gili, m. l. 2013. “bienes culturales, arqueología y responsabilidad social

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BIENES CULTURALES, ARQUEOLOGÍA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL María Laura Gili 1 Resumen La práctica arqueológica siempre ha tenido que ver con la realidad de su contexto de realización, con las circunstancias de las sociedades en cada momento histórico. Ella se contextualiza en experiencias sociales, políticas e históricas propias de sus diferentes momentos de realización. En términos de la arqueología social latinoamericana, se trata de encontrar formas de construir un conocimiento científico, abordando al mismo tiempo las historias locales y el proceso colonial con sus efectos negativos sobre las poblaciones originarias del continente. La responsabilidad social de la arqueología se ve incrementada por las particularidades de su historia y de sus conexiones con el colonialismo y con la expansión capitalista europea sobre las áreas colonizadas en América Latina, Asia y África. Por ello una discusión ética en el contexto Latinoamericano no puede pasar por alto las situaciones de marginalidad y de explotación a las que fueron sometidas sus poblaciones. Palabras clave : práctica arqueológica bienes culturales responsabilidad social 1 Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Villa María. Villa María. Córdoba. Argentina. [email protected] ¿CÓMO CITO ESTE ARTÍCULO? Gili, María Laura; “Bienes culturales, arqueología y responsabilidad social”; en: Patrimonio Cultural y Natural. Experiencias mexicanas en torno a su protección y su manejo”. Red Patrimonio, Revista Digital de Estudios en Patrimonio Cultural. Nueva Época. Volumen I, Número 1. Abril de 2013. El Colegio de Michoacán, A.C; Universidad Autónoma de Campeche. México. www.colmich.edu.mx/red.

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trabajo sobre la responsabilidad social de antopólogos y arqueólogos frente a los restos culturales del pasado

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  • BIENES CULTURALES, ARQUEOLOGA Y

    RESPONSABILIDAD SOCIAL Mara Laura Gili1

    Resumen

    La prctica arqueolgica siempre ha tenido que ver con la realidad de su contexto de realizacin, con las circunstancias de las sociedades en cada momento histrico. Ella se contextualiza en experiencias sociales, polticas e histricas propias de sus diferentes momentos de realizacin. En trminos de la arqueologa social latinoamericana, se trata de encontrar formas de construir un conocimiento cientfico, abordando al mismo tiempo las historias locales y el proceso colonial con sus efectos negativos sobre las poblaciones originarias del continente. La responsabilidad social de la arqueologa se ve incrementada por las particularidades de su historia y de sus conexiones con el colonialismo y con la expansin capitalista europea sobre las reas colonizadas en Amrica Latina, Asia y frica. Por ello una discusin tica en el contexto Latinoamericano no puede pasar por alto las situaciones de marginalidad y de explotacin a las que fueron sometidas sus

    poblaciones.

    Palabras clave : prctica arqueolgica bienes culturales responsabilidad social

    1 Instituto Acadmico Pedaggico de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de Villa Mara. Vil la Mara.

    Crdoba. Argentina. [email protected]

    CMO CITO ESTE ARTCULO? Gili, Mara Laura; Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social; en: Patrimonio Cultural y Natural. Experiencias mexicanas en torno a su proteccin y su manejo. Red Patrimonio, Revista Digital de Estudios en Patrimonio Cultural. Nueva poca. Volumen I, Nmero 1. Abril de 2013. El Colegio de Michoacn, A.C; Universidad Autnoma de Campeche. Mxico. www.colmich.edu.mx/red.

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    2

    Mara Laura Gili

    LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

    EN LOS ESTUDIOS SOBRE LOS

    BIENES CULTURALES

    El presente es un trabajo de reflexin acerca

    de la la responsabilidad social en los estudios

    de los bienes culturales. No se abordan aqu

    casos especficos. Sin embargo, el trabajo se

    desprende de una investigacin previa sobre

    la tica aplicada a la arqueologa. Problemas

    de fundamentacin de su deontologa

    profesional, en la que analizamos el conflicto

    tico planteado en la prctica de la

    Arqueologa entre el Estado, los

    investigadores, las comunidades aborgenes

    y los pobladores de reas de inters

    arqueolgico por incidir en los sitios, cada

    uno a partir de intereses particulares y, por

    momentos, en contradiccin. Para ello

    indagamos en el pensamiento filosfico

    contemporneo, los conceptos ms

    pertinentes para la reflexin de temas propios

    a la prctica arqueolgica sealando la

    transversalidad de la problemtica (Gili 2002,

    2003, 2004a, 2004b, 2005, 2007).

    En publicaciones previas he sealado que,

    entre las partes mencionadas, se dan

    situaciones de conflicto de ndole moral y

    cientfica por los sistemas de valor

    particulares, tradicionales y modernos que

    all se entrecruzan; asimismo, por las

    diferentes perspectivas en orden al estudio y

    de produccin de conocimiento sobre bienes

    culturales, es decir, el pensamiento

    tradicional y el pensamiento crtico.

    Nuestra experiencia se enmarca en estudios

    arqueolgicos sobre el arte rupestre del Sur

    de la Sierra de Comechingones, en la

    Provincia de Crdoba, Argentina. A partir de

    all, se nos ha presentado la instancia de la

    reflexin sobre los criterios y principios que

    orientan la toma de decisin, en el estudio y

    gestin de bienes culturales como as

    tambin, el razonamiento sobre el ejercicio

    profesional.

    En las ltimas dcadas se observa un mayor

    inters por realizar estudios vinculados al

    patrimonio cultural. Al respecto el historiador

    francs Jacques Revel (2005), seala que ha

    habido un uso excesivo de la

    conmemoracin, haciendo de la cultura una

    herramienta poltica. As como de

    patrimonializacin de los bienes culturales, lo

    cual ha generado una sociedad museogrfica

    y archivstica, y finalmente, de produccin de

    memoria, de un nuevo rgimen de memoria,

    al servicio de un nuevo modelo de Estado.

    En efecto, el modelo de Estado nacional

    homogneo que rechaz la diversidad

    sociocultural durante el siglo XIX y la primera

    mitad del XX, ahora procura la reivindicacin

    y la promocin de formas particulares y

    originarias, con renovadas estrategias que

    intentan reformular el lazo social (ibdem). De

    esta manera, la cultura da visibilidad a la

    diversidad, ocultando la disparidad

    socioeconmica profunda que refuerzan las

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    3

    Mara Laura Gili

    polticas neoliberales (Achilli 2006).

    La prctica arqueolgica en contexto

    latinoamericano adquiere sentidos

    particulares. Aqu, la historia social se

    construy sobre el conflicto y la

    fragmentacin, generando una profunda

    desigualdad socio-econmica, con sectores

    sociales proclives a hegemonizar el poder.

    Por ello se producen cuestionamientos a la

    prctica de la arqueologa en los principios

    que guan la actividad, poniendo en

    consideracin el contexto social e histrico

    en el cual trabaja. Lo anterior, con re-

    planteamientos en trminos ticos sobre el

    compromiso y la responsabilidad social que

    conlleva producir conocimiento en estas

    circunstancias, dado que los bienes

    culturales que exhuma en su prctica y luego

    estudia, son objeto de confrontacin de

    intereses.

    Las discusiones en torno a la responsabilidad

    social de la arqueologa, y en el mbito de la

    gestin cultural a ella vinculado, deberan

    comenzar por cuestionar el rol de la disciplina

    en cuanto constructora de memoria social de

    los Pueblos Originarios marginados y

    silenciados por prcticas coloniales

    sostenidas en el tiempo desde el Estado

    Colonial al Moderno. Dicho cuestionamiento

    permitira esclarecer el problema y avanzar

    hacia su pleno reconocimiento. Sera un acto

    de reparacin histrica y tica para con las

    comunidades originarias y sus descendientes

    actuales, sin con esto inhibir la continuidad

    en la produccin de conocimiento

    arqueolgico con metodologas cientficas

    desarrolladas en dcadas de trabajo

    sostenido.

    Analizar algn aspecto vinculado con el

    patrimonio cultural y los bienes culturales,

    arqueolgicos, materiales y simblicos que lo

    constituyen, es una tarea compleja en la

    actualidad. Su complejidad est dada por la

    diversidad de perspectivas que atraviesan su

    anlisis. En las ltimas dcadas distintas

    reas de pensamiento han demostrado tener

    algo que decir al respecto: la antropologa, la

    historia y la arqueologa tradicionalmente se

    ocuparon del tema, pero a ellas se sumaron

    la filosofa, la teora poltica y la economa

    entre las ms reconocidas.

    Una de las caractersticas del pensamiento

    social es su diversidad de manifestaciones a

    lo largo del tiempo. Las formas del

    pensamiento tradicional sobreviven en la

    actualidad y permiten entender la historia y la

    cotidianeidad de las comunidades que lo

    conservan en sus formas. El pensamiento

    crtico-moderno, a su vez, explica la sociedad

    contempornea y desempea un rol

    destacado en ella en aplicaciones

    tecnolgicas y en nuevas perspectivas del

    mundo y la realidad social. Ambos

    construyen racionalidades y maneras

    diferentes de ver y de entender la realidad, y

    ambos confluyen en la prctica arqueolgica,

    especialmente en los temas ms sensibles a

    las comunidades originarias como son los

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    4

    Mara Laura Gili

    relacionados con el uso y el estudio de restos

    seos, lugares y objetos sagrados.

    La prctica arqueolgica siempre ha tenido

    que ver con la realidad de su contexto de

    realizacin, con los circunstancias de las

    sociedades en cada momento histrico. Ella

    se contextualiza en experiencias sociales,

    polticas, histricas propias de sus diferentes

    momentos de realizacin. En trminos de la

    arqueologa social latinoamericana, del

    reconocido arquelogo peruano Luis

    Guillermo Lumbreras (1981), se trata de

    encontrar formas de construir un

    conocimiento cientfico, abordando al mismo

    tiempo las historias locales y el proceso

    colonial con sus efectos negativos sobre las

    poblaciones originarias del continente.

    Una discusin tica en contexto

    Latinoamericano no puede pasar por alto las

    situaciones de marginalidad y explotacin a

    las que fueron sometidas sus poblaciones.

    Por ello la responsabilidad social de la

    arqueologa se ve incrementada por las

    particularidades de su historia y por las

    conexiones con el colonialismo y la

    expansin capitalista europea sobre las

    reas colonizadas en Amrica Latina, Asia y

    frica.

    Esta situacin hace que el problema tnico

    sea de ndole tica y poltica. tica, porque

    existe una deuda histrica con la sociedad

    aborigen que sufri la exclusin formando

    parte de vnculos de marginacin y

    postergacin; y poltica, porque lo son los

    reclamos por autonoma, en tanto la

    autonoma territorial y poltica aborigen es

    una de las principales fuentes de

    construccin de identidad. Ella organiza y

    dota de sentido a los Pueblos Originarios del

    continente (Iturralde 1995: 135). Por esto, la

    cuestin indgena latinoamericana merece

    ser reflexionada a partir de principios

    tericos, polticos y ticos.

    Frente a tal estado de situacin, la realidad

    social y poltica latinoamericana le impone al

    mbito acadmico, la necesidad de un

    pensamiento y una teora crtica propia,

    donde la tica sea una herramienta de

    denuncia de las condiciones de dominacin,

    prolongadas en renovadas formas de

    accionar, como tambin de planteos de

    nuevas instancias de transformacin y no tan

    solo un instrumento para diluir los reclamos y

    las contradicciones, como entendemos

    ocurre con las demandas de los Pueblos

    Originarios por contar con mayores

    posibilidades de decisin sobre el uso de sus

    bienes culturales.

    Contemplar estas nuevas realidades y la

    aplicacin de principios ticos, facilitara la

    construccin de nuevos discursos y

    conocimientos que desenmascaren lo

    convencional, las opciones ya establecidas.

    Sera una manera de revisar la narrativa

    arqueolgica e histrica acerca del pasado y

    del presente de los Pueblos Originarios. Los

    criterios a adoptar, deberan consignar los

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    5

    Mara Laura Gili

    diferentes aspectos que involucran valores y

    condiciones de distintas perspectivas y

    formas de pensamiento. Esto, porque los

    afectados en el estudio y la gestin de bienes

    culturales arqueolgicos, provienen de

    marcos de referencia diversos: crtico,

    tradicional, mtico, etc.

    Toda puesta en escena de lo patrimonial,

    debera ser una interpelacin poltica y social,

    en respuesta a la responsabilidad social y

    comunitaria que su produccin de

    conocimiento implica (Gili 2004a). Asumiendo

    a la arqueologa como ciencia til al re-

    descubrimiento y respeto de la diversidad y

    del pasado, el respeto por la diversidad

    debera ser el principio tico fundamental a

    partir del cual se desprendieran los otros. La

    historia es fragmentaria, dado que la

    construimos sobre mltiples objetos y

    referentes que expresan identidades

    comunitarias, mltiples miradas y

    diversidades. Por consiguiente, la realidad no

    podra ser acotada a una sola perspectiva; es

    la sumatoria de aportes individuales, de

    tradiciones diferentes (mtico, religiosas,

    crticas, etc.), donde cada elemento se define

    por lo que es y por su red de relaciones, lo

    cual evidencia su complementariedad.

    ALGUNAS DISCUSIONES ACERCA DE LAS CONDICIONES DE PRODUCCIN DE

    CONOCIMIENTO CIENTFICO

    Como deca con anterioridad, la prctica

    arqueolgica siempre ha tenido que ver con

    la realidad de su contexto de realizacin, con

    los circunstancias de las sociedades en cada

    momento histrico. Ella se contextualiza en

    experiencias sociales, polticas e histricas

    propias de sus diferentes momentos de

    realizacin (Patterson 1990: 5). La ciencia

    como forma de pensamiento desempea un

    rol muy importante en la sociedad

    contempornea, por las aplicaciones

    tecnolgicas y por la perspectiva que

    introduce acerca del mundo y de la realidad

    social. sta es ese cmulo de conocimiento

    utilizado para comprender el mundo y

    transformarlo (Klimovsky 1995: 21). Ciencia y

    tecnologa pueden ser entendidas tambin

    como parte integrante de la cultura, su

    aspecto ms creativo. Ellas constituyen un

    sector de la vida social, la cual est

    compuesta tambin por instancias polticas,

    econmicas y culturales (Ladriere 1978: 70).

    En cuanto componente de la instancia

    cultural, la ciencia aparece como un sistema

    de conocimientos que responden al

    pensamiento crtico. Mientras que la

    tecnologa, se manifiesta a partir de un

    conjunto de artes que actan como soporte

    de actividades vinculadas a la economa y a

    la comunicacin.

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    6

    Mara Laura Gili

    Pero adems la ciencia, en el marco de los

    Estados Modernos, cuenta con espacios de

    organizacin, instituciones, centros de

    investigacin, academias de ciencias,

    universidades, etc. Los investigadores que

    all se desempean, tienen el aadido de la

    responsabilidad tica y social por su trabajo.

    Ocurre que la irrupcin de la ciencia en la

    cultura repercute fuertemente en los valores.

    Jean Ladriere en su obra El reto a la

    racionalidad de 1978, seala que el impacto

    de la ciencia en la cultura parece consistir en

    generar una pluralidad de sentidos

    diferentes, difciles de integrar y, as,

    desestructurar los elementos bsicos que

    componen la tradicin, tales como su forma

    de autoridad, la manera en que sta se

    sustenta y sus estilos de expresin. De este

    modo, termina por afectar profundamente la

    armona establecida entre la sociedad, sus

    miembros y cada uno de los diferentes

    componentes de su mundo, de su

    cosmovisin y de su realidad.

    Cuando los ms diversos documentos

    producidos por organismos internacionales

    de cultura y de educacin se promueven la

    inclusin y la aceptacin de las metodologas

    indgenas y tradicionales aplicadas a trabajos

    de arqueologa, estn generando

    automticamente un problema del rea de la

    epistemologa, una contradiccin con el

    pensamiento cientfico y sus criterios de

    validacin y justificacin. Lo mismo ocurre

    con los trabajos de investigacin de las

    universidades o institutos acadmicos,

    cuando se le otorga importancia y da

    participacin a las tradiciones indgenas; se

    abre as, la puerta a una forma de ver y

    pensar los hechos actuales de manera

    diferente a como lo hace la ciencia, en

    definitiva a una racionalidad diferente y, por

    consiguiente, a un pensamiento ms cercano

    a relatos y narrativas ancestrales que an se

    utilizan para explicar fenmenos de la

    realidad.

    Por consiguiente, se debera asumir el reto

    por completo; esto es, tomar la perspectiva

    indgena y, con ella, su racionalidad, su

    manera de entender el pasado y la realidad,

    especialmente en aquellos temas ms

    sensibles a su perspectivas sobre la vida y la

    muerte. En el caso de la arqueologa, estos

    temas son los relacionados con el uso y el

    tratamiento de restos seos, de lugares y

    objetos sagrados. Como efectivamente

    ocurre en el Complejo Arqueolgico El Brujo,

    en la costa norte peruana.

    All, los investigadores a cargo de la

    excavacin, convocaron al Maestro de

    Ascope, maestro curandero de Magadalena

    de Cao (Maestro es la denominacin comn

    de los curanderos o maestros curanderos en

    la costa norperuana), para intervenir en la

    Huaca Cao Viejo2. En 1990 se iniciaron los

    2 Cesar Glvez Mora, 2008. Comunicacin

    personal.

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    7

    Mara Laura Gili

    trabajos de excavacin arqueolgica en el

    Complejo Arqueolgico El Brujo, en la Huaca

    Blanca (luego denominada Huaca Cao Viejo)

    emplazada en la margen derecha del ro

    Chicama, distrito Magdalena de Cao,

    provincia de Ascope, regin La Libertad,

    Per. La huaca fue un centro ceremonial de

    gran envergadura en el Valle de Chicama,

    entre el 0 y el siglo VII de la era, en tiempos

    de desarrollo de la cultura Mochica, costa

    norte de Per (Franco y Glvez Mora, 2005:

    8-12). En ocasin de iniciar las tareas de

    excavacin arqueolgica, los trabajadores

    locales se resistieron a entrar al rea de

    excavaciones. Entendan que la huaca,

    conocida como la come nios, tomara

    represalias con ellos o que sus hijos moriran

    si trabajaban all sin pedirle permiso. Por lo

    cual fue convocado el Maestro de Ascope,

    reconocido Chaman del lugar, quien realizo

    su ceremonia y los trabajos se iniciaron.

    Frente a lo cual surge otra pregunta Cmo

    se produce el impacto de la ciencia y la

    tecnologa en la cultura? En primer lugar es

    de advertir que el cruce de la ciencia con la

    cultura ha provocado en sta, histricamente,

    un efecto desestructurador, particularmente

    en las culturas tradicionales. El ejemplo se

    hace ms notable en aquellas regiones de

    dependencia colonial, con experiencias

    violentas y traumticas, como ha ocurrido en

    Latinoamrica y contina ocurriendo en las

    reas y sectores ms sumergidos en la

    opresin y la marginalidad por efectos del

    capitalismo salvaje o neoliberalismo. Es por

    ello que el vnculo entre la ciencia y las

    culturas tradicionales, aquellas anteriores al

    proceso de industrializacin, deriv en

    situaciones de confrontacin y contradiccin.

    El pensamiento crtico y la sistematizacin

    son dos aspectos claves de la ciencia que

    chocan con el pensamiento tradicional. Es

    propio al pensamiento cientfico favorecer la

    constante bsqueda y produccin de

    conocimiento; promover la bsqueda del

    conocimiento; no presuponer verdades

    absolutas; observar la diversidad de

    perspectivas entorno a cada problema; estar

    en constante trnsito; poseer ms de una

    estrategia metodolgica; y reconocer que los

    problemas actuales no tienen una nica

    solucin sino desafos mltiples.

    En efecto, el pensamiento crtico le permite al

    conocimiento cientfico progresar y avanzar

    regularmente, siguiendo mecanismos cada

    vez ms controlados. De esta manera la

    ciencia adquiere dinamismo y progresividad,

    ventajas frente a otras formas de

    pensamiento y saberes estticos, ms

    ligados a lo no sistemtico (Ladriere 1978:

    85) y a las prcticas ancestrales. Se

    manifiestan, as, dos instancias; por un lado,

    la existencia de racionalidades diferentes

    (crtica, religiosa, mitolgica, tradicional) y por

    otro, las caractersticas propias a la ciencia:

    la crtica, la sistematicidad y progresividad.

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    8

    Mara Laura Gili

    VAS Y ESTRATEGIAS PARA POSIBLES

    SOLUCIONES

    Entendemos que es pertinente plantear la

    estrecha relacin establecida entre la ciencia

    y la tica, especialmente en aquellas reas

    de produccin de conocimiento ms

    sensibles a problemas de ndole social,

    donde los resultados del conocimiento

    cientfico afectan aspectos vinculados con la

    vida cotidiana, mtica y tradicional de la

    sociedad o de determinadas comunidades,

    como efectivamente ocurre con los Pueblos

    Originarios, en los que stos ltimos

    mantienen el estado de discusin y malestar;

    ello explica la creciente produccin de

    documentacin en respuesta o en defensa de

    los conflictos planteados, especialmente

    entre arquelogos y Pueblos Originarios. As

    han resultado, por ejemplo, los cdigos de

    tica profesional que se discuten en los

    espacios acadmicos con el fin de regular la

    actividad arqueolgica a partir del

    establecimiento de normas de conducta.

    La intersubjetividad y el dilogo intercultural

    seran dos potenciales vas de solucin a las

    disyuntivas dadas por el uso de los bienes

    culturales y el patrimonio cultural, mediante la

    reflexin permanente, especialmente cuando

    en torno a l se reagrupan sectores sociales,

    tnicos, cientfico-acadmicos y polticos con

    intereses dispares. Ellas permitiran la

    construccin de un sistema de referencias

    tico, de principios ticos, que acten como

    regulador en instancias problemticas y

    conflictivas originadas por la diversidad

    moral. Se favorecera de esta manera,

    respetar las opiniones propias de cada

    comunidad moral y as evitar el

    enfrentamiento entre s de todos los sectores

    implicados.

    Hay documentos especficos de la legislacin

    cultural internacional (UNESCO-ICOMOS),

    de la legislacin nacional, o bien, de la

    reglamentacin y los cdigos de tica de las

    asociaciones profesionales de arquelogos

    que evidencian la preocupacin por deslindar

    las injerencias disciplinarias y, en esta tarea,

    ponen de manifiesto principios y criterios a

    seguir en las acciones culturales que

    promueven. As por ejemplo en 1990, el

    ICOMOS, a travs de la Carta Internacional

    de Arqueologa, sugiri la conservacin

    integrada para solucionar problemas

    derivados del estudio y la gestin del

    patrimonio arqueolgico y cultural; ella se

    concibe como la participacin de todos los

    afectados, invocando los principios de

    responsabilidad pblica y colectiva,

    propiciando relaciones solidarias y

    comunitarias, como as tambin, la

    realizacin de lecturas amplias del proceso

    histrico-social en el que se hallan inmersos

    los bienes culturales.

    Los criterios a adoptar, los principios ticos

    que se contemplen en una accin cultural

    que contemple aspectos relacionados a la

    prctica arqueolgica, deberan consignar los

    diferentes aspectos que involucran valores y

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    9

    Mara Laura Gili

    condiciones de diferentes perspectivas y

    formas de pensamiento. Esto, debido a que

    los afectados por temas de inters

    arqueolgico provienen de marcos de

    referencia diversos: crtico, tradicional, mtico,

    etc.

    La conservacin integrada del patrimonio

    arqueolgico y cultural, propuesta por el

    ICOMOS, permitira empezar a introducir

    principios ticos e involucrar, de manera

    efectiva, las partes en conflicto a partir de sus

    intereses particulares. As, cada vez que se

    planteen instancias dilemticas entre las

    partes citadas: el Estado, los Pueblos

    Originarios, los arquelogos y los vecinos de

    las reas de inters arqueolgico, se debera

    generar una instancia de dilogo que

    permitiera a las diferentes partes

    involucradas expresar sus voluntades al

    respecto; sus intencionalidades para con el

    bien cultural en disputa. As, se podra

    avanzar hacia el establecimiento de un

    razonamiento tico intercultural que

    permitiera hallar categoras transculturales de

    aplicacin concretas, en un marco de accin

    social cada vez ms atravesado por la

    diversidad cultural.

    Por otra parte, la elaboracin de un

    documento que oficie de gua y referencia en

    materia de principios y normativas ticas que

    ordenen la prctica arqueolgica debera

    comenzar por la reflexin acerca de los

    principios ticos que la sustentan, Gili (2002,

    2003, 2004a, 2004b, 2005). La filosofa

    contempornea, entre las muchas opciones

    que ella ofrece, brinda criterios y principios

    pertinentes a situaciones de disyuntivas

    ticas que se podran aplicar a instancias

    derivadas de la prctica arqueolgica tales

    como la gestin de los bienes arqueolgicos

    culturales.

    As por ejemplo el sentido de

    corresponsabilidad, por el cual se facilitara la

    participacin del conjunto social en la

    discusin sobre el estudio y la intervencin

    en los bienes culturales; el principio de

    responsabilidad, que supondra el realizar

    acciones de intervencin y de gestin sobre

    las cuales se pueda dar cuentas frente a

    quienes lo requieran; el principio de

    solidaridad y de respeto para con los

    sectores sociales ms desprotegidos, sobre

    una postura tica orientada a la construccin

    de nuevos discursos, nuevos conocimientos

    que desenmascaren lo convencional, las

    opciones ya establecidas. Con ello se

    promovera una accin cultural actualizada y

    sustentada en opciones ticas

    consustanciadas, a su vez, con la profunda

    diversidad cultural de nuestros pases.

    Lo anterior teniendo en cuenta, adems, las

    morales emergentes, a las que se refiriera el

    filsofo argentino Arturo Roig, producto de la

    complejidad y la conflictividad de la realidad

    latinoamericana que se manifiesta en formas

    de eticidad contradictorias, en lucha por la

    liberacin de formas histricas de opresin

    (Roig 1981). Dichas morales emergentes

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    10

    Mara Laura Gili

    estn representadas en los movimientos

    sociales latinoamericanos y en los

    documentos generados por el accionar de los

    Pueblos Originarios, especialmente

    representados en la Nueva Constitucin

    Poltica del Estado Plurinacional de Bolivia,

    de 2008.

    Ello se dara a partir de una idea de

    patrimonio integral (sensu Martini 2007) cuya

    investigacin, registro, conocimiento,

    proteccin y difusin sea herramienta de

    afirmacin colectiva, recuperando la

    policroma cultural regional (ibdem: 351).

    Asimismo, a partir de una interculturalidad

    crtica (sensu Rocchietti 2011), sobre una

    idea de cultura como ideologa, que interpela

    polticamente a los sujetos o se vuelve una

    herramienta de lucha (ibdem: 60),

    entendiendo la interculturalidad en su doble

    aspecto: en cuanto vnculo de respeto, de

    reconocimiento y de auto-reconocimiento, y

    en cuanto poltica, con acciones de Estado.

    Se puede considerar como antecedentes y

    documentos de consulta:

    Cdigo de tica Profesional.

    Asociacin de Arquelogos

    Profesionales de la Rep. Argentina.

    http://www.arqueologia.com.ar/aapra/

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    XV Congreso Nacional de

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    e Integracin conceptual. Fronteras

    del conocimiento. Universidad

    Nacional de Ro Cuarto. Crdoba.

    Su consideracin no habra de menoscabar

    la posibilidad de la investigacin arqueolgica

    cientfica. Por una investigacin social

    inclusiva, sugerimos y ponemos en discusin

    el contemplar una accin cultural patrimonial

    al amparo de criterios ticos de inclusin,

    responsabilidad social, dignidad, libertad,

    armona social, intersubjetividad,

    interculturalidad, corresponsabilidad,

    solidaridad, compromiso,

    complementariedad, pluralidad social y

    cultural, y respeto.

  • Bienes culturales, arqueologa y responsabilidad social

    11

    Mara Laura Gili

    CONCLUSIONES Hemos procurado a lo largo de este artculo

    hacer hincapi en la necesidad de reflexionar

    sobre los principios ticos que fundamentan

    los valores particulares para salir de

    situaciones de conflictividad moral, aportando

    la realizacin de una prctica arqueolgica

    consustanciada con la realidad histrico-

    social en la que se desempea, en un

    contexto de intersubjetividad y de inclusin

    de la diversidad. Se deberan contemplar en

    dicho ejercicio los valores particulares,

    aquellos ms pertinentes a la resolucin del

    conflicto, que se sustente en principios

    generales aplicables a diferentes situaciones

    de diversidad moral.

    Entendemos que es apropiado sealar y

    asumir el vnculo dado entre la prctica

    cientfica de los arquelogos y su reflexin

    tica, ms an en aquellas reas de

    produccin de conocimiento cercanas a

    problemas de ndole social en donde los

    resultados del conocimiento cientfico afectan

    aspectos relacionados a lo cotidiano, lo

    mtico y lo tradicional de las sociedades o de

    determinadas comunidades. El Estado, a

    travs de sus organismos de cultura y

    educacin, no puede eludir su

    responsabilidad histrica para con los

    Pueblos Originarios que han sido excluidos,

    sistemticamente, desde la forma estatal

    colonial a la moderna. Tampoco los

    arquelogos, en ejercicio de su profesin,

    pueden soslayar que sus objetos de estudio

    son producto de sociedades sometidas a

    vnculos de desigualdad social y poltica.

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