h. medicinales

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plantas silvestres recolectadas por los andalusíes. El romero es un antiséptico natural muy potente empleado como sahumerio y también como tonificante  y rel aja nte en dec occ ión y aña did o al agua del baño. La borraja- Borago officinalis L.-, planta muy rica en minerales, muy efi- caz contra la fiebre. Su acción antitér- mica era ya conocida por los árabes. La hierbaluisa o hierba Luisa -Aloysia tri- phylla(L.’Herit)- introducida en la Península Ibérica en el siglo XVIII y des- de entonces presente en todas las far- macopeas, era muy utilizada en decoc- ción para facilitar la digestión y para con- trarrestar los excesos con las comidas. Las hojas de hierbabuena, en concreto la Mentha sativa L., se daban a mascar por sus propiedades antihelmínticas para las lombrices intestinales. Otra va- riedad de menta -Mentha piperita L.- tomada en tisana con anís, era una bebi- da muy popular en al-Andalus para fa- cilitar la digestión. La matalahúga o matalahúva del árabe al-habbat al- haluwa, grano dulce, muy efectiva en in- fusión para los gases de los lactantes y para acallar su llanto entre toma y toma. La mejorana -Origanum majorana L.- para tratar el insomnio y las jaquecas. La cerraja -Sonchus oleraceus L.-, en de- cocción, para problemas de estómago, como depurativo y sobre todo para problemas urinarios. Hasta principios del siglo XIX era muy común preparar en las farmacias el agua de cerraja. Otras plantas utilizadas eran el jara- mago-Erysimum officinale L.-, la hierba “de los cantaores” la cual, por sus propiedades antiinflamatorias, era usa- da para laringitis y afecciones de las cuerdas vocales; la “rompepiedra”, Le- pidium latifolium L.-, todavía abundante en los cauces de nuestros ríos, para “romper” los cálculos de las vías urina- rias y la malva -Malva sylvestris, muy corriente en nuestra zona -, de grandes propiedades terapéuticas, en decocción, por su poder antiinflamatorio y para hacer lavados vaginales. Más de un problema de infertilidad se intentaba solucionar con este procedimiento. Por el contrario, el perejil -Petroselinum crispum (Miller)-, era usado como abortivo y también, por sus propiedades diuréticas, para problemas de retención de líquido, por ejemplo en la gota, y, por sus propiedades vasodilatadores, para aliviar las molestias menstruales. Muy eficaz además para tratar los hematomas y “corregir” las ojeras. La unciana -Dorycnium rectum L.- para problemas digestivos y de la piel; la cola de caballo -en nuestra zona Equisetum telmateia-, rica en sales minerales y re- comendada, tanto ingerida como por vía tópica, para todo proceso inflamatorio; el llantén -en algunas de sus variedades existentes en la comarca como el Planta- go maior L-; con propiedades antidia- rreicas, antiinflamatorias, antihistamíni- cas y cicatrizantes; el acebutre, muy efi- caz para las hemorroides, al igual que la cebolla almorrana -urginea maritima L-  ; el h elecho mac ho p ara las tenias o sol i- tarias; la biznaga, parecida al hinojo, para el asma; la hierba de San Juan, el hipérico, de connotaciones esotéricas, para la “tristeza” y “mal de amores”; el “pan de conejo” rico en alcaloides y tani- nos muy útil para la diarrea; la ruda para el sarampión y también para aliviar el dolor de tripas de los lactantes -para ello se freían las hojas y cuando estuviese el aceite templado se empapaba un paño y se ponía sobre la barriga-; la batatilla de gamón para los empeines; el mastranto o “mentaburro”, utilizado por igual para personas y animales, pero particular- mente efectivas para las “matauras” de las bestias, tan necesarias en las labores cotidianas. También empleada para tratar los vivos 5 . La decocción de ortiga blanca - Lamium albummm L.-, era eficaz como antiinflamatorio de acción local. Como expectorante, al estimular la mucosa, se recomendaba el hinojo -Foeniculum  vu lga re L.- , que también pos ee un as ex- celentes propiedades carminativas, es decir para tratar la aerofagia o gases. El brezo - Calluna vulgaris L.-, en decoc- ción para el pelo y también iba bien en problemas urinarios. La margarita -Bel- lis perennis L.-, muy empleada y con un sinfín de propiedades terapéuticas. Mención especial merecen las amapolas Papaver rhoeas y adormideras -Papaver somníferum L.-, pues se ha escrito muchísimo sobre ellas  y a vec es d e f orma c onf usa . La ama pol a, que contiene antocianina y algunos alcaloides, era utilizada con precaución como expectorante y para tratar la tos por sus efectos sedativos e inductores del sueño. De la adormidera sin embargo se desaconsejaba su uso, dada su peli- grosidad al ser un potente opiáceo. No obstante hemos localizado algún con-  juro o fór mul a de amor en la que in ter-  venía aunque en peq ueñ as d osis .  Algu nos árb oles y arbus tos como el almendro, el “maoleto” 6 , el algarrobo, el acebuche, la jara, el laurel, el azofaifo, el tilo, el lentisco, el eucalipto -tomar sus  vap ores estaba mu y di fun did o-, el p ino , la coscoja, la murta, arrayán o mirto 7 , la adelfa como veneno, etc., eran también aprovechados. Asimismo, eran em- pleadas gran cantidad de plantas culti-  vadas, e ntr e ell as e l ger an io 8  y la flo r del “pescado”, la rosa, el pensamiento y la  vio let a, la azuc ena , la hor ten sia 9 , etc. Frutas y hortalizas eran también aprovechadas. Destacamos la cebolla, el tomate, el apio, la zanahoria, la patata, el higo, el pero, la naranja, el peruétano, la algarroba…El tomate, abierto crudo y a  vec es ta mbi én as ado era u til iza do c omo cataplasma sobre los “granos de san- gre” para que “abriesen boca”. Las ce- bollas, que poseen un gran número de aplicaciones tanto cocidas o asadas co- mo crudas, eran frecuentes en las re- 1 5 Nuestra Historia  AL AM ED A JULIO-AGOSTO·2008 1 Por ejemplo, la esencia de eucalipto tan empleada para catarros y resfriados es un remedio relativamente moderno pues el eucaplito, como  varie dad b otán ica, f ue in trod ucid o gra dualmente en la P enín sula Ibéri ca durante el siglo XIX. 2 El proceso era variado: bien se secaban y se conservaban en tarros, cajas y talegas o bien eran usadas directamente. Otras eras tratadas pa- ra su utilización, así podían ser extraídas las semillas, trituradas las hojas, raspadas las raíces, maceradas en alcohol, cocidas y filtradas, ... 3 El empleo de la manzanilla para el lavado de los ojos ha sido muy frecuente en nuestra zona , incluso recomendado por algunos médicos alopáticos o convencionales ymédicos naturópatas, pero sus resultados dependiendo del tipo de afección ocular no siempre era beneficioso, pues a veces particularmente en algunos tipos de conjuntivitis, el efecto no era el esperado. 4 Rico en aceites esenciales, produce efectos beneficiosos práctica- mente en todo el organismo. 5 Bactericida, que destruye las bacterias, y bacteriostática, que impi- de su desarrollo. El tomillo, El tomillo, una planta una planta ar ar omática y medicinal car omática y medicinal carac ac - - terística de n terística de nuestr uestr a z a z ona. ona.  .  .

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plantas silvestres recolectadas por los

andalusíes. El romero es un antiséptico

natural muy potente empleado como

sahumerio y también como tonificante

  y relajante en decocción y añadido al

agua del baño.

La borraja- Borago officinalis L.-,

planta muy rica en minerales, muy efi-

caz contra la fiebre. Su acción antitér-

mica era ya conocida por los árabes. La

hierbaluisa o hierba Luisa -Aloysia tri-

phylla(L.’Herit)- introducida en la

Península Ibérica en el siglo XVIII y des-

de entonces presente en todas las far-

macopeas, era muy utilizada en decoc-

ción para facilitar la digestión y para con-

trarrestar los excesos con las comidas.

Las hojas de hierbabuena, en concreto la

Mentha sativa L., se daban a mascar por

sus propiedades antihelmínticas para las

lombrices intestinales. Otra va-riedad de menta -Mentha piperita L.-

tomada en tisana con anís, era una bebi-

da muy popular en al-Andalus para fa-

cilitar la digestión. La matalahúga o

matalahúva del árabe al-habbat al-

haluwa, grano dulce, muy efectiva en in-

fusión para los gases de los lactantes y 

para acallar su llanto entre toma y toma.

La mejorana -Origanum majorana L.-

para tratar el insomnio y las jaquecas. La

cerraja -Sonchus oleraceus L.-, en de-

cocción, para problemas de estómago,como depurativo y sobre todo para

problemas urinarios. Hasta principios

del siglo XIX era muy común preparar en

las farmacias el agua de cerraja.

Otras plantas utilizadas eran el jara-

mago-Erysimum officinale L.-, la hierba

“de los cantaores” la cual, por sus

propiedades antiinflamatorias, era usa-

da para laringitis y afecciones de las

cuerdas vocales; la “rompepiedra”, Le-

pidium latifolium L.-, todavía abundante

en los cauces de nuestros ríos, para

“romper” los cálculos de las vías urina-

rias y la malva -Malva sylvestris, muy 

corriente en nuestra zona -, de grandes

propiedades terapéuticas, en decocción,

por su poder antiinflamatorio y para

hacer lavados vaginales. Más de un

problema de infertilidad se intentaba

solucionar con este procedimiento. Por

el contrario, el perejil -Petroselinum

crispum (Miller)-, era usado como

abortivo y también, por sus propiedades

diuréticas, para problemas de retención

de líquido, por ejemplo en la gota, y, por

sus propiedades vasodilatadores, para

aliviar las molestias menstruales. Muy eficaz además para tratar los

hematomas y “corregir” las ojeras. La

unciana -Dorycnium rectum L.- para

problemas digestivos y de la piel; la cola

de caballo -en nuestra zona Equisetum

telmateia-, rica en sales minerales y re-

comendada, tanto ingerida como por vía

tópica, para todo proceso inflamatorio; el

llantén -en algunas de sus variedades

existentes en la comarca como el Planta-

go maior L-; con propiedades antidia-

rreicas, antiinflamatorias, antihistamíni-cas y cicatrizantes; el acebutre, muy efi-

caz para las hemorroides, al igual que la

cebolla almorrana -urginea maritima L-

 ; el helecho macho para las tenias o soli-

tarias; la biznaga, parecida al hinojo,

para el asma; la hierba de San Juan, el

hipérico, de connotaciones esotéricas,

para la “tristeza” y “mal de amores”; el

“pan de conejo” rico en alcaloides y tani-

nos muy útil para la diarrea; la ruda para

el sarampión y también para aliviar el

dolor de tripas de los lactantes -para ello

se freían las hojas y cuando estuviese el

aceite templado se empapaba un paño y 

se ponía sobre la barriga-; la batatilla de

gamón para los empeines; el mastranto

o “mentaburro”, utilizado por igual para

personas y animales, pero particular-

mente efectivas para las “matauras” de

las bestias, tan necesarias en las labores

cotidianas. También empleada para

tratar los vivos5.

La decocción de ortiga blanca -

Lamium albummm L.-, era eficaz como

antiinflamatorio de acción local. Como

expectorante, al estimular la mucosa, se

recomendaba el hinojo -Foeniculum

 vulgare L.-, que también posee unas ex-

celentes propiedades carminativas, es

decir para tratar la aerofagia o gases. El

brezo - Calluna vulgaris L.-, en decoc-

ción para el pelo y también iba bien en

problemas urinarios. La margarita -Bel-

lis perennis L.-, muy empleada y con un

sinfín de propiedades terapéuticas.

Mención especial merecen las

amapolas Papaver rhoeas y 

adormideras -Papaver somníferum L.-,

pues se ha escrito muchísimo sobre ellas

 y a veces de forma confusa. La amapola,

que contiene antocianina y algunosalcaloides, era utilizada con precaución

como expectorante y para tratar la tos

por sus efectos sedativos e inductores del

sueño. De la adormidera sin embargo se

desaconsejaba su uso, dada su peli-

grosidad al ser un potente opiáceo. No

obstante hemos localizado algún con-

 juro o fórmula de amor en la que inter-

 venía aunque en pequeñas dosis.

  Algunos árboles y arbustos como el

almendro, el “maoleto”6, el algarrobo,

el acebuche, la jara, el laurel, el azofaifo,el tilo, el lentisco, el eucalipto -tomar sus

 vapores estaba muy difundido-, el pino,

la coscoja, la murta, arrayán o mirto7, la

adelfa como veneno, etc., eran también

aprovechados. Asimismo, eran em-

pleadas gran cantidad de plantas culti-

 vadas, entre ellas el geranio8 y la flor del

“pescado”, la rosa, el pensamiento y la

 violeta, la azucena, la hortensia9, etc.

Frutas y hortalizas eran también

aprovechadas. Destacamos la cebolla, el

tomate, el apio, la zanahoria, la patata, el

higo, el pero, la naranja, el peruétano, la

algarroba…El tomate, abierto crudo y a

 veces también asado era utilizado como

cataplasma sobre los “granos de san-

gre” para que “abriesen boca”. Las ce-

bollas, que poseen un gran número de

aplicaciones tanto cocidas o asadas co-

mo crudas, eran frecuentes en las re-

1 5N u e s t r a H i s t o r i a ALAMEDA 

J U L I O - A G O S T O · 2 0 0 8

1 Por ejemplo, la esencia de eucalipto tan empleada para catarros y 

resfriados es un remedio relativamente moderno pues el eucaplito, como

 variedad botánica, fue introducido gradualmente en la Península Ibérica

durante el siglo XIX.2 El proceso era variado: bien se secaban y se conservaban en tarros,

cajas y talegas o bien eran usadas directamente. Otras eras tratadas pa-

ra su utilización, así podían ser extraídas las semillas, trituradas las hojas,

raspadas las raíces, maceradas en alcohol, cocidas y filtradas, ...

3 El empleo de la manzanilla para el lavado de los ojos ha sido muy 

frecuente en nuestra zona , incluso recomendado por algunos médicos

alopáticos o convencionales ymédicos naturópatas, pero sus resultados

dependiendo del tipo de afección ocular no siempre era beneficioso, pues

a veces particularmente en algunos tipos de conjuntivitis, el efecto no era

el esperado.

4 Rico en aceites esenciales, produce efectos beneficiosos práctica-

mente en todo el organismo.

5 Bactericida, que destruye las bacterias, y bacteriostática, que impi-

de su desarrollo.

El tomillo,El tomillo, una plantauna planta

arar omática y medicinal caromática y medicinal caracac --

terística de nterística de nuestruestra za zona.ona.  . .

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