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https://orcid.org/0000-0002-3339-243X DANIEL BARONA Licenciado en biología por la Universidad Nacional Agraria La Molina, egresado de la Maestría en Zoología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente de la Universidad Científica del Sur y divulgador científico que dirige los canales de El sueño de Darwin. REVISTA HUMANISTA| 49 ¿Somos cooperativos los humanos? doi: 10.52749/rh.v1i1.9 [email protected] Resumen. La naturaleza humana incluye diversos atributos, como la competencia, la cooperación, el altruismo y el egoísmo. Muchas veces se le da más atención a los atributos negativos (egoísmo y competencia) que a los positivos (altruismo y cooperación). Sin embargo, la cooperación es un elemento vital para cualquier especie social, incluido el ser humano. En el presente trabajo se exploran los mecanismos que permiten la evolución de la cooperación en especies sociales, y se discuten las implicancias de tener individuos cooperadores y egoístas dentro de un grupo, a través de la teoría de juegos aplicada al comportamiento. Barona, D. (2021). ¿Somos cooperativos los humanos? Futuro Hoy, 1(1), 49-52. https://doi.org/10.52749/rh.v1i1.9 Cómo citar este artículo: Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons 4.0 Reconocimiento 4.0. Palabras clave: altruismo, comportamiento, cooperación, competencia, egoísmo, evolución. Fuente: Banksy REVISTA HUMANISTA VOL. 01 NÚMERO 01 - "¡PANDEMIA!" | JUL 2021 - LIMA, PERÚ

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https://orcid.org/0000-0002-3339-243X DANIEL BARONA

Licenciado en biología por la Universidad Nacional Agraria La Molina, egresado de la Maestría enZoología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Docente de la Universidad Científicadel Sur y divulgador científico que dirige los canales de El sueño de Darwin.

REVISTA HUMANISTA| 49

¿Somos cooperativos los humanos?

doi: 10.52749/rh.v1i1.9

[email protected]

Resumen. La naturaleza humana incluye diversos atributos, como la competencia, la cooperación,el altruismo y el egoísmo. Muchas veces se le da más atención a los atributos negativos (egoísmo ycompetencia) que a los positivos (altruismo y cooperación). Sin embargo, la cooperación es unelemento vital para cualquier especie social, incluido el ser humano. En el presente trabajo seexploran los mecanismos que permiten la evolución de la cooperación en especies sociales, y sediscuten las implicancias de tener individuos cooperadores y egoístas dentro de un grupo, a travésde la teoría de juegos aplicada al comportamiento.

Barona, D. (2021). ¿Somos cooperativos los humanos? Futuro Hoy, 1(1), 49-52. https://doi.org/10.52749/rh.v1i1.9

Cómo citar este artículo:

Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons 4.0 Reconocimiento 4.0.

Palabras clave: altruismo, comportamiento, cooperación, competencia, egoísmo, evolución.

Fuente: Banksy

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ta ―beneficiar a otro sin esperar nada acambio―. El segundo mecanismo es lareciprocidad directa (Mailath & Samuelson,2006; Nowak, 2006, 2012), que consiste en quedos individuos cooperan mutuamente debido aque ambos se dan cuenta del beneficio quepueden recibir en el futuro si es que ayudan aun compañero, el cual luego puede retribuir elfavor. El tercer mecanismo es la reciprocidadindirecta (Nowak & Sigmund, 2005; Nowak,2006, 2012), la cual se produce de manera queun individuo ayuda otro, pero el que loretribuye es un tercero (un testigo). De estamanera, la reciprocidad indirecta funciona enbase a la reputación que gana un individuocooperador dentro de un grupo. El cuartomecanismo es la reciprocidad de red (Tarnita etal., 2009; Nowak, 2006, 2012), en la que dentrode un grupo se forman redes de cooperadoresque excluyen a otros individuos egoístas, yfinalmente, el quinto y último mecanismo es laselección de grupo (Traulsen & Nowak, 2006;Nowak, 2006, 2012), en la que grupos con unamayor proporción de cooperadores desplazan agrupos con una mayor proporción de egoístas. Los mecanismos planteados por Nowak re-quieren de algunos ingredientes básicos:sistemas bioquímicos y/o sensoriales dereconocimiento de conespecíficos, así como unacognición compleja (Brosnan et al., 2010). Sibien esta última no es un requisito para lacooperación, sí permite incrementar lacomplejidad de las dinámicas socialescooperativas, siendo un buen ejemplo de ello elser humano. En nuestra especie incluso hay unelemento que puede potenciar el tercermecanismo de reciprocidad indirecta: ellenguaje. Con el lenguaje humano la reputaciónde un individuo no solo se gana a través de lamirada atenta de sus compañeros, sino tambiéna través del chisme y las habladurías. Estasúltimas ayudan a que la reputación de loscooperadores se incremente rápida yefectivamente aun sin necesidad de queaquellos que transmiten oralmente lascualidades del cooperador hayan sido testigosvisuales de los actos de cooperación (Nowak &Highfield, 2012).

La empatía como ingrediente de la cooperaciónRelacionado a la cognición, existe la capacidadque tienen los individuos de muchas especiespara «ponerse en los zapatos» de otro conespe-

trucción social para la cual se requiereestablecer un tipo de contrato social tácito entrelos miembros de la sociedad. Sin embargo, larealidad es totalmente distinta: si bien lacompetencia y el egoísmo son parte de nuestranaturaleza, en realidad prima la cooperación y,bajo ciertas circunstancias, el altruismo. Encualquier especie social la cooperación es vitalpara lograr la cohesión del grupo y paramaximizar los beneficios que recibe cadaindividuo (Rand & Nowak, 2013). Cooperandoganan todos, aunque siempre se le puede«hacer trampa» al sistema a través del engaño ylas actitudes egoístas (Earley, 2010; Riehl &Frederickson, 2016). A lo largo de la historia se ha intentado ex-plicar los fenómenos de cooperación ycompetencia propios de la especie humana,aunque para ello se ha utilizado siempre unenfoque netamente filosófico, social y/oreligioso. Sin embargo, las explicacionesbiológicas provenientes de la ciencia reciénempiezan a darse de forma extensa desdeDarwin (Darwin, 1871), aunque la investigaciónrigurosa siguiendo los métodos científicosmodernos comenzó algunas décadas despuésdel trabajo del propio Darwin. En el presente trabajo se revisarán algunos mecanismos biológicos que favorecen laevolución de la cooperación en las especies.Asimismo, se revisarán y discutirán algunas delas conclusiones que surgen al considerar lateoría de juegos matemática aplicada alcomportamiento.

Los mecanismos de la evolución de lacooperaciónEl biólogo matemático Martin Nowak hapropuesto cinco mecanismos que explican deforma matemática la evolución de lacooperación. El primero es la selección deparentesco (Hamilton, 1964; Nowak, 2006,2012), es decir, el hecho de los individuostienden a beneficiar con mayor frecuencia yprobabilidad a sus familiares. Mientras mayorsea el grado de parentesco, mayor será latendencia a beneficiarlos, inclusoproduciéndose un acto verdaderamente altruis-

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esulta casi intuitivo pensar en que lanaturaleza humana esesencialmente egoísta ycompetitiva, y que nuestradimensión cooperativa es una cons-R

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Comportamiento cooperativo y teoría dejuegosLlegados a este punto puede que también se nospase por la mente la siguiente pregunta: sisomos una especie de cooperadores, ¿por quévemos muchas acciones egoístas y muchacompetencia en las sociedades humanas? Larespuesta a esta interrogante nos la puede dar lateoría de juegos. La teoría de juegos es un área de las ciencias matemáticas aplicadas a la biología que trata depredecir cómo se comportará un individuo enrespuesta al comportamiento de los demáscompañeros (Broom & Rychtár, 2013). Si dosindividuos interactúan y ambos cooperan entresí, probablemente seguirán cooperando en elfuturo. Pero si uno de ellos coopera y el otro no,entonces la interacción entre ambosprobablemente estará destinada a romperse o allegar a una situación de desconfianza mutua.En esta dinámica de interacciones repetidas enel tiempo, lo más conveniente para el individuo(y para el grupo) es la cooperación. De ese modose benefician ambas partes. Sin embargo,siempre quedará un nicho para el egoísta y elaprovechador. Un famoso juego llamado«Halcones y Palomas» plantea que dada lainteracción entre individuos con actitudagresiva (actitud Halcón) e individuos conactitud pasiva (actitud Paloma), los individuosHalcón ganarán la disputa (por recursos,territorio, pareja reproductiva, etc.) a losindividuos Paloma (Wilson, 2020). Sin embargo,a pesar de que aparentemente los individuosPaloma tenderían a desaparecer debido a quesiempre están condenados a perder cuando seencuentren con un individuo Halcón, enrealidad ambas estrategias coexistirán en unacierta proporción de equilibrio: una sociedadconformada en su totalidad por Halcones seríauna sociedad tremendamente inestable en laque ningún individuo cooperará con otro, sinoque todos velarán por su propio bienestar y loharán sin importar los medios. Por el contrario,una sociedad conformada en su totalidad porPalomas sería una sociedad tan pacífica yutópica que bastaría que aparezca un únicoaprovechador egoísta y agresivo (individuoHalcón) para que explote a los demás con éxito;esto se traduciría en que la actitud Halcónempezaría a aumentar en frecuencia (ya que enrealidad Halcón y Paloma son estrategias decomportamiento que pueden adoptar los indi-

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cífico. A esta capacidad se le conoce comoempatía, y ocurre en diferentes especiesanimales, variando en grado entre ellas (DeWaal, 2003; De Waal et al., 2006; De Waal,2010). La empatía cognitiva, por un lado,consiste en que un individuo puede reconocerel estado de ánimo o emoción de otroindividuo. En otras palabras, uno puede«predecir» qué está sintiendo el otro, aún apesar de que esa emoción sea distinta a lapropia en ese mismo instante. La empatíaemocional, por otro lado, consiste en que unindividuo es capaz de ver reflejadas lasemociones de otro en sí mismo. Por ejemplo, sivemos a una persona triste, automáticamenteesa tristeza o melancolía se refleja en nuestroestado de ánimo (Smith, 2006). Estos tipos deempatía son cruciales para poder cooperar conotros de manera adecuada, particularmentepara especies en las que es vital elreconocimiento de rostros y posturascorporales antes de la interacción entreindividuos. El primatólogo holandés Frans de Waal plantea que la empatía es vital para lacooperación. De hecho, no es la especiehumana la única que presenta empatía, sinoque existen numerosas especies capaces de talcapacidad. El detalle es que la empatía puedepresentarse en diferentes niveles decomplejidad. De Waal argumenta que losniveles de empatía más complejos contienen alos más básicos, como si fueran muñecas rusas(De Waal, 2010). De este modo, existen tresniveles en orden creciente de complejidad: elcontagio emocional o empatía emocional, laempatía cognitiva situacional relacionada a lapreocupación por otros, y la empatía cognitivaatribucional en la que se adopta plenamente laperspectiva hacia el otro. Muchos animalesposeen la empatía de primer nivel y muchosotros incluso la de segundo nivel, pero la detercer nivel está presente en una cantidadmucho más reducida de animales, como porejemplo los chimpancés, los elefantes, losdelfines, y otras especies de mamíferos y aves.Los individuos que forman parte de unaespecie cooperarán más entre sí en el caso quepuedan detectar y comprender las emocionesde sus compañeros y entender que lasnecesidades del otro pueden ser similares o incluso distintas a las propias.

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ConclusionesLas especies gregarias o sociales como la nuestranecesitan de la cooperación. Sin embargo,algunos individuos aprovecharán lasoportunidades que puedan presentarse paraexplotar a otros en beneficio propio. Porsupuesto, en qué medida y de qué forma ocurreesto último en nuestra especie dependerátambién de factores socioculturales yeconómicos. Aún con todo, los cimientos de lainteracción humana y de las estructuras sociales,culturales y económicas dependen en granmedida de que los individuos que conformamoslas sociedades cooperemos los unos con losotros de diversas maneras, ya sea colaborandopara sacar adelante una empresa o aceptandolos consensos universales existentes en nuestrasociedad global, como por ejemplo, aquellosrelacionados al valor que tiene el dinero comomoneda de cambio, entre otros.

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viduos en diferentes momentos y situaciones,aunque también hay cierta predisposicióngenética a que ciertos individuos tiendan aactuar más como halcones y otros comoPalomas) (McNamara & Leimar, 2020). Laestrategia de ser Halcón cuando no hay muchosHalcones es muy tentadora y beneficiosaindividualmente. Pero empieza a sercontraproducente a medida que la sociedad seva llenando de Halcones. De ahí que siempre setienda a una proporción de equilibrio(Hoffman et al., 2016). Del mismo modo, una sociedad compuesta por egoístas y cooperadores tenderá a unaproporción de equilibrio, ya que una sociedadcon mayoría de egoístas sería inestable,mientras que una sociedad con mayoría decooperadores sería el sustrato ideal para queunos pocos egoístas se aprovechen con éxito delos cooperadores, aunque la estrategia de serpermanentemente egoísta no es una buena apuesta, dado que el egoísta persistente seráfácilmente excluido del grupo.

Referencias

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