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  • 7/28/2019 Historia de la filosofa 2-Copleston

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    Frederick Copleston

    HISTORIA DE LA FILOSOFA

    Tomo II

    De San Agustn a Escoto

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    CAPTULO PRIMERO

    INTRODUCCIN

    1. En este segundo volumen de mi Historia de la Filosofa haba sido mi primeraintencin presentar el desarrollo de la filosofa a travs de todo el perodo medieval,entendiendo por filosofa medieval el pensamiento y los sistemas filosficos que fueronelaborados entre el Renacimiento carolingio a finales del siglo 8 d. J. C. (Juan EscotoErigena, el primer filsofo medieval destacado, naci hacia el ao 810), y el final delsiglo 14. Pero reflexiones posteriores me convencieron de la conveniencia de dedicardos volmenes a la filosofa medieval. Ya que el volumen primero de mi Historia1terminaba con una presentacin del neoplatonismo, y no contena tratamiento algunode las ideas filosficas que pueden encontrarse en los primeros escritores cristianos,

    consider que era oportuno decir algo de esas ideas en este volumen. Es verdad quehombres como san Gregorio Niseno y san Agustn pertenecen al perodo del Imperioromano, y que la filosofa a la que se afiliaron fue la platnica, entendiendo estetrmino en su sentido ms amplio, y que no puede llamrseles medievales; perosubsiste el hecho de que fueron pensadores cristianos, y que ejercieron una graninfluencia sobre la Edad Media. Apenas es posible entender a san Anselmo o a sanBuenaventura sin saber algo de san Agustn, ni sera posible entender el pensamientode Juan Escoto Erigena sin conocer algo del pensamiento de san Gregorio de Nisa y,del Pseudo-Dionisio Areopagita. As pues, casi huelga defender la decisin de iniciaruna historia de la filosofa medieval con la consideracin de unos pensadores quepertenecen, por lo que respecta a la cronologa, al perodo del Imperio romano.

    Comienza, pues, el presente volumen con la poca ms antigua de la literaturacristiana, y prosigue la historia de la filosofa medieval hasta llegar al final del siglo13, incluido Duns Escoto (1265-1308 aproximadamente). En mi tercer volumen mepropongo tratar de la filosofa del siglo 14, con una especial atencin al ockhamismo.En dicho volumen incluir tambin el tratamiento de las filosofas del Renacimiento,de los siglos 15 y 16, y de la Edad de Plata del pensamiento escolstico, aun cuandoFrancisco Surez no muri hasta el ao 1617, veintin aos despus del nacimientode Descartes. Esa composicin puede parecer arbitraria, y, en cierta medida, lo es.Pero es extremadamente dudoso que pueda trazarse una exacta y tajante lneadivisoria entre la filosofa medieval y la moderna, y no sera indefendible que seincluyese a Descartes en el perodo de los ltimos escolsticos, por contrario que esopueda ser a las tradiciones historiogrficas. No me propongo, empero, llegar a tanto, ysi incluyo en el prximo volumen (el tercero) a algunos filsofos que puede parecer quepertenecen propiamente a la Edad Moderna, la razn por la que lo hago as es en granparte una razn de conveniencia, la de dejar ms desembarazada la continuacin ypoder, en el cuarto volumen, desarrollar de una manera sistemtica la interconexinentre los ms destacados sistemas filosficos, a partir de Francis Bacon en Inglaterra

    1 Historia de la Filosofa, vol. I, Grecia y Roma.

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    y de Descartes en Francia, hasta Kant incluido. No obstante, cualquiera que sea eltipo de divisin adoptado, no ha de olvidarse que los compartimientos en que unodivida la historia del pensamiento filosfico no son compartimientos estancos, que lastransiciones son graduales, no abruptas, que hay superposiciones e interconexiones, yque los sistemas que se van sucediendo no estn cortados unos de otros con un hacha.

    2. Hubo un tiempo en que la filosofa medieval se consider indigna de un estudioserio, cuando se daba por supuesto que la filosofa de la Edad Media era de tal modoesclava de la teologa que era prcticamente indistinguible de sta, y que, en lapequea medida en que poda ser distinguida, no consista apenas sino en infecundasminucias lgicas y juegos de palabras. Dicho de otro modo, se daba por supuesto quela filosofa europea constaba de dos perodos principales, el de la Antigedad, quevena a reducirse a Platn y Aristteles, y el moderno, cuando la razn especulativacomenz de nuevo a gozar de libertad, despus de la oscura noche de la Edad Media,durante la cual la autoridad eclesistica haba reinado absolutamente y la raznhumana, atada por slidas correas, se haba visto obligada a reducirse al estudiointil y fantstico de la teologa, hasta que un pensador como Descartes rompi al finlas cadenas y dio libertad a la razn. En la Antigedad y en la Edad Moderna la

    filosofa poda considerarse como un hombre libre, mientras que en el perodomedieval haba sido un esclavo.

    Aparte del hecho de que la filosofa medieval comparti de la manera ms natural ladesestimacin con que sola verse, en general, a la Edad Media, un factor al que debeatribuirse en parte la actitud adoptada ante los pensadores medievales fue sin dudael lenguaje utilizado, a propsito del escolasticismo, por hombres como Francis Bacony Ren Descartes. Del mismo modo que los aristotlicos tendan naturalmente avalorar el platonismo en trminos de la crtica que del mismo hiciera Aristteles, aslos admiradores del movimiento que pareca iniciado por Bacon y Descartes se sentaninclinados a mirar a la filosofa medieval a travs de los ojos de stos, sin advertir quemucho de lo que Francis Bacon, por ejemplo, tena que decir contra los escolsticos, no

    poda ser aplicado legtimamente a las grandes figuras del pensamiento medieval, poraplicable que pudiera ser a los escolsticos posteriores y decadentes, que rendanculto a la letra de aqullos, en detrimento del espritu. Si desde el principio loshistoriadores dirigan su mirada a la filosofa medieval a esa luz, difcilmente podaesperarse que buscasen un conocimiento de aqulla ms exacto y ms de primeramano: la condenaban sin verla ni orla, sin conocimiento de la rica variedad delpensamiento medieval ni de su profundidad; para esos historiadores, toda la filosofamedieval constitua un solo bloque, un rido juego de palabras y una servildependencia de la teologa. Adems, insuficientemente crticos, no supieron reconocerel hecho de que, si los filsofos medievales se dejaron influir por un factor externo, lateologa, los filsofos modernos han sido tambin influidos por factores externos,

    aunque stos no fueran telogos. Para la mayora de dichos historiadores habra sidouna proposicin desprovista de sentido laque sugiriera que Duns Escoto, por ejemplo,podra pretender ser considerado como un filsofo britnico tan grande, por lo menostan grande, como John Locke, mientras que en su elevada estimacin de la agudezade David Hume, no tuvieron en cuenta que ciertos pensadores de los ltimos tiemposde la Edad Media haban ya anticipado gran parte de la crtica que acostumbrabaconsiderarse como la peculiar contribucin del eminente escocs a la filosofa.

    Citar un ejemplo, el modo de tratar a los filsofos y la filosofa medieval un hombre

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    que fue, a su vez, un gran filsofo, Jorge Guillermo Federico Hegel. Es un interesanteejemplo, puesto que la idea dialctica que Hegel tena de la historia de la filosofaexiga evidentemente que la filosofa medieval fuese registrada como habiendo hechouna contribucin esencial al desarrollo del pensamiento filosfico, y, por lo dems,Hegel, personalmente, no era un simple antagonista vulgar de la filosofa medieval.Ahora bien, Hegel admite ciertamente que la filosofa medieval realiz una funcintil, la de expresar en trminos filosficos el contenido absoluto del cristianismo,pero insiste en que no es sino una repeticin formalista del contenido de la fe, en laque Dios se representa como algo externo, y si se recuerda que para Hegel la fe es elmodo de la conciencia religiosa, definidamente inferior al punto de vista filosfico oespeculativo, el punto de vista de la pura razn, est claro que, a sus ojos, la filosofamedieval solamente puede ser filosofa en el nombre. En consecuencia, Hegel declaraque la filosofa escolstica es realmente teologa. Lo que Hegel quiere decir con eso noes que Dios no sea objeto de la filosofa, lo mismo que de la teologa; lo que quieredecir es que aunque la filosofa medieval considerara el mismo objeto que considera lafilosofa propiamente dicha, lo haca segn las categoras de la teologa, en vez desustituir las conexiones externas de la teologa (por ejemplo, la relacin del mundo a

    Dios como la del efecto externo a su libre causa creadora) por las categoras yconexiones sistemticas, cientficas, racionales y necesarias de la filosofa. La filosofamedieval fue, segn eso, filosofa por lo que respecta a su contenido, pero, por lo querespecta a la forma, fue teologa; y, a los ojos de Hegel, la historia de la filosofamedieval es una historia montona, en la que los hombres trataron en vano dediscernir algn estadio claro y distinto de verdadero progreso y desarrollo delpensamiento.

    En la medida en que la opinin de Hegel sobre la filosofa medieval depende de supropio sistema particular, de su modo de ver la relacin entre la religin y la filosofa,la fe y la razn, lo inmediato y lo mediato, no puedo discutirla en este volumen; perodeseo indicar cmo el tratamiento hegeliano de la filosofa medieval va acompaado

    por una muy real ignorancia del curso de su historia. Es posible, indudablemente, queun hegeliano tenga un verdadero conocimiento del desarrollo de la filosofa medieval yadopte sin embargo, precisamente por ser hegeliano, el punto de vista general deHegel respecto de la misma; pero no puede haber ni una sombra de duda, incluso si setiene en cuenta el hecho de que el filsofo no edit y public por s mismo sus leccionessobre historia de la filosofa, que Hegel no posey de hecho aquel conocimiento. Cmopuede, por ejemplo, atribuirse un verdadero conocimiento de la filosofa medieval a unescritor que incluye a Roger Bacon bajo el epgrafe Msticos, y se limita a observar:Roger Bacon se ocup ms especialmente de fsica, pero no lleg a ejercer influencia.Invent una plvora, espejos, telescopios, y muri en 1297? El hecho es que Hegelconfiaba su informacin a autores como Tennemann y Brucker, a propsito de filosofamedieval, mientras que sobre sta no existen estudios valiosos hasta mediados del

    siglo 19.Al presentar el ejemplo de Hegel no ha sido mi intencin, desde luego, culpar a esefilsofo; trato ms bien de poner de relieve el gran cambio que se ha operado ennuestro conocimiento de la filosofa medieval merced a la obra de modernos eruditos,a partir, ms o menos, de 1880. Mientras es fcil comprender y perdonar lasrepresentaciones errneas de las que un hombre como Hegel fue inconscientementeculpable, es difcil tener mucha paciencia ante similares errneas interpretaciones dehoy, despus de la obra de investigadores como Baeumker, Ehrle, Grabmann, De

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    Wulf, Pelster, Geyer, Mandonnet, Pelzer, etc. Despus de la luz que han esparcidosobre la filosofa medieval los textos publicados y las ediciones crticas de otras obrasya publicadas anteriormente, despus de los esplndidos volmenes editados por lospadres franciscanos de Quaracchi, despus de la publicacin de tantos nmeros deserie de Beitrge, despus de la produccin de Historias como la de Maurice De Wulf,despus que los lcidos estudios de Etienne Gilson, despus de la paciente laborrealizada por la Mediaeval Academy of America, no parece ya posible pensar que losfilsofos medievales fueran todos de la misma clase, que la filosofa medieval estuvofalta de riqueza y variedad, que los pensadores medievales fueron uniformementehombres de corta estatura y dotes mediocres. Adems, escritores como Gilson nos hanayudado a reconocer la continuidad entre la filosofa medieval y la moderna. Gilsonha puesto de manifiesto cmo el cartesianismo dependa del pensamiento medievalms de lo que primeramente se crey. Queda todava mucho por hacer en el trabajo deedicin e interpretacin de textos (basta mencionar el Comentario a las Sentencias, deGuillermo de Ockham), pero ahora nos es ya posible ver las corrientes y el desarrollo,el esquema y la textura, las grandes figuras y las figuras menores de la filosofamedieval, en una mirada sinptica.

    3. Pero aunque la filosofa medieval sea en efecto ms rica y ms variada de lo que aveces se ha supuesto, no tienen razn los que dicen que se mantuvo en una relacintan ntima con la teologa que es prcticamente indistinguible de sta? Acaso no esun hecho, por ejemplo, que la gran mayora de los filsofos medievales fueron clrigosy telogos, que seguan los estudios filosficos con espritu de telogos, o, incluso, deapologetas?

    En primer lugar, es necesario advertir que la relacin entre filosofa y teologaconstituy en s misma un importante tema para el pensamiento medieval, y quedistintos pensadores adoptaron actitudes diferentes a propsito de dicha cuestin.Tomando su punto de partida en el afn por entender los datos de la revelacin, en lamedida en que eso es posible a la razn humana, los medievales ms antiguos, de

    acuerdo con la mxima Credo ut intelligam, aplicaron la dialctica racional a losmisterios de la fe, en un esfuerzo por comprender stos. De ese modo pusieron losfundamentos de la teologa escolstica, puesto que la aplicacin de la razn a los datosteolgicos en el sentido de los datos de la revelacin es y se reduce a ser teologa,sin convertirse en filosofa. Algunos pensadores, en su deseo entusiasta de penetrarlos misterios por la razn en el ms alto grado posible, parecen a primera vista serracionalistas, o lo que podramos llamar hegelianos antes de Hegel. No obstante, esun anacronismo ver a esos hombres como racionalistas, en el sentido moderno deltrmino, puesto que cuando san Anselmo, por ejemplo, o Ricardo de San Vctor,intentaban explicar el misterio de la Santsima Trinidad por razones necesarias, notenan la menor intencin de reducir el dogma o deteriorar la integridad de la divina

    revelacin. (Volver sobre ese tema en el curso de esta obra.) Actuaban, pues,indudablemente como telogos; pero esos hombres, que no hicieron, es verdad, unadelimitacin clara de las esferas de la filosofa y la teologa, persiguieron sin embargotemas filosficos y desarrollaron argumentaciones filosficas. Por ejemplo, auncuando san Anselmo sea importante en primer lugar como uno de los fundadores de lateologa escolstica, contribuy tambin al crecimiento de la filosofa escolstica, comoen el caso de sus pruebas racionales de la existencia de Dios. Sera inadecuadorotular, sin ms precisas cualificaciones, a Abelardo como filsofo y a san Anselmocomo telogo. En todo caso, en el siglo 13, encontramos una clara distincin, obra de

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    santo Toms de Aquino, entre teologa, que toma como premisas los datos de larevelacin, y filosofa (incluida en sta, desde luego, lo que llamamos teologanatural), que es obra de la razn humana, sin una ayuda positiva de la revelacin. Escierto que en aquel mismo siglo san Buenaventura fue un defensor consciente ydecidido de lo que podramos llamar el punto de vista integralista, agustiniano; pero,aunque el doctor franciscano pudo creer que un conocimiento de Dios puramentefilosfico est viciado por su misma incompletud, tambin l vea con la mayorclaridad que hay verdades filosficas de las que podemos cerciorarnos por nuestrasola razn. La diferencia entre san Buenaventura y santo Toms ha sido formuladaas2. Santo Toms sostiene que sera posible, en principio, excogitar un sistemafilosfico satisfactorio que, respecto al conocimiento de Dios por ejemplo, fueseincompleto, pero no falso, mientras que san Buenaventura mantiene que esa mismaincompletud o inadecuacin tiene el carcter de una falsificacin, de modo que,aunque fuese posible una filosofa natural verdadera sin la luz de la fe, no seraposible, sin sta, una verdadera metafsica. Si un filsofo pensaba sanBuenaventura prueba mediante la razn y mantiene la unidad de Dios, sin conoceral mismo tiempo que Dios es tres personas en una naturaleza, ese filsofo atribuye a

    Dios una unidad que no es la unidad divina.En segundo lugar, santo Toms era perfectamente serio al conceder su estatuto a lafilosofa. Un observador superficial podra creer que cuando santo Toms formulabauna clara distincin entre teologa dogmtica y filosofa se limitaba a formular unadistincin formalstica, que no tuvo influencia en su pensamiento y que l mismo nose tom en serio en la prctica; pero semejante modo de ver estara lejos de la verdad,como puede advertirse por un ejemplo. Santo Toms crea que la revelacin ensea lacreacin del mundo en el tiempo, la no-eternidad del mundo; pero mantuvo yargument vigorosamente que el filsofo como tal no puede probar ni que el mundosea creado desde la eternidad ni que haya sido creado en el tiempo, aunque s puedemostrar su dependencia de Dios como Creador. Al defender ese punto de vista

    disenta, por ejemplo, de san Buenaventura, y el hecho de que mantuviese el punto devista en cuestin manifiesta claramente que se tomaba en serio, en la prctica, sudelimitacin teortica de los campos de la filosofa y la teologa dogmtica.

    En tercer lugar, si fuera realmente verdad que la filosofa medieval no fue otra cosaque teologa, habra que esperar que unos pensadores que aceptaban la misma feaceptaran tambin la misma filosofa, o que las diferencias entre ellos se limitaran adiferencias en el modo de aplicar la dialctica a los datos de la revelacin. Noobstante, eso est en realidad muy lejos de ser la verdad. San Buenaventura, santoToms de Aquino y Duns Escoto, Gil de Roma, y, no hay grave inconveniente enaadir, Guillermo de Ockham, aceptaban la misma fe, pero sus ideas filosficas nofueron ni mucho menos las mismas en todos los puntos. El que las filosofas de esos

    hombres fuesen o no igualmente compatibles con las exigencias de la teologa es,desde luego, otra cuestin (no es nada fcil considerar la filosofa de Guillermo deOckham como enteramente compatible con aquellas exigencias); pero esa cuestin esindependiente del tema que aqu discutimos, puesto que, fuesen o no compatiblestodas ellas con la teologa ortodoxa, esas filosofas existieron y no fueron la misma. El

    2 Esa tajante formulacin, sin embargo, aunque patrocinada por Gilson, debe ser algo matizada. Vernuestro captulo XXV, 4.

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    historiador puede seguir las lneas de desarrollo y divergencia en la filosofa medieval,y, si puede hacerlo as, debe estar claro que hay algo a lo que puede llamarse filosofamedieval: de lo que no existe no puede haber historia.

    Tendremos que considerar diferentes opiniones sobre la relacin entre filosofa yteologa en el curso de esta obra, y no quiero llevar ms adelante, por ahora, el

    tratamiento del tema; pero ser oportuno admitir desde el principio que, debido alfondo comn de la fe cristiana, el mundo que se ofreca, para su interpretacin, alfilsofo medieval, apareca, ms o menos, a la misma luz. Tanto si un pensadordefenda una clara distincin entre los campos de la filosofa y de la teologa, como sila negaba, miraba al mundo con ojos de cristiano, y difcilmente poda dejar de hacerloas. En sus argumentaciones filosficas poda prescindir de la revelacin cristiana,pero no por eso la fe y la perspectiva cristianas dejaban de estar en el fondo de sumente. Pero eso no significa que sus argumentaciones filosficas no fuesenargumentaciones filosficas, o que sus pruebas racionales no fuesen pruebasracionales; hay que considerar cada argumento o prueba segn sus propios mritos, yno desestimarlos como teologa disfrazada por el hecho de que su autor fuesecristiano.

    4. Una vez hemos establecido que hubo realmente una cosa a la que puede llamarsefilosofa cristiana, o, en todo caso, que pudo haberla, aun cuando la gran mayora delos filsofos medievales fuesen cristianos y un gran nmero de ellos, por aadidura,telogos, quiero decir finalmente algo acerca de lo que este libro, y el volumen que lesigue, se proponen, y del modo que tratan su tema.

    Indudablemente no me propongo intentar la tarea de narrar todas las opinionesconocidas de todos los filsofos medievales conocidos. En otras palabras, losvolmenes segundo y tercero de mi historia no pretenden ser una enciclopedia de lafilosofa medieval. Tampoco es mi intencin ofrecer sencillamente un esbozo o unaserie de impresiones de la filosofa medieval. Me he propuesto hacer una relacin

    inteligible y coherente del desarrollo de la filosofa medieval y de las fases a travs delas cuales pas, omitiendo por completo muchos nombres y seleccionando, para sumejor consideracin, a aquellos pensadores que son de especial importancia e interspor el contenido de su pensamiento, o que representan e ilustran algn tipo particularde filosofa o algn particular estadio del desarrollo. He consagrado a algunos de esospensadores un espacio considerable, para ocuparme de sus opiniones un poco porextenso. Tal hecho puede tal vez oscurecer las lneas generales de conexin ydesarrollo, pero, como ya he dicho, no era mi intencin limitarme a ofrecer un esbozode la filosofa medieval, y probablemente slo a travs de un tratamiento algodetallado de los principales sistemas filosficos puede ponerse de manifiesto la ricavariedad del pensamiento medieval. Poner claramente de relieve las principaleslneas de conexin y desarrollo, y exponer al mismo tiempo con cierta extensin las

    ideas de filsofos seleccionados, no es ciertamente una tarea fcil, y sera insensatosuponer que mis inclusiones u omisiones, o la proporcin de espacio concedido a taleso cuales filsofos, resulten aceptables a todo el mundo; ver el bosque a costa de no verlos rboles, o ver los rboles a costa de no ver el bosque, es bastante fcil, pero ver conclaridad al mismo tiempo tanto los rboles como el bosque no es tan fcil. Noobstante, estimo que sa es una tarea digna de ser intentada, y aunque no he vaciladoen considerar con cierta extensin las filosofas de san Buenaventura, santo Toms,Duns Escoto y Ockham, he procurado hacer inteligible el desarrollo general de la

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    filosofa medieval desde sus polmicas ms antiguas, a travs de su esplndidamadurez, hasta su decadencia.

    Cuando alguien habla de decadencia se expone a la objecin de que no esthablando como historiador, sino como filsofo. Eso es bastante cierto, pero si se ha dediscernir una pauta inteligible en la filosofa medieval es preciso disponer de un

    principio de seleccin, y, al menos en esa medida, se debe ser filsofo. La palabradecadencia tiene sin duda un color y un aroma valorativo, por lo cual su utilizacinpuede parecer un desbordamiento de los lmites legtimos del historiador. Tal vez loes, en cierto sentido; pero qu historiador de la filosofa ha sido o es meramente unhistoriador, en el ms estricto sentido del trmino? Ningn hegeliano, ningnmarxista, ningn positivista, ningn kantiano escribe historia sin un punto de vistafilosfico, y es solamente el tomista el que ha de ser condenado por una prctica quees realmente necesaria, a menos que la historia de la filosofa se convierta enininteligible, por reducirse a una simple sarta de opiniones?

    Al decir decadencia quiero decir, pues, decadencia, puesto que yo veo, francamente,la filosofa medieval como constituida por tres fases principales. Viene en primer

    lugar la fase preparatoria, hasta el siglo 11 inclusive; sigue el perodo de sntesisconstructivas, el siglo 13, y, finalmente, en el siglo 14, el perodo de crticadestructiva, socavacin y decadencia. Sin embargo, desde otro punto de vista, yo novacilara en admitir que la ltima fase fue inevitable y, a la larga, que pudo ser unbeneficio, en tanto que estimul a los filsofos escolsticos a desarrollar y establecersus principios ms firmemente de cara a la crtica y a utilizar, adems, todo lo que lafilosofa posterior pudiera ofrecer de valor positivo. Desde un cierto punto de vista, lafase sofstica de la filosofa antigua (sirvindonos del trmino sofista ms o menosen el sentido platnico) constituy una decadencia, puesto que se caracteriz por ser,entre otras cosas, un corrosivo del pensamiento constructivo; pero no por eso dej deser una fase inevitable en la filosofa griega, y puede considerarse que, a la larga,produjo resultados de valor positivo. Al menos, nadie que valore el pensamiento de

    Platn y Aristteles puede ver la actividad y la crtica de los sofistas como un purodesastre para la filosofa.

    El plan general de este volumen y del que le sigue consiste, pues, en la exposicin delas principales fases y lneas de desarrollo de la filosofa medieval. En primer lugartratar brevemente el perodo de la patrstica, para hablar luego de aquellospensadores cristianos que tuvieron una real influencia en la filosofa medieval:Boecio, el Pseudo-Dionisio, y, sobre todo, san Agustn de Hipona. Despus de esaparte ms o menos introductoria del volumen prosigo con la fase preparatoria delpensamiento propiamente medieval, el renacimiento carolingio, el establecimiento delas escuelas, la controversia a propsito de los conceptos universales y la crecienteutilizacin de la dialctica, la obra positiva de san Anselmo en el siglo 11, las escuelas

    del 11i, y en particular las de Chartres y San Vctor. Se hace entonces necesario deciralgo de las filosofas rabe y juda, no tanto por razn de ellas mismas, puesto que loque primordialmente me interesa es la filosofa de la cristiandad medieval, como porel hecho de que rabes y judos constituyeron un importante canal a travs del cual elsistema aristotlico lleg a ser conocido en su totalidad por el Occidente cristiano. Lasegunda fase es la de las grandes sntesis del siglo 11, las filosofas de sanBuenaventura, santo Toms de Aquino y Duns Escoto en particular. La fasesiguiente, la del siglo 11v, contiene las nuevas direcciones y la crtica destructiva de la

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    escuela ockhamista, en un sentido amplio. Finalmente, ofrezco un tratamiento delpensamiento correspondiente al perodo de transicin entre la filosofa medieval y lamoderna. Queda as preparado el terreno para una consideracin de lo quegeneralmente se llama filosofa moderna, que se aborda en el cuarto volumen deesta Historia.

    Para concluir ser conveniente mencionar otro par de puntos. El primero es que noconcibo que sea tarea propia del historiador de la filosofa el sustituir las ideas de lospensadores del pasado por las suyas propias, o las de filsofos contemporneos orecientes, como si los pasados pensadores de los que se trata no hubieran sabido loque realmente queran decir. Cuando Platn formulaba la doctrina de lareminiscencia no haca formulaciones neokantianas, y aunque san Agustn seanticipara a Descartes al decir Si fallor, sum, sera un gran error tratar de meter a lafuerza su filosofa en el molde cartesiano. Por otra parte, ciertos problemas que hansido planteados por filsofos modernos fueron planteados tambin en la Edad Media,aunque en un cuadro distinto, y es legtimo atraer la atencin sobre las semejanzas enlas preguntas o en las respuestas. Tampoco es ilegtimo preguntarse si undeterminado filsofo medieval podra, segn los recursos de su propio sistema,

    enfrentarse con esta o aquella dificultad suscitada por algn filsofo posterior. Enconsecuencia, aunque he procurado evitar la multiplicacin de las referencias a lafilosofa moderna, me he permitido ocasionalmente hacer comparaciones con filosofasms tardas, y discutir la capacidad de un sistema de filosofa medieval para resolveruna dificultad que puede plantearse a un estudioso del pensamiento moderno. Pero heracionado muy sobriamente tales comparaciones y discusiones, no slo porconsideraciones de espacio, sino tambin en atencin a los cnones de la historia.

    El segundo punto que deseo mencionar es el siguiente. Debido, en gran parte, a lainfluencia del marxismo, hay una cierta exigencia de que el historiador de la filosofadirija la atencin al fondo social y poltico del perodo que estudie, y esparza luz sobrela influencia de los factores sociales y polticos sobre el desarrollo y el pensamiento

    filosficos. Pero, aparte del hecho de que para mantener la propia historia dentro deunos lmites razonables, uno debe concentrarse en la filosofa misma, y no enacontecimientos o procesos polticos y sociales, es ridculo suponer que todas lasfilosofas o todas las partes de una determinada filosofa estn igualmente influidaspor el milieu social y poltico. Para entender el pensamiento poltico de un filsofo esevidentemente deseable tener algn conocimiento de su fondo poltico real, pero paradiscutir la doctrina de santo Toms sobre la relacin de esencia y existencia, o lateora de Escoto del carcter unvoco del concepto de ser, no hay necesidad alguna deintroducir referencias al fondo poltico o econmico. Adems, la filosofa est influidapor otros factores, tanto como por la poltica y la economa. Platn estuvo influido porel progreso de la matemtica griega; la filosofa medieval, aunque diferenciable de la

    teologa, estuvo ciertamente influida por sta; para la manera de ver Descartes elmundo material es importante la consideracin del desarrollo de la fsica; la biologatuvo influencia en Bergson, y as sucesivamente. Considero, pues, un gran errortratar de un modo tan exclusivo del desarrollo poltico y econmico y explicar elprogreso de las dems ciencias sobre la base decisiva de la historia econmica, lo queimplicara la verdad de la teora marxista de la filosofa. Aparte, pues, del hecho deque consideraciones de espacio no me han permitido decir gran cosa del fondo poltico,social o econmico, de la filosofa medieval, he desatendido deliberadamente lainjustificable demanda de que la superestructura ideolgica sea explicada en

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    trminos de la situacin econmica. Este libro es una historia de un cierto perodo dela historia de la filosofa; no es una historia poltica ni una historia de la economamedieval.

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    Primera ParteINFLUENCIAS PRE-MEDIEVALES

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    CAPTULO IIEL PERODO PATRSTICO

    Cristianismo y filosofa griega. Apologistas griegos (Arstides, san Justino mrtir, Taciano,Atengoras, Tefilo). Gnosticismo y escritores opuestos a ste (san Ireneo, Hiplito). Apologistas latinos (Minucio Flix, Tertuliano, Arnobio, Lactancio). Escuela catequstica deAlejandra (Clemente, Orgenes). Padres griegos (san Basilio, Eusebio, san Gregorio deNisa). Padres latinos (san Ambrosio). San Juan Damasceno. Resumen.

    1. El cristianismo entr en el mundo como una religin revelada: fue ofrecido almundo por Cristo como una doctrina de redencin y salvacin y amor, y no como unsistema abstracto y teortico; Cristo envi a sus apstoles a predicar, no a ocupar

    ctedras de profesores. El cristianismo era el camino, un camino hacia Dios quetena que ser recorrido en la prctica, no un sistema filosfico para aadir a lossistemas y escuelas de la Antigedad. Los apstoles y sus sucesores se sentanllamados a convertir al mundo, no a excogitar un sistema filosfico. Adems, en lamedida en que su mensaje iba dirigido a judos, los apstoles tenan que enfrentarsecon ataques teolgicos, ms que filosficos, y, por lo que respecta a los no judos, noestamos informados de que, aparte del famoso sermn de san Pablo en Atenas,tuvieran que enfrentarse, ni siquiera que tuviesen trato, con filsofos griegos en elsentido acadmico de la palabra.

    No obstante, cuando el cristianismo fue arraigando y creci, provoc la suspicacia y lahostilidad, no solamente de los judos y de las autoridades polticas, sino tambin de

    intelectuales y escritores paganos. Algunos de los ataques dirigidos al cristianismofueron debidos simplemente a ignorancia, a crdulas sospechas, a miedo de lodesconocido, a representaciones errneas; pero tambin se lanzaron ataques en elplano teortico, sobre bases filosficas, y esos ataques exigan respuesta. Eso significque hubo que utilizar argumentaciones filosficas, y no meramente teolgicas. Seencuentran, pues, elementos filosficos en los escritos de los primeros Padres yapologistas cristianos; pero sera evidentemente ocioso buscar all un sistemafilosfico, puesto que el inters de aquellos escritores era primordialmente teolgico:defender la fe. Sin embargo, al llegar el cristianismo a establecerse ms firmemente ya ser mejor conocido, y al llegar a ser posible que estudiosos cristianos desarrollasensu pensamiento y su formacin intelectual, el elemento filosfico tendi a hacerse msclaramente reconocible, en especial cuando de lo que se trataba era de enfrentarse conlos ataques de filsofos paganos profesionales.

    La influencia de la apologtica en el crecimiento de la filosofa cristiana se debi,indudablemente, en primer lugar, a una causa externa al cristianismo, a saber, elataque hostil; pero hubo tambin otra razn para ese crecimiento, una razn que erainterna, independiente de los ataques procedentes del exterior. Los cristianos msintelectuales sintieron de modo natural el deseo de penetrar, en la medida en que lesera permitido hacerlo, los datos de la revelacin, y tambin el de formarse una imagentotalizadora del mundo y de la vida humana a la luz de la fe. Esa ltima razn oper,

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    quiz, de modo sistemtico, ms tarde que la primera, y, por lo que respecta a losPadres, alcanz el cenit de su influencia en el pensamiento de san Agustn; pero laprimera, el deseo de penetrar los dogmas de la fe (una anticipacin de la actitudcaracterizada por la frmula Credo ut intelligam) oper de algn modo desde elprincipio. En parte mediante un simple deseo de entender y apreciar, en partemediante la necesidad de definiciones crecientemente claras del dogma, de cara a lasherejas, los datos originarios de la revelacin se hicieron ms explcitos, sedesarrollaron, en el sentido de hacerse explcito lo que estaba implcito. Desde elprincipio, por ejemplo, los cristianos aceptaron que Cristo era a la vez Dios y hombre,pero slo con el curso del tiempo se aclararon las implicaciones de esa afirmacin, ypas sta a formularse en definiciones teolgicas, por ejemplo, que la perfectanaturaleza humana de Cristo implicaba la posesin por ste de una voluntadhumana. Ahora bien, esas definiciones fueron, desde luego, teolgicas, y el progresode lo implcito a lo explcito fue un progreso en la ciencia teolgica; pero en el procesode argumentacin y definicin se emplearon conceptos y categoras tomados de lafilosofa. Adems, como los cristianos no disponan de una filosofa propia (en elsentido acadmico de la palabra filosofa), se dirigieron del modo ms natural a la

    filosofa imperante en su tiempo, que derivaba del platonismo, aunque estabafuertemente impregnada de otros elementos. En una generalizacin aproximadapodemos decir, pues, que las ideas filosficas de los primeros escritores cristianosfueron de carcter platnico o neoplatnico (con una mezcla de estoicismo), y que latradicin platnica continu durante largo tiempo dominando el pensamientocristiano desde el punto de vista filosfico. Pero al decir eso debemos recordar que losescritores cristianos no hacan entonces ninguna clara distincin entre filosofa yteologa: lo que ellos se proponan era ms bien presentar la sabidura, o filosofacristiana (en un sentido muy amplio del trmino filosofa), la cual eraprimordialmente teolgica, si bien contuviese elementos filosficos en el sentido msestricto del trmino. La tarea del historiador de la filosofa consiste en aislar esoselementos filosficos: no es razonable esperar que sea capaz de presentar un adecuado

    cuadro del antiguo pensamiento cristiano, por la excelente razn de que, ex hypothesi,el historiador de la filosofa no es un historiador de la teologa dogmtica o de laexgesis.

    Dado que, por una parte, los filsofos paganos se inclinaban a atacar a la Iglesia y lasdoctrinas de sta, y, por otra parte, los apologistas y telogos cristianos se sentaninclinados a tomar para s las armas de sus adversarios, cuando pensaban que dichasarmas podan ser tiles para sus propios objetivos, no podra esperarse otra cosa sinoque los escritores cristianos mostrasen una divergencia de actitud ante la filosofaclsica, segn que optasen por ver a sta como enemiga y rival del cristianismo ocomo un til arsenal o almacn de materiales, o incluso como una preparacinprovidencial para el cristianismo. As, mientras que, a ojos de Tertuliano, la filosofa

    pagana era poco ms que la locura de este mundo, Clemente de Alejandra vea lafilosofa como un don de Dios, un medio de educar al mundo pagano para Cristo,anlogamente a como la Ley haba sido el medio para educar a los judos. Clementelleg a pensar, como Justino haba pensado antes de l, que Platn haba tomado susabidura de Moiss y de los profetas (la argumentacin en ese sentido haba tenidosu origen en Filn); pero, mientras Filn haba tratado de reconciliar la filosofagriega con el Antiguo Testamento, Clemente trat de reconciliarla con la religincristiana. Por supuesto, la actitud que finalmente triunf fue la de Clemente, y no la

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    de Tertuliano, ya que san Agustn hizo un abundante uso de ideas neoplatnicas alpresentar su Weltanschauungcristiana.

    2. El primer grupo de pensadores cristianos cuyas obras contienen elementosfilosficos puede considerarse formado por los antiguos apologistas que se ocuparonparticularmente en la defensa de la fe cristiana contra los ataques paganos, o, quiz

    mejor, en mostrar a las autoridades imperiales que el cristianismo tena derecho a laexistencia; hombres como Arstides, Justino, Melitn, Taciano, Atengoras y Tefilode Antioqua. En un breve esquema de la filosofa patrstica, un esquema cuyainclusin se justifica nicamente como una preparacin para el tema principal de estelibro, no es posible tratar de todos los apologistas, ni tampoco tratar de alguno de ellosde una manera exhaustiva: mi intencin consiste ms bien en indicar la clase deelementos filosficos que sus obras contienen.

    (i) Marciano Arstides, al que se designa al comienzo de su obra como un filsofo deAtenas, escribi una Apologa, que debe datarse hacia el ao 140, dirigida alemperador Antonino Po1. Gran parte de esa obra est consagrada a un ataque a lasdivinidades paganas de Grecia y Egipto, con un cierta animadversin a la moral de

    los griegos; pero, al comienzo, Arstides declara que, maravillado por el orden delmundo, y entendiendo que el mundo y todo cuanto en l hay se mueve por impulsode otro, y viendo que lo que mueve es ms poderoso que lo que es movido, concluyeque el Motor del mundo es Dios de todo, que todo lo hizo por el hombre. Arstidesofrece as en una forma muy resumida argumentos derivados de la finalidad y ordendel mundo y del hecho del movimiento, e identifica el ordenador y el motor con el Dioscristiano, del que pasa a predicar los atributos de eternidad, perfeccin,incomprensibilidad, sabidura, bondad. Tenemos, pues, aqu una: teologa naturalmuy rudimentaria, y presentada no por razones puramente filosficas, sino endefensa de la religin cristiana.

    (ii) Una actitud mucho ms explcita ante la filosofa puede encontrarse en los escritos

    de Flavio Justino (san Justino mrtir), que haba nacido en Nepolis, de padrespaganos, hacia el ao 100, y se haba hecho cristiano, y sera martirizado en Romahacia el ao 164. En su Dilogo con Trifn declara que la filosofa es un muy preciosodon de Dios, cuya finalidad es conducir al hombre hacia Dios, aunque su verdaderanaturaleza y su unidad no han sido reconocidas por la mayora de las gentes, comoclaramente se ve por la existencia de tantas escuelas filosficas2. Por lo que a lmismo se refiere, acudi primeramente, en busca de instruccin, a un estoico, pero, alencontrar insatisfactoria la doctrina estoica sobre Dios, se separ de aqul y acudi aun peripattico, al que pronto abandon, cuando se le manifest como un profesionalcodicioso de honorarios3. Al separarse del peripattico acudi, con entusiasmo an nodisminuido, a un pitagrico, reputado en extremo, pero ste encontr al aspirante adiscpulo inadecuadamente preparado para la filosofa, dado su desconocimiento de la

    msica, geometra y astronoma, y como Justino no deseaba perder mucho tiempo enadquirir el requerido conocimiento de dichas ciencias, se dirigi a los platnicos, yconoci con delicia la doctrina de las ideas inmateriales, que le hizo esperar una clara

    1 Las citas son de la edicin publicada en Texts and Studies, vol. 1.2 2, 1.3 2, 3.

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    visin de Dios, lo cual, dice Justino, es el objetivo de la filosofa platnica4. Pero pocodespus se encontr con un cristiano que le mostr la insuficiencia de la filosofapagana, incluso de la de Platn5. Justino es, pues, un ejemplo de pagano cultoconvertido al cristianismo, que, sintiendo su conversin como el trmino de unproceso, no puede adoptar una actitud meramente negativa y hostil hacia la filosofagriega.

    Las palabras de Justino en el Dilogo referentes al platonismo manifiestan conbastante claridad la estima en que tena la filosofa platnica. Justino ensalzaba ladoctrina platnica del mundo inmaterial y la del ser que est ms all de la esencia alque l identificaba con Dios, aunque lleg a convencerse de que el conocimiento seguroy cierto de Dios, la verdadera filosofa, solamente se alcanza mediante la aceptacinde la Revelacin. En sus dos Apologas hace un uso frecuente de trminos platnicos,como cuando designa a Dios como el Demiurgo6. No sugiero que cuando Justino sevale de palabras y frases platnicas o neoplatnicas est entendindolas en su precisosentido platnico: la utilizacin de tales palabras y frases es ms bien efecto de sueducacin filosfica y de la simpata que conserv por el platonismo. As, no duda enapuntar ocasionalmente analogas entre la doctrina cristiana y la platnica, en

    relacin, por ejemplo, con las recompensas y castigos despus de la muerte7, y suadmiracin por Scrates es patente. Cuando Scrates, en poder del Logos, o comoinstrumento de ste, trat de conducir a los hombres desde la falsedad a la verdad,hombres malos le llevaron a la muerte acusndole de impo atesmo: del mismo modolos cristianos, que siguen y obedecen al Logos mismo encarnado, y que denuncian alos falsos dioses, son llamados ateos8. En otras palabras, as como la obra de Scrates,que fue un servicio a la verdad, fue una preparacin para la obra completa de Cristo,tambin la condena de Scrates fue en realidad un ensayo o anticipacin de lacondena de Cristo y de sus seguidores. Por otra parte, las acciones de los hombres noestn determinadas, como pensaban los estoicos, sino que los hombres actan bien omal segn su propia libre eleccin; pero, en cambio, se debe a la accin de los

    demonios malos el que Scrates y los que son como l sean perseguidos, mientras queEpicuro y los que son como l reciben honras.9

    Justino no hizo, pues, una distincin clara entre teologa y filosofa en sentidoestricto: hay una sabidura, una filosofa, que se revela plenamente en y a travs deCristo, pero de la cual fueron una preparacin los mejores elementos de la filosofapagana, especialmente el platonismo. En la medida en que los filsofos paganosadivinaron la verdad, lo hicieron como de algn modo posedos por el Logos; peroCristo es el Logos mismo, el Logos encamado. Ese modo de ver la filosofa griega y surelacin al cristianismo tuvo una gran influencia en escritores posteriores.

    (iii) Segn Ireneo10, Taciano fue un discpulo de Justino. Era de nacionalidad siria, seeduc en la literatura y la filosofa griegas, y luego se hizo cristiano. No hay ninguna

    verdadera razn para dudar de la verdad de la afirmacin de que Taciano fuese en

    4 2, 4-6.5 3, 1 y sig.6 I Apol., 8, 2.7 Ibid., 8, 4.8 Ibid., 5, 3 y sig.9 II Apol., 6 (7), 3.10 Contra los Herejes, I, 28.

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    algn sentido discpulo de Justino, pero est perfectamente claro, a juzgar por suDiscurso contra los griegos, que no comparti la simpata de Justino por la filosofagriega en sus aspectos ms espirituales. Taciano declara que conocemos a Dios porsus obras; tiene una doctrina del Logos, distingue el alma () del espritu(), ensea la creacin en el tiempo e insiste en la libertad de la voluntad; pero

    puede haber tomado todos esos puntos de las Escrituras y de las enseanzascristianas; hace poco uso de la educacin o del pensamiento griegos, aunquedifcilmente puede haber escapado por completo a su influencia. De hecho se inclinhacia un rigorismo excesivo, y sabemos por san Ireneo y san Jernimo11 que, despusdel martirio de Justino, Taciano se apart de la Iglesia para unirse al gnosticismovalentiniano, y que a continuacin fund la secta de los encratitas, que no solamentedenunciaba el beber vino y el uso de ornamentos por las mujeres, sino incluso elmatrimonio, que no era, a sus ojos, sino violacin y fornicacin.12

    Taciano reconoca la capacidad de la mente humana para probar la existencia de Diosa partir de las criaturas, e hizo realmente uso de nociones y categoras filosficas, enel desarrollo de la teologa, como cuando mantiene que la Palabra (Verbo), queprocede de la esencia simple de Dios, no cae en el vaco, como las palabras humanas,sino que permanece en su subsistencia y es el instrumento divino de la Creacin.Utiliza as la analoga de la formacin del pensamiento y el habla humana parailustrar la procesin del Verbo, y, aunque sostiene la doctrina de la Creacin, se valede un lenguaje que recuerda al del Timeo a propsito del Demiurgo. Pero, si utilizatrminos e ideas tomados de la filosofa pagana, no lo hace, en modo alguno, en unespritu de simpata, sino ms bien con la idea de que los filsofos griegos habantomado de las Escrituras cualquier cosa que poseyeran de verdad, mientras que todaotra cosa que ellos aadieran no era sino falsedad y perversin. Los estoicos, porejemplo, pervirtieron la doctrina de la providencia mediante su diablica teora deldeterminismo fatalista. Hay ciertamente algo de irona histrica en que un escritorque manifiesta una tan pronunciada hostilidad hacia el pensamiento griego, y que

    traz una distincin tan aguda entre la sofistera griega y la sabidura cristiana,fuese a parar luego a la hereja.

    (iv) Una aproximacin ms discreta a los griegos, y ms en armona con la de Justinomrtir, fue la de Atengoras, que dirigi a los emperadores Marco Aurelio y Cmodoconquistadores de Armenia y Sarmatia, y, sobre todo, filsofos, una Legacin por loscristianos ( ) alrededor del ao 177. En ese libro el autor sepreocupa por defender a los cristianos contra las tres acusaciones de atesmo, fiestasde antropofagia, e incesto, y, al contestar a la primera acusacin, presenta unarazonada defensa de la creencia cristiana en un solo Dios, eterno y espiritual. Antetodo cita a varios filsofos griegos, por ejemplo Filolao, Platn, Aristteles y losestoicos. Cita a Platn en el Timeo, en el sentido de que es difcil encontrar al Hacedor

    y Padre del Universo, y es imposible, aun cuando se le ha encontrado, declararle; ypregunta por qu los cristianos, que creen en un Dios, son llamados ateos, mientrasque Platn no es llamado as por su doctrina del Demiurgo. Los poetas y filsofos,movidos por un impulso divino, han hecho lo posible por encontrar a Dios, y sepermite a los hombres que presten atencin a sus conclusiones; sera, pues, insensato

    11Adv. Jovin., I, 3; Comm. in Amos.12 Contra los Herejes, I, 28.

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    negarse, a escuchar al verdadero Espritu de Dios, que habla por boca de los Profetas.

    Atengoras procede a mostrar a continuacin que no puede haber una multitud dedioses materiales; que Dios, que forma la materia, debe trascender a sta (aunque noacierta apenas a concebir a Dios sin relacin con el espacio); que la Causa de las cosasperecederas debe ser imperecedera y espiritual, y apela especialmente al testimonio

    de Platn. Adopta, pues, la misma actitud de Justino Mrtir. No hay ms que unasabidura o filosofa verdadera, que slo se alcanza adecuadamente mediante larevelacin cristiana, aunque los filsofos griegos adivinaron algo de la verdad. Enotras palabras, su mismo respeto por los poetas y pensadores griegos deba llevar ahombres reflexivos como Marco Aurelio a apreciar y estimar, quizs incluso a abrazar,el cristianismo. El propsito primordial de Atengoras es teolgico y apologtico, peroen su intento de realizarlo utiliza argumentos y temas filosficos; por ejemplo, alintentar probar el carcter razonable de la doctrina de la resurreccin de los cuerpos,pone en claro su conviccin, contraria a la opinin platnica, de que el cuerpopertenece a la integridad del hombre, que el hombre no es simplemente un alma queutilice un cuerpo.13

    (v) Una llamada similar al pagano inteligente fue hecha por Tefilo de Antioqua, ensu A Autlico, escrito hacia el ao 180. Despus de subrayar el hecho de que la purezamoral es necesaria para todo el que quiera conocer a Dios, procede a hablar de losatributos divinos, la incomprensibilidad, el poder, la sabidura, la eternidad, lainmutabilidad de Dios. Del mismo modo que el alma humana, que es invisible, sepercibe a travs de los movimientos del cuerpo, as Dios, a su vez invisible, se conoce atravs de su providencia y obras. Tefilo no es siempre exacto en sus informes sobrelas opiniones de los filsofos griegos, pero est claro que siente una cierta estimacinpor Platn, al que considera el filsofo ms respetable entre ellos14, si bien Platnerr al no ensear la Creacin a partir de la nada (que Tefilo afirma claramente) yen su doctrina a propsito del matrimonio (en cuya exposicin Tefilo no es correcto).

    3. Los apologistas de que hemos hablado, los cuales escribieron en griego, seinteresaron principalmente por responder a los ataques al cristianismo. Podemosahora considerar brevemente al gran adversario del gnosticismo, san Ireneo, al cualaadimos, por razones de conveniencia, Hiplito. Ambos hombres escribieron engriego, y ambos combatieron al gnosticismo, que floreci en el siglo u despus deJesucristo, aunque la obra de Hiplito posee un inters ms vasto, al contenermuchas referencias a la filosofa y a los filsofos griegos.

    Del gnosticismo es suficiente decir aqu que, en general, fue una monstruosa fusin deelementos escritursticos y cristianos, griegos y orientales, que, pretendiendo sustituirla fe por el conocimiento (gnosis), ofreca una doctrina de Dios, la Creacin, el origendel mal, y la salvacin, a los que gustaban de verse como personas superiores encomparacin con el tipo vulgar de cristiano. Hubo un gnosticismo judo anterior a laforma cristiana de ste, a la que slo es posible considerar como una herejacristiana en la medida en que asumi ciertos temas especficamente cristianos; loselementos orientales y helensticos son demasiado conspicuos para que sea posiblellamar al gnosticismo una hereja cristiana en el sentido ordinario, aunque fue un

    13 Sobre la Resurreccin.14A Autlico, 3, 6.

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    verdadero peligro en el siglo y sedujo a aquellos cristianos que sentan la atraccin delas raras especulaciones teosficas que los gnsticos ofrecan como conocimiento. Enrealidad, se dieron numerosos sistemas de gnosis, como los de Cerinto, Marcin, losofitas, Baslides, Valentino. Sabemos que Marcin fue un cristiano que sufri laexcomunin; pero los ofitas eran probablemente de origen judeo-alejandrino, y encuanto a famosos gnsticos, como Baslides y Valentino (siglo 2), nunca, que se sepa,fueron cristianos.

    Caracteriz en general al gnosticismo un dualismo entre Dios y la materia, que,aunque no absoluto, se aproximaba al del posterior sistema maniqueo. El abismoresultante entre Dios y la materia se llenaba con una serie de emanaciones o seresintermediarios, entre los cuales los gnsticos encontraban un lugar para Cristo. Elcomplemento del proceso de emanacin era el retorno a Dios, por va de salvacin.

    En el sistema de Marcin, como puede suponerse, el elemento cristiano era muydestacado. El Dios del Antiguo Testamento, el Demiurgo, es inferior al Dios del NuevoTestamento, que permaneci desconocido hasta que se revel a S mismo enJesucristo. En cambio, en los sistemas de Baslides y Valentino el elemento cristiano

    es menos importante: Cristo se representa como un ser inferior (un En), en unafantstica jerarqua de emanaciones divinas y semidivinas, y su misin essimplemente la de transmitir al hombre la gnosis o conocimiento salvfico. Como lamateria es el mal, no puede ser la obra del Dios Supremo, sino que se debe al GranArchn, que era adorado por los judos y que se presentaba a s mismo como el nicoDios Supremo. Los sistemas gnsticos no fueron, pues, dualistas en el pleno sentidomaniqueo, puesto que el Demiurgo, identificado con el Dios del Antiguo Testamento,no era un principio del mal independiente y originario (el elemento neoplatnico erademasiado prominente para admitir un dualismo absoluto), y su principalcaracterstica comn no fue tanto la tendencia al dualismo como la insistencia en lagnosis como medio de salvacin. La adopcin de elementos cristianos se debi enamplia medida al deseo de absorber el cristianismo, de sustituir la fe por la gnosis.

    Adentrarse ms en los rasgos diferenciadores de los diversos sistemas gnsticos ydetallar las series de emanaciones sera una tarea cansada y poco provechosa: bastacon indicar que su estructura general se form con una mezcla de temas orientales ygriegos (neopitagricos y neoplatnicos), con dosis variables de elementos cristianos,tomados tanto del cristianismo propiamente dicho como de documentos apcrifos yespurios. Hoy nos resulta difcil comprender cmo pudo haber sido el gnosticismo unpeligro para la Iglesia y algo atractivo para una mente sana; pero no debemos olvidarque surgi en un tiempo en que una confusin de escuelas filosficas y de religiones demisterios pugnaban por proveer a las necesidades espirituales de los hombres. Por lodems, los sistemas esotricos y teosficos, aureolados por el pseudo-atractivo de lasabidura oriental, no han perdido por entero su fascinacin sobre algunas mentes

    en pocas mucho ms recientes.(i) San Ireneo (nacido el ao 140, o poco antes), al escribir contra los gnsticos en su

    Adversus Haereses (Contra los Herejes), afirma que hay un solo Dios, que hizo todaslas cosas, Creador del Cielo y de la Tierra. Apela, por ejemplo, al argumento del ordendel mundo, y al tomado del consentimiento universal, observando que los mismospaganos han aprendido de la creacin misma, mediante el empleo de su razn, la

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    existencia de Dios como Creador15. Dios cre el mundo libremente, y no pornecesidad16. Adems, cre el mundo a partir de la nada, y no a partir de una materiapreviamente existente, como pretenden los gnsticos apoyndose en Anaxgoras,Empdocles y Platn17. Pero aunque la mente humana puede llegar a conocer a Diosa travs de la razn y la revelacin, no puede comprender a Dios, cuya esenciatrasciende la inteligencia humana: pretender conocer los misterios inefables de Dios,e ir ms all del amor y de la fe humilde, como hacen los gnsticos, es mero orgullo yengreimiento. La doctrina de la reencarnacin es falsa, y la ley moral revelada noabroga, sino que cumple y extiende, la ley natural. Finalmente, la enseanza de losApstoles es la verdadera gnosis18

    Segn Ireneo, los gnsticos tomaron la mayora de sus ideas de los filsofos griegos.As, por ejemplo, les acusa de tomar su moral de Epicuro y de los cnicos, y su doctrinade la reencarnacin, de Platn. En esa tendencia a referir las teoras gnsticas afilosofas griegas, Ireneo fue seguido por

    (ii) Hiplito (muerto probablemente hacia el ao 236), que fue un discpulo de Ireneo,segn Focio19, e indudablemente utiliz las enseanzas y escritos de aqul. En el

    Proemio a sus Filosofomena (que ahora se atribuye generalmente a Hiplito),declara su intencin, slo parcialmente cumplida, de exponer los plagios de losgnsticos, mostrando cmo sus diversas opiniones haban sido tomadas de filsofosgriegos, aunque deterioradas por los propios gnsticos, y, para hacerlo msfcilmente, comienza por hacer recuento de las opiniones de los filsofos, confiando suinformacin principalmente, si no por entero, a la doxografa de Teofrasto. Noobstante, la informacin no es siempre exacta. Su principal acusacin contra losgriegos consiste en que aqullos glorificaron las partes de la creacin con delicadasfrases, pero ignoraron al Creador de todas las cosas, que las hizo libremente a partirde la nada, segn su sabidura y presciencia.

    4. Los autores precedentes escribieron en griego; pero hubo tambin un grupo de

    apologistas latinos, Minucio Flix, Tertuliano, Arnobio y Lactancio, el ms importantede los cuales fue Tertuliano.

    (i) No es seguro si Minucio Flix escribi antes o despus que Tertuliano, pero en todocaso su actitud hacia la filosofa griega, segn aparece en su Octavio, fue msfavorable que la de Tertuliano. Al argumentar que la existencia de Dios puedeconocerse con certeza a partir del orden de la naturaleza y de la finalidad implicadaen el organismo, particularmente en el cuerpo humano, y que la unidad de Dios puedeser inferida a partir de la unidad del orden csmico, Minucio Flix afirm quetambin los filsofos griegos reconocieron esas verdades. As, Aristteles reconociuna sola Divinidad, y los estoicos tenan una doctrina de la providencia divina, yPlatn habla en trminos casi cristianos cuando se refiere en el Timeo al Hacedor yPadre del Universo.

    (ii) Tertuliano, en cambio, habla de un modo muy diferente de la filosofa griega.

    15 2, 9, 1.16 2, 1, 1; 2, 5, 3.17 2, 14, 4.18 4, 33, 8.19Bibl., cod. 121.

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    Nacido hacia el ao 160, de padres paganos, y educado como jurista (profesin queejerci en Roma), se convirti al cristianismo, para caer luego en la herejamontanista, una forma de puritanismo riguroso y excesivo. Fue el primer escritorlatino cristiano sobresaliente, y en sus obras aparece de un modo claro y explcito sudesprecio por el paganismo y por la educacin pagana. Qu tienen en comn elcristiano y el filsofo, el discpulo de Grecia, amigo del error, y el discpulo del cielo,enemigo del error y amigo de la verdad?20 Incluso la sabidura de Scrates representapoco, puesto que nadie puede conocer realmente a Dios sin Cristo, ni a Cristo sin elEspritu Santo. Adems, Scrates, segn l mismo confes, se dej guiar por undemonio!21 En cuanto a Platn, dijo que era difcil encontrar al Hacedor y Padre delUniverso, siendo as que el ms sencillo de los cristianos le ha encontrado ya 22.Adems, los filsofos griegos son los patriarcas de los herejes23, ya que Valentinoplagi a los platnicos, Marcin a los estoicos, y los filsofos, por su parte, habanplagiado ideas del Antiguo Testamento, y luego las deformaron y pretendieron queeran suyas propias.24

    No obstante, a pesar de la anttesis que establece entre sabidura cristiana y filosofagriega, el propio Tertuliano desarroll temas filosficos y fue influido por los estoicos.

    Afirma que la existencia de Dios se conoce con certeza a partir de sus obras25, ytambin que de la condicin increada de Dios podemos inferir la perfeccin de ste(Imperfectum non potest esse nisi quod factum est)26; pero hace la sorprendenteafirmacin de que todas las cosas, incluido Dios, son corpreas. Todo lo que existe esuna existencia corprea sui generis. A nada falta existencia corprea, excepto a lo quees no existente27; porque, quin negar que Dios es un cuerpo, aunque "Dios es unespritu"?; porque el espritu tiene una sustancia corprea, de su propia clase, de supropia forma28. Muchos escritores han concluido, sobre la base de esas afirmaciones,que Tertuliano mantena una doctrina materialista y sostena que Dios era realmenteun ser material, del mismo modo a como los estoicos consideraban a Dios material;algunos, sin embargo, han sugerido que lo que Tertuliano entiende por cuerpo es

    muchas veces simplemente sustancia, y que cuando atribuye materialidad a Dios loque realmente piensa atribuirle es simplemente sustancialidad. Segn esaexplicacin, cuando Tertuliano dice que Dios es un corpus sui generis, que es corpus y,no obstante, spiritus, lo que quiere decir es que Dios es una substancia espiritual:sera el lenguaje lo que le fallara, pero su pensamiento sera aceptable.Indudablemente no tenemos derecho a excluir la posibilidad de dicha explicacin,pero es cierto que Tertuliano, al hablar del alma humana, dice que sta debe ser unasustancia corprea, puesto que puede sufrir29.29 No obstante, tambin acerca de lanaturaleza del alma habla ambiguamente, y en su Apologa30 da como una razn en

    20

    Apologa, 46.21De Anima, 1.22Apol., 46.23De An., 3.24Apol., 47.25De Resurrectione, 2-3.26 Herm., 28.27De Carne Christi, 11.28Adv. Prax., 7.29 De An., 7; cf. 8.30 48.

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    favor de la resurreccin de los cuerpos de los condenados el que el alma no es capazde sufrir sin la sustancia slida, esto es, la carne. Parece, pues, que lo ms seguro esdecir que, si bien el lenguaje de Tertuliano implica a menudo un materialismo de tipobastante grosero, su intencin puede no haber sido siempre la que su lenguaje parecaimplicar. Cuando ensea que el alma del nio deriva de la simiente del padre comouna especie de renuevo (surculus, tradux)31, parece estar enseando una doctrinaclaramente materialista; pero ese traducianismo fue adoptado en parte por una raznteolgica, a saber, para explicar la transmisin del pecado original, y algunosescritores posteriores que favorecieron la misma opinin lo hicieron por la mismarazn teolgica, sin advertir aparentemente las implicaciones materialistas de ladoctrina. Eso no prueba, desde luego, que Tertuliano no fuera materialista; peropuede al menos llevarle a uno a vacilar antes de formar la conviccin de que susentido general coincidiese siempre con las palabras que l utilizaba. Su afirmacinde la libertad de la voluntad y de la inmortalidad natural del alma se compadecenmal, desde un punto de vista lgico, con un puro materialismo; pero tampoco esojustificara que negramos en redondo que Tertuliano fuera materialista, puesto quepudo haber sostenido una teora materialista sin advertir que algunos de los atributos

    que l asignaba al alma eran incompatibles con una posicin plenamentematerialista.

    Uno de los grandes servicios prestados por Tertuliano al pensamiento cristiano fue eldesarrollo de una terminologa teolgica, y, en cierta medida, filosfica, en lenguajelatino. As, la acepcin tcnica de la palabra persona se encuentra por primera vez ensus escritos: las Personas divinas son distintas como Personae, pero no sonsubstantiae diferentes, separadas32. En su doctrina del Verbo33 apela explcitamente alos estoicos, a Zenn y Cleantes34. Pero aqu no nos concierne hablar de los desarrollosteolgicos de Tertuliano, ni de su ortodoxia o heterodoxia.

    (iii) En su Adversus Gentes (hacia 303), Arnobio Lace algunas observaciones curiosasa propsito del alma. As, aunque afirma el creacionismo, contra la doctrina platnica

    de la preexistencia, considera que el agente creador de las almas es un ser inferior aDios; y afirma tambin el carcter gratuito de la inmortalidad, negando que staconvenga al alma por su naturaleza. Un motivo era evidentemente el de utilizar esecarcter gracioso o gratuito de la inmortalidad como un argumento para hacersecristiano y llevar una vida moral. Otro punto de inters es que, cuando combate lateora platnica de la reminiscencia, afirma el origen experiencial de todas nuestrasideas con una sola excepcin: la idea de Dios. Nos describe a un nio crecido en lasoledad, el silencio y la ignorancia, durante toda su juventud, y declara que, comoresultado, ese nio nada sabra: indudablemente no tendra ningn conocimiento porreminiscencia. La prueba que de su doctrina ofrece Platn en el Menn no esconvincente.35

    (iv) El origen del alma por creacin directa de Dios, en oposicin a cualquier forma detraducianismo, fue claramente afirmado por Lactancio (250-325, aproximadamente),

    31Ver De Anima, 19.32Adv. Prax.. 12.33 Sereno, Ratio.34Apol., 21.35 2, 20 y sig.

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    en su De opificio Dei.36

    5. El gnosticismo, segn lo conocemos por las crticas de san Ireneo y de Hiplito, fue,en la medida en que puede ser razonablemente puesto en conexin con elcristianismo, un sistema hertico especulativo, o, ms exactamente, una coleccin desistemas, que, adems de elementos orientales y cristianos, incorpor elementos del

    pensamiento helenstico. En consecuencia, uno de sus efectos fue el suscitar unadecidida oposicin a la filosofa helenstica por parte de aquellos escritores cristianosque exageraban las conexiones entre gnosticismo y filosofa griega, a la queconsideraban como el semillero de las herejas; pero otro efecto fue el contribuir alesfuerzo por construir una gnosis no hertica, un sistema teolgico-filosficocristiano. Ese esfuerzo fue caracterstico de la escuela catequstica de Alejandra,cuyos dos nombres ms famosos son Clemente y Orgenes.

    (i) Tito Flavio Clemente (Clemente de Alejandra) naci hacia el ao 150,posiblemente en Atenas, lleg a Alejandra en 202 o 203, y muri allaproximadamente en 219. Animado por la actitud que se resumira ms tarde en lafrmula Credo, ut intelligam, aspir a desarrollar una presentacin sistemtica de la

    sabidura cristiana en una gnosis verdadera, opuesta a la falsa. En ese proceso siguiel espritu del tratamiento de los filsofos griegos por Justino Mrtir, y vio en aqullosuna preparacin del cristianismo, una educacin del mundo helenstico para lareligin revelada, ms bien que una insensatez o una ilusin de la mente humana. ElLogos divino ha iluminado siempre a las almas; pero mientras los judos fueronadoctrinados por Moiss y los Profetas, los griegos tuvieron sus sabios, sus filsofos,de modo que la filosofa fue para los griegos lo que fue para los judos la Ley 37. Esverdad que Clemente pens, siguiendo tambin en eso a Justino, que los griegoshaban plagiado el Antiguo Testamento, y que, por motivos de vanagloria, habandesfigurado lo que all encontraran; pero tambin estaba firmemente convencido deque la luz del Logos hizo posible a los filsofos griegos alcanzar muchas verdades, yque la filosofa es en realidad simplemente un cuerpo de verdades que no son

    exclusivas de ninguna escuela griega, sino que se encuentran, en diversos grados ymedidas, en escuelas distintas, si bien Platn fue en verdad el ms grande de todoslos filsofos.38

    Pero la filosofa no solamente fue una preparacin para el cristianismo; es tambinuna ayuda para la comprensin del cristianismo. En realidad, la persona que selimita a creer y no hace esfuerzo alguno por entender es como un nio en comparacincon un hombre; la fe ciega, la aceptacin pasiva, no constituye un ideal, aunque laciencia, la especulacin, el razonamiento, no pueden ser verdaderos si no armonizancon la revelacin. En otras palabras, Clemente de Alejandra, como primer cristianoerudito, quiso ver el cristianismo en relacin con la filosofa, y utilizar la raznespeculativa Para la sistematizacin y desarrollo de la teologa. Incidentalmente es

    interesante notar que Clemente rechaza todo verdadero conocimiento positivo deDios: solamente conocemos en verdad aquello que Dios no es, por ejemplo, que no esun gnero, ni una especie, que est ms all de todo aquello de que podemos tenerexperiencia, de todo aquello que podemos concebir. Est justificado que prediquemos

    36 19.37 Stromata, 1, 5.38 Paedagogus, 3, 11.

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    perfecciones de Dios, pero al mismo tiempo debemos recordar que todos los nombresque aplicamos a Dios son inadecuados, y, por lo tanto, en cierto sentido, inaplicables.As, en dependencia de algunas observaciones de Platn en La Repblica, a propsitode la idea de Bien, y en dependencia de Filn, Clemente afirm la va negativa, tan depreferencia de los msticos, que alcanzara su expresin clsica en los escritos delPseudo-Dionisio.

    (ii) Orgenes, el miembro ms eminente de la escuela catequstica de Alejandra,haba nacido en l ao 185 o 186. Estudi las obras de los filsofos griegos, y se diceque asisti a las lecciones de Ammonio Saccas, el maestro de Plotino. Tuvo queabandonar la direccin de la escuela de Alejandra a causa de un proceso sinodal(aos 231 y 232), dirigido contra ciertos rasgos de su doctrina, y tambin contra suordenacin (se dijo que haba sido ordenado sacerdote en Palestina a pesar de su actode automutilacin), y fund entonces una escuela en Cesarea de Palestina, donde sanGregorio Taumaturgo fue uno de sus discpulos. Muri en 254 o 255, a consecuenciade la tortura que tuvo que sufrir en la persecucin de Decio.

    Orgenes fue el ms prolfico y erudito de todos los escritores cristianos anteriores al

    Concilio de Nicea, y no hay duda de que tuvo la firme y constante intencin de ser ymantenerse cristiano ortodoxo; pero su deseo de reconciliar la filosofa platnica con lcristianismo y su entusiasmo por la interpretacin alegrica de las Escrituras le lleva ciertas opiniones heterodoxas. As, bajo la influencia del platonismo, o ms bien delneoplatonismo, sostuvo que Dios, que es puramente espiritual, la Mnada () oUno ()39, y que trasciende la verdad y la razn, la esencia y el ser (en su librocontra el filsofo pagano Celso40 dice, siguiendo a Platn, que Dios est ms all de lamente y de la esencia, ), cre el mundo desde la eternidad ypor necesidad de su naturaleza. Dios, que es bondad, nunca pudo estar inactivo,puesto que la bondad tiende siempre a la autocomunicacin, a la autodifusin.Adems, si Dios hubiese creado el mundo en el tiempo, si hubiera habido alguna vezun tiempo en el que el mundo no fuese, la inmutabilidad de Dios resultaradeteriorada, lo cual es una imposibilidad41. Ambas razones estn concebidas endependencia del neoplatonismo. Dios es en verdad el creador de la materia, y es, pues,Creador en l sentido estricto y cristiano42, pero hay una infinidad de mundos, que sesuceden unos a otros, y todos diferentes unos de otros43. Como el mal es privacin, yno algo positivo, Dios no puede ser acusado de ser el autor del mal44. El Logos o Verboes el ejemplar de la Creacin, la 45 y todas las cosas son creadas por elLogos, que acta como mediador entre Dios y las criaturas46. La procesin ltimadentro de la Divinidad es el Espritu Santo, e inmediatamente por debajo del EsprituSanto estn los espritus creados, que, mediante el poder del Espritu Santo, sonpromovidos al estado de hijos de Dios, en unin con el Hijo, y participan finalmente en

    39 De principiis, 1, 1, 6.40 7, 38.41De princ., 1, 2, 10; 3, 4, 3.42 Ibid., 2, 1, 4.43 Ibid., 3, 5, 3; 2, 3, 4-5.44 In Joann, 2, 7.45 Contra Celsum, 6, 64.46 De princ., 2, 6, 1.

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    la vida divina del Padre.47

    Las almas fueron creadas por Dios exactamente iguales las unas a las otras encualidad, pero el pecado, en un estado de preexistencia, hizo que fueran revestidas porlos cuerpos, y, as, las diferencias cualitativas entre las almas se deben alcomportamiento de stas antes de su entrada en este mundo. Disfrutan de libre

    albedro en la tierra, pero sus actos dependen no slo de su libre eleccin, sinotambin de la gracia de Dios, que les es distribuida segn su conducta en el estado depreencarnacin. No obstante, todas las almas, e incluso tambin el diablo y losdemonios, mediante un sufrimiento purificador, conseguiran la unin con Dios. saes la doctrina de la restauracin de todas las cosas (, ), segn la cual todas las cosas regresarn a su ltimo principio, y Dios sertodo en todo48. Eso supone, desde luego, la negacin de la doctrina ortodoxa delinfierno.

    Aunque no sea mucho lo que hemos dicho a propsito del pensamiento de Orgenes,estar claro que ste intent una fusin de la doctrina cristiana con la filosofaplatnica y neoplatnica. Del Hijo y del Espritu Santo, aunque dentro de la

    Divinidad, se habla de un modo que manifiesta la influencia del emanatismo delpensamiento de Filn y de los neoplatnicos. La teora del Logos como Idea de lasideas, y la de la creacin eterna y necesaria, proceden de la misma fuente, mientrasque la teora de la preexistencia es platnica. Desde luego, las ideas filosficasadoptadas por Orgenes fueron incorporadas por ste a un cuadro y una estructuracristianos, de modo que se le puede considerar en justicia el primer gran pensadorsistemtico del cristianismo, pero aunque el las refiri a pasajes de la Escrituralibremente interpretados, su entusiasmo por el pensamiento griego le condujo a vecesa la heterodoxia.

    6. Los Padres griegos de los siglos 4 y 5 se ocuparon principalmente de cuestionesteolgicas. As, san Atanasio, que muri el ao 373, fue el gran adversario del

    arrianismo; san Gregorio Nacianceno, que muri l ao 390, y al que se conoci por elsobrenombre de el Telogo, es notable sobre todo por su obra de teologa trinitaria ycristolgica; san Juan Crisstomo (muerto en 406) es celebrado como uno de los msgrandes oradores de la Iglesia, y por su obra sobre las Escrituras. Al tratar de dogmascomo los de la Santsima Trinidad y la unin hiposttica, los Padres utilizaronnaturalmente trminos y expresiones filosficas; pero su aplicacin del razonamientoa la teologa no les hace filsofos en sentido estricto, y aqu debemos pasarles por alto.Puede indicarse, sin embargo, que san Basilio (muerto en 379) estudi en laUniversidad de Atenas, junto con san Gregorio Nacianceno, y que en su Adadolescentes recomienda un estudio de los poetas, oradores, historiadores y filsofosgriegos, aunque debera hacerse una seleccin de los escritos de aqullos para excluirlos pasajes inmorales; la literatura y la erudicin griegas son un poderosoinstrumento de educacin, pero la educacin moral es ms importante que laformacin literaria y filosfica. (El propio san Basilio, en sus descripciones deanimales, depende casi por entero de las correspondientes obras de Aristteles.)

    Pero, aunque no podamos considerar aqu las especulaciones teolgicas de los Padres

    47 Ibid., 6, 1-3.48Ver Ibid., 3, 6, 1 y sig.; 1, 6, 3.

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    griegos, debe decirse algo de dos figuras eminentes de ese perodo, el historiadorEusebio y san Gregorio de Nisa.

    (i) Eusebio de Cesarea haba nacido en Palestina hacia el ao 265, lleg a ser obispode Cesarea, su lugar de nacimiento, en 313, y muri all, en 339 o 340. Principalmenteconocido como un gran historiador de la Iglesia, es tambin importante por su

    apologtica cristiana, y en ese sentido puede citarse su actitud hacia la filosofagriega, pues, en general, vea a sta, especialmente el platonismo, como unapreparacin del mundo pagano para el cristianismo, aunque el mismo estaba muyalerta frente a los errores de los filsofos griegos y las contradicciones entre lasmuchas escuelas filosficas. Sin embargo, aunque en ocasiones habla violentamente,su actitud general es simpatizante y apreciativa, una actitud que se manifiesta con lamayor claridad en su Praeparatio evangelica, en quince libros. Es muy lamentableque no hayan llegado hasta nosotros los veinticinco libros de la obra que Eusebioescribi en respuesta al ataque de Porfirio al cristianismo, porque sin duda su rplicaal eminente neoplatnico y discpulo de Plotino arrojara mucha luz sobre las ideasfilosficas; pero la Praeparatio evangelica es suficiente para poner de manifiesto nosolamente que Eusebio comparti el modo de ver general de Justino Mrtir, Clemente

    de Alejandra y Orgenes, sino tambin la extensin de sus lecturas de los autoresgriegos. Eusebio fue, en efecto, un hombre extremadamente instruido, y su obra esuna de nuestras fuentes para el conocimiento de la filosofa de aquellos pensadorescuyas obras no han sido conservadas.

    Apenas se podra esperar otra cosa, dada la actitud de sus predecesores, sino queEusebio apreciase especialmente a Platn; en efecto, consagra al platonismo treslibros (11-13) de la Praeparatio. Clemente haba hablado de Platn como de un Moissescribiendo en griego, y Eusebio, en conformidad con Clemente, considera que Platny Moiss estaban de acuerdo49, y que puede llamarse a Platn profeta de la economade la salvacin50. Como Clemente y Orgenes, y tambin como Filn, Eusebio pensabaque Platn haba copiado las verdades que expone del Antiguo Testamento51; pero, al

    mismo tiempo, est dispuesto a admitir la posibilidad de que Platn hubiesedescubierto la verdad por s mismo, o de que hubiese sido iluminado por Dios 52. Entodo caso, no slo coincide Platn con la literatura sagrada de los hebreos en la ideade Dios, sino que sugiere tambin, en sus Cartas, la idea de la Santsima Trinidad. Enese punto Eusebio, desde luego, interpreta a Platn en un sentido neoplatnico, y serefiere a los tres principios de el Uno o el Bien, el Nous o Mente, y el Alma delMundo53. Las Ideas son las ideas de Dios, del Logos, los modelos ejemplares de lacreacin, y el cuadro de la creacin en el Timeo es similar al contenido en el Gnesis 54.Platn coincide tambin con las Escrituras en su doctrina de la inmortalidad55,mientras que la enseanza moral del Fedro recuerda a Eusebio la de san Pablo56.

    49 11, 28.50 13, 13.51 10, 1; 10, 8; 10, 14.52 11, 8.53 11, 16; 11, 20.54 11, 23; 11, 29; 11, 31.55 11, 27.56 12, 27.

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    Incluso el ideal platnico del Estado encontr su realizacin en la teocracia juda.57

    No es por ello menos cierto que Platn no afirma tales verdades sin alguna mezcla deerror58. Su doctrina de Dios y de la Creacin est contaminada por su doctrina de laemanacin y por su aceptacin de la eternidad de la materia; su doctrina del alma yde la inmortalidad, por su teora de la preexistencia y de la reencarnacin, etc. As

    pues, Platn, aunque fuese un profeta, no fue ms que un profeta: no entr por smismo en la tierra prometida de la verdad, aunque se aproxim a ella: solamente elcristianismo es la verdadera filosofa. Adems, la filosofa de Platn fue de un elevadointelectualismo, demasiado alta para ser apreciada por la gente ordinaria, mientrasque el cristianismo es para todos, de modo que hombres y mujeres, ricos y pobres,cultos e incultos, pueden ser filsofos.

    Una discusin de la interpretacin de Platn por Eusebio estara aqu fuera de lugar;es suficiente notar que, en comn con la mayora de los otros escritores griegoscristianos, da la palma a Platn entre los pensadores helnicos, y que, en comn contodos los primeros escritores cristianos, no distingue realmente entre teologa ensentido estricto y filosofa en sentido estricto. Hay una sola sabidura, que en forma

    adecuada y completa se encuentra solamente en el cristianismo; los pensadoresgriegos alcanzaron la sabidura o verdadera filosofa en la medida en que anticiparonel cristianismo. Entre aquellos que anticiparon la verdadera filosofa, Platn fue elms destacado; pero ni siquiera el pas ms all del umbral de la verdad.Naturalmente, la nocin de que Platn y otros pensadores griegos copiaron delAntiguo Testamento, aunque la misma fuese a su vez, en parte, una consecuencia desu modo de entender la filosofa, ayud tambin a confirmar a escritores cristianoscomo Eusebio en su muy amplia interpretacin del trmino filosofa, como aplicableno slo al resultado de la especulacin humana, sino tambin a los datos de larevelacin. De hecho, a pesar de su muy favorable juicio sobre Platn, la conclusinlgica que se sigue de la conviccin de Eusebio y de otros de que los filsofos griegoscopiaron del Antiguo Testamento es que la especulacin humana, sin la ayuda de la

    directa iluminacin de Dios, no es de gran provecho para alcanzar la verdad. Porque,qu eran los errores con los que, incluso Platn, contaminaba la verdad, si no elresultado de la especulacin humana? Si se dice que la verdad contenida en lafilosofa griega procede del Antiguo Testamento, es decir, de la Revelacin, es difcilevitar la conclusin de que los errores de la filosofa griega proceden de laespeculacin humana, y, en consecuencia, el juicio desfavorable respecto al poder deesa especulacin. Esa actitud fue muy comn entre los Padres, y, ya en la EdadMedia, sera claramente expresada por san Buenaventura, en el siglo 13, aunque nosera la opinin que finalmente prevalecera (la opinin de santo Toms de Aquino yde Duns Escoto).

    (ii) Uno de los ms instruidos de los Padres griegos, y uno de los ms interesantes

    desde el punto de vista filosfico, fue el hermano de san Basilio, san Gregorio de Nisa,que haba nacido en Cesarea (de Capadocia, no de Palestina) alrededor del ao 335, y,despus de haber sido maestro de Retrica, fue elegido obispo de Nisa, y muri haciael ao 395.

    57 13, 12; 12, 16.58 13, 19.

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    Gregorio de Nisa advirti claramente que los datos de la revelacin son aceptados porfe, y no resultado de un proceso lgico de razonamiento; que los misterios de la fe noson conclusiones filosficas y cientficas: si lo fueran, entonces la fe sobrenatural,propia de los cristianos, y el filosofar de los griegos seran indistinguibles. Por otraparte, la fe tiene una base racional, en cuanto, lgicamente hablando, la aceptacin delos misterios en nombre de la autoridad presupone la averiguabilidad, mediante elrazonamiento natural, de ciertas verdades preliminares, especialmente la existenciade Dios que son susceptibles de demostracin filosfica. En consecuencia, aunque lasuperioridad de la fe debe ser mantenida, es perfectamente razonable invocar laayuda de la filosofa. La tica, la filosofa natural, la lgica, la matemtica, no sonsolamente adornos para el templo de la verdad, sino que pueden tambin contribuir ala vida de sabidura y virtud: no han de ser, pues, despreciadas ni rechazadas59,aunque la divina revelacin debe aceptarse como piedra de toque y criterio de verdad,ya que el razonamiento humano debe ser juzgado por la palabra de Dios, y no lapalabra de Dios por el razonamiento humano60. Es correcto emplear la especulacinhumana y el razonamiento humano a propsito del dogma; pero las conclusiones nosern vlidas a menos que estn de acuerdo con las Escrituras.61

    El orden csmico prueba la existencia de Dios, y a partir de la necesaria perfeccin deDios podemos inferir su unicidad, que hay un solo Dios. Gregorio va ms lejos eintenta dar razones para la Trinidad de personas en la Divinidad una62. Por ejemplo,Dios debe tener un Logos, una palabra, una razn. No puede ser menos que elhombre, que tambin tiene una razn, una palabra. Pero el Logos divino no puede seralgo de duracin efmera, debe ser eterno, as como debe ser viviente. La palabrainterior del hombre es un accidente efmero, pero en Dios no puede haber una cosasemejante: el Logos es uno en naturaleza con el Padre, porque no hay sino un soloDios; la distincin entre el Logos y el Padre, la Palabra y el Hablante, es unadistincin de relacin. No nos interesa entrar ahora aqu en la doctrina trinitaria,como tal, de san Gregorio, pero el hecho de que ste intente, en algn sentido,

    probar la doctrina, es interesante, puesto que ofrece un precedente para losposteriores intentos de san Anselmo y de Ricardo de San Vctor para deducir laTrinidad, para probarla rationibus necessariis.

    No obstante, es evidente que la intencin de san Gregorio, como la de san Anselmo,era hacer ms inteligible el misterio, mediante la aplicacin de la dialctica, pero noracionalizarlo, en el sentido de apartarse de la ortodoxia dogmtica. De un modosemejante, su teora de que la palabra hombre es primariamente aplicable aluniversal, y slo secundariamente al individuo-hombre, fue un intento de hacer msinteligible el misterio, como una ilustracin de que la palabra Dios se refiereprimariamente a la esencia divina, que es una, y slo secundariamente a las personasdivinas, que son tres, de modo que no es justo acusar a los cristianos de tritesmo.

    Pero, aunque la ilustracin fuese introducida para refutar la acusacin de tritesmo yhacer ms inteligible el misterio, fue una ilustracin poco afortunada, puesto queimplicaba una opinin hiperrealista sobre los universales.

    59 De Vita Moysis, P. G., 44, 336 D. G.. 360 BC.60 Ver De Anima et Resurrectione; P. G., 46, 49 C.61 Cf. Contra Eunom., P. G., 45, 341. B.62 Cf. Orado Catechetica, P. G., 45.

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    El platonismo de san Gregorio a propsito de los universales se manifiesta msclaramente en su De hominis opificio, donde distingue el hombre celestial, el hombreideal, o universal, del hombre terrenal, el que es objeto de experiencia. El primero, elhombre ideal, o, ms bien, el ser humano ideal, existe solamente en la idea divina, yno tiene determinacin sexual, no es ni macho ni hembra; el segundo, el ser humanode la experiencia, es una expresin del ideal, y est sexualmente determinado,adems de escindido, o parcialmente expresado en muchos individuos singulares.As, segn Gregorio, las criaturas individuales proceden por creacin, no poremanacin, de la idea en el Logos divino. Esa teora se remonta claramente alneoplatonismo y al filonismo, y fue adoptada por el primer filsofo sobresaliente de laEdad Media, Juan Escoto Erigena, que estuvo muy influido por los escritos deGregorio de Nisa. Debe recordarse, sin embargo, que Gregorio no pretendi nunca quehubiera habido un hombre ideal histrico, sexualmente indeterminado; la idea divinade hombre slo ser realizada escatolgicamente, cuando (segn las palabras de sanPablo, en su interpretacin por Gregorio) el hombre no sea macho ni hembra, puestoque en el cielo no habr matrimonio.

    Dios cre el mundo por su abundancia de bondad y amor, para que pudiese haber

    criaturas que participasen de la divina bondad; pero, aunque Dios es bondad y cre elmundo por esa su bondad, no cre el mundo por necesidad, sino libremente. Dios hadado al hombre una participacin en esa libertad, y la respeta, permitiendo al hombreque elija el mal si as lo quiere. El mal resulta del libre albedro del hombre, Dios noes responsable. Es verdad que Dios prev el mal, y que lo permite, pero, a pesar deesa presciencia, Dios cre al hombre porque saba tambin que finalmente conducirade nuevo a todos los hombres hacia S mismo. Gregorio acept as la teora origenistade la restauracin de todas las cosa