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141 Gila Hadar Prostitución: espacio, comunidad y nacionalidad en Salónica a fines del período otomano y después de él Dra. Gila Hadar Entre las pertenencias de una familiar fallecida, Flor Safan Escaloni q.e.p.d., encontré varias tarjetas psotales impresas en Salónica durante la Primera Guerra Mundial. En una de ellas se veía a dos mujeres en una esquina del barrio Vardar, y a los pies de la foto se leía en francés: “Quartier du Vardar – a l’affût du client”. Llevé la tarjeta al archivo de Salónica y la archivista quiso escanearla, porque era una pieza única de una serie de postales que perpetuaban la vida cotidiana en Salónica durante la Primera Guerra Mundial. Después de traducirle el epígrafe (Barrio Vardar, a la espera de un cliente), se sintió perpleja, pero se recuperó de inmediato y dijo: “No son griegas”. Le pregunté por qué pensaba eso y, sin vacilar, respondió que las mujeres retratadas no vestían ropa griega. Volví a Israel y llevé la colección de postales al archivo del Museo de las Diásporas en Tel Aviv. La encargada de medios audiovisuales, que sabía francés, no mostró interés por esa postal; cuando le pregunté por qué me respondió: “No son judías”. Las reacciones similares de las dos archivistas ante la identidad nacional de las mujeres fotografiadas, y los pocos libros y artículos dedicados al fenómeno de la prostitución entre judíos y no judíos 1 despiertan algunas reflexiones relacionadas con con la concepción del espacio, el tiempo, el idioma, la memoria y la nacionalidad. 1 Edward, Bristow J., Prostitution and Prejudice: The Jewish Fight against White Slavery 1870-1939, Schocken Books, New York 1983; Abraham Shtal, “Znut be-kerev Yehudim ke-Tofa’at Levai le-Ma’avar mi-Tarbut le-Tarbut”, Megamot 24 (1), 1978, pp. 202-225 (hebreo); Yaron Harel, “Al ha-‘Meshorerot’ ha-‘Menagnot’ ve-ha-‘Meranenot’ ha-Yehudiot be-Damesek”, Tova Cohen & Shaul Regev (eds.), Isha ba-Mizrah – Isha mi-Mizrah, Bar Ilan, Ramat Gan 2005 pp. 109-127, (hebreo); Isabel Vincent, Bodies and Souls, The Tragic

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    Gila Hadar

    Prostitucin: espacio, comunidad y nacionalidaden Salnica a fines del perodo otomano y despus de l

    Dra. Gila Hadar

    Entre las pertenencias de una familiar fallecida, Flor Safan Escaloni q.e.p.d., encontr

    varias tarjetas psotales impresas en Salnica durante la Primera Guerra Mundial. En

    una de ellas se vea a dos mujeres en una esquina del barrio Vardar, y a los pies de la

    foto se lea en francs: Quartier du Vardar a lafft du client.

    Llev la tarjeta al archivo de Salnica y la archivista quiso escanearla, porque era

    una pieza nica de una serie de postales que perpetuaban la vida cotidiana en Salnica

    durante la Primera Guerra Mundial. Despus de traducirle el epgrafe (Barrio Vardar,

    a la espera de un cliente), se sinti perpleja, pero se recuper de inmediato y dijo:

    No son griegas. Le pregunt por qu pensaba eso y, sin vacilar, respondi que las

    mujeres retratadas no vestan ropa griega.

    Volv a Israel y llev la coleccin de postales al archivo del Museo de las Disporas

    en Tel Aviv. La encargada de medios audiovisuales, que saba francs, no mostr

    inters por esa postal; cuando le pregunt por qu me respondi: No son judas.

    Las reacciones similares de las dos archivistas ante la identidad nacional de las

    mujeres fotografiadas, y los pocos libros y artculos dedicados al fenmeno de la

    prostitucin entre judos y no judos1 despiertan algunas reflexiones relacionadas con

    con la concepcin del espacio, el tiempo, el idioma, la memoria y la nacionalidad.

    1 Edward, Bristow J., Prostitution and Prejudice: The Jewish Fight against White Slavery 1870-1939, Schocken Books, New York 1983; Abraham Shtal, Znut be-kerev Yehudim ke-Tofaat Levai le-Maavar mi-Tarbut le-Tarbut, Megamot 24 (1), 1978, pp. 202-225 (hebreo); Yaron Harel, Al ha-Meshorerot ha-Menagnot ve-ha-Meranenot ha-Yehudiot be-Damesek, Tova Cohen & Shaul Regev (eds.), Isha ba-Mizrah Isha mi-Mizrah, Bar Ilan, Ramat Gan 2005 pp. 109-127, (hebreo); Isabel Vincent, Bodies and Souls, The Tragic

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    Gila Hadar

    La prostitucin y los prostbulos son conceptos y espacios mixtos y ficticios, sitios

    de encuentros fugaces que se corresponden con las principales caractersticas del

    espacio heterotpico, concepto acuado por el historiador y filsofo Michel Foucault

    en su libro Les mots et les choses (Las palabras y las cosas).2

    No slo el espacio es heterotpico; tambin la lengua que usamos para describir

    la profesin ms antigua del mundo y el lugar del encuentro tiene caractersticas

    hbridas: el comercio de la carne blanca, estas desgraciadas mujeres cadas, las

    buenas de afuera de la puerta, casas de tolerancia, casas secretas y casas pblicas.

    El concepto de casa pblica incluye la casa, el espacio privado que en la

    vida cotidiana denota el lugar de las mujeres, y lo pblico, que define el espacio

    masculino. La combinacin del espacio privado y el espacio pblico genera un

    espacio heterotpico, otro lugar en el que existe cierta clase de tolerancia a las

    manifestaciones de la sexualidad masculina y femenina descarriada.

    En el presente artculo examinar las relaciones entre la prostitucin, la familia, la

    condicin social, la comunidad y los intereses nacionales a principios del siglo XX en

    Salnica, una ciudad plurinacional, polglota y multicultural, y la manera en que se

    construy all el espacio ldico como un caso de heterotopa social poltica.

    Las fuentes del presente artculo son las Responsa de fines del siglo XIX,3 las

    noticias y artculos publicados en la prensa juda en ladino de la ciudad en 1910-1936,

    el archivo de la comunidad juda de Salnica y libros y artculos que enfocan el tema

    de la prostitucin. Estas fuentes incluyen tanto textos rabnicos como los medios de

    comunicacin popular.

    Plight of Three Jewish Women Forced into Prostitution in the Americas, Harper Collins, New York 2005; Margalit Shilo, Ha-Znut be-Kerev Benot Yerushalayimbe-Motzaei Milhemet ha-Olam ha-Rishona, idem (ed.) Etgar ha-Migdar, Ha-Kibutz ha-Meuhad, Tel Aviv 2007 (hebreo); Deborah Bernstein, Nashim ba-Shulayim: Migdar u-Leumiout be-Tel Aviv ha-Mandatorit, Yad Ytzhak Ben Zvi Press, Jerusaln 2008 (hebreo).

    2 Michel Foucault, Les Mots et les Choses. Une archologie des sciences humaines, ditions Gallimard, Paris 1966.

    3 No me remito a la literatura moral que se publicaba en Salnica, porque la misma se refiereal fenmeno de la falta de recato de las mujeres en general, y no a la prostitucin tal como se la define en el presente artculo.

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    Gila Hadar

    El honor de la mujer es el honor de la nacin

    En la nota editorial Una llaga temerosa: por el honor de las hijas judas, publicada

    en el peridico sionista El avenir, el editor se diriga a los lderes de la comunidad

    juda para pedirles que tomaran posicin e hicieran algo contra los tratantes de

    blancas que seducan a las nias y jvenes pobres de la clase obrera y las inducan a

    la prostitucin:

    De diversas partes mos informan i notamos kon profunda dolor ke la dezmoralizasion

    i el deskaramiento estan aziendo estrasos entre las ijas judias de la klase prove... en

    mizmo tiempo atiramos la atansion del konsilio komunal i le demandamos, por el

    honor de nuestra nasion... kese aga na inkuesta i ke se bushke a presegir sin piadad a

    estos mizerables vendidores de mujeres...4

    A diferencia de otros enfoques dados a conocer en la prensa local y en la

    investigacin moderna, el editor no culpaba a las jvenes; en su opinin, la causa

    principal de la decadencia moral de las jvenes de familias pobres era la pobreza

    y las familias que no impartan valores a sus hijos. Los padres no se ocupaban de la

    educacin de sus hijas y las enviaban a trabajar como lavanderas y mucamas en las

    casas de judos y griegos ricos, en las que se descarriaban y eran seducidas por los

    tratantes de blancas que acechaban y las inducan a prostituirse.

    El editor se diriga a la comunidad y a la opinin pblica juda en nombre del honor

    nacional, a fin de que actuaran enrgicamente contra los tratantes de blancas judos,

    cuyas actividades atentaban contra el honor de la nacin.

    Shabtai Levi, secretario de la Federacin Socialista, respondi a este editorial

    estremecedor: Ke la kavza ke una ninia entra al kurupsion i arebasha el nombre jidio

    no es delos padres i madres, mason a los akeyos ke la sombayan, los patrones, los

    mistros en los atilers, i fabrikas i en las kazas ande lavoran komo servidera.5

    Su respuesta concordaba con la visin socialista6 que culpaba a los directores de

    las fbricas y a los patrones de las casas en las que las jvenes trabajaban, quienes

    las explotaban, las seducan y en algunas ocasiones las violaban y les arrebataban el

    honor. Ellas perdan el apoyo de sus familias, la capacidad de lucha y la vitalidad, y

    caan como frutas maduras en brazos de los tratantes de blancas.

    Tanto Shabtai Levi como el editor de El avenir hacan caso omiso de los cuerpos y

    las almas de las jvenes. Los dos usaban a las jvenes descarriadas como instrumentos

    4 Una yaga temeroza, El Avenir, 27.7.1910.5 Shabetay Levi, Por la honor delas ijas judias, El Avenir, 1.8.1910.

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    de ataque poltico y social, y los dos hablaban en nombre del honor (el honor de la

    nacin y el honor de la clase obrera), pero no proponan una forma de restituirles

    el honor perdido.

    En el presente artculo har referencia a los cambios en la prostitucin en Salnica

    en tres perodos bsicos:

    a. El perodo otomano y turco, desde fines del siglo XIX hasta la anexin de laciudad a Grecia, a consecuencia de la Guerra de los Balcanes (1912-1913).7

    b. La Primera Guerra Mundial (1915-1918).

    c. El perodo nacional griego (1919-1936).

    El perodo otomano

    Bajo el gobierno otomano, Salnica era una ciudad multicultural, plurirreligiosa

    y polglota. La tolerancia del gobierno al pluralismo social y cultural coadyuvaba

    precisamente con la cerrazn intratnica. Hasta principios del siglo XX, las

    comunidades tnicas vivan en barrios separados, no por fuerza de la ley o la necesidad

    sino por el deseo de convivir con los miembros de la propia comunidad y cerca de sus

    respectivas casas de oracin. Los residentes del barrio provenan, en su mayora, del

    mismo grupo tnico: judos, cristianos, musulmanes, blgaros, gitanos, etc.8

    Los fieles de las tres religiones fundaban escuelas, instituciones religiosas de ayuda

    mutua y bienestar social, asociaciones polticas y comerciales, y peridicos, cada uno

    6 El komerchio delas blankas, Avanti, 29.10.1913.7 Para ms datos sobre el trasfondo histrico, vase: Meropi Anastassiadou, Salonique,

    1830-1912: Une ville ottomane lge des Rformes, Brill, Leiden 1997; Minna Rozen, (ed.), The Last Ottoman Century and Beyond: The Jews in Turkey and the Balkans, 1808-1945, 1, The Goldstein-Goren Diaspora Research Center, Tel Aviv 2005.

    8 Leon, Sciaky, Farewell to Salonika: Portrait of an Era, E.H. Allen Ltd., London 1946, p. 99; Meropi Anastassiadou, Sports dlite et lites sportives Salonique au tournant du sicle, (eds.), F. Georgeon et P. Dumont (eds.), Vivre dans lempire ottoman: Sociabilits et relations intercommunautaires XVIIIe Xxe sicles, LHarmattan, Paris 1997, pp. 144-160; Minna Rozen, Public Space and Private Space among the Jews of Istanbul in the sixteenth and Seventeenth Century, Turcica, 30 (1998), pp.331-346; Gila Hadar, Jewish Tobacco Workers in Salonika: Gender and Family in the Context of Social and Ethnic Strife, A. Butrovi and I. Cemil Schick (eds.), Women in The Ottoman Balkans: Gender, Culture and History, I.B. Tauris, London, New York 2007, pp. 127-151.

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    en su propia lengua. Tambin en los prostbulos que servan de lugar de encuentro

    entre los consumidores y la mercanca humana, y entre la necesidad y el deseo, exista

    esa separacin religiosa y nacional, y los encuentros intertnicos eran escasos.

    En la literatura de las Responsa de la segunda mitad del siglo XIX hay pocos

    testimonios sobre la prostitucin. El Rabino Samuel Arditti respondi a una pregunta

    sobre una mujer casada que haba dejado su casa, haba sido vendida a un tratante de

    blancas y se encontraba en un casino, en ese sitio especial al que acuden no judos y

    togarmas, y por nuestros mltiples pecados tambin hay judos que caen en ello...9

    La lectura de la respuesta de Arditti nos indica que esa mujer se dedicaba a la

    prostitucin por la pobreza y la escasez. El rabino se dirigi a ella por intermedio de

    su padre, para que accediera a conceder el divorcio a su esposo, pero ella se rehus:

    slo se lo dara cuando l le devolviera el collar de oro que haba recibido en su boda,

    y completara la dote.

    Arditti, que era consciente del problema econmico, prefiri salvar al varn: lo

    autoriz a tomar una segunda esposa y despoj a la mujer prostituida de sus bienes y

    su dote, que el marido de todos modos ya haba vendido.

    A diferencia de los datos de Eyal Ginio10 y de las escasas noticias publicadas en

    la prensa juda, el Rabino Arditti describi un prostbulo cosmopolita al que acudan

    todas las naciones. Arditti pareca reaccionar ante el honor nacional, y perciba al

    judo diferente y disoluto como un no judo y musulmn, como el otro.

    En marzo-abril de 1900 lleg a la ciudad Alexander Wiburg, un judo sueco que se

    sorprendi de la notoria presencia juda en Salnica y escribi a su hermano cartas de

    loa a la ciudad juda y sus habitantes. En la carta en la que describa la belleza y recato

    de las jvenes judas sealaba: Y otro detalle un poco extrao: una doncella que

    sabe hablar turco queda invalidada por esas familias, como si el mero conocimiento

    del idiomar del Togarma polgamo y vido de placeres carnales fuera indicio de

    relaciones sospechosas.11

    Alexander Wiburg presentaba una concepcin orientalista que ensalzaba los

    valores judos del recato y el conservadurismo, en contraposicin con los apetitos

    9 Shemuel Arditi, Divrei Shemuel, Even ha-Ezer, Saloniki 1891, vol. 2, 6, p. 132; 17, p. 169 (hebreo).

    10 Eyal, Ginio, Marginality in the Ottoman State: The Case of 18th-Century Salonica, tesis de doctorado, Universidad Hebrea, Jerusaln 1999 (hebreo).

    11 Yoseph Uziel, Ha-Migdal ha-Lavan, Tel Aviv 1978, p. 55 (hebreo).

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    carnales y la sexualidad de los musulmanes y cristianos: era consciente de los apetitos

    carnales del otro, pero haca caso omiso de los de sus correligionarios.

    El descarro y la pureza

    Una pregunta enviada al Rabino Rafael Elnecave, de la comunidad de Para en

    Marruecos, en la que vivan los judos que trabajaban en las plantaciones de caucho,

    haca referencia a un grupo de prostitutas que queran efectuar donaciones para la

    sinagoga. Despus de estudiar los textos haljicos y las Responsa, el rabino dictamin

    que estaba prohibido aceptar ese dinero, pero que las mujeres podan donar una

    parojet, tal como era la costumbre femenina.12

    Tanto Yaron Harel, en su artculo sobre la prostitucin en Damasco, como Isabel

    Vincent en su libro sobre la trata de blancas en la Argentina y Brasil,13 recalcan el

    hecho de que la opinin pblica juda anatematizaba a los tratantes de blancas y a las

    prostitutas de la comunidad juda y sus instituciones; ellos, en respuesta, crearon

    sinagogas y cementerios separados.

    Tambin en Salnica encontramos ecos de la necesidad de las mujeres de elevarse

    de la impureza en que estaban sumidas. El hecho de que se dedicaran a la prostitucin

    y hubieran sido apartadas de sus familias y de la comunidad no anulaba su necesidad

    personal de pertenecer a la comunidad ni la creencia religiosa en la redencin del

    cuerpo y el alma.

    Y.R. Molcho habl en sus memorias de las prostitutas judas que no dejan

    de cumplir el precepto de las kaparot, ayudan a las jvenes hurfanas a contraer

    matrimonio y efectan donaciones a la sinagoga o a la iglesia y de las mujeres que

    regentean prostbulos, que se presentan en sociedad y que, gracias a sus donaciones

    a las instituciones, sinagogas e iglesias, se convierten en miembros respetables de sus

    comunidades.14

    12 Raphael Anqua, Karnei Re'em, 225, Jerusaln 1910.13 Vase nota 1.14 Itzhak Molho, "Haia ze Temol Shilshom", Otzar Yehudei Sefarad, 5 (1962), pp. 129-151

    (hebreo).

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    El poema La madama registra el testimonio rimado de Molho.

    I Ansi la moneda dela prostitusion

    se kanaliza para kozas santas

    i el guezmo de los sirios

    se ajunta la odor de pudra i levantas.15

    Los testimonios de Molho y del autor del poema se refieren bsicamente a la

    voluntad de las prostitutas de formar parte de la sociedad; pero el dinero que ganaban

    aparentemente no les serva para acceder a la sociedad de los vivos ni a la comunidad

    de los muertos.

    Junto a los temores permanentes a la muerte, las enfermedades venreas, los

    padecimientos, la soledad, los proxenetas, los clientes violentos, los asesinatos y las

    heridas por parte de sus familiares que queran borrar la vergenza,16 en los corazones

    de esas mujeres anidaba la preocupacin por lo que habra de pasarles despus de la

    muerte: quin las purificara y dnde seran sepultadas?

    Estos temores se ponen de manifiesto en el dictamen del Rabino Yaacov Meir, Gran

    Rabino de Salnica. El 29 de noviembre de 1911 se public en la prensa el siguiente

    dictamen rabnico: A diferencia de lo que era usual en Salnica hasta el presente, a

    partir de ahora no se debe realizar ninguna ceremonia religiosa despus de la muerte

    de las prostitutas. No sern purificadas, los rabinos no participarn en los sepelios y

    sern enterradas en una parcela aislada del cementerio judo.17

    Qu impuls al Rabino Meir a salir en contra de las prostitutas sin adoptar medidas

    similares con los proxenetas? Aparentemente, la lucha contra los tratantes de blancas,

    que algunos individuos y organizaciones locales trataban de promover para sacar los

    prostbulos de los centros de las ciudades hacia sitios ms alejados, no tuvo xito:

    Diversas vezes tenemos demandado del belediy ke esta yaga sea alonjada dela

    sivdad, i petisiones en este senso tienen todo sido adresadas de parte los moradores

    porke dunke el belediy mo toma mizuras para alonjar de la sivdad estas moradas de

    eskandalos? Kazas para estas dezgrasiadas mujeres devran ser fraguadas afuera de la

    sivdad...18

    15 Mozes,La Madama, El Rizon, 21.6.1929. 16 El Avenir, 27.5.1912.17 Idem, 29.11.1911.18 Vizindado perikulozo, ibid., 10.5.911.

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    El Rabino Yaacov Meir decidi imponer la responsabilidad y el castigo a las

    vctimas: las mujeres. La medida que adopt difiere de la actitud tesalonicense, que

    toleraba la existencia de la prostitucin como parte de la vida comunitaria y como

    una institucin necesaria que canalizaba la violencia y los instintos sexuales de los

    jvenes solteros y de algunos aultos solitarios. El Rabino Meir, que haba llegado a

    Salnica desde Jerusaln, decidi resolver el problema a la manera jerosolimitana:19

    como la comunidad no lograba purificar la vergenza y expulsarlas de la ciudad, l las

    expuls del mundo por venir. Las jvenes que no reciban ayuda de la comunidad en

    vida, eran apartadas de la grey juda an despus de muertas.

    Las sanciones impuestas a las mujeres descarriadas no parecieron influir sobre el

    consumo y la demanda, y la lucha contra los prostbulos de la ciudad prosigui. Para

    alertar sobre el fenmeno y erradicarlo, se emiti la amenaza explcita de difundir

    los nombres tanto de los varones que recurran a los servicios que esas casas ofrecan

    como los de las jvenes que trabajaban en ellas.20

    La prostitucin durante la Primera Guerra Mundial

    Salnica fue elegida como sede del comando central de los ejrcitos combinados

    en el frente de Gallpoli y la lucha en Serbia. El 5 de octubre de 1915, las tropas

    inglesas y francesas desembarcaron en Salnica y proclamaron un gobierno militar.

    A los 120.000 habitantes de aquel entonces se agregaron unos 280.000 soldados

    y refugiados griegos y musulmanes que huan de las zonas de combates, y todas las

    calles y plazas de la ciudad bullan de gente.21

    Las grandes sumas de dinero que fluan a la ciudad por medio de los soldados y

    oficiales de las fuerzas combinadas generaron cambios en las pautas de conducta y de

    consumo. Miles de soldados y oficiales solos deambulaban por la ciudad en busca de

    un odo atento, una mano afectuosa y grandes cantidades de alcohol que les ayudaran a

    olvidar el miedo a la guerra y la distancia de sus hogares. Las tabernas se convirtieron

    en bares con nombres europeos, los pequeos restaurantes se transformaron en caf

    restaurante o caf cantante. Se trataba tan slo de un cambio de nombre: los

    19 Vase nota 1 (Harel).20 El Avenir, 27.5.1912.21 R. H. Davis, With the French in France and Salonika, Charles Scribners Sons, Nueva

    York 1916, pp. 124-131, 143-150.

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    edificios seguan siendo miserables y el delicado vino zamos (), el champn yla cerveza se mezclaban con el agua. La razn principal de la llegada de los soldados

    al caf restaurante era el despido de los camareros y su reemplazo por mujeres

    trabajadoras, en todo el sentido de la palabra: ...La atraksion de estos bar restoran era

    el trokamiento de los garsones por mujeres... Las ninias kon devantalikos blankos se

    azian de las virginas, malgrado ke en sus grande parte provenian de siertas kazas...22

    Las cpulas militares francesa e inglesa, que eran conscientes de las necesidades de

    los soldados de franco y se preocupaban por su salud fsica y por el orden pblico,23

    declararon la zona de La Barra (el pantano, en ladino) en el sudoeste de la

    ciudad como rea de esparcimiento regulada. La polica militar patrullaba la zona

    y preservaba el orden, y los equipos mdicos se ocupaban de la salud de los soldados

    y las muchachas trabajadoras.

    Sobre la prostitucin como fenmeno heterotpico que tiene lugar fuera del

    espacio y el tiempo, sin relacin con los acontecimientos polticos que la circundan,

    hay decenas de testimonios y recuerdos de soldados y oficiales que prestaron servicios

    en Salnica durante la guerra mundial, y una serie de tarjetas postales que describen la

    zona de los prostbulos, los soldados y las mujeres.

    En los testimonios de los soldados no se encuentran menciones al origen tnico

    de las prostitutas. Quienes se dedicaron a las estadsticas y las nacionalidades, y

    confirieron honor nacional a las jvenes, fueron los gobernantes antisemitas (si

    bien no con respecto a Salnica).24

    De las decenas de libros de memorias escritos por soldados y oficiales que

    prestaron servicios en Salnica o que pasaban en ella sus licencias de los combates

    en Gallipoli, los Dardanelos y Serbia, hay uno solo que se explaya en la descripcin

    de la visita al barrio La Barra. En sus memorias, Muckydonia 1917-1919, William D.

    Mather describi el barrio de los faroles rojos que sus amigos le haban recomendado,

    se quej de la calidad del servicio rpido recibido a cambio de 5-10 francos y declar

    22 Basho el yogo del jeneral Sarrail, La Verdad, Salnica 1929, p. 17.23 Levine Philippa, Prostitution, Race& Politics: Policing Veneral Disease in the British

    Empire, Routledge, Nueva York 2003, pp. 145-229; Julia Clancy-Smith, The Colonial Gaze: Sex and Gender in the Discourses of French North Africa, L. Carl Brown and Matthew S. Gordon (eds.), Franco Arab Encounters: Studies in Memory of David C. Gordon, University of Beirut, Beirut and London 1996, pp. 201-228.

    24 Vase nota 1 (Bristow), p. 80.

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    que despus de haber visitado los prostbulos de Marsella, no se poda comparar la

    mala calidad de las prostitutas tesalonicenses con la pericia de las francesas.25

    El perodo nacional griego

    El 17 de agosto de 1917 estall en la ciudad un gran incendio que destruy casi toda la

    zona habitada por judos. A raz del acuerdo de intercambio de refugiados entre Grecia

    y Turqua, Grecia se vio anegada por un milln y medio de refugiados indigentes,

    y la poblacin de Salnica, que en 1920 llegaba a 170.320 habitantes, creci en 1928

    a 244.680, un 96% de los cuales eran griegos ortodoxos.26 La pobreza, el hambre y la

    alta tasa de mortalidad sustituyeron a la riqueza y felicidad anteriores, y los barrios de

    refugiados que crecieron rpidamente al este y al oeste de la ciudad constituyeron el

    espacio bsico del delito y la prostitucin.

    El plan maestro urbano concebido por el arquitecto francs Ernest Hbrard despus

    del gran incendio fij un rea de esparcimientos y prostbulos en La Barra.

    Las calles que ostentaban nombres vinculados con la mitologa griega, como

    Irene (), Safo () y Afrodita (), se poblaron de tabernas, pequeos cafs y prostbulos a cuyas puertas se sentaban las jvenes

    vestidas de blanco y se ubicaban jaulas con loros multicolores. No slo las jvenes

    trabajaban en la industria de los prostbulos que floreca en Vardar, sino tambin

    nios para los que no haba vacantes en las escuelas, y que oficiaban de servidores,

    emisarios y limpiabotas en las casas pblicas.27

    Pero la escasez de viviendas causada por el incendio, el crecimiento demogrfico

    y el acercamiento de las zonas marginales al centro de la ciudad generaron nuevas

    realidades. Muchas familias judas y griegas de la clase obrera y proletaria, y las

    fbricas procesadoras de tabaco se establecieron en el barrio destinado a rea de

    esparcimiento. Los residentes del barrio se quejaron al concejo municipal y exigieron

    que los prostbulos fueran trasladados a otras zonas.28

    25 William D. Mather, Muckydonia 1917-1919, Arthur H. Stockwell, Devon 1979, p. 162. Vase tambin la novela de Jean-Jos Frappa, A Salonique sous l'oeil des Dieux, Flammarion, Paris 1917, que centra el relato en la figura de una prostituta gitana.

    26 N.C. Moutsopoulos, Thessaloniki, 1900-1917, M. Molho Publications, Salnica 1980, pp. 22-23.

    27 Fin onde va la depravasion?, Aksion, 22.11.1931.28 Kulevradas, El Kulevro, 23.7.1920.

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    Gila Hadar

    Las cartas de protesta de 1920 se acumulaban junto a las cartas enviadas a las

    autoridades aun en tiempos del gobierno otomano; al igual que entonces, tampoco

    ahora reciban respuesta: Ma, asta ahora no entendemos por ke el belediy ave echo

    la sodra oreja a estas justas demandas.29

    La mezcla de las viviendas de obreros y proletarios, inmigrantes, refugiados y

    prostbulos es un fenmeno urbano mundial. Para los planificadores y gobernantes

    de la ciudad, tanto unos como otros eran percibidos como marginales que deban ser

    alejados del centro, para purificar los centros urbanos de la impureza.30

    La zona de La Barra se convirti en el espacio heterotpico definido. sa era la

    nica parcela de Salnica en la que se resolvan los problemas nacionales. Junto al

    rea de esparcimiento florecan las clnicas de enfermedades cutneas y venreas

    (jazinoras secretas) en las que trabajaban mdicos judos y griegos como el Dr. K.

    Antomilidos, un mdico griego expulsado que lleg de Estambul y se instal en

    Salnica, el Dr. Schomberg y el Dr. Matarasso.31

    se era una especie de gueto administrado por el Departamento de Salud de la

    Municipalidad y la Polica. Los prostbulos registrados deban declarar a las jvenes

    que trabajaban en ellos, comprometerse a no dar trabajo a menores de 18 aos,

    ocuparse de que cada muchacha tuviera un carn de trabajo con su fotografa y de que

    acudiera a una revisacin mdica semanal. La joven que no concurra a la consulta

    semanal era amonestada, y si no se presentaba era llevada a la fuerza.32 Las mujeres

    que contraan enfermedasdes venreas eran enviadas al Hospital de Enfermedades

    Venreas (a fines de los aos 30, en Salnica haba 150 camas para enfermedades

    venreas).33 Las jvenes no podan salir del gueto sin autorizacin de las autoridades, y

    cuando tres muchachas que trabajaban en un autobs rosado huyeron de la ciudad con

    el vehculo, la polica sali a perseguirlas.34

    Quines eran las jvenes que llegaban a los prostbulos? En la sociedad

    tesalonicense, en su mayora eran muchachas pobres de familias carenciadas,

    generalmente hurfanas de padre o de madre y sin apoyo ni ayuda de la familia

    29 Vase nota 18.30 David Sibley, Geographies of Exclusion: Society and Difference in the West, Routledge,

    London and New York 1995, p. 57; Vase nota 8 (Hadar).31 La Verdad, 5.4.1926; 25.4.1928.32 El Rizon, 29.3.1929.33 Vase nota 27.34 Aksion, 8.1.1935.

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    Gila Hadar

    amplia. Entre ambas guerras mundiales, Salnica estaba sumida en una pobreza

    severa. Miles de refugiados griegos desprovistos de todo haban llegado a ella por

    el intercambio de poblaciones y la aguda crisis econmica incrementada por la crisis

    mundial. Los comedores populares creados por las asociaciones de beneficencia, la

    municipalidad y el gobierno donaban miles de raciones (bsicamente de pan) al da

    para los pobres de Salnica.35

    Los barrios de refugiados griegos y los barrios de judos pobres36 eran el coto de

    caza en el que varones jvenes y mujeres experimentadas actuaban para hacer caer a

    las muchachas en las redes de la prostitucin y para vivir de ellas.

    La red tendida a los pies de las jvenes se tramaba con palabras bellas, golosinas,

    joyas, amor y promesas de matrimonio, junto a mentiras y gran violencia fsica.

    Una vez que la muchacha caa en la red de embustes tramada con astucia, perda la

    virginidad, quedaba embarazada y perda la escasa compasin de los vecinos y el

    medio circundante, necesitaba dinero para un aborto. El varn amante la llevaba

    a casa de su ta que la cuidaba con gran dedicacin, la ayudaba a abortar y le daba

    trabajo en su casa.

    El dinero que las jvenes reciban por vender sus cuerpos no quedaba en sus

    manos, sino en la de los pronexetas y sus familias.

    Las noticias sobre los allanamientos policiales de los prostbulos se publicaban en

    la prensa juda, pero a diferencia del pasado, cuando los nombres de las prostitutas y

    los proxenetas no se revelaban, los nombres completos se difundan pblicamente. En

    su mayora eran griegos.

    No he encontrado una estadstica del nmero de jvenes prostituidas, y aunque

    existiera una estadstica oficial, no reflejara el nmero total de mujeres dedicadas

    a la prostitucin, porque slo las jvenes de ms de 18 aos podan dedicarse a la

    profesin con licencia. Segn las noticias publicadas en los peridicos, adems de la

    prostitucin legalizada haba otra en las calles y en casas privadas, como el prostbulo

    n 9 en el tercer piso del edificio de los tribunales.37

    El hecho de que la prostitucin prosperara tambin en el rea de esparcimiento

    preocupaba a las autoridades. En 1926, la polica inform que las jvenes de 18

    35 El Pueblo, 26.2.1932.36 Rapporto moral del quarteir Calamaria, Central Archives of the History of the Jewish

    People, Gr/Sa, legajo 154.37 El Popular, 30.6.1930.

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    Gila Hadar

    aos podan salir a bailar por las noches, mientras que las muchachas menores de 18

    aos deban acudir a los clubes acompaadas por algn familiar.38 La preocupacin

    del gobierno no se deba slo al temor moral y las protestas de los vecinos, sino

    a la prdida de ingresos de la municipalidad y la polica. En 1930 se hizo un intento

    frustrado de cerrar los prostbulos no organizados: se public un decreto que prohiba

    la apertura de nuevos prostbulos y se trat de cerrar las casas pblicas autorizadas;

    se impusieron multas a los dueos de propiedades que alquilaban habitaciones a

    prostitutas, y las prostitutas que trabajaban sin licencia eran enviadas a prisin por un

    ao y multadas con 1.000-1.500 dracmas.39

    El proyecto de cerrar los prostbulos no tuvo xito por razones polticas y sociales:

    las altas esferas de la polica, la municipalidad y el gobierno estaban involucradas en

    la trata de blancas, el contrabando y el hachs, y el subcomandante de la gendarmera

    de Salnica fue sometido a juicio por su participacin en la trata de blancas.40

    Tampoco tuvo xito un intento similar de poner fin a la prostitucin fuera del barrio

    especial en Atenas. Se cerraron 13 prostbulos, se detuvo a 193 prostitutas registradas

    y otras tantas sin licencia. Al igual que en Salnica, las altas esferas del gobierno

    intervinieron para impedir la continuacin de la iniciativa, porque la sociedad no

    puede existir son la prostitucin.41

    De hecho, la polica y los polticos recurran a las prostitutas, los proxenetas y las

    regentas de los prostbulos. Los ladrones y asaltantes que no estaban allegados a la

    polica contaban sus hazaas a las jvenes; stas a los proxenetas que transmitan las

    noticias a la polica, quien lograba xito al resolver los asaltos. Asimismo, los dueos

    de los prostbulos pagaban sobornos y proteccin a los policas, tanto en dinero como

    con las jvenes trabajadoras.

    Pero tambin floreca el amor A veces, algn polica se enamoraba perdidamente

    de una joven prostituta, y un polica destituido de su puesto por haberse enamorado

    de una prostituta local se suicid junto con su amada, porque sin ella su vida no tena

    sentido.42

    38 El Tiempo, 5.9.1926.39 El Popular, 14.7.1930.40 Ibid., 29.6.1930.41 Ibid., 22.7.1930; Gerra a las mujeres publikas de Atena, El Mesajero, 10.4.1936.42 El Tiempo, 22.7.1931.

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    Conclusiones

    En el presente artculo he tratado de develar una incgnita de la sociedad tesalonicense

    entre ambas guerras mundiales. El elemento incgnito es la prostitucin, la

    profesin ms antigua del mundo, que formaba parte de la sociedad en general,

    y de la comunidad juda en particular. En el perodo otomano y turco, cuando las

    diversas minoras convivan pero mantenan sus vidas comunitarias por separado, la

    prostitucin era un fenmeno tnico que reflejaba la separacin entre los miembros de

    los diferentes grupos. En la Primera Guerra Mundial se abrieron las compuertas entre

    las diversas nacionalidades y los cercos de la nacionalidad y la moral. La helenizacin

    de Macedonia y Salnica se puso de manifiesto no slo en los cambios demogrficos,

    polticos y econmicos, sino tambin en la prostitucin en la ciudad, que se convirti

    en una urbe nacional griega, y las noticias sobre los prostbulos judos desaparecieron

    de la prensa juda. La mayor parte de las noticias que se publicaban se referan

    a las jvenes griegas pobres, hijas de refugiados de Asia Menor. Otra causa para el

    ocultamiento de la prostitucin juda radicaba en la intensa actividad comunitaria

    en pro de las jvenes pobres y hurfanas, con el objeto de que no mancharan a la

    comunidad exponiendo su vergenza en pblico. La prostitucin juda se convirti en

    un fenmeno marginal, pero no desapareci por completo.

    El dictador Metaxas asumi el poder en agosto de 1936; en su poca se prohibieron

    las asociaciones polticas y sociales no autorizadas por el gobierno. La prostitucin no

    desapareci de la vida cotidiana, pero s del discurso nacional y meditico.

    Los prostbulos parecen haber sido expulsados del centro de las ciudades en tiempos

    del gobierno de Metaxas, tal como lo relata en sus memorias Beri Nahmias, nacida

    en Castoria, que en el campo de concentracin conoci dos jovenes que afirmaban

    ser de su misma ciudad. Beri les pregunt dnde vivan y las jvenes sealaron una

    casa del otro lado del lago. Cuando Beri les dijo que se era un prostbulo, las jovenes

    respondieron que trabajaban all.43

    43 Beri Nahmias, Zeakah la-Mmahar, Ha-Makhon le-heker Yahadut Saloniki, Tel-Aviv [1990?], p. 180, (hebreo).