hablemos de habalr

8
HABLEMOS DE HABLAR La comunicación no solo se limita a las palabras, en una situación comunicacional entre dos personas todo comunica. Sus miradas se buscan o evitan escudriñando reforzar o desmentir el mensaje citado, las palabras resuenan en el cuerpo, las extremidades crean una hermética coraza que las protege de la amenaza, pero también pueden recibir y abrazan con apertura lo que el otro tiene para dar o sencillamente buscar la salida más cercana al escenario que viven. Un gesto, una mirada, un tono elevado o agudo de la voz o la misma ausencia de ella hablan en conjunto a las palabras, son tan efectivas como estas, son percibidas, codificadas y significadas. Estos mensajes generan emociones, mueven conductas, nos llevan a lanzar una respuesta. “En las relaciones humanas, ningún silencio esta desprovisto de significación, y la ausencia de lágrimas puede decir más que páginas enteras.” La nueva comunicación (agregar cita) Es imposible no comunicar, si entendemos la comunicación como una conducta como lo señalaba Watzlawick (deAvila Jackson & Watzlawick, 1985), nada escapa o puede dejar de entenderse como comunicación, no existe algo opuesto a la conducta, no hay una no conducta, el hacer y dejar de hacerlo son en sí un comportamiento, cuya intencionalidad puede ser inferido, al parecer nunca dejamos de emitir información a quienes nos rodean. Esto es lo que se puede encontrar en una búsqueda literaria no muy exhaustiva, es teoría que habla de la imposibilidad de no comunicar, en base a esto me pregunte por las implicancias que esto tendría en el ejercicio profesional de la psicología. Que tanto puede decir un silencio en la terapia, un gesto de incomodidad, un tono agresivo, un ademan de impaciencia, una mirada aguda, un rostro inexpresivo. Carl Rogers si bien no habla específicamente del tema nos ofrece un planteamiento que permite responde a estas preguntas. Según Rogers existen en psicoterapia tres condiciones necesarias y suficientes para la psicoterapia “empatía”, “apreciación

Upload: jose-francisco-retamal-barrueto

Post on 05-Jan-2016

216 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Ensayo sobre la comunicación Humana

TRANSCRIPT

Page 1: Hablemos de Habalr

HABLEMOS DE HABLAR

La comunicación no solo se limita a las palabras, en una situación comunicacional entre dos personas todo comunica. Sus miradas se buscan o evitan escudriñando reforzar o desmentir el mensaje citado, las palabras resuenan en el cuerpo, las extremidades crean una hermética coraza que las protege de la amenaza, pero también pueden recibir y abrazan con apertura lo que el otro tiene para dar o sencillamente buscar la salida más cercana al escenario que viven. Un gesto, una mirada, un tono elevado o agudo de la voz o la misma ausencia de ella hablan en conjunto a las palabras, son tan efectivas como estas, son percibidas, codificadas y significadas. Estos mensajes generan emociones, mueven conductas, nos llevan a lanzar una respuesta.

“En las relaciones humanas, ningún silencio esta desprovisto de significación, y la ausencia de lágrimas puede decir más que páginas enteras.”

La nueva comunicación (agregar cita)

Es imposible no comunicar, si entendemos la comunicación como una conducta como lo señalaba Watzlawick (deAvila Jackson & Watzlawick, 1985), nada escapa o puede dejar de entenderse como comunicación, no existe algo opuesto a la conducta, no hay una no conducta, el hacer y dejar de hacerlo son en sí un comportamiento, cuya intencionalidad puede ser inferido, al parecer nunca dejamos de emitir información a quienes nos rodean.

Esto es lo que se puede encontrar en una búsqueda literaria no muy exhaustiva, es teoría que habla de la imposibilidad de no comunicar, en base a esto me pregunte por las implicancias que esto tendría en el ejercicio profesional de la psicología. Que tanto puede decir un silencio en la terapia, un gesto de incomodidad, un tono agresivo, un ademan de impaciencia, una mirada aguda, un rostro inexpresivo.

Carl Rogers si bien no habla específicamente del tema nos ofrece un planteamiento que permite responde a estas preguntas. Según Rogers existen en psicoterapia tres condiciones necesarias y suficientes para la psicoterapia “empatía”, “apreciación incondiconal” y “congruencia” o “autenticidad”. Esta última señala es una tentativa del terapeuta por “ser el mismo”, esto implica no tener que aparecer siempre con buena cara, apariencia de sabio, fuerte o comprensivo. Siendo autentico el terapeuta allana el camino para que el consultante se comunique con otro ser humano de la manera más directa posible. (Rogers & Barry, 2003)

¿Qué tanto de esto es cierto en la cotidianeidad? Desde mi experiencia muchas de estas acciones comunicativas habían pasado desapercibidas, el qué tanto estoy comunicando sin saber, se ha transformado en una revisión constante de mi actuar. Pequeños gestos de incomodidad, movimientos de protección, cambios en el volumen de mi voz de acuerdo al lugar y al destinatario de mi mensaje, como también un silencio intencionado han aparecido ante mi percepción. Esta búsqueda me ha llevado a sentir, escuchar y testear lo que estoy transmitiendo al resto, me he convertido en un receptor de mi propio mensaje. Ante esta posición evaluadora que he adoptado, me ha surgido la incógnita de si el resto de los receptores a los que llega mi mensaje, lo interpretaran con la misma intención con la cual lo he codificado.

Page 2: Hablemos de Habalr

Una rápida búsqueda literaria me lleva a la idea de que nosotros creamos el mundo que percibimos, no porque no exista una realidad fuera de nuestras cabezas sino porque nosotros seleccionamos y remodelamos la realidad que vemos para con-formarla a nuestras creencias acerca de la clase de mundo en el que vivimos. (Bateson, 2008) al parecer los mensajes que recibimos los interpretamos, es decir los impregnamos de significados, que hablan más de nosotros y de nuestra configuración personal que de quien emite el mensaje.

“No vemos las cosas como son, sino como somos”

Jiddu Krishnamurti

Si bien la mayoría de las veces interpretamos el mensaje, también podemos remitirnos a describirlos, es decir, representar con detalle, sin interpretar o darle un significado a la información que recibimos o al menos estar atentos de cuando pasamos de describir a interpretar.

Yo en lo personal me di cuenta de la recurrencia constante a inferir motivaciones, pensamientos o sentimientos a partir de lo que lograba percibir de los mensajes verbales o físicos de los otros, por ejemplo si veía una persona moviendo frenéticamente sus pies, surgía en mi un malestar y pensaba que esta persona pudiese estar incomoda con nuestra conversación, es decir sacaba conclusiones a priori, trabajando más en lo que yo creía que en lo que podía ver, sin embargo esta persona en ese movimiento podría haber estado expresando una infinidad de otros mensajes, por ejemplo la necesidad de ir a un baño, el nerviosismo que le producía algo (quizás no yo o sí), la incomodidad de su calzado, etc. Al interpretar el mensaje que estoy recibiendo y encasillarme en una opción, matizo inmediatamente la información que escucho por la motivación que estaba atribuyendo a la persona, cambiando así el significado de lo que se me decía.

Ante esta posibilidad de interpretar un mensaje más bien acorde a mi configuración personal más que a la intención real de la persona emisora, surgió en mi la pregunta sobre cuál era la implicancia que esto podría tener en el ejercicio del psicólogo. Una vez más para responder a esta cuestión recurrí a Rogers, el cual señala que el terapeuta puede ser activo y mostrar menos una imagen de imposición y amenaza siempre que se exprese a sí mismo (lo que sucede en su interior) y lo haga de manera clara y explícita, con formulaciones sobre sí mismo o sobre lo que acontece en su interior. Así comparte más abiertamente su propio ser sin imponer o forzar nada en el espacio del cliente. (Rogers & Barry, 2003). El terapeuta puede salir de su papel de experto en la vida y entregar una relación basada en la confianza al consultante, sin la necesidad de interpretar las vivencias de este último desde su papel de experto.

¿Cómo puede ocurrir que un mensaje pueda tener tantos significados posibles? La respuesta a esta pregunta puede remitir a lo que watzlawick señala con respecto a la comunicación digital y analógica, donde señala que las palabras son signos arbitrarios que se manejan de acuerdo con la sintaxis lógica del lenguaje (el orden que deben ocupar las palabras en un mensaje). Sin embargo existe otra naturaleza de la comunicación, la analógica, que es toda comunicación no verbal, incluyendo la postura, los gestos, las expresiones faciales, el tono de voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de las palabras. Los seres humanos se comunican tanto digital como analógicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa, pero carece de una semántica (significado) adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje

Page 3: Hablemos de Habalr

analógico posee la semántica o significación pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones. (deAvila Jackson & Watzlawick, 1985)

Ahí entonces radicaba el hecho de expresar un mensaje pero ser interpretado dentro de una gran gama de posibilidades. Por lo que respecta a mí, he logrado identificar como esta dualidad de la comunicación posibilita por ejemplo a que se produzcan incongruencias entre lo que se quiere decir y lo que se interpreta. Por ejemplo cuando cuestiono a un otro por su abandono, buscando pedir más afecto o cercanía y lo hago de tal manera que no me acercó físicamente, generando el efecto contrario al que busco. Claramente mi mensaje digital es solicitar cercanía, pero mi mensaje análogo es alejarme, es una postura que podría ser interpretada como evitación, entonces se produce cierta incongruencia.

Según Rogers en vez de solo prestar atención al contenido de comunicación podemos prestar mas atención a escudriñar a que proceso introspectivo se deja entrever en el mensaje mismo, lo que es útil para tener un acercamiento y solo eso, pues siempre radica en el imaginario del terapeuta de aquello que el cliente siente y piensa sin poder verbalizarlo.

Nuestra comunicación entonces está cargada de información, no solo del contenido mismo, del texto en sí, sino también contiene datos que nos hablan de quien emite el mensaje como también de nosotros mismos, de cómo interpretamos. El acto de comunicar nos permite vivenciar la cercanía o distanciamiento entre los interlocutores, se sitúa en un contexto, la comunicación nos habla de la relación. Desde mi experiencia, mi mensaje cambia radicalmente acorde a quien tengo enfrente o alrededor, no es lo mismo hablar con quien goza de autoridad sobre mí, que con uno de mis pares. No le hablo de la msima manera a mi director de escuela que como lo hago con un amigo, hay cambios que van desde lo que digo (texto) hasta la forma en como lo digo (contexto), cambian las palabras que utilizo, así como la utilización de mi espacio mis gestos, la entonación y el volumen de mi voz entre otras. Al parecer lo que modifica mi mensaje es la relación que tengo con el otro, por tanto el acto comunicativo deja entrever la relación que hay entre ambos interlocutores. Según Watzlawick y de Ávila (1985) toda comunicación implica un compromiso y por ende, define una relación. Una comunicación no solo transmite información sino que al mismo tiempo, impone conductas. Siguiendo a Bateson, estas dos operaciones se conocen como los aspectos referenciales y connotativos de toda comunicación. El aspecto referencial de un mensaje transmite información, por ende en la comunicación humana es sinónimo de contenido del mensaje. El aspecto connotativo se refiere a qué tipo de mensaje debe entenderse que es, y por ende, en última instancia, la relación entre los comunicantes. (Bateson,2008). Es posible identificar relaciones asimétricas, o jerarqueicas como les llamo yo donde no todos los participantes hablan desde el mismo nivel y que implica cierta sumisión por parte de uno de ellos. Además existen las relaciones complementarias donde se comunica desde un mismo nivel, es más aquí al parecer en una constante búsqueda de imperar lo que se piensa se intente imponer el mensaje de quien lo dice.

“El concepto de comunicación incluye todos los procesos a través de los cuales una persona influye en otra u otras, lo que quiere decir que la comunicación, y no otra cosa, es lo que hace

posibles las relaciones humanas”

Gregory Bateson

Page 4: Hablemos de Habalr

En este mismo sentido, Rogers señala que el fin ultimo de la terapia es lograr entregar una relación sanadora para el cliente, no es la de sanar a la persona, sino que cuente con una relación que le permita alcanzar y descubrir sus capacidades. Para lo cual es fundamental una comunicación sincera, una relación que se basa en la aceptación incondicional o aprecio incondicional, es decir, un sentimiento positivo que aflora sin reservas ni evaluaciones, que implica no juzgar, no se acepta una parte y se desaprueba otra de quien tenemos en frente. (Rogers & Barry, 2003)

No ha sido fácil llegar a plantearme todo lo anteriormente escrito, ha sido un trabajo progresivo que me ha llevado a atender más, a ver lo antes despreciado, a escuchar lo despreciado por el oído, no sólo del mensaje del otro, sino de mi propio mensaje hacia otro o hacia mí mismo. En el fondo busco percibir como percibo lo que recibo, lo que podría ser definido como un proceso metacognitivo (conocer el cómo se conoce). El hablar de cómo hablo me ha situado en una posición evaluadora de mi congruencia intra e interpersonal, que tan lejos está el mensaje que envió respecto de lo que realmente quiero expresar, que tan distante se puede interpretar lo dicho de la intención con la que fue concebida. Esto parece tener relación con la asertividad, la cual comprendo como la capacidad de decir o actuar de la manera que siento debe ser, siempre testeando el contexto y la relación dentro de la cual comunico, para expresarlo de una manera que pueda ser comprendido de la forma más cercana posible a lo que quiero expresar, y obviamente por y para quien ha sido dirigido mi mensaje.

ReferenciasBateson, G. (2008). La nueva comunicación. Kairós.

deAvila Jackson, D., & Watzlawick, P. (1985). Teoría de la comunicación humana: interacciones, patologías y paradojas. Barcelona: Herder.

Rogers, C., & Barry, S. (2003). Persona a Persona. Buenos Aires-Madrid: Amarrurto.

Page 5: Hablemos de Habalr

Taller de relaciones Humanas

HABLEMOS DE HABLARUn Ensayo sobre la comunicación

Por

José Retamal Barrueto

Page 6: Hablemos de Habalr

Talca; 11 de septiembre de 2015