homenaje a personajes que fallecieron

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EL CAFETERO Hernán Uribe Arango Como un gran caballero de una voluntad de servicio sin límite y un amigo digno de imitar, así definió el exgober- nador de Caldas Emilio Eche- verri Mejía, al dirigente cafetero Hernán Uribe Arango, quien falleció el 8 de enero en el mu- nicipio de Palestina (Caldas) a los 90 años de edad. Fue Gerente de la Organi- zación Internacional del Café (OIC) en Londres, Gerente de la Federación en Bruselas y Sub- gerente General de la Federa- ción Nacional de Cafeteros en Colombia. Agrega Echeverri que Hernán Uribe se caracterizó por ser un hombre muy estricto en su trabajo, lo que lo hizo una persona digna de imitar. Uribe Arango dedicó su vida al café, tanto así que la tienda Juan Valdez en Manizales lleva su nombre. “Hernán heredó de su padre, Pedro Uribe Mejía, esa pasión por la cultura del café. Desde muy joven estuvo vinculado a Cenificafé como director. Como director del Fondo de Desarrollo y Diver- sificación Cafetera se le deben los avances que Colombia tuvo en tecnificación cafetera en los años 60 y 70 con la promoción del caturra, que fue una revolu- ción. Sin duda alguna le prestó un gran servicio a la industria cafetera”, expresó Echeverri Mejía. También sostuvo que se distinguió por ser un afectuoso y excelente amigo. Por su parte, Mario Gómez Estrada, miembro principal por Caldas al Comité Nacio- nal de Cafeteros, afirmó que Don Ramón Ospina Marulanda, apo- dado ‘El Insobornable’, por su imparcia- lidad a la hora de emitir juicios sobre el mundo de los toros, nació el primero de abril de 1928 en el corregimiento de Ver- salles (Santa Bárbara, Antioquia). El defensor de Manizales y de la fiesta brava, que vivió desde el callejón de la plaza de toros para contarles con lujo de detalles a los oyentes lo que sucedía en el ruedo, falleció el 15 de octubre a sus 83 años. Fue un hombre querido por el aporte que le hizo a la ciudad para darla a co- nocer como una de las mejores Ferias en América y como sede de la buena Fiesta Brava, desde su afición y desde su faceta EL TAURÓMANO Ramón Ospina Marulanda EL JURISTA Diego López Torres Docentes y administrativos del programa de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas recuerdan con orgullo y profundo respeto al maestro Diego López Torres, uno de los juris- tas más sobresalientes de la ciudad y quien dejó de existir el 8 de noviem- bre. Fue maestro de una generación bri- llante de juristas, tuvo a su cargo im- portantes casos en la ciudad y dedicó sus últimos 40 años a enseñar a los futuros abogados sobre la manera de fortalecer el quehacer del profesional del derecho. “Era muy estricto, pero entregado a sus estudiantes. Se había dedicado al consultorio jurídico, des- de donde pretendía conservar la idea de que los abogados fueran rigurosos en la ética, el servicio al cliente y la redacción”, narró José Fabián Flórez Buitrago, Director del Programa de Derecho de la Universidad de Caldas, la institución que le otorgó un reco- nocimiento por su ilustre trayectoria durante la celebración de los 60 años de Derecho, en mayo de este año. También lo describió como una de las eminencias en el área del derecho civil y procesal y un “maestro de maes- tros de las épocas doradas del progra- ma de Derecho”. El profesor López Torres era oriundo de Marulanda. Fue abogado y doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Caldas. Ejerció como profesional independiente durante 34 años y llegó a ser miembro de la Academia Colombiana de Jurispru- dencia y Juez Civil y de Menores de Manizales. EL ARTISTA Óscar Castaño Jurado El martes 8 de marzo se apagó la luz del dramaturgo, escritor y fotógrafo manizaleño Óscar Castaño Jurado. Era considerado como una de las personalidades de la vida tea- tral de la ciudad, porque fue pionero en técnicas teatrales, las que la generación de finales de los 70 y principios de los 80 tuvo el honor de aprender. Fue un líder del teatro in- dependiente, pues lo movía el interés de ser reconocido o criticado por su público para mejorar. “Óscar fue una de las per- sonas que más influyó en mi proceso de formación dentro de las artes escénicas. Su método reflexivo sobre el teatro colom- biano y latinoamericano y su visión y práctica de la puesta en escena con un sello muy perso- nal, marcaron el hecho cultural en Manizales”, detalló Gilberto Leyton, Director del Departa- mento de Artes Escénicas de la Universidad de Caldas. Fue una de las grandes per- sonalidades que pasó por la historia del teatro local, regio- nal y nacional. “Es una pérdida total, no solo para la Universi- dad, sino para Manizales y la cultura colombiana. Él fue un ícono del hecho teatral en los años 60, 70 y 80. Casi todos los maestros importantes de Latinoamérica lo buscaban cada vez que venían al Festival Internacional de Teatro”, co- mentó Leyton. Se vinculó a la actividad tea- tral desde 1963 en el Grupo del Centro Colombo Americano como actor, director y autor, y con grupos como Teatro Inde- www.lapatria.com MARTES 27 DE DICIEMBRE DE 2011 6a como periodista taurino. “Era el profe- sor de todos los que nos interesamos por este mundo. Sabía ver los toros de una forma especial y por eso sus comentarios eran muy imparciales. Decía las cosas claramente”, expresó Jorge Hernán Bo- tero Restrepo, Jefe del Departamento Comercial de LA PATRIA y aficionado a los toros. Sereno, amable, sonriente, un roble, así lo describen quienes lo conocían. “Con él se cierra una era de los grandes comentaristas taurinos y quien hizo que muchos nos volviéramos aficionados. Se va un maestro, un papá, un realizador de sueños. En Manizales se ponía la capa, porque sabía que la lluvia era parte de gloriosas tardes”, recordó María Carolina Andrade, comentarista taurina. Para su hijo, Sergio Ospina, a todos les enseñó a ver los toros en Manizales y a amar la ciudad. “Recuerdo que durante la Feria comprábamos paquetes de papi- tas por la carrera 23 para regalarle a la gente que caminaba por allí. Él se sentía feliz de caminar por las calles de la ciu- dad y hablar con todo el mundo”. in memóriam Su colega Aurelio Calderón lo re- cuerda como un profesor en todo el sentido de la palabra. “Deja un legado en la docencia, pues le dedicó gran parte de su vida al arte de enseñar a las nuevas generaciones cómo ser excelentes abogados”. Desde el plano personal se refirió a él como un hom- bre de mucho carácter, buen amigo y, sobre todo, “honrado y leal con sus clientes”. Hernán Uribe era un profesio- nal a carta cabal. “Tenía la au- toridad moral suficiente para gobernar y así lo hizo, pues sa- bía administrar con educación y mucho don de gentes”. Uribe Arango mereció los más altos honores como diri- gente cafetero, como la Medalla al Mérito Cafetero, la Medalla Manuel Mejía -la mayor conde- coración que tiene el gremio- y la Cruz de Boyacá. pendiente Manizales (TIM) y Teatro Universidad Nacional, sede Manizales. En 1987 fun- dó y dirigió la Escuela de Artes Escénicas de la Facultad de Be- llas Artes de la Universidad de Caldas, hoy Departamento de Artes Escénicas, y coordinó la cátedra de Dramaturgia e His- toria de Teatro. Su amigo Carlos Velásquez recuerda que en 1983 ocupó el primer puesto en el Concurso de fotografía a color del perió- dico El Espectador, gracias a la imagen de una boyacense que tomaba cerveza en la parte de adelante de un bus de Boliva- riano, en Tunja. Estar detrás del lente fue otra de las pasio- nes del artista manizaleño, en su cámara retrataba la reali- dad, según Velásquez. También recibió las menciones de honor del Concurso Nacional de Foto- grafía Coomeva y de la Muestra Fotográfica de Caldas. La literatura era otro de sus fuertes, el primer libro que pu- blicó fue de cuentos, Las señales del desahucio, con el que ocupó el primer puesto en el concurso Libros de cuentos Gobernación de Caldas 75 años. En el 2007 publicó su poemario, Retrato de un desconocido.

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Homenaje a personajes que fallecieron

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El cafEtEro

Hernán Uribe

ArangoComo un gran caballero de

una voluntad de servicio sin límite y un amigo digno de imitar, así definió el exgober-nador de Caldas Emilio Eche-verri Mejía, al dirigente cafetero Hernán Uribe Arango, quien falleció el 8 de enero en el mu-nicipio de Palestina (Caldas) a los 90 años de edad.

Fue Gerente de la Organi-zación Internacional del Café (OIC) en Londres, Gerente de la Federación en Bruselas y Sub-gerente General de la Federa-ción Nacional de Cafeteros en Colombia.

Agrega Echeverri que Hernán Uribe se caracterizó por ser un hombre muy estricto en su trabajo, lo que lo hizo una persona digna de imitar.

Uribe Arango dedicó su vida al café, tanto así que la tienda Juan Valdez en Manizales lleva su nombre. “Hernán heredó de su padre, Pedro Uribe Mejía, esa pasión por la cultura del café. Desde muy joven estuvo vinculado a Cenificafé como director. Como director del Fondo de Desarrollo y Diver-sificación Cafetera se le deben los avances que Colombia tuvo en tecnificación cafetera en los años 60 y 70 con la promoción del caturra, que fue una revolu-ción. Sin duda alguna le prestó un gran servicio a la industria cafetera”, expresó Echeverri Mejía. También sostuvo que se distinguió por ser un afectuoso y excelente amigo.

Por su parte, Mario Gómez Estrada, miembro principal por Caldas al Comité Nacio-nal de Cafeteros, afirmó que

Don Ramón Ospina Marulanda, apo-dado ‘El Insobornable’, por su imparcia-lidad a la hora de emitir juicios sobre el mundo de los toros, nació el primero de abril de 1928 en el corregimiento de Ver-salles (Santa Bárbara, Antioquia).

El defensor de Manizales y de la fiesta brava, que vivió desde el callejón de la plaza de toros para contarles con lujo de detalles a los oyentes lo que sucedía en el ruedo, falleció el 15 de octubre a sus 83 años.

Fue un hombre querido por el aporte que le hizo a la ciudad para darla a co-nocer como una de las mejores Ferias en América y como sede de la buena Fiesta Brava, desde su afición y desde su faceta

El taurómano

Ramón Ospina

Marulanda

El jurista

DiegoLópez

TorresDocentes y administrativos del

programa de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas recuerdan con orgullo y profundo respeto al maestro Diego López Torres, uno de los juris-tas más sobresalientes de la ciudad y quien dejó de existir el 8 de noviem-bre.

Fue maestro de una generación bri-llante de juristas, tuvo a su cargo im-portantes casos en la ciudad y dedicó sus últimos 40 años a enseñar a los futuros abogados sobre la manera de fortalecer el quehacer del profesional del derecho. “Era muy estricto, pero entregado a sus estudiantes. Se había dedicado al consultorio jurídico, des-de donde pretendía conservar la idea de que los abogados fueran rigurosos en la ética, el servicio al cliente y la redacción”, narró José Fabián Flórez Buitrago, Director del Programa de Derecho de la Universidad de Caldas, la institución que le otorgó un reco-nocimiento por su ilustre trayectoria durante la celebración de los 60 años de Derecho, en mayo de este año.

También lo describió como una de las eminencias en el área del derecho civil y procesal y un “maestro de maes-tros de las épocas doradas del progra-ma de Derecho”.

El profesor López Torres era oriundo de Marulanda. Fue abogado y doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Caldas. Ejerció como profesional independiente durante 34 años y llegó a ser miembro de la Academia Colombiana de Jurispru-dencia y Juez Civil y de Menores de Manizales.

El artistaÓscar

Castaño Jurado

El martes 8 de marzo se apagó la luz del dramaturgo, escritor y fotógrafo manizaleño Óscar Castaño Jurado. Era considerado como una de las personalidades de la vida tea-tral de la ciudad, porque fue pionero en técnicas teatrales, las que la generación de finales de los 70 y principios de los 80 tuvo el honor de aprender.

Fue un líder del teatro in-dependiente, pues lo movía el interés de ser reconocido o criticado por su público para mejorar.

“Óscar fue una de las per-sonas que más influyó en mi proceso de formación dentro de las artes escénicas. Su método reflexivo sobre el teatro colom-biano y latinoamericano y su visión y práctica de la puesta en escena con un sello muy perso-nal, marcaron el hecho cultural en Manizales”, detalló Gilberto Leyton, Director del Departa-mento de Artes Escénicas de la Universidad de Caldas.

Fue una de las grandes per-sonalidades que pasó por la historia del teatro local, regio-nal y nacional. “Es una pérdida total, no solo para la Universi-dad, sino para Manizales y la cultura colombiana. Él fue un ícono del hecho teatral en los años 60, 70 y 80. Casi todos los maestros importantes de Latinoamérica lo buscaban cada vez que venían al Festival Internacional de Teatro”, co-mentó Leyton.

Se vinculó a la actividad tea-tral desde 1963 en el Grupo del Centro Colombo Americano como actor, director y autor, y con grupos como Teatro Inde-

www. lapat r ia . commartEs 27 DE DiciEmBrE DE 20116a

como periodista taurino. “Era el profe-sor de todos los que nos interesamos por este mundo. Sabía ver los toros de una forma especial y por eso sus comentarios eran muy imparciales. Decía las cosas claramente”, expresó Jorge Hernán Bo-tero Restrepo, Jefe del Departamento Comercial de LA PATRIA y aficionado a los toros.

Sereno, amable, sonriente, un roble, así lo describen quienes lo conocían. “Con él se cierra una era de los grandes comentaristas taurinos y quien hizo que muchos nos volviéramos aficionados. Se va un maestro, un papá, un realizador de sueños. En Manizales se ponía la capa, porque sabía que la lluvia era parte de gloriosas tardes”, recordó María Carolina Andrade, comentarista taurina.

Para su hijo, Sergio Ospina, a todos les enseñó a ver los toros en Manizales y a amar la ciudad. “Recuerdo que durante la Feria comprábamos paquetes de papi-tas por la carrera 23 para regalarle a la gente que caminaba por allí. Él se sentía feliz de caminar por las calles de la ciu-dad y hablar con todo el mundo”.

in memóriam

Su colega Aurelio Calderón lo re-cuerda como un profesor en todo el sentido de la palabra. “Deja un legado en la docencia, pues le dedicó gran parte de su vida al arte de enseñar a las nuevas generaciones cómo ser excelentes abogados”. Desde el plano personal se refirió a él como un hom-bre de mucho carácter, buen amigo y, sobre todo, “honrado y leal con sus clientes”.

Hernán Uribe era un profesio-nal a carta cabal. “Tenía la au-toridad moral suficiente para gobernar y así lo hizo, pues sa-bía administrar con educación y mucho don de gentes”.

Uribe Arango mereció los más altos honores como diri-gente cafetero, como la Medalla al Mérito Cafetero, la Medalla Manuel Mejía -la mayor conde-coración que tiene el gremio- y la Cruz de Boyacá.

pendiente Manizales (TIM) y Teatro Universidad Nacional, sede Manizales. En 1987 fun-dó y dirigió la Escuela de Artes Escénicas de la Facultad de Be-llas Artes de la Universidad de Caldas, hoy Departamento de Artes Escénicas, y coordinó la cátedra de Dramaturgia e His-toria de Teatro.

Su amigo Carlos Velásquez recuerda que en 1983 ocupó el primer puesto en el Concurso de fotografía a color del perió-dico El Espectador, gracias a la imagen de una boyacense que tomaba cerveza en la parte de adelante de un bus de Boliva-

riano, en Tunja. Estar detrás del lente fue otra de las pasio-nes del artista manizaleño, en su cámara retrataba la reali-dad, según Velásquez. También recibió las menciones de honor del Concurso Nacional de Foto-grafía Coomeva y de la Muestra Fotográfica de Caldas.

La literatura era otro de sus fuertes, el primer libro que pu-blicó fue de cuentos, Las señales del desahucio, con el que ocupó el primer puesto en el concurso Libros de cuentos Gobernación de Caldas 75 años. En el 2007 publicó su poemario, Retrato de un desconocido.