ECUADOR: DESTINO CONFIABLE DE INVERSIONES

Guayaquil, enero 31/2020

Buenos días con todos. En primer lugar, quiero agradecer la

gentileza de la muy prestigiosa Universidad Espíritu Santo, por

acogernos acá en su casa, que con seguridad es la casa de todos

nosotros. Así lo he sentido siempre.

Antes de leer unas pocas palabras que hice para ustedes,

quisiera manifestar algo desde la experiencia personal, y

referirme a lo que dijo Carlos (Cueva, presidente del directorio de DIFARE).

Tienes toda la razón. Has topado un punto fundamental, crucial:

preocuparse y prestar mucha atención a las instancias que

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parecen ser las más humildes dentro de las empresas y de las

sociedades. Allí es donde se dan las grandes fallas, que resultan

exponencialmente multiplicadas el momento en que lo aplica

una persona de los niveles altos.

Prestar mucha atención a los pequeños detalles, al ejercicio de

actividades que parecen ser humildes, pero que, en su momento,

son las que componen las grandes decisiones.

Ejemplos al canto. Ustedes deben haber oído del efecto

mariposa. Deben haber hablado acerca del caos, acerca de la

influencia sutil. Sí, son elementos que los extrae la gente de las

experiencias científicas y las traslada a las actividades

empresariales.

Jamás dejen de investigar, de averiguar, de preocuparse de que

las conclusiones que ustedes pongan en práctica, devengan de

los últimos adelantos de la ciencia y la tecnología. Preocuparse

siempre de estar al día en la tecnología de punta, en la ciencia de

última generación, para poder tomar las decisiones.

Miren lo que ocurría a finales del siglo 18. Iniciaba la Revolución

Industrial, prácticamente basada en los postulados de Sir Isaac

Newton, en las leyes de la fuerza, en las leyes de la potencia, de

los desplazamientos, que terminaron generando en los

empresarios otro concepto de producción. ¿Cuál era ese

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concepto? Aquel que se basaba en la fuerza, en la imposición, en

la individualidad, en el egoísmo. Por eso, en esas circunstancias,

sin preocuparse de los pequeños detalles, esos empresarios

lastimosamente sacaban adelante sus empresas a costa del

sacrificio extremo de los más pobres.

Charles Dickens escribió de ello y, vehementemente, recalcó lo

terrible que fue la Revolución Industrial, principalmente para los

más pobres. Esas leyes de la física determinaban un tipo de

comportamiento individualista, de acumulación desmedida en

desmedro de los derechos de los más necesitados. Pero los

tiempos cambian, y las empresas y los profesionales que no

cambian están destinados definitivamente al fracaso.

El ser humano está destinado a cambiar. Morfológicamente,

anatómicamente, fisiológicamente, neurológicamente, e

inclusive espiritualmente. El universo cambia de manera

permanente, y nosotros estamos diseñados de manera especial

para cambiar. Por eso los hombres de Cromañón, del

pithecanthropus erectus, tienen una sustancial diferencia con el

hombre actual.

El hombre ha aprendido a multiplicar la satisfacción de poder

cumplir con las condiciones a las que se ha visto sujeto. No

olviden que el hombre convierte la parte instintiva en

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condicionada, y de allí en hábitos y costumbres que determinan

el presente y el futuro de la humanidad.

Queridos amigos: con una experiencia que tengo de casi

cincuenta años de empresario, me parece que el emprender

debería ser una asignatura de colegio. Así, los muchachos que

por A o B circunstancias no puedan aprobar la prueba Ser

Bachiller –sea buena o mala– sepan qué hacer, sepan a qué

dedicar su vida. Que no esperen que el Estado les proporcione

absolutamente todo, y peor un cargo en el paquidérmico aparato

estatal. ¡Ya no hay, ya no hay lugar!

Está loco el que cree que puede obtener un puesto, y loco el que

cree que es fácil sacar a una persona que la metieron en el

sistema burocrático, por varias razones que todos ustedes las

conocen y que en este momento no me place presentarles.

Emprender, aprender las cosas que suelen ser importantísimas

en la vida, mucho más que el dato histórico o la historia de

límites que nos hacían aprender de memoria, más allá que saber

qué escribían Góngora y Argote, Shakespeare, Milton, etcétera.

Más que eso, sirven los elementos para la vida diaria. Sería

bueno ponernos a trabajar, a pensar en cosas que realmente

sean prácticas y que puedan enseñarles a sus hijos, a los jóvenes,

a los alumnos: cómo vivir, qué hacer en la vida.

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Qué bueno hubiera sido que en el colegio me enseñaran a

emprender, y a tener logros con base en las experiencias de

otros. Qué bueno hubiera sido que alguien haga lo que yo hago

este momento con ustedes, que me enseñen cómo actuar bien

para conseguir una posición política, para conseguir el éxito que,

por ejemplo, Carlos ha tenido en su empresa junto con su

esposa.

¿Cuántos de ustedes han estudiado Marketing? ¿Mercadeo

político? ¿Maestrías? Bueno, este momento los voy a convertir

en maestros en ciencia política y en ciencia empresarial. Lo único

que hay que saber es qué desea la gente, y qué va a desear en el

futuro. Lo más importante es saber qué quiere la gente. Pero eso

no significa que si la gente tiene deseos no éticos, yo debo

cumplirlos. Ahí está tu ética.

Kodak, Xerox, desaparecieron por no prestar atención al deseo

de la gente, y a cómo se presentaba el futuro de las empresas.

Quiero agradecer a ustedes por confiar en nosotros. Por confiar

en lo que podemos proporcionar a los empresarios para

ayudarlos a salir adelante. Siempre hemos creído en ustedes.

Desde el principio de la gestión como vicepresidente, siempre

recalqué al presidente de ese entonces la necesidad de

mantener una buena relación con los empresarios.

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Los empresarios son capitales importantísimos. No me refiero al

capital económico, sino a su capital importancia en la producción

de un país, en el bienestar, en el empleo, en la inversión. Por eso

el país los necesita. No es el gobierno el que los necesita,

queridos emprendedores.

Yo creo que a los jóvenes, a nuestros hijos, siempre debemos

enseñarles a emprender, aún en el supuesto de que no vayan a

hacerlo de manera empresarial en el futuro. Cualquiera que es

un profesional y oferta su trabajo, debe saber emprender.

Yo recuerdo que tenía en la empresa un excelente vendedor, que

un día me dijo: Señor gerente: quiero que me aumente el sueldo.

Entonces le dije: las condiciones no están como para aumentarte

el sueldo. Y él me dijo: quiero que sepa que si no me aumenta el

sueldo, hay tres empresas que andan atrás mío. Yo le pregunté:

¿qué empresas son? La de agua, la de luz y la de teléfono. Me

vendió la idea y le aumenté el sueldo ese momento, porque

sabía vender una idea.

Los profesionales saben que necesitan vender la idea de que

pueden construir bien una casa, de que pueden curar una

enfermedad. Tienen que vender la idea de que pueden hacerlo.

Por eso es importante que nuestros jóvenes, en la actividad de

emprender, sepan vender ideas. Lo demás es complemento.

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No vendes cuando se firma el contrato, no señor. Tú vendes el

día anterior, cuando planificas qué hacer para poder hablar

acerca de las bondades del producto o servicio. Y al visitar al

cliente sabes de sus gustos, de sus aficiones, y le presentas una

alternativa de solución para su empresa. No como un favor para

ti, sino como el hombre que llega a solucionar un problema.

Todo eso deben enseñarnos en las escuelas y colegios: ¡cómo

hacerlo de manera adecuada!

Por eso recalco la necesidad de que nosotros estemos siempre

actualizándonos. Nunca dejemos de actualizarnos. Y una de las

actualizaciones que necesitamos este momento, es empezar a

analizar los conceptos básicos, principalmente éticos y sociales,

que surgen de las últimas investigaciones en el campo de la

física.

Ahora vivimos otra física. Hablé hace un momento acerca de la

teoría del caos, de la influencia sutil y del efecto mariposa.

Ahora, estamos viviendo cotidianamente la mecánica cuántica.

Los celulares son mecánica cuántica, la ciencia nuclear es

mecánica cuántica.

Si quieren investigarlo, háganlo, porque de esas conclusiones se

pueden sacar conceptos básicos para poder comportarnos en la

vida, en las empresas, en los negocios, en nuestra profesión. O

en la actividad política. 7

Nosotros hemos signado como política de gobierno el diálogo.

No existe mejor manera de entenderse con los demás que

dialogar. A veces, los seres humanos seguimos conservando el

principio físico que determina un comportamiento ético, por

ejemplo, del egoísmo, de creer que todo tengo que lograrlo solo.

Ahora no. Ahora la gente se junta, aprovechando las disciplinas

variadas que cada quien domina. Se juntan y forman empresas,

forman órganos de investigación. Antes, la investigación

generalmente la hacía la gente en solitario.

El sistema que rige nuestro comportamiento social y el universo,

es un sistema complejo en el cual deben participar todos los

elementos, para que actúen concatenadamente en el logro de

objetivos comunes. Ahora la gente se agrupa, hace consejos,

hace centros de investigación en los que participan muchas

personas. Estamos viviendo otra época y debemos

acostumbrarnos a ella. Por supuesto, este no es el momento

para explicar todo aquello, pero creo que era importante

decírselo.

También debemos enseñar a nuestros estudiantes que no es la

idea el momento final de una investigación. No es la idea, es la

acción. Es en la práctica cuando debemos verificar la realidad de

las teorías que hemos planteado.

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Vivimos la década pasada una ideología que pensábamos que era

la correcta. Y generalmente, en los cafetines o bares en donde

bebíamos guayusa con algo de licor, creíamos que teníamos

resuelto el mundo, pero jamás conseguimos algo.

Hay que demostrar en la práctica la terrenalidad de la teoría. Ahí

tenemos la teoría del socialismo del siglo 21. Completamente

fracasada en términos de política internacional. Completamente

fracasada en política económica. Completamente fracasada en

política social.

Cuando ganamos las elecciones y recibí la presidencia, me

dijeron un término que se ha vuelto la manera de ridiculizar la

falsedad con que dejas las cosas: “está la mesa servida”. Y

cuando pedí al ministro de Economía que me diera información –

que a propósito me daba a cuentagotas, porque pertenecía y

sigue perteneciendo a la ideología anterior–, escuchaba cosas

como: he descubierto que debemos 2 mil o 3 mil millones de

dólares más; he descubierto que en Petroecuador hay una deuda

de 5 mil, 4 mil, o 3 millones de dólares; he descubierto… Todas las

semanas descubría deudas nuevas. Una deuda que

supuestamente era de 27 mil millones dólares, se convirtió en

casi 70 mil millones. ¡Esa era la completa verdad!

(Hace 20 años aproximadamente –como prediciendo el futuro–

hice una broma: están en un avión una señorita y a su lado se 9

sienta un cura. De repente se incendian los motores y el avión

empieza a caer en picada. La señorita grita desesperada, el curita

le coge de la mano, y le dice: hija mía, no te preocupes, vamos a

ir directamente al cielo. Y la señorita le dice: perdóneme

padrecito, pero creo que vamos en dirección contraria.)

Eso es lo que pasaba con el país, y es una experiencia que espero

no la volvamos a repetir nunca más.

Por eso hemos creado los incentivos y las condiciones para

invertir en el país. El resultado: 76 empresas han firmado

contratos de inversión con el Estado desde 2017, por más de 2

mil millones de dólares y generan 10 mil empleos. ¡Una inversión

real, tangible!

Para ello la confianza en el gobierno y la seguridad jurídica que

brindamos, ha sido fundamental.

Muchísimas gracias por la inversión que ustedes hacen, porque

recae fundamentalmente sobre aquello que más nos interesa, a

ustedes como empresarios y a nosotros como gobierno: atender

a los más necesitados, proporcionarles con la inversión, con la

producción, empleo a ellos y bienestar a sus familias.

Es alentador ver cómo nuestras políticas han superado las

expectativas, y muy probablemente van a seguir haciéndolo.

Tenemos ya 157 compromisos de inversión por 10 mil millones

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de dólares. Ese es el involucramiento que necesitamos del sector

privado para salir adelante.

Ecuador es el país más lindo del mundo, con las mayores

oportunidades. En ninguna otra parte van a encontrar un país

tan megadiverso como Ecuador. Aquí hay como invertir en

minería, en agricultura, en ganadería, en comercio, en

importación, en exportación, en pesca. Es un país para invertir en

lo que tú desees.

Ayer estuvimos en Palora, en la provincia de Morona Santiago, y

vimos que ahí están produciendo pitahaya en grandes

cantidades. Algún momento visité en Rocafuerte a un señor, que

decía haber acumulado en cuatro años 10 millones de dólares de

utilidad, solo produciendo pitahaya. Y él decía: únicamente

exporto a Madrid, porque no me alcanza para más.

Solo había cubierto el mercado de Madrid, y por eso estaba

incentivando, enseñando a los campesinos cómo producir de

manera adecuada la pitahaya, y cómo exportarla. Esta idea la

comunicamos a la gente de Palora, y ahora está convirtiéndose

en un extraordinario productor. Están exportando 41 millones.

Miren ustedes: podemos tener la mejor pitahaya del mundo.

No solo tenemos el mejor cacao fino de aroma del mundo, y se

los digo por una experiencia personal. Cuando era enviado

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especial de las Naciones Unidas en Ginebra, me visitaron el

gerente de Ferrero y el presidente de Nestlé, que falleció el año

pasado. Y me dijeron: tenemos información de que usted va a

ganar las elecciones en Ecuador. Le rogamos, por favor, que

nunca dejen de producir el cacao fino de aroma.

Ese cacao tuvo mucho éxito a fines del siglo antepasado y

principios del pasado, y se está convirtiendo en un gran producto

de exportación. No existe producción de chocolate en el mundo,

que no se precie de tener el cacao fino de aroma de Ecuador.

El anterior embajador de Israel un día llegó a la vicepresidencia y

me dijo: te traigo un regalo, toma esta caja. Vi que estaba vacía y

le dije: ¿no se te olvidó llenarla? Y me dice: no, mira la foto…

dice helado Magnum, hecho con cacao fino de aroma de

Ecuador, con grandes letras. En Israel, la gente no pide un

Magnum, sino “un Ecuador”. Esas son cosas que no las sabemos.

En los viajes que he realizado, siempre me interesa observar en

las chocolateras qué tipo de cacao usan. Es el ecuatoriano y

ponen en los letreros: “Hecho con cacao fino de aroma de

Ecuador, el mejor cacao del mundo”.

Vamos a la mejor pitahaya del mundo, el mejor cacao del

mundo, el mejor atún del mundo, el mejor banano del mundo,

reconocido desde hace mucho tiempo.

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Los langostinos más consistentes del mundo, son ecuatorianos.

Recuerdo que en Ginebra pedí langostinos a la plancha, y me

pasaron unos langostinos vietnamitas. Era la primera vez que no

comía langostino, sino que chupaba langostino. No había nada

de carne. Por eso un empresario quiteño empezó a exportar

camarón ecuatoriano hacia Migros, Lakol y Manor. Y ahora, los

Países Bajos se está convirtiendo en uno de los más grandes

importadores de camarón ecuatoriano.

Ustedes que han viajado por el mundo, ¿han encontrado en

alguna parte mayor biodiversidad que la que existe en el país?

Diversidad de clima, diversidad paisaje, de producción, de fauna,

de flora. Es como que en este país pequeñito convergieran todas

las bondades del mundo. ¡Todo está cerca!

El señor Simon McDonald, canciller de Inglaterra, me vino a

visitar y me dijo que la reina me invitaba a visitar Inglaterra. Por

supuesto que voy a ir, acompañado de un grupo de empresarios

que van a contar allá las bondades de este país maravilloso.

Y yo le decía: ¿usted quiere conocer la Amazonía? ¿Sabe dónde

se encuentra la Amazonía más cercana? Aquí en Ecuador, a tres

horas y media. Y a una hora y media está iniciando el ascenso a

la cima del volcán nevado más cercano al sol. ¿Cuánta gente

sabe que la cima del Chimborazo es el sitio más cercano al sol?

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Alguien me dirá que hay montañas más altas, como el

Huascarán, el Aconcagua, los Himalaya, el Everest. Sí, son más

altos. Pero en la Línea Equinoccial la curvatura del globo

terráqueo es más cercana al sol. Imagínense cuánta gente

aficionada al esoterismo podría venir a Ecuador para estar en el

sitio más cercano al sol.

Cuando fui director de la Federación de Cámaras de Turismo del

Ecuador, una persona me dijo: ¿por qué ir a Ecuador? Yo le dije:

porque Ecuador es el sitio donde las ballenas vienen a hacer el

amor. ¿En dónde prefieren ustedes hacer el amor? ¿En un sitio

inhóspito o en un sitio lindo? Pues las ballenas vienen a hacer el

amor aquí, en las costas ecuatorianas.

Hay elementos objetivos y subjetivos en vender las ideas.

Ustedes y nosotros tenemos un mismo propósito: generar

riqueza, generar crecimiento y empleo de calidad. Tienen todo

nuestro apoyo, porque más del 90% del empleo adecuado está

en la actividad empresarial. Ecuador no puede crecer sin ustedes.

Cometimos un error inmenso, y mil disculpas en la parte que a

mí –por acción u omisión– me correspondió, por no haber dado

al empresariado la importancia que se merece. Pero ahora es

otro momento.

Hice amistad con el presidente Xi Jinping, de China, cuando

ambos fuimos vicepresidentes, y por eso es tan 14

condescendiente, tan afectuoso y hasta generoso con nosotros.

Él me explicaba que el mecanismo es decir a la gente que somos

todavía un socialismo, y actuar con el capitalismo.

De ahí saqué la idea de que –lo digo de manera simbólica– el

verdadero socialista es el que produce con la derecha y reparte

con la izquierda. La derecha no es buena distribuidora porque

tiene muchos propósitos, a veces de vanidad de acumulación, a

veces de vanidad de poder comprar cierto tipo de artículos, que

a lo mejor le dan posicionamiento social. No es muy buena

distribuidora, pero es excelente productora.

Entonces no le he de dar a la derecha la primicia de repartir, así

como no le puedo dar a la izquierda la de producir, porque no

sabe hacerlo. Desde el socialismo del siglo 21 hay más de 15

empresas quebradas, y no sabemos qué hacer con ellas. La

gente nos dice, ciérrelas, ¡pero no hay cómo!

Para cerrarlas necesitamos que tengan contabilidad. No hicieron

contabilidad ni auditorías, precisamente para autoprorrogar de

manera permanente sus esquemas de ineficiencia y producción.

Y son sistemas que, generalmente, devienen en corrupción.

Claro que somos socialistas, ustedes y nosotros, porque sabemos

perfectamente qué dar a cada quien: a los empresarios la tarea

de producir y al gobierno socialista la tarea de repartir. De esa

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forma logramos el tan ansiado equilibrio entre las dos

posiciones.

No existe país que haya salido adelante sin la iniciativa y el

empuje de la iniciativa privada. Por eso hemos convertido en

política de Estado la promoción y atracción de las inversiones.

La verdad es que ganar nuevamente la confianza internacional

nos ha costado mucho trabajo, pero lo logramos. Ahí está ese

crédito de los organismos multilaterales que nunca antes se

había dado en el mundo, para ayudar a salir adelante un país.

Nunca el Banco Interamericano de Desarrollo había dado la

garantía para un bono social. Son 400 millones de dólares, que

por el efecto multiplicador que tiene la tarea bancaria, se

convierten en 1.350 millones a disposición de quienes quieran

tener vivienda. Ahora sí, de forma fácil, con poca o ninguna

entrada, y con una cuota mensual mucho más baja de lo que la

persona paga por arriendo, y pueda tener casa o departamento

propio.

La confianza internacional es importante, pero debemos seguir

generando esa confianza mejorando la política laboral. Entiendo

que Iván (Ontaneda, ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y

Pesca) debe estar permanentemente dialogando con ustedes. El

diálogo, señores empresarios, es fundamental para saber qué

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reformas laborales necesitan, y qué reformas –con toda la

concesión y generosidad que puedan tener ustedes– no pueden

imponer a los trabajadores, ni ser aceptadas por ellos.

Impulsamos la Ley de Fomento Productivo, con importantes

incentivos. Por ejemplo, la exoneración del impuesto a la renta

hasta veinte años en inversiones nuevas y en sectores que

necesitamos priorizar; o la exoneración del impuesto a la salida

de divisas, por la importación de bienes o materias primas.

Es tan positiva la ley, que desde su aprobación aumentó 130% el

número de contratos de inversión. ¡Eso significa confianza, eso

significa confianza! Esos contratos tienen como requisito una

inversión base de 1 millón de dólares, que sea nueva y

productiva y, por supuesto, que genere empleo. ¡Así todos

ganamos!

Cuenten con nuestro compromiso de seguir apoyándolos y

dándoles seguridad para invertir. Hemos puesto a BanEcuador, a

la Corporación Financiera Nacional, a CONAFIPS a disposición de

todos los empresarios y emprendedores. Ahora, como nunca

antes, es fácil conseguir un crédito.

Las brigadas Toda una Vida acuden a entregar créditos de bajo

monto a los campesinos. Han visitado más de 300 parroquias

donde se entregan créditos de bajo monto, sin las garantías que

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antes les exigían. La gente solo debe presentar un proyecto de lo

que quiere hacer, en qué quiere invertir, cómo piensa hacerlo,

cómo piensa satisfacer la demanda de un producto o un servicio.

Ahora que se habla mucho de la prueba Ser Bachiller, pondría

una calificación de entre 10 y 20 puntos a aquel joven que

presente un proyecto de inversión. Y lo calificaríamos. De esa

forma podríamos aprovechar las potencialidades naturales que

tiene una persona, para convertirlas en su proyecto de inversión.

En un proyecto de vida que le permitiría trabajar, producir,

seguir invirtiendo y generar empleo y bienestar.

¡Hemos entregado 4.600 millones de dólares en 611 mil créditos!

¡Óigaseme bien: 611 mil créditos! Eso, sin duda alguna, genera

empleo y grandes oportunidades de emprendimientos.

Ustedes tenían la libertad de invertir fuera del país, pero

decidieron hacerlo aquí. Gracias por ello, porque hay una dosis

de patriotismo el momento en que prefieren invertir acá, donde,

lastimosamente, a veces tenemos demasiados nubarrones de

pesimismo. Por favor: tenemos que cargarnos de optimismo.

Solo el optimismo, y el accionar adecuado de los empresarios,

permitirá que no volvamos a caer en momentos difíciles para

todos, como ocurrió en el pasado.

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Miles de compatriotas les agradecen su confianza, porque aquí

hay mucho para explorar, descubrir y explotar. Sobran los

ejemplos: turismo, cultura, agro... Ecuador es riquísimo en

muchos aspectos y necesita gente de talento, como ustedes.

Pero no únicamente de talento, sino fundamentalmente de

acción.

Queridos amigos: nunca la empresa privada ha recibido tanto

apoyo como ahora, en el gobierno de ustedes. Nunca ha sido tan

fácil ser emprendedor y poner a producir sus ideas y

capacidades. Nunca había sido más atractivo invertir en Ecuador.

Seguramente muchas empresas seguirán sus pasos y concretarán

compromisos de inversión, porque hoy Ecuador es un país que

confía en ustedes, y en el que ustedes también pueden confiar.

Reciban siempre mi abrazo, fraterno y de gratitud.

Gracias por lo que hacen por el país.

LENÍN MORENO GARCÉS

Presidente Constitucional de la República del Ecuador

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