractura en que se encuentra lasociedad cubana en la actuali-dad, creímos que el denunciarlas agresiones, contra aquellaslibertades públicas que nosresultaban más propias o cerca-nas, debía abrir la posibilidadpara que la inconformidad deotros se mostrara a plenitud.Pensamos que, sobre estasbases, más tarde podríamoshacer causas en común.Esperábamos que la denunciadel crimen se fuera lograndopor un concierto de voces plura-les hasta alcanzar la totalidadLa filosofía de no-violencia quepracticamos casi todos losadscriptos a esta batalla —quizáalgo ingenuos en política— nosha llevado a pensar que siemprela razón de la fuerza será vencida

por la fuerza de la razón. Ética-mente esto es correcto.Políticamente, en cambio, la rea-lidad nos ha ofrecido ciertas lec-ciones que debemos de enten-der mejor. Estos hechos nieganla propia legalidad que asiste alGobierno cubano para legitimarsus políticas públicas. Incluso,la política del gobierno local dela ciudad de Granma -como unamuestra de un ejercicio de auto-nomía regional en negativo- nosólo desafía la política delGobierno central, sino, además,se enfrenta al disenso de losintelectuales de aquella regióndel país. ¿Qué puede explicarque el Gobierno central y lasociedad civil cubana se man-tengan todos cruzados de bra-zos ante tales excesos? Está encurso un complot cuyo rostrovisible es Ramiro ValdésMenéndez. Conspiración que sefraguó desde la CUJAE (2008),mientras los conjurados hacíanun homenaje al ex ministro de laEducación Superior: VecinoAlegret. Complot que ahora

muestra una imagen triunfal -durante la toma de posesión deEvo Morales (2010)- con la visitade Ramiro y su esposa, AliciaAlonso (rectora de la CUJAE), aLa Higuera… donde antes caye-ra su jefe ¿y amigo?: CheGuevara. Mientras su conductaniega los ideales del GuerrilleroHeroico en Cuba.

Frente a esta realidad,adopto esta hipótesis de trabajo:Una élite de tartufos trata desecuestrar el poder en Cuba.Después de consultar al pueblo,Raúl Castro presentó un progra-ma de reformas. Los lebreles delstatus quo han ofrecido tal resis-tencia que acabaron por inmovi-lizar toda posibilidad de cam-bios en la realidad. Los métodos“analógicos” del gobierno sondescalificados por la realidad“digitalizada” de la sociedad.(Política fallida ante la sobremo-dernidad, diría Marc Augé. Enotros trabajos he advertidosobre el agotamiento de unmodelo de dominación políticaen Cuba y sus efectos regresivos

«Los t artufos que secuestran la soberanía»Autor : Ramón García Guerra.

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contra la sociedad.) En la altapolítica este dilema se presentacomo un vacío de poder. Lasluchas en Palacio se dan entrefacciones que, finalmente, aca-ban por liberar a los raulistas dela indeseada crítica interna. Lamiopía del Gobierno era imbé-cil: ahora es criminal.

Cuando hago al Estadoburocrático mis críticas, estandotan habituados todos al irrespe-to del mismo, podrían no enten-derse bien aquéllas. (Sobre todome refiero al dilema humanoque implican las mismas.)Tengo todas las pruebas queindican cómo la burocracia enCuba asesinó a un anciano inca-pacitado física y mentalmenteque tan solo recibía una pensiónde 128.00 pesos (cuando el dólarestaba a 150 pesos). Echado a susuerte desde los 90s, este ancia-no fue humillado hasta provo-car su muerte en 2008. Sinembargo, estas pruebas noserían suficientes para deman-dar ante tribunales a los 57burócratas que participaron ental asesinato. Las leyes en Cubaprotegen estas felonías. Cuandome refiero al Estado policial, enparticular, así como al francodivorcio entre la razón de Estadoy la soberanía popular en general,hablo de personas como VíctorGuerra León, capitán delEjercito Rebelde (que murió enla década de 1990), internadopor los ortodoxos (pro-soviéti-cos) en una clínica psiquiátricaen Matanzas para recibir unaterapia de dieciocho electro-shocks (1969). La razón de laterapia se debía, según el dia-gnóstico médico, por su condi-ción de maoísta. Desde luego,parecía obvia su enfermedad,pues los políticos en Cubadaban por correcto que lossoviéticos se echaran sobrePraga en la primavera de 1968.

Entonces todo aquel que insis-tiera en leer panfletos chinos nose encontraba en su sano juicio.Los artífices del Estado burocrá-tico policial se hallarán entre lapolicía política y los burócratasvenales, que no solo mantienena los cubanos agobiados de trá-mites y bajo control, pues ade-más éstos asesinan a los inde-fensos y humillan a las mino-rías.

Porque… Sucede queaquel anciano -primer tenientedel Ejercito Rebelde- y Viticoeran respectivamente mi padrey mi tío materno. (Siendo elloslos que primero se alzaron enMatanzas contra Batista ¡consolo veinte años de edad!)Después de tanto ninguno abdi-có de su militancia junto a laRevolución cubana. Sabían quetendrían muy pocas posibilida-des de vencer a un ejército dearribistas, lamebotas, cínicos,indolentes, etcétera; pero losideales que defendían les hacíansentirse mejores personas y estoreducía en mucho la precarie-dad de sus vidas que aquellosmercenarios le imponían. Elloshabían nacido y crecido en lamiseria. Ahora no podía serpeor. [Cuando los cubanoshayamos superado esta difíciletapa, les prometo hoy, podrécontar cuanto hicieron contra mipersona estos mismos que ofre-cen ahora sus rostros en señal detriunfo.]

La actitud casi tragicómi-ca de Ramiro al visitar LaHiguera -cuya razón originaldebió ser “épica”: un héroe queregresa a sus raíces-, así como loque dejó escrito en aquel lugar,ofrece la imagen exacta de latalla intelectual y moral delmismo. Somos ambos vecinosde Santa Fe, en La Habana.Desdichadamente hace muchotiempo que dejó Ramiro de par-

ticipar en aquellas partidas dedominó que se celebraban enuna esquina del barrio. Quizásea esto porque ha pasado esetiempo de desgracia en queestuvo “fuera del juego”. (¿Algohizo éste que merezca ser desta-cado en su etapa de empresarioal frente de COPEXTEL? Dentrode los leales históricos, ¿nadiemejor que Ramiro? ¿Dónde estáEfigenio Almejeiras, acaso?)Ahora adopta las mismas tácti-cas (serruchar el piso al enemi-go) que antes le aplicaron lostecnócratas a él mismo a finalesde la década de 1970.Cuestionables el hecho deemplear estos medios. Pero asítambién son discutibles los finesque persigue. [Estas luchas dePalacio me hacen recordar lapolítica de Stalin que descabezóal Ejército Rojo previamente a laentrada de la URSS en la IIGuerra Mundial.] Quienes poroficio hemos estado ocupadosen el trabajo de deconstruir tex-tos podríamos hacer la disec-ción de las palabras que dejóescritas Ramiro allá en Bolivia.Evidentemente se debe a uncomando que le ha encargadociertas misiones para contestarla resistencia que ofrecen loslebreles del status quo frente ala reformas de Raúl Castro.Ahora bien, le falta el talento deCarlos Lage para dirigir unEstado. Tampoco logra mante-ner bajo control a la sociedad.Lo cual es más discutible pues -siendo ministro de laInformática- la conexión con laInternet se produce bajo elcontrol policíaco de él mismo.Las cosas turbias que todossabemos que ocurren en Cuba -incluidos los delitos de cuelloblanco—, Ramiro las silencia: sehace cómplice de ello.

La actitud del gobiernode Granma no es gratuita. Está

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siendo respaldada “desde arri-ba”. La crítica de Che Guevaracobra actualidad en este caso. Larealidad se simplifica entonces.Es decir, nos ofrecen como edu-cación aquello “que entiendetodo el mundo, que es lo queentienden los funcionarios” -había advertido Che Guevara.La acción del CENSEX ha resul-tado más “agresiva” ante losmoralismos que frenan la libera-ción de las minorías y, sinembargo, ha tenido todo elapoyo del Gobierno sin hacer eljuego a tales fuerzas de la reac-ción. Esta razón suma eviden-cias contra quienes buscansecuestrar el poder en Cubapara contribuir a la derechiza-ción de la sociedad cubana.

Sabemos que ahora noserviría de nada consultar alpueblo de la región de Granmasobre el dilema en cuestión.Pongamos un ejemplo: NicolásGuillén Landrián. En medio deuna discusión entre intelectua-les, Guillén Landrián exigió rea-lizar una consulta, a los trabaja-dores del taller de Línea y 18participes de un documentalque él realizara, por las críticasque recibió su película en dichaindustria. Finalmente lo queentendía y apoyaba el humildetrabajador fue censurado por losburócratas del Estado cubano.No hay derecho a tener ilusio-nes en esto. Estamos ante larazón de la fuerza de nuevo.Durante los últimos tres años laderecha ha ido tomando plazasy cercando a los segmentos críti-cos de la sociedad. Pedro Simón,miembro fundador de laCátedra Haydee Santamaría(CHS), realiza una arqueologíade las luchas estudiantiles enCuba durante las últimas dosdécadas. En un ensayo mío,“Democracia, autoritarismo y libe-ración”, hablé de la estrategia de

cercar a la Ciudad Letrada queseguía la derecha. Desde dosposiciones les atacan: una, laUniversidad, y otra, las provin-cias. Estas son hoy plazas quedisputa la derecha. Sin tribunaen la Universidad ni espacio enla comunidad, ¿qué otros espa-cios le quedan a los artistas eintelectuales cubanos para darla batalla de la libertad? Lesalerté antes. Precisamente cuan-do hacía la crítica al IVCongreso de la UNEAC en“Ante la Ciudad Letrada en Cuba”(2008). Aquel pacto que adopta-ron en la década de 1990 con elPoder y hoy actualizan, decía,en breve volverá contra ustedesmismos. Desde luego, los miem-bros de la Cátedra HaydeeSantamaría que firmaron laDeclaración ya estaban adverti-dos, además, de la respuestaque podían esperar de laCiudad Letrada.

Luego, si todos los artis-tas e intelectuales cubanos sonrespetuosos del pacto de com-plicidad con el Poder, que fueratificado en el IV Congreso dela UNEAC, entonces, tendrán elderecho a viajar o residir en elexterior -que implica: pactarcontratos de trabajo, comprarinmuebles y otros bienes, tenerestudios propios, etcétera-; acce-der sin restricción a la Internet yadquirir bienes y servicios fueradel alcance de la población; reci-bir el apoyo y la promoción enel extranjero y dentro de Cubapor parte del Estado, etcétera.Decíamos que los dueños deviviendas en Miramar que lasalquilan podían pagar el salarioque perciben todos los trabaja-dores del país en cuatro meses.Pues bien, solo dos artistas eneste barrio han aportado al fisco(ONAT Playa: 2002) cinco vecesmás que todos aquellos otrosjuntos.

En octubre de 2007 pudoresultar despiadada la críticaque hicimos contra la guerritade los emilios. Entonces la califi-qué de “ajuste de cuentas” quebuscaba cuotas de poder mayo-res. Después de marchar tras lamanada de leones, las hienaslanzan su ataque en contra deaquellos que habían caído endesgracia: los más débiles detodos -no aptos para cazar. ¿Porqué no discutir de principio afin la historia del Estado obreris-ta: 1971/1989? ¿Por qué reducirla tragedia a la Ciudad Letrada,cuando se produjo la fractura dela sociedad de conjunto? ¿Porqué no ponderar los movimien-tos contraculturales que recor-ren el período? Quedarse en lacrítica del pavonato sin referirseal aldanato era como negarse ahacer el balance crítico de unciclo histórico que aún mantieneen el poder a muchos de susartífices. ¿Protestar contra elhombre del orden? ¿Asaltar lamanada de frente? Esto exigetocar fondo. La cuestión eraredistribuir el poder, no elimi-nar aquel. En esa línea entró elIV Congreso de la UNEAC alexigir que los políticos dieranespacio a los intelectuales en elreino de los que mandan sobrevidas y haciendas en estemundo. Esto podría explicarporqué esta Declaración no hatenido ni la acogida ni el destinode aquella guerrita de los emi-lios. Los eventos que discutimosacá fueron cómplices de un cri-men contra la soberanía popular,que hoy resulta evidente ante elestado de fragilidad que mues-tra la sociedad para enfrentar laofensiva de la facción ramiristacontra las libertades del pueblollano en Cuba. En esto no dis-culpo a Raúl Castro. El apoyoque reclamó de los leales histó-rico para enfrentar a los lebreles

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del status quo no podía resultaren otra cosa: ostpolitik.

Entre los adheridos a la“Declaración de rechazo a lasactuales obstrucciones y prohi-biciones de iniciativas sociales yculturales”, honestamente,están aquellos que objetaron a laanterior “guerrita de los emi-lios” las estrecheces de sus espa-cios de debate. Esperaban estosamigos míos, ahora mismo, sal-tar las verjas para inundar deflores silvestres los jardines…¿de Palacio? [Sí, de Palacio.]Pienso que adoptar actitudesintelectualistas ante la realidadconstituyen algo elitista, patra-ñero y déspota. (Lo mismo queresulta ser la ideología militaris-ta que sostiene la estrategia deregimentación de la sociedadcubana en la actualidad.) Estaactitud es demasiado estatista -dada por oposición a la misma.Otra cosa será el ObservatorioCrítico en este debate.

Mario Castillo lo calificócomo “espacio de creación deespacios de creación”. Están enejercicio miles de iniciativas asíen Cuba. Ellas son desarticula-das por el Poder. Aún así, siguesiendo este Observatorio Críticoun nicho de creatividad quecataliza la criticidad al nivelcapilar de la sociedad. Está migente intuitivamente en lo cier-to. Pero en la táctica no sonmenos. El método que sostiene ala convocatoria que significa laDeclaración es dialógico: no esdisidente su actitud, sino derespeto a la dignidad de la mul-titud. Entre los adheridos a laDeclaración indicamos dosextremos: Grupo “NuestraAmérica” (GNA) y SocialismoDemocrático y Participativo(SDP). Asimismo, hacia el inter-ior de aquellos que profesan lano-violencia -una matriz delOC-, como ha sucedido entre los

libertarios desde siempre en laCHS, también hay extremos quereportar. Por una parte, la reali-dad puede ser contingente perono contradice el orden cosmoló-gico del mundo -según GNA.Entonces, nuestro deber esadoptar una actitud crítica antela realidad. Quizá una actitudmás ocupada en los detalles. Porotra parte, el mundo que contie-ne mundos abre la posibilidadde elección del mejor de aquel-los. El deber es articular un pro-yecto de país entre todos. Segúnla lectura de SDP, la solución decontinuidad de la Cuba-mejorse hallaría en la cooperativiza-ción de la futura sociedad -sinreducción economicista delconcepto- que parte del idealmarxiano de entender a la socie-dad comunista como la “libreasociación de trabajadores lib-res” y que, asimismo, tiene porobjetivo la liberación de la socie-dad del estatismo. Porque nosliberamos al liberar. Construircon espíritu libertario este espa-cio ha convertido a la CHS enmás ecologista.

¿Exigirle más a RaúlCastro? No. Sería como pedirperas al olmo. Hace su mejoresfuerzo que servirá para nada.Las reformas han fracasadoporque los métodos autoritarioslas han ahogado. Según habíaalertado en un artículo mío,“Sopla el viento a favor” (2008),allí estaban las debilidades delas mismas. El cambio de estiloque significó la retórica de RaúlCastro me pareció algo positivo,pues abría puertas a una visiónhorizontal de las estructuras depoder en la sociedad cubana.Sin embargo, esto le obligaba haser consecuente con la adopciónde métodos más dialógicos.Sospechando de todos, RaúlCastro acabó confiando a losinquilinos de Palacio los desti-

nos de las reformas. Por tanto,en esta batalla no triunfó laresistencia de los lebreles delstatus quo, sino que fracasó porautoritaria la política de refor-mas del Estado cubano.

Considero que la miopíapolítica de los históricos liquidatoda posibilidad de hallar unasolución de continuidad paralas reformas en cuestión.Conozco bien esta historiadesde un principio. La señoraAlicia Alonso, rectora de laCUJAE, mando cancelar micontrato de trabajo con esteCentro (2007). El motivo quejustificó tal medida se refería alcontenido de una conferenciamía ante los estudiantes deArquitectura en dicha institu-ción docente, donde habíadicho: “Confieso que no me moles-ta que ustedes se cuestionen la cali-dad de mis clases porque mi salariolo pagan sus padres. Pienso queustedes -FEU mediante- estántodos obligados a fiscalizar los gas-tos ordinarios de su escuela. Porqueestos resultan del sudor del pueblotrabajador hecho presupuesto delEstado que “subsidia” a esteCentro”. Estaban en aquel salónciento veinte estudiantes desegundo, tercero y cuarto añosde Arquitectura y la mitad deldecanato de la Facultad.Aquéllos se opusieron a laexpulsión. La señora Alicia pasópor encima de los estudiantes(340) y su Decanato, y jamásrespondió a las objeciones de laUJC de aquella institucióndocente por sus excesos.(Entonces Alicia era apenas vicerectora docente del Centro. Levenía esa autoridad del hechode ser la esposa de RamiroValdés.) Mientras que estánobligados los estudiantes a dis-cutir el escaso tiempo-máquinaque la Rectoría les ofrece, estaúltima no escatima los gastos de

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directivos de la CUJAE. Comoen el Aleph, esta “piña” sintetizatodo el dilema de Cuba. Esta noes la única en el país, es cierto.(¿Tráfico de influencias omafias?) Pero esa piña está cercade los círculos de poder y lesería difícil negar que nada ten-gan que ver con la misma.

Dejemos a Pedro Simón,más tarde, contar la historia delas luchas estudiantiles en Cubaen las últimas dos décadas. Quesería bueno rescatar toda lamemoria para encarar la pelea.Pero ahora no esperemos másdel Poder. Quizá este artículohaya logrado hacer entendermejor que la liberación del pue-blo llano no resultará de la dádi-va de los burócratas sino delcombate de la multitud contraaquellos que divorcian a la razónde Estado de la soberanía popular.El dolor de hijo me hace pensaren todos aquellos que asesinanlos burócratas a diario en Cuba.Cuando se critica a los burócra-tas en Cuba se piensa de inme-diato en cierta cantidad de trá-mites que echaríamos de enci-ma. ¿Cómo lograr que nos indi-gnemos hasta decir: “¡Basta yade parásitos que viven a cuestasdel pueblo llano!”? Porqué nopodemos decidir qué priorida-des de inversión debe adoptar elEstado, por ejemplo, mientrascon ligereza emplea nuestrodinero.

Cincuenta años después,estos señores nos ofrecen unasociedad fracturada, en dondebastaría con intentar escapar denuestro barrio-celda para mere-cer un severo castigo (Decreto217 incluido). “Confíen quetodo lo hacemos por su propiobien”, nos aseguran. Ahora tra-tan al pueblo como bestia. Les

hemos dejado hacer y vean cuá-les resultados nos ofrecen ellos:Estaciones policiales que sonconvertidas en cárceles clandes-tinas en donde miles de cubanosilegalmente han estado esperan-do por semanas hasta serdevueltos a sus “lugares de ori-gen”. Somos un país tanexcluyente como aquel de 1959.Celebramos el esfuerzo que rea-lizan en la actualidad por recon-vertir el utillaje de la economía.El precio de la chatarra hoy esaltísimo. ¿Cuánto se podría hoyrecuperar de aquellos 32 milmillones de dólares que gasta-mos para dotar nuestra econo-mía con una tecnología de cuar-ta generación en las décadas de1970/1980? En la zona norte deloriente cubano se están creandoestaciones para trasvasar elagua necesaria que regaría lasescasas tierras fértiles. Cuandoellas lleguen a aquel destino,¿acaso piensan aplicar las técni-cas ecocidas que hicieron estéri-les a dos tercios de las restantes?Las prácticas de educación -no-escolares- que el Estado buro-

crático policial adoptó han crea-do personalidades con fuertesrasgos histeroides. (Nunca sesabrá porqué te premian o por-qué te castigan). Finalmente,para bien y para mal, resultó unhombre nuevo de aquella aven-tura... Definitivamente, existentantas razones para exigir nues-tro derecho a administrar la eco-nomía nacional, directamente,como motivos suficientes halla-remos para sostener la sospechade que estos burócratas no estáncapacitados para seguir adelan-te. Echémoslos abajo, sin violen-cias, forjando una sociedad autó-noma -como diría Gramsci:“coherente y bien articulada”-para descalificar al estatismo.

Santa Fe,

Ciudad de La Habana,

*Cuba: 21 de enero de 2010.

E-mail: [email protected]

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La fanfarria retórica de Rafael Correade que a la "revolución ciudadana"nada, ni nadie la detienen y que el"socialismo del siglo XXI" va, porqueva, se está constituyendo en un slo -gan populist a denunciado, de másen más, en Ecuador por grupos mar -xist as que antes apoyaron y elogia -rona Rafael Correa. Reproducimosuna de est as denuncias publicada enla web Kaosenlared (www.kaosenlared.net/noti-cia/tres-anos-falso-socialismo-revolucion ).

La fanfarria retórica de Rafael Correa de que a la "revo-lución ciudadana" nada, ni nadie la detienen y que el"socialismo del siglo XXI" va, porque va, se está consti-tuyendo en un slogan populista, manejado desde lasempresas de marketing y publicidad de los Alvarado yrepetida por aquellos personajes que en su pasado juvenilagitaban la insurgencia y hoy promueven el pacifismosocialdemócrata.

Resulta absurda la actitud de quien se considera revolu-cionario, prescindir, del apoyo de las fuerzas sociales ypolíticas de izquierda y someterse a las ambiciones eintereses de un grupo de burgueses, cercanos colaborado-res del Presidente, bajo el concepto de descorporativizar alas organizaciones sociales promotoras y protagonistasdirectos de que la tendencia democrática se enrumbe y seproyecte.

Nada más reprochable que la demagogia y el uso de lainstitucionalidad para movilizar a cientos de ecuatorianosque participan motivados por las posibles obras, regalíaso satisfacción de ciertas necesidades básicas para lasfamilias pobres, hombres y mujeres desocupados. Es máscomplejo cuando en su festejo niega los aportes y el apun-talamiento que hiciera el movimiento social organizadopara que se dé la Asamblea Constituyente y se elabore unaNueva Constitución y ahora sean según sus palabras"infantilismo de izquierda", "infantilismo ecológico","conspiradores", "desestabilizadores" y una larga lista deadjetivos a todos quienes demandamos del gobierno cor-recciones y radicalizar el proceso de cambio que es endefinitiva lo que interesa a los pueblos del Ecuador.

El autoritarismo y la prepotencia con la que se expresa yactúa el Presidente, el hostigamiento que significa lascontinuas y cansonas cadenas está generando cansancioen la población; su doble discurso respecto a dejar elpetroleo y explotar el petroleo del subsuelo del parque

Yasuni, hizo que Fander Falconi, dejara el Ministerio deRelaciones Exteriores y Manuela Gallegos renuncie aseguir siendo parte de Alianza PAIS, así como la renunciade todo el equipo negociador; la ineficacia para venderlos bienes incautados a los banqueros que robaron a milesde personas en el malhadado salvataje de Jamil Mahuad,luego de 10 años, de los cuales, tres, ha transcurrido eneste gobierno, no tiene solución y es más, elFiscalGeneral de la Nación, Washington Pesantez, resulta ser elprotector de los Isaías. Esta justicia verde, no tiene nadade revolucionaria y por eso varios asambleístas hanexpresado su desacuerdo con Pesantez, incluso, porque sumujer, ha sido absuelta por el poder del Fiscal, dejandoimpune, la muerte de una mujer colombiana.

El hecho de que Correa este impulsando una importanteobra vial, así como algunas reformas necesarias paraimpulsar el desarrollismo y sobre todo este promoviendobonos, prestamos, insumos, inversión en las áreas socia-les: salud, vivienda, educación, etcétera no significa quela satisfacción de las necesidades de hombres y mujerespobres del país esté resuelto y que estemos viviendo elsocialismo, nada de eso, lo que insistimos, es que se man-tenga y aumente el mejoramiento de las condiciones devida del pueblo. Para que el pueblo viva bien no estamosde acuerdo que se recurra nuevamente a lo que Correasiempre a crirticado el endeudamiento externo, porque esinmoral, ilegitimo y a la larga es el dogal que genera pob-reza, tampoco, que se pretenda mensualizar los decimospara provocar consumo a costa de quitar una de las pocasconquistas salariales que le quedan a los trabajadores,mucho menos que se criminalice la lucha social y se per-siga a los luchadores sociales.

TTrr es años de falso "socialismo y res años de falso "socialismo y revolución"evolución"

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Rechazamos también los elogios que hace a los oficia-les que en estos días ordenaron disparar contra campe-sinos desarmados emulando a Uribe Vélez y congratu-lándose con Obama y el silencio cómplice con la pose-sión de las bases militares gringas en Colombia y nin-gún cuestionamiento a los responsables del desequili-brio climático en el mundo.

De mantener este peligroso giro derechista Correa nosolo que esta condenado a que el pueblo le retire suapoyo y baje su popularidad como varios encuestado-res lo vienen diciendo, sino que también el pueblo setomara las calles para exigir un cambio radical y pro-fundo de la estructura y superestructura de esta socie-dad capitalista que pretende apuntalar esta "revoluciónverde" encabezada por una pléyade de socialdemócra-tas ávidos de poder y ambición.

La revolución es obra de los pueblos, en donde la clasemayoritaria, explotada y oprimida se levanta y luchaorganizadamente y se convierte en poder popular, esdecir vence ideológica, política y militarmente a laclase que hasta ahora sigue siendo dueño de los mediosde producción.

La revolución social tiene como objetivo hacer que losmedios de producción dejen de pertenecer a unos cuan-tos ciudadanos burgueses que se han enriquecido acosta de la explotación de miles de obreros y seconviertan en propiedad de todos los ecuatorianos yecuatorianas, de esta manera, existirá igualdad, justiciay libertad. Este es uno de los aspectos en el orden teó-rico y práctico que expresa una clara contradicciónentre los socialdemócratas "verde agua" del siglo XXIy los revolucionarios que afirmamos y reivindicamosel marxismo. Los primeros están cumpliendo el papelde adormecer la lucha de clases, defender la propiedadprivada y sostener el capitalismo y los segundos bus-camos a través de la agudización de la lucha de clasesenterrar al capitalismo.

Jonas Guerra/ G.C.P- Ecuador

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