PARROQUIA EL SANTO CRISTO “COLEGIO PARROQUIAL NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO”

CAMINO A LA EXCELENCIA DESDE LA CIENCIA, LA FE Y LOS VALORES

ASIGNATURA FilosofíaACTIVIDAD Criton: Plan de ApoyoPROFESOR JEFFERSON WILESFECHA Martes, 13 de agosto de 2013

INTRODUCCIÓNEn el Critón Sócrates sostienen que al actuar la única consideración que importa es si lo que uno va a hacer es o no justo. Sócrates ciertamente aparece aquí como una persona que no está dispuesta a apartarse de lo que considera correcto.En el trasfondo del diálogo se infiere que la injusticia de que es víctima Sócrates se debe a las personas y no a las leyes:

«Es cierto que ahora vas a marchar al Hades, si es que vas, víctima de una injusticia -te la han ocasionado los hombres; no nosotras, las leyes-» (54c)

Así pues, se establece aquel precepto de la ética socrática, según el cual es preferible padecer la injusticia a cometer una injusticia; es más, lo racional es evitar cometer y padecer injusticias, pero si uno tiene que actuar de manera excluyente entre lo uno y lo otro, luego es preferible padecer una injusticia a cometerla.

¿QUIÉN FUE PLATÓN?Hijo de Aristón y de Perictíone, nació en Atenas entre 428 y 427 a. C.; se cuenta que por parte de esta descendía de una familia de la antigua nobleza a la que perteneció el famoso legislador Solón. Por parte de su padre vendría proceder del legendario rey ateniense, Codro.Platón se separa enteramente de las dos grandes escuelas de Elea; siendo discípulo de Cratilo, discípulo de Heráclito, luego de Sócrates (cuando tenía veinte años). Las lecciones de Sócrates desarrollaron su vocación filosófica. Muerto su maestro viajo para instruirse. La escuela que fundara luego en los jardines de Academo fue un centro luminoso. Murió en 347.

CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL:En el 428, es decir, cuando nace Platón, la humanidad es testigo de la plenitud de la grandeza de Atenas y, al mismo tiempo, de su declive, producto de la derrota ante Esparta en la Guerra del Peloponeso; durante su vida Platón presenciará las dos revoluciones oligárquicas del 411 y el 404 a. C. y poco después la restauración de la democracia. En los años sucesivos a estos eventos y cerca del momento de su muerte conoció el declive posterior de Esparta, el establecimiento de Tebas como potencia hegemónica y finalmente el surgimiento del poder macedónico bajo el mando de Filipo.

¿QUIÉN FUE SóCRATES?Sócrates nace en Atenas en 470 a. C. en el seno de una familia humilde, hijo de un albañil y, al parecer, una partera. Era sorprendentemente feo, y tenía la nariz aplastada, barriga, labios gruesos y ojos saltones. Casado con Jantipa. Participo en al menos tres campañas fuera de Atenas como soldado de infantería. En 399 es acusado por tres delatores, se abre juicio en su contra por “impiedad” y muere bebiendo la cicuta.

¿QUIÉN FUE CRITÓN?Critón de Atenas fue un filósofo griego, amigo y discípulo de Sócrates, más conocido por su amistad con éste que por su condición de filósofo. Fue incondicional con Sócrates, intentó convencerlo para huir de la prisión.Sin duda Critón, de la misma edad y del mismo demo que Sócrates, era su más entrañable amigo por lo que tratará de persuadir a Sócrates a que escape y así a que conserve su vida, esgrimiendo razones de índole personal y que han de quedar sumamente débiles antes las objeciones que, al paso, aducirá Sócrates. Por último, Critón recurre al argumento de la injusticia de las leyes.

CRITÓN: RECAPITULACIÓNCritón es uno de los llamados diálogos socráticos menores, de la primera etapa de Platón. La obra refleja una conversación entre dos personajes reales, Sócrates y Critón, y un tercer personaje que cobra vida a través de una prosopopeya: las leyes. El diálogo tiene lugar en Atenas, en la celda de Sócrates, un par de días antes de su ejecución en el año 399 a. C, habiendo pasado un mes desde la condena a muerte.En el diálogo la figura de Sócrates es la de un ciudadano inflexible en la obediencia a las leyes de la república, anteponiendo a ello las razones de justicia a las de amistad, interés y opinión. Y es que realmente sería una contradicción que el mismo hombre que en la plaza pública y ante la presencia de sus jueces, habiéndose regocijado de su muerte como del mayor bien que podía sucederle, hubiera renegado, fugándose, de aquel valor y aquellas sublimes esperanzas del día de su proceso.

APARTADO:SÓCRATES.- Sigue, pues, este razonamiento. Si proyectando nosotros fugarnos de aquí o como haya que llamar a eso se nos acercasen las leyes y los gobernantes de la ciudad y nos preguntasen: “Dinos, Sócrates qué piensas hacer. ¿Verdad con que te propones llevar a cabo intentas destruirnos a nosotras, las leyes, y a la ciudad entera en lo que esta de tu parte, tal vez te parece posible que siga existiendo, que no se venga abajo aquella cuidad en la cual no tienen fuerza alguna las sentencias pronunciadas, sino que pierden su autoridad y son aniquiladas por obra de los particulares? ” ¿Qué diremos, Critón, a estas razones y a otras semejantes? Pues, en efecto, muchos argumentos podrían esgrimirse, sobre todo si fuera un orador el encargado de ello, en defensa de esta ley en trance de ser violada de la ley que determina que las sentencias pronunciadas son inamovibles. ¿Diremos acaso que la ciudad era injusta con nosotros y que no sentenciaba con rectitud? ¿Diremos esto o no?CRITÓN.- Esto, ¡por Zeus!, amigo Sócrates.SÓCRATES.- ¿Y qué responderemos si las leyes dicen: “Sócrates, ¿es ese, acaso, el convenio estipulado entre tú y nosotras?¿No te comprometiste a someterte a las sentencias que la ciudad pronunciaste?” En caso de que sus palabras nos causasen extrañeza seguramente añadirían: “Sócrates, no te maraville lo que te decimos, y responde, ya que también tú sueles recurrir al sistema de preguntas y respuestas. Ea, pues, dinos: ¿Cuál es el motivo de queja que tienes con respecto a la ciudad y nosotras y que te mueve a intentar aniquilarnos? Veamos para empezar: ¿No te trajimos al mundo nostras, ya que por nuestra mediación casó con tu madre tu padre y te engendró? Di, pues: ¿Tienes algún motivo de disgusto con aquellas de nosotras que son leyes relativas a los matrimonios, por considerar que no son buenas?” “No”, respondería yo. “¿Y con las layes concernientes a la crianza y educación del niño, que tu también disfrutaste? ¿Tal vez no eran buenas las prescripciones de aquellas de entre nosotras a las cuales compete este cometido, cuando ordenaban a tu padre que te hiciese instruir tanto en lo espiritual como en lo físico?” “Sí

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eran buenas”, respondería yo. “Pues bien: Sí naciste, fuiste criado e instruido merced a nosotras, ¿puedes sostener que no eras nuestro hijo y nuestro esclavo, tú y tus antepasados? Y si esto es así, ¿crees tener los mismos derechos que nosotras y consideras que te está permitido obrar con las leyes como ellas intentan obrar contigo? Con respecto a tú padre – lo mismo diríamos con respecto a tú amo, sí lo hubieses tenido -, No disponías de una igualdad de derechos que te permitiera tratarlos de igual forma que ellos a ti; no podías, pues, aunque hablasen mal de ti, hablar mal de ellos, ni golpearlos, aunque te golpeasen, etc. ¿Cómo, pues, vas a disfrutar de esa igualdad con respecto a tu patria y sus leyes, de suerte que si nosotras tratamos de quitarte la vida, por considerarlo justo, intentes también tú, en la medida de tus fuerzas, matarnos, para defenderte, a nosotras, las leyes y la patria, y digas que esa conducta es justa, tú, un hombre que siente verdadera preocupación por la práctica de la virtud?”

ACTIVIDADRealice un texto argumentativo a partir de la Alegoría de las leyes y la postura que defiende Sócrates.