hipoacusia brusca

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la enfermedad del oido

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Page 1: Hipoacusia Brusca

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MedicinaGeneral

■ INTRODUCCIÓN

La hipoacusia brusca constituye una urgencia mé-dica que debe ser reconocida y tratada de forma ade-cuada en lo posible. Su diagnóstico correcto facilitaráel tratamiento precoz y descargará de ansiedad la vi-vencia de enfermedad que manifiesta el paciente, debi-do a su rápida y florida instauración. Su manejo no di-ferirá en función de la clasificación artificiosa que ladesdobla en súbita o instantánea, y forma rápida que seestablece a lo largo de varias horas. El abordaje inicialde esta entidad, a veces de difícil reconocimiento, serátributario de la Atención Primaria; es indispensable unenfoque seguro desde el principio, lo que está supedi-tado a un conocimiento clarificador de la misma.

■ CONCEPTO

La hipoacusia brusca se define como la apari-ción de una sordera neurosensorial de gran intensi-dad e instauración brusca, en minutos o días, que su-cede en individuos aparentemente sanos, sinantecedentes de enfermedad otológica y sin causaclara que lo justifique.

■ EPIDEMIOLOGÍA

Su incidencia oscila entre 5-15/100.000 ha-bitantes/año. Puede aparecer a cualquier edad,

pero es más frecuente entre la quinta y sexta dé-cada de la vida; el 75% de los casos se diagnosti-can en mujeres mayores de 40 años. Su presenta-ción suele ser unilateral; oscila entre el 4 y 20%los casos bilaterales. Sólo el 25-50% de ellos sondiagnosticados durante el primer mes tras el iniciode los síntomas.

■ ETIOLOGÍA

Aunque este capítulo permanece aún descono-cido, existen diversas teorías patogénicas admitidas.Las más extendidas entre la comunidad científica sonlas siguientes:

1) Teoría viral. La sordera brusca está en re-lación con el padecimiento de algunas enferme-dades víricas como sarampión, mononucleosis in-fecciosa, parotiditis y varicela. De hecho, existeel antecedente de catarro tubárico en el 30-40%de los casos.

2) Teoría vascular. Alteraciones vascularessistémicas afectan al oído interno, sobre todo enpacientes mayores de 40 años, en los que alocluirse la arteria auditiva interna por un trombo,por un vasoespasmo o por hiperviscosidad sanguí-nea, se induce una isquemia laberíntica.

3) Teoría de membranas. La existencia de fístu-las perilinfáticas puede ser explicada de diversas ma-neras, todas ellas intentando justificar la aparición desordera.

Hipoacusia brusca:aproximación diagnóstica y terapéuticaM.ª MORALES SALAS*, J. VENTURA DÍAZ**

*Residente del Área de Salud del Hospital Virgen Macarena. Sevilla.**FEA Otorrinolaringología. Servicio de ORL. Hospital Virgen Macarena. Sevilla.

REVISIÓN

http://www.mgyf.org/medicinageneral/mayo-2000/458-462.pdf

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REVISIÓNHIPOACUSIA BRUSCA

– roturas a nivel de la ventana oval o redondatras aumento de la presión intracraneal por manio-bras de Valsalva como tos, estreñimiento, levanta-miento de pesos o estornudos, lo que se transmitirá allaberinto a través del acueducto coclear o el conduc-to auditivo interno.

– Rotura intracoclear, como sucede en la enfer-medad de Menière

4) Teoría traumática. Podríamos considerar tresmecanismos:

– Trauma acústico, por exposición crónica alruido.

– Traumatismo craneoencefálico, por una vía si-milar a la del apartado anterior.

– Barotrauma, por aumentos de presión a travésde la trompa de Eustaquio o mediante el conductoauditivo externo.

5) Miscelánea. El empleo de fármacos ototóxi-cos, las malformaciones de la columna cervical, ia-trogenia quirúrgica y factores psicógenos, han sidotambién implicados en su génesis.

■ CLÍNICA

La hipoacusia como tal es el síntoma princeps,y se la considera de carácter perceptivo o neurosen-sorial, por lo general unilateral, de intensidad varia-ble, pero incapacitante, y de instauración rápida.Suele aparecer en minutos u horas, pero en la mayo-ría de los casos se define en menos de tres días. Lapérdida auditiva debe ser mayor a 30 dB en las fre-cuencias conversacionales (500-2000 Hz). Es habitualque la sordera se acompañe de otros síntomas comoson los siguientes:

A) Acúfenos. Aparecen hasta en el 60% de lospacientes. Preceden en horas a la hipoacusia en el25% de los casos. Suelen ser de frecuencias graves ypueden despertar al enfermo por las noches; desapa-recen en varias semanas.

B) Vértigo. No suele ser un vértigo giratorio; setrata más bien de un desequilibrio transitorio en el40% de los casos. En el 10% es incapacitante y afec-ta sobre todo a los pacientes con una posible etiolo-gía vascular del proceso. Suele persistir una semana;disminuye progresivamente su intensidad y su persis-tencia se relaciona con mal pronóstico, no en cuantoa recuperación auditiva, sino por etiologías tumoralesimplicadas. El vértigo suele recuperarse antes que lahipoacusia.

C) Sensación de plenitud ótica. Ante ella habráque descartar patología tubárica o la existencia de ta-pones de cerumen.

D) Otros. Otalgias erráticas, cefaleas.

■ DIAGNÓSTICO

El diagnóstico está basado en la sospecha clíni-ca y en exploraciones sencillas que se pueden reali-zar en cualquier consulta; los estudios complejos pa-ra descartar otras entidades clínicas asociadas sereservan para un segundo tiempo. Deberemos seguirlos siguientes escalones diagnósticos:

1) Exploración clínica– Otoscopia: será normal, lo que permitirá des-

cartar patologías óticas subyacentes y desconocidaspara el enfermo.

– Acumetría: se objetiva hipoacusia neurosenso-rial con Rinne + en el oído patológico y Weber late-ralizado al oído sano.

2) Exploración general– Exploración vestibular: nistagmus, Romberg,

Utemberger, Babinski.– Exploración neurológica: investigamos pares

craneales, sobre todo V y IX par, así como el territo-rio del nervio laríngeo superior.

– Fondo de ojo.– Tensión arterial, pulso periférico.3) Audiometría– Audiometría tonal: se realizara tan pronto co-

mo sea posible y se repetirá cada 2-3 días hasta laestabilización clínica. Se enmascarará el oído sanopara evitar la aparición de patrones fantasmas. En-contraremos varios tipos de curvas, dependiendo delas frecuencias conservadas. Se describen curvas conmorfología plana, ascendente, horizontal, descenden-te, en cúpula, en meseta o bien cofosis.

– Audiometría verbal: pone de manifiesto unahipoacusia coclear con alteración de la discrimina-ción en dos tercios de los casos.

– Audiometría supraliminar: nos mostrará unahipoacusia neural en dos tercios de los enfermos; escoclear en los casos restantes.

– Audiometría de adaptación patológica: obten-dremos valores normales en las hipoacusias coclea-res.

4) Otros estudios funcionales– Impedanciometría: explora la permeabilidad

tubárica que deberá ser normal en estos casos. El re-

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MedicinaGeneral

flejo estapedial estará abolido en el oído patológico yserá normal en el contralateral.

– Potenciales evocados auditivos: se realizaránúnicamente ante la sospecha de la existencia de pa-tología retrococlear.

– Electronistagmografía: existirá paresia ipsilate-ral en los casos de fístulas laberínticas. No se realiza-rá en la fase aguda.

5) Pruebas de laboratorioSe llevarán a cabo para descartar patología sis-

témica implicada en su origen.– Hemograma y estudio de coagulación: detec-

tará situaciones de poliglobulia, procesos linfoprolife-rativos y trastornos de la coagulación que condicio-nen un estado de hiperviscosidad sanguínea quefavorezca el embolismo en las pequeñas arterias.

– Bioquímica elemental.– Serología luética (VDRL, FTA-Abs).– Serología viral (VIH).– Anticuerpos e inmunocomplejos circulantes:

permitirán el diagnóstico de enfermedades autoinmu-nes.

– Estudio endocrino: determinación de hormo-nas tiroideas fundamentalmente.

6) Técnicas de imagen– Radiología simple cervical: mostrará posibles

alteraciones a nivel de la base del cráneo y la colum-na cervical.

– Radiología del hueso temporal (Schüler,Stenvers, poros acústicos): permitirá la aproxima-ción a entidades nosológicas diversas como neuri-nomas acústicos, otitis media crónica colesteato-matosa, mastoiditis u otros procesos que afectan alángulo pontocerebeloso.

– TAC y RMN: nos llevarán a descartar patolo-gía del ángulo pontocerebeloso y del conducto audi-tivo interno. El 2-4% de las hipoacusias bruscas esdebido a neurinomas y el 15% de los neurinomas de-buta con sordera brusca.

– Doppler de troncos supraaórticos.– Ecocardiograma: será de utilidad en el despis-

taje de procesos embolígenos.

■ EVOLUCIÓN

En general, se obtiene una recuperación totalauditiva en un tercio de los pacientes; en otro terciopermanece un umbral auditivo de 40-80 dB y el restoqueda con cofosis permanente. La recuperación com-

pleta sin tratamiento ocurre en el 33% de los pacien-tes y en un 50-60% se produce una mejoría progresi-va en quince días. Se ha observado que algunos en-fermos evolucionan a enfermedad de Menière yexcepcionalmente a sordera fluctuante o vértigo recu-rrente.

■ PRONÓSTICO

No se ha encontrado correlación positiva entreel grado de pérdida auditiva y las posibilidades de re-cuperación. Son factores de mal pronóstico los quese citan a continuación:

• pérdida en agudos.• vértigo asociado y alteraciones electronistag-

mográficas.• periodo de tiempo superior a siete días entre

el inicio de los síntomas / instauración del tratamien-to.

• audición contralateral comprometida.• mejoría lenta y demora en el inicio de la re-

cuperación funcional.• edad superior a 60 años o inferior a 15 años.• factores cardiovasculares de riesgo.

■ DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Existen enfermedades que durante su evoluciónpueden manifestarse como hipoacusia brusca, por loque deben ser tenidas siempre presentes.

1) Neoplasias– Tumores del ángulo pontocerebeloso: el neuri-

noma del acústico es una lesión capaz de manifestar-se inicialmente como sordera súbita esencial por obs-trucción de la arteria auditiva interna o debido ahemorragia a este nivel. La mejoría de una hipoacu-sia unilateral de aparición brusca no descarta la exis-tencia de un neurinoma.

– Metástasis de tumores primarios de cabeza ycuello, o bien localizados a nivel infraclavicular.

– Síndromes paraneoplásicos: meningiosis, oatcell.

2) Infecciones: sífilis, encefalitis víricas, bacte-rianas o fúngicas en inmunodeprimidos.

3) Enfermedades neurológicas: consideraremosla esclerosis múltiple que se diagnostica en un 2%de los casos a través de un episodio de sorderabrusca.

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REVISIÓNHIPOACUSIA BRUSCA

4) Fármacos ototóxicos: por uso local (amino-glucósidos) o bien por administración sistémica (ami-noglucósidos, diuréticos, antineoplásicos).

5) Enfermedades autoinmunes: vasculitis (panar-teritis nodosa), enteritis regional, lupus eritematososistémico, policondritis recidivante.

■ TRATAMIENTO

No existe ningún tratamiento de probada efica-cia para el manejo de estos enfermos, ya que existencasos de recuperación parcial o total con abstenciónterapéutica. A pesar de ello, existe unanimidad encuanto a que éste deberá iniciarse lo antes posible,ya que cuanto menor es el tiempo transcurrido entreel inicio de la sintomatología y el comienzo del tra-tamiento mayores son las posibilidades de recupera-ción auditiva. No deberemos abandonar el arsenalterapéutico disponible incluso cuando hayan transcu-rrido varias semanas desde la aparición del cuadroclínico.

La hospitalización facilita el cumplimiento de laterapéutica prescrita y asegura las mejores condicio-nes de reposo para el paciente.

Como medida general el enfermo guardará re-

poso en cama, con la cabeza incorporada 35-45º,evitando situaciones que aumenten la presión sobreel oído interno. El paciente evitará el estrés, y noconsumirá tóxicos como alcohol o tabaco.

Dependiendo de la etiología sospechada, exis-ten diferentes posibilidades de tratamiento.

1) Tratamientos médicos– Etiología vascular: vasodilatadores sistémicos

y cerebrales.– Etiología infecciosa: corticoides asociados al

complejo B.– Etiología autoinmune: corticoterapia.2) Tratamiento quirúrgico Es la timpanotomía exploradora. Ante la sospecha

de una fístula perilinfática se realiza este abordaje con elobjetivo de identificarla y sellarla. Sin embargo, la actitudactual es conservadora, ya que esta técnica supondría untrauma en un sistema auditivo ya comprometido.

Son múltiples los fármacos empleados para el tra-tamiento empírico de estos procesos (Tabla I). Ya que enla mayoría de los casos la etiología permanece incierta,nosotros proponemos la siguiente pauta de tratamiento:

– Metil prednisolona: 40-80 mg / 24 horas IV,en dosis única por las mañanas durante cinco días.

– Complejo B1B6B12: un vial / 24 horas IM, cincodías.

– Piracetam: 3 g / 8 horas IV, durante cinco días. – Nimodipino: mediante bomba de perfusión se

administran 15 mg / Kg / hora, durante las dos prime-ras horas; si no se producen descensos tensionalesimportantes, se duplicará la dosis para permanecercon esta pauta hasta completar los cinco días de tra-tamiento intravenoso.

Posteriormente, se pasará la medicación a víaoral, con las siguientes recomendaciones, que semantendrán durante quince días:

– Metil prednisolona: 40 mg / 24 horas VO, enuna sola dosis por las mañanas, que se reducirán pro-gresivamente a partir de las dos semanas, hasta sus-pender definitivamente.

– Complejo B: 1 comprimido / 8 horas VO, 15 días.– Piracetam: 800 mg / 8 horas VO, 15 días.– Nimodipino: 30 mg / 8 horas VO, 15 días.Si el retraso en el inicio del tratamiento es supe-

rior a 72 horas, podrá administrarse de entrada lamedicación por vía oral y realizar un tratamiento do-miciliario guardando las recomendaciones generalesantes reseñadas; se mantendrá durante 21 días sin in-terrupción. Transcurrido este tiempo, el paciente seráreevaluado.

Fármacos utilizados en la hipoacusia brusca

■ TABLA I

A) ANTIVÍRICOS

– Mixoviramicina – Teosemiclarbazonas

– Lizosima – Adamantadina

– Distomicina

B) VASODILATADORES

– Histamina – Ácido Nicotínico – Buflomedil

– Atropina – Novocaína – PGE

– Papaverina – Flunarazina – CO2+O2

C) ANTIHISTAMÍNICOS

D) CORTICOIDES

– ACTH

– Prednisona

E) DIURÉTICOS

– Acetazolamida

– Mercuriales

F) OTROS

– Derivados del ácido triyodobenzoico

– Heparina

– Dextrano

– Vitamina B

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MedicinaGeneral

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■ BIBLIOGRAFÍA

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