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hoja dominical Arzobispado de Tarragona www.arqtgn.cat n. 3.521 a los 4 vientos ..... Donde se ganan las batallas E l general Wellington, empo después de vencer a Napoleón, volvió un día a la academia donde se había formado. Hablando a los alumnos les dijo: «Aquí en realidad se ganó la batalla de Waterloo». Me parece que lo que el militar inglés atribuía a la academia puede aplicarse a la escuela en relación a la futura vida de quienes fueron sus alumnos. Es en estos años escolares, cuando la mente y el corazón infanles son aún como una pizarra en la que se escribe, donde se construye la futura personalidad de los escolares. No solo aprenden conocimientos, fruto de la cultura que se transmite y se desarrolla a través de las generaciones, sino que también cómo comportarse, es decir unos valores que les servirán para el resto de sus vidas, pues determinarán su conducta en todas las circunstancias. Por supuesto la principal educación en valores se recibe generalmente en la familia, incluso en aquellas familias que quizá no puedan ayudar a los alumnos en sus trabajos escolares, como aquel padre del chiste al que su hijo pregunta: «Papá, ¿quiénes son los filisteos?», y la respuesta: «No sé, hijo mío, ya sabes que no me gusta el fútbol». En el comienzo de un nuevo curso las familias enen que superar el reto de comprar los libros, organizarse para acompañar a los hijos o recogerlos al terminar las clases, apuntarles si es el caso a acvidades extraescolares; sin embargo lo principal es ayudarles a coger el hábito de estudiar y las actudes de respeto al profesorado y compañerismo con los amigos. † Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado 3 de sepembre de 2017 XXII Domingo del empo ordinario En esta formación de hábitos y virtudes, el colegio es una prolongación de la familia, no una concesión del Estado. Por ello las autoridades polícas no pueden sustuir la libertad de los padres a la hora de escoger para sus hijos la educación que desean de acuerdo con sus convicciones, por ejemplo las religiosas. En este sendo la Iglesia siempre ha defendido la libertad de los padres para que puedan elegir modelo educavo, entendiendo bien que la existencia de los colegios católicos concertados no son un privilegio que reclama la Iglesia, sino un derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus valores. Por lo mismo, recibir clases de religión en los colegios públicos no debe ser visto como un atentado a la aconfesionalidad de un país, sino como respuesta al derecho de los alumnos que lo soliciten, o de sus padres mientras ellos sean menores de edad. El colegio es una prolongación de la familia, no una concesión del Estado Enfoca el código QR y accede al video «A los Cuatro Vientos»

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hojadominicalArzobispado de Tarragona www.arqtgn.cat n. 3.521

a los 4 vientos.....Donde se ganan las batallas

El general Wellington, tiempo después de vencer a Napoleón, volvió un día a la

academia donde se había formado. Hablando a los alumnos les dijo: «Aquí en realidad se ganó la batalla de Waterloo».

Me parece que lo que el militar inglés atribuía a la academia puede aplicarse a la escuela en relación a la futura vida de quienes fueron sus alumnos. Es en estos años escolares, cuando la mente y el corazón infantiles son aún como una pizarra en la que se escribe, donde se construye la futura personalidad de los escolares.

No solo aprenden conocimientos, fruto de la cultura que se transmite y se desarrolla a través de las generaciones, sino que también cómo comportarse, es decir unos valores que les servirán para el resto de sus vidas, pues determinarán su conducta en todas las circunstancias.

Por supuesto la principal educación en valores se recibe generalmente en la familia, incluso en aquellas familias que quizá no puedan ayudar a los alumnos en sus trabajos escolares, como aquel padre del chiste al que su hijo pregunta: «Papá, ¿quiénes son los filisteos?», y la respuesta: «No sé, hijo mío, ya sabes que no me gusta el fútbol».

En el comienzo de un nuevo curso las familias tienen que superar el reto de comprar los libros, organizarse para acompañar a los hijos o recogerlos al terminar las clases, apuntarles si es el caso a actividades extraescolares; sin embargo lo principal es ayudarles a coger el hábito de estudiar y las actitudes de respeto al profesorado y compañerismo con los amigos.

† Jaume Pujol BalcellsArzobispo metropolitano de Tarragona y primado

3 de septiembre de 2017 XXII Domingo del tiempo ordinario

En esta formación de hábitos y virtudes, el colegio es una prolongación de la familia, no una concesión del Estado. Por ello las autoridades políticas no pueden sustituir la libertad de los padres a la hora de escoger para sus hijos la educación que desean de acuerdo con sus convicciones, por ejemplo las religiosas.

En este sentido la Iglesia siempre ha defendido la libertad de los padres para que puedan elegir modelo educativo, entendiendo bien que la existencia de los colegios católicos concertados no son un privilegio que reclama la Iglesia, sino un derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus valores.

Por lo mismo, recibir clases de religión en los colegios públicos no debe ser visto como un atentado a la aconfesionalidad de un país, sino como respuesta al derecho de los alumnos que lo soliciten, o de sus padres mientras ellos sean menores de edad.

El colegio es una prolongación de la familia, no una concesión del Estado‘

Enfoca el código QRy accede al video «A los Cuatro Vientos»

Edita: Arzobispado de Tarragona · Redacción y administración: Pla de Palau, 2 - 43003 Tarragona Directora: Anna Robert · Consejo de redacción: Mn. Joaquim Fortuny, Mn. Francisco Giménez y Santi Grimau Secretaria: Montse Sabaté ·Teléfono: 977 233 412 · Web: www.arqtgn.cat · E-mail: [email protected] Imprime: Torrell S.A. · D.L.: T-519-01

Ciclo A Liturgia de las Horas: Semana II

Domingo, 3: XXII Domingo del tiempo ordinario [Jer 20, 7-9; Salmo 62, 2.3-4.5-6.8-9; Rom 12, 1-2; Mt 16, 21-27 (LE/LH propias)]

Lunes, 4: [1Tes 4, 13-18; Salmo 95, 1 y 3.4-5.11-12a.12b-13; Lc 4, 16-30] Nuestra Señora Madre de la Consolación

Martes, 5: [1Tes 5, 1-6.9-11; Salmo 26, 1.4.13-14; Lc 4, 31-37] Santa Teresa de Calcuta

Miércoles, 6: [Col 1, 1-8; Salmo 51, 10.11; Lc 4, 38-44] San Zacarías

Jueves, 7: [Col 1, 9-14; Salmo 97, 2-3b. 3cd-4.5-6; Lc 5, 1-11] Santa JuditI vísperas del oficio de la Solemnidad

Viernes, 8: Natividad de la Bienaventurada Virgen María, patrona principal de la archidiócesis (Sol) [Miq 5, 1-4a; Salmo 12, 6ab.6cd; Rom 8,28-30; Mt 1, 1-16.18-23, o bien más breve: Mt 1, 18-23(LE/LH propias)]

Sábado, 9: San Pedro Claver, presbítero (MO) [Col 1, 21-23; Salmo 53, 3-4.6 y 8; Lc 6, 1-5]

Domingo, 10: XXIII Domingo del tiempo ordinario [Ez 33, 7-9; Salmo 94, 1-2.6-7.8-9; Rom 13, 8-10; Mt 18, 15-20 (LE/LH propias)]

LecturasXXII Domingo del tiempo ordinario

Lectura del libro de Jeremías (20,7-9)

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; has sido más fuerte que yo y me has podido. He sido a diario el hazmerreír, todo el mundo se burlaba de mí. Cuando hablo, tengo que gritar, proclamar violencia y destrucción. La palabra del Señor me ha servido de oprobio y desprecio a diario. Pensé en olvidarme del asunto y dije: «No lo recordaré; no volveré a hablar en su nombre»; pero había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos. Yo intentaba sofocarlo, y no podía.

Salmo responsorial [Sal 62, 2.3-4.5-6.8-9 (R.: cf.2b)]

Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.

R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

¡Cómo te contemplaba en el santuario¡Viendo tu fuerza y tu gloria!Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R.

Toda mi vida te bendeciréy alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia

Liturgia de la semana

y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos. R.

Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo. Mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (12,1-2)

Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; este es vuestro culto espiritual. Y no os amoldéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (16, 21-27)

En aquel tiempo, comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte». Jesús se volvió y dijo a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de

tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios». Entonces dijo a los discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿Pues de qué servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

Como Jeremías y otros profetas del Antiguo Testamento sufrieron por ser fieles a su vocación de anunciar la Palabra de Dios (1a lect.), así también nuestro

Señor Jesucristo sufrirá la persecución y la muerte en cruz por parte de las autoridades judías y romanas. Y si esto es así, los que quieran ser discípulos de Cristo, no podrán buscarse a sí mismos, sino que tendrán que negarse a sí mismos cargando con su cruz, perdiendo su vida por él, para así encontrarla (Ev.). Hay, por tanto, que vencer la tentación de utilizar la religión en provecho propio. No se trata de ser sino de servir. Buscando así su voluntad en todo, seremos sacrificio vivo y agradable a Dios.