historia del concilio vaticano ii

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HISTORIA DEL CONCILIO VATICANO II 1.- El Concilio Vaticano II.El XXI de los Concilios ecumnicos, convocado por el papa Juan XXIII y celebrado en la Ciudad del Vaticano. Se inaugur el 11 oct. 1962 y fue clausurado el 8 dic. 1965. 1.1.- Antecedentes histricos: El anuncio y la preparacin de los trabajos conciliares (25 en. 1959 a 30 mayo 1960). El 25 de enero de 1959, fiesta de la Conversin de S. Pablo y da en que se clausura el octavario por la unidad de los cristianos, Juan XXIII, al final de una ceremonia en la baslica de San Pablo Extramuros, comunic a los cardenales presentes en aquel acto su designio de convocar un Concilio ecumnico. Al mismo tiempo, Juan XXIII peda a los cardenales todas las sugerencias que les pareciesen oportunas para llevar a la prctica ese proyecto. Los cardenales ausentes de Roma fueron informados de la iniciativa pontificia mediante una carta del card. Tardini, Secretario de Estado, fechada el 29 de enero. Prcticamente todos manifestaron su adhesin a los deseos del Romano Pontfice, expresndole su convencimiento de que el futuro Concilio sera de gran importancia para la vida de la Iglesia. El 17 mayo de 1959 Juan XXIII constituy la Pontificia Comisin Antepreparatoria del Concilio, presidida por el card. Tardini y compuesta por los Asesores y Secretarios de los Dicasterios de la Curia Romana. Aunque el Romano Pontfice poda haber sealado por s mismo los temas que seran objeto de estudio, Juan XXIII quiso que la Comisin Antepreparatoria consultase a todos los obispos del mundo para conocer con ms detalle qu argumentos convendra tratar. El 18 de junio de 1959, el card. Tardni envi una carta a todos los arzobispos, obispos, abades y superiores generales de las rdenes y Congregaciones religiosas de la Iglesia, pidindoles sugerencias. La misma invitacin se extendi ms tarde a las Universidades Catlicas, Facultades de Teologa y Dicasterios de la Curia romana. El 77% de los interpelados enviaron respuesta. Este material fue catalogado por la Comisin Antepreparatoria, que extract varios millares de proposiciones en las que se condensaban, en pocas palabras, las propuestas formuladas. El 30 mayo de 1960, con el Motu Proprio Superno Dei nutu, el Papa creaba 10 Comisiones y 3 Secretariados encargados de la preparacin inmediata del Concilio. Las Comisiones eran las siguientes: Teolgica - Obispos y gobierno de la Iglesia - Disciplina del clero y del pueblo cristiano Religiosos - Disciplina de los sacramentos - Sagrada Liturgia - Estudios y Seminarios - Iglesias orientales Misiones y Apostolado de los laicos. Los Secretariados eran: Administrativo, Prensa y espectculo, Secretariado para la unin de los cristianos. Cada una de estas Comisiones y Secretariados estaba integrada por un Cardenal como Presidente y cierto nmero de miembros, designados por el Papa entre los eclesisticos ms ilustres de todo el mundo. En el vrtice de estos organismos preparatorios estaba la Comisin Central, cuya misin era coordinar y supervisar el trabajo que se iba realizando. Presidida directamente por el Papa, que asisti personalmente a varias de sus reuniones, la Comisin Central estaba integrada por 74 miembros. El comienzo oficial de los trabajos preparatorios lo dio Juan XXIII el 14 de septiembre 1960, en la audiencia concedida a los componentes de los organismos preparatorios. A lo largo de dos aos de

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actividad, las Comisiones y Secretariados elaboraron 75 esquemas o guiones en torno a diversas cuestiones de naturaleza doctrinal o disciplinar, que constituiran el punto de partida para los trabajos del Concilio. Todos estos esquemas fueron estudiados previamente por la Comisin Central preparatoria, que se reuni en siete sesiones a lo largo de un ao. El 12 de junio 1962 la Comisin Central preparatoria abri su sptima y ltima reunin bajo la presidencia del card. Tisserant, en representacin del Papa. El da 20, Juan XXIII intervino en la sesin de clausura y pronunci un discurso en el que resuma las etapas de la preparacin del Concilio. Durante el mes de julio, algunos esquemas ya aprobados por la Comisin Central fueron enviados a los obispos, para que pudieran examinarlos y enviar observaciones. 1.2 La convocatoria oficial. Cuando los trabajos preparatorios comenzaban a dar fruto, Juan XXIII convoc oficialmente el Conc. Vaticano II. La bula Humanae salutis lleva fecha del 25 de diciembre de 1961, fiesta de la Natividad del Seor; en ella el Papa traza un breve cuadro de la situacin del mundo, envuelto en guerras y apartado de Dios, y de la vitalidad perenne de la Iglesia. Despus de resumir las etapas preparatorias, Juan XXIII convocaba para el prximo ao 1962 l ecumnico y general Concilio, que se celebrar en la Baslica Vaticana, en das que sern fijados segn la oportunidad que la Providencia nos har conocer. La indecisin de la fecha obedeca a la desigual andadura de los trabajos preparatorios; algunas semanas ms tarde, el 2 de febrero de 1962, con el Motu Proprio Concilium, se concretara en el 11 de octubre, fiesta de la Maternidad divina de Mara. El Concilio llevara el nombre de Vaticano II, como se haba decidido ya en 1959. Al principio se discuti si sera una continuacin del Vaticano I, interrumpido a causa de la guerra franco-prusiana, en 1870, sin que el Romano Pontfice hubiera decretado formalmente su disolucin, o si ms bien constituira un nuevo Concilio ecumnico. El 17 jul. 1959, en una conversacin con los Decanos de las Facultades teolgicas de Roma, el card. Tardini anunci en forma privada que el Papa haba decidido llamarlo Vaticano II. As fue confirmado pblicamente por Juan XXIII, el 8 dic. 1959, durante una homila pronunciada en la Baslica de los Doce Apstoles. De este modo se propona destacar ms claramente la independencia del nuevo Concilio con respecto al anterior; independencia y distincin que se pona claramente de manifiesto por la diversidad de sus objetivos. Cules eran estos objetivos? En la enc. Ad Petri Cathedram (29 de junio de 1959), primera de su Pontificado, Juan XXIII indicaba ya los principales objetivos que se propona alcanzar el Concilio: Promover el incremento de la fe catlica y una saludable renovacin de las costumbres del pueblo cristiano, y adaptar la disciplina eclesistica a las condiciones de nuestro tiempo. Ms adelante, en la citada bula Humanae salutis (25 de diciembre de 1961), el Papa fijaba tres objetivos fundamentales: dar una demostracin de la vitalidad de la Iglesia en los tiempos actuales, favorecer la unidad de los cristianos separados de Roma, y ofrecer al mundo una ocasin de alcanzar la paz. Ideas semejantes expresaba en el radiomensaje que dirigi, un mes antes de la apertura, a los fieles de todo el mundo. En el discurso de apertura (11 de octubre de 1962) se sealaba el siguiente objetivo fundamental: lo que principalmente atae al Concilio ecumnico es esto: que el sagrado depsito de la doctrina cristiana sea custodiado y enseado en forma ms eficaz. Y ms adelante, en el mismo discurso, Juan XXIII afirmaba claramente la ndole pastoral de esta Asamblea de obispos: siempre se opuso la Iglesia a los errores, y frecuentemente los conden con la mxima severidad. En nuestros tiempos, sin embargo, la Esposa de Cristo prefiere usar de la medicina de la misericordia ms que de la severidad.... Este carcter tan propio del Vaticano II se refleja en todos sus documentos (no hay ninguna definicin solemne), y fue luego reafirmado explcitamente por la Comisin teolgica a la hora de exponer la calificacin de las constituciones, decretos y declaraciones emanados por el Concilio. 1.3 . El Reglamento de los trabajos conciliares. El 6 de agosto de 1962, el Santo Padre promulg el Reglamento del Concilio, conjunto de normas que regularan su desarrollo. Al mismo tiempo nombr el Consejo de Presidencia, formada por diez cardenales,

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supremo organismo encargado de moderar los trabajos de la Asamblea; design otros tantos purpurados como Presidentes de las diez Comisiones conciliares, encargadas de redactar los documentos que se someteran a la aprobacin de los Padres, y nombr a los que ocuparan los cargos de Secretario general del Concilio, Secretario para los asuntos extraordinarios y Presidente del Tribunal administrativo. El Reglamento se compone de tres partes: La primera trata de las personas que participan en el Concilio o prestan cualquier tipo de colaboracin en sus tareas. La segunda fija las reglas que deben observarse durante las sesiones. La tercera indica el modo de proceder en los trabajos. a) Personas participantes en el Concilio. A norma del CIC (can. 223) fueron llamados a formar parte del Concilio ecumnico los Cardenales, Patriarcas, Primados, Arzobispos, Obispos residenciales, Abades, Prelados nullius y Superiores de rdenes y Congregaciones religiosas clericales exentas. Los Obispos titulares (aqullos que no poseen jurisdiccin sobre ninguna dicesis) tambin fueron invitados al Concilio -como se hizo en el Vaticano I-, y gozaron de los mismos derechos y obligaciones que los dems miembros. Adems, por indicacin expresa del papa Juan XXIII, fueron llamados a participar en el Concilio los Superiores de las Congregaciones religiosas no exentas. Todas estas personas que tenan voz y voto en el Concilio -con y bajo el Papa- eran 2.693 cuando dio comienzo el Vaticano II, aunque su nmero vari en una u otra sesin por fallecimientos, imposibilidad fsica o moral de asistir, nuevos nombramientos. Otras muchas personas prestaban su colaboracin para la buena marcha del Concilio, aunque en rigor no formaran parte de la gran Asamblea y no tuvieran, por tanto, ni voz ni voto en las deliberaciones: Secretario general, subsecretarios, maestro de ceremonias, traductores, notarios, escrutadores. Especial relieve tuvieron los peritos, es decir, los telogos, canonistas y expertos en varias disciplinas, que estaban al servicio de los Padres conciliares para facilitar su trabajo. Adems de los doscientos nombrados oficialmente, cada Padre conciliar poda recurrir a otros expertos de su confianza. b) Organismos. Como se ha dicho, la direccin del Concilio -bajo la suprema autoridad del Papa- estaba encomendada a un Consejo de Presidencia. Durante la primera etapa conciliar, este Consejo de Presidencia estaba formado por 10 cardenales, de diversas nacionalidades. Tras la muerte de uno de ellos, el card. Pl y Deniel, fueron incorporados tres ms al Consejo de Presidencia, que qued as compuesto por doce miembros. En la primera etapa del Concilio, este organismo tena el encargo de presidir y moderar las Congregaciones generales, sucedindose por riguroso turno cada uno de sus componentes en la direccin de las reuniones. Este encargo ces con el segundo periodo del Concilio, cuando el nuevo Pontfice, Paulo VI, modific el Reglamento introduciendo una nueva figura, la de los cuatro Cardenales Delegados o Moderadores Agagianian, Lercaro, Doephner y Suenens que regularon las tres ltimas etapas del Concilio. El Consejo de Presidencia qued entonces encargado de vigilar para que fueran observadas las normas establecidas en el Reglamento. Las reuniones de los Padres conciliares se escalonaban en, tres niveles distintos: a) Sesiones pblicas, las ms solemnes, presididas por el Papa, en las que los Padres expresaban su voto sobre los decretos previamente discutidos y aprobados en las Congregaciones generales. En total se celebraron diez sesiones pblicas a lo largo del Concilio. b) Congregaciones generales, en las que los Padres examinaban y debatan juntos los textos o esquemas presentados por las respectivas Comisiones, hasta llegar a una formulacin definitiva que se presentaba a aprobacin en las Sesiones pblicas. En total se celebraron 168 Congregaciones generales. c) Comisiones conciliares, encargadas de preparar o enmendar, segn el parecer expresado por los Padres en las Congregaciones generales, los esquemas de los decretos o constituciones. Hubo diez Comisiones conciliares -con los mismos nombres y competencias que las anteriores Comisiones preparatorias-, que se reunan en sesiones de trabajo (ya plenarias, ya en forma de subcomisin) tantas veces como era necesario para redactar y enmendar los documentos. Al frente de cada Comisin haba un Cardenal nombrado por el Papa, ayudado por uno o dos

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vicepresidentes, un secretario (elegido por el Presidente de la Comisin entre los peritos del Concilio) y un nmero variable de miembros (generalmente 25) y consultores. Los miembros (todos Padres conciliares) eran elegidos por el Concilio en sus dos terceras partes, mientras que el tercio restante era designado directamente por el Romano Pontfice. c) Los observadores acatlicos. Los Concilios ecumnicos son una manifestacin de la vida interna de la Iglesia, y por eso no pueden participar en ellos quienes viven fuera de la comunin catlica. Pero un Concilio es una ocasin especial para invitar a la unidad a quienes se han separado de ella. As, Po IX, cuando convoc el primer Concilio Vaticano, invit a los orientales y protestantes a acudir a l para volver a la unidad. Juan XXIII realiz un gesto parecido invitando como observadores a los representantes de las confesiones cristianas separadas de Roma. No tomaban, pues, parte activa en el Concilio, sino que eran, como queda dicho, observadores. En el Reglamento se especificaba que podan asistir a las Sesiones pblicas y a las Congregaciones generales, pero que no tenan derecho ni a voz ni a voto. Tampoco podan asistir a las reuniones de las Comisiones conciliares sin el consentimiento de la legtima autoridad; y aunque podan referir a sus comunidades sobre el desarrollo de los trabajos conciliares, adquiran la obligacin de guardar secreto con las dems personas. La invitacin fue plenamente acogida por las diversas confesiones protestantes, que enviaron en seguida sus observadores, y encontr escaso eco entre las comunidades ortodoxas. En el primer periodo, slo hubo representantes de la Ortodoxia rusa, copta y armenia; en los aos siguientes, otras comunidades ortodoxas enviaron sus observadores al Concilio. d) Normas por las que se regulaban los trabajos del Concilio. Sealemos slo las principales. La segunda parte del Reglamento establece que el latn es la lengua oficial del Concilio ; slo en el seno de las Comisiones se puede utilizar otro idioma, aunque sus conclusiones deben traducirse inmediatamente a la lengua latina. En cuanto al orden que deba seguirse en los trabajos del Concilio, se determina que cada esquema o proyecto de decreto es presentado ante la Congregacin general por un relator designado por el Presidente de la Comisin que lo ha elaborado; los Padres que quieran dar su opinin lo harn por turno, en discursos breves, despus de solicitarlo por escrito. Al final se votan las propuestas de enmienda; si son aceptadas, el esquema vuelve a la Comisin para ser corregido o rehecho, y ser sometido de nuevo al juicio de los Padres; si entonces tampoco es aprobado, deber recorrer de nuevo el mismo camino. En cuanto a las frmulas usadas en las votaciones, se establecen las siguientes: en las Sesiones pblicas, en presencia del Sumo Pontfice, puede votarse placet (s) o non placet (no); en las Congregaciones generales y en las Comisiones cabe una tercera modalidad, placet iuxta modum (s, pero con modificaciones), y en este caso deber explicarse por escrito el motivo de los cambios sugeridos. Por fin se establece que son necesarios los dos tercios de los sufragios para que un documento sea aprobado, salva siempre cualquier disposicin del Romano Pontfice.

2.- Etapas Conciliares2.1 La primera etapa (11 de oct. 1962 a 8 de dic. 1962). a) La solemne apertura. Tuvo lugar en la maana del 11 de octubre de 1962, festividad de la Maternidad divina de Mara, en la baslica de San Pedro, y pudo ser seguida en cualquier lugar de la Tierra gracias a la televisin y a la radio. Junto a los dos mil Padres conciliares, estaban presentes muchas otras personas (cuerpo diplomtico acreditado ante la Santa Sede, representaciones oficiales de casi todos los pases del mundo, observadores acatlicos...). Ante la presencia del Papa, el card. Tisserant, Decano del Sacro Colegio, celebr una Misa de pontifical para invocar la asistencia del Espritu Santo. Al final, el Santo Padre pronunci el discurso de apertura, con el que daba inicio a los trabajos del Concilio. b) Las primeras reuniones. La primera Congregacin general tuvo lugar el sbado 13 de octubre, y estaba consagrada a la eleccin de los miembros de las diez Comisiones conciliares. Se haba previsto que una reunin bastara, pero no fue as. El card. Linart, arzobispo de Lille, tom la palabra en nombre del episcopado francs pidiendo

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un retraso en la votacin, para que los miembros de las diversas Conferencias episcopales pudieran consultarse entre s antes de la eleccin. Diversos Padres conciliares se adhirieron, en vista de lo cual el Consejo de Presidencia levant la sesin. El martes 15 octubre se reanud la eleccin; en la Congregacin general del 20 de octubre se supo al fin quines eran los 160 Padres elegidos. En esa misma reunin se aprob un Mensaje del Concilio al mundo, inspirado en el discurso de apertura pronunciado por Juan XXIII y en el que los Padres conciliares recordaban el amor de Dios por los hombres y la constante preocupacin de la Iglesia frente a las necesidades humanas. c) El trabajo de la primera etapa. Si en un primer momento alguien pens que el Concilio despachara su trabajo en pocos meses, la marcha de la primera sesin cambi en seguida tales optimismos. En efecto, de los 69 esquemas preparados anteriormente y aprobados en lnea de principio por la Comisin Central, slo cinco (Liturgia, Revelacin, medios de comunicacin social, unidad de los cristianos, Iglesia) llegaron a estudiarse en sede de Congregacin general, y ninguno haba sido aprobado al finalizar la primera etapa del Concilio. Los Padres no se limitaron a dar el visto bueno a lo que se les presentaba: estudiaron los temas, los modificaron a veces radicalmente, rechazaron otros que no parecan convenientes, etc. Al esquema sobre la liturgia fueron consagradas quince Congregaciones generales. Fue el que los Padres estudiaron ms a fondo, sobre todo el captulo primero, que es el ms importante. Despus de la discusin general y de haber sido reelaborado, este captulo primero fue sometido a votacin definitiva en la ltima Congregacin general (7 dic. 1962) y obtuvo una aprobacin casi unnime. El esquema sobre las fuentes de la Revelacin comenz a estudiarse el 13 de noviembre. Tuvo una vida breve, pues el da 20 el Papa decidi retirarlo y confiarlo al estudio de una Comisin mixta, para que lo reelaborase y lo presentara en la siguiente sesin. Se haba levantado contra este esquema una dura oposicin; se le tachaba de ser demasiado escolstico y de haber sido redactado en clave apologtica, olvidando el aspecto pastoral. Algunos obispos centroeuropeos hicieron incluso circular un nuevo esquema con la pretensin de que sustituyera al que haba sido preparado oficialmente. Aun sin negar la validez de algunas de las observaciones crticas que contra ese esquema se hacan, hay que reconocer que detrs de ellas se esconda en ocasiones el designio de provocar un giro poco claro en el desarrollo de la teologa catlica. El esquema sobre los medios de comunicacin social (prensa, radio, televisin, cine, espectculos) se estudi en tres das. En sus intervenciones, los Padres insistieron en que los medios de comunicacin son campo especialmente apto para el apostolado de los seglares y en que deben aprovecharse para evangelizar a la sociedad. Al final, se aprob sustancialmente el esquema propuesto y se peda al Santo Padre la institucin de una Comisin permanente para los medios de comunicacin social. El cuarto esquema tratado fue el de la unidad de los cristianos. Bajo el ttulo Ut omnes unum sint, se haba redactado un guin que se refera exclusivamente a las relaciones con las comunidades cristianas ortodoxas; no se mencionaban las confesiones nacidas de la reforma protestante. Los Padres conciliares decidieron que este esquema se redactase de nuevo, formando un solo documento con otro proyecto que estaba previsto sobre el ecumenismo y con el captulo sobre el mismo tema que estaba previsto en el esquema de la constitucin dogmtica sobre la Iglesia. El 30 de noviembre comenz el estudio del esquema sobre la Iglesia, que sera el documento ms importante del Vaticano II. Constaba de once captulos con un total de 122 pginas, en los que se estudiaba la naturaleza y miembros de la Iglesia militante, el episcopado, los llamados estados de perfeccin, los laicos, el magisterio y el gobierno en la Iglesia, las relaciones entre la Iglesia y el Estado, la evangelizacin y el ecumenismo. A nadie se le ocult que, dado el poco tiempo disponible, era imposible llegar a un voto definitivo; se trataba ms bien de recoger orientaciones precisas de los Padres, con vistas a una nueva redaccin. En la mente de muchos, la tarea del Vaticano II deba ser fundamentalmente eclesiolgica, y debera completar lo que el Vaticano I dej sin terminar por causas ajenas a la voluntad de los Padres, es decir, completar la doctrina sobre el Primado e infalibilidad del Romano Pontfice, ya definida en 1870, con el estudio del episcopado y de la naturaleza ntima de la Iglesia.

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2.2 La segunda etapa (29 de sept. 1963 a 4 de dic. 1963). a) El periodo de nter-sesin. Los meses que transcurrieron entre la primera y segunda etapa son importantes por dos motivos: la ya mencionada creacin de una Comisin Coordinadora y el fallecimiento de Juan XXIII el 6 de junio 1963. Un grave interrogante se planteaba: continuara el Concilio? El 21 de junio, el Cnclave eligi como Papa al card. Montini, arzobispo de Miln, que tom el nombre de Paulo VI. Al da siguiente, en su primer radiomensaje al mundo, el nuevo Papa desvaneca todas las dudas: la parte preeminente de nuestro Pontificado estar ocupada por la continuacin del Concilio ecumnico, declar. Con la carta Horum tempora signa (14 sept. 1963), convoc a los Padres conciliares en Roma para el 29 del mismo mes, fecha en que se reanudaran los trabajos. En la carta Quod apostolici muneris (12 sept. 1963), dirigida al card. Tisserant, el Papa haca pblicas algunas modificaciones al Reglamento (la ms importante la ya mencionada creacin de los cuatro Cardenales Moderatores), al tiempo que anunciaba la disminucin del nmero de esquemas: los 69 elaborados por las Comisiones preparatorias haban quedado reducidos a 17 y fueron redactados de nuevo totalmente, segn el siguiente criterio: exponer los principios generales, dejar aparte las cuestiones ms detalladas y tener en cuenta el carcter pastoral del Vaticano II. b) El trabajo de la segunda etapa. Slo dos documentos llegaron a ser promulgados en el curso de esta etapa: la Const. sobre la Sagrada Liturgia, cuyo captulo 1 ya haba sido aprobado en el periodo anterior, y el Decreto sobre los medios de comunicacin social, que fue muy combatido y recibi mayor nmero de votos contrarios que cualquier otro documento del Concilio. Los dos fueron promulgados por Paulo VI en la III Sesin pblica, el 4 de diciembre, fecha de la clausura de la segunda etapa. Todo el mes de octubre se dedic al estudio del esquema sobre la Iglesia. Por escasa mayora, los Padres decidieron que a l se incorporara el esquema sobre la Virgen Mara, que tambin haba sido preparado. Las discusiones se estancaron en el captulo 3, dedicado a la estructura jerrquica de la Iglesia y especialmente al episcopado. Ante la presencia de dos tendencias netamente contrastantes en torno a la colegialidad episcopal y a la conveniencia de restaurar el diaconado, la Comisin correspondiente decidi elaborar cinco preguntas concretas y las someti a votacin el 30 de oct., a fin de obtener as unos criterios claros que sirvieran de orientacin para redactar de nuevo ese captulo. La primera quincena de noviembre se dedic al estudio del proyecto de Decreto sobre los Obispos y el gobierno de las dicesis, que los Padres haban recibido el 22 de abril. Hubo muchas intervenciones y enmiendas, que indicaban claramente la necesidad de reelaborar el esquema. La Comisin Coordinadora indic que debera sintetizarse y fundir con el esquema sobre la cura de almas, que ya haba sido redactado. La segunda parte de noviembre se centr en torno al tema del ecumenismo. Una Comisin mixta haba preparado un esquema en cinco captulos que agrupaba tres proyectos anteriores preparados por tres Comisiones distintas. El Concilio estudi slo los tres primeros captulos; los otros dos, distribuidos en la vigilia de la apertura, se estudiaran ms tarde por separado, dando origen a las declaraciones sobre la libertad religiosa y las religiones no cristianas. Pero tampoco el decreto sobre el ecumenismo lleg a puerto en esta etapa. Hubo una aprobacin genrica del

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texto: servira como base de trabajo para una nueva elaboracin, que habra de hacerse teniendo en cuenta las numerosas observaciones de los Padres. 2.3 La tercera etapa (14 de sept. 1964 a 21 de Nov. 1964). a) El periodo de inter-sesin. En el discurso de clausura de la segunda etapa, Paulo VI enumer los trabajos que esperaban al Concilio en el periodo siguiente. A mediados de enero 1964, la Comisin Coordinadora decidi reducir siete de los esquemas previstos a la categora de simples proposiciones, destinadas a ser votadas por el Concilio sin previa discusin, e imparti a las Comisiones interesadas las indicaciones pertinentes. Muchos vieron en esta decisin la seal de que el Concilio debera terminar con la tercera etapa, pues se alargaba demasiado. Pero el Papa, en su discurso a la Conferencia episcopal italiana (14 abr.), no convalid esta opinin: se ha querido activar y hacer ms eficaces los trabajos del Concilio -dijo-, sin imponerle lmites ni decisiones. En mayo, Paulo VI anunci la creacin de un Secretariado para los no cristianos y en agosto publicaba la encclica Ecclesiam suam, sobre las vas que debe seguir la Iglesia en el cumplimiento de su misin; as se marcaba el rumbo al esquema sobre la Iglesia, que el Concilio estaba discutiendo desde sus primeros momentos. Aunque no se fijaba lmite de tiempo, el programa de este periodo se haba concebido de manera que pudiese ser el ltimo. La agenda de trabajo estaba ocupada por trece esquemas: algunos ya haban sido bastante tratados en las sesiones anteriores (la Iglesia, la Revelacin, la funcin de los obispos, el ecumenismo); otros, siguiendo las precisas indicaciones de la Comisin Coordinadora, haban sido reducidos a pocas proposiciones que podran votarse sin discusin (Iglesias catlicas orientales, misiones, religiosos, sacerdotes, apostolado de los laicos, formacin sacerdotal, escuelas catlicas). Haba tambin un texto sobre el matrimonio, que se pasara a la Comisin para la reforma del Cdigo de derecho cannico, y un proyecto de constitucin (esquema XIII, por el puesto que ocupaba en esta nueva lista) sobre la misin de la Iglesia en el mundo actual, que era el resultado de la unificacin de varios esquemas elaborados anteriormente. b) Los trabajos de la tercera etapa. Este periodo fue uno de los ms vivaces de todo el Concilio, aunque al final slo tres nuevos documentos llegaran a ser promulgados. En los primeros das se acabaron de estudiar los dos ltimos captulos del esquema sobre la Iglesia, e inmediatamente comenzaron las votaciones. De nuevo se encendi la discusin a propsito de la colegialidad episcopal y del posible acceso al diaconado de hombres casados. El 21 de septiembre hablaron dos oradores exponiendo las razones en favor de cada opinin ante la Asamblea de los Padres. El 16 de noviembre, la Secretara General comunic al Concilio, de parte de la Autoridad Superior, tres notificaciones: 1) garanta de que el Reglamento haba sido plenamente respetado; 2) calificacin teolgica del esquema sobre la Iglesia; 3) nota explicativa previa, que se incorporaba al texto de este esquema de Constitucin, sobre el sentido exacto de las palabras y la doctrina contenida en el captulo III. Los Padres deberan dar su voto definitivo a la luz de esta notificacin, Tres das despus, el esquema sobre la Iglesia fue aprobado. A mediados de octubre se estudi el esquema sobre las Iglesias orientales catlicas, aprobado en noviembre despus de algunas reformas en su segunda parte. Por las mismas fechas se procedi a la votacin del nuevo texto sobre el ecumenismo, elaborado de acuerdo con las observaciones hechas el ao anterior. Poco antes de la votacin definitiva se introdujeron 19 enmiendas, aadidas por mandato de la Autoridad Superior para mayor precisin del texto. Los dems esquemas previstos en la agenda del Concilio no pudieron llegar a puerto en esta etapa. El decreto sobre los obispos recibi muchas nuevas sugerencias de mejora en las votaciones, que hacan necesaria una nueva redaccin. El esquema sobre los religiosos, presentado por vez primera en el Concilio, recibi un verdadero alud de modos o enmiendas razonadas: unos catorce mil; tambin debera redactarse de nuevo. Algo parecido sucedi con los proyectos sobre la formacin sacerdotal, la educacin cristiana, el apostolado de los laicos, las misiones y las religiones no cristianas. La misma suerte toc al esquema sobre los presbteros: a los Padres conciliares no les gust que hubiese sido reducido, por mandato de la Comisin Coordinadora, a slo diez breves proposiciones, y solicitaron que fuera ms ampliamente desarrollado el tema de la vida y el ministerio de los sacerdotes. La Comisin correspondiente agradeci la peticin, reelabor y ampli el esquema, y pudo distribuirlo ya a los Padres en la vspera de la clausura, el 20 nov., para que pudiesen estudiarlo a fondo en el periodo de inter-sesin. El esquema sobre la Revelacin, que se haba discutido ampliamente en la primera etapa y que no fue presentado en Aula durante la segunda, hizo por fin su aparicin pblica. En el seno de la Comisin mixta que redact el nuevo texto se haba producido una profunda divisin de opiniones en torno al tema de las fuentes

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de la revelacin, de capital importancia en vistas del ambiente ecumnico que haba ido tomando el Concilio. Por esto, hubo dos relaciones introductorias: una por parte de la mayora y otra de la minora. La discusin se prolong durante la primera semana de octubre. Al final de este periodo estaba listo el nuevo texto enmendado, pero ya no fue posible examinarlo. Uno de los debates ms movidos fue el relacionado con el esquema acerca de la libertad religiosa, que se haba desglosado del primitivo proyecto sobre el ecumenismo. En el curso de las discusiones, se manifest una clara divergencia de pareceres entre los Padres de pases de mayora catlica y los dems. El documento debera ser, por tanto, redactado de nuevo. Por deseo del Papa, lo reelaborara una Comisin mixta formada por miembros del Secretariado para la unin de los cristianos y de la Comisin sobre la doctrina de fe y costumbres. El nuevo texto fue distribuido el 17 de nov., anuncindose la votacin para dos das ms tarde. Bastantes Padres recurrieron en contra, alegando que se trataba de una redaccin totalmente distinta de la anterior y que, por tanto, antes de proceder a las votaciones debera discutirse de nuevo. El Consejo de Presidencia aprob esta propuesta, a tenor del Reglamento, aunque algunos cientos de Padres elevaron una splica al Romano Pontfice pidindole que autorizase la inmediata votacin del documento. El Papa confirm la decisin del Consejo de Presidencia, sealando adems la necesidad de respetar la libertad de los Padres, que no deban pronunciarse en asunto tan delicado sin antes haber estudiado bien el texto. El ltimo documento estudiado en esta etapa fue el esquema sobre la Iglesia en el mundo actual. Elaborado por una Comisin mixta desde 1963, despus de sucesivas reformas fue distribuido a los Padres en julio de 1964 y discutido en el Aula casi al final de la tercera sesin. Ya estaba claro que el Concilio debera reunirse una vez ms, y tambin este documento qued para el siguiente periodo. El 21 nov. Paulo VI clausuraba la tercera etapa del Concilio. En la V Sesin pblica, celebrada con este motivo, fueron promulgados los tres documentos aprobados por los Padres: la constitucin dogmtica sobre la Iglesia y los decretos sobre las Iglesias orientales catlicas y el ecumenismo. 2.4 La cuarta etapa (14 de sept. 1965 a 8 de Dic. 1965). En el discurso de apertura, Paulo VI se refiri al Concilio como triple acto de amor: hacia Dios, hacia la Iglesia y hacia el mundo. Al da siguiente, con el Motu proprio Apostolica sollicitudo, institua el Snodo de Obispos, nuevo organismo de colaboracin de los obispos en la funcin primacial del Romano Pontfice, que haba sido solicitado por algunos Padres conciliares. La agenda de trabajo estaba muy cargada; as se explica el ritmo de esta cuarta etapa, que conoci momentos de grave tensin ante la imposibilidad casi fsica de redactar definitivamente algunos textos. En la VII Sesin pblica (28 oct. 1965) fueron promulgados cinco nuevos documentos ya aprobados por los Padres en las semanas anteriores: decretos sobre los obispos, religiosos y la formacin sacerdotal, y declaraciones sobre la educacin y las religiones no cristianas. En la VIII Sesin pblica (18 nov. 1965) recibieron la aprobacin definitiva otros dos esquemas: apostolado de los laicos y Revelacin. Quedaban an cuatro documentos, y el Concilio se aproximaba hacia su fin, fijado para el 8 de diciembre. El esquema sobre las misiones obtuvo la aprobacin general el 30 nov., despus de haber sido estudiado y votado durante los dos meses anteriores. El esquema sobre la libertad religiosa, que tanto revuelo levant en la sesin anterior, fue el primero que se comenz a estudiar en este periodo (15 a 22 sept.), pero otra vez origin una gran divisin

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de pareceres: unos subrayaban el buen servicio que esta declaracin prestara a la tarea ecumnica, y deseaban que se aprobara a toda costa; otros estaban ms preocupados por la salvaguardia de la doctrina catlica sobre la verdadera religin, que vean comprometida en algunos puntos del proyecto. As se lleg a un punto muerto. Gracias a la intervencin personal del Papa, el 21 oct. se someti a votacin el entero esquema, como base de la definitiva declaracin, que habr de perfeccionarse ulteriormente, de acuerdo con la doctrina catlica sobre la verdadera religin, y segn las enmiendas propuestas por los Padres. La votacin fue positiva, y la Comisin mixta procedi a elaborarlo de nuevo. El esquema sobre los sacerdotes fue estudiado en el Aula conciliar durante la segunda quincena de octubre, despus de haber atendido a las numerosas observaciones de los Padres llegadas durante el ao anterior, y a las sugerencias dadas por prrocos y expertos a los que la Comisin correspondiente haba pedido su parecer. Antes de que comenzara a estudiarse en Aula el esquema, corri la voz de que -contra la opinin de la inmensa mayora de los Padres, que haban solicitado por escrito a la. Comisin que fuese claramente reafirmado el valor del celibato sacerdotal- algunos pensaban tocar este tema de manera polmica, para realizar as una cierta presin psicolgica a travs de la prensa; pero el 10 de octubre intervino el Papa, haciendo saber que no es oportuno un debate pblico sobre este tema, que exige suma prudencia y es de tan grande importancia; al tiempo que manifestaba su propsito de conservar y reforzar en la Iglesia latina la observancia de esta antigua ley eclesistica. El 12 de noviembre se present el texto enmendado del esquema, y a primeros de diciembre obtuvo la aprobacin de los Padres. Quedaba slo el esquema XIII, sobre la Iglesia en el mundo actual. Teniendo en cuenta las numerossimas observancias orales y escritas expresadas por los Padres en la tercera sesin y en los meses siguientes, la Comisin mixta encargada de elaborarlo se dio de lleno a la tarea. Pidi la ayuda de otros Padres y solicit la cooperacin de peritos laicos. El texto presentado en el Aula era totalmente distinto al anterior y mucho ms largo. El debate fue vivacsimo, por la escasez de tiempo y por la actualidad de los temas: el matrimonio, la familia, la comunidad poltica, el atesmo, el hambre en el mundo, la guerra. Por esos das tuvo lugar la visita del Papa a las Naciones Unidas (4 oct.), donde ley un discurso -recogido luego entre las Actas del Concilioque trataba bastantes de los mismos temas del esquema conciliar. El estudio del esquema en el Aula se prolong hasta el 8 de oct., y las votaciones hasta el 17 de nov. El Papa se reserv la facultad de decidir por s mismo en algunas cuestiones, como las relacionadas con el matrimonio y la natalidad, despus de escuchar las opiniones de una especial comisin de estudio que se instituira al efecto. Tras una agotadora lucha contra el tiempo, la Comisin mixta pudo presentar a los Padres el texto definitivo del esquema XIII, despus de haber examinado y respondido a los numerosos modos presentados. El 6 dic., ltima Congregacin general, se aprob la constitucin sobre la misin de la Iglesia en el mundo actual. Al da siguiente, 7 dic., se celebr la IX Sesin pblica, bajo la presidencia del Santo Padre, en la que fueron definitivamente aprobados y promulgados los cuatro ltimos documentos emanados por el Concilio: decretos sobre la actividad misional de la Iglesia y sobre el ministerio y vida de los presbteros, declaracin sobre la libertad religiosa y constitucin pastoral sobre la Iglesia en el mundo moderno. Antes de la Misa se ley una declaracin comn, en la que Paulo VI y el Patriarca Atengoras de Constantinopla consagraban al olvido los acontecimientos que culminaron en el ao 1054 con el cisma griego. La ceremonia de clausura del Vaticano II tuvo lugar en la maana del 8 de dic., festividad de la Inmaculada Concepcin, con una solemne Misa celebrada por el Papa en la Plaza de San Pedro. Despus fueron ledos los mensajes del Concilio a diversas categoras de personas. El acto termin con la lectura del breve In Spiritu Sancto, con el que se clausuraba el Concilio ecumnico Vaticano II. 3.- Documentos del Concilio a) Naturaleza. La finalidad pastoral del Concilio, expresada ya por Juan XXIII en la encclica Ad Petri cathedram, puso un interrogante sobre la calificacin teolgica de la doctrina expuesta en sus diferentes documentos. La notificacin de la Secretara general del Concilio antes de proceder a la votacin definitiva de la Constitucin sobre la Iglesia aclar este tema. Como salta a la vista -se dice- el texto del Concilio debe interpretarse siempre de acuerdo con las normas generales de todos conocidas; es decir, solamente han de mantenerse como materia de fe o costumbres aquellas cosas que l declara manifiestamente como tales. Todo lo dems que el Santo Snodo propone, por ser doctrina del Magisterio supremo de la Iglesia, debe ser recibido y aceptado por todos y cada uno de los fieles de acuerdo con la mente del Santo Snodo, la cual se conoce bien por el tema tratado, bien por el tenor de la expresin verbal, de acuerdo con las reglas de la interpretacin teolgica.

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No habiendo en los textos del Vaticano II ninguna definicin dogmtica (pues no era su intencin proponer ninguna nueva verdad de fe), sus enseanzas no estn revestidas de la prerrogativa de la infalibilidad. Sin embargo, constituyen actos del magisterio solemne y exigen de todos los fieles una adhesin interna y externa. Ese obsequio admite diversos grados segn la importancia atribuida por el Concilio a cada uno de sus documentos. Las Constituciones dogmticas ocupan el vrtice de esa escala; en ellas se exponen principios de carcter dogmtico, que en muchas ocasiones han sido ya propuestos infaliblemente por la Iglesia, o se enuncia una doctrina firmemente arraigada. Los Decretos se orientan sobre todo a poner en prctica los principios generales asentados en las Constituciones (gobierno de las dicesis, vida y ministerio de los sacerdotes, renovacin de la vida religiosa, apostolado de los seglares, etc.). Las Declaraciones pretenden slo iluminar desde el punto de vista de la doctrina cristiana algunas cuestiones de especial actualidad. La Constitucin pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, constituye un tipo de documento intermedio entre las Constituciones dogmticas y los Decretos. b) Breve descripcin. La Const. dogmtica Lumen gentium es el documento ms importante emanado por el Concilio, y enlaza con la exposicin doctrinal sobre la Iglesia iniciada por el Vaticano I en la Const. Pastor aeternus. Tras exponer el carcter ntimo del misterio de la Iglesia (cap. 1), aborda el tema de los miembros de la Iglesia (cap. 2) enseando la igualdad radical de todos los fieles, que por el Bautismo son incorporados al Cuerpo Mstico de Cristo. Se detiene luego en la exposicin de la doctrina sobre la constitucin jerrquica de la Iglesia y particularmente sobre el oficio de los obispos (cap. 3), esclareciendo la doctrina sobre la sacramentalidad del episcopado, su potestad y funcin en el seno de la Iglesia, y las caractersticas del Colegio episcopal. Luego trata de esa gran porcin del Pueblo de Dios que son los laicos (cap. 4), sealando su misin especfica en la Iglesia, y ensea que todos los fieles estn llamados a alcanzar la santidad (v.), en lo cual consiste la perfeccin de la vida cristiana (cap. 5). Los siguientes captulos tratan de los religiosos (cap. 6), la ndole escatolgica de la Iglesia peregrina y su unin con la triunfante (cap. 7), y el lugar de la Virgen Santsima en la Iglesia (cap. 8). Este documento mariolgico, el ms amplio emanado por el Magisterio solemne, seala la misin de la Madre de Dios en la economa de la salvacin. Al promulgar solemnemente esta Constitucin, Paulo VI quiso proclamar a Mara Madre de la Iglesia. La Const. dogmtica Dei Verbum, sobre la divina revelacin, consta de un proemio y seis captulos en los que se trata de la Revelacin (v.) en s misma y su transmisin, la inspiracin de la S. E., su interpretacin, las caractersticas del A. y N. T. y el papel de la Biblia en la vida de la Iglesia. La principal aportacin de este documento es subrayar la estrecha unidad que existe entre Escritura, Tradicin y Magisterio de la Iglesia. La Const. Sacrosanctum Concilium, sobre la Liturgia, dicta los principios generales en que se debe basar toda renovacin litrgica; en ella han tenido su origen las reformas realizadas en estos ltimos aos, a veces ms profundas -aunque quiz no ms prudentes- de lo que el mismo Concilio autorizaba. La Const. pastoral Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, consta de dos partes. La primera es una exposicin de la doctrina catlica sobre la dignidad de la persona, la colectividad humana, el trabajo y la misin de la Iglesia en el mundo contemporneo. En la segunda parte se enuncian los principios que deben regir algunas cuestiones concretas: dignidad del matrimonio y de la familia, la cultura, la vida econmico-social, la comunidad poltica y la promocin de la paz. Los dems documentos conciliares -a excepcin del Decreto Inter mirifica sobre los medios de comunicacin social, que enlaza con la Gaudium et spes- desarrollan la doctrina de la Lumen gentium en algunos puntos particulares: el Decreto Christus Dominus, sobre el oficio pastoral de los Obispos; el Presbyterorum ordinis, sobre el ministerio y vida de los presbteros; el Optatam totius, sobre la formacin sacerdotal; el Perfectae caritatis, sobre la renovacin de la vida religiosa; el Apostolicam actuositatem, sobre el apostolado -de los laicos; el Orientalium Ecclesiarum, sobre las Iglesias orientales catlicas; el Ad gentes, sobre la actividad misionera de la Iglesia; el Unitatis redintegratio, sobre el ecumenismo; la Declaracin Dignitatis humanae, sobre el derecho de la persona y de las comunidades a la libertad social y civil en materia religiosa; la Gravissimum educationis, sobre la educacin cristiana de la juventud, y la Nostra aetate, sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas. Bibliografa: www.canalsocial.com (Enciclopedia GER) Voz VATICANO II,

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