«honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. e. serrano...

21
/ ytou Honor y Honra o cómo se comete un error en lexicología por Claude CHAUCHADIS (Universidad de Burdeos) ¿ Son sinónimos los vocablos honoK y hovüia. ? Varios estu- diosos se han planteado este problema, proponiendo soluciones diver- sas. En este artículo, sólo examinaremos intentos de explicación aplicados a la lengua literaria del Siglo de Oro, por corresponder más a los intereses de esta revista y para no caer en la extrema com- plejidad del problema a nivel diacrónico. I - LA SINONIMIA VE HONOR-HONRA Para varios investigadores modernos honXa y honoK corres- ponden a un significado único. Lo escribe Ricardo del Arco y Garay a propósito de las obras de Lope de Vega :"Ante todo advirtamos que Lo- pe emplea indistintamente las palabras honfia. y honok, considerándo- las sinónimas" (1). Lo mismo afirma doña Encarnación Serrano Martínez (1) Ricardo del Arco y Garay, La sociedad española en las obras dramá- ticas de Lope de Vega, Madrid, 1941, p. 441.

Upload: nguyenkhue

Post on 09-Nov-2018

224 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

/ ytou

Honor y Honra o cómo se comete un error

en lexicología

por Claude CHAUCHADIS(Universidad de Burdeos)

¿ Son sinónimos los vocablos honoK y hovüia. ? Varios estu-diosos se han planteado este problema, proponiendo soluciones diver-sas. En este artículo, sólo examinaremos intentos de explicaciónaplicados a la lengua literaria del Siglo de Oro, por correspondermás a los intereses de esta revista y para no caer en la extrema com-plejidad del problema a nivel diacrónico.

I - LA SINONIMIA VE HONOR-HONRA

Para varios investigadores modernos honXa y honoK corres-ponden a un significado único. Lo escribe Ricardo del Arco y Garay apropósito de las obras de Lope de Vega :"Ante todo advirtamos que Lo-pe emplea indistintamente las palabras honfia. y honok, considerándo-las sinónimas" (1). Lo mismo afirma doña Encarnación Serrano Martínez

(1) Ricardo del Arco y Garay, La sociedad española en las obras dramá-ticas de Lope de Vega, Madrid, 1941, p. 441.

Page 2: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

68 Ciaude. CHAUCHAVÏS CKiUcón, 17, 1982

en un estudio especialmente dedicado a la significación de "honneur"y "honor" a través de las literaturas francesa y espartóla : "Ambos/~vocablos_J7 los encontramos utilizados indistintamente en el sigloXVII por los autores más característicos como Cervantes, Lope de Ve-ga y Calderón" (2). Últimamente se puede leer en el libro de JoséAntonio Maravall VoddA, konoK y ÍUtU en zt ¿>¿gto Xl/II, que "lo co-miín se da en el uso indiferenciado de ambos términos" (3).

Desgraciadamente ninguno de estos autores juzga útil daruna justificación de su afirmación por un estudio preciso del léxicoliterario. R. del Arco y Garay encabeza con su aseveración un capítulosobre el honor en las obras dramáticas de Lope de Vega; en dicho capí-tulo acumula las citas que tocan a la noción de honor, pero deja allector el cuidado de averiguar en qué medida honAa y honoK tienen elmismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, nova más allá del siglo XVI en el que establece, en particular en La Ce-¿Utina, una distinción entre los dos vocablos. En cambio, su afirma-ción de la identidad de honoK y honAa. en el siglo XVII no se apoya enninguna cita concreta. En cuanto a José Maravall, su argumentación sedesarrolla esencialmente en un nivel conceptual, pero se limitan susejemplos a una cita de Lope de Vega y otra de Mateo Alemán, lo cuales poco para demostrar una sinonimia.

Se puede pensar que tales investigadores, buenos conocedoresde la literatura del Siglo de Oro, no sienten la necesidad de aducirejemplos precisos. Es de confesar que su punto de vista se ve eficaz-mente avalado por un lexicógrafo contemporáneo de la época estudiada,Sebastián de Cobarruvias, el cual escribe en su TíAOA.0 de. ia íínqua.que "honor vale lo mesmo que honra". Ya un siglo antes otro lexicógra-fo famoso, Antonio de Nebrija, ponía en el mismo plano "honor u honra".Por otra parte ningún moralista, ningún casuista del Siglo de Oro semuestra preocupado por establecer una distinción entre las dos palabras.Cuando se sabe la minucia con la que los teólogos se empeñan en distin-guir honAa. de dama, o de aJtabanza, cabe suponer que para elloshotioA y honAa son equivalentes (4). Las únicas diferencias apun-

(2) Encarnación Irene Serrano Martínez, "Honneur" y "Honor" : su signi-ficación a través de las literaturas francesa y espaftola (desde losorígenes hasta el siglo XVI), Murcia, Publicaciones de la Universidadde Murcia, 1956, p. 47.

(3) José Antonio Maravall, Poder, honor y élites en el siglo XVII, Ma-drid, Siglo Veintiuno, 1979, p. 28.

(4) Así para Bartolomé de Carranza la diferencia es importante en al-gunos casos : "Muchas veces se halla la una sin la otra, porque a losperlados y a los príncipes y a todas las personas que tienen oficio

Page 3: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR Y HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 69

tadas entonces se refieren al nivel de lengua, y no al significado.Conocida es la precisión dada por Juan de Valdés en su V¿álogo de. lalengón, según la cual honoA se reserva a la lengua poética : "Humil,por humilde se dize en verso, pero parecería muy mal en prosa. Lomesmo digo de honor por honra" (5). Un poco más tarde Fray Martín deAzpilcueta, en su TAatado cíe alabanza, considera que honoA es el vo-cablo latino correspondiente a honAa y, no usa en su obra más que lapalabra honAa (6).

II - LA VJFERENClAClÓN HONOR-HONRA

Frente a todas estas autoridades convergentes a favor de lasinonimia de honoA y honAa, seré interesante examinar cómo argumentanlos que sostienen la diferencia entre los dos vocablos. Consideremospues algunas de las hipótesis formuladas en este sentido :

- Américo Castro : "El honor ZA, pero la honra pertenece aalguien, actúa y se está moviendo en una vida. La lengua literariadistinguía entre el honor como concepto y loi ca&OA de. la. honAa" (Ve.la. edad con¿lictLva) ;

- Domingo Ricart : " En el teatro del Siglo de Oro se dis-tingue la honAa, que se recibe y es debida, del honoA que se posee yse defiende" (El conczpto de. la honAa en el teatAO del Siglo de. OAO...);

- A.A. Van Beysterveldt : "honoA peut être considéré commeune possession inaliénable du plus profond de l'être; honAa, par con-tre, comme une possession aliénable, "manoseada", si l'on ose dire,toujours en jeu, toujours menacée" (Ré.peAcuA¿¿oru da ¿oucx. de la pu/te-¿é de ¿ang...) (7).

público, aunque sean malos, les haremos reverencia; y así tienen honra,pero no tienen fama... Por el contrario, hay personas particulares me-tidas en los rincones que tienen muy buena fama por la bondad de su vi-da y los hombres no les dan honra" (Bartolomé de Carranza, Catechismochristiano, edición crítica y estudio histórico por José Ignacio Telle-chea Idígoras, Madrid, B.A.C., 1972, vol. I, p. 120).

En cuanto a la diferencia entre honra y alabanza, se puede ci-tar : "la honra consiste en hechos, la alabanza en dichos, y la gloriaen pensamientos" (López Pinciano, Phílosophia antigua poética, Madrid,1953, vol. I, p. 109).

(5) Juan de Valdés, Diálogo de la lengua, Clás. Cast., 86, p. 108.

(6) Fray Martín de Azpilcueta, Tractado de alabanza y murmuración, Va-lladolid, Adrián Ghemart, 1572, p. 110.

(7) Américo Castro, De la edad conflictiva, tercera edición, Madrid,

Page 4: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

70 Claude CHAUCHAVÍS CAÍticón, 17, 1982

La simple lectura de estas afirmaciones revela ciertasdivergencias en la apreciación de los criterios distintivos. A. Cas-tro considera la oposición entre concepto y vivencia. D. Ricart dis-tingue una horno, pasiva y un honoA activo, y para A.A. Van Beyster-veldt la diferencia está entre dos tipos de posesión, la intocabledel honon. y la alienable de la honAa.

Sin embargo, lo más molesto para quien quiere aclararseen este asunto no reside tanto en la disparidad de los puntos de vis-ta como en su mal fundada argumentación. Resulta muy difícil, en efec-to, dar razón a uno de loa investigadores citados, cuando sus afirma-ciones casi no van apuntaladas, ni por ejemplos concretos, ni por unareflexión profundizada sobre el funcionamiento de la noción de honor.Nos vemos pues obligados a poner en tela de juicio la supuesta dife-rencia entre honoA y honAa, partiendo de la demostración propuesta encada uno de los textos citados. Examinaremos el valor de los ejemplosaducidos y la coherencia de la argumentación teórica, antes de propo-ner nuestra propia visión del problema.

a) AmÍAico CaAtAo

Empecemos por la tesis de A. Castro, la primera cronológica-mente en nuestras citas, y la que ha alcanzado mayor difusión por elrenombre científico de su autor. Reproducimos a continuación unas lí-neas sacadas de su obra de la zdad con&lictiva. El pasaje, aunque unpoco largo, parecerá corto si se tiene en cuenta que corresponde a lademostración íntegra de la diferencia entre konoA y honAa. El histo-riador no vuelve en su obra extensa sobre su argumentación, ni aducemás ejemplos que los que da en estas líneas.

A/o kubieAa debido yo hablan, de "concepto del ho-noA" en 79/6, ¿ino de la. vivencia de la honra y de -ÓUexpKZAión dAamática. El idioma. distinguía entxe la. no-ción ideal y objetiva del "honoA", y el funcionamientode esa mima noción, vitalmente Aealizada en un pAoce-.60 de vida.. El honoA es, peto la honAa peAtenece a. al~guien, actúa y ie está moviendo en ana vida. La lengua.liteAaAia distinguía entte el honoA como concepto, y"Io4 coio* de la. honAa". f-ó deciA el honoA e¿ destaca-

1972, p. 58 (Primera edición, 1961). Domingo Ricart, El concepto dela honra en el teatro del Siglo de Oro y las ideas de Juan de Valdés,en Segismundo, 1, 1965, p. 68; A.A. Van Beysterveldt, Répercussions dusouci de la pureté de sang sur la conception de l'honneur dans la "co-media nueva" espagnole, Leiden, E.J. Brill, 1966, p. 37.

Page 5: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 71

cío a vece¿ como cualidad valiosa, objetiva en tantoque diminuían. ¿ocial de la pzA^ona, como fundamentoy a la vez eAple.nde.nte. awieola de. -áu iiguAa :

" PA.ome.teme ana cadzna,poique, le. di yo [el papel a la dmaj,con penade. ¿u honoA, Azcato y lama",

o iza, con. tiizAgo de ¿u honoK. En e¿íe pataje, de ElCaballero de Olmedo, de Lopz de Viga, y zn otKOJd ¿eme-jantzi, zl honoA apoKe.ce. aún ¿ntzgAo, no Hoto, aunquzej>tz amenazado. VZAO en el titulo de El médico de suhonra, de Ca.ldzA.on, lo zxpAZiado z¿> la. vivencia del ho-noK ya mcüLtAZcho; el mentido ZÍ mcU de "coníuión" qazde dzclaAación con ^ine-i infamativo* : la. palabAa.honra paAzcz máA adheAida. al alma dz quizn ¿izntz dz-AAuido o mznmado lo qaz anteA zxLitía con plznitud y4e.qun.idad. (8)

Digamos en seguida que a pesar de la seguridad con la queA. Castro recalca su aserción ("el idioma distinguía...", "la lengualiteraria distinguía...") su demostración no noo convence. Nos pareceque en realidad A. Castro no establece sólo un distingo entre konoA yhonAa, sino tres por lo menos.

Primero el autor de Pe la. ídad con^Uctiva opone concepto yvivencia, noción y funcionamiento de la noción. Cuando escribe "el ho-nor e-ó, pero la honra pertenece a alguien", se puede entender que ladiferencia reside en niveles de abstracción. El honor resulta de unaconceptualización, mientras que la honra es posesión concreta, en cier-to modo encarnación. En suma, la oposición así establecida es la delconcepto y del referente, lo cual es difícil de admitir desde un puntode vista lingüístico. Para dar un ejemplo concreto, el mismo signifi-cante /perro/designa el concepto de perro y el referente "mi perro".A un nivel menos prosaico, la noción ideal de amor, y la experienciaque cada uno tiene de tal sentimiento se designan por un vocablo único.En todos los casos, la misma unidad lingüística designa un referente yel significado correspondiente. Es difícil admitir que haya excepciónen el caso del honor.

Otro punto flaco aparece en esta primera interpretación deA. Castro : es la carencia de ejemplos. Decir que "la lengua literariadistinguía entre el honor como concepto y los casos de la honra", esolvidar que muchos moralistas definen el concepto de "honra" y no el

(8) A. Castro, op.cit., pp. 57-58.

Page 6: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

72 Claudz CHAUCHAVIS CAÍticón, 17, 1982

de "honor". Limitándonos a ejemplos famosos, recordaremos la defini-ción dada en los Colloquioi M.t¿A¿c.Oi de A. de Torquemada :

ANTONIO Puz¿ hornos dz ttatoA de. la honAa, paAa quzmzjoA no-i zntzndamoA, <Lt> mznzótZA AabzA pAÁmzAo quicota. z¿> honxa.

ALBAN10 Szgún e.1 {¡¿IÓAO&O, no Zi otAa ¿¿no pAZmiode la vlKüxd... (9)

Mas conocida aún es la definición del concepto de "honra" dada porMateo Alemán :

Como M. no &upiz¿zmo¿ que la honta e-6 hija rfe ¿aviAtud, y tanto qaz ano ÍUZAZ vÁAtuo¿o iZAd honAado, yiZAá hnpoMbíz quÁtaAmz la honAa M. no me quA.tan.zn lav¿Atud qiiz ZÍ zl czntAo dz zUa. (10)

Se ve claramente como en estos ejemplos la lengua literaria habla dela honra como concepto. En cambio, el uso hecho por Lope de Vega dela expresión "los casos de la honra" no permite concluir que honAa. sereserva para aludir a vivencias, ya que el mismo Lope utiliza tambiénla formula "los casos de honor".

Hay zn loi ca¿o¿ dz honoAa&0A.¿4mo¿ qaz ¿z atAZvzn,poA no ZitaA bízn zntzndldoi,a la. vida, ¿nja&tmzntz. (11)

Una segunda interpretación se puede sacar del texto de A.Castro, ya que, después de oponer concepto y vivencia, el ilustre his-panista orienta algo diferentemente su distingo presentando el honorcomo algo inmanente, "una cualidad valiosa,objetivada en tanto que di-mensión social de la persona" . Comprendemos en esta fase de su argumen-tación que el honor corresponde a la virtud y excelencia del sujeto, y,por oposición, que la honra, como la fama, depende de la opinion ajena.Otra vez, A. Castro obliga al lector a aceptar su aseveración sin darle

(9) Antonio de Torquemada, Colloquios satíricos, en Orígenes de la no-vela, Madrid, Bailly-Baillière, 1907, t. Il (N.B.A.E., 7), p. 533.

(10) Mateo Alemán, Guzmán de Alfarache, 1a Parte, II, 2°, ed. de F.Rico, Barcelona, 1967, p. 261.

(11) Lope de Vega, Sin secreto no hay amor, Ac. XI, p. 155 a.

Page 7: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 73

más respaldo que su autoridad personal. La única cita que nos da eninterpretación del honor como "cualidad valiosa" es por lo menos am-bigua : en el grupo "con pena de su honor, recato y fama", honoA pue-de interpretarse también como redundancia retórica de A&cato y {¡ama,y por consiguiente presentar un carácter esencialmente extrínseco.En cambio, existen ejemplos mucho más claros, en que honACL se empleacon el valor de "cualidad valiosa" y "dimensión social de la persona"que A. Castro quiere reservar a honoA. Elvira en El mayoA alcalde.,¿í Reí/, de Lope de Vega, al decir "el ser / que me dio el cielo enla honra", alude a la cualidad valiosa de su castidad. También setrata de una cualidad inherente a la persona, la de la sangre, cuan-do Pedro Crespo afirma en El a-tcatdo. de lalamQja de Calderón : "quehonra no la compra nadie" (12).

Tales citas quitan valor a la tercera diferencia apuntadapor A. Castro al final del texto citado. En efecto opone el honoA ín-tegro a la honAa maltrecha. Ahora bien en los dos ejemplos que acaba-mos de citar, bien claramente se trata de honAa íntegra. En cuanto ala demostración de que honAa expresa "la vivencia del honor ya maltre-cho" a partir del título de El míd-Lco di -óu honAa, se ve anulada poruna simple lectura de dicha obra, ya que don Gutierre dice también"médico soy de mi honor", frase en que honoA no puede designar más queun honor ya maltrecho (13).

De modo que llegamos al final de nuestra glosa interpreta-tiva del texto de Castro con la impresio'n de que las definiciones delhistoriador no corresponden a la realidad lingüística. Su concepciónmisma de las diferencias entre konoA y honAa parece fluctuante. No espues de extrañar que sus epígonos den interpretaciones divergentes asus fórmulas brillantes, según el punto de la demostración que mas hallamado su atención.

Así Rafael Serra Ruíz, historiador del derecho, parte delprimer distingo de Castro para establecer una oposición entre honAacomo sentimiento individual, y honOA como creencia colectiva (14). En

(12) Lope de Vega, op. cit., Clás. Cast., 39, p. 213, vv. 915-916.Calderón, op. cit., en Obras dramáticas, Madrid, Aguilar, 1969, I, p.545.

(13) Calderón, op. cit.. Cías. Cast. 142, p. 109, acto III, v. 582.

(14) Rafael Serra Ruíz, Honor, honra e injuria en el derecho medievalespañol, Murcia, Sucesores de Nogués, 1969 : "El honor es uno_ para to-dos los individuos de cada momento histórico, porque existe intimamenteen cada sujeto en forma de honra, como participación individual en lacreencia colectiva de cada período histórico" (p. 95) .

Page 8: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

74 Ciaudz CHAUCHAPIS Oiiticón, 17, 1982

cambio A.A. Van Beysterveldt, como lo veremos ma's lejos, se apoya enel segundo momento de la demostración del autor de Ve. la edad con{¡¿ic-tiva. para considerar el honoK, "cualidad valiosa", como un elementointerno, y la honAa como un elemento exterior a la persona (15). Elmismo pasaje sirve a José María Diez Borque que lo repite con la pre-cisión de que la honra es poseída por todos : "El honor e-6, la honrase miLZve. en la sociedad y puede ser poseída por todos como reflejo dela opinión y no como virtud aislable". Afirma tan rotundamente ideaparecida en otro lugar : "el honor estamental es una cosa, y otrala honra que puede ser poseída por todos" (16).

b) domingo RicaAt

Domingo Ricart,autor de nuestra segunda cita, conoce tambiénla interpretación de A. Castro, de la que cita una parte en su artícu-lo, pero la aprovecha en una perspectiva diacrónica. Deja de lado laoposición concepto-vivencia, y se interesa por la diferencia entre ho-noK como dignidad de la persona, y honAa. como manifestación externa.Su propósito consiste en comparar la noción de honor en la obra de Juande Valdés, el famoso humanista del Renacimiento, con la que prevaleceen el teatro del Siglo de Oro. Hemos de confesar que su demostracio'n nonos parece nada clara. Consideremos, como muestra de su exposición, elmomento en que examina algunas citas sacadas de las Ciento y diez con-•bideAa.ci.onu divina* del humanista cristiano :

(15) A.A. Van Beysterveldt, op. cit., p. 33 : "II est clair que le sensspécifique que Castro attache au terme honra (tel qu'il est employédans la comedia) n'est pas en désaccord avec la signification que cemot possède à présent : estime et hommage que les autres par respectdonnent à quelqu'un. C'est que le fait de retenir cette estime, la re-mise en question de la valeur de quelqu'un par autrui, n'est que l'as-pect négatif de la honra. On se refuse à croire que quelqu'un possèdehonor, ou bien selon l'expression lapidaire de Castro "honor puesto encrisis como honra", voilà le thème dramatique de la comedia".

(16) José María Diez Borque, Sociología de la Comedia española del si-glo XVII, Madrid, Cátedra, 1976, p. 298; La sociedad española y los~viajeros del siglo XVII, Madrid, S.G.E.L., 1975, p. 28. No discutire-mos las afirmaciones de Diez Borque porque no se fundan en ningún ejem-plo preciso. Se adaptan más a su teorización personal que a la realidadlingüística de la época considerada.

Page 9: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 75

El cALitAM.no,"anteas de aczptaA la gAacia dzl Evan-gelio, ¿e gozaba y del.zita.ba con zl ánimo y con zl cueA-po, de leu, horma* y de. la dignidad del mundo, tai bus-caba y leu, pAocuAaba" (Consideración XCI7). Ela lo lógi-co y humano. VzipuLi ha apAzndido a AznunciaA a zllas.E^to nos llzva. de. la. mano a AzñalaA la distinción que.hace. ValdÍA zntAZ honra y dignidad (o estimación propia),distinción quz paAe.ce. coAAZspondeA a la que. pAZvalzczzn zl tzaVio dzl Siglo de OAO y quz coniagAa zl Diccio-nario. A-4-t honra Zi lo que ¿e KZcibz; z¿ la cualidadtKoiczndzntz quz ¿z dzbz zxclíLiivamzntz a lo¿> otAoi; eAZl tributo de la ¿ocizdad. Estimación propia coKKQJdpon-dojuja. al honor, la cualidad intKÍn/iZca; ej¡ zl KZi.pz.toa la. pAopia dignidad humana, quz dzgzneJia mÓA taAdz,en ie.ntido de dignidad de homb\z, zn la hombiía. (17)

Para justificar nuestra perplejidad ante tales afirmaciones,vamos a subrayar los que nos parecen ser los puntos flojos de la de-mostración.

1) D. Ricart supone que en la expresión "de las honras y dela dignidad del mundo" Juan de Valdés hace una distinción entre honKay dignidad, considerando el primer vocablo como "cualidad trascenden-te" y el segundo como "cualidad intrínseca". Tal afirmación no se verespaldada por ningún estudio léxico preciso. El escaso contexto de laConAideJiación no basta para sentar conclusión tan general.

2) D. Ricart no destaca en Juan de Valdés una oposición entrehowia y honoK, sino entre honAa y dignidad o eAtÁmación pJiopia. Porconsiguiente es abusivo extender las conclusiones a una diferencia pos-terior entre "honra" y "honor". El mismo muestra cierta inseguridad enel momento de la extrapolacio'n : "distinción que parece corresponder","estimación pxopin. correspondería al honoA.".

3) ¿Qué es lo que le permite a D. Ricart decir que la dis-tinción entre honAa, "cualidad transcendente", "lo que se recibe" yhonoA, "cualidad intrínseca", es la que prevalece en el teatro del Si-glo de Oro ? Hay que volver a pasajes anteriores a las líneas citadaspara encontrar las bases de lo que se afirma en ellas. Posiblementepiensa el autor del artículo en la fórmula de Castro que ha citado ensu introducción y cuyos escasos fundamentos ya hemos analizado. Fuerade esto, la única cita que nos proporciona para apuntalar su concepciónde la honAa como cualidad trascendente es la conocidísima réplica delVeinticuatro en Loi comzndadoAZA de. CÓAdoba de Lope de Vega :

(17) Domingo Ricart, op. cit., p. 61.

Page 10: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

76 Claude. CHAUCHAV1S Cliticon, 17, 1982

HonAa <u> aquella que covuiAtz. en otAO.Mingan komb\e e¿> howiado poA ¿>L mimo;que. del otxo fie.cA.be. la honxa. un horrible..

Es poco para sentar un análisis léxico y no cuesta trabajo encontrarejemplos en que se usa la palabra honor para designar "lo que se reci-be". Así, en boca de Casandra, protagonista de El castigo -4-tn venganzade Lope de Vega :

... que dej>te. tCtulo ¿olorecibe mi CJJML aumento,mi padke honor y mi paXKia.gloKia... (18)

Otro ejemplo del mismo autor nos muestra que howm. puede ser a la vezcualidad intrínseca y extrínseca cuando Esteban, en ¥uente.ovejuna., afir-ma

que no e¿ posible que. den howia.loi que no la. tienen. (19)

4) D. Ricart pretende que el Viccionafiio consagra la distin-ción supuesta entre honoK y honxa.. ¿ De qué diccionario se trata ? Nopor cierto del único diccionario contemporáneo, el de Sebastián de Co-varrubias, que como lo hemos visto considera los dos vocablos como sinó-nimos. Suponemos que D. Ricart alude a las definiciones que cita alprincipio de su artículo, atribuyéndolas a un Viccionatio d& idque no es otro que el actual Diccionario de la Real Academia. Precisa-mente el tradicionalmente llamado Viccioncuiio de. KutoKidixdeA (ediciónde Francisco de Hierro, 1726-1739) no presenta una definición tan in-trínseca de honoK, como el actual de la Real Academia. Sólo este últimoconsidera el honor como "la cualidad moral que nos lleva al mas severocumplimiento de nuestros deberes respecto a los demás y de nosotros mis-mos". Hay que añadir que la segunda acepción que viene tras ésta suponeun valor extrínseco que imposibilita una distinción a partir de loscriterios "honor interno / honra externa". "Honor : gloria o buena re-putacio'n que sigue a la virtud, al mérito, o las acciones heroicas, lacual trasciende a las familias, personas y acciones mismas del que sela granjea". En tales condiciones el ViccionaAio no puede consagrarninguna distinción, y menos aún para aplicarla a una realidad lingüís-tica anterior a la que analizan los lexicógrafos.

(18) Lope de Vega, El castigo sin venganza, B.A.E. , XXIV, p. 573 a.

(19) Lope de Vega, Fuenteovejuna, B.A.E., XLI, p. 639 a.

Page 11: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA. 77

c) A.A. Van Bey.it2Ave.tdtNuestro examen de la posición de A.A. Van Beysterveldt no

ocupará tanto espacio como los anteriores, aunque dicho investigadordedica un capítulo entero de su libro a estudiar el problema. En efec-to, él también acude a argumentos de segunda mano, inspirándose másde otros críticos que de los textos originales, y llega a conclusio-nes que ya hemos tenido la oportunidad de rechazar.

El hispanista neerlandés sistematiza las afirmaciones deA. Castro cuando oponía honOA íntegro y honAa mermada. Llega a ladicotomía extrema de honoA inalienable y de honAa alienable. Echamano también de las conclusiones que E. Serrano Martínez saca de sulectura de La Celestina. De esta investigadora cita el pasaje siguien-te :

V>t*pué* de la lectuAa. de lo* texto* españoles,*C puede d&hirÚA honor como el *entmiento intimo zindividual, que en Aelación con la, conciencia, pexo*in ide.nt¿licaA*e con. ella, impulsa a KeaJLLzcDi uno*acto* pox lo* que *e alcanza la honra o estima de lasociedad. E*ta distinción la encontAamo* en la. Celes-tina (acto II) . Vexo el honoA como aquí -óe deiS-cne -óeencuentra pocaó veces a tAav'es de I04 texto* : SantL-llana, GuevaAa, etc., con¿undiéndo^e. el empleo de. am-bo* vocablo* y concepto* en la época clasica de lo*Siglo* de OAO. (20)

Naturalmente A.A. Van Beysterveldt se niega a aceptar la segunda partede esta conclusión, arguyendo que La Celestina ha tenido inmensa in-fluencia sobre la novela y el teatro del Siglo de Oro y que el senti-miento lingüístico de los autores de comedia ha de ser el mismo que elde Fernando de Rojas. Es inútil insistir en la fragilidad de una argu-mentación que procede por intuición y afirmaciones generales.

Para apoyar su tesis de un honOK inalienable, fundamento dela dignidad, y una hovüia "manoseada", el investigador se vale de dosexpresiones, el "santo honor" y la "negra honrilla". Opone el presti-gio espiritual de la primera al valor despreciativo de la segunda,ignorando sin duda que Lope de Vega emplea también el grupo "santahonra " :

¿ Cuál ¿ue el villano que la honAa *anta,

(20) E. Serrano Martínez, op. cit., p. 450.

Page 12: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

78 Claude. CHAUCHAV1S Clitizón, 17, 1982

que. 2A de ¿04 hombKej, il mcujon. tao^o,qui dibiiAa inga^taA-ii zntAi diamantea,la pu¿o in vcaoA de ¿utili* vid*iio¿,qui con cuaiquiiAa golpi qui. dan, quiibian ? (21)

Lo más original del estudio de A.A. Van Beysterveldt es suargumentación desarrollada a partir de la existencia de los dos auxi-liares españoles JsiA. y iÁtaA. Analógicamente asocia honoA-iQA y lion-Ka-iAtaA, lo que le confirma en su concepción del honon como posesióntan íntima que es inalienable. Desgraciadamente, tal esfuerzo de teo-rización se ve aniquilado cuando se consideran unos ejemplos en queaparece una hoWKk-tsVt. (el ya citado "el ser / que me dio el cielo enla honra") o un honor-estar :

La íama íAtá. en la opinióny il hoYioK i¿td en la dama. (22)

Lo cierto es que, si el honor fuera posesión tan inalienablecomo lo dice A.A. Van Beysterveldt, no habría "dramas de honor". Ade-más dicho investigador no parece muy convencido de su propia tesis, yaque después de dedicar un capítulo a la diferencia entre honoK y honta,ya no alude en su libro a tal distinción, y hasta escribe otro capítulosobre "honor-virtud" y "honor-opinión", en que aspectos inmanentes yaspectos externos se designan can el mismo vocablo.

III - LA COHERENCIA VE LA NOCIÓN VE HONOR

Entre las diferentes tesis a favor de una diferencia entrehonoA. y honxa, ninguna nos satisface plenamente. Ma's allá de las in-suficiencias de argumentación y la inconsistencia de los ejemplos, suerror fundamental nos parece ser la voluntad de establecer una dicoto-mía dentro de la noción de honor. Es de reconocer que tal propósito estentador. Por una parte existen dos significantes, y por otra una nocio'ncompleja en la que intervienen aspectos internos o externos, inmanenteso trascendentes, individuales o sociales. Sería lógico, en el sistemade la lengua, llegar a una especialización de cada significante paralos aspectos extremos de la noción. En realidad, la nocio'n de honorpresenta tal coherencia que escapa a todo intento de escisión, y porconsiguiente a una repartición de su contenido entre significantes es-pecíficos.

Nos toca ahora demostrar tal aserción, partiendo de un estu-

(21) Lope de Vega, Los comendadores de Córdoba, B.A.E., CCXV, p. 49.

(22) Lope de Vega, Púsoseme el sol, salióme la luna, Ac. IX, p. 5.

Page 13: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 79

dio teórico de la noción de honor. Para tal propósito nos inspirare-mos de las conclusiones que hemos sacado en otro lugar sobre los va-lores de empleo de honoA y honJia. en los textos de los moralistas enel tiempo de Felipe II (23). Evidentemente tal corpus es ma's reduci-do que el de la lengua literaria del Siglo de Oro, mas presenta bas-tante variedad como para constituir ya una buena base de reflexio'n.

Describir la noción de honor en un momento dado puede ha-cerse de diferentes maneras. Es posible emprender un estudio etimolo'-gico e histórico, para poner de relieve las diversas influencias queconvergen en la configuración de la noción. Preferimos considerarlaen una perspectiva sincrónica, estudiando los diversos valores de em-pleo de hoYioK y honha, en particular con la ayuda de las coocurren-cias, es decir de los vocablos que ofrecen una proximidad semántica ycontextual. El resultado de tal trabajo es forzosamente esquemático yconduce a presentar la noción de honor con una doble faz, de modo pa-recido a los textos estudiados. Distinguiremos también aspectos inter-nos y externos, pero no para oponerlos sino para mostrar su indisocia-bilidad y la imposibilidad de aislar una parte de la noción para apli-carle un vocablo específico.

Las definiciones del concepto estudiado insisten primero ensu aspecto extrínseco de manifestación ajena. Recordemos que Sebastiande Cobarruvias define así el vocablo honOK : "Vale reverencia, corte-sía que se hace a la virtud, a la potestad, algunas vezes se haze aldinero". Su definición es bastante semejante a la de los filósofos queFray Martín de Azpilcueta condensa en esta fórmula : "Muestra de reve-rencia y acatamiento para testimonio de alguna excellencia, sin la re-ferir a otro fin (Arist. Li. 1, Ethic S. Thom)" (24). Tampoco se ale-ja mucho de tal concepción la definición jurídica dada en las S-LztzVaAtÁ.daA : "tanto quiere dezir, como adelantamiento señalado con loor,que gana orne por razón del logar que tiene, o por fazer fecho conosci-do que faze, o por bondad que en él ha" (25). A través de estas defini-ciones aparece pues un concepto del honor en que intervienen un agen-te "honrador" que dispone de varios modos de honrar, y un paciente"honrado" por diversos motivos de excelencia.

(23) Claude Chauchadis, L'honneur chez les moralistes du temps de Phi-lippe II. Recherches sur le lexique, la morale et la société, Toulouse,Université de Toulouse Le Mirail, 1980, (tesis mecanografiada).

(24) Fray Martín de Azpilcueta, Tractado de alabanza, p. 110.

(25) Segunda partida, título XIII, ley XVII (edición de los Códigos es-pañoles concordados y anotados, II (Madrid, 1848) , tomo I del Códigode las siete partidas, p. 398.

Page 14: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

80 Claude. CHWCHAV1S CA.iUc.6n., 17, 1982

La relación entre los dos actantes puede realizarse de in-ferior a superior y los vocablos honoK y honAa se ven asociados paramayor precisión con los términos acatamiento, veneración, caíto oAespeto. En dirección contraria, de superior a inferior aparecen aso-ciaciones con pAemio, AecompenM, mViced y (¡avoA y, en particular,todas las palabras que pueden designar honras reales : pAivanza, caA-go, oficio, título. Al lado de las manifestaciones concretas de honor,existen demostraciones orales de la excelencia ajena que relacionanhonoA con testimonio, aplauso, alabanza, loo A, {¡ama, gloAia, cAédito,estimación, nombAe, opinión, tie.pu.ta.ci6n, etc. Todos los vocablos apun-tados no son exactamente sinónimos de honoA u honAa, pero su proximi-dad contextual confiere a ambos significantes valores de empleo en queel aspecto extrínseco es manifiesto.

Otra forma de dependencia externa más compleja se da en elcaso de lo que se suele llamar "honor apariencial". Es el honrado mis-mo quien produce las manifestaciones de honor que van a atraer la hon-ra ajena. Tal actividad corresponde a la expresión "sustentar la honra".HonoA y honAa pueden aparecer entonces en asociación con apaAoto, faus-to, gala, en un contexto de vestidos, banquetes, coches, criados, des-tinados a llamar la atención de los "honradores" sobre el que desea ser"honrado".

A todos los valores de honoA y honAa examinados hasta ahorase aplica la ya citada definición que da Lope de Vega en Loi comenda-doAU de. CoAdoba. La reproducimos a continuacio'n de manera mas extensapor no resistir al placer de citar texto tan límpido que sobrepasa endensidad muchos análisis teóricos :

VEINTICUATRO ¿ Sabes qué es honAa ?

RODRIGO Sé que es una COM.que no la tizne el hombAe.

l/EINTICUATRO Bien has dicho:HonAa. es aquella, que consiste en otAO;ningún hombAe es honAado pon. M. mismo,que del otAo Aecibe la honAa un hombAe;•ieA \JÍAtu.oio hombAe y tznex meAitoi,no es ¿e/t honAado, peAo doA las catuaspaAa que loi que tx.ata.Yi les den honAa.El que quita, la. goAAa cuando pasael amigo o mayo A, le da la honAa;zl que le da ¿u lado, el que. le asientaen el lugaA mayoA; de donde es deAtoque la. homa está en oüio y no en él mismo.{2í>)

(26) Lope de Vega, op. cit., pp. 47-48; y el Veinticuatro añade : "Mas

Page 15: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR y HONRA O COMO SE COHETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 81

Pero no todos los valores de empleo de honAa. y honoA su-gieren tan claramente el carácter extrínseco del honor. En varioscasos el contexto da a las ocurrencias de las dos palabras un valoresencialmente inmanente en que se valoriza la excelencia del sujetohonrado. Hay una relación metonímica con los valores anteriormenteexaminados : se pasa de la manifestación a la causa y el honrado pasaen primer plano, mientras que se borra la actividad del que honra.

En el plano de la inmanencia difieren los valores de empleode honoA y horma según los fundamentos de la excelencia. Los filóso-fos la vinculan con la virtud, pero la complejidad de la noción devirtud no facilita la visión clara del fundamento de tal excelencia.Virtuosa es la mujer casta, virtuoso el que cumple con los deberes desu estado, virtuoso el caballero valeroso. Frecuentemente el honor-ex-celencia consiste en la ¿angAe., o en el -tinajZ, términos que puedendesignar tanto la nobleza como la limpieza. Otra excelencia es la queconfiere el nuevo linaje del tener y que se ve subrayada por asociacio-nes de honAa. y honoK con diwxo, hacienda, inteAZA, pAovzcho o Aiqaz-za-ó. También la excelencia del individuo se relaciona con el poder queposee, y mando, autoAidad, dignidad, pAzemi.ne.ndja: indican una formasuperior del honor inmanente.

Cualquiera que sea el fundamento de la excelencia, la meto-nimia de la manifestación a la causa opera una interiorización de lanoción de honor. El papel ajeno se silencia, y lo sustituye una espe-cie de exigencia interna que incita a obrar en conformidad con su vir-tud, su sangre, su estado social o su poder. Tal fenómeno de intensi-ficación de los aspectos intrínsecos de la noción de honor es particu-larmente patente en el teatro, en que el honor viene a cobrar tantadensidad que a veces se convierte en un verdadero protagonista. Poruna nueva metonimia se pasa del honor-excelencia al honor-concienciade esta excelencia, y es frecuente ver a un personaje dialogar con supropio honor. Así es como en Eí me.di.co de. 4u honAa de Calderón Don Gu-tierre se dirige a su honor :

(- Ai/ honoA, mucho tznzmoique habioA a ¿ola¿ loi do-ó / (27)

Al presentar la noción de honor como un conjunto de elemen-tos extrínsecos —la honra que se da—, y de elementos intrínsecos—la honra que se posee—, parecemos dar razón a los partidarios de

¿ para qué me pongo en referirte / lo que es honor ?" Lo que revela deforma irrebatible la sinonimia entre honor y honra.

(27) Calderón de la Barca, op. cit., Clás. cast., 142, p. 65, acto II,vv. 385-386.

Page 16: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

82 , Clau.de. CUAUCHADJS Oiiticón, 17, 1982

una dicotomía de significados a partir de ia cual se pueden repartirlos dos significantes honoK y honAa.Sin embargo, si se consideran losdiferentes valores de empleo agrupados bajo las rúbricas "honra exter-na" y "honra inmanente", se ve cuan vano resulta limitarse a una vi-sio'n binaria de la noción de honor. Efectivamente, dentro de cada gru-po habría que establecer nuevas dicotomías, oponer por ejemplo honra•"en presencia" y honra"en ausencia", honra ascendente y honra descen-dente, honra universal y honra estamental, honra heredada y honra ad-quirida, etc. El verdadero problema no está en clasificar los diferen-tes valores de empleo de honoA. y honJia, sino en percibir los lazoscomplejos que vinculan un valor de empleo con otro, anulando así todoesfuerzo por compartimentar la noción.

Dar cuenta de la noción de honor funda'ndose en una dicotomíareductora conduce a falsearla. Es lo que pasa cuando A. Castro oponeun honor que depende de la estima y de la reputación a un honor que"es algo inmanente, es la virtud del individuo, idealmente separadodel juicio o aprecio de los demás" (28). Para dar un ejemplo de unaconcepción del honor puramente inmanente, A. Castro cita a Erasmo queescribe : "Aquélla sola es honra la cual se hace a alguno por su virtudpropia". Ahora bien, esta frase de Erasmo no va en el sentido de loque afirma A. Castro. Si la honra ¿Z hace, no es totalmente inmanente,supone a alguien más que la persona virtuosa. Siempre que se habla dehonra para designar una excelencia de la persona, se supone implícita-mente al que honra. Hasta los más radicales partidarios de una honrafundada en virtud la hacen depender del juicio de los justos o de laconsideración divina, sustituto de la estimación mundana. Solo el estoi-cismo puro es capaz de concebir una virtud sin recompensa, pero en es-te caso ya no se trata de honor (29).

Para tomar un ejemplo en la lengua del teatro, se consideraa veces como afirmación de una honra puramente inmanente la declara-ción de Pedro Crespo seqún la cual el honor "es patrimonio del alma".Pero hay que situar esta cita en su contexto. Don Lope recuerda a Pe-dro Crespo que su condición de villano le obliga a alojar a los solda-dos :

(28) Américo Castro, Algunas observaciones acerca del concepto del ho-nor, en R.F.E., 1916, III, p. 378.

(29) El mismo Castro para justificar su concepto del honor inmanente,cita al estoico italiano P. Pomponazzi : "Praemium essentiale virtutisest ipsamet virtus, quae hominem felicem facit". En realidad en estacita no se habla de honor, sino de una virtud que prescinde del honor.

Page 17: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR y HONRA O COMO SE COMETE UN ERROR EN LEXICOLOGÍA 83

VON LOPE ¿ Sabtu que <u>tóJü> obligadoa ¿UIKÍA, po>i ¿eA quien -ioii,Zitcu caAgeU ?

CRESPO Con mi hacienda,pZAO con mi dama no.Al Rzy la hacienda y la vida¿e ha de daA; pZAO zJL honor<u¡ patrimonio dil alma,y e.1 alma ¿ólo z¿> de Vio-i. (30)

Bien se ve en este ejemplo como no se disocia el honor, posesión íntimadel individuo, de su fama de procedencia ajena. Lo mismo pasa con elhonor de las mujeres, que estriba juntamente en.la inmanencia de su vir-tud y la dependencia de su reputación. La menor sospecha sobre su cas-tidad o su fidelidad alcanza la totalidad de su honor.

El dominio en que la noción de honor encuentra su máxima co-herencia, oponiéndose a toda dicotomía, es el de la honra aristocráti-ca. La honra del noble, inmanente por su nacimiento, es también deorigen externo por ser en su principio favor real. Va acompañada dehonra apariencial por medio de los vestidos, privilegios jurídicoso fiscales y todas manifestaciones exteriores que acarrean la honra oreverencia ajena. La preeminencia estamental va generalmente asociadacon la honra de la virtud y hasta con la de la riqueza. Es lugar comiínen los teorizadores de la sociedad estamental la afirmación de que elnoble es virtuoso por la excelencia de su sangre o por la calidad dela educación recibida (31). En cuanto al honor de la riqueza, el no-ble lo alcanza gracias a los favores reales que le colocan en altospuestos de mando, y le recompensan con cargos lucrativos y encomiendas.Hasta el hidalgo pobre y el escudero se esfuerzan por simular la rique-za, por ser una fuente de consideración asegurada. La contrapartidade tal plenitud de excelencia es que queda sometida a todas las depen-dencias ajenas. La excelencia de la sangre puede ser víctima de unaprueba de hidalguía, la excelencia de la virtud verse negada por un"mentís", la excelencia del poder o de la riqueza venirse abajo conla pérdida de la privanza real. Todas las protestas contra el sistema

(30) Calderón, El alcalde de Zalamea, Aguilar, I, p. 549 b.

(31) Sobre estos puntos remitimos al libro Poder, honor y élites en elsiglo XVII de J.A. Maravall y al capítulo "L'honneur de la noblesse"en nuestro trabajo L'honneur chez les moralistes du temps de Philippe II.

Page 18: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

84 Claude CHAUCHAV1S Oiiticón, 17, 1982

fracasan porque, si no se rechaza globalmente el honor, hay que con-formarse con un funcionamiento inherente a un concepto en que aspec-tos intrínsecos y extrínsecos son indisociables.

Se podrían añadir otros ejemplos del funcionamiento del con-cepto del honor, pero nuestro propósito es mostrar que no se puedenaislar oposiciones conceptuales en una noción tan compleja. Solo dico-tomías claramente delimitadas habrían permitido una repartición designificados entre honoA y honAa. En la realidad lingüística del Siglode Oro, si bien existen tentativas de oponer diferentes conceptos delhonor, no se apoyan en los dos vocablos. Los moralistas ascéticos ha-blan de"falsa"y de"verdadera"honra. Don Jerónimo de Urrea o Mateo Ale-mán oponen "hombre honrado" y "hombre de honra" sin que tal diferenciallegue a lexicalizarse. En todos estos casos se trata de establecerdiferencias morales y no conceptuales.Es por consiguiente difícil admi-tir una diferencia semántica entre dos vocablos, tres siglos despuésde su uso, mientras que sus propios utilizadores no la percibían.

IV - LA COEXISTENCIA VE HONOR V HONRA EN LA LENGUA TEATRAL

Después de afirmar la equivalencia de honoA y honAa, quedaun problema por resolver : es el de la coexistencia de los dos signifi-cantes en la lengua literaria, problema que los que concluyen a la si-nonimia de honoA y honAa omiten generalmente plantear. Parece en efec-to contrario a la lógica y a la economía de un sistema lingüístico elque subsistan dos significantes totalmente sinónimos. Resolver tal pro-blema exigiría una acumulación de datos que no podemos abarcar en elespacio de un artículo. Nos limitaremos aquí a emitir algunas hipóte-sis sugeridas por un breve sondeo en obras muy conocidas de Lope de Ve-ga y de Calderón de la Barca. Un recuento de las ocurrencias de honoA yhorma nos da los resultados siguientes.

Lope de VegaEl castigo -ó-tn venganzaLa ZAùieZla de. SívlttaFuen-tecwe/unaEl médico de ¿u. honAaEl me. jo* alcalde, el Reí/Pet-tbánez

Calderón de la BarcaEl alcalde, de. Zalame.aAmoA, honoA y podeAA ¿ec-te-to agAav-io, ¿e.cAzta.

ve.ngan.zaLa devoción de. la. Ouz

honoA20391546825

153

2249

3711

honAa8668510

43

73

35

Page 19: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA COMO SE COMETE UN ERROR EU LEXICOLOGÍA 85

El mídico do. -óu honAa 58 5

El pintón, de -ou duhonAa 20 3

197 26

Para Lope de Vega, entre 196 ocurrencias de ambas palabras, tenemoshonoA en 78?ó de los casos y honAa en 22?ó de los casos. Para Calderónde la Barca, entre 223 ocurrencias, contamos honoA en 88?¿ de los ca-sos y honAa en 12?ó de los casos. De nuestro sondeo sacamos las obser-vaciones siguientes.

1) La indiscutible predominancia de la palabra honoA no nosextraría en la lengua teatral. Su valor poético indicado por Juan deValdés, su sabor arcaico ligado a su consonancia latina la predisponena un uso en una lengua enfática, más a torio con la dignidad aristocrá-tica. La elección mayoritaria de la palabra honoA nos parece correspon-der más a un nivel de lengua que a una diferencia de significado. Lafrecuente coincidencia en el teatro de hoñOA,palabra noble, con elconcepto aristocrático del honor y de la dignidad personal es probable-mente lo que ha incitado a ciertos críticos a asociar honoA con virtudy honra estamental.

2) En la mayoría de los casos, y en particular para los valo-rea distintivos que los críticos estudiados pensaban percibir entrehonoA y konAa, la conmutación entre los dos vocablos es posible. Lo he-mos mostrado con la ayuda de contraejemplos en que aparecía la fragili-dad de los criterios avanzados. En ciertos textos hasta se realiza laconmutación a pocas líneas de distancia, como en estos versos de La. 2A-tAdlla di Szv-Llta de Lope de Vega :

dándome, honor, ¿ o-ó twpáx-f, ?VuzAtAO tmoA 06 convenza,como avQAiguado QJ>tá,quz ninguno quz honra da,tiznz do.Ha v<utgüe.nza. (32)

3) Si examinamos los casos en que aparece la palabra honAa,nos damos cuenta de que su empleo se puede justificar frecuentementepor necesidades relacionadas con la versificación. Es de suponer que enen su producción fecunda los autores no rechazaban la facilidad ofreci-da por la elección entre los dos significantes cuando se trataba de re-solver una dificultad de métrica o de consonancia. El recurso a la pa-labra honAa se da en particular en los casos siguientes :

(32) Lope de Vega, op. cit., B.A.E., XXIV, p. 143 a.

Page 20: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

86 Claude. CHAUCHAVIS OiitÁcón, 17, 1982

a) honAa palabra llana al final del verso permite contarun pie menos que con honoK, palabra aguda :

y ej>o u dinejio y no e¿> honraque. honAa no la compta nadie. (33);

b) honAa con su final vocálico permite elisiones en el in-terior del verso :

tu hija ioy, -din honra e¿toy (34);

c) honAa-i en plural consta de un pie menos que honoAe¿:

y auántcu honras Hi>e han peAdido poA voAotAai! (35) ;

d) honAa. al final del verso entra en una serie de asonancias

... calla locaque el valoA en noble ¿angle,¿oto quizte. bie.n AU. doMa ( 36 ) ;

e) howia rima con la forma verbal honAa. o con dejhonKa :

Von Tello, mi ¿eño-t, eó gloiia y honrade la ca¿a de. Ne-ua, y en z^e.to£ó mi padAino y quien mit, boda¿ honra. (37)

... que me dio el cielo en la honra.Tu pKOCUAaA mi deshonra (38);

f) honAa con un adjetivo permite rima o asonancia femininas :

/ Vaga en alainaA p-tendida

(33) Calderón, El alcalde de Zalamea, Aguilar, I, p. 545 a.

(34) Jj3., ibid., p. 562 b.

(35) Calderón, El médico de su honra, Cla"s. cas t., Î42,p. 55,acto II,vv.56-57.

(36) Lope de Vega, El médico de su honra, B.A.E., CCXII, p. 120 a.

(37) Lope de Vega,El mejor alcalde,el Rey,Clás.cast.39,p.219,acto II, vv.1072-1074.

(38) Id., ibid., p. 213, acto II, vv. 916-917.

Page 21: «Honor» y «honra» o cómo se comete un error en lexicología · mismo significado. E. Serrano Martínez, en su estudio detallado, no va más allá del siglo XVI en el que establece,

HONOR V HONRA 0 COMO SE COMETE M ERROR EW LEXICOLOGÍA 87

queda, y daga yue. <u> dolada. !La gu.tn.ia z¿tá d&claAaday mi. honra Uta pendida. (39)

4) Pero no todos los empleos de honKa se pueden explicarpor necesidades ligadas a la versificación. Existen ocurrencias dehowia en que la conmutación con honoh. no modifica la cantidad delverso. Cuando las dos palabras aparecen con el mismo valor de empleoa poca distancia, quizá haya que buscar un motivo estilístico : elautor evita repeticiones multiples cambiando de vocablo. En otros ca-sos es de suponer que el autor vuelve, conscientemente o no, al usomás corriente de la prosa moral o de la lengua cotidiana. Esto expli-caría la mayor utilización de la palabra honKa en Lope de Vega, cuyalengua posee más naturalidad que la de Calderón.

Con estas observaciones sólo basadas en un sondeo muy limi-tado, no pretendemos resolver un problema que concierne a un corpusinmenso, nada menos que la literatura del Siglo de Oro. Sólo hemosquerido mostrar la fragilidad de un análisis lexicológico que se fun-da en las afirmaciones mal demostradas de algún investigador conocido,o en las definiciones borrosas de un diccionario.

Muchos factores pueden influir en la eleccio'n de honoK uhowta. Hemos hablado del género literario, del nivel de la lengua, delas necesidades de versificación. Habría que tener en cuenta tambiénal autor, la fecha de composición, las influencias regionales, sin des-cartar totalmente la posibilidad de encontrar en alguna obra una dife-rencia de significado (40).

De cualquier modo no se puede emprender un estudio lexicoló-gico sin un buen conocimiento de la noción concernida y un examen cui-dadoso de los textos. La solución del problema de la repartición dehonoi y honAa no ha de depender de un solo investigador, sino de lasconvergencias de numerosas observaciones sobre obras y autores diver-sos. Toda sugestión en este sentido quedará muy agradecida.

(39) Lope de Vega, El médico de su honra, B.A.E., CCXII, p. 135 a.

(40) Sólo conocemos un estudio detallado sobre la diferencia entre ho-nor y honra, y se aplica a un autor del siglo XV : Jorge Manrique. PióColinnello, "Honra" e "honor" nelie "Coplas por la muerte de* su padre"di Jorge Manrique : loro ámbito semántico, en Annali "Sezione Romanza"(Istituto Universitario Orientale), 19, n° 2, 1977, pp. 417-434.