GABRIEL CASTILLO

LOS ENCUENTROS

DE UN EDUCADORPaz Escárate'

Conuersar con Gabriel Castillo (74 años, casado, Premio Nacional de

Educación 1997) es encontrarse con un educador. Un maestro que fue

formado por hombres que "caminan con Dios", como dice citando la

Biblia. Su trabajo es entusiasmar y acompañarlas escuelas para antici-

par una sociedad más justa.

y

ensaje: ¿Cuál es lafunción social de laeducación'/Gabriel Castillo:Todo viene de la con-\ icción sobre la vo-

cación humana, para que nacemos yqué sentido tiene vivir. Creo que naci-mos para construir una sociedad justa,lo cual tiene su gracia: antes de nacerno hubo ningún otro como yo. y nin-guno va a existir después de mí. Esosignifica que si no me juego por la jus-ticia, hay un componente que queda sinrecejarse; entonces pierdo yo y tam-bién los demás.

M: Diversas personas hacen diver-sas interpretaciones sobre la vocacióndel hombre. ¿Cómo llegó a descubrirque su vocación es la construcción dela justicia'/

GC: Uno no sabe exactamentecómo llegó a ciertas convicciones. Sin

* Periodista.

embargo, dos grandes fuentes me hanayudado siempre: la Biblia y los máspobres. Es probable que lo que yo digausté escrito en la Biblia o lo digan fre-cuentemente los pobres. Es una cosaaprendida y con la que estuve de acuer-do. No es que se me haya ocurrido.

M: Ya que su corazón fue formadopor la Biblia y por los más pobres,cuénteme cómo fue el camino ele de-jarse educar por el Evangelio.

GC: Es una cosa de fortuna. Losseres humanos tenemos buena suertepara algunas cosas y mala para otras.F.star en contacto con los más pobres,desde niño, fue una fuente fantásticade conocimiento. Yo vivía en Talca, erael séptimo de una familia de ocho hermanos, en la que había muerto el pa-dre. Era una familia que estaba deca-yendo económicamente. Lo que nossalvaba eran los valores de mi madre yde mis hermanos mayores. Al ser elpenúltimo no subía lo que pasaba y erafeliz con la vida que conocí. Sólo teníaque ir a la escuela y jugar a la pelota.

Como a los 7 años tuve un encuen-tro casual, pero determinante. Un día,jugando con otros chiquillos, la pelotase nos cayó dentro de la casa del obis-po. Entré despacio para que no se die-ra cuenta, pero Manuel l.arraín1 apa-reció y me habló. Ese fue el primercontacto con una persona de gran cali-dad humana, cuya preocupación eranlos más pobres. Por eso se interesó enun grupo de niños callejeros que res-cataban una pelota. Así surgió la amis-tad entre los dos.

EL MAGISTERIO DE MANUEL

estábamos en su casa.El magisterio consiste en generar

sentido de vida. Con Manuel leí todoShakespeare a los 10 años. Un día memetí en su biblioteca, donde había li-bros con empastes hermosos y nom-bres rarísimos. Entonces saqué uno,empece ;i leerlo y no paré más. Recuer-do que al final, en un acto de amistad,me permitió llevar uno de esos tomospara mi casa. Fue un lío cuidarlo paraque no se manchara. Eso muestra elmagisterio de Manuel, la cercanía quecreaba con las personas.

M: ¿Don Manuel influyó en su de-cisión de ser pedagogo?

GC: No. Yo estudié pedagogía depuro perdido. Me gustaba el lenguaje.le pregunté a un profesor qué podíahacer y me dijo que fuera al Pedagó-gico a estudiar castellano: pero no sa-bía nada de pedagogía.

Aprendí a ser profesor en el Liceode Hombres N" 10 de Santiago. Eraun liceo que no seleccionaba a sus

alumnos: llegaban muchos niños po-bres, que anteriormente habían fraca-sado, y también otros que eran muybuenos estudiantes. Cuando a la po-breza se agrega el fracaso en los eslu-dios, tienes un niño violento, pero conuna virtud: sabe qué es lo fundamen-tal. Porque pertenece al grupo de losque perdieron, le interesa una socie-dad más justa y se pregunta si tieneposibilidad de ganar.

Como profesor, ellos esperan queles confirme su fracaso o que acepteel camino que me proponen. Es comosi dijeran: si usted quisiera que gana-ra, que aprendiera, tendría que haceresto. Esa es pedagogía y yo no lo sa-

Don Manuel Larrain, entrañable amigode Alberto Hurtado, fue consagradoobispo de la diócesis de Talca en 1939En 1955 se realiza uno de sus másanhelados sueños: la creación delConsejo Episcopal Latinoamericano(Cclam), del cual fue primer presidente.Don Manuel muere el 22 de junio de19óó en un accidente automovilístico.

M: Fueron amigos a pesar de te-ner una gran diferencia de edad...

GC: Él creó el puente. Nosotrosestábamos asustados nomás. Nos dijoque si pasábamos de nuevo por ahí. lovisitáramos. Y qué mejor, al otro día

uu-o0)

bía. Me la enseñaron los pobres y losviolentos.

M: Le pidieron que cuidara y ama-ra la vida que hay en ellos...

GC: Me hablaron de los cuatro sig-nos de la escuela de anticipación. La jus-tícia, el aprender y no sólo memorizar,que el aprendizaje sea un mínimo paraque ellos continúen, y que sea un apren-dizaje para la vida. Había ocasiones enque me molestaba porque creía que noaprendían. Ellos me invitaron a sermaestro, es decir, a comenzar desde losalumnos. Sí uno sabe que los niños hanfracasado dos o tres veces, no se puede

hacer una clase como antes.La educación y el Evangelio coin-

ciden en el lenguaje. Los alumnos mehablaron, y no sé cómo se las arreglóDios para conversar a través de ellos;ambos dijeron que hay una sola cosanecesaria.

M: Entonces para usted la pedago-gía es una relación de amor...

GC: Para mí es la búsqueda cons-tante de la justicia a través de lo que losalumnos me enseñan y de cumplir mivocación: permitir que todos aprendan.No dejar a gente sin aprender y sin sen-tido de vida.

ENCUENTRO CON ALBERTO

M: ¿Cómo aparece el padre Hurla-do en esta búsqueda de justicia?

GC: A los 18 años llegó el momen-to de separarme de mi maestro ManuelLarraín y le pedí que me recomendaraotro maestro. Él me dijo que buscara aAlberto Hurlado.

Llegué a Santiago en 1948, a un ho-gar de estudiantes, preguntando quiénconocía al jesuíta. Nadie sabía de él.Después, en el Pedagógico, seguí bus-cándolo y de nadie obtenía respuesta.Hasta que una persona me dijo que mepodía llevar donde estaba. Nos pusimos

enxros con un

de acuerdo para visitarlo un sábadocomo a las tres de la tarde.

M: Fue como el encuentro del dis-cípulo con Jesús, del que se recuerda eldía y la hora...

GC: Sí. El hombre tan buscado pormí estaba como a cinco cuadras y yo nosabía. Encontrarse con Alberto Hurtadoera como hacerlo con Jesucristo. Sigopensando que es el ser más parecido aJesús que he conocido.

M: ¿Cuál era el rasgo más cristo-lógico de Alberto Hurlado?

GC: Eso no se puede contestar, él eraCristo. Me imagino el problema que te-nían los discípulos para responder esapregunta. Todas las imágenes de lo queuno quisiera llegar a ser, todos los sue-ños que un hombre puede tener, los virealizados en Alberto.

Respecto a un rasgo particular, en Al-berto vi a un Cristo contento. Vivía la cru-cifixión, se notaba en su llanto al ver lainjusticia y el dolor de las personas; sin

embargo, su gesto habitual era la alegría. que "caminaba con Dios".

M: ¿Cómo fue la pedagogía entreustedes?

GC: Nunca hablamos de eso. Es cu-rioso, pero me sorprendí cuando me con-taron que el P. Hurtado era doctor en Pe-dagogía. Los cuatro signos de la escuelade anticipación son copiados del Evan-gelio, de Manuel Larraín, de Alberto Hur-tado y de todos los pobres. Mi misión conlos muchachos del Liceo 10 no era pa-sar materia, sino suscitar aprendizaje,hacer amar lo que es bueno. De ahí paraadelante es goce.

M: ¿Cuáles son sus sueños en pe-dagogía ?

GC: Son las escuelas de anticipa-ción. Uno tiene que anticipar la socie-dad que espera. El P. Hurtado no vivíaen la sociedad chilena de la década del'40, sino que —desde el sentido devida— se situaba en la parusía. Él eraun hombre —y uso una expresiónimpagable de la Biblia acerca de Lot—

M: ¿Piensa en el futuro encuentrocon él?

GC: Converso habitualmente con él,no estamos separados. Recuerdo queuna vez le preguntamos a Alberto porqué creía en Dios. Él dijo: Creo en Élcomo creo en ustedes. Le respondimosque a nosotros nos veía. Él nos explicóque a Dios también lo veía. Ahímorimos, yo no puedo decir eso. Cuan-do un hombre conversa con Dios, demanera habitual, qué más quiere paraadelante... está en diálogo.

La gente que no conoció a Alberto,no sé cómo se las arregla para creer enJesucristo. Ellos aman a Jesús, pero nolo ven. En cambio yo sí lo vi. ComoManuel dijo, Alberto Hurtado fue la vi-sita de Jesús a la tierra. Es muy bonitaesa idea de Manuel, decir que Dios estáconstantemente viniendo, cada ciertotiempo se pega una bajadita y hace unaespecie de repaso. A mí me tocó la suer-te de encontrarlo.n

ESCUELAS DE ANTICIPACIÓN

GABRIEL CASTILLO DICE QUE UNA ESCUELA ES BUENA "CUANDO ES JUSTA CON TODOS LOS NIÑOS QUE LE TOCARON,

CUANDO TODOS APRENDEN — Y NO SÓLO MEMORIZAN— LAS MATERIAS, CUANDO LOS CONTENIDOS SON SIGNIFICATIVOS

PARA SUS VIDAS Y CUANDO VIVEN LOS VALORES. SON COSAS SENCILLAS, PERO ESA ES LA BASE ÉTICA". AGREGA! "EL

NIÑO NO VA A LA ESCUELA PARA QUE LE HABLEN DE JUSTICIA, SINO PARA QUE LOS PROFESORES SEAN JUSTOS CON ELLOS".

PARA EL PEDAGOGO ES DIFÍCIL DECIR DESDE CUÁNDO EXISTEN LAS ESCUELAS DE ANTICIPACIÓN, PORQUE ELLAS ENCIERRAN

SU CONCEPTO EDUCATIVO. "QUIZÁS LA PRIMERA FUE EL LLCEO DE HOMBRES N ° 1 0 " . SLN EMBARGO, EL MINISTERIO

DE EDUCACIÓN (A TRAVÉS DEL CENTRO DE PERFECCIONAMIENTO, EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIONES PEDAGÓGI-

CAS) HACE MÁS DE UNA DÉCADA SISTEMATIZA LAS EXPERIENCIAS POR MEDIO DEL PROYECTO DE ASEGURAMIENTO DE

APRENDIZAJES BÁSICOS. ACTUALMENTE 160 ESCUELAS, CON 66 MIL ALUMNOS A LO LARGO DE CHILE, SE ENCUENTRAN

EN CAMINO DE ANTICIPAR LA EDUCACIÓN.

GABRIEL CASTILLO NACIÓ EN 1927. EN 1952 SE TITULÓ DE PROFESOR DE ESTADO EN CASTELLANO (UNIVERSIDAD

DE CHILE) Y OBTUVO EL GRADO DE MAGISTER EN EDUCACIÓN (UNIVERSIDAD CATÓLICA) EN 1973. DESDE ENTONCES

INVESTIGA EN EDUCACIÓN, PUBLICA DOCUMENTOS Y DESARROLLA PROYECTOS EN EL CENTRO DE PERFECCIONAMIENTO.