FUNDAMENTACIÓN El servicio es para ellas la expresión de su entrega total a Dios en la Compañía y comunica a esa entrega su pleno significado. (C.16.b). Del Hijo del Hombre aprenden las Hijas de la Caridad que no hay mi-seria alguna que puedan considerar como extraña a ellas. Cristo inter-pela continuamente a su Compañía a través de sus hermanos y her-manas que sufren, de los signos de los tiempos, de la Iglesia. Múltiples son las formas de pobreza, múltiples también las formas de servicio, pero uno sólo es el amor que Dios ha infundido en las que “ha llama-do y reunido”. (C.11a).

OBJETIVO GENERAL Acogida y atención integral a los pobres con una problemática de marginalidad socio-familiar, económica o de salud grave, trasmitién-doles el amor que Dios les tiene y escuchando con oídos misericordio-sos su clamor. “La Caridad las apremia a servir a los pobres y a contribuir a que toda persona realice su vocación de hijo de Dios, sin distinción de raza, cul-tura, condición social o religión “( C. 18.c)

Orientada a nuestro ser de Hijas de la Caridad Si realizamos nuestro servicio desde la mirada de fe y puesta en

práctica del amor. Si vivimos en actitud de siervas viviendo nuestras virtudes de hu-

mildad, sencillez y caridad. Si somos coherentes con el Carisma y no diluimos nuestra Identi-

dad. Si vivimos en continua gratuidad con la certeza de que es en la en-

trega total a Cristo en los pobres donde encontraremos la verdade-ra felicidad.

Si respondemos a la necesidad de transmitir a otros la alegría de servir a Cristo en los Pobres y les ayudamos a descubrirle en ellos.

Si hemos conseguido trasmitir a otros la necesidad de discernir la llamada de Dios para servirle en los que más lo necesitan.

ACTITUDES

En orden a un mejor Servicio, queremos sentir al otro como hermano y establecer relaciones de fraternidad. Cimentar este Proyecto sobre la base de la Fe en Jesús de Nazaret. Para ello lo haremos desde una actitud de: Mirada de fe y puesta en práctica del amor. Entrega incondicional a los que más dificultades presentan. Creatividad para responder a nuevas pobrezas y de manera nueva

a las pobrezas de siempre. Fortaleza y Esperanza para asumir las dificultades que se generan

en los contextos de exclusión y sufrimiento. Trasparencia, Sinceridad y Madurez en la actuaciones. Disponibilidad en el servicio. Fidelidad al Carisma.

EVALUACIÓN Orientada a los Acogidos En un ambiente de respeto, diálogo y libertad, discerniremos cómo estamos llevando a cabo los objetivos del proyecto: Si hemos sabido transmitir el sentido trascendente de la vida. Si vivimos la Mística Vicenciana. Si les transmitimos la bondad de Dios. Si vamos creciendo en empatía, escucha, aceptación, y esperanza. Si les evangelizamos y nos dejamos evangelizar por ellos. Si priorizamos la promoción a todos los niveles y no nos conforma-

mos con el asistencialismo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Servirles con dulzura, cordialidad, respeto y devoción. Atención y acogida de cada persona, ayudándoles a tomar con-

ciencia de su propia dignidad y a ser ellos mismos los protagonis-tas de su promoción.

Compartir nuestra vida teniendo la preocupación primordial de darles a conocer a Dios y hacer presente su Reino de justicia y de paz.

Acompañarles en el proceso de la enfermedad y de la muerte, anunciando a Jesucristo, sanador, amigo de la vida.

Crear cauces de acogida, justicia, libertad, esperanza, experien-cias de fe y fraternidad entre las personas que necesitan nuestra atención y todos aquellos que colaboran con nosotros.

“Desde los orígenes, S. Vicente y Sta. Luisa, respondiendo a las llama-das de su tiempo, enviaron a las Hijas de la Caridad al encuentro de los pobres (C.12)”

DESTINATARIOS

Personas con problemas de adicción de alcohol o drogas Enfermos VIH-Sida Personas en libertad condicional en trámite Afectados de trastorno mental grave Discapacidad física-psíquica Migrantes Mujeres en exclusión social (trata, violencia de género…) Personas sin hogar

METODOLOGÍA

Con la inquietud constante por la promoción integral de la persona, la Compañía no separa el servicio corporal del servicio espiritual, la obra de humanización de la evangelización. (C.14)

Queremos hacer nuestro servicio y acompañamiento de la siguiente manera: 1.- Acogiendo y escuchando a las personas en todas las dimensiones de su ser, poniendo especial empeño en la dimensión trascendente. 2.- Compartiendo con ellos lo que somos y tenemos, poniendo a su servicio nuestra persona, nuestro tiempo, nuestro trabajo en total gratuidad. 3.- Poniendo en juego la Creatividad y la Audacia Vicenciana. 4.- Fortaleciendo y Creciendo en el Trabajo de Equipo. 5.- Promocionando la Formación Permanente. 6.- Creando espacios que les permitan descubrir que Dios les Ama. 7.- Contagiando el entusiasmo y la alegría de servir Cristo en los po-bres. 8.- Invitando a otros a compartir nuestro servicio, nuestras experien-cias de fe y de entrega, testimoniando la fraternidad evangélica. 9.- Abriendo nuestras obras y comunidades a jóvenes que quieran iniciarse en esta mística vicenciana. 10.- Haciendo partícipes de manera efectiva y compartida a los fami-liares y amigos de nuestros acogidos. Estáis destinadas a representar la bondad de Dios ante esos po-bres...tenéis que tratarlos como os enseña esta misma bondad, esto es, con dulzura, compasión y amor, pues ellos son vuestros señores”. (S. Vicente 11-11-1657)