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LA CONSOLIDACION DE UNA FAMILIA DE LA OLIGARQUIA AREQUIPEÑA: LOS GOYENECHE CARLOS D. MALAMUD Universidad Complutense de Madrid «No todos nacen con medios para ostentar el lustre de su nobleza y assi es forqoso que muchos la adquieran con la industria> reducién- dose a discurrir por tierras estrañas para pro- bar fortuna.” Executoria de la nobleza... del valle de Baztán El estudio de la familia Goyeneche presenta una serie de alicientes> provenientes en su gran mayoría de la misma composición del grupo familiar. A través del mismo podremos incursionar en las formas y los modos en que los grupos dominantes de la sociedad colonial establecían sus relaciones. La importancia del grupo familiar se acrecienta por el escenario de la acción: Arequipa, el principal centro agrícola y co- mercial del sur de la costa peruana. Vale la pena mencionar sucintamente que se trata del caso de un emigrante navarro que a fines del siglo xviii optó por la burocracia colonial, y que tras un ventajoso casamiento con la hija de un terrate- niente arequipeño llegó a consolidar su posición social 49

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Arequipa historia

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  • LA CONSOLIDACION DE UNA FAMILIA DELA OLIGARQUIA AREQUIPEA:

    LOS GOYENECHE

    CARLOS D. MALAMUDUniversidad Complutense de Madrid

    No todos nacen con medios para ostentarel lustre de su nobleza y assi es forqoso quemuchos la adquieran con la industria> reducin-dose a discurrir por tierras estraas para pro-bar fortuna.Executoria de la nobleza... del valle de Baztn

    El estudio de la familia Goyeneche presenta unaserie de alicientes> provenientes en su gran mayorade la misma composicin del grupo familiar. A travsdel mismo podremos incursionar en las formas y losmodos en que los grupos dominantes de la sociedadcolonial establecan sus relaciones. La importancia delgrupo familiar se acrecienta por el escenario de laaccin: Arequipa, el principal centro agrcola y co-mercial del sur de la costa peruana.

    Vale la pena mencionar sucintamente que se tratadel caso de un emigrante navarro que a fines delsiglo xviii opt por la burocracia colonial, y que trasun ventajoso casamiento con la hija de un terrate-niente arequipeo lleg a consolidar su posicin social

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  • y econmica. Sus hijos sintetizarn el grado de inte-gracin a la nueva sociedad y el mantenimiento de lafortuna acumulada. Cada uno de ellos tendr una mi-sin especfica que cumplir: uno teniente general delos Reales Ejrcitos, otro Oidor de Audiencia, otroobispo y el ltimo comerciante> pero todos, y esto esmuy importante> propietarios de tierras. La gama deposibilidades estaba cubierta; slo nos queda por vercmo se lleg a esta situacin.

    La emigracin navarra

    A fines del siglo xvii y principios del xviii Navarraatravesaba por un momento crtico de su historia. Elrgido carcter de su legislacin familiar obligaba atodo aquel que no era elegido para casa (es decir> ahacerse cargo de la explotacin patena), a emigrar aotras tierras a probar fortuna. Este hecho se tradujoen un slido equilibrio demogrfico en los valles na-varros, acompaado de una marcada tendencia a laemigracin del cuantioso sobrante de poblacin. Losmotivos ms comunes entre las causas del xodo eranlas siguientes:

    1) La falta de recursos econmicos de la familia (erael caso ms frecuente).

    2) La rigidez hereditaria, de acuerdo con lo estable-cido en el Fuero de Navarra. Salvo el hijo quequedaba para casa> el resto tena pocas salidas: ose casaban con la heredera de una casa vecina, ose marchaban. Hay que destacar el hecho de queel elegido no era necesariamente el primognitoni que necesariamente se tena en cuenta la con-dicin de varn.

    .3) La limitacin existente sobre el nmero de vivien-das y de vecinos. Se permita la ampliacin de lascasas ya existentes, que eran indivisibles> pero nose autorizaba la creacin de otras nuevas.

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  • Desconozco an el verdadero motivo que impulsla partida de Juan Goyeneche, de Irurita, hacia Indias,pero dudo que esto se hubiera producido de haberestado al frente de su casa, como afirman algunos desus bigrafos.

    Entre los destinos preferidos por los navarros es-taban los de Madrid, Cdiz e Indias. La burocraciareal, en un caso, y el comercio, en los otros, fueronel aliciente capaz de atraer a estas gentes. Pese a sudispersin, los navarros solan agruparse entre s, yde un modo ms amplio con los vascos en general.As, los de Indias estuvieron en estrecha relacin conlos de Cdiz y Madrid, y viceversa, permaneciendo asu vez todos en contacto con la tierra natal, forman-do> al decir de Caro Baroja, verdaderas constelacionesfamiliares (1).

    En la carrera de los indianos vascos y vasco-nava-rros es posible observar una serie de caractersticascomunes, algunas de las cuales pueden hacerse exten-sivas al resto de los emigrantes espaoles: era normalque se comenzara con un empleo militar o burocrticoo como dependiente de algn comerciante, pariente opaisano, es decir, originario del mismo pueblo o co-marca. Era frecuente en los dos primeros casos quese simultaneara el servicio a la corona con la prcticacomercial. Para obtener mejores resultados se busca-ban ascensos administrativos a la llegada a Indias,los cuales posibilitaban una mayor capacidad de ma-niobra en los negocios. El acceso a la propiedad de latierra se lograba mediante alianzas matrimoniales conlas ms antiguas familias criollas, las que por este pro-cedimiento agregaban un tinte peninsular a sus yaviejos pero acriollados linajes. El broche de oro deesta trayectoria era el marquesado, mxima aspira-

    (1) Julio Caro BarQja, La hora navarra del XVIII (Per-sonas. milias, negocios e ideas), Pamplona, 1969, pgs. 25,63 y 3445.

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  • cin de la mayor parte de cuanto vasco y vasco-navarroanduvo por el mundo probando fortuna (2).

    El escenario

    Arequipa era un punto clave dentro del espacioperuano, estructurado sobre el eje Lima-Potos. Uncomplejo sistema de intercambios regionales la articu-laba con Cuzco y Potos, siendo el aguardiente, lostejidos y los panes de azcar los principales produc-tos de su entorno que se comercializaban a cambio dela plata alto peruana.

    Sus conexiones con el exterior eran difciles porel hecho de no contar Arequipa con un puerto natu-ral. Sus costas rocosas y elevadas hacan muy compli-cado el fondeado de las embarcaciones. Por esto, lospuertos de Quillota y Arica tuvieron una gran rele-vancia para toda la regin arequipea.

    Como bien dice Flores Galindo, buen conocedorde la historia del sur peruano, Arequipa no ha sidoterritorio de grandes haciendas. La predominancia dela pequea y la mediana propiedad es una caracters-tica del paisaje agrario arequipeo, desde los tiemposcoloniales hasta la actualidad. La gran propiedad, entodo caso> aparece como excepcin en medio de unnalsaje definido por las chacras>... Las grandes pro-piedades, salvo la excepcin de valles como el Tambo,o las tierras de la familia Goyeneche en las cercanasde Arenuipa, no estuvieron ni en la campia> ni enlos valles, sino ms bien en las alturas de Puno y elCuzco> (3).

    La oligarqua arequipea estaba formada por te-rratenientes, comerciantes y miembros de la Iglesia yla burocracia, aunque era frecuente una superposicin

    (2~ Alfonso Otazu y Llana> Hacendistas navarros en Indias,Bilbao. 1970, pgs. 352-363; para el tema del marquesado vertambin de Caro Baroja, La hora navarra del XVIII..., pg 352.

    (3) Alberto Flores Galindo, Arenuipa y el sur Andino.Siglos XVIH-XX, Lima, 1977, pg. 15.

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  • de roles y de familias. Tambin era comn que loscomerciantes y clrigos compraran tierras (en la me-dida de sus posibilidades) y que los terratenientes yburcratas participaran en actividades comerciales. Sinembargo, el grupo ms numeroso y de mayor pesosocial y poltico de la oligarquia era cl de los terrate-nientes.

    Los propietarios de tierras (tanto los de origenpeninsular como los criollos) lejos de formar un gru-po homogneo tenan una serie de elementos diferen-ciadores que mermaban su coherencia grupal: su ori-gen, la riqueza y extensin de las propiedades> el tipode cultivos a que se dedicaban y la ubicacin de sushaciendas.

    Algunos de los propietarios ms caracterizados ha-ban adquirido sus tierras en la segunda mhad delsiglo xviii, y muchas de ellas provenan de la liquida-cin de los bienes otrora pertenecientes a los jesuitas.Es evidente que un estudio pormenorizado del controlde las temporalidades de la orden, a lo largo de todoel continente americano, nos dara importantes datossobre la composicin de las oligarquias regionales defines del siglo xviii, que tanta importancia tendranen el posterior periodo republicano.

    Entre los miembros de la oligarquia arequipeahaba estrechos lazo3 familiares> tendindose inclusi-ve a una cierta endogamia, no slo grupal, sino tam-bin familiar. Este ltimo supuesto se dio entre losAlvizuri (Mariano Arispe Alvizuri se cas con CarolinaBustamante Alvizuri); los Benavides (Mariano Landa-zuri Benavides con Catalina Llo3a Benavides): los Flo-res (Carmen Pirola Flores con Mariano Tadeo Fo-res); los de la Fuente (Mariana Basilio de la Fuentecon Tadeo Errea de la Fuente); los Gamio (MarianoAlvizuri Gamio con Mara del Carmen BustamanteGamio, en 1825); los Rivero (Mariano Jos Garca Ri-vero con Rosa Ureta Rivero, en 1794) (4).

    (4) Los rboles genealgicos de las principales familiasde la oligarqula arequipea se encuentran en las pgs. 480

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    Fueron precisamente estos mecanismos endogmi-cos los que de alguna manera sirvieron como meca-nismos de reaseguro frente a la continua subdivisinde tierras producto de herencias sucesivas, ya que loque se divida por un lado se juntaba por el otro (5).

    Sin embargo> las alianzas matrimoniales no logra-ban evitar los conflictos interfamiliares. As es comovemos enfrentarse, en 1793, a Domingo Tristn, enrepresentacin de su hijastro Pedro Barreda y Bus-tamante> con Jos Goyeneche, en representacin desu esposa Maria Josefa Barreda y Benavides, en tornoa los derechos sucesorios de una capellana fundadapor la familia Barreda en una hacienda de Moque-gua (6).

    La familia GoyenecheEn Amrica? Aun all el ganso se alimenta

    con el pico.>Proverbio popular navarro

    La familia Goyeneche> de amplia repercusin enArequipa y en general en todo el virreinato peruano,surgi de la unin de una criolla, perteneciente a laaristocracia local> y un hidalgo navarro> funcionariode la burocracia espaola.

    Mara Josefa de Barreda y Benavides naci enArequipa el 14 de octubre de 1744; era hija del Maes-a 494 de la bien documentada tesis de John Frederick Wibel,The Evolution of a Regional Community within Spanish Em-pire and Peruvian Nation: Arequipa, 1780-1845, Stanford Uni-versitv, 1975, mimeo. Tambin se encuentran interesantes da-tos sobre los nexos familiares en Arequipa en la tesis doctoralde Mary A. Y. Gallagher, Imperial Reform and the Strugglefox Regional Self-Determination: Bishops, Intendants andCreole Elites in Arequipa, Peru

  • tre de Campo Nicols Barreda y Obando y de Marade Benavides y Moscoso. Sus padres, ambos natura-les de Arequipa> estaban muy integrados en la oligar-qua local. Por el lado materno descenda de una fa-mlia noble de Talavera de la Reina, establecida enAmrica desde principios del siglo xvii (7).

    Juan Crisstomo de Goyeneche y Aguerrevere na-ci el 26 de enero de 1741 en la localidad navarra deIrurita, en el valle del Baztn. Hijo de Pedro Goyene-che y Gragitena y de Mara Bautista de Aguerreveree Iturralde. A los veintisiete aos lleg al puerto deEl Callao, y luego de tomar contacto con el virreyAmat, fue destinado a Arequipa como Sargento Ma-yor de las Milicias Disciplinadas.

    Segn el viajero ingls Samuel Haigh, que estuvoen el Per de 1825 a 1827, Goyeneche se hizo ricomuchos aos ha como tendero adquiriendo tierras enlas cercanas de la ciudad 1> cuyo valor ha aumen-tado enormemente (8).

    Dos aos despus> el 14 de octubre de 1770, se ca-saron. De dicha unin nacieron: Pedro Mariano (22-1-1772), futuro oidor de la Real Audiencia de Lima; JosManuel (13-6-1776), Teniente General de los RealesEjrcitos y primer conde de Guaqui; Jos Sebastin(19-1-1784), en su da arzobispo de Lima; Juan Maria-no (29-3-1788), comerciante; y Mara Presentacin.

    Rpidamente Juan Goyeneche se convirti en unacaudalado hacendado y segn algunos indicios enrico minero. En 1780 junto con Mateo Cossio y Anto-nio Alvizuri compr varias partes de una mina deplata> con un molino y otras tierras anejas> a JosVicente Hermosilla, en 224.000 reales. La mina estabaubicada en Lampo, Puno. Sin embargo, dos aos ms

    (7) Por R. C. del 24-3-1621, Luis Harreda march al Per,Archivo del Conde de Guaqui (en adelante ACG), l0bis-15-1,

    y Luis Herreros de Tejada, El teniente general don Jos Ma-nuel de Goyeneche, primer conde de Guaqui. Apuntes y datospara la historia> Barcelona, 1923.

    (8) Flores Galindo, Arequipa y el sur Andino...> pg. 49.

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  • tarde, abandon6 a sus socIos, cedindoles su parte,sin cobrar por ello ni un solo peso. Su decisin estuvomotixada en el descenso operado en la calidad delmetal y en la paralizacin laboral registrada tras elalzamiento de Jupac Amaru (9). Su actuacin comominero tambin es sealada por Herreros de Tejaday Rada y Gamio, bigrafos oficiales de Jos Manuely Jos Sebastin, respectivamente (10), y confirmadapor el hecho de que fue tesorero de la Sociedad Mi-neralgica de Arequipa (11). En el momento desu muerte tena con dicha Sociedad una deuda de104.124 reales (12).

    Segn Wibel, la actividad minera de la regin atra-vesaba un periodo declinante a fines del siglo xviii,contrastando con otros periodos de gran prosperidad.Si bien existan yacimientos de plomo> estao y cobre,los de plata y oro fueron los nicos rentables durantetodo el periodo colonial. Las minas de plata ms im-portantes estaban ubicadas en Huantajaya (provinciade Tarapac) y Caylloma y luego otras, junto con al-

    (9) Wibel, The Evolution of a Regional Community. ..,pgs. 154-5.

    a las que pueden suscribirse hastafa conclusin del ao presente qualesquiera persona de todoestado y condicin, con tal que sea vasallo de Nuestro Cat-lico Monarca, y resida en uno de los dos Virreynatos de Limay Buenos Ayres, t. V, pg. 247.

    (12) Balance de Juan de Goyeneche en el momento de sumuerte, ACG-l0 bis-6-13.

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  • gunos yacimientos de oro> dispersas a travs de laregin. Las minas de Arequipa se explotaban en pe-quea escala, y su funcionamiento se vea continua-mente afectado por los altos costos de explotaciny la escasez de capital y fuerza de trabajo. En 1799>Arequipa tena 53 de las 546 minas de plata del Pery 1 de las 44 de oro. De las de plata> 6 estaban enHuantajaya y 12 en Caylloma. En las dos ltimas d-cadas del siglo xviii la minera de Arequipa producaentre 65 y 85.000 marcos de plata (alredor de 4.800.000reales), es decir, slo un tercio de la produccin agra-ria de la regin (13).

    El hijo de Goyeneche> Juan Mariano, tambin con-tinu ligado a las actividades mineras. Entre 1810 y1811 se apropi de una parte de una mina de Lampa,sin pagar un solo peso por ella. Probablemente el an-tiguo propietario le debiera una suma de dinero> porabastecimientos realizados por el mismo Juan Ma-riano (14).

    Como ya se mencion ms arriba, la actividadcomercial tampoco fue ajena al quehacer cotidianode Goyeneche. Era uno de los pocos comerciantes deArequipa que poda disponer de un capital superiora los 800.000 reales. Su posicin era compartida porotros comerciantes de origen peninsular, Mateo Cos-sio y Jos Daz Barreda, y por los criollos Bernardode Gamio, Jos Menaut y Jos Hurtado Villafuerte.Todas estas fortunas fueron producto de mltiplesnegocios, tanto en el comercio como en tierras y enla minera (15).

    Cuando a principios de 1780 la habitual tranquili-dad arequipea se vio sacudida por una campaa depasquines, iniciada por el establecimiento de una

    (13) Wibel, The Evolution of a Regional Community...,pgs. 69 a 72. Los datos de la cantidad de minas del Per enJohn Fisher, Minas y mineros en el Pera Colonial, 1776-1824,Lima, 1977.(14) Wibel, pg. 148. 57

  • Aduana en la ciudad, varios de los comerciantes re-cin mencionados (Goyeneche> Cosso y Antonio Al-vizuri) fueron acusados de participar en los reparti-mientos que haca el corregidor Sematnat. Los treseran espaoles peninsulares (16).

    La respuesta de la oligarqua arequipea no fueunnime ante este hecho, ocurriendo otro tanto delo mismo aos ms tarde, con motivo de las luchasindependentistas. Evidentemente, la postura de losmiembros de la oligarqua frente a las reformas bor-bnicas no fue ni lineal ni unnime. Esto explica elhecho de que el hacendado criollo Diego Benavides(pariente de la mujer de Goyeneche, Mara Josefa Ba-rred Benavides) fuera identificado como uno de loslderes del movimiento que saque la Aduana el 14de enero. Tambin Nicols Barreda, suegro de Goye-neche y uno de los ms ricos terratenientes de Are-quipa, increp a Sematnat por los falsos informes queenviaba a Lima (17). Sin embargo> estas contradiccio-nes entre criollos y peninsulares se vieron rpidamen-te superadas cuando> a fines del mismo ao de 1780,la sublevacin de Tupac Amaru puso en peligro losintereses de unos y otros.

    La actividad de Goyeneche como comerciante tuvodos frentes: por un lado era uno de los ms grandesimportadores de manufacturas europeas en Arequipa>y por el otro el principal vendedor de aguardienteen la regin serrana. En esta ltima actividad lo ve-mos en 1782, formando sociedad con Ignacio Prezpara vender 16.000 reales de aguardiente y 8.000 decordobanes, en Huancavelica. Sus importaciones des-de Lima, Chile y Espaa generalmente alcanzabanlos 800.000 reales anuales. Tampoco fue ajeno al tr-fico de esclavos, siendo junto con Juan Errea y JosMenaut uno de los principales mercaderes arequipe-

    (16) La acusacin contra Goyeneche y los otros dos co-merciantes se hizo el 15-1-1780. Ver ibid., pg. 28, Sobre lospasquines, ver el captulo 1 de la tesis de Wibel, pgs. 16 a 52.(17) Ibid., pgs. 36-8.

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  • os implicados en la trata (18). Su papel como impor-dor de manufacturas europeas se vio favorecido poruna importante infraestructura comercial que le res-paldaba. En Cdiz operaba la firma Aguerrevere yLostra; uno de los socios> Aguerrevere, era parientede Goyeneche y ambos socios nativos de Irurita, pue-blo natal de Goyeneche. Esta firma posea correspon-sales en el Per y en el resto de la Amrica hispana,corresponsales que facilitaban enormemente las acti-vidades de Goyeneche.

    Como una muestra ms de la diversificacin de lasinversiones familiares, parte de las ganancias se colo-caban en diversos negocios en la Pennsula, y as ve-mos cmo en 1782 Juan de Goyeneche adquiri 45 ac-ciones del Banco de San Carlos, de un valor nominalde 2.000 reales de velln cada una, y que sumaban enconjunto 36.000 reales de a ocho. Estas acciones fue-ron cedidas, por su legado testamentario> a sus her-manos Juan, el mayor> y Domingo de Goyeneche> y

    ambos vecinos del valle del Baztn (18 bis).Su posicin social le permiti ascender en la mili-

    cia. Como capitn de la Octava Compaa del PrimerBatalln del Regimiento de Infantera Miliciano dela ciudad de Arequipa particip en la represin delmovimiento de Tupac Amaru (19). En 1788 fue ascen-dido a capitn de Granderos y en 1796 a sargento ma-yor. El levantamiento indgena, que marc a fuego alas clases dominantes peruanas, y la participacin deGoyeneche en su represin fueron una de las princi-pales razones que explicarn el comportamiento prorealista de la familia en los posteriores sucesos revo-lucionarios y la que permiti al virrey Abascal contarcon un general criollo, su hijo Jos Manuel> paraliderar los ejrcitos del Alto Per.

    La actividad de Juan de Goyeneche en la vida p-

    (18) Ibid.. pgs. 88 y 144-6.(18 bis) Archivo Histrico del Banco de Espaa, Secre-tana, Caja 218.

    (19) CDIP. t. II, y. 3, pg. 773.

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  • blica no se limit a los aspectos econmicos y mili-tares, ya que como vecino particip de la actividadpoltica municipal: en 1786 fue alcalde y luego juez.Tambin fue miembro de la cofrada de Nuestra Se-ora del Rosario> vinculada al monasterio de SantoDomingo, el ms prestigioso de Arequipa. En 1801,junto con Goyeneche haba otros importantes hacen-dados y funcionarios locales vinculados a la cofrada,hasta un nmero de veinte. Entre ellos se contabanlos regidores Francisco Rivero Benavente y LucasUreta; los comerciantes Bernardo de Gamio, Bernar-do Bustamante> Jos Felipe Gandanillos y Juan Fer-nando Pasqua; los mineros de Tarapac, Francisco de1a Fuente y Antonio Cuadros; los abogados NicolsAranbar y Juan Gonzlez Valdez y el hacendado deMoquegua Juan Pilaga (20). Entre 1776 y 1808 sedesempe como uno de los tres diputados arequi-peos del Consulado de comerciantes de Lima (losotros dos fueron Mateo Cosso y Juan Fermn Errea).En defensa de sus intereses tambin fue beneficiadoen 1796 por un poder otorgado por los viateros deArequipa, conjuntamente con Mateo Cosso, para opo-nerse al desarrollo de viedos en La Paz, Las vidas deCosso y Goyeneche se entremezclaban frecuentemen-te a lo largo del diario quehacer arequipeo. Amboseran de origen peninsular y se casaron con ricas fa-milias criollas y ambos se asociaron numerosas vecesen una serie de empresas comerciales y mineras (21).

    Ya- mencion el hecho de que cada uno de los hijoscumpli un rol especfico. Muchas familias de terra-tenientes trataban de formar a algunos de sus hijos,bien en el clero o bien en el derecho, para que ingre-saran en la administracin> asegurndoles de esta ma-nera su futuro, que poda verse comprometido por lacasi segura divisin de la herencia del patrimoniofamiliar. El tener una profesin tambin era una ma-

    (20) Wibel, The Evolution of a Regional Community. ..,pgs. 195-6.(21) Ibid., pgs. 119 y 123.

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  • nera de garantizar el status social de algunos de losmiembros de la oligarqua.

    El mayor de los hijos de Goyeneche, Pedro Maria-no, fue nombrado Caballero de San Juan. Luego derealizar estudios en Lima fue nombrado asesor delTribunal del Consulado y de Minera de la capital,en 1798. En 1807 se traslad a Cuzco como oidor dela Audiencia, permaneciendo en el cargo hasta 1814,oportunidad en que se produjo su retorno a Lima,tambin como oidor (22). A principios de 1819, y me-diante una Real Cdula, se dispuso su jubilacin, conla percepcin de las dos terceras partes de su sueldo.En eso3 momentos tambin se desempeaba como Mi-nistro Honorario del Consejo de Cmara de Indias (23).En 1822, como consecuencia de la persecucin a quese vio sometido por Monteaguda, abandon el Pery termin instalndose en Burdeos.

    Jos Manuel, Caballero de Santiago y Cruz de Car-los III, es quizs el ms conocido de los miembrosde la familia por su accionar al frente del ejrcitorealista y su resonante y significativa victoria frentea las tropas de Buenos Aires, en Huaqui. Vicente Fi-del Lpez nos ofrece la siguiente colorida descrip-cin de su persona:

    Era un hombre alto i delgado, perfectamente for-mado, i de fisonoma petulante. Aspiraba a parecermagnfico en todo: usaba de ordinario calzn colantde riqusima gamuza o ante, botas granaderas convueltas color de paja i un uniforme con vueltas gra-nas e insignas galonadas de oro. No fu poco el pa-tricio que estas apariencias le dieron a los ojos deLiniers, que era tambin inclinado de suyo a dejarsedominar por el dandismo de la moda i de la persona.Natural de Arequipa, gran pedante y fantasmn,Goyeneche era desembarasado para espresarse, so-lemne en sus formas i modales; de mui buena fa-milia, i bastante rico; lo que le serva de mucho para

    (22) Rada y Gamio, El arzobispo G~eneche .., pgs. 8 y 9.(23) ACG-10 bis-13-l. -

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  • el fantstico papel a que se habia dado en su viajea Espaa (24).

    Creo que esta descripcin se ajusta mucho a lapersonalidad de Goyeneche, igualmente retratada enuna carta que ste le envi a su socio, Juan Miguelde Lostra> en abril de 1809:

    ... Infaliblemente saldr de aqu [de Lima] del10 al 12 de junio p Arequipa donde en una casa decampo en union de mis Padres hago nimo de per-manecer hasta Octubre y seguidamente ponerme encamino para Buenos Aires, aguardar all el horizon-te de los negocios de esa para emprender mi regresopues arreglados los negocios de ningn modo viviren ningn punto de esta Amrica, y cada da confir-mo ms y ms la resolucin de emprender mi regresosi las circunstancias lo permiten. Esto no es para elque se ha educado en Europa como yo, y ms des-pus de haber corrido por todas las Provincias conlos aparatos y honores de virrey que voluntaria-mente me han dispensado. No hay lugar que yo pue-da ocupar (25).

    Goyeneche recibi en Arequipa la educacin ele-mental y realiz los primeros pasos de su carreramilitar. En 1788 parti a Espaa a completar sus es-tudios. Se instal en Sevilla> residiendo en casa de suto materno, Francisco Barreda Benavides> Adminis-trador General de la Aduana hispalense y comercianteal por mayor (26). En 1795 complet sus estudios uni-versitarios. Tras pagar 80.000 reales por derecho de

    (24) Vicente Fidel Lpez, Historia de la Repblica Argen-tina, t. II, pgs. 297 y ss., cit. por Gabriel Ren-Moreno, VIti-mos das coloniales en el Alto Per, Santiago de Chile> 1896,pgs. 392-3, nota.

    (25) ACG-19bis-l-2.(26) Herreros de Tejada, El teniente general pg. 44.Francisco Barreda y Benavides naci en Arequipa el 1-11-1734,avecinndose en Sevilla en 1770; ver Guillermo Lohman Vi-llena, Los americanos en las Ordenes Nobiliarias (1529-1900),Madrid, 1947, t. II, pg. 280, y Antonio M. Bernal y AntonioGarca-Baquero, Tres!iglos de comercio sevillano

  • inscripcin, prctica frecuente de la poca> fue nom-brado Capitn del Regimiento de Granaderos del Es-tado (27). En 1802 se lo nombr Caballero de la Ordende Santiago> siendo su padrino el marqus de CasaPalacio, miembro destacado de la aristocracia poto-sina. Con l emprendi un viaje por Europa, paraobservar la organizacin militar y las tcticas emplea-das por diferentes ejrcitos del continente. Al regresardel viaje escribi sus Memorias del viaje por Euro-pa (28) y tradujo el Manual de insts-uccichi del ejrcitoprusiano (29)> lo que revela el inters que la orga-nizacin militar ejerci en su persona. En 1806> enSevilla> particip en la fundacin de la compaa co-mercial Sobrinos de Aguerrevere y Lostra, con unaaportacin inicial de 240.000 reales de plata. De lospasos futuros de Jos Manuel me ocupo ms adelante.

    El tercer hermano, Jos Sebastin, Caballero deSan Juan, obispo de Arequipa y Arzobispo de Lima,tuvo en Rada y Gamio a su bigrafo y panegiristaoficial. Luego de recibir las primeras letras en Are-quipa se educ en Lima, en el Convictorio Caro]inoy en la Universidad de San Marcos. En 1804 recibilos grados de Bachiller en Artes, Teologa y Leyes.Luego fue nombrado asesor del Tribunal del Consu-lado y Minera y catedrtico sustituto de Teologa.En 1807 recibi las rdenes menores de manos delobispo de Arequipa y un ao ms tarde el obispo deCuzco le confiaba el cargo de cura interino de Calca.En diciembre de 1809 recibi, en forma interina, laparroquia de Santa Marta, en Arequipa, la que obte-na en propiedad dos aos ms tarde. En 1815 se lonombr Inquisidor Apostlico honorario del SantoOficio de Lima, y un ao despus fue elegido obispode Arequipa. Fue consagrado el 2 de agosto de 1818y ocup la sede hasta 1860. Luego, y hasta 1872>ao de su muerte, se desempe como arzobispo de

    (27) Herreros de Tejada. El teniente general...> pg. 45.(28) ACG-2-7-2.(29) ACG-9 bis-5.

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  • Lima (30). Si bien estuvo a punto de emigrar a laPennsula en varias oportunidades> debido a la situa-cin poltica imperante y a las persecuciones de quefue objeto (en 1834 atentaron contra su persona)> nun-ca concret tal propsito> prefiriendo permanecer enel Per, al frente de su dicesis, en compaa de susdos hermanos menores.

    Juan Mariano> Caballero de Santiago y Comenda-dor de la Real Orden Americana de Isabel la Catlica,fue el comerciante de la familia y el administrador delos intereses que sus restantes hermanos tenan enArequipa. En 1820 fue Segundo Jefe de Milicianos,con el grado de coronel (31). Al igual que su padre,particip activamente en la vida pblica local: fuemiembro de la Sala Capitular de Arequipa (32) y en1818 fue Sndico Procurador del Cabildo. Tuvo a sucargo los negocios de la empresa de su hermano, So-brinos de Aguerrevere y Lostra, en la zona de la sie-rra y en Arequipa; con ella realiz una serie de ope-raciones comerciales.

    Maria Presentacin era la menor de los cinco her-manos. Permaneci soltera, viviendo en la casa pater-na en compaa de Juan Mariano. Falleci de una afec-cin cerebral el 26 de julio de 1834.

    El origen de la riqueza familiarNicols Barreda y Obando (abuelo de los herma-

    nos Goyeneche) dispona> segn el inventario realizadoen el momento de su muerte, de bienes por valor de2.741.407 reales (33). De ellos se entregaron en dotepara el casamiento de Mara Josefa con Juan Goyene-che 253.074 reales (34), que incluan una casa en Are-

    (30) Rada y Gamio, El arzobispo Goyeneche..., pgs. 122-9>157-63 y 205.

    (3!) CDIP, t. VI, vol. 2, pg. 144, y ACG-10 bis-15-1, pgs. 22-3.(32) CDIP, t. 1, vol. 7, pg. 420.(33) ACG-12 bis-1-1.(34) ACG-8-13-1.

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  • quipa> efectos personales y mobiliario, plata selladay labrada y un esclavo. La dote tambin inclua92.000 reales en plata sellada y diamantes legados porla ta, Francisca Barreda. El padre tambin asigna Mara Josefa la hacienda de via del Pie de la Cues-ta del Vitor> con todas sus oficinas y aperos, valuadaen 380.111,5 reales (35). La hacienda tena una pen-sin de 28.000 reales, producto de una capellania legafundada a favor de Nicols de Barreda y Obando, sushijos y descendientes. La dote de Mara Josefa nospone de manifiesto, una vez ms> cmo la constantesubdivisin de los bienes familiares pona en peligrola integridad de los patrimonios. Algo semejante suce-da con la permanente inmovilizacin de capitales encensos y capellanas.

    Juan de Goyeneche, que mediante esta unin seligaba a la aristocracia arequipea, entregaba comoarras tres barras de plata (461 marcos y 5 onzas) va-luadas en 32.020 reales (36). La propiedad entregadaen la dote se acrecent con la hacienda de Gua-chipa y Alpacato, que hered Mara Josefa (su valor:818.784 reales), junto con su casa y tambo anexo(90.363 reales). Estas fueron slo etapas en una largatrayectoria de acumulacin de bienes races. El valorde las propiedades reunidas por Goyeneche hasta 1810,sin contar la hacienda de Guachipa y Alpacato que nofiguran en los documentos sucesorios, ascenda a3.664.504,5 reales de plata. Tal como ya se ha men-cionado y se confirmar en la relacin siguiente delas propiedades acumuladas por Goyeneche> el grandominio no era la nota dominante en la Arequipa co-lonial y de principios del periodo republicano. Al pa-recer, exista un marcado predominio de las unidades

    (35) ACG-1l bis-l-l.(36) ACG-8-13-l. Las arras que pagaban los ministros de laAudiencia de Lima en la misma ooca oscilaban entre los16.000 y los 96.000 reales; ver G. Lohman Villena, Los minis-tros de la Audiencia de Lima (1700-182Z). Esquemas de unestudio sobre un ncleo dirigente, Sevilla, 1974, pgs. LXXXIy LXXXII.

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  • productivas muy peqefias (suertes de tierra, chacras,etctera). De haciendas slo se puede hablar para al-gunas propiedades de los valles de Vitor, Majes yTambo. Este proceso de fraccionamiento se agudizdespus de 1830-1840, especialmente con las unidadesmenores de dos topos (37).

    Las propiedades compradas por Goyeneche, juntocon el nombre del hijo a quien posteriormente fueronasignadas, son las siguientes:

    1) La hacienda de pan llevar Guasacache tena uncenso irredimible de 36.800 reales a favor delrey. La propiedad, valuada en 1.614.720 reales>se reparti entre Pedro Mariano y Jos Sebas-tin. Al primero se le entregaron todas las tie-rras de una de las bandas del ro que divi-da la hacienda. Produca un arrendamiento de36.560 reales, correspondientes a un valor de731.200 reales. Al otro hermano se le entrega-ron todas las tierras de sembrio y criansas quetena la hacienda, incluyendo cerca de cuatro to-pos llamados de Loreto; produca un arrenda-miento de 12.176 reales> correspondientes a unvalor de 883.520 reales (38). La hacienda de Gua-sacache, la ms grande de toda la campia deArequipa, haba pertenecido a los jesuitas. Enella se sembraba trigo, maz y alfalfa. Fue alqui-lada durante varios aos a Juan Flores del Cam-po, el hacendado ms rico de Caman. En 1777la hacienda fue comprada por Diego Pober, unespaol peninsular residente en Lima y que seautotitulaba minero. En 1785 fue vendida a Goye-neche en 720.000 reales. Mientras que Guasaca-che tena ms de 200 hectreas> el resto de laspropiedades de la campia de Arequipa (divi-

    (37) Fernando Ponce, Distribucin de la tenencia de latierra en Arequipa a mediados del siglo xix, en Histrica,vol. III, nm. 2 (1979), pgs. 124-5 y 131.(38) ACG-10 bis-1%1, pgs. 5, 6 y 13.

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  • dida en ceica de 330 chacras dedicadas al cultivade cereales y vegetales) generalmente no pasa-ban de las 40 hectreas (39). La hacienda poseauna amplia mansin> llamada el Palacio de Go-yeneche, un molino y rancherios aledaos, almargen de la extenssima rea cultivada (40).

    2) Una chacra de 47 topos de tierra de sembro enel pago de Tabaicani, con su vivienda, dos erasy un galpn de arcos. Valuada en 256.000 reales,daba rditos. Le correspondera a Jos Manuelsi volva de Cdiz.

    3) Otra de 68 topos debajo de la iglesia de Sachaca,en la que se fabricaron tres piezas y un corre-dor de bveda; fue comprada al finado Manuelde Olazbal y estaba realenga. Su arrendamien-to era de 13.600 reales> muy puntuales, y suvalor 272.000 reales.

    4) Otra de 47,5 topos con su vivienda> en el pagode Challapampa, valuada en 276.000 reales yconsignada a Maria Presentacin.

    5) Otras de 22,5 topos> con un estanque, en el cos-tado de la Lloque Chiquita> en la salida de Are-quipa para larabamba, tasada en 12&000 realesy asignada a Juan Mariano.

    6) Otra de 31 topos en el pago de Paucaparta, suvalor 118.032 reales, y tambin para Juan Ma-riano. Se arrendaba en 6.000 reales.

    7) Otra de 31 topos, en el pueblo viejo de Soca-baya.

    8) Otra de 24 topos, en el pago del Palomar, debajode la llamada Guadamuz, valuada en 128.000 rea-les. A Juan Mariano.

    9) La hacienda de via del Tocar del valle de Vitor,comprada a Francisca Barreda, residente en Se-villa, tena dos capellanas que rentaban 32.000

    (39) Wibel,

  • reales. Fue mejorada con cepera nueva; su va-br ascenda a 304.777 reales. A Juan Mariano.

    10) El tambo de Recojidos> en la calle arriba deSanto Domingo, con dos bodegas de tinajas>una casita en su centro y tiendas a la calle, pro-duca de 4.000 a 4.800 reales anuales de renta.Fue comprada en 48.000 reales, y con las mejorasintroducidas su precio era de 88.000 reales. AJuan Mariano.

    11) Tres cuartos y una tienda frente al costado dela casa de Antonio Albizuri, valan ocho mil ypico de reales (41).

    Se ve una preocupacin bastante grande por lacompra de propiedades, y su explotacin. En este sen-tido se pueden diferenciar las tierras arrendadas delas explotadas directamente> como tambin las pro-piedades urbanas de las rurales. Parece que la ha-cienda de vias, como la del Tocar> ubicada en el valledel Vitor, que con el de Tambo eran de las zonasms ricas de la regin, era explotada directamente.

    La importancia de las explotaciones de Goyenechecobra su verdadera dimensin si se tiene en cuentala prosperidad de la agricultura arequipea: la pro-duccin agrcala anual estaba evaluada en torno alos 16.000.000 de reales. Arequipa produca la mayorparte de los alimentos necesarios para el consumolocal, e inclusive estaba en condiciones de exportarpequeas cantidades de grano a algunas poblacionesde la Sierra (42).

    Lamentablemente las fuentes consultadas aportanpoco sobre la explotacin de las posesiones familia-res. Al respecto escriba Jos Manuel, en su Diario deViaje de 1809:

    En Vitor las haciendas estan de unas con otras:mi casa posee dos, que son el Pie de la Cuesta> y

    (4fl ACG-lobfs-15-l.(42~ Wibel. The Evolution of a Regional Community...,

    pgs. 58-9.

    68

  • Tocar: la mayor parte de aguardientes y vinos queconsume el Per van de este Valle... Las bodegasson de tinajas de cien quintales> y la cosecha y pisade la Uba vienen los Yndios a hacerla de los Cura-tos de la Sierra (43).

    La importancia del mercado de vinos y aguardien-tes de Arequipa se acrecienta si tenemos en cuentaque, tal como afirma Goyeneche> se abasteca a todala sierra peruana, desde Cuzco a Potos. En lo querespecta al valle del Vitor hay que decir que era latercer rea de la regin en orden de importancia, entanto productora de vino. Su produccin promediooscilaba entre las 80.000 y 100.000 botijas, que se en-viaban a la ciudad de Arequipa, de donde se reexpor-taban a la sierra, especialmente a Puno y a La Paz (44).

    Los arrendatarios de tierras de las haciendas delos Goyeneche construan a su propia costa las habi-taciones para viviendas, aunque con maderos y ramasde la misma hacienda (45). Segn Wibel, las propie-dades arrendadas estaban en poder de 40 arrendata-os, que producan una renta anual de aproximada-mente 900 fanegas de trigo, 650 de maz y 20.000 rea-les de plata (46).

    En el mismo documento de distribucin de las pro-piedades familiares se hizo constar que la casa de Are-quipa no se cedera a ninguno de los hermanos en par-ticular, para que todos pudieran hacer uso de ella.Lo mismo sucedi con la hacienda de via del Pie dela Cuesta, que fue dividida por los mismos hijos.

    Los hijos de Juan de Goyeneche continuarn elproceso de adquisicin de propiedades iniciado por supadre. Quien ms se distingui en este sentido fueJuan Mariano, a tal punto que aparecer como pro-

    (43) Diario de l/iaes que el Excmo. Sr. Conde de Guaquihizo por Amrica en 1808 y 1809, ACG-12 bis-3-1, pg. 11.

    (44) Wibel,

  • pietario de 30 chacras, ubicadas en 11 de los 14 dis-tritos de Arequipa. Lo dicho se desprende del Cua-dro 1, que reproduce las rentas obtenidas por los ma-yores propietarios de Arequipa. Otro hecho impor-tante es que Bernardo de Gamio, quien obtiene lasegunda renta anual en importancia, era el suegro deJuan Mariano,

    CuADRo 1Principales rentas de Arequipa (en pesos) (47)

    Fondos Nmero de R r~aTitular que distritos don- ena agarz

    conducen de se ubican anual 775Mariano Torres 8 3 314Jos Gregorio

    Valdivia 8 4 1,633Bernardo Gamio 7 5 2,300Manuel Salas 7 3 425Mariano Chvez 6 2 381

    Fuente: Ponce, Distribucin de la tenecia... > pg. 135.

    Se puede sintetizar lo dicho anteriormente afir-mando que la poltica llevada a cabo por la familiaGoyeneche le permiti mantener en la segunda gene-racin la integridad de sus dominios, suceso nada ha-bitual. Resulta evidente que contribuy mucho a estelogro el hecho de que cuatro de los cinco hermanosno dejaran descendencia.

    Todo el patrimonio familiar se distribuy entrelos cinco hermanos. Para evitar problemas ulterioreslos padres firmaron un testamento conjunto> que en

    (47) Ver tambin Flores Galindo, Arequipa y el sur An-tUno..., pg. 50.

    70

  • sus principales clusulas estableca lo siguiente: JuanMariano administrara la tienda de Arequipa y lasfincas familiares; Mara Presentacin podra elegiralhajas, joyas y plata por valor de 92.000 reales, mslas menudencias de figuras de China que llenaban dosescaparates de la cuadra y la negra bozal Catalina;se aclaraba en el mismo documento que Mara Presen-tacin ya posea como propios dos pares de zarcillosy uno de diamantes por valor de 16.000 reales. APedro Mariano, que quedaba al frente de los asuntoslegales de la casa> se le entregaran 32.000 reales, yotro tanto a Juan Mariano. Segn el testamento, en1802 se le entregaron 240.000 reales a Pedro Mariano>y al ao siguiente igual cantidad a Jos Manuel (in-vertidos en la firma de Sobrinos de Aguerrevere yLostra); al primero le otorgaron igualmente 27.976reales en plata labrada y sellada y esclavos para poderinstalarse en la Audiencia de Cuzco. La chacra delPueblo Viejo se la asignaron a Jos Sebastin> quiendebera pagar con sus rentas las misas de la familia.La ltima clusula del testamento estableca que losocho primeros das a partir del entierro se entrega-ran limosnas de medio real a los mendigos, hastalos 100 reales diarios> ms 200 reales por da a dis-tribuir entre dos de las distintas familias principalesnecesitadas (48).

    El testamento fue firmado en 1808, y el 27 de fe-brero de 1813 falleci el padre tras sufrir cuatro aosde grave enfermedad. Antes de su muerte se tomaronuna serie de determinaciones que permitieron un me-jor control del patrimonio familiar, ya que:

    El Estado rebolucionario de los Dominios delRey de Espaa don Fernando Septimo exije tomarmedidas de precaucion y seguridad que afirme con-tra las vicisitudes de los tiempos la subsistenciafutura de mis amados y respetuosos cinco hijos.

    (48) Testamento del matrimonio Goyeneche, ACG-1O bis-ISA. 71

  • En estas determinaciones se estableca que:

    1) La madre se desembarazarla de 144.359,75 rea-les> pertenecientes a resultados de cuentas y ha-beres propios de la correspondencia del padrey a distintas mejoras realizadas.

    2) Se separaran del monto comn 260.696>5 reales,correspondientes a prstamos perdidos por per-tenecer a personas fallidas y de absoluta inhabi-lidad para su cobro.

    3) Los hijos recibieron las mejoras que les corres-pondan en plata sellada> y Mara Presentacinrecibi 48.000 reales en dinero en efectivo, 32.160en el molino de Guasacache (cuyo productoanual ya le perteneca) y 11.840 por el alojamien-to de la Quadra, parte del cual cedera a JosManuel.

    4) La porcelana china y los alabastros, regalo deJos Manuel, se entregaran a Mara Presen-tacin.

    5) Todos los aos, para Navidad, se entregaran16.000 reales a cada hijo, correspondientes a losarrendamientos de las chacras y haciendas> quepor el momento seguiran en poder de la madre.

    6) La madre se reservaba 8.000 reales anuales parasu bolsillo secreto y poder hacer frente a susgastos reservados. Juan Mariano, que quedabaa cargo de la administracin de las fincas> leentregara 4.000 el da de San Juan y los 4.000 res-tantes en Navidad. Otros 8.000 reales se desti-naran para sufragios por el esposo, repartin-dose la mitad entre las familias pobres de Are-quipa, y la otra se remitira a Espaa, donde serezaran misas por su memoria.

    7) En el momento de la muerte de la madre cadahijo recibirla bienes, capitales y propiedades porvalor de 1.355:736 reales cada uno> de los que sedescontaran los valores entregados previamente.

    8) La hacienda de via del Pie de la Cuesta, la cha- 72

  • crita de Porongoche, los esclavos y la plata (enefectivo o a prstamo) seran patrimonio comn.

    9) La casa quedaba para los hijos, dividida en par-tes igules. Jos Manuel cedi su parte correspon-diente.

    10) Las alhajas de piedras brillantes y perlas engastadas o sueltas, de uso de la madre> pasaran aMara Presentacin.

    11) Se destinaran 8.000 reales para el aceite de lalmpara de la Seora del Consuelo (49).

    Como se ve, la principal fuente de ingresos de lafamilia era la explotacin y arrendamiento de susposesiones rurales> lo que puede corroborarse por laposesin de un molino en Guaracoche (tasado en32160 reales) (50), el que les permita obtener mayo-res ganancias sobre los arrendatarios> al cobrar porsu uso una parte suplementaria de las cosechas (51).Los ingresos as obtenidos se complementaban conlos provenientes del comercio y del prstamo de di-nero en inters. Todo esto hizo que la fortuna familiarfuera bastante cuantiosa> a la vez que se dispona deun importante capital en dinero y metales preciosos>que ascenda en el momento de la muerte del padrea 1.232.249,875 reales. El contar con semejante reserva de dinero permita la realizacin de negocios enventajosas condiciones.

    As es como a principios de la primera dcada delsiglo XIX los cuatro hermanos varones ya estaban en-caminados en su vida, y el conjunto familiar gozabade un respetable patrimonio. Nuestro prximo paso

    (49) ACG-10 bis-lS-!, disposiciones tomadas a la muerte delpadre.

    (SO) ACG-10 bis-6-13.(51) Ver al respecto lo Que sostiene Ruggiero Romano enProblmes et Mthodes dHistoire Economique de lAmriqueLatine, en Revue Europene des Sciences Sociales et CahiersVilfredo Pareto, t. XV, nm. 40 (1977), sobre las haciendas brasi-leas, y cmo el control del molino haca subir las gananciasde los hacendados, al recibir por su uso la mitad del azcarque los campesinos llevaban a moler> pg. 71.

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  • ser ver cmo se us este patrimonio, ~en combina-cin con la trayectoria de cada uno de los miembrosde la familia.

    Jos Manuel en Amrica

    En 1808 Jos Manuel Goyeneche se mova en larbita del prncipe de Castel Franco. El 24 de juliola Junta de Sevilla le confiri los despachos de briga-dier y decidi mandarlo en misin especial, debido asu origen criollo, a los virreinatos del Rio de la Platay del Per, a recabar fidelidad a Fernando VII y ala Junta> informar sobre el estado de la Pennsula yrecaudar fondos (de la Real Hacienda y donativos)para hacer frente a los gastos de la Guerra de Inde-pendencia que tena lugar en Espaa. En esos mo-mentos, Goyeneche gozaba de la proteccin de Saave-dra, presidente de la Junta, y del obispo Laodicea,miembro destacado de la misma.

    El 19 de agosto lleg al puerto de Montevideo, ycuatro das ms tarde pasaba a Buenos Aires. Apartede la descripcin de Herreros de Tejada sobre el pasode Goyeneche por los virreinatos del Plata y del Per,la obra de Gabriel Ren-Moreno, Ultimos das colo-niales del Alto Per, da una minuciosa descripcinde su actuacin poltica hasta el momento de la re-presin del levantamiento de Chuquisaca. Para esteautor no hay ninguna duda sobre la condicin de do-ble agente de Goyeneche (a favor de Napolen y dela infanta Carlota) (52), al que califica de aventurero

    con ocasin de los sucesospblicos i por obras de intrigas descubiertas slo ms tarde>haba engaado i engaaba a cuantos tuvieran i tuvieron quever con l en la metrpoli i en el Ro de la Plata. Ignorabanlos ministros que el ajente de la junta sevillana por Fernan-do VII, Goyeneche, haba tenido a la vez connivencia conMurat para venir en servicio de Jos Bonaparte a estas pro-vncias. Ignoraban que traa pliegos seductivos de doa Car-

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  • audaz; contrario a estas opiniones se muestra Herre-ros de Tejada (53), que encuentra el origen de estasdifamaciones en disidencias polticas producidas alarribo de Goyeneche al Ro de la Plata> muchas deellas originadas en rumores emanados de enemigosdel virrey Liniers. Para Herreros de Tejada, Goyene-che se mantuvo siempre fiel a la Corona. Con el correrde los aos la polmica sobre su persona continuaba,y en 1960 un ensayista argentino escriba apasionada-mente:

    Al tercero Goyeneche el desnaturalizado, lesonri en cambio la fortuna. Pudo asestar el golpetremendo de Huaqui, y retomar luego a la metr-poli para desaparecer en 1846 del mundo de los vi-vos, colmado de honores y halagos. El rey lo premicon el blasn de Grande de Espaa; no obstante> ajuicio de Amrica ser eternamente un pequeo bas-tardo (54).

    Detrs de todas estas opiniones hay una serie deinterrogantes que an hoy permanecen sin responder:Goyeneche fue un agente de Napolen?; fue un agen-te de Carlota Joaquina?; fue fiel a la Junta y al rey?;o fue fiel a sus propios intereses? La respuesta a laintencionalidad de sus actos dara lugar a un trabajodistinto del presente; por lo tanto slo me interesaaqu poner de relieve lo controvertida que result lafigura de Goyeneche y lo controvertida que an hoysigue siendo.

    Su llegada a Buenos Aires se produjo dos das des-

    lota del Brasil, infanta de Espatia; pliegos mandados recabarpor l secretamente a Ro de Janeiro, infanta que pretendisuplantar a su hermano Fernando VII en estos dominios.(53) Herreros de Tejada, El teniente general..., pgs. 109-120; tambin se opone a las ideas de Ren-Moreno en el sen-tido de que era intencin de Goyeneche formar en Amricajuntas al estilo sevillano; ver Ren-Moreno, Ultimos das colo-niales..., pgs. 274-275 y 393.

    (54) Ernesto Y Fitte, Castelli y Monteagudo. Derroterode la primera expedicin al Alto Per, en Revista Historia,nm. 21(1960), pg. 68.

    75

  • pus de efectuado el juramento de fidelidad a Fernan-do VII, en medio de un recibimiento pblico y ruidoso.En seguida se declar partidario de Liniers> en ladisputa que el virrey mantena con el gobernador deMontevideo, Elio. En septiembre elabor una memo-ria sobre la corrupcin y ls desrdenes de la admi-nistracin pblica portea (que elev a la Junta Su-prema) (55), donde historia los hechos producidosdesde las invasiones inglesas, destacando el papel ju-gado por Alzaga durante las mismas y en la Recon-quina y el rol que tuvo el cuerno de Patricios comosostn del gobierno. Despus se ocupa de Liniers, la-mentando que estuviera dominado por Ana Perichon, ala que tilda de muger astuta y corrompida. Agregaque como consecuencia de la creacin de cuerpos mili-tares voluntarios surgi un alto nmero de oficiales>que podujo el agotamiento del erario, y las consiguien-tes protestas del Cabildo. Para acabar con las polmi-cas surgidas entre el virrey y la Audiencia era necesa-rio, segn la opinin de Goyeneche> separar al Asesory al Secretario del virrey (56). La Real Audiencia goza,en esta situacin> del desprecio popular, pese a criti-car pblicamente a Liniers; la nica excepcin es elregente Lucas Muoz y Cubero. La Real Hacienda> in-mersa en el papeleo y ganada por la burocracia, vedilapidados sus fondos en gastos de defensa. A ins-tancias del Cabildo y del Consulado se haba logradouna providencia del regente prohibiendo la importa-cin de gneros ingleses> pero la falta de apoyo de

    (55) ACG.4-2-3. Este documento est publicado en MayoDocumental, t. III, pg. 74.

    (56) Leemos sobre ellos en el mismo documento: El pri-mero es un hombre ignorante, venal> abandonado. Contrahidounicamente al fomento de una poderosa Estancia que tieneen la Banda Oriental de este rio, ha entregado el despacho alabogado Dn. Lean Pereda, quien ha cerrado su estudio a ne-gocios particulares, y en calidad de agente, que el Rey expre-samente le ha negado, trafica con las provincias, y ha asegu-rado una fortuna que nunca pudo esperar de los trabajos desu carrera... El Secretario es un lardon, mas despota, masperverso que el Asesor.

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  • Liniers transform esta medida en una autorizacinde entrada previo pago de los derechos correspondien-tes. Goyeneche ve en el contrabando y en la corrup-cin aduanera los grandes males del sistema:

    Por un calculo prudente han entrado en BuenosAyres seis millones de pesos en efectos: esta intro-duccin correspondieron en la Aduana mas de dosmillones de pesos, y por un estado que se ha tenidopresente consta que no pasan las entradas de no-venta y seis mil pesos.

    Segn Goyeneche> es necesario suprimir el estancode tabacos, que rinde poco y es una estafa pblica,El comercio libre del tabaco significara un gran pro-greso para el Paraguay, al tiempo que un aumento enlos derechos de giro de la Real Hacienda.

    Ya desde Buenos Aires Goyeneche empieza a pre-ocuparse por el problema del azogue> argumentandoen el mismo documento la necesidad de venderlo aprecio de coste> pues su excesivo valor imposibilitael beneficio de metales de poca ley.

    Pero toda reforma que toque al Per debe empe-zar por quitar al Governador de Potos [Franciscode Paula Sanz], que ha corrompido y arruinado aque-la villa, haciendo sentir en la falta de numerariolos efectos de su sistema destructor.

    Luego de analizar al Consulado (organizacin vi-ciosa)> al obispo (hombre codicioso y violento quecuenta con poco apoyo entre el clero) y al Cabildo(directo responsable de la conservacin de las pro-vincias y de notorios mritos)> se ocupa del comercio:

    En el dia es imposible formar un plan de Co-mercio con la Combinacion indispensable entre losintereses del Pais y los de la Metropoli. Los pactosde alianza entre Inglaterra y Espaa empearon sta en nuevas relaciones comerciales, que se mira-ron como indemnisaciones de los auxilios que reei-ve. Por lo que este Pais toca debe decirse que todo

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  • plan que facilite y aumente la extraccion de sus fru-tos le es ventajoso. En quanto a la introduccion defrutos extrangeros, no es bastante para prohibirael fomento que de aqu se espera para algunos Pue-blos nacionales que los producen, pues cargando lamano en los derechos puede allanarse las consecuen-cias que no estan acordes con nuestros comercian-tes; el mismo Consulado se ha conducido con va-riedad segun las particulares ideas de los individuosque lo han formado, pues es muy dificil en comer-ciantes separar sus especulaciones de su interes per-sonal.

    El azogue y la minera

    Goyeneche dej Buenos Aires el 20 de septiem-bre y desde all se dirigi al Alto Per. El 6 de no-viembre lleg a Potos, ocupndose del problema dela caresta del azogue y del estado de los mitayos. Elda 27, en Oruro, se volvi a plantear el problema delazogue> imprescindible para la explotacin argentfera,y necesario en cantidad por la baja ley del metal altoperuano. El problema se haba agudizado como con-secuencia de la guerra europea, y todo el Alto Perasista a una notable falta de mercurio.

    El Cabildo y los mineros de Oruro se entrevista-ron con Goyeneche> ponindolo al tanto de la situacinpor la que atravesaba la minera local, y le entregaronel Reglamento Ynstructivo del Banco que se proponepara la restauracin de la Minera de Oruro (57), re-dactado en 1806, junto con un informe de similarescaractersticas elevado en su da al anterior virrey,Sobremonte. La guerra, el apresamiento en 1804 decuatro fragatas que transportaban diversos gnerosa las colonias, y la crisis agrcola que se desat en elmismo ao provocaron una situacin crtica, que pre-ocupaba bastante en las altas esferas virreinales (58).

    (57) ACG-5-2-l.(58) Ren-Moreno, Ultiinos das coloniales...> pgs. 85 (nota)y 130; y J. F. Abascal de Sousa, Memoria de Gobierno, S-villa, 1944, pg. 176.

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  • Tras estas conversaciones> Goyeneche envi un oficioal virrey Liniers en el que se expona que el futurode Oruro estaba en la minera. Dado el elevado costede los azogues, l y los pobladores solicitaban delvirrey una moderada baja de los mismos (59). Esteoficio tuvo respuesta en otro de Liniers, en el que seprometa estudiar el problema> aunque como era l-gico prever, no se adopt ninguna medida concre-ta (60). Goyeneche comunic al Cabildo de Oruro larespuesta recibida, y la Sala Capitular dio un oficioen el que se mostraba agradecida por los gestionesrealizadas por Goyeneche, a la vez que esperanzadaen la marcha de los acontecimientos (61).

    Finalmente, el 31 de julio de 1811> siendo Goyene-che General en Jefe del Ejrcito alto peruano, el Ca-bildo de Oruro le dirigi un oficio plantendole algu-nas soluciones para remediar el angustiante estadopor el que atravesaba la minera local> agravado porla Guerra de Independencia. Entre ellas se citaba laentrega urgente de al menos mil quintales de azoguepara fundir el metal existente> un prstamo de ocho-cientos mil reales en efectivo para la compra y res-cate de la pia al azoguero, incluyndose a todo aquelque ejecutara un laboreo formal de minas con inge-nio propio o arrendado> y poniendo especial cuidadoen el trato a dar a los mineros de corto giro (losllamados pucheros), a los que se comprara el metalcomo si lo trajeran en grandes cantidades. Los azo-gueros presentes en la sesin en la que el Ayunta-miento trat estos asuntos se mostraron conformescon las propuestas presentadas y urgieron su prontaelecucin (62). Esta preocupacin de Goyeneche, queen su momento implic una toma de partido a favor

  • de los intereses alto peruanos y en contra de los por-teos, supuso, en 1814, el pedido de los azoguerospotosinos para que se constituyera en su Protector,al tiempo que le exponan los planes para erigir unaAcademia (63).

    En parte, este inters puede ser explicado por laamistad que estableci con Pedro Vicente Caete a sullegada a Chuquisaca (64). Esta relacin aparece comoun tanto contradictoria si se tienen en cuenta los lazosque vinculan a Goyeneche con el Marqus de Casa-Palacio. No olvidemos que en 1794 Joaqun de la Quin-tana, por s y por su sobrino (el dicho marqus) diri-gi un escrito al virrey de Buenos Aires oponindosetajantemente a los planes reformistas de Caete yPaula Sanz (65). Si a esto le sumamos la dura crticaque hace Goyeneche contra Paula Sanz en el ya men-cionado informe que eleva desde Buenos Aires a laJunta de Sevilla> la contradiccin se hace mayor. Noobstante, tengamos en cuenta que en la redaccin desu memoria Goyeneche estuvo influido por Alzaga,opuesto en ese entonces a la gestin de Paula Sanz (66).La relacin que se estableci entre Caete y el emi-sano de la Junta de Sevilla debe explicarse por eldeseo de Goyeneche de contar con el apoyo de unsector de la minera potosina, el mismo que en sumomento apoy los planes de Caete.

    Pedro Vicente Caete, asesor y aliado del Presi-dente de la Audiencia de Charcas> Pizarro, haba sidoextraado de la ciudad por los oidores de la Audien-cia, enfrentados con el presidente y el obispo Mox.Abogado, de origen paraguayo, haba sido consejero

    (63) ACG-16-7-4.(64) Faltaba Cafiete de Chuquisaca desde abril, y vino

    cuando Goyeneche. Desde entonces la unin de estos dos ma-los sujetos, Ren-Moreno, Ultimos das coloniales..., pg. 456,nota.

    (65) Eduardo Martir, El Cdigo Carolingio de Pedro Vi-cente Caete, Buenos Aires, 1973, pgs. 103-104.

    (66) Ricard ~ Levene, Vida y escritos de Victorian de Vi-llalba, en Obras de Ricardo Levene, t. III, Buenos Aires, 1962,pg. 279, nota.

    80

  • del primer intendente de Potos, Juan del Pino Man-tique, y de su sucesor, Francisco de Paula Sanz, co-laborando activamente con ellos en la poltica refor-mista que llevaron a cabo, tendiente a la moderniza-cin de la estructura minera potosina. En 1787 escri-bi la Gua histrica, geogrfica, fsica, poltica> civily legal del Gobierno e Intendencia de la Provincia dePotos, y aos ms tarde el Cdigo Carolino, obracompleja que cubra todos los aspectos de la mineraen la regin del Ro de la Plata (67).

    El pensamiento de Goyeneche sobre la personali-dad de Caete era el siguiente:

    Hombre respetable, sabio, religioso, perseguido,integro, y en una palabra columna de firmeza fa-vor del Rey: merece ser Regente de una Audiencia,y como lo haya pulsado en tres aos de trato, engraves negocios de estado, Guerra y aun en materiascanonicas agenas de mi conocimiento, he encontra-do en su consejo el acierto: todo le favorece> y me-go V.E. se digne creer que mi honor, y concienciaresponden de estos acertos (68).

    Caete, que en 1813 perdi todos sus bienes y pro-piedades (valoradas en 560.000 reales de plata) (69),estableci con Goyeneche una relacin que tiene sucorrelato en el plano poltico. As es como este ltimocolabor monetariamente en la publicacin de unaobra conjunta de Caete y el obispo Mox, en la quese alababa su poltica alto peruana (70).

    (67) Ver Enrique Tandeter, .cRent as a Relation of Pro-duction and as a Relation of Distribution in Late ColonialPotosi, Londres, 1977, mimeo, pgs. 12 a 19.

  • Al llegar a Potos, Goyeneche contempl las ma-niobras del Batalln de Milicias comandado por elCoronel Indalecio Gonzlez de Socasa, minero y ricocomerciante local. Luego de pasar por La Paz, en di-ciembre de 1808, y de escribirle sus impresiones aLiniers sobre la situacin local (71), se dirigi a sucasa paterna, en Arequipa, adonde lleg el 8 de enerode 1809.

    El Diario de viaje de Goyenechey su descripcin le Arequipa.

    Del viaje que desde Buenos Aires inici Goyenecheen direccin al Per nos queda un Diario, en el quese recogen los aspectos ms salientes de los territo-ros que recorri y de los pueblos que hall a su paso.La obra est dividida en dos panes: en la primerase resea el viaje de Buenos Aires a Lima y en la se-gunda el trayecto Lima-Arequipa por la costa. Tiene elvalor descriptivo de los apuntes realizados por un via-jero que a principios del siglo xix recorre el virreinatodel Ro de la Plata, consignando sus impresiones co-tidianas. Dice> entre otras cosas:

    Agregando 70 p.s que V. ha querido suscribir en honor dela obra son 560 p.s Parece que el costo ha sido 520, y siendojusto agregar 40 mas por rason de las Partes van los dchs. 560.

    Vienen 150 exemplares que tomar a su cargo el Vicarior expenderlo a 2 p> y los 450 restantes se han distribuido enlos obispados de Guamanga, Arequipa, Cusco, La Paz por manode la Administracion de correos, que han de dar cuenta alcavo Lostra, para subsanar con su producto respectivam.tt locontribuido por los 5S.es Subscriptores. ACG-12 bis-4-3. Estacarta est acompaada de un recibo que dice: Deve JoaqunLostra 525 pesos por los 600 ejemplares de un quaderno quetiene una carta pastoral de Mox y otra Apologtica de Ca-flete. Lima 24 de Diciembre de 1812. La obra de Pedro Vi-cente Caete es Prolusion panegyrica de las acciones heroycasdel invicto general peruano D. Jos Manuel de Goyeneche, yla del obispo Benito Mara de Mox, Breve elogio del IlustrePeruano D. Jos Manuel de Goyeneche.

    (7!) La transcripcin de la carta en que Goyeneche cuen-ta sus impresiones en Ren-Moreno, Ultimas das coloniales...,pg. 439.

    82

  • El Comercio de Jujui es el depocito general detodos los efectos que salen del Per para BuenosAires y viceversa: tienen ail silvestre, muchos mi-nerales, grano, praderas de tabaco> y de chicharros,y en el Chaco buena quina. Faltan brazos y quienpromueba la industria que yace dormida en estosPaises... (72>.

    Adentrndose en el Alto Per comienza a describirla riqueza minera de la regin, junto con la rica pro-duccin de vinos y aguardientes en el valle de Sinti,La Paz:

    ... es la mas rica del Per por sus produccionesde oro llamado Tipuani, cascarilla> y la hierba cocaque alimenta a los Indios y se d en el calido y hu-medo temperamento del Partidode Yungas que hacela principal riqueza de la Ciudad: el caf es tantoque no tiene aprecio: las naranjas, Incas, batatas,pias y platanos son la malesa de aquel poderososuelo, y el Per tiene en l su mayor riqueza por elexpendio que hace de generos de Europa y de aguar-dientes y vinos al precio que quiere: el juego y laSoverbia son paciones dominantes de los hijos deaquel Pais que no conocen mas freno que su an-tojo (73).

    Al pasar por Huaqui hace referencia a la batallalibrada en 1811, por lo que se deduce que la obra fueescrita con posterioridad a la realizacin del viaje.

    En la segunda parte describe la ciudad de Arequi-pa (74), luego de pintar la regin y los valles circun-dantes. Lo primero que nota al llegar es la economay orden imperante en el reparto de agua para el con-

    - sumo y el riego, cuidado por los alcaldes de aguas quese nombraban anualmente. Dentro de la ciudad, y ensus alrededores, no se usan carruajes, por las desigual-

  • dades del suelo, realizndose todo el transporte encaballeras mayores y menores. La riqueza de la ciu-dad es tal que la renta del obispo no baja de los240.000 reales anuales, La poblacin es de 50fl00 ha-bitantes, de los cuales> 40.000 son espaoles y los10.000 restantes Yndios mui civilizados; tambinexiste un gran nmero de esclavos y mulatos. La agri-cultura est muy desarrollada, utilizndose parte delgrano en la produccin de chicha, de gran consumoentre los indgenas de la regin. El sobrante de losgranos se transporta a otras provincias y se hace uncomercio con utilidad. La produccin de vino yaguardiente es muy importante, al igual que la deazcar y dulce en cajetas. Las manufacturas estnigualmente desarrolladas> especialmente la produc-cin de lienzos ordinarios de algodn> bayetas de to-dos colores y paetes (que se venden entre 2 y2,5 reales la vara). Se tejan tambin pabellones ycortinajes de algodn de diversos colores, pellones ymantelera. Destaca tambin la curtiembre de cueros:suelas, baquetas, cordobanes, gamuzas, etc. Como con-secuencia de la actividad manufacturera cobran im--portancia los diferentes gremios> como ser el de zapa-teros> plateros, albailes> escultores, alfareros> sastres,herreros, sombrereros> tintoreros, doradores, pintoresal temple y al leo, etc.

    Los Comerciantes son muchos, en cuyos Alma-cenes y Tiendas se encuentran quantos efectos pro-duce la Europa, y el Asia, sin que el comercio seaincomptible con la nobleza (75).

    Desconocemos la fecha exacta de la obra, pero noolvidemos que Goyeneche ser luego el primer Condede Guaqui... al mismo tiempo que era socio de unacompaa comercial (Sobrinos de Aguerrevere y Los-tra); por otro lado su familia tambin comerciabaen Arequipa. En general, los comerciantes americanos

    Diario de Viajes..., 2. parte, pg. 17v.

    84

  • ennoblecidos seguan ejerciendo el comercio despusde su ascenso social.

    La minera se encontraba en mal estado, pese a serla nica subsistencia del Reyno del Per> y no por-que se hayan agotado las minas,

    sino por falta de mutuo calor y fomento entre lossugetos de facultades quienes pueden unicamenteanticipar los gastos> que se agrega la falta que haexperimentado de azogues en los aos pasados. Pocoimporta que el Rey usando su paternal amor hayahecho rebaxa en el precio de los Azogues, quandoen algunas partes de~ Reyno tiranizan a los Minerospara conseguir algunos Quintales de este Yngre-diente (76).

    Esta visin se contradice con la que el mismo Go-yeneche da en una carta que le escribe a su socio>Juan Miguel de Lostra> en abril de 1809:

    Arequipa se halla en el mayor estado de po-breza sin consumo alguno pues el Contrabando lesha sacado hasta los cubiertos de su uso y aun laslaminas de plata... (77).

    Conmocin en el Alto Per

    Luego de permanecer tan slo once das en Are-quipa, Goyeneche se dirigi a Lima para entrar encontacto con el virrey Abascal. Despus de hacerlo,elev con fecha 28 de mayo de 1809 un escrito diri-gido al Conde de Floridablanca y a la Junta de Sevillarelatando el cumplimiento de su misin; tras lo cual,y en momentos en que haba decidido retornar a laPennsula> comenzaron a precipitarse los aconteci-mientos que modificaron sus planes. El 1 de junioresult electo candidato a diputado por Arequipa paralas Cortes de Cdiz> junto con su pariente y alcalde

    (76) Ibid., pgs. 18v-19.(77) ACG-19 bis-l-2.

    85 7

  • Domingo Tristn y el Den Saturnino Garca (78); afines del mismo mes el pedido expreso del virreyAbascal de nombrarlo presidente de la Audiencia deCuzco hizo que abandonara definitivamente sus in-tentos de regreso inmediato; das despus se enterque el virrey de Buenos Aires le ofreca el mismo car-go en la Audiencia de Charcas. Al hacerse cargo de lapresidencia de Cuzco envi un informe muy reservadoa la Junta de Sevilla, en el que realiza un minuciosoestudio de los miembros de la Real Audiencia, la RealHacienda y la la Real Aduana. En el caso de la primeraefectu una gran semblanza de su hermano Pedro Ma-riano, por ese entonces oidor de la misma, y pidi sutraslado a Lima (79).

    Despus de iniciada la rebelin de La Paz y cons-tituida la Junta Tuitiva> Abascal le encomend la je-fatura de las tropas que tuvieron a su cargo la repre-sin de los rebeldes. Goyeneche acept la misin, ac-tuando como su segundo el General Ramrez, quienconservara ese cargo en el ejrcito del Desaguadero.Al partir hacia el sur llev a su hermano Juan Ma-riano como su edecn> con el grado de capitn. Com-plet su oficialidad con otros dos parientes suyos,tambin arequipeos: Po y Domingo Tristn. Un he-cho importante que conviene resear es que al igualque Goyeneche> los hermanos Tristn sirvieron en elejrcito espaol en Europa. Comenzamos tambin aobservar otro fenmeno destacable: el alineamientode la oligarqua arequipea en defensa de los interesesde la corona durante las guerras de independencia.

    En compaa del intendente de Potos, de PaulaSanz, se dirigi a La Plata. Luego de la disolucin dela Junta Tuitiva, el 30 de septiembre, y de combatiren las afueras de La Paz, Goyeneche entr en la ciu-dad, sofocando duramente la rebelin; tras lo cual se

    (78) V. Rodrguez Casado y J. A. Caldern Quijano, Es-tudio preliminar de la Memoria de Gobierno del virrey Abas-cal, pg. CXXIV.

    (79) ACG-4-4-19. 86

  • dirigi a Chuquisaca, donde entr el 24 de diciembre.Adentramos en los sucesos de 1809 seria intentar re-construir una historia que escapa a los lineamientosdel presente trabajo. No dudo que en los aconteci-mientos que se sucedieron Goyeneche tuvo una ac-tuacin relevante, pero el tema ha sido bastante tra-tado como para volver sobre l (80).

    Antes de salir Goyeneche de Madrid, el 16 de mayode 1808, el marqus de Casa Palacio suscribi unpoder a su favor> para la administracin de sus asun-tos en Potos. Como dije ms arriba, el marqus apa-drin a Goyeneche cuando lo nombraron Caballero dela Orden de Santiago. En uso de ese poder, Goyenecheremiti desde La Paz un oficio a Cisneros, ya que elvirrey tena orden de confiscar todos los bienes delmarqus por haberse sometido al fingido Rey Jose.En relacin con el marqus apunta Rada y Gamio queen la Manifestacin Histrica y Poltica de la llevo-lucin de la Amrica> escrita en 1818, se dice que an-tes de marchar a Amrica> Goyeneche recibi instruc-ciones de Murat, entregadas por el mismo Casa Pala-do (81), aunque lo ms concreto es que por su cola-boracin con los franceses fue nombrado caballero dela Nueva Orden de Espaa, general y edecn del ReyJos (82).

    En el mencionado oficio, Goyeneche cuenta quecuando l obtuvo el titulo de capitn, el marqus tenael de coronel y viajaron juntos por Europa durantecuatro aos. Luego enumera los bienes de Casa Pala-cio, que son: la mitad de un ingenio en Potos, unahuerta y censos en Chuquisaca. A su paso por La Paz

    (80) Para los prolegmenos de los sucesos, ver Ren-Mo-reno, Ultimos das coloniales.,., y para todo el nroceso el li-bro ms moderno de Charles W. Arnade, Ihe Emergente of0w Republic 01 Bolivia, Gainsville, 1957. Documentos del ACOse transcriben en el t. IV de Documentos para la historia dela revolucin de 1809.

  • le dej un poder al Conde de Casa Real de Monedapara que cobrara los rditos impagos (83). Por lo quesabemos, el marqus tena el 75 por 100 del ingeniode Laguacayo y las minas conexas. El 30 de diciembreGoyeneche envi otros oficios en los que informa ha-ber recaudado 16.000 reales de censos, y juntado56.000 en alhajas de propiedad del marqus, que fue-ron luego depositados en la Real Tesorera por el Condede Casa Real de Moneda (84). La misma persona queen Londres atenda los intereses de Goyeneche y deSobrinos de Aguerrevere y Lostra, Pedro CasimirTimerman, tambin manejaba los negocios del mar-qus en la capital britnica (85). Lo ltimo que sesabe del marqus es que residiendo en Burdeos otor-g un poder a favor de Agustn de Lisaur para ma-nejar, administrar, arrendar o vender> el 75 por 100de un ingenio de moler metales y de las minas cone-xas de la que es propietario en Potos, quien firmaun contrato de arriendo con la Potosi Mining Asso-ciation por el total de las propiedades de Casa-Pala-cio. Los ltimos arrendatarios de las minas fueronLuis de Orueta, el coronel Martn Juregui y el yacitado Indelacio Gonzlez de Socasa.

    Los contactos con la nobleza potosina tambin seextendieron al Conde de Casa Real> tal cual leemosen el Redactor General de Cdiz:

    Cuartel General del Desaguadero el intendentede Cochabamba, el Conde de Casa Real de Potos,muchas personas distinguidas, y gran numero dedesgraciadas familias, que han abandonado sus bie-nes y sus hogares... (86). -

    (83) ACG-l-4-53.(84) ACG-l-4-67.(85) ACG-14 bis-4-2.(86) Redactor General de Cdiz, del 31-8-1811 (nm. 78),

    pgs. 297-8.

    88

  • Ms tarde, en julio de 1812, cuando Goyenecheentr en triunfo en Potos> se realiz un baile en suhomenaje organizado por las damas de la ciudad- ensu preparacin intervinieron Tomasa Lizarazu, hija delConde de Casa Real, y Rita Frigosa, hija del Marqusde Otav (87).

    La gestin de Goyeneche en el ejrcitodel Desaguadero

    tina vez sofocada la rebelin en La Paz y Cocha-bamba, Goyeneche regres al Cuzco. Despus del fu-silamiento de Liniers, en Crdoba, Abascal puso aJos Manuel al frente del ejrcito espaol en el AltoPer, para oponerse a las tropas de la Junta de BuenosAires. Con tal fin el virrey Abascal le envi a Zepitaun batalln del Real de Lima, varios compaas disci-plinadas de pardos y morenos limeos y abundanteparque. Para completar sus fuerzas, Goyeneche reunilas milicias de Cuzco, Arequipa y Puno> a las que en-tren durante siete meses con el fin de conseguir unejrcito capaz de ser llamado tal.

    La opcin de Abascal se fundaba no slo en la con-fianza que tena en Goyeneche como militar> sino tam-bin en las grandes posibilidades de su casa que po-da servir con suplementos en caso apurado de laTesorera, a lo que hay que sumar su origen criollo.

    En este momento, la situacin del ejrcito realistano era boyante ni mucho menos. Las deserciones es-taban a la orden del da (88), sobre todo luego de laderrota de Suipacha, razn por la cual el 17 de di-ciembre de 1810 Goyeneche present la renuncia a sucargo, que fue rechazada por Abascal. Hay, sin em-bargo, otro motivo que llev a Goyeneche a renunciar,

    (87) Herreros de Tejada, El Teniente General..., pg. 326.(88) En su Memoria de Gobierno, Abascal se queja de la

    deserci6n de los cochabambinos, especialmente en poca decosecha, t. II, pg. 341.

    89

  • y fue el nombramiento, hecho en la Pennsula> de Ni-cols Cucaln como Presidente de la Audiencia deCuzco. Para conservar a Goyeneche en el puesto, elvirrey decidi congelar la resolucin superior y deja Goyeneche como presidente de la Audiencia cuz-quea (89). Estas rencillas repercutieron en Cdiz,apareciendo en los peridicos noticias a favor de Go-yeneche. Supongo que Juan Miguel de Lostra hizo re-producir cartas llegadas del Per y remitidas por elmismo Goyeneche o por su hermano Joaqun:

    ... Estas tropas [las de Goyeneche] se han dis-gustado de que la Regencia haya nombrado para lapresidencia del Cuzco D. Bartolom Cucalon enlugar de su digno Gefe, que interinamente le serva.El descontento ha sido grande, y pblicamente sedecia y repetia cada instante en el exrcito: si estose hace con Goyeneche que todo lo ha sacrificadopor la buena causa qu& esperanzas nos quedan nosotros? [subrayado en el original] (90).

    La respuesta de los partidarios de Cucaln no sehizo esperar> y unos das ms tarde, el 13 de noviem-bre, apareci una nota de defensa de Cucaln firmadapor un tal D. M. (91).

    Desde el momento en que se hizo cargo de la si-tuacin, Goyeneche trat por todos los medios a sualcance de formar un ejrcito del conglomerado detropas malvestidas y peor armadas con que contaba.Las noticias aparecidas en Cdiz por esos das habla-ban de una cifra de 1.280.000 reales mensuales enconcepto de mantenimiento del ejrcito (92), cantidadque a todas luces nos parece algo exagerada.

    Debe haber sido difcil para este criollo europei-zado poder conciliar sus criterios prusianos de orga-nizacin militar con la realidad que tena delante de

    (89) Ibid., pgs. 335-337.(90) Redactor General de Cdit del 31-8-1811 (nm. 78),

    pgs. 297-8.(91) Ibid., 13-9-1811 (nm. 91), pg. 356,(92) Ibid., 4-11-1811 (nm. 143), pg. 555.

    90

  • sus ojos. Segn su opinin era necesaria la presenciade un ejrcito de 4.000 europeos para defender elPer, y de esa manera no engancharse con la plebehasta despus de muchos aos (93). De todas formas,se consigui el objetivo, y el 20 de junio de 1811 susfuerzas derrotaban a las de Buenos Aires en Huaqui,qon lo que terminaban para el ejrcito porteo losintentos de expansin hacia el norte y de control delAlto Per; slo luego de las derrotas realistas de Tu-cumn y Salta y de la retirada de Goyeneche de Po-tos, las fuerzas criollas pudieron llegar hasta el cen-tro minero de la regin> pero por muy poco tiempo.Un mes ms tarde, el Cabildo de Arequipa acordabapedir al rey que se le concediera a Goyeneche el ti-tulo de marqus de la Victoria de Guaqui, libre delanzas y media annata, y tambin el grado de coronelpara su padre; el 29 de julio el ayuntamiento arequi-peo lo eligi Regidor Perpetuo (94). En este puntovale la pena recordar que muchos de los navarrosemigrados a Amrica terminaban su carrera con el ti-tulo de marqus; si bien esto aqu no se cumple,por el rechazo del pedido, nos parece remarcable des-tacar la similitud del fenmeno con lo descrito porOtazu.

    Goyeneche va consolidando su posicin en el AltoPer, derrotando en una lenta guerra los focos de re-sistencia existentes en la regin. Despus de Huaquise dirigi a La Paz y luego a Oruro. Los ultimtumsdirigidos a los rebeldes de Cochabamba fueron des-odos y se produjo la batalla de Sipe Sipe. Fue enestos momentos (21 de noviembre de 1812 y 20 defebrero de 1813) que Po TristAn adelant la vanguar-dia del ejrcito realista a las lneas defensivas riopla-tenses, y sufri las derrotas de Tucumn y Salta. Co-nocidas las noticias de esta ltima, Goyeneche deter-mmd la inmediata retirada del grueso de las fuerzas

    (93) ACG-5-7-4.(94) Herreros de Tejada, El Teniente General..., pg. 278.

    91

  • de Potos, donde tena instalado su cuartel general>medida que por apresurada fue criticada en los me-dios limeos. Goyeneche volvi a presentar su renun-cia, a la que se opuso la mayor parte de la oficialidadde su ejrcito y algunos de sus partidarios en Lima>los que firmaron, el 25 de abril de 1813, una nota deprotesta en tal sentido. Entre los firmantes del memo-rial estaban los condes de Vallehermoso y de CasaReal de Moneda (95). Para tratar estos temas el virreyAbascal convoc una junta militar, la que declarindebida la evacuacin de Potos, ciudad que deberaser reocupada de inmediato> y desech el intento deGoyeneche de firmar un armisticio con los revolucio-narios. La opinin de Mendiburu sobre los sucesos esla siguiente:

    Goyeneche insisti en la dimisin con vehemen-cia, y manifestndose opuesto a que avanzase elejrcito a Potos. Abascal resentido del estilo que ad-verta en las comunicaciones del General, le aceptla renuncia: todava lo hizo dejando a su arbitriosepararse o no, pero exigindole para el caso de quequisiese continuar en el mando> la condicin de se-parar de su lado al brigadier Tristn y principal-mente al Dr. D. Pedro Vicente Caete Fiscal de laAudiencia de Charcas que haca de su secretario. ElGeneral Goyeneche se quej de esto con amargura>y. seguidamente, y a pesar de las representacionesde los jefes para que siguiera al frente del ejrcito,Jo entreg a su segundo el brigadier Ramrez mien-tras llegaba su sucesor, marchndose para Arequipacl 22 de Mayo (96).

    Ese mismo ao Goyeneche fue nombrado condede Guaqui> y al ao siguiente> el de su retomo defi-nitivo a Europa, Teniente General de los Reales Ejr-citos. La resistencia del virrey Abascal para despren-derse de Goyeneche, pese a las tensiones evidentesentre ambos, se deban al predominio del general so-

    (95) Ibid., pgs. 342-4.(96) Manuel de Mendiburu, Diccionario histrico-biogrfi-

    co del Per, t. VI, pgs. 132-3.

    92

  • bre sus tropas y a su ya mencionado origen criollo.Tras su relevo por el general Pezuela se produjeronnumerosas deserciones en el Ejrcito del Desagua-dero (97).

    Resulta interesante analizar el Cuaderno de losdepsitos particulares puestos en esta intendencia delEjrcito a disposicin del Comandante en Jefe (98),en el ramo Entrada y Salida de Depsitos particu-lares por razones de Donativos. Si bien el documen-to est fechado en Oruro> el 4 de mayo de 1813, lamayor parte de los asientos se efectuaron estando elCuartel General instalado en Potos. De los 125.184 rea-les recaudados por donativos particulares hechos aGoyeneche entre el 25 de agosto de 1811 y el 1 demayo de 1813, 89.600 son donados por mineros (JuanJos Vargas, antiguo arrendatario de] ingenio Laguacayo yde las minas anexas, propiedad del marqus de Casa-Palacio) (99), y 5.800 por el conde de Casa Real deMoneda (miembro de la nobleza potosina), no supe-rando los restantes donativos los 800 reales. Aparte,resaltan los 25.280 reales recaudados en concepto demultas a favor del ejrcito por el teniente coronelJos Esteves a los vecinos del partido de Chayanta (100).Esta informacin refuerza lo dicho anteriormente so-bre la estrecha relacin mantenida entre Goyenechey los sectores mineros potosinos.

    Si bien se reciban algunos donativos para la sus-tentacin del ejrcito, el difcil momento por el quese atravesaba implicaba dificultades en la recepcinde ayudas desde Lima. Al respecto> Joaqun Lostra le

  • escribe a Goyeneche desde la ciudad de los Reyes, el10 de agosto de 1812:

    Es mul sensible el Estado deplorable en que sehalla Vs. de Dinero para la continuacion de sus glo-riosas acciones: el 5. Virrei y todos los demas Xefes,Principales y Particulares de todas las clases, estnpenetrados de la necesidad indispensable de soste-ner con Dinero a Vs., y su Exercito, pero al tetiorde esto no hal entusiasmo ni disposicion para lamenor erogacion peculiar, contentandose en lo ge-neral con decir que el General Goyeneche ponga encontribucion a las Provincias Ynsurgentes y se pro-porcione por este medio lo necesario para su Exer-cito (101).

    Los sueldos de Goyeneche y sus negociosen Amrica

    Goyeneche perciba un sueldo de 48.000 reales anua-les como presidente de la Audiencia de Cuzco, lo cual;y segn su parcer, resultaba a todas luces escasoestando en campaa, por los mayores gastos que tenaque realizar y el alto costo de los vveres. As es quedesde su cuartel general de Zepita le escribe una cartaa Abascal el 4 de marzo de 1811 en la que le dice:

    En la pasada Expedicion de la Paz di V. E. pire-bas nada equivocas de los sacrificios hechos gusto-samente en obsequio del Soberano y de las crecidaserogaciones que de mi Patrimono tube necesidadde emprender para sostener el decoro de mi empleoy de la delicada importante comision puesta micuidado: en el da me encuentro en la misma situa-cion consagrando mis desbelos contra los enemigosde la Patria y con un considerable dispendio de nu-merario para subvenir los indispensables gastosque son consiguientes un General rodeado de unanumerosa y brillante oficialidad que diaria y nece-sarianiente concurre mi mesa: el sueldo de seismil pesos [48.000 reales] que disfruto con gravamen

    ACG-17 bis-1-l.

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  • de las repetidas deducciones no me alcanza en ma-nera alguna para mantener el respeto de destino enun pais en que todo es escasez, y los recursos muydistantes, de forma que pasos acelerados consu-mir mi patrimonio, si V. E. con arreglo a las asig-naciones que debe tener un General en Campaa nohace las correspondientes aclaraciones sobre estamateria
  • les. Su hermano Domingo fue nombrado intendentede La Paz en 1809, gracias a la gestin personal deGoyeneche. All tambin realiz importantes negocios,sin distinguir entre patriotas y realistas, ya que tra-taba con ambos bandos. En 1811 Abascal ces a Tris-tn, acusndole de colaborar con la Junta de BuenosAires. Al no presentar pruebas concluyentes en quebasar su opinin, el caso motiv una seria disputaentre Abascal y Goyeneche (104).

    Es importante en este punto no perder de vista lacircunstancia de que cuando Goyeneche pas a Am-rica no slo lo hizo en condicin de enviado de laJunta de Sevilla, sino tambin como socio de la firmacomercial gaditana Sobrinos de Aguerrevere y Los-tra, a lo que habra que agregar los negocios familia-res a los cuales se sum. Si bien de las actividades dSobrinos de Aguerrevere y Lostra me ocupo en otrotrabajo (105), resear aqu las relaciones de Goyene-che con Joaqun de Lostra, hermano de su socio yfactor de la compaa en Lima, y algunas de las ope-raciones en las que intervino Jos Manuel, sea perso-nalmente o sea por correspondencia.

    Goyeneche elabor de puo y letra un informe, sinfecha> en el que resuma las actividades de Sobrinosde Aguerrevere y Lostra desde 1811 hasta su retorna Espaa. Ellas fueron, incluida una operacin de1809, las siguientes:

    En marzo de 1809 Goyeneche se encontraba en Limay remiti en la fragata Don Fulgencio 244.644 rea-les en plata doble de cordoncillo para entregar aSobrinos de Aguerrevere y Lostra, ms 6.664 rea-les en oro, de Alexo Paredes de Arequipa, con igualdestino (106).

    (104) Wibel, libe Evolution of a Regional Community. -pg. 238.(105) Carlos Malamud. El fin del comercio colonial: Unacompaflia comercial gaditana del siglo XIX, en Revista deIndias, nm. 151-2 (1978).

  • El 26-5-1811: el marqus de Aycinena embarc enel bergantn Rey Fernando 72 y en las fragatasGaditana y Mara Josefa 288.000 reales; ante-riormente, el 16-12-1810> haban llegado a Acapulco48.000 reales en la fragata 311 (12.060), 312 (44.680), 314 (12000 pertene-cientes a Jos Sebastin) y 119 (pertenecientes a Alexo Pare-res), ACG-12 bis-4-3.

    (107) ACG-13 bis-l-3.

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  • En 1814, ao de la partida de Goyeneche a Espaa,se remitieron a Cdiz 460.000 reales, de los cuales>224.000 pertenecan sin ninguna duda a Jos Ma-nuel (108). Era preocupacin de Goyeneche pasar condinero a la Pennsula, y para eso pidi autorizacinal virrey Abascal, el 16 de abril de 1814, para llevardinero en su viaje a Europa, va Panam, sin pagarlos correspondientes derechos, aduciendo entre otrasrazones que el navo para ir a la Pennsula lo fletabade su cuenta. El Tribunal de Cuentas de Lima lo au-toriz a partir con 48.000 reales de plata libres detodo derecho (109).

    Desde que Goyeneche se hizo cargo de la presi-dencia de la Audiencia de Cuzco, Joaqun Lostra fuesu corresponsal en Lima> ocupndose de todos sus ne-gocios en la capital. Por facturas remitidas entre el 25de mayo de 1810 y el 30 de noviembre de 1812, Goye-neche le adeudaba a Lostra 41.933,5 reales (110). Sinembargo> en ocasin de remitir la cuenta de gastospor la impresin dcl Espin Serrano (libelo annimoque defiende la poltica seguida por Goyeneche) y unembarque de medallas se dej constancia que la deu-da que mantena Goyeneche con Lostra era de 75.529,5reales, la que fue pagada en onzas de oro y tejos yuna libranza, todo lo cual fue remitido por Rafael

    (108) Las remesas de 1814 fueron las siguientes: en lafragata Castilla, partida 247 a nombre de Rafael Per,140.800 reales, en 1.100 onzas de oro sellado de cordoncilloa 128 reales y 96.000 reales en plata doble de cordoncillo; enla fragata San Miguel (a) para So-brinos de Aguerrevere y Lostra>,, este recibo y el anterior es-tn endosados por Lostra y el dincro pertenece a Goyeneche;en la fragata Veloz Pasagera, partida 2/2 remitida por JuanBautista Grate, 64.000 reales en 500 onzas de oro sellado, decuenta de Jos Manuel de Goycneche, a entregar al mismo,o a Sobrinos de Aguerrevere y Lostra. ACG-l2bis-4-3.(109) ACG-15-15-l.

  • Per. Entre diciembre de 1812 y 1813 gast con elmismo Lostra 35.449,5 reales, que incluyen: 128 reales -por la suscripcin por un ao al Verdadero Peruano;4.760 reales destinados a la impresin de una obra conescritos de Caete y el obispo Mox; 1.314 por el em-barque de 24.000 reales en la Beloz, de orden y cuen-ta de Ramn Garca Pizarro y 24.000 reales entregadosa Juan Bautista Grate por orden de Pedro MarianoGoyeneche (111).

    La presencia de Lostra en Lima nos sine para re-cordar el papel jugado por Arequipa como interme-diaria entre la capital del virreinato peruano y el AltoPer y el sur de la sierra peruana. Tras la creacindel virreinato del Ro de la Plata, fue Buenos Airesel principal proveedor de productos europeos al AltoPer; sin embargo> Arequipa segua siendo abastecidadesde Lima (112). Es de destacar que Juan BautistaGrate se convirti en el mayor proveedor de impor-taciones europeas a Goyeneche.

    Luego de la renuncia de Goyeneche al cargo mili-tar que ocupaba, y poco antes de su partida a Europa,se realiz una supuesta operacin de venta de la cha-cra de Tabaicani, propiedad de Jos Manuel> con suhermana Mara Presentacin, por un valor de 256.000reales (su valor de tasacin). Esto fue acompaadopor un documento autgrafo de Maria Presentacinen el que se declaraba la nulidad de la venta. Final-mente, en 1825, la chacra se vendi en el mismo im-porte, y los 256.000 reales se le remitieron a Jos Ma-nuel a Espaa. Antes le enviaban el producto de losarrendamientos (113).

    Jos Manuel hizo valer su cargo para defender losintereses familiares. En 1809 un grupo de destacadosarequipeos, encabezados por Goyeneche, escriba a

    (III) ACG-12 bis-4-3.(112) Wibel, The Evolution of a Regional Community...,

    pg. 80. De todas formas, Lima tambin sigui abasteciendoel mercado alto peruano.

    (113) ACG-8 bis-2-l.

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  • las autoridades espaolas acusando al intendente Sa-lamanca de autorizar el contrabando (114). La razde la protesta se deba a la competencia desleal ejer-cida por el intendente> que resultaba perjudicial paraaquellos comerciantes que haban quedado al margendel negocio.

    Gracias a su origen criollo y al importante res-paldo familiar, Goyeneche realiz en Amrica unabreve pero meterica carrera. En ella se confundie-ron los aspectos polticos, militares y econmicos,apareciendo constantemente la densa malla de rela-ciones a que aludamos anteriormente. Para resaltarla importancia de los negocios de Goyeneche basterecordar los casi seis millones de reales que realizSobrinos de Aguerrevere y Lostra en el Per.

    En un determinado momento su poltica militarfue respaldada por la minera alto peruana, que vio ensu accionar claras posibilidades de triunfo, y espera-ba que a la hora de la victoria sus esfuerzos fueranrecompensados con un amplio apoyo al ramo.

    La guerra en Arequipa

    Mientra