hÉroe del libro de mormÓn enós era dedicado a la oraciÓn · a la oración! e n Ó s mientras...

1
E nós oraba en cuanto a lo que le preocupaba, y también oraba por otras personas. ¡Incluso oraba por sus enemigos! ¿Cómo puedes ser como Enós este mes? Enós era DEDICADO A LA ORACIÓN HÉROE DEL LIBRO DE MORMÓN ILUSTRACIÓN POR JARED BECKSTRAND. □ Memoriza Enós 1:4. □ Escribe en tu diario en cuanto a una ocasión en la que el Padre Celestial contestó tus oraciones. □ Mira el capítulo 11 de los videos del Libro de Mormón en scripturestories.lds.org. □ Me desafío a mí mismo a… ¡Puedo ser dedicado a la oración! E N Ó S Mientras estábamos de vaca- ciones con mi familia, queda- mos separados de mi padre y de mi hermano pequeño. Es- taba oscureciendo y el resto de la familia no sabía qué hacer. Yo les dije que debíamos orar. Hicimos una oración, y entonces comenzamos a ca- minar a otros negocios. Miramos al otro lado de la calle, ¡y vimos a mi papá y a mi hermano pequeño! Yo me sentía muy feliz. Sabía que Dios nos amaba y nos había ayudado a encontrar a nuestro papá. Oliver P., 8 años, São Paulo, Brasil “Enós orando”, por Amanda F., 11 años, Arizona, EE. UU. Recorta, dobla y guarda esta tarjeta de desafío.

Upload: others

Post on 15-Sep-2019

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Enós oraba en cuanto a lo que le preocupaba, y también oraba por otras personas. ¡Incluso oraba por sus enemigos! ¿Cómo puedes ser como Enós este mes?

Enós era DEDICADO A LA ORACIÓNH É R O E D E L L I B R O D E M O R M Ó N

ILUST

RACI

ÓN

POR

JARE

D BE

CKST

RAND

.

□ Memoriza Enós 1:4.

□ Escribe en tu diario en cuanto a una ocasión en la que el Padre Celestial contestó tus oraciones.

□ Mira el capítulo 11 de los videos del Libro de Mormón en scripturestories. lds. org.

□ Me desafío a mí mismo a…

¡Puedo ser dedicado a la oración!

E N Ó S

Mientras estábamos de vaca-ciones con mi familia, queda-mos separados de mi padre y de mi hermano pequeño. Es-taba oscureciendo y el resto de la familia no sabía qué hacer. Yo les dije que debíamos orar.

Hicimos una oración, y entonces comenzamos a ca-minar a otros negocios. Miramos al otro lado de la calle, ¡y vimos a mi papá y a mi hermano pequeño! Yo me sentía muy feliz. Sabía que Dios nos amaba y nos había ayudado a encontrar a nuestro papá.Oliver P., 8 años, São Paulo, Brasil

“Enós orando”, por Amanda F., 11 años, Arizona, EE. UU.

Recorta, dobla y guarda esta tarjeta de desafío.