Guía de capacitación: Presentación del programa piloto del Curso de estudio para adultos Su preparación para presentar el Curso de estudio para adultos comienza por medio del estudio con oración y al meditar en los siguientes recursos. Bajo la inspiración del Espíritu Santo, quizás desee crear un bosquejo sencillo, para que pueda satisfacer las necesidades de las personas a quienes enseña.

Enseñar a la manera del Salvador

El sacerdocio y la Sociedad de Socorro Escuela Dominical

Leer de la Guía: Enseñar el Evangelio a la manera del Salvador, págs. 1–2.

Leer de la Guía: El Sacerdocio de Melquisedec y la Sociedad de Socorropágs. 2–3.

Leer de la Guía: Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio, pág. 2.

Video en lds.org: Enseñar a la manera del Salvador (lds.org/test/adult2014)

Video en lds.org: Cómo vigorizar a los quórumes y a las organizaciones auxiliares (lds.org/test/adult2014)

Video en lds.org: Aprender y vivir el Evangelio (lds.org/test/adult2014)

Ejemplos de preguntas: ¿Cuál es la esencia de enseñar a la manera del Salvador? ¿Cómo sabe si está teniendo éxito como maestro?

Ejemplos de preguntas: ¿Quiénes tienen que deliberar en consejo para saber qué se enseñará? ¿Cómo usará las reseñas de las lecciones para satisfacer las necesidades de los miembros?

Ejemplos de preguntas: ¿Qué hará resaltar el tema doctrinal? ¿Cómo hará para que la Escuela Dominical esté “centrada en el hogar”?

Quizás los participantes deseen ver una de las nuevas reseñas de las lecciones que se hallan en lds.org/test/adult2014. Como siempre, invítelos a compartir sus opiniones, sus experiencias y sus testimonios. El éxito de la capacitación depende de que los participantes reciban el consuelo, la fortaleza y la guía del Espíritu Santo en sus llamamientos. Las preguntas sobre este método, las reseñas de las lecciones o la información de las fechas de la prueba, deben dirigirse a Ray Robinson, del Departamento del Sacerdocio, (801) 240-7682.

© 2014 by Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados.

Guía: Enseñar el Evangelio a la manera del Salvador

Bienvenidos Como maestro/a de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, usted tiene la seguridad de saber que ha sido llamado/a por nuestro Padre Celestial. Usted tiene el don del Espíritu Santo para guiarle y para fortalecerle, y también cuenta con el Salvador, un humilde maestro que vino de la presencia de Dios, para que sea su ejemplo. A medida que lo siga a Él, descubrirá la incomparable bendición de enseñar a Su la manera. Enseñar a la manera del Salvador Reflexione por un momento sobre lo que usted sabe del Salvador. ¿Puede imaginárselo rodeado de Sus discípulos? ¿Puede visualizarlo enseñando a las multitudes junto al mar de Galilea o hablando personalmente a la mujer junto al pozo? ¿Qué percibe de Su manera de enseñar y de dirigir? ¿Cómo ayudó Él a los demás a aprender, a crecer espiritualmente y a convertirse a Su evangelio?

Él los amó, oró por ellos y les prestó servicio continuamente. Él buscó oportunidades para estar con ellos y para expresarles Su amor. Conocía sus intereses, esperanzas, deseos y lo que sucedía en la vida de ellos.

Él sabía quiénes eran y lo que podían llegar a ser. Encontró maneras especiales de ayudarlos a aprender y a crecer, maneras específicas para ellos. Cuando tropezaban, Él no los abandonaba sino que seguía amándolos y ministrándolos.

Él se preparó para enseñar, dedicando tiempo a solas a la oración y el ayuno. Diariamente, en momentos de privacidad, procuró la guía de Su Padre Celestial.

Utilizó las Escrituras para enseñar y testificar acerca de Su misión. Enseñó a las personas a pensar acerca de las Escrituras por ellos mismos y a utilizarlas para encontrar respuestas a sus propias preguntas. El corazón de las personas ardía cuando Él les enseñaba la palabra de Dios con poder y autoridad, y supieron por ellas mismas que las Escrituras eran verdaderas.

Empleó relatos sencillos, parábolas y ejemplos de la vida real que tuviesen sentido para ellas. Les ayudó a descubrir lecciones del Evangelio en sus propias experiencias y en su entorno. Les habló de pescar, de nacer y de trabajar la tierra. Para enseñar cómo velar el uno por el otro, les contó relatos sobre rescatar a las de ovejas perdidas. Para enseñar a Sus discípulos a confiar en los tiernos cuidados del Padre Celestial, los instó a “[considerar] los lirios del campo”.

Él formuló preguntas que los hacían pensar y sentir de manera profunda. Estaba verdaderamente interesado en sus respuestas y se regocijó por sus expresiones de fe. Les

dio oportunidades para hacer sus propias preguntas y compartir sus conocimientos; y además, respondió a sus interrogantes y escuchó sus experiencias. Debido a Su amor, ellos no tenían temor de compartir sus pensamientos y sentimientos personales.

Él los invitó a testificar, y cuando lo hacían, el Espíritu tocaba su corazón. “¿Quién decís que soy yo?”, preguntó Él. Al responder Pedro, su testimonio se fortaleció: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!”.

Él confió en ellos, los preparó y les dio las responsabilidades importantes de enseñar, bendecir y servir a los demás. “Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura”, les encomendó. Su objetivo era el de ayudarlos a convertirse por medio del servicio a los demás.

Él los invitó a actuar con fe y a vivir las verdades que enseñó. En todas Sus enseñanzas se concentró en ayudar a Sus seguidores a vivir el Evangelio con todo su corazón. Para lograr esto, encontró maneras de que aprendieran por medio de experiencias poderosas. Cuando se apareció a los nefitas, los invitó a venir a Él uno a uno, para que ellos pudieran verlo, sentirlo y conocerlo por ellos mismos. Cuando percibió que no entendían plenamente Su mensaje, los invitó a ir a casa y prepararse para volver y aprender más.

En todo entorno, Él fue su ejemplo y mentor; y les enseñó a orar al orar con ellos. Les enseñó a amar y a prestar servicio por medio de la manera en que Él los amó y los sirvió. Les enseñó el modo de enseñar Su evangelio mediante la forma en que Él lo enseñó.

Es evidente que la manera de enseñar del Salvador difiere de la del mundo.

Éste es, entonces, el llamamiento sagrado que usted tiene: enseñar como enseñó el Salvador. El llamado que Él hace de “ven, sígueme” es una invitación que le extiende a usted de llegar a ser como Él, participar en Su obra y compartir Su gozo. Video: Enseñar a la manera del Salvador http://www.lds.org/test/adult2014?lang=spa

El Sacerdocio de Melquisedec y la Sociedad de Socorro Sacerdocio de Melquisedec Las reuniones semanales del sacerdocio ayudan a los hijos de Dios a llegar a ser siervos de Él. Es allí donde aprenden sus deberes según las Escrituras. Estudian, se asesoran unos a otros y oran juntos. Sus análisis se centran en quiénes son ellos y en la obra que se les ha llamado a realizar: el liderazgo en la familia, las ordenanzas del sacerdocio, la obra de salvación. En un espíritu de hermandad, procuran la voluntad del Señor, se organizan y salen a servir. Ésta no es una clase tradicional en la que el maestro habla y todos los demás escuchan, sino una reunión vital de trabajo de los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec. Al trabajar juntos con unidad y amor, el Señor los magnifica y apresura Su obra. Sociedad de Socorro Las reuniones semanales de la Sociedad de Socorro ayudan a las hijas de Dios a cumplir su misión divina y eterna. Es allí donde aprenden acerca de las grandes responsabilidades que Él les ha dado, tanto en su hogar como en el mundo. Examinan temas que les interesan: el don de ser mujer, la crianza de los hijos de Dios, la obra de salvación. Llenas del Espíritu de Él, planifican y se apoyan mutuamente al servir; y después de que salen a servir, regresan para compartir experiencias y testimonios y para llevar las cargas las unas de las otras a fin de que sean ligeras. Ésta no es una clase ni un club ni una organización comunitaria, es una reunión vital de trabajo de la organización del Señor para las mujeres de Su Iglesia, establecida con el fin de sustentar y salvar almas. Escuela Dominical

Doctrina del Evangelio En la Escuela Dominical se fortalece y se apoya a los miembros de la Iglesia al ayudarles a aprender y a vivir el Evangelio en el hogar. En la clase de Doctrina del Evangelio, los miembros estudian juntos las Escrituras de una manera regular y secuencial, centrándose en temas doctrinales fundamentales que tengan relación con la vida cotidiana. Las perspectivas obtenidas en los análisis en clase se ponen en práctica en el hogar, y las experiencias que se viven en el hogar enriquecen los análisis en clase. Como resultado de sus experiencias, los miembros de la clase aprenden a enseñar el Evangelio en su familia y en sus llamamientos de la Iglesia. Semana tras semana, el barrio o la rama se convierte en una comunidad de santos; y la palabra de Dios, infalible y verdadera, llega a ser un manantial de esperanza y de poder para todos.

Pregunta: ¿Qué podrían hacer los líderes y los maestros del Sacerdocio de Melquisedec, de la Sociedad de Socorro y de la Escuela Dominical para crear el tipo de experiencias que se describen más arriba? ¿Cómo apoya esas ideas el nuevo programa estudio?

Nuevo programa de estudio para adultos (Prueba piloto)( El nuevo programa de estudio siempre comienza con un intercambio de ideas en las presidencias y en los consejos de barrio tocante a las necesidades espirituales de los miembros. Todos comparten libremente sus impresiones. De vez en cuando el obispado

puede sugerir un enfoque, una necesidad o un tema específico. En la mayoría de los casos, la presidencia elabora un plan basándose en el consejo y la inspiración que reciba.

Programa de estudio del Sacerdocio y de la Sociedad de Socorro Primer y cuarto domingo El primer y el cuarto domingo de cada mes, los líderes pueden seleccionar lecciones de una serie de reseñas que tratan temas específicos y se basan en la doctrina, tales como la enseñanza de niños pequeños, cómo superar adicciones, la historia familiar, la preparación de futuros misioneros mayores, etc. Cada reseña se prepara teniendo en mente necesidades específicas. Dichas reseñas se encuentran en lds.org/test/adult2014. Las presidencias también pueden elaborar sus propios reseñas con el asesoramiento del obispado. Segundo y tercer domingo El segundo y el tercer domingo del mes, la Iglesia proporciona reseñas de aprendizaje específicas sobre temas relevantes a los hombres y a las mujeres. Se pretende que dichos reseñas vigoricen a la Sociedad de Socorro y a los quórumes del Sacerdocio de Melquisedec. Éstas se pueden encontrar en lds.org/test/adult2014. En estos domingos, se enseñan las mismas reseñas de aprendizaje en toda la Iglesia; no obstante, conforme los maestros y los alumnos sigan la influencia del Espíritu durante su preparación y en el transcurso de la reunión, Él adaptará el mensaje a cada mente y a cada corazón, y los miembros aprenderán lo que el Señor desea que aprendan. Programa de estudio para Doctrina del Evangelio Cada año, el programa de estudio para Doctrina del Evangelio se centra en uno de los libros canónicos (el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, el Libro de Mormón o Doctrina y Convenios). Cada libro canónico está dividido en unidades mensuales que

Primer domingo Segundo y tercer domingo Cuarto domingo

Los líderes seleccionan temas que satisfagan las

necesidades locales

Se proporcionan reseñas para temas específicos para los

hombres y para las mujeres

Los líderes seleccionan temas que cubran las necesidades locales

avanzan secuencialmente por el libro desde el principio hasta el fin. Para cada unidad, se proveen reseñas de aprendizaje sobre una variedad de temas doctrinales; dichas reseñas se encuentran en lds.org/test/adult2014. Mediante el intercambio de ideas entre el presidente de la Escuela Dominical y el consejo de barrio, y entre la presidencia de la Escuela Dominical y los maestros de la misma, se seleccionan las reseñas que se adapten mejor las necesidades de los miembros y de las familias del barrio. Es posible que algunos temas se traten por más de una semana, según lo indique el Espíritu. Otros temas quizás se dejen para otro año. Mediante la oración, las presidencias podrán reconocer las reseñas de aprendizaje que sean más importantes en el momento.

© 2014 by Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados.

Semanas 1 y 4: Temas seleccionados localmente

Fortalecer el estudio personal y famil iar del Evangel io

Razones para tratar este tema Los profetas de los últimos días nos han enseñado continuamente que el mejor lugar para aprender y enseñar el Evangelio es en el hogar (véase, por ejemplo, Thomas S. Monson, “The Lord’s Way”, Ensign, mayo de 1990, pág. 93). Cuando los miembros estudian el Evangelio en su hogar, personalmente y en familia, llegan a ser más autosuficientes espiritualmente. Acuden constantemente a las Escrituras cuando tienen preguntas y desafíos, y hallan allí inspiración y alimento espiritual. Algunos miembros pueden pensar que no poseen las destrezas necesarias para llegar a ser autosuficientes en su estudio del Evangelio, pero usted les puede ayudar a ver que estudiar y enseñar el Evangelio en casa es algo que todos podemos hacer.

Prepárese para una reunión inspiradora

En esta reunión, ¿cómo podría ayudar a quienes enseña a ganar confianza en su capacidad para estudiar el Evangelio? ¿Cómo podrían fortalecerse unos a otros en su resolución de estudiar el Evangelio?

¿A quién podría pedirle que testifique de las bendiciones de estudiar y enseñar el Evangelio en el hogar?

A medida que ore y estudie los siguientes recursos, ¿qué impresiones recibe en cuanto a la manera de alentar a los miembros en sus esfuerzos por aprender y enseñar el Evangelio en sus hogares? Guía para el Estudio de las Escrituras: “Escrituras: El valor de las Escrituras”.

“Un análisis sobre el estudio de las Escrituras”, entrevista con el presidente Henry B. Eyring, Liahona, julio de 2005, págs. 8–12.

“La enseñanza del Evangelio en el hogar”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, 2001, págs. 130–139.

“Parte D: La enseñanza en el hogar: La enseñanza dentro del vínculo familiar”, La enseñanza: El llamamiento más importante, Guía de consulta para la enseñanza del Evangelio, 2000, págs. 143–162.

Ideas para aprender juntos A manera de ayuda para que sus alumnos comprendan cómo convertir sus hogares en centros de estudio del Evangelio, utilice una o más de las siguientes ideas o prepare sus propias ideas:

• Los miembros de la clase podrían estudiar con antelación algunos de los materiales que figuran arriba, y venir preparados a la clase a compartir lo que hayan aprendido. Aliéntelos a hacerse preguntas unos a otros, y a compartir ideas sobre cómo estudiar y enseñar el Evangelio en el hogar (esto se podría hacer en grupos pequeños).

• Usted podría compartir algunas de las ideas sobre el estudio de las Escrituras que se encuentran en “Un análisis sobre el estudio de las Escrituras” (véase la referencia indicada anteriormente) y pedirle a los miembros que compartan algunas de sus formas predilectas de estudiar las Escrituras con su familia y personalmente.

• Como clase, podrían estudiar el capítulo “La enseñanza del Evangelio en el hogar”, del manual Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee y analizar lo que aprendan del presidente Lee. ¿Cuáles son algunas de las bendiciones y los milagros que los miembros han recibido gracias al estudio de las Escrituras en sus hogares?

Poner en práct ica lo que aprendemos Aliente a quienes enseñe a meditar en las impresiones que hayan recibido durante la reunión. Invítelos a compartir lo que pueden hacer personalmente, y como grupo, para apoyarse mutuamente en sus esfuerzos por estudiar y enseñar el Evangelio en el hogar.

© 2014 by Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados.

Escuela Dominical—Unidad 2: Génesis 3–22; Moisés 4–8; Abraham 1–2

El convenio abrahámico El propósito de la Escuela Dominical es inspirar a los miembros de la clase a aprender, enseñar y vivir el evangelio de Jesucristo cada día.

Cuando llegamos a comprender el convenio abrahámico, “sabemos quiénes somos y lo que Dios espera de nosotros” (Russell M. Nelson, “Convenios”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 88). Llegamos a ser más devotos como discípulos de Jesucristo, y por medio de nosotros, son “benditas… todas las naciones de la tierra” (Génesis 18:18).

Prepárese Mientras estudie Abraham 1–2, Génesis 12 y Génesis 17 (incluso la Traducción de José Smith de este capítulo que está en las notas a pie de página y en el Apéndice de la Biblia), considere preguntarse a sí mismo:

• Al prepararme para enseñar, ¿qué puedo hacer para comprender y vivir el convenio abrahámico más plenamente?

• ¿En qué me ha bendecido el convenio abrahámico? • ¿Qué podrían hacer los miembros de la clase para comprensión más cabalmente el convenio

abrahámico? • ¿Qué bendiciones del convenio abrahámico han recibido los miembros de la clase? ¿Qué podrían

compartir acerca de esas bendiciones? • ¿Cómo inspiraré a los miembros de la clase para que aprendan, enseñen y vivan los principios que se

enseñan en estos capítulos?

Incentive el estudio personal y familiar de las Escrituras Cada semana usted tiene la oportunidad de invitar a los miembros de su clase a estudiar diligente el Evangelio, de forma individual y en familia. Por ejemplo, podría hacer una de las siguientes actividades para comenzar la clase:

• Invitar a uno o más miembros de la clase a explicar cómo enseñan el Evangelio a su familia. Como parte de este análisis, podría dedicar unos minutos a mostrar a los miembros de la clase los numerosos recursos disponibles en la sección Apresurar la obra de salvación de LDS.org.

• Invite a los miembros de la clase a compartir experiencias en las que hayan actuado según las impresiones que hayan recibido durante una clase anterior o al estudiar las Escrituras de forma individual.

• Pida a los miembros de la clase que compartan los versículos de Abraham 1–2, Génesis 12 o Génesis 17 que les parezcan particularmente significativos. Podría invitar a varios miembros a prepararse con antelación. Esta actividad podría ocupar la mayoría del tiempo de clase.

Aprender juntos e invitar a actuar

Siga la guía del Espíritu al seleccionar una o más de esas actividades o elabore su propia actividad adaptada a las necesidades de su clase.

• ¿Qué es el convenio de Abraham?

Antes de la clase, podría invitar a un miembro a aprender acerca del convenio abrahámico consultando Leales a la Fe y compartir con la clase lo que aprenda. Los miembros de la clase también podrían repasar y analizar Génesis 12:1–3; 17:1–9, y Abraham 2:8–11, y escribir en la pizarra una lista de las bendiciones prometidas y las responsabilidades que el Señor dio a Abraham y cómo se relacionan con nosotros. Con el fin de comprender mejor la relevancia del convenio abrahámico en su vida, podrían ver el video “Testigos especiales de Cristo: Élder Russell M. Nelson” o leer la

Enseñar a la manera del Salvador

Uno de los motivos por los que el Salvador invitó a las personas a testificar de las verdades que aprendían era para que el Espíritu pudiera llegar a su corazón.

“¿Quién decís que soy yo?”, preguntó Él. Al responder Pedro, su testimonio se fortaleció: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!” (Mateo 16:15–16). ¿Por qué compartir el Evangelio puede fortalecer el testimonio

de los miembros de la clase?

 

Escuela Dominical—Unidad 2: Génesis 3–22; Moisés 4–8; Abraham 1–2 declaración del presidente James E. Faust en “Perspectivas adicionales” (abajo) y compartir lo que aprendan.

• ¿Cómo podemos obtener las bendiciones del convenio abrahámico?

Podría invitar a los miembros de la clase a cantar un himno como “Oh, Santo Dios, omnipotente ser” y después leer Abraham 1:2–4. ¿Cuáles son las “bendiciones de los padres” que Abraham buscó? ¿Qué aprendemos de la letra de este himno que podríamos aplicar a nuestra vida? Los miembros de la clase podrían leer el pasaje de las Escrituras una vez más en silencio, buscando esta vez las bendiciones específicas que Abraham deseaba recibir del Señor y cómo procuró obtenerlas. Invite a los miembros a compartir con un compañero de la clase lo que encuentren y a analizar lo que pueden hacer para procurar obtener esas mismas bendiciones. Pida a varios miembros de la clase que compartan lo que hayan hablado.

• ¿Cómo puedo ayudar a los demás a recibir las bendiciones del convenio abrahámico?

Unos pocos días antes del comienzo de la clase, podría pedir a tres miembros que se preparen para compartir experiencias propias: una acerca de la obra misional, otra sobre la obra del templo y una tercera sobre la enseñanza del Evangelio en el hogar. Los miembros de la clase podrían analizar cómo se relacionan esas experiencias con el convenio abrahámico que se describe en Génesis 12:3 y en Abraham 2:11. Pida a los miembros de la clase que busquen 1 Nefi 22:8–9 y D. y C. 110:12 y que compartan lo que aprendan sobre la manera en que se está cumpliendo en nuestros días el convenio abrahámico. Pida a los miembros de la clase que sugieran maneras en las que ayudarán a las personas y a las familias a recibir las bendiciones del convenio abrahámico.

 

Aprender y vivir el Evangelio cada día Aliente a los miembros de la clase a pensar en lo que hayan aprendido y sentido hoy. ¿Qué se sienten inspirados a hacer? Por ejemplo, podrían:

• Compartir con sus familias parte del análisis de hoy. • Continuar estudiando esta doctrina y actuar de acuerdo con lo que aprendan. • Compartir el Evangelio con alguien o participar en la historia familiar y la obra del templo.

Durante la próxima semana, podría enviar a los miembros de la clase sugerencias para el estudio en casa basadas en los recursos adicionales para el aprendizaje que se encuentran al final de la siguiente reseña que seleccione. Invítelos a utilizar una de las ideas que se encuentran en “Métodos básicos para estudiar las Escrituras“ o en “Ideas para estudiar en familia” cuando revisen esos recursos.

Recursos adicionales para el aprendizaje

• Génesis 26:1–5, 24; 28:1–5, 13–15; 35:9–12; 48:1–4, 20; Éxodo 2:24–25.

• Élder Russell M. Nelson, “Convenios”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 86–89.

• Video: “Testigos especiales de Cristo: Élder Russell M. Nelson” (3:26)

• Sección de LDS.org: Apresurar la obra de salvación

• “Convenio de Abraham o abrahámico”, Leales a la Fe, 2004, págs. 50–51.

• Élder Dallin H. Oaks, “Para todos los hombres, de todas partes”, Liahona, mayo de 2006, págs. 77–80; preste atención especial a la sección V.

• La Perla de Gran Precio, Manual para el alumno, Sistema Educativo de la Iglesia, 2001, págs. 30–36.

Perspectivas adicionales

• ¿Por qué Abraham huyó de la tierra de los caldeos?

“En Abraham 1 leemos que Taré, el padre de Abraham, se había entregado a la adoración de dioses falsos y estaba dispuesto a ofrecer a su propio hijo como sacrificio (véase Abraham 1:5–6, 17; Josué 24:2). El élder John A. Widtsoe, que fue miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, escribió: ‘La familia de Abraham se había alejado de la rectitud y se había vuelto idólatra. Por consiguiente, Abraham, que era seguidor de la verdad de Dios, les predicó la rectitud, pero todo fue en vano. A

Escuela Dominical—Unidad 2: Génesis 3–22; Moisés 4–8; Abraham 1–2 causa de su insistencia en adorar al único y verdadero Dios viviente, lo persiguieron e intentaron quitarle la vida. El odio de los idólatras fue tan grande que sólo la intervención del Señor evitó que se le ofreciera como sacrificio a los ídolos del pueblo’ (Evidences and Reconciliations, pág. 398, citado en La Perla de Gran Precio, Manual para el alumno, Sistema Educativo de la Iglesia, 2001, pág. 32).

• ¿Qué significa ser la simiente de Abraham?

El presidente James E. Faust dijo: “Desde el punto de vista de las Escrituras, tiene un significado más profundo que el ser sus descendientes literales. El Señor concertó un convenio con Abraham, el gran patriarca, según el cual todas las naciones serían bendecidas por medio de él [véase Génesis 18:18; Gálatas 3:8; 3 Nefi 20:25, 29]. Cualquier hombre o mujer puede reclamar para sí las bendiciones de Abraham. Al aceptar el Evangelio, bautizarse, casarse en el templo, ser fieles en la observancia de sus convenios y ayudar a proclamar el Evangelio en todas las naciones de la tierra, llegan a ser su descendencia y herederos de las bendiciones prometidas” (“La llave del conocimiento de Dios”, Liahona, noviembre de 2004, págs. 52–55).

© 2014 by Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados.

Cómo administrar la encuesta del Curso de estudio para adultos Instrucciones para los obispos y presidentes de rama

Nombre del país Reseña Como parte del Curso de estudio modificado para adultos, los miembros llenarán la Encuesta del curso de estudio para adultos en dos oportunidades: (1) En la primera semana cuando se inicie el programa, y (2) después de utilizar el curso de estudio revisado por seis semanas. El propósito de la encuesta es proporcionar un punto de partida (el estado actual) de la enseñanza y el aprendizaje en la clase de Doctrina del Evangelio, la Sociedad de Socorro y los quórumes y grupos del Sacerdocio de Melquisedec; y detectar los cambios que se produzcan en la enseñanza y el aprendizaje después de utilizar el nuevo curso por seis semanas.

Quién debe llenar la encuesta: En las semanas que se administre la encuesta, los siguientes miembros adultos deben tener la oportunidad de llenarla:

• Todos los que asistan a la clase de Doctrina del Evangelio, a la Sociedad de Socorro, el quórum de élderes o el grupo de sumos sacerdotes.

• Todos los miembros de las presidencias e instructores que hayan sido llamados a la Escuela Dominical (Doctrina del Evangelio), la Sociedad de Socorro, el quórum de élderes y el grupo de sumos sacerdotes.

Cuándo debe llenarse la encuesta: • Al principio de la clase de Doctrina del Evangelio el domingo 26 de enero (antes de enseñar la clase) Y

TAMBIÉN • Al final de la clase de Doctrina del Evangelio el domingo 2 de marzo (asegúrese de dejar tiempo suficiente para

administrar la encuesta antes de terminar la hora de salida de la clase).

Cómo debe administrarse la encuesta: 1. Por favor, seleccione un miembro que supervise la administración de la encuesta en todo el barrio.

2. En la clase de Doctrina del Evangelio, el administrador o la administradora deberá leer delante del grupo la Reseña (que figura arriba) en voz alta y repartirá la encuesta a todos los presentes.

3. Antes de empezar la encuesta, el administrador deberá dar el siguiente anuncio: a. La encuesta es confidencial, es decir, los líderes locales no verán las respuestas. b. Nadie deberá colocar su nombre en la encuesta. c. La encuesta sólo tiene el objeto de recolectar información estadística general. d. Las encuestas llenas se colocarán en un sobre y se enviarán a la Oficina de Área y después se enviarán a

las Oficinas Generales de Salt Lake City. e. La encuesta no es una evaluación del barrio o de la rama, ni de ninguna persona del barrio o la rama, sino

que aporta información en cuanto a los efectos, si existiera alguno, que surte el curso de estudio revisado en la enseñanza y el aprendizaje en la Iglesia.

f. Los participantes deben ser francos y sinceros en sus respuestas. g. Después de llenar la encuesta, los participantes deberán doblar la hoja por la mitad y esperar hasta que

todos hayan terminado.

4. El administrador deberá recolectar todas las encuestas llenas sin ver las respuestas. Durante la tercera hora de reuniones, el administrador deberá seguir las pautas descritas anteriormente para administrar la encuesta a los miembros que no hayan asistido a la clase de Doctrina del Evangelio. Se debe utilizar un salón aparte de la reunión del quórum del sacerdocio o de la Sociedad de Socorro. Los líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares deberán invitar a participar a todos los miembros adultos que no hayan llenado la encuesta durante la Escuela Dominical.

5. Los administradores colocarán todas las encuestas llenas en un sobre único y las enviarán por correo de inmediato a la Oficina de Área a la dirección que les indique el Setenta de Área.

6. Con la ayuda del personal de la Oficina de Área, los Setentas de Área deberán comprobar que todas las encuestas

llenas se escaneen y se envíen por correo electrónico (en un solo lote) a Michael Telaroli, del Departamento del Sacerdocio (telarolim@ldschurch.org).

 

Encuesta del Curso de estudio para adultos

Estimados miembros de la Iglesia, por favor llenen todas las secciones de la encuesta que se apliquen a ustedes y entréguensela a la persona designada en su barrio o rama. Las encuestas se enviarán a las Oficinas Generales de la Iglesia en Salt Lake City, Utah, EE. UU., y serán parte de un archivo general de información estadística. Su información se mantendrá completamente confidencial. 1.   Fecha de hoy: ______________________________   2. País: ___________________________________ 3.   Estaca/Barrio: _________________ /____________________  4. Edad: ____________________ 5.   Sexo: (encierre en un círculo) a. Masculino b. Femenino 6.   ¿Cuál es su estado civil actual? (encierre en un círculo)

  a. Soltero(a), nunca se ha casado   b. Casado(a)   c. Divorciado(a) o separado(a)   d. Viudo(a) 8.   ¿Con cuánta frecuencia asiste a la reunión sacramental? (encierre en un círculo)   a. Una vez al mes o menos     b. 2–3 veces al mes     c. Todas o casi todas las semanas

9. Durante los últimos 30 días, ¿con qué frecuencia realizó lo siguiente? Nunca

Una vez

2–3 veces

Una vez por

semana

Varias veces a

la semana

Todos los días o casi todos los

días No se aplica

Oró individualmente � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 Leyó las Escrituras de forma individual � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 Oró con su familia � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 � 9 Leyó las Escrituras con su familia � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 � 9 Leyó o escuchó las palabras de los profetas vivientes � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 Tuvo una actividad o conversación familiar centrada en el Evangelio � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 � 9 Realizó la noche de hogar � 1 � 2 � 3 � 4 � 9 Sintió el Espíritu en una reunión de la Iglesia (un día domingo) � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Aprendió algo provechoso en su estudio personal del Evangelio � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 Asistió al templo � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6 � 9 Compartió su testimonio con alguien (fuera de una reunión de la Iglesia) � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 � 6

7.    ¿Tiene  hijos  menores  de  18  años  viviendo  en  su  casa?  (encierre  en  un  círculo)            a.    No            b.    Sí  

 

10.   Durante  los  últimos  30  días,  en  una  clase  de  Doctrina  del  Evangelio,  ¿con  qué  frecuencia  logró  lo  siguiente? Nunca

Casi nunca A veces

Muchas veces

Casi siempre

Estudió las Escrituras de la lección antes de asistir a clase � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Sintió que el contenido de la lección era relevante para su vida cotidiana � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Sintió que el instructor fomentaba la participación de los alumnos de forma provechosa � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Sintió que la lección tenía un objetivo claro en cuanto a una doctrina específica del Evangelio � 1 � 2 � 3 � 4 � 5

Aprendió algo que le ayudó a estudiar o enseñar mejor el Evangelio � 1 � 2 � 3 � 4 � 5

Aprendió algo que le ayudó a vivir mejor el Evangelio � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Aprendió algo que compartió o analizó con su familia � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 11.   Durante  los  últimos  30  días,  en  una  reunión  de  la  Sociedad  de  Socorro  o  de  un  quórum  del  sacerdocio,  ¿con  qué  frecuencia  logró  lo  siguiente? Nunca

Casi nunca A veces

Muchas veces

Casi siempre

Sintió que el contenido de la reunión era relevante para su vida cotidiana � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Aprendió algo que le hizo sentirse diferente o a actuar de otro modo durante la semana � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Sintió que el instructor fomentaba la participación de los alumnos de forma provechosa � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Aprendió o sintió algo de los comentarios o testimonios de la presidencia del quórum, del grupo o de la Sociedad de Socorro � 1 � 2 � 3 � 4 � 5

Aprendió algo que le ayudó a vivir mejor el Evangelio de forma individual � 1 � 2 � 3 � 4 � 5

Aprendió algo que le ayudó a vivir mejor el Evangelio con su familia � 1 � 2 � 3 � 4 � 5 Hizo planes para poner en práctica algo en el quórum o la organización auxiliar, según lo que se analizó en la clase � 1 � 2 � 3 � 4 � 5

12.   ¿Con qué frecuencia participa usted en la labor del quórum, del grupo o de la Sociedad de Socorro para lograr la obra de salvación (obra misional, maestras visitantes, orientación familiar, historia familiar, obra del templo, servicio, etc.)? (encierre en un círculo)

  a. Nunca     b. Casi nunca   c. Una vez al mes   d. Una vez a la semana   e. Varias veces a la semana 13. Sólo para los líderes y maestros de la Sociedad de Socorro y del quórum del sacerdocio ¿Las lecciones o instrucciones dominicales que se proporcionan actualmente para que se enseñen en su quórum o clase logran lo siguiente? (El 26 de enero, responda según el curso de estudio establecido por la Iglesia. El 2 de marzo, responda según el curso de estudio revisado para adultos que ustedes han estado probando.)

Por lo general A veces No

Le ayudan a pensar en las necesidades de las personas a quienes enseña Lecciones del primer domingo � 1 � 2 � 3 Lecciones del segundo y tercer domingo � 1 � 2 � 3 Lecciones del cuarto domingo � 1 � 2 � 3 Le ayudan a fomentar la participación y el aprendizaje activo entre las personas que usted enseña

Lecciones del primer domingo � 1 � 2 � 3 Lecciones del segundo y tercer domingo � 1 � 2 � 3 Lecciones del cuarto domingo � 1 � 2 � 3

Le ayudan a motivar a los alumnos a actuar y después hacer seguimiento adecuadamente

Lecciones del primer domingo � 1 � 2 � 3

Lecciones del segundo y tercer domingo � 1 � 2 � 3

Lecciones del cuarto domingo � 1 � 2 � 3 14. Sólo para los líderes de la Escuela Dominical y los maestros de la clase de Doctrina del

Evangelio ¿Las lecciones dominicales que se proporcionan actualmente para que se enseñen en la clase de Doctrina del Evangelio para los adultos logran lo siguiente? (El 26 de enero, responda según el curso de estudio establecido por la Iglesia. El 2 de marzo, responda según el curso de estudio revisado para adultos que ustedes han estado probando.)

Por lo general A veces No

Le ayudan a centrarse en enseñar una doctrina del Evangelio específica � 1 � 2 � 3 Le ayudan a fomentar la participación y el aprendizaje activo entre las personas que usted enseña � 1 � 2 � 3

Le ayudan a fomentar el estudio del Evangelio de forma personal y en familia � 1 � 2 � 3 Le ayudan a motivar a los alumnos a actuar y después hacer seguimiento adecuadamente � 1 � 2 � 3 ¡Ha finalizado! Por favor, doble las hojas de la encuesta y entrégueselas a la persona de la clase o el quórum que haya sido asignada para enviarlas a las Oficinas Generales de la Iglesia. Gracias por su tiempo y su ayuda.

© 2014 by Intellectual Reserve, Inc. Todos los derechos reservados.