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SOLEDAD PRIMERA Prosificacin- Notas- Observaciones - Comentarios

PAGE 8

SOLEDAD PRIMERA Prosificacin- Notas- Observaciones - Comentarios

Dedicatoria al duque de Bjar

Pasos de un peregrino son, errante,

cuando me dict versos dulce Musa,

en soledad confusa,

perdidos unos, otros inspirados.

Oh t, que de venablos impedido,

5

muros de abeto, almenas de diamante,

bates los montes que, de nieve armados,

gigantes de cristal los teme el cielo,

donde el cuerno, del eco repetido,

fieras te expone que, al teido suelo,

10

muertas, pidiendo trminos disformes,

espumoso coral le dan al Tormes!:

Prosificacin: Cuantos versos me dict [una] dulce Musa en soledad confusa, son pasos de un peregrino errante, unos perdidos, otros inspirados. Oh t, que impedido de venablos bates los montes, muros de abeto, almenas de diamante, que, de nieve armados, gigantes de cristal, los teme el cielo, donde el cuerno, del eco repetido, te expone fieras que, muertas, pidiendo trminos disformes al teido suelo, dan espumoso coral al Tormes.

Notas: Los gigantes, hijos de Gea y Urano, trataron de conquistar el cielo y los dioses tuvieron que luchar contra ellos. Algunos fueron arrojados al infierno, mientras que otros fueron sepultados bajo montaas, como Tifeo, que fue sepultado bajo el Etna.

Observaciones: Cada verso de la Soledad Primera es un paso del peregrino, su protagonista. El tercer verso tiene ahora una doble interpretacin: el peregrino camina por una soledad confusa (en la que se encuentra perdido), y por ello sus pasos son pasos en [una] soledad confusa. Por otra parte, la Musa le dict sus versos en [una] soledad (el ttulo del poema) confusa porque es una silva (en latn, selva), en la que los versos heptaslabos y endecaslabos aparecen mezclados sin orden. Los adjetivos perdido/inspirado pueden considerarse contrarios, con lo que el cuarto verso contiene una anttesis: los pasos del peregrino son perdidos, porque camina sin rumbo, mientras que los versos son inspirados.

Los montes son como muros de abeto o almenas de diamante (por sus cimas heladas), o tambin parecen gigantes de cristal (hielo) con una armadura de nieve que amenazan el cielo (alusin a la gigantomaquia). En los montes, el cuerno, repetido por el eco, hace salir las fieras para ti, las cuales, pidiendo enormes espacios (donde caer muertas) al suelo teido [de su sangre] dan esta sangre al Tormes, espumosa y roja como el coral.

Comentarios: Gngora dedic las Soledades a don Alonso Diego Lpez de Ziga y Sotomayor, duque de Bjar, el mismo a quien Cervantes haba dedicado la primera parte del Quijote. La estructura de la dedicatoria es la misma que la de la Fbula de Polifemo y Galatea, que a su vez sigue un esquema ya clsico: invoca al dedicatario en una escena de caza, le pide que escuche sus versos y le promete cantar sus alabanzas. Aunque la extensin de esta dedicatoria es comparable con la del Polifemo (37 versos en las Soledades, 24 en el Polifemo) ambas son formalmente muy dispares. Las tres octavas reales de la dedicatoria del Polifemo la descomponen en tres autnticos prrafos independientes con varias frases en cada uno (excepto la primera, que contiene una nica frase). En cambio, la dedicatoria de las Soledades tiene solamente tres frases, la primera de cuatro versos, la ltima de cinco, y entre ambas un gigantesco periodo de 28 versos, mayor que cualquier otro periodo del poema propiamente dicho. Parece que Gngora quiso alardear en la dedicatoria de las posibilidades que le brindaba la estructura ms laxa de la "soledad confusa".

arrima a un fresno el fresno, cuyo acero

sangre sudando, en tiempo har breve

purpurear la nieve

15

y, en cuanto da el solcito montero

al duro robre, al pino levantado,

mulos vividores de las peas,

las formidables seas

del oso que aun besaba, atravesado,

20

la asta de tu luciente jabalina,

o lo sagrado supla de la encina

lo augusto del dosel, o de la fuente

la alta zanefa lo majestoso

del sital a tu deidad debido,

25

oh Duque esclarecido!

templa en sus ondas tu fatiga ardiente

y, entregados tus miembros al reposo

sobre el de grana csped no desnudo,

djate un rato hallar del pie acertado

30

que sus errantes pasos ha votado

a la real cadena de tu escudo.

Prosificacin: [Oh, t!] arrima a un fresno el fresno, cuyo acero, sudando sangre har purpurear la nieve en breve tiempo, y, en cuanto el solcito montero da al duro robre [y] al pino levantado (mulos vividores de las peas) las formidables seas del oso que an besaba, atravesado, la asta de tu luciente jabalina, o lo sagrado de la encina supla lo augusto del dosel, o la alta cenefa de la fuente [supla] lo majestuoso del sitial debido a tu deidad, oh duque esclarecido! templa tu fatiga ardiente en sus ondas [de la fuente] y, entregados tus miembros al reposo sobre el csped no desnudo de grama, djate hallar del [por el] pie acertado que ha votado sus errantes pasos a la cadena real de tu escudo.

Notas: Los cazadores antiguos acostumbraban a clavar en los rboles la cabeza o las garras o alguna parte significativa de las presas que cazaban como ofrenda a los dioses.

El duque de Bjar tena sangre real, y su escudo era una banda negra en campo de oro y por orla una cadena.

Observaciones: Arrima a un fresno tu venablo de fresno, cuya punta de acero no tardar en volver roja la nieve [en cuanto sea desclavada de la presa; hay que entender que el duque ya ha terminado de cazar] y, en cuanto el montero clave en el duro roble y el alto pino (que, estando vivos, compiten con las peas en cuanto a longevidad, garantizando as que los trofeos permanecern en ellos durante mucho tiempo) los formidables trofeos del oso que an pareca que besaba el asta de tu luciente jabalina, o bien te cubras del sol bajo una encina en lugar de bajo el dosel que acostumbra a cubrirte (por eso dice: lo sagrado de la encina supla (=sustituya) a lo augusto del dosel) o ests sentado en la alta cenefa [aqu en el sentido de margen] de la fuente en lugar de en el majestuoso sitial que se merece tu deidad, oh duque esclarecido! templa tu fatiga ardiente (sudorosa) en sus ondas [en las aguas de la fuente] y, entregados tus miembros al reposo, etc.

En resumen, la estructura sintctica de la frase es la siguiente:

Oh t [... vocativo de los versos 5-12]!, arrima a un fresno el fresno cuyo acero [...] y en cuanto el montero [...], o lo sagrado de la encina supla [... ], o la cenefa de la fuente supla [...], oh duque esclarecido! templa tu fatiga y, entregados tus miembros al reposo sobre [...], djate hallar por el pie que [...]

Hay, pues, tres verbos principales: "arrima, templa y djate".

La palabra "pie" tiene un doble sentido en el verso 30: puede ser el pie del peregrino, y entonces la frase es: "djate hallar por el peregrino, que ha dedicado sus pasos a tu escudo (o sea, a ti)", que equivale a "presta atencin a la historia del peregrino, dedicada a ti"; y tambin puede ser el pie del poeta: "djate hallar por m, que he dirigido mis pasos hacia tu escudo, o sea, que me dirijo a ti para pedirte proteccin" (La frase precedente induce a la primera interpretacin, pero la frase posterior a sta induce a la segunda.)

Comentarios:

Gngora ha descrito toda una escena de caza en una frase: el duque se dirige con sus venablos contra los montes, donde sus sirvientes hacen salir a las fieras con el cuerno y l las atraviesa con sus venablos, tras lo cual los monteros se los arrancan y clavan en los rboles los trofeos. Despus el duque se sienta a la sombra y se refresca en la fuente, y all es donde el poeta le pide que escuche sus versos (o bien le pide su proteccin).

Honre suave, generoso nudo

libertad de Fortuna perseguida,

que, a tu piedad Euterpe agradecida,

35

su canoro dar dulce instrumento,

cuando la Fama no su trompa, al viento.

Prosificacin: [Que un] suave, generoso nudo honre [la] libertad perseguida de [la] Fortuna, que Euterpe, agradecida a tu piedad, dar al viento su canoro, dulce instrumento, cuando no [d] la Fama su trompa al viento.

Notas: Euterpe es la musa del canto lrico. Se le atribua la invencin de la flauta. La Fama era representada como una diosa que viajaba con una trompeta o clarn con que anunciaba hechos notables.

Observaciones: La libertad perseguida por la Fortuna es la de Gngora (ver los comentarios). La Fortuna era una diosa que premiaba o castigaba indistinta y caprichosamente, y el verbo "perseguir" da a entender que Gngora siente que su libertad est siendo amenazada por la Fortuna. La peticin es que esa libertad sea honrada con un suave y generoso nudo de las cadenas aludidas en el verso 32 (las cadenas del escudo del duque), es decir, Gngora pide al duque que encadene a l su libertad, que lo proteja, indicando al mismo tiempo que este nudo que lo encadenara, que lo obligara hacia el duque, por ser suave y generoso, sera un honor para l. La frase es, pues: Ponme bajo tu proteccin, que Euterpe, agradecida a tu piedad, tocar su instrumento (la flauta) en tu alabanza, si no es la misma Fama quien difunde tus glorias tocando su trompeta.

Comentarios: La Soledad Primera y su dedicatoria fueron acabadas en 1613. Hasta unos aos antes, Gngora haba disfrutado de un cierto bienestar econmico gracias a unas rentas que le haba dejado su to Francisco, si bien esta situacin empez a desmoronarse por varias razones: por una parte baj la produccin agrcola y esto hizo aumentar los precios, sin que sus rentas aumentaran por ello; por otra parte, Gngora cedi una parte importante de sus rentas a sus sobrinos Pedro y Luis; a esto hay que aadir que el poeta era aficionado al juego y de carcter ms bien derrochador. En 1605 haba muerto a los veinte aos otro sobrino suyo, Francisco, en una ria callejera, y Gngora viaj a Madrid en 1609 para tratar de acelerar un proceso que su hermana Francisca haba puesto contra los responsables de la muerte de su hijo. Volvi a Crdoba profundamente decepcionado de la corte. Fue entonces cuando escribi los tercetos que empiezan:

Mal haya el que en seores idolatra

y en Madrid desperdicia sus dineros,

si ha de hacer al salir una mohatra!

Arroyos de mi huerta lisonjeros

(lisonjeros?, mal dije, que sois claros),

Dios me saque de aqu y me deje veros.

(La mohatra era una operacin fraudulenta de compra-venta que fue denunciada como responsable de la ruina de muchos agricultores de la poca. El tercer verso significa "si al salir ha de admitir un trato por el que se le est estafando".) En 1610 decidi despreocuparse de todo y consagrarse a la poesa, si bien la realidad no tard en imponerse y empez a plantearse la necesidad de viajar a Madrid para conseguir algunos ingresos adicionales. Es a esta situacin a la que alude el verso 34: la independencia econmica de Gngora se ve amenazada por la mala fortuna y solicita la ayuda del duque. No se sabe si el duque respondi a esta splica, si bien lo cierto es que en 1617 Gngora recibi el ttulo de "Capelln de Honor de Su Majestad" y se traslad a vivir a Madrid.

SOLEDAD PRIMERA

Era del ao la estacin florida

en que el mentido robador de Europa,

media Luna las armas de su frente

y el Sol todo los rayos de su pelo,

luciente honor del cielo,

5

en campos de zafiro pace estrellas,

cuando el que ministrar poda la copa

a Jpiter mejor que el garzn de Ida,

nufrago y desdeado, sobre ausente,

lagrimosas de amor dulces querellas

10

da al mar, que condolido,

fue a las ondas, fue al viento

el msero gemido

segundo de Arin dulce instrumento.

Prosificacin: Era la estacin florida del ao en [la] que el mentido robador de Europa, media luna las armas de su frente y todo el sol los rayos de su pelo, luciente honor del cielo, pace estrellas en campos de zafiro, cuando el que poda ministrar la copa a Jpiter mejor que el garzn de Ida, nufrago y desdeado, sobre ausente, da al mar lagrimosas, dulces querellas de amor, condolido el cual [el mar], el msero gemido fue a las ondas, fue al viento, segundo dulce instrumento de Arin.

Notas:

Jpiter rapt a Europa disfrazado de toro. Para recordar su "hazaa" dej en el cielo la imagen de un toro, la constelacin de Tauro. Es a esta constelacin a la que Gngora llama "el mentido robador de Europa", es decir, el falso toro que rapt a Europa.

El garzn de Ida es Ganmedes, un joven al que Jpiter rapt cautivado por su belleza para que fuera su copero en el Olimpo.

Arin era un msico de la antigedad. Sus parientes quisieron apropiarse de su fortuna y pagaron a unos marineros para que durante un viaje en barco lo arrojaran al agua. Cuando se vio perdido, Arin pidi permiso para tocar su lira y cantar por ltima vez antes de morir. Su canto atrajo a los delfines y, cuando Arin salt al agua, uno de ellos lo llev a tierra sano y salvo.

Observaciones: Era la estacin florida (la primavera) en la que el Sol est en la constelacin de Tauro (del 21 de abril al 20 de mayo). El joven nufrago era ms hermoso que Ganmedes, por lo que si Jpiter lo hubiera conocido lo habra preferido como copero. A la desgracia del naufragio el joven aade el haber sido desdeado por su amada y el estar lejos de ella. Se queja al mar de sus desdichas y su gemido es tan conmovedor que tiene sobre el mar y sobre el viento el mismo efecto que la lira de Arin tuvo sobre los delfines.

Comentarios: Para situar temporalmente la historia, el poema comienza con una hermosa descripcin del Toro celeste situado tras del Sol. Las estrellas de la constelacin de Tauro se ven al amanecer, pero desaparecen inmediatamente porque las oculta la luz del Sol. El toro, iluminado por el Sol (el Sol todo los rayos de su pelo) se come las estrellas sobre el cielo azul (en campos de zafiro pace estrellas). Sus cuernos son media Luna, su pelo brilla como todo el Sol. Notemos la elegante anttesis: media Luna / Sol todo.

Luego una primera pincelada sobre el que ser el protagonista del poema: un joven refinado y hermoso, ms hermoso que Ganmedes, el predilecto de Jpiter. Luego sus desgracias resumidas en un verso: nufrago y desdeado, sobre ausente. Luego la ms bella frase de este bloque: lagrimosas de amor dulces querellas da al mar. Por ltimo una soberbia hiprbole: las desdichas de las que se queja el nufrago son tan tristes que son capaces de conmover hasta la furia del mar y del viento.

Las rimas de esta primera frase siguen el patrn ms complicado de todo el poema: ABCDdEBACEfgfG. La separacin de las rimas 1-8 (con seis versos intermedios) es completamente atpica. Slo se repite en otra ocasin y slo es superada en tres ocasiones.

Del siempre en la montaa opuesto pino15

al enemigo noto

piadoso miembro roto,

breve tabla, delfn no fue pequeo

al inconsiderado peregrino

que a una Libia de ondas su camino

20

fio, y su vida a un leo.

Prosificacin: [Una] breve tabla, piadoso miembro roto del pino siempre opuesto en la montaa al noto enemigo, fue [un] delfn no pequeo al inconsiderado peregrino que fi su camino a una Libia de ondas y su vida a un leo.

Observaciones: El nufrago se agarraba a una tabla pequea, pero de tamao suficiente para salvarle la vida (fue para l como el delfn que salv la vida a Arin). Libia es famosa por sus desiertos. El mar es un desierto de olas. Leo es sincdoque por barco de madera.

Comentarios:

El nufrago valora la resistencia de la pequea tabla a la que se aferra. La importancia que tiene para l esta resistencia justifica los tres versos con los que Gngora la describe, remontndose al robusto pino acostumbrado a resistir al viento en la montaa.

El poema alaba en todo momento la vida sencilla y desprecia, censura o condena la corte, la guerra, la navegacin, etc. Aqu tenemos un primer ejemplo en el que el protagonista es tachado de insensato por aventurarse en el mar.

Describir el desierto como un mar de arena es una metfora tpica. Gngora la invierte al describir el mar como un desierto de agua.

En ningn momento del poema se da nombre a su protagonista, por lo que es usual llamarlo "el peregrino", debido a que as es como Gngora se refiere a l por primera vez en el verso 19.

Del Ocano, pues, antes sorbido

y luego vomitado

no lejos de un escollo coronado

de secos juncos, de calientes plumas,25

alga todo y espumas,

hall hospitalidad donde hall nido

de Jpiter el ave.

Prosificacin: [El peregrino,] pues, antes sorbido del [por el] Ocano y luego vomitado no lejos de un escollo coronado de juncos secos y plumas calientes, [hecho] todo alga y espumas, hall hospitalidad donde el ave de Jpiter hall nido.

Observaciones: El ave de Jpiter es el guila real. El mar arrastra a la orilla al peregrino, cerca de un escollo sobre el que se encuentra un nido de guila abandonado.

Comentarios:

Notemos el contraste entre el plcido verso de secos juncos, de calientes plumas, que describe el nido con los versos restantes, de ritmo mucho ms duro. Tambin es destacable la concisin con la que Gngora describe el deplorable estado del nufrago: alga todo y espumas.

Besa la arena, y de la rota nave

aquella parte poca

30

que lo expuso en la playa dio a la roca,

que aun se dejan las peas

lisonjear de agradecidas seas.

Prosificacin: [El peregrino] besa la arena y dio a la roca aquella poca parte de la nave rota que lo expuso en la playa, que las peas an se dejan lisonjear de [con] seas agradecidas.

Observaciones: Exponer es un cultismo: Csar usa frecuentemente este verbo con el sentido de desembarcar: Exponere ex nauibus milites (desembarcar los soldados de las naves). El nufrago, agradecido a la primera roca que alcanza en tierra firme, le ofrece lo ms preciado que tiene en ese momento, la tabla que le ha salvado la vida. "Las peas an se dejan lisonjear con seales de agradecimiento" es una alusin a un dicho de la poca: "ddivas quebrantan peas", es decir, con regalos a las personas adecuadas puede lograrse cualquier cosa. Una de las muchas censuras sutiles a la vida en la corte.

Desnudo el joven, cuanto ya el vestido

Ocano ha bebido

35

restituir le hace a las arenas;

y al Sol lo extiende luego,

que, lamindolo apenas

su dulce lengua de templado fuego,

lento lo embiste, y con suave estilo

40

la menor onda chupa al menor hilo.

Prosificacin: Desnudo el joven, le hace al vestido restituir a las arenas cuanto Ocano ha bebido, y luego lo extiende al Sol, que, lamindolo apenas su dulce lengua de fuego templado, lo embiste lento y, con suave estilo, chupa la menor onda al menor hilo.

Observaciones: El joven escurre el vestido y luego lo extiende al Sol. En la poca era frecuente representar al Sol con ojos y boca, e incluso sacando la lengua. Por ello no es sorprendente que Gngora pinte al Sol lamiendo el vestido con sus rayos. "Embestir" tiene aqu el mismo sentido figurado que tiene "atacar" cuando se habla de "atacar un problema". Quiere decir que el Sol se pone "manos a la obra" lentamente y con delicadeza hasta chupar la menor gota de agua.

No bien, pues, de su luz los horizontes,

que hacan desigual, confusamente,

montes de agua y pilagos de montes

desdorados los siente,

45

cuando, entregado el msero estranjero

en lo que ya del mar redimi fiero,

entre espinas crepsculos pisando,

riscos que aun igualara mal volando

veloz, intrpida ala,

50

menos cansado que confuso escala.

Prosificacin: No bien siente, pues, desdorados de su luz [del Sol nombrado antes] los horizontes que hacan desigual, confusamente montes de agua y pilagos de montes, cuando el msero extranjero, entregado en lo que ya redimi del mar fiero, pisando crepsculos entre espinas, escala, menos cansado que confuso, riscos que an igualara mal volando [una] veloz [e] intrpida ala.

Observaciones: Los horizontes, en la oscuridad de la noche, convertan (hacan parecer) montes a las enormes olas y mares a los montes, es decir, no se distingua dnde acababa el mar y dnde empezaba la tierra.

Gngora llama crepsculos a las tenues luces del crepsculo, o a las rocas iluminadas por la luz crepuscular. Igualmente, "ala" es una sincdoque por "ave".

Comentarios:

Notemos la hiprbole sobre los riscos tan altos que a un ave le costara llegar volando hasta esa altura. Es muy oportuna, pues no expresa la altura real del acantilado, sino la impresin que ste causa al dbil nufrago que se ve obligado a escalarlo.

Vencida al fin la cumbre,

del mar siempre sonante,

de la muda campaa

rbitro igual e inexpugnable muro,

55

con pie ya ms seguro

declina al vacilante

breve esplendor de mal distinta lumbre,

farol de una cabaa

que sobre el ferro est, en aquel incierto

60

golfo de sombras, anunciando el puerto.

Prosificacin: Vencida al fin la cumbre, rbitro igual e inexpugnable muro del mar siempre sonante [y] de la muda campaa, [el peregrino] con pie ya ms seguro, declina a [hacia] el vacilante, breve esplendor de [una] lumbre mal distinguida, [un] farol de una cabaa que est sobre el ferro anunciando el puerto en aquel incierto golfo de sombras.

Observaciones: Un rbitro es un mediador, en sentido figurado, pero aqu lo es literalmente: la cumbre del acantilado mediaba entre el mar y el campo, separaba el rugido del mar del silencio del campo.

Un barco est sobre el ferro cuando est anclado.

Comentarios: Declinar es descender, pero tambin se dice de la orientacin que toma la brjula al navegar. Es un trmino marinero, al igual que farol, ferro, golfo y puerto. Gngora describe con trminos marineros el caminar del peregrino, dando a entender con ello que ste (todava confuso, como se dice en el verso 51) no puede dejar de pensar en el naufragio. Es un buen ejemplo de la maestra de Gngora para expresar simultneamente hechos distintos mediante distintos niveles del uso del lenguaje.

Rayos - les dice - ya que no de Leda

trmulos hijos, sed de mi fortuna

trmino luminoso. Y recelando

de invidosa, brbara arboleda

65

interposicin, cuando

de vientos no conjuracin alguna,

cual haciendo el villano

la fragosa montaa fcil llano,

atento sigue aquella,

70

aun a pesar de las tinieblas, bella,

aun a pesar de las estrellas, clara

piedra, indigna tara,

si tradicin apcrifa no miente,

de animal tenebroso, cuya frente

75

carro es brillante de nocturno da.

Prosificacin: "Rayos - les dice (a los rayos de la lumbre del verso 58)- ya que no [sois los] trmulos hijos de Leda, sed [en cambio] trmino luminoso de mi fortuna." Y recelando [una] interposicin de envidiosa, brbara arboleda, cuando no alguna conjuracin de vientos, cual haciendo el villano fcil llano la fragosa montaa, [el peregrino] sigue atento aquella piedra, bella aun a pesar de las tinieblas, clara aun a pesar de las estrellas, tiara indigna, si [una] tradicin apcrifa no miente, de [un] animal tenebroso, cuya frente es [un] carro brillante de [un] da nocturno.

Notas: Los hijos de Leda eran Cstor y Plux. Los antiguos llamaban fuego de Cstor a lo que los marineros posteriores llamaron fuego de san Telmo, es decir, el fenmeno elctrico que se produce en los mstiles de los barcos y que se interpretaba como un buen augurio.

Observaciones: Trmulos hace referencia al fuego de San Telmo.

Fortuna est empleado en su sentido original, neutro, de modo que puede ser buena o mala. Lo que el peregrino dice es que, aunque la luz que ve no es el fuego de Cstor, espera que igualmente sea un buen presagio que se convierta en trmino luminoso, no ya en sentido literal, que es obvio, sino en el figurado, de su destino.

Los aldeanos convierten la fragosa montaa en un fcil llano, en el sentido de que caminan cmodamente por ella como si fuera llana. El peregrino avanza con esa misma facilidad.

A partir del verso 70 Gngora alude a la leyenda (tradicin apcrifa, o sea, no confirmada) del carbunclo. El carbunclo era una piedra preciosa, que algunos identifican con el rub, o con el granate, de la que se deca que brillaba en la oscuridad como un carbn encendido. La leyenda afirma la existencia de un animal, una especie de lobo, que tena en la frente un carbunclo. Esta piedra es una tiara indigna de la bestia que la lleva (indigna en el sentido latino de que la bestia no es digna o merecedora de tal joya). Este carbunclo es un carro (para los antiguos el Sol era un carro conducido por Apolo) que genera un da (una luz como la del da) en la noche.

Comentarios: El peregrino recela de los rboles y del viento. En el caso de los rboles el peligro es que se interpongan y le oculten la luz que le gua. En el caso de los vientos debemos pensar que el peregrino sigue confuso y piensa en los vientos que pueden sacar de su rumbo a un barco. Su temor le lleva a personalizar a los rboles y al viento y a calificar de envidiosa a la arboleda (y de brbara, en el sentido de agreste, en la que no hay caminos que seguir confiadamente).

Tal, diligente, el paso,

el joven apresura,

midiendo la espesura

con igual pie que el raso,

80

fijo, a despecho de la niebla fra,

en el carbunclo norte de su aguja,

o el Austro brame o la arboleda cruja.

Prosificacin: Tal [as] el joven, diligente, apresura el paso, midiendo la espesura con igual pie que el raso, fijo en el carbunclo, norte de su aguja, a despecho de la niebla fra, o brame el Austro o cruja la arboleda.

Observaciones: "Pie" es una metonimia por "paso". Una forma de medir una distancia es recorrerla a paso uniforme y contar los pasos. Los pasos que el peregrino daba en la espesura tenan la misma longitud que si estuviera caminando por un terreno raso.

Sobre el carbunclo, ver las observaciones a los versos precedentes.

Comentarios: Gngora sigue empleando expresiones propias de la navegacin: "norte de su aguja", el Austro.

El can ya, vigilante,

convoca despidiendo al caminante,

85

y la que desviada

luz poca pareci, tanta es vecina,

que yace en ella la robusta encina,

mariposa en cenizas desatada.

Prosificacin: El can ya, vigilante, convoca despidiendo al caminante, y la luz que alejada pareci poca, cercana es tanta que en ella yace la robusta encina, mariposa desatada en cenizas.

Observaciones: El adverbio "ya" indica que el peregrino est ya tan cerca que el perro nota su presencia y ladra para ahuyentarlo (despedirlo), pero lo que consigue, de hecho, con sus ladridos es atraerlo (convocarlo).

La hoguera es tan grande que en su seno arde el tronco de una encina robusta, que se deshace en cenizas como les sucede a las mariposas que se precipitan sobre el fuego atradas por la luz.

Comentarios: "Desviada" es tambin un trmino marinero.

Lleg, pues, el mancebo, y saludado

90

sin ambicin, sin pompa de palabras,

de los conducidores, fue, de cabras,

que a Vulcano tenan coronado.

Prosificacin: Lleg, pues, el mancebo y fue saludado sin ambicin, sin pompa de palabras, de [por] los conducidores de cabras que tenan coronado a Vulcano.

Observaciones: Vulcano era el dios del fuego. Aqu es una metonimia por "fuego" u "hoguera". Los cabreros coronaban el fuego en el sentido de que formaban una corona, un crculo, alrededor de l.

Comentarios: Los hiprbaton expresan la confusin del peregrino al encontrarse con los cabreros. Gngora subraya su simplicidad, que alabar en los versos siguientes.

Oh bienaventurado

albergue, a cualquier hora,

95

templo de Pales, alquera de Flora!

No moderno artificio

borr designios, bosquej modelos,

al cncavo ajustando de los cielos

el sublime edificio:

100

retamas sobre robre

tu fbrica son, pobre,

do guarda, en vez de acero,

la inocencia al cabrero

ms que el silbo al ganado.

105

Prosificacin: Oh albergue, bienaventurado a cualquier hora, templo de Pales, alquera de Flora! No [ningn] moderno arquitecto borr designios, bosquej modelos ajustando el sublime edificio al cncavo de los cielos: tu fbrica pobre son retamas sobre robre, donde en vez de[l] acero, la inocencia guarda al cabrero ms [mejor] que el silbo [guarda] al ganado.

Observaciones: El albergue ha sido construido de forma sencilla, sin necesidad de que un arquitecto lo planificara borrando un diseo para adoptar otro, bosquejando modelos para lograr un sublime edificio con una cpula cncava que se ajuste a la concavidad de la bveda celeste. Est fabricado con retamas dispuestas sobre ramas de roble. El cabrero est protegido en l por la inocencia de las gentes del lugar (ninguna de las cuales querra hacerle dao alguno) en lugar de por el acero de las espadas de los soldados que custodian los palacios. La inocencia protege al cabrero mejor que los silbidos de los pastores protegen a los rebaos que se guan por ellos.

Comentarios: Estos versos exponen el tema central del poema: el ensalzamiento de la vida sencilla del campo y el menosprecio de la ciudad.

Oh bienaventurado

albergue, a cualquier hora!

No en ti la Ambicin mora,

hidrpica de viento,

ni la que su alimento

110

el spid es gitano;

no la que, en bulto comenzando humano,

acaba en mortal fiera,

Esfinge bachillera

que hace hoy a Narciso

115

Ecos solicitar, desdear fuentes;

ni la que en salvas gasta, impertinentes,

la plvora del tiempo ms preciso:

Ceremonia profana

que la sinceridad burla, villana,

120

sobre el corvo cayado.

Prosificacin: Oh albergue, bienaventurado a cualquier hora! En ti no mora la Ambicin, hidrpica de viento, ni la que su alimento es el spid gitano; no [mora en ti tampoco] la que, comenzando en vulto humano, acaba en fiera mortal, Esfinge bachillera que hoy hace a Narciso solicitar Ecos y desdear fuentes; ni la que gasta en salvas impertinentes la plvora del tiempo ms preciso, [la] Ceremonia profana que la sinceridad villana burla sobre el corvo cayado.

Notas: La Esfinge era una criatura mitolgica con cabeza de mujer y cuerpo de len.

Narciso era un hermoso joven que pasaba el tiempo contemplando su rostro en las fuentes, enamorado de s mismo. Rechaz los amores de la ninfa Eco, que recorra los valles lamentndose, hasta que a su muerte su voz se perpetu en el eco.

Observaciones: La hidropesa era una enfermedad que provocaba sed, por lo que "hidrpica" es sinnimo de "sedienta" (o mejor, "enfermizamente sedienta").

La ambicin poltica se asimilaba a la imagen del camalen, que cambia de color segn el entorno, y se crea que los camaleones coman (o beban) aire.

La imagen de la envidia era una mujer comiendo serpientes. Parece que la Esfinge representa aqu a las damas de la corte que manipulaban a los hombres en su propio beneficio: tenan rostro de mujer, pero eran fieras. La esfinge de los antiguos era silenciosa y enigmtica, mientras que la esfinge de la corte a la que alude Gngora es habladora, pues seduce a los hombres apelando a su vanidad: los Narcisos modernos, al contrario del mtico, no disfrutan contemplando su imagen en las fuentes, sino oyendo los ecos que hablan de ellos.

"Gastar la plvora en salvas" era una frase hecha para decir "malgastar". La que gasta en salvas improcedentes la plvora del tiempo, la que malgasta el tiempo, es la Ceremonia profana, es decir, no la ceremonia religiosa que tiene por objeto honrar a Dios, sino las ceremonias artificiosas y vanas de la corte.

La "sinceridad villana" es aqu una metonimia por "el villano sincero". ste, apoyado sencillamente sobre su cayado, evita las ceremonias con su sinceridad, su espontaneidad.

Comentarios: Este denso pasaje est lleno de agudeza y mordacidad. Destaca sin duda la forma en que Gngora alude al tpico de Eco y Narciso al tiempo que lo rompe, lo invierte (Narciso ya no desdea a Eco, sino a las fuentes) y logra as ingeniosamente una enorme expresividad: los cortesanos no son tan deplorables como Narciso, sino ms an.

Oh bienaventurado

albergue, a cualquier hora!

Tus umbrales ignora

la Adulacin, sirena

125

de reales palacios cuya arena

bes ya tanto leo,

trofeos dulces de un canoro sueo;

no a la Soberbia est aqu la Mentira

dorndole los pies en cuanto gira

130

la esfera de sus plumas,

ni de los rayos baja a las espumas

Favor de cera alado.

Oh bienaventurado

albergue, a cualquier hora!

135

Prosificacin: Oh albergue, bienaventurado a cualquier hora! La ambicin ignora tus umbrales, sirena de reales palacios cuya arena bes ya tanto leo, trofeos dulces de un sueo canoro; aqu no est la Mentira dorndole los pies a la Soberbia en cuanto gira la esfera de sus plumas; ni [el] Favor, de cera alado, baja de los rayos [del Sol] a las espumas [del mar]. Oh albergue, bienaventurado a cualquier hora!

Observaciones: Aqu "leo" es una sincdoque por "barco". Los cortesanos son como barcos que navegan en un incierto mar de ascensos y descensos segn tengan o no el favor de alguien importante. A partir de esta idea Gngora desarrolla una compleja alegora: los cortesanos son embargados por un "canoro sueo", el sueo de ganar prestigio, riqueza y poder. Este sueo les hace incapaces de resistir la tentacin de la Adulacin, que les llama como una sirena para que se acerquen a los palacios reales y adulen a los poderosos esperando medrar, pero naufragan y se convierten en trofeos, en vctimas, de su sueo.

Los pavos reales despliegan sus plumas formando un crculo ("esfera", dice Gngora, tambin se le llama "rueda") para atraer a las hembras, pero a veces la cierran de repente. La tradicin se figur que el pavo, orgulloso de su hermosura, deshace su rueda cuando se fija en la fealdad de sus pies y se avergenza de ella. Gngora identifica la Soberbia con un pavo real, y dice que la Mentira se apresura a dorarle los pies (es decir, a disimular sus defectos) para embellecerlos y que no le lleven a deshacer su rueda.

Los ltimos versos aluden al mito de caro: el Favor (de los poderosos hacia los cortesanos) es como caro, que vuela hacia el Sol con plumas de cera y, al acercarse, stas se derriten y cae al mar.

Comentarios: En este pasaje Gngora es capaz de condensar una amarga y minuciosa crtica hacia las costumbres de la corte gracias a las eficientes alusiones a mitos y creencias populares. A diferencia de lo que sucede con muchos de sus imitadores, estas alusiones no son meros adornos cultos y superfluos, sino que en manos de Gngora se convierten en una poderosa tcnica expresiva que desborda ingenio y oportunidad.

No, pues, de aquella sierra, engendradora

ms de fierezas que de cortesa,

la gente pareca

que hosped al forastero

con pecho igual de aquel Candor primero

140

que, en las selvas contento,

tienda el fresno le dio, el robre alimento.

Prosificacin: La gente, pues, que hosped al forastero con pecho igual de aquel Candor primero [al] que, contento en las selvas, el fresno le dio tienda [y] el roble alimento, no pareca de aquella sierra, ms engendradora de fierezas que de cortesa.

Notas: Gngora alude a la "Edad de Oro" en la que, segn los antiguos, Saturno gobernaba la tierra. Los hombres vivan en paz con la naturaleza: se albergaban en troncos huecos de rboles grandes como el fresno y coman frutos como las bellotas del roble.

Observaciones: Aqu "pecho" es una metonimia por "corazn" y luego "Candor" es una sincdoque por el hombre candoroso (inocente) de la Edad de Oro. Los pastores acogieron al peregrino con el mismo corazn de los hombres candorosos que vivan contentos en las selvas, etc.

Comentarios: Estos versos son la transicin con la que Gngora va a pasar de censurar las costumbres de la corte a ensalzar la simplicidad del campesino.

Limpio sayal, en vez de blanco lino,

cubri el cuadrado pino,

y en boj, aunque rebelde, a quien el torno

145

forma elegante dio sin culto adorno,

leche que exprimir vio la Alba aquel da,

mientras perdan con ella

los blancos lilios de su frente bella,

gruesa le dan, y fra,

150

impenetrable casi a la cuchara,

del viejo Alcimedn invencin rara.

Prosificacin: Limpio sayal, en vez de blanco lino, cubri el cuadrado pino y en [madera de] boj, a quien, aunque [era] rebelde, el torno le dio forma elegante sin culto adorno, le dan leche gruesa y fra que la Alba vio exprimir aquel [mismo] da, mientras perdan con ella los blancos lilios de su frente bella, impenetrable casi a la cuchara, invencin rara del viejo Alcimedn.

Observaciones: "Sayal" es una sincdoque por "mantel", el "cuadrado pino" es una mesa y, similarmente, "boj" es una sincdoque por un cuenco hecho de madera de boj. La frente del Alba es blanca como los lirios, pero estos lirios perdan (desmerecan) en comparacin con la blancura de la leche recin ordeada.

Comentarios: Alcimedn es un artesano citado en un conocido pasaje de la gloga III de Virgilio:

... Pocula ponam

fagina, caelatum diuini opus Alcimedontis,

lenta quibus torno facili superaddita uitis

diffusos hedera uestit pallente corymbos.

[Pondr (en prenda) unas copas de haya,

obra cincelada del divino Alcimedn, en las que

una vid flexible aadida por el fcil trabajo

del torno viste de hiedra plida sus racimos dispersos.]

Todo el fragmento de Gngora alude a este pasaje por contraposicin: las copas de Alcimedn estn labradas en madera de haya, que no opone resistencia al torno (en realidad el trabajo es del cincel, el torno es el soporte en el que el artesano sujeta la copa para girarla fcilmente al labrarla), mientras que el cuenco que ofrecen al peregrino est hecho de dura madera de boj, que dificulta el trabajo, y carece de los adornos descritos por Virgilio. La alusin a Alcimedn en el ltimo verso invita al lector a comparar la sencillez del cuenco de Gngora con la sofisticacin (los cultos adornos) de las copas de Virgilio. De paso, Gngora pondera con ella la cuchara descrita: es digna del viejo Alcimedn por lo bien labrada que est, pero es una invencin rara, por su simplicidad.

El que de cabras fue dos veces ciento

esposo casi un lustro, cuyo diente

no perdon a racimo aun en la frente

155

de Baco, cuanto ms en su sarmiento,

triunfador siempre de celosas lides

lo coron el Amor, mas rival tierno,

breve de barba y duro no de cuerno,

redimi con su muerte tantas vides;

160

servido ya en cecina,

purpreos hilos es de grana fina.

Prosificacin: El que fue esposo casi un lustro de dos veces ciento cabras, cuyo diente no perdon a racimo ni aun en la frente de Baco, cuanto ms en su sarmiento, el amor lo coron siempre [como] triunfador de celosas lides, mas [un] rival tierno, breve de barba y no duro de cuerno, redimi con su muerte tantas vides; servido ya en cecina, es purpreos hilos de grana fina.

Observaciones: El macho cabro que fue esposo casi un lustro de doscientas cabras, cuyo diente no perdonaba [no dejaba de comerse un] racimo ni aunque hubiera estado en la frente de Baco, mucho menos si estaba en su sarmiento (es decir, que no haba forma de impedir que destrozara los viedos), siempre sala vencedor de los duelos con otros machos que pretendan arrebatarle el dominio, hasta que surgi un rival joven que logr matarlo y con ello salv a todas las vides que se habra comido de haber seguido con vida.

Comentarios: Este pasaje sugiere a los cabreros contando al peregrino la historia del macho cabro con el que se hizo la cecina que estn comiendo. Hay una alusin jocosa e irreverente que da idea del tono desenfadado de la conversacin: redimi con su muerte tantas vides; sugiere el dogma de la redencin, por el que Cristo redimi con su muerte tantas vidas.

Sobre corchos, despus, ms regalado

sueo le solicitan pieles blandas

que al Prncipe entre holandas

165

prpura tiria o milans brocado.

Prosificacin: Despus, [unas] pieles blandas sobre corchos le solicitan ms regalado sueo que al Prncipe [se lo solicitan] prpura tiria o brocado milans entre holandas.

Comentarios: El plcido y cmodo sueo del peregrino descrito en este pasaje contrasta una vez ms con el sueo de pesadilla descrito en los versos siguientes.

No de humosos vinos agravado

es Ssifo en la cuesta, si en la cumbre,

de ponderosa, vana pesadumbre

es, cuando ms despierto, ms burlado.

170

Prosificacin: No, agravado de humosos vinos, es Ssifo en la cuesta, si en la cumbre, cuanto ms despierto, es ms burlado de [por una] ponderosa, vana pesadumbre.

Notas: Ssifo fue fulminado por Zeus y baj al infierno, pero all convenci a Hades para que le dejara regresar al mundo de los vivos para castigar a su esposa, que no le haba rendido las debidas honras fnebres. Una vez fuera del infierno, se neg a regresar, y permaneci en la tierra hasta su muerte. Al volver al infierno fue condenado a arrastrar una pesada roca a lo alto de una colina, desde donde caa y Ssifo tena que volver a empezar sin descanso una y otra vez.

Observaciones: "Vinos humosos" son vinos ahumados. Antiguamente era costumbre ahumar los vinos puestos a envejecer. Por ello, "vinos humosos" son lo que hoy diramos "vinos aejos". Mientras duerme, el peregrino no es como un poderoso [de los que duermen bajo el efecto de buenos vinos], que suea con ascender penosamente la cuesta del poder, pero que al final ve angustiado cmo todo su esfuerzo se viene abajo, y entonces se despierta, y al despertar acaba dos veces burlado, pues se encuentra con que realmente est abajo, ya que slo haba ascendido en sueos: La carga pesada y vana se burla de l en sus sueos y tambin en la realidad.

Comentarios: Aludir a Ssifo para describir al ambicioso no era nuevo, pero la forma en que Gngora usa esta alusin para describir el sueo del ambicioso con el efecto del doble desengao s es muy original y efectivo.

De trompa militar no, o destemplado

son de cajas fue el sueo interrumpido,

de can s, embravecido

contra la seca hoja

que el viento repel a alguna coscoja.175

Prosificacin: El sueo no fue interrumpido de [por una] trompa militar o [el] destemplado son de cajas, s de [un] can embravecido contra la seca hoja que el viento repel a alguna coscoja.

Comentarios: Aqu hay una alusin al Beatus ille de Horacio: ...neque excitatur classico miles truci... (...ni es despertado como soldado por la trompeta militar...) El contraste es aqu delicioso: el abrupto despertar de un soldado por las trompetas y tambores frente al despertar momentneo provocado por un perro que ladra en la noche porque ha odo un ruido sospechoso.

Durmi, y recuerda al fin cuando las aves,

esquilas dulces de sonora pluma,

seas dieron saves

del Alba al Sol, que el pabelln de espuma

dej y, en su carroza,

180

ray el verde obelisco de la choza.

Prosificacin: Durmi, y recuerda al fin cuando las aves, esquilas dulces de sonora pluma, dieron al Sol seas suaves del Alba, que [el cual, el Sol] dej el pabelln de espuma y, en su carroza, ray el verde obelisco de la choza.

Observaciones: Esquilas son las campanas pequeas de los conventos que sirven para despertar a los frailes y llamarlos a los oficios. Las aves son las esquilas que despiertan al Sol y le advierten suavemente que ya ha salido el Alba (en la mitologa, el Alba no es un efecto del Sol, sino otra divinidad independiente). Un pabelln era una tienda de campo para dormir durante un viaje. El Sol duerme bajo el mar, de modo que la espuma del mar es como el techo de su pabelln. El techo de la choza es verde porque est cubierto de retamas, segn se ha dicho antes. Gngora la compara con un obelisco porque termina en punta. Rayar es sinnimo de amanecer, aqu est usado transitivamente: el Sol amaneci la choza, es decir, ilumin la choza con la luz del amanecer.

Comentarios: Destaquemos, de esta hermosa imagen del amanecer con la que se encuentra el peregrino al despertarse, la hiplage "esquilas dulces de sonora pluma". En principio las aves son sonoras, y eso sugiere la presencia del adjetivo, pero, estrictamente, "sonora" determina a "pluma", de modo que en realidad Gngora se refiere, no al canto, sino al sonido que producen las alas al batir. El canto est aludido por el adjetivo "dulces", que en principio sera ms apropiado para las plumas. De este modo, Gngora logra evocar a un tiempo el canto y el batir de alas de las aves. Es un buen ejemplo del increble grado de precisin y detalle de las descripciones gongorinas.

Agradecido, pues, el peregrino,

deja el albergue y sale acompaado

de quien lo lleva donde, levantado,

distante pocos pasos del camino,

185

imperoso mira la campaa

un escollo, apacible galera

que festivo teatro fue algn da

de cuantos pisan Faunos la montaa.

Prosificacin: Agradecido, pues, el peregrino, deja el albergue y sale acompaado de [alguien] quien lo lleva donde un escollo levantado, distante pocos pasos del camino, que algn da fue festivo teatro de cuantos Faunos pisan la montaa, mira imperioso la campaa.

Observaciones: El escollo era una amplia plataforma (lo de amplia se dir despus en el verso 228, donde es descrito como "sublime, espacioso llano") que en su da fue el escenario de las fiestas que celebraban los Faunos. Al indicar que sirvi de teatro ya sugiere un lugar espacioso semicircular. El verso 186 debe entenderse como que el escollo es un excelente mirador que proporciona una buena vista de la zona, vista que va a ser descrita ms abajo.

Lleg y, a vista tanta

190

obedeciendo la dudosa planta,

inmvil se qued sobre un lentisco,

verde balcn del agradable risco.

Prosificacin: Lleg [a donde le conduca su acompaante] y obedeciendo la dudosa planta a tanta vista, se qued inmvil sobre un lentisco, verde balcn del agradable risco.

Observaciones: La planta [del pie] del peregrino obedeca a la vista [al panorama] que le ordenaba detenerse. Quiere decir que la belleza del paisaje dejaba parado a cualquiera. El lentisco es una planta que formaba una balaustrada al risco, de modo que pareca un balcn verde.

Comentarios: A continuacin Gngora va a describir el paisaje, pero de momento ya nos ha descrito la sensacin que ha causado en el peregrino: lo ha dejado atnito.

Si mucho poco mapa les despliega,

mucho es ms lo que, nieblas desatando,

195

confunde el Sol y la distancia niega.

Prosificacin: Si lo que poco mapa les despliega [es] mucho, mucho ms es lo que, desatando nieblas, el Sol confunde y la distancia niega.

Observaciones: "Poco mapa" quiere decir lo que en un mapa sera slo una pequea. Por otra parte, los mapas de la poca solan tener dibujos detallados de los ros, montaas, etc., por lo que era natural comparar con un mapa un paisaje visto desde arriba. Si ya hay mucho que ver en lo que, relativamente, es tan poco espacio, mucho es ms lo que no puede verse porque est demasiado lejos (lo niega la distancia) o, aunque estara al alcance de la vista, se confunde entre la niebla iluminada por el sol.

Comentarios: La descripcin del paisaje empieza desde lo lejos: el Sol al fondo y niebla en el lejano horizonte.

Muda, la admiracin habla callando,

y, ciega, un ro sigue, que luciente

de aquellos montes hijo,

con torcido discurso, aunque prolijo,

200

tiraniza los campos tilmente:

Orladas sus orillas de frutales

si de flores tomadas no a la roca,

derecho corre mientras no revoca

los mismos autos el de sus cristales;

205

huye un trecho de s, alcnzase luego,

desvase y, buscando sus desvos,

errores dulces, dulces desvaros,

hacen sus aguas con lascivo juego;

engazando edificios en su plata,

210

de quintas coronado, se dilata

majestuosamente

(en brazos dividido caudalosos

de islas que parntesis frondosos

al perodo son de su corriente)

215

de la alta gruta donde se desata

hasta los jaspes lquidos, adonde

su orgullo pierde y su memoria esconde.

Prosificacin: La admiracin, muda, habla callando, y ciega sigue un ro que, hijo luciente de aquellos montes, tiraniza los campos tilmente con torcido discurso, aunque prolijo: Orladas sus orillas de frutales si no tomadas de [por] flores a la roca, corre derecho mientras el [auto] de sus cristales no revoca sus mismos autos; huye un trecho de s, luego se alcanza, se desva y, buscando sus desvos, sus aguas hacen errores dulces, dulces desvaros con juego lascivo; engazando edificios en su plata, de quintas coronado, se dilata majestuosamente (dividido en brazos caudalosos de [por] islas que son parntesis frondosos al perodo de su corriente) de[sde] la alta gruta donde se desata hasta los jaspes lquidos, adonde pierde su orgullo y esconde su memoria.

Observaciones: La admiracin deja mudo al peregrino, pero se muestra en su silencio. Lo siguiente es un chiste: la admiracin es como un ciego, pero no porque no vea, sino porque sigue a un gua, en este caso un ro. Quiere decir que la admiracin hace que el peregrino no pueda hacer sino seguir con la mirada el curso del ro, curso que siguen tambin los prximos versos.

"Prolijo" significa en latn "que fluye hacia adelante". En principio es el calificativo que corresponde a un ro recto que fluye rpidamente. Este ro es torcido, pero ello no impide que sus aguas sean impetuosas. El ro tiraniza los campos en el sentido de que stos dependen de l, pero los tiraniza tilmente, en el sentido de que los campos le sacan provecho. En las partes donde no hay frutales, las flores han tomado el terreno a la roca, es decir, han poblado lo que antes era roca.

En los versos siguientes el lenguaje es jurdico: un auto es una decisin judicial sobre asuntos menores. Un tribunal puede revocar con un auto sus autos anteriores. Del mismo modo, el ro decide correr derecho, pero a veces sus cristales (metfora por el agua) deciden lo contrario y abandonan el cauce, decretando as un auto que revoca las decisiones previas del ro. En otras palabras, que los cristales deciden caprichosamente su rumbo en cada momento. Algunos se separan de la corriente principal para volver a ella poco despus. Parte del flujo se desva, pero el ro busca sus desvos y los vuelve a incorporar en lo que parece el juego de dos amantes persiguindose.

Engarzando edificios a su paso, como cuentas en un collar, se dilata y en su discurso es dividido en brazos caudalosos por la interposicin de unas islas frondosas. Ahora, siguiendo el tono jocoso de todo este pasaje, Gngora compara el discurso del ro con un discurso oral, lo que da pie a equiparar las islas con parntesis que interrumpen la frase. Para reforzar esta idea, vemos que toda ella es un inciso en una frase que la rodea: el ro se dilata desde su nacimiento hasta su desembocadura. Los jaspes lquidos son el mar, donde el ro se diluye (pierde su orgullo, su naturaleza fluvial y esconde su memoria, pues su identidad queda oculta entre las aguas del mar).

Comentarios: Para transmitir la sensacin de bienestar que produce la contemplacin del paisaje, Gngora sazona sus versos con alusiones humorsticas. Algunas de ellas fueron censuradas por sus amigos, que no las consideraban apropiadas para un poema serio. Finalmente lograron persuadirlo para que las sustituyera por un pasaje ms formal, pero tambin ms soso:

Orladas sus orillas de frutales

quiere la Copia que su cuerno sea,

si al animal armaron de Amaltea

difanos cristales;

205

engazando edificios en su plata,

de muros se corona,

rocas abraza, islas aprisiona,

de la alta gruta donde se desata

hasta los jaspes lquidos, adonde

210

su orgullo pierde y su memoria esconde.

Jpiter fue criado por las ninfas Adrastea y Melisa a escondidas de su padre, Saturno, quien crea haberlo devorado. Fue alimentado por la leche de la cabra Amaltea, a la que le rompi un cuerno mientras jugaba. Melisa recogi el cuerno y cuando, ms tarde, Jpiter se convirti en dueo del Olimpo, como muestra de agradecimiento a las ninfas que lo cuidaron, convirti al cuerno en el Cornu copiae, (el cuerno de la abundancia), del que sala cuanto su poseedor deseaba.

Gngora dice que el ro era como el cuerno de la abundancia (por los dones con que obsequiaba a las tierras de su margen) y matiza: si es que la cabra de Amaltea tuvo como cristales como cuernos. La versin original es, sin duda, mucho ms expresiva.

Aqullas que los rboles apenas

dejan ser torres hoy - dijo el cabrero

con muestras de dolor extraordinarias -

las estrellas nocturnas luminarias

215

eran de sus almenas

cuando el que ves sayal fue limpio acero.

Yacen ahora, y sus desnudas piedras

visten piadosas yedras,

que a ruinas y a estragos

220

sabe el tiempo hacer verdes halagos.

Prosificacin: Aqullas que hoy los rboles apenas dejan ser torres - dijo el cabrero con extraordinarias muestras de dolor - las estrellas nocturnas eran luminarias de sus almenas cuando el que [ahora] ves sayal fue limpio acero. Yacen ahora, y sus desnudas piedras visten piadosas yedras, que el tiempo sabe hacer verdes halagos a ruinas y a estragos.

Observaciones: Las torres estn derruidas y algunos rboles son ya ms altos que ellas, por lo que la altura de los rboles impide llamar torres propiamente a las ruinas. Notemos que hay un anacoluto: "aquellas torres" no tiene predicado. No obstante, se trata de un anacoluto usual en el lenguaje hablado, por otra parte refuerza la idea de ruptura entre el pasado glorioso de las torres y su actual estado ruinoso. Hay que entender "cuando la ropa que visto, que ahora es sayal, era acero". El cabrero est diciendo que antao fue soldado. En esa poca, las torres eran tan altas que pareca que las estrellas fueran luces en sus almenas.

Notemos el uso transitivo del verbo "vestir", tpico de Gngora: Las piedras visten yedras.

Comentarios: Finalmente sabemos algo del acompaante del peregrino: es un cabrero que en otro tiempo fue soldado, pero prefiri retirarse y cambiar la vida militar por la sencilla vida de cabrero. Su historia sugiere tambin la caducidad de la fuerza militar: el que fue un castillo poderoso ahora est en ruinas y la vegetacin se apodera de l.

Con gusto el joven y atencin lo oa,

cuando torrente de armas y de perros

que, si precipitados no los cerros,

las personas tras de un lobo traa,

225

tierno discurso y dulce compaa

dejar hizo al serrano,

que, del sublime, espacoso llano,

al husped al camino reduciendo,

al venatorio estruendo

230

pasos dando veloces,

nmero crece y multiplica voces.

Prosificacin: El joven lo oa con gusto y atencin, cuando [un] torrente de armas y de perros, (que, si no [puede decirse que trajera] precipitados los cerros [enteros] tras de un lobo, s traa [al menos a todas] las personas), hizo dejar al serrano [el] tierno discurso y [la] dulce compaa, que [el cual], reduciendo al husped al camino de[sde] el sublime, espacioso llano, dando pasos veloces, crece [el] nmero y multiplica [las] voces al venatorio estruendo.

Observaciones: Notemos la malicia del ltimo verso: el serrano aumenta (en uno) el nmero de los que participaban en el venatorio estruendo, pero multiplica las voces. Quiere decir que l solo gritaba tanto como todos los dems juntos.

Comentarios:

La imagen del cabrero entusiasmado en la caza del lobo contrasta con el dolor de sus recuerdos. Gngora hace ver as que el cabrero encontr la felicidad al retirarse al campo.

Bajaba entre s el joven admirando

armado a Pan o semicapro a Marte,

en el pastor mentidos que con arte

235

culto principio dio al discurso, cuando

rmora de sus pasos fue su odo,

dulcemente impedido

de canoro instrumento, que pulsado

era de una serrana junto a un tronco,

240

sobre un arroyo de quejarse ronco,

mudo sus ondas, cuando no enfrenado.

Prosificacin: Bajaba el joven admirando entre s a Pan armado o a Marte semicapro, mentidos en el pastor que dio con arte culto principio al discurso, cuando su odo fue rmora de sus pasos, dulcemente impedido de [por un] canoro instrumento que era pulsado de [por] una serrana junto a un tronco, junto a un arroyo ronco de quejarse, mudo sus ondas, cuando no enfrenado.

Notas: La rmora es un pez que tiene una ventosa en la cabeza con la que se pega a los barcos o a otros peces mayores. Se le atribua la capacidad de detener o frenar a los barcos, de donde viene su sentido figurado de algo que causa retraso, demora o que llega a detener el avance de algo.

Observaciones: El cabrero que acababa de dejar al peregrino pareca Pan (dios de los pastores) armado como Marte o bien Marte (dios de la guerra) con patas de cabra como Pan. El verbo "mentir" se usaba en la poca con el sentido general de "fingir" o "simular". En el pastor estaban mentidos Pan y Marte, en el sentido de que pareca ser uno de ellos disfrazado de pastor. Mientras bajaba pensando en ello, le detuvo el sonido de la msica que tocaba una serrana. El arroyo estaba ronco de quejarse porque cauce arriba descenda rpidamente con estrpito, pero a la altura donde estaba la serrana ya iba ms despacio (el terreno era ms llano y se haba quedado ronco). La construccin "mudo sus ondas" es un acusativo de relacin, o acusativo griego. Es un calco de la gramtica latina que ha de entenderse como "mudo en lo tocante a sus ondas", es decir, las ondas del arroyo estaban mudas, a pesar de que el arroyo segua fluyendo, no estaba enfrenado.

Otra con ella montaraz zagala

juntaba el cristal lquido al humano

por el arcaduz bello de una mano

245

que al uno menosprecia, al otro iguala.

Prosificacin: Con ella, otra zagala montaraz juntaba el cristal lquido al humano por el arcaduz bello de una mano que menosprecia al uno, iguala al otro.

Observaciones: "Cristal" es una metfora por "piel". La piel blanca se compara a menudo con el cristal traslcido o la porcelana porque deja entrever las venas. La muchacha se llevaba el agua a la cara con la mano, con lo que juntaba el cristal lquido (el agua) con el humano (la piel de su cara). La mano menosprecia al agua (por ser mas cristalina) e iguala a la piel de su cara. Al llevar el agua del arroyo a la cara, la mano pareca un arcaduz transportando el agua.

Del verde margen otra las mejores

rosas traslada y lilios al cabello,

o por lo matizado o por lo bello,

si Aurora no con rayos, Sol con flores.

250

Prosificacin: Otra [zagala] traslada las mejores rosas y lilios del verde margen al cabello, o por lo matizado o por lo bello, si no [es la] Aurora con rayos [es el] Sol con flores.

Observaciones: La muchacha, con las flores en los cabellos muestra los matices (variedad de color) de la Aurora y la belleza del Sol. Al ponderar los matices y su belleza, no es fcil decir si se parece ms a la Aurora con rayos en la cabeza como Sol o al Sol con flores en la cabeza como la Aurora.

Negras pizarras entre blancos dedos

ingenosa hiere otra, que dudo

que aun los peascos la escucharan quedos.

Al son, pues, deste rudo,

sonoroso instrumento,

255

lasciva el movimiento,

mas los ojos honesta,

altera otra bailando la floresta.

Prosificacin: Otra [zagala] hiere ingeniosa negras pizarras entre dedos blancos, que dudo que aun los peascos la escucharan quedos. Al son, pues, de este rudo, sonoroso instrumento, lasciva el movimiento ms honesta los ojos, otra altera la floresta bailando.

Observaciones: Ingeniosa hace referencia a la habilidad con que la serrana ha convertido en "tejoletas" o castauelas unas piedras. "Lasciva el movimiento" y "los ojos honesta" son dos ejemplos ms de acusativos griegos o acusativos de relacin. Hay que entender "lasciva en cuanto al movimiento" y "honesta en cuanto sus ojos", es decir, la muchacha parece lasciva por la forma en que se mueve, pero sus ojos muestran que es honesta.

Tantas, al fin, el arroyuelo, y tantas

montaesas da el prado, que diras

260

ser menos las que, verdes Hamadras,

abortaron las plantas:

inundacin hermosa

que la montaa hizo populosa

de sus aldeas todas

265

a pastorales bodas.

Prosificacin: Al fin tantas [montaesas da] el arroyuelo y tantas montaesas da el prado, que diras ser menos las verdes hamadras que abortaron las plantas: inundacin hermosa que la montaa hizo populosa, de[sde] todas sus aldeas a bodas pastorales.

Notas: Las drades eran ninfas que vivan entre los rboles, mientras que las hamadrades nacan y vivan dentro de los rboles, hasta morir con ellos.

Observaciones: Notemos la curiosa construccin "el arroyuelo da montaesas". Gngora est sugiriendo que las montaesas parecen salir de todas partes: Luego va ms all y dice que parece como si fueran hamadrades abortadas de los rboles (abortadas porque en teora no deban salir de ellos), y por ello hay tantas como rboles. Es sutil el indicativo "abortaron", como si realmente las hamadrades hubieran salido de los rboles. Depende del subjuntivo "diras", y puede entenderse as: si hubieras llegado a la conclusin de las plantas han abortado sus hamadrades, aun as diras que no podran ser tantas como ves. "Diras ser menos" es una oracin de infinitivo, usual en latn, con el sentido de "diras que son (o seran) menos", La inundacin (de montaesas) hizo populosa la montaa [en el tramo que va] desde sus aldeas hasta [el lugar donde se iban a celebrar unas] pastorales bodas.

Comentarios: Finalmente sabemos por qu hay tantas serranas en el campo: se dirigen a una boda.

De una encina embebido

en lo cncavo, el joven mantena

la vista de hermosura, y el odo

de mtrica armona.

270

Prosificacin: Embebido en lo cncavo de una encina, el joven mantena la vista de hermosura y el odo de mtrica armona.

Observaciones: La expresin "mantener la vista de... " tiene antecedentes en Cicern y en Virgilio y, ms recientemente, en Garcilaso. Quiere decir que no dejaba de ver hermosura ni de or mtrica armona (canciones).

Comentarios: El peregrino, al ver a las serranas, se esconde en el hueco de una encina para observarlas. Segn el criterio moderno puede parecer una actitud poco decente (de mirn), pero en la poca era al revs: las mujeres no iban a hacer nada deshonesto al aire libre que el joven no pudiera ver, mientras que si se acercaba a un grupo de mujeres solas, la situacin sera embarazosa: un joven de la corte, con todo el poder de seduccin que conllevaba su rango y su hermosura, no deba estar a solas con mujeres jvenes. De hecho, los siguientes versos corroboran que el peregrino se esconde mientras trata de explicarse qu hacen esas mujeres solas y busca la presencia de algn hombre para poder acercarse sin dar lugar a habladuras.

El Sileno buscaba

de aquellas que la sierra dio Bacantes,

ya que Ninfas las niega ser, errantes,

el hombro sin aljaba,

o si, del Termodonte

275

mulo el arroyuelo desatado

de aquel fragoso monte,

escuadrn de Amazonas desarmado

tremola en sus riberas

pacficas banderas,

280

sea brillante no de monarqua

280a

el femenil enjambre ostentar deja

a la que, en sus dos alas, rubia abeja,

ms oro ofrece al da.

Prosificacin: Buscaba el Sileno de aquellas bacantes que dio la sierra, ya que el hombro sin aljaba las niega ser ninfas errantes, o si, mulo del Termodonte el arroyuelo desatado de aquel fragoso monte, [un] escuadrn desarmado de Amazonas tremola pacficas banderas en sus [del arroyuelo] riberas, el femenil enjambre no deja ostentar sea brillante de monarqua a la rubia abeja que ofrece ms oro al da en sus dos alas.

Notas: Sileno era el maestro de Baco, y las bacantes eran las ninfas que rendan culto a Baco y participaban en sus fiestas, las bacanales.

El Termodonte era un ro junto al que habitaban las amazonas.

Observaciones: El peregrino buscaba al Sileno de aquellas Bacantes. Concluye que, por su alegra, tenan que ser bacantes, ya que ninfas no podan ser, pues no llevaban aljabas en sus hombros, y si, por el contrario, eran un escuadrn de amazonas, el enjambre no deja ostentar a su reina (la abeja que tiene las alas ms brillantes) ninguna sea de monarqua, es decir, no se ve a ninguna que mande sobre las dems. Notemos que "mulo del Termodonte, etc." es un ablativo absoluto, como en "Si, destrozado su ejrcito, Anbal decide rendirse..."

Comentarios: Este confuso pasaje refleja la confusin del peregrino que se pregunta quines son las mujeres que ve y, sobre todo, trata de buscar alguien que est a cargo de ellas, sea hombre (el Sileno) o mujer (la reina de las amazonas, o de las abejas), pero no encuentra ni al uno ni a la otra. Todo el pasaje toma como modelo a El rapto de Proserpina, de Claudiano, donde el squito de Proserpina es descrito por comparacin con ninfas, luego con amazonas y luego con bacantes. Gngora suprimi los cuatro ltimos versos en la versin definitiva, con lo que la interpretacin de stos y los siguientes se hizo mucho ms difcil.

Vulgo lascivo erraba,

al voto del mancebo,

el yugo de ambos sexos sacudido,

al tiempo que, de flores impedido

el que ya serenaba

285

la regin de su frente rayo nuevo,

purprea terneruela, conducida

de su madre, no menos enramada,

entre albogues se ofrece, acompaada

de juventud florida:

290

treinta robustos montaeses, dueos

290a

de las que aun los pitones dos pequeos

en la tierna hijuela temer vieras,

no ya en la vaca, no en las empulgueras

del arco de Diana,

damera serrana!

290f

Prosificacin: Al voto del mancebo, erraba vulgo lascivo, sacudido el yugo de ambos sexos, al tiempo que [una] purprea terneruela, impedido de flores el rayo nuevo que ya serenaba la regin de su frente, conducida de su madre, no menos enramada, se ofrece entre albogues, acompaada de juventud florida: treinta robustos montaeses, dueos de las [serranas] que vieras temer aun los dos pequeos pitones en la tierna hijuela [pero] no ya en la vaca, no en las empulgueras del arco de Diana, damera serrana!

Notas: Las empulgueras son los extremos del arco, donde se sujeta la cuerda. En la antigedad era frecuente que se reforzaran con cuernos de animales.

Observaciones: En opinin del mancebo, (la conclusin a la que llega es que) las mujeres que vea eran vulgo lascivo que erraba, habindose sacudido el yugo de ambos sexos, es decir, que eran simples aldeanas que iban sin rumbo divirtindose, libres de la direccin de cualquier hombre o mujer. Aqu la palabra "vulgo" no es peyorativa: slo indica la condicin humilde de las serranas, y la palabra "lascivo" no tiene ninguna connotacin sexual. "Sacudirse algo" significa librarse de algo.

Gngora usaba con frecuencia el adjetivo "purpreo" para indicar juventud. Por ejemplo, hablando de la investidura de un cardenal dice "Generoso mancebo / purpreo en la edad ms que en el vestido", o, hablando de una joven, dice "vuestra purprea edad". Esto se basa en la comparacin entre la juventud y el amanecer, y en el color purpreo del cielo al amanecer. Tal vez tom como precedente un verso de la Eneida: lumen iuuentae purpureum (la luz purprea de la juventud).

El "rayo nuevo" de la ternera es una sincdoque por "rayos nuevos". As llama a los cuernos que empiezan a asomarle en la frente, pequeos, dbiles como los primeros rayos del Sol al amanecer, lo que enlaza con la metfora en que se basa el uso del adjetivo "purprea". A la ternera le han adornado los cuernos con flores, al igual que a su madre.

Los montaeses eran dueos de las serranas en el sentido de que estaban comprometidos con ellas. stas, al ver la ternera, bromean fingiendo que temen a sus cuernos, cuando en realidad, acostumbradas a tratar con el ganado, no les asustan ni los cuernos de la vaca ni les asustaran los de las empulgueras del arco de Diana, es decir, no tendran miedo ni aunque Diana les estuviera apuntando con su arco. El ltimo verso hay que entenderlo como As son las damas de la sierra!

Comentarios: Los ltimos versos forman uno de los pasajes jocosos que Gngora fue persuadido a eliminar del poema.

Cul dellos las pendientes sumas graves

de negras baja, de crestadas aves

cuyo lascivo esposo, vigilante,

domstico es del Sol nuncio canoro

y, de coral barbado, no de oro

295

cie, sino de prpura, turbante.

Quin la cerviz oprime

con la manchada copia

de los cabritos ms retozadores,

tan golosos, que gime

300

el que menos peinar puede las flores

de su guirnalda propia.

Prosificacin: Cul de ellos baja las sumas graves, pendientes, de negras, crestadas aves cuyo lascivo esposo, vigilante, es domstico nuncio canoro del Sol y, de coral barbado, cie [un] turbante no de oro, sino de prpura. Quin la cerviz oprime con la manchada copia de los cabritos ms retozadores, tan golosos que gime el que menos puede peinar las flores de su guirnalda propia.

Observaciones: Cul... quin..., son pronombres indefinidos, equivalentes a uno... otro... Aqu "sumas" quiere decir "grupos numerosos", grupos pesados de gallinas que cuelgan (penden). Las gallinas son aludidas perifrsticamente (negras, crestadas aves cuyo esposo...) y a su vez el gallo es aludido tambin perifrsticamente. Hay una alusin muy sutil: al decir que el gallo lleva un turbante de prpura est comparndolo con un sultn dueo de un harn, de gallinas en este caso, de ah el calificativo de "lascivo", que en este caso s tiene el sentido moderno de lujurioso en lugar del etimolgico de juguetn que tena en el verso 291. Los turbantes de los sultanes eran de oro en el sentido de que estaban hechos de telas bordadas o entretejidas con hilo de oro. Otro montas lleva a los hombros una pareja de cabritos, que tratan de comerse las flores que llevan en la cabeza.

Comentarios: Empieza aqu una minuciosa y magistral descripcin de los regalos que los montaeses llevaban a la boda. Los seis primeros versos eran distintos en la versin original:

Quin las no breves sumas

290a

de pendientes gallinas baja a cuestas,

si corales las crestas,

azabache las plumas,

tan saludables en edad cualquiera,

que su borla creyera

290f

les dio la Medicina

a ser gualda la que es prpura fina.

El azabache es una variedad del lignito, negro y lustroso, que se usaba principalmente para hacer botones. El verso 290e hace referencia al caldo de gallina, que se recomendaba a los enfermos. La gualda es una planta de la que se extraa un tinte amarillo dorado, y la prpura es un tinte rojo. Dice que si la borla que les cuelga del pico a las gallinas fuera amarilla, pareceran doctoras en medicina, pues en las ceremonias de las facultades de medicina los doctores llevaban precisamente como distintivo una borla amarilla.

No el sitio, no, fragoso,

no el torcido taladro de la tierra

privilegi en la sierra

305

la paz del conejuelo temeroso:

trofeo ya su nmero es a un hombro,

si carga no, y asombro.

Prosificacin: El sitio fragoso no privilegi, no, en la sierra, no [ni tampoco] el torcido taladro de la tierra, la paz del conejuelo temeroso: su nmero ya es trofeo a un hombro, si no [es] carga y asombro.

Observaciones: Quiere decir que otro montas llevaba un gran nmero de conejos cargados al hombro, tantos que podran causar asombro y constituir una pesada carga, pero esto queda bajo un condicional, porque slo seran realmente una carga para un hombre que no fuera tan fornido como estos montaeses y slo produciran asombro en quien no conociera a los montaeses. Lo que si son es un trofeo de caza, pues de nada les vali a los conejos habitar en montes ariscos o la intrincada red de madrigueras que recorren la sierra. (Aqu "taladro" vale por "taladrado", es decir, el efecto de taladrar.)

T, ave peregrina,

arrogante esplendor, ya que no bello,

310

del ltimo occidente,

penda el rugoso ncar de tu frente

sobre el crespo zafiro de tu cuello,

que Himeneo a sus mesas te destina.

Prosificacin: T, ave peregrina, arrogante esplendor del ltimo occidente, ya que no bello, penda el rugoso ncar de tu frente sobre el crespo zafiro de tu cuello, que Himeneo a sus mesas te destina.

Notas: Himeneo era el dios de los matrimonios.

Observaciones: El pavo de Indias, o pavo negro, es una variedad de pavo trada de Amrica, el ltimo occidente, (de ah tambin lo de "ave peregrina"). Gngora lo llama esplendor de Amrica, pero no bello, ya que no puede compararse en belleza con el pavo real. En lugar de cresta, el pavo tiene una piel carnosa rojiza que extiende a veces, especialmente cuando est enfadado. Por ello Gngora le dice que ya puede enfadarse, pues est destinado a un banquete de bodas.

Sobre dos hombros larga vara ostenta

315

en cien aves cien picos de rubes,

tafiletes calzadas carmeses,

emulacin y afrenta

aun de los Berberiscos

en la inculta regin de aquellos riscos.

320

Prosificacin: [Una] larga vara ostenta sobre dos hombros cien picos de rubes en cien aves, calzadas tafiletes carmeses, emulacin y afrenta aun de los Berberiscos en la inculta regin de aquellos riscos.

Notas: El tafilete era un cuero fino con el que los moros fabricaban zapatos, entre otras cosas.

Observaciones: Est hablando de cien perdices, cuyas patas rojas parecan botas de tafilete, que seran la envidia de los Berberiscos.

Lo que llor la Aurora,

si es nctar lo que llora,

y, antes que el Sol, enjuga

la abeja que madruga

a libar flores y a chupar cristales,

325

en celdas de oro lquido, en panales,

la orza contena

que un montas traa.

Prosificacin: La orza que traa un montas contena en celdas de oro lquido, en panales, lo que llor la aurora, si es nctar lo que llora, y la abeja que madruga a [para] libar flores y chupar cristales enjuga antes que el Sol.

Notas: Segn la mitologa, el roco son las lgrimas de la Aurora, que todava llora la muerte de su hijo Memnn a manos de Aquiles, sucedida en la guerra de Troya. De todos modos, la naturaleza del roco era fuente de controversias. Pilinio cita tres teoras: O es sudor del cielo, o la saliva de ciertas estrellas o el jugo del aire que se purifica.

Observaciones: La orza contena unos panales de miel. Notemos que literalmente dice que la orza contena nctar. Se trata de una metonimia, como cuando llama abeto a un barco. La orza contena nctar transformado en miel por las abejas. La abeja que madruga a libar flores y chupar cristales de nctar, enjuga (seca) las flores de su nctar antes de que lo haga el Sol. En la poca de Gngora se confunda el nctar de las flores con el roco y describe a ste como las lgrimas de la Aurora con la reserva del segundo verso, que alude a las otras explicaciones que se proponan para dicho fenmeno.

No exceda la oreja

el pululante ramo

330

del ternezuelo gamo

que mal llevar se deja,

y con razn, que el tlamo desdea

la sombra aun de lisonja tan pequea.

Prosificacin: No exceda la oreja el pululante ramo del ternezuelo gamo que mal se deja llevar, y con razn, que el tlamo desdea aun la sombra de lisonja tan pequea.

Observaciones: Los cuernos (el ramo) del gamo eran an tan pequeos que no sobrepasaban sus orejas. El gamo hace bien negndose a ir a la boda, pues el lecho nupcial no quiere ver ni la sombra de unos cuernos, por pequeos que sean.

Comentarios: Las notas humorsticas (e incluso maliciosas, como sta ltima) sugieren la animada charla con la que deban distraerse los serranos. En los ltimos cincuenta versos Gngora ha descrito con detalle, admiracin, sentido del humor y, sobre todo, con un exquisito sentido potico, una ternera, una vaca, gallinas, cabritos, conejos, pavos, perdices, miel y una cra de gamo.

El arco del camino, pues, torcido

335

que haban, con trabajo,

por la fragosa cuerda del atajo

las gallardas serranas desmentido,

de la cansada juventud vencido,

los fuertes hombros con las cargas graves

340

treguas hechas suaves,

sueo le ofrece a quien busc descanso

el ya saudo arroyo, ahora manso:

merced de la hermosura que ha hospedado,

efectos si no dulces del concento

345

que, en las lucientes de marfil clavijas,

las duras cuerdas de las negras guijas

hicieron a su curso acelerado

en cuanto a su furor perdon el viento.

Prosificacin: Vencido, pues, de [por] la cansada juventud el torcido arco del camino que las gallardas serranas haban desmentido con trabajo por la fragosa cuerda del atajo, hechas treguas suaves los fuertes hombros con las cargas graves, le ofrece sueo a quien busc descanso el arroyo, ya saudo, ahora manso: merced de la hermosura que ha hospedado, si no [son] efectos dulces del concento que hicieron a su curso acelerado las duras cuerdas de las negras guijas en las lucientes clavijas de marfil en cuanto el viento perdon a su [propio] furor.

Observaciones: Las serranas haban desmentido al camino porque ste "deca" que haba que seguir su recorrido, mientras que ellas demostraron que no era necesario al atajar por la cuerda del arco. Los serranos han seguido el camino porque iban cargados. Sus hombros luchaban con las pesadas cargas que llevaban. Cuando los serranos dejan su carga para descansar un poco, la lucha se detiene temporalmente, luego los hombros y las cargas han establecido una tregua. En el verso 343 "ya" quiere decir "antes" (notemos que "ya" en castellano puede hacer referencia tanto al pasado, como al presente, como al futuro: "ya lo he hecho", "ya lo estoy haciendo", "ya lo har"). El arroyo incita a dormir a los que se recuestan junto a l para descansar. Antes estaba furioso y ahora manso, porque el terreno era ya menos empinado (esto ya se dijo en el verso 242). Sin embargo, Gngora ofrece dos explicaciones alternativas: al arroyo se le ha pasado el mal humor al contemplar a las serranas que estaban descansando junto a l (hasta que se han levantado para recibir a los hombres), o bien su mansedumbre es efecto de la msica que produce l mismo ms arriba, donde su curso todava era acelerado. La alegora de los ltimos versos en la que el arroyo es comparado con una guitarra es una variante de otra ms clara que aparece en una cancin anterior:

Sobre trastes de guijas

cuerdas mueve de plata

Pisuerga, hecho ctara doliente;

y en robustas clavijas

de lamo las ata

hasta Simancas,

que le da su puente.

Al son, pues, deste instrumento

parta un pastor sus quejas con el viento:

"Oh ro, le deca,

que al tronco menos breve

le guarnecen de perlas tus espumas...

En esta cancin las cuerdas son el agua, mientras que las guijas son los trastes (que en la guitarra estn debajo de las cuerdas), porque estn sumergidas, y las clavijas son los rboles cuyos pies blanquea la espuma. En la Soledad las guijas son las cuerdas, que recorren transversalmente el cauce del arroyo como cuerdas sujetas por los rboles, que son las clavijas de marfil (tambin blanqueadas por la espuma). La diferencia puede explicarse porque el arroyo es poco profundo, y las guijas no estn sumergidas, sino que sobresalen en la corriente. Quiz cabra pensar en el agua como la mano que hace sonar las cuerdas. Esta msica era tan tenue y suave que slo se hizo audible cuando el viento dej de soplar. (No es razonable imaginar el viento silbando en un da tan apacible, pero un viento no excesivamente fuerte puede hacer sonar a los rboles e imponerse sobre el murmullo del arroyo.)

Comentarios: Una vez ms Gngora utiliza la sintaxis como recurso expresivo: para dar idea del largo y fatigoso camino que han tenido que seguir los montaeses usa una larga y fatigosa frase, encabezada por dos largos ablativos absolutos llenos de subordinaciones y que luego se prolonga en largas explicaciones.

Menos en renunciar tard la encina

350

el estranjero errante,

que en reclinarse el menos fatigado

sobre la grana que se viste fina

su bella amada, deponiendo amante

en las vestidas rosas su cuidado.

355

Saludlos a todos cortsmente

y, admirado no menos

de los serranos que correspondido,

las sombras solicita de unas peas.

Prosificacin: El extranjero errante tard menos en renunciar [a] la encina [de lo] que [tard] el [serrano] menos fatigado en reclinarse sobre la fina grana que se viste su bella amada, deponiendo amante su cuidado en las vestidas rosas. Saludlos a todos cortsmente y, no menos admirado de [por] los serranos que correspondido, solicita las sombras de [a] unas peas.

Observaciones: El peregrino estaba escondido en el hueco de una encina, pero, en cuanto vio que las serranas se reunan con sus prometidos, la abandon inmediatamente para acercarse a ellos. Cuando lleg, los serranos ya se haban reclinado sobre el regazo de sus amadas, depositando en ellas el cuidado de s mismos. Los serranos correspondieron al corts saludo del peregrino con tanta cortesa como admiracin. Luego el peregrino pide sus sombras a unas peas, es decir, se sienta a la sombra de unas peas.

Comentarios: Recordemos que el peregrino haba permanecido escondido porque hubiera sido embarazoso si lo hubieran encontrado slo con las mujeres.

De lgrimas los tiernos ojos llenos,

360

reconociendo el mar en el vestido,

que beberse no pudo el Sol ardiente

las que siempre dar cerleas seas,

poltico serrano,

de canas grave, habl desta manera:

365

Prosificacin: [Un] poltico serrano, grave de canas, [con] los tiernos ojos llenos de lgrimas, reconociendo el mar en el vestido [del peregrino], que el Sol ardiente no pudo beberse las seas cerleas que siempre dar, habl de esta manera:

Observaciones: Poltico (de la ciudad) se opone a villano, que Gngora usa siempre sin sentido despectivo. Como se ve despus, el anciano no es un campesino, sino un mercader que, despus de sufrir una desgracia, se ha refugiado en el monte. El verso 362 alude a los versos 34-41, donde el Sol secaba el vestido del peregrino, pero dej manchas azules, caractersticas del agua del mar, que no pueden borrarse.

Comentarios: El poltico serrano va a iniciar un soberbio discurso de 137 versos en los que recorrer la historia de la navegacin con dos caractersticas singulares: Una es que Gngora evita el uso de todo nombre propio. Es una muestra de su asombrosa capacidad descriptiva. No necesita decir de qu est hablando para que quede claro de qu est hablando. La otra es que el discurso es despectivo. Su tesis es que la navegacin ha supuesto una batalla insensata entre el hombre y el mar, y que los beneficios que haya podido reportar no compensan las vidas y los desastres que ha costado. Esta postura, nada habitual en la poca, encaja perfectamente en el plan de las Soledades: Gngora quiere menospreciar la corte frente al campo, y los descubrimientos y las conquistas eran uno de los mayores orgullos de la corte.

Cul tigre, la ms fiera

que clima infam hircano,

dio el primer alimento

al que, ya deste o de aquel mar, primero

surc, labrador fiero,

370

el campo undoso en mal nacido pino,

vaga Clicie del viento

en telas hecho, antes que en flor, el lino?

Prosificacin: Cul Tigre, la ms fiera que infam [el] clima hircano, dio el primer alimento al que, [como un] labrador fiero, surc primero el campo undoso ya deste o de aquel mar, hecho el lino vaga Clicie del viento, en telas antes que en flor?

Notas: Clicie era una ninfa enamorada de Apolo, el dios del Sol, por quien fue abandonada. Entonces se convirti en una flor, pero contina enamorada del Sol y por eso sigue su curso a lo largo del da: es el heliotropo, o girasol.

En la antigedad se pensaba que un hombre heredaba a travs de la leche las caractersticas de la nodriza que lo amamantaba. Por ello San Agustn recomendaba a las cristianas que no confiaran a sus hijos a nodrizas paganas. De ah viene tambin la expresin "ser de mala leche", actualmente corrompida y reinterpretada de forma ms burda.

Hircania era la regin de Asia situada al sudeste del mar Caspio.

Observaciones: "Cul" es aqu un cultismo, con el sentido de "qu clase de". En latn, "tigre" es masculino en prosa, pero femenino en poesa. El anciano afirma que el primer insensato que se atrevi a enfrentarse al mar deba de ser extraordinariamente fiero, y tanta fiereza en un hombre no puede explicarse a no ser que la haya bebido de un tigre. Por ello se pregunta qu clase de tigre (que debi de ser el ms fiero que, por su crueldad, dio mala reputacin a Hircania) amamant (transmitindole as su ferocidad) al primero que surc el campo del mar (ste o aqul, fuera el que fuera) con un barco (un maldito pino) como si fuera un arado, habiendo convertido al lino (en forma de telas en vez de en forma de flor) en una vaga Clicie del viento, es decir, habiendo convertido al lino en velas que se encaran al viento igual que el girasol se encara al Sol. "Vagas" significa aqu "mviles", en contraste con el girasol, que est fijo en el suelo.

Comentarios: La mencin del tigre hircano es una alusin al pasaje de la Eneida donde Dido reprende a Eneas (hijo de Afrodita, descendiente de Drdano):

Nec tibi diua parens, generis nec Dardanus auctor,

Perfide! Sed duris genuit te cautibus horrens

Caucasus, Hyrcanaeque admorunt ubera tigres.

[Y no eres hijo de una diosa, ni Drdano es el fundador de tu estirpe,

Prfido! Sino que te cri el horrible Cucaso en sus duras rocas,

y las tigres hircanas te dieron el pecho.]

As, con la alusin al tigre hircano, Gngora est evocando todas las lindezas que Dido le dice a Eneas y las traspasa a este primer marino.

Es interesante la forma en que Gngora usa el mito de Clicie adaptndolo drsticamente a otro contexto: las velas son como Clicie, pero del viento y no del Sol, pero transformadas en telas y no en flor, pero vagas y no fijas.

Ms armas introdujo este marino

monstro, escamado de robustas hayas,

375

a las que tanto mar divide playas,

que confusin y fuego

al frigio muro el otro leo griego.

Prosificacin: Este monstruo marino, escamado de robustas hayas, introdujo ms armas a [en] las playas [a las] que divide tanto mar, que confusin y fuego [introdujo] el otro leo griego al [en el] muro frigio.

Observaciones: Estos primeros barcos, monstruos marinos escamados de robustas hayas (los remos), llevaron la guerra a las playas, fueron como un caballo de Troya (el leo griego que atraves el muro de Troya, en Frigia) con los que se pudo atacar playas lejanas.

Comentarios: Son versos demasiado generales, pero describen muy bien la situacin del antiguo Egipto, que estuvo tranquilo y protegido por el mar y los desiertos hasta que fueron atacados por brbaros que llegaron en barcos (a los que llamaron "pueblos del mar"), cosa que los egipcios nunca haban imaginado que fuera posible.

Nutica industria investig tal piedra

que, cual abraza yedra

380

escollo, el metal ella fulminante

de que Marte se viste y, lisonjera,

solicita el que ms brilla diamante

en la nocturna capa de la esfera,

estrella a nuestro Polo ms vecina,

385

y, con virtud no poca,

distante la revoca,

elevada la inclina,

ya de la Aurora bella

al rosado balcn, ya a la que sella

390

cerlea tumba fra

las cenizas del da.

En esta, pues, findose atractiva

del norte amante dura, alado roble

no hay tormentoso cabo que no doble395

ni isla hoy a su vuelo fugitiva.

Prosificacin: [La] industria nutica investig tal piedra que, cual [la] yedra abraza [el] escollo, ella [abraza] el metal fulminante de que se viste Marte y, lisonjera, solicita el diamante que ms brilla en la capa nocturna de la esfera, [la] estrella ms vecina a nue