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GERENTIA Revista Cienfica del Decanato de Postgrado de la Universidad Fermín Toro Año 12.– Nº 1 AGOSTO 2013

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Page 1: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

GERENTIA Revista Científica del Decanato de Postgrado de la Universidad Fermín Toro

A ñ o 1 2 . – N º 1 A G O S T O 2 0 1 3

Page 2: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

AUTORIDADES UNIVERSITARIAS

Dr. Jorge R. Benítez

Rector

Dr. Pedro Briceño C.

Vicerrector Académico

MSc. Rafael Rubio

Vicerrector Administrativo

Lcda. Vanessa Quero

Secretaria General

S U M A R I O

A G O S T O 2 0 1 3

GERENTIA

Depósito Legal Nº

pp200002ME1396

ISSN Nº 1690-3153

UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

COMITÉ TÉCNICO

Dra. Marianella Martínez

Decano Postgrado

Editora Jefe

MSc. Rosa Ortiz

Directora de Investigación

Redacción y Estilo

Gisela Serrano M.

Edición y Montaje

Autor: Luis Gómez

CULTURA DE PAZ EN LAS INSTITUCIONES DE

EDUCACIÓN SUPERIOR: UN IMAGINARIO PARA LA

CONVIVENCIA HUMANA 31

PASANTÍA OCUPACIONAL UNA HERRAMIENTA DIDÁCTICA

PARA LA EDUCACIÓN TECNOLÓGICA Y LA PAZ

Autor: Enio Colagiacomo 04

EDUCACIÓN PARA LA GESTIÓN COMUNITARIA DESDE EL

ABORDAJE DE LA CULTURA DE PAZ

Autora: Gladys Rangel 13

RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA EDUCACIÓN

SUPERIOR: UNA VISIÓN PARA AMERICA LATINA Y EL

CARIBE

Autor: Javier Bracho

21

44

EL DESARROLLO ORGANIZACIONAL EN LAS INSTITUCIONES

EDUCATIVAS: CARDINAL AXIOLÓGICO DE PAZ

CONSEJO EDITORIAL

Dr. Rafael Torrealba

Dra. Mariela Díaz

Dr. Eutiquio Aponte

Dra. Antonia Quevedo

Autoras: Vivian S. Perdomo G.

Gladys Beltrán de Acuña

Autores: María Reina Ciro Cohen

ESTRATEGIAS PARA LA CONVIVENCIA EN EL ÁMBITO

ESCOLAR

CONFERENCIAS

EDUCACIÓN Y TRABAJO: CRISIS DE SIMULTANEIDADES

65 Autor: Edgar R. Smith

VALORES DEL ESPÍRITU: SIGNIFICADOS PARA LA

CONVIVENCIA

LA COMUNICACIÓN COMO VALOR O EL VALOR DE LA

COMUNICACIÓN: DOS CONCEPTOS CONCOMITANTES EN

LA CONVIVENCIA

Autor: John Aispurua

Autor: Luis Flores

68

72

57

Page 3: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 3 GERENTIA

Uno de los temas más relevantes en el

marco de la cultura contemporánea es el de la paz

para la convivencia humana. Gran parte de

nuestro porvenir está en estrecha relación con la

manera como llevamos a la práctica el sentido de

la convivencia para una vida en común signada

por la justicia, la equidad, la tolerancia, el respeto,

la responsabilidad y el necesario diálogo

constructivo entre las personas. Todo lo anterior

nos exige un uso y aplicación inteligente del

conocimiento, pues este requiere que su

producción y empleo vayan siempre en beneficio

de las sociedades para la creación de condiciones

orientadas hacia el cuidado de la vida, hacia la

responsabilidad consigo mismo y con los otros,

hacia la emergencia de una sociedad donde el

pensamiento permita acercarnos a los horizontes

de la paz.

Es esta la razón por la que surge este

número monográfico de GERENTIA, en cuyo

contenido se resalta, desde posturas diversas,

que la valoración de la paz, de la convivencia y de

la construcción de una sociedad equitativa, justa,

tolerante y democrática solamente se puede lograr

desde la promoción de una racionalidad

comunicativa como clave discursiva protagonizada

por el ser humano en coexistencia. Para ello, es

ineludible partir del conflicto como elemento

contextual desde donde es posible generar

reflexiones, situándonos en lo ontológico y lo

filosófico, sobre los problemas que afectan la

convivencia en las sociedades y que agudizan la

crisis mundial en torno a fenómenos como la

violencia, el desempleo, la discriminación, la

pobreza y hasta el deterioro del ambiente.

Como espacio humano para la

convivencia, en la cual se integran factores

contextuales que nos hablan de la configuración

de los sentidos culturales, requerimos entonces

de afianzar la comunicación, la promoción del

diálogo, del multidiálogo, para poder adentrarnos

en un ejercicio discursivo orientado hacia el logro

de la solidaridad y de la construcción de valores. Y

son estos hilos temáticos los que se despliegan en

cada uno de los trabajos que constituyen este

volumen de la revista y que surgieron motivados

por las aperturas discursivas que se generaron

desde el Postdoctorado en Estudios Libres (con

una agenda definida como Convivencia y Cultura

de Paz) de la Universidad Fermín Toro.

Por otra parte, es importante destacar la

misión de las instituciones educativas, sobre todo

de la universidad, en la conformación de acciones

dirigidas a subsanar los conflictos que distorsionan

la vida cotidiana y que impiden la consolidación de

una cultura de paz, para lo cual la diversidad

humana tiene que ser asumida como parte

constitutiva de la socialidad. Las contradicciones y

las disidencias son también parte de la compleja

condición humana, y en este sentido, es

imprescindible que, desde la racionalidad

interpretativa, las asumamos como parte de una

dialógica del entendimiento mutuo.

A la luz de estas últimas ideas, los

autores de los trabajos publicados en este

volumen dan cuenta de la pertinencia social que

debe tener la universidad para generar acciones

educativas desde el lenguaje, desde la palabra,

desde la dialogicidad como lugar de encuentros

humanos desde los cuales podemos edificar una

cultura de paz con compromiso social. En este

sentido, aprender a convivir es una frase cuyo

significado implica la consideración y comprensión

de lo axiológico como un proceso que debe

construirse armónicamente desde la

intersubjetividad. Solo así será posible convivir en

un escenario donde reconozcamos nuestras

cosmovisiones colectivas, pero también las

individuales.

Finalmente, las contribuciones que

encontramos en este volumen de GERENTIA,

representan espacios discursivos desde donde se

develan, a manera de debates y desafíos, los

caminos que nos pueden conducir al cultivo sano y

responsable de una cultura de paz para promover

la armonía, la solidaridad y la comprensión dentro

de un marco cultural donde el ser humano se mire

a sí mismo como ser corresponsable de las

transformaciones que nos está exigiendo el mundo

en este nuevo milenio.

Dr. Rafael De J. Torrealba Álvarez

EDITORIAL

Page 4: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 4 GERENTIA

Autor: Enio Colagiacomo

R E S U M E N

Este artículo es un ensayo científico que tiene como propósito ofrecer a la comunidad académica información derivada del análisis y reflexiones sobre la controversial temática educativa en la cual la pasantía ocupacional, como un activo agente didáctico de la transversalidad pedagógica y actividad académica del área técnica y tecnológica, adquiere diversas acepciones casi siempre asociadas con la productividad como elemento de la tríada tecnología-pasantía-productividad social; además, para accionar en favor de la cotidianidad productiva, científica, tecnológica y afianzar el dominio cognitivo de este tópico, lo que permitirá a la comunidad académica de instituciones formadoras del talento tecnológico conocer, complementar y reafirmar constructos, que redundan en beneficio del fin último de los procesos de enseñanza y aprendizaje de las técnicas y tecnologías demandadas por la sociedad actual Esto supone, de suyo, la visión del concepto autorregulador y autosustentador para la formación permanente en un clima de convivencia y tolerancia en función de un desarrollo social pacifico, constituyendo además, un insumo para los nuevos filones de investigación en todo el ámbito de formación tecnológica del presente y futuro.

I N T R O D U C C I Ó N

Nadie será capaz de cuantificar su talento hasta

que lleve a la práctica su idea y conocimiento

La realidad actual del ámbito socio-político-económico, obliga al hombre contemporáneo a

considerar los hallazgos o productos cognitivos –fundamentalmente en la novísima investigación tecnológica-

a fortalecer, repensar o condicionar las teorías, métodos, técnicas o procedimientos educativos utilizados

para impulsar el desarrollo requerido por las sociedades de la actual aldea global, sobre todo en cuanto a

derechos humanos, valores democráticos, derecho al trabajo y recreación, derechos culturales individuales y

sociales, y los derechos ambientales del hombre como actor gregario por excelencia.

Lo precitado acciona al educador progresista hacia la apropiación de actitudes cónsonas, como

requisito para alcanzar relevante influencia en la formación de ciudadanos aptos para la vida en convivencia

social y pacífica bajo el paradigma de la “Escuela Activa” (Decroly, Montessori, Freinet, Dewey, Neill,

Pestalozzi) referente moderno de las necesidades sociales en el ámbito educativo de mediados del siglo XX y

como respuesta a una necesidad humana del momento histórico en el cual el “utopismo pedagógico” propició

como consecuencia de la evolución sociológica el “idealismo de la escuela nueva”.

Es por ello que la pasantía constituye uno de los aspectos que exige inmediata atención para la

formación del talento humano y los medios necesarios para la formación de mano de obra calificada en

diversas y variadas especialidades, ofrecidas por los centros educativos de formación técnica profesional y

tecnológica, en los cuales es necesario gestar las viables salidas intelectivas y epistémicas amalgamadas

entre educadores y estudiantes, y tendentes a adaptar, construir o reconstruir el “ser”, el “conocer” y el

(Continúa en la página 5)

PASANTÍA OCUPACIONAL

UNA HERRAMIENTA DIDÁCTICA PARA LA

EDUCACIÓN TECNOLÓGICA Y LA PAZ

Palabras clave:

“Educación, Tecnología,

Pasantía, Productividad,

Convivencia y Paz”

Page 5: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 5

“hacer” técnico y tecnológico como un acto social de convivencia, en el cual la pasantía ocupacional puede ser

un gran aliado pedagógico hasta ahora subutilizado en su potencial latente respecto al eje transversal

convivencia y paz.

En consecuencia, la pasantía se consolida como una perspectiva didáctica para la creatividad

constructiva sobre bases axiológicas del conflicto y su estructura consecuente, como oportunidad pedagógica

para incorporar la indeterminada y rica transversalidad presente en el medio industrial y de servicios Esta

perspectiva sustenta respuestas interculturales, pertinentes y oportunas en función de necesidades comunes

entre las partes involucradas en ese binómico proceso –educación-empresa– en el cual se conjugan múltiples

necesidades, intereses y motivaciones sociales.

En todo caso, lo antes señalado constituye además, un acto de oposición a la natural tendencia sistémica

que la entropía organizacional ejerce en favor del detrimento de la calidad de la convivencia académica y

social. De allí que, esto pueda ser un vital atenuante para un factor de perturbación y preocupación social

permanentemente presente en todo avance hacia el progreso alcanzado bajo visión sistémica-organizacional

del mundo educativo, pues representa un acto consciente tendente a negar el caos espontáneo que invade

todo sistema.

En este sentido, considerando que: a) la formación técnica y tecnológica del sujeto calificado cada día

evidencia más la necesidad de acoplarse con plena convivencia al nivel de exigencias del sector productivo, b)

dicha formación se enfatiza sobre la base de la tríada ciencia-tecnología-sociedad, c) la formación técnica y

tecnológica es un clamor atendido parcialmente con resultados ciertamente insatisfactorios, es obvia la

importancia que representa para el hombre actual ser formado bajo los lineamientos de la novísima educación

para la paz como herramienta pedagógica fundamentada en las relaciones interpersonales, dinamizada por

métodos didácticos socio-afectivos simulados o practicados por grupos coherentes en pensamiento y acción,

con convicciones de valores democráticos y fin social benéfico, y, lo más importante, como respuesta

trascendente a una necesidad humana de culturización sostenida; argumentada en una mirada crítica y

reflexiva desarrollada en el texto siguiente y las consecuentes disquisiciones del autor.

CONTEXTO EDUCATIVO,

TECNOLÓGICO Y DE

CONVIVENCIA PARA LA PAZ

En el ámbito

socioeducativo mundial siempre

ha habido especial interés por el

desarrollo del talento humano,

enfatizándose en la productividad

de los mismos, interés éste que

de manera ineludible ha tenido

que abordar con profundidad de

análisis los tópicos inherentes a

la educación tecnológica mundial;

a tal punto que para el año 1.999,

según Argüelles (1999), se

habría editado en español no

menos de trece veces la obra de

Faure y otros (1975) “Aprender a

Ser”, lo cual evidencia un inusual

empeño multinacional liderizado

principalmente por la UNESCO;

dirigiendo extraordinariamente su

atención en dirección de la

importancia y vigencia que el

tema de la educación tecnológica

significa para la sociedad y su

pacífica convivencia

contemporánea, en medio de un

clima armamentista global en el

cual la tecnología establece

pautas

determinantes en el

ámbito de la

violencia

postmoderna.

Por otra parte,

considerando la

fundamental

diferencia filosófica y

conceptual entre

formación técnica –como

formación artesanal– y la

tecnológica –como formación

científica para la producción y los

servicios en convivencia y paz

social–, esta última representa

(Continúa en la página 6)

Page 6: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 6 GERENTIA

una cuota parte de la

consolidación de la corriente

universal de formación del talento

humano competente, que

promueve mejoras a favor de la

sociedad global. Por tanto, la

obra antes señalada es un

fundamental sustento de lo que

desde 1.996 se ha difundido para

todo el mundo como el Informe

Faure, el cual constituye un hito

referencial en materia de

educación actual y en

consecuencia para la educación

técnica y tecnológica, la cual

tiene un lugar preponderante por

ser un elemento de la

cotidianidad global que insiste en

la búsqueda de beneficios

técnicos y tecnológicos para la

humanidad.

En este orden de ideas, en la

década de los años ochenta uno

de los precursores del ideario

para la paz, Paulo Freire (1986)

expresaba en sus escritos

relacionados con el tema

educativo para la paz, que no

creía en esfuerzos de educación

para la paz si éste no revelaba

con claridad las injusticias

sociales presentes en casi toda

congregación humana,

evidenciando su desacuerdo con

la estrategia de opacar la

importancia del fenómeno social

global, en lugar de alumbrar con

abundancia los focos oscuros

(Viene de la página 5) generadores de violencia pasiva,

activa o reactiva.

En el mismo sentido, y como

evidencia de que los problemas

educativos gravitan en el

panorama mundial sin más

acotamiento que el impreso por

las políticas educativas de los

operadores circunstanciales de

las sociedades, Palma (2003),

señala en entrevista televisada

que en América Latina surge un

indicador para la educación

realmente preocupante; tal es el

caso del promedio de años de

estudios alcanzado por la

población, cuyo “índice medio de

escolaridad por habitante se

ubica en ocho coma ocho (8,8);

…en Chile y Costa Rica cercano

a diez (10) años/habitante”, lo

menos alentador fue cuando se

refirió a Venezuela, cuyo índice

de escolaridad per cápita lo ubicó

en torno a siete (7), siendo ello,

un indicador importante por

cuanto evidencia niveles

culturales promedio aptos para

sostener los focos de oscuridad

que propician la violencia social

en sus múltiples manifestaciones.

En el mismo orden de ideas,

Klisberg (1999) señala, que en el

sudeste asiático, el promedio es

superior a diez (10) años de

educación inicial por habitante,

lo que impone razones para

llamar la atención de los

operadores educativos en

cualquier organización social con

necesidades sociales de cultura

para la convivencia y la paz, con

actitud de propensión al

crecimiento y desarrollo científico

y tecnológico como lo ha

demostrado –al menos en los

últimos tiempos– la sociedad

referida.

Las razones precitadas, sin

duda influyen en forma

determinante en el sostenimiento

de la convivencia con inequidad

social y poca productividad

educativa, –en clara

contraposición con el espíritu y

contenido de las normas

constitucionales que acentúan el

derecho ciudadano en la

educación de calidad y gratuita–

,contraposición que

inevitablemente promoverá una

generación de relevo con pocos

años de escolaridad, poca

calidad cognitiva, alta tendencia

hacia los conflictos sociales y

bélicos, y, en consecuencia, con

una notable desventaja en el

mercado ocupacional no bélico,

es decir, ciudadanos no

competitivos, con salarios muy

bajos o de subsistencia que

redundarán en favor del binómico

círculo vicioso: inversión baja en

el recurso humano – educación

de baja productividad de interés

social. Esto le imprimirá a las

(Continúa en la página 7)

Page 7: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 7

sociedades ciertas tendencias a

prácticas violentas,

fundamentadas en las

limitaciones para superar sus

necesidades básicas, propias de

los conflictos de subsistencia.

En suma, en Venezuela,

existen indicios que apuntan

hacia un panorama con

características próximas al

cuadro antes descrito, y se

agregan agravantes como: a) la

generación de un fuerte

contingente de estudiantes

desertores y repetidores del

sistema educativo convencional

(bachillerato), que tienen poca

opción de reivindicación escolar

formal en esta modalidad

educativa, b) la conversión del

subsistema de educación media

profesional en “alternativa” o en

ámbito institucional donde van a

parar –casi a modo de castigo–,

los estudiantes decantados por el

proceso educativo, cuestión que

reedita la concepción errónea de

la educación “técnica” como

alternativa de educación para los

pobres. Este paradigma, debe

ser necesaria y urgentemente

repensado por el maestro actual,

para reorientar en el

pensamiento y sentimiento del

ciudadano común renovados

referentes filosóficos, en aras de

una concepción que no

subestime ni discrimine la

(Viene de la página 6) educación técnica y tecnológica y

aliente decididamente el

compromiso trascendente para la

paz social.

Por su parte Martínez (1999)

y Colagiácomo, (2000), al

referirse a esta modalidad

educativa venezolana afirman

que la educación técnica ha

estado estancada y en franco

proceso de deterioro desde hace

bastante tiempo. No obstante, se

puede asegurar que también

existen evidentes esfuerzos,

aunque incipientes, (Decreto 120

de 1969) en dirección de los

cambios que propenden al logro

de avances dirigidos hacia los

más altos intereses educativos

en el ámbito de la educación

vocacional y profesional.

Modalidad que, que como antes

se señaló, llegó hasta ser tildada

de educación no auténtica con

ribete de subestimación injusta

para este importante sector de la

educación.

Desde entonces y habiendo

pasado por variados y sucesivos

cambios significativos, pero

fundamentalmente relevantes en

el ámbito curricular, las

instituciones se ajustaron con

sintonía cronológica a las

exigencias tecnológicas que la

evolución social imponía al

sistema educativo nacional. Éste,

tal como se ha acotado, aún

mantiene –al menos en teoría–

sus propósitos iniciales: la

formación de recursos técnicos y

profesionales aptos para

desempeñarse en función del

avance y de las exigencias

sociales derivadas de las

políticas, que la gerencia pública

ha implantado en las distintas

etapas del proceso evolutivo

social y político nacional

En concordancia con lo antes

descrito, es oportuno mencionar

que junto a estos trascendentes,

repentinos y mayoritariamente

improvisados cambios de visión

educativa de Estado, se

promovieron también cambios en

los currícula del subsistema de

educación técnica y tecnológica

nacional, en los cuales la

pasantía ocupacional constituyó

un asertivo y trascendente

componente académico, que el

estudiante, el sector educativo y

el empresarial, valoraron como

indispensable para el logro del

avance que la sociedad

venezolana exigía. Cuestión ésta

hoy más que nunca reclamada

por la formación del talento

humano, en función del potencial

del crecimiento social pacífico en

un contexto de educación técnica

y tecnológica coherente con el

desarrollo sostenido.

No obstante, los resultados de

todo ese proceso social, a juicio

(Continúa en la página 8)

Page 8: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 8 GERENTIA

del autor de este estudio, son

evidentemente insatisfactorios,

atribuyéndose en gran parte y

entre otros factores, al divorcio

entre lo que requiere el sector

productivo y de servicios y lo que

el sistema educativo ofrece como

talento humano calificado en el

ámbito técnico profesional y

también en el ámbito social,

signado por una carga de

violencia social preocupante,

coincidiendo plenamente con la

precisión que hace Martínez (ob.

cit.), al referirse a la situación de

la educación técnica del país,

cuando expresa que desea

“llamar la atención de

investigadores, planificadores y

administradores educacionales

sobre la falta de un sistema de

información que facilite la toma

de decisiones y permita ofrecer la

calidad técnica y social solicitada

por todos los que se benefician

con estas opciones

educativas.”(p.18)

En síntesis, la mayoría de

instituciones educativas, con

precisa previsión escolástica, al

final del proceso formativo del

estudiante han consolidado –al

menos normativamente– el deber

de dar cumplimiento a un

programa de carácter formativo

complementario, constituido por

la pasantía ocupacional en el

área profesional respectiva y

(Viene de la página 7) otros programas de semejante

fines y propósitos tecnológicos y

sociológicos. Éstos, emularon de

modo relativo en el actual

proceso educativo lo que

satisfacía en el pasado pos-

revolución industrial, las

necesidades de

transculturización del hombre con

la figura empírica del “aprendiz”

en los centros de producción y

servicios bajo un esquema de

educación no formal e informal

del futuro artesano.

En el mismo sentido,

Colagiácomo (2008) afirma que

este programa nacional especial,

concebido por consenso entre los

sectores empleador y educativo,

constituye un vital soporte para la

formación del egresado en las

áreas técnicas y tecnológicas del

sistema educativo, aprovechado

hasta ahora parcialmente en los

procesos pedagógicos, los cuales

deberían complementarse con

las disposiciones legales y

operacionalizarse, con la

obligatoria observancia por parte

de los órganos delegados por la

autoridad competente del Estado,

mediante los tutores académicos,

empresariales y estudiantes.

Todo, con el único propósito de

optimizar el proceso educativo

del ciudadano del futuro y

viabilizar la acción eficiente del

pedagogo contemporáneo, el

cual no debe obviar la dinámica

laboral y aceptar más la

evolución conceptual que

involucra sus actuales

paradigmas, al incorporar al

concepto técnico los elementos

justos y necesarios para propiciar

la educación tecnológica

propiamente tal en un clima

armonioso y no bélico. Salta a la

vista que la pasantía ocupacional

podría ser un gran aliado

pedagógico, hasta ahora

subutilizado en su potencialidad

latente respecto al eje transversal

convivencia y paz.

Asimismo, interpretando a

Martínez (ob. cit.), se puede

afirmar que este programa de

pasantías, bajo concepción

contemporánea puede circuns-

cribirse sin lugar a dudas, en el

paradigma predominantemente

constructivista, soportado por los

movimientos innovadores de la

pedagogía moderna y de

investigaciones ubicadas

epistemológicamente en

vertientes coincidentes con

algunos connotados

investigadores de las ciencias

(Continúa en la página 9)

Page 9: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 9

pedagógicas, entre quienes se

destacan Piaget, Bruner y

Ausubel (p. 60).

Tal concepción se erige

fundamentalmente sobre la base

de las necesidades operativas

que genera la propia tendencia

evolutiva de transculturización del

hombre, la cual ha dejado su

impronta en la vida cotidiana por

su función social “trabajo” pero

poco en la función social “paz”.

También ha dejado una huella

indeleble en consecuente

necesidad de transferencia de los

caracteres culturales que lo

identifican, fundamentalmente

con acciones vinculadas al

ámbito de la ejecución de tareas

operativas o prácticas con alto

grado del componente

aptitudinal, motivacional y

psicomotriz, con cierto

menoscabo de una actitud

propensa a la convivencia no

bélica.

En este sentido, Meléndez y

Canquiz (2003), afirman que el

par “Sector Educativo-Sector

Empresarial” siempre tiene como

potencialidad latente una

compleja relación orgánica

sistémica de redes epistémicas,

ontológicas y axiológicas,

dispuestas a la cooperación

interactiva entre los factores

intervinientes en el proceso

educativo. Esta declaración

(Viene de la página 8) permite afirmar que la pasantía

ocupacional representa sin duda

una valiosa fortaleza para el

mejoramiento, mediante la

consciente utilización de ejes

transversales que confluyen en la

acción educativa productiva,

creativa y ecológica que la

pasantía ocupacional propicia a

todos los actores intervinientes.

En síntesis, las instituciones

educativas, según lo establecido

en el sistema normativo vigente,

tienen la responsabilidad de

promover un programa individual

de pasantía para el estudiante

cursante de los últimos años de

su mención o especialidad. Por

tanto, deberán coordinar con el

sector productivo empresarial las

acciones tendentes al logro del

propósito educativo formal, cual

es materializar una cercanía

objetiva y real de contraste entre

la cultura escolástica vivida por el

estudiante, hasta esa etapa de su

formación, y la cultura de la

producción y los servicios con

fines sociales, lo que implica la

convivencia social y pacífica

característica de la época

posmoderna. Para ello, la

institución deberá promover un

docente responsable del

programa (coordinador general) y

los docentes dependientes de

éste (tutores académicos),

necesarios para facilitar el

proceso formativo

complementario hasta conducirlo

a feliz término socialmente

requerido.

Se constituye así, un complejo

sistema de aprender y

reaprender, sustentado en

acciones de intercambios,

aprehensión y consolidación de

conocimientos, valores, sentimi-

entos, emociones, expectativas y

experiencias que evidentemente

coinciden con las necesidades

del educando involucrado en este

complejo acto pedagógico, el

cual se materializa en un extenso

sentido en la pasantía. Esto se

deriva del desarrollo mismo de

estas actividades, ya que

implican accionar un

indeterminado número de

oportunidades para realimentar al

menos algún subsistema

interviniente en el mismo.

No obstante, las necesidades,

carencias y limitaciones del

pasante también han de ser –con

mucha frecuencia– las del

educador que interviene en este

proceso, permitiéndole también

una eventual oportunidad de

participación - pasiva o indirecta-

en el desarrollo mismo de la

pasantía. De este modo se

plantea una opción de reedición

consciente o no del modo de ser

docente, de su compromiso

técnico, tecnológico y

(Continúa en la página 10)

Page 10: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 10 GERENTIA

sociológico, que tiene una rele-

vancia pocas veces considerada

alternativa de actualización

docente. La pasantía, en el

sentido señalado, constituye un

reto que convoca a asumir

responsablemente la oportunidad

de formación permanente del

docente, como fin de su propio

proceso formativo autodidáctico

y, en suma, como ciudadano

comprometido y corresponsable

de los procesos sistémicos auto-

reguladores y auto-sustentadores

del sistema educativo y, en

consecuencia, de la paz y la

convivencia social.

En consecuencia, en el ámbito

de la educación técnica y

tecnológica actual ¿Será tiempo

de repensar este proceso

formativo basado conven-

cionalmente en el “saber hacer” y

apoyado en el binomio Educación

-Empresa, para dar paso a un

proceso verdaderamente

educativo basado en el “saber

hacer bien comprometido con el

otro” basado en la tríada

“Educación-Convivencia-

Productividad”?

Disquisiciones del autor

Correa de Molina (1997),

(Viene de la página 9) refiriéndose a algunas

universidades actuales, plantea

que las instituciones educativas

deben liberar las barreras y

límites del conocimiento

amalgamado en sus procesos

creativos y rechaza “el modelo

de campus de concentración del

saber, porque según Kant,

instituciones de este tipo van en

contra de la libertad, autonomía y

mayoría de edad” (p.11).

Asimismo, la autora precitada,

refiriéndose a los procesos de

planificación de la educación

actual expone: “Los

prospectivistas y visionarios del

futuro, identifican como

tendencias del desarrollo

relacionado con la educación, el

mercado de trabajo, la cultura, la

ciencia y la tecnología, pero por

encima de estos escenarios, el

mundo de las potencialidades

humanas(p.11), evidenciándose

en sus ideas, una clara

preocupación por los aspectos

sociológicos contemporáneos y

del futuro formativo y educativo

de la sociedad.

Los argumentos en

consideración implican generar

desde las esferas de la

producción del conocimiento,

profundos cambios culturales e

institucionales; proceso por

medio del cual la micro-sociedad

integra acciones de generación y

uso de conocimientos vinculados

a las instituciones sociales

básicas, para incorporarlos

progresivamente hacia una

identidad cultural nacional de

técnica, ciencia y tecnología, en

la cual la relación dialógica de la

sociedad del conocimiento y la

acción productiva es transferida

mediante una suerte de

producción endógena a la

sociedad del conocimiento y la

acción social-productiva nacional.

Esto de por sí, se traduce en

fortalecimiento de la

productividad del conocimiento,

la habilitación de una nueva

ciudadanía y la generación de

bienes, servicios técnicos,

científicos y tecnológicos. Todo

ello, establece una base

fundacional, epistemológica y

metodológica ofrecida por los

paradigmas convencionales de

las ciencias administrativas y su

consecuente influencia

interdisciplinaria en la gerencia

prospectiva de procesos

formativos educacionales.

En opinión del autor de

esta investigación, todo cuanto

se ha referido evidencian el

grado de correlación favorable

que el medio laboral representa

para la formación futura del

talento humano en el ámbito

tecnológico –tanto estudiantes

(Continúa en la página 11)

Page 11: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 11

como docentes tutores–, y la

imperante interacción como

vehículo esencial para alcanzar

un proceso educativo de alta

calidad en el ámbito técnico,

académico, tecnológico y en

suma: social.

Por ello, se puede

asegurar que el apoyo intencional

preestablecido sistémica y

pedagógicamente es de vital

importancia. En todo caso, el

proceso tutorial se convierte en la

palanca operativa mejor aliada

para el logro de las metas; cual

es obtener al final del proceso

educativo un graduando listo

para enfrentar con éxito su

próxima inmediata superior etapa

de vida y un docente actualizado

listo para emprender una mejor

acción docente en función de las

exigencias contemporáneas del

mundo laboral en el campo

técnico, científico, tecnológico y

social.

Al respecto, Colagiácomo

y Garagozzo (2008), al referirse

al comportamiento sistémico de

los centros educativos, como

partes de la totalidad de los

sistemas sociales, destacan que

la escuela –bien concebida–

siempre tenderá a asumir

comportamientos propios de

conjuntos de seres humanos, aun

en el ámbito de las

organizaciones de producción o

(Viene de la página 10) servicios. Esto es especialmente

típico, sobre todo en la escuela

de formación profesional, en la

cual la sinergia sistémica acciona

sobre los productos finales

incluso en forma no deliberada,

en virtud de que ninguna de las

partes constitutivas del sistema

educativo podrá producir por

separado un resultado de calidad

integral esperado, y en lo

“educativo pudiera ser el

conocimiento general y las

competencias específicas con su

correspondiente dosis de

accionar práctico materializado

en pericias y habilidades

kinestésicas propias o

específicas de la acción laboral,

incluso actitudes y valores

técnicos, tecnológicos y

sociales” (p.66).

En consecuencia, es obvio

que lo antes señalado incluye las

oportunidades latentes para

generar los aportes que pudieran

aparecer deliberados o fortuitos

en este interesante intercambio

de saberes, haceres,

sentimientos, emociones y

valores, poseídos por los

empresarios y tutores industriales

como parte interactiva del

proceso educativo en esta área

tan preocupante del mundo

globalizado contemporáneo, y

sobre lo cual se ha dirigido la

mirada del mundo con marcado

interés social.

De allí que sobre la base

estas razones pedagógicas,

sociales políticas y ecológicas,

organismos internacionales de

apoyo y promoción a las ideas de

educación para la paz como la

UNESCO, Naciones Unidas, y el

Consejo de Europa, y algunos

entes más pequeños como

centros educativos formales, no

formales e incluso informales,

han mostrado cada vez más su

interés y dedicación al tema de la

educación para la paz; y en razón

de las convicciones

conceptuales, axiológicas y

teleológicas que sus actores

manifiestan se consolida el

novedoso marco legal que se ha

venido incorporando en las

recientes reformas que norman

los procesos educativos de las

congregaciones humanas más

destacadas. Todo ello denota

una evidente justificación para la

búsqueda de opciones que

solucionen las necesidades

educativas de paz y convivencia

en plena evolución.

Finalmente se debe

mencionar que, no obstante todo

lo anterior y habida cuenta que

como en todo hecho sociológico

no se pueden determinar los

puntos de inflexión con precisión

numérica, entre categorías

influyentes en el complejo

sintagma ontológico (ser),

(Continúa en la página 12)

A ñ o 1 2 . – N º 1 Página 11

Page 12: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 12

axiológico (valores), epistémico (conocimiento) y teleológico (fin), se hace especialmente difícil un estudio

conclusivo en virtud de que se tiene un verdadero acertijo cuando la intención investigativa se orienta

hacia la educación para la paz, “como fin o como medio” para alcanzar un nivel conceptual

universalmente aceptable en los diversos escenarios del complejo ámbito global, y del interés particular

de la investigación educativa como necesidad humana. Por ello, de hecho, abordar el tema implica por sí

mismo un pacífico conflicto existencial de la encrucijada cultural.

FUENTES REFERENCIALES

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Colagiácomo, E. (2000). Manual de Funciones y Procedimientos para la Tutoría del programa de

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(Viene de la página 11)

A ñ o 1 2 . – N º 1 Página 12

Page 13: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 13 GERENTIA

R E S U M E N

Las investigaciones realizadas en el ámbito universitario reportan significativos insumos que permiten adecuar procesos e implementar estrategias que favorecen la dinámica institucional. En este orden, se efectuó el presente estudio centrado en reconceptualizar la direccionalidad del objetivo de la especialización Educación para la Gestión Comunitaria a la luz de la cultura de paz. Tuvo como escenario la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, adaptado a la metodología cualitativa y apoyado en la bibliometría con el fin de determinar “asociaciones temáticas”. Para el procedimiento de recolección de datos, se analizaron resúmenes de Trabajos de Grado y entrevistaron Coordinadores, tutores y dos egresados de este subprograma de postgrado. Se extrajo información de los datos y se obtuvieron las siguientes asociaciones temáticas: Convivencia Escolar, Integración Familia, Escuela y Comunidad, Participación Comunal y Valores Sociales Comunitarios, las cuales constituyen ejes direccionadores para la emergente reconceptualización del objetivo de la referida especialización, orientado a “promover la gestión comunitaria en los ambientes de aprendizaje a través de la participación colectiva en los procesos de desarrollo comunitario con una visión crítica y reflexiva”. Dado que las referidas asociaciones temáticas relacionadas con convivencia y la cultura de paz se ubicaron en la totalidad de los Trabajos de Grado revisados, es decir, el objeto de estudio giró en torno a elementos sustanciales de igualdad, solidaridad, corresponsabilidad, cooperación y justicia social para el abordaje de las necesidades del contexto donde se desenvuelven los participantes. Estos resultados permiten interpretar que como en las realidades investigadas los problemas se orientan hacia la antítesis de climas de armonía, entre otros, maltrato infantil, disfuncionalidad familiar y agresiones escolares; la necesidad subyacente radica en soluciones enmarcadas en climas de convivencia y cultura de paz, razón substancial de esta reconceptualización en términos de la Universidad como respuesta a necesidades sociales.

INTRODUCCIÓN

Educar para la paz en las

universidades debe ser una de

las respuestas a las necesidades

que poseen los estudiantes,

profesores, comunidad y país en

general, en razón de incluir

elementos necesarios para

fortalecer la calidad de vida, al

considerar capacidades

intelectuales, tecnológicas,

científicas, sociales y

humanísticas que poseen dentro

del entorno político, económico y

social imperante, con el objeto de

generar alternativas que

contribuyan al desarrollo del país,

la convivencia y la cultura de paz.

Tal como lo afirma Delors (1996)

que “Frente a los numerosos

desafíos del porvenir, la

educación constituye un

instrumento indispensable para

que la humanidad pueda

progresar hacia los ideales de

paz, libertad y justicia

social” (p.9).

Las instituciones educativas

son el pilar fundamental para

incorporar cambios en las

acciones que ejecutan sus

actores y se proyectan además

hacia la familia y el entorno. Es

por esta importante razón que

entre sus objetivos deben

prevalecer espacios académicos

orientados a promover la paz y la

convivencia, pues es allí donde

se puede estimular el espíritu de

cooperación, comprensión,

justicia social y el desarrollo

humano desde el punto de vista

afectivo emocional a fin de

reconfigurar una correspondencia

entre lo que se dice y lo que se

hace.

Dentro de las

organizaciones educativas, se

ubican las universidades, que

tienen, entre otras, la

responsabilidad de asumir y guiar

actividades destinadas a

establecer e implementar

lineamientos para ser

(Continúa en la página 14)

Autora: Gladys Rangel

Palabras claves: Educación para la

Gestión Comunitaria,

Estudios de Postgrado

y Educación para la

paz.

EDUCACIÓN PARA LA GESTIÓN COMUNITARIA DESDE

EL ABORDAJE DE LA CULTURA DE PAZ

Page 14: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 14

internalizados por los individuos

que hacen vida dentro de ella,

con el propósito de influir en sus

creencias, normas, valores y

estrategias de acción que les

permitan afianzar y mostrar

aspectos dirigidos a lograr una

mejor calidad de vida. Así como

también propiciar elementos que

coadyuven con la equidad, lo que

pudiera reflejarse en la

administración de los programas

que ofrece la Universidad con el

propósito de reestructurar,

reconstruir, reconceptualizar y

replantear la perspectiva

individual y colectiva de los

actores con el fin de lograr la

combinación de elementos

estructurales que promuevan una

cultura de paz y convivencia en

estos espacios y trasciendan

hacia la familia y la comunidad.

En este sentido, las

universidades deben orientar los

Estudios de Postgrado a propiciar

durante la administración del

diseño curricular algunos

insumos filosófico-axiológicos

con el propósito de dirigir las

prácticas universitarias de los

actores, facilitadores y

(Viene de la página 13) estudiantes, hacia la construcción

y reconstrucción de estrategias

de acción que les permitan

mostrar, afianzar y emprender

transformaciones en los ámbitos

donde se desempeñen. Esto,

con la finalidad de fortalecerlos y

proveerles elementos que

contribuyan al establecimiento de

estructuras, que promuevan la

incorporación de contenidos en

sus planes de estudios

relacionados con las necesidades

del entorno y bajo parámetros de

tolerancia, justicia, honestidad,

respeto, cooperación, entre otros.

Los estudios que ofrecen

las universidades, cargados de

los elementos como los

señalados dentro de los

contenidos que se administran,

garantizan su aplicación y, por

ende, deben estar reflejados en

sus productos. En el caso objeto

de investigación, se observan en

los Trabajos de Grado, los cuales

se revisten de importancia y

relevancia para optimizar el

quehacer educativo,

específicamente de la

Especialización Educación para

la Gestión Comunitaria de la

Universidad Pedagógica

Experimental Libertador.

En la actualidad, esta

especialización se considera

particularmente oportuna para la

educación del país, puesto que

responde a las demandas

sociales del sistema educativo

venezolano y su entorno, lo cual

es una de las responsabilidades

de la Educación Universitaria

para contribuir a la solución de

problemáticas, bajo criterios de

calidad y productividad.

En este orden, la

Especialización Educación para

la Gestión Comunitaria está

orientada a propiciar espacios

intelectuales, direccionados hacia

la reflexión de la praxis

pedagógica y la aplicación de

estrategias fundadas en la

valoración del potencial humano,

la reconceptualización de las

tareas a ejecutar, la anticipación

a los cambios necesarios, el

redescubrimiento de elementos

innovadores y la reconstrucción

de soluciones arraigadas en el

establecimiento de nuevos

patrones educativos, apoyados

en parámetros de convivencia y

cultura de paz que cualifiquen las

actividades académicas en los

ambientes de aprendizaje.

Objeto de Estudio

Las instituciones educativas

como organismos primordiales

para promover espacios

académicos, tienen como

objetivo esencial el estimular el

espíritu de cooperación,

comprensión, tolerancia,

igualdad, solidaridad, justicia

social y de desarrollo humano en

los actores que hacen vida en

sus recintos. En ellas es preciso

orientar a sus actores, para

desarrollar actividades dirigidas a

impulsar cambios en las acciones

y estructuras que la conforman

en aras de fortalecer los

elementos de convivencia e

impregnarlos de una cultura de

paz , susceptibles de ser

proyectados al entorno y a la

familia.

Esta aseveración permite

reflexionar y hacer una revisión

(Continúa en la página 15)

Page 15: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 15 GERENTIA

de los planes de estudios

utilizados en el sistema

educativo, específicamente en el

ámbito universitario, puesto que

estos son las instancias que por

naturaleza pudieran inducir en

sus actores actitudes que lo

ayuden a reaccionar, adaptarse,

cambiar, prever las necesidades

sociales del entorno y buscarle

soluciones. En tal sentido,

Castillo y Cabrerizo (2006)

señalan que se debe considerar

el ámbito educativo y sus

contenidos como “un producto de

la cultura en un contexto social

determinado, es uno de los

tantos productos de la forma

organizada de vivir, una

manifestación de civilización, una

manera de hacer tolerante la

convivencia en la Universidad.

Refleja a la cultura, la enriquece

y la transforma” (p.111)

Atendiendo a esta

afirmación, se puede inferir que

los resultados de los Estudios de

Postgrado se reflejan en los

productos que aportan los

egresados, los cuales deben

estar relacionados directamente

con el objetivo de los mismos. En

el caso de la especialización en

Educación para la Gestión

Comunitaria, propuesta por la

Universidad Pedagógica

Experimental Libertador, estos

están orientados a “promover la

gestión comunitaria en los

ambientes de aprendizaje a

través de la participación

colectiva en los procesos de

desarrollo comunitario con una

visión crítica y reflexiva”, cuestión

que a través del desarrollo de las

actividades académicas

(Viene de la página 14) estipuladas, guían a los

participantes a la búsqueda de

soluciones concretas a las

problemáticas que surgen de su

entorno laboral y profesional.

En esta universidad

destinada a capacitar a los

docentes del país, se propuso

entre otras alternativas la

especialización en Educación

para la Gestión Comunitaria, con

el fin de atender necesidades del

entorno educativo en el cual

laboran, induciendo a sus

participantes a reflexionar sobre

su praxis pedagógica, a salirse

de sí y verse desde fuera, es

decir, reflexionar sobre sí mismo,

acerca de la forma de ejecutar

sus acciones, la manera de

pensar y hasta el cómo sentir. Se

aspiraba que estas prácticas de

sí fueran puestas en juego por

los egresados de la UPEL, con la

finalidad de habilitarlos a

resolver, de alguna manera, las

problemáticas futuras surgieran

en sus ambientes de aprendizaje,

y -por ende- transformar esa

realidad mediante la interacción

recíproca docente-entorno.

Al respecto, Muñoz,

Quintero y Munévar (2002)

refieren que “los problemas del

educador emergen de su propia

práctica y se van modificando

como producto de las

observaciones y de las

reflexiones. El aula se convierte,

entonces, en un escenario

propicio para comprenderla y

transformarla” (p.5). Este

docente, gracias a un proceso

reflexivo sobre su praxis

pedagógica y las acciones que se

desarrollan en su ámbito de

trabajo, debe describir lo que va

ocurriendo en los ambientes de

aprendizaje, formularse

preguntas, hacer inferencias,

escribir interpretaciones y

reflexionar, y -a partir de allí-

planificar acciones orientadas a

transformar la realidad en la que

se desenvuelve, impregnando

cada una de las actividades

académicas que desarrolla con

una cultura de paz .

La Universidad ante la

convivencia y la cultura de paz

Las instituciones educativas

son caja de resonancia de los

conflictos sociales, económicos y

políticos que prevalecen en los

espacios nacionales e

internacionales. Precisamente

porque las pesadillas causadas

por la irracionalidad humana,

mueve a pensar en las

condiciones de posibilidad de un

proyecto de educación para

formar una ciudadanía que no las

reproduzcan. En efecto, la

UNESCO (2008), considera que

“las tendencias mundiales

afectan a la educación, por lo que

(Continúa en la página 16)

Page 16: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 16

los sistemas educativos tienen

que reaccionar, adaptarse,

cambiar y prever las necesidades

sociales y económicas” (p. 19).

En las instancias

educativas, específicamente en

los recintos universitarios, se

perciben y sienten las

transformaciones que se generan

como respuesta a las

necesidades del entorno. Es

corriente en estas instituciones,

el anhelo de desarrollar las

capacidades de actuación,

funcionamiento e impresión,

sobre las acciones consideradas

como positivas y ajustadas a una

óptima convivencia entre los

actores, las cuales se traducen

en indicadores de bienestar,

felicidad y satisfacción de

acuerdo a su nivel de

independencia, sus relaciones

sociales, sus normas e

inquietudes. Estos

señalamientos son soportados

por lo planteado por

Schwartzman (2008), quien

refiere que “las instituciones de

educación superior siempre

desempeñaron roles importantes

en cultivar el conocimiento y

colocarlo en beneficio de toda la

sociedad” (p.24); más aún uno de

sus objetivos debe estar centrado

en promover la paz y la

convivencia desde el ámbito

educativo, por cuanto se orienta

a estimular el espíritu de

cooperación y comprensión, así

como a propiciar espacios para

el desarrollo desde el punto de

vista afectivo y emocional, y

centrado en el avance y

aplicación de una justicia social

en la cual exista una

(Viene de la página 15) correspondencia entre lo que se

dice y lo que se hace.

De igual manera, las

universidades deben estar

preparadas para asumir y guiar

su praxis con el fin de establecer

e implementar lineamientos a ser

internalizados por los referidos

individuos -y por ende, por la

totalidad de la organización-, con

el propósito de influir en sus

creencias, normas, valores y

estrategias de acción que les

permitan elevar la calidad de vida

y la equidad en el ámbito de cada

una de las funciones desarrollan.

Esto deberá reflejarse en los

diferentes programas que se

administran y posibilitar la tarea

de reconstruir, replantear,

reestructurar y reconceptualizar

la perspectiva individual y

colectiva. La combinación de

tales elementos, podría

conformar el marco estructural de

una cultura en pro de la paz y la

convivencia en estos espacios,

capaz de trascender hacia la

familia y la comunidad.

De aquí que los

universitarios están llamados a

lograr aprendizajes orientados a

la resolución de conflictos, que

les permitan responder con

inteligencia, ecuanimidad y

disposición a las posibles

situaciones conflictivas que

enfrentan. En este mundo donde

prevalece y se expande con

rapidez procesos de violencia y

su crecimiento desbordado, como

resultado natural de un proceso

de aprendizaje por observación o

modelado, convierten al país y

específicamente los sitios más

pobres y los cercanos a los

centros educativos reflejo de esa

violencia, la cual reproduce la

violencia y el abuso de poder

como si fuese su hábitat social.

En este orden de ideas,

Balbachevsky (2008), destaca

que “en todas partes, las bases

de la estructura universitaria son

pesadas y generan una fuerte

inercia institucional. La

modernización de estas

instituciones pasa por la

adhesión a una cultura

emprendedora que acepte y

valore el cambio y el

riesgo” (p.36). De allí que es

prioritario para las universidades

dar respuestas a las necesidades

del aula, las instituciones y del

país, por lo cual se requiere

buscar estrategias dirigidas a

lograr la convivencia y, por

extensión, a afianzar los

estamentos hacia una cultura de

paz en la que prevalezcan la

igualdad y reciprocidad en las

relaciones e interacciones de los

actores. Esto demanda orientar la

educación desde y para la

consolidación de valores, tales

como justicia, cooperación,

solidaridad, desarrollo de la

autonomía personal y toma de

decisiones, entre otros.

(Continúa en la página 17)

Page 17: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 17 GERENTIA

Una manera de cambiar los

paradigmas imperantes en estas

organizaciones es partir de un

proceso de aprender a aprender.

Dentro de este concepto es

crucial, por sus consecuencias

prácticas, aprender a convivir,

aprender a compartir y aprender

a emprender. Al margen de estos

modos de aprender, no es

posible ser otro ni proponerse la

búsqueda de una sociedad

alternativa. De allí que interese

sobremanera incorporar estos

aprendizajes a la vida

universitaria, asediada desde

hace algún tiempo por actos

violentos. Se pretende entonces

trascender, con el propósito de

comprender la divergencia,

apreciar la diversidad, neutralizar

la discriminación y, por ende,

debilitar la exclusión, al aprender

a oírnos y encontrar puntos en

común, que se traduzcan en

acciones fundadas en valores de

igualdad, libertad y fraternidad.

Al respecto, entre las

conclusiones presentadas por la

Organización de Estados

Iberoamericanos para la

Educación, la Ciencia y la Cultura

del IV Congreso Profesorado y

Convivencia efectuado en Madrid

en el 2008, se señala que:

La formación

para la convivencia

asume varios

presupuestos: el

(Viene de la página 16)

conflicto como punto

de partida, el

entendimiento de la

estructura del mismo,

la importancia de la

afectividad y del

cultivo de las

relaciones

interpersonales, la

planificación del

trabajo desde los

diferentes ámbitos del

currículo, la

aceptación de las

diferencias y el

compromiso con los

más necesitados, la

formación asentada en

la organización

democrática, la

ciudadanía y los

derechos humanos y

la combinación de la

teoría con la práctica.

Asimismo, se concibe

al profesor/a como un

profesional que

domina su materia,

conoce diferentes

estrategias didácticas,

sabe crear grupo, está

comprometido con su

rol de educador y es

agente de esperanza.

De allí que es fundamental

que nos dirijamos hacia la

propuesta y ejecución de un

proyecto real de desarrollo

humano, a nivel de postgrado,

específicamente en la

especialización Educación para la

Gestión Comunitaria. Se trataría

de propiciar entre otros aspectos,

el desarrollo de actividades

escolares proyectadas hacia el

entorno, con miras a garantizar a

los participantes el acceso a la

educación en igualdad de

condiciones, el derecho a obtener

un trabajo al culminar una

carrera, el poder tener acceso a

una formación más allá de las

limitantes de espacio, a una

cultura de paz rica en valores

consolidados en el seno de la

familia y la comunidad, además

de ello, disponer de espacios

para fomentar el diálogo entre los

entes que conviven en las

comunidades con el fin de

fortalecer las interacciones

sociales.

La formación del ser

humano que desee cultivar la paz

y la convivencia en el país, debe

direccionarse hacia la

construcción de un verdadero

cambio que permita la

supremacía del respeto, la

dignidad, la justicia y los

Al efecto, las directrices

educativas del país están

estrechamente relacionadas con

el hecho de fortalecer la

convivencia y la cultura de paz.

Esto supone, crear puentes y

transiciones abiertas y flexibles

en la educación universitaria,

para aplicar estrategias dirigidas

a disminuir acciones conflictivas

entre sus miembros y propiciar la

participación activa de diferentes

personajes, a través de los

subprogramas que ofrece a la

comunidad. Subprogramas en los

cuales prevalezcan los acuerdos

(Continúa en la página 18)

Page 18: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 18 GERENTIA

para la negociación entre las

partes involucradas, con la

esperanza de obtener una

educación bajo criterios de

convivencia apuntalados por una

cultura de paz.

En los espacios educativos

se debe fortalecer

paulatinamente un clima de

entendimiento y solidaridad,

orientado hacia la

democratización del

conocimiento y la práctica del

intercambio de información entre

profesores y estudiantes. Aquí

residen las esperanzas de

creación de una cultura que

identifique a los actores

universitarios, y de instituir un

proyecto de formación que entre

sus principales finalidades ético

-sociales, considere la necesidad

realizar a plenitud las inmensas

posibilidades y potencialidades

humanas.

Metodología

Es fundamental destacar

que en este estudio se trató de

percibir elementos afines con la

convivencia y cultura de paz que

emergen de los productos de los

Trabajos de Grado de los

egresados de la especialización

en Educación para la Gestión

Comunitaria, desde la

perspectiva cualitativa;

adicionalmente, se apoyó en la

bibliometría por ajustarse a lo

requerido y afianzado en lo

especificado por Filippo y

Fernández (s/f) cuando afirman

(Viene de la página 17) que

En los últimos años los estudios bibliométricos han sido cada vez más requeridos y utilizados no solo para la cuantificación de la producción, sino para otros fines como identificar grupos y áreas de excelencia, asociaciones temáticas, interdisciplinaridad, disciplinas emergentes, redes de colaboración temática, prioridades, etc. (p.1)

Este sustento se asumió

con el propósito de evaluar la

actividad investigadora

desarrollada por los egresados de

la primera cohorte de este

subprograma propuesto por el

Vicerrectorado de Investigación y

Postgrado de la Universidad, al

identificar las temáticas más

abordadas por los egresados con

el fin de conocer la realidad en la

cual estaban inmersos y los

elementos evidentes sobre

convivencia y cultura de paz. De

igual manera, se apoyó en la

hermenéutica al analizar e

interpretar la realidad vivida por

los actores en el desarrollo de la

especialización.

Para la recolección de los

datos se utilizó la triangulación de

técnicas basada en la

simultaneidad de procesos

inherentes al análisis de

documentos, resúmenes de los

Trabajos de Grado, entrevistas y

observaciones. Asimismo, se

contó con la participación del

grupo en estudio conformado por

los Coordinadores de este

subprograma en los diferentes

institutos, núcleos o extensiones,

profesores tutores y egresados

de la especialización y la

información extraída de estos

datos, se compiló en matrices a

fin de realizar su interpretación.

Ámbito de desarrollo del estudio

Actualmente, en la UPEL se administra el subprograma de

especialización Educación para Gestión Comunitaria dentro del

proyecto piloto de especializaciones innovadoras. El mismo está

comprendido en los programas de formación de los Institutos

Pedagógicos de Caracas, Maracay, Maturín, Siso Martínez y el Instituto

de Mejoramiento Profesional del Magisterio, en la Sede Central, en los

Núcleos Carabobo y Portuguesa y en la Extensión Académica Acarigua

(cuadro 1). En esta investigación se indagó si en los productos

obtenidos, Trabajo de Grado, se observan elementos identificativos de

convivencia y cultura de paz, como necesidades educativas del país

que deben ser respondidas mediante la ejecución de acciones,

tendentes a fortalecer los procedimientos, actividades y tareas en el

quehacer universitario.

(Continúa en la página 19)

Page 19: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 19

La revisión teórica y la opinión de especialistas en el área universitaria, complementan la revisión

efectuada en los resúmenes de los Trabajo de Grado de la especialización de la UPEL centradas en la

elaboración de propuestas de planificación, gestión o implementación y seguimiento, las cuales son el

resultado de la comprensión, análisis y resolución de problemas del entorno del estudiante de postgrado.

(Viene de la página 18)

Interpretación de la Información

En lo que respecta a los productos desarrollados por los egresados se revelan cuatro (4) “asociaciones

temáticas”: (a) Convivencia Escolar; (b) Integración Familia, Escuela y Comunidad; (c) Participación Comunal y

(d) Valores Sociales Comunitarios. Estos trabajos direccionados dentro de esta especialización ofertada por la

Universidad reporta elementos sustanciales basados en la convivencia como aspecto necesario del entorno de

los participantes, por lo cual se debe considerar como fundamental desarrollar actividades en las que interaccionen con el

entorno

Por otra parte, las opiniones emitidas por los Coordinadores, Tutores y egresados de la Especialización

propuesta por la Universidad, señalan que ésta responde a las necesidades y características de los

estudiantes y su contexto, Adicionalmente, los trabajos desarrollados muestran indicios sobre la necesidad de

incorporar elementos sustanciales de convivencia y cultura de paz en este subprograma.

Con la finalidad considerar los resultados obtenidos de esta primera cohorte, se vislumbra una

posibilidad cierta de aplicar el criterio de las buenas prácticas, en el sentido de implementar líneas de acción

fundamentadas en elementos como igualdad, solidaridad, tolerancia, respeto, corresponsabilidad,

cooperación, integración y justicia social, con el propósito de reconceptualizar la direccionalidad de los

objetivos

previstos en la Especialización Educación para la Gestión Comunitaria de la Universidad. (Continúa en la página 20)

Nº Instituto Sede Administrativa Subprograma

1 Pedagógico de Caracas Sede Central Educación para la Gestión Comunitaria

Pedagógico de Maracay Sede Central Educación para la Gestión Comunitaria

Pedagógico de Maturín Sede Central Educación para la Gestión Comunitaria

Pedagógico de Miranda

La Urbina Educación para la Gestión Comunitaria

Nueva Cúa Educación para la Gestión Comunitaria

Mejoramiento Profesional del Magiste-

rio

Extensión Académica Acarigua Educación para la Gestión Comunitaria

Núcleo Académico Carabobo Educación para la Gestión Comunitaria

Núcleo Académico Portuguesa Educación para la Gestión Comunitaria

Sede Central Educación para la Gestión Comunitaria

Page 20: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 20 GERENTIA

En el orden de considerar esta visión, avalada por los productos obtenidos de los Trabajos de Grado

de la Universidad, se requieren facilitadores, tutores y participantes engranados en una armónica triada

académica, fundada en una cultura de paz direccionada a la solución de problemas institucionales,

educativos, comunitarios y sociales, entre otros.

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(Viene de la página 19)

Page 21: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

R E S U M E N

El ensayo, esencialmente descriptivo, resalta la deuda

que tiene la educación superior en cuanto al rol de servicio que

debe prestar a la sociedad en el combate de los graves

problemas que padecen las naciones de América Latina y el

Caribe. La pobreza, la desigualdad social y la crisis de

convivencia que se observa en algunos países del área,

especialmente en Venezuela, son sólo algunas de las

calamidades que se han acentuado en la región en esta

primera década del siglo XXI. La reflexión concluye

estableciendo que la educación superior debe promover la

construcción de una sociedad más humana y equitativa, donde

prevalezcan la justicia, la tolerancia y la libertad de

pensamiento, entre otros valores esenciales para construir una

cultura de paz.

RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA

EDUCACIÓN SUPERIOR: UNA VISIÓN PARA

AMERICA LATINA Y EL CARIBE

Palabras Claves:

Educación superior,

responsabilidad social,

pobreza, violencia,

cultura de paz

Página 21 GERENTIA

Autor: Javier Bracho

Introducción

Luego de transcurrida una década de la Conferencia Mundial de la UNESCO celebrada en París en

1998, donde se establecieron grandes directrices de modernización del ámbito universitario, aún existen

algunas metas claves para el desarrollo social de los países de América Latina y el Caribe que la educación

superior no ha podido alcanzar. Por ejemplo, todavía persiste la gran deuda que las instituciones

universitarias tienen con la sociedad en cuanto al aporte de ideas y acciones concretas que ayuden a los

pueblos a superar los adversos indicadores sociales existentes en la región.

En este sentido, se presenta a continuación un ejercicio descriptivo que tiene como fin llamar a la

reflexión sobre la profunda crisis social que atraviesan en la actualidad las naciones latinoamericanas y

caribeñas. Es de hacer notar, que la versión original del presente estudio aborda los temas referentes a la

pobreza, la desigualdad social, la violencia, el creciente desempleo, y la destrucción del medio ambiente. No

obstante, por razones estrictamente de espacio, solamente se desarrollan en esta oportunidad los tres

primeros indicadores.

Es importante destacar que el ensayo se inicia con una breve reseña sobre el trabajo realizado por la

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Página 22

UNESCO en los últimos diez

años. Seguidamente se

desarrolla la temática referente a

la pobreza y la desigualdad

social. Asimismo, se hace una

breve retrospectiva sobre el

fenómeno de la violencia en los

países del área pasando por la

severa crisis de convivencia que

se observa en países como

Venezuela, hasta llegar al

movimiento armamentista

iniciado recientemente en

Suramérica. A manera de

conclusión, cierran el estudio

algunas consideraciones finales.

El Trabajo de la

UNESCO:

¿Una Década

Perdida?

Cuando casi se cumple la

primera década del siglo XXI se

puede observar que el contexto

en el cual se desenvuelve la

educación superior está

fuertemente marcado por

indicadores sociales realmente

adversos a los fines y metas que

persiguen los sistemas

educativos de la región. El

devenir de los dos primeros

lustros del tercer milenio ha

develado una triste realidad para

las naciones de América Latina y

el Caribe: Continúa el crecimiento

de la pobreza y la desigualdad

social, el desempleo sigue siendo

un serio problema para la

población joven, se acentúa la

destrucción desmedida de la

naturaleza, y, cada día gana más

terreno el flagelo de la violencia,

fenómeno que (en sus diferentes

formas) agrava progresivamente

una convivencia social que –

particularmente en el caso

venezolano-, hace tiempo está en

crisis.

Situación nada favorable

para el futuro de instituciones

universitarias que no tienen otro

camino sino es el de flexibilizar

sus principios de autonomía y

adecuar su quehacer institucional

a lo que la sociedad realmente

espera de ellas. Esto es porque

la educación superior además de

formar profesionales calificados y

ciudadanos responsables, debe

funcionar como agente de

construcción de un nuevo modelo

de sociedad combatiendo la

pobreza, el analfabetismo, el

hambre, el deterioro del medio

ambiente, las enfermedades y la

violencia; entre otras exigencias

que persistentemente demanda

los pueblos de la región.

Las ideas contenidas en

el párrafo anterior hacen

referencia directa al concepto de

pertinencia de la educación

superior, tema ampliamente

abordado y discutido en el

pasado en eventos organizados

por organismos internacionales

como la UNESCO. Por ejemplo,

en la Conferencia Regional de

América Latina y el Caribe,

realizada en la Habana en 1996

(CRES – 1996), en su

declaración final, citada por

Aponte (2008), se puede leer:

La educación en general, y la superior en particular, son instrumentos esenciales para enfrentar exitosamente los desafíos del mundo y para formar

ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y el uso compartido del conocimiento y la información. La educación superior constituye, al mismo tiempo, un elemento insustituible para el desarrollo social, la producción, el crecimiento económico, la cohesión social, la lucha contra la pobreza y la promoción de una cultura de paz. (p. 490)

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Página 23 GERENTIA

Asimismo, conjuntamente con la

calidad, la gestión y el

financiamiento, y la cooperación

internacional, la pertinencia fue

tema central de la Conferencia

Mundial sobre la Educación

Superior en el Siglo XXI: Visión y

Acción, efectuada en París en

1998 (CMES – 1998). Evento

donde se resaltó la importancia

de evaluar la formación

universitaria en términos del

ajuste entre lo que la sociedad

esperaba de las instituciones y lo

que ellas hacían. En esta

oportunidad se hizo énfasis –

nuevamente- en la preocupación

que debe tener la educación

superior en cooperar con la

colectividad en la solución de sus

principales problemas. Vessuri

(2008) lo expresa con toda

nitidez en los siguientes términos.

En la conferencia de París se recomendaba prestar especial atención al rol de servicio de la educación superior a la sociedad, particularmente en cuanto a actividades dirigidas a eliminar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, la degradación ambiental y la enfermedad, y a actividades que apuntaran al desarrollo de la paz, a través de enfoques inter y transdisciplinarios. (p. 461)

Posteriormente, en el año

2003, la UNESCO convocó una

reunión de alto nivel para hacer

un seguimiento sobre los

alcances de la CMES – 1998. En

esta ocasión el citado organismo

contó con el apoyo del Instituto

Internacional para la Educación

Superior en América Latina y el

Caribe (IESALC), y juntos

elaboraron un documento que fue

titulado “Reforms and Innovation

in Higher Education in some Latin

American and Caribbean

Countries”. Informe que describe

los “importantes cambios”

ocurridos en la educación

superior en los cinco años

transcurridos entre 1998-2003,

en esta oportunidad se hizo

referencia, específicamente, a las

mejoras en materia de

modernización de la formación

universitaria en la región.

Entre los principales

aspectos que señala el citado

documento se encuentran: a) El

Desarrollo de Sistemas

Nacionales de Evaluación y

Acreditación. b) El Incremento del

número de instituciones de

educación superior y

diversificación de sus

modalidades. c) El incremento y

diversificación de las redes

académicas y asociaciones de

universidades como instrumento

de cooperación. d) El uso de las

nuevas tecnologías de

comunicación e información para

mejorar la docencia e

investigación. e) La

internacionalización, y f) Los

proyectos de cooperación entre

la educación superior y el sector

productivo (Tunnermann, 2008:

22).

Se observa claramente

que el aspecto referido al rol

protagónico que deben asumir

las instituciones universitarias en

contribuir a desminuir los

indicadores sociales adversos

que existen en la región, no

formaba parte de los progresos

que experimentó la educación

superior en el citado período. En

este sentido, a doce años de la

CRES – 1996 y a diez de la

CMES – 1998, es necesario

preguntarnos: ¿Están realmente

nuestras instituciones de

educación superior

comprometidas con resolver las

principales calamidades sociales

que afectan considerablemente a

la región?

Respuestas que pueden

encontrarse en un trabajo muy

bien documentado realizado por

López Segrera (2008),

denominado Impacto del Marco

de Acción para el Cambio y

Desarrollo de la Educación

Superior. Estudio que se basa en

entrevistas realizadas a una serie

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Página 24

de investigadores expertos y

especialistas en el área educativa

sobre la influencia que tuvo la

CMES – 1998 en la

transformación de los Sistemas

Nacionales de Educación

Superior de América Latina y el

Caribe durante la pasada década

(1998-2008).

El autor citado indica que

tras una década de la

Conferencia Mundial de 1998,

evento donde se establecieron

importantes estrategias

orientadas a modernizar el sector

universitario, el mayor impacto se

observa en rectores, dirigentes

académicos, profesores e

investigadores de determinadas

instituciones universitarias de

carácter público, y también de

algunas instituciones privadas de

excelencia. Contrariamente a lo

esperado, se evidenció poco

interés en organismos

gubernamentales encargados de

generar “las políticas de

educación superior a nivel

estadal” (p. 45).

Asimismo, aunque entre

los aspectos contenidos en el

documento final de la conferencia

de París se puntualiza que cada

establecimiento universitario

debería definir su misión de

acuerdo con las necesidades

presentes y futuras de la

sociedad, construir una cultura de

paz, combatir la pobreza,

afianzar las relaciones con el

mundo del trabajo sobre nuevas

bases y promover la

investigación, entre otras

acciones orientadas a mejorar la

calidad de vida de la población;

“…hubo consenso entre los

encuestados acerca del bajo

nivel de compromiso de la

Universidad en la lucha contra

estos problemas” (López

Segrera, ob. cit.:64).

En el referido estudio se

pueden leer interesantes

testimonios que describen la

realidad de la educación superior

en la región. Por ejemplo, un

encuestado expresó: Las

universidades están más

comprometidas con sus propios

fines e intereses, sean públicas o

privadas, que con combatir la

pobreza. Por su parte, otro

entrevistado aseveró: Las

instituciones son muy

heterogéneas entre sí y a su

interior: Hay segmentos que sí se

orientan a la solución de

problemas sociales, pero estos

segmentos no son los prioritarios

ni los más fuertes; en la mayoría

de los casos. En el discurso

oficial, sin embargo, se

mantienen estos temas como

razón de ser de la universidad

(pp. 64-65).

Todo lo anterior hace

pensar, a manera de conclusión

de esta primera parte, que

aunque existen investigaciones y

proyectos que buscan el

bienestar social y superar la

pobreza, hay un consenso

generalizado en que las

instituciones de educación

superior –en su gran mayoría-

están muy lejos de responder

adecuadamente a los problemas

sociales que agobian a los países

del área. Al respecto, finaliza

López Segrera (ob. cit.)

expresando, “… existe un nivel

de conocimiento teórico de estos

problemas…, pero estos temas

no han sido priorizados por las

universidades como parte

esencial de su quehacer. La

voluntad existe, pero las políticas

y las acciones son deficientes” (p.

65). De allí la urgente necesidad

de revertir esta situación para el

beneficio de las propias

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Página 25 GERENTIA

instituciones y de la sociedad en

su conjunto.

Responsabilidad Social de la

Educación Superior

Como se evidenció en la

parte anterior, los debates y

estudios sobre la educación

superior están colmados de

viejas cuestiones no resueltas,

especialmente aquellas

relacionadas con la

responsabilidad social que

deberían asumir las

organizaciones universitarias con

su entorno. En este sentido las

instituciones de educación

superior deben entender

definitivamente que no son

entidades aisladas; por el

contrario, constituyen parte –

esencial- de una sociedad

latinoamericana que atraviesa

por mementos realmente difíciles,

una sociedad inmersa en una

realidad sumamente compleja,

una sociedad cuyas “palabras

rectoras son crisis, ruptura y

desorden” (Pourtois y

Desmet:2008:11).

Situación que la obliga –a

la sociedad- a buscar verdaderos

aliados que la apoyen en la

búsqueda del desarrollo humano

que tanto anhelan los ciudadanos

que habitan esta parte del

planeta. En otras palabras, a

pesar de sus tradicionales

problemas y de sus escasos

recursos presupuestarios, llegó el

momento en que las

organizaciones universitarias

comiencen a aportar ideas

apropiadas que contribuyan a

solucionar los problemas reales

que padecen los ya deprimidos

pueblos de América Latina y del

Caribe. Específicamente, el

trabajo debería ser orientado a

desminuir la pobreza y

desigualdad social, atacar el

desempleo, concienciar a la

población en el uso racional de

los recursos naturales y fomentar

una cultura de paz en la región.

Veamos las razones.

Pobreza y Desigualdad

Social: Problemas

de Todos

Uno de los grandes

desafíos de la humanidad en las

próximas décadas

indudablemente tiene que ver

con el logro de la disminución de

los alarmantes niveles de

pobreza y desigualdad social

existentes en el planeta. En la

actualidad muchas regiones del

mundo, sobre todo aquellas

naciones pobres de África, Asia y

Latinoamérica con economías

débiles y con pocas capacidades

de producción, sufren los

embates de la escasez de

productos alimenticios y de otros

recursos necesarios para la

subsistencia de sus habitantes.

Por ejemplo, el Banco

Mundial, citado en el documento

de la UNESCO denominado Las

Metas del Decenio (2009), arroja

cifras realmente alarmantes que

señalan, por ejemplo, que el total

de seres humanos que vive en la

pobreza más absoluta -con un

dólar al día o menos-, ha

experimentado un crecimiento

que va de 1200 millones en 1987

a 1500 en la actualidad. Si las

actuales tendencias continúan

(que irónicamente es lo más

probable), dicha cantidad

alcanzará una astronómica cifra

de 1900 millones para el año

2015.

Así mismo, en el citado

documento además se hace

especial énfasis en que la

pobreza no sólo debe ser

definida en términos económicos,

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Página 26

por cuanto debería ser analizada

en un contexto más amplio donde

se tomen en cuenta las

consecuencias que este

fenómeno trae a la población. En

otras palabras, cuando se habla

de pobreza también se está

haciendo referencia directa a la

malnutrición, reducción de la

esperanza de vida, falta de

acceso al agua potable y

condiciones de salubridad,

enfermedades, analfabetismo,

imposibilidad de acceder a la

escuela, a la cultura, a la

asistencia sanitaria, entre otras

calamidades sociales.

Particularmente para la

región de América Latina y el

Caribe el flagelo de la pobreza

constituye un tema

“impostergable” que necesita

urgentes respuestas por parte de

gobiernos, organismos

internacionales e instituciones

consideradas pilares

fundamentales de los sistemas

democráticos como las

universidades. La urgencia

aludida en la idea anterior se

basa en una preocupante

realidad: habitamos en una de las

partes del mundo cuya población

padece niveles inquietantes de

miseria y desigualdad social.

Nuñoz (2008), explica claramente

esta circunstancia en los

siguientes términos:

Vivimos en una región con brechas sociales abismales, donde la concentración de la riqueza con sus consecuentes niveles de despojo, son escandalosos. Esta es una de las regiones más ricas del planeta; pero, al mismo tiempo, está sumida en los más altos niveles de inequidad, desigualdad y pobreza del mundo. (p. 230)

Dias Sobrinho (2008),

también reafirma esta situación

cuando señala que:

En la región latinoamericana y caribeña hay una gran diversidad. De un lado las más exuberante, rica y diversificada biodiversidad del planeta, con inmensos recursos biogeográficos para la vida humana, animal y vegetal. De otro lado, una desigualdad social de las más perversas y profundas. Hay algunos sectores modernos insertos en los ámbitos más avanzados de la industria mundial, pero el paisaje urbano más común en nuestros países consiste en ámbitos deteriorados donde se acumulan enormes masas de pobres y postergados. (p. 110)

Todo lo anterior da a

entender que la situación de la

pobreza en esta parte del mundo

es realmente crítica, y lo más

grave es que nada asegura que

dicho fenómeno no siga su

tendencia de crecimiento. En

este mismo orden de ideas es

necesario incluir en el análisis

dos situaciones particularmente

preocupantes en nuestra región.

La primera de ellas tiene que ver

con Haití, nación que sigue

siendo el pueblo más pobre del

continente con un ingreso per

cápita anual de escasos 490

dólares. Este país, además de

poseer el porcentaje de

escolaridad de adultos más bajo

del área, se caracteriza por tener

la menor tasa del hemisferio en

participación en educación

superior. Es decir, este es el

lugar de América Latina y el

Caribe donde menos jóvenes y

adultos (tomando en cuenta el

porcentaje de la población activa)

acude a instituciones

universitarias.

En segundo término, no

hay que olvidar que los niños y

las mujeres son quienes más

sufren los embates de la miseria,

ya que alrededor de dos tercios

de la población mundial en

situación de pobreza absoluta

tiene menos de quince años, y

setenta por ciento de todos los

pobres del mundo son mujeres.

La población de América Latina y

el Caribe no escapa a esta

injusta realidad, puesto que, en

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Página 27 GERENTIA

Página 26 GERENTIA

palabras de Machado, citada

por Bracho (2003):

De los aproximadamente 237 millones de niños menores de 16 años que hay en la región de América latina, 118 millones son pobres. De ellos, 20 millones menores de 14 años son niños trabajadores que quedan fuera del sistema escolar o desertan de él. Muchos millones viven en las calles, 6 millones son niños desnutridos y 600 mil mueren anualmente de causas que podrían evitarse. La mujer, particularmente la mujer rural, ha sido golpeada doblemente por este aumento de la pobreza. (pp. 78-79)

En este contexto, uno

de los mayores desafíos en los

próximos años de las naciones

latinoamericanas y caribeñas

es diseñar e implementar

nuevas estrategias de

desarrollo que permitan revertir

esta tendencia al

empobrecimiento de sus

pueblos. En otras palabras, se

hace necesario la

instrumentación de políticas de

acción con miras a apaciguar y

corregir las desigualdades

exorbitantes que genera hoy en

día la primacía de una

economía de mercado global.

La educación, y sobre todo, la

educación superior, pueden ser

importantes aliados de la

sociedad en la consecución de

dichas metas.

Convivencia en

Crisis

El tema de la violencia

también es una materia de

obligado abordaje cuando nos

referimos a los principales

problemas existentes en América

Latina y el Caribe. Sin embargo,

se debe comenzar por aclarar que

la violencia es una circunstancia

mundial que ha acompañado

históricamente al hombre a lo

largo de su proceso evolutivo. No

obstante, lo que no podemos

perder de vista es que dicho

fenómeno se ha convertido en las

últimas décadas en una

verdadera calamidad en

constante expansión con nefastas

consecuencias para la sociedad.

Existen suficientes

argumentos para afirmar que

aunque la humanidad transita en

la actualidad por un paradigma

dominado por extraordinarios

avances científicos y por las

Tecnologías de Información y

Comunicación (TIC),

paradójicamente vivimos en un

mundo cada vez más hostil,

convulsionado y deshumanizado.

Muestra de ello es que cuando

estamos prácticamente arribando

al primer decenio del tercer

milenio todavía persisten, por

ejemplo, enfrentamientos tribales

en Somalia y en el Congo -

sólo por nombrar dos situaciones

violentas en el continente

africano-, se agravan conflictos

de vieja data entre palestinos e

israelíes, el Tíbet (junto a su

Dalái- Lama) no ha podido

recuperar el territorio ocupado

por China desde 1950; y grandes

naciones invaden a pueblos con

menos poderío militar como

Afganistán e Irak, por ejemplo.

Además, ya no nos

sorprende leer en los diarios la

acción de grupos separatistas

como la de ETA en España, la

captura de miembros de redes

terroristas como Al-Qaeda, o

ataques con armas de fuego con

saldos trágicos en instituciones

educativas -incluidas

universidades-, especialmente

en América del Norte. Asimismo

aún vive en nuestra memoria la

impresionante destrucción de las

Torres Gemelas en Nueva York,

así como las trágicas

consecuencias del atentado en la

estación del metro de Barajas,

en Madrid. Entre muchos otros

hechos deplorables que

demuestran el grado de violencia

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Página 28

existente en el mundo.

En el caso

latinoamericano hay que hacer

énfasis en que la violencia es un

fenómeno de vieja data en los

países de la región. Hecho que

posiblemente tenga sus raíces en

la sombría herencia que nos

dejaron regímenes dictatoriales

que predominaron en las

naciones del continente

suramericano –y en el Caribe-

particularmente en la primera

mitad del siglo XX. De igual

forma se debe recordar que, por

ejemplo, el surgimiento de grupos

subversivos como el de las

Fuerzas Armadas

Revolucionarias de Colombia

(FARC), se remonta a los

primeros años de la década de

los sesenta. Caso similar sucede

con otras organizaciones

terroristas como Sendero

Luminoso, grupo que inició sus

operaciones en Perú a principios

de los años ochenta.

En años más recientes

hemos sido testigos de la

expansión de calamidades como

el narcotráfico, flagelo que ahora

–además de Colombia-, gana

continuamente terreno en otros

países, especialmente en México

y Brasil. Así mismo, nos

sorprende el crecimiento

(Viene de la página 27) sostenido del maltrato a la mujer,

circunstancia que es el resultado

de la creciente descomposición

social característica de nuestros

pueblos. Completan este sombrío

panorama las aterradoras cifras

de asesinatos que ocurren cada

año en las principales ciudades

de las naciones del área,

calamidades que convierten a

América Latina en una de las

regiones más peligrosas e

inseguras del planeta.

Venezuela merece un

aparte especial en este análisis,

por cuanto, además de sufrir -

como las otras naciones de la

región- los rigores de los

indicadores sociales adversos ya

explicados, se observa un

fenómeno sin precedentes en su

historia contemporánea: Su

ciudadanía está claramente

dividida por razones

principalmente políticas.

Situación que se observa

cotidianamente en calles, sitios

de trabajo, mercados, transporte

público, parques, hospitales,

estadios, playas, centros

comerciales. En fin, no hay un

lugar en este territorio donde no

se perciban indicios de una

abierta confrontación entre el

partido de gobierno y grupos

opositores.

En otras palabras,

cuando se habla de Venezuela

se está haciendo referencia a un

país en constante tensión social,

donde es habitual la realización

de protestas de todo tipo entre

las que destacan las “marchas”;

especies de movilizaciones de

grandes contingentes de

personas que son organizadas

tanto por militantes oficialistas o

por partidarios de sectores de la

oposición. En estas marchas se

persigue un objetivo común:

medir fuerzas entre ambos

bandos, acción que alimenta un

creciente y peligroso

antagonismo entre ciudadanos

que habitan una misma patria.

Como si fuera poco, esta

rivalidad es avivada día a día por

unos medios de comunicación

(prensa, radio y televisión) que

lejos de informar y educar incitan

al odio entre la población.

Las ideas contenidas en

los párrafos anteriores nos

permiten llegar a la siguiente

conclusión: Venezuela se

caracteriza en la actualidad por

presentar una Convivencia Social

que está en crisis. Circunstancia

que lamentablemente tiende a

agravarse, por cuanto los

indicadores de conflictividad que

se observan diariamente en la

agitada realidad de este país dan

a entender que la crisis de

convivencia seguirá su línea

ascendente.

(Continúa en la página 29)

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Página 29 GERENTIA

Situación que demanda una

profunda reflexión y reacción por

parte de los ciudadanos

venezolanos (y de sus

instituciones), ya que no hay que

esperar la llegada de lo que

Thomas Hobbes, citado por

Savater (2008), llamó -en su

Leviatán- el “Behemot”; es decir,

la “guerra civil” (p. 80). Además,

existen posibilidades reales de

que la crisis de convivencia que

atraviesa Venezuela pueda

propagarse por otras latitudes de

América Latina y el Caribe, por

cuanto se han observado

situaciones similares en naciones

como, por ejemplo, Bolivia,

Ecuador, Argentina; y más

recientemente Honduras, nación

que sufre en la actualidad las

tensiones de una explosiva crisis

de gobernabilidad.

Finalmente, el presente

análisis no estaría completo si se

obviara la peligrosa e inexplicable

carrera armamentista iniciada

recientemente en Suramérica.

Peligrosa, porque sabemos de

antemano las nefastas

consecuencias de muerte y

destrucción que dejan los

enfrentamientos bélicos en

cualquier lugar del mundo.

Inexplicable, porque con los

inmensos recursos que se gastan

en la compra de armas (el gasto

militar creció en la región en más

del 50% en la última década) se

sigue restando dinero “vital” para

el desarrollo de la educación, la

salud, la alimentación y el

impulso del empleo para los más

necesitados.

Es así como es

realmente preocupante ver las

iniciativas de países como

(Viene de la página 28)

Venezuela, que además de estar

primera en la lista de mayores

compradores de armas en el

2008, contrató con la nación

Rusa la compra programada de

aeronaves, tanques y modernos

fusiles de alta precisión. O

Colombia, que acordó con

Estados Unidos el

establecimiento de siete bases

militares en su territorio. O Brasil,

que acaba de suscribir con

Francia la mayor compra de

armamento en su historia (12.312

millones de dólares). O Ecuador,

que espera de Venezuela una

donación de un lote de aviones

Mirages. O, finalmente, Estados

Unidos de Norteamérica, que ha

puesto nuevamente en

funcionamiento en el Caribe la IV

Flota, instalaciones que estaban

inactivas desde finales de la II

Guerra Mundial.

En consecuencia, es

necesario que nos preguntemos:

¿Qué significados podemos darle

a este movimiento armamentista

en la región? ¿Podemos

interpretarlo como una estrategia

orientada solamente a resguardar

la soberanía territorial de las

naciones? ¿O será que los

gobernantes de turno están

visualizando futuros escenarios

llenos de confrontación y

conflictos? Toda lo anterior nos

lleva a formular una última y triste

interrogante: ¿Existen

posibilidades reales de acciones

bélicas entre países hermanos en

pleno siglo XXI? Hay que

considerar que el ciudadano

común latinoamericano y del

Caribe merece justas y

adecuadas respuestas a sus

comprensibles preocupaciones

sobre este tema.

Consideraciones

Finales

Un punto de partida que

permita a la educación superior

proyectar acciones orientadas a

aportar ideas que contribuyan a

combatir las calamidades

sociales existentes en

Latinoamérica y el Caribe debe

partir de la siguiente premisa:

Existe consenso en que los

graves problemas a los que se

enfrenta hoy la humanidad

tienen solución, y que se está a

tiempo de tomar las medidas

necesarias. En este sentido, las

instituciones universitarias

están llamadas a desempeñar

un rol protagónico en dos

aspectos fundamentales que se

proponen a continuación:

Promover la Construcción

de una Nueva Sociedad: El

actual esquema educativo que

promueve el individualismo, el

darwinismo social, el

consumismo, y la acumulación

interminable y obscena de

capital, debe dar paso a la

formación de ciudadanos que

puedan construir una sociedad

más justa y solidaria. Una

sociedad donde prevalezcan la

equidad, la honestidad y la

igualdad de oportunidades;

entre otros valores

universalmente aceptados.

Sentar las Bases de una

Cultura de Paz: La urgente

necesidad de repensar al

hombre como ser social

demanda que la universidad

promueva el discurso de la (Continúa en la página 30)

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Página 30

“noviolencia” como vía para proyectar una perspectiva más humanística de convivencia donde tengan cabida la

comprensión, la tolerancia, la pluralidad de pensamiento, y el respeto a la vida; entre otros valores propios de

un mundo postmoderno y civilizado. La idea es que cada profesional que egrese del recinto universitario sea un

fiel constructor de una cultura de paz.

En otras palabras, el reto que tenemos en las próximas décadas es sentar las bases de una sociedad

realmente preocupada por alcanzar la felicidad, donde no sólo el concepto, sino la práctica de la equidad y la

paz juegue un rol fundamental en la vida de las personas. ¿Una utopía? Tal vez, pero parafraseando a

Eduardo Galeano (citado por Rodrigues, 2008) podemos entender con más claridad el significado real de tan

controversial término. La utopía está en el horizonte, nos acercamos dos pasos, y ella se aleja dos pasos.

Caminamos diez pasos y ella se corre diez pasos más allá. Por mucho que caminemos, nunca la lograremos

alcanzar. Entonces, nos preguntamos: ¿Para qué sirve la utopía? Sirve para eso, para caminar. Mientras

caminamos, aunque no alcancemos la perfección, avanzamos hacia ella, hacia un mundo mejor. Por el

contrario, si no caminamos, el fin es inminente.

Es así como desde nuestras instituciones de educación superior estamos obligados a continuar

caminando, pero esta vez con esperanza y paso firme para formar esa masa crítica de ciudadanos calificados,

cultos, garantes de la paz y respetuosos de la naturaleza. Condición esencial para que en América Latina y el

Caribe se haga realidad el paso de un paradigma de desarrollo económico a otro de desarrollo humano

sostenible.

Referencias

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Page 31: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 31 GERENTIA

R E S U M E N

Este ensayo versa sobre la necesidad de aproximarse a la creación de un imaginario de la paz en las instituciones de educación superior (IES) para la convivencia humana desde una racionalidad comunicativa. Se abordó el mismo a través de un análisis de contenido de referentes teóricos bajo una perspectiva reflexiva y comprensiva. En primera instancia, se presenta una introducción a la temática a partir de una nueva noción de calidad e innovación sobre la educación que la UNESCO (2008) viene desarrollando en la agenda “convivencia democrática, inclusión y cultura de paz”; se expone, asimismo, una visión histórica y conceptual sobre la paz, y la importancia del conflicto y la convivencia y, finalmente, los elementos constitutivos de un imaginario de la paz en construcción. Cabe decir, de esta forma, que las IES deberán contribuir permanentemente a una verdadera pertinencia social de su acción educativa desde y para la convivencia humana.

I n t r o d u c c i ó n

ABORDAJE INICIAL DE LA TEMÁTICA

Las instituciones de educación superior constituyen un microcosmo cultural complejo, diverso y

portador, definitivamente, de significados sociales individuales y colectivos consustancialmente conflictivos en

virtud de la naturaleza humana de sus miembros. Dicha aseveración nos conduce a desmitificar y deconstruir

el aparente valor inmaculado de la academia como uno de los escenarios orientadores de las acciones en

una sociedad ávida de soluciones a sus disfuncionalidades, pero también a asumir el conflicto como

aceptación de la diversidad humana, como construcción colectiva compartida hacia el logro de la convivencia

y como conocimiento de la tolerancia para la consolidación del discurso universal de la paz, entendida ésta

como un estadio dinámico, armónico y vivencial de desarrollo de los valores de la civilización humana.

¿Cómo construir, entonces, una cultura de paz en las instituciones de educación superior desde una

cotidianidad comunicativa y no violenta?

Esta inquietud desde la subjetividad pretende ser compartida en una comunidad de pares académicos,

la cual permita desarrollar algunos aspectos de la Agenda “Convivencia y Cultura de Paz”, tales como: (a) la

responsabilidad social de las organizaciones ante la convivencia y la paz y (b) la educación en comunicación

CULTURA DE PAZ EN LAS INSTITUCIONES DE

EDUCACIÓN SUPERIOR: UN IMAGINARIO

PARA LA CONVIVENCIA HUMANA Autor: Luis Gómez

Palabras clave: Cultura de paz, instituciones de educación superior,

convivencia humana.

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Página 32

para la paz.

Dichos aspectos están referidos al desarrollo de una nueva noción de calidad e innovación sobre la

educación que la UNESCO (2008) viene trabajando en el contexto de la temática “convivencia democrática,

inclusión y cultura de paz”. Así, el atributo de calidad es entendido por la UNESCO:

Como un bien público, un derecho humano fundamental y una responsabilidad del conjunto de la sociedad. Los rasgos característicos de un enfoque de la educación como derecho humano fundamental, son su orientación al pleno desarrollo de la persona humana y a la comprensión y convivencia pacífica entre los pueblos (p. 8). Por otro lado, la consideración de las experiencias educativas en el contexto arriba mencionado las

convierte en innovadoras, según la UNESCO (ob. cit.) “en tanto constituyen un aporte al mejoramiento de las

concepciones, actitudes y prácticas educativas; son pertinentes al contexto socioeducativo en que se

desarrollan; suscitan cambios organizativos o curriculares relevantes y muestran capacidad para mejorar el

aprendizaje de los alumnos” (p. 8).

De estas aseveraciones de la UNESCO sobre la convivencia democrática, inclusión y cultura de paz,

emergen conceptos renovados sobre calidad e innovación educativa que merecen ser esclarecidos.

Se asume una postura sobre la calidad educativa aún más humanista en lo universal, más dialógica en

lo que a comprensión, responsabilidad compartida y convivencia humana se refiere, y más trascendental en lo

que a la conservación de la paz y derechos humanos concierne. Esta concepción renovada, por supuesto,

está muy por encima de la concepción tradicional de ver la calidad como expresión burocrática y como un

simple proceso-producto, es decir, la calidad educativa está vinculada ahora a una concepción más armónica

del ser en y para su contexto local y universal, muy alejada de la visión y preocupación instrumentalista-

reduccionista de cómo lograr la calidad educativa en términos operativos.

De igual manera, la convivencia y la paz le suministran al discurso de la innovación educativa, a nuestro

modo de ver, perspectivas complementarias e igualmente trascendentales, tales como: (a) el aprovechamiento

axiológico de las prácticas educativas; (b) la renovación actitudinal hacia el cambio organizacional, en tanto

esencia del ser; y (c) el escenario armónico para aprender y aportar en un entorno democrático, desde

posturas conciliadoras e irreversiblemente solidarias.

Pudiera resumirse esta postura inicial en lo que la UNESCO (ob. cit.) supone es una educación para la

democracia y la paz, una “construcción de una experiencia escolar formativa para desarrollar valores,

actitudes y habilidades socio-emocionales y éticas que sustentan una convivencia social donde todos

participan, comparten y se desarrollan plenamente” (p. 13). Esta asunción educativa sobre la democracia y la

paz, está más allá de una simple dimensión conceptual y más cercana a un ejercicio filosófico vivencial

necesario para repensar la civilización humana. Es por ello que la UNESCO (ob. cit.) sostiene, recreando la

idea perenne de Dewey, que “la filosofía necesita de la educación para realizarse, y la educación de la

filosofía para orientarse” (p. 13).

La visión orientadora de la filosofía lleva a reflexionar sobre el valor de la diversidad humana, y cómo

esta diversidad humana es necesaria comprenderla desde una racionalidad interpretativa de significados

sociales y, particularmente, educativos, con el propósito de construir un discurso sobre la paz más coherente,

transformador y especialmente inclusivo. En este sentido, la UNESCO (2005) sustenta que la diversidad se

(Continúa en la página 33)

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Página 33 GERENTIA

nos presenta como la norma y no

como la excepción para

desarrollar una educación más

inclusiva y más respetuosa de las

diferencias.

Cuando se habla de ubicar

el discurso educativo en una

racionalidad que permita

desarrollar los presupuestos

vivenciales de la paz, se quiere

significar la importancia

indeclinable de construir una

plataforma teleológica y

concepción de mundo que

consolide un imaginario

educativo para la convivencia

humana. Una concepción de

mundo que materialice la paz

como un valor intrínseco de

supervivencia y concordia, que

comparta los atributos

contradictorios de las

experiencias y vivencias, que

acepte la disidencia como

(Viene de la página 32)

elemento orientador en la

búsqueda de la perfectibilidad, y

que promocione las diferencias

humanas como expresiones

protagonistas y respetables de la

creación humana.

UNA CONCEPCIÓN DE MUNDO

Consideramos que el

discurso humano se sustenta en

la epistemología de lo construido

y de los significados sociales que

emergen y se comparten, en un

contexto histórico y estético

universalmente de transición,

donde lo inestable, lo

incontrolable y lo dialógico

permean nuestra existencia

humana naturalmente

cuestionadora. Construimos y

compartimos significados sociales

desde nuestra naturaleza

interpretativa, a través del

lenguaje. Esto sugiere la

necesidad de propiciar una nueva

racionalidad, en la cual la postura

dialógica como visión de mundo

emerja como elemento

fundamental en la cotidianidad del

hombre. Gómez (2008) manifiesta

que “el diálogo propugna estadios

de transformación en el individuo

y en el colectivo, reasume lo

complejo de la realidad y trastoca

los cimientos de la naturaleza

introspectiva del plexo social” (p.

19).

Así, ¿cómo transformar

desde la dialogicidad, la norma

introspectiva y conformista del

plexo social que pretende revertir

“nuestra existencia humana

naturalmente cuestionadora”, en

el entendido que la educación

para la paz es irreverente y

desobediente per se?

La palabra proferida por el

ser humano sostiene al diálogo

verdadero en la medida que sea

portadora de verdades relativas y

experiencias compartidas, en

escenarios sociales

determinados, ya sean

universales o locales. La palabra

vehicula el conformismo o el

cuestionamiento, legitima la

norma insensata o la trasgrede;

por consiguiente, la palabra

puede transformar el conflicto en

paz y comprender la imperfección

de la naturaleza humana.

En concordancia con lo

expuesto, Zambrano (2006)

reafirma que:

La palabra es colectiva porque une a los individuos en el diálogo común. En ella, cada uno encuentra el mundo, sus cosas, sus poderes y lo transmite al otro, que nos informa sobre la manera de pensar, de decir, de actuar. La palabra es el pensamiento como el habla al lenguaje, y en ella hay un universo por descubrir (p. 57).

Podemos inferir, a partir de

las ideas de este autor, que en la

palabra encontraremos la visión

colectiva y dialéctica de un

mundo que clama por la paz y su

poder para subyugar la violencia

del otro. Este poder dialógico de

la palabra será transferido al

pensamiento y a las acciones

humanas referidas al valor de la

paz y su desarrollo cultural.

Pero la palabra requiere ser

(Continúa en la página 34)

Page 34: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 34

comprendida en el contexto de la

dialogicidad, sobre la base de la

argumentación para llegar a

acuerdos y consensos (Hoyos,

2008). Este autor enfatiza la idea

de validar ontológicamente las

proposiciones a partir de la

comprensión, es decir, toda

pretensión de esclarecer la

ontología de la paz pasa por su

respectiva interpretación y

comprensión discursiva.

De esta concepción o

racionalidad comunicativa, surge

un atributo legitimador de la

comprensión: la intersubjetividad.

La construcción de la paz

deviene en virtud de un

“acercamiento humano”, en el

cual se comparten las

cosmovisiones individuales que

son objetos, luego, de una acción

colectivizadora. La

complementariedad e integración

de los elementos subjetivos del

pensamiento y la acción

individual, coinciden en un

encuentro vivencial de los valores

de un colectivo.

Quintero y Ruiz (2008)

señalan que “en palabras de

Habermas, el uso comunicativo

permite entender -se- con alguien

sobre algo”, y es esto lo que

viene a constituir “un mundo de la

vida intersubjetivamente

compartido” (p. 191). El

intercambio de subjetividades

consolida una visión dialógica de

la paz, la cual propiciará el

entendimiento; de no ser así, el

discurso de la paz será un

monólogo, o lo que es lo mismo,

un diálogo consigo mismo que no

contribuirá a la consolidación

plural y visionaria de la

convivencia humana.

A propósito de estas

(Viene de la página 33) consideraciones, Varas (2007)

afirma que:

La subjetividad del monólogo arraiga las tendencias al aislamiento. La intersubjetividad las libera y construye el tejido solidario de los proyectos colectivos que empiezan siempre que dos comparten la palabra, construyen sueños comunes y se comprometen en un futuro por ideales que los identifica (p. 126).

La paz, su cultura y

expresión educativa, es un sueño

común que emerge de una

construcción dialógicamente

colectiva, que concilia

intersubjetivamente las

diferencias, la intolerancia, los

desacuerdos, la soberbia, el

conflicto, siendo la palabra la

expresión humana que, según

Varas (ob.cit.), “acerca aquello

que estaba distante. En el

diálogo se produce un

acoplamiento estructural que

mantiene firme la

reciprocidad” (p. 124).

Ubicar la paz en el universo

de la dialogicidad implica

fundamentarla en su razón

comunicativa, “la que procura

reflexionar y disentir desde la

diversidad… es una razón

compartida desde la existencia

en la que los seres se

conocen” (Cardozo y Márquez,

2003, p. 33). Esta postura nos

hace reflexionar sobre la

verdadera representatividad

ontológica de la paz y su

indispensable racionalidad

epistémica.

En contraposición a una

racionalidad dicotómica y

reduccionista, surge una

racionalidad dialógica y holística

que pretende, más que explicar,

comprender, cuestionar y

construir una cultura que medie

en el conflicto humano, a partir

de sus valores y presupuestos

históricos actuales y

prospectivos; por consiguiente,

existe una historia en plena

construcción que se niega a

aceptar la crisis de su

representatividad. La repre-

sentación y discernimiento

ontológico y epistemológico de la

paz, equivaldrá entonces al

descubrimiento de la verdadera

racionalidad que viabilizará su

discusión, confrontación y

resolución, en un momento

histórico en los cuales los relatos

existenciales tienen cabida por

vía de la mediación comunicativa.

Dicha racionalidad comu-

nicacional es recogida por Uraa

(1997), citado en Busot (2002) en

sus propuestas de la educación

para la paz, cuando enfatiza la

necesidad de educar “en la

utilización de la palabra como

forma de resolver los

conflictos” (p. 168). Esta idea trae

consigo, según este autor, una

plataforma axiológica cimentada

en la comprensión empática, la

tolerancia, el diálogo, la

creatividad, la solidaridad, entre

otras expresiones de

reconciliación.

Esto supone un estado de

reconciliación con el otro, lo que

se ha llamado el respeto a la

otredad; la aceptación del otro

con sus propios valores,

(Continúa en la página 35)

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Página 35 GERENTIA

creencias y actitudes ante la vida;

sus prejuicios políticos,

ideológicos, sociales, religiosos y

culturales. La construcción de

una cultura para la paz se

transforma en la construcción de

un mejor mundo en virtud de las

relatividades humanas. Esto

representará, indiscutiblemente,

el verdadero valor del diálogo en

la construcción cultural de la paz,

reconociendo la diferencia que

Mejía (1999) entiende como “la

capacidad de construir una

relación entre mi mundo de

sentidos y de acciones y desde

mi identidad, de establecer lo otro

que no es como lo mío” (p. 38).

De igual modo, Pérez

(2003) le asigna al diálogo una

importancia capital, cuando lo

asume como un elemento clave

para la educación moral y cívica,

la tolerancia y la paz. “El diálogo

favorece la información, el

encuentro y la comprensión.

Contribuye a limar asperezas,

malas interpretaciones y, en

suma, a facilitar el acercamiento

entre las personas” (p. 18).

La concepción de mundo

del trabajo contempla una

racionalidad emergente de la

palabra y la competencia

comunicativa basada en el

consenso de las partes, la

tolerancia del espíritu humano, la

mediación en los conflictos y la

intersubjetividad compartida. Una

racionalidad emergente sobre la

cual se sustenta la educación

para la paz, que exige la

irreverencia y desobediencia para

cambiar el estado de las cosas,

revertir la conformidad

institucionalizada, confrontar las

apetencias bélicas y expresiones

(Viene de la página 34) de violencia estructural desde el

verbo y la palabra.

Desde esta racionalidad

comunicativa como elemento

filosófico, ontológico y

epistemológico facilitamos la

construcción de una cultura de

paz en las instituciones de

educación superior del país, como

una contribución de los

escenarios organizacionales

educativos hacia el logro de la

convivencia humana en su propio

entorno académico y entorno

social.

CULTURA DE PAZ:

CONFLICTO Y CONVIVENCIA

Una organización educativa

que aspira erigirse en

constructora y ejemplo de

convivencia para la sociedad,

debe ostentar la capacidad de

manejar el conflicto

adecuadamente. Aznar, Cáceres

e Hinojo (2008) afirman que el

conflicto no es algo negativo, es

un proceso natural de la

naturaleza humana, es sólo “un

fenómeno de incompatibilidad

entre personas o entre grupos, o

entre aquellas y éstos, mediante

el cual se afirman o perciben

intereses, valores y/o

aspiraciones contrarias” (p. 8).

Por el contrario, si el conflicto no

es bien canalizado en dicha

organización, se podría producir

un acercamiento a la violencia y a

la anarquía y, en consecuencia,

un alejamiento circunstancial de la

paz, como estadio ideal de

convivencia humana.

Galtung (1985), citado en

Busot (ob.cit.) sostiene que “la

paz puede entenderse como la

antítesis y la negación, ausencia,

de la violencia” (p. 155). La

violencia entendida no como

expresión necesariamente bélica

o física sino estructural; la

violencia que surge de la

injusticia, el chantaje, la

persecución, el irrespeto a la

otredad, la exclusión, la

desigualdad.

Una cultura de paz es

construida desde las visiones

compartidas de quienes integran

la organización educativa, de la

capacidad humana para dirimir

sus diferencias y de la voluntad

para trascender y estar por

encima de las entropías

organizacionales. Cabe reiterar

que la cultura organizacional en

este sentido, desde una

perspectiva comprensivo-

comunicativa, deberá ser reflejo

de construcciones sociales que

aceptan los individuos, con el

propósito de definir su objeto de

atención, en este caso, la paz.

La paz, como objeto de

atención de la cultura

(Continúa en la página 36)

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Página 36

organizacional, ha reconducido

su historia a través de diversos

hitos (Pérez, ob. cit; Aznar,

Cáceres e Hinojo, ob.cit.),

acontecimientos (Muñoz y López,

2000, citado en Busot, ob. cit) u

olas (Jares, 2005). Es así como

de la perspectiva del

conocimiento histórico, bajo

previas asunciones filosóficas en

este discurso, consideramos

conveniente complementar

nuestra propia postura ontológica

sobre la cultura de paz en las

organizaciones educativas con el

legado histórico y conceptual de

la misma. Este breve recorrido

histórico permitirá comprender

mejor la actual dimensión del

conflicto y de la convivencia

humana.

En contradicción al

concepto tradicional de la “paz

romana” relacionado con la

inexistencia de guerras, surge

después de la primera guerra

mundial el ideal de la Escuela

Nueva el cual se centra en el

hecho de evitar los conflictos

bélicos y su internacionalización

(Pérez, ob. cit.). En 1927 se

celebra en Praga un Congreso

denominado “La paz por la

escuela”, que recoge la siguiente

exposición de motivos:

1. El nacimiento de la

Escuela Nueva como

contestación a las prácticas

pedagógicas tradicionales,

proponiendo un enfoque basado

en el niño.

2. El impacto de la Primera

Guerra Mundial (1914-1918) que

alienta la revisión curricular y los

fines de la educación para hacer

de ésta un instrumento de paz.

Se vive una sobrevaloración de la

posibilidad transformadora de la

(Viene de la página 35) educación (Aznar, Cáceres e

Hinojo, ob. cit.).

De este período histórico,

Jares (ob. cit.) destaca algunas

características del movimiento en

cuestión:

1. Una interpretación

psicologista de la guerra por

encima de un concepto de paz.

2. La presencia de tres

enfoques sobre la paz (la paz

negativa como un estado

contrario a la guerra, la paz

positiva pero con estrategias

centradas en el anterior, y la

combinación de ambos

enfoques).

3. Una dimensión

internacionalista entendida hoy

como educación para la

comprensión internacional en

sentido restringido.

4. El llamado utopismo

pedagógico que le otorga al

educador la gran responsabilidad

de “salvar al mundo” y el papel

redentor de la infancia.

El segundo momento

histórico es determinado por el

episodio bélico de la Segunda

Guerra Mundial (1939-1945) y la

creación posterior a la guerra de

la Organización de las Naciones

Unidas y de la UNESCO, como

organismo responsable de

fomentar la educación, la ciencia

y la cultura. Surge el discurso de

la educación para los derechos

humanos y para el desarme.

Mención aparte merece el

tratamiento acerca de los

derechos humanos sobre los

cuales la UNESCO recomienda

(Jares, ob. cit.):

1. La investigación

multidisciplinaria sobre la

enseñanza de los derechos

humanos.

2. La investigación y la

enseñanza sobre el “apartheid”,

el racismo, los conflictos armados

y el armamentismo, la tortura, el

terrorismo de estado, la pobreza,

las minorías, la justicia y la

libertad de pensamiento,

conciencia y religión.

En la década de los 90, en

Congreso Internacional sobre la

Educación en Derechos

Humanos y Democracia,

celebrado en Montreal y

organizado por la UNESCO, se

relacionan los “derechos

humanos y democracia” con “paz

y desarrollo”. Cabe resaltar de

esta relación, el

redimensionamiento filosófico y

conceptual de la paz como

unidad homogénea

plurisemántica que integra los

más altos ideales de la

humanidad.

Un tercer momento

histórico lo representa la no

violencia, que en palabras de

Pérez (ob. cit.) lo constituye “la

búsqueda de la verdad; el

desarrollo de la autonomía y

afirmación personal, como primer

paso para conseguir la libertad; la

íntima comunión entre los fines

perseguidos y los medios

empleados y afrontar los

conflictos de forma no

violenta” (pp. 6-7).

Llama la atención de este

momento, el cultivo de la

desobediencia para la búsqueda

de la verdad y como valor

irrenunciable de la conciencia,

haciendo del silencio un enemigo

cómplice de la paz. García

(1984), citado en Jares (ob. cit.)

en si mismo (Zabalza, 2002;

citado en Aznar, Cáceres e

(Continúa en la página 37)

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Página 37 GERENTIA

Hinojo, 2008).

Pero, ¿qué significa el

conflicto y la búsqueda

intersubjetiva de la convivencia

humana en la cultura de paz y,

en consecuencia, en su

perspectiva educativa?

Conflicto

El conflicto sugiere

enfrentamiento y algo

pecaminoso y, por lo general,

ostenta una connotación negativa

del cual se piensa devienen

acciones humanas que debemos

evitar a todo trance. No obstante,

el ingenio humano y su alcance

axiológico quedan entredichos

cuando el conflicto no es

aceptado y valorado como

expresión humana consustancial

a nuestra naturaleza imperfecta.

El conflicto es sencillamente el

resultado natural del

desencuentro de diversas

posturas ante la vida, y la

asunción posterior de diferentes

estrategias mediacionales

dialógicas para el acuerdo y el

consenso.

Mejía (ob. cit) aprecia el

conflicto como “generador de

procesos, impugnador de

verdades, reconstructor de

poderes, y organizador de

propuestas” (p. 45). Como se

podrá percibir, el conflicto

adquiere una dimensión más

humana y real en el concierto de

las emociones, siempre estará

allí como un elemento motivador

de la transformación social. Este

autor concibe el conflicto

fenomenológicamente cuando

insiste que el mismo deberá

propiciar ir al centro de las cosas,

confrontando los intereses y

motivaciones que los origina;

(Viene de la página 36) expresa la conseja “en la cual

debe evitarse que la parte más

poderosa, desde su forma de

ejercer el poder produzca

dominación y negación del

mundo del otro” (p. 69).

A partir de estas ideas,

vale manifestar que el conflicto

en su connotación positiva nos

habilita para el cuestionamiento

y crítica permanente, con el

propósito de repensar y rehacer

nuestras propias

cosmovisiones, ya sea en forma

individual y/o colectiva. Es así

como, en respeto a nuestras

propias cosmovisiones, se

rechaza “el conformismo, la

obediencia y la

pasividad” (Aznar, Cáceres e

Hinojo, ob.cit.). Procurar la

ausencia de conflictos,

entonces, no es mantener un

silencio cómplice e indigno.

Busot (ob. cit) sostiene

que para resolver el conflicto se

debe reducir la tensión y el

miedo, en primera instancia.

Según esta autora, el conflicto

puede ser resuelto por vía de la

coerción o por intermedio de la

“comprensión de necesidades,

el control del miedo y la

promoción de la cooperación

entre todas las partes

implicadas” (p. 163). Debe

decirse que esto último es lo

más difícil del conflicto, pero es

éste el reto educativo de la

comunicación humana.

En el contexto de las

interacciones sociales, “el

conflicto no sólo es una realidad

y un hecho más o menos

cotidiano en las organizaciones,

sino que también es necesario

afrontarlo como un

valor” (Jares, ob.cit., p. 136). De la

cotidianidad asumimos la vivencia

diaria y sostenida de las

diferencias humanas, y las

organizaciones educativas no se

escapan de esta realidad. En

resumen, el conflicto es parte de la

cotidianidad que en plena

construcción debe armonizar con

las tentativas de convivencia y

legitimación de la paz.

Convivencia

Aprender a vivir juntos o

aprender a convivir, es uno de los

cuatro mandatos del Informe

Delors que la UNESCO desarrolla

en el programa “Aprender para el

siglo XXI”, plasmado en la obra “La

educación encierra un tesoro”. En

el mismo se define el aprender a

convivir, en palabras de Guillén

(2008), como el desarrollo de “la

comprensión del otro y capacita al

ser humano para vivir en

comunidad respetando los valores

de pluralismo, solidaridad,

colaboración, aceptación y paz” (p.

146).

Estas ideas promocionan el

diálogo como virtud esencial para

la comprensión del individuo como

ser social que interactúa con sus

significados, expresados éstos por

su conocimiento, experiencias,

posturas y sentimientos propios;

pero tomando en consideración

que los significados humanos ante

el mundo no siempre coinciden,

que los mismos deben ser

intersubjetivados en aras de una

cultura vivencial para la paz

duradera y que esté muy alejada

de la precariedad axiológica de la

intolerancia.

Pérez (ob. cit) observa

algunas cualidades facilitadoras de

la convivencia, las cuales merecen

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Página 38

nuestra atención:

1. La aceptación del

pluralismo y la diversidad.

2. El respeto y la

tolerancia.

3. La capacidad y

predisposición para ponerse en

el lugar de cualquier otro, a

sentir con el otro.

4. El empleo del diálogo

como enriquecimiento mutuo y

como solución de conflictos por

la vía del consenso.

5. El formato y cultivo de

la identidad de cada persona,

pueblo y cultura.

6. El compromiso con el

bien común de carácter global

más allá del egocentrismo.

7. El desarrollo de

actitudes de cooperación entre

comunidades, pueblos y

culturas que nos enseñe a

valorar lo local y peculiar, en el

marco del pluralismo y la

riqueza de lo global.

A nuestro modo de ver,

existen tres elementos que

caracterizan e integran estas

cualidades de la convivencia

como atributo de construcción

de una cultura “natural” de paz:

una racionalidad comunicativa

o dialógica, una dimensión

axiológica y un evidente valor

educativo.

El primer elemento nos

traslada a la primera parte de

este desarrollo discursivo ya

esbozada como “una

concepción de mundo”. Un

imaginario ideal, pero no

utópico, en el cual la palabra, el

verbo, el diálogo creativamente

intersubjetivo, propicie la

comprensión en las

(Viene de la página 37)

educativa así como “aprenden a leer

y a escribir, también pueden

aprender a relacionarse mejor con

los demás” (p. 160). Esta situación

educativa de aprender a convivir

establece oportunidades para

cimentar una cultura organizacional

que no le sea extraño el valor de la

paz, la no violencia, la tolerancia, y

la ética mediadora de aceptar que

somos seres naturalmente

diferentes pero afortunada y

genéticamente comunicativos, aun

cuando soslayemos dicha bondad

humana.

Es oportuno referenciar a

Brunner (1990), por una parte, y a

Geertz (1994), por la otra, citados en

UNESCO (ob. cit) en cuanto a su

idea de que “el convivir de personas

en grupos e instituciones es un

proceso constructivo continuo,

donde ocurren transacciones,

negociación de significados,

elaboración de significados, etc.” (p.

18); y que “este convivir va creando

un significado común construido

históricamente, de naturalidad y

predictibilidad, que genera un

sentido de familiaridad” (p. 18). Vale

decir que de estas dos visiones, la

intersubjetividad emerge como un

aspecto epistémico fundamental en

la visión educativa de la UNESCO

en lo referente a convivencia

humana, paz y cultura

organizacional, y que debe ser

objeto de construcción y acción

desde la cotidianidad.

Las organizaciones

educativas, particularmente las

instituciones de educación superior

(Universidad e Institutos y Colegios

Universitarios), representan

expresiones sociales que

aparentemente deben fungir como

mediadoras del conflicto social, pero

(Continúa en la página 39)

organizaciones humanas (familias,

comunidades, empresas, partidos

políticos, organizaciones no

gubernamentales, gremios,

sociedades religiosas y, por

supuesto, instituciones

educativas). Esto implicará

ostentar respeto, solidaridad,

acuerdos y mucha tolerancia.

Lo axiológico permea la

idiosincrasia de los pueblos y su

cultura. El compromiso, entre

otros valores, surge como la

plataforma moral para coadyuvar

a tener un mundo mejor y más

generoso con su historia y

construcción de futuro.

De igual forma, el valor de

la educación formal y vivencial

deberá propiciar un acercamiento

con las culturas del mundo y sus

legados históricos y, por qué no,

de sus desatinos existenciales.

Ésta es la verdadera riqueza de

asumir lo global para confrontarlo

con lo local.

De acuerdo con Pérez (ob.

cit.) se resalta el hecho que

aprender a convivir, “desarrolla las

potencialidades del ser más

profundo y originario de la

persona. Desde esta óptica,

podemos crear y recrear una

cultura genuina de la paz, la

tolerancia y la democracia” (p. 13).

La búsqueda de la convivencia

sugiere la profundización del

hombre con el hombre y del

hombre con su entorno, es decir,

de la persona que confronta el

universo de potencialidades

humanas, pero también las

adversidades provenientes de la

cotidianidad.

En el contexto educativo

Zaritzky (1999) reitera que los

miembros de una organización

Page 39: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 39 GERENTIA

a su vez son generadoras

también de intolerancia y falta de

compromiso de sus miembros

ante su entorno más inmediato.

proclama “que el joven

salga de la escuela sabiendo en

qué situaciones la desobediencia

es la única conducta adecuada y

responsable” (p. 101).

El cuarto momento

histórico es signado por la

Investigación para la Paz,

contemplando como atributos de

desarrollo el nuevo y ampliado

concepto de paz relacionado con

la violencia (directa y estructural)

y el conflicto. Del primer atributo

podemos decir que ya existe un

estado de violencia cuando hay

hambre, injusticia y desigualdad;

y del segundo, que es necesario

para reorientar la acción humana

(dimensión positiva del conflicto).

De este recorrido histórico

es conveniente significar la idea

de complementariedad de

visiones en la construcción de la

cultura de paz. De allí que se

rescate la dimensión educativa

del proceso, como elemento

mediador y conciliador de las

posiciones alternativas y relativas

de la actualidad postmoderna, en

un mundo complejo en que el

concepto de paz es tomado y

secuestrado como justificación

existencial del mundo político. La

academia tiene mucho que

comprender y mucho que hacer,

quizás no desde una tribuna

utópica y redencionista pero sí

orientadora del cuestionamiento

sistemático, de la verdad

compartida y de la resolución de

conflictos o disfuncionalidades

sociales. Es pertinente agregar

que los llamados momentos,

(Viene de la página 38) períodos, hitos u olas históricas

de la paz, no representan

necesariamente una linealidad

de eventos sino la recreación

discursiva de un tejido

homogéneo de experiencias,

vivencias y expectativas

humanas en cuanto a la paz.

Aparte de esta visión

histórica, en la concepción de

Fernández (1994), citado en

Chica (2007), la paz es vista

también a través del prisma de

tres dimensiones: una

dimensión ecológica con la

naturaleza, una dimensión

interna de los seres humanos

consigo mismo y una dimensión

social entre los seres humanos.

Es en esta última donde se

requiere desarrollar los valores

de las relaciones humanas para

enfrentar naturalmente el

conflicto, siendo uno de ellos el

diálogo, elemento trascendental

para la real convivencia. Esto

supondrá asumir un clima para

vivir juntos, una conducta

adaptada al marco institucional

y un objetivo educativo

INSTITUCIONES DE

EDUCACIÓN SUPERIOR: UN

IMAGINARIO EN

CONSTRUCCIÓN

Las instituciones de

educación superior (IES) como

expresiones organizacionales

de la sociedad, no se escapan

del estado premeditado o

inconsciente de la violencia, la

agresividad, la incomunicación,

la imposición o la manipulación.

Esta realidad originada en su

propia cotidianidad atenta en

contra del desempeño

organizacional (del colectivo) y

del desempeño individual (del

docente, del empleado

administrativo y de servicio y del

estudiante).

La violencia mostrada por

algunos miembros de estas

instituciones cuando, por

ejemplo, se secuestran a

actores de su comunidad

universitaria, se toman las

instalaciones, se acude al

lenguaje violento, se irrespetan

las normas más elementales de

convivencia, se impone un

pensamiento o acción única o

se toman decisiones

excluyentes, configuran un

escenario poco dado a la

resolución proactiva de

conflictos y un estado entrópico

sin salidas y negociación.

En la construcción del

nuevo imaginario de una cultura

de paz para las IES, cabe

referirse a la necesidad de crear

un clima organizacional que

coadyuve a lograr dicho

propósito. En este sentido,

Rodríguez (1999), citado en

Blejmar (2005), asiente que el

clima organizacional “se refiere

a las percepciones compartidas

por los miembros de una

organización con respecto al

trabajo, el ambiente físico en

que éste se da, las relaciones

interpersonales que tienen lugar

en torno a él” (p. 64).

Estas percepciones

compartidas en las IES,

configuran un marco de

expectativas individuales que es

comunicado y vivenciado a

través de las acciones

organizacionales. Existen

Page 40: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 40

expectativas individuales y

colectivas en cuanto a lo social,

lo académico, lo político, pero

también en relación con los

valores de convivencia, paz y

armonía. Existe una institución o

comunidad educativa

preocupada por dar respuestas

sociales, e interesada en

replantear sus propias

relaciones interindividuales. La

construcción armónica de un

clima organizacional para una

cultura de la paz en las

instituciones de educación

superior, se podrá constituir en

un modelaje muy importante

para la sociedad. En

concordancia con nuestra

postura, Onetto (2004) explica

que:

El clima es acumulativo de una historia, pero puede tener modificaciones bruscas. Si bien está íntimamente relacio-nado con el “clima social”, no es una mera réplica de éste. En realidad, hablar de clima institucional supone pensar en las instituciones como organizaciones desde las expectativas humanas de sus miembros (p. 30).

La consolidación de un

clima organizacional en las IES,

cimentado sobre los valores y la

comunicación sostenida entre

sus miembros, potencia una

cultura de la paz conducente a

la creación de un imaginario

consistente, reflexivo y

pragmático a la vez, y no a la

simple declaratoria educativa de

principios utópicos, irrealizables

(Viene de la página 39)

educativo para la convivencia

humana?

Dicho imaginario educativo

debe partir de la convicción de

representar lo existente y lo

esperado en cuanto al valor de la

paz, comprender los naturales

significados desde la cotidianidad

institucional y generar orientaciones

realistas y vivenciales al contexto

social; esto con el propósito de

evitar “falacias, con los cuales se

significan en los

discursos” (Ramírez, 2004, p. 189).

En otras palabras, un verdadero

imaginario educativo de la paz que

se construya entre otros atributos,

desde la aceptación del conflicto

humano y la perspectiva filosófica

de la no violencia, entre otras

características.

En cuanto a lo primero,

Blejmar (ob. cit) asiente

asertivamente que “no se trata de

construir un mundo ausente de

conflictos, tensiones y sufrimientos,

las agresiones también forman parte

de nuestra condición humana. No

hay equilibrio, armonía, ni

estabilidad, las organizaciones viven

en tensión (al menos mientras están

vivas)” (p. 65). Diríamos que no hay

lugar para idealizar y eliminar el

conflicto humano, pero sí

confrontarlo con las herramientas

comunicativas que nos proporciona

la dialogicidad.

De igual manera, se

reflexiona sobre la no violencia. La

no violencia no es simplemente una

postura romántica ante la

convivencia humana, es la

aceptación de la necesidad de

armonizar desde el discurso de la

palabra y de las acciones, un

estadio de convivencia humana más

tolerante y realista, aun cuando

(Continúa en la página 41)

y alejada de toda consideración

histórica.

Según Reales, Arce y

Heredia (2008), una cultura

escolar (o educativa) debe cumplir

con las funciones de proporcionar

una identidad a los integrantes de

las instituciones educativas

(idiosincrasia organizacional de

cada institución), y enfatizar en el

valor de la comunidad

(pertenencia, fortalecimiento de los

lazos interpersonales, compro-

miso).

Es indispensable, de ese

modo, construir una plataforma

axiológica, emocional y actitudinal

hacia el valor de la paz, de la cual

los individuos se sientan

orgullosos y responsables. Las

autoridades, los docentes, los

estudiantes, el personal

administrativo y de servicio,

deberán asumir que la

comprensión intersubjetiva es

fundamental para vincular y

aprender sobre el conflicto intra y

extra organizacional.

Estas ideas aquí expuestas

coinciden con la visión que la

UNESCO (ob.cit.) ha

proporcionado cuando se refiere a

las organizaciones (educativas)

que aprenden. “Lo que caracteriza

a una organización que aprende

es que sus participantes son

aprendices activos, capaces de

convertir cualquier acontecimiento

en oportunidades de

aprendizaje” (p. 42). Preguntamos,

a manera de reflexión, ¿qué

aprender de la paz?, ¿cómo

asumirla desde una cultura

organizacional?, ¿qué papel

socializador juegan las

instituciones de educación

superior (IES) en el cultivo del

valor de la paz?, ¿cómo

aproximarse a un imaginario

Page 41: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 41 GERENTIA

continúe siendo imperfecta.

Esta relación del conflicto

y la no violencia es ilustrada por

Busot (ob. cit.) fue cuando

afirma que “la paz comprende

el hecho de que los conflictos

sea transformados por las

personas y por las

comunidades de forma positiva,

creativa y no violenta” (p. 167).

De aquí que se hable de un

imaginario educativo de la paz

sólido, coherente y

autorregulable.

Un imaginario educativo

de la paz se construye desde el

mismo momento que se

empiezan a reconocer las

disfuncionalidades de la

organización educativa por

parte de sus miembros. Estas

disfuncionalidades estructurales

pueden expresarse en las

siguientes situaciones, entre

otras:

1. La presencia de una

alta gerencia autista (toma de

decisiones excluyentes y poco

asertivas, mayor atención a los

eventos conflictivos externos

que a los conflictivos internos,

revertimiento de posturas

académicas en postura

anárquicas, poca atención a la

cotidianidad orientadora de la

realidad).

2. Coexistencia con una

gerencia intermedia cómplice

por su inacción, silencio y

obediencia acrítica.

3. Desempeño docente

alejado de las dimensiones del

ser, conocer, hacer y convivir.

4. Dirigencia gremial

errática que no ha comprendido

cuál es su función social en el

contexto educativo.

(Viene de la página 40)

5. Nivel de comunicación

inestable y poca valoración del

diálogo, la palabra, la voz, la

reflexión compartida.

6. Compulsiva y

circunstancial vinculación con el

entorno académico, productivo y

social en general, local y/o global.

7. Imposición inconsciente

o sistemática de la dimensión

ontológica, epistemológica e

instrumental de un paradigma

(visión de mundo o cosmovisión

circunstancial), poco confrontada

y compartida en la vivencia

organizacional.

Estas llamadas

disfuncionalidades o violencia

estructural propician

aparentemente, un cuadro

desolador cuando se intenta

construir un imaginario educativo

de la paz para la convivencia

humana. No obstante, este

imaginario debe asumir que la

paz es un proceso en plena

construcción; que el

conocimiento, las experiencias y

vivencias fluyen desde la

racionalidad comunicativa; que el

diálogo se erige en una

herramienta para compartir,

consensuar y negociar las

subjetividades conocidas y por

conocer; que los valores

consolidan la verdadera

búsqueda existencial del hombre

de hoy, comprendiendo y

cambiando lo evidente, pero

también lo oculto, la impensable,

lo desconocido.

Como una manera de

determinar la representatividad

emergente de un imaginario de la

paz en las instituciones de

educación superior desde la

comunicación humana, se

presenta a continuación una

estructura filosófico-conceptual

referencial que pretende develar la

racionalidad y desarrollo cultural de

la paz en una organización

educativa, a partir de referentes

teóricos empíricos pero también de

referentes teóricos vivenciales.

Fuente: Gómez (2009).

ALGUNAS CONSIDERACIONES

DE CIERRE

Cabe enfatizar que la

racionalidad en la cual se instala

este imaginario de la paz para la

convivencia humana, está

cimentada en una concepción

comprensivo-interpretativa en la

cual se busca comprender las

acciones cotidianas del hombre

desde el lenguaje, y no explicar las

conductas humanas desde una

concepción empírico-analítica.

Según el segundo Wittgenstein

(1988), es ésta una de las grandes

distinciones ontológicas entre

explicar los procesos naturales, por

un lado, y comprender las prácticas

humanas, por el otro. El autor de

este trabajo asume así un discurso

epistémico que deviene de “la

interpretación basada en

configuraciones de

significado” (Damiani, 1996, p.

145), y no un discurso basado en

la explicación de experimentos y su

causalidad.

El discurso epistémico de la

paz deberá ser abordado desde la

perspectiva de los mismos sujetos

o actores (intersubjetividad), y no

sólo desde la perspectiva del

observador o investigador

(subjetividad). De la aproximación

Page 42: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 42

intersubjetiva al objeto de

estudio se establecerán

orientaciones simbólicas desde

la cotidianidad, es decir, a

partir del lenguaje se

posibilitará el diálogo para la

construcción no interventora de

la realidad social en cuanto a la

cultura de paz se refiere.

Por otra parte, aun

cuando no se pretenda invocar

al “utopismo pedagógico” de

otros momentos históricos, es

evidente el papel socializador

de las IES en el logro de la

paz. Las instituciones

educativas, en general,

constituyen una plataforma

moral y ética para confrontar la

violencia estructural de la

sociedad, la pasividad cómplice

e indigna de sus miembros y la

intolerancia sostenida que

emerge de la cotidianidad.

En resumen, un

imaginario de la paz para la

convivencia humana podrá

subyacer en las voluntades que

intersubjetiva y dialógicamente

quieran compartir sus ideales y

sueños de paz, y que luego

deseen generar acciones

transformadoras en la

sociedad. De tal forma que una

institución de educación

superior que logre construir

una aproximación a dicho

(Viene de la página 41)

imaginario, estará contribuyendo a que su entorno social sea cada vez

mejor, y a que se consolide su verdadera pertinencia social desde y para

la convivencia humana.

(Continúa en la página 43)

Page 43: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 43 GERENTIA

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Page 44: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 44 GERENTIA

Introducción

El presente artículo se constituye en una revisión teórica de los resultados de diversas investigaciones que

explican la atención de niños y niñas con comportamientos perturbadores para la convivencia en el ámbito

escolar.

La convivencia no se construye ni se logra con reglamentos ni con acciones coactivas ni con imposi-

ciones o simplemente a través de la mera transmisión de valores. Se trata de aportar sistemáticamente a la

promoción del diálogo la comunicación, la reflexión crítica, la confianza, sobre la base de normas y valores

que permita la vida en sociedad (Boggino, 2005)

Los autores a considerar en este trabajo son: Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Ve-

nezuela (2009), Boggino (2005), Coronado (2008), Jares (2006), Cohen (2004), Ortega (2003), Rogers

(2004), Buscaglia (1995), Gagne y Briggs (1996), Echeverria (2007), Mejía (2004), Clariizio y Mc. Coy

(1995), Goleman (1996), Lioveras (2006), Ibarra (2006), Paez y León (1996), Segovia y Llora (1998) y Orli-

che y Otros (1988).

Los seres humanos en el transcurso de su existencia viven, conviven, buscan alcanzar la compren-

sión, la paz y la plena felicidad. En esa comunidad de vida de la que dependemos totalmente estamos conti-

nuamente al asecho de una Ley de Paz que promueva el orden y la diversidad. Esta es la ley denominada

“LEY DEL MANTENIMIENTO DE LA PAZ”, que ha de brindar a toda las criaturas una oportunidad de crecer

en libertad, justicia y armonía.

Para crecer, desarrollarse, actuar y cambiar, los seres humanos necesitan de un proceso de convivir

que significa vivir juntos unos con otros basándose en relaciones sociales y códigos valorativos signados

por dos grandes realidades, los conflictos y los modelos de convivir en un determinado contexto social, fami-

liar, escolar, vecinal y laboral. Jares (2006), señala que una persona puede transitar por diferentes modelos

de convivencia a lo largo de un día en función a los diversos contextos sociales. (p. 17)

Etimológicamente la palabra convivencia en latín está en paralelo con el convidar y el convivir, por-

que comparten origen y significado. El verbo convivo, convivere, convixi y convictum está formado por el

prefijo de compañía cum, que significa “con”, más el verbo vivere que significa “vivir”. Este mismo verbo se

utiliza para expresar la acción de “convivir” como la de “comer” o de acompañar a alguien a la mesa. Para

los romanos el comer juntos formaba parte del vivir juntos, formaba parte de la convivencia, reflexionando y

generalizando para cualquier persona ¿Que clase de convivencia se daría en la actualidad donde no se coin-

cide ni para comer en familia?; ¿Qué grado de comprensión, tolerancia y diálogo manifiesto lleva un sujeto

que ha de compartir diversos contextos escolares y sociales?; ¿Qué estrategias utiliza el mediador para con-

(Continúa en la página 45)

ESTRATEGIAS PARA LA CONVIVENCIA EN EL

ÁMBITO ESCOLAR Autores: María R. Mejía Ciro R. Cohen

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Página 45

ducir un proceso de convi-

vencia positiva y adecuada?

Por las consideracio-

nes e interrogantes anterio-

res, es interesante el estudio

de la convivencia vista esta

como “una condición de vida”

donde los que conviven,

comparten espacios, recur-

sos y tiempo determinado

como lo expresa Coronado

(2008, p. 87)

La convivencia re-

quiere ser estudiada en dife-

rentes ámbitos, familiares, en

pareja, escolar, el trabajo, en

la comunidad, ya que en don-

de y con quien le correspon-

da convivir exige a cada per-

sona su capacidad de com-

prensión, tolerancia, diálogo,

comunicación, reflexión y

acuerdo sobre la base de

valores y normas preestable-

cidas por los que les corres-

ponde convivir. Partiendo de

este concepto, la convivencia

requiere del ser humano sus

capacidades de compren-

sión, tolerancia, diálogo, re-

flexión, acuerdos, confianza,

y sobre la base de sus valo-

res y normas consensuadas,

pueda lograr una convivencia

positiva tanto en el ámbito

familiar, escolar, social, labo-

ral y de pareja, en el tiempo y

espacio que se corresponda

(Viene de la página 44)

convivir.

De igual manera , para

contribuir con la paz en cualquie-

ra de los ámbitos señalados, hay

que unir voluntades donde los

seres humanos expresen una

actitud pacífica, donde piensen y

actúen de manera solidaria y to-

lerante, que se sientan compro-

metidos con intereses acordes a

desarrollar en común.

La convivencia, como

condición de vida, es expresada

en cualquier ámbito, pero es en

el familiar donde se inicia la so-

cialización y donde aprendemos

nuestros primeros hábitos, nor-

mas, donde imitamos modelos

de nuestros padres y adultos sig-

nificantes que van modelando el

tipo de relaciones y reacciones,

los valores que se forman, y que

van configurando la forma de

actuar y pensar. Con el referente

familiar se aborda el ámbito edu-

cativo, que más que educativo,

es socializante, tal como lo ex-

presa Jares, X. (2006), en su li-

bro “La Pedagogía de la Convi-

vencia”. La escuela como recinto

cultural, genera unos retos a su

paso en el ámbito de la conviven-

cia.

En ese mismo sentido

Boggino N (2005), reseña que la

escuela es el lugar por excelen-

cia para aprender a convivir. Es

en el ámbito escolar donde de-

ben establecerse retos para dar

paso a la convivencia positiva y

lograr de manera sistemática la

promoción al diálogo, la comuni-

cación, la reflexión crítica, definir

valores, que faciliten el vivir en

armonía, alumnos y trabajadores

de la educación, como se les

denomina en la Ley de Educa-

ción (2009).

Por las consideraciones

anteriores, es importe señalar

que el ámbito de interés para

este estudio es el escolar basado

en la experiencia de los autores

sobre las consideraciones de las

formas de relacionarse, comuni-

carse, y expresarse, los facilita-

dores y los niños y niñas en las

aulas de educación inicial y bási-

ca.

En tal sentido Cohen

(2001), reseña que cualquiera

que observe a los niños y niñas

en la educación Inicial o en Edu-

cación Básica, puede quedarse

asombrado al advertir la diversi-

dad de conductas que se mani-

fiestan en esos recintos educati-

vos; algunos niños juegan solida-

riamente con otros, mientras que

unos terceros se muestran más

hostiles e incluso físicamente

más agresivos que otros.

Así mismo como reflejo

de las conductas de los niños

reprobables en el aula, subyacen

las conductas de los trabajadores

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Página 46 GERENTIA

de la educación (docentes) tal

como el autoritarismo, la falta de

afecto y confianza en el estudian-

te, los castigos corporales y psi-

cológicos, entre otros.

Consecuentemente a lo

antes planteado, se debe men-

cionar también la responsabilidad

de los directivos de las Institucio-

nes que al no establecer un siste-

ma de normas disciplinarias que

la institución se proporciona a sí

misma, generaran a nivel institu-

cional un clima de indisciplina,

complejidad y violencia que re-

percutirá negativamente en el

orden, respeto y convivencia en

el ámbito escolar tal como lo se-

ñala Cohen (2001).

Tanto Cohen (2001) co-

mo Ortega (2003), llegaron a la

conclusión que los docentes ex-

presan y sienten que sin un míni-

mo de orden y aceptación de

ciertas normas, no es posible

trabajar en el aula. Mientras los

escolares no sean partícipes

conjuntamente con los facilitado-

res en la elaboración de las re-

glas de convivencias, en el aula,

no reconocerán como propias las

responsabilidades y obligaciones

que les toca asumir en el recinto

escolar.

Si la convivencia es una

condición de vida indispensable

para garantizar la armonía, la

(Viene de la página 45) comunicación, el afecto y confianza

del alumno en el ámbito escolar, es

necesario ante la diversidad y con-

flictividad, establecer una serie de

normas consensuales, estímulos,

psicosociales y materiales que tien-

dan a promover un ambiente enri-

quecedor, para lograr avances y

progresos en el aprendizaje esco-

lar.

Por lo antes planteado

sobre la situación de divergencia

que se presenta en la dinámica

institucional, emerge la necesi-

dad de un modelo pedagógico

integral e inclusivo que permita

un trabajo armónico, sistemático

interpersonal e intrapersonal que

garantice un clima de relaciones

positivas y de convivencia en el

aula, tal modelo se refiere al

aprendizaje holístico que a conti-

nuación se expresa.

El aprendizaje holístico

procura desarrollar la totalidad

de la persona humana, es decir,

las áreas afectiva, cognitiva y

social, siendo la más importante

de las tres, la primera: El amor

supera y opaca todos los senti-

mientos y pensamientos de la

razón y constituye la estrategia

fundamental para facilitar el

aprendizaje bajo un clima de con-

vivencia adecuada en el aula.

(Cohen, 2001).

Así mismo este enfoque

para la convivencia está orienta-

do por la psicología humanística

de Rogers (1991) y Buscaglia

(1995), el enfoque cognitivo de

Gagné y Briggs (1994) y la Onto-

logía del Lenguaje de Echeverría

(2007), basada en la ética de

convivencia humana. Está cen-

trado asimismo, en el participan-

te quien mantiene su propio po-

der y control de sí mismo, asume

su responsabilidad por su traba-

jo y sus relaciones sociales y re-

conoce las consecuencias de sus

propias decisiones tomadas, el

mediador proporciona la atmosfe-

ra idónea para este fin.

De igual manera, este

programa de estrategias para la

convivencia, está fundamentado

en la creencia en la bondad in-

trínseca de la condición humana

y en la orientación del niño en

una dirección adecuada y positi-

va. Está basado en la convicción

de que el participante tiene in-

(Continúa en la página 47)

Page 47: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 47

mensas potencialidades para

amar la vida, buscar la felicidad,

y el deseo de aprender, siempre

que las condiciones sean propi-

cias. En dicho programa también

se espera que el participante ad-

quiera conocimientos, habilida-

des relevantes para la solución

de conflictos y problemas.

El núcleo fundamental

del aprendizaje holístico, es pro-

porcionar una condición pedagó-

gica idónea para facilitar un

aprendizaje autodirigido e inte-

gral, donde el participante es

constructor de su propio aprendi-

zaje y expresa con libertad sus

ideas y pensamientos sin ser re-

frenado ni criticado por el media-

dor. Asimismo el participante es

capaz de reconocer y expresar

sus verdaderos sentimientos

(Cohen, 2001).

La funciones del media-

dor en este programa son las de

proveer los recursos y estrategias

fundamentales para el aprendiza-

je, ser él mismo un modelo para

el estudiante que inspira confian-

za sin ejercer poder sobre él. Es

auténtico en sus relaciones inter-

personales y una persona con

sus propios sentimientos, intere-

ses, actitudes y un ser que com-

prende que la comunicación es

un fenómeno social, una forma

de vida (Echeverría, 2007).

Ahora bien este progra-

(Viene de la página 46)

ma de estrategia de convivencia

pacífica, parte del principio de

que el amor se aprende; se basa

en un aprendizaje de actitudes,

valores pertinentes y conductas

sociales como la afectividad, la

paz, la convivencia, la justicia, la

empatía, las actitudes positivas

ante la vida y la búsqueda de la

felicidad. Asimismo, está susten-

tada en la comprensión del len-

guaje, “como un fenómeno social

que surge del proceso de interac-

ción social en el juego colectivo

de individuos que coordinan ac-

ciones juntos”, como lo reseña

Echeverría, (2007).

De igual forma, el apren-

dizaje holístico se sustenta en el

aprendizaje de habilidades huma-

nas como institucionales, cogniti-

vas, motoras, actitudes, de infor-

mación, la auto–evaluación y la

autocritica, en donde el propio

participante evalúa sus propias

actuaciones para promover su

aprendizaje creativo; esta auto-

evaluación tiene una retroalimen-

tación por parte del mediador, la

cual le concede una dimensión

real a la autoevaluación del parti-

cipante. Finalmente, el participan-

te conjuntamente con el media-

dor, evaluarán de manera cualita-

tiva y cuantitativa sus aprendiza-

jes en iguales condiciones.

Los objetivos del progra-

mas son anticipaciones de natu-

raleza cognitiva, afectiva, psico-

social y del lenguaje que se pien-

sa lograr en el aprendizaje holísti-

(Continúa en la página 48)

Page 48: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 48 GERENTIA

co. La solución de los problemas

que se presentan en dichas áreas,

es el estado terminal al que se

aspira llegar con los participantes

que conviven y aprenden holística-

mente a través de los siguientes

objetivos: 1- Aprender a convivir; 2

-Facilitar el aprender a amar; 3-

Fomentar el desarrollo de valores;

4- La prevención de las conductas

disruptivas en el aula y 5-. Apren-

der a Comunicarse.

APRENDER A CONVVIR

Según Jares (2006), con-

vivir significa vivir unos con otros

basándose en unas determinadas

relaciones sociales y en unos códi-

gos valorativos, forzosamente sub-

jetivos en el marco de un contexto

social determinado (p.17). La con-

vivencia según dicho autor, con-

siste en aprender a vivir juntos

desde la dimensión social, basada

en un sistema de normas de valía

y eficacia relacional y de comuni-

cación reciproca en el contexto

escolar.

En el Aprendizaje Holísti-

co, el aprender a convivir consisti-

rá en aprender a vivir y convivir o

cohabitar juntamente con otro u

otros en las relaciones sociales en

el ámbito escolar, tomando en

cuenta un sistema de valores rela-

cionados con la confianza, el

amor, el respeto y la empatía.

FACILITAR EL APRENDER A

AMAR

(Viene de la página 47) Buscaglia (1995), afirma

que de la misma forma que el

hombre ha aprendido a desarro-

llar su calidad humana, de la mis-

ma manera aprende a sentir co-

mo un ser humano y amar como

un humano (p.55). Las mayoría

de las personas, se comportan

como si el amor permaneciera

dormido dentro de su ser espe-

rando una edad específica para

desarrollar una conciencia místi-

ca que permita su florecimiento.

Muchos esperan esta edad espe-

cial, eternamente, comportándo-

se como si el amor no se necesi-

ta aprender.

El niño, al hacer su entra-

da a la escuela, los maestros le

enseñarán el significado del amor

de acuerdo a sus conocimientos

y experiencias. Si el amor que

conocen es egoísta, inmaduro y

destructivo, ese mismo amor lo

aprenderán sus alumnos. Pero si

el amor que han experimentado y

vivido, es un amor sincero, al-

truista, constructivista y maduro,

ese amor enriquecerá al niño y lo

hará conocer el significado y las

cualidades de una persona que

sabe amar mas allá de sí mismo

y mas allá de la propia vida

(Cohen, 2001).

En nuestro sistema edu-

cativo actual, resulta imposible

facilitar el aprendizaje del amor a

sí mismo, ni el amor hacia los

demás. Los maestros han estado

demasiado ocupados

“enseñando” como para atrever-

se a crear. Esta obsesión solo ha

dejado en pié la curiosidad del

niño, porque no ha podido redu-

cirla, tal como señala Einstein: es

casi un milagro que la instrucción

en la actualidad no haya destrui-

do la curiosidad sagrada de la

indagación, ya que esta pequeña

y delicada planta necesita funda-

mentalmente de libertad sin la

cual se debilitara y morirá sin

duda alguna. Esto lo dijo precisa-

mente uno de los científicos más

sobresalientes de este siglo,

quien estuvo a punto de no gra-

duarse en la universidad, por te-

ner profesores que estaban más

pendiente de “enseñar” que de

estimular el arte de aprender a

aprender, para desarrollar la

creatividad en sus alumnos

(Buscaglia, 1995).

En el aprendizaje holísti-

co, el amor se aprende viviendo y

experimentando lo afectivo y

constituye una actividad que

exige tesón y perseverancia. El

amor se aprende cuando el indi-

viduo adquiere la capacidad de

asombro y alegría y vive su vida

en paz consigo mismo. El amor

se aprende, cuando el facilitador

aprecia y siente amor sincero por

sus participantes

(Continúa en la página 49)

Page 49: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 49

FOMENTAR EL DESARROLLO DE VALORES

Son muchas y muy dife-

rentes las definiciones que se

han dado para dilucidar el con-

cepto de valor. De estas defini-

ciones, seleccionaremos algunas

que enfoquen la perspectiva psi-

co-pedagógica de nuestro inte-

rés.

Los valores son considera-

dos “cualidades del alma que

mueven a acometer resueltamen-

te grandes empresas y afrontan

sin miedo peligros”; “cualidades

de las cosas que los hacen obje-

to de aprecio” (Diccionario Bási-

co, 1980, p.280).

Rokeack (1973), citado por

Ramos y Cohen (2004), los con-

sideran como “una ciencia relati-

vamente permanente en que un

modo de conducta particular o un

estado de existencia es personal

y socialmente preferible a mode-

los alternos de conductas o esta-

dos de existencia” (p.18).

Los valores, según los Cua-

dernos para la Reforma Educati-

va Venezolana, “son proyectos

ideales de comportarse y de exis-

tir que se adecuan a las coorde-

nadas histórico-sociales y que a

la vez las trascienden” (p.7).

(Viene de la página 48)

Si analizamos las tres

definiciones precedentes, obser-

varemos las siguientes dimensio-

nes fundamentales o puntos de

vista de reflexión:

- Los valores son cualidades del

alma que el hombre aprecia y lo

mueve a realizar grandes obras

afrontando grandes peligros.

- Los valores constituyen una

“ciencia” que hace distinción en-

tre un tipo de conducta o existen-

cia particular preferible, a otros

modelos alternos.

- Los valores son proyectos idea-

les de comportarse y de existir

que el hombre valora, busca y

anhela.

Según el Modelo Norma-

tivo de Educación Básica (1997),

en sus principios filosóficos se

expone que la educación repre-

senta para la sociedad el camino

para transformar los valores. Por

ello, se requiere que los docentes

posean una idea clara y una for-

mación apropiada para arribar a

la transformación social deseada.

El aprendizaje de valores

debe tener como punto central el

conocimiento de las característi-

cas de la personalidad humana,

para lograr, de acuerdo a dicho

conocimiento, valorar en su ver-

dadera dimensión, el primer valor

cual es, el ser una persona antes

que cualquier otro. Para educar

en valores, es necesario un cono-

cimiento extenso de la persona,

como ser autónomo, diferente a

cualquier otro, con inquietudes y

necesidades propias. La psicolo-

gía humanista constituye uno de

los enfoques que sirven de orien-

tación teórica a la educación bási-

ca. Dicha psicología parte de una

concepción fenomenológica del

ser humano. Destaca la importan-

cia que representa para el conoci-

miento de la persona, la experien-

cia, el humor, la imaginación, los

fenómenos cotidianos, los senti-

mientos, es decir, todo lo que es

apreciable para el ser humano;

así mismo tiene como caracterís-

tica la subjetividad por sobre la

objetividad y el pensamiento cua-

litativo antes que el cuantitativo,

(Cohen ,2004).

La concepción humanista

posee varios aspectos caracterís-

ticos que le dan un acento espe-

cial a la naturaleza, Martínez

(1989), realiza un estudio muy

amplio de estas características:

(1) la persona humana está cons-

tituida por un núcleo central es-

tructurado que puede ser el con-

(Continúa en la página 50)

Page 50: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 50

cepto de persona, el yo o el sí

mismo; (2) el hombre está impul-

sado por un tendencia hacia la

autorrealización; (3) el hombre es

más sabio que su intelecto; (4) el

hombre posee capacidad de con-

ciencia y simbolización; (5) el

hombre posee capacidad de liber-

tad y elección; (6) el hombre es

capaz de una relación profunda;

(7) el hombre es capaz de crear;

(8) El hombre vive subjetivamen-

te; (9) el hombre busca un siste-

ma de valores y creencias; (10)

cada persona es un sistema de

unidad configurada.

Estas reflexiones deben

contribuir para que el docente

logre pensar en las cualidades

que debe poseer para educar con

calidad al hombre del próximo

milenio. La valoración del ser hu-

mano sólo se podrá efectuar posi-

tivamente a través de una educa-

ción basada en principios huma-

nistas. En el aprendizaje holístico,

la formación plena del hombre

está estrechamente vinculada

hacia una responsable y bien pla-

nificada educación, hacia la bús-

queda de ser más como persona,

en el encuentro y en la relación

psico-afectiva con el mundo y con

las demás personas a través del

amor, la paz, el altruismo, la liber-

(Viene de la página 49)

tad, la responsabilidad, el trabajo,

etc.; valores éstos fundamentales

en la auto- actualización del ser

humano.

LA PREVENCIÓN DE LOS COMPORTAMIENTOS

PERTURBADORES EN EL AULA

La prevención de los tras-

tornos leves de conductas disrup-

tivas y violentas en el aula, tiene

como objetivo evitar que se ini-

cien o produzcan estas conductas

y la reducción de las mismas en

caso de que ya existan.

La identificación tempra-

na de los trastornos emocionales

representa una de esas estrate-

gias. Además ese tipo de preven-

ción incluye el fomento de la for-

taleza psicológica; o sea, trata de

fortalecer el desarrollo de la per-

sonalidad, porque el bienestar

emocional es algo más que una

ausencia simple de patología. Los

métodos actuales de planes de

estudios que se esfuerzan en

proporcionar experiencias de

realce del yo, ilustran esta fase

de la prevención primaria de es-

tos trastornos (Clarizio y McCoy,

1995).

Aun cuando ninguna insti-

tución simple parece adecuada

para la tarea de prevención del

desarrollo del niño y la socializa-

ción, la escuela tiene algunas

ventajas sobre otras instituciones.

Resumidas en forma breve, la

escuela tiene acceso a grandes

números de niños en periodo

prolongados de tiempo durante

los años de su formación. Ade-

más tiene un derecho cultural-

mente sancionado a “interferir “en

los asuntos de otras personas, al

menos hasta donde la interven-

ción se refiera a las posibilidades

de educación de los niños. A me-

dida que la psicología se ha visto

invadida por concepto de salud

pública, la salud mental se ha ido

dando cuenta, cada vez más, de

que las escuelas son una buena

base de operaciones. Aunque

hay muchas formas en las que se

relacionan recíprocamente el pro-

ceso educativo y la salud mental

(Clarizio y McCoy, op. cit.)

La prevención de los tras-

tornos de conducta debe funda-

mentarse en programas de alfa-

betización emocional como res-

puesta a problemas específicos

relacionados con la violencia.

Debe orientarse a que los partici-

pantes adquieran habilidades y

capacidades para resolver dife-

rencias surgidas en la escuela o

en la comunidad, que puedan

(Continúa en la página 51)

Page 51: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 51

convertirse en incidentes graves

con lamentables pérdidas de vi-

da.

Los programas deben

señalar y mostrar a los estudian-

tes que tienen muchas otras al-

ternativas de abordar los conflic-

tos sin llegar a la agresividad o a

la violencia. Deben mostrar la

inutilidad de la violencia, reem-

plazándola con destreza sociales

concretas. Con estas destrezas,

los estudiantes aprenden a de-

fender sus derechos sin apelar a

la violencia. Estas son habilida-

des permanentes que duran para

toda la vida, no sólo para aque-

llos más predispuestos a conduc-

tas violentas (Goleman, 1996).

APRENDER A COMUNICARSE

Según el diccionario de la

Real Academia (2006), comuni-

cación es la acción de comunicar

o comunicarse, trato o correspon-

dencia entre dos o más perso-

nas, transmisión de señales me-

diante un código común entre el

emisor y el receptor. Lloveras

(2006), reseña que comunicarse

viene de comunicatio que signifi-

ca “poner en común”, “definir”, es

decir interactuar en una com-

prensión reciproca.

De las anteriores defini-

(Viene de la página 50)

ciones, se deduce que la comuni-

cación es un recurso indispensa-

ble de las relaciones de conviven-

cia entre las personas, a través

de ella se transmite señales, pa-

labras, gestos que conforman un

código común necesario para

comprensión reciproca entre el

receptor y el emisor. La comuni-

cación es el proceso por medio

del cual, expresamos palabras,

gestos, sentimientos, de manera

tal que al comunicarnos el recep-

tor sea capaz de comprender cla-

ramente el sentido y significado

de la expresión.

Tal como lo expresa Pai-

llet y otros (2004), citado por

Echeverría; (2007), para que una

comunicación sea realmente

efectiva, debemos ser claros,

coherentes y veraces. Estas tres

condiciones son fundamentales

en todo proceso de comunicación

dentro de un sistema de convi-

vencia dinámica y adecuada.

Si el aula de clase es el

lugar por excelencia para comuni-

carse y convivir, el docente como

agente modelo y moderador de

conductas, de aprendizaje y

reaprendizaje, ha de tener pre-

sente una serie de habilidades

básicas de comunicación que

como lo plantea Ovejero y Rodrí-

guez (2008), debe conocer tanto

en su forma como en su significa-

do, habilidades encaminadas a

mejorar las relaciones interperso-

nales que pueden ser aplicadas

en diversos ámbitos sociales,

laborales, familiares y de pareja.

Desde este emplaza-

miento, cualquier habilidad de

comunicación implica una emo-

ción e inicia una conversación e

identifica el componente conduc-

tual (acción motora), lo cognitivo

(pensamiento y sentimiento) y lo

fisiológico (reacción de nuestro

cuerpo). El componente conduc-

tual conformado por el aspecto no

verbal comprende: miradas, las

sonrisas, los gestos, posturas,

corporales, contacto físico, orien-

tación corporal, distancia y la

apariencia personal. El compo-

nente verbal está representado

por el lenguaje oral; este aspecto

tan importante en la comunica-

ción, requiere de un buen comu-

nicador que exprese exactamen-

te, con palabras precisas, lo que

desea comunicar haciendo y

usando las palabras mágicas “por

favor y gracias”, y la retroalimen-

tación comentada a través de un

¿sí? ¡Aja! ¡Ya! ; las preguntas

que permiten obtener expresión,

demostrar interés e influir en con-

ductas; los refuerzos verbales

representados por palabras de

acuerdo o desacuerdo y agrado

que demuestre el sentimiento

(Continúa en la página 52)

Page 52: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 52

como receptor y por ultimo lo re-

presentados bajo una atmósfera

de tranquilidad donde ambas par-

tes puedan pensar lo que dicen y

como lo dicen.

Otros aspectos que le

dan significado a la palabra son

los componentes paralingüístico

de las habilidades sociales como

el volumen de voz, calidad y flui-

dez y la latencia de respuesta.

Sobre la base de las

consideraciones anteriores el arte

de comunicarse se le atribuye un

sentir de aspectos que el docente

tiene que tomar en cuenta para

propiciar un clima de convivencia

positiva en el aula donde educa-

dor y educandos puedan estable-

cer una comunicación mutua con-

ciliadora, reflexiva capaz de en-

tenderse y establecer consen-

sos, normas, metas comunes

para convivir bajo un clima de

paz.

En este mismo orden

de ideas, es importante que el

docente comprenda que la comu-

nicación humana tiene dos face-

tas: el que habla y el que escucha

y debe empezar a darse más im-

portancia al acto de escuchar.

Hacer énfasis en el escuchar es

un factor determinante en la co-

municación y el hablar efectivo

sólo se logra, cuando es seguido

(Viene de la página 51) de una escucha efectiva, es decir

la escucha válida al hablar.

En conclusión el

aprender a comunicarse tiene

muchos aspectos teóricos que el

docente ha de aplicar de una

manera consciente, y asertiva

para que el rol de emisor pueda

llevar el mensaje con claridad y

precisión para ser entendido por

el receptor y para que ambos,

docente-alumno, puedan esta-

blecer una comunicación para la

convivencia armónica.

ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS

A continuación se expo-

nen algunas Estrategias Pedagó-

gicas para la “Prevención Creati-

va de los Comportamientos Per-

turbadores en el aula” elaborado

por (Cohen, 2004), con ideas sur-

gidas de su experiencia pedagó-

gica en el Instituto de Readapta-

ción de Menores “El Eneal” con

trastornos leves de conductas, y

del Modelo Pedagógico Integral

para la atención de niños y niñas

con Déficit de Atención con Hiper-

actividad en el aula (Mejía,2004)

y otros autores especializados.

Entre las estrategias me-

todológicas que comprende este

programa son: 1.-El Modelado,

2.- El Apoyo Graduado

(Andamiaje), 3.- El Aprendizaje

Cooperativo, 4.- La Interacción

Profesor-Alumno, 5.- Escuchar

Empático, y 6.- El Niño Pensante.

EL MODELADO

El modelado de la con-

ducta ha recibido muy diversas

denominaciones entre las cuales

podemos mencionar: Aprendizaje

Social, Aprendizaje de Imitación,

Aprendizaje Observacional y

Aprendizaje Vicario, entre otros.

En la práctica el modelado ha

tenido un relieve especial dentro

de las técnicas educativas ya que

el buen ejemplo ha tenido siem-

pre uno de los métodos más

aconsejados para el aprendizaje

de las buenas costumbres. Desde

el punto de vista científico, el mo-

delado constituye una conquista

reciente y gracias a las investiga-

ciones de algunos especialistas

en el área de las ciencias de la

conducta, especialmente de Ban-

dura (1976) y sus colaboradores,

constituye desde hace varios

años uno de los grandes paradig-

mas del aprendizaje humano.

El Aprendizaje Holístico,

otorga un gran valor al modelado

en combinación con algunas téc-

nicas verbales, es decir los mode-

los ejecutan la tarea, pero verbali-

zan mientras la están realizando.

Una forma ideal de desarrollar la

(Continúa en la página 53)

Page 53: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 53

creatividad es observar la con-

ducta creativa de los profesores

en la realización de las tareas

escolares. De esta manera los

alumnos aprenden a pensar crea-

tivamente y la demostración

acompañada de técnicas verba-

les se convierte en un estímulo

discriminativo para utilizar deter-

minadas formas de pensar con la

resolución de problemas en el

futuro.

ESTRATEGIA DE APOYO GRA-

DUADO (ANDAMIAJE)

El aprendizaje de apoyo

graduado o andamiaje, constituye

un soporte valioso para la resolu-

ción de problemas. Estos sopor-

tes pueden ser de dos tipos:

1)Tomar la forma de indicios re-

cordatorios o sugerencias que

permiten a los alumnos avanzar

por si solo en la realización de

una tarea y 2) La forma de apo-

yo físico, que el docente propor-

ciona al estudiante para ayudarlo

a realizar su tarea.

Para la realización del an-

damiaje es fundamental la divi-

sión del problema en pasos por

orden de complejidad que permi-

tan graduar los niveles de ayuda

que requiere el alumno. En el

método de andamiaje, el alumno

va a realizar la parte de la tarea

(Viene de la página 52)

que es capaz de realizar por sí

solo. Cuando el andamiaje es

facilitado por el docente, se exige

que éste realice la parte de tarea

general que el estudiante no pue-

de ejecutar.

El apoyo otorgado por el

docente al alumno será mayor

cuando más son las necesidades

del alumno y menor cuando más

preparado se encuentre. Según

Palinesar y otros (1984) citado

por Segovia y Llera (1998

Pág.197), señala que “el desva-

necimiento consiste en una retira-

da gradual del apoyo hasta que el

estudiante sea capaz de realizar

la tarea por sí mismo”. El método

de Apoyo Graduado con el cual

se permitirá una mayor interac-

ción entre profesor-alumno y vice-

versa, así mismo se permitirá un

alto grado de respeto al alumno e

independencia personal.

APRENDIZAJE COOPERATIVO

El aprendizaje cooperativo

según Friend (1999, p.367), es un

enfoque didáctico centrado en el

alumno mediante el cual los suje-

tos del aprendizaje trabajan en

grupos reducidos y homogéneos

respecto a su nivel de desempe-

ño, para el logro de objetivos de

aprendizaje común. Este tipo de

aprendizaje es eficaz para obte-

ner buenos resultados en el área

de lectura, matemáticas, ciencias

y habilidades del pensamiento.

En el aprendizaje cooperativo los

miembros del grupo tienen mayor

libertad de demostrar afecto y

confianza hacia otros participan-

tes, lo cual permitirá una mejor

interacción del niño hiperactivo

con sus pares del aula regular.

El enfoque cooperativo

debe ser introducido de manera

premeditada y obligatoria en el

currículo, por que posee compo-

nentes interactivos y sociales en

el aprendizaje, permite que los

participantes ganen puntos por

las actividades realizadas correc-

tamente, los alumnos tienen la

oportunidad de asumir responsa-

bilidades individuales y trabajar

directamente interactuando cara

a cara con el grupo de pares para

lograr el objetivo propuesto.

Para promover el aprendi-

zaje cooperativo en el aula regu-

lar, el docente debe seguir los

siguientes lineamientos:

Formar grupos de apren-

dizaje cooperativo tomando en

cuanta la edad, las capacidades y

necesidades del alumno, confor-

mando grupos de tres niños si

corresponden a la Primera Etapa

de Educación Básica. Si se

desempeñan en grados superio-

res, se pueden conformar grupos

(Continúa en la página 54)

Page 54: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 54

de 5 alumnos; en el caso del ni-

ño hiperactivo con gran incapaci-

dad para adaptarse, se puede

conformar en pareja. Estos gru-

pos cooperativos se pueden man-

tener un lapso de dos o tres se-

manas reordenándolos al final de

cada período determinado.

Una vez conformados los

grupos, se procede a establecer

entre ellos los roles de: Promotor:

quien formula comentarios positi-

vos a otros; El Supervisor: man-

tiene el control del grupo y contro-

la el tiempo; El Redactor: toma

nota de la información que produ-

ce el grupo y El Líder: es quien

inicia la tarea y ordena el trabajo.

Estos roles deben ser rotativos.

El docente puede ir agregando

responsabilidades de acuerdo a

la naturaleza de la actividad, a la

edad y habilidad de los alumnos.

Entre las habilidades que

debe enseñarse a los grupos pa-

ra obtener feedback eficaz son:

exigirles que describa lo que hizo

el compañero, no emitir juicios,

ser específico y conciso, dar la

retroalimentación o feedback in-

mediatamente terminada la activi-

dad grupal.

En tal sentido Rief (1999),

señala que “el aprendizaje coope-

rativo es la estructura más benéfi-

ca y menos empleada en el au-

(Viene de la página 53)

la” (p. 127) y refiere como ele-

mentos de este tipo de aprendiza-

je a la interdependencia positiva,

la interacción cara a cara, la res-

ponsabilidad individual, la habili-

dad interpersonal en pequeños

grupos y la reflexión evaluativa.

El docente debe ir orientan-

do su acción en función de cada

una de estas técnicas, de la si-

guiente manera: para desarrollar

la interdependencia positiva, des-

pués de realizado el trabajo, el

docente hará una pregunta al

grupo y recoge una sola respues-

ta elaborada y avalada por todos;

exige un determinado nivel de

dominio, si todos lo alcanzan ten-

drán recompensas; se escoge un

trabajo al azar firmado por todos;

en la nota final añade puntos para

premiar la cooperación.

En cuanto a las habilida-

des sociales que deben enseñar-

se a los niño(as) hiperactivos

por su problema de conducta y

atención, el docente pregunta

“qué se verá” “qué se oirá”, reco-

rre el aula, observa lo que ve, lo

que oye en cada grupo y luego

expone las observaciones, toma

fotografías grupales e individua-

les del niño hiperactivo cuando

está desempeñando una conduc-

ta cooperativa, luego se expone

en la cartelera o en el pizarrón.

Toma foto del niño hiperactivo

sentado correctamente, luego la

coloca en su mesita como recor-

datorio. Específicamente al niño

con conductas hiperactivas debe

enseñarse a moverse en el grupo

sin hacer ruido, permanecer en el

grupo, hablar en voz baja, dirigir-

se a todos por su nombre, contro-

lar manos y pies.

En el Modelo Pedagógico

Integral la estrategia pedagógica

de aprendizaje cooperativo con-

forma una herramienta funda-

mental para que el docente dina-

mice una actitud cooperativa en

la praxis pedagógica, estimulando

el desarrollo integral del educan-

do de la primera etapa de educa-

ción básica y en especial al niño

(a) con conducta hiperactiva.

INTERACCIÓN PROFESOR-

ALUMNO

En esta Estrategia de

Aprendizaje, profesores y alum-

nos trabajan en pequeños grupos

de 8 a 12

estudiantes

como nú-

mero ideal.

La interac-

ción del

grupo

“puede

tratar sobre

discusiones para revisar, clasifi-

(Continúa en la página 55)

Page 55: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 55

car, corregir, reforzar y aplicar el

aprendizaje resultante de la en-

señanza individual o en grupos

(Páez y de León,1996, p. 76).

Los estudiantes pueden inter-

cambiar conocimientos y expe-

riencias y aprender de sus pares

así como su profesor.

Durante estas experien-

cias de aprendizaje, el facilitador

puede informarse de los progre-

sos adelantados, normales o muy

lentos, experimentado por los

alumnos, cuales alumnos están

presentando problemas en su

aprendizaje y conocer acerca del

proceso de enseñanza en si para

introducir modificaciones requeri-

das, según el caso.

En el Aprendizaje Holísti-

co, las estrategias de interacción

Profesor-alumno serán básicas

en la facilitación de aprendizaje

ya que a través de ella se obtie-

nen más eficientemente no sólo

objetivos de carácter didácticos,

si no también objetivos más am-

plios, de carácter educativo, que

influye en el área afectiva de la

personalidad de los alumnos.

ESCUCHAR EMPÁTICO:

El escuchar empático es el acto

por medio del cual el mediador

oye con interés y atención genui-

na el mensaje que le comunica el

(Viene de la página 54)

participante, reviviendo sus pen-

samientos, sentimientos y viven-

cias para comprenderlos, colo-

cándolos en su mismo lugar, tal

como lo señala Cohen, R (2001,

p.199). El escuchar empático es

la capacidad cognitiva y afectiva

que permite al educador ubicarse

en el lugar del educando, para

comprender sus problemas, ne-

cesidades, sentimientos y opinio-

nes permitiendo a éste expresar-

se con libertad sin ser juzgado ni

evaluado por él aquel.

En el Modelo Pedagógico

propuesto el educador escucha

activamente, muestra interés por

lo que dice el alumno, a través

del contacto visual y gestos apro-

batorios, parafrasea lo que está

oyendo para cerciorarse y clasifi-

car las ideas expresadas por el

participante. Esto le permite al

educando percibir que el media-

dor tiene la capacidad de compar-

tir sus sentimientos y comprender

sus manifestaciones psicológicas

y lingüísticas, sintiéndose real-

mente escuchado, comprendido,

respetado, confiado, seguro y se

esfuerza por ser auténtico.

REFLEXIONES FINALES

En el ámbito escolar de la

Educación Básica Bolivariana, se

considera como elemento funda-

mental para el docente el ejercer

una acción pedagógica que ga-

rantice una convivencia e interac-

ción recíproca con los educandos

que le permita facilitar un proceso

de aprendizaje integral a través

de diversas estrategias pedagógi-

cas aplicadas a la atención de los

niños con comportamientos per-

turbadores en el aula.

Para establecer una con-

vivencia positiva y adecuada en

el ambiente escolar se debe cum-

plir con los siguientes objetivos:

1.- Aprender a convivir, 2.- Facili-

tar el aprender a amar, 3.- Fo-

mentar el desarrollo de valores, 4.

- La prevención de los comporta-

mientos perturbadores en el aula,

y 5.- Aprender a Comunicarse.

Las estrategias pedagógi-

cas comprenden El Modelado, El

Apoyo Graduado, El Aprendizaje

Cooperativo, La Interacción-

Alumno y El Escuchar Empático.

(Continúa en la página 56)

Page 56: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 56

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Page 57: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 57

Página 57 GERENTIA

Reconociendo que la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también es el reflejo de un

estado de equilibrio emocional y mental, tanto personal como colectivo, que nos permite llegar a consenso

de ideas y toma de decisiones como seres gregarios, requiere también de un proceso positivo, dinámico y

participativo mediante el cual se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de

entendimiento y cooperación mutua, lo cual deben fomentar en los centros educativos del país.

Para ello es imperante analizar los problemas institucionales y buscar entre todos los miembros

acciones oportunas, considerando, a su vez, el clima social que nos envuelve y nos hace partícipes

conscientes e inconscientes de los vaivenes políticos del país. Unesco, en el Informe Mundial de Cultura de

Paz (2005), señala que una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones,

comportamientos y estilos de vida basados en: actitudes, comportamientos y estilos de vida propicios para el

fomento de la paz entre las personas, los grupos y las naciones.

Por consiguiente, cambiemos modelos de agresión al otro, por modelos de convivencia y armonía

desde los hogares, evitemos la violación de derechos de los otros, es imprescindible pensar en reconstruir

lo que ha dicho el otro. El aparato educativo está configurado desde lo heterónomo, y en los nuevos

proyectos de transformación consideran la autonomía un motor esencial. Solo así se podría hablar de que

la función clave en la promoción de una cultura de paz estará en manos de los padres, los maestros,

docentes, profesores, decanos, es decir, “Poner el saber en ciclo, en lugar de favorecer un saber

enciclopédico y compartimentado” (Morín 1981).

Aunque se dice constantemente que la educación, desde la etapa primaria, se sustenta en la premisa

“Una educación para la vida”, muy pocas veces se toman en cuenta la vida de los educandos, y,

ciertamente, los centros educativos no son lugares de vida, en los que se aprende a vivir y convivir. De ahí la

necesidad de presentar modelos pedagógicos y teorías que analicen los hechos que salpican la vida

educativa, y que tienen la propiedad de transformar el entorno de los centros educativos para contribuir a la

formación integral de las personas, de modo que éstas se comprometan con el propio desarrollo y el de los

demás. La transformación requiere referentes teóricos que guíen la acción. Entre estas teorías, adecuadas

para tal fin, cabe mencionar el Desarrollo Organizacional por los supuestos axiológicos que se presentan en

sus fundamentos.

En relación con la convivencia y paz en los recintos educativos y el Desarrollo Organizacional, Pérez

Esclarín (2004) refiere: “Se trata, en breve, de gestar centros educativos con vocación a la innovación, la

democratización y la búsqueda permanente de la calidad educativa, que implican claridad en los fines,

objetivos, procesos y medios que garanticen calidad de los aprendizajes” . Cabe destacar que, en

Venezuela, el sistema educativo cambió estructuralmente, en el nivel de Educación Básica, a partir del

(Continúa en la página 58)

EL DESARROLLO ORGANIZACIONAL EN LAS

INSTITUCIONES EDUCATIVAS: CARDINAL

AXIOLÓGICO DE PAZ Autoras: Vivian S. Perdomo G.

Gladys Beltrán de Acuña

Page 58: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 58

año 1996.Este cambio está

referido en un documento

emanado del Ministerio de

Educación denominado “Reto,

Compromiso y Transformación”.

En él se plantea la reforma

educativa en un Nuevo Diseño

Curricular que dio origen al

Currículo Básico Nacional (CBN,

1997) y sus posteriores

reformulaciones, documento en

el cual se hace hincapié en la paz

como valor primordial en la

formación del hombre en una

sociedad justa y democrática.

La reforma educativa,

propuesta desde entonces por el

Ministerio de Educación (1997),

señala la prioridad del rescate de

valores en nuestra sociedad, en

la escuela, en las familias. Este

tema ha sido tratado en diversos

escenarios. Por ejemplo, la

Iglesia católica señala el Principio

de subsidiaridad el cual plantea:

“toda estructura social de orden

superior no debe interferir en la

vida interior de un grupo social de

orden inferior, privándole de sus

competencias, sino más bien

debe sostenerla en caso de

necesidad” (Larocca

2009).también, desde el punto

de vista del Desarrollo

Organizacional, considerando el

ámbito escolar como una gran

familia, Burker (1987), señala:

“Los valores que son fundamento

del desarrollo organizacional

incluyen enfoques humanísticos y

cooperativos para cambiar la vida

de la organización”

(Viene de la página 57)

Dentro del contexto de la

declaración anterior se visualiza

la importancia de las escuelas en

la formación de los educandos,

puesto que en ella el niño

aprende los aspectos básicos

para el cabal desenvolvimiento en

la vida como pueden ser: hábitos,

valores, y los roles sociales que

debe cumplir al poseer una

amplia variedad de habilidades y

conocimientos. Pero, para poder

hacer realidad la recuperación y

el fortalecimiento de la educación,

las instituciones educativas

deben asumir los siguientes

principios: abrirse y conectar con

la vida, romper el distanciamiento

entre las áreas y la experiencia

de los alumnos y alumnas en

contacto con la realidad, y

adoptar una actitud

profundamente critica y

constructiva a favor del desarrollo

de los valores éticos

fundamentales para la vida.

Como consecuencia de

todo lo anterior, “…en los centros

educativos debe dotarse a

estudiantes de las capacidades

necesarias para conocer e

interpretar la realidad y para

poder actuar sobre

ella” (Ministerio de Educación,

1997) . Al respecto, Pérez

Esclarín (2004), señala: “Por

estar muy convencido que tanto

la humanidad como la educación

atraviesan una profunda crisis de

orientación y de sentido, se

deben realizar propuestas por

una pedagogía para la formación

integral de la persona, con un

ferviente llamado al coraje y la

esperanza” .

Es decir, para poder hacer

realidad la recuperación y el

fortalecimiento de la educación,

las instituciones debe asumir los

siguientes principios: abrirse y

conectar con la vida, romper el

distanciamiento entre las áreas y

la experiencia de los estudiantes

en contacto con la realidad,

adoptar una actitud

profundamente constructiva a

favor del desarrollo de los valores

éticos fundamentales para la

vida. Como consecuencia de todo

lo anterior, “…en los centros

educativos debe dotarse a los

discentes de las capacidades

necesarias para conocer e

interpretar la realidad y para

poder actuar sobre

ella” (Ministerio de Educación,

1997).

Los agentes ejecutores de

estas políticas educativas son los

docentes, quienes pueden influir

directamente en sus alumnos con

mensajes de convivencia y paz,

para que ellos, a su vez, los

lleven a sus hogares como

idealismo subjetivo (dentro de la

conciencia del sujeto), logrando

establecer un proceso dialéctico

ente docentes, directivos, y

supervisores, quienes conforman

la micro organización del sistema

educativo en cada contexto.

Contradictoriamente,

(Continúa en la página 59)

Page 59: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 59

Página 59 GERENTIA

mientras que el objetivo de la

gestión educativa nacional es la

transformación política para

asegurar el alcance de metas del

plan rector, las instituciones

educativas marchan en sentido

contrario guiados por el

hipermodernismo, que implica un

cambio de organización social,

de costumbres y hábitos donde

los valores individuales tienden

más hacia la introspección, la

preocupación por el “self” y la

producción del placer

(Lipovetsky :1983). De seguir

este camino, la alteridad se

vestirá de utopía.

Por consiguiente, el

sueño de instituciones como

espacios para afrontar la realidad

y plantear otra forma de ver la

educación, el tiempo académico,

las actividades y las relaciones

sociales e interpersonales,

mediante las cuales se pueden

vivenciar intercambios

académicos y sociales que

induzcan a la solidaridad, la

colaboración, la experimentación

compartida, la búsqueda, la

crítica y la creación, quedarán en

letra muerta.

En tal sentido, el Ministerio

de Educación (1997) presentó

un documento en el cual

reconoce que la situación de

deterioro de la educación

(Viene de la página 58)

venezolana responde, entre otros

factores, a la poca autonomía de

las instituciones, a su limitada

capacidad para auto renovarse y

a la carencia de una fuerza social

que exija, promueva y contribuya

a esta renovación. Los

planteamientos anteriores no solo

se observan en nuestro país, sino

que han sido objeto de análisis a

través del Proyecto Regional de

Educación para América Latina y

el Caribe (PRELAC), quienes en

la introducción del documento

señalan:

“El panorama actual de empobrecimiento, fragmentación y exclusión social de la región, reclama políticas públicas orientadas a superar las causas que generan desigualdades, entre ellas políticas educacionales que aseguren, a todas las personas, aprendizaje de calidad a lo largo de su vida”. (UPEL-IPB: 2006) .

Estas líneas expresan

que, entre los años 1980 al

2000, se elaboró el Primer

Proyecto Educación para

América Latina y el Caribe

(PROMEDLAC), el cual

contribuyó a ampliar la cobertura

de los sistemas educativos,

reduciendo el analfabetismo e

introduciendo reformas para

mejorar la calidad.

A ello se sumaron los

esfuerzos desplegados, y, a partir

del año 1990, los miembros de

todos los países del mundo,

reunidos en la Conferencia

Mundial “Educación para Todos”,

realizada en Jomtien (Tailandia,

del 5 a 9 de marzo de 1990),

cuyos acuerdos se reflejan

posteriormente en el “Foro

Mundial de Educación para

Todos”, celebrado en Dakar

(Senegal- África 2000). Es en la

última reunión de este proyecto

realizada en Cochabamba,

Bolivia, Marzo de 2001, cuando

declaran, una vez más, el

derecho de todos a una

educación de calidad, objetivo

fundamental del Marco de Acción

en el Foro Mundial y Regional de

Educación para Todos.

Cabe destacar, que en la

reunión efectuada en Bolivia

2001, los ministros de educación

de la región se comprometieron a

adoptar dichos marcos de acción,

en el desarrollo de las políticas

públicas de los países, para

lograr, antes del año 2015, un

salto cualitativo en el nivel

educacional de la región. Con tal

propósito solicitaron ante la

UNESCO que juntos, todos los

países, prepararan su Nuevo

Proyecto Regional para dar

cumplimiento a esta meta dentro

de los próximos quince años.

Este nuevo proyecto es

denominado: Proyecto Regional

de Educación para Latinoamérica

y el Caribe (PRELAC).

Sin embargo, los medios

(Continúa en la página 60)

Page 60: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 60

de comunicación señalan que la

cruda realidad es que ninguno de

estos objetivos se ha cumplido,

que su aplicación se ha aplazado

y que no se ve ningún

movimiento internacional que

permita suponer que se van a

poder cumplir en los plazos

fijados.

En el contexto regional se

evidencian los factores

analizados por PRELAC, tales

como la situación de pobreza; los

efectos de la globalización; el

crecimiento de la productividad,

el cual depende cada vez menos

del empleo masivo, tal como lo

demuestran con la siguiente cifra:

“7 de cada 10 empleos creados

en zonas urbanas, pertenecen al

sector informal de la economía,

esta situación es mayormente

representada por la juventud

carente de preparación

académica”. (UPEL-IPB: 2006,

p.3)

Lógicamente en las cifras

anteriores se evidencia la

influencia del grado de

preparación académica en el

desarrollo de las personas a nivel

laboral. El trabajo es

fundamental, puesto que otorga

sentido de vida y favorece la

integración a la comunidad y a la

sociedad. Otro factor de deterioro

es el impacto de los medios de

comunicación y la capacidad de

dichos medios para intervenir en

(Viene de la página 59)

todas las áreas públicas y

privadas. Estos, han modificado

tanto los patrones de consumo,

como los valores e identidad de

las personas, (hipermodernismo),

la progresión de la violencia y el

incremento de los conflictos que

se reflejan en los centros

educativos donde se está

produciendo un aumento

progresivo de tensión y violencia.

Desde esta perspectiva, es

necesario impulsar una nueva

visión estratégica que englobe el

sentido de la educación, en un

mundo cada vez más plural y

cambiante. (UPEL-IPB, 2006). Es

importante señalar que el

proyecto PRELAC considera que,

a pesar de los enormes esfuerzos

desarrollados en los últimos

veinte años en el Marco del

Proyecto de Educación, en la

difusión de programas, en la

reforma educativa y los cambios

implantados para mejorar la

calidad educativa en la región, se

muestra, en informaciones

recientes, que existe un conjunto

importante de aspectos

pendientes.

Retomando las ideas del

proyecto PRELAC, el mismo

establece sus líneas de acción a

través de lo que denominan:

“Focos Estratégicos” y los

conceptualiza de la siguiente

manera:

Los focos estratégicos son

las áreas donde los países y

la región han de canalizar

sus esfuerzos, para el logro

de la finalidad del proyecto y

de las metas establecidas en

el marco de acción de

“Educación para Todos”,

estos focos habrían de

concentrarse en programas

prioritarios de acción

nacional y regional. (UPEL-

IPB 2006).

Por consiguiente, se

asumen, por el grado de

importancia, los postulados del

segundo foco denominado “Los

docentes y el fortalecimiento de

su protagonismo en el cambio

educativo para que respondan a

las necesidades de aprendizaje

de los discípulos”, el cual consiste

en reconocer socialmente la

función educativa, y valorar su

aporte a la transformación de los

sistemas. Para que los docentes

dispongan de entusiasmo y del

compromiso requerido en sus

nuevas tareas es necesario que

se preste la debida atención a la

salud laboral y al estado

emocional en el cual se

encuentran.

(Continúa en la página 61)

Page 61: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 61

Página 61 GERENTIA

De igual modo, hay que

considerar a los docentes como

sujetos y diseñadores de

propuestas educativas

integradoras y no como meros

ejecutores de ellas, como

profesionales reflexivos

autónomos, creativos y

comprometidos con el cambio

educativo, con competencias

suficientes para desarrollar el

aprendizaje informal y a distancia

y para relacionarse

productivamente con otras

modalidades educativas

desvinculadas hoy de la escuela.

De igual importancia, el

tercer foco denominado “La

cultura de las escuelas para que

ésta se convierta en

comunidades de aprendizaje y

participación” plantea, entre sus

postulados, que el cambio de la

cultura de las escuelas requiere

considerar los siguientes

aspectos:

- Un nuevo marco

organizativo y normativo que

promueva una mayor y real

autonomía en la toma de

decisiones pedagógicas, y de

gestión que facilite la

colaboración entre los miembros

de la comunidad y la conexión

con otras escuelas e instancias

de aprendizaje.

- Fortalecimiento de

colectivos docentes, articulados

en el desarrollo de proyectos

educativos y en torno a espacios

de formación y de revisión de su

práctica educativa. Es

fundamental el trabajo colectivo y

comprometido de los docentes y

(Viene de la página 60)

directivos, en el cambio

educativo, y un liderazgo

compartido. Para ello es

fundamental formar a los

directores de las instituciones

educativas, de modo que

desarrollen las capacidades

necesarias para dar sentido y

cohesión a la acción del equipo

docente, facilitar los procesos de

gestión y lograr un clima

institucional armónico, el cual es

propicio al desarrollo de las

emociones y las relaciones

interpersonales que favorezca el

aprendizaje de alumnos, docente

y familias.

El cuarto foco, “La gestión

y flexibilización de los sistemas

educativos, para ofrecer

oportunidades de aprendizaje

efectivo a lo largo de la vida”,

exige transformar profundamente

la organización y normativa de los

actuales sistemas educativos.

Además, exige la revisión del

modelo de gestión vertical,

basado en una división entre

aquellos que diseñan y planifican

y los que ejecutan, el cual no es

el más adecuado para lograr los

cambios en las actitudes y

prácticas educativas. Esto

significa que los seres humanos

se motivan y trabajan mejor

cuando tienen la posibilidad de

tomar decisiones respecto a las

acciones que tienen que realizar

y cuando se sienten

comprometidos con los

resultados.

Sobre la base de los

planteamientos anteriores, se

puede concluir que la misión del

sistema educativo está

enmarcada en la concepción

dedicada a prestar servicios

públicos de calidad,

comprometida también a

responder a necesidades y

expectativas de la comunidad,

proponiendo retos constantes,

estimulando el trabajo en equipo,

brindando afecto, respeto y buen

trato, de manera que se

evidencien los valores, entre los

cuales deben predominar los

siguientes: honestidad, amistad,

responsabilidad, solidaridad,

productividad, tolerancia, lo que

dará como resultado un cambio

positivo y de transformación

nacional.

Como alternativa de

cambio, se pueden aplicar los

postulados del Desarrollo

Organizacional, mediante los

cuales se permite fomentar los

valores que, con el tiempo,

conduzcan a establecer la cultura

de calidad dentro de las

organizaciones educativas,

orientadas a mejorar los procesos

de resolución de problemas y de

renovación, a la preservación de

la paz y a crear normas de

convivencia a través de una

administración más colaboradora

y efectiva con la asistencia de un

agente de cambio, o catalizador,

y con el uso de teorías y la

tecnología pertinente a la ciencia

del comportamiento humano.

Promover cambios e

innovaciones en la instituciones

educativas, posibilitará la

(Continúa en la página 62)

Page 62: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 62

reflexión compartida sobre la propia

práctica docente y el trabajo

colaborativo del profesorado,

dirigido a alcanzar los parámetros

de calidad educativa, en constante

relación con los valores éticos y

morales de la institución y

comunidad, que permitan

redimensionar la realidad social

educativa.

Autores como Martínez

(1999), caracterizan la realidad

social educativa, enmarcada en el

período post-modernista, donde las

diversas orientaciones

epistemológicas tales como la

fenomenología y el post-

positivismo, permiten dar forma al

conocimiento, desde la aplicabilidad

de diversos métodos que

produzcan cambios en el estado del

arte. Por ejemplo; el apoyo del

método fenomenológico, permitirá

una visión intelectual basada en la

intuición; esto consiste en tomar

como punto de partida para las

investigaciones sociales a los actos

de conciencia, las vivencias y el

análisis de las estructuras.

En tal sentido, el enfoque

fenomenológico se concibe como

producto del conocimiento, de las

interpretaciones y de los

simbolismos socioculturales a

través de los cuales los actores de

un determinado grupo social,

abordan la realidad (humana y

social). También se puede abarcar

la problemática desde el enfoque

socio historicista, el cual coincide

con el fenomenológico ya que

ambos buscan la comprensión de

los hechos mediante métodos

cualitativos que le proporcionan

(Viene de la página 61)

mayor nivel de comprensión de las

acciones y estilos de pensamiento

de las personas. Estos “Estilos de

Pensamiento”, señalados por

Padrón J. (1998) como “Cuerpos”,

son aplicables al complejo campo

socioeducativo donde se precisa de

soluciones más acordes con la

realidad de los problemas a

investigar.

A la luz de ideas, los Cuerpos

Filosóficos y Culturales, definidos

por el autor antes señalado como

un sistema constituido por

subsistemas de valores, de normas

y presuposiciones, definen patrones

que están en la base de los

objetivos y metas y filtran los

intereses tanto de las

organizaciones como de las

personas, siendo esta su principal

implicación axiológica. Estos

enfoques permiten abordar los

Estilos de Pensamiento.

En segundo lugar, se

encuentran los Cuerpos

Informacionales, ya que tanto las

organizaciones como los individuos

tienen y desarrollan un cierto

campo de conocimientos que

constituyen su especialidad, siendo

este aspecto, un factor delimitante

que se genera en un contexto

específico, lo cual es aplicable a

toda comunidad, considerado por

Martínez (1991), como “unidad

cuyas relaciones están reguladas

por las costumbres y ciertos

deberes y derechos recíprocos”

Como última categoría se

encuentran los Cuerpos

Procedimentales, evidenciados

tanto en las organizaciones como

en las personas que privilegian

ciertas tecnologías de acción.

Esto se refiere al manejo de

instrumentos y equipos, al

dominio de rutinas de desempeño

y al control de ciertos procesos.

Estos cuerpos son elaborados

por el propio sujeto a través de la

interacción con los demás. Ante

la situación señalada, varios

pensadores venezolanos se han

pronunciado en relación con la

necesidad imperativa de un

cambio educativo en el país.

Almea (citado por Ministerio de

Educación 1997), sustenta:

“Ninguna educación puede ser

posible hoy si no está centrada

en la noción de valor, ella pasa a

constituir la plataforma

fundamental de todo sistema

educativo”.

De igual manera, Almea

sostiene que el sistema educativo

debe jugar un plan trascendente

en la transmisión de valores. En

este orden de ideas, De Viana,

(Ministerio de Educación : 1997),

plantea el problema de la ética y

la política en nuestro país,

expresa que más que el rescate

de los valores, el desafío de la

sociedad venezolana es crear las

posibilidades de que existan esos

valores y convivencias en la

conciencia de los individuos.

El análisis de la realidad

social es un paradigma

hermenéutico según el cual el

(Continúa en la página 63)

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Página 63

Página 63 GERENTIA

investigador debe contemplar el

mundo a través de los ojos del

actor. Epistémicamente, se

considera el conocimiento como

producto de la actividad humana,

por lo tanto, no se descubre, se

produce en interacción cultural, en

la vida diaria e influida por los

valores del contexto social; esta

interpretación es circunstancial y

debe ser establecida en cada

momento.

En conclusión, es

necesario que las organizaciones

educativas desarrollen, para su

funcionamiento, un sistema

orgánico de convivencia, pues, ello

permite, a juicio de Chiavenato

(1995), una concientización social

de los participantes y una

transformación de las

organizaciones en entes

colectivamente conscientes de su

destino. Un sistema caracterizado

por: Hacer énfasis en la relación

inter e intra-grupal, en la confianza

y creencia recíproca, en la

interdependencia y la

responsabilidad compartida, donde

se busque la solución a los

conflictos a través de la

negociación. (Villegas: 2001)

La existencia de un sistema

orgánico de convivencia debe

implicar, en todo caso, el desarrollo

de un nuevo clima organizacional

en el cual las personas vivan y se

desarrollen. Es decir, un nuevo

método de interactuar en la

(Viene de la página 62)

organización. Así, toda organización educativa debe poseer la

capacidad innovadora, esto es la adaptabilidad, en cuanto a la

necesidad de ser flexible para poder lograr pertinencia e integrar

nuevas actividades, y ser receptiva hacia las ideas innovadoras que

provengan de adentro o de afuera de la institución.

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(Viene de la página 63)

Page 65: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 65

Página 65 GERENTIA

La conferencia denominada “Educación y trabajo: crisis de simultaneidades”, presentada por el Dr.

Rolando Smith, se fundamentó en aspectos esenciales que existen en la relación entre educación y trabajo.

Dentro de esta temática se resaltó la importancia que tiene la educación, específicamente la Educación

Superior, en la formación de los profesionales que requiere el país para lograr el desarrollo social. Por ello, en

su discurso, resaltó la importancia del papel fundamental que juega la educación superior en la formación del

talento humano que requiere el progreso y desarrollo de la nación. Asimismo, a lo largo de su explicación,

hizo especial énfasis en la necesidad de establecer un real acercamiento Universidad – Sector Productivo en

el país.

El autor plantea el concepto de trabajo como mediador orgánico y sistémico entre la sociedad y el

Estado, cuyo contenido dimensiona factores como el empleo, la seguridad social, los salarios, la participación

ciudadana. Considera cuatro etapas significativas; éstas son: el proceso de sustitución de importaciones, la

crisis del modelo de acumulación, la apertura privatizadora y el desarrollo endógeno, analizadas a la luz del

rol del Estado como agente regulador del bienestar social y las relaciones implícitas.

Los procesos de cambio en América Latina, relacionados con los problemas del desarrollo y la acción

del Estado, conforman una lógica de articulación inserta en procesos globales que redefinen la sociedad por la

acción transformadora del trabajo. Es así como se produce un cambio de paradigma, traducido en nuevas

visiones y acciones, orientadas a trascender la producción en masa, la producción intensa de energía y

materia prima, las organizaciones piramidales fragmentadas y la interpretación del personal como costo, para

concluir con posturas que entienden la producción flexible y adaptable, orientada hacia el conocimiento, la

organización en redes y la consideración del trabajador como capital humano y socio técnico.

Para ser más explícito, el ponente señaló que América Latina presenta cambios estructurales y

laborales en sus economías y mercados de trabajo, lo que redimensiona el rol de los actores sociales. El

esquema de producción basado en la división del trabajo está en crisis, entre ellos los sistemas jerárquicos

organizacionales, el control de las personas y sus ritmos de trabajo, así como la toma de decisiones en

situaciones racionalmente previstas. Esta crisis es consecuencia de los nuevos sistemas de producción que

llevan consigo una tecnología administrativa de gestión fundada en la competitividad, la productividad y la

calidad.

Los ejes de cambio transitan de un paradigma centralizado a uno más descentralizado, de

organizaciones jerárquicas, rígidas, de canales verticales y fronteras cerradas hacia la conformación de redes

flexibles, comunicación multidireccional, interacción con el exterior y el rescate de la gente competente, entre

otros; lo que se traduce en pasar de un perspectiva excluyente, individual y desigual a la formación de redes

solidarias, interactivas, a valoran las diferencias y las iniciativas, con mallas locales donde el sujeto se

(Continúa en la página 66)

EDUCACIÓN Y TRABAJO: CRISIS DE

SIMULTANEIDADES

Conferencista:

Dr. Edgar Rolando Smith

Universidad de Carabobo

Page 66: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 66

considera participante. El Estado

requiere redefinir su función

como garante del desarrollo,

enfatizando en los criterios

sociales de su acción y su

concepción, sobre la base de la

justicia social, el desarrollo

sustentable y la inclusión social;

esto requiere acciones solidarias

y un nuevo entendimiento de la

división del trabajo.

Actualmente existen

modelos de producción centrados

en las modalidades justo a

tiempo, control de calidad,

automatización, entre otros; lo

importante es la consideración

del hombre en el proceso de

producción, su autorrealización

como constructor de sociedades.

Por ello hay que rescatar los

modelos que así lo promocionen.

América Latina está favorecida

con los cambios en la naturaleza

del trabajo, la liberación central,

los nuevos sistemas de

exportación, aunque,

desafortunadamente, en

Venezuela, quizás estos

esquemas sean confusos en

cuanto a desarrollo social,

tecnológico y productivo se

refiere.

En tanto el trabajo

dignifica e incluye al hombre

socialmente en el desarrollo de

su entorno, el Estado debe velar

por las condiciones de este

último, considerando su

intrínseca motivación para

insertarse en el mundo

(Viene de la página 65)

productivo y contribuir al

desarrollo social y familiar, no

aupar las formas de violencia,

supresoras del desarrollo humano

que puedan gestarse en las

organizaciones o desde las

políticas del Estado, porque el

ideal refiere una sociedad

solidaria, donde todos tengan la

oportunidad de participar y

autorrealizarse mediante el

ejercicio del valor denominado

trabajo.

En este sentido, es un

hecho innegable que los

educadores de este siglo deben

manejar los conceptos de

educación y de aprendizaje de

manera totalmente innovadora,

pues se requiere de un estudiante

que avance en la adquisición y

descubrimiento del conocimiento

de una forma progresiva y de

acuerdo con sus posibilidades

individuales, con lo cual asistimos

a una necesidad imperante como

lo es el acercamiento del sector

educativo hacia el sector

productivo, en cuanto al aspecto

vinculado con el ámbito laboral

que reflejaría las carencias,

necesidades e intereses de

ambos sectores.

Ante esta situación, el

conferencista manifestó que es la

Educación Superior, a través de

la universidades, quien tiene un

sitio privilegiado para contribuir

con los sectores productivos del

país, por las siguientes razones:

las universidades son una

apertura a la dimensión

económica, por sus costos bajos

para los estudiantes, pueden

llevar sus ofertas educativas a

cualquier campo laboral que lo

amerite o necesite, son una

opción en cada lugar en la cual

están asentadas, no existen en

ellas, para ingresar, trabas de

sexo, edad, religión; es decir, su

papel fundamental, como es la

formación y preparación del

talento humano, es

indiscutiblemente el más idóneo

para responder al progreso y

desarrollo del país.

Por otro lado, además, el

Dr. Smith fue enfático al señalar

que las universidades están

obligadas a no ser excluyentes, a

comprometerse con la sociedad

para lograr un país justo,

equilibrado, preparar a hombres y

mujeres de manera integral,

donde lo espiritual sea tomado en

cuenta, ser puertas abiertas a la

cooperación, interrelación e

intercambio en beneficio mutuo

del sector educativo y del sector

laboral en pro de un interés

común, incluyendo los caminos

para alcanzar la paz.

De igual modo, en el

desarrollo de su agenda, disertó

sobre la organización científica

del trabajo basada en la

simultaneidad característica del

pensamiento Taylor-Fordista,

concepción positivista que aún

(Continúa en la página 67)

Page 67: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Página 67 GERENTIA

predomina en la mayoría de

economías desarrolladas a nivel

mundial, destacando en su

alocución, una serie de anécdotas

que sirvieron de complemento a su

disertación.

En otro orden de ideas, al

final del encuentro se le formularon

algunas interrogantes. Se le solicitó

su punto de vista sobre el concepto

de paz, para lo cual el ponente

respondió: “La paz debe verse

como un instrumento estético en la

sociedad, es por ello que es

necesario una integración del

mundo material y el mundo

espiritual ” “El único camino para

alcanzar la paz es reducir la

exclusión, el desempleo, la pobreza,

la desigualdad social”.

La conferencia presentada

por el ponente, constituye un aporte

relevante, trascendental para el

autodesarrollo del hombre, quien,

mediante el trabajo, se inserta

activa y productivamente en la

sociedad, se autoconstruye como

sujeto social y consolida la

gratificación de poder contribuir con

la sociedad; es a través del trabajo

como el sujeto se siente inmerso en

el mundo social y se dignifica.

En tal sentido, es necesario

hurgar en los modelos actuales, los

paradigmas que los generan y la

perspectiva dominante en cuanto a

la división del trabajo, su

concepción y devenir, sobre todo en

América Latina; razón que permite

valorar el aporte teórico presentado

(Viene de la página 66) por el Dr. Edgar R. Smith, cuando

plantea el tema como un hecho

social generador de riqueza social,

con consecuencias naturales y

deseables como lo son la calidad

de vida, el bienestar social y la

construcción de identidades.

Page 68: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Educación para los Valores Humanos

Teorizar sobre el espíritu humano es especialmente complejo desde la perspectiva científica-humanística, por

cuanto necesariamente implica determinar previamente las aristas de reflexión y análisis, lo que en todo caso

siempre se ubicará en el punto “convenientemente admitido” como entidad inmaterial o intangible; ello implica

por ejemplo: la arista filosófica que contiene lo ideológico, lo teológico y otras influencias que delimitan lo

doctrinario, resultante de la verdad admitida por el sujeto y su comunidad social como fuente y razón de vida

diferente a lo corpóreo, como el alma, el espíritu, la consciencia, el ego y otros calificativos que adjetivan entes

de carácter inmaterial en cuanto a su explicación individual y gregaria.

Otra arista, por ejemplo, puede ser abordada desde la psicología, en la cual el espíritu está en el ámbito de la

mente como entidad psíquica manifestada en el contexto del sistema nervioso y demás procesos intelectuales,

sentimentales y afectivos que determinan taxativamente la conducta individual y social del hombre.

Así mismo, se pudieran focalizar aristas múltiples que siempre darían explicación a los fenómenos del

comportamiento humano individual y colectivo, como los aspectos sociológicos e históricos, propios de cada

grupo humano y la marca o impronta cultural que imprime al sujeto las formas específicas de vida en comunidad.

De allí que tales entes, sobrevienen con facilidad a lo meta-físico, trascendiendo a lo corporal la existencia del

sujeto y sus afines; además, fundamentando la comprensión, el equilibrio de un sistema de vida, la convivencia,

y, en consecuencia, la relativa paz interna y externa del sujeto y los miembros de un cuerpo social sin conflictos

trascendentes.

En consecuencia, la paz y el conflicto son derivados de las actitudes individuales y gregarias de naturaleza

humana, la convivencia y los valores convergen en el marco de la complejidad del “SER”, implica socialidad, es

decir, es la máxima manifestación sociológica de la actividad del hombre como centro y sujeto social. Con-vivir,

vivir-con, (el otro) es un complejo anhelo humano manifestado como arte sociológico de vida con el entorno

social compartido o no, incluso desde antes del nacimiento del sujeto; siempre ha parecido fácil teorizar al

respecto, pero complejo de practicar y convertirlo en cotidiana actitud individual y colectiva, en la cual la acción

individual, familiar y las implicaciones sociales determinan la filosofía de vida.

De allí que al abordar este tema se debe centrar la atención en el liderazgo, el modelaje, el moldeo y en

suma, otras acciones pedagógicas y andragógicas contemporáneas emergentes espontáneamente del proceso

evolutivo del hombre posmoderno e hipermoderno para imprimir fortalezas al “YO y al “NOSOTROS” desde el

inicio de vida hasta los conflictos generacionales en donde la comprensión mutua permite la superación de

escollos tendentes a concretar acciones conducentes a la convivencia individual y gregaria y alcanzar niveles de

paz anhelados por la sociedad global.

Por ello, se debe hablar entonces en términos de “CO-EXISTENCIA”, lo que garantiza la existencia del ser

social mediante la fundamentación e implantación de un cuerpo normativo fundamental y universal que regula el

binomio “DERECHOS- DEBERES” humanos, de cuyo equilibrio sintagmático existencial dependerá el

“CON-VIVIR” con el otro para un fin pacífico también universal.

Especial mención tiene el espíritu y propósito comunicacional que el maestro debe ejercer, lo que es un

(Continúa en la página 69)

VALORES DEL ESPÍRITU: SIGNIFICADOS

PARA LA CONVIVENCIA

Y EL DESARROLLO DE LA HUMANIDAD.

Conferencista

Dr. Jon Aizpúrua

Universidad Central de Venezuela

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Página 69 GERENTIA

pilar didáctico fundamental para el

proceso pedagógico, por cuanto

una comunicación no impositiva

para comprender y convivir puede

contribuir a una activa y optimista

respuesta de paz sin ignorar la

realidad; habidas cuentas que los

factores disponibles como el

sujeto, la escuela y la sociedad

son fundamentales actores de

identidad con una pedagogía de

la tolerancia y el supuesto fin de

la educación: capacidad individual

y social para aprender durante

toda la vida. De allí que el

maestro debe “reaprender” e

instruir con el propósito de

superar las condiciones de

conflicto sustentándose en una

comunicación para el

fortalecimiento de la paz y la sana

convivencia consigo y con los

demás.

De acuerdo con lo que

expresó el conferencista, vivir en

convivencia y paz implica

desarrollar una adecuada

comunicación en términos de

propiciar la armonía, la tolerancia,

y por el contrario, evitar el

sarcasmo y frases humillantes,

las cuales lejos de beneficiar la

vida humana, lesiona las

relaciones y se orienta la

destrucción de la avenencia. De

ahí que debemos cuidar las

expresiones, por la razón

fundamental de evitar agredir aún

sin darnos cuenta.

En el mismo orden, al

(Viene de la página 68) proseguir el conferencista, refirió

algunas frases motivos para la

reflexión, alusivas al

reaprendizaje de la Convivencia,

dada la importancia del proceso

comunicacional entre los seres

humanos, de donde se extrae que

resulta más fácil hablar de ésta

que practicarla y la gente que

hace ruido cuando pregona lo que

hace, no permite oír lo que

realmente quiere decir.

Señaló que “hablar de

convivencia y de los valores que

con ella concurren, es

extremadamente complejo”, y

seguidamente agregó “la

convivencia o el hecho de

convivir, implica en primer

término, partir de una premisa y

es que los seres humanos somos

seres sociales que no podemos

vivir en soledad”.

El conferencista define el

término convivir como “Vivir con,

vivir con el otro y con los otros.

Constituye una tarea de

aprendizaje en la vida y luego en

ciertas etapas de nuestra

existencia, de reaprendizaje”.

El ponente expresa que

es más fácil hablar de convivencia

que traducirla en una praxis

cotidiana. Es muy difícil llevar a la

práctica mucho de lo que solemos

decir y ahí está el arte de

conjugar lo que pensamos, lo que

teorizamos con lo que hacemos.

Para enfatizar lo antes señalado,

mencionó una anécdota en la que

una persona le dice a su

interlocutor lo siguiente: “El

problema es que el ruido de lo

que haces, no me permite

escuchar lo que dices”, es decir,

que hay una distancia, hay una

disonancia entre lo que esa

persona hace en su vida real y lo

que suele a veces decir o

predicar.

Continúa expresando que

en el grado evolutivo del homo

sapiens, el nivel de coexistencia,

esa relación se torna en una

demanda superior, un factor de

conciencia que obliga al ser

humano a entender que si él

quiere existir, sólo le garantiza

eso, que coexista con los demás

y esa relación de existencia y

coexistencia empieza a

establecer, en primer lugar, unos

límites y normas basados en una

ecuación entre derechos y

deberes. Los deberes que yo

cumplo son los derechos del otro.

Los deberes del otro, son mis

derechos. Si yo no respeto sus

derechos, yo no puedo aspirar a

que sean respetados los míos.

Por eso, deberes y derechos,

forman el eje fundamental de la

relación hombre, ser humano y

sociedad.

También hizo referencia a

otra conferencia, “La Fraternidad

Humana”, donde señala que en el

amor a la humanidad se concibe

el ser humano como ser social,

porque el ser humano, en la

medida en que existe, también

coexiste y sólo tiene su existencia

de verdadera realidad en la

medida que intercambia ideas,

(Continúa en la página 70)

Página

Page 70: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Educación para los Valores Humanos

Página 70 GERENTIA

Página 70 GERENTIA

conocimientos, experiencias,

creencias y sensaciones.

De igual manera va

explicando que el proceso de

convivencia, desde el aprendizaje

y reaprendizaje, parte desde el

nacimiento hasta la adultez, y así

va presentando el proceso de

socialización y con él, los

conflictos generacionales,

resultando la etapa de la

adolescencia la más difícil de la

convivencia, porque es en ella

que sufre muchas dificultades

biológicas, y psicológicas y donde

la imagen del maestro y los

padres pierden jerarquía, en su

lugar, estas imágenes son

sustituidas por amigos y grupos.

Otros temas tratados

fueron el conflicto generacional,

los elementos básicos del

reaprendizaje de la convivencia y

cómo operacionalizarla, el poder

comunicacional y el valor del

símbolo, la agresividad, las

palabras mágicas, el medio

ambiente y la inteligencia

ecológica, la comunicación, el

aprendizaje y el reaprendizaje y

finalmente el perdón y el olvido.

Continua su alocución

señalando la fraternidad humana

como ser social, amar la

humanidad es una abstracción

para algunos, ya que no podemos

amar a la humanidad si no se

ama a la gente, la otredad existe

y coexiste en la medida en que se

intercambie con los demás, como

(Viene de la página 69)

proceso filogenético de la

evolución. “La conciencia

garantiza la coexistencia con

límites y normas, siendo esta la

ecuación entre derechos y

deberes”, eje fundamental

hombre-ser humano –sociedad.

Más adelante, el discurso

hace referencia a los hogares

desfasados de mensajes, y la

necesidad de una “Convivencia

generacional” donde se busca la

comprensión mutua que preserve

la sociedad. Para ello se hace

necesario la operacionalización

de elementos básicos para

reorientar la convivencia, esto

permitirá el conocimiento del

“otro” con diversas funciones que

permita superar la distorsión o

ruido comunicacional, que corrija

el sarcasmo en busca de una

cultura de tolerancia, re -aprender

en base al amor.

Partiendo de la premisa

que nos define como “seres

sociales”, se vislumbra la

importancia de la convivencia

como elemento que resalta la

necesidad de respeto al otro,

principalmente en este tiempo

cargado de desafíos y de

violencia, en el cual se hace

imperioso trascender del conflicto

a la convivencia pacífica, para

suscitar un ambiente de confianza

en el día a día.

Pasar del conflicto a la

convivencia exige que se cumplan

varios factores en la vida el

hombre, entre ellos, lograr

conciencia para coexistir y

comportamientos de aprendizaje

y desaprendizaje. Este proceso

puede ser operacionalizado y

sistematizado en términos

concretos a partir de algunos

pasos, entre los cuales resaltan:

el factor comunicacional para

tratar de lograr una verdadera y

buena comunicación, la

necesidad de reconocimiento del

otro como ser igual a uno mismo,

la tolerancia para superar la

intolerancia por

fundamentalismos, la cortesía

para superar la agresividad al

hablar, mejorar la relación con el

medio ambiente natural y social

para lograr una relación

convivencia-ecología y el

reconocimiento de que todo parte

del hogar y del propio cambio

personal, ya que todos damos

sólo lo que tenemos.

La educación superior,

entendida como sistema social,

conforma las relaciones entre los

individuos que la organizan y con

la sociedad a través de su cultura.

Se requiere así, una cultura que

mejore la calidad de vida en la

universidad y que promueva el

diálogo desde una relación

alteridad-individualidad,

principalmente en el trato docente

-estudiante, para lograr una

nueva pedagogía del poder,

donde el docente sea realmente

un líder democrático en su

docencia, es decir, que logre en el

aula la empatía y la motivación,

que implante estrategias para

evitar la violencia y cambiar los

principios de autonomía, lo cual

representa el verdadero papel de

la educación universitaria.

Es evidente que la

universidad atraviesa una crisis,

la cual exige una nueva gestión

de la vida social en el recinto

educativo y en sus aulas,

(Continúa en la página 71)

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GERENTIA

Página 71

GERENIA dispuesta a superar sus acciones

caracterizadas por la intolerancia y

la disruptividad, dificultades sociales

que terminan afectando la calidad

del sistema en su conjunto. Esta

nueva visión de la gerencia en el

ámbito educativo requiere

reconocer y superar la realidad que

la circunda para asumir una filosofía

y estrategias donde la convivencia

sea un objetivo formativo en sí

mismo y no una simple vía que

disminuya niveles de conflictividad o

de violencia.

En este sentido, es importante

que el tipo de liderazgo asumido por

la dirección sea democrático,

motivador, orientado a la docencia y

al autocontrol, que responda a la

necesidad de reaprender y que

permita vivir, sobrevivir y convivir en

la vida cotidiana. El establecimiento

de metas u objetivos debe estar

circunscrito al verdadero radio de

acción de la gerencia y del

docente, para poder lograr

resultados eficaces. Se trata,

entonces, de reconocer las

verdaderas necesidades de la

universidad sobre las cuales sus

miembros descubran su sentido y

alcancen su autoconocimiento.

De igual manera, hace falta

que esta gestión se oriente a una

convivencia para la paz, la cual

facilite la solidaridad y el respeto

entre los miembros de la

universidad, principalmente entre

estudiantes y profesores, para

mejorar el proceso de aprendizaje y

como parte del arte de educar. Así,

una convivencia adecuada se

instituye como factor que influye y

hace efectivo el aprendizaje y éste,

percibido como un nuevo saber,

contribuye al fortalecimiento de una

convivencia que dignifique al

(Viene de la página 70) individuo a través de la creación

de espacios de proximidad. Así, la

convivencia tiene que

fundamentarse en la aceptación

de la diversidad entre los

miembros de la institución, donde

el otro sea la alteridad en la cual

nos reconocemos en nuestro día

a día.

Página

Page 72: GERENTIA - investigacionuft.net.ve

Educación para los Valores Humanos

Página 72 GERENTIA

Página 72

El discurso del Dr. Luis Flores se instala en una de las vertientes epistémicas más importantes

desarrolladas por otros conferencistas invitados en estos Estudios Posdoctorales sobre “Convivencia y Cultura

de Paz”, como es la del sustento de la comunicación, o diríamos, de la dialogicidad, como elemento

indispensable en toda tentativa de construcción de un mundo mejor, más tolerante y profusamente respetuoso

del otro.

El Dr. Flores establece una interesante pero básica analogía entre el lenguaje, como elemento intrínseco

del ser humano, y la comunicación en los animales, como elemento intuitivo, sin intención alguna. Detrás de un

acto comunicativo en el hombre, existe una intencionalidad. Es decir, en su acción comunicacional podrán existir

intenciones de asumir la paz, el consenso, la solidaridad o el amor; pero también podrán existir intenciones de

conflicto, intolerancia, irrespeto u odio. Es así como la intencionalidad se convierte en un hecho lingüístico.

En correspondencia con lo expresado por el Conferencista, la comunicación es portadora de un mensaje

y, diríamos nosotros, de un estilo. “No es lo que se dice, sino cómo se dice”. Asimismo, la comunicación se da

en un contexto, bajo una finalidad, y es esto lo complejo del referido acto y su intencionalidad. Es por ello,

pensamos, que la comunicación está más allá de una simple relación emisor-receptor; la misma se nos presenta

como parte de un sistema complejo de sentidos y significados, de elementos culturales e históricos-temporales.

Manifiesta el invitado que si no existe la integración de los elementos involucrados en la comunicación, no

hay convivencia humana. Según él, el valor de la comunicación es genético y esto es válido para la paz y la

convivencia. La comunicación es un elemento consustancial de nuestra naturaleza humana, y un medio para

lograr estadios significativos de felicidad y concordia social e individual. Lo aquí expuesto debe consolidar una

actitud de compromiso por parte de una comunidad lingüística que sepa respetar normas y construir significados

axiológicos entre sus miembros.

En otro momento de su discurso, el Dr. Flores reconstruye el Modelo de Hymes que considera la

importancia del contexto (“act situation”), el rol de los miembros de una comunidad lingüística (“participants”), los

objetivos que se persiguen (“ends”), el mensaje (en forma y contenido), las formas del habla, las normas

(interacción e interpretación) y los géneros. Estas aproximaciones o representaciones teóricas deberán conllevar

la intención de comunicar o transmitir con el propósito de convivir.

El conferencista, dentro de su disertación, manifestó que hablar de lenguaje, no es lenguaje, que hablar

de lenguaje es otro lenguaje, pues hablar de este tema debe tener una razón. Para él, los lingüistas manejan el

lenguaje utilizando o creando estrategias y áreas de trabajo, mientras que el usuario común no necesita de

estos elementos, es el conocimiento quien permite a los individuos manipular el lenguaje según le sea

conveniente. Ante ello, el conferencista enfatiza que el día que encuentre homogeneidad en la lengua, ese día

se estará petrificando el lenguaje.

(Continúa en la página 73)

LA COMUNICACIÓN COMO VALOR O EL VALOR DE LA

COMUNICACIÓN: DOS CONCEPTOS CONCOMITANTES

EN LA CONVIVENCIA

Conferencista:

Dr. Luis Flores G.

UPEL-IPC

A ñ o 1 3 . – N º 1

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GERENTIA Página 73

GERENIA Asimismo, señaló que

teóricos como Shannon, Weber

escribieron acerca de los

procesos de la comunicación;

Hans, estudió la comunicación

desde la expresión vocal.

Gerson, Saussure mostraron

lectura de conceptos, motivo por

el cual, en estudios

sociolingüísticos, se dieron

cuenta de los distintos

escenarios que no utilizaban el

habla como medio de

comunicación, indicativo de la

necesidad de estructurar el

lenguaje en la sociedad, en la

comunidad.

El Dr. Flores, también

expresó que la comunidad es

vista desde los hechos como

eventos necesarios para

compartir, donde se da el uso de

la palabrería o conciencia de

casos, necesidad de compartir

señas, es decir, la comunidad

del habla es una comunidad

idiomática que tiene sentido por

el acontecer expresado en su

lenguaje. A su vez, cuando se

está en una comunidad de

habla, la permisividad que surge,

es un valor.

Además de lo

anteriormente abordado, el

conferencista enunció que en

sociolingüística existen una serie

de aspectos a considerar para

(Viene de la página 72) que funcione una comunicación,

entre ellos:

- El mensaje, se refiere a

qué y cómo se dice, es decir, no

es simple o no hay simpleza en lo

que se dice.

- El contexto, en entornos

físico o psicológico, es necesario

autorregularlo.

- La finalidad de la

comunicación es intencional y

depende de la necesidad de

hablar por hablar o de hablar por

algún interés, es decir, el discurso

tiene una intención.

- La instrumentalidad,

referida a los medios de

demostrar cosas, a todas las

formas de hablar, dialectos,

jergas, modismos que se

comparten, sea en medio escrito u

oral.

-Normas de interpretación,

representadas en gestos,

géneros, modos de hablar en

algo.

- Claves, interviene el

lenguaje corporal, proxémico, de

señas, cambios en tonos de voz,

el contexto.

- Gestos, manifestaciones

naturales, espontáneas,

estudiadas, practicadas y hasta

premeditadas, a veces correctas,

otras veces erróneas.

- Géneros, como modos de

hablar u órdenes del discurso, por

ejemplo una narración, un rap.

El Dr. Flores se refirió al

proceso de convivencia,

señalando varias premisas: no

puede haber paz al mismo nivel

que antes, del valor de la

comunicación emerge el valor de

la identidad, la palabra respeto

define mis derechos que terminan

donde comienzan los derechos

del otro, no hay forma de

conseguir algo si usted no ha

dado primero, es necesario

pensar antes de hablar y para que

una comunicación sea fructífera

es necesario cambiar el discurso,

seguir normas de interpretación y

de interacción.

De igual manera, enfatizó la

importancia del contexto donde se

relacionan los seres humanos al

comunicarse, lo cual determina la

convivencia, por cuanto, en las

relaciones propias del hombre,

prevalecen y deben cuidarse,

entre otros elementos, los valores

y las normas; de lo contrario, el

desarrollo de la comunicación se

ve afectado.

Cabe destacar otras ideas

manejadas en el discurso del

conferencista relacionadas con la

calidad de la actitud de emisores

y receptores, los gestos y la

finalidad o intención del acto

comunicativo, siendo espacios de

avenencia, donde es imperante

que prevalezcan la tolerancia, el

(Continúa en la página 74)

Página

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Educación para los Valores Humanos

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respeto, la libertad, la asertividad

y el consenso. Es decir, para la

vida en sociedad, la comunicación

en un clima de paz y convivencia

se concibe como una condición

humana basada en la conjugación

de diversos factores que

interrelacionan situaciones

propias de la coexistencia de los

individuos.

En consecuencia, se

interpretó de esta conferencia

vinculante con la agenda del

Posdoctorado, que los procesos

de carácter social vienen a

constituirse en instrumentos

eficaces de funcionamiento

alternativo que permiten la

adquisición de conductas

favorables para interactuar,

compartir, comunicarse y convivir

como seres racionales.

Significa, entonces, que

mirar al otro para comprenderlo

conlleva una ética de la especie

asociada al acto comunicativo,

como formas emergentes de

compromiso, construido desde la

comprensión del sentido de los

actos textuados y del habla, bajo

una racionalidad dinámica que

estime la comunicación como

formas de manifestarse la

interacción, el diálogo y la

convivencia entre las personas.

La intención comunicacional

pueden direccionarse hacia

(Viene de la página 73) formas que promuevan la paz, la

sana convivencia, la tolerancia y la

solidaridad, pero también puede

converger hacia discursos

violentos, opresores y deslindados

de la consideración del otro como

acompañante, interlocutor o como

el ser con el que compartimos un

destino planetario, nuestra vida en

sociedad.

La amabilidad de la palabra,

acompañada del gesto generoso,

puede revertir situaciones que

eventualmente puedan

considerarse conflictivas o

generadoras de violencia. En este

sentido el discurso del Dr. Flores

nos invita a reflexionar sobre el

valor de la comunicación,

considerada un valor cuando se

direcciona hacia la consolidación

del entendimiento y las relaciones

solidarias. Es en esta

bidireccionalidad valorativa donde

encontramos el sentido de la

palabra que pueda reconfigurar

nuestra intención en el accionar,

para orientarnos hacia nuevas

formas de convivencia dialogal,

acorde con una naturaleza

humana solidaria; estimando que

el acto comunicativo adquiere su

sentido y significado en un

contexto, desde la

multidimensionalidad y

complejidad de las relaciones

humanas.

En tal sentido, el contexto le

confiere un significado particular a

la comunicación, su

intencionalidad va permeada por

los significados creados desde la

subjetividad, para luego

conformar una verdad

intersubjetiva que configure una

realidad social donde todos se

sientan incluidos, inmersos y

valorados. Recordar que el

silencio puede ser cómplice de la

injusticia, cuando callamos y no

manifestamos nuestros sentires y

desafección de las condiciones

que puedan oprimir, excluir o

invisibilizar al otro.

En correspondencia con lo

planteado, se requiere

reconfigurar, en nuestro contexto,

en particular en la familia y en el

aula de clase, los significados y

sentidos que atribuimos al acto

comunicativo, para convertirlo en

formas de acercamiento solidario,

emparentado con la mirada atenta

al otro y otros que construyen con

nosotros nuestro mundo social, a

fin de cofundar una mejor

convivencia.

El valor de la comunicación

es innegable, es genético, es

intencional. Si no se presta

atención a cada uno de los

elementos de la comunicación no

hay convivencia. En el contexto

educativo toma importancia la

comunicación como factor clave

(Continúa en la página 75)

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GERENIA de la convivencia para lograr

procesos pedagógicos

exitosos, implicando no sólo

su carácter instrumental, sino

también su estrecha relación

con la cultura organizacional.

Comunicación y cultura van

de la mano en las acciones de

reconstrucción de los valores

de la sociedad. Tenemos

problemas de conocimiento

del valor, no se enseña el

respeto y, además, la

solidaridad y el poder se

encuentran trastocados, ya no

existen, principalmente en el

contexto educativo, los cuales

pudieran marcar la diferencia

para lograr una mejor

convivencia.

En el aula cobra

importancia asumir una nueva

visión de la comunicación,

donde hablar sobre el

lenguaje debe tener cierta

razón de ser. El docente,

como lingüista, debe crear

estrategias. Las técnicas de

estudio-trabajo requieren ser

utilizadas para aprovechar la

comunicación y orientar su

acción hacia el logro de una

cultura de paz. Partiendo de

que en la comunicación el

mensaje no es sólo lo que se

dice sino como se dice, queda

claro que el contexto es tanto

(Viene de la página 74) físico como psicológico.

De aquí la trascendencia

que tiene para el docente la

intencionalidad al momento de

impartir la clase, orientando el

propósito de la comunicación para

hacer más efectivo el proceso de

enseñanza-aprendizaje.

Dependiendo de lo que el docente

quiera comunicar, debe utilizar

claves para lograr los objetivos de

transmisión y generación de

conocimiento en el aula, a través

del lenguaje corporal, para

enfatizar la importancia de los

conocimientos o temas

estudiados. Queda claro el

alcance de la intencionalidad en

el hecho lingüístico para superar

el antidiálogo educativo y dar

paso a la permisividad y a la

reciprocidad entre los individuos.

Bajo esta concepción, se

considera que la comunicación

debe servir de medio y de

principio que promueva el diálogo

y el intercambio en el aula y en el

recinto educativo, permitiendo

crear una relación de empatía en

un contexto adecuado que facilite

la convivencia y que favorezca el

entendimiento y la comprensión.

Es significativo resaltar que esta

visión de convivencia, desde los

principios de la comunicación,

reafirma la necesidad de plantear

una nueva estructura de valores

en docentes, estudiantes y

personal de la institución

educativa, agregando valor a

cada una de las actividades

desarrolladas y reorientando su

visión de la educación,

rescatando la esencia del hombre

perdida en la actual noción de

desarrollo de la educación y

motivándolo hacia la mejora

continua y el cambio.

Se trata de buscar un cambio

en la cultura organizacional de la

institución educativa que permita

sensibilizar al hombre, más que

estimular su trabajo. Se

considera que la calidad brinde el

medio adecuado para redefinir la

comunicación en el contexto

educativo, debido a su afinidad a

la subjetividad, planteada desde

el análisis de las diferencias

personales que se encuentran

mediadas por la historia y

principalmente por la cultura

educativa en Venezuela.

Finalmente concluyó con los

siguientes términos: O adoptamos

la buena comunicación, como el

valor fundamental para lograr

coexistir en sana convivencia o

pagamos el precio de nuestra

decisión en contrario y nos

hundiremos entonces en la

vorágine de la malsana

contradicción conducente al odio

y a la anarquía. La opción es

nuestra. He dicho.

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Año 11 Nº 1 Periodicidad Semestral

Noviembre 2012

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