giovanni paolo lomazzo

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arte de lo grotesco en la estética de teórico-pintor del Renacimiento Giovanni Lomazzo y su relación con la academia di Blenio

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  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 133 - 145

    Resumen

    La traduccin de esta antologa potica del terico del manierismo italiano Giovanni Paolo Lomazzo quiere dar a conocer en Espaa su faceta de poeta macarrnico que, bajo la apariencia de un rudo bracero bergamasco, compone versos en dialecto para expresar su inconformismo con el concepto tradicional del arte y la cultura de la elite milanesa. En la introduccin que la precede, se exponen algunas claves de lectura en torno al concepto de grottesco y su significado esttico en la

    Palabras claveteora italiana

    Abstract

    In praisedella ValTheoreticThe translatioLomazzos liwho makes vand culture inand its aesthe

    Key words:italian art the

    Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val

    di Blenio, por Giovanni Paolo LomazzoAproximacin terica, antologa y traduccin de sus poemas

    Mara Elena Manrique AraUniversit Cattolica del Sacro Cuore

    [email protected] lomaziana.

    : del arte, manierismo, grotesco, poesa macarrnica.

    of grotesque art and art workers in the Accademia di Blenio, by Giovan Paolo Lomazzo. al approach, anthology and translation of his poemsn into Spanish of this poetic anthology from manierism theorist Giovanni Paolo

    terary works tries to reveal him a macarronic poet disguised as a rude labourer, erses in dialect so as to express disagreement with the traditional concept of art Milan. In the introduction we suggest some clues of reading about the grottesco

    tic significance in the poetry by Lomazzo.

    ory, manierism, grotesque, macarronic poetry.

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006134 Mara Elena Manrique Ara

    * Este artculo ha sido realiza-do durante una estancia de investigacin en Miln, finan-ciada por el Programa Europa XXI del Gobierno de Aragn (CONSI+D) y la CAI (n de re-ferencia: CH 27/04). Agradezco al doctor Alessandro Rovetta, del Departamento de Studi Me-dioevali, Umanistici e Rinasci-mentali (Universit Cattolica del Sacro Cuore), que me brindase las condiciones adecuadas para desarrollar all este trabajo.

    1. Un ejemplo representativo es la Censura de 1569, en la que el arzobispo dictaminaba para los comediantes transgresores tratti di corda, carcere e sco-muniche. En 1581, monseor Speziano, su consejero, estable-ci una medida maquiavlica para ahuyentar de Miln a las gentes del teatro: tras presen-tar por escrito la comedia que queran interpretar, se les dara largas en su aprobacin hasta que renunciaran a trabajar all, agobiados por las prdidas. En Cervellati, Alessandro (1954), Storia delle maschere, Bolonia: Il resto del Carlino, p. 284-285. Como introduccin al contexto histrico lombardo bajo domi-nio espaol, vase Pissavino, Paolo y Signorotto Gianvit-torio (a cargo de) (1995), Lom-bardia borromaica. Lombardia spagnola. 1554-1659, Roma, Bulzoni; Brambilla, Elena y Muto, Giovanni (a cargo de) (1997), La Lombardia spagno-la. Nuovi indirizzi di ricerca, Miln, Unicopli; Mozzarelli, Cesare (coordinador) (2002), Grandezza e Splendori della Lombardia spagnola. 1535-1701, catlogo de la exposicin (Mi-ln, 10 de abril a 16 de junio de 2002), Miln, Skira.

    2. Recientemente, se ha cor-regido la fecha de su muerte, anterior en ocho aos a la de un zapatero homnimo. Va-se Giuliani, Marzia y Sacchi, Rossana (1998), Per una let-

    Darzoestrinclsinpredde ldad

    UnLo

    En un sin encoTesttradProprodePaoterlibrtradinte

    Lbajoun aposer popconcrealibe

    134homenajeados en el mencionado ttulo, trataban de superar la funcin meramente ilustrativa de los textos sagrados que a la pintura reservaba la literatura artstica contrarreformista. Por eso, no es casual que alaben con frecuencia obras de arte de corativo profano. Su preferencia esttica por lo cmico y lo grotesco, verbigracia la pintura de Ar cimboldi, o la devocin por los personajes de la commedia dellarte, elevados a protagonistas de sus propias composiciones poticas, prueban la variedad de sus intereses. Como artistas, se con-sideraban herederos de Leonardo, cuyos dibujos de teste grottesche coleccionaban con fruicin. Significativamente, ninguno de ellos trabaj en el cantiere del Duomo milans ni recibi comisiones del arzobispo Borromeo.

    Tan singular fenmeno cultural no tiene para-lelo en Espaa, aunque se hayan sealado influen-cias del discurso esttico de Lomazzo en dos de nuestros tericos del arte del siglo xvii, a saber, Vicente Carducho y Francisco Pacheco3. Tambin en Jusepe Martnez, autor de los Discursos practi-cables del nobilsimo arte de la pintura (ca. 1675), como veremos en seguida. Empero los nicos textos del terico lombardo que demuestran conocer los autores espaoles son el Trattato dellarte della pittura, scoltura et archittetura (1584) y la Idea del Tempio della Pittura (1590-1591), en concreto, Pacheco cita slo el primero. Parece lgico, ya que en estos libros, concebidos con voluntad ensaystica, hay un corpus de ideas sistematizado. La rareza de los poemas objeto de nuestro estudio, sin embargo, no excusa de ana-lizarlos pormenorizadamente como un eslabn importante en la cadena evolutiva de la teora del arte en Occidente, pues algunas de sus innovado-

    urante la segunda mitad del siglo xvi, Miln se haba colocado a la vanguardia en la defensa de la ortodoxia catlica. Su

    bispo, san Carlos Borromeo, propugnaba la icta obediencia a los dictmenes de Trento uso ms all del mbito eclesistico. La supre- de ciertos festejos populares y el abrumador ominio de la pintura sagrada fueron algunos

    os efectos de tal reglamentacin sobre la socie- y la vida civiles1.

    a academia literaria en la mbarda espaola del siglo xvi

    esos tiempos de religiosidad exacerbada, grupo de artistas y poetas se constituyen, embargo, en academia independiente para ntrar cauces alternativos a su creatividad.

    imonio de ello son algunos de sus poemas, ucidos aqu por primera vez al castellano. ceden de un volumen recopilatorio de la duccin literaria de dicha academia, llamada lla Val di Blenio y presidida por Giovanni lo Lomazzo (Miln, 1538-1592)2, egregio ico del manierismo italiano. El ttulo de este ito es Rabisch (Miln, 1589), vocablo dialectal ucible por arabeschi, y est elegido con toda ncin. os autores de aquellos versos se reunan

    el patrocinio del dios Baco y observaban ritual inspirado en misterios paganos. Su rtacin cultural, sin embargo, est lejos de anecdtica, pues defendieron la literatura ular, incluidas sus formas dialectales, y un ras ideas sobre el arte y el artista tuvieron desa-rrollo posterior. Por ejemplo, la visin del artista como ser inspirado por los dioses y competidor

    cepto autnomo del arte en el sentido de cin o capriccio. Adoptando como ensea la rtad de trazo con que fluyen los arabescos,

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 135Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo

    de la misma naturaleza, que vertebra la mayora de los poemas de Rabisch, resuena en alguno de nuestros barrocos espaoles, singularmente en el zaragozano Jusepe Martnez, con cuya teora del genio divino de algunos pintores conecta perfectamente4.

    A continuacin, haremos una incursin en el fondo terico-artstico de los poemas anto-logados, al hilo del cual estableceremos algunos puntos de contraste con la teora de la pintura del Siglo de Oro y su paisaje histrico y social.

    Uso y significado estticodel grottesco en Rabisch

    El concepto de grottesco es fla esttica de Lomazzo y estrelacionado con un tipo de ornacastellano como grutesco5. Por eno poda faltar una alabanza a unalizado en tal gnero decorativo (21 de la antologa). Son sus Rimesin embargo, las que nos brindan pretativa de primer orden para concepto. En el subttulo, Lomazhaba escrito ad imitatione de i Gda pittori, matizando no obstanlate Grotteschi, non solo dilettevode le inventioni, m utili ancora che vi si contiene6.

    Andr Chastel, en un jugosocado a la evolucin de la idea deescritores y tratadistas de arte, ycin sobre la peculiar consideracial terico milans. En su Trattatcon los jeroglficos egipcios, cony las divisas, es decir, para l decorativas vehiculaban un sabeble slo a los iniciados. La pola encarnaban aqullos que, cointentaron hallar una explicaci

    semejantes caprichos artsticos. El terico faenti-no los crea fruto de la imaginacin de los artistas antiguos, que haban creado tan extraas formas inspirados en los cambiantes reflejos de luces y sombras proyectados en las bvedas encaladas.

    Sea como fuere, el arte de la pintura con sus reglas y preceptos no tena nada que ver con semejantes productos, y, de hecho, Lomazzo insiste en que eran ms cuestin de invencin que de arte7. Significativamente, llama furor o furia naturale a esta cualidad que todo pintor de gru-tescos debe ostentar en grado superlativo, en clara alusin al furor dApolline que posee a los poetas. Es ms, l defenda que los pintores compartan con stos el don de la inspiracin divina. Otro punto de contacto entre ambos, en su opinin,

    la precisa volont di rifiutare radicalmente il sistema ideo-logico formale del petrarchis-mo.

    En I grilli poetici di un pittore: Le Rime di G. P. Lomazzo, Il Contesto, n. 3, 1977, p. 177.

    7. Chastel, Andr (1996), La grottesque, Pars, Gallimard (El grutesco. Ensayo sobre el or-namento sin nombre, Madrid, Akal, 2000, p. 48-49).

    8. ste aconsejaba al pintor que se fijase en las sutiles cualidades de los movimientos expresivos de los mudos. Cfr. Lee, Rens-selaer Wright (1967), Ut Pictura Poesis, The Humanistic Theory of Painting, Nueva York: W. W. Norton & Co. (Ut pictura poe-sis. La teora humanstica de la pintura, Madrid, Ctedra, 1982,

    tura dei documenti su Giovan Paolo Lomazzo, istorito pittor fatto poeta, en Kahn-Rossi, Manuela y Porzio, Francesco, Rabisch. Il grottesco nel Arte del Cinquecento, catlogo de la ex-posicin (Lugano, 28 de marzo a 21 de junio de 1998), Miln / Lugano, Skira / Museo Canto-nal de Arte, p. 326.

    3. Recientemente, se ha qui-tado peso a dicha influencia, sobre todo en lo que respec-ta a Pacheco. Vase Pacheco, Francisco (1990), Arte de la pintura, estudio y edicin cr-tica de Bonaventura Bassegoda, Madrid, Ctedra, p. 49, y para

    el uso depor el te36.

    4. Jusepeconocer ede Lomazl en aconsiguiera sendo un mismo pacura intuinato. Parasobre el mitaliana pzano, va(2006), Dinobilsimotudio y edundamental en estrechamente to conocido en so, en Rabisch artista especi-

    cfr. el poema II (Miln, 1587), una clave inter-aquilatar dicho zo adverta que rotteschi usati te que intito-li per la variet per la moralit

    estudio dedi- grutesco entre a llam la aten-n que mereca o lo comparaba los emblemas estas imgenes r oculto accesi-stura contraria mo Armenini,

    n lgica para

    era el objeto de la imitacin, a saber, la naturaleza humana en accin, como haba dicho Aristteles. De ah que, en la lnea de Leonardo8, colocara los movimientos del cuerpo que expresan los afectos del alma en el norte de toda ciencia pictrica9. As conclua en su Idea del Tempio della pittura:

    N men giovevole al nostro pittore la poesia di quello che sia lhistoria, anzi tanto congi-unta, che si pu dir quasi una medesima cosa con la pittura, per infinite convenienze che hanno insieme e massime per la licenza del fingere et inventare10.

    Aproximando la pintura a la poesa, campo privilegiado para la expresin de las pasiones, se liberaba a aqulla de su funcin ilustrativa de un texto sagrado. He aqu el lema combativo de los acadmicos de Blenio. Si en la mayora de los escritos espaoles del Siglo de Oro sobre teora del arte se ventilaba el reconocimiento de la superior categora profesional de pintores y escultores frente a artesanos11, en la Lombarda de la Contrarreforma se alza la voz para reclamar mayor libertad y autonoma artsticas.

    En realidad, los tericos espaoles de la pri-mera mitad del siglo xvii se sitan en las ant-

    p. 47).

    9. Ibdem, p. 37 y 45.

    10. En Lomazzo, Giovanni Paolo (1973), Scritti sulle ar-ti, estudio y edicin crtica de Roberto Paolo Ciardi, vol. i, Florencia, Marchi & Bertolli, p. 276. Refrenda esta opinin el contexto de la poca, en que, co-mo observ William J. Bouws-ma:

    [] el relativismo y el escepti-cismo haban minado el tradi-cional concepto del arte como imitacin de la naturaleza, y como consecuencia el arte ya no aspiraba simplemente a sa-tisfacer las expectativas comu-nes, sino que buscaba efectos singulares. Llevado al lmite, aspiraba a crear lo que nunca haba existido antes, lo cual poda ser interpretado como blasfemia en una cultura en la que se asuma que Dios era el nico creador.

    Cfr. The Waning of the Renais-sance, 1550-1640, New Haven, Yale University Press, 2000 (El otoo del Renacimiento. 1550-1640, Barcelona, Crtica, 2001, p. 177).

    11. Esta polmica tuvo fuer-tes implicaciones econmicas; baste pensar en el pleito famo-so de la alcabala (1625-1633). Vanse, entre otros, Gllego, Julin (19952 [1976]), El pintor de artesano a artista, Granada, Diputacin Provincial; Calvo, Francisco (19912 [1981]), Teora de la pintura del Siglo de Oro, Madrid, Ctedra, y Hellwig, Karin (1996), Die spanische Kunstliteratur im 17. Jahr-hundert, Frankfurt am Main, Vervuert Verlag (La literatu-ra artstica espaola del siglo xvii, Madrid, Visor, 1999). En contraste con esta situacin, la Accademia della Val di Blenio acoga sin distincin a pintores, escultores, medallistas, arme-ros, ingenieros, arquitectos y bordadores, pasando por alto la distincin firmemente esta-blecida por Vasari entre arte y artesana. Vase Bertelli, Car-lo, Introduzione, en Rabisch. Il grottesco, op. cit. (nota 2), p. 17.

    las fuentes italianas rico andaluz, p. 32-

    Martnez demuestra l pensamiento terico zo, pues coincida con sejar al aprendiz que

    u genio natural, eligi-maestro acorde con el ra salvaguardar la fres-tiva propia del don in- ampliar informacin anejo de bibliografa

    or el pintor zarago-se Martnez, Jusepe scursos practicables del arte de la pintura, es-icin crtica de Mara

    Elena Manrique Ara, Madrid, Ctedra.

    5. El trmino grottesco se usa en italiano como adjetivo, en senti-do amplio. Cuando se trata del grutesco, es ms correcto hablar de decorazione a grottesca.

    6. Cfr. la portada de Lomazzo, Giovanni Paolo (1587), Rime, Miln, Paolo Gottardo Pontio. Edoardo Taddeo ha explorado las correspondencias formales entre esta obra y los grutescos figurativos:

    Se torniamo per un istante ai grotteschi figurativi e ai ca-ratteri che in essi abbiamo in-

    dividuato (irrealt, ibridismo, non strutturazione della parti, assenza di spazio prospettico, allusivit enigmatica), possia-mo affermare che il Lomazzo ebbe lintelligenza di traspor-tarne in poesia non licono-logia letterale, ma i principi formali, traducendoli (non si pretendono corrispondenze rigide) nellinventivit fantas-tica, nella eterogeneit smica, lessicale, tematica, nellincon-gruenza compositiva, nel di-sordine cronologico, nellam-bigua dialettica fra oscurit significante e nonsenso puro [...] Allorigine, e per tutto il corso di questa operazione sta

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006136 Mara Elena Manrique Ara

    podas de las reivindicaciones de Lomazzo y el crculo blenis, pues, a juicio de David H. Darst, se propusieron buscar una manera de denunciar cierto tipo de pintura [la colorista de venecianos y neovenecianos] all por los aos 30, que por su contenido y lujo no era apropiada al gusto de la clientela que ellos tenan, es decir, la Iglesia, a cuyas exigencias trataron de plegarse. En funcin de tal hecho, se entiende, segn este investigador, la razn principal que los tericos del xvii dan por preferir el dibujo al color, y por aferrarse a lo que se han considerado valores anticuados12. Cierto que utilizaron argumentos de los tratados italianos manieristas del siglo xvi, aunque con-viene matizar que tanto Carducho como Pacheco tomaron de Lomazzo la letra pero no el espritu, reprortotiena Jude ey deartiscon

    LTrenartspechPorgrutsacrperfcebiinferes incooscuLomhende l

    los cia supcomel acinel tecbaY ala aComde lestmunporsarimancipi

    Ficino19. De acuerdo con esto, ms que una imita-cin, el pintor opera una suerte de metamorfosis sobre el objeto que representa20.

    El arte deviene as alegora y no es posible subrayar la gran relevancia que Lomazzo otorga a los jeroglficos, las empresas o los emblemas como caracteres del libro de la naturaleza, en expresin de Garin21, sin mencionar tambin el grutesco, teniendo en cuenta que los haba equiparado. En su entramado de signos, repleto de bizarras formales, acontecen uniones impo-sibles, hibridaciones monstruosas. Esto condujo a Chastel a hipotizar que sera necesario recurrir a Ovidio para desentraar algo de la sabidu-ra que esconde ese follaje habitado. Ningn otro gnero de representacin artstica, por sus

    12. Vase Imitatio. Polmicas sobre la imitacin en el Siglo de Oro, Madrid, Orgenes, 1985, p. 24-28. 13. Cfr. op. cit. (nota 10), p. xlvii, nota 130.

    14. Como recuerda Manuela Kahn-Rossi:

    [] sebbene sia solo attor-no al 1580 che si comincia a individuare unarte della controriforma su vasta scala [...] lultima convocazione del Concilio di Trento, avvenu-ta nel 1563 [...] sottende un chiaro controllo sullinventiva degli artisti en el quale prende valore, rispetto ai concetti di inventio e elocutio, quello di dispositio.

    Adecundose a esta filosofa, el tratadista Giovanni Andrea Gi-lio (1564) otorgar mayor con-sideracin al pintor de historia en detrimento del pintor poeta, in netta antitesi con quanto teorizzato da Lomazzo nei suoi scritti. En Rabisch. Il grottes-co..., op. cit. (nota 2), p. 14.

    15. Cito a partir de la traduc-cin que ofrece Andr Chas-tel, op. cit. (nota 7), p. 60 y 64.

    16. Vase la introduccin de Roberto Paolo Ciardi en op. cit. (nota 10), p. xxxvi.

    17. Ibdem, p. xxxvii y xli.

    18. La mimesi lomaziana pres-cinde sia dalla riproduzione speculare della natura, sia, in parte, dallosservanza immediata dellesempio antico. Ibdem, p. xlvi, nota 129.

    19. Cfr. su comentario al Convi-to di Platone, traducido en parte por Panofsky, Erwin (1924), Idea. Ein Beitrag zur Begrif-fsgeschichte der lteren Kunst-heorie, Berln, Bruno Hessling Verlag (Idea. Contribucin a la historia de la teora del arte, Madrid, Ctedra, 19897 [1977] apndice I).

    20. Vase Ciardi, R. P., op. cit. (nota 10), p. xxxviii.

    21. Citado por Ciardi, R. P., ibdem, p. xlvi, nota 130.

    22. Ibdem, p. xlvii, nota 131.

    23. Ibdem, p. l.oduciendo en general sus opiniones ms doxas en materia de pintura, que, para Ciardi, en a menudo tono de concesin13. En cuanto sepe Martnez, ms bien se lamenta de la falta ducacin esttica de los clientes eclesisticos las consiguientes restricciones que sufran los tas, demostrando por tanto mayor sintona

    el terico milans y abad de Blenio.a jerarqua catlica que se congreg en to no vea con buenos ojos los caprichos ticos y, en efecto, consideraba altamente sos-oso todo cuanto no se hiciera a su dictado14.

    eso, el cardenal Paleotti arremeti contra los escos en su Discorso intorno alle immagini e e profane (Bolonia, 1582). Adems de su ume pagano, pues proceden de adornos con-dos para decorar los antros de las divinidades rnales, le resultaban sumamente perturbado-por ser imgenes mentirosas, ineptas, vanas, mpletas, inverosmiles, carentes de medida, ras y extravagantes15. Por el contrario, a azzo le parecan las nicas capaces de apre-

    der toda la misteriosa y multiforme variedad a naturaleza.

    sta, como ya seal Ciardi a propsito de textos lomazianos, no se reduce a la aparien-sensorial de las cosas o de los seres. Bajo esa erficie, se esconde una realidad intrincada y pleja, cuyas ocultas leyes debe aprehender rtista para ejecutar con xito su representa-16. La llave de ese conocimiento estaba, para rico milans, en la tradicin hermtica, en la la, la alquimia y dems ciencias esotricas17.

    qu es necesario profundizar un poco ms en ctitud de Lomazzo hacia la mmesis artstica.

    o concluye Ciardi, hay que hablar ms bien a antimimeticit sostanziale18 de su discurso tico. No slo porque defienda superar el do visible corrigiendo sus defectos, sino

    que, segn la teora manierista, estimaba nece-o crear otra naturaleza, que en la obra de arte ifestara su mayor conformidad con los prin-

    os de la belleza universal tal como la entenda

    infinitas trasmutazioni, podra resultar mejor metfora del quehacer artstico, y ello porque si en algo imita a la naturaleza no es en el producto, sino en la manera de producirlo22. De ese modo, el grutesco adquiere un valor aadido, porque comporta una reflexin metapictrica.

    A este respecto, es apropiado recordar la diferencia sustancial que existe entre el talante de un artista quattrocentesco y un artista lomaziano: aqul comparta con el cientfico el inters por los fenmenos naturales o los problemas de la visin, y estudiaba perspectiva, ptica, matemtica y anatoma, mientras que ste podra ser calificado sin duda de pintor mago, che tenta di esprimere il mondo delle parvenze e divine ed angeliche e demoniache23. Tal es el reino del grutesco, cuyas condiciones de representacin eran opuestas a las de la perspectiva renacentista, a saber, la negacin del espacio y la fusin de los elementos en un des-pliegue vertical que acenta la ingravidez de las formas24. El carcter inquietante de los personajes efigiados contribuy adems a rodear de un aura de misterio los primeros grutescos, as como a sus practicantes, entre ellos Morto da Feltro, biogra-fiado por Vasari, quien, al decir de Chastel, fue uno de los primeros en reparar en el componen-te macabro, siniestro, ligeramente necromntico del ornamento sin nombre25.

    Estas drleries plasmaban con acierto el carc-ter fragmentado y variado de la naturaleza, como dijimos, mostrando en cifra sus ocultas razones en el subttulo de las Rime se adverta de la utilidad moral de los grotteschi. As se entiende que Lomazzo no despache sumariamente otro tipo de caprichos pictricos, verbigracia, las ana-morfosis, las caricaturas de Leonardo o las pin-turas fantsticas de Arcimboldi26, pues la belleza universal resplandece en todos los rincones de la Creacin.

    Tales caprichos remiten a una esfera esttica bien precisa, la del realismo grotesco, en la que cabra encuadrar asimismo la produccin literaria de la academia bleniesa. La investigacin sobre

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 137Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo

    el mundo fenomnico y los affetti, de matriz leonardesca y retomada por Lomazzo, apuntaba claramente a la superacin de la esttica manie-rista en favor del naturalismo seicentesco27, pero esto no se producir hasta que entre en escena Caravaggio, cuyas escenas religiosas abolirn por completo la distancia entre el ideal y la cotidiani-dad. Mientras tanto, cualquier tentativa de ampli-ar el campo de la representacin pictrica qued confinada a los lmites de un gnero subalterno, el de lo cmico-popular, que permita presentar estos nuevos temas despojndolos de su eventual dignidad gracias a la deformacin grotesca28.

    Adems, la doctrina ut pictura poesis facilit de algn modo la circulacin de contenidos clandestinos y su tratamiento por los artistas, verbigracia Bronzino o Giambaantes an que Lomazzo. Por lomacarrnica, de la que deriva Rabmarco apropiado para entretejer lmanifestaciones del realismo grotepictricas y teatrales29.

    De entre los muchos y evidenla commedia dellarte que hallamexplicables si atendemos al gusto que caracteriza el crculo intelectunos interesa uno particularmentpara la historia y la teora del arteinversin desmitificadora del artliteralmente (vanse los estatutos dlas vestiduras del facchino o menes

    Este tipo humano haba adoptado, por aquel entonces, los rasgos fijos de un personaje en su deformidad grotesca, el zanni o siervo, caracte-rstico de tal gnero teatral31. Su origen lejano est en la farsa popular medieval, que se convertir en gnero escrito en los primeros decenios del siglo xvi y en Venecia (commedia alla villanesca). Autores como Ruzzante caricaturizaron al rudo facchino bergamasco que, desde los valles alpi-nos, emigraba a la ciudad en busca de trabajo32. Tal personaje de comedia debi de inspirar, como decamos, a los acadmicos de Blenio para cons-truirse una identidad artstica alternativa, libre de engolamientos y absolutamente refractaria a la pedantera que caracterizaba la cultura de la elite milanesa coetnea33, con el nico objeto de man-

    24. Sealaba con razn Andr Chastel que, bajo la apariencia de antigedad, se conform un lenguaje cuyos principios eran exactamente los contrarios a los del lenguaje del clasicismo. Op. cit. (nota 7), p. 25.

    25. Ibdem, p. 30.

    26. Como posibles fuentes de inspiracin de Arcimboldi, se ha pensado en las ilustraciones cmico-grotescas de la obra de Rabelais traducida al alemn. Vase Kriegeskorte, Werner (1987), Giuseppe Arcimboldo, Berln, Taco Verlagsgeche-sellschaft und Agentur MBH, p. 72-76 y p. 36, y tambin, Maiorino, Giancarlo (1991), The Portrait of Eccentricity. Arcimboldo and the Mannerist Grotesque, University Park, Londres, Pennsylvania State University Press. No es casual que Chastel mencione, en re-lacin con el grutesco, los gra-bados titulados Songes drolati-ques de Pantagruel, hecho que subraya una vez ms la estrecha vecindad entre estas manifesta-ciones artsticas tan ensalzadas por la teora lomaziana. Cfr. op. cit. (nota 7), p. 58.

    27. La aportacin personal de

    Lomazzo delimitadazio:

    Persino ndella Naviene imconcettutificioso,rituali ace al medcom noelementipensieroimportanaspetto dnascimenquasi sulsenza tuch allascontro dinveste lben presnardo, cdei fenomtivi possdignit.

    Cfr. Lomgrottesco: mitivismo Rabisch. I(nota 2), p

    28. Ms npoca que

    [] nel Cmento regiosi, siattista Maganza que la poesa isch, result el

    as ms diversas sco, sobre todo

    tes reclamos a os en Rabisch, por lo popular al lomaziano30, e significativo . Se trata de la ista, que toma e la academia) tral.

    tener su independencia intelectual y creativa. Nada habra horrorizado ms a los caballe-

    ros pintores hispnicos que alguien les hubiera comparado con campesinos o menestrales. No en vano, existe un abismo temporal entre la otoal Lombarda del Renacimiento, por muy espaola que fuese, y nuestra sociedad del Siglo de Oro con sus conflictos de honra. En cuanto a Jusepe Martnez, nos resulta un espaol de los pies a la cabeza, defendiendo como defiende la superio-ridad del pintor sobre el dorador, por ejemplo. He aqu otra evidencia para valorar en sus justos trminos la influencia de la teora italiana del a rte en Espaa, por cuanto pesa en una realidad bien distinta.

    dia rusticale [alla villanesca]. Perdutasi a poco a poco la coscienza dellintento satiri-co che aveva originato questa maschera, sorse accanto al tipo dello sciocco quello del furbo, nel quale il popolo ve-deva rappresentato il debole che vince collastuzia il forte: e il prepotente era raffigu-rato per lo pi nel capitano spagnolo.

    En Il tipo dello zanni nella commedia dellarte in Italia nei secoli xvi e xvii, Bergomun (Bolletino della Civica Biblio-teca), n. 3-4, 1926, p. 20. Ms detalles en Molinari, Cesare (1985), La commedia dellarte, Miln, A. Mondadori; Marotti, Ferruccio y Romei, Giovanna (1991), La commedia dellarte e la societ barroca, Roma, Bul-zoni.

    32. Ibdem, p. 2-8.

    33. La poesa erudita, por ejemplo, estaba plagada de esti-lemas petrarquistas. A propsi-to de esto, Dante Isella seala una parodia del retrato de una belleza femenina por Petrarca qual nimpha in fonti, en el poema II 55 de Rabisch, versos 15-39. Vase op. cit. (nota 29), p. 254.

    a este debate ha sido por Francesco Por-

    ei Rabisch, la poetica tura e degli affetti messa in un sistema ale dogmatico e ar- che corrisponde ai cademici del tempo; esimo compromesso, to, egli costringe gli

    pi vivi del proprio sullarte. Tuttavia te sottolineare un el pensiero controri-tale che Lomazzo punto di accogliere, ttavia riuscirvi, per- base del drammatico i stili e di generi che

    a sua opera. lidea, ente anche in Leo-

    he la verit effettuale eni naturali e affet-

    iede una sua propria

    azzo e il realismo un capitolo del pri-nel Cinquecento, en l grottesco..., op. cit. . 26.

    o era posible en la nos ocupa: inquecento lamplia-

    alistico dei temi reli- nei pi audaci esempi

    fiamminghi, sia nel tentativo pi moderato condotto dai pittori veneziani, un fenome-no ampio e progressivo; esso coincide con lindividuazione di momenti particolari della storia sacra, nei quali la barrie-ra fra il genere elevato e quello umile risulta pi sottile [...] Gli esempi pi frequenti, ripresi anche in Italia dal Veronese e dai Bassano e collegati al tema popolare per eccellen-za del cibo e del banchetto, sono i diversi pasti o conviti che cadono nei Testamenti [...] Altrove vengono scelti temi che consentono rappresenta-zioni di piazza o lazione di personaggi vili, como gli Ecce Homo.

    Vase Porzio, Francesco, op. cit. (nota anterior), p. 32. Sobre el posterior triunfo del natu-ralismo en Lombarda, vase Gregori, Mina y Bayer, An-drea (a cargo de) (2004), Pit-tori della realt: Le Ragioni di una Rivoluzione da Foppa e Leonardo a Caravaggio e Ce-ruti, catlogo de la exposicin (Cremona, 14 de febrero a 2 de mayo de 2004), Cremona, Mon-dadori Electa.

    29. Ms sobre este particular en la introduccin de Dante Isella

    a Lomazzo, Giovanni Paolo (comp.) (1993), Rabisch, Turn Einaudi.

    30. Franco Paliaga ha explora-do los contactos de alguno de los miembros de la Accademia di Blenio con el teatro popu-lar en Giovanni Ambrogio Brambilla, le teste di caratte-re di Leonardo e la commedia dellarte, Raccolta Vinciana, n. xxvi, 1995, p. 219-254. Vase tambin la tesis de licenciatura indita de Porzio, Francesco (1978-1979), Giovan Paolo Lo-mazzo e lAccademia della Valle di Blenio, Universit degli Studi di Milano.

    31. Existen infinitud de vari-antes de este personaje, con su nombre propio como distinti-vo. En palabras de Maria Mag-ni: lalbero genealogico degli Zanni tuttavia il pi frondoso nel mondo delle maschere. Se alcanza, sin embargo, a distin-guir dos personalidades en esta cmica figura servil:

    Il popolo della citt trovava nel tipo dello Zanni balordo un continuatore di quel roz-zo e sciocco villano che aveva formato per tanto tempo la sua delizia nelle farse popo-lari e pi tardi nella comme-

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006138 Mara Elena Manrique Ara

    Contiene los poemas de Rabisch estrictamente relacionados con el arte y los artistas, adems de la Institucin de la Academia (Origen y fundamentos del Valle de Blenio y los Estatutos del Valle de Blenio), donde se exponen sus fines y la filosofa de sus miembros. Hemos utilizado la edicin crtica de Dante Isella, traduciendo a partir de la versin italiana de dichos poemas. Las pginas entre corchetes remiten a la ubicacin de los poemas en dicha edicin. En cuanto al aparato crtico, hemos optado por complementar las necesarias anotaciones de traduccin con otras de carcter terico que abundan en los cruces entre arte y literatura practicados por la academia bleniesa.

    I 1 [p. 3-6]Al ilustrsimo seor, el conde Pi

    Tan grandes fueron los triunfoen honor de los antiguos romagrado sus virtudes; de manerahan parecido unos ineptos, ynadie, o por lo menos muy pocahora nuestro Valle [de Blenioen virtud a todos stos, docto de puetazos, nacido de aquehonorablemente en Miln; slestimado y superior a todos elnuestra Academia, se le llama ti ahora para decirte cuatro pal

    Viendo yo, compadre Pirro, qcon] reducirse a la nada, sea lade fama eterna y gloria, no hinjusticia; antes bien he descriBlenio, ms dulce que la mierdla boca ni en la lengua, sino tacuerpo que el corazn, de la du

    Para que mis escritos, pues, loignorantes he encontrado un y fuerte, que habr de defenlibrucho darn esos bocazas. Olas espaldas. Que pueda reventa la canalla que pasea su suciapor mi culo! Pero dejmosle cy volvamos a discurrir de qu No es una orca34; oh! no te quno tengas miedo: es papel todo eso te lo he dedicado, [porquetienes plenamente colmados dpiernas y pies.

    Estoy convencido de que fuistnombre de tal excelencia que ntal carga. Cuanto ms lo piensoh Visconti, entre ti y este libro

    sabidura. Libro, eres libre en todo aquello que se puede decir en nuestra lengua; y tambin t eres docto en todo lo que aqu se contiene. Acepta pues el regalo de este ciego inculto que es criada, servidor y familiar, y lelo para tu divertimento cincu-enta veces. Por ltimo, te quiero dar este buen consejo, que mejor no te lo podra dar Salomn: s franco y leal, cuanto ms mejor. Esto recomienda nuestro gran Baco.

    I 3 [p. 9-10]En honor de Zavargna [Lomazzo] y del Valle.

    Apndice: antologa poticarro Visconte Borromeo.

    s, los arcos y colosos erigidos nos, que mostraron en mximo que los que han venido detrs desde entonces no ha habido os, que hayan valido algo. Pero ] ha generado uno que supera

    y gallardo en las letras y en dar llos Visconti que vivieron tan o que en nuestra patria es ms los. Es ste un seor al que, en el Conde. Oh Conde, apelo a

    abras reposadamente.

    ue nuestro Blenio [amenazaba academia sea sus sabios dignos e querido aguantar semejante

    to sus virtudes en la lengua de a de las abejas; no slo dulce en n dulce y poderosa dentro del lzura, parece que se me derrite.

    gren resistir la opinin de los hombre de autoridad, valiente derlos de los palos que a este

    h Conde, te cargo este peso a arle la panza antes de la comida lengua por todos lados, salvo aminar un poco hacia la horca

    cosa trata el libro que sostienes. iere destrozar los hombros, no, lleno de ruda extravagancia. Por ] eres de los nuestros y porque e bondad la mollera, barriga,

    e t, Baco, quien me inspir un inguno mejor que l llev jams o, ms conformidad encuentro, mo, si bien t albergas mayor

    Del compadre Borgnin [Ambrogio Brambilla], gran canciller del Valle de Blenio.

    Si es cierto lo que dijo el viejo Pitgoras, que, cuando se muere, los espritus transmigran rpidamente, paso a paso y hasta ms de mil veces, en moscas, elefantes, cerdos y serpientes, yo estoy seguro y convencido de que, apenas naciste, el espiritejo de Apeles, sin perjuicio de los de Apolo y Minerva, entraron por azar en tu cabeza bien densos y apretados. T sabes, compadre Zavargna, entre nosotros podemos juzgar sin dobleces: no hay ninguno que valga ms que t. Adems tambin quiero decirte esto: que en hacer grotescos, todos los poetas de cualquier valle que se mire son, en comparacin, unos simplones. Y ahora cantas a nuestro gran Baco y a los menestrales del valle de Blenio tan bien que se maravilla el mundo entero.

    I 4 [p. 11-12]Del compadre Ciabocch [Girolamo Maderno], consejero del Valle de Blenio.

    Quin ha visto u odo nunca un ingenio cual el de Zavargna, nuestro Abad, que cuando vea estuvo siempre a la cabeza de los buenos pintores, y cuando perdi la luz de los ojos se puso a escribir de buen temple sobre su profesin, de tal modo que ha iluminado a todos aquellos que aman el dibujo? Es para dejar estupefacto a todo ser viviente pensar cmo ha hecho un ciego para sacar un librazo tan precioso. No fue entonces un espejo para los ignorantes el que hubiera encontrado y apresa-do aquella belleza que estaba escondida? Y no ha hecho ms que Dante al haber dado con una bonita invencin como la de los Grotteschi, que ha dado a la estampa (bast con esto), y este libro que ha compuesto lleno de usanzas de los menestrales del valle de Blenio?

    I 17 [p. 34-35]Del seor Bernardo Rainoldi transformado en su lengua en el doctor Graziano da Francolino35.

    Por qu no soy yo un Boccaccio o un Dante o un Petrarca o el gran Homero, o el buen Ariosto o Bembo o Venier, o el famoso Castelvetro o el bravo Horacio? Que si fuese un poeta alabara como se debe al gran Lomazzo, pintor raro, porque, en

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 139Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo

    cabellos esparcidos por los hombros, cual inventora de la ele-ga, infundindonos ambos en la cabeza cuanta gracia y amor se pueden concebir aqu abajo, en medio y en lo alto. Y en aqul de Mercurio, Baco Sirenio y Euterpe, inventora de la tragedia, que por eso est coronada como las otras de laurel, y enciende en nuestra mollera el deseo de las cosas ms impensables. Y en el ltimo, de Diana, Baco Liceo y la Taberna Tala, de cara sonriente con la clava de Hrcules en la mano, como inventora de la comedia, que hace descender aqu abajo, en abundancia, el humor gracias al que todo el valle verdea de versos.

    Estas cosas fueron dispuestas por Jpiter con gran ponderacin y (segn el dicho Orfeo) con el fin de que nosotros, haciendo el bien (salvando no obstante su gentilidad), o con la razn que nos dio o en virtud de estos intermediarios, conocindole pudiramos tambin volver a l; e hizo de manera que nosotros

    cuanto a sal y pimienta, al lado de l Apeles es un nabo. No est a la vista? Y a quien no lo vea que se lo digan las obras de Zavargna, que en Miln hablan por l dejando a todos estupe-factos. Si Tiziano resucitase y las viese dira: Yo admiro a este Zavargna, un sujeto sobrehumano. Yo, que soy Graziano, doctor en leyes aunque ignorante, que de pintura no tengo tantos conocimientos, me parece que las figuras que he visto en sus cuadros y tambin sobre los muros, sea en el claro que en el oscuro, son en verdad maravillosas. Quedo todava ms maravillado ante una que parece que le salte encima a la gente, como si fuera de carne y hueso. Me disgusta no poder, o mejor no me atrevo, decir que la Naturaleza le dio los ojos primero para arrebatrselos despus por miedo de que la superase con el pincel y en la escultura, visto cmo iba encaminado este gran Zavargna, Abad de los menestrales. Empero quien no sea ins-truido en este arte y anhele aprender, que vaya a la imprenta o que vaya al librero, que encontrarluz, el Zavargna Lomazzo ha escPintura.

    Institucin de la Academia [p. 49-Origen y fundamentos del Valle d

    Queriendo Jpiter (segn las antiglas patraas de los viejos poetas) qtidas, as como tuvieron principiose comportaran en el debido mocuerpos de abajo fueran regidos punos la ocasin de influir y a los odispuesto por tanto nueve esferas,riores a los terrestres o inferioresde aquellas virtudes que necesitabaviejo Orfeo) son, para cada esferadel conocer, y la otra del vivificar quiso, pues, que el gran Baco, su hla primera virtud, id est el conocero comoquiera que se diga.

    Por consiguiente, que ninguno sde ser asiduo a su Taberna. Y nueve Tabernas, o sea: Baco Cribla Taberna Calope, que es de entrhonrada, por ser la que ha inventaciones poticas, y va adornada deque todos los poetas deberan tensu cabeza. Y esta Calope tiene eque representa la invencin de su est Baco Pizionio con Urania, quen la mano y un bastn que tocaencima que casi no se ve. En el ciy Polimnia con la tibia, o trombse llame, nos inducen aqu abajo a de Jpiter, Baco Sabbazio y Terpso comoquiera que se diga, dando aMarte, Baco Bassareo y Clo coninvencin, nos dan todo el ardorSol, o sea de Apolo, Baco Stratarederraman toda posible armona yVenus, Baco Lascivia y la Musa Ejunto con los cuerpos superiores, y tomando stos principio en l, nos conformsemos de slo cuatro elementos si bien variados en virtud y excelencia; y habiendo dado, pues, como omnisciente, a su gran hijo Baco, coronado de follaje, la virtud del conocer, resolvi mandarlo a la tierra, al valle de Blenio a l dedicado, y para que ste fuese el ms digno y mejor y el ms honesto y virtuoso del mundo inspir a aquellos buenos y obe-dientes sabios, y ante todo inspir al que fue creado Abad en el ao 1560 por el compadre Borgnign, gran Canciller de dicho Valle, y segn los ocho sabios ya ordenados (tercero era el com-padre Zavargna, cuarto el compadre Suar [Surez?], quinto el compadre Sluradegh [no identificado], sexto el compadre Coldera [Giovan Battista Calderini], sptimo el compadre Vinasc [Giovan Angelo Azzio] y octavo el compadre Pestavign [no identificado]). Todos estos fueron elegidos en Blenio sobre el redondel de piedra por los ms sabios del Valle, ut, o sea a fin de que lo pudiesen gobernar haciendo justicia y razn sin mirar la cara de nadie.

    Despus le fue inspirado a dicho Abad que se dignase renun-ciar a su cargo dando amplia y absoluta libertad al Consejo para que pudiese elegir a otro Abad, y tambin entonces los sabios fueron bien inspirados. Apenas tuvieron todos, en buena compaa, esta inspiracin y la renuncia a la Abada del primer Abad, votaron para elegir a otro, de modo que, con sus votos y por la voluntad de Baco que los embriagaba coronndolos con una esplndida diadema, la dignidad de la Abada recay en el compadre Zavargna. Lo que acaeci en el ao 1568, el da 15.

    Entonces el gran Baco, para hacer que la virtud perdida y extra-viada resucitase, todo empenachado, adornado y ebrio, con

    la verdad: as, privado de la rito un gran volumen sobre

    80]e Blenio:

    uas fbulas de los gentiles o ue todas las cosas a l some- en l por medio de su Idea do, instituy que todos los or los de arriba, dando as a tros la de hacer; y habiendo

    como cuerpos celestes supe-, le pareci justo proveerlos n, las cuales (como ya dijo el

    , estas dos: la primera, motor y gobernar el propio cuerpo; ijo, coronado de follaje, fuese , y la otra, la Musa o Taberna

    e embriague de Baco antes as, dispuso nueve Bacos y onio y en el cielo supremo e todas la ms bella y la ms do los versos y las composi- verde laurel, para significar er versos siempre verdes en n la mano un grueso libro, poesa. En el cielo estrellado e tiene un crculo de estrellas un tringulo con una bola

    elo de Saturno, Baco Anfiete n, o flauta o comoquiera que la contemplacin. En el cielo core con la fstula o zampoa todos deleite. En el cielo de el guitarrillo, propio de su de la gloria. En el cielo del o y Melpmene lira en mano contrapunto. En el cielo de rato presa del llanto, con los

    34. Se refiere al mtico monstruo marino que, en el Sacro Bosco de Bomarzo, por ejemplo, aparece esculpido segn una ilustracin del Orlando furioso (edicin de 1563), de Ariosto. Remitimos al lector interesado a Calvesi, Maurizio (2000), Gli incantesimi di Bormarzo. Il Sacro Bosco tra arte e letteratura, Miln, Bompiani, p. 157-158.

    35. Los acadmicos de Blenio tambin

    amaban disfrazarse de los personajes de la commedia dellarte. Aqu el literato Bernardo Rainoldi interpreta la masche-ra del doctor Graziano da Francolino, parodia del pedante, miembro de todas las academias, incluida la muy prestigiosa della Crusca. Sobre sus peculiaridades se extiende Cervellati, Alessandro op. cit. (nota 1), p. 119. En este poema, el doctor se excusa lleno de falsa modestia por no saber alabar como poeta la pintura de Lomazzo.

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006140 Mara Elena Manrique Ara

    aquella majestad que un gran seor merece para ser bajado de su Casa al Valle de Blenio, y con su guirnalda en lo alto, repleto de virtud y de vino, toc a Zavargna, nombrado Abad, junto a los sabios por l elegidos, y apenas los hubo tocado, otorg a cada uno una buena parte de su valor, como a gente que por siempre jams debiera sustentar y acrecentar esta preciosa vir-tud de discernir el bien, y asimismo la ciencia de desengaar y arrancar del fango a todos aquellos que estn ayunos de tanta gracia y privados de tanta luz.

    Estos sabios de Blenio, pues, siendo los nuevos Deucaliones que han sobrevivido al anegamiento de los vicios y errores del mundo, no dejarn de hacer todo lo que les fue ordenado por su gran Baco, as que fcilmente saldrn bellas obras, honora-bles e ingeniosas como conviene a espritus elevados. Por ello el compadre Zavargna fij toya que el gran Baco empenacpor su padre a congregar en tosabios del valle, quiso que stoen obras virtuosas el ingenio esforzasen por alcanzar su graque entre ellos reinen un amoesquiven y rehuyan con la mconversacin de gente viciosa epuede aprehender la luz porqude la noche. Y por eso evitarn y la tendrn por lo simplona qverso de Merln Cocai: Cummalorum.

    Sed, como pacifica gens, habporque algunos quiz piensenresultan tan viles y rudos coal entrar en el Valle, mudanduno bajo y de menestral; peas ha sido dispuesto para qupuedan demostrar al mundo confusin de quien piensa quque de grandes tragos y estmadre de los simplones y hveces hace murmurar a la cande bien, pero que sepamos depoetas flojos y charlatanes a lni conocern, mereciera por ebuenas costumbres regidas pentonces comprender que aqde toda ciencia y capaces de con razones probables o mandestrozapalabras y rompehoja

    Por consiguiente, estando aqulio celeste) llamados a casi todvirtuosas, l [el Abad Zavargnel gran Baco junto a sus Musestatutos y ordinaciones abajotal y como sern observados pobajo el noble regimiento del hecho Abad por el compadre Ba perpetuo honor y salvacin d

    Estatutos del valle de Blenio:

    Que el Abad elegido y coronado por mano del gran Canciller con el consenso de los Consejeros sea perpetuo, excepto si por su culpa mereciera ser depuesto por la Abada segn las tres causas siguientes: rebelin del Valle; no querer escuchar al Consejo el da del Consejo; no querer hacer justicia.

    Que ninguno pueda ser acogido en el Valle si no es admitido primero por el Abad e interrogado por el gran Canciller sobre los puntos abajo indicados.

    Que se deba obediencia al compadre Abad y se ejecute todo lo que dispondr para Blenio. dos los estatutos de Blenio y, hado, seor de Blenio, enviado rno al redondel de piedra a los s, recin inspirados, empleando que les otorg a cada uno, se cia y valor, orden firmemente

    r y un afecto indisolubles y que xima diligencia la compaa y la ignorante, como aqulla que no e yace sepultada en las tinieblas a esta ralea presuntuosa e infecta ue es, y harn como dice aquel

    recte vivas ne cures sbaiamenta

    r entre ellos gente de Blenio, que su profesin, su prestigio, mo el nombre que adoptaron o aquel magnfico de antes en ro no saben lo que parlotean: e bajo el signo de la humildad la grandeza de su ingenio, para e no son capaces de otra cosa pidas juergas. La ignorancia, ermana de los torpes, muchas alla e infamar a todo hombre

    cierto si alguno de estos tales, os que no han conocido nunca l esplendor de su ingenio y sus or la virtud entrar en el Valle, ullos son verdaderos amantes responder a todos sobre todo, ifiestas, a despecho de cuantos s existan.

    llos (por gracia de Baco y auxi-as las realizaciones loablemente a], acatando el aviso dado por as empenachadas, ha fijado los escritos, que se deben observar r todos los consejeros de Blenio compadre Zavargna, creado y orgnign y por los otros sabios, el Valle.

    Que quien quiera entrar en el Valle muestre todo lo que sabe hacer con la pluma en la mano.

    Que no se acepte a ninguno que no sea docto en alguna cosa, principalmente en las artes liberales.

    Que las preguntas se hagan despus del convite que ofrecer a todos los sabios de Blenio, junto al Abad.

    Que, despus del interrogatorio, el Abad lo admita en el Valle y se deje besar la mano. Fin de los Estatutos.

    Las cosas que se deben observar en Blenio:

    Que el da del Consejo sea el primero del mes. Que ninguno publique ninguna composicin sin que antes sea leda en el Consejo. Que todos lleven al Consejo las divergencias y disputas que surjan. Que ninguno conduzca al Consejo ni al convite a nadie que no sea de Blenio. Que todos puedan escribir en la lengua que les apetezca. Que las decisiones las tomen slo los sabios junto con el Abad. Que cada uno comparezca cuando el Abad se lo ordene. Que ninguno, fuera del Consejo, se llame con el nombre del Valle. Que los oficiales de Blenio sean los mismos hasta su muerte, salvo que merecieran ser sustituidos por las razones siguientes: rebelin del valle; desobediencia al Abad; inobservancia de los Estatutos. Que los sabios del Valle no puedan ser ms de siete, en memo-ria de aquellos otros siete que fueron inspirados en el redondel de piedra. Que en el Consejo no se hable otra cosa que la lengua de Blenio. Que quien no cumpla las cosas arriba escritas sea castigado segn las decisiones del Abad. Que todos aquellos que sean destituidos no puedan entrar en el Valle nunca ms.

    Preguntas que deben ser hechas por el gran Canciller, tras el convite, a quien aspire a entrar en el Valle de Blenio:

    Cmo se debe atar el heno. El heno se ata en el suelo con la

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 141Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo

    crudo, o de corcho, o de mdula de saco o de maz; y que no est nunca sin vino, o poco o mucho.

    Cmo debe ser el bordn. Es necesario que el bordn est hecho con la madera de un ciruelo bien nudoso, o con madera de cornejo o de fresno; que tenga una altura de tres brazas, con su hierro de un palmo bien aguzado para no resbalar con el carral a la espalda cuando se va cargado y el terreno est mojado.

    Qu alpargatas se requieren. Se requieren unas alpargatas de cuero de vaquilla de Rusia, y deben ser amplias, con tres suelas de espalda39, bien cosidas; herradas con abundancia de gan-chos, en invierno con lino crudo o estopa dentro, en verano con paja.

    cuerda extendida, advirtiendo que el fiador36 quede a la vista para que se pueda hacer el nudo cuando el heno se tenga que apretar y pesar. Atadura que debe ir cruzada para que no se deshaga. Del mismo modo se tiene que hacer con la paja, que, sin embargo, debe ser atada ms prieta porque es ms resbala-diza.

    Cmo tiene que ser la cuerda y de qu largura. La cuerda debe ser fuerte y un dedo o ms de gruesa, con doce brazas de lar-gura al menos, para que se pueda atar cmodamente ya sea el heno, ya sea la paja o la lea, segn la cantidad.

    Cmo debe ser el fiador. Para el fiador se requiere madera fuer-te, buena, apropiada, sin carcoma, y tiene que ser de cornejo o de fresno, o de boj, o al menos de roble.

    Cmo debe ser el carral37. Es necproporcionado en altura y anchupara acomodarse a las espaldas dcon buenos arneses y de probada

    Cmo debe ser el tapn del carrestar hecho con brotes de vid mactinto, del mejor, y deben ir atadolas que se usan para sujetar los ccarrales, dividido por la mitad, y tun brazo, apretado en el centro, deque se adhiera bien al fondo del cni hacia abajo.

    Cmo se debe colocar el tapn dentro. Es necesario que el tapnal menos un dedo sobrado, y vurreador.

    Cmo tiene que ser el buen vino tque haberse criado en lugar seco,sol de la maana a la tarde, comoGattinara, Garignasco, en el moque se cra en Motta Visconti, llen lugares similares buenos por scolor rub claro, luminoso, bellovista y no tenga ningn olor, ni dmoho, ni de agrio, ni de tierra, nque, sacado de la pipa, se mantende da, de noche, al fro, al calor, o avinagrarse, o volverse cido ni

    Cmo tiene que ser el buen vinoque haberse criado en un lugar expuesta al sol de la maana a la taluminoso, bello y claro. Criado, sPombia, cuyo vino se llama vin sMayor, y en lugares similares; y qua propsito del tinto.

    Cmo tiene que ser la garrafilla. sea de buen vidrio, del claro, fuecidad de tres medios y no ms, coCmo debe ser el saco que se lleva a la espalda, sujeto a la cabe-za, y cmo debe ser el delantalillo donde se pone la garrafa. El saco debe ser de tela de grueso camo, fuerte y buena, de la de siete dineros la braza, y de una braza y media de anchura y tres de altura. Y de la misma tela debe ser tambin el delantalillo, que ha de bajar al menos hasta la rodilla.

    Cmo se debe acomodar el saco cuando se quiere llevar una carga. El saco debe ponerse con el fondo hacia arriba y reu-nidas las dos esquinas, la una para un lado y la otra para el otro, de modo que se retuerza como un birrete de turco, y deje una capucha para meter dentro la cabeza, cargar y andar.

    Cmo deben ser los cuchillos para desollar los cabritos. Los cuchillos deben ser dos, uno puntiagudo bien afilado y estrecho para degollar, otro corto y ancho con la punta roma, que corte bien, para quitar la piel entera del cabrito.

    Cmo se desuellan los cabritos. Los cabritos deben ser dego-llados con el cuchillo puntiagudo que se dijo arriba y, cuando ha salido toda la sangre, hay que cogerlos por la pata derecha posterior y, con el mismo cuchillo, hacerles un corte para poder colgarlos del muro o del rastrillo del pesebre con las patas abi-ertas, la una para un lado y la otra para el otro, para que se les pueda quitar la piel como se debe.

    Cmo se quita la piel al cabrito. Colgado el cabrito y qui-tadas las vsceras, se le deja la piel al menos seis horas o ms y despus, con el cuchillo de punta roma, se va desollando por las costillas poco a poco, con cuidado, hasta que se llega a la columna vertebral; y despus se hace lo mismo por el otro lado hasta que est despegada del cuerpo y de la cabeza del cabrito,

    esario que el carral est bien ra, as como bien aplanado el porteador, bien cinchado, capacidad.

    al. El tapn del carral debe ho, que haya dado buen vino s con varas de mimbrera, de

    inchos de los baldes y de los iene que ser tan grueso como sbriznado en las puntas, para

    arral sin moverse hacia arriba

    del carral cuando hay vino est en contacto con el vino elto hacia la espalda del aca-

    into. El buen vino tinto tiene en una ladera alta que reciba por ejemplo en Romagnano, nte Brianza, o como aqul

    amado vino del b b38, o u vino; que tenga adems un ; y que al beberlo salte a la e rancio, ni de madera, ni de i de disipado, ni de pasado y ga inalterado al sol, al viento, y sin cambiar jams de color, poco ni nada.

    blanco. El vino blanco tiene pedregoso, en una montaa rde, que tenga un buen color, e podra decir, en Varallo, en anto, en Cannero, en el lago e no tenga olor, como se dijo

    Es necesario que la garrafilla rte y transparente, con capa-n sus buenos tapones de lino

    36. N. del T.: en dialecto facchinesco, fusella, pieza de madera triangular al extremo de una cuerda y con una perforacin para pasar el otro cabo, permitiendo as atar fajos de lea o hierba.

    37. N. del T.: en facchinesco y en italiano, brenta, a saber, recipiente de madera, de forma cnica, para transportar vino a las espaldas. Proponemos como traduccin el trmino genrico carral, que designa un

    tipo de barril para acarrear vino, a falta de un vocablo equivalente en castellano.

    38. N. del T.: segn Isella, b b es vocablo del lenguaje infantil que designa el beber, y aplicado al vino significa excelente.

    39. N. del T.: Isella apunta que espalda, schiena en italiano, es la piel bovina entera y curtida.

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006142 Mara Elena Manrique Ara

    y despus se arrastra hacia abajo por las patas y se quita. Fin de las preguntas. Los distintos arabescos o versuchos que salieron de la mollera de Zavargna para varios seores y generaciones, sabios y honora-bles, como se podr ver leyndolos, por la variedad de sonetos y canciones, coplas40 o estancias compuestos en tropel por el suso-dicho Abad o por el cantor que fuere.

    II 21 [p. 124-125]Al Seor Giacomo Rosignolo de Livorno, singular pintor de Grutescos.

    Viendo que Rossignoli era tan valiente en el gnero de los grutescos, le dijo Perin del Vaga lleno de maravilla: No existe ningn pintor de grutescos cin contigo, porque de todasdemuestras hacer un todo; ni ncionado que, vindolos tan herencima. Tambin ha pintadode todo lo que est escrito enpintura. Ahora este valiente hode Saboya, Carlo Emanuele, qescritos Grotescos41.

    II 24 [p. 130-131] Lamento de la Pintura moderpintor de Bolonia.

    Oh, pobre de m, desventuradzado los ojos, la boca y la narirancia por no haberme conocseca y descoyuntada, con losmuerta; y puesto que no haycallo, as que me maltratan caparan aquellos antiguos? Ay poca en que era amada y reabsoluta? Ahora los ricos sonpintor manda al diablo el estudal revs. Al final no me queda tento que experimento graciastu nombre los torpes agachan

    II 25 [p. 132-133]A Marco Senese, pintor singula

    Hace tiempo que vi a Marco Seso en todo el mundo, dentro dpies, los brazos, las piernas, lasunos criados hasta el sitio doncomer, tena que representar epaos, haciendo uso de pinceledi en Npoles, en su casa, dola vida su mujer ponindole indecente mostr despus, en chacer jams, y ha triunfado pa

    II 26 [p. 134-135]A Rosso Florentino, pintor estupendo.

    En pintura, Rosso quiso ir ms all de la apariencia natural, vencerla y trastrocarla, de manera que ningn pintor podr jams decir de sus pinturas: sta est mal hecha; porque, junto al dibujo, est el claroscuro, como se ve en Francia (y no son bagatelas) y en Florencia, donde no comi codornices pintor que pintase mejor que l en caballete o al fresco. Oh, Rosso honesto, adornado con tantas virtudes! Oh, Rosso, no hay quien alcance la altura de tus pinturas, pues no hay nadie que te ponga el pie delante! Oh, Rosso, tan honrado en todo el mundo, no hay ningn pintor que te ofenda sin pasar por un imbcil!que pueda resistir la compara- las cosas que se pueden ver t adie que lleve bragas y te sea afi-mosos, de la alegra no se lo haga en ellos los sacrificios, adems un pgina de mi librote sobre mbre est al servicio del Duque ue tiene tambin dedicados mis

    na al seor Camillo Procaccini,

    a Pintura, cmo me han destro-z los pintores colmados de igno-ido y amado! Estoy sucia, flaca, huesos desencajados y medio ninguno que est de mi parte, da da ms. Ay de m! Dnde de m! Qu fue de aquella feliz verenciada y tenida por Diosa ms escasos que un Midas y el io para deshonor de este mundo

    ms remedio que rer por el con- a ti, oh Procaccini, porque al or la cabeza.

    r.

    nese, aquel gran pintor tan famo-e un cesto, acurrucado todo, los manos, subido con cuerdas por

    de, con la pintura que le daba de n un retablo paisajes, hombres y s, paletas y colores. Y esto suce-nde consinti que le envenenara los cuernos42. Y aun siendo tan uanto a ideas, lo que no se podr ra gloria del arte.

    II 27 [p. 136-137]A la muerte del compadre Ribeud, escultor del Valle, antes llamado Annibale Fontana.

    Oh, muerte envidiosa, que separaste el espritu del cuerpo a aqul que en la escultura fue primero, porque tantas veces haba arrebatado a la naturaleza el honor y a ti la pujanza! Ay de m, compadre Ribeud, te fuiste a vivir una vida ms tranquila y pura, pero aqu todo el mundo llora y gime porque sin tus virtudes nos hemos quedado ciegos! Oh, muerte malvada, despiadada, riada43 que has barrido del mundo a un hombre tan grande en la flor de su ingenio, de sus aos y de la virtud! No obstante, espero, a despecho tuyo, que no viva menos que aquellos antiguos griegos o romanos que nunca pudiste sepul-tar ni esconder.

    II 31 [p. 144-145]Al seor Guido Mazzenta, doctor.

    Vi una vez, pintado por Vaga para el docto Mazzenta, un cuadro con el Concilio de los dioses, y uno de Sesto con un santo que se atormenta golpendose fuertemente el pecho con piedras. Y tambin del compadre Ribeud, que por haber estado estreido comi pan de mijo, este sabio doctor quiso tener todas las esculturas que dej al morir. Pero callo porque yo no s de las pinturas, ni de los mrmoles y ceras que l posee, siendo mi ciencia la de acarrear heno.

    II 33 [p. 148-149]Del gran pintor del Valle de Blenio llamado el compadre Argh y antes Ottavio Semini.

    Semini, honrado menestral del valle de Baco y observante de todas sus buenas maneras y cualidades, todos te estiman el ms valiente pintor del Valle de Blenio. Veo que en la pintura te juzgan perfecto, porque ninguno tiene colores ms dotados de encanto que los tuyos. Con justicia debieras ser coronado de hiedra y no llevar ms carrales ni heno. T superas al resto de pintores de esta ciudad y todas tus obras esparcidas por el mundo estn llenas de sabidura y de invencin, as que noso-tros, por ser tan aguda tu mirada, te hemos hecho de nuestro

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 143Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo

    II 37 [p. 155-156]Al gran Federico Barocci dUrbino, pintor excelso, en lengua toscana.

    Hizo Sanzio subir a su patriaDe la fama al primer escao;Pero no le dio menos bello adornoBarozzi, que de la misma provena,La idea de Sanzio, a la que siempre atenda,Siguiendo, as como el colorido tan preciado,Con sus mezclas y pigmentos, y el raro manejoDe las luces y sombras del natural tomadas;Adems de los variados escorzos desafiantes y magnficos, Expresados con un arte y un dibujoQue jams mostrara ningn sabio inventor.En Anatoma alcanz el ms alto grado,

    Valle y te hemos cambiado el nombre de Ottavio por el de Argos.

    II 34 [p. 150-151]Al pintor Paolo Camillo Landriani, llamado el Duchino, y que en el Valle es el compadre Squartamaglia.

    El pintor ms prctico de estos contornos y que deja ver a todos lo que sabe hacer en historias, en frisos y en retratar a la gente improvisando con pinceles, es aquel Landriani que de hecho fue amigo de todas las maneras de pintar y trabajar, tanto al fresco como al leo y a la aguada, y de garabatear sobre tablas y muros mediante cualquier tcnica. Usa botones de oro con vestidos de seda y de terciopelo y es el honor de la pintura en nuestra edad. Es ste un buen compaero y experto en la lengua de Blenio, tanto que la Fama lo ha

    II 35 [p. 152]En alabanza del compadre Aurelien lengua toscana.

    Aquella presteza del dibujo, cuandResucit en vos, renaci al mundoY a pocos o a ninguno os hace segMientras las invenciones vais acomY las acciones con decoro delineanCon rara anatoma, con estilo profDe luces, de sombras y de reflejosDel arte con pincel docto vais llegCallo los movimientos, los afectosQue mostris con tan gran furor,Y el colorear con slida razn,Poco entendida por los que estn a dar a sus obras vida y color,que a esto aplican toda su dedicaci

    II 36 [p. 153-154]En alabanza de una pintura realipara Gerolamo Legnani.

    Cuando le dio a Simn el alto capDe hacer del bello Medoro heridoLo pint con la cabeza inclinada sSeno de su mujer, que all estabaDoliente y hacia l miraba;Y l a ella, con la boca abierta,Diciendo: sta es la ofrenda Que haces, sin algn mrito, maEn tanto ella la blanca mano tenaSobre su cuello, y l con los miemPlido en tierra yaca.Vense alrededor muertos y vivos fCon el alborear del sol iluminadosDe donde resulta que por las somcuella]tanto que todos convienen en queMostrando muertos a los muertos y vivos a los vivos,Y en cada una de las partes fue sabio pintor.

    II 55 [p. 253-261]Del mismo Slurigliano, que encontrndose en la Arcadia transmutado en Pedraz, en lengua bergamasca, quiere hacer un regalo a una ninfa.

    Salud a ti, Ninfilla,La ms bella y la ms perfectillaDe cuantas haya entre estos bosquetes;Si con vocablos TosquetesNo canto tus laudes44,compondr menos fraudesEn todo este prembulo;Hace ya ms de tres horas que deambuloArriba y abajo por estas colinillas,Por selvas, abrojos y ruinillasPara dar con tu presencia,A la cual har reverenciaCome si fueras una Reineta.Que lo sepas, pues, Ninfeta.Que cuando te vi, con tanto seoro,Bailando a la sombra de aquel lauro,Me convert en tu esclavo por extravo;Y aunque no soy rico en plata ni oro,Soy leal, fiel y tan humildsimoQue me podras arrastrar de la India al Moro45.Ay de m, quin no ser de ti amantsimo,Viendo aquellas trenzas rubias y crespillas,

    elevado hasta los cielos.

    o Luini, llamado el Luini,

    o ;undo,paandodo,undo, al puntoando., los escorzos y los gestos

    tan atentos

    n.

    zada por Simone Peterzano

    richo un cuadro,obre el delicado

    .

    bros flccidos

    ingidos,,bras y las luces, la obra des-

    la d a la luz.

    40. N. del T.: en italiano, barzellette, que son canciones breves asociadas a un baile popular. Con nuestra copla, comparte su carcter cantado con alguna msica popular.

    41. N. del T.: juego de palabras con rotteschi, el ttulo de su anterior libro de poemas.

    42. N. del T.: en italiano, che lo aveva fatto andare in beccheria. Segn Isella, che lo aveva fatto becco, o sea, cornudo.

    43. N. del T.: Isella traduce por ra, que es un prstamo lxico del cas-tellano.

    44. N. del T.: en italiano se llama laude a un poema caracterstico del siglo xiii compuesto bajo la forma mtrica de la ballata en honor de Dios o de los santos. Aqu usado en sentido irnico.

    45. N. del T.: es decir, a la Mauritania; con valor de exageracin, de Oriente a Occidente.

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006144 Mara Elena Manrique Ara

    Que parecen mismamente hilos de oro finsimo?Un rostro despejado, y ojos que parecen de nspolas46,Y la nariz, de compota de una gran sanda47,Con tan honestas miradas.Los dientes, un hilo de perlas sin incuria,Los labios de la boca coralinos,Un pedazo de mrmol una y otra paletilla.La garganta, adonde van aquellos bocaditos,Por fuera parece un vaso de alabastro;Los brazos, la espalda, el escote y los duros pechitos.De buena gana dara yo un gordo pollastrePor ver ese bosquete tan encantadorQue tienes entre las dos columnas, en aquel encastre.Pero para terminar te har saber,Mi boquita bella, si puedo enamorarte,que te quiero hacer una ddiva muy honorable,De bergamasca mano hecha co

    Un cubo para ordear vacas miras atentamente, vers la excun ingenio portentoso, hijo deparece cosa humana, sino divNinfeta, muy bella y olorosa, dabajo, en el fondo, aquella comro que se celebr cuando fue ehija de Zan Tasca48: un banqueacudan ya de Levante ya de P

    Sucedi, divina ma, en un hevasto y florido, con dos managirar la rueda de ocho molinosderredor hay una fila de rbole

    hermana, una gran morera que extiende sus recias y luengas ramas una contra otra, tan bien entrelazadas que parece hecho a propsito, sin que el arte haya tenido parte alguna; antes bien, es la naturaleza que las ha dispuesto con tan justa medida que todos gozan cuando la contemplan. Adems da sombra al prado y all debajo, por su frescor, han colocado las mesas del banquete. No puedo detenerme ahora a hablarte de una fontana porque no terminara en una semana, pero t misma podrs comprobar a placer que est sobre una cuesta, al pie de un monte, que despus se entrev todava un pedazo de prado y a lo lejos una hermosa ladera llena de flores.

    Sin embargo, en tanto conserve aliento, escchame bien porque te quiero describir por extenso el gran ingenio y el mucho arte que hallars. Como te deca, vers, Ninfa, las mesas dispuestas en crculo bajo ese rbol, donde hay sentados ms de noventa

    46. N. del T.: nsperos. Mara Moliner registra ambas variantes en castellano, adems de mspero, nspilo, nispera, nispola, en Diccionario de uso del espaol, vol. ii, Madrid: Gredos, 1991, p. 511.

    47. He aqu el cmico retrato de una ninfa con aires campesinos en el que sera posi-ble hallar traza de las ttes composes de Arcimboldi a base de frutos y hortalizas. Entre las variadas interpretaciones que aqullas han recibido, hay que recordar la de su fundamento en la cosmologa plat-nica, expuesta en el Timeo, segn la cual todos los seres fueron creados a partir de n gran arte.

    te quiero regalar, en el que, si elencia del dibujo. Lo ha hecho

    Cavanoci de Val Brembana. No ina; es adems de una madera, el llamado ciprs, y se ve incisa ilona famosa en el mundo ente-mparejada, en la Bergamasca, la te con tanta gente, que muchos

    oniente.

    rmoso prado: lo vers dibujado ntiales a ambos lados que hacen , tanta es el agua que llevan. En s que alegra la vista. Y en medio,

    comensales. La novia est acomodada sobre un gran sitial, con su enorme y gorda cara que contrae en sonrisa malvada porque un gato le birla de la mano un tenedor con una albndiga. Y el novio querra acercarle un pan pero, al volverse, he aqu que le arrea con el brazo a un pariente en el hocico, cuyo nombre es Zan Trippone, que viste un amplio y hermoso hbito a la antigua.

    Al lado est Accattabriga con un gran plato de raviolis delante; siguen dos hermanos de Panza de Oveja49, que destripan una liebre con las manos. Ganassa le hinca el diente a un buen faisn, Mascella agarra una oca y quiere escapar, pero no acaba de darse la vuelta que le tiran a la espalda una menestra50. Ha sido Silvestra, la mujer de Toniolo del Braghiere, el pequeu-rro. Cerca est Burattino, que amenaza a un jorobado porque acaba de estamparle en la cara un requesn, en medio est

    los cuatro elementos y comparten por eso una unidad sustancial. Cfr. supra el Origen y fundamentos del Valle de Blenio. Estas pinturas la pondran de manifiesto gracias al ingenio del artista, que, a partir de elemen-tos de su entorno cotidiano, copiados de manera naturalista, es capaz de revelarnos un ser que antes exista slo en su mente, en su idea. Cfr. las tesis de Sydney en su Defensa de la poesa (1580), vlidas igual-mente para la pintura de acuerdo con el pensamiento lomaziano; o las posteriores de Zuccari en Idea de los pintores, escultores y arquitectos (1607). Cit. por Bouwsma, William J., op. cit. (nota 10), p. 50.

    48. La descripcin que sigue es una soberbia parodia de kphrasis, pues, en lugar de la imagen pica que construye Homero en el libro xviii de la Ilada a propsito del escudo de Aquiles, asisti-mos a una estampa de gnero brueghe-liana. Lomazzo y sus adlteres conocan las pinturas del maestro flamenco, sobre todo el primero, si se tiene en cuen-ta que, muy probablemente, realiz un viaje a los Pases Bajos hacia 1570. Cfr. Ciardi, Roberto Paolo, op. cit. (nota 10), p. viii, nota 9. En cuanto a las relaciones artstico-literarias de la Lombarda del Cinquecento con la produccin artstica

    transalpina, vase el estudio de Meijer, Bert W. Larte non debe schernire: sul comico e sul grottesco al Nord, en Rabisch. Il grottesco..., op. cit. (nota 2), p. 69-76. Sus fuentes de inspiracin, sin embargo, habra que buscarlas ms bien en la literatura popular zannesca. Aunque editado posteriormente, sirva de ejemplo el Maridazzo di M. Zan Frognocola con Madonna Gnigniocola, alla Bergamasca, con il suo balletto alla Romana e altre bizzarrie, Venecia: Righettini, 1648.

    49. Slurigliano (Bernardo Rainoldi) pen-saba en el famoso Simone da Bologna,

  • LOCVS AMNVS 8, 2005-2006 145Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo Lomazzo

    Hay despus, cercano a la acequia, un francs que ha sorprendi-do a un bracerillo que se le lleva un pastelillo, y levanta una tabla de cortar para atizarle. Mira un poco ms arriba hacia la mesa y vers a un alemn all sentado que parece adormecido sobre una jarra, y uno apoyado en un palo con una garrafa al cuello; otro le da un empujn para que se le caiga. Por todas partes ves jarras y garrafas, hay quien se mete en los bolsillos los mejores bocados; hay otro vago con las bragas bajadas, que debe de estar borracho, atado a un banco; y, encima, para mayor divertimiento, sentado sobre una piedra bajo unas ramas, hay tambin un espaol que parece que cante acompaado del lad: donde ves reunida un montn de gente, ste es el que anima el cotarro.

    Despus, bajo un emparrado, hay muchas personas que bailan, hombres y mujeres; y ves all, en una orilla, a otro que toca la

    Franceschina, con un cuchillo, que pincha un gnocco del plato y se lo lleva al hocico, pero parece que quema; al lado hay un co-rro de compaeros: Baccioco, Pedrazzo, Zaccagno y Pedrolino, Zavargna, Tabarino, Borgnino, Gandaglio, que se juegan a la morra una gran pedazo de queso; Nnola mira por encima de todos ellos para ver quin sabe jugar mejor; Francatrippe51 tie-ne delante un cuenco y con un gran cazo come lasaas, con los vestidos desabrochados hasta la bragueta.

    Hay despus otros sujetos que hacen rer: Piva, al agacharse para coger una servilleta, da un culazo a un Colombino que est all delante; Zan Pelato tiene un trozo de carne de buey que estira con ambas manos, tan duro es. Pero no quiero per-der tiempo en nombrar a tanta gente, slo hablar rpidamente de los gestos, de las acciones: se ven por todas partes fuentes, escudillas, platos llenos de viandasquien es ms pausado y quien dem

    Se ve a uno en un rincn, que robuna cesta; otro, un salchichn, y pbolos, porque, a decir verdad, do, se conoce que son forasteros.en blanco, vestido con gran lujo,salchicha52, y ste, para mi coletonoces a un romano porque, con medio cordero castrado; all hay oMantua, porque lo ves comer unbarbo hervido53. Un poco ms alecha especias a montn sobre un pno que come un revoltillo con tenun napolitano que triunfa a dos mapaado a su manera.

    cuyo nombre artstico era Panza de Pegora. Cfr. Paliaga, Franco, op. cit. (nota 30), p. 231. Actuaba como segundo zanni de la Compagnia dei Gelosi, que lleg a Miln precisamente en 1589, ao de publicacin de Rabisch. Cfr. Magni, Maria, op. cit. (nota 31), p. 46. Los con-tactos de la Accademia di Blenio con actores de la commedia dellarte estn documentados en los propios poemas de Rabisch. De hecho, Lomazzo dedic el poema II 18 de Rabisch a este actor rarissimo in rappresentare la persona di un facchino bergamasco, ma pi raro nelle argutie e nelle inventioni spiritose.

    CAlodGyI

    5plespmlagaita. Hay quien tiene un trombn, quien tiene en la mano una viola, o un violn, o juega a tablas reales54, o a los dados, o est sentado con los naipes en la mano; no terminara maana si dijese todo, porque tengo la garganta seca y me paro aqu.

    Ahora el resto lo descubrirs por ti misma, de modo que ex-clamars oh, qu hermoso!. Y no han puesto su mano ni Apeles ni Tiziano, sino el gran Lomazzo, que por placer y solaz ha dibujado esta fantasa en la Abada de Blenio y la ha mandado en seguida, el buen abad Zavargna, a Zan Sbroiat de Cavanocci, que, como valiente virtuoso, la ha copiado y tallado despus en el fondo, con el cuchillo, de manera que no tiene igual. Confrmate de una vez, pues, boquita ma, con hacerme un Zanolino55, que luego coger [el cubo] porque lo he vuelto a poner all, en un bosquete, escondido en un agujero entre unas hierbas; y no me pongas excusas, di que s, porque te juro que te quiero con locura.

    de todo tipo; comiendo, hay asiado vido.

    a una gran tarta y la echa en or su aspecto jurara que es

    hay una fila que, en el vesti- Ves asimismo uno de punta que saca de un platito una , que viene de Miln; reco-

    lindas maneras, lo ves coger tro que imagino debe ser de pescado que me parece un l, ves a uno de Venecia que lato de ostras, y un florenti-edor. Ves all, en un rincn,

    anos ante un plato de brcoli

    itado por Maria Magni, ibdem, p. 6-7. dems, Bologna consta en el elenco de s miembros de la academia como uno

    e los facchini sin cargo. Cfr. Lomazzo, iovanni Paolo, op. cit. (nota 29), p. 79,

    , a propsito, la introduccin de Dante sella, ibdem, p. xii.

    0. N. del T.: en el original, minestra, lato de arroz o pasta cocido con gumbres y verduras. En consecuencia,

    era ms correcto traducir por potaje, ero hemos optado por menestra para antener la rima interna con Silvestra en frase siguiente.

    51. Zanni muy similar a Arlecchino, creado por el bolos Gabriele Panzanini a mediados del siglo xvi. Cfr. Cervellati, Alessandro, op. cit. (nota 1), p. 73. Form parte de la Compagnia dei Gelosi y por tanto pudo haber sido conocido personalmente por los de Blenio. Vase Paliaga, Franco, op. cit. (nota 30), p. 231.

    52. N. del T.: en el original, cervellato. Segn Isella, una antigua especialidad gastronmica de la Lombarda. Se trataba de un embutido de grasa de cerdo y picadillo de rin de buey, con especias que le conferan un peculiar tono azafrn.

    53. N. de. T.: en el original, balbo alesso. Isella no aclara de qu se trata; quiz balbo sea variante de barbo, pez de los cipriniformes con mandbula provista de cuatro apndices, que usa para buscar alimento.

    54. N. del T.: en el original, sbaraglino: antiguo juego de mesa parecido a las damas pero que usa adems los dados.

    55. N. del T.: Isella especifica Gio-vannino. En efecto, Zanolino sera el diminutivo de Zanni, forma dialectal de Gianni, hipocorstico de Giovanni.

    Alabanza del arte grotesco y del artista menestral en la Accademia della Val di Blenio, por Giovanni Paolo LomazzoResumenAbstract

    Una academia literaria en la Lombarda espaola del siglo xviUso y significado esttico del grottesco en RabischApndice: antologa potica