hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

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  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

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    Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    2/602 Ecologistas en Acción

    En recuerdo de nuestros amigos y compañerosNicolás Martín-Sosa, Ladislao Martínez, Antonio Lucena y Ramón Fernández Durán

    Área de Energía

    Ecologistas en Acción

    Marqués de Leganés 12 - 28004 MadridTeléfono: +34-91-531 27 39http://www.ecologistasenaccion.org/energia

    Con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio deAgricultura, Alimentación y Medio Ambiente.Las opiniones y documentación aportadas en esta publicación sonde exclusiva responsabilidad del autor o autores de los mismos, yno reejan necesariamente los puntos de vista de las entidades queapoyan económicamente el proyecto.

    Agradecimientos:

    Ecologistas en Acción quiere manifestar su agradecimiento a Francisco HerasFernández, Margarita Mediavilla Pascual, Íñigo Capellán Pérez, MarianoGonzález, Luis González Reyes, Abel Esteban Ceballos, Felipe Yuste Santos,Fernando Cembranos, Elvira Cámara y Eva Miguel Cuñado por la revisióndel texto, las aportaciones, sugerencias y correcciones al documento; a JoseLuis García Cano por la maquetación; a Emilio Menéndez Pérez por su visión práctica y sus comentarios iniciales; a Jorge Riechman Fernández Pérez, YayoHerrero López, Cote Romero López, Francisco Castejón Magaña, Javier GonzálezBayón, Francisco Ramos Muñiz, y a todas las personas de Ecologistas en Acción y de otras organizaciones que se dedican a construir pensamiento en torno ala sostenibilidad ambiental y la justicia social, por contribuir a hacer de este unmundo que merece la pena vivir. También queremos agradecer a las personasque organizaron las jornadas de revisión del documento y análisis cualitativode escenarios: Marisa Plaza, Yolanda Picazo y Paca Blanco, y por supuesto a las personas que participaron en las sesiones, por sus valiosas ideas y aportaciones:Hortensia Grau Juan (ICV), Marisa Marcos García (Ecologistas en Acción deMóstoles), Elena Marcos Gómez (Ecologistas en Acción deMóstoles), Javier Andaluz Prieto (Ecologistas en Acción de Salamanca), Felipe Yuste Santos(Ecologistas en Acción de Salamanca), Amaia Zabalua Dorronsoro (Goiener),Sara Arce Ortiz (Ecologistas en Acción de Madrid), Erika Martínez Lizarraga(Equo), Alberto Bezurrartea Fernández (Equo, Goiener, Gure Energía), CarlosVilleta (Ecologistas en Acción de Cuenca), Francisca Blanco Díaz (Ecologistas en Acción de Madrid), Pepe Larios Martón (Equo), Jordi Bigues (periodista), PilarVega Pindado (Universidad Complutense de Madrid), Juan José Fuentetaja(Som Energía Madrid), Sergio Zapatero Campo (Ecologistas en Acción deExtremadura), Mónica Monteagudo Casas (Equo, Goiener, Gure Energia), Ana Etchenique Calvo (CECU), Cote Romero López (Plataforma por un NuevoModelo Energético ), Marisa Castro (Ekologistak Martxan Bizkaia), GuillermoHerraiz Medel ( Ecologistas en Acción de Zaragoza), Eloi Nolla Subirats(Ecologistes en Acció de Tarragona i les Terres de l`Ebre), Carmen IbarluceaParedes (Equo), Jordi López Ortega (Universidad Carlos III), Alfredo Cano (SomEnergía Barcelona, Plataforma por un Nuevo Modelo Energético), Raúl Cezar(Plataforma por un Nuevo Modelo Energético), Cristobal Gallego (ObservatorioCrítico de la Energía), Francisco Castejón Magaña (Ecologistas en Acción)Rodrigo Irurzun Martín de Aguilera (Ecologistas en Acción de Madrid), Mª IsabelDiez Leiva (Ecologistas en Acción de Burgos)

    Ecologistas en Acción agradece la reproducción de este informesiempre que se cite la fuente

    Este informe se puede descargar enhttp://ecologistasenaccion.org/article2050.html

    Noviembre 2015

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    3/603Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    SumarioResumen ................................................................................................4

    Introducción ........................................................................................ 10Objetivos ........................................................................................................................Principios de trabajo .......................................................................................................

    Situación actual ................................................................................... 14

    Consumo de energía nal ................................................................................................Consumo de energía primaria .........................................................................................Evolución de las energías renovables ............................................................................1Gases de efecto invernadero ............................................................................................Consecuencias y características del modelo energético actual ...........................19

    Propuesta de sistema energético para 2050 .......................................22

    Consideraciones respecto a la demanda de energía ................................................23Consumo de energía per cápita .......................................................................................Evolución de la población en el Estado español ........................................................25Características de un sistema energético justo, sostenible y posible.................25Mecanismos para la transición energética ...................................................................27Herramientas sociales impulsoras del cambio ...........................................................29Consumo de energía en el escenario propuesto .......................................................29Evolución del consumo por usos y por fuentes .........................................................32Cobertura de la demanda por sectores .........................................................................38

    Análisis cualitativo de factores y escenarios ......................................49

    Conclusiones ........................................................................................55

    Anexo I. Metodología ..........................................................................57

    Glosario y unidades .............................................................................58

    Bibliografía ..........................................................................................59

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    4/604 Ecologistas en Acción

    El modelo energético actual, basado enel consumo de fuentes de energía fósil,

    es insostenible.

    Resumen

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    5/605Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    El modelo energético actual, basado en elconsumo de fuentes de energía fósil, es in-sostenible por dos razones fundamentales:1. El cambio climático producido (principalmen-te) por la combustión de petróleo, gas y carbón,hace que debamos plantearnos una urgente y

    rápida sustitución de las fuentes de energía fó-siles por fuentes renovables.

    2. Tanto los combustibles fósiles, como el ura-nio y los materiales necesarios para sostener unuso intensivo de la energía, son nitos. Segúnmuchos estudios el pico de extracción del pe-tróleo convencional ya ha ocurrido o está próxi-mo a suceder. Otras investigaciones sitúan enlas próximas décadas el del uranio, el gas, y elcarbón.

    Ante esta situación surge desde el ecologismo so-cial la necesidad de plantear una transición ener-gética hacia un horizonte justo y sostenible basa-da en los siguientes principios:

    • La energía como bien de acceso universal . Laenergía es un bien necesario para la vida, por loque debe garantizarse su acceso universal paraeliminar la pobreza energética, reducir al máxi-mo las desigualdades y permitir a las personasdisfrutar de una vida digna. También es un bienescaso, por lo que priorizar los usos ambiental ysocialmente deseables es fundamental para ga-rantizar que se cubran las necesidades básicas.

    • Control social del sistema energético. Unbien básico como la energía debería gestionar-se de forma transparente y democrática. Contarcon un sistema de generación, distribución yconsumo totalmente participado por una ciu-

    dadanía informada tendería hacia el autocon-sumo, la descentralización y posiblemente laautosuciencia. Este tipo de gestión es más al-canzable cuando se apuesta por la simplicidadtecnológica.

    • Sin deuda ecológica. Pensar en un modelo justo también con otros pueblos pasa por res-petar los límites ecológicos del territorio, evi-tando depredar recursos o utilizar sumiderosajenos.

    • Eciente ahorrador y de bajo consumo.Reducir la necesidad de energía aumentandola eciencia, pero sobre todo, como parte de

    un sistema socioeconómico que permita a laspersonas ser felices y tener una vida buena conpoco consumo energético.

    • Adaptado a la futura disponibilidad ener -gética notablemente más baja que la actual,con una potencia disponible cuantitativa y cua-

    litativamente menor.• Basado en energías limpias. Respetar elplaneta reduciendo al máximo su impacto enla extracción de recursos materiales, en su im-plantación en el territorio y en la generación deresiduos. Por la urgencia de la actuación frenteal cambio climático, el modelo debe dejar deemitir gases de efecto invernadero cuanto an-tes.

    La propuesta plantea un escenario de transiciónhacia un modelo basado en la soberanía ener-gética , en el que los individuos conscientes, lascomunidades y los pueblos tomen sus propiasdecisiones respecto a la generación, distribucióny consumo de energía, de modo que estas seanapropiadas a sus circunstancias ecológicas, socia-les, económicas y culturales, sin afectar negativa-mente a terceros.

    Esta propuesta no es una solución cerrada e ina-movible. Es más bien un punto de partida quepone de maniesto las dicultades, alternativas,retos y oportunidades que se plantean a la hora deabordar un escenario de transición energética ba-sado en los supuestos planteados. El estudio plan-tea una transición gradual y ordenada, basada enla articulación de las fuerzas sociales, económicasy políticas hacia un n: la sostenibilidad ambientaly la equidad social. El cambio, sin embargo, podríaser abrupto, de seguirse con las políticas actualeshasta llegar a puntos de ruptura basados en la in-sostenibilidad material y económica del sistemaactual. Este y otros escenarios se analizarán de for-ma cualitativa en el capítulo nal del informe.

    Situación de partida:

    En el Estado español la demanda de energía nal(la directamente consumida) ha aumentado a unritmo elevado hasta el comienzo de la crisis eco-

    nómica, un 21 % de media entre 1995 y 2005, parair reduciéndose en los años posteriores a un ritmomenor (un 10 % entre 2005 y 2010). Este aumento

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    6/606 Ecologistas en Acción

    países productores. Los procesos de extracción,transporte y utilización de estas fuentes de ener-gía producen graves efectos ambientales (conta-minación, deforestación, destrucción de hábitats,accidentes nucleares...) y sociales (desplazamien-to de comunidades, guerras, dictaduras...). Laconsecuencia más global y de más magnitud deeste modelo es el cambio climático, que ya estáponiendo en peligro a millones de personas.

    La energía se considera un bien de mercado más,no una necesidad básica, lo que hace que se denal mismo tiempo situaciones de pobreza energé-tica y derroche de energía. El mercado energéti-co en el estado está dominado por un oligopoliode empresas que frenan cualquier propuesta queperjudique sus intereses, como la generación re-

    novable distribuida, la eciencia energética o lamovilidad sostenible. La generación además estáfuertemente centralizada, lo que desvincula elconsumo de energía de su generación y sus im-pactos, desincentivando las posibilidades de ac-ción de la ciudadanía.

    Propuesta de sistemaenergético para 2050

    ¿Cuánta energía necesitamos?Una vez que el consumo de energía permite lasatisfacción de las necesidades básicas de la vida,un aumento en la demanda energética no se co-rresponde con un incremento del bienestar. Algu-nos autores apuntan que debido al aumento dela eciencia energética, en 2020 se podría conse-guir un índice de desarrollo humano alto con unconsumo de aproximadamente 1tep/hab. Otros

    estudios señalan que para conseguir un escena-rio de igualdad energética global las sociedadesmás industrializadas deberían reducir su consumoaproximadamente a una cuarta parte del actual,hasta llegar aproximadamente a 1,2 tep/hab.

    ¿Que tipo de modelo proponemos?

    El modelo propuesto es respetuoso con los lími-tes del planeta , tanto en la extracción de mate-

    riales como en la generación de residuos, lo queimplica utilizar únicamente fuentes renovables yno generar deuda ecológica.

    se ha producido en todos los sectores, especial-mente en comercio, servicios y sector residencial,aunque es el transporte el principal demandante,con un 40 % del total. Por fuentes se observa unareducción del carbón como fuente de energía -nal, un aumento del consumo del petróleo y unnotable incremento del gas. La demanda de elec-tricidad también ha aumentado aunque, pese a losaltos precios del petróleo después de la crisis, estatendencia se ha estancado.

    Laenergía primaria (la obtenida directamente delas fuentes) ha seguido una evolución similar a lade la energía nal. En total el consumo de energíaprimaria ha aumentado un 46 % entre 1990 y 2012,aunque ha alcanzado máximos de un 65 % respec-to de 1990 en años previos a la crisis (2005). Por

    fuentes destaca el aumento del gas natural que hamultiplicado por cinco su consumo de 1990 a 2012-debido a su consumo directo en hogares y empre-sas y a su utilización para producir electricidad-. Lademanda de petróleo ha crecido un 13 % y la decarbón se ha reducido un 20 %. En total el 75 % dela energía primaria del estado proviene de fuentesfósiles.

    Pese al gran potencial de producción de energíasrenovables y a los diferentes planes estatales yautonómicos para su fomento, estas fuentes ape-nas supusieron un 12 % de la energía primaria enel año 2012. Además, aproximadamente la mitadde la producción renovable corresponde a bioma-sa y agrocombustibles, de dudosa sostenibilidaden muchos casos. Aún así, la evolución de algunossectores, como la energía fotovoltaica o la eólica,demuestra que con los incentivos adecuados eldespliegue de estas tecnologías se puede hacer deforma rápida y efectiva, sin perder de vista que lascaracterísticas propias de las energías renovables(una baja tasa de retorno energético, dicultad dealmacenamiento e irregularidad en el suministro)hacen que el sistema energético que dibujan seanotablemente diferente al actual.

    El actual modelo energético del estado es altamen-te dependiente de materias primas provenientesde otros países -combustibles fósiles, uranio, agro-combustibles-. Actualmente se importa alrededor

    del 85 % de la energía primaria, lo que supone unacontinua sangría económica, gran inestabilidad,y una gran deuda energética y ecológica con los

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    7/607Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    También es un sistema justo , que garantiza el ac-ceso universal a la energía ybajo control demo-crático , plenamente participado por la ciudadanía(en la producción, el consumo y la gestión), contransparencia y sin ánimo de lucro.

    Es un sistema resiliente, descentralizado e in-

    terconectado . Basado en microrredes autosu-cientes, autogestionadas e interconectadas, quetienen integrados sistemas de generación, almace-namiento y gestión, y que cuentan con el apoyo decentrales de mayores dimensiones para garantizarel suministro y minimizar posibles costes económi-cos o ambientales.

    Es un modelo realista que tiene en cuenta el futu-ro escenario de escasez y laslimitaciones de lasenergías renovables en cuanto cantidad, calidadde la energía producida y dicultad de almacena-miento. También considera el aumento de la po-blación que se dará previsiblemente debido al au-mento de las migraciones por el cambio climático.

    ¿Cómo conseguir un modelo así?

    El escenario que proponemos se conseguirá me-diante varios mecanismos, algunos directamenterelacionados con la gestión energética y otros con

    aspectos más sociales.En cuanto a los mecanismos directamente vincula-dos con gestión energética tenemos:

    1. Reducción del consumo energético. Me-diante mecanismos de eciencia energéticaacompañados de medidas que eviten el efectorebote, como el establecimiento de límites de-crecientes en el consumo energético.

    2. Electricación. De todos los sectores, inclui-do el transporte.3. Gestión de la demanda. Se propone la ade-cuación del consumo a la disponibilidad de re-cursos, al contrario que actualmente.

    4. Apuesta por la generación renovable dis-tribuida.

    5. Participación ciudadana en la gestión delsistema.

    El cambio social necesario para conseguir la tran-sición energética que se propone, debe utilizar lassiguientes herramientas:

    1. Información que permita la elección con cri-terios de sostenibilidad, y sobre las consecuen-cias de no llevar a cabo la transición energética.

    2. Educación que revise las categorías culturalescon las que se percibe la realidad y promueva losvalores y actitudes necesarias para el cambio.

    3. Formación profesional para ejercer las acti-vidades profesionales desde criterios “bajos encarbono”

    4. Comunicación que facilite la implicaciónsocial, la participación activa en el cambio demodelo, que comunique los éxitos, involucre areferentes sociales y restrinja la publicidad.

    5. Apoyo a la innovación y a la participaciónsocial que favorezca el debate sobre energía y

    permita ensayar diferentes estrategias para elcambio de modelo, como Ciudades en Transi-ción, Grupos de Racionamiento de Carbono, etc.

    6. Mejora de la gobernanza.

    7. Revisión del valor para fomentar la desin-versión en combustibles fósilesy los indicado-res económicos principales , para que reejenrealmente las pérdidas de biodiversidad, servi-cios ambientales, etc.

    ¿Cómo es el consumo de energía enel escenario propuesto?

    En 2050 se produce una disminución del consu-mo de energía nal en consonancia con la menorenergía disponible y la necesidad de repartirla a ni-vel global. En el año 2050 se consumiría aproxima-damente un tercio de la energía nal de 2015 y un27 % de la energía primaria, pasando de 134.470

    ktep en 2015 a 36.767. Para este periodo se haprevisto un aumento de la población del estado,ya que se tiene en cuenta el aumento del númerode personas que se verán obligadas a migrar porcausa del cambio climático. Se estima que la po-blación alcanzará los 65 millones de personas en2050. Por este motivo la reducción del consumoper cápita, tanto de energía primaria como nal, esaún más acusado que el total. El consumo de ener-gía nal per cápita pasa de 2,13 tep en 2015 a 0,50

    tep. En cuanto a la energía primaria la reducciónes aún mayor, pasando de 2.91 tep/cap en 2015 a0,57 tep/cap en 2050.

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    8/608 Ecologistas en Acción

    Variación de la demanda nal de energía por sectoresResumen propuesta de consumo nal de energía (ktep)

    Sector 2015 2050 Variación (%)

    Industria 20.701 8.853 - 57 %

    Transporte 41.774 8.045 - 81 %

    Residencial 16.534 10.508 - 36 %

    Comercial y servicios públicos 10.043 2.859 - 72 %

    Agricultura y forestal 2.677 1.418 - 47 %

    Pesca 39 33 - 15 %

    Otros 746 594 - 20 %

    Total 92.513 32.311 - 65 %

    El sector que más reduce su consumo energéticoes el del transporte, debido a la disminución de lamovilidad de personas y mercancías y al aumentodel transporte colectivo. También reducen nota-blemente su consumo la industria -por la dismi-

    nución de la actividad- y los sectores residencial,comercial y de servicios públicos, gracias a un au-mento en la eciencia de los edicios.

    En cuanto a las fuentes de energía primarias, se produ-ce un abandono completo de la energía nuclear, quedeja de estar operativa antes de 2030, y de los com-bustibles fósiles. De estos es el carbón el que antes seabandona (se deja de utilizar primero como fuente deenergía eléctrica y más tarde en sus usos industriales),el petróleo disminuye paulatinamente y el gas, des-pués de un repunte debido a su papel de energía detransición, sigue la misma línea de reducción.

    En 2050 las principales fuentes primarias de energíason: energía eólica (23 %) solar térmica (21%), solarfotovoltaica (17 %), biomasa (21 %), biogás (8 %) hi-dráulica (6 %) y termosolar eléctrica (4 %).

    Figura 1. Consumo de energía primariaen 2050 (ktep)

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    9/609Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Las necesidades de energía para usos térmicos (cale-facción, agua caliente, hornos) se reducen en gran par-te debido a la disminución de la necesidad de climati-zación. Las fuentes utilizadas mayoritariamente en laactualidad (carbón, petróleo y gas) se sustituyen porenergía solar térmica, biomasa, biogás y electricidadproveniente de fuentes renovables.Para la generación de electricidad las energías renova-bles desplazan a los combustibles fósiles y la energíanuclear. Las centrales nucleares y térmicas de carbónson las primeras en dejar de producir electricidad, vién-dose sustituidas por producción fotovoltaica, eólica, ter-mosolar e hidráulica. El gas natural se convierte en unafuente energética de transición hasta el nal del perio-do, cuando se cierran denitivamente las últimas cen-trales de ciclo combinado.

    Para el transporte se sustituyen los derivados del pe-tróleo principalmente por electricidad, con aportacio-nes de biogás y agrocombustibles.

    ¿Cómo es la cobertura de la demandaen los distintos sectores?Industria . La demanda se reduce a la mitad de la actual(quedándose en 9.000 ktep). El carbón mantiene un usoresidual hasta 2045, los productos petrolíferos dejan deutilizarse en 2025 y el gas en 2050. Estas fuentes son

    sustituidas por energías renovables para usos térmicosy electricidad. Se da un proceso de transformación in-dustrial con una reducción generalizada de la actividad,que será especialmente acusada en la industria químicay del petróleo, la extractora y de transformación (mine-rales no metálicos, siderurgia, fundición y transforma-ción metálica), la automoción y la construcción.

    Transporte . La reducción de la movilidad (pasajeros ymercancías) y el cambio modal hacia el transporte co-lectivo y electricado, hacen que la demanda de energíadel sector se reduzca hasta llegar a un 20 % de la actual.Entre las fuentes energéticas nales no se encuentranderivados del petróleo, sino un 65 % de electricidad, un25 % de agrocombustibles y un 10 % de biogás.Administración servicios y comercio. El consumoenergético de este sector se produce mayoritaria-mente en edicios (90 %). La reducción de la deman-da mediante medidas de eciencia energética haceque disminuya el consumo de energía hasta el 45 %del actual, para pasar de un consumo de 10.043 ktepen 2012 a 4.000 ktep en 2050. Este consumo se cubreprincipalmente con electricidad (un 92 %).Sector residencial . Gracias a la rehabilitación energé-

    tica se puede reducir entre un 35 % y un 50 % la nece-sidad de calefacción en los edicios existentes, y hastaen un 80 % en obra nueva. Además, entre un 60 % y un90 % del consumo de agua caliente se puede propor-cionar gracias a la energía solar térmica. La solar térmi-ca también puede proporcionar entre el 50 % y el 80% de las necesidades de calefacción en las viviendasque disponen de capacidad para ello. El resto se pro-porciona mediante biomasa, electricidad y en menormedida geotermia. El consumo de electrodomésticos

    e iluminación se reduce por la racionalización de usosy el aumento de la eciencia.Agricultura . La agricultura mantiene su consumoenergético, aunque reduce su dependencia del pe-tróleo (actualmente un 61 %) sustituyéndolo por elec-tricidad, biocarburantes y tracción animal. Se utilizaráademás biogás, biomasa, geotermia y solar térmica.

    Figura 2. Evolución del consumo de energía nal por sectores 2015-2050 (ktep)

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    10/6010 Ecologistas en Acción

    El ser humano ha sido capaz alo largo de la historia de utilizar

    fuentes energéticas para su provecho, posibilitando gracias a ellas el

    desarrollo de sociedades cada vez máscomplejas.

    Introducción

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    11/6011Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    El ser humano ha sido capaz a lo largo de lahistoria de utilizar fuentes energéticas parasu provecho, posibilitando gracias a ellas eldesarrollo de sociedades cada vez más comple- jas. Sin embargo, no es hasta el siglo XIX cuandose da un salto cualitativo mediante el aprovecha-miento a gran escala de la energía contenida enlos combustibles fósiles.

    La Revolución Industrial comienza con la utiliza-ción de carbón y el desarrollo de los primeros mo-tores (máquina de vapor). En el siglo XX se añadeal carbón la extracción y quema de petróleo, y enlas últimas décadas también del gas natural. Elincremento exponencial en el consumo de ener-gía posibilita el desarrollo social, económico, y lamundialización creciente de los intercambios, altiempo que deviene en un aumento paralelo dela población mundial.

    Pero este incremento del consumo energéticolleva aparejado unos importantes impactos a ni-vel ecológico, derivados de la contaminación yla emisión de GEI (gases de efecto invernadero)asociados a su combustión.

    Por otra parte, una gran parte de la población

    mundial, incluidas capas importantes en lospaíses industrializados, siguen en situación depobreza, y con limitaciones importantes en lautilización de recursos básicos. Es decir, la so-breabundancia de recursos energéticos no haservido para mejorar la calidad de vida de todaslas personas, ni siquiera en muchos aspectos, deaquellas con acceso a los recursos.

    A esta situación hay que añadir el hecho de que

    la sociedad industrial y postindustrial en la quevivimos ha generado una altísima dependenciarespecto a los combustibles fósiles, y que tantolos combustibles fósiles como el uranio y los ma-teriales necesarios para sostener una alta utiliza-ción de las fuentes energéticas son recursos limi-tados a nivel planetario, y todas estas materiasestán ya dando muestras de agotamiento. Y elhecho también de la alta concentración empre-sarial en el sector de la energía precisa de gran-

    des inversiones de capital para hacer posible laextracción, transformación y distribución mun-dial de las fuentes energéticas dominantes.

    A nivel mundial, el 81,7 % de la energía primariaconsumida en el año 2012 provino de combusti-bles fósiles, a lo que hay que sumar un 4,8 % deenergía nuclear, y un 10 % de bioenergía, funda-mentalmente biomasa en países o regiones noindustrializadas, quemada de forma ineciente,insostenible y contaminante.

    La energía hidroeléctrica representaba el 2,4% del consumo, muchas veces también en for-ma de grandes presas con tremendos impactosambientales y sociales, y las energía renovablesmodernas (geotermia, solar, eólica...) un exiguo1,1 % del total (1).

    En este contexto el panorama mundial está co-menzando a cambiar. Nos encontramos en un

    momento en el que existen dos fuerzas con-trapuestas. Por un lado, los enormes podereseconómicos, interesados en mantener un mo-delo energético que posibilite continuar con laacumulación de capital, y por otro, el desarrollode tecnologías de aprovechamiento de fuentesrenovables, cada vez más baratas y modulares,lo que permite a las personas y las comunidadeshacer un uso eciente de la energía por sus pro-pios medios.

    Al contrario de lo que sucede con los combusti-bles fósiles y el uranio, que requieren de grandesinversiones económicas y están concentradosen ciertas regiones del planeta, la energía queproporciona el sol, el viento, el agua, y el restode fuentes renovables, están repartidas por elplaneta de forma más uniforme. Además, sonaccesibles a las personas y requieren en generalmenores inversiones.

    Desde la perspectiva del ecologismo social exis-te la necesidad de dar respuesta a los interro-gantes que plantea la crisis planetaria en la quenos adentramos. Uno de los aspectos importan-tes y urgentes es la necesidad de plantear alter-nativas viables en el plano energético, como he-rramienta de lucha contra el cambio climático,pero también como respuesta frente al agota-miento de los combustibles fósiles, la desigual

    distribución de los recursos y la falta de control

    1 Datos estadísticos de la Agencia Internacional de la Energía

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    12/6012 Ecologistas en Acción

    democrático de la energía.

    El cambio climático requiere una acción urgentey ambiciosa debido al ritmo y escala de la acu-mulación de gases de efecto invernadero en laatmósfera. Para evitar el riesgo de realimenta-ciones y cambios bruscos e irreversibles en elclima se debería mantener la concentración deGEI por debajo de 350 ppm (partes por millón)lo que se correspondería con un aumento apro-ximado de la temperatura global de 1,5ºC.

    La concentración actual supera las 400 ppm.Es necesario reducir, inmediatamente y a buenritmo, la concentración de estos gases en la at-mósfera. Esto implica, entre otras medidas, noextraer una buena parte de las reservas de com-

    bustibles fósiles (2).El cambio de sistema energético tiene que iracompañado de un cambio de sistema econó-mico. No es posible continuar con el sistemacapitalista, que necesita un crecimiento eco-nómico continuo, en un mundo nito ya queel crecimiento está directamente vinculado alaumento de la extracción de materiales y de laproducción de residuos.

    Ante esta situación urge el análisis de aspectoscuantitativos y cualitativos: Cuánta energía esnecesaria para sostener una vida digna para lasgeneraciones presentes y futuras, cuáles debenser las fuentes energéticas, y cómo deben sergestionadas.

    Hay poco tiempo de reacción. La transición ha-cia una sociedad “descarbonizada” debe comen-zar cuanto antes. Así quizá se pueda dar una

    transición consciente, planicada, pacíca y quelogre una mayor sostenibilidad, equidad y justi-cia social.

    Cuanto más demoremos la toma de decisiones yla acción, mayor será la probabilidad de enfren-tarnos a un proceso caótico, que producirá des-igualdad y mucho sufrimiento.

    2 La Agencia Internacional de la Energía (AIE) avanzó en su informe de

    2012 que para cumplir los compromisos climáticos (de un aumento de2 ºC, no de 1,5 ºC), al menos dos terceras partes de las reservas tendríanque quedarse bajo tierra, otros informes hablan de un enfoque cauto enel que sólo se queme un 20 % de las reservas totales de combustiblesfósiles para 2050.

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    13/6013Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Objetivos

    En respuesta a esta situación, y ante la necesidadde mostrar alternativas posibles, Ecologistas enAcción plantea los siguientes objetivos para estapropuesta:

    • Dibujar desde la óptica del ecologismo socialun escenario energético justo, sostenible y re-alista en el Estado español para 2050.

    • Proponer una transición energética, secuen-ciando los cambios principales que se debendar en el modelo energético y señalando loscambios en el sistema económico y social ne-cesarios para lograr este escenario.

    • Evaluar las posibilidades de reducción delconsumo de energía mediante cambios en laorganización social y económica.

    • Evaluar las posibilidades de consumo deenergía 100 % renovable en todos los sectoresde la economía.

    • Profundizar en el debate interno y externorespecto a la necesidad de transitar hacia otromodelo social, productivo y energético comorespuesta al cambio climático y a la escasez yencarecimiento de los combustibles fósiles.

    Principios de trabajo

    Para conseguir estos objetivos no es sucientecon plantear únicamente un escenario 100 % re-novable. Es necesario contemplar también otrosprincipios necesarios para que el modelo ener-gético que proponemos sea además justo y sos-tenible.

    Un modelo justo

    La energía como bien de acceso universal

    La energía es un bien necesario para la vida, porlo que debe garantizarse su acceso universal paraeliminar la pobreza energética, reducir al máximolas desigualdades y permitir a las personas disfru-tar de una vida digna. También es un bien escaso,

    por lo que priorizar los usos ambiental y social-mente deseables es fundamental para garantizarque se cubran las necesidades básicas.

    Control social del sistema energético

    Un bien básico como la energía debería gestio-narse de forma transparente y democrática. Con-tar con un sistema de generación, distribución yconsumo totalmente participado por una ciuda-danía informada tendería hacia el autoconsumo,la descentralización y posiblemente la autosu-ciencia. Este tipo de gestión es más alcanzablecuando se apuesta por la simplicidad tecnológica.

    Sin deuda ecológica

    Pensar en un modelo justo también con otrospueblos pasa por respetar los límites ecológicosdel territorio, evitando depredar recursos o utili-zar sumideros ajenos.

    Un modelo sostenible

    Eciente ahorrador y de bajo consumo

    Reducir la necesidad de energía aumentandola eciencia, pero sobre todo como parte de unsistema socioeconómico que permita ser felicesy tener una vida buena con poco consumo ener-gético.

    Adaptado a la futura disponibilidad energética

    Notablemente más baja que la actual, con unapotencia disponible cuantitativa y cualitativa-mente menor.

    Basado en energías limpias

    Respetar el planeta reduciendo al máximo su im-pacto en la extracción de recursos materiales, ensu implantación en el territorio y en la generaciónde residuos. Por la urgencia de la actuación fren-te al cambio climático, el modelo debe dejar deemitir gases de efecto invernadero cuanto antes.

    En denitiva la propuesta plantea un escenariode transición hacia un modelo basado en la sobe-ranía energética , en el que los individuos cons-cientes, las comunidades y los pueblos tomensus propias decisiones respecto a la generación,distribución y consumo de energía, de modo que

    estas sean apropiadas a sus circunstancias ecoló-gicas, sociales, económicas y culturales, sin afec-tar negativamente a terceros.

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    14/6014 Ecologistas en Acción

    La mitad de la demanda deenergía nal en el estado español

    se cubre mediante productos petrolíferos.

    Situaciónactual

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    15/6015Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Consumo de energía nalPara que la sociedad pueda utilizar la energía es ne-cesario realizar ciertos procesos (como renar el pe-tróleo para obtener gasolinas, quemar carbón o gaspara producir electricidad, etc). En estos procesos sepierde una parte de la energía, que varía según la e-ciencia de cada caso. Por ejemplo en la producción deenergía eléctrica a partir de carbón o uranio se pierdealrededor de un 70 % de energía, a partir de gas sepierde aproximadamente la mitad. En cambio, cuan-do no se utilizan ni procesos de combustión ni siónnuclear, como en la hidroeléctrica o la eólica, obtenerelectricidad es un proceso mucho más eciente des-de el punto de vista energético. A la energía utilizadadirectamente por la sociedad se le denomina energíanal y es la que se analiza en este apartado.En el Estado español el consumo de energía nal au-mentaba a un ritmo muy fuerte hasta la llegada de lacrisis, (el aumento entre 1995 y 2000 fue de un 24 % yentre 2000 y 2005 de un 19 %). Con la crisis producidapor el estallido de la burbuja inmobiliaria el consumoha ido reduciéndose paulatinamente, pero a un rit-mo menor (un 10 % entre 2005 y 2010).Si comparamos la situación en 1990 y la actual, vemosque el sector que ha aumentado proporcionalmente

    más su demanda, multiplicándola por tres, es el decomercio y servicios. El sector residencial tambiénaumenta considerablemente su demanda (70 %). Entérminos absolutos es el sector del transporte el queha crecido más en los últimos años, y a día de hoy es elprimer demandante de energía del estado, con casi un40 % del total, como podemos observar en la gura .

    Figura 3. Evolución de la demanda deenergía nal por sectores analizada cada

    5 años (*)

    (*) Desde 1990 hasta 2015, para este último año los datos sonestimados. Fuente: Elaboración propia a partir de datos del IDAE

    Figura 4. Consumo de energía nal en elEstado español por sectores 2012

    (Elaboración propia a partir de datos del IDAE)

    La mitad de la demanda de energía nal en el Es-

    tado español se cubre mediante productos pe-trolíferos, debido al uso casi exclusivo de estoscombustibles para el transporte y su utilizacióntambién en industria, los sectores residencial, co-mercial y servicios públicos y en agricultura, asícomo su uso como materia prima (13 % del totalde petróleo).

    Figura 5. Consumo de energía nal en elEstado español por fuentes 2012

    (Elaboración propia a partir de datos del IDAE)

    La evolución del consumo per cápita ha sido cre-ciente, pasando de 1,34 tep en 1980 a 2 tep en2010, con un máximo en 2005 de 2,33 tep por per-sona y año. Por fuentes, se observa un descenso enel consumo de carbón como energía nal, un in-cremento importante en el consumo de petróleo,así como de gas natural, del que prácticamente noexistía consumo en 1980 y que en 2012 represen-

    taba el 18 % del consumo total de energía nal. Seha producido también un notable incremento enel consumo de electricidad, prácticamente multi-

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    16/6016 Ecologistas en Acción

    plicándose por dos y medio en estas tres décadas.La crisis económica ha detenido este proceso, peroa pesar del elevado precio del petróleo en términoshistóricos, no se ha producido un desplazamientodel consumo hacia la electricidad. Se observa tam-bién en los últimos años un aumento en el uso deagrocombustibles como energía nal.

    Consumo de energía primaria

    Como ya se ha comentado el consumo de energíaprimaria es mayor que la energía que realmente seemplea porque de media alrededor de un 25 % dela misma se pierde al transformar la energía parasu uso.

    En la gura 6 se puede observar la evolución delconsumo de energía primaria en el Estado españoldesde 1990 hasta 2010. Al igual que la energía -nal, el consumo de energía primaria ha ido en au-mento desde 1990 a 2005 pasando de 88.022 a145.815 ktep (1). El ritmo de crecimiento ha sidomuy alto (de casi el 25 % entre el año 1995 y el2000 y de un 20 % entre el 2000 y el 2005). El ni-vel de demanda de 2005 se mantiene hasta 2007,año en el que comienza a descender debido a lacrisis (reducción de la construcción, la movilidad y

    el consumo). En 2010 la demanda de energía pri-maria se reduce un 10 % con respecto a 2005. Enlos años siguientes aunque con cierta tendencia areducirse, la demanda se mantiene en niveles si-milares.

    En total el consumo de energía primaria ha au-mentado un 46 % entre 1990 y 2012. Han sido losefectos de la crisis económica, y no medidas deahorro o eciencia, los que han hecho que esteporcentaje no fuera mayor, ya que en 2005 esteincremento era de un 65 %.

    Si observamos la evolución por fuentes resalta elaumento de gas natural, que ha más que quintu-plicado su consumo, pasando de 5.000 ktep en1990 a 28.184 ktep en 2012 (debido a la introduc-ción del mismo en los hogares y a la instalaciónde centrales de ciclo combinado para producirelectricidad).

    La demanda de petróleo ha crecido un 13 % eneste periodo. En cambio el carbón ha reducido sudemanda aproximadamente un 20 %, pasandode 18.974 ktep a 15.510 ktep (con un mínimo en2010 de 7.156 ktep). Este repunte de una fuentede energía poco eciente y muy contaminante(sobre todo en términos de emisiones de CO2) seexplica por las ayudas y subvenciones recibidaspor su uso en generación eléctrica.

    En la gura 7 puede observarse el reparto entrefuentes para un año concreto (2012) donde se vecon claridad el predominio de las fuentes fósiles,

    sobre todo del petróleo.En total se observa que el 75 por ciento de laenergía primaria del estado proviene de fuentesfósiles.

    Figura 6. Evolución del consumo de energía primaria en el Estado español, porfuentes, desde 1990 hasta 2010

    1 Ktep = 1000 toneladas equivalentes de petróleo Fuente: MINETUR

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    17/6017Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Figura 7. Consumo de energía primariaen el Estado español en 2012

    Fuente: MINETUR

    Evolución de las energías renovables

    Pese a que ha habido varios planes estatales y au-tonómicos de fomento de las energías renovables,hay tecnologías en las que no se han cumplido losobjetivos planteados. Los ejemplos más patentesson la solar térmica de baja temperatura y la bio-masa para usos térmicos.

    En caso de la solar térmica, el Plan de Fomento delas Energías Renovables (PFER) preveía alcanzar2010 con 4,9 millones de m2 instalados, con un in-cremento entre 2005 y 2010 de 4,2 millones de m2.

    La realidad ha sido que en ese periodo se instalómenos de la mitad de lo previsto (1,5 millones dem2), alcanzando en 2010 los 2,3 millones de m2, el55 % del objetivo.

    En cuanto a la biomasa para usos térmicos se pre-veía pasar de una utilización, en términos de ener-

    gía primaria, de 3.487 ktep en el año 2004 a 4.070ktep en el año 2010, un incremento de 583 ktep. Larealidad es que el incremento fue de 263 ktep (45% de lo previsto).

    En el sector de los agrocombustibles, por su parte,se preveía pasar de una utilización de 228 ktep deenergía primaria en 2004 hasta los 2.200 ktep en2010 (un incremento de 1.972 ktep), que se que-daron en 1.442 ktep, con un incremento de 1.214ktep (el 61 % del objetivo).

    Figura 8. Evolución del consumo derenovables como energía nal (usos

    térmicos y biocarburantes).

    Fuente: Elaboración propia a partir de datos del MINETUR

    Figura 9. Generación eléctrica a partir de fuentes renovables

    Fuente MINETUR

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    18/6018 Ecologistas en Acción

    En el sector de la producción eléctrica a partir derenovables se planteaba un incremento de 15.462MW de potencia instalada, pasando de 27.032 MWen 2005 a un objetivo de 42.494 MW en 2010. En eseaño se ha superado el objetivo de potencia instala-da, alcanzando los 44.911 MW. Pese a ello la produc-ción es menor que la esperada ya que no se llegana los 102.259 GWh sino que se quedan en 94.497GWh.

    Dentro de los objetivos del plan se preveía ampliarla potencia instalada de gran hidráulica pero si depequeña y medianas instalaciones (menos de 10MW y entre 10 y 50 MW, respectivamente). Los obje-tivos de incremento de potencia, de 360 MW y 450MW se han cumplido en un 52 % y en un 39 % encada uno de los casos. La realidad es que en el 2010hay instalados 3.087 MW de hidráulica mediana y1.926 MW de minihidráulica, suponiendo un cum-plimiento del 52 % y del 39 % respectivamente.

    La energía eólica es una de las que tuvo un au-mento durante el periodo 2005-2010 más acordeal plan, ya que llegó a 20.793 MW superando los20.155 MW previstos.

    En cuanto a la energía solar fotovoltaica, el planpreveía una potencia instalada de 400 MW en 2010.Ese año, realmente había instalados 3.944 MW, casidiez veces más, lo que da cuenta de la gran capaci-dad para instalar este tipo de energía en el Estadoespañol. La solar termoeléctrica también superó,aunque en menor medida, las previsiones del plan,alcanzando los 682 MW de potencia instalada, enlugar de los 500 MW previstos.

    Éste análisis muestra que hay capacidad de generarenergía renovable en el estado y que con los incenti-vos adecuados el despliegue de estas tecnologías sepuede hacer de forma rápida y efectiva. Es necesariotener en cuenta, eso sí, que el sistema energético quedibujan es notablemente distinto del actual, debidoa las características propias de las energías renova-bles (una baja tasa de retorno energético, dicultadde almacenamiento e irregularidad en el suministro)

    Gases de efecto invernaderoA nivel mundial las emisiones de gases de efectoinvernadero no han dejado de crecer, siendo en laactualidad un 40 % mayores que las existentes en1990. La contribución de los diferentes países a esteaumento de emisiones (y por o tanto su responsabi-

    lidad frente al cambio climático) no ha sido la mis-ma ni históricamente ni desde el comienzo de lasnegociaciones climáticas en el seno de la ONU.En el Estado español las emisiones han aumentadomuy por encima de los compromisos adquiridos porla UE en el contexto del Protocolo de Kioto (a Españase le permitía un aumento de un 15 % respecto a lasde 1990, en el periodo 2008-2012). En los años pre-vios a la crisis económica (2005, 2006, 2007) el nivelde emisiones era alrededor de un 50 % mayor queel nivel de 1990. En 2012 las emisiones eran un 18 %superiores al nivel base, aún lejos del 15 % acorda-do. Es conveniente señalar que la reducción del 50al 20 % se produce por efecto de la disminución deactividad en determinados sectores producida porla crisis económica, no como respuesta a políticasde reducción de emisiones.

    100,0%103,3%

    106,3%

    102,7%

    108,4%

    113,7%

    111,2%

    116,0%119,4%

    128,5%

    134,2%

    132,9%

    139,0%141,7%

    146,8%

    151,8%

    149,2%

    152,1%

    140,4%

    127,0%

    122,7%

    122,2%120,1%

    110,9%

    80%

    90%

    00%

    10%

    20%

    30%

    40%

    50%

    60%

    1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

    Figura 10. Evolución emisiones de GEI en el Estado español (año base, 1990 = 100)

    Fuente: Inventario de gases de efectoinvernadero de España, 1990-2003, Magrama

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    19/6019Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Las emisiones de CO2 derivadas del uso de la ener-gía representan entorno al 75 % del total de las emi-siones de gases de efecto invernadero del Estadodebido a la gran dependencia de los combustiblesfósiles, que representan alrededor del 75 % del to-tal de la energía primaria. Es por ello que, frente alcambio climático, urge tomar medidas para reducirel consumo energético y para descarbonizar la pro-ducción de energía utilizando fuentes renovables.

    Las estadísticas ociales sobre emisiones de gasesde efecto invernadero tienen en cuenta únicamen-te las producidas dentro del territorio de cada país(“responsabilidad del productor”) sin contemplarel papel del comercio internacional. Si por el con-trario se considera a un país responsable de todaslas emisiones asociadas a su demanda interior, in-

    dependientemente de dónde se hayan producido,estamos tomando un enfoque de “responsabilidaddel consumidor”.

    En el Estado español, bajo este enfoque, el aumen-to de emisiones para el periodo 1995 -2007 fuemayor que el que indican las estadísticas y ademásesta diferencia fue creciente (de un 10 % para 1995a un 31 % en 2007) (2). La mayor parte de éstasemisiones se deben además al comercio con paí-ses que no tienen compromiso de reducción. Estasituación es similar en otros países con compromi-so de reducción de emisiones, lo que puede supo-ner que se está dando un desplazamiento de lasemisiones desde estos países hacia otros sin com-promisos para producir bienes que se consumanen los primeros. Este enfoque nos sitúa aún máslejos de haber cumplido con los objetivos de re-ducción propuestos.

    Consecuencias y característicasdel modelo energético actualEl modelo energético del Estado español es tre-mendamente insostenible en todos los planos:económico, ecológico y social. Es un sistema basa-do fundamentalmente en los combustibles fósilesy en menor medida en la energía nuclear, ambosimportados del exterior en su práctica totalidad.Es un modelo que genera contaminación y cam-bio climático. Es un modelo basado en el mercado,

    que no contempla las necesidades de las personasy las comunidades.

    Dependencia energética y deudaecológica

    Según el MINETUR (3), un 73,2 % de toda la energíaque se consumió en España en 2012 proviene delexterior. A este dato hay que añadirle la energíanuclear (ya que la totalidad del uranio utilizado enlas centrales proviene de otros países) con lo queel porcentaje aumenta a un 86,5 %. También hayque considerar que la mayor parte de los biocar-burantes se fabrican con materia prima importadalo que hace que el autoabastecimiento de “bioma-sa, biocarburantes y residuos” sea un 70 % y no un77 como aparece en las estadísticas del Ministerio.

    Demanda y autoabastecimiento de energía primaria en elEstado español en 2012

    Fuente energética Demanda(ktep)Producción

    (ktep)Autoabastecimiento

    (%)

    Petróleo 58.317 101 0,2

    Gas natural 28.930 45 0,2

    Carbón 12.456 2.287 18,4

    Nuclear 15.024 0 0

    Hidráulica 2.631 2.631 100

    Eólica, solar y

    geotérmica5.226 5.226 100

    Biomasa,biocarburantes yresiduos

    7.280 5.615 70

    Saldo imp-exp -524 - -

    Total 129.340 15.905 12,3

    Fuente: Elaboración propia a partir de datos de MINETUR(3). Se haconsiderado la nuclear como una fuente energética no autóctona yse ha corregido el dato de biomasa, biocarburantes y residuos.

    La dependencia de recursos del exterior crea unacontinua sangría económica y gran inestabilidad.Genera también una gran deuda energética conlos países extractores que, por lo general, tienenconsumos de energía per cápita más bajos que elnuestro. Pese a ello sus recursos energéticos no sedestinan a satisfacer las necesidades de la pobla-ción local, sino que se exportan enriqueciendo auna élite de empresarios y gobernantes. Ademásde la energética, podemos hablar de una deudaecológica contraída con las comunidades y pobla-ciones que sufren los impactos de la extracción y eltransporte de estos materiales.

    2 Más información en el libro “La responsabilidad de la economía españolaen el calentamiento global” coordinado por Jordi Roca Jusmet y editadopor Los Libros de la Catarata y Fuhem Ecosocial (2013) 3 La energía en España 2012. Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    20/6020 Ecologistas en Acción

    Modelo basado en combustiblescontaminantes y con recursoslimitados

    En el Estado español los combustibles fósiles (pe-tróleo, gas natural y carbón) y el uranio suponen

    alrededor del 85 % del consumo total de energía.Nuestra economía está basada en recursos nitos,con máximos de extracción previstos para un fu-turo próximo, o incluso ya superados (la AgenciaInternacional de la Energía admitió que la extrac-ción de petróleo crudo llego a su pico en 2006).Los descubrimientos anuales de petróleo a nivelmundial alcanzaron su máximo histórico en la dé-cada de los años 60, desde entonces, ningún incre-mento del precio ha podido invertir esta tendencia

    a la baja. El gas sigue una evolución similar a la delpetróleo. Algunos estudios también anuncian quehasta los combustibles considerados más abun-dantes, como el uranio y el carbón, podrían tenerproblemas de suministro en las próximas décadas

    Generador de grandes impactos

    Cambio climático

    Las emisiones de gases de efecto invernadero

    producidas mayoritariamente por el uso de com-bustibles fósiles ha desencadenado el mayor des-equilibrio ambiental de nuestro tiempo a nivelglobal. Está aumentado la temperatura de la at-mósfera y el océano (9 de los 10 años más cálidosregistrados han sucedido a partir del año 2000),se reduce la cantidad global de nieve y hielo ysube el nivel del mar (4).

    A un nivel más local el cambio climático ha su-puesto ya la reducción signicativa de los recur-sos hídricos disponibles en la península ibéricay en los archipiélagos. Además tiene efectos di-rectos en la biodiversidad, como un evidentedesplazamiento y desaparición de especies o elaumento del área de de distribución de especiesinvasoras, junto a una mayor fragilidad y vulnera-bilidad de los ecosistemas.

    La Península Ibérica es uno de los territorios másvulnerables de Europa frente al cambio climáti-

    co, según los informes elaborados desde 2005.Además de la incidencia general en los procesos

    ecosistémicos (por aumento de la temperatura,disminución de las precipitaciones e incrementode los eventos extremos), sufre vulnerabilidadesespecícas para territorios de alta montaña, zonasáridas, sistemas hídricos y el litoral (especialmentelas costas bajas del Mediterráneo), para diversasactividades humanas (desde la agricultura al turis-mo) y para la propia salud humana.

    Otros impactos ambientales y sociales

    Además del cambio climático el uso de combusti-bles fósiles conlleva otros impactos ambientales ysociales que irán en aumento debido a la escasez.

    Impactos en los lugares de extracción

    Desplazamiento de comunidades, contaminación

    de acuíferos, pérdida de tierras, escapes de cru-do… la extracción de combustibles fósiles supo-ne graves impactos ambientales y sociales en suslugares de origen. Además la creciente escasezhace que cada vez se amplíen más las fronterasde extracción, llegando a lugares como los suelosmarinos profundos o el Ártico. También fomenta laexplotación de yacimientos con peor rendimientoenergético, utilizando técnicas cada vez más pe-ligrosas e impactantes como los aprovechamien-

    tos de arenas bituminosas o la fractura hidráulica(fracking).

    La importancia estratégica de estos combustiblesy su desigual reparto por el planeta, hacen que lapoblación de las zonas en las que se localizan estosrecursos esté continuamente sometida a conic-tos (regímenes autoritarios, guerras, etc.), y se vul-neren de forma sistemática los derechos humanos.

    En su transporte

    Durante el transporte desde los lugares de extrac-ción a los de reno o consumo estos combustiblestambién generan graves problemas ambientales(mareas negras, escapes de oleoductos, etc). Peroademás el control de las zonas de paso estratégicasgenera tensión, que de nuevo se traduce en conic-tos armados, dictaduras y otras formas de violencia.

    Impactos en su utilización

    Además del cambio climático el uso de energía fósil

    tiene asociados otros impactos. La contaminaciónatmosférica, que afecta sobre todo a los entornosurbanos y a los alrededores de centrales térmicas,

    4 Según el 5º informe del IPCC

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    21/6021Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    provoca al año alrededor de 27.000 muertes pre-maturas en el Estado español, de acuerdo a lasúltimas estimaciones de la Comisión Europea (5).Esta contaminación no sólo daña la salud de laspersonas sino que también degrada los ecosiste-mas (por ejemplo por efecto del ozono, alterandoel equilibrio de nutrientes del suelo o provocandolluvia ácida).

    Pero además el uso de combustibles fósiles ha ace-lerado y multiplicado la capacidad destructora denuestras sociedades. Un ejemplo paradigmáticoes la generalización de un modelo de transportebasado en el automóvil, que ha modicado pro-fundamente las ciudades, haciéndose más exten-sas, ruidosas y deshumanizadas, y cediendo granparte del espacio público al uso del vehículo pri-

    vado. En el medio rural la presencia del automóvilhace a sus habitantes dependientes de este modode transporte para satisfacer necesidades básicascomo sanidad, educación o incluso alimentación.En cuanto al impacto en el territorio, la amplia redviaria ha desnaturalizado una gran supercie desuelo. La fragmentación de ecosistemas produci-da por la red viaria es una grave amenaza para labiodiversidad.

    Impactos de la energía nuclear

    Al tratarse de un recurso limitado, la energía nu-clear comparte algunas características con el usode los combustibles fósiles. La extracción de ura-nio genera graves daños ambientales y socialesen lo territorios en los que se implementa y laescasez creciente del recurso hace que se esténampliando las zonas de extracción (y, al igual queen el caso del fracking, llega a territorios cercanoscomo el proyecto de mina de uranio en la provin-

    cia de Salamanca).Pero además la utilización de combustible nuclearlleva asociada graves riesgos de contaminación porradiactividad, como ha quedado tristemente demaniesto en los diferentes accidentes nucleares dela historia, y más recientemente en Fukushima. Otrode los graves problemas de esta fuente de energíason los residuos nucleares. La larga vida de estosresiduos, del orden de cientos de miles de años, ysu peligrosidad, dicultan su gestión, no existiendotodavía una solución técnica viable.

    Por otro lado, no se trata de una tecnología neu-tra en carbono, como se quiere hacer ver, ya queel ciclo de vida completo de la producción deenergía nuclear es totalmente dependiente delpetróleo. Además la nula exibilidad de la pro-ducción de electricidad de origen nuclear produ-ce un efecto perverso frenando el desarrollo delas energías renovables.

    Energía al servicio del mercado

    El actual modelo no considera la energía comouna necesidad básica sino como una mercancíamás que se rige por las leyes del mercado. Estehecho hace que al mismo tiempo que las gran-des empresas del oligopolio energético aumen-tan sus benecios y en muchos casos se derrochaenergía, cada vez un mayor número de personassufre pobreza energética, no pudiendo satisfacersus necesidades básicas de calefacción, ilumina-ción o transporte.

    Por estar dentro del mercado, la gestión energé-tica está dirigida a conseguir el mayor benecioeconómico de las empresas, por lo tanto se fo-menta el consumo de energía (a mayor consumomayor benecio), no se priorizan los usos social yambientalmente deseables, ni se pretende mejo-rar el bienestar de las personas. La reducción delconsumo y la eciencia energética quedan puessiempre en un segundo plano.

    El control que el oligopolio energético ejerce so-bre el poder político hace que se legisle según susintereses, poniendo freno a cualquier iniciativaque pueda reducir sus benecios, como sería elfomento de la generación renovable distribuida,la eciencia energética en edicios y otros como

    una política valiente de movilidad sostenible o laapuesta por el ferrocarril.

    El modelo actual es opaco y no permite la parti-cipación social, además está fuertemente centra-lizado, lo que desvincula el consumo de energíacon su generación, dicultando la comprensióndel sistema e invisibilizando los impactos que ge-nera. De esta forma se desincentiva la acción delos consumidores y su capacidad de elección deenergías limpias.

    5 De La calidad del aire en el Estado español durante 2014

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    22/6022 Ecologistas en Acción

    Propuestade sistemaenergéticopara 2050

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    23/6023Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Consideraciones respecto a lademanda de energía

    En principio podría parecer que la escasez decombustibles fósiles en un futuro inmediato po-dría ser solucionada con la sustitución de éstas

    fuentes por energías renovables (en especial laeólica y la solar). Sin embargo diferentes estudiosapuntan que el potencial máximo de explotaciónde renovables a nivel global puede ser notable-mente inferior que el actual consumo de combus-tibles fósiles, lo que hace que nos enfrentemos auna escasez estructural de energía en el medio/largo plazo, algo sin precedentes en la historia.

    Ninguna de las energías renovables presenta lascondiciones de intensidad energética y facilidadde transporte que tiene el petróleo, tampoco deregularidad de producción ni de facilidad de al-macenaje. Además no son independientes de loscombustibles fósiles, ya que por ahora dependende ellos en todo su ciclo de vida. Es por ello queun modelo basado en energías renovables plan-tea un cambio mucho más profundo que única-mente el reemplazo de unas fuentes por otras.

    El actual modelo económico, basado en el cre-

    cimiento continuo es totalmente incompatiblecon este escenario (ya que este crecimiento estáíntimamente ligado al aumento del consumo deenergía) por lo que es necesario plantear otro quesea capaz de satisfacer las necesidades básicas delas personas con mucha menos energía.

    Consumo de energía per cápita

    En este punto cabe preguntarse cuánta energíaes necesaria para vivir dignamente. Hay estu-dios que comparan Índice de Desarrollo Humano(IDH) y la energía consumida per cápita en distin-tos países (gura 12). En esta gráca se observaque cuando el consumo de energía per cápita enun país es muy bajo, el IDH también lo es (lo queconlleva un bajo índice de alfabetización, una es-peranza de vida baja, una alta tasa de mortandadinfantil...). De forma que al incrementar el consu-mo de energía per cápita, rápidamente se incre-

    menta el IDH.Sin embargo, a partir de un umbral -el de la satis-facción de las necesidades mínimas de la pobla-

    ción- un aumento de consumo energético no lle-va unida una mejora en las condiciones de vida,de forma que el IDH tiende a estabilizarse. En lagráca se observa que se puede tener un IDH si-milar con consumos energéticos per cápita muydispares.

    Figura 11. Consumo energético primarioversus esperanza de vida en 2006

    Fuente: Rosa Lago, ¿Cuánta energía necesitamos? Revista ElEcologista nº67 http://ecospip.org/1ObYHZa

    Figura 12. Consumo eléctrico versus IDH(Índice de Desarrollo Humano) en 2003

    Fuente: Rosa Lago, ¿Cuánta energía necesitamos? Revista ElEcologista nº67 http://ecospip.org/1ObYHZa

    Estos y otros estudios apuntan a que el nivel óp-timo de consumo de energía puede estar entre 1y 2 tep por habitante y año (en España en 1985el consumo por habitante fue de 1.92 tep, en2012 de 2.72 tep). Hay autores que van más allá,

    de forma que señalan que para alcanzar un de-terminado nivel de vida considerado alto o muyalto por Naciones Unidas (medido como índice

    0

    10

    20

    3040

    50

    60

    70

    80

    90

    100

    0 5 10 15 20 25tep per cápita

    E s p e r a n z a

    d e v

    i d a

    ( a ñ o s

    )

    España

    Nivel sostenible: 1,75 tep/cap/año

    QatarIslandia

    EstadosUnidos

    Mozambique

    CubaCosta Rica

    Chile

    Alto desarrollo humano >0,80

    0,000

    0,200

    0,400

    0,600

    0,800

    1,000

    1,200

    0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000 35.000 40.000kWh anual per cápita

    I D H

    Cuba: 50º IDH, 1.407 kWh/cap

    Islandia: 2º IDH, 29.412 kWh/cap

    Níger: último IDH, 40 kWh/cap

    España: 19º IDH, 6.325 kWh/cap

    Costa Rica 48º IDH, 1.764 kWh/cap

    Uruguay 43º IDH, 2. 310 kWh/cap

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    24/6024 Ecologistas en Acción

    de desarrollo humano IDH, serían unos niveles de0,8 y 0,85 respectivamente), se va necesitando unconsumo de energía cada vez menor debido a losavances en eciencia energética.

    Los estudios de Steinberger y Timmons apuntana que en 2020 se podría alcanzar un IDH alto con

    un consumo de energía per cápita de 45 GJ, loque equivale aproximadamente a 1 tep, y un IDHmuy alto con un consumo per cápita de unos 60GJ, aproximadamente 1,43 tep, y que este nivelde consumo energético además tiende a reducir-se.

    En la gura se representa la correlación entre elconsumo energético per cápita (en el eje hori-zontal) y el IDH de los países analizados (en el ejevertical).

    Los datos mostrados en la gráca van desde elaño 1975 hasta el 2005, tomados en periodos de5 años, y en ella se observa la misma curva queen el estudio de Lago y Bárcena, pero además,puesto que existen curvas para diferentes años,se observa que las curvas más recientes se sitúanmás altas que las más antiguas.

    Es decir, para un mismo IDH (si trazamos una líneahorizontal) se necesita consumir menos energíaconforme pasa el tiempo. O visto de otro modo,con la misma cantidad de energía per cápita (estoes, trazando una línea vertical), se alcanza un IDHmayor conforme pasan los años.

    De esta forma, los autores han tomado los IDH de0,8 y de 0,85 (considerados IDH alto y muy alto,respectivamente, por la ONU), y han representa-do en el eje vertical el consumo de energía percápita, y en el eje horizontal los datos correspon-

    dientes a los sucesivos años, extrapolando lascurvas obtenidas hasta 2020.

    Estos estudios están basados en datos históricos,y no tienen en cuenta el factor de desigualdad enel consumo interno de cada país, de forma quelas necesidades energéticas podrían ser inclusomenores si se propiciaran cambios en los patro-nes de reparto (hacia una mayor igualdad en ladistribución de los recursos) y en la forma en quese satisfacen las necesidades humanas.

    Figura 13. Comparación de diferentespaíses en función del IDH*

    (*) En vertical, y el consumo de energía primaria por habitantey año (en miles de millones de Julios por habitante y año), enhorizontal, con datos desde 1975 hasta 2005. Fuente: Julia K. Steinberger, J. Timmons Roberts – Across a movingthreshold : energy, carbon and the efficiency of meeting globalhuman development needs (2009)

    Figura 14. Evolución de la energía percápita utilizada para alcanzar un IDH*

    (*) Alto (0,8) o muy alto (0,85), con datos desde 1975 hasta 2005,y extrapolados hasta 2020. Nota: 1 GJ = 0,02388 tepFuente: Julia K. Steinberger, J. Timmons Roberts – Across a movingthreshold : energy, carbon and the efficiency of meeting globalhuman development needs (2009)

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    25/6025Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Por otro lado, modelizaciones del sistema ener-gético y climático global, indican que para con-seguir un escenario de igualdad a nivel global lassociedades más industrializadas deberían reducirsu consumo de energía primaria a una cuarta par-te del actual, hasta llegar aproximadamente a 1,2tep/hab y así permitir que los habitantes del res-to de regiones puedan acceder a una cantidad deenergía similar.

    Evolución de la población en elEstado español

    Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), sise mantienen las tendencias demográcas actua-les la población en el Estado español irá decayen-do paulatinamente para pasar de los 46 millonesde habitantes actuales a alrededor de 42 en 2050.Las expectativas de la División de Población de laAgencia de Asuntos Sociales y Económicos de laONU (ESA), establece una horquilla entre 42 y 47millones de habitantes, basada en la esperanza devida y la tasa de natalidad.

    Figura 15. Estimaciones ONU sobre laevolución de población en el Estado español

    Fuente: ESA (ONU)

    En estas estimaciones no se tienen en cuenta loscambios en las tendencias migratorias que puedeproducir el cambio climático. Según la Agencia delas Naciones Unidas para los Refugiados, el cambioclimático está actuando como un multiplicador delas amenazas y vulnerabilidades existentes y em-peorará la situación en aquellas partes del mundoque ya sufren altos niveles de presión sobre los

    medios de vida, la seguridad alimentaria y la dis-ponibilidad de recursos. Más de 30 millones depersonas se vieron obligadas a desplazarse duran-

    te el 2012 a consecuencia de desastres naturales.Esta tendencia podría intensicarse en la medidaque los efectos del cambio climático se profundi-cen. Los cálculos actuales del número de personasque se verán obligadas a desplazarse por el cam-bio climático y la degradación del medio ambientepara el año 2050 van de 25 millones a mil millones.Teniendo en cuenta la responsabilidad de acogera esta población, en este estudio se contempla unaumento de la población hasta los 65 millones depersonas en 2050 el Estado español.

    Comparación de la evolución de la población en el Estado español

    Año Proyección propia Proyección del INE

    2015 46.160.000 46.436.797

    2020 48.468.000 46.171.990

    2025 50.891.400 45.829.722

    2030 53.435.970 45.484.908

    2035 56.107.768 45.154.897

    2040 58.913.157 44.822.879

    2045 61.858.815 44.434.981

    2050 64.951.756 43.872.621

    Fuente: INE y estimación propia

    La transición energética que planteamos, por lo tan-to se enmarca en una transición más amplia y conla que está íntimamente ligada: la de un sistemadepredador de recursos y generador de desigual-dades, centrado en aumentar benecio económicoa toda costa, a otro mucho más humano, centradoen las personas y en la justicia social y ambiental. Lacuestión energética puede ser un impulsor más deeste necesario cambio de sistema.

    Características de un sistemaenergético justo, sostenible y

    posibleRespetuoso con los límites del

    planeta

    El sistema energético que se plantea en este do-cumento es respetuoso con los límites del plane-ta, tanto en la extracción de recursos materialescomo en la utilización de los sumideros naturalesde los residuos que genera (gases, contaminación

    electromagnética, química, radiactiva...). Tambiénes un sistema que no genera deuda ecológica, nodepredando recursos de otros lugares.

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    26/6026 Ecologistas en Acción

    El reconocimiento y respeto de estos límites impli-ca que la energía consumida proviene en su totali-dad de fuentes renovables.

    Justo

    La energía es un bien básico y de primera necesi-dad, por lo que se debe garantizar el acceso univer-sal a ella, de forma que todas las personas puedansatisfacer sus necesidades y llevar una vida digna.

    Bajo control democrático

    El sistema energético que se plantea está plena-mente controlado y participado por la ciudadanía.Las personas cuentan con la información sucien-te como para tomar decisiones en la gestión del

    sistema (que es completamente transparente) yno sólo participar en el consumo de energía, sinotambién en su generación.

    La gestión del sistema energético debe estar supe-ditada al bien común. Por ello, las infraestructurasenergéticas deben pasar a ser de titularidad públi-ca y ser gestionadas con transparencia y partici-pación social. La gestión puede ser llevada a cabopor entidades públicas pero también privadas,preferentemente colectivas. En este último caso,las entidades privadas que gestionan el sistema,por ser un servicio público básico, deben ser sinánimo de lucro.

    Resiliente: renovable, descentralizadoe interconeconectado

    En un entorno cambiante y con grandes incerti-dumbres es deseable que el sistema energéticotenga la capacidad de adaptarse a los cambios. Las

    redes descentralizadas, basadas en una tecnologíasencilla y fácilmente comprensible aumentan la re-siliencia de un sistema, ya que cuanto más simple esun sistema tanto más adaptable y comprensible es.

    Se plantea un sistema basado en microrredes ener-géticas. Las microrredes son pequeñas redes au-tosucientes, autogestionadas e interconectadas,capaces de abastecer pueblos, barrios o pequeñasciudades, y que tienen integrados sistemas de ge-neración, almacenamiento, y gestión operativa yeconómica de la red. Las microrredes son princi-palmente eléctricas, pero también pueden crearseotras basadas en biomasa (ej. calefacción centrali-

    zada), geotermia... e interaccionar entre ellas. Estesistema contaría con el respaldo de alguna centralde mayores dimensiones para garantizar el sumi-nistro, los servicios básicos y minimizar posiblescostes económicos o ambientales.

    Realista

    La propuesta está concebida desde un punto devista realista. La transición energética es posibledesde un punto de vista técnico, económico y so-cial. Se tienen en cuenta los límites reales de ex-tracción de combustibles fósiles, de la generacióna partir de energías renovables -menor tasa deretorno energético (TRE), dicultad de almacena-miento y regímenes de funcionamiento que pue-den ser irregulares- y el aumento de la poblaciónglobal.Se exponen a continuación las conclusiones deuna modelización de la evolución del sistemaenergético global (1) en la que se consideran va-rios escenarios; desde el mantenimiento de laspolíticas actuales hasta una fuerte apuesta por ladesglobalización y las renovables. Estos resultadosdan una idea de la realidad en la que e desarrollaráel escenario propuesto.

    1 La escasez de líquidos en torno a 2015-20 pre-cipita la escasez de energía para el sector trans-porte inmediatamente después, y para la indus-tria y los hogares unos años más tarde.

    2 Los puntos de escasez de energía primaria ygas coinciden en torno a 2020-25.

    3 Para 2035 el suministro de carbón no es ca-paz de cubrir la demanda para ningún escena-rio. Las restricciones en el suministro de carbón

    aparecen antes de lo que normalmente sueleesperarse.

    4 La generación de electricidad no es capaz decubrir la demanda en torno a 2025-35 en todoslos escenarios (a pesar de la fuerte promociónde las energías renovables en algunos de ellos).

    5 Las reservas de uranio son capaces de sumi-nistrar el mineral necesario para mantener laproducción actual hasta 2050, sin embargo,

    1 Capellán Pérez, Iñigo, Margarita Mediavilla, Carlos de Castro, ÓscarCarpintero, and Luis Javier Miguel. Fossil Fuel Depletion and Socio-Economic Scenarios: An Integrated Approach.

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

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    cuando se consideran incrementos en la ca-pacidad de generación nuclear -incluso incre-mentos modestos- empiezan a aparecer res-tricciones en la extracción de uranio.

    6 Una fuerte expansión de las energías renova-bles para generación de electricidad llevaría an-

    tes de 2050 a sobrepasar (ej. eólica, hidroeléctri-ca) o llegar a valores cercanos de los potencialesmáximos que hemos considerado (ej. solar).

    Mecanismos para la transiciónenergética

    A continuación se exponen los mecanismos ne-cesarios para conseguir un modelo energéticode las características descritas anteriormente. Supuesta en marcha, aunque progresiva, deberíaser inmediata para reducir las emisiones de ga-ses de efecto invernadero cuanto antes y poderaprovechar las ventajas de la relativa disponibili-dad actual de petróleo y gas. Cuanto más tardese comiencen a tomar medidas más brusco y pe-ligroso será el cambio.

    Reducción de consumo

    Una primera medida a tomar es la reducción de lademanda de energía. Es necesario aumentar la e-ciencia en el uso de los recursos a todos los niveles(iluminación, movilidad, climatización, maquinaria,procesos industriales…). El ahorro que sería posiblemediante medidas de eciencia energética puedesuponer entre un 30 % y un 50 % de la demandaactual. Esto es especialmente evidente en el sectordoméstico, la edicación y el transporte.

    La mejora en la eciencia por si misma no es su-

    ciente para reducir el consumo de energía debidoal llamado efecto rebote, (o paradoja de Jevons),según el cual las mejoras en la eciencia energéti-ca producen un aumento del consumo que haceque la demanda nal aumente. Un ejemplo es lacreciente eciencia de los vehículos a motor queno hace que se reduzca el consumo de combusti-ble, sino que este aumenta ya que se tiende a re-correr más kilómetros.

    Por eso el aumento de la eciencia debe estaracompañado de una serie de medidas -como in-centivos económicos, educación o el estableci-miento de límites en el consumo energético- que

    garanticen que la demanda de energía efectiva-mente disminuye.

    Electricación

    Lograr un mix energético renovable pasa por laelectricación creciente de los diferentes sectores.La electricidad es un vector energético versátil quepermite diferentes usos y puede producirse confuentes renovables. La electricación en algunoscasos será una simple sustitución de equipos (cal-deras de gas por bombas de calor en edicios, hor-nos de combustión por otros eléctricos en ciertasindustrias...) pero en otros conllevará una reestruc-turación profunda, como por ejemplo el transpor-te de mercancías y personas que deberá dejar derealizarse por carretera y utilizar el ferrocarril (mu-cho más eciente, seguro, barato y limpio) y lostransportes colectivos electricados.

    Pero la electricidad no siempre será la mejor op-ción. Dependiendo de los usos, las característicasambientales y socioeconómicas de cada regiónserá preferible el uso de otras renovables (comosolar térmica, o biomasa) optimizando las tecnolo-gías más ecientes y con menor impacto ambien-tal en cada territorio.

    Gestión de la demanda

    El actual sistema energético basa su planicacióny su desarrollo en la seguridad de suministro, esdecir, en el supuesto de que se debe garantizar lademanda (el consumo) de energía, sea cual sea sunivel y en el momento en el que se requiera. Estesupuesto hace necesario contar con grandes in-fraestructuras de distribución de energía (redes dealta tensión, oleoductos, gasoducto) y de almace-naje (en el caso de gas natural, gases licuados delpetróleo -GLP- y derivados del petróleo -gasóleosy gasolinas-). Además para el sector eléctrico su-pone contar con instalaciones, generalmente cen-trales de ciclo combinado, preparadas para gene-rar energía en cualquier momento, lo que suponegrandes gastos.

    Frente a este modelo, con un alto coste energéti-co, económico y con altos impactos ambientales,

    se propone un modelo basado en la adecuacióndel consumo a la disponibilidad de recursos. Dichoesquema resulta más barato, menos demandante

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    28/6028 Ecologistas en Acción

    de recursos, y con menores impactos.

    Se trata, por lo tanto, de ampliar los esquemasactuales de gestión de la demanda, que en la ac-tualidad sólo se tienen en cuenta para grandesconsumidores industriales, a todas las instalacio-nes, mediante redes de información en tiempo

    real y redes inteligentes. La operación del sistemasería tal que los puntos de consumo serían capa-ces de adaptarse, de forma manual o automatiza-da, atendiendo a factores como la disponibilidado el precio de la energía en cada momento. Porejemplo, en horas de gran producción de energíaeléctrica renovable (mucho sol y viento) se podríautilizar energía para cargar baterías, calentar agua,enfriar neveras, mover trenes de mercancías... deforma que no sea necesario utilizar esta energíamás tarde. De esta forma se minimizan costes eninfraestructuras de respaldo y en capacidad deacumulación, garantizando energía para cubrir losconsumos básicos.

    Apuesta por la generación renovable distribuida

    La generación distribuida (la producción de energíacon sistemas más pequeños y distribuidos por todoel territorio) ofrece varias ventajas que facilitan latransición a un modelo más resiliente y renovable:

    • Acercar la producción de energía al lugar don-de se consume, reduce las pérdidas (o el uso) deenergía en el transporte.

    • Permite que se tome mayor consciencia sobrelos costes e impactos de la generación y utiliza-ción de la energía y sobre los límites físicos desu uso.

    • Además si la energía no consumida se puedeverter a red, obteniendo un benecio (econó-mico, energético, en servicios...) a cambio, seincentiva fuertemente el ahorro.

    • En un sistema distribuido, con instalacionesmás pequeñas la ciudadanía tiene más posibi-lidades de controlar de forma democrática losrecursos.

    Para avanzar en este sentido se pueden trabajar lassiguientes líneas de actuación :

    • Modicar el marco regulatorio para favorecer

    el autoconsumo con vertido a red, no sólo depequeños productores/as

    • Cambio en la dirección de las inversiones, deforma que se dejen de destinar fondos a gran -des infraestructuras, o a sustentar sistemas degeneración contaminantes y se pase a apoyar

    infraestructuras renovables pequeñas y media-nas, especialmente de titularidad pública (ayun-tamientos, mancomunidades) o cooperativa.

    • Respaldar la creación de calefacciones centra-les basadas en el aprovechamiento local y sos-tenible de biomasa, como existe por ejemploen el municipio de Cuéllar (Segovia).

    • Adaptar el funcionamiento y retribución de lasplantas de generación eléctrica para que tengan

    el papel de respaldo a las fuentes renovables.• Plan de cierre paulatino de las centrales co-menzando por las más contaminantes como lasde carbón y las nucleares.

    • Eliminar todas las subvenciones, directas e in-directas a los combustibles fósiles y a la energíanuclear.

    Participación ciudadana en la gestióndel sistema

    Que la ciudadanía sea parte activa en la gestióndel sistema energético se facilita con la estructuradescentralizada y en microrredes que proponemos.Pero además hay otros factores que pueden ayudar:

    • El acceso a la información sobre el funciona-miento del sistema.

    • Una gestión energética transparente y sencillade comprender.

    • La implicación ciudadana directa en la gestión,ya sea como consumidores/as o productores/asde energía, o como participantes de una coope-rativa de gestión energética.

    • Que las políticas energéticas (al igual que lasdemás) sean ecaces, ecientes, coherentes,con información, participación pública y rendi-miento de cuentas.

  • 8/20/2019 Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    29/6029Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050

    Herramientas socialesimpulsoras del cambio

    Para conseguir la transición que se propone no es su-ciente con introducir cambios en el sistema energéti-co. Es imprescindible que estos se vean acompañadosde un cambio social, y para que este se produzca sonnecesarias algunas herramientas, como por ejemplolas que siguen a continuación.

    Información que haga posible elegir con criterios desostenibilidad. Es necesario contar con informaciónsuciente y veraz de la huella energética y de carbonode los productos y servicios clave (ej.: de instrumen-tos: etiquetado, contadores energéticos inteligentesy transparentes para los usuarios, bases de datos detecnologías limpias y productos ecientes y bajos en

    carbono...). También que se expongan los riesgos de nollevar a cabo la transición energética.

    Educación que revise las categorías culturales con lasque se percibe la realidad y promueva los valores y ac-titudes necesarias para el cambio.

    Comunicación que facilite la implicación social: losmedios de comunicación públicos deben desarrollaruna comunicación que facilite la participación activa dela gente en el cambio de modelo, tanto en lo personal

    como en lo colectivo. Y dar una retroalimentación po-sitiva de los éxitos logrados en la transición al modeloenergético. Es necesario involucrar a personas que sonreferentes sociales para facilitar una mayor adhesióna los esfuerzos que es necesario realizar. Además sedeberían aplicar restricciones a la publicidad que pro-mueve o ensalza actividades, productos y servicios queposeen un gasto energético elevado. La publicidad deproductos y servicios basados en los combustibles fósi-les debería restringirse paulatinamente. Por el contrario

    se debería hacer publicidad del desafío, indicando quees necesario el esfuerzo para conseguir un bien mejory que conecte las medidas tomadas con mejoras en lacalidad de vida cotidiana. Por ejemplo: las ventajas dela movilidad corporal sobre las basadas en el combus-tible fósil.

    Formación profesional , para ejercer las actividadesprofesionales desde criterios “bajos en carbono”: es ne-cesaria una formación técnica y profesional que capaci-te para una práctica laboral nueva. Las soluciones bajasen carbono, la eciencia y el ahorro energético debenconstituir una parte sustancial de los aprendizajes enlas diferentes familias técnicas y profesionales.

    Apoyo a la innovación social : a pesar de todo, losdetalles de una cultura baja en carbono deben serobjeto de experimentación social. En este sentido, lospoderes públicos deben facilitar las iniciativas de inno-vación social, como los Grupos de racionamiento decarbono, las Comunidades en Transición, las Comuni-dades Postpetróleo, etc.Participación social y mejora de la gobernanza :apertura de procesos participativos de carácter deli-berativo para replantear los grandes elementos de lacultura energética. Instaurar mecanismos que facilitenla gestión y la participación, como presupuestos decarbono, gobernanza multinivel, órganos de gestióncolegiada...Revisión del valor y de los indicadores económi-cos principales : hay que fomentar la desinversión en

    las compañías de combustibles fósiles para facilitarla transición energética. Las autoridades monetariasdeben forzar a las compañías relacionadas con loscombustibles fósiles a revisar el valor de sus activos.Se debe revisar también la validez de los indicadoreseconómicos que suman donde hay que restar y quedenominan como crecimiento lo que es deterioro.

    Consumo de energía en elescenario propuestoConsumo de energía nalEl consumo de energía nal se reduce a un tercio delinicial, pasando de 97.199 ktep en 2012 a 32.611 ktepen 2050. En coherencia con los estudios que demues-tran que lograr una calidad de vida adecuada es posi-ble con una demanda reducida de energía, el consumonal per cápita pasa de 2,11 tep/cap en 2012 a 0,50 tep/cap en 2050, aproximadamente un cuarto de la actual.El descenso del consumo per cápita es más acusado

    debido al aumento de población que se estima paraeste periodo.

    En el sector industrial se produce una reducción impor-tante del consumo (50 %), en parte deb