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Comentario Bíblico Portavoz Una llamada a la libertad cristiana Comentario Bíblico Portavoz Una llamada a la libertad cristiana

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  • Comentario Bblico Portavoz

    Una llamada a la libertad cristiana

    Comentario Bblico Portavoz

    Una llamada a la libertad cristiana

  • Comentario Bblico Portavoz,

    GALATASUna llamada ala libertad cristiana

    La libertad, concepto ste muy mal comprendido en laactualidad, envuelve, en realidad, una gran cantidad deresponsabilidad, de amor hacia los dems, y de llevarcargas. En su carta a las iglesias de Galacia, el apstolPablo habl acerca de la libertad cristiana.

    En este comentario, el autor capta la emocin de unapstol preocupado en invitar a unos esclavi,zados cristianosa renunciar a una pauta legalista de vida y a volver a lalibertad basada en la vida de la fe. Los temas de laintroduccin y de cada uno de los asuntos de la epstolahacen, de esta obra maestra del Nuevo Testamento, algovivo para el ciudadano del siglo xx. Erudito, pero fcil decomprender, este comentario ayudar al lector a descubriry gozar una libertad genuina.

    HOWARD F. Vos (B.A., Wheaton College; Th.M., Th.D., DaliasTheological Seminary; M.A., Ph.O., Northwestern University)es profesor de historia y arqueologa en el King's College(Nueva York). Es autor de Breve historia de la Iglesia cristiana(Editorial Portavoz), Gnesis (de la serie Comentario bblicoPortavoz) e Introduccin a la arqueologa de la Biblia yvarios libros ms.

    ISBN 0-8254-1825-9

    EDITORIAL PORTAVOZ

    Comentario I Nuevo Testamento

    III9 780825 418259>

    Comentario Bblico Portavoz,

    GALATASUna llamada ala libertad cristiana

    La libertad, concepto ste muy mal comprendido en laactualidad, envuelve, en realidad, una gran cantidad deresponsabilidad, de amor hacia los dems, y de llevarcargas. En su carta a las iglesias de Galacia, el apstolPablo habl acerca de la libertad cristiana.

    En este comentario, el autor capta la emocin de unapstol preocupado en invitar a unos esclavi,zados cristianosa renunciar a una pauta legalista de vida y a volver a lalibertad basada en la vida de la fe. Los temas de laintroduccin y de cada uno de los asuntos de la epstolahacen, de esta obra maestra del Nuevo Testamento, algovivo para el ciudadano del siglo xx. Erudito, pero fcil decomprender, este comentario ayudar al lector a descubriry gozar una libertad genuina.

    HOWARD F. Vos (B.A., Wheaton College; Th.M., Th.D., DaliasTheological Seminary; M.A., Ph.O., Northwestern University)es profesor de historia y arqueologa en el King's College(Nueva York). Es autor de Breve historia de la Iglesia cristiana(Editorial Portavoz), Gnesis (de la serie Comentario bblicoPortavoz) e Introduccin a la arqueologa de la Biblia yvarios libros ms.

    ISBN 0-8254-1825-9

    EDITORIAL PORTAVOZ

    Comentario I Nuevo Testamento

    III9 780825 418259>

  • "GALATASUna llamada a la libertad cristiana

  • CtlP~

    Comentario Bblico PortavozPanorama del Antiguo Testamento, Paul N. BenwareGnesis, Howard F. VosNmeros: Viaje a la tierra de reposo, Irving L. JensenDeuteronomio: El evangelio del amor, Samuel J. SchultzJosu: La tierra de reposo, conquistada, Irving L. JensenJueces y Rut, Arthur H. LewisPrimero y Segundo de Samuel, J. C. LaneyPrimero y Segundo de Reyes, Richard I. McNeelyPrimero y Segundo de Crnicas, John SailhamerEster: El triunfo de la soberana de Dios, John C. WhitcombJob, Roy B. ZuckLos Salmos, Robert AldenProverbios, Irving L. JensenEclesiasts: La vida total, Walter C. KaiserCantar de los Cantares, Paige PattersonIsaas: La salvacin del Seor, Alfred MartinJeremas y Lamentaciones, Irving L. JensenEzequiel, Ralph AlexanderDaniel, John C. WhitcombHageo y Malaquas: Rededicacin y renovacin, Herbert WolfPanorama del Nuevo Testamento, Paul N. BenwareMateo, Arthur RobertsonMarcos: El evangelio de accin, Ralph EarleLucas, Paul N. BenwareJuan: El evangelio de lafe, Everett F. HarrisonLos Hechos de los Apstoles, Charles C. RyriePrimera Corintios, Robert B. HughesGlatas: Una llamada a la libertad cristiana, Howard F. VosEfesios: La gloria de la Iglesia, Homer A. Kent, Jr.Filipenses: Triunfo en Cristo, John F. WalvoordColosenses: Cristo, todo-suficiente, Everett F. HarrisonPrimera y Segunda Tesalonicenses, Charles C. RyriePrimera y Segunda Timoteo, D. Edmond HiebertTito y Filemn, D. Edmond HiebertHebreos, Charles F. PfeifferSantiago, Vernon DoerksenPrimera y Segunda Pedro, Louis A. BarbieriLas Epstolas de Juan, Donald BurdickJudas: Los hechos de los apstatas, S. Maxwell CoderApocalipsis, Charles C. Ryrie

    ,

    GALATASUna llamada a la libertad cristiana

    Howard F. Vos

    EDITORIAL PORTAVOZ

    CtlP~

    Comentario Bblico PortavozPanorama del Antiguo Testamento, Paul N. BenwareGnesis, Howard F. VosNmeros: Viaje a la tierra de reposo, Irving L. JensenDeuteronomio: El evangelio del amor, Samuel J. SchultzJosu: La tierra de reposo, conquistada, Irving L. JensenJueces y Rut, Arthur H. LewisPrimero y Segundo de Samuel, J. C. LaneyPrimero y Segundo de Reyes, Richard I. McNeelyPrimero y Segundo de Crnicas, John SailhamerEster: El triunfo de la soberana de Dios, John C. WhitcombJob, Roy B. ZuckLos Salmos, Robert AldenProverbios, Irving L. JensenEclesiasts: La vida total, Walter C. KaiserCantar de los Cantares, Paige PattersonIsaas: La salvacin del Seor, Alfred MartinJeremas y Lamentaciones, Irving L. JensenEzequiel, Ralph AlexanderDaniel, John C. WhitcombHageo y Malaquas: Rededicacin y renovacin, Herbert WolfPanorama del Nuevo Testamento, Paul N. BenwareMateo, Arthur RobertsonMarcos: El evangelio de accin, Ralph EarleLucas, Paul N. BenwareJuan: El evangelio de lafe, Everett F. HarrisonLos Hechos de los Apstoles, Charles C. RyriePrimera Corintios, Robert B. HughesGlatas: Una llamada a la libertad cristiana, Howard F. VosEfesios: La gloria de la Iglesia, Homer A. Kent, Jr.Filipenses: Triunfo en Cristo, John F. WalvoordColosenses: Cristo, todo-suficiente, Everett F. HarrisonPrimera y Segunda Tesalonicenses, Charles C. RyriePrimera y Segunda Timoteo, D. Edmond HiebertTito y Filemn, D. Edmond HiebertHebreos, Charles F. PfeifferSantiago, Vernon DoerksenPrimera y Segunda Pedro, Louis A. BarbieriLas Epstolas de Juan, Donald BurdickJudas: Los hechos de los apstatas, S. Maxwell CoderApocalipsis, Charles C. Ryrie

    ,

    GALATASUna llamada a la libertad cristiana

    Howard F. Vos

    EDITORIAL PORTAVOZ

  • CONTENIDO

    1. Saludos (1: 1-5) .

    IntroduccinBosquejo

    ................................. 71517

    Ttulo de original: Galatians, por Howard F. Vos. Copyright 1971 por Moody Bible Institute, Chicago,Illinois.

    Ttulo en castellano: Glatas. Copyright 1981 porEditorial Portavoz, filial de Kregel Publications, GrandRapids, Michigan 49501, EE. UU. Traducido y publicadocon permiso. Todos los derechos reservados. Prohibida sureproduccin total o parcial.

    Traduccin: Santiago EscuainFotografa: Patricia Sgrignoli / POSITIVE IMAGESDiseo grfico: Alan G. Hartman

    EDITORIAL PORTAVOZKregel PublicationsP. O. Box 2607Grand Rapids, Michigan 49501-2607

    ISBN: 0-8254-1825-9

    2 3 4 5 6 edicin / ao 01 00 99 98 97Printed in the United States ofAmerica

    2. El motivo: El abandono de lalibertad cristiana (1 :6-9) 25

    3. Pablo defiende su derecho a predicar lalibertad cristiana (1:10-2:21) 29

    4. La justificacin por la fe como base de lalibertad cristiana (3:1---4:31) 51

    5. La libertad cristiana en la prctica (5:1-6:10) 876. Conclusin: ltimo consejo con respecto

    a los judaizantes (6:11-18) 113Bibliografa 114

    CONTENIDO

    1. Saludos (1: 1-5) .

    IntroduccinBosquejo

    ................................. 71517

    Ttulo de original: Galatians, por Howard F. Vos. Copyright 1971 por Moody Bible Institute, Chicago,Illinois.

    Ttulo en castellano: Glatas. Copyright 1981 porEditorial Portavoz, filial de Kregel Publications, GrandRapids, Michigan 49501, EE. UU. Traducido y publicadocon permiso. Todos los derechos reservados. Prohibida sureproduccin total o parcial.

    Traduccin: Santiago EscuainFotografa: Patricia Sgrignoli / POSITIVE IMAGESDiseo grfico: Alan G. Hartman

    EDITORIAL PORTAVOZKregel PublicationsP. O. Box 2607Grand Rapids, Michigan 49501-2607

    ISBN: 0-8254-1825-9

    2 3 4 5 6 edicin / ao 01 00 99 98 97Printed in the United States ofAmerica

    2. El motivo: El abandono de lalibertad cristiana (1 :6-9) 25

    3. Pablo defiende su derecho a predicar lalibertad cristiana (1:10-2:21) 29

    4. La justificacin por la fe como base de lalibertad cristiana (3:1---4:31) 51

    5. La libertad cristiana en la prctica (5:1-6:10) 876. Conclusin: ltimo consejo con respecto

    a los judaizantes (6:11-18) 113Bibliografa 114

    AdministradorTexto escrito a mquinaEX LIBRIS ELTROPICAL

  • INTRODUCCIN

    EL HOMBRE MODERNO OCCIDENTAL -especialmente elamericano- se enorgullece de su libertad personal.Tiene mucho que decir acerca de las garantas de laLey de Derechos acerca de la libertad de religin (o delibertad de no religin), de palabra, de prensa y de re-unin. Apela frecuentemente a la Declaracin de losDerechos Humanos y a los derechos naturales quehan sido otorgados a todos los hombres. Pero sigue es-pecialmente la nueva visin en tica cristiana, o lanueva moralidad, o la tica en una nueva clave, o latica de situacin, tales como estn expuestas porJoseph Fletcher, Harvey Cox, John A. T. Robinson, yotros. Da la bienvenida a la revolucin en moral queest teniendo lugar en la sociedad occidental, se unea sociedades en favor de la libertad de palabra y delamor libre, y pretende que una decisin tica tiene quequedar determinada por un individuo reaccionando anteuna situacin concreta, ms bien que en base a preten-siones de una concepcin abstracta de lo correcto, taly como se halla en las Escrituras.

    Para una generacin que pOne un fuerte acento enla libertad personal, el libro de Glatas parece teneruna relevancia contempornea. Su mensaje es la liber-tad: libertad de la ley. Un pensamiento as atrae a aque-llos que buscan eliminar todo tipo de restriccin per-sonal y moral en nuestra poca. Pero Glatas no alien-ta este tipo de libertad. Al afirmar la libertad de la ley,subraya el hecho de que la salvacin no est en absoluto

    INTRODUCCIN

    EL HOMBRE MODERNO OCCIDENTAL -especialmente elamericano- se enorgullece de su libertad personal.Tiene mucho que decir acerca de las garantas de laLey de Derechos acerca de la libertad de religin (o delibertad de no religin), de palabra, de prensa y de re-unin. Apela frecuentemente a la Declaracin de losDerechos Humanos y a los derechos naturales quehan sido otorgados a todos los hombres. Pero sigue es-pecialmente la nueva visin en tica cristiana, o lanueva moralidad, o la tica en una nueva clave, o latica de situacin, tales como estn expuestas porJoseph Fletcher, Harvey Cox, John A. T. Robinson, yotros. Da la bienvenida a la revolucin en moral queest teniendo lugar en la sociedad occidental, se unea sociedades en favor de la libertad de palabra y delamor libre, y pretende que una decisin tica tiene quequedar determinada por un individuo reaccionando anteuna situacin concreta, ms bien que en base a preten-siones de una concepcin abstracta de lo correcto, taly como se halla en las Escrituras.

    Para una generacin que pOne un fuerte acento enla libertad personal, el libro de Glatas parece teneruna relevancia contempornea. Su mensaje es la liber-tad: libertad de la ley. Un pensamiento as atrae a aque-llos que buscan eliminar todo tipo de restriccin per-sonal y moral en nuestra poca. Pero Glatas no alien-ta este tipo de libertad. Al afirmar la libertad de la ley,subraya el hecho de que la salvacin no est en absoluto

  • 8/ Glatas

    basada en el esfuerzo humano. Ni tampoco la vidacristiana est constituida por una sucesin de inhibicio-nes. Ms bien, Glatas ensea que Cristo cumpli la leyy que ha provisto el pedio de salvacin. Ahora El re-side dentro del que ha sido justificado por la fe, parasuplir el tipo de poder preciso para vivir la vida cris-tiana.

    La relevancia contempornea de Glatas es debida,por tanto, a que ataca el deseo siempre presente de loshombres de conseguir la salvacin mediante sus pro-pios esfuerzos, y la tendencia del cristiano de vivir lavida cristiana con sus propias fuerzas o de una maneralegalista. Al acentuar la libertad cristiana, Glatas noabre la puerta al desorden. Anima a los creyentes a queno se cansen de hacer el bien (G. 6: 9) y les recuerdaque lo que uno siembre, eso tambin segar (v. 7). Enresumen, este libro exhorta a los creyentes a que vivanen el poder del Espritu Santo y a que anden en el Es-pritu (5: 16, 25). Adems, en esta epstola Pablo ponemuy en claro que el creyente que busca vivir la vidacristiana con sus propias fuerzas o de una manera lega-lista no disfruta del poder del Espritu Santo para li-berarle de su pecaminosidad y poder vivir de una ma-nera agradable a Dios.

    La pequea carta a los Glatas ha jugado un papelimportante en la historia de la Iglesia y, desde luego,de todo el mundo occidental. En la Iglesia primitivaproclam una llamada potente a la distintividad delcristianismo con su mensaje de la justificacin por lafe. Dice Tenney: El cristianismo hubiera podido sertan solamente otra secta juda ms, y todo el pensa-miento del mundo occidental hubiera podido ser total-mente pagano si nunca hubiera sido escrita. 1 El Co-mentario a los Glatas de Lutero fue el manifiesto de laReforma Protestante y su mensaje el tema principalde la predicacin de la Reforma. Y Glatas presenta el

    1. Merrill C. Tenney. Glatas: La carta de la libertad cristiana,p. 15.

    Introduccin / 9

    mensaje relevante de la justificacin por la fe para elhombre moderno, con todos sus sistemas religiosos enabundante proliferacin con los que busca ganarse elcielo mediante las buenas obras.

    EL AUTOR

    En el primer versculo mismo Pablo afirma haberescrito esta epstola a los cristianbs de Galacia. No so-lameIl;te afirma ~u paterni?-~d de la carta, sino que,ademas, la autondad apostolIca del contenido. El nom-bre de Pablo no constituye simplemente una insercinarbitraria puesta all por un falsario, ya que aparecede. nuevo en, 5: 2. Adems, la personalidad del apstolbnlla a tr~ves de tod~ el mensaje; y la mayor parte delos dos pnmeros capItulos son de naturaleza autobio-

    grfi~a. Tan general era la aceptacin de la paternidadpaulma de Glatas en la Iglesia primitiva que inclusoel hereje Marci reconoci el libro como paulino en sucanon del Nuevo Testamento, elaborado a mediados delsiglo n. y cuando la escuela de la alta crtica de Tu-binga empez a poner en tela de juicio la paternidadde l?s epstolas. paulinas durante el siglo pasado, no senego la patermdad del apstol en el caso de Glatas.Son tan pocas y tan dbiles las voces que se han le-vanta~o par~ arrojar dudas, que nadie se plantea en laactualIdad mnguna duda con respecto a la paternidadpaulina de Glatas.

    IGLESIAS A LAS QUE IBA DIRIGIDA

    . S~gn Glata~ 1: 2, la epstola iba dirigida a lasIglesIas de GalacIa. Pero la situacin de estas iglesiasha sido considerablemente discutida. Para enmarcarlohistricamente, debe recordarse que los glatas, o galos,o celtas, atravesaron Italia y aterrorizaron a Roma en el390 a.C. Despus de saquear la ciudad, se desplazaron

    8/ Glatas

    basada en el esfuerzo humano. Ni tampoco la vidacristiana est constituida por una sucesin de inhibicio-nes. Ms bien, Glatas ensea que Cristo cumpli la leyy que ha provisto el pedio de salvacin. Ahora El re-side dentro del que ha sido justificado por la fe, parasuplir el tipo de poder preciso para vivir la vida cris-tiana.

    La relevancia contempornea de Glatas es debida,por tanto, a que ataca el deseo siempre presente de loshombres de conseguir la salvacin mediante sus pro-pios esfuerzos, y la tendencia del cristiano de vivir lavida cristiana con sus propias fuerzas o de una maneralegalista. Al acentuar la libertad cristiana, Glatas noabre la puerta al desorden. Anima a los creyentes a queno se cansen de hacer el bien (G. 6: 9) y les recuerdaque lo que uno siembre, eso tambin segar (v. 7). Enresumen, este libro exhorta a los creyentes a que vivanen el poder del Espritu Santo y a que anden en el Es-pritu (5: 16, 25). Adems, en esta epstola Pablo ponemuy en claro que el creyente que busca vivir la vidacristiana con sus propias fuerzas o de una manera lega-lista no disfruta del poder del Espritu Santo para li-berarle de su pecaminosidad y poder vivir de una ma-nera agradable a Dios.

    La pequea carta a los Glatas ha jugado un papelimportante en la historia de la Iglesia y, desde luego,de todo el mundo occidental. En la Iglesia primitivaproclam una llamada potente a la distintividad delcristianismo con su mensaje de la justificacin por lafe. Dice Tenney: El cristianismo hubiera podido sertan solamente otra secta juda ms, y todo el pensa-miento del mundo occidental hubiera podido ser total-mente pagano si nunca hubiera sido escrita. 1 El Co-mentario a los Glatas de Lutero fue el manifiesto de laReforma Protestante y su mensaje el tema principalde la predicacin de la Reforma. Y Glatas presenta el

    1. Merrill C. Tenney. Glatas: La carta de la libertad cristiana,p. 15.

    Introduccin / 9

    mensaje relevante de la justificacin por la fe para elhombre moderno, con todos sus sistemas religiosos enabundante proliferacin con los que busca ganarse elcielo mediante las buenas obras.

    EL AUTOR

    En el primer versculo mismo Pablo afirma haberescrito esta epstola a los cristianbs de Galacia. No so-lameIl;te afirma ~u paterni?-~d de la carta, sino que,ademas, la autondad apostolIca del contenido. El nom-bre de Pablo no constituye simplemente una insercinarbitraria puesta all por un falsario, ya que aparecede. nuevo en, 5: 2. Adems, la personalidad del apstolbnlla a tr~ves de tod~ el mensaje; y la mayor parte delos dos pnmeros capItulos son de naturaleza autobio-

    grfi~a. Tan general era la aceptacin de la paternidadpaulma de Glatas en la Iglesia primitiva que inclusoel hereje Marci reconoci el libro como paulino en sucanon del Nuevo Testamento, elaborado a mediados delsiglo n. y cuando la escuela de la alta crtica de Tu-binga empez a poner en tela de juicio la paternidadde l?s epstolas. paulinas durante el siglo pasado, no senego la patermdad del apstol en el caso de Glatas.Son tan pocas y tan dbiles las voces que se han le-vanta~o par~ arrojar dudas, que nadie se plantea en laactualIdad mnguna duda con respecto a la paternidadpaulina de Glatas.

    IGLESIAS A LAS QUE IBA DIRIGIDA

    . S~gn Glata~ 1: 2, la epstola iba dirigida a lasIglesIas de GalacIa. Pero la situacin de estas iglesiasha sido considerablemente discutida. Para enmarcarlohistricamente, debe recordarse que los glatas, o galos,o celtas, atravesaron Italia y aterrorizaron a Roma en el390 a.C. Despus de saquear la ciudad, se desplazaron

  • lO/Glatas

    hacia el norte y amenazaron a los romanos des~e susbases en el valle del ro Po durante muchas decadasdespus. En la ltima parte del siglo IlI, alguno~ deellos se unieron a Anbal en su esfuerzo de destr;1.lr elpoder romano. Mientras tanto, n~ mucho despu~s del300 a.C., otro grupo de galos (galatas) descendIa so-bre Grecia, siendo derrotados en Delfi.. Entonces esta-blecieron un pequeo reino en la TraCIa, desde la queinvadieron Asia Menor alrededor del 278-277 a.C. Des-pus de muchas campaas y saqueos quedaron bloquea-dos en un rea del Asia Menor, al norte de la parte cen-tral, por Atalo 1 de Prgamo, alrededor del 230 a.C., ydieron su nombre al rea.

    Continuaron hostigando a sus vecinos durante cer-ca de cuarenta aos hasta el 189, en que .f~eron derro-tados por los romanos, pero se les penl~ItI mantenersu independencia. Desde entonces, los galatas se man-tuvieron fieles a Roma y, en el ao 64 a.C., ~legaron aser vasallos de Roma. En aquel tiempo, el relI~o estabaorganizado sobre la base tribal celta;. tres tnbus cu-paban reas separadas, siendo sus capItales respec~lvaslas de Pessinus, Ancira (la moderna Ankara), y Ta~1Um.Desde el 44 a.C. Galacia estuvo bajo una sola auton~a~,y el rey Amintas asumi el poder bajo e~ p~~rocl~lOde Marco Antonio. Posteriormente, Roma.anadlO vanasporciones del Asia Menor del sur a su rem~. .

    Su gobierno fue tan efectivo en la paCIficacIn ~elrea que cuando muri en el 25 a.C. y pas su remoa Roma, lo dej en un estado tan excele~te.que Romalo incorpor en el Imperio como la provmCIa de Gal~cia. La provincia de Galacia inclua entonces, ademasde la Galacia propia (en el Asia Menor, norte centra9,partes de Frigia, Licaonia, Pisidia y ~amfilia (en el ASiaMenor, sur centran, y ocupaba aproxlI~~damenteel ter-cio central de Asia Menor. PermaneclO de est~ frmahasta alrededor del 72 d.C., en el que se con~I~Ieronganancias adicionales de territorio. Las dos l?rmcIpalesciudades de la provincia de Galacia eran Anclra (la ~etrpoli) y Antioqua de Pisidia. De anchura, la provm

    Introduccin / 11

    cia de Galacia variaba entre 160 y 140 km (100 y 175 millas); meda unos 400 km (250 millas) de norte a sur.

    Se puede ver con facilidad que Galacia podra referirse, en un sentido tnico, al territorio norte-centraldel Asia Menor o, en un sentido poltico, a la provinciade Galacia. A menudo se suscitan cuestiones acerca delsentido con que utilizaban Pablo y Lucas este trmino,y de a quienes se diriga Pablo cuando escribi la Eps-tola a los Glatas. Estaba escribiendo a creyentes dela parte septentrional de la provincia de Galacia (pro-bablemente de Pessinus, Ancira y Tavium) o a las igle-sias en Derbe, Listra, Iconio y Antioqua, en la partemeridional de la provincia? Si lo cierto es lo ltimo, es-tas iglesias fueron fundadas en el primer viaje misio-nero (Hch. 13:3 -14:26). Si lo cierto es lo primero, searguye que la actividad misionera en tal rea tuvo lu-gar durante el segundo viaje misionero, como se indicaen Hechos 18:23.

    Aunque ciertamente la Epstola a los Glatas podrahablar a todos los cristianos de la provincia de Galacia,parece estar principalmente dirigida a los de las ciuda-des del sur, adonde Bernab y Pablo fueron en su pri-mer viaje misionero. No hay ningn relato especfico deque se hubieran fundado iglesias en el norte de Galacia,ni siquie:ra en el segundo viaje misionero, y no hay cer-teza alguna de que hubiera iglesias all en poca tantemprana. Cuando se remiti a Palestina la recaudacinpara los pobres de Jerusaln, dos representantes delsur de Galacia acompaaron el donativo (Gayo de Der-be y Timoteo, Hch. 20:4), pero no se menciona ningnrepresentante de las iglesias del norte de Galacia. Ade-ms, el sur de Galacia hubiera sido ms accesible a los,judaizantes que las iglesias del norte; y Bernab (G.2: 13) no hubiera sido conocido personalmente por loscreyentes del norte, puesto que acompa a Pablo sola-mente durante su primer viaje.

    Pablo, orgulloso de su ciudadana romana, siempreutilizaba los nombres provinciales de las reas bajocontrol romano, nunca el territorial, excepto cuando

    lO/Glatas

    hacia el norte y amenazaron a los romanos des~e susbases en el valle del ro Po durante muchas decadasdespus. En la ltima parte del siglo IlI, alguno~ deellos se unieron a Anbal en su esfuerzo de destr;1.lr elpoder romano. Mientras tanto, n~ mucho despu~s del300 a.C., otro grupo de galos (galatas) descendIa so-bre Grecia, siendo derrotados en Delfi.. Entonces esta-blecieron un pequeo reino en la TraCIa, desde la queinvadieron Asia Menor alrededor del 278-277 a.C. Des-pus de muchas campaas y saqueos quedaron bloquea-dos en un rea del Asia Menor, al norte de la parte cen-tral, por Atalo 1 de Prgamo, alrededor del 230 a.C., ydieron su nombre al rea.

    Continuaron hostigando a sus vecinos durante cer-ca de cuarenta aos hasta el 189, en que .f~eron derro-tados por los romanos, pero se les penl~ItI mantenersu independencia. Desde entonces, los galatas se man-tuvieron fieles a Roma y, en el ao 64 a.C., ~legaron aser vasallos de Roma. En aquel tiempo, el relI~o estabaorganizado sobre la base tribal celta;. tres tnbus cu-paban reas separadas, siendo sus capItales respec~lvaslas de Pessinus, Ancira (la moderna Ankara), y Ta~1Um.Desde el 44 a.C. Galacia estuvo bajo una sola auton~a~,y el rey Amintas asumi el poder bajo e~ p~~rocl~lOde Marco Antonio. Posteriormente, Roma.anadlO vanasporciones del Asia Menor del sur a su rem~. .

    Su gobierno fue tan efectivo en la paCIficacIn ~elrea que cuando muri en el 25 a.C. y pas su remoa Roma, lo dej en un estado tan excele~te.que Romalo incorpor en el Imperio como la provmCIa de Gal~cia. La provincia de Galacia inclua entonces, ademasde la Galacia propia (en el Asia Menor, norte centra9,partes de Frigia, Licaonia, Pisidia y ~amfilia (en el ASiaMenor, sur centran, y ocupaba aproxlI~~damenteel ter-cio central de Asia Menor. PermaneclO de est~ frmahasta alrededor del 72 d.C., en el que se con~I~Ieronganancias adicionales de territorio. Las dos l?rmcIpalesciudades de la provincia de Galacia eran Anclra (la ~etrpoli) y Antioqua de Pisidia. De anchura, la provm

    Introduccin / 11

    cia de Galacia variaba entre 160 y 140 km (100 y 175 millas); meda unos 400 km (250 millas) de norte a sur.

    Se puede ver con facilidad que Galacia podra referirse, en un sentido tnico, al territorio norte-centraldel Asia Menor o, en un sentido poltico, a la provinciade Galacia. A menudo se suscitan cuestiones acerca delsentido con que utilizaban Pablo y Lucas este trmino,y de a quienes se diriga Pablo cuando escribi la Eps-tola a los Glatas. Estaba escribiendo a creyentes dela parte septentrional de la provincia de Galacia (pro-bablemente de Pessinus, Ancira y Tavium) o a las igle-sias en Derbe, Listra, Iconio y Antioqua, en la partemeridional de la provincia? Si lo cierto es lo ltimo, es-tas iglesias fueron fundadas en el primer viaje misio-nero (Hch. 13:3 -14:26). Si lo cierto es lo primero, searguye que la actividad misionera en tal rea tuvo lu-gar durante el segundo viaje misionero, como se indicaen Hechos 18:23.

    Aunque ciertamente la Epstola a los Glatas podrahablar a todos los cristianos de la provincia de Galacia,parece estar principalmente dirigida a los de las ciuda-des del sur, adonde Bernab y Pablo fueron en su pri-mer viaje misionero. No hay ningn relato especfico deque se hubieran fundado iglesias en el norte de Galacia,ni siquie:ra en el segundo viaje misionero, y no hay cer-teza alguna de que hubiera iglesias all en poca tantemprana. Cuando se remiti a Palestina la recaudacinpara los pobres de Jerusaln, dos representantes delsur de Galacia acompaaron el donativo (Gayo de Der-be y Timoteo, Hch. 20:4), pero no se menciona ningnrepresentante de las iglesias del norte de Galacia. Ade-ms, el sur de Galacia hubiera sido ms accesible a los,judaizantes que las iglesias del norte; y Bernab (G.2: 13) no hubiera sido conocido personalmente por loscreyentes del norte, puesto que acompa a Pablo sola-mente durante su primer viaje.

    Pablo, orgulloso de su ciudadana romana, siempreutilizaba los nombres provinciales de las reas bajocontrol romano, nunca el territorial, excepto cuando

  • 12/ Glatas

    ambos tenan el mismo nombre. Pablo utiliz el trmi-no Galacia solamente en tres ocasiones: en l.a Corintios16: 1; Glatas 1:2; y 2.a Timoteo 4: 10, y en todas ellasdebe referirse sin duda, a la provincia romana. Pedrodebe haber utilizado el trmino en el mismo sentido enl.a Pedro 1: 1, ya que las otras cuatro reas que men-ciona en el mismo versculo eran provincias romanasvecinas.

    Y qu del uso que Lucas hace de Galada? VisitPablo el norte de Galacia en alguna ocasin? Lucas noutiliza ni Galacia ni Glatas, sino solamente el ad-jetivo glata. Siguiendo a Ramsay, Souter argumentaque Hechos 16: 16 debera ser traducido como l~ re-gin frigio-glata, que, indudablemente, se refena ala seccin de la provincia de Galacia conocida comoFrigia-Glata, que comprenda las ciudades, de Antio-qua de Pisidia e Iconio. Argumenta, ademas, que enHechos 18:23 se puede traducir el griego como la re-gin glata-frigia o la regin Glata y Frigia (pre-feriblemente esta ltima), incluyendo la regin glataDerbe y Listra, y la frigia, Iconio y Antioqua de Pisidia.2

    Ramsay seala tambin que Hechos 16:6 tiene queser tratado como relacionado con Hechos 15: 36 y 16: 1-2, considerndose los versculos 3 a15 como entre parn-tesis.3 Segn este pasaje, el apstol se propuso visitariglesias que l haba fundado previamente en Derbe,Listra, Iconio, y Antioqua. Despus de haber visitadoestas ciudades, Lucas dijo: Cuando ellos hubieronido por la regin frigio-glata ... (Hch. 16:6), indican-do que estas cuatro ciudades estaban en Galacia. Evi-dentemente, no hay lugar aqu para la idea de que,en este viaje, Pablo se apartara mucho hacia el norte,por la antigua rea tnica de Galacia. El autor no creeque haya mucho apoyo para la teora que mantiene

    2. A. Souter, s.V., Galatia. l!astings Dictionary. of the Bible;William M. Ramsay, The Church In the Roman Emplre Before A.D.170, pp. 75-89.3. William M. Ramsay. Sto Paul the Travel1er and the RomanCitizen, p. 77.

    Introduccin /13

    la localizacin .en el.D;0rte de Galacia, con respecto aque Pablo hubIera vIsItado aquella rea o escrito unacarta a la gente que viva all. Hechos 18: 23 marca elprincipio del tercer viaje misionero de Pablo y se refiereal .h~cho de que l fue a travs de la regin glata y deFrIgIa, alentando a los discpulos. La implicacin evi-dente parece ser la de que visit las iglesias que haba

    fun~ado, en su primer viaje a Derbe, Listra, Iconio yAntlOqma, y que de nuevo haba ministrado durante su

    segu~do viaje.. No e~i.ste ninguna prueba cierta de queel apostol hubIera VISItado nunca la parte septentrionalde la provincia.

    EPOCA Y LUGAR DE REDACCION

    . Si se puede asumir que Pablo se diriga a las igle-s~as de las ciudades principales de la zona sur de Gala-CIa, puede preguntarse a continuacin cuando escribi1,a ~pstola y desde donde. Por lo general se cree que la

    u~tIma frase de Glatas. 4: 13 se ha ~e traducir apro-pIa~amente como la pnmera vez e Implica que se leshabla hecho una segunda visita. Si es as, puede corres-ponder con la se~undavisita del primer viaje misionero,puesto que VOlVI a pasar por todas las ciudades delsu; de Galacia al volver a Antioqua. As, la epstola es-CrIta tan tempranamente como el 48 d.C. antes delConcilio de Jerusaln (Hch. 15), y ser as la ~s tempra-na de las cartas de Pablo. Esta fecha es atractiva debidoa que situara el enfrentamiento entre Pablo y Pedro(Ga. 2: 11-14) antes del Concilio de Jerusaln. Entoncese! lu~ar probable de redaccin podra haber sido An~tlOqma. No obstante, se interpreta ms comnmente la

    s~gunda visita de Pablo a los glatas como habiendo te-mdo lugar en el segundo viaie misionero. Por ello suredaccin puede haberse hecho en Corinto durant~ elsegundo viaje (alrededor del 52 d.C.) o mientras se ha-llaba en. Efeso en su tercer ,:iaje... demasiado ocupadopara dejar su obra y combatIr el error dellegalismo. Si

    12/ Glatas

    ambos tenan el mismo nombre. Pablo utiliz el trmi-no Galacia solamente en tres ocasiones: en l.a Corintios16: 1; Glatas 1:2; y 2.a Timoteo 4: 10, y en todas ellasdebe referirse sin duda, a la provincia romana. Pedrodebe haber utilizado el trmino en el mismo sentido enl.a Pedro 1: 1, ya que las otras cuatro reas que men-ciona en el mismo versculo eran provincias romanasvecinas.

    Y qu del uso que Lucas hace de Galada? VisitPablo el norte de Galacia en alguna ocasin? Lucas noutiliza ni Galacia ni Glatas, sino solamente el ad-jetivo glata. Siguiendo a Ramsay, Souter argumentaque Hechos 16: 16 debera ser traducido como l~ re-gin frigio-glata, que, indudablemente, se refena ala seccin de la provincia de Galacia conocida comoFrigia-Glata, que comprenda las ciudades, de Antio-qua de Pisidia e Iconio. Argumenta, ademas, que enHechos 18:23 se puede traducir el griego como la re-gin glata-frigia o la regin Glata y Frigia (pre-feriblemente esta ltima), incluyendo la regin glataDerbe y Listra, y la frigia, Iconio y Antioqua de Pisidia.2

    Ramsay seala tambin que Hechos 16:6 tiene queser tratado como relacionado con Hechos 15: 36 y 16: 1-2, considerndose los versculos 3 a15 como entre parn-tesis.3 Segn este pasaje, el apstol se propuso visitariglesias que l haba fundado previamente en Derbe,Listra, Iconio, y Antioqua. Despus de haber visitadoestas ciudades, Lucas dijo: Cuando ellos hubieronido por la regin frigio-glata ... (Hch. 16:6), indican-do que estas cuatro ciudades estaban en Galacia. Evi-dentemente, no hay lugar aqu para la idea de que,en este viaje, Pablo se apartara mucho hacia el norte,por la antigua rea tnica de Galacia. El autor no creeque haya mucho apoyo para la teora que mantiene

    2. A. Souter, s.V., Galatia. l!astings Dictionary. of the Bible;William M. Ramsay, The Church In the Roman Emplre Before A.D.170, pp. 75-89.3. William M. Ramsay. Sto Paul the Travel1er and the RomanCitizen, p. 77.

    Introduccin /13

    la localizacin .en el.D;0rte de Galacia, con respecto aque Pablo hubIera vIsItado aquella rea o escrito unacarta a la gente que viva all. Hechos 18: 23 marca elprincipio del tercer viaje misionero de Pablo y se refiereal .h~cho de que l fue a travs de la regin glata y deFrIgIa, alentando a los discpulos. La implicacin evi-dente parece ser la de que visit las iglesias que haba

    fun~ado, en su primer viaje a Derbe, Listra, Iconio yAntlOqma, y que de nuevo haba ministrado durante su

    segu~do viaje.. No e~i.ste ninguna prueba cierta de queel apostol hubIera VISItado nunca la parte septentrionalde la provincia.

    EPOCA Y LUGAR DE REDACCION

    . Si se puede asumir que Pablo se diriga a las igle-s~as de las ciudades principales de la zona sur de Gala-CIa, puede preguntarse a continuacin cuando escribi1,a ~pstola y desde donde. Por lo general se cree que la

    u~tIma frase de Glatas. 4: 13 se ha ~e traducir apro-pIa~amente como la pnmera vez e Implica que se leshabla hecho una segunda visita. Si es as, puede corres-ponder con la se~undavisita del primer viaje misionero,puesto que VOlVI a pasar por todas las ciudades delsu; de Galacia al volver a Antioqua. As, la epstola es-CrIta tan tempranamente como el 48 d.C. antes delConcilio de Jerusaln (Hch. 15), y ser as la ~s tempra-na de las cartas de Pablo. Esta fecha es atractiva debidoa que situara el enfrentamiento entre Pablo y Pedro(Ga. 2: 11-14) antes del Concilio de Jerusaln. Entoncese! lu~ar probable de redaccin podra haber sido An~tlOqma. No obstante, se interpreta ms comnmente la

    s~gunda visita de Pablo a los glatas como habiendo te-mdo lugar en el segundo viaie misionero. Por ello suredaccin puede haberse hecho en Corinto durant~ elsegundo viaje (alrededor del 52 d.C.) o mientras se ha-llaba en. Efeso en su tercer ,:iaje... demasiado ocupadopara dejar su obra y combatIr el error dellegalismo. Si

  • 141 Glatas

    Pablo escribi desde Efeso, quizs fuera durante el 55 el 56. En todo caso, no hay seguridad acerca de la fe-cha y lugar de redaccin y no hay espacio aqu paraconsiderar todas las facetas de los argumentos para de-terminar la exactitud de todo ello.

    PROPOSITO DE LA EPISTOLA

    Noticias alarmantes le llegaban al apstol proce-dentes de Galacia. Falsos maestros haban visitado lasiglesias, predicando que la obra de Cristo en la cruzera insuficiente para la salvacin y que tena que sersuplementada con la observancia de la ley de Moiss,que era de origen divino. Las tcticas de ellos eran lasde arrojar dudas sobre el mensaje de Pablo, poniendoen tela de juicio su carcter apostlico, glorificar va-rios aspectos del judasmo, y representar la libertad enCristo como conducente a una vida de desorden o li-cencia. Para poder pasar al ataque, Pablo tena prime-ramente que vindicar su apostolado, su derecho a ha-blar. Despus, tena que defender su doctrina de la jus-tificacin por la sola fe en Cristo. Finalmente, les tenaque mostrar que una vida de libertad cristiana no sig-nifica una vida de licencia. Si un cristiano est relacio-nado con Cristo apropiadamente, vive por el poder delEspritu Santo. El fruto de una vida as son obras bue-nas. En una palabra, el propsito de la epstola es el decambiar el rumbo de los cristianos glatas desde elerror del judasmo al camino de la libertad en Cristo.Los seis captulos del libro se dividen fcilmente entres pares: Los dos primeros vindican el apostoladode Pablo, los dos segundos vindican su mensaje de jus-tificacin por la fe, y los dos ltimos vindican la vidade libertad cristiana.

    Introduccin 115

    BOSQUEJO

    Saludos, 1: 1-5

    El motivo: El abandono de la libertad cristiana (1: 6-9)

    1. P~bl? defiende su derecho a predicar la libertadcnstlana (1: 10 - 2: 21)

    A. S~ apostolado, basado en la intervencin di-VIna en su vida (1: 10-17)

    B. Su apostolado, no dependiente de la iglesiade Jerusaln (1: 18-24)

    C. Su apostolado, confirmado por la iglesia deJerusaln (2: 1-10)

    D. Su apostolado, firme frente al errado Pedro(2: 11-21)

    11. L~ j~stificacin por la fe como base de la libertadcnstIana (3: 1-4: 31)

    A. ~a. j~stificacin, evidenciada en la experienciaInICIal de los glatas (3: 1-5)

    B. La justificacin, experimentada por Abraham(3: 6-9)C. L~ libera~in de las obras de la ley por me-

    dIO de Cnsto (3: 10-14)D. Incapacidad de la ley de alterar el pacto con

    Abraham (3: 15-18)E. Verdadero puesto y propsito de la ley(3: 19-29)F. Contraste de la posicin bajo la ley y la fe(4: 1-7)G. Lla?1ada a los glatas a que abandonen el le-

    gahsmo (4: 8-31)

    141 Glatas

    Pablo escribi desde Efeso, quizs fuera durante el 55 el 56. En todo caso, no hay seguridad acerca de la fe-cha y lugar de redaccin y no hay espacio aqu paraconsiderar todas las facetas de los argumentos para de-terminar la exactitud de todo ello.

    PROPOSITO DE LA EPISTOLA

    Noticias alarmantes le llegaban al apstol proce-dentes de Galacia. Falsos maestros haban visitado lasiglesias, predicando que la obra de Cristo en la cruzera insuficiente para la salvacin y que tena que sersuplementada con la observancia de la ley de Moiss,que era de origen divino. Las tcticas de ellos eran lasde arrojar dudas sobre el mensaje de Pablo, poniendoen tela de juicio su carcter apostlico, glorificar va-rios aspectos del judasmo, y representar la libertad enCristo como conducente a una vida de desorden o li-cencia. Para poder pasar al ataque, Pablo tena prime-ramente que vindicar su apostolado, su derecho a ha-blar. Despus, tena que defender su doctrina de la jus-tificacin por la sola fe en Cristo. Finalmente, les tenaque mostrar que una vida de libertad cristiana no sig-nifica una vida de licencia. Si un cristiano est relacio-nado con Cristo apropiadamente, vive por el poder delEspritu Santo. El fruto de una vida as son obras bue-nas. En una palabra, el propsito de la epstola es el decambiar el rumbo de los cristianos glatas desde elerror del judasmo al camino de la libertad en Cristo.Los seis captulos del libro se dividen fcilmente entres pares: Los dos primeros vindican el apostoladode Pablo, los dos segundos vindican su mensaje de jus-tificacin por la fe, y los dos ltimos vindican la vidade libertad cristiana.

    Introduccin 115

    BOSQUEJO

    Saludos, 1: 1-5

    El motivo: El abandono de la libertad cristiana (1: 6-9)

    1. P~bl? defiende su derecho a predicar la libertadcnstlana (1: 10 - 2: 21)

    A. S~ apostolado, basado en la intervencin di-VIna en su vida (1: 10-17)

    B. Su apostolado, no dependiente de la iglesiade Jerusaln (1: 18-24)

    C. Su apostolado, confirmado por la iglesia deJerusaln (2: 1-10)

    D. Su apostolado, firme frente al errado Pedro(2: 11-21)

    11. L~ j~stificacin por la fe como base de la libertadcnstIana (3: 1-4: 31)

    A. ~a. j~stificacin, evidenciada en la experienciaInICIal de los glatas (3: 1-5)

    B. La justificacin, experimentada por Abraham(3: 6-9)C. L~ libera~in de las obras de la ley por me-

    dIO de Cnsto (3: 10-14)D. Incapacidad de la ley de alterar el pacto con

    Abraham (3: 15-18)E. Verdadero puesto y propsito de la ley(3: 19-29)F. Contraste de la posicin bajo la ley y la fe(4: 1-7)G. Lla?1ada a los glatas a que abandonen el le-

    gahsmo (4: 8-31)

  • 16/ Glatas

    Conclusin: Un ltimo consejo con respecto a los ju-daizantes (6: 11-18)

    III.

    1. Llamada a que eviten volver a la esclavi-tud (4:8-11)

    2. Llamada en base a la relacin de Pablocon ellos (4: 12-20)

    3. Llamada a un contraste de relaciones(4: 21-31)

    La libertad cristiana en la prctica (5: 1- 6: 10)A. Las consecuencias del legalismo (5: 1-12) )B. La vida de libertad cristiana (5: 13 - 6: 10

    1. Es dirigida por el amor (5: 13-15)2. Es un andar en el Espritu (5: 16-26)3. Es una vida de un mutuo llevar las car-

    gas (6: 1-5)4. Es una vida de liberalidad (6: 6-10)

    1SALUDOS

    1:15

    ESTA CARTA dirigida a una joven iglesia (para tomarprestada una idea a J. B. Phillips) sigue la norma acos-tumbrada de las cartas escritas durante el siglo 1. Entales comunicaciones, el escritor se nombra a s mismoy al destinatario, manda un saludo, ya continuacin daprincipio al cuerpo de la carta, expresando el negocioo asunto de que se trata. Aunque se acostumbraba aincluir saludos al final de una carta en el siglo J, nosiempre se haca as. Pablo no los extiende en la cartaa los Glatas, aunque s lo hace en otras cartas.

    Que los escritos de Pablo deben ser clasificados co-rno cartas o como epstolas es una cuestin que tienems que un inters meramente acadmico. Aunque lasdos son similares en forma, generalmente se describela epstola como un esfuerzo literario consciente des-tinado para ser publicado, mientras que una carta es decarcter privado (sea que se escriba a un individuo o aun grupo), pensada para afrontar una necesidad espe-cfica, y no est destinada a la posteridad. Aunque mu-chos de los escritos de Pablo revelan ms las caracters-ticas de una carta que de una epstola, no se deberanignorar sus elementos literarios. Adems, aunque es po-sible que el apstol no escribiera conscientemente parala posteridad, el Espritu Santo, evidentemente, cuida-ba de que sus escritos fueran a tener una relevancia

    16/ Glatas

    Conclusin: Un ltimo consejo con respecto a los ju-daizantes (6: 11-18)

    III.

    1. Llamada a que eviten volver a la esclavi-tud (4:8-11)

    2. Llamada en base a la relacin de Pablocon ellos (4: 12-20)

    3. Llamada a un contraste de relaciones(4: 21-31)

    La libertad cristiana en la prctica (5: 1- 6: 10)A. Las consecuencias del legalismo (5: 1-12) )B. La vida de libertad cristiana (5: 13 - 6: 10

    1. Es dirigida por el amor (5: 13-15)2. Es un andar en el Espritu (5: 16-26)3. Es una vida de un mutuo llevar las car-

    gas (6: 1-5)4. Es una vida de liberalidad (6: 6-10)

    1SALUDOS

    1:15

    ESTA CARTA dirigida a una joven iglesia (para tomarprestada una idea a J. B. Phillips) sigue la norma acos-tumbrada de las cartas escritas durante el siglo 1. Entales comunicaciones, el escritor se nombra a s mismoy al destinatario, manda un saludo, ya continuacin daprincipio al cuerpo de la carta, expresando el negocioo asunto de que se trata. Aunque se acostumbraba aincluir saludos al final de una carta en el siglo J, nosiempre se haca as. Pablo no los extiende en la cartaa los Glatas, aunque s lo hace en otras cartas.

    Que los escritos de Pablo deben ser clasificados co-rno cartas o como epstolas es una cuestin que tienems que un inters meramente acadmico. Aunque lasdos son similares en forma, generalmente se describela epstola como un esfuerzo literario consciente des-tinado para ser publicado, mientras que una carta es decarcter privado (sea que se escriba a un individuo o aun grupo), pensada para afrontar una necesidad espe-cfica, y no est destinada a la posteridad. Aunque mu-chos de los escritos de Pablo revelan ms las caracters-ticas de una carta que de una epstola, no se deberanignorar sus elementos literarios. Adems, aunque es po-sible que el apstol no escribiera conscientemente parala posteridad, el Espritu Santo, evidentemente, cuida-ba de que sus escritos fueran a tener una relevancia

  • 18/ Glatas

    continua. De hecho, Pablo tena, en algunos casos, laintencin de que su mensaje llegara ms all de sucrculo original de lectores (ver, p. ej., Col. 4: 16).

    Desde el primer versculo mismo de Glatas quedaclaro que esta carta es muy diferente en su tono a losotros escritos de Pablo. No hay nada desacostumbra-do en el nombre de Pablo, el nombre gentil del apstol,puesto que es el nombre que siempre utiliza en relacincon su obra entre los gentiles. Tampoco hay nada ex-trao en el hecho de que se refiera a s mismo como aun apstol, ya que tambin lo hace en otros seis salu-dos (l.a CO., 2.a CO., EL, CoL, l.a TL, 2,a TL). Pero en lasiglesias de Galacia haban entrado agi,tadores qU,e ha-ban desafiado el derecho del autor al titulo de apostol:su derecho a hablar con autoridad. As, Pablo se hallaaqu ms consciente de s mi~mo ante l~ ofen~iva, queen cualquiera de las otras epIstolas. De mmedIato pro-cura poner en claro la fuente divina de su apostolado.

    Enviado es quiz la mejor traduccin de apstol(gr., apostolos), aunque delegado, mensajero o em-bajador son otras traducciones vlidas en varios con-textos (p. ej., mensajero en Fil. 2:25; 2.a Co. 8:23).Incluso antes de que Jess aplicara este descriptivotrmino a los Doce ya parece que tena una cierta con-notacin oficial entre los judos. Se refera a un envia-do acreditado por alguna autoridad y al que se le habaconfiado un mensaje especial. Este uso continu duran-te el primer siglo en los crculos judeo-cristianos, talcomo se evidencia en la Didach, o Enseanza de losDoce, un manual eclesistico compuesto a principios delsiglo n.Si estos agitadores que estaban intentando destruirel ministerio del Evangelio en Galacia reclamaban auto-ridad como enviados de la iglesia madre de Jerusaln(G. 2: 12), Pablo iba a enfrentarse con ellos de maneradirecta, Su comisin no vena dada por hombres. Probablemente quera implicar que su comisin apostlicano provena de los Doce. O puede haber querido decirque no provena de la iglesia de Antioqua (Hch. 13: 1-3),

    Saludos (1:1-5) /19

    y~ que .podra haber los que hubiesen pensado que hu-bIera SIdo una comisin inferior a la de Jerusaln. Ade-ms, su comisin no vino a travs de, ni mediantehomb!"e alguno. El cambio del plural al singular pareceocur.nr para entrar en paralelo con la referencia a Je-sucnsto. Este cambio tiende a confirmar la fe de Pabloen C~isto como divino, puesto que l declara que suautondad apostlica no proviene de hombre sino deJesu~risto. La co~i~~n vino de Dios el Pad;e por, ograc~~s, a l~ medIacIOn de Jesucristo. Al hacer tal afir-maCIOn, ,es mdudable que Pablo tena en mente su en-fr

  • 20/ Glatas

    algunos han supuesto, puesto que nunca asocia consi-go a una iglesia en ninguna de sus otras epstolas. Esprobable que stos sean simplemente sus amigos y co-laboradores especiales con l en aquel tiempo. Herma-nos (adelfoi) se aplicaba como trmino significandoasociaciones religiosas, ya tan temprano como el si-glo II a.C. Pero recibi una nueva profundidad y belle-za de parte de los cristianos. Los hermanos cristianosson individuos que disfrutan de un lazo comn, debidoa que han llegado a ser miembros de la familia de lafe, sobre la base de la obra acabada de Cristo.

    Las destinatarias de la epstola son las iglesias deGalacia. Como ya se ha sealado en la Introduccin,stas se hallaban localizadas, probablemente, en Derbe,Listra, Iconio y Antioqua de Pisidia. Posiblemente,sta sea la nica ocasin en que Pablo se dirige a ungrupo de iglesias, aunque la carta a los Efesios 1 puedetambin haberse tratado de una carta circular a las igle-sias de la parte occidental de la provincia de Asia Me-nor.

    Iglesia (griego, ekklesia) es una palabra hermosa.Significa llamados afuera y, en el contexto del NuevoTestamento, se refiere a individuos llamados por la gra-cia de Dios afuera de un mundo condenado y en agona.Naturalmente, estos llamados afuera deben permane-cer en su sociedad como sal y luz, para llevar a caboel propsito que Dios tenga para ellos all. Pablo uti-lizaba el trmino iglesia para referirse a una asambleareunida para adorar (l.a Ca. 14:28), a un grupo de indi-viduos reunindose en una casa (Flm. 2), a los creyentesde una ciudad (Ro. 16: 1), y a todo el cuerpo de creyen-tes en todas partes (Col. 1: 18,24).

    Siguiendo la forma epistolaria apropiada, el escritorse ha identificado a s mismo y a sus destinatarios y

    1. Efeso (Ef. 1:1) no aparece en los mejores manuscritos yalgunos arguyen que se dej un espacio en blanco en el original paraacoger el nombre de cada una de las iglesias del rea. Se argumen-ta, adems, que la razn por la que tenemos Efeso en el libro delNuevo Testamento se debe a que solamente sobrevivi la copia efe-sia de esta carta circular.

    Saludos (1:1-5) / 21

    procede ahora a redactar un saludo. Gracia y paz seana vosotros es la frmula del apstol, que aparece en

    to~as sus cartas a las iglesias. Algunos creen que elapostol Pablo acu esta expresin y que otros la to-maron de l. El saludo griego normal era chairein,

    ~ozo a v~sotros. Aqu es cambiado a charis, que sig-mfica graCIa a vosotros. Paz (griego, eirene; hebreo,shalom) es el saludo hebreo. Sera de esperar que el

    ap~stol de los gen~iles utilizara un saludo griego al di-nglrse a los gentiles, especialmente al escribir a lasiglesias del oriente griego. Pero l enlaza el saludo grie-go. con el hebreo, simbolizando la unin de judo y degnego en un solo cuerpo, habiendo sido quebrantada

    l~ pared i~termed~a.de separacin en Cristo. Los gen-tI~es h~n SIdo a~mltldos ahora a los privilegios que ha-blan SIdo pecuhares a Israel. La gracia precede siem-pre a la paz en estos saludos, debido a que se tieneqt;e extender el favor libre e inmerecido que viene deDIOS, antes de que el individuo pueda experimentar lapaz con Dios y la paz de Dios. Findlay expresa bien estarelacin:

    La .gracia es la suma de todas las bendiciones dadaspor DlOS; paz... la suma de todas las bendiciones experi-me~tadas por el hombre. La gracia es la buena voluntady nquezas del Padre en Cristo a Sus hijos, sin ellos me.recerlas; la paz, el descanso y la reconciliacin, la saludy el contento recuperados del hijo trado al hogar a lacasa del Padre, habitando en la luz del rostro de u Pa-dre. La grac;ia es la fuente del amor redentor; la paz esel ro de VIda que mana del trono de Dios y del Corde-ro, que fluye calmada y profundamente en cada almacreyente, el ro cuyos arroyos dan contento a la ciudadde Dios.2

    _La gracia:t la paz vienen de Dios el Padre y nuestroSenor Jesu~rtsto. El segundo .de no se halla en griego,y no debena ponerse. La graCIa y la paz provienen deuna sola fuente divina. El Padre y el Hijo colaboran en. 2; Gl?orge C. Findlay, Tbe Epistle to tbe Gentiles, The Expo-

    sitor s Blble, ed. W. Robertson Nlcoll, pp. S, 819.

    20/ Glatas

    algunos han supuesto, puesto que nunca asocia consi-go a una iglesia en ninguna de sus otras epstolas. Esprobable que stos sean simplemente sus amigos y co-laboradores especiales con l en aquel tiempo. Herma-nos (adelfoi) se aplicaba como trmino significandoasociaciones religiosas, ya tan temprano como el si-glo II a.C. Pero recibi una nueva profundidad y belle-za de parte de los cristianos. Los hermanos cristianosson individuos que disfrutan de un lazo comn, debidoa que han llegado a ser miembros de la familia de lafe, sobre la base de la obra acabada de Cristo.

    Las destinatarias de la epstola son las iglesias deGalacia. Como ya se ha sealado en la Introduccin,stas se hallaban localizadas, probablemente, en Derbe,Listra, Iconio y Antioqua de Pisidia. Posiblemente,sta sea la nica ocasin en que Pablo se dirige a ungrupo de iglesias, aunque la carta a los Efesios 1 puedetambin haberse tratado de una carta circular a las igle-sias de la parte occidental de la provincia de Asia Me-nor.

    Iglesia (griego, ekklesia) es una palabra hermosa.Significa llamados afuera y, en el contexto del NuevoTestamento, se refiere a individuos llamados por la gra-cia de Dios afuera de un mundo condenado y en agona.Naturalmente, estos llamados afuera deben permane-cer en su sociedad como sal y luz, para llevar a caboel propsito que Dios tenga para ellos all. Pablo uti-lizaba el trmino iglesia para referirse a una asambleareunida para adorar (l.a Ca. 14:28), a un grupo de indi-viduos reunindose en una casa (Flm. 2), a los creyentesde una ciudad (Ro. 16: 1), y a todo el cuerpo de creyen-tes en todas partes (Col. 1: 18,24).

    Siguiendo la forma epistolaria apropiada, el escritorse ha identificado a s mismo y a sus destinatarios y

    1. Efeso (Ef. 1:1) no aparece en los mejores manuscritos yalgunos arguyen que se dej un espacio en blanco en el original paraacoger el nombre de cada una de las iglesias del rea. Se argumen-ta, adems, que la razn por la que tenemos Efeso en el libro delNuevo Testamento se debe a que solamente sobrevivi la copia efe-sia de esta carta circular.

    Saludos (1:1-5) / 21

    procede ahora a redactar un saludo. Gracia y paz seana vosotros es la frmula del apstol, que aparece en

    to~as sus cartas a las iglesias. Algunos creen que elapostol Pablo acu esta expresin y que otros la to-maron de l. El saludo griego normal era chairein,

    ~ozo a v~sotros. Aqu es cambiado a charis, que sig-mfica graCIa a vosotros. Paz (griego, eirene; hebreo,shalom) es el saludo hebreo. Sera de esperar que el

    ap~stol de los gen~iles utilizara un saludo griego al di-nglrse a los gentiles, especialmente al escribir a lasiglesias del oriente griego. Pero l enlaza el saludo grie-go. con el hebreo, simbolizando la unin de judo y degnego en un solo cuerpo, habiendo sido quebrantada

    l~ pared i~termed~a.de separacin en Cristo. Los gen-tI~es h~n SIdo a~mltldos ahora a los privilegios que ha-blan SIdo pecuhares a Israel. La gracia precede siem-pre a la paz en estos saludos, debido a que se tieneqt;e extender el favor libre e inmerecido que viene deDIOS, antes de que el individuo pueda experimentar lapaz con Dios y la paz de Dios. Findlay expresa bien estarelacin:

    La .gracia es la suma de todas las bendiciones dadaspor DlOS; paz... la suma de todas las bendiciones experi-me~tadas por el hombre. La gracia es la buena voluntady nquezas del Padre en Cristo a Sus hijos, sin ellos me.recerlas; la paz, el descanso y la reconciliacin, la saludy el contento recuperados del hijo trado al hogar a lacasa del Padre, habitando en la luz del rostro de u Pa-dre. La grac;ia es la fuente del amor redentor; la paz esel ro de VIda que mana del trono de Dios y del Corde-ro, que fluye calmada y profundamente en cada almacreyente, el ro cuyos arroyos dan contento a la ciudadde Dios.2

    _La gracia:t la paz vienen de Dios el Padre y nuestroSenor Jesu~rtsto. El segundo .de no se halla en griego,y no debena ponerse. La graCIa y la paz provienen deuna sola fuente divina. El Padre y el Hijo colaboran en. 2; Gl?orge C. Findlay, Tbe Epistle to tbe Gentiles, The Expo-

    sitor s Blble, ed. W. Robertson Nlcoll, pp. S, 819.

  • 22/ Glatas

    la unin ms estrecha en la preparacin y ejecucindel plan de la redencin del hombre. Nada habla conms fuerza de la deidad de Cristo que la manera enque es asociado aqu con el Padre.

    Aunque el Padre y el Hijo pueden haber cooperadototalmente al preparar el plan de redencin, fue el Hijoquien se dio a S mismo a la muerte como ofrendapor nuestros pecados (1:4). Esta es una afirmacin dela verdadera base para la aceptacin delante de Dios.Al volverse a un sistema de salvacin sobre la base delas buenas obras, los glatas haban dejado a.un ~ado,en la prctica, la gracia de Dios y la. muerte Vlcana deCristo (cp. 2:21; 5:4). Algunos pasajes del Nuevo Tes-tamento ~e refieren a que Cristo se dio a S mismo porel pecado y otros se refieren a Su sacrificio por los pe-cadores. Los primeros enmarcan el efecto de Su obra altratar con el pecado y los ltimos en el motivo de Susacrificio: Su amor por los pecadores.

    Cristo se dio a S mismo por nuestros pecados, a finde librarnos de este presente mundo malo. Nuestrospecados nos esclavizaban y. Cristo vino a arra~carnos,a liberarnos, de una esclaVItud. El verbo en gnego su-giere que Aquel que nos libera tiene un inters en el re-sultado de Su accin. Ciertamente, la liberacin ven-dra mediante la obra de Cristo, no mediante esfuerzoshumanos. Este presente mundo [siglo] malo se re-fiere a las influencias corruptoras del mundo y de susobras. Esta frase ha sido bien traducida como la pre-sente poca con sus maldades. Esta poca se halla bajoun dios (2.a Ca. 4: 4) o prncipes (l.a Ca. 2: 6) suyos qu~se hallan en oposicin al Dios eterno, el Rey de los SI-glos (l.a Ti. 1: 17; cp. Ef. 2: 2-7).

    La muerte de Cristo en la cruz fue conforme a lavoluntad de Dios. Jess se hallaba plenamente cons-ciente, a lo largo de todo Su ministerio, de que lo queEl haca lo haca siguiendo un plan predeterminado yque El s~ hallaba sujeto a aquel plan. En unas ocasio-nes predijo Su muerte, sepultura y resurreccin. Cuan-do se hallaba en un momento de peligro El poda sa-

    Saludos (1:1-5) 123

    ber que. .todava no haba llegado Su hora. Se le citacomo dIcIendo: Vengo, oh Dios, p.ara hacer Tu volun-tad (He. 10: 7). Despus de Su oracin en el huertode Getseman, or: Padre... , aparta de m esta copa'mas no lo que yo quiero, sino lo que t (Mr. 14:36):

    Nue~tro Dios y Padre. La salvacin fue previstapor el DIOS soberano, que slo por gracia ha venido aser nuestro Padre. Permanecemos en una relacin filialco~ El sin ningn .esfuerzo de ~uestra parte. As, elapost?l abre el camInO para el pnncipal argumento de1';\ ,eplstola. A continuacin, prorrumpe en una expre-SIOn de ala~anzapara ~n Dios tan maravilloso. A quiensea la glona, la glon~ que es exclusivamente Suya yque le p.e~tenece propIamente a El. Esta gloria no lacompartIra con los hombres ni rendir a los hombrespara. que busquen ganar su salvacin en todo o en part~medI';lnte sus propios esfuerzos. A travs de toda laeternIdad solamente El ser el objeto de la alabanzaP?,r parte de los redimidos, que testifican que la salva-Clan es de Jehov (Jan. 2: 9).

    22/ Glatas

    la unin ms estrecha en la preparacin y ejecucindel plan de la redencin del hombre. Nada habla conms fuerza de la deidad de Cristo que la manera enque es asociado aqu con el Padre.

    Aunque el Padre y el Hijo pueden haber cooperadototalmente al preparar el plan de redencin, fue el Hijoquien se dio a S mismo a la muerte como ofrendapor nuestros pecados (1:4). Esta es una afirmacin dela verdadera base para la aceptacin delante de Dios.Al volverse a un sistema de salvacin sobre la base delas buenas obras, los glatas haban dejado a.un ~ado,en la prctica, la gracia de Dios y la. muerte Vlcana deCristo (cp. 2:21; 5:4). Algunos pasajes del Nuevo Tes-tamento ~e refieren a que Cristo se dio a S mismo porel pecado y otros se refieren a Su sacrificio por los pe-cadores. Los primeros enmarcan el efecto de Su obra altratar con el pecado y los ltimos en el motivo de Susacrificio: Su amor por los pecadores.

    Cristo se dio a S mismo por nuestros pecados, a finde librarnos de este presente mundo malo. Nuestrospecados nos esclavizaban y. Cristo vino a arra~carnos,a liberarnos, de una esclaVItud. El verbo en gnego su-giere que Aquel que nos libera tiene un inters en el re-sultado de Su accin. Ciertamente, la liberacin ven-dra mediante la obra de Cristo, no mediante esfuerzoshumanos. Este presente mundo [siglo] malo se re-fiere a las influencias corruptoras del mundo y de susobras. Esta frase ha sido bien traducida como la pre-sente poca con sus maldades. Esta poca se halla bajoun dios (2.a Ca. 4: 4) o prncipes (l.a Ca. 2: 6) suyos qu~se hallan en oposicin al Dios eterno, el Rey de los SI-glos (l.a Ti. 1: 17; cp. Ef. 2: 2-7).

    La muerte de Cristo en la cruz fue conforme a lavoluntad de Dios. Jess se hallaba plenamente cons-ciente, a lo largo de todo Su ministerio, de que lo queEl haca lo haca siguiendo un plan predeterminado yque El s~ hallaba sujeto a aquel plan. En unas ocasio-nes predijo Su muerte, sepultura y resurreccin. Cuan-do se hallaba en un momento de peligro El poda sa-

    Saludos (1:1-5) 123

    ber que. .todava no haba llegado Su hora. Se le citacomo dIcIendo: Vengo, oh Dios, p.ara hacer Tu volun-tad (He. 10: 7). Despus de Su oracin en el huertode Getseman, or: Padre... , aparta de m esta copa'mas no lo que yo quiero, sino lo que t (Mr. 14:36):

    Nue~tro Dios y Padre. La salvacin fue previstapor el DIOS soberano, que slo por gracia ha venido aser nuestro Padre. Permanecemos en una relacin filialco~ El sin ningn .esfuerzo de ~uestra parte. As, elapost?l abre el camInO para el pnncipal argumento de1';\ ,eplstola. A continuacin, prorrumpe en una expre-SIOn de ala~anzapara ~n Dios tan maravilloso. A quiensea la glona, la glon~ que es exclusivamente Suya yque le p.e~tenece propIamente a El. Esta gloria no lacompartIra con los hombres ni rendir a los hombrespara. que busquen ganar su salvacin en todo o en part~medI';lnte sus propios esfuerzos. A travs de toda laeternIdad solamente El ser el objeto de la alabanzaP?,r parte de los redimidos, que testifican que la salva-Clan es de Jehov (Jan. 2: 9).

  • 2EL MOTIVO: EL ABANDONO

    DE LA LIBERTAD CRISTIANA1:6-9

    CELOSO POR LA GLORIA de Dios, el apstol se lanza de in-mediato a la vehemente denuncia del abandono, porparte de los glatas, de la libertad cristiana, para si-tuarse sobre un terreno legalista. Ya que los glatas es-taban negando as la gracia de Dios y el mensaje quePablo predicaba, l omite la accin de gracias, general-mente extensa, por las iglesias que l haba estableci-do, y en lugar de ello, les reprende por su infidelidada la verdad.

    Me maravillo, o asombro (el verbo implica confrecuencia el asombro ante algo digno de censura) deque tan pronto os hayis apartado de l. Apartadoest en el tiempo presente medio del griego y por ellodebera traducirse como estis en camino de aparta-ros. En otras palabras, eran responsables de su pro-pia desercin, y el proceso no se haba an completa-do. No obstante, segn se va desarrollando el argumento de la epstola, el apstol pone en claro que losglatas no eran totalmente los responsables de su apos-tasa; maestros falsos (judaizantes) haban entrado entre ellos con su atrayente mensaje. Tan pronto se in-terpreta de varias maneras. Si se traduce como tanrpidamente o tan pronto, puede aplicarse al corto

    2EL MOTIVO: EL ABANDONO

    DE LA LIBERTAD CRISTIANA1:6-9

    CELOSO POR LA GLORIA de Dios, el apstol se lanza de in-mediato a la vehemente denuncia del abandono, porparte de los glatas, de la libertad cristiana, para si-tuarse sobre un terreno legalista. Ya que los glatas es-taban negando as la gracia de Dios y el mensaje quePablo predicaba, l omite la accin de gracias, general-mente extensa, por las iglesias que l haba estableci-do, y en lugar de ello, les reprende por su infidelidada la verdad.

    Me maravillo, o asombro (el verbo implica confrecuencia el asombro ante algo digno de censura) deque tan pronto os hayis apartado de l. Apartadoest en el tiempo presente medio del griego y por ellodebera traducirse como estis en camino de aparta-ros. En otras palabras, eran responsables de su pro-pia desercin, y el proceso no se haba an completa-do. No obstante, segn se va desarrollando el argumento de la epstola, el apstol pone en claro que losglatas no eran totalmente los responsables de su apos-tasa; maestros falsos (judaizantes) haban entrado entre ellos con su atrayente mensaje. Tan pronto se in-terpreta de varias maneras. Si se traduce como tanrpidamente o tan pronto, puede aplicarse al corto

  • 261 Glatas

    tiempo que haba transcurrido desde la llegada de losfalsos maestros, o despus de la partida de Pablo, odespus de su salvacin, antes de que se volvieran de laverdadera fe. Quizs una traduccin mejor sea tanprontamente. Es posible que el apstol les est acu-sando de algo parecido a la volubilidad: Me asombraque estis cambiando vuestra posicin con tanta pron-titud. El cambio o apartamiento fue del que os lla-m. El que llama en gracia tiene que ser el Padre,porque as se le representa generalmente en las eps-tolas (p. ej., Gl. 1:15; Ef. 1:3-5). La afirmacin de quese estaban apartando de Dios tiene que haber sobre-saltado a los glatas. Es indudable que ellos crean queestaban complaciendo al Padre al guardar la ley, comolo pensaban los judos y Pablo antes de su conversin.Pero el Padre llama ahora en la gracia de Cristo, elinstrumento mediante el cual, o el elemento en el que,El nos llama a salvacin.

    Otro [gr., heteron] evangelio (1:6) significa otrode un tipo diferente, que nada tiene que ver con elevangelio verdadero. En el versculo 7, la palabra griegapara otro es allo y significa otro del mismo tipo.As que el evangelio al que los glatas se han vuelto noes en absoluto del mismo tipo que el que Pablo pre-dica.

    Algunos que os perturban es una descripcin deli-beradamente vaga de judaizantes, a los que el apstoltrata con desprecio. Aparentemente, no se trataba deglatas, sino de extraos venidos de afuera que tratabande pervertir el evangelio. El griego tiene ms bien elsentido de invertir. Si ellos seguan a estos maestrosiban, ciertamente, a dar un paso hacia atrs muy grave.Sera un paso atrs para volverse de nuevo a los dbi-les y pobres rudimentos (G. 4: 9) o a pensar que, ha-biendo empezado en el Espritu, iban ahora a perfeccio-narse por la carne (3: 3). Parece que lo que los judaizan-tes estaban enseando era la necesidad de la circunci-sin y la observancia de la ley, a fin de poder llegar a

    El motivo: el abandono de la libertad cristiana (1:6-9) 127

    una verdadera madurez los que estaban confiando enCristo. (Ver Hch. 15:24, en el que perturbar es la mismapalapra griega que en G. 1: 7.)

    El versculo 8 establece realmente la imposibilidadde que se proclame otro evangelio. Pablo y sus com-paeros no lo harn; Dios no ha ordenado que los n-geles lo hagan. En el versculo 7 Pablo niega la exis-tencia de otro evangelio del mismo tipo que el que lha predicado a los glatas. Ahora les dice que si cual-quier otro, sea quien fuere, les predica otro ev~~gelio(puede traducirse como contrario a o en adiclOn a)que el que l ha predicado, el tal sea anatema. Ana-tema es la palabra utilizada en la Septuaginta (tra-duccin griega del Antiguo Testamento) como traduc-cin de la palabra hebrea cherem, una cosa consagra-da a Dios, para preservacin o destruccin. Mientrasque en algunos escritos rabnicos significa simplemen!eexcomunin, Pablo la utiliza aqu como la forma masintensa posible de maldicin. As como Pablo lanz unamaldicin sobre los que aadieran a las demandas delevangelio, as Juan lanz una maldicin a los .que aa-dieran o sustrajeran al mensaje de la revelaclOn dadaen Apocalipsis (ver Ap. 22: 18-19).

    Aparentemente, el versculo 9 parece ser principal-mente una repeticin de la maldicin enunciada en elversculo 8. Pero hay diferencias importantes. En elversculo 8 se utiliza el subjuntivo anunciare. En elversculo 9, el griego sugiere que, por lo menos, unapersona est realmente predicando este falso evange-lio. Otra diferencia es que, en el versculo 9 Pablo ob-serva: Como antes hemos dicho. Esto es demasiadoenftico para referirse al versculo anterior y se asumeque se refiere a la ltima visita del apstol a ellos. Enaquella ocasin, l sinti la necesidad de exhortarles encontra de posibles falsas enseanzas que, aparentemen-te, no les haban an llegado. Adems, mientras que elversculo 8 se refiere a la predicacin de Pablo entreellos, el versculo 9 alude a la recepcin de su mensaje.

    261 Glatas

    tiempo que haba transcurrido desde la llegada de losfalsos maestros, o despus de la partida de Pablo, odespus de su salvacin, antes de que se volvieran de laverdadera fe. Quizs una traduccin mejor sea tanprontamente. Es posible que el apstol les est acu-sando de algo parecido a la volubilidad: Me asombraque estis cambiando vuestra posicin con tanta pron-titud. El cambio o apartamiento fue del que os lla-m. El que llama en gracia tiene que ser el Padre,porque as se le representa generalmente en las eps-tolas (p. ej., Gl. 1:15; Ef. 1:3-5). La afirmacin de quese estaban apartando de Dios tiene que haber sobre-saltado a los glatas. Es indudable que ellos crean queestaban complaciendo al Padre al guardar la ley, comolo pensaban los judos y Pablo antes de su conversin.Pero el Padre llama ahora en la gracia de Cristo, elinstrumento mediante el cual, o el elemento en el que,El nos llama a salvacin.

    Otro [gr., heteron] evangelio (1:6) significa otrode un tipo diferente, que nada tiene que ver con elevangelio verdadero. En el versculo 7, la palabra griegapara otro es allo y significa otro del mismo tipo.As que el evangelio al que los glatas se han vuelto noes en absoluto del mismo tipo que el que Pablo pre-dica.

    Algunos que os perturban es una descripcin deli-beradamente vaga de judaizantes, a los que el apstoltrata con desprecio. Aparentemente, no se trataba deglatas, sino de extraos venidos de afuera que tratabande pervertir el evangelio. El griego tiene ms bien elsentido de invertir. Si ellos seguan a estos maestrosiban, ciertamente, a dar un paso hacia atrs muy grave.Sera un paso atrs para volverse de nuevo a los dbi-les y pobres rudimentos (G. 4: 9) o a pensar que, ha-biendo empezado en el Espritu, iban ahora a perfeccio-narse por la carne (3: 3). Parece que lo que los judaizan-tes estaban enseando era la necesidad de la circunci-sin y la observancia de la ley, a fin de poder llegar a

    El motivo: el abandono de la libertad cristiana (1:6-9) 127

    una verdadera madurez los que estaban confiando enCristo. (Ver Hch. 15:24, en el que perturbar es la mismapalapra griega que en G. 1: 7.)

    El versculo 8 establece realmente la imposibilidadde que se proclame otro evangelio. Pablo y sus com-paeros no lo harn; Dios no ha ordenado que los n-geles lo hagan. En el versculo 7 Pablo niega la exis-tencia de otro evangelio del mismo tipo que el que lha predicado a los glatas. Ahora les dice que si cual-quier otro, sea quien fuere, les predica otro ev~~gelio(puede traducirse como contrario a o en adiclOn a)que el que l ha predicado, el tal sea anatema. Ana-tema es la palabra utilizada en la Septuaginta (tra-duccin griega del Antiguo Testamento) como traduc-cin de la palabra hebrea cherem, una cosa consagra-da a Dios, para preservacin o destruccin. Mientrasque en algunos escritos rabnicos significa simplemen!eexcomunin, Pablo la utiliza aqu como la forma masintensa posible de maldicin. As como Pablo lanz unamaldicin sobre los que aadieran a las demandas delevangelio, as Juan lanz una maldicin a los .que aa-dieran o sustrajeran al mensaje de la revelaclOn dadaen Apocalipsis (ver Ap. 22: 18-19).

    Aparentemente, el versculo 9 parece ser principal-mente una repeticin de la maldicin enunciada en elversculo 8. Pero hay diferencias importantes. En elversculo 8 se utiliza el subjuntivo anunciare. En elversculo 9, el griego sugiere que, por lo menos, unapersona est realmente predicando este falso evange-lio. Otra diferencia es que, en el versculo 9 Pablo ob-serva: Como antes hemos dicho. Esto es demasiadoenftico para referirse al versculo anterior y se asumeque se refiere a la ltima visita del apstol a ellos. Enaquella ocasin, l sinti la necesidad de exhortarles encontra de posibles falsas enseanzas que, aparentemen-te, no les haban an llegado. Adems, mientras que elversculo 8 se refiere a la predicacin de Pablo entreellos, el versculo 9 alude a la recepcin de su mensaje.

  • 281 Glatas

    As que este versculo tiene realmente un tono muyfuerte. Recuerda las advertencias en contra de la inmi-nente apostasa, hechas por el apstol en persona, alu-de a un estallido de enseanza hertica entre ellos, lesrecuerda su genuina recepcin de la verdad de manosde l, y pronuncia una maldicin sobre los falsos maes-tros que les estaban subvirtiendo. 3

    PABLO DEFIENDE SU DERECHO APREDICAR LA LIBERTAD CRISTIANA

    1:10-2:21

    SU APOSTOLADO, BASADO EN LA INTERVENCIONDIVINA EN SU VIDA

    (1:10-17)PABLO PASA AHORA a la siguiente seccin principal de laepstola, en la que l defiende su derecho a predicar elevangelio de la gracia y de la libertad cristiana. Tieneque vindicar de una forma clara su apostolado, antesde poder vindicar su mensaje. De inmediato, pasa a ladefensiva: Estoy ahora persuadiendo a los hombres,en lugar de a Dios? (1: 10). Probablemente estaba sien-do acusado de sacrificar la verdad de Dios o de suavi-zar verdades mal acogidas por los hombres, a fin de po-drselos ganar a su manera de pensar. Esto se aplicara,en especial, al dejar a un lado la demanda de guardar laley por parte de los creyentes gentiles, en un esfuerzopor ganar su apoyo, acomodando el evangelio a los pa-ganos. Pablo admite que hubo una poca en la que in-tent complacer a los hombres (

  • 30/ Glatas

    fin de evitar persecucin. En realidad, Pablo estaba ocu-pado en buscar el complacer a Dios nicamente. Ya hapuesto en claro en esta epstola que la salvacin es so-lamente por la gracia y que se puede disfrutar verda-dera libertad cristiana -ser liberado de este presentemundo malo- solamente por el poder de Cristo. Comoiba a quedar muy claro de la experiencia de Pablo, lapredicacin de este tipo no iba a complacer a los hom-bres, ni tampoco le llevara a una vida ms fcil. En lu-gar de ello, el camino sera muy difcil, involucrandomucho sufrimiento fsico, e incluso la muerte.

    Os certifico (l: 11), o hago saber (gr., gnorizo), esuna palabra que aparece solamente en las cartas a loscorintios, casi contemporneas (1.8 Co. 12:3; 15: 1; 2.aCo. 8: 1), e introduce, en cada caso, asuntos de granimportancia. Pablo se dirige a los hermanos en estaepstola en riueve ocasiones, significando, no solamentesu posicin en Cristo, sino tambin su conocimientopersonal de ellos. El no les era un extrao. El habapredicado entre ellos, y ellos le haban recibido a l y asu evangelio. Evangelio se refiere, en ocasiones, a he-chos histricos bsicos tales como la muerte, sepulturay resurreccin de Cristo y, en algunas ocasiones, a lainterpretacin y aplicacin de estos hechos en trmi-nos de salvacin por la fe, etc. Esto ltimo es lo quel significa aqu, debido a que los judaizantes acepta-ran lo primero, pero alteraran los aspectos de la apli-cacin de la obra de Cristo a la humanidad. Pablo in-siste en su afirmacin de que su evangelio no es segnhombre (1: 11) ni de hombre, ya sea en naturaleza o au-toridad. No es medido por meras normas humanas,sino que est por encima de la invencin humana. Siel hombre fuera el responsable del plan de salvacin,introducira en l grandes dosis de obras humanas. Poruna parte, no puede concebir una salvacin otorgadapor la gracia de Dios solamente, y, por otra, no deseaun arreglo humillante, en el que no pueda conseguir elcrdito de haberlo hecho mayormente por s mismo. Elhombre quiere ver reconocidos sus esfuerzos.

    Pablo defiende su derecho ... libertad cristiana (1:10-2:21) / 31

    El apstol adelanta ahora otro paso ms en suspensamientos. No solamente no estaba su mensaje porencima de la inventiva humana, sino que no lo recibide ningn hombre, como eslabn intermedio; esto es,no lo aprendi por enseanza humana, como sus con-vertidos lo haban aprendido. Ni lo aprendi de ningnhombre; la labor de aprendizaje estaba ausente. Perol lo recibi por revelacin de Jesucristo. Pablo ob-tuvo su mensaje por revelacin directa de Jesucristo,as como los Doce lo haban aprendido de Sus labios(cp. Mt. 16: 17). Segn parece, esta revelacin empezcon la visin en el Camino de Damasco y continu du-rante sus tres aos de aislamiento en Arabia (G. 1: 17-18).

    En los versculos 13 y 14, el apstol pone en claroque no hubo preparacin para esta vida en los das quel vivi antes de su conversin. Evidentemente, su men-saje actual no hubiera podido haberse originado en suantigua forma de vivir. Habis odo, probablementede boca del mismo Pablo o de sus amigos cuando esta-ba evangelizando entre ellos, de mi antigua conversa-cin [forma de vivir] en los tiempos pasados en el ju-dasmo. Ioudaisma indica todo lo que le es peculiar aljudasmo. Se refiere al gobierno, leyes, instituciones yreligin de los judos. No hay nada particul\rmente des-preciativo en este trmino. A continuacin, el apstolcontina mostrndoles cmo su vida anterior no hubie-ra podido ser una preparacin para su ministerio ac-tual, mediante la ~firmacin de lo que l acostumbrabaa hacer. Persegua, asolaba y aventajaba se ha-llan todos en el tiempo imperfecto del griego, indi-cando todos ellos la larga continuidad de este modo devida. Perseveraba fervientemente en la persecucin dela iglesia y en asolarla~ Violento en su persecucin delos creyentes en Jerusaln (9: 13), era incluso responsa-ble de la muerte de algunos (26: 11). Pero sus esfuerzospersecutorios se extendan a otras ciudades, adems deJerusaln, y Pablo estaba camino de Damasco para per-

    30/ Glatas

    fin de evitar persecucin. En realidad, Pablo estaba ocu-pado en buscar el complacer a Dios nicamente. Ya hapuesto en claro en esta epstola que la salvacin es so-lamente por la gracia y que se puede disfrutar verda-dera libertad cristiana -ser liberado de este presentemundo malo- solamente por el poder de Cristo. Comoiba a quedar muy claro de la experiencia de Pablo, lapredicacin de este tipo no iba a complacer a los hom-bres, ni tampoco le llevara a una vida ms fcil. En lu-gar de ello, el camino sera muy difcil, involucrandomucho sufrimiento fsico, e incluso la muerte.

    Os certifico (l: 11), o hago saber (gr., gnorizo), esuna palabra que aparece solamente en las cartas a loscorintios, casi contemporneas (1.8 Co. 12:3; 15: 1; 2.aCo. 8: 1), e introduce, en cada caso, asuntos de granimportancia. Pablo se dirige a los hermanos en estaepstola en riueve ocasiones, significando, no solamentesu posicin en Cristo, sino tambin su conocimientopersonal de ellos. El no les era un extrao. El habapredicado entre ellos, y ellos le haban recibido a l y asu evangelio. Evangelio se refiere, en ocasiones, a he-chos histricos bsicos tales como la muerte, sepulturay resurreccin de Cristo y, en algunas ocasiones, a lainterpretacin y aplicacin de estos hechos en trmi-nos de salvacin por la fe, etc. Esto ltimo es lo quel significa aqu, debido a que los judaizantes acepta-ran lo primero, pero alteraran los aspectos de la apli-cacin de la obra de Cristo a la humanidad. Pablo in-siste en su afirmacin de que su evangelio no es segnhombre (1: 11) ni de hombre, ya sea en naturaleza o au-toridad. No es medido por meras normas humanas,sino que est por encima de la invencin humana. Siel hombre fuera el responsable del plan de salvacin,introducira en l grandes dosis de obras humanas. Poruna parte, no puede concebir una salvacin otorgadapor la gracia de Dios solamente, y, por otra, no deseaun arreglo humillante, en el que no pueda conseguir elcrdito de haberlo hecho mayormente por s mismo. Elhombre quiere ver reconocidos sus esfuerzos.

    Pablo defiende su derecho ... libertad cristiana (1:10-2:21) / 31

    El apstol adelanta ahora otro paso ms en suspensamientos. No solamente no estaba su mensaje porencima de la inventiva humana, sino que no lo recibide ningn hombre, como eslabn intermedio; esto es,no lo aprendi por enseanza humana, como sus con-vertidos lo haban aprendido. Ni lo aprendi de ningnhombre; la labor de aprendizaje estaba ausente. Perol lo recibi por revelacin de Jesucristo. Pablo ob-tuvo su mensaje por revelacin directa de Jesucristo,as como los Doce lo haban aprendido de Sus labios(cp. Mt. 16: 17). Segn parece, esta revelacin empezcon la visin en el Camino de Damasco y continu du-rante sus tres aos de aislamiento en Arabia (G. 1: 17-18).

    En los versculos 13 y 14, el apstol pone en claroque no hubo preparacin para esta vida en los das quel vivi antes de su conversin. Evidentemente, su men-saje actual no hubiera podido haberse originado en suantigua forma de vivir. Habis odo, probablementede boca del mismo Pablo o de sus amigos cuando esta-ba evangelizando entre ellos, de mi antigua conversa-cin [forma de vivir] en los tiempos pasados en el ju-dasmo. Ioudaisma indica todo lo que le es peculiar aljudasmo. Se refiere al gobierno, leyes, instituciones yreligin de los judos. No hay nada particul\rmente des-preciativo en este trmino. A continuacin, el apstolcontina mostrndoles cmo su vida anterior no hubie-ra podido ser una preparacin para su ministerio ac-tual, mediante la ~firmacin de lo que l acostumbrabaa hacer. Persegua, asolaba y aventajaba se ha-llan todos en el tiempo imperfecto del griego, indi-cando todos ellos la larga continuidad de este modo devida. Perseveraba fervientemente en la persecucin dela iglesia y en asolarla~ Violento en su persecucin delos creyentes en Jerusaln (9: 13), era incluso responsa-ble de la muerte de algunos (26: 11). Pero sus esfuerzospersecutorios se extendan a otras ciudades, adems deJerusaln, y Pablo estaba camino de Damasco para per-

  • 321 Glatas

    seguir all a los creyentes, cuando Dios se enfrent a ly cambi toda su forma de vivir (26: 12-18).

    Ya que Pablo, un judo muy devoto, estaba involu-crado en una persecucin tan violenta de la iglesia, esevidente que los judos del perodo del Nuevo Testa-mento no eran miembros de la iglesia por nacimientonatural. Es cierto que se denomina a los judos en el de-sierto del Sina bajo la gua de Moiss con el trminoekklesia, una gente llamada afuera de entre las na-ciones como testimonio a Dios (Hch. 7:38). Pero se tie-ne que considerar a la iglesia del Nuevo Testamento,como cuerpo de creyentes, como una comunin distintade judos y gentiles (ver l.a Ca. 10: 32). En su celo, Pa-blo aventaja, o, ms bien, continuaba adelantando,en el judasmo. Continuar adelantando (prokopto) pue-de tener en ocasiones connotaciones buenas o malas,pero parece que aqu se utiliza en un sentido neutral.Saulo adelantaba en el judasmo mucho ms que mu-chos de sus iguales, o de su propia edad, mostrandoun gran celo por las tradiciones de sus padres. Lastradiciones de mis padres aqu no se refiere a las leyesnacionales o a las costumbres de Israel, sino a la leyo tradiciones orales, especialmente tal y como las man-tenan los fariseos. La familia de Saulo mantena sumembresa en una de las sectas fariseas ms estrictas.

    Mientras Saulo continuaba adelantando en el judas-mo, gozando de un gran xito y prestigio, Dios tenaotros planes para l. Pero -el contraste est entre lavida anterior de Saulo y lo que iba a suceder despusde la intervencin de Dios-, Dios le apart (1: 15)(

  • 34/ Glatas

    Dios. Consultar aqu significa disponer cualquierasunto a la vista de otros con el objeto de obtener con-sejo o instruccin. Carne y sangre se refiere a ~a~ li-mitaciones o debilidades de los hombres. Los debtleshombres no podran aadir demasiado a una reveacindivina.

    Ni (lit., ni tan siquiera) subi Pablo a Jerusalndespus de su conversin a consultar con los apstoles(1: 17). A pesar de que l decidi no consultar con otros,se hubiera podido esperar de l que con~ultara con !osapstoles; pero ste no fue el caso. ((Sublr a Jer:usalensera a menudo necesario desde un punto de VIsta geo-grfico, porque la ciudad se halla a casi ocho~ientosmetros (2.500 pies) de altura y es, por ello, mas alto quela mayor parte de los lugares de Palestina. Adems,su significado religioso como ~siento del templo .Y dela Iglesia madre elevaba a la CIUdad en el pensamIentode la mayor parte de la gente, por lo que normalmentehablaban de subir a Jerusaln.

    Un apstol es uno enviado a comisionado a predi-car el evangelio. El trmino se aplica especialmente alos Doce, que lleg a incluir a Mat~s despu~s de la de-sercin y muerte de Judas, y es pOSIble que mcluyera aSantiago. Aunque Pablo y Bernab (l.a Co. 9: 1-2; Hch.14: 14) y otros (Ro. 16:7) podan ser designados de talmanera la referencia aqu trata de Jerusaln y se debeutilizar: a causa de ello, en un sentido restrictivo.

    Despus de su conversin en el camino de Damasco,Pablo no busc a nadie para consultar acerca del evan-gelio, sino que se fue a Arabia. Arabia, en aq~el tiempo,estaba dividida en tres secciones. La referencIa en Gla-tas debe ser a Arabia Ptrea, la seccin septentrional deArabia, controlada por los nabateos. Su ~e!no se exten-da desde el Sina hacia el norte hasta Sma. Aretas IVrein desde el 9 a.C. hasta el 40 d.C. Damasco estabaen realidad bajo el gobierno de un gobernador seala-do por Aretas cuando Pablo huy de la ciudad (2.a Co.11: 32). Las exigencias de la narracin de Glatas que-dan completamente satisfechas con la postura de que

    Pablo defiende su derecho ... libertad cristiana (1:10-2:21) / 35

    Pablo sali a la regin alrededor de Damasco duranteeste perodo de tiempo, y que despus volvi a Damas-co. No hay evidencia alguna, y desde luego no lo pare-ce, que Pablo llegara tan al sur como hasta el Sina, .enaquel entonces. Tampoco hay evidencia alguna de quese dedicara a predicar en los pueblos de Siria, como siestuviera de campaa evangelstica. Su propsito al irsefue el de disfrutar de una comunin ininterrumpidacon Dios, en una experiencia de aprendizaje. Despusde tal tiempo estara preparado para predicar.

    SU APOSTOLADO, NO DEPENDIENTEDE LA IGLESIA DE JERUSALEN

    (1:18-24)En esta seccin notamos que Pablo vio solamente

    a dos de los apstoles despus de su estancia en Ara-bia y aun por un corto espacio de tiempo. Adems,ellos reconocieron su ministerio. Despus (epeita)aparece en 1: 18, 1:21, y 2: 1 para introducir tres even-tos en el contacto del apstol con la iglesia de Jerusa-ln: Su presentacin a ellos, su partida para ministrary su retorno a Jerusaln con Bernab. Despus de tresaos. En un esfuerzo por acentuar su independenciade la iglesia de Jerusaln, Pablo hace notar que tresaos enteros transcurrieron entre su conversin y cual-quier contacto significativo con ellos. Cuando al finsubi a ver a Pedro, no fue con el propsito de apren-der el evangelio. Aqu, el significado de ver es el de vi-sitar con el propsito de conocer a. Tan slo permane-ci en Jerusaln durante quince das, no el tiempo su-ficiente para aprender extensivamente ni para llegar aser discpulo de Pedro. Esta visita de Pablo a Jerusalnse toma, por 10 general, como la registrada en Hechos9: 26-29. Repentinamente apartado de su ministerio enDamasco, parece que el apstol trataba de determinaradnde ir a continuacin. Es posible que buscara elconsejo de Pedro con respecto a un futuro curso deaccin.

    34/ Glatas

    Dios. Consultar aqu significa disponer cualquierasunto a la vista de otros con el objeto de obtener con-sejo o instruccin. Carne y sangre se refiere a ~a~ li-mitaciones o debilidades de los hombres. Los debtleshombres no podran aadir demasiado a una reveacindivina.

    Ni (lit., ni tan siquiera) subi Pablo a Jerusalndespus de su conversin a consultar con los apstoles(1: 17). A pesar de que l decidi no consultar con otros,se hubiera podido esperar de l que con~ultara con !osapstoles; pero ste no fue el caso. ((Sublr a Jer:usalensera a menudo necesario desde un punto de VIsta geo-grfico, porque la ciudad se halla a casi ocho~ientosmetros (2.500 pies) de altura y es, por ello, mas alto quela mayor parte de los lugares de Palestina. Adems,su significado religioso como ~siento del templo .Y dela Iglesia madre elevaba a la CIUdad en el pensamIentode la mayor parte de la gente, por lo que normalmentehablaban de subir a Jerusaln.

    Un apstol es uno enviado a comisionado a predi-car el evangelio. El trmino se aplica especialmente alos Doce, que lleg a incluir a Mat~s despu~s de la de-sercin y muerte de Judas, y es pOSIble que mcluyera aSantiago. Aunque Pablo y Bernab (l.a Co. 9: 1-2; Hch.14: 14) y otros (Ro. 16:7) podan ser designados de talmanera la referencia aqu trata de Jerusaln y se debeutilizar: a causa de ello, en un sentido restrictivo.

    Despus de su conversin en el camino de Damasco,Pablo no busc a nadie para consultar acerca del evan-gelio, sino que se fue a Arabia. Arabia, en aq~el tiempo,estaba dividida en tres secciones. La referencIa en Gla-tas debe ser a Arabia Ptrea, la seccin septentrional deArabia, controlada por los nabateos. Su ~e!no se exten-da desde el Sina hacia el norte hasta Sma. Aretas IVrein desde el 9 a.C. hasta el 40 d.C. Damasco estabaen realidad bajo el gobierno de un gobernador seala-do por Aretas cuando Pablo huy de la ciudad (2.a Co.11: 32). Las exigencias de la narracin de Glatas que-dan completamente satisfechas con la postura de que

    Pablo defiende su derecho ... libertad cristiana (1:10-2:21) / 35

    Pablo sali a la regin alrededor de Damasco duranteeste perodo de tiempo, y que despus volvi a Damas-co. No hay evidencia alguna, y desde luego no lo pare-ce, que Pablo llegara tan al sur como hasta el Sina, .enaquel entonces. Tampoco hay evidencia alguna de quese dedicara a predicar en los pueblos de Siria, como siestuviera de campaa evangelstica. Su propsito al irsefue el de disfrutar de una comunin ininterrumpidacon Dios, en una experiencia de aprendizaje. Despusde tal tiempo estara preparado para predicar.

    SU APOSTOLADO, NO DEPENDIENTEDE LA IGLESIA DE JERUSALEN

    (1:18-24)En esta seccin notamos que Pablo vio solamente

    a dos de los apstoles despus de su estancia en Ara-bia y aun por un corto espacio de tiempo. Adems,ellos reconocieron su ministerio. Despus (epeita)aparece en 1: 18, 1:21, y 2: 1 para introducir tres even-tos en el contacto del apstol con la iglesia de Jerusa-ln: Su presentacin a ellos, su partida para ministrary su retorn