g. h. mead - la persona (espíritu, persona y sociedad)

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    PARTE III

    L A P E R S O N A

    18. LA PERSONA Y EL ORGANISMO

    En nuestra exposicin del desarrollo de la inteligencia hemos sugerido ya queel proceso del lenguaje es esencial para el desarrollo de la persona. Lapersona posee un carcter distinto del organismo fisiolgico propiamente dicho.La persona es algo que tiene desarrollo; no est presente inicialmente, en elnacimiento, sino que surge en el proceso de la experiencia y la actividadsociales, es decir, se desarrolla en el individuo dado de resultas de susrelaciones con ese proceso como un todo y con los otros individuos que seencuentran dentro de ese proceso. La inteligencia de las formas inferiores de lavida animal, como gran parte de la inteligencia humana, no involucra unapersona. En nuestras acciones habituales, por ejemplo en nuestras idas y

    venidas por un mundo que existe simplemente y al cual estamos adaptados deuna manera, que no involucra ningn pensamiento, existe cierta proporcin deexperiencia sensorial, tal como la que tienen las personas cuando acaban dedespertar, un simple "estar all" 1. Los caracteres que nos rodean pueden existiren la experiencia sin ocupar su lugar en relacin con la persona. Naturalmente,en tales condiciones uno debe distinguir entre la experiencia que tiene lugarinmediatamente y nuestra propia organizacin de la misma en la experiencia dela persona. Luego' de efectuar un anlisis, uno dice que cierto objeto tena sulugar en su experiencia, en la experiencia de su persona. En forma similar,organizamos normalmente los recuerdos de acuerdo con nuestra persona Sasignamos una fecha a las cosas, lo hacemos siempre desde el punto de vistade nuestras experiencias pasadas. Frecuentemente tenemos recuerdos que nopodemos fechar, que no podemos ubicar. De pronto se presenta ante nosotrosuna imagen y. no podemos explicar dnde tuvo lugar esa experiencia.Recordamos en forma perfectamente distinta la imagen, pero no podemosubicarla definidamente, y no nos sentimos satisfechos hasta que podemosubicarla en trminos de nuestra experiencia pasada. Ello no obstante, creo quees evidente, cuando se piensa en esto, que la persona no est necesariamenteinvolucrada en la vida del organismo, ni tampoco en lo que denominarnosnuestras experiencias sensoriales, es decir, la experiencia en el mundo quenos rodea, para el cual tenemos reacciones habituales.

    1 En el original ingls, thereness. (N. del T.)

    Podemos distinguir bastante definidamente entre la persona y el cuerpo. Elcuerpo puede existir y operar en forma sumamente inteligente sin que haya unapersona involucrada en la experiencia.

    La persona tiene la caracterstica de ser un objeto para s, y esa caractersticala distingue de otros objetos y del cuerpo. Es perfectamente cierto que el ojopuede ver el pie, pero no ve al cuerpo como un todo. No podemos vernos laespalda; podemos palpar ciertas partes de ella, si somos giles, pero no

    podemos obtener una experiencia de todo nuestro cuerpo. Existen, es claro,experiencias un tanto vagas y difciles de localizar, pero las experiencias

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    corporales estn para nosotros organizadas en torno a una persona. El pe y lamano pertenecen a la persona. Podemos vernos los pies, especialmente s losmiramos desde el lado contraro de un par de binculos de teatro, corno cosasextraas que tenemos dificultad en reconocer como propias. Las partes delcuerpo son completamente distinguibles desde la persona. Podemos perder

    partes del cuerpo sin sufrir una seria invasin de la persona. La meracapacidad para experimentar distintas partes del cuerpo no se diferencia de laexperiencia de una mesa. La mesa presenta una distinta sensacin de la queexperimenta una mano cuando palpa a la otra, pero es una experiencia de algocon lo cual entramos definidamente en contacto. El cuerpo no se experimenta as mismo como un todo, en el sentido en que la persona, en cierto modo, entraen la experiencia de la persona.

    Lo que quiero destacar es la caracterstica de la persona como objet para s.Esta caracterstica est representada por el trmino "s mismo", que es unreflexivo e indica lo que puede ser al propio tiempo sujeto y objeto. Este tipo de

    objeto es esencialmente distinto de otros objetos, y en e1 pasado ha sidodistinguido como consciente, trmino que ndica una experiencia con la propiapersona, una experiencia de la propia persona. Se supona que la concienciaposea de algn modo esa capacidad de ser un objeto para s misma. Alproporcionar una explicacin conductista de la conciencia tenemos que buscaralguna clase de experiencia en la que el organismo fsico pueda llegar a ser unobjeto para s mismo 2.

    2 La conducta del hombre en su grupo social es tal, que l puede convertirseen un objeto para s mismo, hecho que hace de l un producto ms avanzadodel desarrollo evolutivo que los animales inferiores. Fundamentalmente, es estehecho social -y no su pretendida posesin de un alma o espritu de que l,como individuo, ha sido misteriosa y sobrenaturalmente dotado y con la que nohan sido dotados los animales inferiores- el que lo diferencia de ellos.

    Cuando uno corre para alejarse de alguien que lo persigue, estcompletamente ocupado en esa accin, y su experiencia puede desapareceren los objetos que le rodean de modo que no tenga, en ese momento, ningunaconciencia de s mismo. Por supuesto, es preciso que estemos muyabsolutamente ocupados para que tal cosa ocurra, pero creo que podemosreconocer esa clase de experiencia posible en la que no interviene la persona.

    Quiz podamos esclarecer un poco esa situacin gracias a las experiencias enlas que, en una accin sumamente intensa, aparecen en, la conciencia delindividuo, por detrs de esa intensa accin, recuerdos y anticipaciones. Tolstoi,como oficial durante la guerra, nos relata haber tenido imgenes de susexperiencias pasadas, en medio de sus acciones ms intensas. Estn tambinlas imgenes que atraviesan velocsimamente por el espritu de una persona -que se encuentra a punto de ahogarse. En tales circunstancias existe uncontraste entre una experiencia que est absolutamente envuelta por unaactividad exterior en la que no interviene la persona como objeto, y unaactividad de la memoria y la imaginacin, en la que la persona es el principalobjeto. La persona es, entonces, enteramente distinguible de un organismo

    rodeado por cosas y actuando con referencia a cosas, incluso partes de supropio cuerpo. Estas ltimas pueden ser objetos como otros objetos, pero son

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    objetos simplemente presentes en el campo y no involucran una persona quesea un objeto para el organismo. Pienso que esto frecuentemente se pasa poralto. Es este hecho el que torna tan falaces nuestras reconstruccionesantropomrficas de la vida animal. Cmo puede un individuo salir fuera de s(experiencialmente) de modo de poder convertirse en un objeto para s? ste

    es el problema psicolgico esencial del ser persona o conciencia de s, y susolucin se encontrar recurriendo al proceso de la conducta o actividad socialen que la persona o el individuo dado est implicado. El aparato de la razn nosera completo, a menos de que se lanzase a s mismo a su propio anlisis delcampo de la experiencia; o a menos de que el individuo se ubicase en el mismocampo experiencial de las otras personas individuales con las cuales acta encualquier situacin social dada. La razn no puede tornarse impersonal amenos de que adopte una actitud objetiva, no afectiva, hacia s; de lo contraro,tendremos simplemente la conciencia, no la conciencia de s. Y es necesario,para la conducta racional, que el individuo adopte de ese modo una conductaobjetiva, impersonal, hacia s mismo, que se convierta en un objeto para s.

    Porque el organismo individual es evidentemente un hecho o elementoconstituyente esencial e importante de la situacin emprica en que acta; y sinadoptar una visin objetiva de s mismo como tal, no puede actuar inteligente oracionalmente.

    El individuo se experimenta a s mismo como tal, no directamente, sino sloindirectamente, desde los puntos de vista particulares de los otros miembrosindividuales del mismo grupo social, o desde el punto de vista generalizado delgrupo social, en cuanto un todo, al cual pertenece. Porque entra en su propiaexperiencia como persona o individuo, no directa o inmediatamente, noconvirtindose en sujeto de s mismo, sino slo en la medida en que seconvierte primeramente en objeto para s del mismo modo que otros individuosson objetos para l o en su experiencia, y se convierte en objeto para s slocuando adopta las actitudes de los otros individuos haca l dentro de un mediosocial o contexto de experiencia y conducta en que tanto l como ellos estninvolucrados.

    La importancia de lo que denominamos "comunicacin" reside en el hecho deque proporciona una forma de conducta en la que el organismo o el individuopueden convertirse en un objeto para s. Es esa clase de comunicacin lo quehemos venido analizando, no la comunicacin en el sentido del cloqueo de la

    gallina a los pollitos, o el aullido del lobo a su manada, o el mugido de unavaca, sino la comunicacin en el sentido de los smbolos significantes,comunicacin que est dirigida no slo a los otros, sino tambin al individuomismo. En la medida en que ese tipo de comunicacin es parte de unaconducta, introduce por lo menos a una persona. Por supuesto, uno puede orsin escuchar; uno puede ver cosas que no advierte, hacer cosas de las que notiene realmente conciencia. Pero cuando reacciona a aquello mismo por mediode lo cual se est dirigiendo a otro, y cuando tal reaccin propia se convierte enparte de su conducta, cuando no slo se escucha a s, sino que se responde,se habla y se replica tan realmente como le replica la otra persona, entoncestenemos una conducta en que los individuos se convierten en objetos para s

    mismos.

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    Tal persona no es primariamente, dira yo, el organismo fisiolgico. Elorganismo fisiolgico le es esencial 3, pero al menos nos es posible pensar enuna persona que carezca de l. Las personas que creen en la, inmortalidad, oque creen en fantasmas o en la posibilidad de que la persona abandone elcuerpo, suponen una persona completamente distinguible del cuerpo. Es

    discutible hasta qu punto puede sostenerse con xito esas concepciones,pero, en rigor, nosotros separamos el cuerpo y el organismo. Es justo decir queel comienzo de la persona como objeto, hasta donde podemos ver, seencontrar en aquellas experiencias que condujeron a la concepcin de un"doble". Los pueblos primitivos suponen que existe un doble, presumiblementealojado en el diafragma, que abandona el cuerpo temporariamente durante elsueo y completamente en la muerte: Puede ser sacado del cuerpo, medianteengaos, por el enemigo de uno y quiz matado. En la infancia esrepresentado por los imaginarios compaeros de juegos qu los nios crean ygracias a los cuales llegan a controlar sus experiencias en sus juegos.

    3 a) Todas las interrelaciones e interacciones sociales estn arraigadas encierta base sociofisiolgica comn de que estn dotados todos los individuosinvolucrados en ellas. Estas bases fisiolgicas de la conducta social -que tienensu sede o asiento definitivo en la parte inferior del sistema nervioso central delindividuo- son las bases de dicha conducta, precisamente porque ellas en smismas son sociales; es decir, porque consisten en impulsos o instintos otendencias de conducta, por parte del individuo dado, que no puede llevar acabo ni darles expresin manifiesta y satisfaccin sin la ayuda cooperativa deuno o ms de los otros individuos. Los procesos fisiolgicos de la conducta, delas cuales ellas son el mecanismo, son procesos que necesariamenteinvolucran a ms de un individuo, procesos en los que estn involucrados porfuerza otros individuos, aparte del individuo dado. Ejemplos de las relacionessociales fundamentales que hacen surgir estas bases fisiolgicas de laconducta social son las relaciones entre los sexos (que expresan el instintoreproductor), entre padre e hija (que expresan el instinto paternal) y entrevecinos (que expresan el instinto gregario). Estos mecanismos o tendenciasfisiolgicos relativamente sencillos y rudimentarios, aparte de constituir la basefisiolgica para toda la conducta social humana, son tambin los materialesbiolgicos fundamentales de la naturaleza humana; as, cuando nos referimosa la naturaleza humana, nos estamos refiriendo a algo que es esencialmentesocial.

    b) Sexual y paternalmente, as como en sus ataques y defensas, lasactividades del organismo fisiolgico son sociales, en el sentido de que el actocomenzado dentro del organismo exige su completacin en las acciones de losotros. Pero en tanto que puede decirse que la pauta del acto es, en estoscasos, social, lo es slo en la medida en que el organismo busca los estmulosen las actitudes y caracteres de otras formas para la completacin de suspropias reacciones, y por medio de su conducta tiende a mantener al otro comoparte de su propio media. La conducta real del otro o de los otros no es iniciadaen el organismo individual como parte de su propia pauta de conducta (MS).

    La persona, en cuanto que puede ser un objeto para s, es esencialmente una

    estructura social y surge en la experiencia social. Despus de que ha surgido,una persona en cierto modo se proporciona a s misma sus experiencias

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    sociales, y as podemos concebir una persona absolutamente solitaria. Pero esimposible concebir una persona surgida fuera de la experiencia social. Cuandoha surgido, podemos pensar en una persona aislada para el resto de su vida,pero es una persona que se tiene a s misma por compaera y que puedepensar y conversar consigo misma del mismo modo que se ha comunicado con

    otros. El proceso a que me he referido, de reaccionar hacia la persona de unocomo otros reaccionan a ella, de tomar parte en la propia conversacin canotros, detener conciencia de lo que uno dice, y de emplear esa conciencia de loque se dice para determinar lo que se dir a continuacin, es un procesofamiliar para todos nosotros. Continuamente seguimos las palabras quedecimos a otra persona con una comprensin de lo que decimos, y empleamosesa comprensin en la direccin de nuestra conversacin continuada.Descubrimos lo que vamos a decir, lo que vamos a hacer, diciendo y haciendo,y en el proceso controlamos continuamente el proceso mismo. En laconversacin de gestos, lo que decimos provoca cierta reaccin en otro y, a suvez, cambia nuestra accin, de modo que nos apartamos de lo que

    comenzamos a hacer debido a la rplica que hace el otro. La conversacin degestos es el comienzo de la comunicacin. El individuo llega a mantener unaconversacin de gestos consigo mismo. Dice algo, y eso provoca en l ciertareaccin que le hace cambiar lo que iba a decir. Uno comienza a decir algo -supongamos que es algo desagradable-, pero cuando est a punto de decirlose da cuenta de que ser cruel. El efecto que produce en l mismo lo que estdiciendo, le contiene; se produce aqu una conversacin de gestos entre elindividuo y l mismo. Por conversacin significante entendemos que la accines tal que afecta al individuo mismo y que el efecto producido sobre el individuoes parte de la puesta en prctica inteligente de la conversacin con otros. Poras decirlo, amputamos la fase social y la dejamos de lado por el momento, demodo que uno habla consigo mismo como hablara con otra persona 4.

    4 Generalmente se reconoce que las expresiones de inteligenciaespecficamente sociales, o el ejercicio de lo que a menudo es llamado"inteligencia social", depende de la capacidad del individuo dado para adoptarlos papeles o "ponerse en el lugar de" los otros individuos involucrados con len situaciones sociales dadas, y tambin de su consiguiente sensibilidad a lasactitudes de ellos haca l y de los unos hacia los otros. Es claro que estasexpresiones de inteligencia especficamente social adquieren significacinsingular en trminos de nuestra opinin de que toda la naturaleza de la

    inteligencia es social hasta la mdula -de que este ponerse uno en el lugar delos otros, esta adopcin de uno de los papeles o actitudes de los otros, no essimplemente uno de los distintos aspectos o expresiones de inteligencia o deconducta inteligente, sino que es la esencia misma de su carcter. El "factor X"de la inteligencia, de Spearman -el factor desconocido que, segn l, lainteligencia contiene- es, simplemente (si nuestra teora social de la inteligenciaes correcta) esa capacidad del individuo inteligente para adoptar la actitud delotro, o las actitudes de los otros, advirtiendo de tal modo las significaciones delos smbolos o gestos en trminos de los cuales se lleva a cabo el pensamientoy quedando de tal modo en condiciones de mantener consigo mismo laconversacin interna, con esos smbolos o gestos, involucrada por el

    pensamiento.

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    Este proceso de abstraccin no puede ser llevado a cabo indefinidamente. Unobusca inevitablemente un pblico oyente, tiene que volcarse ante alguien. En lainteligencia reflexiva, uno piensa para actuar, y para actuar nicamente demodo que esa accin siga siendo parte de un proceso social. El pensamientose torna preparatorio de la accin social. El proceso mismo del pensamiento

    es, naturalmente, una conversacin interna que se lleva a cabo, pero es unaconversacin de gestos que, en su completacin, involucra la expresin de loque uno piensa a un pblico oyente. Uno separa de la conversacin real lasignificacin de lo que est diciendo a otros, y la tiene preparada antes dedecirla. La piensa, y quiz la escribe en forma de un libro; pero sigue formandoparte de una relacin social en la que uno se dirige a otras personas y, almismo tiempo, a la propia persona, y en la que uno controla el hecho dedirigirse a otras personas gracias a la reaccin hecha al propio gesto. Esnecesario para la persona que el individuo reaccione a s mismo, y es estaclase de conducta social la que proporciona la conducta dentro de la cualaparece dicha persona. No conozco ninguna otra forma de conducta, aparte de

    la lingstica, en la que el individuo sea un objeto para s, y, hasta donde puedover, el individuo no es una persona en el sentido reflexivo, a menos de que seaun objeto para s. Es este hecho el que confiere una importancia crtica a lacomunicacin, puesto que se trata de un tipo de conducta en que el individuoreacciona frente a s mismo.

    Advertimos en la conducta y experiencia cotidianas que un individuo no quieresignificar gran parte de lo que hace y dice. Frecuentemente decimos que talindividuo no es l mismo. Nos alejamos de una entrevista con la conciencia deque hemos omitido cosas importantes; de que hay partes de la persona que noaparecieron en lo que se dijo. La experiencia social misma es lo que determinala proporcin de persona, que entra en comunicacin. Por supuesto, buenaparte de la persona no necesita ex presin. Establecemos toda una serie dedistintas relaciones con diferentes personas. Somos una cosa para un hombrey otra para otro. Hay partes de la persona que existen slo para la persona enrelacin consigo misma. Nos dividimos en toda clase de distintas personas, conreferencia a nuestras amistades. Discutimos de poltica con una y de religincon otra. Hay toda clase de distintas personas que responden a toda clase dedistintas reacciones sociales. El proceso social mismo es el responsable de laaparicin de la persona; sta no existe como una persona aparte de ese tipo deexperiencia.

    Una personalidad mltiple es en cierto sentido normal, como acabo de indicar.Por lo general existe una organizacin de toda la persona con referencia a lacomunidad a la que pertenecemos y a la situacin en que nos encontramos. Loque es la sociedad, el que estemos viviendo con gente del presente, con gentede nuestra propia imaginacin o gente del pasado, vara, por supuesto, con losdistintos individuos. Normalmente dentro de la clase de comunidad, en cuantoun todo, a la que pertenecemos, existe una persona unificada, pero que puedeser quebrada. Para una persona un tanto nerviosamente inestable y en la quehay una lnea de clivaje, ciertas actividades se tornan imposibles, y esa seriede actividades pueden separar y desarrollar otra persona. Dos "m" y "yo"

    separados, dos distintas personas, resultan de ello, y sa es la condicin paraque exista una tendencia a dividir la personalidad. Se conoce un relato de un

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    profesor de educacin que desapareci, que qued perdido para la comunidad,y que ms tarde apareci en un campamento maderero del oeste. Se liber desu ocupacin y se le encontr en el bosque, donde se senta, si se quiere, msa sus anchas. El aspecto patolgico de la cuestin era el olvido, la omisin delresto de su persona. Este resultado involucraba librarse de ciertos recuerdos

    corporales que identificaran al individuo para s mismo. A menudoreconocemos las lneas d ruptura que nos recorren. Nos agradara olvidarciertas cosas, librarnos de cosas con las que la persona est unida enexperiencias pasadas. Tenemos ah una situacin en la que puede haberdistintas personas, y ella depende de la serie d reacciones socialesinvolucradas en lo referente a qu persona seremos. Si podemos olvidar todolo involucrado en una serie de actividades, evidentemente dejamos de lado esaparte de la persona. Tmese a una persona inestable, ocpesela con laconversacin y al mismo tiempo oblguesela a fijar la atencin en algo que unoest escribiendo, de modo que utilice dos lneas distintas de comunicacin, y siello se hace correctamente, se podr hacer que! las dos corrientes fluyan de

    manera que no se encuentren. Se puede obtener as dos series enteramentedistintas de actividades. De esa manera, se podr lograr la disociacin de lapersona del individuo. Es un proceso de establecer dos clases decomunicacin que separan la conducta del individuo. Para un individuo se tratade una cosa dicha y oda, y para el otro existe slo lo que ve escrito. Porsupuesto, es preciso mantener una experiencia fuera del campo de la otra. Lasdisociaciones tienen tendencia a darse cuando un acontecimiento conduce aperturbaciones emocionales. Lo que es separado sigue por su propio camino.

    La unidad y estructura de la persona completa refleja la unidad y estructura delproceso social como un todo; y cada una de las personas elementales de que,est compuesta aquella persona completa refleja la unidad y estructura de uno'de los varios aspectos de ese proceso en el que el individuo est involucrado.En otras palabras, las varas personas elementales que constituyen la personacompleta, o que estn organizadas en ella, son los distintos aspectos de laestructura de esa persona completa que responden a los distintos aspectos dela estructura del proceso social como un todo; la estructura de la personacompleta es, as, el reflejo del proceso social completo. La organizacin yunificacin de un grupo social es idntica a la organizacin y unificacin decada una de las personas que surgen, dentro del proceso social en el quedicho grupo est ocupado o que est llevando a cabo 5.

    5 La unidad del espritu no es idntica a la unidad de la persona. La unidad dela persona est constituida por la unidad de toda la pauta de relaciones de laconducta y la experiencia sociales en que el individuo est involucrado; y quese refleja en la estructura de la persona pero muchos de los aspectos ocaractersticas de todo ese esquema no entran en la conciencia, de modo quela unidad del espritu es, en un sentido, una abstraccin de la unidad msinclusiva de la persona.

    El fenmeno de la disociacin de la personalidad es causado por una rupturade la persona completa, unitaria, en las personas de que est compuesta y que

    respectivamente corresponden a los distintos aspectos del proceso social enque est involucrada la persona y dentro del cual ha surgido su persona

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    completa o unitaria: tales aspectos son los distintos grupos sociales a los, quepertenece dentro de ese proceso.

    19. LA BASE GENTICA DE LA PERSONA

    Ahora se presenta el problema d cmo surge, en detalle, una persona.Tenemos que destacar algo del fondo de esa gnesis. En primer lugar, est laconversacin de gestos entre animales, que involucra alguna clase de actividadcooperativa. Ah, el comienzo del acto de uno es un estmulo para que el otroreaccione de cierto modo, en tanto que el comienzo de esa reaccin se torna asu vez un estmulo para que el primero adapte su accin a la reaccin enmarcha. Tal es la preparacin para el acto completo, que al final conduce a laconducta, que es el resultado de esa preparacin. Sin embargo, laconversacin de gestos no entraa la referencia del individuo, el animal, elorganismo, a s mismo. No es el actuar de cierta manera lo que provoca unareaccin en el organismo mismo, aunque se trata de conducta con referencia a

    la conducta de otros: Empero, hemos visto que existen ciertos gestos queafectan al organismo del mismo modo que afectan a otros organismos ypueden, por lo tanto, provocar en el organismo reacciones de igual carcterque las provocadas en el otro. Aqu, pues, tenemos una situacin en la que elindividuo puede por lo menos provocar reacciones en s y replicar a ellas, conla condicin de que los estmulos sociales tengan sobre el individuo el efectoque es probable tengan en el otro. Por ejemplo, tal es lo que est involucradoen el lenguaje; de lo contrario, el lenguaje como smbolo significante,desaparecera, puesto que el individuo no obtendra la significacin de lo quedice.

    El carcter peculiar posedo por nuestro medio social humano le pertenece envirtud del carcter peculiar de la actividad social; humana; y ese carcter, comohemos visto, se encuentra en el proceso de la comunicacin, y, msparticularmente, en la relacin tridica en que se basa la existencia de lasignificacin: la relacin del gesto de un organismo con la reaccin adaptativahecha, por otro organismo, en su capacidad indicativa en cuanto sealador dela completacin o resultante del acto que inicia (siendo la significacin delgesto, de, tal manera, la reaccin del segundo organismo a l como tal, o comogesto). Lo que, por as decirlo, saca al gesto fuera del acto social y lo asla encuanto tal -lo que hace de l algo ms que una simple primera fase de un acta

    individual- es la reaccin de otro organismo, u otros organismos, hacia l. Talreaccin es su significacin, o le proporciona su significacin. La situacinsocial y el proceso de la conducta estn aqu presupuestos por los actos de losorganismos individuales involucrados en aqullos. El gesto surge en el actosocial como un elemento separable, en virtud del hecho de que esseleccionado por las sensibilidades hacia l de otros organismos; no existemeramente como gesto en la experiencia del individuo aislado. La significacind un gesto para un organismo, repitmoslo, se encontrar en la reaccin deotro organismo a lo que sera la completacin del acto del primer organismoque dicho gesto inicia indica.

    A veces hablamos como s una persona pudiese construir todo un argumenten su espritu y luego ponerlo en palabras para trasmitrselo a algn otro. En

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    realidad, nuestro pensamiento tiene lugar por medio de alguna clase desmbolos. Es posible que uno posea en su experiencia la significacin de "silla"sin que exista un smbolo, pero en ese caso no pensaramos en "silla".Podemos sentarnos en una silla sin pensar en lo que hacemos; es decir,nuestra aproximacin a la silla ha sido presumiblemente provocada ya en

    nuestra experiencia, de modo que la significacin est presente en ella. Pero suno piensa en la silla, tiene que poseer alguna clase de smbolo para ella.Puede que se trate de la forma de la silla, puede ser la actitud que adoptaalguien al sentarse, pero lo ms probable es que sea algn smbolo delenguaje que provoca esa reaccin. En un proceso do pensamiento esnecesario que exista alguna clase de smbolo que pueda referirse a esasignificacin, es decir, que tienda a provocar sta reaccin y servir asimismopara otras personas en ese sentido. S no fuese, as, no sera un proceso depensamiento.

    Nuestros smbolos son todos universales 6. No se puede decir nada que sea

    absolutamente particular; cualquier cosa qu uno diga, que tenga algunasignificacin, es universal. Se est diciendo algo que provoca una reaccinespecfica en alguien siempre que el smbolo exista para ese alguien, en suexperiencia, como existe para uno. Existe el lenguaje hablado y el lenguaje delas manos, y puede haber tambin el lenguaje de la expresin de las facciones.

    6 El pensamiento se efecta en trminos o por medio de universales. Ununiversal interpretado en forma conductista sera, simplemente, el acto socialen cuanto un todo, e involucrara la organizacin e interrelacin de todos losindividuos reunidos en el acto, gracias al control de sus reacciones manifiestas.Esta organizacin de las distintas actitudes e interacciones individuales en unacto social dado, con referencia a la interrelacin de las mismas en cuantarealizadas por los propios individuos, es lo que queremos significar cuandohablamos de un universal; y ella determina cules sern las genuinasreacciones explcitas de los individuos involucrados en el acto social, ya seaque dicha acto se refiera a un proyecto concreto de cualquier clase (como larelacin de los medios fsicos y sociales para los fines deseados) o a unadiscusin puramente abstracta, como, digamos, la teora de la relatividad o lasideas platnicas.

    Uno puede expresar pena o alegra y provocar ciertas reacciones. Hay pueblos

    primitivos que pueden mantener complicadas conversaciones mediante el soloempleo de las expresiones faciales. Aun en tales casos, la persona que secomunica es afectada por la expresin del mismo modo que espera que la otrapersona sea afectada. El pensamiento siempre involucra un smbolo queprovoca en otro la misma reaccin que provoca en el pensador. Dicho smboloes un universal de raciocinio; es de carcter universal. Siempre suponemosque el smbolo que empleamos provocar en la otra persona la mismareaccin, siempre que forme parte de su mecanismo de conducta. Una personaque dice algo, se est diciendo a s misma lo que dice a los dems; de locontraro, no sabe de qu est hablando.

    Naturalmente, en la conversacin de uno con otros hay una gran parte que noprovoca en la persona la misma reaccin que despierta en los otros. Esto es

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    particularmente cierto en el caso de las actitudes emocionales. Uno trata deamedrentar a alguien; pero no trata de amedrentarse a s mismo. Adems,existe toda una serie de valores, dados, en el lenguaje, que no tienen carctersimblico. El actor tiene conciencia de esos valores; es decir, si asume ciertaactitud, tiene conciencia, como decimos, de que esa actitud representa pena.

    En ese caso, est en condiciones de responder a su propio gesto, en algnsentido, como lo hace su pblico. No se trata de una situacin natural; uno noes actor durante todo el tiempo. En ocasiones actuamos y nos preguntamosqu efecto tendr nuestra actitud, y puede que empleemos deliberadamente,cierto tono de voz para provocar cierto resultado. Tal tono provoca en nosotrosla misma reaccin que la que queremos provocar en algn otro. Pero una granparte de lo que- ocurre en la conversacin no tiene esta caractersticasimblica.

    Es tarea, no slo del actor, sino tambin del artista, encontrar la clase deexpresin que provocar en otros lo que est sucediendo en l. El poeta lrico

    tiene una experiencia de belleza con un estremecimiento emocional, y, comoartista que emplea palabras, busca aquellas que respondern a su actitudemocional y que despertarn en otros la actitud que l mismo tiene. Slo puedeponer a prueba sus resultados en s mismo, viendo s las palabras provocan enl la reaccin que quiere provocar en otros. En cierto modo, se encuentra en lamisma situacin que el actor. La primera experiencia directa e inmediata noreside en la forma de comunicacin. En este terreno tenemos una aclaracininteresantsima por parte de un poeta de la talla de Wordsworth, que seinteresaba mucho en la tcnica de la expresin potica. Wordsworth nosexplica, en sus prefacios y tambin en sus poesas, cmo surgan sus poemas,en cuantos poemas -y nunca la experiencia misma era el estmulo inmediatopara la expresin de la misma. Este proceso de encontrar en el lenguaje laexpresin que provoque la emocin otrora experimentada, se lleva a cabo msfcilmente cuando uno trata con el recuerdo de, ella que cuando se encuentrauno en mitad de experiencias extticas como aquellas por las cuales pasWordsworth en su contacto con la naturaleza. Uno tiene que experimentar y vercmo la expresin dada responde a las reacciones que se sufren ahora en loslevsimos recuerdos de las experiencias. Alguien dijo una vez que tenagrandes dificultades para escribir poesa; posea muchas ideas pero no podaconseguir el lenguaje que necesitaba. Se le dijo, correctamente, que la poesase escriba con palabras, no con ideas.

    Gran parte de nuestra conversacin carece de este carcter genuinamenteesttico; en la mayor parte de ella no sentimos deliberadamente las emocionesque provocamos. No usamos normalmente estmulos de lenguaje paraprovocar en nosotros la reaccin emocional que estamos provocando en otros.Por supuesto, uno siente simpata en las situaciones emocionales; pero lo quebusca es, en fin de cuentas, lo que en el otro respalda al individuo en su propiaexperiencia. En el caso del poeta y el actor, el estmulo provoca en el artista loque despierta en el otro, pero no es sa la funcin natural del lenguaje; nosuponemos que la persona que est furiosa provoque en s el temor que estprovocando en alguna otra. La parte emocional de nuestro acto no provoca

    directamente en nosotros la reaccin que provoca en el otro. Si una persona semuestra hostil, la actitud del otro en la que ella est interesada -una actitud que

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    fluye naturalmente de su tono airado- no es una actitud que reconozcadefinidamente en s misma. No nos asustamos por un tono que podamosemplear para asustar a algn otro. Por el lado emocional, que es una partesumamente grande del gesto vocal, no provocamos en' nosotros, en proporcinsemejante, la reaccin que provocamos en otros como lo hacemos en el caso

    de la conversacin significante. En sta tenemos que provocar en nosotros eltipo de reaccin que despertamos en otros; tenemos que saber lo que estamosdiciendo, y la actitud del otro, que provocamos en nosotros mismos, controla loque decimos. Racionalidad significa que el tipo de reaccin que provocamos enotros debera ser provocado del mismo modo en nosotros, y que esa reaccin,a su vez, debera ocupar su lugar en lo tocante a determinar qu otra cosadiremos y haremos. Lo esencial para la comunicacin es que el smbolodespierte en la persona de uno lo que despierta en el otro individuo. Tiene quetener esa clase de universalidad para cualquier persona que se encuentre en lamisma situacin. Existe una posibilidad de lenguaje cada vez que un estmulopuede afectar a un individuo como afecta a otro. En el caso de una persona

    ciega como Helen Keller, se trata de una experiencia de contacto que podraser dada a otro como le es dada a ella. Con esa clase de lenguaje fueconstruido el espritu de Helen Keller. Como ella lo ha reconocido, slo cuandologr entrar en comunicacin con otras personas por medio de smbolos, pudoprovocar en s las reacciones que ellos provocan en otras personas, fin deobtener lo que denominamos un contenido mental, o una persona.

    Otra serie de factores bsicos en la gnesis de la persona est representadapor las actividades ldicas y el deporte.

    Entre los pueblos primitivos, como he dicho, la necesidad de distinguir entre lapersona y el organismo fue reconocida en lo que nosotros llamamos "el doble-:el individuo tiene una persona cosificada que es afectada por el individuo comoella afecta a otros individuos, y que se distingue del organismo inmediato enque puede abandonar el cuerpo y volver nuevamente a l. sa es la base delconcepto del alma como entidad separada.

    Encontramos en los nios algo que responde a ese doble, a saber, loscompaeros invisibles, imaginarios, que muchos nios producen en su propiaexperiencia. De esa manera organizan las reacciones que provocan en otraspersonas y tambin en s mismos. Por supuesto, este jugar con un compaero

    imaginario es no ms que una fase particularmente interesante del juegocorriente. El juego en ese sentido, especialmente la etapa que precede a losdeportes organizados, es un juego a algo. El nio juega a ser una madre, unmaestro, un polica; es decir, adopta diferentes papeles, como decimosnosotros. En lo que llamamos el juego de los animales tenemos algo quesugiere eso: una gata juega con sus gatitos, y los perros juegan entre s. Dosperros que juegan, se atacan y se defienden, en un proceso que, si fuesellevado realmente a efecto, resultara una verdadera ria. Existe unacombinacin de reacciones que frena la profundidad del mordisco. Pero en talsituacin, los perros no adoptan un papel definido en el sentido en que un nioadopta deliberadamente el papel de otro. Esta tendencia por parte de los nios

    es la que nos ocupa en el jardn de infantes, donde los papeles que los niosasumen son convertidos en bases para la educacin. Cuando el nio adopta un

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    las otras indefinidamente. En tal etapa decimos que el nio no tiene todavauna persona completamente desarrollada. El nio reacciona en formasuficientemente inteligente a los estmulos inmediatos que llegan hasta l, peroestos estmulos no estn organizados. No organiza su vida como querramosque lo hiciera, es decir, como un todo. No hay ms que una serie de reacciones

    del tipo de las del juego. El nio reacciona a ciertos estmulos, pero no es unapersona completa. En su deporte tiene que tener una' organizacin de esospapeles; de lo contraro, no puede jugar, El deporte representa el paso en lavida del nio, desde la adopcin del papel de otros en el juego hasta la parteorganizada que es esencial para la conciencia de s en la acepcin completadel trmino.

    20. EL JUEGO, EL DEPORTE Y EL "OTRO" GENERALIZADO

    Hablamos de las condiciones sociales bajo las cuales la persona surge comoun objeto. En adicin al lenguaje, encontramos dos ejemplos: uno en el juego y

    el otro en el deporte, y quiero resumir y ampliar m explicacin de esos puntos.He hablado de ellos desde el punto de vista de los nios. Naturalmente,podemos referirnos tambin a las actitudes de los pueblos ms primitivos, enlos que ha nacido nuestra civilizacin. Una notable ilustracin del juego encuanta distinto del deporte se encuentra en los mitos y en varios de los juegosque llevan a cabo pueblos primitivos, especialmente en las ceremoniasreligiosas. La actitud ldica pura que encontramos en el caso de los niospequeos puede no encontrarse en aqullos, puesto que los participantes sonadultos, e indudablemente la relacin de esos procesos de juego con lo queellos interpretan se encuentra, ms o menos, incluso en el espritu de lospueblos ms primitivos. En el proceso de interpretacin de tales rituales existeuna organizacin de juego que podra quiz ser comparada con lo que tienelugar en el jardn de infantes, en el juego de los chiquillos, cuando se rene astos en un equipo que tendr una estructura o relacin definida. Por lo menosalgo de eso se descubre en el juego de los pueblos primitivos. Esta clase deactividad, por supuesto, no corresponde a la vida cotidiana de la gente en sutrato con los objetos que la rodean -en ese caso tenemos una actitud deconciencia de s ms o menos desarrollada-, sino a su actitud hacia las fuerzasque la rodean, haca la naturaleza de la cual depende; en su actitud haca estanaturaleza que es vaga e incierta, tenernos una reaccin mucho ms primitiva;y esa reaccin encuentra su expresin, en la adopcin del papel del otro, en el

    juego a la expresin de sus dioses y sus hroes, en el cumplimiento de ciertosritos que son la representacin de lo que se supone ,que hacen dichos dioses yhroes. El proceso se desarrolla hasta convertirse en una tcnica ms o menosdefinida, y es dominado; y sin embargo podemos decir que ha surgido de unasituacin similar a aquella en que los chiquillos juegan a ser padre, a sermaestro -vagas personalidades que estn cerca de ellos y que les afectan. y delas cuales dependen. sas son las personalidades que adoptan, los papelesque interpretan, y en esa medida dominan el desarrollo de su propiapersonalidad. El jardn de infantes trata de conseguir precisamente eseresultado. Toma los caracteres de todos estos seres vagos y los pone en talesrelaciones sociales mutuas, organizadas, que logran construir el carcter del

    chiquillo7

    . El hecho de la sola introduccin de organizacin desde afuerasupone una falta de organizacin en ese perodo de la experiencia del nio. En

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    comparacin con tal situacin del nio y de los pueblos primitivos, tenemos eldeporte como tal.

    7 ["The Relation of Play to Education", University of Chicago Record, I (1896-97), pgs. 140 y ss.]

    La diferencia fundamental que existe entre el deporte y el juego est en que, enel primero, el nio tiene que tener la actitud de todos los dems que estninvolucrados en el juego mismo. Las actitudes de las dems jugadas que cadaparticipante debe asumir, se organiza en una especie de unidad y esprecisamente la organizacin lo que controla la reaccin del individuo. Antesusamos la ilustracin de una persona jugando al bisbol. Cada uno de suspropios actos es determinado por su expectativa de las acciones de los otrosque estn jugando. Lo que hace es fiscalizado por el hecho de que l es todoslos dems integrantes del equipo, por lo menos en la medida en que esasactitudes afectan su reaccin particular. Tenemos entonces un "otro" que esuna organizacin de las actitudes de los que estn involucrados en el mismoproceso.

    La comunidad o grupo social organizados, que proporciona aI individuo suunidad de persona pueden ser llamados el otro generalizado. La actitud delotro generalizado es la actitud de toda la comunidad 8. As, por ejemplo, en elcaso de un grupo social como el de un equipo de pelota, el equipo es el otrogeneralizado, en la medida en que interviene -como proceso organizado oactividad social- en la experiencia de cualquiera de los miembros individualesde l.

    Si el individuo humano dado quiere desarrollar una persona en el sentido msamplio, no es suficiente que adopte simplemente las actitudes de los otrasindividuos humanos hacia l y de ellos entre s dentro del proceso socialhumano, e incorpore ese proceso social como un todo a su experienciaindividual, meramente en esos trminos. Adems, del mismo modo que adoptalas actitudes de los otros individuos hacia l y de ellos entre s, tiene queadoptar sus actitudes hacia las distintas fases o aspectos de la actividad socialcomn o serie de empresas sociales en las que, como miembros de unasociedad organizada o grupo social, estn todos ocupados; y entonces,generalizando esas actitudes individuales de esa sociedad organizada o grupo

    social, tomndolas como un todo, tiene que actuar con relacin a diferentesempresas sociales que en cualquier momento dado dicha sociedad ejecuta, ocon relacin a las distintas fases mayores del proceso social general queconstituye la vida de tal sociedad y de la cual dichas empresas sonmanifestaciones especficas. Esa incorporacin de las actividades amplias decualquier todo social dado, o sociedad organizada, al campo experiencial decualquiera de los individuos involucrados o incluidos en ese todo es, en otraspalabras, la base esencial y prerrequisito para el pleno desarrollo de la personade ese individuo; slo en la medida en que adopte las actitudes del grupo socialorganizado al cual pertenece, hacia la actividad social organizada, cooperativa,o hacia la serie de actividades en la cual ese grupo est ocupado, slo en esa

    medida desarrollar una persona completa o poseer la clase de personacompleta que ha desarrollado. Y, por otra parte, los complejos procesos y

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    actividades cooperativos y funciones institucionales de la sociedad humanaorganizada son, tambin, posibles slo en la medida en que cada uno de losindividuos involucrados en ellos o pertenecientes a esa sociedad puedanadoptar las actitudes generales de todos esos otros individuos con referencia aesos procesos y actividades y funciones institucionales, y al todo social de

    relaciones e interacciones experienciales de ese modo constituidas -y puedandirigir su conducta de acuerdo con ello.

    8 Es posible que los objetos inanimados, no menos que otros organismoshumanos, formen parte del otro generalizada y organizado -completamentesocializado-, en relacin con algn individuo humano dado, en la medida enque ste responda a tales objetos socialmente o en una forma social (pormedio del mecanismo del pensamiento, por la conversacin de gestossubjetivada). Cualquier cosa -cualquier objeto o serie de objetos, animados oinanimados, humanos, animales o simplemente fsicos- hacia la cual l acte, oa la que reaccione socialmente, es un elemento en el cual, para l, est el otro

    generalizado; y adoptando las actitudes de ste hacia l, se torna conscientede s como objeto o individuo, y de tal modo desarrolla una persona opersonalidad. As, por ejemplo, el culto, en su forma primitiva, es simplementela corporizacin social de la relacin entre el grupo social dado, o comunidad, ysu medio fsico- una forma social organizada, adoptada por los miembrosindividuales de ese grupo o comunidad, de entrar en relaciones sociales col,ese medio, o (en un sentido) de mantener conversaciones con l; y de esamanera el ambiente se convierte en parte del otro generalizado total para cadauno de los miembros individuales del grupo social o comunidad dados.

    Es en la forma del otro generalizado como los procesos sociales influyen en laconducta de los individuos involucrados en ellos y que los llevan a cabo, esdecir, que es en esa forma como la comunidad ejerce su control sobre elcomportamiento de sus miembros individuales; porque de esa manera elproceso o comunidad social entra, como factor determinante, en elpensamiento del individuo. En el pensamiento abstracto el individuo adopta laactitud del otro generalizado 8bishacia s mismo, sin referencia a la expresinque dicho otro generalizado pueda asumir en algn individuo determinado; y enel pensamiento concreto adopta esa actitud en la medida en que es expresadaen las actitudes hacia su conducta por parte de aquellos otros individuos junto

    ton quienes est involucrado en la situacin o el acto social dados. Pero sloadoptando la actitud del otro generalizado hacia l -en una u otra de esasmaneras- le es posible pensar, porque slo as puede darse el pensamiento. Yslo cuando los individuos adoptan la actitud o actitudes del otro generalizadohacia s mismos, slo entonces se hace posible la existencia de un universo deraciocinio, como el sistema de significaciones sociales o comunes que elpensamiento presupone.

    8 bis Hemos dicho que la conversacin interna del individuo consigo mismo entrminos de palabras o gestos significantes -la conversacin que constituye elproceso o actividad del pensamiento- es mantenida por el individuo desde el

    punto de vista del "otro generalizado". Y cuanto ms abstracta es laconversacin, cuanto ms abstracto resulta ser el pensamiento, tanto ms

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    apartado est el otro generalizado de cualquier conexin con individuosparticulares. O sea que especialmente en el pensamiento abstracto esmantenida la conversacin, par el individuo, con el otro generalizado, antes quecon ningn individuo particular. Es as, por ejemplo, como los conceptosabstractos son conceptos enunciados en trmino de las actitudes de todo el

    grupo o comunidad social; son enunciados sobre la base de la conciencia queel individua tiene de las actitudes del otro generalizado haca ellos, comoresultado de que l ha adoptado esas actitudes del otro generalizado y luegoreaccionado a ellas. Y es as tambin cmo las proposiciones abstractas sonenunciadas en una forma que cualquiera -cualquier otra individuo inteligentepuede aceptar.

    El individuo humano consciente de s, pues, adopta o asume las actitudessociales organizadas del grupo social o comunidad dada (o de una parte deella) la que pertenece, hacia los problemas sociales de distintas clases queenfrentan a dicho grupo o comunidad en cualquier momento dado y que surgen

    en conexin con las correspondientes empresas sociales o tareas cooperativasorganizadas en las que dicho grupo o comunidad, como tal, est ocupado. Y,como participante individual en esas tareas sociales o empresas cooperativas,gobierna, de acuerdo con ellas, su propia conducta, En poltica, por ejemplo, elindividuo se identifica con todo un partido poltico y adopta las actitudesorganizadas de todo ese partido hacia el resto de la comunidad social dada yhacia los problemas a que tiene que hacer frente el partido dentro, de lasituacin social dada; y, en consecuencia, reacciona en trminos de lasactitudes organizadas del partido como un todo. De tal modo entra en una serieespecial de relaciones sociales con todos los dems individuos que pertenecena ese partido poltico; y de la misma manera entra en varias otras seriesespeciales de relaciones sociales, con varas otras clases de individuos,respectivamente, en las que los individuos de cada una de esas clases son losotros miembros de alguno de los subgrupos particulares organizados(determinados en trminos socialmente funcionales) de los que l mismo esmiembro dentro de toda la sociedad dada o comunidad social. En lascomunidades sociales ms altamente desarrolladas, organizadas ycomplicadas -las desarrolladas por el hombre civilizado-, estas distintas claseso subgrupos socialmente funcionales de individuos a las que pertenececualquier individuo dado (y con los otros miembros individuales de los cualesentra, de tal modo, en una serie especial de relaciones sociales) son de dos

    clases. Algunas de ellas son clases o subgrupos sociales concretos, tales comolos partidos polticos, los clubes, las corporaciones, que son todos, en realidad,unidades sociales funcionales, en trminos de los cuales sus miembrosindividuales se encuentran directamente relacionados los unos con los otros.Las otras son clases o subgrupos sociales abstractos, tales como la clase dedeudores y la clase de acreedores, en trminos de las cuales sus miembrosindividuales estn relacionados unos con otros slo ms o menosindirectamente, y que slo ms o menos indirectamente funcionan comounidades sociales, pero que proporcionan o representan posibilidadesilimitadas para la ampliacin, ramificacin y enriquecimiento de las relacionessociales entre todos los miembros individuales de la sociedad dada en cuanto

    un todo organizado y unificado. La participacin del individuo dado en varias deesas clases o subgrupos sociales abstractos posibilita su entrada en definidas

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    relaciones sociales (por indirectas que sean) con una cantidad casi infinita deotros individuos que tambin pertenecen a -o estn incluidos en- una u otra deesas clases o grupos sociales abstractos, que atraviesan las lneas funcionalesde demarcacin que separan unas de otras a las distintas comunidadessociales humanas y que incluyen a miembros individuales de varias (en

    algunos casos de todas) de esas comunidades. De esas clases o subgrupossociales abstractos de individuos humanos, la ms amplia y extensa es, porsupuesto, la definida por el universo lgico de raciocinio (o sistema de smbolossignificantes universales) determinado por la participacin e interaccincomunicativa de los individuos; porque, de todas esas clases o subgrupos, esla que tiene el mayor nmero de miembros Individuales, cosa que permite a lamayor cantidad concebible de individuos humanos entrar en alguna clase derelacin social mutua, por indirecta o abstracta que ella pueda ser -relacin quesurge del funcionamiento universal de los gestos como smbolos significantesen el proceso general de la comunicacin social humana.

    He sealado, pues, que, existen dos etapas generales en el pleno desarrollo dela persona. En la primera de dichas etapas, la persona individual estconstituida simplemente por una organizacin de, las actitudes particulares deotros individuos hacia el individuo y de las actitudes de los unos hacia los otros,en los actos sociales especficos en que aqul participa con ellos. Pero en lasegunda etapa del completo desarrollo de la persona del individuo, estapersona est constituida, no slo por una organizacin de las actitudes deesos individuos particulares, sino tambin por una organizacin de las actitudessociales del otro generalizado, o grupo social como un todo, al cual pertenece.Estas actitudes sociales o de grupo son incorporadas al campo de laexperiencia directa del individuo e incluidas como elementos en la estructura oconstitucin de su persona, del mismo modo que las actitudes de otrosindividuos particulares; y el individuo llega a ellas, o logra adoptarlas, gracias aque organiza y luego generaliza las actitudes de otros individuos particularesen trminos de sus significaciones e inferencias sociales organizadas. De talmodo la persona llega a su pleno desarrollo organizando esas actitudesindividuales de otros en las actitudes organizadas sociales o de grupo y, de esamanera, se convierte en un reflejo individual del esquema sistemtico generalde la conducta social o de grupo en la que ella y los otros estn involucrados -esquema que interviene como un todo en la experiencia del individuo, entrminos de esas actitudes de grupo organizadas que, mediante el mecanismo

    del sistema nervioso central, adopta para s del mismo modo que adopta lasactitudes individuales de otros.

    El deporte tiene una lgica, cosa que torna posible tal organizacin de lapersona: es preciso obtener un objetivo definido; las acciones de los distintosindividuos estn todas relacionadas entre s con referencia a ese objetivo, demodo que no entran en conflicto; uno no est en conflicto consigo mismo en laactitud de otro hombre del mismo equipo. Si uno tiene la actitud de la personaque arroja la pelota, puede tener tambin la reaccin de atrapar la pelota.Ambas estn relacionadas de manera de contribuir al objetivo del deportemismo. Estn interrelacionadas en una forma unitaria, orgnica. Existe, pues,

    una unidad definida, que es introducida en la organizacin de. otras personas,cuando llegamos a la etapa del deporte, en comparacin con la situacin del

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    juego, en la que hay una simple sucesin de un papel tras otro, situacin quees, por supuesto, caracterstica de la personalidad del nio. El nio es una cosaen un momento y otra en otro; y la que es en un momento dado no determina loque ser en el siguiente. Eso constituye, a la vez, el encanto de la niez y suimperfeccin. No se puede contar con el nio; no se puede suponer que todas

    las cosas que l haga determinarn lo que har en un momento dado. No estorganizado en un todo. El nio no tiene carcter definido, personalidad definida.

    El deporte, constituye, as, un ejemplo de la situacin de la que surge unapersonalidad organizada. En la medida en que el nio adopta la actitud del otroy permite que esa actitud del otro determine lo que har con referencia a unobjetivo comn, en esa medida se convierte en un miembro orgnico de lasociedad. Se incorpora la moral de esa sociedad y se convierte en un miembroesencial de ella. Pertenece a ella en el grado en que permite que la actitud delotro, que l adopta, domine su propia expresin inmediata. Una especie deproceso organizado est aqu involucrado. Lo que es expresado en trminos

    del deporte es, por supuesto, continuamente expresado en la vida social delnio, pero este proceso ms amplo va ms all de la experiencia inmediata delnio. La importancia del deporte estriba en que ste reside enteramente dentrode la experiencia del nio, y la importancia de nuestro tipo de educacinmoderna consiste en que es llevada tan lejos como resulta posible dentro deese reino. Las diferentes actitudes que asume un -nio estn organizadas detal manera, que ejercen un control definido sobre su reaccin, as como lasactitudes en un deporte controlan su reaccin inmediata. En el deportelogramos un otro organizado, un otro generalizado, que se halla en lanaturaleza misma del nio y encuentra su expresin en la experienciainmediata de ste. Y esa actividad organizada de la naturaleza del nio, quecontrola la reaccin especial, es la que proporciona unidad y construye supersona.

    Lo que ocurre en el deporte ocurre continuamente en la vida del nio. steadopta continuamente las actitudes de los que le rodean, especialmente lospapeles de los que en algn sentido le dominan y de los que depende. Alprincipio entiende la funcin del proceso en una forma abstracta: Ella pasa deljuego al deporte en un sentido real. El nio tiene que participar en el deporte.La, moral del deporte se apodera del nio con mayor fuerza que la moral msamplia de la comunidad. El nio entra en el deporte y ste expresa una

    situacin social en la que puede intervenir por completo; su moral puede tenermayor atraccin para l que la de la familia a la cual pertenece o la de lacomunidad en la que vive. Hay toda clase de organizaciones sociales, algunasde las cuales son bastante duraderas, otras temporarias, y en ellas el niopenetra y juega una especie de deporte. Es un perodo en que le agrada"pertenecer", e ingresa en organizaciones que nacen y desaparecen. Seconvierte en algo que puede funcionar en el todo organizado, y de tal maneratiende a determinarse en su relacin con el grupo al que pertenece. Eseproceso constituye una notable etapa en el desarrollo de la moral del nio. Leconvierte en un miembro, consciente de s, de la comunidad a la cualpertenece.

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    Tal es el proceso por el cual surge una personalidad. He hablado de l comode un proceso que esencialmente tiene lugar mediante el empleo del lenguaje.El lenguaje est predominantemente basado en el gesto vocal gracias al quese llevan a cabo las actividades cooperativas de una comunidad. El lenguaje,en su sentido significante, es ese gesto vocal que tiende a despertar en el

    individuo la actitud que despierta en otros, y este perfeccionamiento de lapersona por medio del gesto es el que interviene en las actividades sociales delas que surge el proceso de la adopcin del papel del otro. Esta ltima frase esun tanto infortunada, en cuanto que sugiere una actitud de actor que es en rigorms compleja que la involucrada en nuestra experiencia. En ese sentido, nodescribe correctamente lo que quiero decir. Vemos ese proceso msdefinidamente, en una forma primitiva, en las situaciones en las que el juegodel nio adopta distintos papeles. En ellas, el solo hecho de que est dispuestoa pagar dinero, por ejemplo, provoca la actitud de la persona que recibe dinero:el proceso mismo despierta en l las actitudes correspondientes de la otrapersona involucrada. El individuo se estimula a s mismo para experimentar la

    reaccin que est provocando en la otra persona y luego acta, en ciertogrado, en reaccin a esa situacin. En el juego el nio acta definidamente enel papel que l mismo ha provocado en s. Eso, como he dicho, es lo queproporciona un con- , tenido definido al individuo que responde al estmulo quele afecta como afecta a algn otro. El contenido del, otro que penetra en unapersonalidad es la reaccin, en el individuo, que su gesto provoca en el otro.

    Podemos ilustrar nuestro concepto bsico refirindonos a la nocin depropiedad. Si decimos: "sta es mi propiedad, yo la controlar", la afirmacinprovoca una serie de reacciones que tiene que ser la misma en cualquiercomunidad en que exista la propiedad. Involucra una actitud organizada conreferencia a la propiedad, actitud que es comn a todos los miembros de lacomunidad. Uno debe tener una actitud definida de dominio de su propiedad yde respeto de la propiedad de los otros. Esas actitudes (en cuanto seriesorganizadas de reacciones) deben existir en todos, de modo que cuando unodiga una cosa, provoque en s la reaccin de los otros. Estar provocando lareaccin de lo que he llamado el otro generalizado. Esas reacciones comunes,esas actitudes organizadas, con referencia a lo que denominamos propiedad,los cultos de la religin, los procesos de la educacin y las relaciones de lafamilia, son las que hacen posible la sociedad. Naturalmente, cuanto msamplia la sociedad, ms definidamente universales deben ser esos objetos. De

    cualquier modo, es preciso que haya una serie definida de reacciones, a lasque podemos considerar abstractas y que pueden pertenecer a un gruposumamente amplio. La propiedad es en s un concepto altamente abstracto. Eslo que el individuo mismo, y nadie ms, puede dominar. La actitud es distintade la de un perro haca un hueso. Un perro luchar contra cualquier otro perroque trate de arrebatarle el hueso. No adopta la actitud del otro perro. Unhombre que dice "sta es mi propiedad" est adoptando una actitud de la otrapersona. Apela a sus derechos, porque puede adoptar la actitud que tienentodos los dems del grupo con referencia a la propiedad y, de tal manera,provoca en s la actitud de los otros.

    La organizacin de las actitudes comunes al grupo es lo que compone a lapersona organizada. Una persona es una personalidad porque pertenece a una

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    comunidad, porque incorpora las instituciones de dicha comunidad a su propiaconducta. Adopta el lenguaje como un medio para obtener su personalidad, yluego, a travs de un proceso de adopcin de los distintos papeles que todoslos dems proporcionan consigue alcanzar la actitud de los miembros de lacomunidad. Tal, en cierto sentido, es la estructura de la personalidad de un

    hombre. Existen ciertas reacciones comunes que cada individuo tiene haciaciertas cosas comunes, y en la medida en que dichas reacciones sonprovocadas en el individuo cuando influye sobre otras personas, en esa medidasurge su propia persona. Entonces, la estructura sobre la cual est construidala persona es esa reaccin comn a todos, porque, para ser una persona, espreciso ser miembro de una comunidad. Tales reacciones son actitudesabstractas, pero constituyen lo que denominamos el carcter de un hombre. Leproporcionan lo que llamamos sus principios, las actitudes reconocidas detodos los miembros de la comunidad hacia lo que son los valores de esacomunidad. Se coloca l en el lugar del otro generalizado, que representa lasreacciones organizadas de todos los miembros del grupo. Esto es lo que gua

    la conducta controlada por los principios, y una persona que posee semejanteserie de reacciones organizadas es un hombre del cual decimos que tienecarcter, en el sentido moral.

    Es, pues, una estructura de actitudes lo que construye a una persona, encuanto distinta de un grupo de hbitos. Todos nosotros tenemos ciertos gruposde hbitos, tales como, por ejemplo, la entonacin particular que una personada a las palabras que usa en su conversacin. sta es una serie decostumbres de expresin vocal que uno posee pero que no conoce; noescuchamos las entonaciones de nuestra conversacin que escuchan otros, amenos que les prestemos una atencin especial. Los hbitos de la expresinemocional que pertenecen a nuestra palabra hablada son de la misma clase.Podemos saber que nos hemos expresada en forma alborozada, pero elproceso detallado no vuelve a nuestra persona consciente. Hay porcionescompletas de tales, costumbres que no entran en una persona consciente, peroque ayudan a constituir lo que se denomina la persona inconsciente.

    En fin de cuentas, por conciencia de s queremos significar un despertar, ennosotros, del grupo de actitudes que provocamos en otros especialmentecuando se trata de una serie de reacciones importantes que constituyen a losmiembros de la comunidad. Es poco correcto unir o mezclar conciencia, en el

    sentido en que corrientemente empleamos el trmino, y conciencia de s.Conciencia, tal como se usa frecuentemente, se refiere simplemente al campode la experiencia pero la conciencia de s se refiere a la capacidad paraprovocar en nosotros una serie, de reacciones definidas que, pertenecen aotros componentes del grupo. La conciencia y la conciencia de s no estn enel mismo plano. Un hombre tiene, slo l, afortunada o desdichadamente,acceso a su propio dolor de muelas, pero no es eso lo que queremos decircuando hablamos de conciencia de s.

    Hasta ahora he subrayado lo que llam las estructuras sobre las que seconstruye la persona, el marco de la persona, por as decirlo. Por supuesto, no

    somos solamente lo que es comn a todos: cada una de las personas esdistinta de todas las dems; pero es preciso que exista una estructura comn

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    como la que he esbozado fin de que podamos ser miembros de unacomunidad. No podemos ser nosotros mismos a menos de que seamostambin miembros en los que haya una comunidad de actitudes que controlanlas actitudes de todos. No podemos tener derechos a menos de que tengamosactitudes comunes. Lo que hemos adquirido como personas conscientes de

    nosotras mismas nos convierte en miembros de la sociedad y nos proporcionapersonalidad. Las personas slo pueden existir en relaciones definidas conotras personas. No se puede establecer un lmite neto y fijo entre nuestrapropia persona y las de los otros, puesto que nuestra propia persona existe yparticipa como tal, en nuestra experiencia, slo en la medida en que laspersonas de los otros existen y participan tambin como tales en nuestraexperiencia. El individuo posee una persona slo en relacin con las personasde los otros miembros de su grupo social; y la estructura de su personaexpresa o refleja la pauta general de conducta del grupo social al cualpertenece, as como lo hace la estructura de la persona de todos los demsindividuos pertenecientes a ese grupo social.

    21. LA PERSONA Y LO SUBJETIVO

    El proceso del cual surge la persona es un proceso social que involucra lainteraccin de los individuos del grupo e involucra la pre-existencia del grupo9.Implica, tambin, ciertas actividades cooperativas en las que participan losdistintos miembros del grupo. Involucra, adems, que de ese proceso puededesarrollarse, a su turno, una organizacin ms complicada que aquella de laque ha surgido la persona, y que las personas pueden ser los rganos, laspartes esenciales al menos, de esa organizacin social ms complicada dentrode la cual surgen y existen esas personas. Y as, existe un proceso social delque nacen las personas y dentro del cual tiene lugar la diferenciacin,evolucin y organizacin ulteriores.

    9 La relacin de los organismos individuales con el todo social del cual sonmiembros, es anloga a la relacin de las clulas individuales de un organismomulticelular con el organismo como un todo.

    La psicologa ha mostrado tendencia a encarar la persona como un elementoms o menos aislado e independiente, una especie de entidad de la que sepoda concebir que existiese por s misma. Es posible que hubiese una sola

    persona en el universo, si comenzamos por identificar la persona con ciertosentimiento-conciencia. S consideramos ese sentimiento como objetivo,podemos pensar en esa persona como existente por s misma. Podemospensar de un cuerpo fsico separado como existente por s mismo, podemossuponer que tiene los sentimientos o los estados conscientes en cuestin, y detal manera podemos establecer esa clase de persona, en el pensamiento,como existente simplemente por s misma.

    Luego hay otro empleo de "conciencia" del que nos hemos ocupadoespecialmente, el que denota lo que denominamos pensamiento o inteligenciareflexiva, empleo de "conciencia" que siempre tiene en s, implcitamente al

    menos, una referencia a un "yo". Este empleo de "conciencia" no tienenecesariamente conexin con el otro; es una concepcin enteramente distinta.

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    Un empleo tiene que ver con cierto mecanismo, con cierta forma en que actaun organismo. Si un organismo est dotado de rganos de los sentidos,entonces existen objetos en su medio, y entre tales objetos se encontrar partede su propio cuerpo 10. Es cierto que si el organismo no tuviese una retina y unsistema nervioso central, no habra objeto alguno de visin. Para que tales

    objetos existan, es preciso que haya ciertas condiciones fisiolgicas, pero losobjetos no estn, ellos mismos, necesariamente relacionados con una persona.Cuando llegamos a ser persona, alcanzamos cierta clase de conducta, ciertotipo de proceso social que involucra la interaccin de distintos individuos, y que,al mismo tiempo, involucra a individuos ocupados en una suerte de actividadcooperativa. En tal proceso puede surgir, como tal, la persona.

    Queremos distinguir la persona como cierta clase de procesa estructural en laconducta del individuo, de lo que denominamos conciencia de los objetos queson experimentados. No existe necesariamente una relacin entre los dos. Lamuela que duele es un elemento importantsimo. Tenemos que prestarle

    atencin. En cierto sentido se identifica con la persona, a fin de que podamosfiscalizar ese tipo de experiencia. Ocasionalmente tenemos experiencias que,decimos, pertenecen al ambiente. Todo el mundo parece estar deprimido, elcielo se muestra sombro, el tiempo est desagradable, se hunden los valoresen los cuales tenemos inters. No identificamos necesariamente semejantesituacin con una persona: simplemente, sentimos en derredor nuestro ciertaatmsfera. Llegamos a recordar que estamos sujetos a tales clases dedepresin, y descubrimos en nuestro pasado ese tipo de experiencia. Yentonces sentimos algn alivio, tomamos una aspirina, o descansamos, y elresultado es que el mundo cambia de carcter. Hay otras experiencias que, encualquier momento, podemos identificar con las personas. Creo que podemosdistinguir con suma claridad entre ciertos tipos de experiencias, que llamamossubjetivas porque slo nosotros tenemos acceso a ellas, y la experiencia quellamamos reflexiva.

    10 Nuestra seleccin constructiva de nuestro medio es lo que denominamos"conciencia" en el primer sentido del trmino. El organismo no proyectacualidades sensoriales -colores, por ejemplo- al medio al que reacciona; perodota a dicho medio de tales cualidades, en un sentido similar a aquel en que unbuey dota al pasto de la cualidad de ser alimento, o a aquel en que -hablandoen trminos ms generales- la relacin entre los organismos biolgicos y los

    rganos especiales de los sentidos da surgimiento a los objetos alimenticios. Sino hubiese organismos con rganos especiales de los sentidos, no habraambiente, en el sentido correcto o usual del trmino. Un organismo construye(en el sentido selectiva) su medio; y la conciencia se refiere a menudo alcarcter del medio, en la medida en que es determinado o seleccionadoconstructivamente por nuestros organismos humanos, y en la medida en quedepende de la relacin entre el primero (en cuanto de tal modo seleccionado oconstruido) y los ltimos.

    Es cierto que la reflexin, tomada en s misma, es algo a lo cual solamentenosotros tenemos acceso. Uno elabora su propia demostracin de una

    proposicin, digamos de Eucldes, y el pensamiento es algo que tiene lugardentro de su propia conducta. Por el momento, es una demostracin que existe

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    nicamente en su pensamiento. Luego uno la pblica y entonces se convierteen propiedad pblica. Hasta entonces slo era accesible para l. Existen otroscontenidos de esa clase, tales como las imgenes de la memoria y el juego dela imaginacin, que slo son accesibles al individuo. Hay una caractersticacomn a todas estos tipos de objetos, que generalmente identificamos con la

    conciencia, y a este proceso, que denominamos de pensamiento, en cuantoque ambos son, por lo menos en ciertas fases, accesibles solamente para elindividuo. Pero, como he dicho, las dos series de fenmenos se encuentran enplanos completamente distintos. Esta caracterstica comn de accesibilidad noles concede necesariamente el mismo estado metafsico. No quiero analizarahora los problemas metafsicos, pero s quiero insistir en el hecho de que lapersona posee la clase de estructura que surge en la conducta y escompletamente distinguible de la llamada experiencia subjetiva de esas seriesde objetos especiales a las que slo el organismo tiene acceso -el carctercomn de singularidad de acceso no funde a una con otra.

    La persona a que me he estado refiriendo surge cuando la conversacin degestos es incorporada a la conducta de la forma individual. Cuando estaconversacin de gestos puede ser incorporada a la conducta del individu, demodo que la actitud de las otras formas pueda afectar al organismo, y de modoque el organismo puede replicar con su gesto correspondiente y de tal maneraprovocar la actitud del otro en su propio proceso, entonces nace una persona.Incluso la sencilla conversacin de gestos que puede ser mantenida en lasformas inferiores puede ser explicada por el hecho de que dicha conversacinde gestos tiene una funcin inteligente. Aun ah hay una parte de procesosocial. Si es incorporada a la conducta del individuo, no slo mantiene dichafuncin, sino que adems adquiere mayor capacidad. Si yo puedo adoptar laactitud de un amigo con el cual sostendr una discusin, al adoptar tal actitudpodr aplicarla a m mismo y replicar como l replica, y podr dar mucho mejorforma a las cosas que si no hubiese empleado en mi conducta esaconversacin de gestos. Lo mismo rige en cuanto a l. Es bueno para ambosmeditar por anticipado acerca de la situacin. Cada individuo tiene que adoptartambin la actitud de la comunidad, la actitud generalizada. Tiene que estarpreparado para actuar con referencia a sus propias condiciones, tal comoactuara cualquier individuo de la comunidad.

    Uno de los mayores adelantos en el desarrollo de la comunidad surge cuando

    esa reaccin de la comunidad sobre el individuo adopta lo que llamaremosforma institucional. Queremos significar con ello que toda la comunidad actahacia el individuo, en determinadas circunstancias, en una forma idntica. Noestablece ninguna diferencia, en relacin con una persona que le est robandoalguna pertenencia a uno, el hecho de que se trate de Juan, Pedro o Diego. Enesas condiciones, se produce una reaccin idntica por parte de toda lacomunidad. Es as como se forma una institucin.

    Y ahora hay otra cuestin a la que quiero referirme brevemente. La nica formaen que podemos reaccionar contra la desaprobacin de la comunidad entera esestableciendo una clase superior de comunidad, que, en cierto sentido, supere

    en nmero de votos a la que conocemos. Una persona puede llegar al punto deir en contra de todo el mundo que la rodea; puede levantarse ella sola contra el

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    mundo. Pero, para hacer tal cosa, ha de hablarse a s misma con la voz de larazn. Tiene que abarcar las voces del pasado y del futuro. sa es la nicaforma en que la persona puede lograr una voz que sea mayor que la voz de lacomunidad. Por lo general, suponemos que esa voz general de la comunidades idntica a la comunidad ms ampla del pasado y el futuro; suponemos que

    una costumbre organizada representa lo que llamamos moralidad. Las cosasque uno no puede hacer son las que todos condenaran. S adoptamos laactitud de la comunidad en relacin con nuestras propias reacciones, la anteriores una afirmacin cierta, pero no debemos olvidar esa otra capacidad, la dereplicar a la comunidad e insistir en que cambie el gesto de la comunidad.Podemos reformar el orden de cosas; podemos insistir en hacer que lasnormas de la comunidad sean mejores normas. No estamos simplementeobligados por la comunidad. Estamos dedicados a una conversacin en la quelo que decimos es escuchado por la comunidad, y en la cual la reaccin de staest afectada por lo que tenemos que decir. Esto es especialmente cierto ensituaciones crticas. Un hombre se yergue y se defiende en relacin con lo que

    hace adopta su propia defensa; puede presentar sus opiniones. Quiz logracambiar la opinin de la comunidad con respecto a l. El proceso de laconversacin es un proceso en que el individuo tiene, no slo el derecho, sinotambin el deber, de hablar con la comunidad de la cual forma parte y deprovocar los cambios que se llevan a cabo gracias a la interaccin de losindividuos. Naturalmente, tal es la forma en que la sociedad progresa,precisamente mediante interacciones como aquellas en que una personapiensa acerca de una cosa. Continuamente cambiamos, en algunos sentidos,nuestro sistema social, y podemos hacerlo inteligentemente porque pensamos.

    Tal es el proceso reflexivo dentro del cual surge la persona; y lo que he estadotratando de hacer es distinguir esta clase de conciencia de la conciencia encuanto serie de caracteres determinados por la accesibilidad, por parte decierta clase de objetos, al organismo. Es cierto que nuestro pensamiento-mientras no es ms que pensamiento- es accesible slo al organismo. Peroese carcter comn de ser accesible solamente `al organismo no hace que elpensamiento o la persona se conviertan en algo que tenemos que identificarcon un grupo de objetos simplemente accesibles. No podemos identificar lapersona con lo que comnmente se denomina conciencia es decir, con- lapresencia privada o subjetiva de los caracteres de los objetos.

    Existe, por supuesto, una distincin comn entre la conciencia y la concienciade s, en la que la primera responde a ciertas experiencias tales como la deldolor o la del placer, y la segunda se refiere a un reconocimiento o aparicin dela persona como objeto. Empero, por lo general se supone que: estos otroscontenidos conscientes traen aparejada asimismo una conciencia de s, que undolor es siempre el dolor de alguien, y que si no existiese esa referencia aalgn individuo, no se tratara de dolor. Hay en esto un elemento de verdadsumamente definido,- pero est lejos de decirlo todo. El dolor tiene quepertenecer necesariamente a un individuo; tiene que ser de uno, si le va apertenecer a uno. El dolor puede pertenecerle a cualquiera; pero si leperteneciera a todos, sera relativamente poco importante. Supongo que es

    concebible que, bajo un anestsico, se produzca una disociacin de lasexperiencias, de modo que los sufrimientos de uno ya no le pertenecen, por as

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    decirlo. Tenemos ejemplos de eso, sin llegar a la disociacin anestsica, enuna experiencia de una cosa desagradable que pierde su poder sobre nosotrosporque concedemos nuestra atencin a alguna otra cosa. Si, por decirlo as,podemos salirnos de la cosa, disociarla del ojo que la contempla,encontraremos quiz que ha perdido gran parte de sus caractersticas de

    insoportable. Lo intolerable del dolor es una reaccin contra el mismo. Si unopuede llegar a impedirse reaccionar contra el sufrimiento, se ver libre de ciertocontenido del sufrimiento mismo, Lo que tiene lugar, en rigor, es que deja deser el dolor de uno. Lo contempla uno objetivamente, eso es todo. Tal es elpunto de vista de que continuamente tratamos de imbuir a una persona quetiene tendencia a dejarse arrastrar por las emociones. En ese caso, no noslibramos del dao mismo, sino de la reaccin contra el dao. El carcterobjetivo del juez es el de una persona neutral que puede permanecersimplemente fuera de una situacin y aquilatarla. Si podemos adoptar esaactitud judicial en relacin con el dao que nos infiere una persona, llegamos alpunto en que no nos hiere el dao, sino que lo entendemos, nos vemos en una

    situacin en que entender es perdonar. Por medio de tal actitud eliminamos,gran parte de la experiencia exterior a nuestra persona. La actitud distintiva ynatural haca un dao es un resentimiento en relacin con la persona que loinfiri, pero ahora hemos pasado, en cierto sentido, ms all de esa persona ynos convertimos en una persona con otras actitudes. Existe cierta tcnica,pues, a la que nos sometemos para soportar el sufrimiento cualquiersituacin emocional, y que consiste en separar parcialmente la persona de unode la experiencia, de modo que no sea ya la experiencia del individuo encuestin.

    Si ahora pudisemos separar enteramente la experiencia, a fin de no poderrecordarla, a fin de no tener que incorporarla continuamente a la persona, datras da, de momento en momento, entonces ella no existira ya, por lo que anosotros respecta. Si no tuvisemos el recuerdo que identifica las experienciascon la persona, ellas desapareceran, ciertamente, en lo que respecta a surelacin con la persona, y al mismo tiempo podran continuar existiendo comoexperiencias sensoriales, sin ser incorporadas a la persona. Esta clase desituacin se presenta en el caso patolgico de una personalidad mltiple, enque un individuo pierde la memoria de cierta fase de su existencia. Hadesaparecido todo lo relacionado con esa fase de su experiencia, y aqul seconvierte en una personalidad distinta. El pasado posee una realidad, ya sea

    que se encuentre en la experiencia o no, pero aqu no est identificado con lapersona, no entra en la composicin de la persona. Adoptamos una actitud deesa clase, por ejemplo, con referencia a otros, cuando una persona hacometido algn tipo de injuria que provoca una explicacin de la situacin, unaadmisin y quiz pesadumbre y luego es olvidada. Una persona que perdonapero no olvida es un compaero desagradable; junto al perdn tiene que ir elolvido, -la eliminacin del recuerdo displacentero.

    Existen muchos ejemplos que pueden presentarse en cuanto a la dbil relacinentre los contenidos dados y una persona, en defensa de nuestroreconocimiento de los contenidos como poseedores de cierto valor aparte de la

    persona. Al menos puede concederse que podemos llegar a un punto en quealgo que reconocemos como contenido es cada vez menos esencial para la

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    persona, es apartado de la persona actual y no tiene ya para sta el valor quetena para la anterior. Los casos extremos parecen respaldar la opinin de quecierta parte de dichos contenidos puede ser separada absolutamente de lapersona. Si bien, en cierto sentido, est presente, lista para aparecer encondiciones especficas, por ahora hallase disociada y no se muestra por

    encima del umbral de nuestra conciencia de nosotros mismos.

    La conciencia de s, por otra parte, est definidamente organizada en torno delindividuo, y ello, como hemos visto, no es simplemente porque uno seencuentre en un grupo social y sea afectado por otros y les afecte, sino porque(y ste es un punto que he venido subrayando) su propia experiencia comopersona es una experiencia que uno recibe de su accin sobre otros. Seconvierte uno en una persona en la medida en que puede adoptar la actitud deotro y actuar hacia s mismo como actan otros. En el grado en que laconversacin de gestos puede convertirse en parte de la conducta en ladireccn y fiscalizacin de la experiencia-, en ese grado puede surgir una

    persona. Lo que constituye a una persona es el proceso social de influir sobreotros en un acto social y luego adoptar la actitud de los otros que ha sidoprovocada por, el estmulo, y por fin reaccionar a su turno frente a esareaccin.

    Nuestro cuerpo forma parte de nuestro medio; y es posible que el individuoexperimente su cuerpo y tenga conciencia de l y de las sensacionescorporales, sin tener conciencia de s mismo; en otras palabras, sin adoptar laactitud de los otros hacia l. Segn la teora social de la conciencia, lo queentendemos por conciencia es ese carcter y aspecto peculiares de laexperiencia humana individual debidos a la sociedad humana, a la sociedad deotras personas individuales que adoptan la actitud de otros haca ellas. Laconcepcin -o teora de la conciencia- fisiolgica es, en s misma, inadecuada;necesita ser suplementada por el punto de vista sociopsicolgico. La adopcino experimentacin de la actitud del otro es lo que constituye la conciencia de s,y no las meras sensaciones orgnicas de las cuales tiene conciencia elindividuo que las ha experimentado. Hasta el surgimiento de su conciencia des en el proceso de la experiencia social, el individuo experimenta su cuerpo -los sentimientos y sensaciones de ste- simplemente como una parteinmediata de su media, no como un cuerpo propio, no en trminos deconciencia de s. La persona y la conciencia de s tienen primeramente que

    surgir, y luego tales experiencias pueden ser identificadas especficamente conla persona, o apropiadas por sta; para, adquirir, por as decirlo, esta herenciade la experiencia, es preciso que la persona se desarrolle previamente dentrodel proceso social en el cual est involucrada esa herencia.

    Gracias a la conciencia de s, el organismo individual integra en cierto sentidosu campo ambiental; su propio cuerpo se convierte en parte de la serie deestmulos ambientales a los cuales reacciona. Aparte del contexto del procesosocial en sus planos ms elevados -aquellos en los cuales involucracomunicacin consciente y conversacin de gestos consciente entre losorganismos individuales que interactan en l-, el organismo individual no se

    opone a s mismo, como un todo; contra el medio; no se convierte, en cuantoun todo, en un objeto para s (y, por lo tanto, no es consciente de s); no es, en

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    cuanto un todo, un estmulo al cual reaccione. Por el contraro, respondesolamente a partes o aspectos separados de s mismo, y los considera, nocomo partes o aspectos de s, sino simplemente tomo partes o aspectos de sumedio en general. Slo dentro del proceso social en sus planos ms elevados,slo en trminos de las formas ms desarrolladas del medio social o de la

    situacin social, logra el organismo individual total convertirse en un objeto paras, y, de ah, en consciente de s; en el proceso social en sus planos inferiores,no conscientes, y tambin en el medio o situacin psicolgica lgicamenteprecedente al proceso social de la experiencia y la conducta presupuesta porsta, no se convierte en un objeto para s. En la experiencia o conducta quepuede ser denominada conciente de s, actuamos y reaccionamosespecialmente con referencia a nosotros mismos, aunque tambin conreferencia a otros individuos; y ser consciente de s es, esencialmente,convertirse en un objeto para s en virtud de las relaciones sociales de uno conlos otros individuos.

    Debera subrayarse la posicin central del pensamiento, cuando se considerala naturaleza de la persona. La conciencia de s, antes que la experienciaafectiva, con sus acompaamientos motores, proporciona el meollo y laestructura primaria de la persona, que de tal modo es un fenmenoesencialmente cognoscitivo antes que emocional. El proceso de pensamiento ointelectual -la internalizacin y dramatizacin interior, por el individuo, de laconversacin externa de gestos significantes que constituye su principal modode interaccin con otros individuos pertenecientes a la misma sociedad- es laprimera fase experiencial en la gnesis y desarrollo de la persona.

    La cierto que Cool