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Editado por Hermandades del Trabajo Nº 723 n FEBRERO 2017 as primeras medidas tomadas por Donald Trump, desde que tomó posesión de la Presi- dencia de Estados Unidos, están dividiendo a la sociedad norteamericana y han puesto en aler- ta a las cancillerías de los países más poderosos de la Tierra, tanto a los que han sido hasta ahora sus aliados como aquellos que tienen intereses enfren- tados, al menos en potencia. La derogación del Obamacare, la amenaza de re- ducir las aportaciones a la O.N.U.; la eliminación del TTIP; las restricciones a la inmigración que se anuncian y que han empezando con la prohibición temporal de entrada a los nacionales de Irak, Irán, Siria, Libia, Sudán, Somalia y Yemen; y la confirma- ción de la intención de construir el muro en la fron- tera con México con la pretensión de que se pague gravando las importaciones o los envíos de reme- sas de los emigrantes de este país, que ha impedi- do la visita del Presidente Peña Nieto, han estado en la agenda presidencial. No cabe duda que Trump ha sido elegido demo- cráticamente y que estas medidas figuraban en su programa electoral por el que fue votado. Pero no es menos cierto que de continuar por esta senda, además de marcar un punto de inflexión en la po- lítica estadounidense, con consecuencias imprevi- sibles en el exterior, contribuirá a crear fuertes di- visiones internas. De momento, se ha producido una inusual contestación a Trump y un enfrenta- miento con la prensa. Es de esperar que una nación que ha vivido siempre en democracia y que tiene una constitu- ción que perdura después de más de dos siglos, con una nítida separación de los poderes tradicio- nales y un poderoso sistema de equilibrio institu- cional (“check and balance”) logre moderar los po- deres del Presidente, como atisbó Alexis de Toc- queville durante su visita al país en 1831. Así des- cribía el pensador francés al pueblo que llegó a ser un siglo más tarde el más poderoso de la tie- rra: “He encontrado en Norteamérica ciertas aso- ciaciones, de las cuales confieso que ni aun siquie- ra tenía idea, y muchas veces he admirado el arte prodigioso con que los habitantes de Estados Uni- dos determinan un fin común para los esfuerzos de un gran número de hombres, haciéndolos mar- char hacia él libremente […]. Así, el país más de- mocrático de la Tierra es aquel en el que los hom- bres han perfeccionado más el arte de seguir en común el objeto de sus deseos […] Tan pronto co- mo varios habitantes de los Estados Unidos conci- ben un sentimiento o una idea que quieren propa- gar en el mundo, se buscan con insistencia y así se encuentran y se unen. […] La doctrina del inte- rés bien entendido no produce afectos extrema- dos; pero sugiere cada día pequeños sacrificios. Por sí sola, no podría hacer a un hombre virtuoso, mas sí formar a una gran cantidad de ciudadanos sobrios, arreglados, templados, precavidos y due- ños de sí mismos […] HERMANDADES EN INTERNET www.hermandadestrabajo.es LEGADO DE D. ABUNDIO 70 AÑOS DE HISTORIA: D. ABUNDIO (IV) De Miguel Parmantié PÁGINA 2 .................................................................................. PAPA FRANCISCO MENSAJE DEL PAPA PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y EL REFUGIADO PÁGNAS 3 Y 4 ................................................................................. LABORAL-DSI LOS VALORES MORALES EN EL MUNDO DEL TRABAJO El derecho al trabajo (IV), De Antonio Molina Schmid PÁGINA 8 .................................................................................. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA DE LA IGLESIA Y DE LOS POBRES (I) Por Ignacio María Fernández de To- rres,Consiliario del Centro de Madrid de HHT PÁGINA 9 .................................................................................. SOCIEDAD NUESTROS HIJOS Y LAS REDES SOCIALES De Guadalupe Mejorado PÁGINA 11 L ¡VUELVE, TOCQUEVILLE!

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Page 1: HERMANDADES EN …ral de Seguridad …Y si las cifras cantan, allá va una estadística de actividades publica-da en nuestro órgano periodístico MAS, presentada en la última Asamblea

Editado por Hermandades del Trabajo � Nº 723 n FEBRERO 2017

as primeras medidas tomadas por DonaldTrump, desde que tomó posesión de la Presi-dencia de Estados Unidos, están dividiendo a lasociedad norteamericana y han puesto en aler-

ta a las cancillerías de los países más poderosos dela Tierra, tanto a los que han sido hasta ahora susaliados como aquellos que tienen intereses enfren-tados, al menos en potencia.

La derogación del Obamacare, la amenaza de re-ducir las aportaciones a la O.N.U.; la eliminacióndel TTIP; las restricciones a la inmigración que seanuncian y que han empezando con la prohibicióntemporal de entrada a los nacionales de Irak, Irán,Siria, Libia, Sudán, Somalia y Yemen; y la confirma-ción de la intención de construir el muro en la fron-tera con México con la pretensión de que se paguegravando las importaciones o los envíos de reme-sas de los emigrantes de este país, que ha impedi-do la visita del Presidente Peña Nieto, han estadoen la agenda presidencial.

No cabe duda que Trump ha sido elegido demo-cráticamente y que estas medidas figuraban en suprograma electoral por el que fue votado. Pero noes menos cierto que de continuar por esta senda,además de marcar un punto de inflexión en la po-lítica estadounidense, con consecuencias imprevi-sibles en el exterior, contribuirá a crear fuertes di-visiones internas. De momento, se ha producidouna inusual contestación a Trump y un enfrenta-miento con la prensa.

Es de esperar que una nación que ha vividosiempre en democracia y que tiene una constitu-ción que perdura después de más de dos siglos,con una nítida separación de los poderes tradicio-nales y un poderoso sistema de equilibrio institu-cional (“check and balance”) logre moderar los po-deres del Presidente, como atisbó Alexis de Toc-queville durante su visita al país en 1831. Así des-cribía el pensador francés al pueblo que llegó aser un siglo más tarde el más poderoso de la tie-rra:

“He encontrado en Norteamérica ciertas aso-ciaciones, de las cuales confieso que ni aun siquie-ra tenía idea, y muchas veces he admirado el arteprodigioso con que los habitantes de Estados Uni-dos determinan un fin común para los esfuerzosde un gran número de hombres, haciéndolos mar-char hacia él libremente […]. Así, el país más de-mocrático de la Tierra es aquel en el que los hom-bres han perfeccionado más el arte de seguir encomún el objeto de sus deseos […] Tan pronto co-mo varios habitantes de los Estados Unidos conci-ben un sentimiento o una idea que quieren propa-gar en el mundo, se buscan con insistencia y asíse encuentran y se unen. […] La doctrina del inte-rés bien entendido no produce afectos extrema-dos; pero sugiere cada día pequeños sacrificios.Por sí sola, no podría hacer a un hombre virtuoso,mas sí formar a una gran cantidad de ciudadanossobrios, arreglados, templados, precavidos y due-ños de sí mismos […]

HERMANDADES EN INTERNET wwwwww..hheerrmmaannddaaddeessttrraabbaajjoo..eess

LEGADO DE D. ABUNDIO

70 AÑOS DE HISTORIA:D. ABUNDIO (IV) De Miguel Parmantié

PPÁÁGGIINNAA 22

....................................................................................................................................................................

PAPA FRANCISCO

MENSAJE DEL PAPA PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTEY EL REFUGIADO

PPÁÁGGNNAASS 33 YY 44

..................................................................................................................................................................

LABORAL-DSI

LOS VALORES MORALESEN EL MUNDO DEL TRABAJO El derecho al trabajo (IV), De Antonio Molina Schmid

PPÁÁGGIINNAA 88

.................................................................................................................................................................. ..

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

DE LA IGLESIA Y DE LOS POBRES (I)Por Ignacio María Fernández de To-rres,Consiliario del Centro de Madridde HHT

PPÁÁGGIINNAA 99

.................................................................................................................................................................. ..

SOCIEDAD

NUESTROS HIJOS Y LAS REDES SOCIALESDe Guadalupe Mejorado

PPÁÁGGIINNAA 1111

L¡VUELVE, TOCQUEVILLE!

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2 mas FEBRERO 2017

El legado de D. Abundio

En el número de mayo de 1955,MAS publicó un largo artículode Don Abundio sobre los pri-meros ocho años de existenciade las Hermandades del Traba-jo. El Siervo de Dios describe endetalle y con abundantes cifrasel desarrollo de la obra y suidentidad fundamental comoobra apostólicosocial. El LEGA-DO resume necesariamente esteimportante texto, y, para ver eloriginal, remitimos el lector alas páginas 187-192 del libroAbundio García Román, Servi-dor del Evangelio a favor delos trabajadores (Dir. Juan Car-los Carvajal Blanco).

“Os contaré una historia confi-dencial…Muchas veces muchosme han preguntado qué son lasHermandades. Yo siempre he re-huido la respuesta por temor alempaque de una definición. ‘Venidy lo veréis’, cuando más he respon-dido. A vosotros, sin embargo, os loexplicaré como anecdotario.

Daba yo unos Ejercicios Espiri-tuales en Villa San Pablo, y allí mellamó el señor obispo con la noticiade que me habían nombrado asesorreligioso de Sindicatos. Era este elprimero que se nombraba en Espa-ña y desconocía, por consiguiente,su cometido y alcance. Otro día enla clausura de un Congreso de la Ju-ventud Masculina de Acción Católi-ca, el propio prelado, habló de mícomo consiliario de las SeccionesObreras de las Juventudes de Ac-ción Católica. Y así me vi de golpemetido en lo social. Ni que decir tie-ne que este segundo cargo, sin másfirmas ni emolumentos, me cautivómucho más que el primero con to-da su propaganda, toma solemnede posesión y saludos oficiales deenhorabuena.

Me senté en mi despacho y co-mencé a otear ese mundo laboralpara mí desconocido. Venía de ex-plicar Latín y Literatura en las aulasdel Seminario. Podéis figuraros miextrañeza.

- ¿A ti no te gusta lo social?

Notó el señor obispo en mí un

gesto extraño que yo rectifiqué ex-plicando:

- A mí no me disgusta lo que VE.me mande.

Lo dije sin tontería y con todasinceridad.

Con grupos de jóvenes y mucha-chos de Acción Católica comencémis contactos con el mundo del tra-bajo. Luego con visitas a Empresascomo asesor de Sindicatos. Inme-diatamente mon-té los domingosfestivales matina-les en cines y tea-tros céntricos; elBilbao, Chueca yMetropolitanoson testigos, en-tre otros. Aquíreunía un gentíonumeroso que du-rante la semanahabía yo recluta-do en mis visitaspor las Empresas. Auténtica gentede trabajo, nada afín, por otra par-te, al ejercicio del apostolado…Dela masa fluctuante y movida delos festivales domingueros ibanquedando unos pocos que yo sedi-mentaba en reuniones de estudiosemanales, retiros mensuales…

No cabíamos en las filas de la Ac-ción Católica, de donde hubimos desalir por consejo del entonces presi-dente nacional, para abrir cauce yrumbo nuevo. La cosa por lo visto,ya entonces merecía la pena. Dioses testigo de nuestros esfuerzospor no romper moldes ni traspasarfronteras.

Con signo innovador saltamos ala arena. Las Hermandades consi-guieron muy pronto sus típicaspeculiaridades: carácter masivo,estilo abierto y alegre por escena-rios y pantallas, formación deporti-va encuadrada, de carácter mixtopor profesiones y Empresas, sellomarcadamente social que absorbíaincluso de momento a lo piadoso,práctica heroica de la caridad entrelos compañeros de trabajo. Sin em-bargo, muy pronto nos aprestamos,como era natural, a formar cuadrosdirigentes para quienes no regatea-

mos esfuerzos ni sacrificios, Cursi-llos ininterrumpidos, Ejercicios Es-pirituales en régimen de internado,Cenáculos semanales, Academias yEscuelas de Propaganda, Vanguar-dias de Santa María, Grupos Apos-tólicos, son procedimientos y estí-mulos donde se agrupan y capaci-tan nuestros dirigentes. Como erade esperar, encontramos primera-mente ambiente más favorable enlos medios femeninos de trabajo.Hoy, sin embargo, los hombres ex-

ceden en número alas mujeres.

El número deHermandades for-madas hasta la fe-cha llegan a veinte.Todas con la consi-guiente aprobacióndel Obispado y dela Dirección Gene-ral de Seguridad…Y si las cifrascantan, allá va una

estadística de actividades publica-da en nuestro órgano periodísticoMAS, presentada en la últimaAsamblea de fin de año, como resu-men de la labor realizada en el año1954. El número de los afiliados as-ciende a 25.000…

La labor de formación se reparteentre los Grupos Apostólicos, Es-cuelas de Dirigentes y Escuelas dePropaganda…

De formación profesional tene-mos abiertas quince clases, con untotal de 220 alumnos. Las enseñan-zas más concurridas son las deContabilidad, Dibujo, Inglés, Fran-cés, Cultura General, Corte, Pueri-cultura, Radiodifusión y Periodis-mo…

Cada Hermandad cuenta conuna auténtica levadura apostólicaque se conoce con el nombre deGrupo Apostólico, con obligacionespiadosas determinadas. El númerooficial de afiliados a estos gruposen las distintas Hermandades es elde 500 mujeres y 290 hombres. To-davía existe una distinguida selec-ción conocida con el nombre deVanguardias de Santa María, con 40hombres y 72 mujeres, con redobla-

das obligaciones piadosas y apostó-licas...

Los cenáculos son actos eucarísti-cos semanales que celebran por sepa-rado hombres y mujeres todos los jue-ves del año. Asistencia normal por ac-to: mujeres 400, hombres 250…

Lo social tiene para nosotrosuna importancia capital. Por Dios,no se confunda esto con lo sindical.Incluimos en este cometido unaformación ortodoxa a la luz de ladoctrina social católica, juntamen-te con las ventajas y ayudas econó-micas que podamos brindar anuestros afiliados. Con lecciones se-manales y cursillos mensuales (aho-ra estamos dando uno sobre Sindica-lismo), capacitamos a nuestros afi-liados para poder desempeñar pues-tos y cargos que la vida social les de-pare. Sin tópicos ni latiguillos, con laverdad cruda en la mano, abrimoscauce sereno a las legítimas aspira-ciones y ayudamos a nuestra masaen su justa reivindicación. Pero so-bre todas las obras. De este modo seentiende lo social en las Hermanda-des. Contamos con dos residenciasde veraneo: una en la sierra y otraen el mar. Una Cooperativa de Con-sumo y otra de Crédito. Una Caja So-cial de Ahorro en la que podemosofrecer un tanto por ciento de inte-rés mayor que en otro cualquier es-tablecimiento. La Obra de la Vivien-da, que hoy se llama Diocesana, secreó en nuestras filas de Hermanda-des. Ya cuenta con realidades y estáa punto de concluir la colonia del Pa-triarca. Eijo y Garay por valor de 43millones de pesetas.

Ya nada más. Esto son las Her-mandades. Una realidad diocesa-na con ramificaciones más o me-nos notables en todas las provin-cias de España.

Todo gracias a Dios y a nuestroquerido señor Patriarca, que siem-pre nos ha distinguido con su cari-ño y su favor.

Y como conclusión final. Si Diosno nos ha escatimado sus graciasni nuestro prelado su entusiasmo,no creo que pueda haber lugar adudas ni reticencias”.

70 Años de Historia: “¿Qué son las Hermandades del Trabajo?” (IV)

Por Miguel Parmantié

“De la masa fluctuantey movida de los festi-vales dominguerosiban quedando unospocos que yo sedimen-taba en reuniones deestudio semanales, re-tiros mensuales…”

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FEBRERO 2017 mas 3

Iglesia

«Emigrantes menores de edad, vulnerables y sin voz»Mensaje del papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado«Emigrantes menores de edad, vul-

nerables y sin voz»

Queridos hermanos y hermanas:«El que acoge a un niño como este

en mi nombre, me acoge a mí; y el queme acoge a mí, no me acoge a mí, si-no al que me ha enviado» (Mc 9,37;cf. Mt 18,5; Lc 9,48; Jn 13,20). Conestas palabras, los evangelistas re-cuerdan a la comunidad cristianauna enseñanza de Jesús que apasio-na y, a la vez, compromete. Estaspalabras en la dinámica de la acogi-da trazan el camino seguro queconduce a Dios, partiendo de losmás pequeños y pasando por el Sal-vador. Precisamente la acogida escondición necesaria para que esteitinerario se concrete: Dios se hahecho uno de nosotros, en Jesús seha hecho niño y la apertura a Diosen la fe, que alimenta la esperanza,se manifiesta en la cercanía afec-tuosa hacia los más pequeños y dé-biles. La caridad, la fe y la esperan-za están involucradas en las obrasde misericordia, tanto espiritualescomo corporales, que hemos redes-cubierto durante el reciente Jubileoextraordinario.

Pero los evangelistas se fijantambién en la responsabilidad delque actúa en contra de la misericor-dia: «Al que escandalice a uno de es-tos pequeños que creen en mí, más levaldría que le colgasen una piedra demolino al cuello y lo arrojasen al fon-do del mar» (Mt 18,6; cf. Mc 9,42; Lc17,2). ¿Cómo no pensar en esta se-vera advertencia cuando se consi-dera la explotación ejercida porgente sin escrúpulos, ocasionandodaño a tantos niños y niñas, queson iniciados en la prostitución oatrapados en la red de la pornogra-fía, esclavizados por el trabajo demenores o reclutados como solda-dos, involucrados en el tráfico dedrogas y en otras formas de delin-cuencia, obligados a huir de conflic-tos y persecuciones, con el riesgode acabar solos y abandonados?

Por eso, con motivo de la Jorna-da Mundial del Emigrante y del Re-fugiado, que se celebra cada año,deseo llamar la atención sobre larealidad de los emigrantes menoresde edad, especialmente los que es-tán solos, instando a todos a hacer-

se cargo de los niños, que se en-cuentran desprotegidos por tresmotivos: porque son menores, ex-tranjeros e indefensos; por diversasrazones, son forzados a vivir lejosde su tierra natal y separados delafecto de su familia.

Hoy, la emigración no es un fe-nómeno limitado a algunas zonasdel planeta, sino que afecta a todoslos continentes yestá adquiriendocada vez más la di-mensión de unadramática cues-tión mundial. Nose trata sólo depersonas en buscade un trabajo dig-no o de condicio-nes de vida mejor,sino también dehombres y muje-res, ancianos y ni-ños que se venobligados a aban-donar sus casascon la esperanzade salvarse y en-contrar en otroslugares paz y seguridad. Son princi-palmente los niños quienes más su-fren las graves consecuencias de laemigración, casi siempre causadapor la violencia, la miseria y lascondiciones ambientales, factores alos que hay que añadir la globaliza-ción en sus aspectos negativos. Lacarrera desenfrenada hacia un enri-quecimiento rápido y fácil llevaconsigo también el aumento de pla-gas monstruosas como el tráfico deniños, la explotación y el abuso demenores y, en general, la privaciónde los derechos propios de la niñezsancionados por la Convención In-ternacional sobre los Derechos de laInfancia.

La edad infantil, por su particu-lar fragilidad, tiene unas exigenciasúnicas e irrenunciables. En primerlugar, el derecho a un ambiente fa-miliar sano y seguro donde se pue-da crecer bajo la guía y el ejemplode un padre y una madre; además,el derecho-deber de recibir unaeducación adecuada, sobre todo enla familia y también en la escuela,donde los niños puedan crecer co-mo personas y protagonistas de su

propio futuro y del respectivo país.De hecho, en muchas partes delmundo, leer, escribir y hacer cálcu-los elementales sigue siendo privi-legio de unos pocos. Todos los ni-ños tienen derecho a jugar y a rea-lizar actividades recreativas, tienenderecho en definitiva a ser niños.

Sin embargo, los niños constitu-yen el grupo más vulnerable entrelos emigrantes, porque, mientras

se asoman a la vi-da, son invisibles yno tienen voz: laprecariedad los pri-va de documentos,ocultándolos a losojos del mundo; laausencia de adultosque los acompañenimpide que su vozse alce y sea escu-chada. De ese mo-do, los niños emi-grantes acaban fá-cilmente en lo másbajo de la degrada-ción humana, don-de la ilegalidad y laviolencia quemanen un instante el

futuro de muchos inocentes, mien-tras que la red de los abusos a losmenores resulta difícil de romper.

¿Cómo responder a esta reali-dad?

En primer lugar, siendo cons-cientes de que el fenómeno de laemigración no está separado de lahistoria de la salvación, es más, for-ma parte de ella. Está conectado aun mandamiento de Dios: «No opri-mirás ni vejarás al forastero, por-que forasteros fuisteis vosotros enEgipto» (Ex 22,20); «Amaréis al fo-rastero, porque forasteros fuisteisen Egipto» (Dt 10,19). Este fenóme-no es un signo de los tiempos, un sig-no que habla de la acción providen-cial de Dios en la historia y en la co-munidad humana con vistas a lacomunión universal. Sin ignorar losproblemas ni, tampoco, los dramasy tragedias de la emigración, así co-mo las dificultades que lleva consi-go la acogida digna de estas perso-nas, la Iglesia anima a reconocer elplan de Dios, incluso en este fenó-meno, con la certeza de que nadiees extranjero en la comunidad cris-

tiana, que abraza «todas las nacio-nes, razas, pueblos y lenguas» (Ap7,9). Cada uno es valioso, las perso-nas son más importantes que lascosas, y el valor de cada instituciónse mide por el modo en que trata lavida y la dignidad del ser humano,especialmente en situaciones devulnerabilidad, como es el caso delos niños emigrantes.

También es necesario centrarseen la protección, la integración y ensoluciones estables.

Ante todo, se trata de adoptartodas las medidas necesarias paraque se asegure a los niños emigran-tes protección y defensa, ya que «es-tos chicos y chicas terminan confrecuencia en la calle, abandonadosa sí mismos y víctimas de explota-dores sin escrúpulos que, más deuna vez, los transforman en objetode violencia física, moral y sexual»(Benedicto XVI, ).

Por otra parte, la línea divisoriaentre la emigración y el tráfico pue-de ser en ocasiones muy sutil. Haymuchos factores que contribuyen acrear un estado de vulnerabilidaden los emigrantes, especialmente sison niños: la indigencia y la falta demedios de supervivencia ¯a lo quehabría que añadir las expectativasirreales inducidas por los mediosde comunicación¯; el bajo nivel dealfabetización; el desconocimientode las leyes, la cultura y, a menudo,de la lengua de los países de acogi-da. Esto los hace dependientes físi-ca y psicológicamente. Pero el im-pulso más fuerte hacia la explota-ción y el abuso de los niños viene acausa de la demanda. Si no se en-cuentra el modo de intervenir conmayor rigor y eficacia ante los ex-plotadores, no se podrán detenerlas numerosas formas de esclavitudde las que son víctimas los menoresde edad.

Es necesario, por tanto, que losinmigrantes, precisamente por elbien de sus hijos, cooperen cada vezmás estrechamente con las comuni-dades que los acogen. Con muchagratitud miramos a los organismose instituciones, eclesiales y civiles,

(Sigue en pág. 4)

“Deseo llamar la aten-ción sobre la realidad delos emigrantes menoresde edad, especialmentelos que están solos,instando a todos a ha-cerse cargo de los ni-ños, que se encuentrandesprotegidos por tresmotivos: porque sonmenores, extranjeros eindefensos.”

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4 mas FEBRERO 2017

Editado por las Hermandades del TrabajoDirector: Carlos Salcedo Peñalver

Consejo de Redacción: María Luisa San Juan, María José Plaza, Fernando GarcíaAdrianzén, Maruja Jiménez, Antonio Molina Schmid, Miguel Parmentie, Juan Rico.

Redacción y Administración: C/ JUAN DE AUSTRIA, 6, BAJO B. 8010 MADRID.

TELÉFONO. 91 445 03 93. Depósito Legal M- 13.409-58. Imprime: ROTOMADRID. Los trabajos firmados que se publiquen en MAS no reflejan necesariamente la opi-nión del CONSEJO NACIONAL DE LAS HERMANDADES DEL TRABAJO, sino, exclusi-vamente, las de los respectivos autores.

mas

(Viene de la pág. 3)

que con gran esfuerzo ofrecentiempo y recursos para protegera los niños de las distintas for-mas de abuso. Es importante quese implemente una cooperacióncada vez más eficaz y eficiente,basada no sólo en el intercambiode información, sino también enla intensificación de unas redescapaces que puedan asegurar in-tervenciones tempestivas y capi-lares. No hay que subestimar elhecho de que la fuerza extraordi-naria de las comunidades ecle-siales se revela sobre todo cuan-do hay unidad de oración y co-munión en la fraternidad

En segundo lugar, es necesa-rio trabajar por la integración delos niños y los jóvenes emigran-tes. Ellos dependen totalmentede la comunidad de adultos y,muy a menudo, la falta de recur-sos económicos es un obstáculopara la adopción de políticasadecuadas de acogida, asistenciae inclusión. En consecuencia, enlugar de favorecer la integraciónsocial de los niños emigrantes, oprogramas de repatriación segu-ra y asistida, se busca sólo impe-dir su entrada, beneficiando deeste modo que se recurra a redesilegales; o también son enviadosde vuelta a su país de origen sinasegurarse de que esto corres-ponda realmente a su «interéssuperior».

La situación de los emigrantesmenores de edad se agrava mástodavía cuando se encuentran ensituación irregular o cuando soncaptados por el crimen organiza-do. Entonces, se les destina confrecuencia a centros de deten-ción. No es raro que sean arresta-dos y, puesto que no tienen dine-ro para pagar la fianza o el viajede vuelta, pueden permanecerpor largos períodos de tiempo re-cluidos, expuestos a abusos y vio-lencias de todo tipo. En esos ca-sos, el derecho de los Estados agestionar los flujos migratorios ya salvaguardar el bien común na-cional se tiene que conjugar conla obligación de resolver y regula-rizar la situación de los emigran-tes menores de edad, respetandoplenamente su dignidad y tratan-do de responder a sus necesida-des, cuando están solos, perotambién a las de sus padres, porel bien de todo el núcleo familiar.

Sigue siendo crucial que seadopten adecuados procedimien-

tos nacionales y planes de coope-ración acordados entre los paísesde origen y los de acogida, paraeliminar las causas de la emigra-ción forzada de los niños.

En tercer lugar, dirijo a todosun vehemente llamamiento paraque se busquen y adopten solu-ciones permanentes. Puesto queeste es un fenómeno complejo, lacuestión de los emigrantes me-nores de edad se debe afrontardesde la raíz. Las guerras, la vio-lación de los derechos humanos,la corrupción, la pobreza, losdesequilibrios y desastres am-bientales son parte de las causasdel problema. Los niños son losprimeros en sufrirlas, padecien-do a veces torturas y castigoscorporales, que se unen a las detipo moral y psíquico, dejándolesa menudo huellas imborrables.

Por tanto, es absolutamentenecesario que se afronten en lospaíses de origen las causas queprovocan la emigración. Esto re-quiere, como primer paso, elcompromiso de toda la Comuni-dad internacional para acabarcon los conflictos y la violenciaque obligan a las personas a huir.Además, se requiere una visiónde futuro, que sepa proyectarprogramas adecuados para laszonas afectadas por la inestabili-dad y por las más graves injusti-cias, para que a todos se les ga-rantice el acceso a un desarrolloauténtico que promueva el biende los niños y niñas, esperanzade la humanidad.

Por último, deseo dirigir unapalabra a vosotros, que camináisal lado de los niños y jóvenes porlos caminos de la emigración:ellos necesitan vuestra valiosaayuda, y la Iglesia también os ne-cesita y os apoya en el serviciogeneroso que prestáis. No os can-séis de dar con audacia un buentestimonio del Evangelio, que osllama a reconocer y a acoger alSeñor Jesús, presente en los máspequeños y vulnerables.

Encomiendo a todos los niñosemigrantes, a sus familias, suscomunidades y a vosotros, queestáis cerca de ellos, a la protec-ción de la Sagrada Familia de Na-zaret, para que vele sobre cadauno y os acompañe en el camino;y junto a mi oración os impartola Bendición Apostólica.

15 de enero de 2017

a reciente Conferencia de Presidentes de Comunidades Autónomas pa-ra buscar las bases de un nuevo sistema de financiación, un sudoku di-fícil de resolver, en palabras del ex-ministro Solbes, vuelve a poner so-bre la mesa la discusión sobre el tamaño del Estado. Otro hecho a te-

ner en cuenta para esta discusión ha sido la medida adoptada hace unos dí-as por la Presidenta de la Junta de Andalucía, de reducir el horario de losfuncionarios de su Comunidad, a una jornada de 35 horas semanales. Otracomunidad de signo político opuesto, la de Castilla-León tiene intención dehacer lo mismo.

¿Pueden hacerlo? Por supuesto, ya que tienen la legitimidad democráti-ca surgida de las urnas. ¿Contribuye esta medida al bien común de sus res-pectivas comunidades o de España?

En 1978, España pasó de un Estado centralizado al llamado Estado de lasAutonomías. En 1975 la Deuda Pública de España era prácticamente inexis-tente; en 2016 estaremos alrededor del 100 % del PIB. Al comenzar la tran-sición el número de funcionarios era del orden de 700/750.000, mientrasque ahora estamos en unos 3.100.000/3.200.000, amén de los asesores queno son funcionarios. Es cierto que estas cifras se pueden, en cierta manera,“justificar”: incremento notable del gasto sanitario, educativo y en pago depensiones, pero no es menos cierto que aquí hay que computar también ae-ropuertos y obras públicas innecesarias, saneamiento de cajas de ahorroquebradas por mangoneo de los políticos, exceso de funcionarios y unaenorme corrupción que ha ido in crescendo, desde hace más de veinte años(confiemos que hayamos tocado techo). Es claro que puede haber sectoresque precisen aumento de plantillas: policías, sanitarios, educadores, peroaquí contemplamos el fenómeno globalmente.

No cabe duda que cualquier decisión de política económica adoptada porlas Administraciones Públicas, beneficia a unas personas pero también pue-de perjudicar a otras. Aquí es donde se ve a los buenos gobernantes que sa-ben buscar los intereses generales a corto y largo plazo, no únicamente losde su partido o incluso los suyos propios. Una sociedad humana política (es-tado, nación, país) puede permitirse unos determinados niveles de gasto ydeuda pública. Si los sobrepasa pone en peligro su equilibrio. ¿Cuánto habráque recortar el gasto social cuando suba el coste financiero de la deuda queahora se está pagando al 1%? ¿Qué pasará cuando se agote este año el fon-do de las pensiones? Respuesta del gobierno: “Nada, lo financiaremos emi-tiendo más deuda pública. Los mercados nos financian todo lo que Españanecesita cada año”. Respuesta a la respuesta: ¿Hasta cuándo? ¿Y si sobrevie-ne otra crisis? ¿Cuándo empezaremos a amortizar la deuda que tenemos?¿Sobre quién va a recaer este coste? La contestación a esta pregunta estámeridianamente clara, sobre las generaciones jóvenes; sobre nuestros hijosy nietos. ¿Es justo esto? ¿Contribuye al bien común? ¿No habrá que reali-zar algunos ajustes en el gasto público innecesario, en beneficio de una ma-yor justicia intergeneracional?

L

OpiniónEESSTTAADDOO SSOOBBRREEDDIIMMEENNSSIIOONNAADDOO

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Visita Pastoral e Institucional del SERCOIN

Con las Hermandades del Trabajo de SanJosé de Costa Rica (Final de etapa)

Por María José Plaza

FEBRERO 2017 mas 5

Hermandades

El martes 23 de agosto partimosdesde la capital colombiana condestino a la capital de Costa Ri-ca. Llegamos ya habituados -ymuy felices- por la benignidaddel clima e, invariablemente,sorprendidos por la esplendoro-sa y radiante naturaleza, quenos continuaría maravillandonuestros días de estancia de estepaís Centroamericano.

Uno de los eslóganes que no de-jábamos de ver en los diferentescarteles promocionales del aero-puerto era “Costa Rica ¡pura vida!”.Sólo bastó el primer desplazamien-to del aeropuerto a nuestro aloja-miento para certificar que se trata-ba de un lema muy, pero que muybien, elegido.

De nuevo, la gratitud por encon-trarnos caras amigas que venían arecogernos y tenían todo preparadopara que no nos faltase de nada.Queremos destacar la ilusión con laque nos iban contando por correoelectrónico y por WhatsApp, las la-bores de adecuación del alojamien-to en el que estaríamos esos días.La sede de Hermandades del Traba-jo de Costa Rica es una preciosa ycuidada construcción en el centrode San José, tan luminosa comosencilla y enormemente práctica ensu distribución; se nota que está he-cha al servicio de las personas que

participan de las diferentes activi-dades y talleres, pero no está ade-cuada para pernoctar, así que nosalojamos en una casita anexa paravisitas del Hogar para Ancianos deMontes de Oca "Nuestra Señora deLourdes". Es de justicia agradecer asu directora, doña Margarita Cubi-llo, la acogida y la delicadeza de susatenciones en esos días de agosto,máxime, si tenemos en cuenta quetuvo que hacer compatibles con susresponsabilidades profesionales.Además, nuestros agradecimiento atodas las personas de HHT San Joséde Costa Rica que se implicaron enlas tareas previas de adecuación. Engeneral, de nuevo, a todos losmiembros de HHT América, Dios ospague el recibimiento. En casa y co-mo hermanos, es cierto y damostestimonio de ello, tal y como afir-mó don Abundio García Román, lasHermandades del Trabajo tienen unaire de familia.

Una pequeña nota a pie de pági-na, que extraordinario el trato y elcuidado para con las personas ma-yores, -adulto mayor se dice en La-tinoamérica-, de la Residencia deNtra. Sra. de Lourdes. Por el tiempocompartido allí y las Eucaristías ce-lebradas en su capilla, que respeto,que exquisitez y que elegancia. Untrabajo dignificante para el mayor;ahí se respira que es una obra inspi-rada en el humanismo cristiano. Y,

no sólo para el anciano residente;enhorabuena por las iniciativas (efi-caces) para llegar a los ancianos dela zona que residen en sus casas.Ejemplar equipo de profesionales(desde su directora al equipo de co-cina, pasando por los auxiliares, latrabajadora social, los enfermeros,los médicos... ¡Menudo equipazo!).También, nuestro cariñoso recuerdoa los sacerdotes jesuitas españolesque regentáis la Parroquia de Ntra.Sra. de Lourdes.

Volviendo a nuestra Visita Pasto-ral e Institucional... una furgonetavino a buscarnos con todos los diri-gentes del Centro. ¿Qué es lo másdestacable? Que se trataba de “unafurgoneta llena de sonrisas” ¡quécalidez! En segundos, ya estábamosen casa. ¡Qué dicha! Muchas gra-cias: Julio, Mª de los Ángeles, Danie-la (a tu hermana también), Mª Ele-na, Soledad, Virginia, Sonia, Améri-ca, Isabel, Elodina y Mª del Carmen.

De nuevo, una historia de fideli-dad, de profundo cariño y arraigo ala figura de don Abundio; graciaspor la vida entregada para que eselegado no se pierda. Unas Herman-dades del Trabajo donde las muje-res juegan un papel muy relevante.Reuniones de trabajo intensas conlos dirigentes donde nos explica-ron sus puntos fuertes y sus difi-cultades. Da hasta vergüenza con-frontar su compromiso con el nues-

tro, al comprobar su gratuidad y suiniciativa. Es muy destacable, eltrabajo (talleres y formación) quese realiza en la sede de HHT San Jo-sé, también las excursiones (lúdi-cas y culturales) “para toda la fami-lia”, y -muy entregado- la labor concomunidades campesinas a las queacceder supone invertir muchotiempo y esfuerzo... ¡y allí están!Gracias a HHT San José de Costa Ri-ca por hacer llegar el Evangelio delTrabajo y el carisma de Hermanda-des del Trabajo. La edad no impor-ta, los achaquillos de la edad nosos frenan; llegáis muy lejos y a mu-cha gente. Un equipo motivado enampliar la oferta de cursos paraque más gente pueda venir, unequipo que transmite muy bien lafraternidad y la acogida, con con-ciencia de preparar un relevo (elcargo vivido como un servicio), unabuena gestión en la sostenibilidaddel centro, la claridad en la interio-rización del carisma. Esto último esfundamental en un ambiente en elcual son ya -desgraciadamente-palmarias las pavorosas conse-cuencias de las sectas en la religio-sidad popular; estas sectas, tienenuna especial cerrazón y malqueren-cia hacia la Iglesia Católica y sus di-ferentes Movimientos. Esta escena-rio lo hemos reflejado muchas ve-ces en esta serie de artículos, y nonos cansamos de repetir que anteuna invasión tan agresiva no hay

(Sigue en pág. 6)

Militantes y dirigentes de Costa Rica

En una reunión de trabajo

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6 mas FEBRERO 2017

Hermandades

(Viene de la pág. 5)iniciativa de la Fe Católica pequeñay Hermandades hace falta. En CostaRica nos hablaron de esta situaciónde manera muy preocupante, reali-zan una labor muy buena ya quehay beneficiarios de la actividadque pertenecen a estas “iglesias”.

Tras las reuniones de trabajodonde nos presentaron la realidaddel centro y de las zonas geográfi-cas que componen su día a día, tu-vimos el ansiado encuentro con laspersonas que participan de la vidadel centro. ¡Qué poder de convoca-toria! Vino “casi todo” el mundo (yyo soy testigo de que en la puertadel centro al ver tanto movimiento,me preguntaban que era lo que su-cedía, las fechas de inicio de los ta-lleres...). En la sede nos juntamos elequipo de dirigentes, militantes, co-laboradores, las profesoras de losdistintos talleres, las alumnas y

nosotros tres del SERCOIN que fui-mos recibidos con una deliciosa me-rienda. Tras el convite, nos congre-gamos en la sala de arriba para queJuan Carlos dirigiera el retiro en tor-no a la figura de don Abundio. Fueinformal y muy participativo; hubolugar a mucho compartir y muchaspreguntas a responder.

En lo referente a la reunión con laautoridad diocesana, sucedió que, enlas fechas de agosto de nuestra visita,Monseñor Quirós, Arzobispo de SanJosé de Costa Rica, se encontraba enBogotá, participando en el Congresosobre el Jubileo Extraordinario de laMisericordia organizada por la Ponti-ficia Comisión para América Latina yel Consejo Episcopal Latinoamerica-no, de tal forma que, la solicitud deentrevista, fue delegada en don ÓscarCéspedes Solís, Párroco de San Caye-tano y, también, responsable de Gru-pos y Movimientos Apostólicos (Reali-

dades Eclesiales de Asociaciones Lai-cales). Con él, tuvimos el gusto demantener una larga y exhaustiva en-trevista en la cual hablamos sobre elrecorrido histórico de las Hermanda-des de San José de Costa Rica y, natu-ralmente, lo que resulta más intere-sante, sobre las previsiones de futuro,entre las cuales se encuentra consoli-dar lo más posible nuestros lazos in-cardinándonos más estrechamenteen la estructura diocesana.

Finalizaba nuestra visita, en elaeropuerto, minutos antes de subiren el avión, sentimientos contra-puestos: pena por la distancia y ale-gría por el encuentro con las perso-nas queridas que forman parte denuestra vida. Volvemos con el cora-zón lleno de nombres y la mente lle-na de proyectos. ¡Necesitamos tan-tos brazos! ¡Anhelamos la gratui-dad de tantas personas amigas quedeseen implicarse! Indudablemen-te, esta visita ha contribuido a

nuestra madurez personal como di-rigentes de Hermandades del Tra-bajo. Una realidad que construimosentre todos pero que, en primer lu-gar, ponemos en manos de Dios ybajo la intercesión de la Virgen deGuadalupe, a quien don Abundioconfió estas fundaciones. La Virgenha sostenido la obra y, desde, el queparece tan lejano, agosto no hemosparado de seguir trabajando por lasHermandades, una gran familia dela que nos sentimos honrados depertenecer.

Clausurando ya esta serie de artí-culos y, a modo de desiderata: ¡Cuán-to hemos conocido y cuánto necesita-mos conocer de HHT América! ¡Cuán-to hemos aprendido y cuánto necesi-tamos aprender de HHT América!Que Dios os bendiga, la Virgen deGuadalupe os siga protegiendo y, en-tre todos, sigamos construyendo elMovimiento de las Hermandades delTrabajo de España y América.

HHT de Bogotá

Responsables de realidades eclesiales de asociaciones laicales San Jose deCosta Rica

El Centro de Hermandades del Trabajo de Al-mería, se encuentra dentro de los límites de laParroquia de San Agustín.

El pasado día 14 de enero, esta Parroquia cele-bró en la Eucaristía, los 70 años que lleva comotal. Con este motivo, su párroco, Don José JuanAlarcón Ruiz, quiso que las ofrendas las hiciéra-mos todos los grupos parroquiales (incluyéndo-nos a Hermandades del Trabajo, ya que colabora-mos en la misma). Así hicimos y ofrecimos la fo-to de D .Abundio y el Ideario de Hermandades.Subió al ambón el Presidente, Fernando CamposMartínez, e hizo la lectura de la ofrenda: “El Mo-vimiento de Hermandades del Trabajo, que porsu domicilio pertenece a esta Parroquia de SanAgustín, ofrece la foto de su fundador, DonAbundio García Román y el Ideario, en donde serecoge los principios fundamentales de Herman-dades, que este año coincide, también, con los 70años de su fundación en Madrid y casi 60 en Al-

mería”. Fue una celebración muy hermosa, conbastante participación, exaltando el párroco esos70 años, lo que hemos vivido y la fe que nos hadado.

Muchos de los que estábamos la hemos cono-cido desde sus principios, fuimos catequistas, deCáritas, de la Orden Franciscana Seglar (hasta ha-ce 5 años fueron franciscanos los que la lleva-ban). En esta parroquia hemos sido bautizados,hicimos la Primera Comunión, nos hemos casadoy hemos bautizado a nuestros hijos, quienestambién hicieron su Primera Comunión y seconfirmaron en esta iglesia; y hemos enterradoa nuestros familiares. En fin, toda una vida de vi-vencias y amor a nuestra parroquia.

Se está preparando un programa de activida-des para todo el año.

Mª Carmen Moreno Lopez

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Hermandades

COMENZAMOS EL AÑO ¿NUEVO?Por María Luisa Serrano

Estamos comenzando un año lle-no de esperanza pero… ¿nue-vo…?

El anterior ha terminado convul-so y lleno de incertidumbres en mu-chos aspectos: Las guerras, los con-flictos armados, el terrorismo, la in-justicia que nos lleva a la desigual-dad actual, la inmigración, la crisisprovocada por la avaricia de unoscuantos, etc. De esta crisis los pri-meros pagadores son los más vulne-rables, entre ellos está la clase tra-bajadora, a la que se le ha vulnera-do el derecho al trabajo y privadode la dignidad y nobleza que conlle-va el trabajo humano, con él se des-arrolla la obra del Creador, se con-tribuye al provecho de los herma-nos y a mantener a sus familias.

A LAS HERMANDADES DELTRABAJO NOS DUELE:

- Que los trabajadores sean losprimeros pagadores de las con-secuencias de una crisis provo-cada por la avaricia de especula-dores, banqueros y políticos co-rruptos o incompetentes.

-Que existan trabajadores conde-nados a buscar en contenedoresde basura, la comida para ellos ysu familia.

-Que existan trabajadores quepierdan su vivienda como conse-cuencia de la crisis, sin que lospoderes públicos hagan valer suderecho a una vivienda digna.

-Que como consecuencia de lacrisis, los salarios pierden cadadía poder adquisitivo, y el miedoa perder el trabajo hace que lostrabajadores tengan que aceptarpeores condiciones de trabajo.

No podemos cambiar el discursomientras exista un modelo social

desequilibrado y sigan existiendotrabajadores que sufran las conse-cuencias de la crisis, sin que los po-deres públicos den respuesta a es-tos graves problemas. Que mientrasse enriquecen unos pocos, son mu-chas las familias que padecen lasconsecuencias de la pobreza.

TODO ESTO NOS PLANTEAUNOS DESAFIOS

-¿Cómo podemos transformar es-ta realidad y entre todos cons-truir otros valores distintos a losdominantes?

-La solidaridad y espíritu apostó-lico con nuestros compañeros detrabajo, principalmente los aleja-dos y no creyentes.

-La hermandad como signo e ins-trumento de la fraternidad uni-versal, por la que trabajamos yluchamos.

-La inquietud y compromiso so-cial en todo lo que contribuya albien de los trabajadores.-¿Cómo podemos anunciar la sal-vación que Dios quiere, en estarealidad social que hoy vivimos,y reducir la precariedad que si-gue sufriendo el mundo del tra-bajo?

-¿Cómo llevar la buena noticia alos empobrecidos que carecen delo fundamental?

Ante estos retos, estamos dis-puestos a colaborar en la creaciónde empleo de forma personal, co-mo autónomos o colectivamentedesde las Asociaciones, en coopera-ción con otros (Cooperativas) o in-virtiendo en empresas que crearanempleo. No podemos esperar quenos llueva el empleo y hay que cre-arlo. Todos somos responsables connuestros comportamientos de la si-

tuación actual.

Este año se cumplen los 70 añosde la creación de las Hermandadesdel Trabajo. Don Abundio GarcíaRomán, su fundador, nos recordaríahoy que nuestro compromiso pasapor estar al lado de los trabajadoresy sobre todo de aquellos que hanperdido el empleo. Él nos enseñóconstantemente a fomentar el diá-logo entre los trabajadores y de és-tos con la empresa. Constataba ysentía dolor por el alejamiento deDios de la clase trabajadora, bus-cando incansablemente su encuen-tro con Cristo trabajador. Esta es laverdadera solidaridad que necesitael mundo del trabajo. Don Abundiosigue hablándonos hoy porque sucarisma trasciende a su tiempo ynosotros debemos contextualizarsu mensaje, recordando que su mís-tica va pareja a la acción.

Nuestra misión es evangelizar elmundo del trabajo a través de la vi-da espiritual de los militantes y laimplicación en las estructuras. Noolvidemos que somos un Movimien-to “Apostólico-Social” y nuestra mi-sión como trabajadores cristianoses cambiar las situaciones de injus-ticia en que vivimos hoy, tanto las

familias trabajadoras como los jóve-nes sin futuro. Es necesario el segui-miento y acompañamiento de aque-llos más necesitados.

En nuestros Centros diocesanosde Hermandades, desde nuestrasposibilidades, hemos de seguir pre-guntándonos si somos acogedores yacompañamos estas situaciones,ofreciendo lo que tenemos a los quenecesitan de nosotros y están su-friendo este drama de distintas for-mas.

Preguntémonos si el año que he-mos empezado es en realidad nue-vo. Renovado en nuestra esperanzacristiana, en nuestra solidaridad, enla vivencia de las obras de Miseri-cordia que hemos celebrado el pasa-do año y que no podemos olvidar.

El Papa Francisco antes de clau-surar el Jubileo de la Misericordiapidió a los 4.000 pobres llegados deEuropa que no dejaran desoñar:”Sueñen que el mundo se puedecambiar para sembrar paz en el mun-do”

Como cristianos comencemos elaño aportando nuestro granito dearena.

¡Conócenos!www.hermandadestrabajo.es / Blog: hhtnacional.blogspot.com.es

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8 mas FEBRERO 2017

Laboral

Finalizaba el anterior artículode esta serie animando a quenos mantuviéramos alerta y norenunciáramos al debate moralo ético en relación con las nor-mas laborales que rigen en nues-tro país.

ecía también que hay princi-pios que están más allá deljuego político. Porque, en Es-

paña, el trabajo no sólo es mercan-cía en un mercado, sino, ante todo,derecho fundamental. Pero, ¿porqué se dictan normas laborales in-morales y qué podemos hacer paraevitarlo?

Creo que es constatable objetiva-mente que, durante las últimas déca-das, se ha producido un importanterecorte de los derechos laborales, ennuestro país, y, en general, en los pa-íses occidentales. Se nos explica queesta evolución es consecuencia de lapresión competitiva que genera laglobalización económica. Pero, almismo tiempo, podemos observarque la desigualdad va en aumento,incluso en periodos de crecimientoeconómico, y que, a pesar de la crisis,los ricos son cada vez más ricos,mientras que los pobres siempre soncada vez más pobres, al mismo tiem-

po que la clase me-dia se desvanece.Pareciera, podría-mos decir, que laglobalización nonos está afectandoa todos por igual. Ypor si todo estofuera poco, la “re-volución digital”está transforman-do el funciona-miento de nuestrasestructuras de pro-ducción, generan-do o reforzando lasaltas o altísimas ta-sas de desempleo,lo que hace que laparte más débil enla relación de traba-jo, esto es, el traba-jador, tenga unaposición negocia-

dora cada vez más débil y más temora sufrir represalias por reivindicarsus derechos.

En anteriores artículos, he apun-tado que, según el Tribunal Consti-tucional, el derecho al trabajo, quese recoge en el artículo 35.1 de laConstitución Española, en su ver-tiente individual, se concreta en el“derecho a la continuidad o estabi-lidad en el empleo, es decir, en elderecho a no ser despedido sin jus-ta causa”. No obstante, podemoscontemplar como este supuesto de-recho fundamental va siendo vacia-do de su contenido, algunas veces,me parece que con cinismo. Porejemplo, el así llamado “despidoexprés”, que fue instaurado por laReforma Laboral de 2002, eximía alempresario, a modo de premio, detener que abonar los salarios detramitación, entre la fecha de des-pido y la sentencia ganada por eltrabajador, si, desde un primer mo-mento, reconocía la improcedencia,esto es, la injusticia del despido, ydepositaba la indemnización en elJuzgado. Por lo tanto, aunque elempresario pensase que existía unajusta causa para despedir, le resul-taba más interesante autoinculpar-se falsamente, afirmando que habíaobrado injustamente, porque así

evitaba el coste del pleito, el riesgode terminar pagando la misma in-demnización, más los salarios detramitación. Y la ventaja para el Es-tado era que se presentaban menosdemandas ante los órganos judicia-les. ¡Si esto no es una violación deun derecho fundamental, qué pue-de serlo? Y la razón de que ya noexiste el despido exprés, a pesar deque lo mantuvieron Gobiernos deuno y otro color y de que, durantelos primeros años de la crisis quenos azota desde 2007, fuese la for-ma más habitual de despedir, no hasido la conversión moral del legis-lador, sino que, desde la ReformaLaboral de 2012, se suprimieron to-dos los salarios de tramitación, sal-vo para el caso de que la empresaopte por readmitir al trabajadoruna vez que fuese declarada judi-cialmente la improcedencia de sudespido, una readmisión que prác-ticamente no se da nunca, y queahora todavía se dará menos. Hepuesto este ejemplo, pero lamenta-blemente podría poner otros, tantodelámbito del despido como deotras dimensiones del Derecho delTrabajo. Lo que quiero intentar de-mostrar es que, si no hay valoresmorales compartidos en la socie-dad, que produzcan un clamor po-pular ante estas normas, de pocosirve que exista un derecho funda-mental, avalado incluso por el Tri-bunal Constitucional, si existen go-biernos dispuestos a ignorarlos. Yes que me parece que, si una socie-dad no possee unos sólidos valoresmorales o éticos en lo que se refie-re a las relaciones laborales, no sa-brá reaccionar, ni siquiera recono-cer, este tipo de abusos e inclusoseguirá eligiendo a gobiernos sinescrúpulos.

No puedo entrar ahora en el de-bate en torno al papel del Estado, si-no que voy a dar por supuesto queel Estado no es y que no puede serfuente de valores morales, sino queéstos le tienen que venir desde fue-ra, desde la sociedad en la que exis-te, que, como sujeto colectivo, po-see unas determinadas conviccio-nes morales o éticas . Y aquí es don-de encontramos el papel de la Igle-

sia, viviendo y proponiendo a todosunos valores con los que vivir mejorel amor al prójimo, haciendo unasociedad más solidaria. Consecuen-temente, aquí es donde se gana o sepierde la guerra de los valores mo-rales. Temo que, en las EleccionesGenerales, cuando elegimos a nues-tro Gobierno, ya es demasiado tar-de. La conciencia moral colectiva setiene que haber formado antes, por-que los gobiernos no van a hacerotra cosa que reflejar lo que sientela sociedad.

El problema, me parece a mí, esque actualmente, desde la Iglesia–hablo de todos, desde los católi-cos de a pie hasta los obispos, tra-bajamos mucho por los derechosde los migrantes, la inclusión delos últimos de los últimos, la de-fensa de la libertad de enseñanza,la lucha contra el aborto y la defen-sa de la familia –todo cuestionesindudablemente muy importan-tes–, pero me temo que, salvo elPapa Francisco, que ha hecho algu-nas declaraciones muy valientes,parece que no somos tan conscien-tes de la importancia de los valoresmorales en el mundo del trabajo. Apesar de que la grandísima mayo-ría de los españoles somos trabaja-dores y de que la mayoría de laspequeñas o grandes miserias, aun-que, tal vez, no sean tan llamativascomo otras, se produzcan en esteámbito. Mucho me temo que la so-ciedad española ya no nos percibe,como sí ocurrió antaño, como lu-chadores por los derechos labora-les. Puede que hayamos perdido eltestigo que nos entregó D. Abun-dio García Román y todas las de-más personalidades de la IglesiaEspañola que incansablemente de-nunciaron las injusticias en elmundo laboral y que tanto lucha-ron por dignificar la condición detodos los trabajadores.

1 Cfr. Joseph Kardinal Ratzinger:Werte in Zeiten des Umbruchs: Die He-rausforderungen der Zukunft beste-hen (Valores en tiempos de cambio:Superar los desafíos del futuro), Her-der, Freiburg im Breisgau, 2005, 156pp.

EL DERECHO AL TRABAJO (IV)

Los valores morales en el mundo del trabajoPor Antonio Molina Schmid

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FEBRERO 2017 mas 9

De la Iglesia y de los pobres (I)Ignacio María Fernández de Torres, Consiliario del Centro de Madrid de

Hermandades del Trabajo y de la Comisión Justicia y Paz de Madrid.

Doctrina Social de la Iglesia

El pasado 1 de septiembre de 2016 comencéel ministerio de consiliario del centro de Ma-drid de Hermandades del Trabajo. A los po-cos días ya había recibido la invitación,amable y cariñosa, por parte de Carlos Sal-cedo, de colaborar en el MAS. Le prometíque lo haría y, aunque tarde, cumplo mipromesa. Espero poder hacer verdad aquellode “nunca es tarde, si la dicha es buena”.

Inicio con este artículo una serie centrada enel tema de la IGLESIA Y LOS POBRES. Tanto inte-lectual como pastoralmente, he dedicado muchode mi vida sacerdotal a ello; y, cada vez con másfuerza, he llegado al convencimiento de “dimecómo ves, tratas y sirves a los pobres, y te diré enque Dios crees”.

Mi santo patrono, S. Ignacio de Loyola, dijo yahace casi cinco siglos “Se muestra cuánto apreciaDios la pobreza viendo cómo los escogidos ami-gos suyos, sobre todo en el Nuevo Testamento,comenzando por su santísima Madre y los após-toles y siguiendo por todo los que va de tiempohasta nosotros comúnmente fueron pobres […].Son tan grandes los pobres en la presencia divi-na que principalmente para ello fue enviado Je-sucristo a la tierra […] y tanto los prefirió a losricos que quiso Jesucristo elegir todo el santísi-mo colegio de entre los pobres y vivir y conver-sar con ellos […]. Los pobres serán sus asesores:tan excelso es su estado... La amistad con los po-bres nos hace amigos del Rey eterno”.

Me causó especial emoción, al mismo tiempoque me cargaba de gran responsabilidad, descu-brir que D. Abundio se refería a los consiliariosde Hermandades como “evangelizadores de los po-bres”, y que afirmaba sin tapujos que “Los pobresy los humildes llevan ya consigo la razón poderosí-sima de su debilidad, que nos pide un trato de pre-dilección”.

El mismo Benedicto XVI, en el discurso inau-gural del encuentro del episcopado latinoameri-cano en Aparecida (13/5/2007), afirma que “la op-ción preferencial por los pobres está implícita en lafe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobrepor nosotros, para enriquecernos con su pobreza(cf. 2 Co 8, 9)”.

Esta predilección, que no es excluyente sinopreferencial, y que todavía hoy es tan denostadapor algunos, ha sido, es y será, más que les due-la, una realidad permanentemente presente enla historia de la Iglesia; aunque haya que decirtambién que, en no pocos momentos, marginal ysospechosa, especialmente cuando ha ido acom-pañada de la función profética de denunciar las

causas de la pobreza, la injusticia y la opresión.

Leonardo Boff, ante esta situación de pobreza,necesidad y debilidad que ha acompañado y cas-tigado a miles de millones de seres humanos a lolargo de la historia, se pregunta y se responde losiguiente: “¿Cómo ha afrontado la Iglesia esta si-tuación deshumanizante? Podemos afirmar que,por muy diversas que hayan sido las situaciones,las estrategias y las tácticas, la Iglesia (comuni-dad de fieles) ha sentido siempre una aguda pre-ocupación por los pobres. Estos han sido siempreuna espina clavada en su conciencia y una invi-tación constante a extender la mano y a socorrer.En sustancia, la Iglesia ha sido fiel a la tradiciónde Jesucristo, que optó por los pobres, a pesar deno ser pobre de origen, desde el punto de vistasociológico; y ha sido también fiel a la tradiciónapostólica, que en los comienzos había unido laconversión al Evangelio con la conversión social,poniendo «todos los bienes en común, repartien-do entre todos, según las necesidades de cadauno, no habiendo entre ellos ningún necesitado»(cf. Hech 2,44-45; 4,34). La solicitud por los po-bres ha constituido siempre una preocupacióneclesial y apostólica. Se trata ciertamente de unproblemajamás resuelto, pero ello no significaque se haya caído en bloque en la resignación yen la inoperancia. En la Iglesia siempre se ha he-cho algo por los pobres”

1.

Como sacerdote siento que las palabras delPapa Francisco, “¡Cómo me gustaría tener una Igle-sia pobre y para los pobres!'”, pronunciadas el 16de marzo de 2013, muy poco después de ser ele-gido Sumo Pontífice de la Iglesia católica, debende tener una acogida y unas consecuencias evi-dentes en la vida de todos los creyentes. Pero laspalabras que le dijo al oído el cardenal Humes enel Cónclave, cuando alcanzó los votos necesariospara la elección como Papa, “no te olvides de lospobres”, leídas, reflexionadas y oradas a la luz delsiguiente texto de D. Abundio, de triste actuali-dad y vigencia: “No sé si pensamos un pocoaburguesadamente; no sé si posponemos la cru-da verdad de injusticia de los más humildes tra-bajadores a la más llevadera realidad de otrostrabajadores mejor situados; no sé si vivimostranquilos y hasta nos consideramos conquista-dores, con los miles de trabajadores a quienes al-canzamos, cuando los muchos más están fuerade todo nuestro ámbito; no sé si preferimos elapostolado con los más cercanos en religiosidade ideología, mujeres y clase media del trabajo, yolvidamos y acaso hasta huimos del mundoobrero manual por más difícil y resistente; no sési comprendemos la tragedia de este mundo sinDios; sin derechos y a veces hasta sin pan... He-mos de acercarnos al mundo manual del trabajosiquiera sea por la injusticia que produce. El es-tado actual de este mundo resulta francamentelamentable: un mundo sin Dios, sin cultura y sindinero. Adrede los enumero así, jerarquizandosus valores, cuando por lógica deberíamos hacera la inversa esta enumeración. Porque pasaronhambre, se quedaron sin cultura y perdierontambién a Dios. El mundo actual del trabajo es elfruto del más grave y peligroso de los expolios.Le arrancaron la propiedad, le excluyeron de lacultura y han llegado a verse arrojados de la Igle-sia por su falta de fe” se convierten en un man-dato imperativo que clama, Hermandades del Tra-bajo, no te olvides de los trabajadores pobres.

Quiero con esta serie de artículos mostrar co-mo la Iglesia ha asumido esta opción preferen-cial por los pobres, en su teología y en su praxispastoral. Una historia compleja, de virtud y pe-cado, tristemente desconocida en muchas de suspáginas, pero que estoy seguro que nos asom-brará, nos iluminará y nos fortalecerá en nuestrapresencia militante en la Iglesia y en el mundodesde el carisma específico de un Movimiento deseglares, apostólico y social, al servicio integralde los trabajadores y sus familias, como es Her-mandades del Trabajo. (Continuará...)

1L. BOFF, San Francisco de Asís. Ternura y vigor,

Santander 1982, 81-82.

EEll ccoonnttrraassttee eennttrree llaa ppoobbrreezzaa yy eell bbiieenneessttaarr eess ccoommúúnneenn nnuueessttrraass ccaalllleess.. FFoottoo FFlliicckkrr GGaarriibbaayy

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El honorPor Germán Ubillos Orsolich

10 mas FEBRERO 2017

Sociedad

He vuelto a ver Becket y nueva-mente me ha maravillado el te-ma y la interpretación de Ri-chard Burton y Peter O´Toole:estaban en su plenitud.

a obra de Anouilh la leí hacemuchos años y al releerlacompruebo que la versión ci-nematográfica de esta cinta

magistral es absolutamente fiel a laobra de origen.

En la película y en la obra de tea-tro se plantea un concepto apasio-nante, hondo y vital: el del honor.Tomás Becket, sajón, amigo de juer-gas y borracheras, y del frágil, frívo-lo y excéntrico rey Enrique II de In-glaterra, es nombrado canciller delreino y en su dedo colocado el anillode los tres leones. El joven cancillerdefiende siempre a su rey con astu-cias, su enorme cultura y gran inte-ligencia, pero entre el rey y la Igle-sia siempre hay una lucha tremen-da. El rey quiere tributos para gue-rrear y la Iglesia se opone. Todomarcha bien para Tomás, que es es-céptico y cínico y pacta con quien

sea con tal de ayudar a su rey; soloen raros momentos se preguntadónde estará su honor, por qué opor quien sentirá alguna vez verda-deramente algo.

A la muerte del arzobispo deCanterbury y para acabar con su lu-cha con la Iglesia, a Enrique II se leocurre la maquiavélica idea de nom-brar a Becket simultáneamentenuevo arzobispo y primado de laIglesia en Inglaterra. Tomás pre-siente que algo tremendo va a ocu-rrir y ruega a su rey que no lo haga,pero el anillo arzobispal se une ensu dedo al de los tres leones.

Unos meses después estalla elconflicto. Un clérigo comete un deli-to y en vez de pasar a la autoridadeclesiástica es asesinado por un no-ble de la corona. Becket sufre el con-flicto de poderes y tras él la conver-sión, ese hondísimo proceso espiri-tual; al fin el hombre licencioso, cí-nico y frío comienza a sentir y en-cuentra el sentimiento del honor enel honor de Dios. Desde entonces ydesposeyéndose del cargo de canci-

ller, lucha por sus feligreses y por laIglesia desde Canterbury hasta darpor ellos, en esas secuencias inolvi-dables en que unos asesinos delmonarca le quitan la vida oficiandola misa en la catedral, como siglosmás tarde le ocurriría a monseñorRomero.

El Papa le haría santo, Santo To-más de Canterbury, y así se escribeuna de las páginas más bellas de lahistoria, de la literatura y del cine.Pero la cosa no termina ahí. El pro-blema es tan hondo, tan tremendo,que sería preciso preguntarnos a to-dos nosotros, hombres y mujeresdel principio del siglo XXI ¿dóndeestá nuestro honor?, ¿qué ha sidodel concepto del honor?, ¿es que yano lo tenemos; tampoco lo teníaBecket durante gran parte de su vi-da, era un político, un hombre frívo-lo, hedonista, pasaría sobre el cadá-ver de sus padres con tal de vivirbien y detentar prestigio mundano,aureola y poder.

Pero lo maravilloso de esta histo-ria es el momento en que encuentra

el sentido de su honor, que es preci-samente la defensa del honor deDios. ¿Por qué en la época actual to-do lo contaminamos?, ¿por qué lasociedad de consumo todo lo com-pra? ¿Por qué nos movemos por in-tereses, cambalaches e intercam-bios? ¿Cuáles son los ejemplos quese dan a los niños? ¿Quiénes deten-tan los puestos visibles de nuestrasociedad, hombres honestos? ¿Tie-nen sentido del honor nuestros po-líticos, nuestros ejecutivos, nues-tros directivos? No quiero decir conesto que ninguno posea sentido delhonor, pero sí que generalmente secomercia con el honor de Dios, conel honor de la Patria, y detrás deesos con todos los demás honoresque en la escala jerárquica existen.¡Qué bello es encontrar el propiohonor y qué difícil y qué duro de-fenderlo hasta la muerte, como lesucedió a Tomás Becket! Que nues-tros políticos, todos, encuentren suhonor, que todos lo encontremos al-gún día antes de morir, creo y sien-to que es lo más grande e importan-te que puede sucederle al hombredespués de haber nacido.

En este 2017 se cumplen 60años de la fundación de las Her-mandades del Trabajo de Córdo-ba.

Con este motivo la organizaciónestá preparando una serie de actospara lo que se ha constituido unacomisión que, bajo la presidencia deBlanca Martínez Carrascosa, trabajaen la elaboración de un intenso pro-grama de actividades. Entre ellas seencuentra la publicación de un li-bro, escrito por la periodista Car-men Arroyo, en el que desglosa, amodo de entrevista con el padreCarlos, fundador y consiliario, lahistoria de Hermandades desde sufundación hasta nuestros días.

La obra cuenta, además, con co-laboraciones de numerosas perso-

nas vinculadas a la entidad a lo lar-go de su extensa trayectoria y conaportaciones literarias de destaca-dos periodistas como Rosa Luque,Antonio Gil Moreno y Antonio Ra-mos Espejo.

Durante estas seis décadas, la or-ganización se ha unido tanto anuestra ciudad que sería imposibleentender la reciente historia de Cór-doba sin Hermandades del Trabajo.Desde actividades sociales, casetade feria, tómbolas, campañas del ju-guete, cooperativas de viviendas yconsumo, hasta las piscinas del Fon-tanar, las colonias en Cerro Murianoy los cursos de formación, hacenque resulte casi imposible encon-trar un solo cordobés que, de una uotra manera, no se haya visto bene-ficiado de estas Hermandades que

nacieron por el impulsodel obispo Fray Albino yhan llevado siempre elsello inconfundible delfraile dominico CarlosRomero Bermúdez.

Coincidiendo con elcumplimiento de los 60años de aquél 25 de ene-ro de 1957, fecha en quese constituyeron de ma-nera oficial por decretode Fray Albino, y paradar comienzo a la con-memoración de este im-portante aniversario, elcentro de Córdoba deHermandades del Traba-jo celebrará una eucaristía el jue-ves, 25 de enero, a las 19,30 horas,en su sede social (calle Rodríguez

Sánchez, 7) a la queda invitado todoaquel que quiera compartir con susafiliados esta feliz efeméride.

Las Hermandades del Trabajo de Córdobacelebran el 60 Aniversario de su fundación

L

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FEBRERO 2017 mas 11

Sociedad

El tema de la exposición denuestros hijos a las redes socia-les y su influencia en su carác-ter, comportamiento y actitudes,es algo que preocupa a muchospadres. Pero, lo primero, es en-frentar estas cuestiones con sen-tido común y sin alarmismos ex-tras.

La tecnología y las redes socialesestán aquí para quedarse y paraevolucionar aún más, así es que me-jor entender su papel en la vida delos adolescentes puesto que estánancladas en la nuestra.

Hay algunas cuestiones a teneren cuenta cuando hablamos de jó-venes y redes sociales.

El adolescente es gregario

A partir de una cierta edad los ni-ños empiezan a buscar un grupo deamigos: la pandilla, como es conoci-da de toda la vida. No pertenecer aun grupo puede ser motivo de es-trés e, incluso, depresión. Los no in-cluidos o rechazados por el gruposufren doblemente.

Pero, la pandilla, a la vez que sir-ve para el proceso de socializacióndel adolescente y para aprender ainteractuar con el mundo que le ro-dea, influye determinantemente enel comportamiento de nuestros hi-jos.

Desde los 12 años, edad en la quesuelen empezar a implicarse engrupos, el objetivo “caer bien” nodiferenciarse, ser querido por elgrupo y el líder (siempre hay uno),seguir las normas implícitas y com-partir juegos, deportes o tecnologíalleva, en estos momentos, a tenerreplicas de ese grupo de amistadesen las redes sociales: whatshapp,facebook, instagram, twitter son lanueva forma de comunicarse.

Atrás quedaron los sms u otrasredes. Los años traen otras distintaspero, el punto común, es que paramanejarlas necesitan un ordenadorcon acceso a internet y móviles deúltima generación.

¿Cómo pueden vigilar los padresesta comunicación, que es tan per-sonal, en redes sociales?

Lo primero que se ha que teneren cuenta es que los niños de estasgeneraciones han nacido en un mo-mento en el que la tecnología estátotalmente implantada y lo ven co-mo algo natural (como el euro, porejemplo). La usan en sus ratos deocio, pero también en los de estu-dio. Las escuelas comparten salasvirtuales, los apuntes llegan vía in-ternet, las matrículas universitariasse hacen online y, en algunos cole-gios, se estudia con tabletas.

No podemos aceptar una parte yrelegar otra. Es su manera de comu-nicarse e interactuar.

Es complicado, no solo controlar,sino saber qué derroteros toman loscaminos de nuestros hijos. En pri-mer lugar porque con sus amigos,en estas edaades, su grupo puedellegar a ser más importante que lapropia familia; en segundo, porqueen algún momento, todos los ado-lescentes desoyen, desprecian o ig-noran las opiniones de los padres ymayores. El grupo los guía y, a lamanera de “manada”, ellos formanparte de él.

Por eso hay que tener un poco de“mano izquierda” para evitar queuna prohibición tajante resulte pro-vocar la reacción que, justamente,queremos evitar. Fijémonos en que,curiosamente, si muchos de nues-tros mayores permanecen pegadosa la televisión desde que se levan-tan hasta que se acuestan, los “hijosde la tecnología” no ven tanta televi-sión.

Lo mejor para afrontar este temaes aplicar, como en todo, el sentidocomún y alguno de estos consejos:

- Observar el ambiente en que semueven e intentar conocer a susamigos -y sus familias- si es posible.Hará que encontremos un punto encomún para hablar con ellos. Estábien que duerman en casa de susamigos, por ejemplo, pero mejorhablamos primero con los padres

del otro amigo.

- Si intentamos educarlos en laresponsabilidad del uso de las RRSSserán capaces de distinguir lo bue-no de lo malo, como lo harán enotras facetas de su vida. Ponerlesejemplos de lo que ocurre cuando sehace mal uso de Instagram, o deTwitter, de los que ya hay muchos,les ayudará a entender nuestra pos-tura. Seguro que hay algún caso dealguna figura pública que ellos ad-miren que haya pasado un mal ratopor un “tuit” inoportuno.

- Los casos de acoso por Facebooko explicarles lo que es el cyberbu-lling, es otra vía, especialmente enel momento de transición en su in-corporación a las RRSS. Explicarlespor qué no todos los que se asomana Internet son amigos y que solohay que aceptar a los que conocen.

- Cuando son muy jóvenes, limi-tarles los datos móviles de sus telé-fonos hará que solo puedan estarconectados en casa o en zonas wifi.E intentar que comprendan que loscientos o miles de amigos que ten-gamos en nuestras redes son total-mente ficticios en su mayoría.

- Intentar ver sus perfiles sin in-miscuirnos: los adolescentes tienensus propios códigos en el lenguaje yen las poses. Si vemos algo que nospreocupe, comentémoslo con ellos.

- Predicar con el ejemplo y no es-tar pegados, nosotros mismos, almóvil.

- Intentar que distingan que,cuando se estudia, se estudia, aun-que el ordenador esté abierto.

- Hacerles saber que todo lo quepublicamos se queda ahí, aunque loborremos. Desaparece de los perfi-les pero queda almacenado en lamemoria de las aplicaciones.

- Intentar que comprendan queun exceso de exposición hace quenos volvamos insensatos a veces yque lo que se sube a estas redespueden verlo desde los padres, ami-gos hasta los futuros jefes. A vecesse da un sentimiento de falsa inti-midad totalmente engañoso.

- Crear espacios “libres de tecno-logías”: una comida, un paseo en fa-milia, momentos de las vacacio-nes…

En realidad nos movemos con lospresupuestos de situaciones que yase han vivido anteriormente. Ha ha-bido épocas en que las preocupacio-nes se centraban en la televisión yen determinados programas; otrasen los videojuegos o consolas; otrasen internet y los chats y ahora, sus-tituyéndolos, las redes sociales.

La pauta de aplicar el sentido co-mún, el diálogo y los límites cuandohaga falta son los mismos que enaños, épocas y entretenimientos deaños anteriores. Cada generaciónresponde a los retos, entornos y fa-cilidades de su época. Tal y comohemos hecho todos con los desafíosque nos han correspondido.

Las redes sociales y los hijos, una preocupación común entre los padres

Nuestros hijos y las redes sociales ¿cómo compaginar lo cotidiano con un uso seguro?

Por Guadalupe Mejorado

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12 mas FEBRERO 2017

LLooss qquuee ssee ssaalleenn ddeell bbaarreemmooPorGermán Ubillos Orsolich

Es difícil expresar lo que les quie-ro contar. Las personas que circula-mos normalmente por la calle, quetenemos una mujer y unos hijos,que celebramos negocios y compro-misos, que se nos permite no solodisfrutar de nuestros bienes sinotambién de los de los demás en unaíntima camaradería hecha de unconjunto de valores que considera-mos compartidos, en ese bien hacerde la sociedad en la que vivimos ytransitamos, con ese buen Dios quenos contempla benévolo y bendicenuestras iniciativas de concienciastranquilas, una especie de paraísoen este mundo reservado para lasalmas nobles y buenas, con la bue-na conciencia de hacerlo bien o almenos lo mejor que se puede.

Configura sin embargo una espe-cie de gueto cerrado, de numerusclausus, fuera del cual, fuera deesas murallas, habitan hordas de se-res vivos, gentes que siendo seme-jantes a nosotros tienen sin embar-go que vivir un mundo lleno de pe-ligros, inseguro, resbaladizo y enconstante amenaza, un mundo in-menso de seres infelices que hablan

otros idiomas, que tienen otros pen-samientos, que visten de formas es-trafalarias, con atuendos absurdos,sucios y malolientes.

Es el mundo de los marginados,de los desarraigados. La mayor par-te lo forman drogadic-tos, enfermos mentales,vagabundos, alcohólicos,estrafalarios, incompren-didos; también muchossuperdotados, oligofré-nicos, autistas o con sín-drome de Diógenes, clep-tómanos, que giran y gi-ran palpando con susmanos sucias y agrieta-das las paredes gruesaspero transparentes deese inmenso circulo degrueso cristal o de plásti-co traslúcido, dentro delcual nos ven comer, dor-mir a pierna suelta, for-nicar, hacer turbios negocios, rezar,pontificar en públicas audiencias,en foros; dar consejos. Apoyadosen cómodas poltronas, antaño conanillos y chalecos cortados a medi-da por los sastres, con puros hume-

antes y sombreros de ala ancha o devestir, con relojes de bolsillo que re-fulgen como el oro y con cadenasdel mismo nobilísimo metal.

Pues bien, en varias ocasiones demi vida he intentado dialogar, com-

prender, incluso en-tablar amistad conalguno de ellos. Heconstatado la sole-dad emocional en laque viven, su me-nesterosidad, la ne-cesidad del mejorde los afectos quees la escucha aten-ta, el dedicarlestiempo y sentirsesus amigos y porunos momentoscomprender susproblemas en untransfer lo más cáli-do posible. Sin em-

bargo si llegado un momento quie-ren acompañarte a un despacho, auna cafetería, a un cine o a unos al-macenes, compruebas que no ento-nan, que chocan, que comienzan adecir barbaridades absurdas en voz

alta, frases irreverentes o inapropia-das y que van a ser de un momentoa otro rechazados, expulsados o sies preciso linchados.

Esta experiencia dolorosa y realevidencia la imposibilidad de esasmuchedumbres, de esas hordas deatravesar el muro de cristal trans-parente que los separa del unifor-mado mundo bien pensante, trajea-do, perfumado, cultivado y como sedice ahora “políticamente correc-to”.

Si se experimenta un poco y aúnqueda capacidad de asombro, com-pruebas que hay muy pocas diferen-cias entre uno y otro colectivo, soloque unos han nacido de pie y losotros tumbados. Como si un tren demercancías hubiese atropellado aunos sí y a otros no. Cuestión debuena o mala suerte, de “chance”.Nada de libre albedrío. Nadie tienela culpa, fatalidad, determinismopuro. Pero te queda un mal sabor enla boca que no puedes olvidar. Algoque escritores como Camus o Bau-delaire supieron retratar de una vezpara siempre.

Opinión

“Esta experienciadolorosa y real evi-dencia la imposibi-lidad de esas mu-chedumbres, deesas hordas deatravesar el murode cristal transpa-rente que los sepa-ra del uniformadomundo bien pen-sante, trajeado,perfumado".

DDeessaaffííooss ddee llaa ffaammiilliiaaPor Juan J. Valenciano

Los desafíos de la familia sonmuchos y muy variados; uno delos más importantes es la educa-ción de los hijos.

Cuando son pequeños cuentascon ellos para ir a todas partes y to-dos contentos, luego, cuando laadolescencia comienza todo es máscomplicado.

La función educativa se ve dificul-tada, entre otras cosas, porque lospadres llegan cansados a casa y singanas de conversar. En muchas fami-lias ya ni siquiera existe el hábito decomer juntos. Otra de las dificulta-des es la transmisión de la fe de pa-dres a hijos. Las familias pueden es-tar enfermas por una enorme ansie-dad. Parece haber más preocupaciónpor prevenir problemas futuros que

por compartir el presente.

También existe la drogodepen-dencia, como una de las plagas denuestra época que hace sufrir a mu-chas familias y no pocas veces ter-mina destruyéndolas. Algo seme-jante ocurre con el alcoholismo, eljuego, el botellón y otras muchasmás adicciones, por las que las fa-milias se encuentran ahogadas yperdidas.

La familia debería significar laprevención y la contención de estosproblemas, pero la sociedad y la po-lítica no terminan de percatarse deque una familia en riesgo pierde lanecesidad de reacción para ayudar asus miembros. Las graves conse-cuencias de estas roturas de las fa-milias destrozan y provocan hijos

desarraigados, ancianos abandona-dos, niños huérfanos de padres vi-vos, adolescentes y jóvenes des-orientados y sin reglas.

La violencia familiar es la escuelade resentimientos y de odio en lasrelaciones humanas básicas. Nadiepuede pensar que debilitar a la fa-milia, fundada en el matrimoniohombre – mujer es algo que favo-rezca la variedad de situaciones fa-miliares que pueden brindar ciertaestabilidad. Sin embargo las unio-nes de hecho o entre personas delmismo sexo, por ejemplo, no pue-den equipararse sin más al matri-monio. Pero, ¿quién se ocupa hoyde fortalecer los matrimonios, deayudarles a superar los riesgos quele amenazan, de acompañarles ensu función educativa, y de estimu-

lar la estabilidad de la unión conyu-gal?

La fuerza de la familia resideesencialmente en la capacidad deamar y de enseñar a amar. Por muyherida que pueda estar una familia,esta puede crecer gracias al amor.

Las realidades que nos preocu-pan son desafíos. No caigamos en latrampa de desgastarnos en lamen-tos autodefensivos, en lugar de des-pertar una creatividad misionera.En todas las situaciones la Iglesiasiente la necesidad de decir una pa-labra de verdad y de esperanza.

PD : Que este nuevo año que aca-ba de comenzar, aspiremos a quelos Valores vuelvan a regir la vidapública y la privada.

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Hermandades

VALSAIN, 18 de Diciembre de 2016

¿Otro? Sí, pasó otro año más ycaminando caminando, quincenatras quincena, hemos llegado al fi-nal. Ya es Navidad y como siempreal llegar estas fechas cumplimoscon la tradición de nuestro grupode senderismo: llevar el Portal deBelén a la montaña.

Estación de Méndez Álvaro. Esmuy temprano, a las ocho ha de sa-lir el autobús. Algunos se han le-vantado a las cinco y media de lamañana para poder estar puntual-mente aquí. Vamos llegando poco apoco y con cada uno que llega se re-pite el ceremonial acostumbrado:besos, abrazos, más besos y másabrazos y algún ¡cuánto tiempo sinvenir! Porque no siempre es posibleasistir a todas las marchas… peroésta es especial, sólo un cataclismopersonal o familiar nos puede im-pedir acudir a la cita. La tradiciónpesa y el entusiasmo de compartirun día como éste en la agradablecompañía de los amigos y compa-ñeros de tantas caminatas, más.

Cargamos el equipaje en el male-tero, pasamos lista, somos cuarentay siete y faltan tres… momentos detristeza: invierno, época de resfria-dos y gripes...

Partimos rumbo a Navacerradapensando en el ya casi obligadochocolate con picatostes del de-sayuno en la Venta Arias y trasunas breves explicaciones sobre elprograma del día, las previsionesdel tiempo y algunas recomenda-ciones de procedimiento general,comienza el ya habitual reparto decaramelos, gominolas, bombones ydulces, porque en un grupo tan nu-meroso siempre hay alguien que hacumplido años, ha sido abuelo/a osimplemente quiere agasajarnoscon la especialidad de los dulces desu pueblo o de la tienda de su ba-rrio. Se ensayan los villancicos paraacompasar y afinar voces, y no des-entonar en el momento culminantede la actuación posterior prevista.

Como el tráfico es fluido (unaventaja de madrugar) llegamos enpoco tiempo al Puerto de Navace-rrada donde cambiamos los colorespardo y gris de la carretera por el

blanco de la nieve, laprimera nieve de esteinvierno, la primerasensación del aire he-lado colándose porlas rendijas de nues-tra vestimenta mon-tañera. Media horade parada para elchocolate, el café oalguna copita (por lodel frío) y vuelta alBus. Una curva a laderecha, otra a la iz-quierda, otra y otra yotra… hasta llegar aValsain, el final deviaje en coche y elprincipio de nuestraandadura.

Nos pertrechamosconvenientemente yGPS en mano, toma el mando elguía que con su saber hacer, expe-riencia y sobre todo su entusiasmo,llevará a un grupo tan numeroso yheterogéneo a cubrir los objetivosprevistos. Es un día claro, de mo-mento un poco fresquito pero idealpara caminar. Comenzamos a subirdespacito y desde ya, los comenta-rios de siempre: ¿pero no decíanque era todo llano? Y también larespuesta de siempre: a partir deahí mismo ya empieza el llano y…seguimos subiendo y subiendo ha-cia “el Cerro del Puerco”. Por el ca-mino algunos ya han empezado adesprenderse de ropa y gradual-mente en poco más de una horaarribamos todos al cerro. Nos agru-pamos y visitamos los restos delsistema defensivo de la Batalla dela Granja de nuestra guerra civil, enun estado de conservación bastan-te bueno: trincheras, casamatas, ni-dos de ametralladora… ¡Cuántotrabajo para matarse entre herma-nos!

Desde allí divisamos y fotogra-fiamos en esta mañana de cieloazul, Peñalara, la Silla del Rey, la Bo-la del Mundo, Siete Picos, el panta-no del Pontón… y allá en la lejaníase adivina Segovia.

Comenzamos el descenso entrelos esbeltos y arrogantes pinosmientras vamos buscando el lugarideal para ubicar el Portal de Belén,a poder ser un poco alejado del ca-

mino pensando en su permanenciafutura. Cuando encontramos el em-plazamiento idóneo lo depositamosentre las ramas no demasiado altasde un pino, porque ya no estamospara trepar a los árboles como enanteriores ocasiones hacía algunomás intrépido que los demás, sindar nombres, que los años pasanpara todos: pasan y pesan. Una vezcolocado comenzamos a entonarlos “villancicos senderistas” adap-tados del cancionero popular: “peromira cómo vienen todos los sende-ristas…” en Navidad parece serque sólo beben los peces. Los pája-ros han enmudecido mientras laocasional e improvisada agrupa-ción polifónica entona a varias vo-ces (casi tantas como somos) su re-pertorio; me recuerda la Cancióndel Conde Olinos que entonábamosde niños: “Las aves que iban volan-do se paraban a escuchar…”. Almismo tiempo en nuestro pensa-miento tenemos presentes a losque no han podido venir en estaocasión y sobre todo a alguien queno podrá estar más con nosotrosporque ha iniciado su última ruta(DEP).

Como el camino de vuelta poraquello de la ley de compensaciónes todo descenso y esta marcha esmás corta de lo habitual (poco másde 10 Km.) llegamos pronto y sincansarnos demasiado al autocarque nos llevará a La Granja de SanRafael donde nos esperan para co-

mer. Hoy cambiamos el frugal bo-cata de tortilla sobre la marcha porun opíparo menú de restaurante.Un día es un día.

Llegamos al establecimiento re-servado, nos aseamos un poco, nosacomodamos en las mesas y comolos menús de cada uno ya los tene-mos elegidos desde hace tiempo,después del consabido “arriba, aba-jo, al centro…”, rápidamente pasanpor nuestros platos los judiones,cochinillos y corderos solicitadoscon tanta antelación y que en brevetiempo se convierten en historia.Después del café, el momento másesperado: el reparto del regalo delamigo invisible. Nervios ¿qué metocará? Caras con todo tipo de ex-presiones: sorpresa, incredulidad,duda… risas, muchas risas y siem-pre una mirada de soslayo para versi el obsequio que tú has deposita-do es bien acogido por el destinata-rio. Y el comentario de alguien: alque no le guste lo que le ha tocadoya tiene regalo para hacer el añoque viene. Lo más importante es lacamaradería y la atmósfera de ale-gría que nos envuelve a todos.

Vuelta al Bus, algunos recordato-rios para el buen funcionamientofuturo del grupo, siesta muy corta,llegada a Madrid, recogida de equi-paje, más besos y más abrazos dedespedida, deseos de felicidad paratodos y… ¡HASTA LA PRÓXIMAMARCHA!

SSeennddeerriissmmoo,, ppuueessttaa ddeell BBeelléénnPor Emilio Mantilla

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14 mas FEBRERO 2017

Opinión

¿Derogar la Constitución? Por Juan Rico

Hay rumores sobre la Constitu-ción. Los partidos emergentes;Podemos, Izquierda Unida, y lasdiferentes plataformas minori-tarias y otras republicanas seperfilan con anhelos y deseosde reformismo a ultranza. Quie-ren un cambio del régimen del78. ¿Conocen estos jóvenes có-mo se logró el consenso alaba-do por todo el Mundo? Han deoír a los niños de la guerra.

a Constitución de 1978 queacaba de cumplir 38 años, ru-bricó la muerte del franquis-mo y un cambio radical de

nuestra historia. Una entrevista delMinistro de Asuntos Exteriores delprimer gobierno del nuevo reinadode Juan Carlos I en 1976 don JoséMª de Areilza, en EL País sobre lasituación de entonces: “vamos aproponer a la nación la aprobaciónde una Constitución nueva para Es-paña. Esta operación de Estado querepresenta la transición global delfranquismo a las instituciones de-mocráticas debe hacerse pacífica-mente y dentro de la legalidad. Pre-cisamente por las circunstanciasque concurren en la persona del rey

y en los poderes que ejerce y encar-na; así como en la fuerte improntade su personalidad en la opiniónpública, puede llevarse a cabo di-cha iniciativa con rapidez y eficaciay llegarse a la Asamblea elegida porsufragio universal que elabore, dis-cuta y apruebe la nueva carta cons-titucional… para allanar el caminopor la vía instrumental de los de-cretos-ley. Eso supondría el desblo-queo instantáneo y automático detodos los cerrojos existentes que sevan enquistando más y más cadadía que perduran. El problema delas Regiones y Autonomías. Es ur-gente no olvidarse de los grandesproblemas regionales, sin menguade que en su día la nueva constitu-ción aborde el problema con carác-ter general como reforma de la es-tructura de Estado. En Cataluña yen el País Vasco alguna forma dedecisión política sería necesaria pa-ra evitar la absoluta desconexiónactual entre la realidad que allíexiste y la utópica versión oficial.

Sobre la reciente renuncia de JuanCarlos I al nombramiento de obisposno me parece mal. Una Iglesia libre yun estado libre que pactan una mu-

tua concordia de intereses mirandohacia el futuro. Entre otras cosas hade servir para que no haya injeren-cia alguna de la Iglesia en la políticacivil, ni directamente, ni a través degrupos o asociaciones que tratan deservir equivocadamente sus propiosintereses envolviéndolos en el velode la religión. El Estado es un poder;la Iglesia una fuerza espiritual. EnEspaña esa concordia es muy impor-tante.

Las fuerzas armadas han mante-nido hasta la fecha y durante latransición una actitud verdadera-mente ejemplar. Las fuerzas arma-das tienen el respeto máximo de to-dos los grupos políticos y socialesde la nación, ya que son pieza in-dispensable como instrumento dela independencia nacional y de lacohesión social. El ejército, como lapatria, es algo de pertenencia a lasociedad. La patria somos todos. Elejército, también”.

José Saramago declaraba que“nuestra Constitución puede servir deprograma político a cualquier parti-do de izquierdas”. Julio Anguita de-cía, hace unos meses, que “muchos

rojos imbéciles hablan de cambiar laConstitución. No, primero cumple es-ta”. Alberto Garzón, pese a recono-cer que el artículo 128 “es el pro-grama de Izquierda Unida y que laConstitución se ha hecho de ultraizquierda porque la sociedad se haido derechizando”, sostiene que“reformarla no tiene ningún senti-do” y reclama una nueva.

En el último aniversario de laConstitución hemos visto desde laapropiación hasta la descalifica-ción: gestos y discursos vacíos enun momento importante para lanecesaria regeneración democráti-ca. Pero la descalificación más dolo-rosa e incomprensible por parte dequienes, formando parte del bloquesocial y político que más luchó ycontribuyó al pacto constitucional,hoy incurren en el repudio a laConstitución con términos falsoscomo “restauración borbónica”, “im-posición franquista” o “régimen del78”.

En el próximo artículo veremoscómo se movieron los partidos pa-ra dar una constitución democráti-ca avanzada.

El de ArribaPor Germán Ubillos Orsolich

Tengo la costumbre de reunirmecon cierta periodicidad con miscompañeros del colegio y con losde la universidad.

os del colegio, un colegio muyliberal, quizá precisamentepor eso, son bastante diver-sos y variopintos, los hay des-

de constructores, hasta cantantes yautores teatrales, véase Julio Igle-sias, por poner un ejemplo y un ser-vidor. Nos reúne uno de ellos, cono-cido empresario de laboratorios enun precioso restaurante que le hapuesto a uno de sus hijos a las afue-ras de la capital. Allí se habla de to-do y al final, lo que llamamos el nú-cleo duro, se ponen a jugar al muscon frenesí, mientras yo charlo conalguno a los que no les gusta.

Pero la promoción universitariaes muy diferente. Formados por laCompañía de Jesús y siendo la pri-mera promoción de ICADE, hemos

luchado denodadamente por com-paginar aquellos estudios de Dere-cho con los de Ciencias Empresaria-les. Se da la circunstancia de queterminamos los estudios un grupobastante más reducido de los quelo comenzaron. Pero también quetodos o casi todos ellos han llegadoa puestos punteros y relevantes enel panorama político, económico osocial nacional. A algunos les veníade herencia, con apellidos ilustresque no voy a nombrar y que hanpergeñado el presente de España.

Nos veníamos reuniendo en res-taurantes de cinco tenedores, conchoferes a la puerta y cosas de esas,pero venidos a menos decidimosterminar almorzando en el restau-rante - cafetería del propio centro,un edificio enorme, rectangular deladrillo rojo, situado en pleno barriode Argüelles.

Como pueden imaginar las char-las son apasionantes. Nos hacen un

menú especial que nos sirve el chefmuy ceremonioso que nos va salu-dando. Suelo ocupar mesa con unode los abogados internacionalistasmás importantes de España. Con elque fuera presidente de Iberia y deMercedes Benz y ahora de la MarcaEspaña, con dos delegados de cursoy ahora directivos del Centro y has-ta hace poco con el titular de una fa-mosa ganadería. Cerca, con frecuen-cia, un economista del estado, unagente de cambio y bolsa, dos ins-pectores de hacienda y algún exmi-nistro amigo, que le da por no venir.

Pues bien, y a lo que vamos, a ve-ces cuando “esto no marcha”, cuan-do este país parece situarse en zo-nas de peligro, de peligro financie-ro, o político o social – que todos co-nocemos –, en la charla de amigoscomienza a cundir el pesimismohasta el punto de que se oyen vocesciertamente muy preocupadas quemurmuran o exclaman: “¿Pero qué

es lo que hemos hecho mal?”, ¿perocómo puede ocurrir esto?” o “¿quépuede acontecer…?”.

Es entonces cuando se hace el si-lencio espeso y lo ven y lo vemos to-do negro como si se tratara de unaniebla envolvente y oscura que secierne implacable. Y es entoncestambién cuando el colega, el escri-tor de turno, se le ocurre levantar eldedo índice y murmura a mediavoz, como el apuntador de aquellosescenarios de antaño: “Recordad,tenemos al de arriba” mientraspiensa. “No contamos con Él. Parecementira que hayamos olvidado ellugar donde estamos, un lugar don-de nos enseñaron a creer, a sentir, acomprender que el hombre no esnada, que no somos nada sin la pre-sencia y la ayuda del de arriba y quees muy peligroso llegar a creerseque somos algo, alguien, y menosconstructores del presente, guardia-nes del futuro”.

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FEBRERO 2017 mas 15

Hermandades

Semana de Doctrina y Pastoral Social de las Hermandades del Trabajo

Tema: ¿Es posible una economía al servicio de la persona?

La magnífica exposición de pintura ytrabajos manuales, realizada en nuestrocentro social de las Hermandades delTrabajo de Zaragoza, los días 25, 26 y 27del pasado Noviembre, es una noticiaque merece ser destacada, debido a lacalidad y variedad de los trabajos ex-puestos.

Frutos del trabajo de las catorce com-ponentes del grupo, con la colaboraciónde Manualidades Blanca, son las pintu-ras al oleo, acuarela y otras modalidadesque se expusieron. También destacanlos trabajos de decoración sobre diver-sos soportes empleando técnicas comorestauración, filigrana, reciclado, pintu-ra sobre cristal ó madera, origami, piro-grabados en madera o cuero y otras.

Es destacable la preparación de lamuestra, muy bien colocadas las diver-sas piezas en un recorrido variado y

atractivo que hizo disfrutar al publico,bastante numeroso, que tuvo ocasión dedisfrutarla.

Hay que felicitar a Blanca y a suscompañeras por su magnifico trabajo,que estamos seguros superaran en lapróxima exposición que esperamoscuanto antes sea posible.

Animamos a otros socios o socias deHermandades a sumarse a esta activi-dad que fomenta la creatividad, la cola-boración y el trabajo en equipo. Si algu-no estáis interesados poneros en con-tacto a través del teléfono de Herman-dades 976331283 o directamente conBlanca al 686930513.

Desde Zaragoza un saludo para todaslas Hermandades del Trabajo.

Enrique

PROGRAMA

Sábado 11 de Febrero 9,30h Acogida y Oración

10,00h “LA RELACIÓN CAPITAL TRABAJO”D. Luis González-Carvajal SantabárbaraIngeniero, sacerdote y teólogo.

12,00h “¿UNA ECONOMÍA PRODUCTIVA PUEDE SER RESPETUOSA CON EL MEDIO AMBIENTE”?D. José Castro CeaProfesor de Ética Social en la Universidad Pontificia de Comillas y Moral en la Universidad de San Dámaso

Domingo, 12 de febrero9,30h Acogida y Oración.

10,00h “RELACIÓN CONSUMIDORES PRODUCTORES”D. Raúl González-Fabre, SJProfesor de la Universidad Pontificia Comillas.

Lugar: Salón de Actos de las Hermandades del Trabajo, C/ Raimundo Lulio 3. Madrid

Exposición de pintura en el Centro de Zaragoza

Organizada por la Fundación Abundio García RománEn colaboración con el Centro de Madrid

de Hermandades del Trabajo

PRESENTACIÓNCasi sin darnos cuenta hemos llegado a la celebración, los próxi-

mos 11 y 12 de febrero, D.m., de la vigésimo sexta Semana deDoctrina y Pastoral Social. La celebración este año del LXX aniver-sario de la fundación de Hermandades del Trabajo nos lleva a ha-cerlo de una manera especial, unidos a las Jornadas Nacionales deFormación que, anualmente, convoca y desarrolla la Comisión Na-cional de Hermandades del Trabajo de España.Los cambios acontecidos en los últimos meses en los ámbitos nacio-nal e internacional, su repercusión directa en la economía, y el vol-ver la mirada a la realidad que subyace a la fundación de Herman-dades, nos ha llevado a plantearnos una pregunta antigua pero quela realidad hace siempre joven: “¿Es posible una economía al servi-cio del hombre?”

La vida de D. Abundio y el ser y hacer de Hermandades, plasmanla necesidad de dar una respuesta cristiana a este interrogante que,como nos recuerda el Papa Francisco, no debe limitarse a bonitaspalabras, sino que exige una vida comprometida con el Evangelio ycon el legado del catolicismo social, que tan bellas páginas ha es-crito en la historia de la Iglesia universal y española. Recordar quela economía debe estar al servicio del hombre y de su desarrollo in-tegral nunca está de más.

Como el tema es de dimensiones oceánicas, lo concretamos entres binomios relacionales: Capital-Trabajo, Economía productiva-Medio ambiente, Consumidores-Productores.

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Centros de Hermandades del Trabajo. ESPAÑA: AAllmmeerrííaa,, ÁÁvviillaa,, BBaaddaajjoozz,, BBuurrggooss,, CCóórrddoobbaa,, GGuuaaddaallaajjaarraa,, JJaaéénn,, JJee--rreezz ddee llaa FFrroonntteerraa,, LLooggrrooññoo,, MMaaddrriidd,, SSeeggoovviiaa,, SSeevviillllaa,, VVaalleenncciiaa,, ZZaarraaggoozzaa,, aassíí ccoommoo llaass HHeerrmmaannddaaddeess eenn ttooddaa EEssppaaññaa ddeellaass FFeeddeerraacciioonneess ddee llaa SSeegguurriiddaadd SSoocciiaall yy FFeerrrroovviiaarriiaass.. AMÉRICA: CChhiillee ((CCoonncceeppcciióónn)),, CCoolloommbbiiaa ((BBaarrrraannqquuiillllaa,, BBooggoottááyy MMeeddeellllíínn)),, CCoossttaa RRiiccaa ((SSaann JJoosséé)),, EEccuuaaddoorr ((QQuuiittoo)),, PPeerrúú ((CCaallllaaoo,, CChhiimmbboottee,, LLiimmaa yy SSaann IIggnnaacciioo))..

FFFFUUUUNNNNDDDDAAAACCCCIIIIÓÓÓÓNNNN AAAABBBBUUUUNNNNDDDDIIIIOOOO GGGGAAAARRRRCCCCÍÍÍÍAAAA RRRROOOOMMMMÁÁÁÁNNNNSSII QQUUIIEERREESS AAYYUUDDAARR AA LLAA FFUUNNDDAACCIIÓÓNN EENN SSUUSS OOBBJJEETTIIVVOOSS YY EENN EELL PPRROOCCEESSOO DDEE CCAANNOONNIIZZAACCIIÓÓNN,, IINNGGRREESSAA TTUUSS AAPPOORRTTAACCIIOONNEESS EENN::

Cuenta Corriente del Banco Popular IBAN ES11 0075 0123 5506 0157 4896

Titular: Fundación Abundio García Román

PPEEDDRROO BBAARRRRAADDOO // DDIIRREECCTTOORR DDEE LLAA EESSCCUUEELLAA SSAANN JJUUAANN XXXXIIIIII DDEE LLAASS HHEERRMMAANNDDAADDEESS DDEELL TTRRAABBAAJJOO

Sobná (o Sebná) –«tierna juven-tud» sería su significado– es unpersonaje ligado a la corte del reyEzequías de Judá, en el siglo VIII a.C. De hecho, prácticamente en to-das las ocasiones en que aparece enla Escritura –nueve veces– lo haceen compañía de otros cargos corte-sanos. Así en el siguiente texto: «Elrey asirio despachó al copero ma-yor con un fuerte destacamento deLaquis a Jerusalén, donde se halla-ba el rey Ezequías. Avanzó sobre Je-rusalén y, nada más llegar, tomóuna posición próxima al canal de laAlberca Superior, junto al caminodel campo del Batanero. Llamaronal rey, y Eliaquín, hijo de Jilquías,mayordomo de palacio, Sobná, elsecretario, y Joaj, hijo de Asaf, el he-raldo, se dirigieron hacia el desta-camento» (2 Re 18,17-18).

En el v. 26 incluso podemos escu-char sus propias palabras (si bienmancomunadas): «Háblanos a no-sotros, tus servidores, en arameo,por favor, que lo entendemos; nonos hables en el hebreo de Judá y aoídos del pueblo que está en la mu-ralla», le dicen los tres notablesEliaquín, Sobná y Joaj al enviadodel rey asirio. El contexto de estediálogo es la embajada que envía elrey asirio Senaquerib a una Jerusa-lén sitiada para pedirle su rendi-ción. El funcionario asirio –coperoreal– se sitúa ante las murallas yhabla en hebreo y lo suficientemen-te alto como para ser oído por losdefensores y el pueblo que se en-cuentra allí. Ante esto, los funcio-

narios judaítas le ruegan que hableen arameo –la lengua diplomáticade la época–, para que solo ellospuedan entender las palabras delcopero.

El mensaje del rey asirio por bo-ca de su copero era el siguiente:«Que Ezequías no os haga confiaren el Señor diciendo: “El Señor noslibrará y esta ciudad no caerá ja-más en manos del rey de Asiria”.No hagáis caso a Ezequías […] queos engaña diciendo: “El Señor noslibrará”. ¿Es que los dioses de lasotras naciones han podido librarsus territorios de la mano del reyde Asiria? ¿Dónde están los diosesde Jamat y de Arpad? ¿Dónde estánlos de Sefarvaín, de Hená y de Ivá?¿Han podido los dioses de Samaríalibrar a Samaría de mi mano? ¿Quédioses de entre todos los dioses delas naciones han librado sus terri-torios de mi poder, como para quepueda el Señor librar a Jerusalén demi mano?» (2 Re 18,30-35).

Hay otro pasaje en el que Sobná,muy a su pesar, va a ser fugazmen-te protagonista. Lo encontramos enel capítulo 22 de Isaías (vv. 15-25).Aquí vemos que, sorprendentemen-te, Sobná no ocupa el cargo de se-cretario, sino el más importante demayordomo de palacio. El oráculode Isaías va a consistir precisamen-te en anunciarle a Sobná la despo-sesión del título y su sustituciónpor Eliaquín. Por tanto, pareceríaque este texto es anterior a los pa-sajes que hemos visto hasta ahora,

ya que en élasistimos a ladegradación delmayordomo. Elmotivo que sealega para ladestitución, entodo caso, tieneque ver con laconstrucción deun sepulcro enuna zona eleva-da de la ciudad.Quizá lo que sele reprocha esabandonar lasepultura fami-liar para exca-varse en piedrauna propia. Así pues, el pecado delSobná residiría en el orgullo y la va-nagloria de querer perpetuar sunombre valiéndose de su cargo. Eneste sentido, Sobná no fue muy dis-tinto del rey asirio Senaquerib.

El mayordomo de palacio (en he-breo asher ‘al-habayit, «el que [está]sobre la casa [del rey]») era un car-go extraordinariamente importan-te en la corte, equivalente a visir ovirrey. Sus funciones parecen ser degobierno y administración. Y, se-gún vemos en el oráculo de Isaías,sus obligaciones tienen que ver conla custodia de las llaves del palacioy, quizá, del sello real: «Le vestiré tutúnica –dice el Señor a Sobná refi-riéndose a Eliaquín–, le ceñiré tubanda, le daré tus poderes; será pa-dre para los habitantes de Jerusalény para el pueblo de Judá. Pongo so-

bre sus hombros la llave del palaciode David: abrirá y nadie cerrará; ce-rrará y nadie abrirá» (Is 22,21-22).

La mención de la llave y del abriry cerrar (dependencias palaciegas)recuerda inmediatamente unas pa-labras parecidas y muy famosas enlas que Jesús instituye a Pedro «ma-yordomo de palacio» del reino delos cielos (cf. Mt 16,19). Pero tam-poco conviene olvidar la cita in-equívoca que hace el libro del Apo-calipsis de este texto, refiriéndose aCristo, verdadero y buen «mayordo-mo» –porque tiene funciones dejuicio y de gobierno– del Reino desu Padre: «Escribe al ángel de laIglesia de Filadelfia: “Esto dice elSanto, el Veraz, el que tiene la llavede David, el que abre y nadie puedecerrar, el que cierra y nadie puedeabrir…”» (Ap 3,7).

SSoobbnnáá,, oo eell ccuussttooddiioo ddee llaass llllaavveess ddeell rreeiinnoo