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Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses.

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Escena familiar en 1956 realizando tareas de la casa: abuela María Osorio, nieta Mª. Isabel Quesada, nuera Mercedes Bermejo y (p. siguiente) hija Segunda Alonso Osorio.


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V ÁLBUMDE FOTOS Al pueblo llegó la técnica fotográfi ca con un retraso notable si tenemos en cuenta que hasta 1910 (en que todavía se usaban los últimos daguerrotipos retocados a mano) no se conserva ninguna fotografía hecha aquí ni, que yo sepa, aparezca ningún bayarqui-no retratado, sin perjuicio de posibles y felices des-cubrimientos de hijos e hijas del municipio que, por distintos avatares históricos más o menos señalados (guerras, sobre todo), pueden aparecer en cualquier momento entre imágenes tomadas por especialis-tas sobre tales acontecimientos. Como en cualquier otro ámbito rural de la España humilde y, en nuestro caso, meridional, cabe hablar de dos grandes tipos de fotografía bayarquina: el retrato formal, siempre an-terior a 1965, realizado por fotógrafos profesionales para grandes ocasiones, como pueden ser una boda, un regalo de los padres ante la Primera Comunión, la llamada a fi las o la necesidad de documentar una si-tuación familiar de la que −quién sabe− incluso podían pender insospechadas ayudas de índole económica o administrativa…; y, de otro lado, la imagen informal, instantánea, accesible para cualquier familia desde que la coyuntura económica mejoró con el desarro-llismo y la fotografía pasó a formar parte del cúmulo de recuerdos que perpetúan momentos inolvidables, reuniones de amigos, etc.

El bayarquino siempre ha sido muy dado al jolgorio y la farándula, ergo el segundo grupo tiene notabilísi-mos ejemplos (véanse las signifi cativas imágenes de las rondallas), pero incluso el primer caso ofrece ti-pos que no pueden sustraerse a la sonrisa y la alegría entre el adusto gesto que les exige el fotógrafo o sus progenitores, sonrisas que contrastan con los imposi-bles decorados formales de aquellos tiempos. Hasta mineros y agricultores se resisten a abandonar el ges-to alegre arrasando y, a la par, anulando la desoladora estampa de miseria que los rodea.

La información para la elaboración de los pies de foto (fecha, propietarios de fotos, autorización para la reproducción, personajes identifi cados, etc) nos ha sido proporcionada por Ángeles Mi-rallas Jiménez, alcaldesa de Bayarque, a quien, una vez más, le agradecemos sus atenciones.


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O abuelas, o tías. Domina el blanco virginal, tráte-se de ellos o ellas, con un amor que inunda la cámara y los sentidos. En pose más formal (casi siempre otoñal o invernal) los colores se apagan y se prefi ere el repo-so. Destaca la bellísima estampa gitana, desenfadada y audaz, de la tía que juega con el niño (Ángel Martínez Mirallas), como también la surrealista u onírica de las niñas de blanco entre las pitas que coronaban la princi-pal era comunal donde hoy está la piscina municipal.

1 Madres con sus hijos

Mercedes Bermejo con su hija Silvia Alonso en 1960.

Ángeles Mirallas Jiménez con su sobrino Ángel en 1961. (Col: Ángeles Mirallas).

Corregir por Remedios López Mateo y sus hijos Federico (izda.) y Julio Martínez

Remedios López Mateo y su hijo Julio en 1963.


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Cazadores en ciernes que luego no pegarán un tiro, proto-señoritas con bolso que se adivina de la madre, imposibles petimetres con corbata y sombrero (pero el traje arrugado), gentlemen retratados como si lo fueran de toda la vida (recién llegados a Barce-lona), primos con mirada pícara (unidos sin saber aún que las familias se pelearán), bellas tardorrománticas de largas trenzas, jóvenes (otra vez Barcelona) que no pueden esconder la alpargata, niños obnubilados por la cámara, apariencias de gitana, miradas inquisido-ras, o dulces, escolares que huyen del libro e ignoran por completo la composición taxidermista del estu-dio fotográfi co, tules y encajes de ambiente navideño (de nuevo en la tierra de promisión catalana), Maribel (Quesada) con su Dolores en brazo (en dominical es-tampa sobre era de trilla), niños sobre jarapa en el campo (¿San Marcos? ¿Día de la Virgen de agosto?), ¡británicas poses!, otra vez bolsos (de la hermana ma-yor en comunión o boda), jugando en las calles del pue-blo, la Anitín en comunión con dulcísima mirada, Paco Recaredo inconfundible, el Quico intentando huir de su cuaderno, de nuevo la Anitín sobre la escuela, los primos Paco el de “Lacón” y Ángel de Isabel junto a una “vespa”, niños de los setenta, un arrogante tardobebé también en la puerta de la escuela, Juanita en aire de Lolita, niños de los Pérez, los Jiménez de Torres en bucólica estampa, aires granadinos, jotas imposibles, ¡tunas de diez años!, nuevas gitanas (alguna con tres acompañantes masculinos), el Quico bajo “las fl echas”, los del Chopo en el campo…

2 Niños

Francisco Jiménez Rubio y su hermana Carmen a comienzos del siglo XX.

Grupo de primos de las familias Mirallas-Jiménez y Jiménez-Mirallas. De izda. a dcha., Diego Jiménez, María Mirallas, Ángeles Mirallas, desconocido central, desconocida central, Isabel Jiménez y María Jiménez.

Isabel y Concepción Mirallas Jiménez en 1946.


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En el centro, las hermanas; a los lados, los primos: María del Carmen Sola, Carmen e Isabel Valverde y Federico Martínez en 1950.

Maribel Quesada Alonso sosteniendo a su hermana pequeña Dolores en la era en 1954.

Carmen, Rosa y Patrocinio Sánchez Rubio en 1922. (Col: María del Carmen Jiménez).


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Retratos de estudio de Conchita Amor Juana de Torres Maylinch en 1947 y 48. (Col: Juana Jiménez de Torres).

Maribel Quesada Alonso hacia 1951.


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Julio Martínez López en 1964. Manuel Francisco Quesada Alonso con pocos años delante del yugo y las fl echas a la entrada del pueblo (1956).

Ana Martínez Mirallas en la puerta de la escuela y con malos humos. 1968. (Col: Ángeles Mirallas).


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Juanita Jiménez de Torres vestida de sevillana y rodeada de cestas de mimbre en 1961. (Col: Juana Jiménez de Torres).

Grupo de niños en el colegio de la Mojonera hacia 1970. Detrás: Ana Lozano Fuentes y Ramón Martínez Martos. Delante: Carmen, Rafaela y Emilia Martínez Martos. (Col: Rafaela Martos).

Encarnita Jiménez López, Eloisa Jiménez Torres y Juanita Jiménez de Torres.

Isabel, Ángeles y Concepción Mirallas Jiménez en 1949.


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Fotos escolares de Francisco Corral Blanque y Manuel Francisco Quesada Alonso en 1962.

Francisco Martínez Mirallas y Ángel Martínez Mirallas en 1965, junto a la Vespa y con sus carteras de buenos estudiantes.


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Grupo de niños y niñas dispuestos para actuar en la fi esta del Colegio. Detrás, de pie: Francisco Martínez Quesada, Encarnita López Mateo y Francisco Mirallas Jiménez. Delate, arrodilladas: Juani Jiménez Torres, Trini Cuevas Sánchez y Carmen Mirallas Jiménez. (Col: Juana Jiménez de Torres).

María Iniesta Mateo en 1957. (Col: Juana Jiménez de Torres).

Presentación de Torres Muñoz en 1928.

Niñas del curso 1963 disfrazadas de tunas: María González Martínez, Encarnación Jiménez López, Carmen Mirallas Jiménez, Trinidad Cuevas Sánchez y Juana Jiménez de Torres. (Col: Juana Jiménez de Torres).


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Hasta bien mediado el siglo XX este trámite eclesiástico pasó en Bayarque prácticamente des-apercibido, habida cuenta la pobreza de los tiempos antiguos. Acaso una misa que la familia adornaba con algún conejo, huevo o vianda extraordinaria, o con una perrilla chica (o gorda, según los casos), era cuanto cumplía. Desde 1955 las familias pudientes empiezan a dotar al acto del acompañamiento fotográfi co for-mal, dominando el inevitable tema marino en ellos y el universal traje blanco con velo, misalito y rosario en ellas. A partir de 1960 la fi esta se fue universalizando hasta la desmesura actual.

3 Primera Comunión

Manuel Francisco Quesada Alonso el día de su Primera Comunión en 1963.

Los abuelos Maria Osorio y Manuel Alonso en la comunión del nieto José Manuel Alonso (1956)

Juan Quesada y Segunda Alonso con sus hijos: Dolores, Maribel (vestida de Primera Comunión) y Manuel, en 1956.


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Siempre se ha abusado de la coquetería feme-nina, pero en Bayarque el hombre no tiene nada que envidiar a la mujer en el exhaustivo cuidado de la pose ante las cámaras. En tal sentido, es curioso que en los primeros sesenta años del siglo XX abunden las refe-rencias al conocido estudio granadino de Reyes Cató-licos, 29, en la fotografía de estudio, donde predomina el tema militar y las bodas. De las muestras aquí ofre-cidas destacan dos grupos: el referido del servicio mi-litar y la pose de caballero que precisa acreditación de cualquier tipo (acaso para buscar novia). Se cuida has-ta el extremo el detalle de las guerreras, los tocados y las corbatas, evitando siempre la arruga en el traje. Es destacable la oval de época (señor de la Restauración, acaso cacique que ofrece poder y seguridad), pero también gustan la que ofrece dos generaciones (¿pa-dre e hijo?) o las que entrevén milicianos y soldados de la República (Bayarque fue territorio republicano hasta el fi nal de la última contienda civil), aunque muy pronto retornan los servicios de los 40 (alguno con aire de postal amorosa, en corazón sobreimpresiona-do en estampa urbana), 50 y 60, para seguir con nota-bles caballeretes y un fi nal barcelonés, como no podía ser menos.

4 Hombres

Federico Martínez y su primo Pepe en Francia hacia 1920.

José de Torres Rodríguez. 1911 (Col: Juana Jiménez de Torres).

Federico Sánchez Rubio.


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Rafael Martínez haciendo el servicio militar en Burgos en 1950. (Col: Concepción Mirallas Jiménez).


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Manuel Alonso Osorio en 1939.

El soldado José Manuel López retratado en el estudio de Luis Gómez (Reyes Católicos) de Granada.

Juan Quesada López en la mili de 1935.


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