garcÍa mÁrquez del cronista al escritor - revista de la ......garcÍa mÁrquez del cronista al...
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GARCÍA MÁRQUEZ
Del cronistaal escritor
Por Norma Klahn *
Cantor de la tradicción oralEl cronista de " Los funeralesde la Ma má Grande" comprende dos tipos de nar rad ores:el relator que proviene de latradición ora l, aquel que contaba sus experiencias o la de losdemás en un intento de conservar viva una cultura por med iode la memoria ; y el cronistaque recoge dotes de su experiencia vivida y los ordena cronológicam ente en forma de narrati va . Este relat or-cantor quecomprende al cronista se ha idoausentando poco a poco y estáen vías de desaparición en la sociedad moderna como ha discutido Walter Banjarnin. "
Es este momento de su desaparición el que capta " Los funerales ". Muerta la Mamá Grande, él afirma su derecho aconta rnos los event os basados en su visión. " Algunos de losallí presentes dispusieron de la suficiente cla rividencia paracomprender que estaban asistiendo al nacimiento de unanue va época. "! Este narrador, como todo cantor de la tradición oral necesita una audiencia y nos seduce para que lo escuchemos. Nos contará eventos " inverosímiles" pero " verídicos " para que la historia de la Mamá Grande y su reino noperezcan en el olvido : para que sigan vivos en la memoria, ypara que el mensaje de su historia perm anezca intac to a través de múltiples recuentos. Dentro de esta tradición, estáimplícito el papel qu e desempeña la memoria y la repetición . Así, el cantor, que se enfrenta con la difícil ta rea decautivar la atención de un público, de mantener su interés, yde asegurarse de la pervivencia del relato, se ve en la necesidad de concentra rse en la forma , de acud ir a la inventiva, ala imaginación y hasta a la exageración. Lo cotidiano, lo
...'00 o. o •••
Cuando apa rece un textonuevo de un autor tan céleb recomo Ga briel García Márquez,se hace difícil leerlo sin pensaren su obra previa. Sus credencia les como autor hicieron posible la venta de más de dos millones de cop ias en dos mesesde su últ imo libro Crónica de unamuerte anunciada. Ninguna obra ,como dice j au ss, se presentacomo una absoluta novedad enun espa cio vacío sino que hacerecord ar al lector (oyente) loshor izontes de expectat iva y lasreglas famili ares de otros textos, qu e entonces pueden variar, ser corregidos, cambiar osimplemente repetirse.'
Crónicade una muerte anunciada repite procedimientos técnicos y temáticos utiliz ad os en obras anteriores : el uso del discurso anunciativo, la creación de personajes excéntricos, laincorporación de los sueños y las profecías, el ambiente pue·blerino, la voz comunal, y el papel determinante del destino.Pensamos que el cambio reside más bien en la transformación que sufre la figura del cronista . Desaparece el cronistade Cien años de soledad y de " Los funerales de la Mamá Grande" , y reaparece con vestimenta moderna, como periodistainvesti gador.
Tomando en cuenta estas ideas haremos una lectura deCrónica que responde a un estudio del cronista en " Los funerales ". Nos concentraremos en la función del narrador comocronista y relator de una serie de hechos , que en estos dos casos definen una tradición y una cultura. Notemos que enambos casos, al presentar la figura del cronista que asumedistintas func iones, el autor j uega con un género que pa rticipa tanto de la historiografía como de la literatura.
1. Hans Ulrich Gumbrecht el al ; " La histo ria litera ria como desafío de laciencia literaria " , La actual ciencia literaria alemana Sala mance : Anaya, 1971.
• Nor ma Klahn es profesora de literat ura hispán ica en Columbia University. El art ículo que pu bl icam os es un fragmento del libro Ensayos críticos sobre García M árqlle<., en prensa, qu e próxima mente aparecerá en Españ a .
2. Véase Walter Benjam in, " T he Story reller " , Iluminations Ncw York:Schoken Books, 1978, 83-109.
3. Gabriel Garcí a M árq uez, " Los funerales de la M am á Gra nde " , Losfunerales de la Mamá Grande Buenos Aires: Editoria l Suda mericana, 1973,p. 146. Todas las citas y las obse rvaciones de la obra provienen de esta edición .
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probable, no es lo que puede reactivar la memoria sino como, diceJean Franco "lo maravilloso, lo heroico, lo que se desta
ca de lo diario ."4
Este cronista promete contarnos"la verídica historia", laque se antepone a "aquella que registran los anales históricos. Ahora que la nación sacudida por los funerales ha recobrado el equilibrio es la hora de recostar un taburete a lapuerta de la calle y empezar a contar desde el principio lospormenores de esta conmoción nacional, antes que tengantiempo de llegar los' historiadores."!
El relato hace alusión directa o indirecta a tres modos historiográficos, a tres maneras de entender la realidad que sonlos anales, la crónica y la historia. Los anales, el modo másantiguo de registrar eventos, reproduce los acontecimientosen orden cronológico sin atribuirles ningún significado dadala creencia que se producen por ley divina. Los "anales his-
"' tóricos" a los que se refiere el cronista en "Los funerales" registran los eventos sin atribuirles ningún significado que nosea el de su acontecer. No existe una narración en esta formade representación y por ende ninguna historia. En los anales, la interpretación quedaría totalmente abierta. El cronista de "Los funerales" insiste en la narración de los hechos, enescribir una crónica que se desprenda de la experiencia vivida y así pueda anteponerse a los historiadores, cuyo discurso emana de la subjetividad de una visión particular.
Según Hayden White, la narratividad tiene que ver conlos temas de ley, legalidad, legitimidad, autoridad: la realidad que se presta a ser representada por medio de la narración es la del conflicto entre el deseo y la ley. En los sitiosdonde no existen normas, no puede darse un sujeto ni la clase de evento que se presta a la representación narrativa." Elcronista entiende que los distintos eventos funcionan comoparte de un orden legal. En todas estas representaciones dela realidad se hace necesario un sujeto común a todos los referentes. En los anales ese sujeto es Dios, que al no existir enel tiempo no puede funcionar como sujeto de la narración.La clase de sociedad que hace posible el paso de los anales ala crónica es aquella que encuentra un equivalente de la divinidad, algún ser sagrado con la autoridad y el poder deDios pero inserto en el tiempo.. La Mamá Grande, ente semi-divino con autoridad y poder absoluto en el tiempo, sirve como principio organizadorde la cultura captada por el cronista antes de desaparecer.Dice Jean Franco: "Lo que va a morir no solamente es estacultura basada en la alianza de familia, rito y espectáculo,(que valoriza el placer y el juego sobre e! valor de cambio)sino también una forma de poder, el poder que fluye delcuerpo de la persona suprema y por lo tanto del territorio."7
Esta cultura pre-industrial, con una actitud carnavalescahacia la vida se acaba con la desaparición de la MamáGrande que muere virgen y sin herederos. Antes de morirsedice el cronista "se quitó el anillo con el Diamante Mayor yse lo dio a Magdalena, la novicia, a quien correspondía porser la heredera menor". Aquel era el final de una tradición :Magdalena había renunciado a su herencia en favor de laiglesia. Es interesante notar que el poder vuelve indirecta-
4. Jean Franco, " Memoria , narración y repetición: La narrativa hispanoamericana en la época de la cultura de masas", en David Viñas , AngelRama et. al, Más allá delboom: Literatura y mercado, México: Marcha Editores, 1981, p. 111.
5. Garcla Márquez, " Los funerales .. .", p. 127.6. Hayden White, "The Value of Narrativity in the Representation of
Rea1ity", Critical Inquiry, VII, 1 (Autumn, 1980), p. 16.7. Franco , "Memoria, repetición.. .", pp. 114-116 .
mente al espacio divino . Su muerte abre paso al orden'político-social del Estado, a la propiedad privada, al poderabstracto que se dispersa y por su dispersión se paraliza. Enotras palabras, se abre paso al mundo histórico moderno.Muerta la Mamá Grande el Estado toma el poder; su ineptitud es, según la presenta el cronista, risible y aterradora a lavez: " Se impartieron órdenes para que fuera embalsamadoel cadáver, mientras se encontraban fórmulas, se conciliaban pareceres o se hacían enmiendas constitucionales quepermitieran al presidente de la república asistir al entierro. "8
El cronista tiene conciencia de lo que está sucediendo, yantes de que lleguen "los barrenderos" , antes de que eltiempo altere y borre la memoria, insiste en contar sus experiencias para dejar otra versión de los acontecimientos. Sumisión es la de rescatar la cultura percibida como utopíaamenazada por su desaparición, rescatarla desde el testimonio colectivo como parte de la historia ."
Como en toda crónica, la narración termina en e! presentedel cronista, y por ende, carece de cierre , pero no así de consejo. Aquí se desdobla e! cronista como relator. Aquél , quecomo dice Benjamín, siempre tiene consejo para su público.!? Dice al despedirse: "Sólo faltaba entonces que alguienrecostara un taburete en la puerta para contar esta historia,lección y escarmiento de las generaciones futuras y que ninguno de los incrédulos del mundo se queden sin conocer lanoticia de la Mamá Grande, que-mañana miércoles vendránlos barrenderos y barrerán la basura de lus funerales , por todos los siglos de los siglos. "11
El consejo que se desprende a través de todo el relato es e!de mantenerse siempre "incrédulos" de la histori a oficialque aquí incluye los medios de comunicación. El discursohistórico es el menos objetivo, porque según White tiene cierre y presenta un mundo capaz de hablar por sí solo y deasumir la forma de una historia acabada y coherente: "Eneste mundo, la realidad porta la máscara d(' un significado,cuya plenitud y acabamiento sólo podemos imaginar y nunca experimentar. "U El discurso de un narrador que testimonia lo que ve adquiere una forma abierta y múltiple mientrasque el discurso sin narrador contiene la ideología de una autoridad ausente y unívoca. Para e! Garc ía Márquez de " Losfunerales " ese discurso es peligroso : la moral impuesta desde afuera sólo puede beneficiar al Estado; la moral que surgedesde la experiencia de! narrador es para el beneficio delpueblo.
García Márquez al identificarse con el cronista clarividente de! relato motiva al lector a cuestionar, a tomar conciencia de su realidad. No es una vuelta al pasado lo quepropone el autor. El pasado es irrecuperable : lo que tenemos que rescatar de esa cultura ahistórica es la figura delcronista, encarnación de la resistencia dentro de la historia.Los clarividentes cumplen una función doble: hacer ver alpueblo y dejar su testimonio como reto al discurso de la autoridad.Periodismo y literatura
En Crónica de una muerte anunciada desaparece el cronista de" Los funerales " para dar paso a un cronista que sólo mano
8. Garcla Márquez, "Los funerales ... ", p. 134.9. Véase Victoria F. Chase, " (De) mitificación en Los funerales de la
Mam á Grande " , Texto Crítico, 16-17 (1980 ), pp. 233-24 7.10. Benjamin, p. 86.11. Garcla M árquez, "Los funerales ... ", p. 147.12. White, p. 24.
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tiene víncu los débiles con ese cantor extra-oficial. Este cronista represent a má s bien al per iodista cont emporáneo queutiliza los recursos y las convenciones literarias de la ficciónpa ra recrear un evento. Como el cronista de antaño, insisteen descubrir otra verdad, la no oficial. El periodist adetecti ve encarna la bú squeda romántica de la verdad, bu sca descubrir el enigma, la verdad detrás de los hechos . Eneste rela to la palab ra " crónica" alude no sólo al ordena mient o de eventos sino al artículo periodístico.
Según Helmut Bonheim, la manera en que empieza unanarración apunta al modo na rrativo que la época considera~ás po~ular. En este texto es aparente, desde la primera pág~n~ , la influencia qu e ejerce sobre el discurso el modo periodístico, mod o del que participan muchas novelas contempo-
r áneas .' " Se reemplaza al cronista historiador por el periodista . El uso de deícti cos, de verbos de acción, el estilo dire cto y de un habl a presentado indire ctamente (me dijo que .. .)son indica tivos del periodismo y del cuento que pri vilegia alinform ador. El relato mediat izado por un narrador as umeun tono oral , escuchamos el cuento más que visualizarlo; osea la diegesis (na rración) cobra importanci a sobre la mimesis(imitac ión) . El relator se convierte en artesano que logra retener a sus oyentes hast a el final de la narración por su virtuosidad técnica. Al recoger los testimonios, 27 años después de qu e sucedieron, el relator les da el orden que dict a lamemoria : el de la inversión. Ir hacia un final es meno s im-
13. Véase Helmut Bonheirn, Nartatir M odes Cambridge : D. S. Brewer.19112.
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port ante que captar el final según está implícito en e! pr incipio y en los episodios que conducen a ese fin. Por eso lamuerte de Santiago Nasar no es tan importante como los hechos que la precipita ron.
García Márquez ha dicho en una entrevista que en la crónica logró por,primera vez una integración per fecta de! periodismo y I_literatura; y que e! periodismo le ayuda a mantener un contacto con la realidad que es esencial a la literatura ; la literatura le enseña a escribir. "Aprendí", dice "aser periodista leyendo buena literatura."14
Llegó la nota roja
No es de extrañar entonces, en su vocación por ambas disciplinas, su admiración por Martín Luis Guzmán y el hechode que Muertes históricas, de Guzmán sirviera de modelo narrativo en la construcción de Crónica.15 El uso de la letragrande y de los deícticos, el estilo de reportaje, directo y conciso, e! detalle precisoy sobre todo el intento logrado de captar con precisión los eventos que precipitaron la muerte deuna persona condenada de antemano. Unos cuantos ejemplos serán suficientes para notar las afinidades que demuestran los textos. Las diferencias son muchas más y no insistoahora en ellas porque no consti.tuyen el objeto de 'este trabajo.
La primera frase de Muertes históricas como en Crónica, nussitúa de inmediato en el'conflicto y nos anuncia el final: " El5 de mayo por la mañana, la situación política y militar deVenustiano Carranza no tenía remedio. " 16 Carranza sin saberlo se encamina hacia la muerte, lo sabe el narrador y losque lo rodean. Desde el principio advertimos el papel que ju- ~garáel destino: "Es decir que tuvo la visión de estar cumpliendo un destino claro y acariciador a la luz de su ceguera,mientras de hecho inconsciente e implacablemente, caminaba hacia otro, negro y cruel, que estaba aguardándolo. " 17Termina con el asesinato de Carranza. Los gestos más comunes, las palabras más triviales, y los eventos aparentemente rutinarios se magnifican, cobran otra dimensióncuando anteceden el desenlace. La tragedia reside en e! totaldesconocimiento-que las víctimas tienen de su muerte ineludible. .En ambos casos, el cronista implícitamente demuestra que las muertes anunciadas se deben a causas históricaso sociales, es decir, se dan en el ámbito de la " cultura" y node "la natura ".
El cronista de la obra de García Márquez recrea no uncrimen político de una figura importante históricamentesino un crimen pasional de gente pueblerina quesucede enSucre. La historia está basada en un crimen verdadero, y suspersonajes, con los nombres cambiados, responden a individuos de la vida real. El testimonio de estos personajes es recreado por el cronista que no presencia los eventos que condujeron al crimen. Aunque la trama está subordinada a unhecho verificable su recreación proviene de la imaginacióndel autor. El argumento es sencillo: Un hombre es asesinadopor culpa de una joven que , devuelta la noche de su boda,dela ta el nombre del que será victimizado. Nunca se sabe si
14. Francisco Fajardo, "El último opus de Garcla Márquez", La mañana, Montevideo , mayo lO, 1981.
15. Esta relación me fue indicada por el autor en una conversación realizada en la librería Mat:ondo Nueva York, otoño, 1982. Martln Luis Guzmá n, Muerteshist6ricas, México : Compañia General de Ediciones, 1959.
16. Guzmán, p. 33.17. Guzmán , pp. 35-36.
el hombre muerto era verda deramente culpable de la ofénsaque se le imputó. '
Si como dice Umberto Eco cada texto delínea un proyectode su " lector modelo" como componente de una estrategiaestructural, o en otras palabras e! lector no puede usar eltexto como quiere sino como el texto quiere ser usado "(leído) ,18 las est rategias textuales de Crónica nos remiten a lasconvenciones de prensa amarilla o nota roja que une la ideade noticia con la de espectáculo, y que de alguna maneraatrae a un público más amplio. El cronista de este bestseller, cuenta con el escandaloso evento para obtener y.retener lectores. Es interesante que los primeros articulas_queaparecieron sobre Crónica fueron de lectores que leyeron laobra como verdad. Estos lectores se concentraron en el cpn- ,tenido : contrastan y comp aran los eventos y sus personajescon sus contrapartes verificables. Explotan lo sensacionalcomo estrategia que provoca una curiosidad extratextúal.Veamos este titular de Interoiu: " La verdadera crónica deuna muerte anunciada : Estuvimos con los protagonistasreales de la novela de Gar cia Márquez. Crénica, elúltimo bestseller de Garda M árquez, está basada en una terr ible y verídica historia que sucedió hace treinta años en el pueblecito de Sucre. El escrito r ha recuperado para la literatura loque ocurrió aquella mañana lluviosa del mes de enero en
• 1 " 19que se gestó una tragedia de amo r, honor, ce osy muerte.Otro titular de la revista ch ilena lloy dice : " Fui testigo delcrimen. Sacó de la tumba al amigo de sus 20 años porque lepenaba " peor que mis constant es dolores de dientes ~ muelas . .. " y volvió a enterrarlo de un prolongado, agonizante,
, . pero efectivo plumazo." 20 Además de apelar a las masas, estos artículos establecen el hecho de que hay dos textos, unoficticio (en el sentido de ordenam iento y r.ecreación imagin~tiva) y otro verídico , basado en las entrevistas . Como.en el h-
. bro de Guzmán, el texto invita a buscar otras versiones., En un artículo,J.G. Coba Borda, indica que García M ár-
quez entregó el libro a la ed itorial " luego que en una ~eu-
" nión de paisanos oyó las respe ctivas versiones d~ los testl~os ;~
sobrevivientes y comprendió que la suya, la versión de qUien..,no estaba presente pero cuya pr ima boba tampoco se ~Iam~- ,ba Angela Vicario era mejor todavía. "2 1 Esta aclaración ch-.!
, vorcia el texto del referente. . .:\, La denominación de algunos person ajes con sus nombres 7
verdaderos y el atributo de nombres simbólicos a otros es .~
una clave significativa. El autor deliberadamente h~ com<~
' puesto un texto que contie~e un código dobl~ y que mcluye , :~:~' las estrategias para decodificarlo como ambiguas. Aunque'. desdésu aparición el texto se nos muestra como obra de fíe
: J ::i6i1'y'exige ser leído como tal , el he~ho de b.asars~ en u~ ~e-. 'cho y personajes verificables p:rmlte no solo. ~a Identificación del autor con el narrador sino la elaboració n de un rela-to que aparenta un grado ma~or de ~ea l idad. ,(
El cronista-investigador, a diferencia del relator de LOS
' fu'herales", no se configura como autoridad. Nos confrontamas con un cronista que no presencia los hechos. RecogeI.osdatos de testigos desde el principio desconfiables : " Muchoscoincidían en el recuerdo de que era una mañana radiante...pero la mayoría estaba de acuerdo en que era un tiempofú-
0 ' 0 :'18. .Umberto Eco. " El lector modelo", en Lector in Fabula, Barce1?na,Editorial Lumen, 1981.
~ 1 9 . Carme1a Rivadeneyra , Inu nnu, Año 6, No. 271 (29 julio-4 agosto,. 1981), pp. 38-40.
.20. HoY (12al8 de agosto de1981 ), pp. 29·38. . .,21. J. G. Cobo Borda, " Crónica de unamu~rl~ anunciada" , la nueva novela
de Garcla Márquez, &0. 234 (abril, 1981), p. 609.
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nebre con un cielo turbio y bajo un den so olor de agua dormid a ." 22 El investigador recoge datos qu e contradicen el sumar io oficial, Los test igos adm iten que no dijeron toda la verdad du rante el juicio o que de hecho mintieron. Este datoimportante establece la existencia de dos órdenes legales : eloficial y escrito y el popular y oral. Sin embargo, las contradiccion es en las declaraciones de los testigos ind ican qu eellos tam bién engañan al narrador. Las declara cion es sonmás bien excusas , pr etext os, disculp as , acusaciones o invenciones. Unos buscan eximirse con orgullo cierta culpa bilidad ind irecta . La narración se complica par a el lector , dad oque el punto de vista en primera persona implica explícitament e la subjetividad . El narrador admite haber ocult ad oinformación de Santiago Nasar en cuanto a su relación conMa ría Alejandra." Nos encontramos con un narrador que
tiene el poder de retener, deform ar o incorporar información. Si el cronista de " los funerales " pretende cierta objetividad en su función de testigo que transcribe los eventos inmediatamente, el relator de Crónica llega mucho tiempo despué s de " los barrenderos " a rescatar la historia de la memoria aje na. Al recoger los testimonios, tantos años después, elrelat or les da el orden que dicta la memoria : el de la inver-
22 . Ga br iel Ga rc ía M árqu ez, Crónica de una muerte anunciada Columbia :Edi toria l O vej a Ne gra , 1981, p . 10. T odas las citas y observacion es de laobr a provien en de esta ed ición.
23. Pa ra u na interpretació n qu e acusa a l narrad or de ser el a utor del crimen v.é~se el artí~u lo de Angel Rama, " Garc ía Márquez entr e la tr a gedi a yla policial o cró nica y pesquisa de la cró nica de una mue rte a nu nciada" enSinNombre, Vol. 12, No . 1 (oct-dec, 1982), 7-27.
sión. Ir hacia un final es menos importante, 'en este caso, quecaptar el final según está implícito en el principio y en losepisodios q ue conducen a ese fin. El investigador busca darle inteligibil idad a un acto de violencia que el tiempo no halograd o borra r de la ment e colect iva del pueblo.
Transgresión de los códigos
La narrati va se cierra , se capta el evento en su tota lidad.Los sucesos adquieren sentido como elementos constitutivosde una tr agedia pueblerin a en qu e la fatalidad par ece tenerun pap el decisivo. A través de la obra todas las intuiciones,los sueños y los actos simbólicos anunciado s por el narradoro los testigos se cump len. Se espera que la muerte de la víctima se interprete como ironía del destino. Parec ería unavuelta a la visión qu e se desprende de los anales; los sucesosocurren por razones ahistóricas; no acusan ni defienden unorden legal.
Sin emba rgo son otras las posibilidades del sent ido que sedesprenden del texto . Desde el principio se nos presenta unmundo cuyo s patrones normales de actividades han sidotrastocados. Nada ocurre como debería. Esto es imposiblecua ndo los códigos morales de una sociedad han sido transgredidos. Nadie previene la muerte (ni el pueblo, ni la iglesia, ni la ley), nadie contraviene las leyes que sostienen el sistema imperante, para que esa legalidad perdida pueda serrestaurada. La legalidad se establece de nuevo, por mediode los códigos de una moralidad doble. La sociedad afirmalos dict ámenes de la autorida d oficia!. La madre del narrador acepta la inevitable muerte. No busca alertar a la víctima sino " prevenir a mi comadre Plácida. No es justo quetodo el mundo sepa que le van a matar el hijo, y que ella seala únic a que no lo sabe. " 24 La novia de Pablo no sólo prestaapoyo a la empresa sino que la incita: " Yo sabía en que andaban -me dijo- y no sólo esta ba de acuerdo, sino quenunca me hubiera casado con él, si no cumplía como hombre. " 25 El párroco " recorda ba la rendi ción como un acto deuna gran dignidad." 26 Además es significativo que lapuerta principal de la casa de Plácida Linero se ha ya reparado con fondos públicos.
Nadie cre e en la culpabilidad de Santiago Nasar, ni eljuez que pr esidió el j uicio hacía 27 años ni el cronista investigador cuya nue va evidencia exime de nuevo a la víctima . Si Santiago Nasar era culpable o no, su matanza, actosacrificial , era imprescindible para restaurar la armonía enla comunidad. Este acto crimina l, aunque impuesto por lasociedad, se encuentra bajo los designios de la tr agedia siaceptamos que se presenta una situación en donde las posibles líneas de acción del protagonista se reducen drásticamente. Si para Claude Bremond la lógica de los eventos dela narración es una lógica de posibles , en esta novela cort aNasar funciona más bien como paciente y no como agentede sus acciones . Al nivel de la escritura, el discurso anunciativo establece una lógica de impos ibles narrativosY " En unconflicto" , dice T. G. Pavel, " bien equ ilibrado, los dos lado stienen idealmente las mism as oportunidades de ganar, la
24 . Garc ía M árquez, Crónica, p. 34.
25. lbid., p. 84.26. Ibid., p. 67.27. Claude Brem ond . " La lógica de los posib les narrativos" en Análisis
estructural del relato. Roland Bar th es et al. Argent ina: Editoria l Tiem po Contem poráne o. 1970.
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victoria le pertenece al que conozca mejor las reglas deljuego. "28
En esta trama, o en este drama, el protagonista tiene todas las desventajas. Según René Girard en Vialence and theSacred, la sociedad escoge un chivo expiatorio que es por lo general ún sust ituto, alguien que representa " el otro " . A esavíctima se dirige la violencia que podría de otra manera desembocar en un miembro de la comunidad a quien consciente o inconscientemente se desea proteger. El denominador común que determina la eficacia de! sacrificio amortigua todas las tensiones internas, los celos, las peleas y las rivalidades contenidas dentro de la comunidad. " 29 El papelque desempeña la comunidad queda explícito en e! texto.Minutos antes de que el sacrificio sangriento se efectúe:
García Márquez por Levine
La gente se dispersaba hacia la plaza en e! mismo sentidoque ellos. Era una multitud apretada, pero EscolásticaCisneros creyó observar que los dos amigos caminaban ene! centro sin dificultad, dentro de un circulo vac ío, porquela gente sabía que Santiago Nasar iba a morir, y no seatrevían a tocarlo ... La gente se había situado en la plazacomo en los días de desfile, todos lo vieron salir, y todoscomprendieron que ya sabía que lo iban a matar, y estaba
28 . Thomas G. Pavel, "T ragedy and the Sacred : Notes Towards a Semantic C haracterization ofa Fictional Genre." Poetics 10 (1981), 231.242.
29. Ren éGira rd, Violenaand theSacred Baltimore:Johns Hopkins University Press, 1972.
tan azorado que no encont raba el cami no de su casa. so
De repente todo en voz comu nal, voz que en esta obra nocumple la mism a función qu e el coro griego, le gritan direcciones contradi ctorias perturbá ndolo aún más. " De todoslados empezaron a gritarle, y Santiago Nasar dio variasvueltas al revés y al derecho, deslumbrado por tantas voces ala vez. " Llega confu so a la puerta principal donde lo esperaban los hermanos.
De~pu?s del crimen la comunidad se asegura de que nohabra mas matanz,:s. Según Girard, las víctimas escogidaspor la comunidad (Angela supo escoger la víctima) no motivan otros crímenes. " El Coronel Aponte preocupado por losrumores visitó a los árabes, fam ilia por familia, y al menospor esta vez sacó una conclu sión cor recta . Los encontró perplejos y tristes con insignias de duelo en sus altares y algunos lloraban a gritos sentad os en el suelo, pero ninguno abrigaba propósitos de vengan za . . . Nadie pensó en una represalia de la familia de Plácida Linero." " Los árabes", dice elnarrrador, "constituían una comunidad de inmigrantes pacíficos. Eran unidos, laboriosos y católicos. Se casaban entreellos ." Nasar como Bayardo San Roman constituyen " e lotro ". En el pu eblo los rela cionaban por su preocupacióncon el dinero. La madre del narrador ve a Bayardo ser desconfiable y describe sus ojos amarillentos como " ojos deoro " . El pueblo recuerda que Santiago Nasa r sacó la cuentade los gastos de la boda . Comenta el narrador : " Polo Carrillo, el dueño de la plant a eléctri ca, pensaba que su serenid a dno era de ingenuidad sino de cinismo: "Creía que su plata lohacía intocable, -me dijo. Fau sta L ópez, su mujer comentó : como todos los turcos."
El drama de honor español se transforma en un ritualcomplejo y sangriento. Nuestras expecta tivas de leer e! textocomo crónica periodística o novela negra se frustran . Elenigma no se resuelve y nos quedamos con la configuració nde un espacio cuyo sentido trasciend e la pu ra anécdota aparentemente trivial.
El cronista, a diferen cia de aquel de "los funerales", no sedistancia de la colectividad lo suficiente para asumir una posición crítica y asumir el pap el de desmitificador. En un primer plano se percibe un narrad or qu e forma parte de unacomunidad que defiend e el orden qu e mantiene una sociedad cerrada y machista . Existe sin em bargo, otro nivel en elque se efectúa la desmitificación de ese mundo anacrónico,de valores cuestionables que representa Sucre, y éste se da alnivel del estilo. A través de la iron ía y el humor negro se destaca una comunidad cuyos modos de pensar y actuar aparecen risibles y finalmente hast a grotescos. Se nota un narrador que se siente incómodo en ese mu ndo del que participa.El texto configura un narrador ambiguo qu e se exime decargo alguno dado que no está presente cuando ocurren loshechos : ha pasado la noche en un pro stíb ulo, y a otro queaparece más tarde y habla de " una muerte cuyos culpablespodíamos ser todos ."
En Crónica desaparece e! cronista de an ta ño que se establecía como autoridad por su clarividencia; sab iduría que lepermitía dar consejo . El cronista contemporáneo de este texto que ha perdido ese sitio privilegiado. En vez de consejonos da información, cargada de significación. El cronista noscomunica, por ejemplo , que el j uez (personaje con quien sesiente indentificado) escribe al margen de un folio: " Dadmeun prejuicio y moveré el mundo. " <>
30. García M árquez , Crónica, p. 134 Y149.
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