hongos patogenos contra la mosca de la fruta

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artículo TECNOLOGÍA DE PRODUCCIÓN 24 revista 167-MARZO 2003 HORTICULTURA La historia del uso de hongos entomopatógenos para el control de plagas agrícolas se remonta a finales del siglo XIX, mucho an- tes del desarrollo de los insectici- das químicos. El primer uso des- crito fue la aplicación del hongo Metarhizium anisopliae para el control del abejorro del maíz, Anisoplia austriaca, en Ucrania, por Metschnikoff, en 1879 (Ferron, 1978). A comienzos de los años 50 los insecticidas químicos, más rá- pidos, cómodos y efectivos des- plazaron en su totalidad al control biológico. Sin embargo, el uso y abuso de estos insecticidas duran- te los últimos 50 años ha provoca- do la aparición de resistencias en las plagas, toxicidad medioam- biental, contaminación de las aguas Diferentes estadios de crecimiento de Ceratitis capitata, la mosca de la fruta. En la imagen de la izquierda, adulto de la mosca. A la derecha, larvas en tercer estadio y emergencia de un macho adulto. superficiales y subterráneas, dese- quilibrios ecológicos y problemas de salud pública. Estos inconve- nientes han potenciado, a partir de la década de los 80, un resurgi- miento del control biológico con el fin de desplazar o reducir la aplicación de productos químicos. Hasta hace 10 años, el poten- cial de los hongos entomopatóge- nos parecía limitado por falta de competitividad en la producción en masa del micoplaguicida y por la pobreza e inconsistencia de los resultados en la fase de campo. La falta de éxito en campo se atribu- yó a las condiciones ambientales, en particular a la elevada hume- dad relativa considerada esencial para la infectividad (Gillespie, 1988) o al efecto de la exposición a la luz solar, siendo particular- mente perjudicial para las esporas la porción UVB del espectro solar (Inglis et al., 1995). Sin embargo, el desarrollo en las tecnologías de las fermentaciones y formulacio- nes ha permitido eliminar parcial- mente estos inconvenientes, de forma que ahora es posible utili- zar determinados hongos para el control de plagas, incluso en re- giones semi-áridas (Neethling y Dent, 1998). Actualmente existen 47 bioplaguicidas basados en hon- gos en todo el mundo (Copping, 1999) y es probable que se regis- tren muchos más en un futuro cer- cano. La Ceratitis capitata Wiede- mann, (Diptera: Tephritidae), mos- ca de la fruta o del Mediterráneo, es una de las plagas más perjudi- ciales que se conocen para la agri- PILAR MOYA Centro de Ecología Química Agrícola Universidad Politécnica de Valencia Hongos patógenos en la lucha contra Ceratitis capitata El uso de hongos entomopatógenos en el control de plagas se remonta a finales del siglo XIX, anterior al desarrollo de insecticidas químicos.

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Lucha biologica contra la Ceratitis capitata

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  • artculoTECNOLOGA DE PRODUCCIN

    24 revista167-MARZO 2003 HORTICULTURA

    La historia del uso de hongosentomopatgenos para el controlde plagas agrcolas se remonta afinales del siglo XIX, mucho an-tes del desarrollo de los insectici-das qumicos. El primer uso des-crito fue la aplicacin del hongoMetarhizium anisopliae para elcontrol del abejorro del maz,Anisoplia austriaca, en Ucrania,por Metschnikoff, en 1879(Ferron, 1978).

    A comienzos de los aos 50los insecticidas qumicos, ms r-pidos, cmodos y efectivos des-plazaron en su totalidad al controlbiolgico. Sin embargo, el uso yabuso de estos insecticidas duran-te los ltimos 50 aos ha provoca-do la aparicin de resistencias enlas plagas, toxicidad medioam-biental, contaminacin de las aguas

    Diferentesestadiosde crecimientode Ceratitiscapitata, la moscade la fruta.En la imagende la izquierda,adulto de lamosca. A laderecha, larvasen tercer estadioy emergencia deun macho adulto.

    superficiales y subterrneas, dese-quilibrios ecolgicos y problemasde salud pblica. Estos inconve-nientes han potenciado, a partir dela dcada de los 80, un resurgi-miento del control biolgico conel fin de desplazar o reducir laaplicacin de productos qumicos.

    Hasta hace 10 aos, el poten-cial de los hongos entomopatge-nos pareca limitado por falta decompetitividad en la produccinen masa del micoplaguicida y porla pobreza e inconsistencia de losresultados en la fase de campo. Lafalta de xito en campo se atribu-y a las condiciones ambientales,en particular a la elevada hume-dad relativa considerada esencialpara la infectividad (Gillespie,1988) o al efecto de la exposicina la luz solar, siendo particular-

    mente perjudicial para las esporasla porcin UVB del espectro solar(Inglis et al., 1995). Sin embargo,el desarrollo en las tecnologas delas fermentaciones y formulacio-nes ha permitido eliminar parcial-mente estos inconvenientes, deforma que ahora es posible utili-zar determinados hongos para elcontrol de plagas, incluso en re-giones semi-ridas (Neethling yDent, 1998). Actualmente existen47 bioplaguicidas basados en hon-gos en todo el mundo (Copping,1999) y es probable que se regis-tren muchos ms en un futuro cer-cano.

    La Ceratitis capitata Wiede-mann, (Diptera: Tephritidae), mos-ca de la fruta o del Mediterrneo,es una de las plagas ms perjudi-ciales que se conocen para la agri-

    PILAR MOYACentro de Ecologa Qumica AgrcolaUniversidad Politcnica de Valencia

    Hongos patgenosen la lucha contraCeratitis capitata

    El uso de hongos entomopatgenosen el control de plagas se remontaa finales del siglo XIX, anterior al

    desarrollo de insecticidas qumicos.

  • artculoFITOSANDAD

    25revista167-MARZO 2003HORTICULTURA

    cultura. Afecta a una gran varie-dad de cultivos, concretamente msde 350 especies de frutas, ctri-cos, bayas y hortalizas (Lquidoet al., 1991). Este hecho, unido asu alto potencial de reproducciny su adaptabilidad a diferentesentornos, hace que tenga una am-plia distribucin en todo el mun-do (Enkerlin y Mumford, 1997),principalmente en latitudes tropi-cales y templadas, donde las tem-peraturas invernales raramentedescienden de los 2C.

    El control actual de C.capitata en Espaa se basa en eluso de insecticidas organofosfo-rados (malation), de ah la necesi-dad de buscar mtodos alternati-vos y ms ecolgicos de control.De hecho, en estos momentos, seest valorando la posibilidad deutilizar el mtodo de la suelta demachos estriles (SIT), promovi-do por la Comunidad Valenciana,la utilizacin de mtodos de cap-tura masiva basados en atrayentesde hembras ms efectivos (Heathet al., 1998; Epsky et al., 1999;Katsoyannos et al., 1999) y elcontrol biolgico con parasitoides(Beitia et al., 2002).

    EL Centro de Ecologa Qu-mica Agrcola de la UniversidadPolitcnica de Valencia, fundadopor el catedrtico D. Eduardo Pri-mo Yfera y actualmente dirigidopor D. Jaime Primo Millo, basaparte de sus investigaciones, des-de hace mucho tiempo, en el con-trol ecolgico de la mosca. Frutode ellas, ha surgido un posiblenuevo mtodo de lucha contraCeratitis basado en la quimioeste-rilizacin. Los estudios en campoa gran escala, durante dos aosconsecutivos, parecen indicar queeste mtodo podra consolidarsecomo una alternativa real y ade-cuada de lucha.

    Ms recientemente, nos plan-teamos la posibilidad del controlbiolgico de Ceratitis con hongosentomopatgenos. Un estudio ex-haustivo de la literatura cientficaacerca del potencial de los hongoscomo agentes de control biolgicode esta plaga revel que se tratabade un rea prcticamente inex-plorada. La informacin encontra-

    da se limitaba a dos artculos cien-tficos brasileos sobre la patoge-neicidad de Metarhizium anisopliaesobre moscas adultas de C. capi-tata en el laboratorio (Garca etal., 1980, 1984).

    En base a esto, evaluamos,en laboratorio, la susceptibilidadde la mosca a diferentes cepasfngicas, todas ellas Deutero-micetos, entre los que se encuen-tran algunos de los gneros ento-mopatgenos de dpteros ms im-portantes, capaces de provocarepizootias en poblaciones de mos-ca bajo condiciones de laboratorioy campo (Barson et al., 1994;Reithinger et al., 1997). Dos delas cepas evaluadas en nuestro es-tudio, un Metarhizium anisopiae yun Paecilomyces fumosoroseus,mostraron un elevado grado deinfectividad, suficiente para justi-ficar posteriores trabajos que per-mitieran evaluar su potencialcomo agentes de control (Castilloet al., 2000). Brevemente, la sus-ceptibilidad de Ceratitis capitataa los distintos hongos se evalusometiendo a los adultos, median-te aplicacin tpica, a diferentesconcentraciones de conidios, enformulacin acuosa, (en un rangoentre 1 x 106 y 1 x 102 conidios/mosca) de cada una de las cepas.

    M. anisopliae y P. fumoso-roseus mostraron niveles signifi-cativamente similares de patoge-neicidad, con valores de LD50, alos 10 das del tratamiento, de 5.1x 103 y 6.1 x 103 conidios/mosca,respectivamente. Los LT50 a lasdosis ms altas de estudio (1 x 106y 1 x 105 conidios/mosca) tampo-co permitieron establecer diferen-cias entre las cepas. Sin embargo,a la dosis de 1 x 104 conidios/mos-ca, la cepa M. anisopliae mostrmayor velocidad provocando lamicosis y, consecuentemente, ma-tando a los insectos (LT50 de 8.8frente a los 11.0 das requeridospor P. fumosoroseus). La veloci-dad provocando la muerte es unfactor importante cuando conside-ramos los hongos entomopat-genos como agentes de biocontrolde Ceratitis, porque un periodo detiempo reducido entre el trata-miento y la muerte puede evitar,

    en gran medida, la oviposicin delas hembras.

    Siguiendo este criterio se se-leccion la cepa de M. anisopliaepara el desarrollo del mtodo decontrol.

    La Ceratitis capitata,mosca de la frutao del Mediterrneo,es una de las plagasms perjudiciales quese conocen para laagricultura. Afecta a unagran variedad de cultivos.Ha surgido un posiblenuevo mtodo de luchacontra Ceratitis basadoen hongos patgenos

    Metarhizium anisopliae:mecanismo de acciny su potencial como agentede biocontrol.

    Etapas en el proceso de in-feccin de Metarhizium anisopliae.

    Los hongos son nicos en-tre los patgenos de insectos en elsentido en que infectan a su hus-ped a travs de la cutcula externa.

    La patognesis se inicia conla adhesin de un conidio a la cu-tcula del insecto, a travs de unmecanismo de adhesin no espe-cfico mediado por la hidrofobi-cidad de la pared celular del coni-dio (Boucias y Pendland, 1991).Una vez el propgulo entra encontacto con la cutcula del insec-to apropiado, puede germinar yproducir estructuras de penetra-cin como, por ejemplo, elappressorium, a partir del cual seforman las hifas de penetracin.Una infeccin en la epicutculapuede ser abortada si un factoresencial para la fase de adhesinest ausente (St. Leger, 1991).Especficamente, la infeccinpuede verse impedida por bajahumedad (el hongo requiere agua

  • artculoTECNOLOGA DE PRODUCCIN

    26 revista167-MARZO 2003 HORTICULTURA

    Conidio

    Apresorium

    Cuerposhifalessecundarios

    Blastosporas

    Placa depenetracin

    Epicutcula

    Procutcula

    Hemocele

    Epidermis

    para la germinacin y su creci-miento), por la incapacidad parautilizar nutrientes disponibles enla superficie de la cutcula, o porla ausencia de los factores necesa-rios para reconocer un huspedsusceptible o un lugar adecuadopara la penetracin. El reconoci-miento de un husped susceptiblepuede incluir tanto seales qumi-cas como topogrficas y/o la pre-sencia de factores inhibidorescomo cidos grasos o melanina,dentro de la cutcula (St. Leger etal., 1991).

    Para penetrar la cutcula, elhongo utiliza una combinacin demecanismos enzimticos y mec-nicos. La produccin de exopro-teasas se ha demostrado que sonimportantes para la penetracinde M. anisopliae, pero parece queotras enzimas como endoprotea-sas, esterasas, lipasas y quitinasaspueden estar tambin implicadas(Butt et al., 1998). son las llamadas blastosporas.

    Antes de que el hongo pueda pro-liferar en el hemocele, debe evitarla respuesta defensiva del insectoy la produccin de toxinas por elhongo puede debilitar dicha res-puesta. El insecto puede respon-der a la infeccin fngica utili-zando mecanismos humorales(por ejemplo, fenoloxidasa, lecti-nas, protenas y pptidos de de-fensa) y celulares (fagocitosis oencapsulacin) (Bidochka et al.,1997). La muerte del insecto pue-de sobrevenir a travs de unacombinacin de acciones, inclu-yendo el agotamiento de nu-trientes, obstruccin fsica o inva-sin de rganos, y toxicosis. Aeste respecto, M. anisopliae pro-duce las dextrusinas que pareceestn relacionadas con la pato-geneicidad. Varias de estas subs-tancias se sabe que inducen par-lisis tetnica (Dumas et al., 1996)y otras pueden ser inmuno-supresivas (Cerenius et al., 1990).

    Despus de la muerte, elhongo crece en el interior del ca-dver, produciendo metabolitos quese piensa pueden estar implicadosen la exclusin competitiva deotros microorganismos que pue-den competir por el cadver. Pos-teriormente, y bajo condiciones

    favorables, las hifas emergen delcadver; producen clulasconidiognicas, se produce la es-porulacin en la superficie de lacutcula y se liberan los conidios.

    La dispersin de los conidioses pasiva, dependiendo funda-mentalmente del viento, perootros factores como la lluvia, pue-den jugar un papel importante enla diseminacin.

    Seguridad de M. anisopliaeLa seguridad es uno de los

    principales factores en el desarro-llo y uso prctico de un plaguicidamicrobiano y es fundamental en elmomento de su registro.

    Schaerffenberg (1968) reali-z los primeros estudios toxicol-gicos de M. anisopliae sobre ma-mferos. Este y posteriores traba-jos permitieron establecer que nose desarrolla sintomatologa pato-lgica o toxicolgica cuando elhongo se aplica, por diferentesmtodos, a pjaros, peces, ratas,ratones o conejos. Estos datos pa-recen indicar que el hongo es se-guro. Tampoco se han detectadoefectos perjudiciales sobre abejas,lombrices, Daphnia sp y palomas.

    Potencial de M. anisopliaecomo agente de biocontrol

    M. anisopliae es un impor-tante hongo entomopatgeno que

    El control actualde C. capitata en Espaase basa en el usode insecticidasorganofosforados(malation), de ah lanecesidad de buscarmtodos alternativos yms ecolgicos de control,como la suelta de machosestriles, la capturamasiva basada enatrayentes de hembrasy el control biolgicocon parasitoides

    Representacinesquemticade las estructurasde infeccinde Metarhiziumanisopliae

    Una vez el hongo alcanza elhemocele, crece como cuerposhifales, que son estructuras uni- omulticelulares a las que les faltauna pared celular formal. En sulugar poseen una fina capa fibrilarsobre la membrana plasmtica;

  • artculoFITOSANDAD

    27revista167-MARZO 2003HORTICULTURA

    se ha utilizado ampliamente comomodelo en investigaciones acercade la virulencia y los mecanismosbioqumicos de la patogeneicidad(Charnley, 1989; Charnley y St.Leger, 1991; Hajek y St. Leger,1994), as como en estudios sobreformulacin y aplicacin del hon-go y su uso en estrategias debiocontrol.

    M. anisopliae es unDeuteromiceto, por lo que slo sele conoce un ciclo de vida ase-xual. El hongo se identifica fcil-mente por poseer unas esporasasexuales (conidios) verdes, ciln-dricas que se producen en cade-nas y forman una capa compactay densa de esporas.

    Este hongo es una especieubicua y probablemente formaparte de la flora natural del suelo.Adems se ha aislado de muchasespecies de insectos, describin-dose ms de 200 especies dehuspedes, pertenecientes a 7 r-denes de insectos.

    La mayora de estos huspe-des pertenecen al orden colep-tera, con un total de 134 especies,principalmente entre las familiasCurculionidae, Elateridae yScarabaeidae; se han detectadoinfecciones en Dptera e Hime-nptera, aunque son poco fre-cuentes. A pesar de esto, cabedestacar que distintas cepas de M.anisopliae difieren considerable-mente en su rango de huspedes,por lo que se requieren bioen-sayos para seleccionar la cepams virulenta frente a un insectoespecfico.

    M. anisopliae var. acridumse est desarrollando actualmentecomo agente de control biolgicode saltamontes y locustas en va-rias regiones del mundo, inclu-yendo Africa, Australia y Brasil.Se venden como una formulacinvolumen ultra bajo, de esporas se-cas en aceites minerales, bajo elnombre comercial Green Muscle.

    Adems, este hongo tiene unxito considerable cuando se apli-ca en suelo. Se emplea para elcontrol de la plaga de los pastosAphodius tasmaiae Hope, en Aus-tralia (Gillespie y Claydon, 1989).Actualmente se est comerciali-zando otro producto basado en M.anisopliae para el control de otraplaga de los pastos, Adoryphoruscouloni, en Australia tambin,bajo el nombre BioGreen.

    M. anisopliae ha mostradoun considerable potencial para elcontrol de termitas. El producto,comercializado como BioBlast, escapaz de producir la destruccintotal de una colonia de termitas,en un periodo de 2 semanas, conuna infeccin de la poblacin trasel tratamiento de slo el 5-!0%.Se vende como una formulacininyectable.

    Finalmente, la cmara decontrol de cucarachas Bio-Path esel primer agente microbiano re-gistrado en USA para el controlde cucarachas. Las cucarachasque entran en la cmara se ponenen contacto con el hongo y reci-ben una dosis letal de esporas.Los insectos infectados puedentambin transmitir el patgeno amiembros sanos de la poblacin.

    Desarrollo de un mtodoatracticida para el controlde Ceratitis capitata

    Actualmente, el control bio-lgico de plagas de insectos conhongos entomopatgenos se reali-za mediante mtodos aumentativospor inundacin y consiste en la li-beracin del agente patgeno, deforma masiva (normalmente me-diante pulverizacin) y en un cortoespacio de tiempo (Dent, 2000).An con las mejoras introducidasgracias al desarrollo de las tcni-cas de formulacin, esta prctica

    sigue mostrando problemas, origi-nadas fundamentalmente por lafalta de persistencia de las espo-ras en campo, que si bien ha au-mentado considerablemente, toda-va no es suficiente. Esto ocasio-na que, para alcanzar el nivel decontrol adecuado de la plaga, serequieran aplicaciones masivasfrecuentes, lo que deriva en unafalta de competitividad frente alos mtodos actuales de controlcon insecticidas qumicos.

    Se hace necesario, por tanto,el desarrollo de un mtodo deaplicacin de hongos selectivo yde larga duracin que subsane, enlo posible, los actuales inconve-nientes. Para ello, se pens en di-sear el mtodo atracticida que sedescribe a continuacin y cuyoprimer paso fue el diseo de latrampa atrayente-contaminante

    La muerte del insecto seproduce a travs de unacombinacin de acciones,incluyendo el agotamientode nutrientes, obstruccinfsica o invasin derganos y toxicosis.M. anisopliae producelas dextrusinas queparece estn relacionadascon la patogeneicidad

    Los hongos son nicosentre los patgenosde insectos en el sentidoen que infectan a suhusped a travs de lacutcula externa. Una vezque entran en contacto,pueden germinary producir estructurasde penetracin

    As, el mtodo se caracterizapor emplear un dispositivo atra-yente-contaminante en el cual lasesporas del hongo se fijaron sobreun material mineral adsorbente,este material, a su vez, llevaba in-corporado un atrayente especficopara el insecto a controlar, en estecaso, trimedlure. Las esporas seformularon en aceite, componenteque tena una funcin doble en latrampa. Contribua, por una parte,a evitar la desecacin de las espo-ras y favorecer la adhesin de s-tas al cuerpo del insecto; por otra

  • artculoTECNOLOGA DE PRODUCCIN

    28 revista167-MARZO 2003 HORTICULTURA

    parte, y debido a que el propioemisor constituye el soporte delas esporas, influa sobre la emi-sin del atrayente, prolongando suduracin.

    La utilizacin de aceite en laformulacin de hongos entomo-patgenos es una prctica habitualdesde que Prior et al. (1988) des-cribiese que incrementaba la efec-tividad de los patgenos. Este au-mento de efectividad se debe,probablemente, a que el aceiteevita la desecacin de losconidios, aumenta la capacidad deadhesin del conidio a la cutculaevitando, as, la primera barrerade la patogeneicidad, extiende elinculo sobre el cuerpo del hus-ped, incluso dentro de las hendi-duras y, por ltimo, posiblementeinterfiere con la naturaleza defen-siva de la cutcula.

    hongo-atrayente se fij sobre unmaterial adherente para impedirla dispersin el complejo por ac-cin, por ejemplo, del viento.Para este fin se pens en utilizaruna sustancia gelificante, comple-mentada con un humectante que,adems de fijar el complejo, fuesecapaz de mantener un grado dehumedad relativamente alto yconstante a lo largo del tiempo.Por ltimo, el dispositivo, encampo, se coloc en una trampadelta clsica, de forma que las es-poras quedaban protegidas, tam-bin, de las radiaciones solares.

    En principio, este mtodo deaplicacin de hongos entomopa-tgenos parece poseer ventajasindiscutibles frente a los actualesmtodos de aplicacin, mediantepulverizacin.

    Cabe destacar, en primer lu-gar, la selectividad derivada delempleo de atrayentes especficosy la gran duracin del efecto atra-yente-contaminante, gracias al em-pleo del emisor de velocidad con-trolada (material adsorbente). A-dems, se consigue una persisten-cia mucho mayor de las esporascon el control de la humedad.

    Por otra parte, la concentra-cin de esporas por unidad de su-perficie aumenta considerablemen-te lo cual, unido a la accin atra-yente, favorecer en gran medida

    la eficacia del tratamiento a la vezque se reduce considerablementela cantidad de esporas aplicadaspor hectrea. Por ltimo, se evitala inundacin masiva de hongosen zonas de cultivo, con lo que seminimiza un posible efecto sobrela fauna til.

    El ensayo en el laboratoriode placas atrayentes-contaminan-tes, envejecidas en condiciones decampo, confirm la eficacia de s-tas provocando infeccin durantems de tres meses. Estos resulta-dos impulsaron el posterior ensa-yo en campo.

    Evaluacin de la actividadatracticida en campo

    El objetivo del ensayo fueestudiar la dinmica poblacionalde la mosca de la fruta en un cam-po tratado con esporas del hongoy en un campo con tratamientosconvencionales y estimar si exis-ten diferencias entre ellos. Se va-lor tambin, de esta forma, elefecto de control sobre la mosca yla compatibilidad con agroqumi-cos de uso ordinario.

    El campo de ensayos se en-cuentra en el trmino municipalde Alzira, en la Ribera Alta. Lazona es un valle cerrado por cade-nas montaosas excepto en sulado Oeste, nico extremo delcampo que linda con otros culti-vos de ctricos.

    M. anisopliae seest desarrollandoactualmente como agentede control biolgicode saltamontes y locustasen Africa, Australiay Brasil, adems tieneun xito considerable enel suelo para el controlde la plaga de los pastos,en Australia y se hamostrado que tienepotencial para el controlde termitas y cucarachas

    Trampa atrayente-contaminante

    incluyendola placa infectiva

    y un emisoradicional

    de trimedlure(Econex) para

    atraccin a largasdistancias.

    Adicionalmente, el trabajode Barson et al. (1994) sobre elcontrol de Musca domestica me-diante Metarhizium spp muestraque cuando los conidios del hon-go se formulan en aceite vegetalla eficacia del tratamiento (referi-do a la velocidad provocando lamicosis) es dos veces superior ala obtenida con formulaciones ba-sadas en agua. El complejo for-mado por el material adsorbente-

  • artculoFITOSANDAD

    29revista167-MARZO 2003HORTICULTURA

    La zona de experiencias tie-ne una extensin de 40 Ha, y lin-da al oeste con una zona utilizadapara un ensayo de placas quimio-esterilizantes y al este con cam-pos forestales. A 300 metros aloeste de la zona de experiencias,se eligi un campo de 5 Ha que setom como blanco para compararla evolucin de sus capturas conlas del campo tratado con hongos.

    Para prevenir la invasin dela zona tratada por moscas dehuertos vecinos se han empleadodos mtodos de control.

    El primer mtodo est basa-do en la captura masiva. ste serealiza colocando trampas con a-trayentes e insecticida a lo largode la frontera del campo tratado.

    El segundo mtodo, que re-fuerza el efecto barrera conseguidocon los mosqueros, consiste en tra-tamientos convencionales con ma-lation y cebo proteico, en los cam-pos vecinos a la zona en estudio.

    El campo de ensayo es unaplantacin donde predominan es-pecies del gnero Citrus, siendolas variedades cultivadas: Mari-sol, Clemen Nules, Navelina,Navelate y Valencia-late.

    La zona de experiencias de40 Ha est dividida en dos zonasde ensayos.

    La parte este del Valle, de 20Has de extensin, donde se han

    realizado las aplicaciones con-vencionales de los cultivos de c-tricos (aplicaciones semanales porparcheo de malation con ceboproteico desde un mes y medioantes de la recoleccin de los c-tricos) y una colocacin de tram-pas infectivas de abril a junio.

    La zona ms occidental de laparcela de ensayos tiene tambinuna extension de 20 Has, y enella, adems de los tratamientosconvencionales, se han colocadoplacas infectivas, dos veces du-rante la campaa, de abril a junioy de julio hasta el final de la cam-

    paa (diciembre).Caractersticas y localiza-

    cin de las trampas.Las placas atrayentes-conta-

    minantes se introdujeron en tram-pas delta y se colgaron de los r-boles a una altura de 1,5 m. Entoda la zona del campo de ensa-yos se pusieron 30 trampas porhectrea a tresbolillo, de formaque cada trampa tuviera un radiode influencia de 11 metros. En to-tal se colocaron 600 trampas encada zona. A cada trampa delta,adems de la placa con el gel conlas esporas del hongo, se le intro-dujo adherido a su pared tres so-bres de Tripack de Suterra(trimetilamina, acetato amnico yputrescina) con los que se preten-de aumentar la atraccin de hem-bras. En una de cada tres trampasse introdujo un emisor detrimedlure (TML) de Econex parala atraccin sobre machos a largasdistancias. En este caso, la distan-cia entre emisores de TML es tresveces mayor que la distancia entreemisores Tri-Pack.

    Las trampas se colocaron en-tre el 20 de marzo y el 2 de abrilen toda la zona de ensayos. En laparte tratada ms occidental de laparcela de ensayos las placas dehongo se sustituyeron por trampasnuevas la segunda quincena de ju-nio, mientras que la parte este dela zona de ensayos se retiraron lastrampas que se haban colocado.Las trampas de la zona occidentalno se han vuelto a sustituir desdeel mes de junio.

    Medida de la eficacia delmtodo: seguimiento de la po-blacin de mosca

    Para realizar el seguimientode la poblacin se coloc 1mosquero McPhail (atrayente deTML Econex + pastilla DDVP) porhectrea tanto en los campos tra-tados con hongos como en la par-cela blanco. Los mosquerosMcPhail son de plstico, invagi-nados y con tapa transparente. Sehan revisado semanalmente desdeel mes de febrero hasta diciembre.

    Resultados del ensayo a-tracticida

    Los resultados del segui-miento de la poblacin en la zona

    La seguridad es un delos principales factoresen el desarrollo y usoprctico de un plaguicidamicrobiano. No se hadesarrolladosintomatologa patolgicao toxicolgica en pjaros,peces, ratas, ratonesy conejos. Tampocosobre abejas, lombrices,Daphnia sp y palomas

    Grfico1.jpgRh_hi2003/Rh_167/fotosdig

    Evolucinde la poblacinde Ceratitiscapitata sometidaal controlbiolgicode Metarhiziumanisopliae.

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    BlancoZona Hongo un trto.Zona Hongo dos trto.

  • artculoTECNOLOGA DE PRODUCCIN

    30 revista167-MARZO 2003 HORTICULTURA

    tratada con hongo de abril a junio,en la zona tratada con hongo dosveces (abril a junio y de julio adiciembre) y en la parcela blancose muestran en la grfico 1.

    En la parcela blanco, situadaal oeste de la zona de ensayos, elmximo de poblacin se alcanza amediados de junio llegando a unvalor de 59 moscas por mosqueroy da. En la evolucin de la pobla-cin del blanco se puede observarun descenso anmalo de la pobla-cin la primera semana de julio,que coincide con aplicacin areade malation que realiz laConselleria dAgricultura, Pesca iAlimentaci de Valencia, el 27 dejunio, para el tratamiento de zo-nas vecinas. En principio, cabepensar que la avioneta pudo des-plazarse afectando a nuestra zonablanco.

    Los ensayos realizadoscon los hongosentomopatgenos hanmostrado resultadosmuy esperanzadores,consiguiendo unareduccin de la poblacinde mosca en seis vecesla poblacin natural,cuando se mantienendurante toda la canpaaplacas infectivas visibles

    Respecto a la eficacia deltratamiento con hongo podemosobservar que en el campo tratadocon hongo de abril a junio la po-blacin de mosca se mantienemuy baja hasta el final del mes dejunio. Sin embargo en cuanto reti-ramos las trampas infectivas lapoblacin de mosca se dispara al-canzando un mximo similar aldel campo blanco. En cambio, enla zona que se trat de abril a ju-nio y de julio a diciembre con loshongos la poblacin de mosca tie-ne un ascenso de poblacin mu-cho ms atenuado, siendo el picopoblacional 4 veces menor que elobservado en la zona tratada unasola vez con placas de hongos.Debemos tener en cuenta que losdos campos tratados con hongosson contiguos y en ambos se reali-zaron los mismos tratamientosqumicos contra piojo rojo deCalifornia en mayo-junio, mina-dor durante el verano y mosca dela fruta a partir del 15 de agosto.Adems el campo con dos trata-mientos de hongo se encuentraentre el campo blanco el campocon un tratamiento de hongo, loque valida, en mayor grado, losresultados obtenidos.

    DiscusinLos ensayos realizados con

    los hongos entomopatgenos hanmostrado resultados muy espe-ranzadores, consiguiendo una re-duccin de la poblacin de moscaen seis veces la poblacin natural,cuando se mantienen, durantetoda la campaa, placas infectivasviables. A este respecto, comentarque hacia el ms de octubre lasplacas infectivas haban reducidomucho su capacidad de contami-nacin, cuando se contrast su ac-tividad en el laboratorio; sin em-bargo, en campo se observaba to-dava control de la poblacin,efecto que se mantuvo hasta el fi-nal de la campaa. Este hecho noshace suponer que se puede haberestablecido una epizootia, portransmisin horizontal de la con-taminacin y posteriores infeccio-nes a partir de las esporas genera-das sobre los cadveres de los or-ganismos afectados.

    Aunque estamos barajando

    resultados preliminares y a faltade confirmar estos datos en poste-riores campaas citrcolas, el m-todo parece viable, tanto a nivelde actividad como desde el puntode vista econmico.

    Adems, como se ha visto enel ensayo, el mtodo es compati-ble con otros tratamientos, por loque podra convertirse en una he-rramienta til dentro del controlintegrado de la plaga, sobre todo,utilizndose complementariamen-te con otros mtodos ecolgicosde control, por ejemplo, la auto-esterilizacin o la suelta de ma-chos estriles. En este sentido,unos insecticidas que podran re-sultar idneos para establecer unposible efecto sinrgico seran,tanto por su inocuidad para el me-dio ambiente como por su meca-nismo de accin, los reguladoresdel crecimiento de insectos. Estosinsecticidas interfieren, directa-mente, en el desarrollo y forma-cin de la cutcula de los insectoso en el proceso de la muda. Si laformacin, endurecimiento o laesclerotizacin de la nueva cutcu-la se ven afectados, la capacidadde sta para servir de barrera a lainfeccin fngica se ve compro-metida y la probabilidad de pro-ducir una micosis podra poten-ciarse.

    En los campos tratados conhongos el mximo de la curva depoblacin se ve retrasada 20 dasrespecto a la del campo blanco, loque puede ser debido a dos cir-cunstancias distintas: a la accinde los hongos que impiden la nor-mal explosin demogrfica y laretrasa, o a las diferentes condi-ciones microambientales de lasparcelas debido a que estn sepa-radas por 3 km de distancia.

    Este mtodo escompatible con otrostratamientos, por lo quepodra convertise en unaherramienta til dentrodel control integradode la plaga, utilizndosecomplementariamentecon otros mtodosecolgicos de control,como la autoesterilizacino la suelta de machosestriles