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Para siempre, reuniones y despedidas 1996-2000

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Gene Simmons - Kiss and Make Up - Para Siempre - Reuniones y Despedidas

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Para siempre, reuniones y despedidas 1996-2000

La ceremonia de los premios Grammy fue el principio de nuestro intento de regreso. En más o menos un mes Doc decidió reservar el Detroit’s Tiger Stadium para el primer show. Sonaba como la locura máxima para nosotros. La manera segura hubiera sido probar nuestra actuación en un mercado más pequeño, un lugar como Dothan, Alabama, donde pudiéramos ajustar la actuación y los problemas en el show no estuvieran sometidos a un escrutinio tan intenso. Pero Doc reservó un estadio de béisbol en Detroit. Para ser honesto, ni siquiera estábamos seguros de agotar las entradas. Las entradas se pusieron a la venta el viernes a la noche. A las seis de la mañana del sábado Doc me llamo a casa para decirme que tenía buenas noticias y malas noticias. Le pedí las malas primero. “Bueno,” dijo, “Ya no nos quedan entradas para vender.” Habíamos agotado las entradas del estadio completo – alrededor de cincuenta mil asientos – en menos de una hora.

Inmediatamente llamé a Peter y se lo conté. Él dijo, “sí, sí,” en una voz que me hizo pensar que estaba medio dormido o que no entendía lo que le estaba diciendo. Pero al final de la conversación, Peter estaba chillando y aullando.

***

Peter estaba tan contento que por un minuto pensé que esta gira iba a ir sobre ruedas. Pero no iba a ser así. Hicimos una sesión de fotos con Barry Levine, que había trabajado con nosotros en 1976, y Ace se quejó de que se estaba alargando demasiado. Aunque tomábamos sesiones de entrenamiento personal muy intensas con pesas y aerobics para prepararnos para los conciertos, a mitad de camino de estas sesiones Ace se detenía. Peter no paraba, pero a cada paso se quejaba de que su entrenador le exigía demasiado. Una vez Ace se me acercó en el estacionamiento de la sala de ensayos y dijo, “Todavía no tengo mi cheque semanal, y si no lo tengo para hoy a las cinco en punto, me voy de la banda.” Él siempre pensaba, y sigue pensando, que la gente intenta engañarlo. Para Ace siempre fue una conspiración para acabar con él.

Ace Frehley, más que cualquier otro en la banda, parece tener una nube negra encima de su cabeza. Él era, y continúa siendo, intrépido en casi todo lo que hace. En cierto modo, es una cualidad que siempre me pareció fascinante, porque yo no la tengo. En lo que yo soy demasiado cauteloso con mi salud, Ace es el extremo opuesto. Él solía beber hasta desmayarse. Consumió suficiente droga para matar a cualquier otro tipo. Él siempre ha sido y sigue siendo impenitente con respecto a todo eso. Nunca le importó el efecto que su comportamiento pudiera tener en algo o alguien: en la banda, en sus relaciones personales o en su salud.

Admito que me quedé perplejo. Si alguien fuera a saltar de un edificio para suicidarse, al menos, él o ella deberían tener una audiencia. Ace, en cambio, prefiere la privacidad, nunca le molestó quedarse inconsciente a solas. De

hecho, parecía entusiasmarle la idea de irse a su habitación a perder el conocimiento. Solía pasar días en su habitación sin salir a tomar aire. Pero a pesar de todo ese comportamiento autodestructivo, Ace es brillante. Solía jugar con pequeños artilugios; él realmente diseñó y construyó su propio lanzacohetes para su guitarra en los primeros días cuando la banda salió de gira por primera vez. Yo estaba en el camarín observando a Ace soldar cables a su guitarra para esto, y cuando se giró para mirarme a mí, vi cómo se soldaba el dedo a la guitarra. Cuando sintió el dolor gritó y alejó la mano, pero parte de la piel de su pulgar se quedó soldada a la guitarra.

Ambos Ace y Peter se las ingeniaron para engañar a la muerte más veces de las puedo contar. Cuando KISS dio el primer show de una de nuestras primeras giras en Florida en los años en que las guitarras todavía estaban conectadas a los amplificadores por fichas (conectores de cableado eléctrico), Ace se electrocutó en el escenario enfrente de la audiencia pero volvió con nosotros en pocos minutos a terminar el show. Peter una vez fue golpeado con una bomba pirotécnica M-80 que fue lanzada hacia el escenario y lo volteó de su banqueta. Tuvo que ser llevado al hospital. Cuando volvió, el show prosiguió. Ace ha sido perseguido por la policía a 160km/h y ha salido caminando de choques relativamente ileso. Él y Peter han estado en varios accidentes terribles y podrían haberse matado. Pero Paul y yo habíamos aguantado mucho a través de los años, y estábamos preparados para lidiar con eso otra vez.

Antes de que las entradas para el Tiger Stadium salieran a la venta en 1996, Doc McGee quería hacer una conferencia de prensa en Nueva York. Y tuvo la idea de hacerla en la Biblioteca Pública de Nueva York, en la Cuarenta y Dos con la Quinta Avenida. Yo entendía su razonamiento – quería un lugar de fácil acceso para toda la prensa nacional – pero yo no quería ese escenario. Las bibliotecas no tenían nada que ver con KISS. En su lugar yo sugerí ir a las Naciones Unidas, que podría representar el alcance mundial de KISS. A Doc le gustó eso, pero no pudo conseguir los permisos. Después recordé que en 1982 Diana Ross había subido al portaviones Intrepid para una conferencia de prensa. Le sugerí a Doc hacer la conferencia en el Intrepid, que está amarrado permanentemente en el Río Hudson, en el lado este de Manhattan. A pesar de que estaba lloviendo, el evento fue un éxito enorme – Connan O’Brian nos presentó, y nos las arreglamos para atraer televisiones y prensa de cincuenta y dos países. Al contestar preguntas me aseguré de que tuviéramos carteles bien grandes con nuestros nombres. Ace pensó que me había vuelto loco. Pensaba que todo el mundo sabía quién era él. Tuve que explicarle que en algunos países la gente ya no tenía ni idea de quiénes eran KISS. Sorprendentemente, en la conferencia de prensa en cuestión, Ace salió airoso. Mejor que eso, de hecho – incluso fue encantador, muy modesto.

Esos momentos de buen comportamiento eran raros. Utilizamos Cobo Hall en Detroit, donde habíamos grabado Alive!, para ensayar para el show en el Tiger

Stadium. Peter, Paul y yo, más el personal de la gira y todos los demás, llegamos y nos instalamos. Mientras desempacábamos alguien vino y me dijo que Ace todavía no había llegado a Detroit. Este era el primer día de ensayo para nuestra gira más grande en casi veinte años, y él no pudo llegar a tiempo. Le reservamos otro vuelo, y perdió ese también. Después reservamos un tercer vuelo, que también perdió. Cuando Ace finalmente entró al ensayo y dijo algo sobre lo difícil que había sido empacar, básicamente le abrí otro agujero en el culo. Le dije que era un perdedor, que esa era su última chance de ponerse de pie. Le dije que debería estar avergonzado de sí mismo, al mantener a toda la banda y el personal esperando. “Si no podés hacer el trabajo, andáte al carajo” le dije.

Ace explotó y me contestó que me fuera yo a la mierda. Y se fue. Cuando ya no estaba, Paul vino a mí y me pidió que suavizara las cosas. “Él te va a escuchar” dijo. Así que me tragué el orgullo, salí y en un tono gentil dije, “Mirá Ace, sea lo que sea que esté pasando en tu vida, le debés a los fans mostrarles que todavía podés ser un dios de la guitarra genial”. Esto le gustó, volvió y empezó a ensayar. Sin embargo, esto no evitó que llegara tarde otras veces.

***

Alrededor de esta misma época, yo quería que se escribiera una biografía de la banda para la gira de reunión, y quería que la hiciera alguien famoso. Intenté conseguir a Stephen King, pero no estaba disponible. Después intenté conseguir a Steven Spielberg, pero tampoco estaba disponible. Luego pensé en Bob Guccione, el editor de Spin. En ese momento, Spin era igual de grande que Rolling Stone. Así que a pesar de que una vez lo habíamos demandado por publicar y distribuir una revista de KISS ilegal y no autorizada en los 70s, me contestó la llamada y charlamos. Estuvo de acuerdo en escribir la biografía, que sería una cosa corta, como un comunicado de prensa. En el transcurso le dije a Guccione sobre la gira reunión y el hecho de que nos estuviéramos juntando otra vez. Quería que nos pusiera en la tapa de Spin. Él pensó que era una buena idea, aunque no estaba seguro de que tuviera que estar la banda entera. Él quería una foto de tapa de mí solo. Mientras hablaba con él, vi una oportunidad más grande, y las ideas empezaron a salir volando de mi boca. Acabé situándolo en un conjunto de cuatro tapas idénticas, ediciones de coleccionista, una tapa para cada uno de nosotros. “Los fans de KISS querrán comprar las cuatro,” le dije.

Cuando salieron las cuatro tapas de Spin, las traje a los ensayos en el Cobo Hall de Detroit, antes de nuestra primera actuación, para mostrarle a Ace y a Peter que yo estaba empujando a la banda, no a mí mismo. Mientras esté vivo, nunca olvidaré la reacción de Ace. Levantó su tapa solista y dijo, “Detesto esta

mierda. Esto apesta. Me voy de la banda.” Y se marchó. Más tarde volvió más calmado y explicó que no le gustaba su foto. Al final del día, iba por ahí preguntándonos si nos parecía que su foto era buena. Posteriormente me enteré de que Guccione había impreso 60 porciento de tapas de Gene Simmons, 25 porciento de tapas de Paul Stanley. El 15 porciento restante se dividió entre Ace y Peter. No fue la impresión equitativa que todo el mundo pensó.

La primera etapa de nuestra gira reunión duró 193 conciertos y se extendió durante dos años. Fue un triunfo en todo sentido. Al final de 1997, estábamos tocando en Nueva Jersey, y Dick Clark, siempre un caballero, nos pidió que recibiéramos el año nuevo. Nos habíamos convertido en la banda en gira número uno. (El número dos era nuestro buen amigo Garth Brooks.) La reacción fue tan tremenda, que para la noche de Fin de Año del Milenio, Dick Clark decidió re-emitir la grabación.

***

Contrastando con los maravillosos sentimientos que se transmitían entre la banda y los fans, los antiguos problemas volvían a resurgir. Uno cree que la gente cambia. Uno espera que cambien. Uno espera que maduren, que aprendan de sus errores. Pero no lo hacen. Ace constantemente preguntaba la cantidad de gente que asistía a los conciertos. Eran conciertos en lugares donde habíamos tocado antes, y los recintos no habían cambiado de tamaño. Pero él quería saber si alguien le estaba escondiendo entradas. Sorprendentemente, Ace ignoraba el hecho de que tenía un contrato fijo. Si no venía nadie o si las entradas se agotaban, él cobraba lo mismo por cada show en el que tocara. Si no tocaba, no se le pagaba. Yo le repetía esto cada vez que preguntaba. No entendía por qué eso lo torturaba tanto. Después supe que no solamente me preguntaba a mí. Solía preguntarle a Doc, nuestro manager, “Cuánta gente vino hoy?” y Doc decía “No lo sé, tal vez quince mil.” Después Ace sacaba un papel del recinto, un plano que mostraba la colocación de los asientos. Y en la base de la hoja decía: “Capacidad, 19,000”. Y me traía el papel y sacudía la cabeza diciendo “Ves, más mentiras.” Recordatorio, decía “Capacidad.” Pero era muy de Ace ignorar eso, o no saber lo que significa capacidad. Parecía que no entendía la diferencia entre capacidad y asistencia, o que como nuestro escenario era tan grande nos comíamos tres o cuatro mil asientos.

Peter, por su parte, conservaba una sostenida falta de habilidad para entender la cobertura de la prensa. Salían artículos sobre la banda, y Peter se enfurecía conmigo. Venía a confrontarme y decía, “Qué carajo dijiste de mí acá?” Yo miraba el artículo, pensando que tal vez me habían citado mal. No era así: antes de la entrevista, el reportero había escrito su introducción, y tal vez había mencionado que Peter había tenido problemas con las drogas o que había

estado en banca rota. Esta era la voz del escritor, no la mía, pero para Peter era lo mismo.

Ahora que la banda se había reunido y yo pasaba más tiempo con Ace y Peter, yo empezaba a ver el efecto que habían tenido veinte años de uso de drogas y alcohol. Ace había perdido una gran parte de su memoria. Lo han citado en muchas revistas y me ha dicho directamente a mí que literalmente no recuerda décadas enteras de su vida. Me gustaría pensar que es una exageración rockanrollesca, pero he visto mucha evidencia de pérdida de memoria. Por ejemplo, Ace venía y me contaba un chiste y después de un rato volvía e intentaba contarme el mismo chiste otra vez, pero sin recordar cómo era.

Peter también sufría pérdida de memoria, pero la diferencia entre los dos era impactante. Seguido había momentos de claridad en Peter durante la gira. Me decía cómo se había equivocado y que este sería el primer día del resto de su vida. Estaba cansado de luchar con sus demonios. Estaba cansado de intentar mostrarle al mundo que era un renegado. Había atravesado dos divorcios que lo devastaron espiritual y financieramente. Hablaba muy abiertamente de querer cambiar, y por una parte de la gira fue divertido estar cerca de él. Nos ayudaba a intentar mantener a Ace bien encaminado, diciéndole a Ace cosas como, “Sos padre, qué va a decir tu hija? Yo pasé por lo mismo que vos. No funciona. Yo no quiero volver a tocar en clubes, y vos? Es hora de enderezarse.” Desafortunadamente, no funcionó.

Más adelante, cuando las inseguridades de Peter empezaron a hacer efecto y vio que había ganado millones de dólares por una sola gira, comenzó a preguntarse por qué no había ganado más, a pesar de que el contrato que firmó indicaba exactamente qué, cuándo y cómo todo el mundo iba a recibir su pago. Cuando se ponía así, unía fuerzas con Ace y volvía a ser el Peter que me había torturado desde el principio.

Supongo que no debí sorprenderme cuando pasó esto. Peter era muy impredecible. Yo había sido testigo de primera mano de esto en los años que pasamos juntos. Por ejemplo, Peter una vez le pegó un tiro a mi televisor. Mientras intentaba separarse de su primera esposa, le dejé usar mi departamento para que pudiera esconderse con su Chica Playboy del Mes, por quien parecía estar loco de amor. Le di la llave y la custodia de la casa. Cuando volví, me di cuenta de que mi pantalla de metro ochenta era más nueva y más grande. Ahora era una pantalla de tele de dos metros diez. Al mirar detrás de la pantalla, vi que la pared había sido repintada. Descubrí que Peter y esta mujer, que se convertiría en su segunda esposa, habían estado viendo televisión. Por algún motivo, Peter, había sacado su revolver 357. Cuando cierto actor apareció en pantalla y Peter se enteró de que su novia lo conocía, le disparó a la pantalla. No era la primera vez que hacía algo estúpido con una pistola. Cuando la banda estuvo en un receso por las fiestas durante

su primer matrimonio, voló un árbol a tiros mientras su primera esposa estaba encima decorándolo.

Ace y Peter tal vez tenían tendencia a este tipo de comportamiento, pero sus debilidades estaban agravadas por sus representantes. Ambos seguían siendo representados por George Sewitt, y él, en mi opinión, estaba haciendo el papel del representante de la banda. Yo le había dicho que no hiciera eso, de manera muy clara. Cuando estábamos tocando en los MTV Music Awards al pie del Puente de Brooklyn, vi a George darle instrucciones a algunos policías de Nueva York. Me acerqué a él y le dije, “George, córtala.”. desafortunadamente creo que estaba bajo directivas de Ace, que insistía en decirle que hiciera lo que fuera para promocionarlo a él, en lugar de a la banda. Al final, Sewitt casi consiguió que Ace y Peter se metieran en una pesadilla financiera. Yo insté a Ace a conseguir ayuda – aunque no soy un consejero financiero, en mi opinión eso parecía un socavón a punto de desmoronarse, que dejaría a Ace cargando el muerto. Cuando al fin consiguió consejo externo, le dijeron que era el peor negocio que habían visto. Ace y Peter se separaron de Sewitt, y no tardaron en demandarse unos a otros. Sigue habiendo demandas pendientes.

Luego de la separación de George Sewitt, Ace y Peter empezaron a alejarse. Peter, porque se enderezó un poco, y veía que Ace siempre llegaba tarde, o no llegaba para nada. Solía venir a mí a decirme, “No te enfades con él. Está tomado.” Otras veces se dirigía a Ace en alguna reunión y le decía, “No podés mentirle a un mentiroso, estás drogado, lo veo.” Muchas veces me sorprendí de la claridad y la honestidad de Peter.

Como perdió a Peter como su compañero, Ace se recluyó. A pesar del pasado de drogas de Peter, cuando volvió a la banda en 1996, estuvo mayormente sobrio. Vino e intentó hacer su trabajo, aunque su actitud siempre fue la de un protestón.

A la larga, KISS fue convocado para entregar un nuevo álbum a la discográfica. Cuando digo KISS quiero decir Paul y yo. Nosotros éramos los únicos miembros reales de la banda. Ace y Peter no habían firmado el contrato. Bob Ezrin que había estado antes con nosotros en buenos tiempos (Destroyer) y en malos tiempos (The Elder), empezó a trabajar en un nuevo álbum, al que llamamos Psycho Circus. Pero después de poco tiempo, se nos hizo obvio, y al mismo Bob, que él estaba demasiado ocupado con su empresa de internet. Durante los primeros ensayos, a él no le parecía que sus contribuciones fueran tan buenas como deberían haber sido, y él solo salió de escena. Entonces Bruce Fairbairn, un productor que había tenido mucho éxito con Aerosmith, Bon Jovi y Loverboy, entre otros, vino a reunirse con nosotros en Winnipeg, Canadá. Le explicamos que iba a ser una pesadilla. No hace falta decir, que de principio a fin, fue torturado por Peter y Ace, quienes una vez más intentaron cambiar el contrato y no aparecieron para la mayor parte del disco. Tuvimos

que usar a Tommy Thayer, Bruce Kulick, Kevin Valentine, y otros en su sitio. Bruce nos acompañó en el proceso y nos ayudó a hacer un buen disco de KISS, un disco sólido, un disco que debutó número uno en muchos países del mundo. Desafortunadamente, ese mismo año, Bruce Fairbairn fue encontrado muerto en su casa de Vancouver. Ese fue el último disco de estudio de KISS y puede que sea el último absoluto. Tenemos suficiente material no editado para mantener felices a los fans por mucho tiempo, en forma de rarezas, demos, etc, pero haría falta un evento trascendental para hacer que volvamos a un estudio. En el mercado actual, no hay lugar para un nuevo disco de KISS, y no estoy interesado en hacer un disco que no tenga éxito.

Durante el período de Psycho Circus tuve otra experiencia única en la vida cuando me conecté con Bob Dylan y acabé co-escribiendo una canción con él. No nos juntó nadie más – simplemente busqué el número de Dylan, llamé a su manager, y le dije que era un admirador de mucho tiempo. Nunca había hablado con Dylan, nunca lo había conocido en persona. Vino a mi casa de invitados en Beverly Hills, y toda la experiencia fue muy cordial. Pasé dos minutos diciéndole lo importante que era él para la música en general y para mí personalmente. Es un tipo muy fácil de llevar, pero no habla mucho. Después nos sentamos y agarramos unas guitarras acústicas, e intercambiamos acordes. Él tenía algo que me gustaba, yo tenía algo que le gustaba, y así sucesivamente. Cuando grabamos el demo, fue lo suficientemente amable para venir al estudio. Desde entonces le había estado suplicando que escribiera la letra y él insistía en que la escribiera yo. Se imaginan? Bob Dylan diciéndome que escriba letras.

***

La gira de Psycho Circus de 1998 arrancó en el Dodger Stadium, la primera gira 3-D de la historia. Al comprar la entrada te daban las gafas, que en varios momentos del show hacían que vieras imágenes tridimensionales en la pantalla trasera del escenario.

Entre conciertos volábamos en nuestro propio jet Gulfstream con todas las comodidades. Nos hospedamos en los mejores hoteles y cuando tuvimos un día libre en Texas, Ace decidió visitar a sus primos tejanos. Realmente se parecían a él, pero hablaban arrastrando el acento, con Los Beverly Ricos. Eran amables y dijeron que Ace se quedaría con ellos en la granja. Me imaginé a Ace montando a caballo, pero no quise pensar mucho en eso.

Más tarde me enteré de que Ace estaba en el hospital y se rumoreaba que se había pegado un tiro él mismo. Parece que Ace había decidido salir a disparar, con una Uzi, una ametralladora israelí diseñada para disparar cientos de balas por segundo. Hubo una época en la que era el arma más rápida y mortal de su clase. Aparentemente, según la explicación de Ace, una de las balas le había salido por la culata y un trozo de metralla se le había alojado en el pecho.

Cuando ya se sentía mejor le pregunté por qué había ido a disparar con una ametralladora en primer lugar, y de verdad respondió, con todas las letras. “Sí, bueno, si Uds los israelíes supieran cómo montar una ametralladora, esto nunca me hubiera pasado.”

Ace generalmente necesitaba distracciones. Se había traído su propio guardaespaldas para que le haga compañía. Las razones de Ace para necesitar compañía, fuera una novia o un guardaespaldas, eran usualmente que le trajeran hielo para sus tragos, que le hicieran las maletas, o que fueran sus compañeros de juegos cuando estaba con ganas de hacer travesuras.

Mientras estábamos en el mismo hotel en el que tuvo el incidente de la ametralladora, compró armas de bolas de pintura y él y su guardaespaldas se dispararon el uno al otro dentro de la suite del hotel. Más tarde nos enteramos de que la suite había quedado hecha un desastre total. Las paredes y los muebles estaban cubiertos de pintura; una manta aparentemente había sido tirada en una bañera llena de agua, Dios sabe el propósito de eso. El hotel Four Seasons le prohibió la entrada a KISS en todos sus establecimientos a nivel nacional. Nos costó trabajo explicarle al hotel que solamente uno de nosotros tenía la capacidad mental de realmente concebir el tener una guerra con pistolas de pintura en el interior de un hotel y que esa persona estaría feliz de pagar los daños. El hotel rápidamente le dio a Ace una factura por alrededor de diez mil dólares. El replicó diciendo que los iba a demandar por muchas razones. Esto era clásico de Ace. Todo el mundo intentaba engañarlo. Él era la víctima inocente.

Este sentimiento de persecución lo deprimía. Él no conseguía entender por qué su vida privada parecía ser tan conflictiva. No podía entender por qué el gobierno lo perseguía por impago de impuestos. No podía entender por qué Canadá siempre lo hacía pasar por un ritual antes de dejarlo entrar en el país. El hecho de que el resto del grupo tuviera que esperar durante horas mientras alegábamos ante el gobierno canadiense que la tenencia de drogas de Ace era cosa del pasado se le escapaba totalmente. Ace siempre le echa la culpa al gobierno, o al destino, o a cualquier cosa o cualquier persona menos a él mismo cuando las cosas salen mal.

Estábamos de gira por el mundo, pero no lo estábamos disfrutando. Los químicos habían comenzado a perjudicar a Ace aún más y tenía una novia que parecía tolerar alegremente ese estilo de vida. Peter, también, sucumbió a sus demonios interiores. Volvió a ser el Llorón, el apodo que le puso un ex manager de giras.

Sin embargo, todavía nos quedaban algunos trucos en la manga, al menos a mí. Llamé a Hugh Hefner, que es amigo mío, y le dije que estaba hablando con Penthouse para una tapa de KISS y que quería que lo supiera porque estábamos a punto de cerrar un acuerdo. Me dijo que me olvidara de

Penthouse y que pondría al grupo en la tapa de Playboy si teníamos un gancho. Yo sugerí “Las chicas de KISS”. Las fotos y el artículo serían sobre las fans femeninas de KISS que disfrutan yendo a nuestros shows, enseñándonos sus pechos y lanzando su ropa interior al escenario. Le encantó. Bajo la maravillosa guía de Marilyn Gabowski, se corrió la voz y alrededor de treinta hermosas chicas, vinieron, se desvistieron, y se pusieron el maquillaje de KISS. Hicimos la sesión fotográfica que los hombres solamente pueden soñar.

Cuando Playboy apareció en los quioscos en Marzo de 1999, yo estaba en la tapa solo, con cuatro chicas. La banda, especialmente Ace y Peter, creyó que era otro de mis ardides. Habían esperado y exigido estar en la tapa.

Cuando Playboy estaba a punto de salir KISS tenía el codiciado segmento en la transmisión de la Superbowl que un billón de personas ve alrededor del mundo. Quinientas cincuenta chicas maquilladas como KISS se unieron a nosotros mientras hacíamos playback en “Rock and Roll all Nite”. Nuestros fuegos artificiales y cohetes estaban sobrecargados, ya que el cielo era el límite, y le mostramos a la Superbowl y al mundo cómo deben hacerse las cosas. Después de KISS, Cher cantó el himno nacional. Nos vimos esa misma noche después y rememoramos los buenos tiempos que habíamos tenido. Ella acababa de conseguir su single más importante en su carrera y se sentía estupendamente.

Mientras estábamos en la Superbowl acordé una reunión con Linda y Vince McMahon, los propietarios y creadores de la World Wrestling Federation. Les lancé la idea de un luchador kissero llamado el Demon (“He estado en el infierno y he vuelto”). Les dije que podíamos continuar con el Starchild, quien era demasiado bonito para su seguridad pero que podía patear traseros, y así sucesivamente. Luego podríamos introducir las versiones femeninas de KISS, Lady Demon, Wildchild, etc, y luego niños KISS. Mientras estaba negociando las licencias y las tajadas de merchandising que queríamos conseguir, también estaba en charla con World Championship Wrestling, la empresa de lucha rival. Al final, acepté el mejor de los dos tratos y nos fuimos con la WCW. Era una situación en la que todos ganaban porque KISS retenía todos los derechos de licencias y merchandising: WCW hacía todo el trabajo y nosotros recogíamos las recompensas.

El evento de debut del Demon llegó cuando ya estábamos desesperados al final de la gira, y estábamos a punto de darla por acabada. Volamos a Las Vegas para tocar una canción, “God of Thunder”, en el MGM Grand para el debut y ganamos una cantidad de dinero enorme. Parecía ser la cosas más fácil del mundo, pero con Ace y Peter nada era fácil. El sufrimiento era como si te arrancaran una muela.

Paul y yo hablamos y finalmente decidimos salir y hacer una gira más y darlo por finalizado. Esto no era un pensamiento muy loco. El regreso, que comenzó

en 1996, era un plan de cinco años – emocionalmente para mí y para Paul – y por contrato para Ace y Peter. Al final de 1999 estaba muy claro que físicamente ni Ace ni Peter podrían aguantar mucho más. Y Paul y yo no sabíamos cuánto más de ellos podríamos soportar.

Realmente no teníamos mucho más que probar tampoco. Para 1999 KISS había llegado a lo más alto. Habíamos estado en la tapa de la revista Forbes, habíamos roto todos los records de taquilla, y nos posicionamos orgullosamente detrás de los Beatles en el número de discos de oro ganados por un grupo. Habíamos conseguido nuestra propia estrella en el Hollywood Walk of Fame. Éramos figuras de cera en el Hollywwod Wax Museum. Habíamos hecho lo que siempre habíamos soñado hacer. Y aunque yo había sido muy austero toda mi vida, ahora estaba, por primera vez, dejándome llevar con los gastos.

Los tiempos ciertamente habían cambiado. Había comprado un coche, había comprado propiedades. Cautelosamente había enterrado mis raíces en la tierra. Tenía dos niños maravillosos que me admiraban. Estaba viviendo con una muñeca viviente. Pero una cosa no había cambiado. Yo seguía sin estar casado. Había tenido que aguantar muchas críticas por esto por parte de mis amigos, generalmente por mujeres. Pero era la única forma que conocía de sentirme seguro. No quería caer en la trampa de simplemente vivir mi vida siguiendo reglas de la sociedad o de otras personas.

Como dije antes, realmente quería que mis hijos tuvieran los apellidos de sus dos padres. No quería que Shannon adoptara mi apellido. Encuentro que es insultante para las mujeres aceptar tirar a la basura su apellido y asumir el de sus maridos. Como propiedades. “Este es mi coche, esta es mi esposa.” Yo no quería nada de eso. Quería que Shannon fuera ella misma, que decidiera su propio destino, y que persiguiera cualquier deseo que tuviera, sin tener que consultarlo con “el hombre”.

Por mucho que intentaba luchar contra el núcleo familiar convencional, aquí estaba yo, loco por la madre de mis hijos. Hasta el momento en que escribo esto, hemos estado juntos durante dieciocho años. Aún no nos hemos levantado la mano o la voz. Muchas veces nos preguntamos si estamos defectuosos o algo así. Nunca peleamos, por nada.

Así que bajo la guardia más y entierro mis raíces cada vez más profundo. Decidí construir una casa de 1540 metros cuadrados, con suficientes habitaciones para todos y para mi trabajo. Tendría dos niveles y dos acres con árboles, una cancha de tenis, y una cascada. Construirla llevaría tres años. Mientras tanto, teníamos que completar una gira despedida.

***

La gira despedida arrancó en Phoenix, Arizona, el 11 de Marzo del 2000. El montaje del escenario era una versión más grande y más llamativa de la gira reunión, con tres pantallas gigantes y dos logos de KISS enormes. Era una versión desmesurada de lo que habíamos estado haciendo durante veinticinco años. Abrimos con una filmación sobre la banda, y seguimos directamente con “Shout it Out Loud”. El set fue una mezcla fuerte de grandes éxitos y material nuevo, las canciones que los fans querían oír. No estoy seguro de que todo el mundo creyera que era una actuación de despedida. La gente en la audiencia lloraba, pero tal vez no era porque jamás nos volverían a ver – tal vez era porque Ace y Peter estaban tocando muy mal. A medida que avanzaba la gira, se tornó muy claro para mí que la decisión de hacer de ésta la última gira no solamente era inteligente si no también inevitable. Musicalmente, fue el peor nivel en el que habíamos estado jamás. Pero el caudal de adoración de los fans era tremendo. Muchos de los fans eran celebridades, Rusell Crowe vino a Austin, Texas. L.L.Coll J. voló especialmente para vernos.

La gira despedida también encontró a KISS solidificándose en acuerdos de marketing – de hecho, aprovechamos la oportunidad de llevar nuestros contactos corporativos a un nuevo nivel. Según yo, una de las cosas más interesantes de la banda era el hecho de que nunca tuvimos miedo de admitir que estábamos en el negocio del rock and roll. Desde el principio, desde 1973, me importaba menos el respeto, que puede estar aquí hoy y allá mañana, que la marca. Acaso la gente tiene suficiente interés en lo que hacemos para ir a comprar algo asociado con nosotros? Desde el principio, Paul siempre estuvo más interesado en la credibilidad. Yo sabía que la credibilidad era fugaz. Podés discutir desde ahora hasta el fin de los tiempos sobre si algo o alguien es respetado, pero una cosa que no podés discutir, son las ventas.

Creo que a veces los fans se pusieron de parte de Paul. Algunos percibieron nuestra obsesión con promocionarnos como personajes como algo infantil. Mucho antes de que cualquier otro lo hiciera, nosotros poníamos cuestionarios en nuestros discos. Queríamos saber dónde vivían los fans y qué revistas leían. Si íbamos a poner un anuncio en una revista, no queríamos ponerlo en la revista equivocada. Una manera de averiguar qué revista lee la gente, es preguntarles. Mi conocimiento de estas prácticas se remonta a mi infancia, a mis propios días como fan de la cultura pop. Porque me encantaba Superman obviamente miraba el programa de televisión y compraba no solamente los comics, si no cualquier cosa que Superman promocionara. Lo mismo se aplicaba a Disney. Disney no es solamente un parque temático y dibujitos animados – es todo lo que puedas imaginarte desde almohadones y pijamas a videos. Mickey Mouse comenzó como un dibujo animado, y luego se convirtió

en parte de América. Si Mickey Mouse es respetado o no, es un tema menor. Cuando sos tan grande como para que te discutan algo, hacés tus propias reglas. Es Elvis creíble o no? A quién le importa? La pregunta ya es debatible. Uno puede creer que Papá Noel no tiene ninguna credibilidad. Pero en algún momento del año, él manda. Eso es lo que yo quería para KISS; crear un impacto tal, que la autenticidad o la credibilidad quedaran a un lado.

Alrededor de este momento, Pepsi se acercó a nosotros para proponernos una idea para una amplia campaña de marketing basada en la música que utilizaría artistas de estilos musicales muy diferentes: del country al rock y todo lo que haya en el medio. Los anuncios tendrían de protagonista a Hallie Eisenberg, una artista infantil, e incluirían un segmento country en el que ella cantaría con un cantante country, un segmento soul en el que ella cantaría con Aretha Franklin, etc. Pepsi nos contactó a finales de 1999 y al principio de la llamada gira despedida. Mientras estábamos en Phoenix, lo filmamos. No fue solamente que VH1 vino a filmar el comienzo de la gira, si no que también el día anterior pasamos alrededor de diez horas sobre el mismo escenario filmando el anuncio.

Solamente lo pasaron unas pocas veces, y luego como una decisión corporativa, Pepsi empezó a pasar solamente la versión country de anuncio. El problema fue que cuando la gente de Pepsi hizo una prueba con su propio grupo de evaluación, el 90 por ciento estuvo a nuestro favor, y el 10 por ciento a favor de la versión country. Así que volvieron a pasar nuestro anuncio otra vez. Al mismo tiempo, ABC decidió usar “Rock and Roll All Nite” como cortina de la programación de otoño.

El acuerdo con Pepsi fue el más reciente en una larga lista de asociaciones corporativas. La primera de todas fue para una motocicleta Honda de KISS, una especie de Harley Davidson japonesa. Muchas compañías del país tenían miedo de una asociación con nosotros. No teníamos ninguna ilusión de tener una identidad corporativa propia – somos como cualquier otra empresa. Algunas bandas de rock son ilusas. Dicen que son una banda del pueblo, pero ni ellos tocan gratis. Sea que tengas el pelo largo, u hojitas de afeitar en los globos oculares, sos una empresa. KISS quebró todas las reglas y acabó en la portada de Playboy y Fortune. Siempre hemos dicho claramente que el sueño americano no consiste solamente en ser famoso, si no rico también. El dinero realmente te hace una persona más feliz. No lo es todo. Pero es mejor tener más dinero que menos. Los americanos en general se sienten incómodos al hablar de dinero o presumiendo de él cuando lo tienen. Por eso los hombres más ricos del país van por ahí usando jeans. Cuando una banda que vendió millones de discos sube al escenario en jeans, es tan un disfraz como el vestuario de KISS. Cada vestimenta está cuidadosamente diseñada para provocar una cierta reacción.

Estoy aquí para decirles que todo está bien. Nosotros no nos escondemos detrás de la máscara. Trabajamos duro. Hay bandas que han salido y han dicho que nosotros somos corporativos mientras que ellas tienen integridad, y nos apuntan con el dedo, pero hacienda no hace distinciones. Cuando ganas dinero, se llama ingresos. Como banda de rock, sos un negocio, y tenés que aprovechar cada oportunidad de promocionar tu producto

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En el invierno de 2001, mientras nos preparábamos para embarcarnos en la etapa japonesa y australiana de la gira, Peter reclamó un nuevo acuerdo. Pero teníamos un contrato con él y no estábamos dispuestos a aceptar esos nuevos términos. Peter no cedió y dijo que lo tomáramos o lo dejáramos. Lo dejamos. Al fin y al cabo, Peter Criss sigue siendo el mismo tipo que, incluso antes de nuestro primer show en el Diplomat Hotel en 1973 – un show en el que nos matamos por hacer que la gente viniera – estaba dispuesto a dejar la banda. Por qué? Porque estaba decepcionado de que su mejor amigo, Jerry Nolan, tuviera un contrato por un disco. En 1980, en nuestra primera gira australiana tocamos en estadios repletos de gente. Peter se perdió esa gira. Y aquí estábamos, volviendo a Japón y Australia en Marzo de 2001, arrancando en el Tokio Stadium y Peter se iba a perder esa gira también. Eric Singer volvió a KISS con el maquillaje de Catman.

Sorprendentemente, durante esta última gira, fui testigo de al menos un milagro – un sorprendente cambio en el comportamiento de Ace Frehley. Tal vez fuera porque tenía una nueva novia, que parecía maravillosa. Tal vez fuera porque al fin estaba madurando un poco. Cualquiera que fuera la razón, nunca había visto a Ace tan responsable. Llegaba a la hora, tocaba su instrumento, y ayudaba. Tal vez fuera porque Peter no estaba ahí y Eric Singer, el hombre más dulce del mundo, sí estaba. La compañía sí importa. Pero durante la gira de Japón y Australia, fue una alegría trabajar con Ace.

Con todo este drama, con toda la lucha personal y sentimientos complicados, la gira despedida acabó siendo la gira número uno del mundo, basándose en años calendario. Comenzamos en Marzo, pero agotamos entradas en recintos gigantes. Es reconfortante saber que podés estar en la cima incluso después de casi tres décadas.

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Tengo una sensación de éxito de nuestros acuerdos de merchandising. Tengo una sensación de éxito al ver a los fans alrededor del mundo poniéndose un maquillaje que imita algo inventado hace casi treinta años. Pero al final, la parte

más satisfactoria es subir al escenario y tocar las canciones de KISS que los fans aman, desde “Strutter” a “Deuce” a “Rock and Roll All Nite”.

Pronto KISS colgará las botas y sus cubre-braguetas con tachas. Nos quitaremos el maquillaje y cuando salgamos del escenario por última vez será algo agridulce.

Para ser honesto, hay algunas cosas que no extrañaré. La gira reunión nos hizo comenzar otra vez de cero, tanto para redescubrir el simple placer de tocar en una banda como para soportar los dolores de cabeza de miembros de la banda que no nos veían como una unidad.

Realmente creo que la gente tiene derecho a comportarse como desee. Nunca me creí el guardián ni el protector de nadie. Pero durante décadas he visto cómo el abuso de sustancias intensificaba cada inseguridad, provocaba iras irracionales y empañaba la habilidad de Ace y Peter para tomar decisiones inteligentes. A medida que se acaba la gira despedida, me queda claro que KISS nunca verá todo su potencial, porque mientras que la banda fue concebida como un vehículo de cuatro ruedas, muchas veces tuvimos que conducir con ruedas pinchadas. Por otro lado, también llegamos donde ninguna otra banda ha llegado antes. Sobrevivimos al movimiento punk, al movimiento new romantic, al movimiento thrash. Sobrevivimos a cualquier movimiento que se les ocurra. Caminábamos raro, hablábamos raro. Ciertamente nos veíamos raros. Y de qué género salimos era lo que todo el mundo se preguntaba. Le debemos lealtad al espíritu del rock and roll de los comienzos. Queríamos capturar el espíritu y energía de bandas que nunca habíamos visto en vivo.

Queríamos llegar a donde ninguna banda había llegado antes.

Queríamos que los fans estuvieran orgullosos de nosotros y que salieran de nuestros conciertos con una gran sonrisa en la cara.

Queríamos declararnos culpables de los cargos presentados por los críticos pobres e ilusos que pensaban que nos estaban insultando al acusarnos de ponernos en ridículo. Tienen toda la razón, lo hicimos.

Queríamos, finalmente y lo más importante, hacerle saber a nuestros fans, la KISS Army, que ellos eran la única razón por la que hacíamos eso, que cuando venían a vernos y oían nuestro grito de guerra – “You Wanted The Best. You Got The Best. The Hottest Band in The World, KISS” – sabrían en el fondo de su corazón que no los íbamos a decepcionar.

KISS continuará, tal vez no en la forma que Uds esperan, pero perdurará. Habrá un dibujo animado de KISS. Habrá parques temáticos de KISS. Ya hay, ataúdes KISS. (Dicen que no te lo podes llevar todo a la tumba. Yo digo que sí.)

Mi madre me enseñó a soñar a lo grande. “Intenta alcanzar el cielo.” solía decir. Y a ella le debo todo.

Y a América, dulce América, gracias por convertir en realidad los sueños de un pobre niño inmigrante.