historia del pensamiento economico_cap5 y 6

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    Consulte nuestra pagina web: www.sintesis.com En ella encontrara eI caralogo cornpleto y comentado

    Historia del Pensamiento ,.Econ 0 m I C,O" .;

    Editor Luis Perdices

    de Bias

    NO folocopies ellibro E ,"".,.. "&,,jh~_=\ZTh_S""'K._ ..... ,,:z.~

    Queda prohbida. saM>exceccco pefflta alia ley,cualquief forma de reoco.ccco. cnetnbucion. comumcacion publica y transformaci6n de esta cora sin center ,con autorizaci6nde los unnaresde La propledad intelectual. La infracclcn de lOS

    oeectos rnencbnados ouede SAl' COI"\Stitutf.ra de de\i\o centro Ia orcoeoao intetectual (arts.270 y SIQS. C6digo Penal). 8 CeotrcEspaflolde Derecbos EDITORIAL Aeprograficos (www.ca:Iro.org)veIa per eIrasoetcde las ctacos oeeecbos. SINTESIS

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    134 I Historia del Pensamiento Econ6mico

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    05 La escuela claslca (II): David Ricardo

    5.1. Introducci6n

    Aunque David Ricardo (1772-1823) recibio una escasa educaci6n formal y dedico poco mas de diez afios a Ia teorfa econornica, fue uno de los puntales de la escuela clasica y un autor de enorme originalidad. Evidentemente, esto es prueba indiscutible de su genio. Pero los logros de Ricardo como econornista deben entenderse tarnbien en relacion a un contexto muy concreto de obras, personas y acontecirnienros hisroricos. Vale Ia pen a, par tanto, detenerse en cad a uno de estos aspectos.

    Laobra que introduce al hombre de negocios Ricardo a la reflexion econornica de amplias miras es nada menos que La riqueza de las naciones (1776) de Adam Smith, piedra fundacional de la economfa moderna. Ricardo, que venia dedidndose al practice mundo de las finanzas desde su adolescencia, leyo casualmente el extenso libro de Smith durante un periodo de descanso en Bath cuando contaba ya 27 afios, y quedo hondarnente impresionado por su contenido, De hecho, la que seria su obra fundamental, los Principios de economia politica y tributacion, publicada por vez primera en 1817, puede verse en gran medida como una larga serie de cornenrarios a las ideas recogidas en La riqueza.

    Entre las personas que marcaron la existencia de Ricardo destaca poderosarnenre James Mill, historiador de la India, ferviente seguidor de Bentham, y padre del que serfa el ultimo de los grandes econornistas clasicos, John Stuart Mill. EI encuentro con James Mill en 1808 fue quiza para Ricardo el acontecirniento mas irnportante de su vida inrelectual. De el no s610surgio una gran amistad, sino tarnbien un incentive constante al trabajo teo rico. Mill se dio cuenca enseguida de la valia de Ricardo y Ie animo repetidarnente a que trabajara de forma amplia sobre temas de econornfa. Los Principios de Ricardo, en concreto, deben mucho al alien to de Mill. Asirnisrno, la entrada de Ricardo en politica en 1819, que Ie perrnitio seguir desarrollando sus ideas en discursos parlarnenrarios referidos a las cuestiones

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  • 136 I Historia del Pens arniento Econc5mico

    cconornicas del rnornento -monetarias, agrieolas 0 rnedida fruto de la insistencia milliana,

    de deuda nacional-, fue tarnbien en gran

    La otra persona importanre en la vida intelectual de Ricardo fue el reverendo Thomas Robert Malthus. La amistad entre ambos, que cornenzo en 1810 Y se manruvo siempre firrne a pesar de las continuas discusiones sobre teo ria economica, dio lugar a una importante correspondencia. Malthus fue el gran contrincante intelecrual de Ricardo y polemizo consranternenre con el sobre los mas variados asuntos, Ello sin duda Ie sirvio a Ricardo 'para contrastar y depurar sus opiniones, algo absolutamenre fundamental cuando se estan intentando desarrollar nuevas ideas. Ademas, Malthus realize algunas aportaciories ensalzadas por el propio Ricardo y que luego sedan esenciales en el edificio teo rico de esre, como el principio de la poblacion 0 una primera exposicion de la teoria de la renta diferencial de la tierra.

    Por ultimo, una serie de aconrecirnienros hisroricos desempefiaron tarnbien un papel relevante en la produccion teo rica ricardiana, al orienrar esta en una direccion muy concretao EI escenario econornico en el que Ricardo concibio su gran obra era diferente de aquel en el que Adam Smith habia elaborado la suya. De hecho, cuando Ricardo publico sus Principios hablan pasado cuarenta afios desde la aparicion de La riqueza de las naciones, y para entonces Gran Bretafia habia cambiado bastante. La poblacion se habfa incrementado de forma considerable, y la Revolucion industrial, de la que Smith no llego siquiera a ser conscienre -quiza por estar aun entonces en sus inicios- se hallaba ya en pleno desarrollo en las primeras decadas del siglo XIX. Aunque la agricultura segufa ocupando ellugar central en la econornfa britanica, la manufactura habfa ganado mucho protagonismo y su progresiva rnecanizacion abria insolitas posibilidades de sustitucion de la mana de obra y de incremento de la capacidad productiva. Pero ademas, y quiza mas importante, las guerras napoleonicas habfan provocado trastornos econornicos significativos. Por un lado, hablan dado lugar a problemas inflacionarios y habian obligado a suspender la convertibilidad de la libra; por otro, hablan trafdo consigo un bloqueo comercial con el consiguienre incremento de los precios del cereal, que los terratenienres consiguieron mantener defacto tras el fin del conflicto belico gracias a la aprobacion en 1816 de un os elevados aranceles -las Leyes de Granos- vigentes hasta 1846.

    Ricardo centro gran parte de sus energias en analizar ambos asuntos. Sus primeros escritos -a partir de 1809- tratan de las cuestiones rnorietarias, materia que volverfa a retomar al final de su vida; asi, por ejernplo, en el folleto de 1810 titulado EI alto precio del oro, sostuvo que tanto el incremento del nivel general de precios en Inglaterra como la caida de la tasa de intercambio de la libra a nivel internacional tenfan por causa una excesiva emision de papel moneda. Pero a partir de 1814 la atencion de Ricardo tendio a concentrarse en los negativos efectos distributivos derivados de la fuerte proteccion comercial de la agricultura britanica. De este modo, en 1815 publica el Ensayo sabre los beneficios, germen de los Principios, en el que mantuvo que un bajo precio del cereal tiene un efecto estimulante en la tasa de beneficios. Como se vera mas tarde, dicha idea se desarrollaba a partir de dos conceptos fundamentales -los rendimientos dec recientes y la oposicion entre renta de

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    La escuela clasica (II): David Ricardo I 137 }:

    ~~ la tierra, salarios y ganancias del capital- y derivaba en una clara conclusion de polftica econornica: la necesidad de suprimir la proreccion a la agricultura para perrnitir la entra

    ..;~ da de trigo barato del exrranjero, 10 que aumentaria los beneficios facilitando asf la acu~ f mulacion yel crecirnienro.

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    ,fF 5.2. Ricardo y el metoda: la construcci6n de modelos

    f".' Los Principia: de economiapolitlca y tributacion de Ricardo contrastan marcadamente coni La riqueza de las naciones en la forma de plantear la investigaci6n econornica. EI extenso libro de Adam Smith esta escrito pretendiendo llegar al hombre corriente, y esta lieno de datos, ejemplos concretes, y referencias a episodios hisroricos. El de Ricardo -por el contrario- es mucho mas breve, carece de datos e ilustraciones historicas, y resulta arido y complicado incluso para un lector versado en temas econornicos. En este sentido, es probable que la capacidad de expresion de Smith, cuya larga vida estuvo siempre vinculada al rnundo acadernico, fuera bastante mayor que la de Ricardo, que nunca llego a tener estudios un iversitarios. Adernas, mientras La riqueza se ocupaba del problema general del crecirniento econornico, los Principios se centraban de forma prioritaria en la cuesrion especffica de la distribuci6n del ingreso. Pero 10 que explica en mayor medida la acusada divergencia entre la obra de ambos auto res es la forma de razonamiento empleada por cada uno de ellos. Smith rnuestra una clara inclinacion empfrica e inductiva, que se refleja en la tendencia a establecer generalizaciones sociales y econornicas sobre datos hisroricos, para luego razonar a partir de dichas generalizaciones y contrastar los resultados asf obtenidos con otras evidencias historicas. Sin embargo, el planteamiento de Ricardo es en esencia puramente deductive, 10 que quiza se corresponde bien con el alto grado de abstraccion de la actividad profesiorial a la que dedico buena parte de su vida: las finanzas.

    De heche, uno de los aspectos que mas llama la atencion en la obra de Ricardo es su elevado nivel de abstraccion y la logica rigurosa de sus razonamientos. Yes que Ricardo puso los primeros lad rillos de eso que hoy se llama la "construccion de modelos", algo habitual en la economfa moderna pero ciertamente novedoso a comienzos del siglo XIX: para poder enfrcntarse a una realidad extremadarnente cornpleja, donde multiples variables interrelacionadas cambian e interactuan continuamente, es necesario reducir el sistema socioeconomico a sus aspectos esenciales de acuerdo al problema concreto a esrudiar. De este modo, se afslan las variables mas relevantes y se plantean unos supuestos muy restrictivos, y a continuacion se razona deductivamente -a partir del escenario simplificado asf definido- hacia una conclusi6n final que luego debe confrontarse con la realidad.

    Esto ultimo, sin embargo, no fue contemplado por el propio Ricardo, quien tendio a considerar que las conclusiones derivadas de sus modelos teoricos simplificados eran perfectamente extrapolables al mundo real de los problemas practicos. Por eso, ]. A. Schumpeter -el gran historiador de las ideas- bautizo como "vicio ricardiano" la tendencia a extraer

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    directamenre insrrucciones concreras de polftica economica a partir de modelos absrractos con supuesros resrricrivos, una rentacion que ha acechado siempre a los economistas posteriores. Por orra parte, el mensaje que los sucesores de Ricardo leyeron en su proceder era que si una conclusion se derivaba logicamenre desde premisas verosimiles, entonces era verdadera, aunque los daros empiricos la refutasen. Es decir, a partir de premisas ciertas se derivarian deductivamenre implicaciones que sedan ciertas a posteriori en ausencia de causas perturbadoras: el objerivo de la verificaci6n no debeda ser, por tanto, evaluar la validez de las teorfas econornicas, sino simplemente determinar su campo de aplicacion. Esra concepcion se mamendria hasra bien enrrado el siglo xx.

    En cualquier caso, y al margen de cuestiones concretas relarivas al uso y evaluacion de los modelos, la contribucion merodologica de Ricardo -esro es, la elaboracion conscieme de representaciones simplificadas de la realidad como forma de razonarnienro economicofue en si rnisrna de exrraordinaria irnportancia, pues anricipo la tendencia futura que iba a acabar dominando la Economia. Incluso el germen de la estatica comparativa -tan familiar al econornista moderno- estaba ya presenre en la obra ricardiana.

    5.3. EI problema del valor

    Segun la teoria del valor 'coste de produccion' que habia expuesro Adam Smith, el precio natural de las cosas a largo plaza venia dado en terrninos de las tasas naturales de salarios, beneficios y renras. Es decir, trabajo, tierra y capital-conjuntamente- consritufan la causa del valor en las sociedades avanzadas. Ricardo, sin embargo, aunque mantuvo rarnbien un enfoque objetivo del valor, rnodifico de forma significativa el planteamiento srnirhiano con el fin de disefiar una teorfa del valor al servicio de su propia concepcion de la distr ibucion, y que -por tanto- contribuyese al objetivo de mosrrar los efecros perjudiciales de las Leyes de Granos. Especialrnenre, Ie interesaba explicar las alreraciones en los valores de carnbio, pues dichas variaciones afectaban a las parricipaciones distributivas que pasaban a manes de los trabaj adores, los terratenienres Y los capi talistas,

    Ricardo defendio la idea del trabajo como causa fundamental del valor de cambio, aunque reconociendo problemas derivados de la exisrencia del capital. La renta de la tierra, como se vera en el siguienre aparrado, no era un deterrninante del precio, sino un elemento residual consecuencia del mismo. Yel capital, en principio, podia ser reducido a rrabajo: las maquinas y herramientas empleadas en la produccion habian sido fabricadas a su vez mediante el esfuerzo humano y, por tanro, pod ian considerarse trabajo "incorporado" 0 indirecto. Por 10 que, a priori, se podia afirmar que la cantidad total de trabajo -directo e indirecroempleada en la fabricaci6n de un bien guardaba una relacion proporcional con el valor de cambio de dicho bien. Asi, un aumento en el tiempo de trabajo necesario para la elaboracion de una mercancia llevada aparejado un incrememo del valor relativo de la misma, y a la inversa.

    La escueta clasica (II): David Ricardo '1139

    Sin embargo, dos aspecros impedian defender una teoria del valor-rrabajo pura. EI primer heche que obligaba a matizar la idea del trabajo como causa de valor era la cxistencia de "bienes no reproducibles", cuya camidad estaba dada y no podia aumentarse mediante rrabajo. En este caso, el valor venia dado unicamente por la escasez y no guardaba relacion alguna con la canridad de rrabajo originalmeme necesaria para producir el bien en cuestion. Asi ocurrfa, por ejemplo, con las obras de arte, como las pinturas, las piezas escultoricas 0 los libros anriguos. Sin embargo, esta caregoria de bienes consriruia una excepcion muy poco imporranre en rerrninos cuantitarivos respecro al total de mercancias que se intercarnbiaban en el mercado, y que en su mayor parte eran reproducibles.

    Pero habia un segundo aspecro, mas relevante que el anterior, que impedia considerar estrictamcnte al rrabajo como la unica causa del valor: el capital afectaba tarnbien al valor relative de los bienes, aunque fuera de manera poco significativa (de hecho, Ricardo no reconocia al facror capital una importancia empirica superior al 7% de los cam bios en los precios relarivos).

    En concrero, la razon basica de que el capital afiadiese valor al producto se relacionaba con el elemenro riernpo. Habia dos tipos de capital: el "fijo", que se consumia lentamente, yel "circulante", que se consumia rapidarnente y tenia que ser repuesto con Frecuencia (yen el que se incluian los fondos destinados al pago de salaries). Pues bien, si no existicse un beneficio, no habria ninguna razon para que una persona gastase el capital en producir maquinas en vez de mercancias mas facilmente vendibles. Por tanto, debia exisrir alguna cornpcnsacion por la imposibilidad de recuperar inmediatarnentc el capital. 0 en orros terrninos: los procesos productivos que precisaban el empleo de capital requerian tiernpo hasta que la inversion daba su Fruro en forma de bienes comercializables, y esa espera debia ser compensada mediante un beneficio (norese que Ricardo habla de remunerar la espera, no reconoce que el capital sea "productivo"). La prirnera consecuencia de este hecho era que el precio no se agoraba complerarnente en la rernuneracion del rrabajo directo e indirecto: el valor de los bienes producidos aumenraba en la medida en que 10 hicicra la proporcion enrre capital fijo y circulante -0 el cceficienre capitalltrabajo-, en la medida en que aurnenrase la durabilidad del capital fijo, yen la medida en que disminuyese la velocidad de roracion del capital circulante. La segunda consecuencia -conocida como "efecto Ricardo"> era que una variacion de los salarios respecto a los beneficios afecraba al valor de cambio de las mercancias. Asi, por ejcmplo, ante un aumenro de los salarios, el valor de los bienes que llevasen incorporada una cantidad de rrabajo direcro relativarnente mayor aumentarfa: mienrras que el valor de los bienes que lievasen incorporada una cantidad de capital relativamente mayor disrninuiria, con una disminucion mas pronunciada en caso de que el capital fijo utilizado fuera muy durable y la velocidad de roracion del capital circulanre fuese pequefia.

    La teo ria del valor ricardiana puede ser considerada desde dos perspectivas. Desde un pumo de vista analitico, como se acaba de mostrar, Ricardo fundamento claramente el valor en los costes reales del capital y del rrabajo (excluyendo la renta de los costes). Pero desde un punto de vista empitico, considero que las cantidades relativas de rrabajo utilizadas en

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    la produccion eran los determinances principales de los valores de cambio, pues los explicaban en gran medida -en un 93%-. Por tanto, en aras de la simplicidad y la operatividad, en el razonarnienro econornico podia tomarse la canridad de trabajo como una buena aproxirnacion del valor.

    En cualquier caso, la teoria ricardiana del valor de cambio se enfrencaba a serios problemas. En primer lugar, Ricardo no tenia en cuenca en absolute el papel de la demanda, salvo en relacion a los bienes no reprcducibles, que consideraba casos excepcionales. En segundo lugar, solo tendria sencido rnanrener que la renta no forma parte del coste de produccion -tal como afirmaba Ricardo- en el caso de que la tierra no tuviese usos alternativos, 10 que resulra muy poco realista. Por ultimo, esta la cuestion de las diferencias cualitarivas en el trabajo, que pone en peligro la correspondencia entre cantidades relativas de trabajo y cancidades relativas de salarios. Ricardo intento superar este escollo, de forma poco satisfactoria, suponiendo que los diferenciales de salario entre trabajo ordinario yespecializado eran fijos e invariables, De esta forma, una dererrninada suma de salarios podia seguir siendo tomada como represenracion de una cantidad dada de trabajo.

    Pero adernas de investigar la causa del valor, Ricardo tarnbien se planreo el problema de la medida del valor. Los valores relarivos de las mercancias se modificaban a 10 largo del tiempo, ya fuera porque variaba la cancidad de trabajo requerida para su produccion (per ejernplo, debido a la inrroduccion de maquinaria), 0 porque variaba la razori entre los salarios y los beneficios. Pues bien, frence a tal rnurabilidad de los valores de carnbio, Ricardo busco durance coda su vida una medida invariable de valor que permitiera conocer eI valor absoluto de una cosa, sin modificaciones a 10 largo del tiempo. En concreto, para que una mercancia pudiera servir como unidad invariable de valor -segun Ricardodeberia llevar incorporada en tcdos los tiempos la misma cancidad de trabajo y ser producida con el coeficienre promedio capital/rrabajo de toda la economia (indicativo del periodo de produccion medio de la econornfa). Pero, como el mismo Ricardo acabo reconociendo, tal mercanda no exisna. No obstante, el supuso -por mera conveniencia teorica- que el oro cumplla las anteriores condiciones, y que podia tomarse hiporeticarnente como unidad invariable de valor de cara a la elaboracion de su modelo abstracto. Tambien supuso que el trigo se produda bajo las mismas circunstancias que el oro, de forma que el precio relativo de dicho cereal en rerruinos del oro dependiera exclusivamence de las horas-hombre dedicadas a su produccion, siendo independience de las fluctuaciones de las tasas de salario y beneficio.

    5.4. EI p r in cip io de los rendimientos decrecientes, la teo ria de la renta diferencial y la Ilegada del estado estacionario

    Como ya se ha sefialado, eI objetivo esencial de Ricardo era estudiar la distribucion, y mas concretamcnce, demostrar eI cadcter perjudicial de los altos aranceles a Ia i111portacion de

    ~. f" t La escuela clasica (II): David Ricardo 1141 t

    ~" (.

    grano que se instauraron tras las guerras napoleonicas por la presion interesada de los terrarenienres. Segun Ricardo, con proteccionismo agricola y cereales caros el tipo de beneficio r renderia a caer con relativa rapidez y se adelantaria la lIegada del estado estacionario, un

    s lugubre escenario econornico en el que la acumulacion se interrurnpirfa, la poblacion dejaria de crecer y los salarios quedarian en el nivel de subsistencia. Pues bien, para poder entender como llegaba Ricardo a esta inquierante conclusion es conveniente analizar antes por separado las diversas piezas en las que se basa su argumenracion, tarea que se abordara a continuacion,

    ~

    5.4. I. EI principio de los rendimientos decrecientes

    EI primer elernento importance en eI plantearniento ricardiano era el principio de los rendimientos decrecientes de la tierra, que ya habia sido apuntado claramente en 1767 por eI econornisra frances Anne-Robert Turgot al subrayar que el incremento del producto en la agricultura estaba asociado a cosres crecientes, La consecuencia inrnediata de este hecho era que eI costo de produccion de los alimentos iba siendo cada vez mayor conforme crecfa la poblacion -y con ella, la demanda de subsistencias y la necesidad de aumentar la produccion agricola.

    . Para Ricardo, los rendirnienros decrecientes -que solo se dab an en eI sector agricola- se debian tanto a la progresiva extension de los cultivos a tierras de peor calidad, como a la intensificacion del cultivo en las tierras ya roturadas (mediante eI empleo de sucesivas unidades de trabajo y capital sobre una misma parcela), acruaciones ambas que acababan haciendose inevitables ante una poblacion en crccimiento a la que era precise aiimentar.

    Pero hay algunas diferencias importances entre la vision ricardiana de los rendimientos decrecientes y la vision actual del mismo fenorneno. En sentido rnoderno, los rendimicnros dccrecienres se enrienden en relacion a las sucesivas aplicaciones de un factor variable (por ejernplo, trabajo) sobre un factor fijo (por ejemplo, tierra), que hacen que -a partir de un deterrninado momento- eI producro resultante crezca en proporcion deereciente. Pero los clasicos, al hablar de rendimientos decrecientes, no distinguieron entre esta idea y 10 que hoy se conoce como rendimientos decrecienres a escala (cuando un dererrninado aumento porcentual en la cantidad utilizada de todos los facto res de produccion provoca un aurnento menos que proporcional en el producto obrenido), Por otra parte, actualmente se entiende que el principio de los rendimiencos decrecienres solo rige para un estado de la tecnica dado, pero para Ricardo el citado principio incluia el progreso recnologico, es decir, actuaba en un entorno dinarnico con recnologia carnbiante. EI cambio tecnico, a 10 sumo, podia neutralizar temporalmence la actuacion de los rendimientos decrecientes en mayor 0 menor medida, pero no era capaz de neutralizarlos por complete, En realidad, todo el sistema ricardiano carece de sentido si entendemos los rendimientos decrecientes a la manera actual, "dado un nive! tecnologico". Por ultimo, Ricardo parecia sostener que la no homogeneidad del insumo tierra -0 la diferencia entre gra

  • "f

    1421 Historia del Pensamiento Econ6mico

    dos de fertilidad- era una condicion necesaria para que hubiera rendimienros decrecientes, pero hoy se sabe que no es asi,

    5.4.2. EI meconismo demogr6fico Y (0 tendencio hocio los solorios de subsistencio

    Otro elernento irnportante en el planrearnienro ricardiano era el rnecanisrno demografico que habia sido expuesto por Malthus, y que conllevaba una retroalimentacion desde la produccion agricola a la demanda. Adernas, la rigida actuacion del principio malrusiano tendfa a rnantener los salarios -0 el "precio natural del trabajo"- a un nivel de subsisrencia fisica. Cuando los salarios caian por debajo de dicho nivel, la poblacion y la ofena de trabajo disminuian por mayores fallecimientos, y ello hacfa que los salarios acabasen aumenrando otra vez hasta la subsisrencia, Y cuando los salarios sub ian por encirna del citado nivel, estimulaban el crecirnienro dernografico con el consiguienre aurnento de la ofena de trabajo, 10 que hada que los salarios disminuyesen de nuevo hasta la subsistencia. Es interesante destacar aquf que Ricardo, que en general tendio a pensar en la idea de subsistencia en rerrninos fisiologicos, se aparro en esra cuestion de la vision rnayoriraria entre los economistas clasicos -salvo Malrhus-, para quienes la subsisrencia era mas bien una idea psicologica 0 convencional.

    5.4.3. La teoria de 10 rento diferenciol

    La teoria de la renta diferencial ocupa un lugar central en el mode!o de Ricardo. Anticipada ya por James Anderson en 1777, consrituye un buen ejemplo de "descubrirniento multiple" en respuesta a un contexto hisrorico especifico: a 10 largo de 1815, justo cuando los precios del cerealllegaban a alcanzar en Gran Breraria altos niveles sin precedentes como consecuencia de las guerras napoleonicas, T. R. Malthus, E. West, R. Torrens, yD. Ricardo -por este orden- publicaron independienternenre trabajos en los que exponian la teorfa de la renta diferencial de la tierra. Pero fue Ricardo quien consiguio integrar la citada teo ria en un modelo general del funcionamiento de la econorrua, convirtiendola en uno de los ejes centrales del mismo. Adernas, de las cuatro exposiciones mencionadas, la de Ricardo era la mas cuidadosamente razonada, la mas clara, y la que establecia de manera mas consistenre las implicaciones de la teorfa para la distribucion del ingreso.

    Para ilustrar el razonamiento de Ricardo veanse los dos graficos siguientes. El prirnero (figura 5.1) hace referencia al "margen extensivo": imaginemos una serie de parcelas de igual tarnafio, que utilizan con la misma intensidad capital y trabajo, y que cultivan trigo siguiendo el mismo procedirniento. Seria posible ordenar tales parcelas de mayor a menor ferrilidad (segun el producro nero de cada una).

    La escuela clasica (II): David Ricardo 143

    Producto neto por parcela

    Ws

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    ... etc.

    Parcelas ordenadas III IV de mayor a menor

    fertilidad

    ~ FIGURA 5.1. EI margen extensivo.

    La renta seria entonces un superavir diferencial que surgiria en las mejores tierras en razon de su mayor ferrilidad y mejor localizacion respecto a aquella tierra marginal que solo genera 10 necesario para pagar el coste del trabajo y el capital ernpleados en ella. A medida que la presion dernografica lleva a poner en cultivo parcelas adicionales de menor calidad para generar mas subsistencias, va aurnentando el mirnero de tierras que pueden disfrurar de renras, Adernas, la cuantfa de tales renras (area sornbreada en la flgura 5.l) va siendo cada vez mayor, rnienrras que, paralelarnente, va disminuyendo el beneficio sobre el capital invertido (que es igual en todas las parce!as, y que en la Figuracorresponderia al area comprendida entre la linea que indica el nivel del salario de subsistencia, W" y la zona sornbreada). Denrro de este proceso, la Figura 5.1 representa el momento en que hay cuatro parcelas en culrivo: todas elias perrniren obtener un beneficio, pero solo las tres primeras generan renra, Pues bien, el lirnire del modelo ricardiano -que hace que el crecimiento econornico se detenga- es fisico: lIega con la tierra en la que no se paga renra yen la que tam poco queda espacio para los beneficios; es decir, se trata de aquella tierra que practicarnenre no da mas trigo que el necesario para alirnentar a los trabajadores que la cultivan (si bien, en terrninos esrrictos, rambien habria que cubrir los cosres del capital, 10que supondria la existencia de unos beneficios mfnirnos, incluso sin acurnulacion). Dicho limite acaba condicionando las posibilidades de coda la econorma, tanto en su parte agricola como en las manufacturas y el cornercio,

    La figura 5.2 ilustra la aparicion de renta pura con la intensificacion del culrivo, suponiendo que la econornia es una gran granja dedicada a producir trigo mediante la aplicacion de dosis hornogeneas de un factor variable (capital-rnano de obra) a una ofena fija de tierra

  • C

    144 I Historia del Pensamiento Econ6mico

    sujeta a rendimienros decrecienres, y suponiendo adernas que la demanda de trigo depende de forma simple y directa del tarnafio de la poblacion. Pues bien, OWs represenra el nivel de los salarios de subsistencia y QWs el nivel minimo de beneficios. Con una canridad de capital-mario de obra igual a OM, la renra es igual al recrangulo BCDA, es decir, el producro total (OCDM) menos OBAM (que resulra de multiplicar el producro marginal del capital-mario de obra -AM- por e! mirnero de dosis aplicadas -OM-). A medida que va aumenrando la canridad de capital-mano de obra empleada, cae eI producro marginal y va creciendo la renra. Por fin, cuando dicha canridad es OM ~ se alcanza eI punro S, eIlimite fisico del crecimienro econornico: no hay beneficios ye! producro marginal de la agriculrura equivale al salario que se paga para obtenerlo (aunque hablando en rerrninos estricros, el punro seria S', pues es preciso un beneficio minimo para cubrir los costes del capital).

    Trigo

    E

    B

    Q

    Ws

    o M M' Capital - Mano de obra

    ~ FIGURA 5.2. EI margen intensivo.

    En definitiva, Ricardo rnuestra como la porcion del producro que se paga como renta va aumenrando progresivamente a costa de los beneficios, 10 que acaba motivando una falta de inversion que rerrnina por estrangular la econornfa.

    ~O',il%'" .

    La escuela clasica (II): David Ricardo I 145 ~ :; Ii. ';,;

    Es irnportanre subrayar que la teorfa ricardiana de la renra descansa sobre toda una serie

    ~ de supuesros importantes que a menudo quedaban impllcitos en la exposicion de Ricardo. EI ~. .. basico es el principio de los rendimienros decrecientes, al que ya se ha hecho alusion ante

    riormenre. Adernas, solo se tiencn en cuenra dos facrores: la tierra -facror fijo- al que se aplican dosis variables hornogeneas del insumo capiral-rnano de obra, cuyos componenres se combinan en proporciones fijas. Primero se explotan las tierras mas renrables, para luego -dada una demanda crecienre de alimenros que se considera una funcion simple del tarnafio de la poblacion- ir poniendo en culrivo progresivamenre parcelas de cada vez peor calidad y situacion. La tierra tiene un unico uso basico, la produccion de una mercanda hornogenea -"grano"-, de forma que se roma libremenre a medida que se necesita y no de alguna otra alternativa que paga renta. En otras palabras: la tierra, agenre "indestructible" -que no se deteriora con eI uso- y cuya oferta es absolutamenre fija, se considera especializada por complete en la produccion de un iinico culrivo: 0 se utiliza para producir "grano'' 0 permanece en barbecho. Solo a partir del amplio conjunro de supuestos anrerior -mas 0 menos expltciros- fue capaz Ricardo de caracterizar la renra como un rendimienro 'no ganado', derivado de la escasez de la tierra y de sus diferencias de fertilidad y localizacion, y que, no formando parte del precio, constituia un ingreso especialmenre apropiado para ser gravado fiscalmenre.

    Buena parte de las cnticas inrnediaras de que fue objero la teo ria ricardiana de la renra se referian, precisarnenre, a sus restrictivos supuesros. Por ejemplo, al hecho de considerar que la tierra no tenia usos alternatives (10 que permiria a Ricardo afirmar que la renra no formaba parte del coste de produccion). 0 al hecho de suponer que en rados los paises se cultivaban primero las tierras de mayor calidad y luego, sucesivamenre, las cada vez menos fertiles. Esto era algo que -segun aurores como Richard Jones 0 Henry Carey- no se correspondia necesariamenre con la experiencia historica, Ricardo. sin embargo, pareda haberse referido mas bien a las tierras de mayor renrabilidad monetaria -dada por la calidad natural y la situacion geografica- que no son siempre las mas fertiles. Orros economistas, como Senior 0 McCulloch, subrayaron que los rendimienros decrecientes habian sido contrarresrados hisroricamenre por los avances tecnologicos y, por tanto, no constiruian un buen presupuesro de partida. Tarnbien pusieron en duda que la demanda de grano fuese perfectamenre inelastica, como [uncion simple del tarnafio de la poblacion.

    Por su parte. T. R. Thompson araco con dureza a Ricardo por ser conrradicrorio, al aceptar irnplfcitamente que la clave de la renta estaba en la demanda -pues "el aumenro del precio del producro es 10 que posibilira y causa que la tierra inferior se culrive; no que eI cultivo de la tierra inferior cause la subida de la renta">, y defender al mismo tiempo una teoria del valor basada en el coste de produccion que obviaba por complero la demanda. Quiza Ricardo no percibio esta contradiccion porque no se preocupo de resaltar suficienrernenre, de forma explicita, el hecho de que para que surgiese renta la tierra debia ser productiva y debia existir una imporrante demanda para su produccion.

    Robert Torrens tarnbien critico la teo ria de la renra diferencial que el mismo habia expuesto en la primera edicion de su Ensayo sobre el comercio exteriorde 1815, a la vez que el propio Ricardo. Sefialo que la cuantia de la renta de una parcela no dependia de que esta

  • 146 I Historia del Pensamiento Econ6mico

    fuera mas ferti! 0 producriva que alguna orra, es decir, no dependia de ningun modo de que la demanda hiciese renrable cultivar las rierras de inferior calidad. EI rendimienro obrenido de cada parcela provenia de supropia productividad, y venia en parte condicionado por la escasez de esa rierra en particular asi como por la demanda de su producto. En suma, la diferencia de grados de fertilidad no era condicion necesaria para que surgiera una renra. La canridad limitada-aunque la calidad fuese uniforme- basraba para que apareciese una renta de escasez.

    Por ultimo, Ricardo habia idenrificado necesariamenre la renra con una rransferencia enrre clases, 10 que solo era cierto si unos poseian la rierra y orros la cultivaban. De hecho, una cosa era el fenorneno econornico de la renra en sf, y orra bien disrinra los acuerdos instirucionales que determinaban quien habia de recibirla. Sin embargo, en la epoca de Ricardo -dada la esrrucrura social enronces vigente- probablemente tendia a cumplirse la idea de rransferencia. Yes que para los clasicos las clases sociales no eran solo una caregoria funcional abstracta, sino que constituian algo real; en cierto modo, se limitaron a convertir los grupos sociales conocidos por la conciencia popular en categorias del anal isis econornico.

    Estas son algunas de las criticas mas desracadas de que fue objeto la teoria ricardiana de la renra en los afios que siguieron a su formulacion. A ellas habria que afiadir las que realizaron algunos marginalistas a partir de 1870, cenrradas casi siempre en destacar 10 innecesario de una reoria especial para explicar los rendimienros del factor tierra, y que culminarian en el desarrollo de la teoria de la productividad marginal en la decada de 1890. No obstante, a pesar de las criricas, la teoria de la renta diferencial fue probablemenre la mas intluyente de las docrrinas clasicas, Schumpeter, en concreto, considera que ninguna de las teorfas clasicas se difundio tan ampliamenre ni gozo de una fama tan solida, siendo aun centro de discusion cuando la epoca dorada de la escuela clasica ya habia pasado.

    Por un lado, la teoria de la renra ricardiana era defendible como un buen ejercicio de deduccion logica a partir de determinados supuestos iniciales (al margen de que pudiese discurirse la perrinencia de los mismos 0 la posibilidad de extrapolar al mundo real las conclusiones finales obtenidas). Por otro, resultaba formalmenre atractiva y era susceptible de ser expresada facilmenre en rerrninos maternaticos. Pero, sobre todo, el 'gancho' de la reoria de la renra en rerrninos practices -al caracterizar la renta de la tierra como un ingreso 'no ganado' que podia ser gravado sin afectar a los costes de producciorr- era muy grande, dadas las drasticas recomendaciones de reforma social que podian exrraerse de ella (desde la conveniencia de confiscar total 0 parcialmente la renra pura de la tierra por via fiscal, hasra la posible justificacion de una eventual nacionalizacion del suelo). De hecho, la reoria ricardiana sirvio de base a varias propuestas en este senrido a 10 largo de todo el siglo XIX.

    Pero al margen de los aspectos anreriores, la reoria de la rcnta diferencial dejo una huella palpable en la teorfa econornica, EI concepto de "excedente", que tanra irnportancia tiene y ha tenido en el anal isis econornico, recibio un espaldarazo decisivo gracias a la teoria ricardiana -aunque fueron los fisiocratas quienes 10 apunraron originalmenre con su idea

    La escuela clasica (II): David Ricardo I 147

    del produit net. Por orra parte, como seriala Mark Blaug, la teoria de la renra diferencial "marca la primera aparicion del principio marginal en la teorfa economica" y "es formalmente identica a la teorfa de la productividad marginal, aunque los incrementos considerados son enormes en lugar de ser insignificantemente pequefios, como 10 requiere el analisis marginal". Asl, en el modelo ricardiano -que considera la economia una gran granja dedicada a la produccion de rrigo medianre dosis hornogeneas de capital-mario de obra aplicadas a una oferta fija de tierra sujeta a rendimienros decrecientes- el insumo variable obtiene su producro marginal y el factor fijo -tierra- gana un excedenre residual (por la brecha existente enrre el producto medio yel producto marginal del factor variable) cuya magnirud es consecuencia de la importancia de los citados rendimientos decrecienres. POl' ultimo, cabe desracar que la moderna idea de "renta econornica" que acrualmenre manejan los economisras es el resultado final de sucesivos intentos de correccion y generalizacion de la concepcion ricardiana original (cuasi-renta marshalliana, renra pareriana, ere.). Yes que la idea de renra de escasez que subyada a la teo ria de la renra de la rierra, enrendida como el resulrado de una oferra fija enfrenrada a una fuerte demanda, era en sf misma valida y arracriva, y parecia evidenre que podia dar mucho juego aplicada a orros facto res de produccion mas alia del ambito de los recursos narurales. Asi, hoy se llama "renta" a aquella parte del pago que recibe el propietario de unos recursos productivos por encima de la retribucion que dichos recursos podrian obrener en cualquier uso alternative: es decir, son ingresos en exceso del coste de oportunidad. Las "rentas econ6micas" a menudo estan relacionadas con la especificidad de una maquinaria 0 de un dererminado talenro humano para los que exisre una fuerte demanda, y habirualmente rienden a diluirse con el paso del riempo en un marco de libre comperencia.

    5.4.4. So/arias y beneiicios

    Los salarios monerarios rendian a subir en el curso del desarrollo eco nomico con el crecimiento poblacional, reflejando asf el aumenro que experimenraban los precios de los alimentos como consecuencia de la mayor canridad de rrabajo requerido para la prcduccion agricola en virrud del principio de los rendimienros decrecientes. Por el conrrario, rnicntras el precio del input rrabajo se increrrientaba con el crecienre precio de los alimentos, los precios de las manufacruras rendian a abarararse (pues la indusrria disfruraba de rendimientos coristantes 0 incluso crecientes, y adernas, al aumenrar el precio del trigo y los salarios, se reducia el precio de las manufacruras por elllamado "efecro Ricardo"). Por tanto, los beneficios en la indusrria iban disminuyendo a medida que crecian los sala. .

    nos rnonetarios. Por otra parte, Ricardo sostuvo que la rasa de beneficio, en una situacion de abierra com

    perencia, rendia a igualarse en roda la economia. 0 en orros rerrninos: la rernuneracion del capital rendia a equipararse en los disrinros ernpleos. En concreto, el ripo de beneficio en la agriculrura -dado por la productividad marginal de la peor rierra- acababa determinando

  • ~

    1481 Historia del Pensamiento Econ6mico

    el de roda la economia. Ricardo neg6 que un eventual aurnento de beneficios en la industria -como consecuencia, por ejernplo, de la introduccion de innovaciones- pudiera elevar los beneficios agricolas: supuso que la inversion en la agriculrura estaba fijada por el tarnano de la poblaci6n, que daba lugar a una demanda de cereales cornpletamente ineListica, con 10 que el capital no podia ser rerirado de dicha actividad. EI efecto de la innovaci6n en una parte del sector manufacturero serfa, mas bien, que eI capital f1uyera aIli desde eI resto del sector, reduciendo asi los beneficios.

    5.4.5. La diriamlca del sistema ricardiano: 10 IIegada del estado estacionario

    Como se ha visto, los rendimientos decrecientes de la tierra se debian a la extension de los cultivos a tierras de peor calidad 0 a la intensificaci6n del culrivo en las ya existenres para alimentar a una poblaci6n cada vez mayor. Como consecuencia de la acruaci6n del citado principio de los rendimientos decrecientes, se iban incrementando los precios del grano -dados por 10 que costaba producirlo en las tierras menos fertiles- e iba aurnentando la proporci6n de la producci6n que debra entregarse a los terratenientes en forma de renta. A su vez, mienrras los salarios permanecian al nivel de subsistencia, que se iba encareciendo con el tiernpo, los beneficios -base de la acumulaci6n de capital que sostenia el crecimiento- iban reduciendose paulatinamente. As\, en una economia en crecirniento, la rasa de beneficio iba disminuyendo, y tarnbien disminuia progresivamente la parricipacion relariva de los beneficios en eI ingreso total a la vez que aurnentaba la participaci6n relativa de la mana de obra y de la tierra. EI proceso desembocaba inevitablemente a largo plaza en la I1egadadel estado estacionario, donde se frenaban eI crecimiento econ6mico y la acumulaci6n de capital. Pero dicho proceso podia acelerarse de forma notable si el comercio exterior de productos agricolas se vela resrringido. De ahl la conveniencia de eliminar las Leyes de Granos.

    EI razonamienro anterior puede ilusrrarse a traves de la Figura 5.3, que muesrra la dinamica global del sistema ricardiano y el avance hacia eI estado estacionario. Sus piezas basicas son el principio maltusiano de la poblaci6n, la docrrina del fondo de salaries, la teorfa de los salarios de subsistencia, la concepcion del beneficio como elemento residual, yel principio de los rendimientos decrecientes de la tierra. En abscisas se mide eI tamafio de la poblaci6n y en ordenadas eI producto total y los salarios totales en terrninos reales. No se incluye la renta total porque para Ricardo no era mas que una simple rransferencia entre clases; as!' toda disminuci6n de beneficios -ceteris paribus- significa un aurnento de las rentas, Por otro lado, la pendiente de la recta OS representa la proporci6n entre los pagos salariales totales (al nivel de subsistencia) yel tarnafio de la poblaci6n rrabajadora (por ejemplo, Yp/Op). Para sirnplificar, se supone que eI salario de subsisrencia es una proporci6n constante del producto total (asi, por ejernplo, con eI nivel de poblaci6n PlY de producci6n YI, el salario de subsistencia por rrabajador seria SIP/OPI' siendo Sl/OP j =S2P/O P2=S3P/OP3 = ...).

    La escuela clasica (II): David Ricardo \ 149

    5

    y'

    y

    p"P

    Salario total y producto total despues de la renta

    p' Poblaci6n o PI P2 P3 4 trabajadora

    ~ FIGURA 5.3. La dinarnica del sistema ricardiano.

    Partirnos de un nivel dernografico OP I . Para dicha cantidad de poblaci6n, eI producto total (despues de quitar la rental es YIP\ y los salarios Sll' y dado que los beneficios se enrienden como un mero residue, su cuanrfa es Y\Sj' Pues bien, la existencia de beneficios acumulados I1eva a incrernentar la demanda de rrabajo (de acuerdo a la docrrina del fondo de salaries), de forma que los salarios aurncntan hasta YIP!, desapareciendo ternporalmente el beneficio e inrerrumpiendose la acurnulacion. Enrretanto, dado que los salarios se han siruado por encima del nivel de subsistencia, la poblaci6n riende a aumentar -de acuerdo con la concepcion malrusiana-, y con eI tiernpo I1ega a ser OP2' Como consecuencia. los salarios acaban volviendo al nivel de subsistencia (S2P2)' Sin embargo, el aumento de poblaci6n ha rraido consigo un aurnento del producto (de Y\ a Y2)' con 10 que se hace posible un volumen de beneficios igual a Y2S2A partir de este pun to vuelve a repetirse una y orra vez el proceso que acaba de describirse, con la unica diferencia de que cada nuevo incremento de poblaci6n -dados los rendimientos decrecientes de la tierra- supone mayores rentas y menores beneficios, hasta que, finalrnenre, se alcanza en P' el lfmite fisico, la maxima poblaci6n que puede alimcntarse, es decir, ha llegado el esta

  • 150 IHistoria del Pensamiento Econ6mico do estacionario: los beneficios han desaparecido por cornplero, las rentas han alcanzado su cuanrfa maxima, y los salarios esran al nivel de subsistencia, La poblacion es estable (con iguales tasas de naralidad y rnortalidad) y tanto el ingreso per capita como la reserva de capital son constanres, pues la nueva inversion solo permite reemplazar el capital depreciado.

    La llegada efectiva del esrado esracionario podrfa aplazarse transitoriarnente elevando la productividad a cravesdel progreso recnico. En la figura 5.3 se ilustra esta posibilidad con el desplazamiento hacia arriba de la curva de "producro total menos renra", que ahora pasa aser OY': el pun to de equilibrio estacionario se sinia entonces mas a la derecha, en Y', de forma que se consigue retrasar el mornento del crecimienro cero. Sin embargo, segiin Ricardo, el progreso tecnico no podia neutralizar de forma indefinida 0 cominuada los rendimientos decreciemes de la agriculrura, es decir, los limires fisicos del crecimiemo economico. Por ello, el estado estacionario era, en ultimo terrnino, inevitable, y el fuerte proteccionismo agrario no hada mas que anticipar su llegada.

    Freme al oprimisrno de La riqueza delasnaciones de Smith, donde se otorgaba una gran importancia al continuo incrememo de la productividad a traves de la division del trabajo -apoyada a su vez en la acurnulacion de capital y la libertad decomercio-, en los Principios de Ricardo se subrayaban especialmeme los rendimiemos decreciemes de la tierra y el conflicto de clases. EI estado estacionario se prefiguraba en el texto de Smith como un escenario a muy largo plazo ante el progresivo agotamiemo de las oportunidades de inversion, mientras que en el de Ricardo se situaba en un futuro no demasiado distance hacia el que se avanzaba de forma inexorable a rraves de un modelo mecanico.

    5.4.6. Los crfticos de Molthus 0 Ricordo

    Malthus fue sin duda eI mas erninente de los entices del sistema ricardiano, poniendo en tela de juicio algunas de sus conclusiones mas importames. Asi, por ejemplo, para Ricardo los terrateniemes eran enemigos del progreso tecnico, pues las mejoras en la agricultura no converuan a sus imereses -que eran claramente contraries a los de la sociedad en su conjunto: dado un nivel de poblacion y una demanda de alirnentos inelastica, toda innovacion tecnologica en la agriculrura que incrememara la productividad agraria conduciria al abandono de tierras marginales ya un cultivo menos intensivo de las tierras que siguieran en explotacion, 10 que a la postre supondria una disrninucion de las rentas. Malthus, sin embargo, cuestiono este razonarniento sefialando que las innovaciones en la agricultura ten ian lugar lentarnenre en un contexro de crecimiemo de la poblacion, acumulacion de capital y demanda crecieme de alimenros, por 10 que no habra razon para esperar que las renras hubieran de declinar con las mejoras tecnicas, Por otra parte, Malthus disenna tarnbien de Ricardo respecto a la conveniencia de imponer restricciones allibre comercio de granos, pues creia -erroneameme- que la proteccion agricola acababa redundando en una abundancia general vemajosa para la clase trabajadora.

    La escuela clasica (II): David Ricardo I 151

    Pero donde quiza se nota la diferencia mas irnportante entre Malrhus y Ricardo es en la forma de justificar la caida de la tasa de beneficio. Como se ha visto anreriorrnente, para Ricardo los beneficios decrecientes venian de la mana de un incremento en eI coste de produccion de los alirnentos, ya que este mayor coste suponia un crecimiento de los salarios rnonerarios. Malrhus, sin embargo, sin negar el razonamiento de Ricardo, vela la causa fundamemal de la disminucion de los beneficios a corto plazo en el debilitamienro de los incentivos para invertir, originado a su vez por una demanda agregada insuficiente, Esto enlaza con la conrroversia entre Malthus y Ricardo en torno a la ley de Say, que se trarara espedficamente en una seccion posterior (apartado 5.6).

    5.5. EI comercio internacional: el principio de las ventajas comparativas

    El comercio imernacional tenia una especial relevancia en el modelo ricardiano dado su positive efecto en terrninos distributivos: al poderse irnportar del extranjero artfculos de primera necesidad -especialmeme alimemos- a precios menores que los que dichos productos tertian en el interior del pais, podian bajar los salaries, 10 que conllevaba un irnpacto favorable en los beneficios. Pero adernas, el comercio imernacional conrribuia a au mentar la cantidad global de mercancias disponibles y permitia asignar los facrores de produccion entre diversos ernpleos de un modo mas eficieme. De esra forma, el laissezftire aplicado a las relaciones econornicas internacionales resultaba positive, al igual que ocurria en las relaciones entre agemes individuales, cuyos inrereses acababa armonizando el mercado.

    Esto ultimo 10 mostro Ricardo a traves del famoso principio de las venrajas comparativas, una gran aportacion a la teorfa del comercio imernacional que hoy se mantiene perfectarnenre vigeme, formando parte del cuerpo basico de conocimientos que se transmite en los manuales sobre la materia. EI rnerito de su descubrimiemo 10 cornparte Ricardo con Robert Torrens (1780-1864), oficial de la Marina Real y gran reorico puro de la escuela clasica especializado en cuestiones monetarias. Pero la exposicion que hizo Torrens del citado principio en 1815 resulta menos acabada que la que aparece en los Principios de Ricardo, que es la que normalmeme se torna como referencia.

    Adam Smith habia apumado que eran los menores costes absolutos los que dererrninab an la vemaja en el comercio internacional y, en consecuencia, el tipo de producciones en las que se especializaba cada pais. Sin embargo, dados dos paises y dos bienes, Ricardo mostro que incluso si uno de los paises tiene vemaja absoluta en la produccion de ambas mercancias, el comercio tiene sentido y puede beneficiar a ambas partes. EI ejemplo que plan rca Ricardo se refiere a Inglaterra y Portugal, y las cifras expresan el numero de hombres-afio requeridos para la produccion de una unidad de pafio y de vino en cada caso:

  • 152 I Historia del Pensamiento Economico

    Pano Vino

    Ingfaterra 100 120 Portugal 90 80

    Portugal riene ventaja absolura en la produccion de los dos bienes, esto es, es capaz de producir localmenre ambas mercandas a menor coste que Inglarerra. Sin embargo, su veriraja es mayor en laproducci6n de vino que en la de patio, pues 80/120 es menor que 90/100. Inglarerra, por su parte, tiene una desvenraja relarivamenre mas pequeria en la producci6n de patio que en la de vino, pues 100/90 es menor que 120/80. En Portugal, en ausencia del cornercio, una unidad de vino se cambia por 0,88 de patio, mientras que en Inglarerra la unidad de vino se cambia por 1,2 de pafio: es decir, en Ponugal hay que renunciar a un menor nurnero de unidades de pafio que en Inglaterra para obrener una unidad de vino. A!rernarivamenre, en Portugal una unidad de pafio vale 1,125 unidades de vino, mienrras que en Inglarerra vale s610 0,83 unidades de vino; es decir, en Inglarerra hay que renunciar a un menor numero de unidades de vino que en Portugal para obtener una unidad de pafio.

    Vino PaRo

    0,88 1,2 PaRo

    Inglaterra

    0,83 1,12 Vino

    ~ FIGURA SA. Relaciones de intercambio autarquicas.

    Por ramo, segun 10 anterior, cabe afirmar que Portugal tiene vemaja comparariva en la producci6n de vino e Inglarerra en la de patio. En esre contexte, si cad a pais se especializa

    --,1

    La escuela clasica (II): David Ricardo I 153

    segun la paura que marca su venraja, puede obtener el otro producro mas bararo que si 10 fabricase el mismo. Adernas, se obtiene una mejor asignaci6n global de los recursos producrivos. Asi, suponiendo que los cos res permaneciesen constantes -como hace irnplfcitamente Ricardc--, puede cornpararse la situacion antes y despues del comercio. Antes, para producir en (Oral dos unidades de cada bien, produeiendo cada pais una unidad de patio y otra de vino, se requieren 390 hornbres-afio. Despues, para producir esas mismas dos unidades de cada bien, con cad a pais especializado en la fabricaci6n de la mercanda en la que tiene ventaja cornparariva, se necesiran s610 360 hornbres-afio. En definitiva, ha habido un ahorro de recursos evidenre para lograr la misma producci6n global y, por consiguienre, con los mismos recursos cabe obrener una mayor produccion de pafio y vino.

    Es irnportante destacar que de acuerdo al plantearniento de Ricardo, donde se supone que los costes son constanres y se ignora la dernanda, no podrla haber ganancia en el comercio entre paises que ruviesen las mismas relaciones de costes para las diversas mercancfas, aunque sus niveles absoluros fuesen disrintos. Sin embargo, mas tarde los econornistas neoclasicos demostrarfan que dos pafses con identicas relaciones internas de costes pueden ganar con el intercambio si los cosres no son constantes -sino crecientes- y los patrones de dernanda difieren: el comercio perrnite hacer independientes el consumo y la produccion, contribuyendo a la satisfacci6n de la demanda inrerna de cada pais.

    Las relaciones de inrercambio autarquicas (vease la figura 5.4) marcan los llmites entre los cuales resultara beneficioso el comercio para ambos paises. As!, la relaci6n de intercambio internacional de una unidad de pafio se situara finalmente entre los 0,83 de Inglaterra y los 1,125 de Portugal, de modo que la ganancia del comercio sea compartida por las dos partes. Ahora bien, la distribucion exacta de dicha ganancia es una cuestion a la que Ricardo no dio respuesta. Eol se ocupo simplernente de rnostrar por que resulta beneficioso cornerciar, no de establecer los terrninos precisos del inrercambio. Hubo que esperar a que J. S. Mill expusiera su teorfa de la demanda redproca para poder conocer en que medida la cicada ganancia del comercio se reparte entre los participantes en el intcrcambio. Por otro lado, el origen de las diferencias en costes comparatives que dan senrido al comercio no es un terna tratado explicirarnente por Ricardo, aunquc en su plantearniento parece claro que estas provienen de diferencias tecnol6gicas. (Mas tarde, el modele neoclasico de cornercio inrernacional de Hecksher-Ohlin -que parte del supuesro de tecnologia uniforme- vinculo las citadas diferencias en costes comparatives a diferencias en la dotacion factorial de los paises.)

    Es imporrante subrayar el supuesto basico que subyace a la exposicion de Ricardo: el trabajo y el capital son internacionalmcnte inrnoviles. 0 en otros terminos: hay dificultades significativas para desplazar factores de un pais a otro en busca de empleos mas rentables. De este modo, al excluirse el rnovimiento internacional de facrores aparecen oponunidades para el rnovirniento de productos, De hecho, en virtud del supuesro anterior la regia que se sigue en el comercio interior, donde -segun Ricardo-s las mercancias se intercarnbian en proporci6n a las cantidades de trabajo incorporadas, no puede aplicarse en el caso del comercio internacional.

  • -:1:'0';0 d" Perisarnierito Ecooomico La escuela clasica (II): David Ricardo I 155 Aunque la exposicion ricardiana del principio de las ventajas comparativas se realiza

    en terrninos de valor trabajo, ello no altera la validez del ~ismo, pues puede reformularse en terrninos de costes de oportunidad. Por otra parte, el ejernplo para dos paises y dos bienes puede ser generalizado sin que por ello cam bien las conc!usiones. Por ultimo, el paso del t~ueque a la introduccion de metales preciosos co~o me~l~,de cambio tarnpoco suporre ningun problema: el mecanismo de flujo en espeCle permltlO a los cldsicos transformar la ventaja cornparariva en terrninos reales en ventaja absoluta e~ t~rmino.s monctarios, y por tanto en precios (aunque la ventaja del comerclO pueda consisur en diferencias en los usos comparatives de los recursos en la produccion de mercancias, esas diferencias deben reflejarse en precios antes del comienza efectivo del cornercio, pues el comercio se determina en ultimo terrnino por las diferencias en precios rnonctarios absolutes, que a su vez dependen de los costes rnonetarios. que son fun cion de la producrividad y rernuneracion de los facrores). Segun indicaba Ricardo, los metales preciosos se acababan distribuyendo por rodo el mundo de manera que facilitaban el mismo movirnienro de mercancias que tendria lugar en una econornfa de trueque. En el ejemplo anterior de Inglaterra y Portugal, este ultimo pais -aada su ventaja absoluta en costos de trabajo- exportarfa inicialrnente tanto vino como pafio a Inglarerra, que pagaria por ellos con ~ro. EI,tlujo de oro hacia Portugal haria aurnentar poco a poco alii el nivel general de preclOS, rruentras que en Inglaterra irian disminuyendo progresivamente los precios de las mercancias, incluyendo los de la tela y el virio. EI proceso continuaria, incurriendo Inglaterra en deficit de balanza de pagos con Portugal hasta que las diferencias absolutas en los precios monetarios tornasen provechoso el comercio en las dos direcciones, con eI mismo patron de especializacion que en el escenario de trueque.

    5.6. La ley de Say y el paro tecnol6gic o

    Ricardo hubo de enfrentarsc ados cuestiones importantes que se suscitaron en el nuevo escenario econornico inaugurado con la Revolucion industrial, dado el notable incremento de la capacidad productiva de mercancias y la creciente inrroduccion de maquinaria. Se trataba de la posibilidad de crisis de sobreproducci6n y del eventual surgimienro de paro tecnologico.

    Respecto a la primera cuestion, Ricardo se mostro como un firme defensor de la Ley de los Mercados 0 ley de Say, juntO a James Mill yel propio Jean-Baptiste Say. Es decir, opinaba que las mercancias encontraban siempre salida en el mercado. 0 en terminos mas coloquiales, que la oferta creaba su propia demanda. Negaba, por tanto, que pudiera darse una crisis de sobreproduccion general. A 10 sumo, admida la posibilidad de una sobreproducci6n localizada y transitoria. Por ejemplo, deb ida a "cambios subitos en los canales de comercio". Asi, las transformaciones del sistema econ6mico precisas para adaptarse a una situacion de guerra --0 su necesaria reconversion tras la finalizaci6n de un conflicto belico- podian

    generar "reveses y contingencias temporales". La postura de Ricardo se apoyaba en ellargo plaza, pero no entraba a analizar el importance problema del dinero y el ciclo cconornico involucrado en la discusion, que habria de esperar hasta J. S. Mill para ser abordado. Ricardo insistfa en que la produccion de mercancias respondia a la sarisfaccion de descos de Ia gente, y por tanto, tenia una demanda clara. Ademas, para reforzar aun mas su posicion. subrayaba la insaciabilidad de los deseos humanos.

    Frenre a la postura de Ricardo, Malrhus sostuvo la posibilidad de sobreproducci6n general y cronica provocada por la insuficiencia de demanda, dando lugar asi a problemas de pleroras 0 abarrotarniento de mercancias. Malthus distinguia con nitidez entre los bienes que cubrian "las necesidades de la vida", los cuales siempre tenian una demanda asegurada, y los dernas bienes 0 "cosas convenientes y lujosas", cuya demanda dependia basicamenre de los habiros de consumo de los terratenientes (pues los capitalistas, mas interesados en la acumulaci6n que en el consumo presente, no hacian mas que incrernentar la capacidad productiva y agravar el problema de la sobreproduccion potencial). 0 expresado en otros terminos: como los rrabajadores vivian a nivel de subsistencia y los capitalistas tendian aI ahorro y la acurnulacion, solo quedaban los terrarenientes como Fuente importante de consumo. Pero si estes decidian no gastar, gran parte de 10 producido podria quedar sin venderse. Y es que el ahorro no era en rodo caso socialmente beneficioso, pues si se daba en exceso provocaba que determinados bienes -las "cosas convenientes y lujosas" no desrinadas a cubrir la subsistencia inmediata- no enconrrasen comprador, con 10 que los capitalistas no podfan realizar sus beneficios esperados a corto plaza, desincentivandose asi la acumulacion de capital. Por consiguiente, en ultimo terrnino la falta de demanda acabaria bloqueando el progreso econornico. De ahi la necesidad de estimular la demanda agregada mediante la promoci6n de obras publicas por parte del Estado y el fomento del consumo improductivo a cargo de los terratenientes (esto es, una demanda de servicios personales que a su vez asegurase un nivel elevado de demanda de mercancias sin aurnentar la oferta de las mismas).

    La controversia entre Ricardo y Malthus en rorno a la ley de Say y los problemas de insuficiencia de demanda fue muy intensa, De hecho, es el terna principal de la abundante correspondencia entre ambos economistas (aunque seria necesario esperar hasta J. S. Mill-que distinguio entre igualdad e identidad de Say- para encontrar la primera Iormulacion correcta de la ley de Say, dando entrada a consideraciones monetarias). Con todo, la Ley de los Mercados no fue el unico elemenro de polemica entre Ricardo y Malthus. Como se ha visro anteriormente, discreparon tambien sobre la conveniencia de las Leyes de Granos, asi como sobre el problema del valor y las cuesriones monerarias.

    En relaci6n al problema del para tecnol6gico, es esta una cuestion que Ricardo abord6 en un nuevo capitulo anadido a la tercera edicion de sus Principios. en 1821. Anteriormente a esta fecha, Ricardo se habia mostrado claramente favorable a la maquinaria. En concreto, habia sostenido que su introducci6n bajaria los precios de las mercancias fabricadas, beneficiando asi a todas las clases sociaies. Tal postura se situaba en linea con la vision que hasta enronces venia dominando en la escuela clasica: por un lado, la demanda de trabajo dependia direetamenre de la existencia de salidas provechosas para la inversi6n (algo que

  • La escuela crasica (II): David Ricardo I 157 156 I Historia del Pensamiento Econ6mico 1

    parecla venir asegurado por la ley de Say), y por otro, la maquinaria, al reducir costes, aseguraba la reabsorcion del trabajo desplazado de un empleo concrero.

    Sin embargo, en el capitulo XXXI afiadido a la citada tercera edicion de sus Principios, Ricardo carnbio de opinion, aunque sin llegar a definir una postura clara. Comienza afirmando que la introduccion de maquinaria podria resultar perjudicial para la clase trabajadora, al menos durante "uri intervale considerable", al disminuir la demanda de mana de obra. Para dernostrarlo, se basa en un ejemplo numerico a muy corro plazo, que descansa en el supuesto de que la maquinaria se crea por conversion de capital circulante (destinado ala contratacion de trabajo) en capital fijo.

    Sin embargo, luego Ricardo parece darse cuenra de que el ejemplo que habia utilizado para rnostrar la posibilidad de paro tecnologico era extrerno, esro es, fundamentado en supuesros muy restrictivos. De hecho, acaba matizando tanto su argumentacion previa que, a rodos los efectos, 10 que dice suena a retractacion. Sefiala que la mecanizacion solo rendria transitoriamente consecuencias adversas en el empleo en caso de que se introdujese de forma amplia y repentina y financiada con cargo al fondo de salarios. Pero el cambio tecnol6gico y su aplicacion al proceso productive tend ian a ser graduales, de modo que podian financiarse con beneficios acumulados anreriormenre. Ademas, la propia maquinaria perrnitia elevar los beneficios y los ahorros, dando lugar ala creaci6n de nuevas capitales, no a que se desviasen capitales de su empleo actual. De heche, la maquinaria compensaba en cierro modo el impacro negative que los rendimienros decrecientes de la agriculrura ten ian en la rasa de beneficio. Ricardo acababa previniendo incluso contra una intervencion estatal que pretendiese desalentar el progreso tecnico, dadas sus fatales consecuencias. En efecro, si se dificultase la introduccion de maquinaria se limitana la posibilidad de reducir el coste de produccion de las mercandas, con la consiguiente perdida de mercados exteriores y las fugas de capital al extranjero,

    5.7. La vision ricardiana de la hacienda publica

    Smith habia dedicado gran parte dellibro V de La riqueza de ids naciones a la hacienda publica. Ricardo, que no esraba satisfecho con el tratarnienro de Smith sobre este tema, presto tarnbien una notable atencion en sus Principios a las cuestiones fiscales. Asi, practicamente un tercio de su obra se refiere a las repercusiones sobre la economia de cada posible Figura irnpositiva, especialmente en 10 que respecta a sus efecros distributivos. No es extrafio, enronces, que al final del titulo de su libro Ricardo afiadiese, de forma muy reveladora, la palabra "tributaci6n". Su discusion sobre este tema no esd referida a un sistema fiscal concrero --como en el caso de Smith-, sino que pretende ser mas 0 menos independiente del modelo impositivo de su tiempo.

    En su acercamienro a los ingresos publicos, Ricardo hizo la distinci6n tradicional entre impuesros direcros e indirecros, pero tam bien clasific6 los impuesros -de manera peculiarentre aquellos que se alimentan de ingresos corrienres y aquellos que se nutren del capital.

    En cualquier caso, se mostro poco entusiasta frente a roda forma impositiva, afirmando que "no hay impuesro que no tenga rendencia a disminuir el poder de acumulaci6n", y previniendo contra los efecros no deseados que hacen que los rriburos se comporten con frecuencia de forma muy diferente a la que pretendfa ellegislador. Adernas, los gasros publicos consisrian esencialmente en consumo de naturaleza improductiva. Sin embargo, ante la incuestionable necesidad de ingresos piiblicos para financiar las funciones legitimas del Estado -que Smirh habia dejado bien definidas en La riqueza de las naciones-, y dada la incidencia dis par de un os impuesros [rente a otros, Ricardo intento delimitar aquellos rriburos que pudiesen resultar mas adecuados.

    La postura mayoritaria entre los economistas clasicos -como Smith, Say 0 McCullochfue la preferencia por la imposici6n indirecta, en parte porque la imposicion direcra presentaba serias dificultades para ponerse en practica con los medios de la epoca. Ricardo, por el contrario, desde un planteamienro mas te6rico que pragrnatico, fue mas favorable a los impuesros direcros. Asi, Ricardo entcndia que la mejor base de los ingresos publicos estaria constituida por un impuesto sobre los bienes salario -que fue censurado por el resro de los clasicos- y por un impuesro sobre la renta de la tierra y los ingresos obtenidos de los titulos del Esrado, EI impuesro sobre los salarios, en opinion de Ricardo, seria rrasladado y acabaria recayendo en los beneficios, dado que los salarios estaban al nivel de subsistencia y no podian ser reducidos. Por su parte, el impuesro sobre la renta (pura) de la tierra -segun Ricardo- recaeria sobre los terratenientes sin posibilidad de ser trasladado y sin afecrar a los precios naturales, pues la renta en ningun caso formaba parte del cosre de producci6n; adernas, dado que la rcnta creda 'sin esfuerzo' con el simple incremento de la poblacion en un contexte de oferta limitada de tierra ferti! sujeta a rendimienros deerecientes, resultaba a priori un ingreso id6neo para ser gravado. Sin embargo, en la practica era dificil distinguir entre la renta pura y la renta deb ida a mejoras, con 10 cual podia afectarse negarivamente al culrivo.

    Pero quiza 10 mas interesante de roda la discusion ricardiana sobre la hacienda se refiere a la cuestion de la deuda publica. Aqui, de nuevo, Ricardo mantuvo una postura singular frente a sus conremporaneos, con un rechazo radical. La mayoria de los economistas clasicos entendio que el recurso al endeudamienro era inevitable en situaciones excepcionales como una guerra, pues si para su fmanciaci6n se recurria solo a impuesros estos podian llegar a deprimir seriamente la actividad. Sin embargo, Ricardo sostuvo que incluso en caso de guerra era preferible la financiaci6n via impuesros. La deuda publica estimulaba la fuga de capitales y su fmanciaci6n reduda el ahorro privado; pero ademas, la carga que suponia la deuda no era tanto hacia el futuro -en forma de inrereses anuales-, sino que existia desde el mismo momenro en que la deuda era creada, pues los individuos redudan el valor nominal capitalizado de su corrienre de renra con objero de permitir el pago futuro de los impuesros destinados a servir a la deuda. En la decada de 1970 surgi6 en el debate hacendistico la cuesti6n de la indiferencia de enrre la financiaci6n publica mediante deuda 0 mediante impuesros, y, en recuerdo del planteamienro que habia hecho Ricardo, se Ie dio el nombre de "equivalencia ricardiana".

  • 158 I Historia del Pensamiento Eeon6mico

    5.8. Conclusion: la herencia de Ricardo

    AI hacer referencia a la influencia ejercida por Ricardo, es necesario distinguir entre la influencia direcra ~n la propia escuela clasica- que se puede considerar bastante lirnitada, y la indirecta -en las corrienres criticas del capitalisrnc-- que fue irnportanre.

    En rre 1815 y 1848 la Figura de Ricardo domino el pensamiemo econornico en Gran Bretana. Sin embargo, esro no quiere decir que todos los economistas clasicos del periodo

    . fueran sus fieles seguidores, sino que las ideas ricardianas -fundamemadas en una podero

    sa argurnenracion logica- no dejaban a nadie indiferenre: cualquiera que trataba sobre Eco

    norma tenia que hacer referencia a los plantearnienros de Ricardo, ya fuera con reconoci

    mien to 0 con rechazo. Pero, en realidad, aparte de James Mill y Thomas de Quincey, es dificil enconrrar a autores a los que considerar purameme ricardianos, pues el sistema de Ricardo era en cierto modo una desviacion de la economia clasica --

  • .) I La escuela clasica (II): David Ricardo 1161

    160 I Historia del Pensamiento Econornico r I

    Conceptos clave~ 1---- "Efecto Ricardo". Rcndimienros decrecientes. Estado estacionario, Renta ricardiana. o Paro tecnologico, o "Vicio ricardiano". Principia de Las uentajascomparatiuas.

    Preguntas~ 1-----1. iPuede afirmarse que Ricardo defendia una teoria pura del valor-trabajo? iPor que? 2. Explique por que, segun Ricardo, la renta de la tierra no forma parte del coste de produc

    cion ni es un determinante del precio. 3. iEn que rerrninos establece Ricardo la posibilidad de que surja paro tecnologico? 4. iEn que consistia el merodo de invesrigacion empleado por Ricardo? Comparclo con el de

    Smirh. 5. iCuiles eran los principales temas en los que discrepaban Malthus y Ricardo? 6. iEn que supuesto importante descans a la reoria de las ventajas compararivas? i Por que? 7. iPor que sc acaba llegando a largo plaza al estado estacionario en el modele ricardiano?

    Gufa de lectura-1 I

    La obra fundamental de David Ricardo, los Principios de economia politica y tributacion, es de por si cornpleja y diflcil, pero hasta ahora dichos problemas se veian agravados debido a las traducciones exisrenres, deficientes en mayor 0 menor medida. De ahi la importancia de la nueva rraducciori realizada por Paloma de la Nuez y Carlos Rodriguez Braun para la editorial Piramide, que cuenta ademas con un magnifico estudio preliminar de John Reeder. El breve Ensayo sobre Los beneficios, en traduccion de Vicente Llombart, resulta bastante mas accesible que los Princlpios, y quiza sea la mejor forma de acercarse inicialmente a David Ricardo. Sus Obras Completas, que aparecieron entre 1951 y 1955 excelcntemcnte ediradas en Ingles por Piero Sraffa, sacaron a la luz nuevos mareriales y correspondencia que trasrocaron por complete la interpretacion convencional del pensamiento del economista briranico, Estan disponibles en castellano en nueve volurnenes publicados por Fondo de Cultura Econornica, aunque -como ya se ha indicada respecro a los Principias- la traduccion es deficiente. Hay dos estudios parricularrnente irnportantes sobre la obra de Ricardo: eI de Mark Blaug, Tearia economica de David Ricardo, que data de 1958, y el muy extenso de Samuel Hollander, La economia de David Ricardo, de 1979. Ellibro de Blaug expone con niridez las principales ideas ricardianas, situando al autor en los

    deb ares econornicos de la epoca y discutiendo asirnismo su influencia. EI de Hollander es polernico por la discurible interpretacion en clave neoclasica que hace de las ideas de Ricardo, segun la cual este consrruyo una reoria inregrada en la que los precios de las mercandas y de los factores se hallaban ligados a 10 largo de todos los procesos de produccion de la economia. Los articulos de G. J. Stigler que se ciran en la bibliografia son muy recomendables par su claridad, yellibro de D. P. O'Brien aporta una excelente vision de conjunro de la escuela clasica a la que Ricardo perrenecio.

    Referencias bibliognificas-1 1----

    BLAue, M. (1975) [1958], Teoria economicade David Ricardo, Madrid, Ayuso. _ (1985), Teoria economicsen retrospeccion, Mexico, Fondo de Cultura Econornica, capitulo 4 (inclu

    ye una guia de lectura de los Principios de Ricardo). CASSELS, J. M. (1971), "Nueva interpretacion de la teoria del valor de Ricardo", en J. J. Spengler

    y W. R. Allen (eds.), EL pensamiento economico de Aristoteles a Marshall, Madrid, Tecnos, pp. 444453.

    HOLLANDER, S. (1988) [1979], La economia de David Ricardo, Mexico, Fondo de Cultura Econornica.

    MEEK, R. L. (1972), "La decadencia de la econornia ricardiana en lnglarerra", en Economia e ideoLog/a y otrosensayos, Esplugues de Llobregat (Barcelona), Ariel, pp. 81-116.

    O'BRIEN, D. P. (1989), Los economistascldsicos, Madrid, Alianza Editorial. RICARDO, D. (1958-1965), Obrasy correspondencia, 9 vols., Mexico, Fondo de Culrura Econo

    mica (traduceion de la edicion inglesa de las Obras Completas preparada por Piero Sraffa en colaboracion con Maurice Dobb).

    _ (1981) [1815], Ensayosobre La influencia del bajopreciodelgrano sabre Los beneficios del capital, en Napoleoni, c., Fisiocracia, Smith, Ricardo, Marx, Vilassar de Mar (Barcelona), Oikos Tau, pp. 151-174 (traduccion de Vicente Llornbart).

    _ (2003) [1817], Principios de economla politica y tributacion, Madrid, Pirarnide (traduccion de Carlos Rodriguez Braun y Paloma de la Nuez; estudio preliminar de John Reeder).

    SHOUP, C. S. (1972), "Ricardo y la imposicion", Hacienda Publica Espanola, 17: 194-229. STIGLER, e. J. (1971), "Teoria ricardiana del valor y la distribucion", en J. J. Spengler y W. R. Allen

    (eds.), EL pensamlento economico de Arisioteles a Marshall, Madrid, Tecnos, pp. 420-443. - (1979), "Ricardo y la teo ria del valor rrabajo al 93%", en Historia deL pensamiento economico, Bue

    nos Aires, El Ateneo, pp. 195-204. TEDDE, P. (1972), "El concepto de incidencia irnpositiva en el pensarniento clasico", Hacienda

    Publica Espanola, 17: 151-158.

  • :( I 06 La escuela clasica (III): Thomas Robert Malthus y Jean Baptiste Say

    6.1. Introducci6n

    El presente capitulo intenta ofrecer una sintesis del pensarniento econornico de Thomas Robert Malthus y de Jean Baptiste Say, para 10 cual se ha dividido el capitulo en tres grandes apartados en los que se analizan el Ensayo sabrefapoblacion y los Principios de economia politica de Malthus, y el Tratado de economiapolitica de Say. Si bien con el Ensayo Malthus elaboro una teorfa con la que pretendla dernostrar la imposibilidad de llevar a cabo las doctrinas que persegufan la perfecribilidad del hombre y de la.sociedad, su corolario proporciono a los econornistas clasicos una teorfa de los salarios de subsistencia que forrno parte de la teoria de la distribuci6n. En cambio, con sus Principios rornpio con la ortodoxia chisica, materializada pocos afios despues de la publicacion del Ensayo en el Tratado de economla politica de J. B. Say, donde se admitfa que las mercancias enconrraban siempre salida en el mercado, pero que Malthus intenro rebatir, sobre la base de que un ahorro excesivo podfa dar lugar a una demanda efecriva insuficienre que podria traer consigo una sobreproduccion de mercancfas.

    6.2. EI Ensayo sobre 10 poblaci6n

    6.2. I. Objetivo del Ensayo

    Entre 1776. afio en el que Adam Smith (1723-1790) publico su Investigacion sabre fa naturaleza y causas de fa riqueza de las nactones, y 1798, afio en el que Thomas Robert Malthus (1766-1834) escribio el Ensayosobre efprincipia de fapoblacion, se produjeron cambios en el pcnsamiento cconornico que, si bien en algunos casos representaron genuinas aporta

  • 164 I Historia del Pensamiento Econ6mico

    ciones que ayudaron al progreso de la ciencia econ6mica, en otros no eran sino razonamientos que tenfan por objetivo corroborar aquellas genuinas aportaciones, cuando no oponerse a sus variantes.

    En el grupo de las genuinas aportaciones hay que considerar el espfritu optimista de Adam Smith. El mensaje optimista del catedrarico de Glasgow era que si se perrnitia que los hombres arreglaran sus asuntos de acuerdo con sus propios intereses, sin impedimenros por parte del Estado, contribuinan a resolver el problema econ6mico de la escasez. Ahora bien, si esta genuina aportaci6n de Smith hizo progresar con rapidez el analisis econornicoveste se tom6 algo mas de tiempo en la obra de Malthus pues Ie toco criricar, como sostiene Spiegel, la extravagante variante del esp iritu optimista de Smith, materializado en la idea de William Godwin (1756-1836) y del marques de Condorcet (1743-1799) de la pcrfectibilidad del ser humano y de la sociedad.

    El objetivo que perseguia Malthus en su Ensayo era tratar de demostrar la imposibilidad de llevar a cabo las doctrinas que perseguian la perfectibilidad del hombre y la incvitabilidad del progreso. Sus postulados violaban las leyes de la naturaleza.

    He lefdo, con sumo agrado, algunas de las especulacionessobre la perfecribilidad del hombre y la sociedad. Me he senrido reconforrado y deleirado por el cuadro encanrador que nos presenran. Ardienrernenre deseo ran felices perfeccionamienros. Pero yeo en el camino hacia ellos erizados de grandes y, a mi [uicio, insuperables dificulrades. Mi proposito no es otro sino sefialarestas dificulrades,afirmando al mismo riernpo, que, lejos de regocijarme en eliascomo causa de rriunfo sobre los amigos de la innovacion, nada podria producirme mayor agrado que ver estas dificulrades roralmenre superadas.

    En general, rodas estas dificultades se fundamentaban en el supuesto de que la poblaci6n creda en progresi6n geornetrica mientras que los alimenros 10 hadan en progresi6n aritrnerica. Entre los numerosos predecesores de Malthus, que tam bien aseguraban que la poblaci6n tendia a aurnentar, destacan dos. En primer lugar se encuentra Robert Wallace, que en su Numbers ofMankind (1753) calculo, partiendo de diversos supuestos en cuanro ala procreaci6n y a la esperanza de vida, el nurnero de personas que podian nacer de una sola pareja. Por consiguiente, la famosa afirmaci6n rnaltusiana de que la poblaci6n crece en progresi6n geometrica la formul6 Wallace con toda c1aridad casi medio siglo anres.

    A mediados del siglo XVIII el conrinente norteamericano era considerado un buen ejernplo de entorno natural que no imponia limitaciones al crecimiento dernografico. Pues bien, Benjamin Franklin publico un folleto en Boston ritulado Observaciones sabre el crecimiento de la humanidady lapoblacion de los paises (1755), donde afirmaba que la poblacion de las colonias arnericanas rendia a aumentar geometricamente, duplicandose cada veinticinco arios. Su objetivo era demostrar que habda pronto mas ingleses en las colonias americanas que en Inglaterra, con el fin de convencer al gobierno britanico de que modificase su pollrica colonial y atendiera las justas quejas de los subditos americanos de la Corona. En honor a la verdad, en la primera edici6n del Ensayo, Malthus reconoda esta lireratura prernaltu-

    La escuela cla sica (III): Thomas Robert Malthus y Jean Baptiste Say I 165

    siana, y citaba concretamente a Wallace, a David Hume y a Adam Smith. Es mas, en ediciones posteriores utilize la cifra de Franklin como perfodo de tiernpo suficiente para que se duplicara la poblaci6n. Con esto, aparte de corroborar el crecimienro dernografico, hall6 un indice geometrico espedfico de una poblaci6n que crece libre de restricciones. Pues bien, para llevar a cabo esta tarea sienra los dos postulados siguientes:

    Primero: el alimenro es necesarioa la existencia del hombre. Segundo: la pasion entre los sexos cs necesariay se rnanrendra practicamence en su estado actual.

    En realidad esos dos postulados exigen otros supuestos que se hacen implicitos en la exposici6n de su teoria:

    la capacidad de crecimienro de la poblaci6n es infiniramenre mayor que la capacidad de la tierra para producir alimenros para el hombre. La poblacion,si no encuenrraobsraculos,aumenra en progresiongeometrica. Losalimenros ran soloaumentan en progresion aritrnetica.

    Si bien con este razonamienro, segun afirma O'Brien, Malthus estableda 10que vino a ser el modelo dernografico fundamenral de la econornfa clasica, su corolario Ie servira para inferir los rendimientos decrecientes de la producci6n agricola al considerar que su ofena s610 podria aurnentar a una rasa aritmetica:

    Para que se cumpIa la ley de nuestra naruraleza, segun la cual el alimenro es indispensable a la vida, los efecrosde esrasdos fuerzas ran desiguales deben ser manrenidos aI mismo nivel. .. Esra natural desigualdad entre las dos fuerzas de la poblacion y la produccion en la rierra, y aquella gran leyde nuestra naturaleza, en virrud de la cuallos efectos de estas fuerzas se manrienen consranrernente nivelados, constiruyen la gran dificulraj, ami entcnder, insuperable, en el camino de la perfecribilidad de la sociedad.

    Por consiguiente, esta ley natural permite que se iguale el crecimiento de la poblacion yel aumento de la producci6n, y que Malthus bautizara con el nombre de ley de la necesidad, conscituyendo la gran dificultad en el camino de la perfectibilidad de la sociedad. La ley de la necesidad tarnbien le facultara para sefialar los medios que a su juicio son validos para combatir los graves inconvenientes que se derivan del desequilibrio entre la poblacion y los medios de subsistencia.

    6.2.2. La ley de 10 necesidod, el comportomiento de los solorios y los oostaculos del crecimiento de /0 pobloci6n

    En el capitulo segundo del Ensayo Malthus se lanza a la tarea de confirmar esta hip6tesis restrictiva. Para llevar a cabo este trabajo apunta dos principios con objeto de fortalecer

  • 166 I Historia del Pensamiento Economico

    los supuestos de partida de la denominada ley de la necesidad, y, adernas, para describir una dinarnica del comportamienro de los salarios y de los precios de los bienes de subsistencia. Asi expresara, observando 10 ocurrido en los Estados Unidos de America, donde abundan los medios de subsistencia, que:

    Este ritmo de creeimiento ha sido a1canzado sin que la fuerzade la poblacion se haya ejercido en su plenirud [... J sentarernos. pues, el principio de que la poblacion, cuando no 10 impide ningun obstaculo va doblando cada veinticinco aries, creeiendo asi en progresion geometrica [... J. Si admitimos que con la mejor administraeion posible, parcelando la tierra y dando el maximo impulso a la agricultura, se puede conseguir doblar la produccion al rerrnino de los primeros veinricinco afios, creo que nadie puede acusarnos de excesiva parquedad [... J. Adoptemoslo como nuestra segunda regia, aunque ciertarnente este bien lejos de la realidad, y adrnitamos que, meced a enormes esfuerzos, la produccion total de la isla pueda registrar cada veinticinco afios aurnentos equivalentes a la produccion actual.

    A pesar de que concede a la produccion de la tierra la posibilidad de aumentar indefinidamente, sin embargo, "la fuerza de la poblacion es de un orden superior", de ahfque se manifieste la ley de la necesidad, pues

    el crecirniento de la especie humana unicamenre podra mantenerse nivelado al aumento de los rnedios de subsistencia medianre la constante acci6n de la poderosa leyde la necesidad refrenando el impulso de la mayor de estas fuerzas.

    Esta ley se materializaria en falra de espacio y de alimentos, y haria que los individuos en edad de procrear reflexionaran sobre la posibilidad de rener hijos, que si bien podria dar lugar a comportamientos viciosos, al menos permitiria contener el crecimiento de la poblacion, Tal vez, convencido de que su argumento podria dar lugar a que sus lecrores jusrificaran tales comportamientos, en la sociedad descrita por Malrhus imperaba "la tendencia al enlace virtuoso", virtuosismo que muy pesar suyo estimularia el crecimiento de la poblacion condenando, irremediablemente, a las capas inferiores a la miseria y ala pobreza.

    Por consiguiente, indubitablemente, la constante fuerza al crecirniertto de la poblacion actuarfa incluso en las sociedades mas viciosas:

    Los pobres viviran, por consiguienre, mucho peor, y muchos ellos se veran abocados a la mas angustiosa miseria. Por ser el nurnero de rrabajadores superior a las posibilidades de absorcion del mercado [aboral, eIprecio del traba