historia de dos crisis

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Economia

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  • Revista

    40

    Economa

    Historia de dos crisis

    La crisis Rusa y la cada de Wall Street, dos lecciones de maniobra

    en coyunturas econmicas.

    En 1998 Rusia declar la moratoria de su deuda externa

    y desat una crisis nanciera que hizo estragos en la

    mayora de las economas emergentes. Las consecuen-

    cias fueron devastadoras. Los ujos de capital hacia las

    economas emergentes se interrumpieron de manera

    sbita. Muchos pases tuvieron entonces que ajustarse

    abruptamente a las nuevas circunstancias, lo que trajo

    consigo no slo una fuerte devaluacin sino tambin un

    descenso en el nivel de actividad econmica y un au-

    mento del desempleo. En Amrica Latina, los efectos

    de la crisis perduraron por varios aos. Muchos analis-

    tas llamaron al perodo posterior, comprendido entre los

    aos 1998 y 2002, la media dcada perdida.

    La crisis rusa contagi a muchos pases emergentes y

    a la mayora de los pases latinoamericanos. El conta-

    gio fue ms o menos generalizado. Pagaron justos por

    pecadores. El economista Guillermo Calvo, hoy profesor

    de la Universidad de Columbia, ha llamado a esta falta

    de conexin entre los efectos de la crisis y el manejo

    Por:

    Carolina Soto Losada

    Vicepresidente Ejecutiva

    FASECOLDA

  • Revista

    41

    macroeconmico, el n de los fundamentales.

    En la crisis rusa, la vulnerabilidad de las economas

    no guard una relacin sistemtica con los funda-

    mentales. Para los mercados todas las economas

    emergentes eran idnticas o al menos igualmente

    riesgosas.

    El mismo Guillermo Calvo ha sealado que la crisis

    rusa representa un gran desafo intelectual, plan-

    tea una pregunta todava sin respuesta denitiva,

    a saber: por qu un evento relativamente menor

    puede generar una crisis global que ocasiona, a su

    vez, cadas sustanciales y per-

    manentes en el producto y el

    empleo? El comportamiento

    de las instituciones multila-

    terales, del Fondo Monetario

    Internacional (FMI) en parti-

    cular, pudo haber tenido mu-

    cho que ver con lo ocurrido. El

    FMI actu tmidamente. Y se

    demor mucho para reaccio-

    nar. Adems, oblig a pases

    solventes a adoptar medidas

    de ajuste innecesarias que

    amplicaron el choque inicial.

    Diez aos despus de esta

    circunstancia, la economa

    mundial se vio sacudida por

    Economa

    una nueva crisis, originada ya no en Rusia sino en

    el epicentro del capitalismo mundial, en Wall Street.

    El punto ms lgido de la crisis, su momento deter-

    minante, se dio en septiembre de 2008 con la quie-

    bra de Lehman Brothers. Desde muchos puntos de

    vista, la crisis de 2008 fue mayor que la de 1998.

    El spread de los bonos corporativos en los Estados

    Unidos aument mucho ms esta vez que en 1998.

    Los efectos reales tambin fueron mucho mayores

    en la crisis de 2008. El PIB de los pases desarro-

    llados se contrajo 3,4%: en los meses que siguieron a la

    crisis rusa haba crecido 2,6%. En n, el choque externo

    fue mucho mayor.

    Pero las consecuencias no fueron esta vez tan devasta-

    doras para los pases emergentes en general y los pases

    latinoamericanos en particular. El aumento de los spreads

    fue mucho menor. La depreciacin de las monedas do-

    msticas fue tambin mucho menos signicativa. Y sobre

    todo, la cada del producto y del empleo fue menor y me-

    nos duradera. Muchos pases latinoamericanos tienen hoy

    en da tasas de desempleo similares (o incluso inferiores)

    a las que tenan en los meses previos a la quiebra de Leh-

    man Brothers.

    Qu pas esta vez? Por qu el contagio fue mucho me-

    nor? Por qu los justos (y hasta algunos pecadores) pu-

    dieron evitar los efectos de una crisis mucho mayor? Los

    economistas Alejandro Izquierdo y Ernesto Talvi, asociados

    ambos con el Banco Interamericano de Desarrollo, han

    ofrecido dos explicaciones distintas y complementarias.

    Primero, los fundamentales de las economas emergentes

  • Revista

    42

    En el 2008 las economas emergentes estaban mejor preparadas, la comunidad internacional actu rpidamente para amortiguar el golpe, y el manejo macroeconmico pudo tambin mitigar las consecuencias ms adversas de la crisis.

    (incluidas las latinoamericanas, por supuesto) eran

    mucho mejores en 2008 que en 1998. Las calica-

    ciones de los bonos de deuda soberana, por ejemplo,

    estaban varios peldaos por encima. Y las nanzas

    pblicas estaban, en general, mucho ms equilibra-

    das.

    Y segundo, la comunidad internacional actu esta

    vez de manera decidida y oportuna. Despus de la

    quiebra de Lehman Brothers, la Reserva Federal

    ofreci lneas de crdito a Brasil, Corea del Sur y

    Mxico. El FMI lanz al mismo tiempo una lnea de

    liquidez de corto plazo, sin condiciones y sin nece-

    sidad de planes de ajuste. Como lo han sealado Iz-

    quiedo y Talvi , la comunidad internacional mostr

    esta vez su presteza a asumir sin dilaciones el papel

    de prestador de ltima instancia. En 1998, las enti-

    dades multilaterales fueron tmidas. Esta vez, por el

    contrario, fueron atrevidas.

    Al mismo tiempo, muchos pases emergentes, inclui-

    dos varios latinoamericanos, tenan ms margen de

    maniobra. Los pases cuyos bancos centrales haban

    adoptado la poltica de Inacin Objetivo pudieron

    hacer poltica monetaria anticclica, esto es, bajar la

    tasa de inters como respuesta a la crisis nanciera.

    Otros pases, como Colombia, que no tenan grandes

    pasivos en dlares, pudieron dejar depreciar libre-

    mente el tipo de cambio. Y otros ms, como Chile,

    que haban creado fondos de estabilizacin en el

    perodo de expansin, pudieron aumentar el gasto

    pblico de manera sustancial para as compensar la

    cada de las ventas externas.

    En suma, el choque fue mayor en 2008 que en 1998

    pero sus efectos fueron mucho menores. Las razo-

    nes del mejor comportamiento reciente son tres: las

    economas emergentes estaban mejor preparadas,

    la comunidad internacional actu rpidamente para

    amortiguar el golpe y el manejo macroeconmico

    pudo tambin mitigar las consecuencias ms adver-

    sas de la crisis.

    Pero los riesgos persisten. Las economas emergentes

    deben lidiar ahora con ujos de capital creciente, al-

    tos precios de las materias primas, una posible rpida

    expansin del crdito y los riesgos concomitantes de

    una burbuja de activos y de una apreciacin de la tasa

    de cambio. Los desafos de poltica no han desapare-

    cido: han cambiado. Como arman Izquierdo y Talvi,

    no hay una receta clara para lidiar con los nuevos ries-

    gos. Pero toca mantener una actitud eclctica, una

    disposicin a usar todos los instrumentos disponibles:

    controles de capital, poltica scal anticclica, poltica

    de crdito e intervenciones en los mercados banca-

    rios.

    Pero ms all de los retos actuales, la historia de estas

    dos crisis muestra que las autoridades econmicas,

    locales e internacionales, aprendieron de la primera

    crisis y lograron entonces evitar que las consecuen-

    cias de la segunda fueran devastadoras.

    Economa

    1- Izquierdo, A. y E. Talvi, coordinadores, The Aftermath of the crisis: policy lessons and challenges ahead for Latin America and the Caribbean, Banco Interamerica-

    no de Desarrollo, 2010.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS