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4 7 VECTOR PLUS Función poética de algunos personajes femeninos en José Luis Sampedro RESUMEN ABSTRACT Analizar la obra de un escritor paralelamente en su evolución vital y estética presupone considerar una creación literaria desde la doble perspectiva del que crea y de lo creado en proceso ambas de maduración y de ahondamiento. Para Sampedro, los personajes femeninos le permiten descubrir sucesivamente el deseo sexual, el erotismo y el amor, hasta alcanzar una especie de misticismo en el que el ser humano logra la plenitud. Esto resulta fundamental en quien, como él, ha confesado que escribe para que conozcan “el yo que más hondamente soy, ese que vive lo que escribe y en ello se va haciendo lo que es” . MARÍA TERESA HERNÁNDEZ SÁNCHEZ Poetic function of some feminine characters in José Sampedro Analyzing a writer’s literary output in his vital as well as aesthetic evolution involves considering a literary creation not only from the viewpoint of the author but also from the object of the creation, both in a process of maturation and deepening. For Sampedro, the female characters enable him to successively discover sexual urge, erotism and love until reaching a sort of mysticism in which the human being reaches his plenitude. This is extraordinarily important for somebody who, like him, has confessed that he writes for everyone to know «my deepest ego, the one who lives what he writes and, through it, becomes what he is». INTRODUCCIÓN uando decidimos iniciar nuestra investigación so- bre los personajes femeni- nos de la obra novelísti- ca de José Luis Sampedro, C desconocíamos hasta qué pun- to eran esenciales en su obra aun cuando no fueran protago- nistas de las mismas. La abundante bibliografía existente sobre la creación de personajes novelescos y su fun- ción en el espacio y en el tiem- po narrativos nos indujo a ana- lizar cómo habían ido naciendo los seres de ficción femeninos de sus primeras novelas y de qué forma habían ido evolucio-

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Función poética de algunospersonajes femeninos enJosé Luis Sampedro

RESUMEN ABSTRACT

Analizar la obra de un escritorparalelamente en su evolución vital yestética presupone considerar unacreación literaria desde la dobleperspectiva del que crea y de lo creadoen proceso ambas de maduración y deahondamiento.Para Sampedro, los personajesfemeninos le permiten descubrirsucesivamente el deseo sexual, elerotismo y el amor, hasta alcanzar unaespecie de misticismo en el que el serhumano logra la plenitud. Esto resultafundamental en quien, como él, haconfesado que escribe para queconozcan “el yo que más hondamentesoy, ese que vive lo que escribe y enello se va haciendo lo que es”.

MARÍA TERESA HERNÁNDEZ SÁNCHEZ

Poetic function of some femininecharacters in José Sampedro

Analyzing a writer’s literary output in hisvital as well as aesthetic evolutioninvolves considering a literary creationnot only from the viewpoint of the authorbut also from the object of the creation,both in a process of maturation anddeepening.For Sampedro, the female charactersenable him to successively discoversexual urge, erotism and love untilreaching a sort of mysticism in which thehuman being reaches his plenitude. Thisis extraordinarily important for somebodywho, like him, has confessed that hewrites for everyone to know «my deepestego, the one who lives what he writes and,through it, becomes what he is».

INTRODUCCIÓN

uando decidimos iniciarnuestra investigación so-bre los personajes femeni-nos de la obra novelísti-ca de José Luis Sampedro,

C

desconocíamos hasta qué pun-to eran esenciales en su obraaun cuando no fueran protago-nistas de las mismas.

La abundante bibliografíaexistente sobre la creación de

personajes novelescos y su fun-ción en el espacio y en el tiem-po narrativos nos indujo a ana-lizar cómo habían ido naciendolos seres de ficción femeninosde sus primeras novelas y dequé forma habían ido evolucio-

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individual en las cuales los per-sonajes femeninos desempeñanun papel primordial. Por el con-trario, las novelas de tiempo másdilatado –El río que nos lleva,El caballo desnudo, Octubre,Octubre o La sonrisa etrusca–,permiten al narrador explorarla evolución de las concienciasy aportan sustanciales datos per-sonales y familiares, análisis devoces, percepción de gestos, des-cripción de conductas, que con-llevan indudablemente una mayorriqueza creadora.

Por lo que se refiere al es-pacio novelesco, una persona-lidad tan cosmopolita y curio-sa como la de Sampedro debíaimaginar múltiples espaciosnarrativos en los que insertar asus personajes. En la obra es-tudiada, hemos constatado lapreferencia por escenarios co-nocidos del escritor. Hay en susnovelas espacios urbanos y rura-les, algunos con sus nombres pro-pios e incluso con mapas. J. L.Sampedro prefiere los espaciosabiertos a los cerrados y suspersonajes gozan de una movi-lidad considerable.

Estos múltiples espacios vana condicionar la aparición de lospersonajes en general y de losfemeninos en particular. Vere-mos así la diferencia existenteentre criaturas fuertes, auténti-cas, de procedencia rural, y lospersonajes más convencionales,de origen burgués y de estructu-ras mentales más rígidas. Asi-mismo, el entorno vital, la vi-vienda, el barrio y la procedenciasocial condicionarán sus tempe-ramentos y también la visión delnarrador-autor sobre ellos.

Teniendo en cuenta estos ele-mentos, la lectura cronológicade las obras de J. L. Sampedronos ha permitido observar cómo,

nando paralelamente a la pro-pia andadura vital y narrativadel escritor.

Nos parecía interesante estepunto de vista ya que nos permi-tía ahondar en el estudio de unescritor singular cuya obra se hamantenido relativamente alejadade modas, y atenta, más que nada,a un proceso de autoexploraciónprofunda y a un deseo obsesivopor ser conocido y comprendidocomo ser humano. Por otro lado,una creación que empieza en 1939–cuando el escritor tenía 22 años–nos daba la posibilidad de anali-zar, en el doble eje del tiempovital del escritor y de su tiempohistórico, el más que probablecondicionamiento a la hora deconceder un estatuto poético asus personajes femeninos.

El análisis sistemático de susobras hasta La sonrisa etrusca

José Luis Sampedro, autor analizado en esta obra.

(1985) lo hemos realizado con-forme a su proceso de creación yno de publicación, puesto que al-gunas de sus novelas han salidoa la luz varias décadas despuésde haber sido escritas. El que elescritor las considerara «palotes»,obras de iniciación, no restrin-ge el interés que su estudio pro-porciona desde la perspectivaque hemos afrontado.

Naturalmente, los persona-jes femeninos de las obras deJ.L. Sampedro viven en un tiempoy viven un tiempo, además deatravesar un espacio narrativo,por lo que estos dos elementossustanciales en toda narraciónhan sido tenidos en cuenta. Lasnovelas de tiempo reducido–en este caso, La estatua deAdolfo Espejo, La sombra de losdías y Congreso en Estocolmo–suelen ser casi siempre novelasde crisis personal y de conflicto

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de todos los elementos que cons-tituyen una novela, el autor con-cede especial importancia a laarquitectura de la misma y, dentrode ella, sus personajes tienenque ser vistos previamente “desdedentro del escritor” –tener unavoz, unos rasgos físicos y mo-rales, e incluso otorgarles unsigno del zodíaco–. Otra cosamuy distinta es que esa presen-tación al lector se haga de ma-nera completa o continuada enla novela ya que el personajedebe presentarse en proceso deformación, de cambios y de adap-tación a la vida.

Para el estudio de los perso-najes femeninos –y no sólo deellos–, nos ha parecido necesa-rio considerar el análisis y cla-sificación que algunos teóricosestablecen en relación con lospersonajes, según tengan encuenta su función actante o lassituaciones dramáticas en las quese encuentran. Asimismo, en laconstrucción del personaje enel discurso, hemos analizado lasfuentes principales para su ca-racterización:

1. Los informes que el narra-dor da de sus personajes.

2. El mismo personaje se re-trata en sus acciones, pala-bras y relaciones con otros.

3. Lo que otros personajes pien-san y dicen de él.

Sólo al final del relato, contodos los elementos de análisisa disposición del lector, es po-sible determinar la función poé-tica que desempeñan y su im-portancia en la obra.

La hipótesis de trabajo ini-cial presuponía la autonomía delas criaturas de ficción y su po-sible desvinculación del escri-

tor; pretendía-mos estudiar“funcionalmente”a los personajesentendiendo eltérmino en susentido más am-plio (sintáctico,semántico ypragmático). Sinembargo, el re-chazo explícitode Sampedro aeste tipo de en-foques y el res-peto a su pro-pio estatuto co-mo creador noshizo cambiar deperspectiva. Noes que un aná-lisis literario“desde dentro”careciera de in-terés sino quesu considera-ción desde laevolución per-sonal del escri-tor nos ofrecía una compren-sión mayor de su obra. Así, lossignos textuales que construyenal personaje en el discurso se-gún la perspectiva funcional–signos de ser, signos de ac-ción o situación y signos de re-lación– nos parecían insuficientesen el análisis de la obra de unescritor que ha reconocido que“la realidad de fuera está enlos ojos del que mira”. Sin con-siderar las circunstancias intelec-tuales y afectivas de Sampedro ysus condicionamientos cultura-les, estimábamos que el análisisde su creación, hondamenteautobiográfica, podía quedarse enla superficie y no llegar a la hon-dura que ésta solicitaba. Frenteal economista y profesor univer-sitario, otro yo más profundoatraviesa las páginas de su obracon una coherencia que al pro-pio escritor le ha sorprendido.

Portada de La sonrisa etrusca, publicada en

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PRIMEROS‘PALOTES’

La estatua de AdolfoEspejo (1994)

n su primera novela, Laestatua de Adolfo Espe-jo, escrita en 1939 concomponentes autobiográ-ficos considerables, el

mundo exterior es visto desdela conciencia del personaje prin-cipal, un joven con los estu-dios de Bachillerato recién ter-minados y de nombre AdolfoEspejo –heterónimo de Sampedroen su experiencia como perio-dista en la revista Uno–, el cualrealiza un viaje en el que va ainiciarse en el mundo misterio-so de las relaciones sexuales.Todo se nos muestra a travésde un narrador cuasi omnisciente:el despertar del deseo, las fan-tasías eróticas, los puntos deatracción del cuerpo femenino...El narrador habla, en ocasio-nes de un “nosotros” en queincluye al personaje y se inclu-ye él mismo. No se puede, enesta novela, hablar de persona-jes femeninos. Carecen de nom-bre, de edad, de pasado. Susrasgos físicos apenas se esbo-zan y no oímos su voz, medioprivilegiado de caracterización;carecen de espesor. Sin embar-go, su importancia radica en lafiebre de conocimiento de losmismos que Adolfo Espejo, al-ter ego de Sampedro, siente.Estos personajes femeninos notienen conciencia de su exis-tencia como tales puesto quesólo existen para el ojo que,desde lejos, los observa; care-cen igualmente de biografía ode rostro, ya que sólo vemosun vestido atrayente o unosmovimientos realizados con ino-cencia, los cuales despiertan el

deseo del protagonista mascu-lino. Esta personalidad complejase caracteriza por un tempera-mento hipersensible, introver-tido, distante (aunque desee vi-vamente comunicarse con losdemás) que pasa de estadosanímicos depresivos a la exal-tación, de la seguridad al mie-do, de la felicidad al dolor. Eldeseo finalmente satisfecho,después de muchas vacilacio-nes, con una prostituta, le dejaun poso de desencanto y de frus-tración.

El tiempo narrativo, de cor-ta duración –día y medio en to-tal– y el espacio itinerante –deCórdoba a Málaga, y de allí aMelilla– configuran esta narra-ción típica de una novela decrisis escrita por un joven de22 años. Viaje exterior y viajeinterior confluyen y en este es-pacio novelesco se desarrollala prueba que, a pesar de lasensación de fracaso, supera.

La sombra de los días(1994)

or lo que se refiere a susegunda novela, escritaseis años después, Sam-pedro, que en ese mo-mento tenía 30 años, ha

desarrollado una narración máselaborada desde el punto de vistade la técnica novelística. El tiem-po real comprende unos pocosdías, pero la utilización del flashback, la movilidad de escena-rios y el uso de la polifoníavan a permitir un juego intere-sante en la construcción narra-tiva y en la configuración delos personajes femeninos.

El marco cronológico de lanovela se sitúa en la Guerra Civilespañola. En este sentido, la

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PPortada de La estatua

de Adolfo Espejo,primer novela escrita

por el autor.

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angustia que ésta produce, ladesolación que deja, la violen-cia que genera están vistas desdela experiencia personal del es-critor, desde su propia reflexiónrealizada, en este caso, a tra-vés del narrador ocasional. Po-dríamos hablar de una novelaen sintonía con las corrientesexistenciales imperantes en aquelmomento, pero lo que la dife-rencia radicalmente de éstas esla ausencia final de pesimismoy su beligerancia a favor de lavida, dure lo que dure, si serealiza plenamente. Por ello, lamuerte del protagonista es vis-ta sin excesiva angustia porquelo que importa no es la dura-ción de la vida sino el grado derealización alcanzada. Esta par-ticular reflexión sobre la muertey la vida se inicia en esta nove-la y se convertirá en un temarecurrente del escritor.

Dos son los personajes feme-ninos vinculados al protagonistay que tienen cierta entidad. Susrespectivos procedimientos decaracterización formal son di-ferentes. Oliana, el primero, esvista por un personaje mascu-lino convertido ocasionalmen-te en narrador. Su nombre, susrasgos físicos y su comporta-miento se nos descubren al mismotiempo que su relación senti-mental con el protagonista; sinembargo, este narrador-testigocircunstancial sobrepasa los lí-mites de su función actuandocon absoluta omnisciencia enmomentos de especial intimi-dad. El interés de Oliana radi-ca en que es el primer persona-je que establece una entregaamorosa total en unas circuns-tancias –las de la Guerra Civilespañola– en las que no pare-cía posible realizar proyectosde vida en común. Esta entregaes suficiente para hacernos com-prender su personalidad. Por lo

demás, la selección de rasgosfísicos y caracterológicos pa-recen configurar las preferen-cias de Sampedro por los per-sonajes femeninos que más leatraen –misteriosos, reservados,ajenos a los convencionalismosy a la sofisticación–.

El otro personaje femenino,Nora, adquiere una especial re-levancia porque es su voz –ex-presada de manera epistolar–la que nos va a permitir cono-cerla. Desde su conciencia, ac-cedemos a su relación con elprotagonista en un marco idíli-co del norte de África. El de-corado tiñe todo este relato desensualidad. Figura, palabra ycarácter se nos muestran, perose explora, sobre todo, el mun-do de los sentimientos. Empe-zamos, por otro lado, a adver-tir la importancia que Sampedrova a conceder al nombre esco-gido para sus creaciones feme-ninas.

En esta novela, se establecepor primera vez otro de los te-mas fundamentales en Sampedro:el amor da plenitud a los sereshumanos, y su ausencia o sufalta de realización marcan de-finitivamente su existencia. Comopiensa Mieke Bal, “la imagenque recibimos del objeto vienedeterminada por la focalización.A la inversa, la imagen que unfocalizador presenta de un ob-jeto nos dice algo sobre elfocalizador mismo” (Bal, 1985:12). En el caso de Nora,focalizador y objeto focalizadoal mismo tiempo, que mira yque se mira, la elección de laprimera persona supone unaexperiencia nueva en el proce-so narrativo del autor. De estaforma, estos personajes presen-tados por otros personajes, estas“narraciones interiores” mues-tran su interés debido al proce-

Portada de La sombra delos días, segunda novela

escrita por Sampedrocuando tenía 30 años.

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dimiento de creación de figu-ras ficticias que se integran enla historia. Por otro lado, se tratauna vez más de personajes se-cundarios ya que el protago-nista real es el joven Antonio,muerto en el frente. No obstan-te, se advierte en ellos un pro-ceso de maduración creativa.

Otros personajes femeninosaparecen brevemente en la no-vela y sirven de contrapunto comoantagonistas a los dos mencio-nados: tienen un nombre máscorriente, son vulgares o con-vencionales, y viven de mane-

ra superficial y satisfaciendogroseramente sus sentidos.

Vemos en el análisis de es-tas dos obras primerizas que elautor ha considerado interesantela multiplicidad de escenarios,algo que, comprobaremos en otrasnovelas, es muy del gusto deSampedro; también hemos ob-servado que ha preferido un tiem-po concentrado. Sin embargo,constatamos una diferencia sig-nificativa ya que uno de los per-sonajes femeninos adquiere vozpropia y otorga también a lapasión amorosa un papel pri-mordial en el desarrollo ínte-gro del ser humano.

UNA MIRADACOSMOPOLITA

Congreso en Estocolmo(1952)

n el año 1950, acudeSampedro a una reunióninternacional en Estocol-mo. El propio autor co-mentaría años más tar-

de: “En la novela hay dos efectosprincipales que produjo ese viaje:uno el paisaje nórdico (...) yotro, lo exótico de los tipos fe-meninos y la libertad de suscostumbres” (Sampedro y Fuer-tes, 1996: 49). Y explica: “Creoque en esta novela sin decirloaún claramente ya está mi filo-sofía vital, la que se basa en el«siento luego existo»”. Hay unintento de decir que la vida estápor encima de la razón. (...) Yése es un gran cambio con res-pecto a las dos primeras nove-las. Ya no hay miedo ...» (Op.cit.,:53). Nosotros, sin embar-go, consideramos que ya en lospersonajes femeninos de lasnovelas anteriores se plantea con

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claridad esta opción vital; qui-zá lo novedoso ahora sea la adop-ción de esta misma filosofía porparte de algunos de los perso-najes masculinos con los quese identifica el autor.

En Congreso en Estocolmo,se parte de una anécdota: la asis-tencia a un Congreso de mate-máticas que realiza un profe-sor de Instituto. Sin embargoeste evento carece de interés:las ponencias son, en general,bastante aburridas, y predomi-na la pedantería académica y lafalta de sabiduría. El contrastede costumbres, sobre todo enel terreno de las relaciones en-tre hombres y mujeres, va a des-encadenar la crisis personal eneste maduro profesor de pro-vincias. La novela comienza conel viaje de ida y termina con elde vuelta, y, en este corto es-pacio de tiempo –apenas vein-te días–, se va a producir lacrisis vital profunda del prota-gonista. Las abundantísimas re-ferencias a los cambiantes es-tados anímicos y a las reflexionesde Espejo, alter ego de Sampedro,interesan al lector para com-prender a los personajes feme-ninos que, una vez más, se pre-sentan desde la óptica delprotagonista masculino. Son susojos los que ven, los que de-sean, los que imaginan.

El contraste entre culturasva a ser determinante. Desde elpunto de vista de la penetra-ción psicológica, Sampedro si-gue partiendo de un narradorparcialmente omnisciente y, eneste sentido, la novela no apor-ta ninguna novedad. Pero estenarrador, que a veces sabe y aveces no, y que opina sobre loque sabe, concede mayor im-portancia a los detalles, descri-be rasgos físicos con mayor de-lectación, dota a sus personajes

ha expandido su mirada, haincrementado el número de per-sonajes, ha penetrado en otrasculturas y otras formas de viviruna relación amorosa, se ha de-sinhibido en definitiva. La aper-tura se realiza además hacialos temas orientales por un lado–la reencarnación, la importanciade la realidad interior, la ideade serenidad y de calma pro-funda– y hacia el erotismo porotro, entendidos ambos comocomplementarios.

Los personajes femeninos deesta novela representan uno uotro polo, pero todos buscan enla realización amorosa una for-ma de plenitud personal. El he-cho de que para el protagonistamasculino su experiencia amo-rosa no tenga continuidad, noconstituye un obstáculo para sucrecimiento interior. Lo que síresulta nuevo es su considera-ción sobre el hombre intelec-tual y el intuitivo que simboli-zan, respectivamente, lo que elmismo autor es y lo que desea-ría poder ser. En Congreso enEstocolmo, interesa subrayar laíntima relación entre la experienciapersonal del escritor –descubri-miento de otras culturas, de otrasgeografías– y la experiencia li-teraria, aunque las voces de lospersonajes no nos resulten siem-pre convincentes.

UN INCURSIÓNEN LA ESPAÑAPROFUNDA

El río que nos lleva (1961)

ueve años después, pu-blica J.L. Sampedro estanovela. En este periodo,ha realizado viajes porlos pueblos próximos al

femeninos de voz y muestra cier-tas obsesiones. Una vez más,Sampedro deja entrever que lospersonajes masculinos se reali-zan plenamente en el encuen-tro amoroso con los femeninos,de tal manera que al profesorEspejo lo que menos le impor-ta es el Congreso y las ponen-cias del mismo. Se trata, comoen su primera novela, de unaexperiencia crítica; en este caso,la de un hombre maduro queadvierte, justamente en Estocol-mo, la falta de alicientes amo-rosos en un matrimonio que hacaído en la rutina y que, de re-pente, ve la posibilidad de re-cuperar deseo, juventud y, endefinitiva, la vida. Su persona-lidad presenta los mismos ras-gos que la del personaje de sunovela La estatua de AdolfoEspejo, pero gana en profundi-dad. El narrador nos informade muchos datos íntimos: con-ciencia de su represión sexual,de la monotonía de su matri-monio, de sus obsesiones...Hipersensible, analítico, intro-vertido, es visto por los demásde múltiples formas. La crisisdel personaje se produce lejosde Soria y tiene como centro eldeseo de libertad amorosa.

La presentación de los per-sonajes femeninos se realizadesde la figura de un narradorparcialmente omnisciente queobserva a través de la concien-cia del personaje principal. Lainterferencia continua de am-bas miradas incide en el dis-curso; en él, se pasa de unanarración en tercera persona, queparece desear la neutralidad, alas abundantes secuencias enestilo indirecto libre. En todocaso, los cuatro personajes fe-meninos fundamentales presentanel exotismo de los rasgos y elde las conductas. Con respectoa novelas anteriores, Sampedro

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Tajo y ha ido elaborando pla-nos, diseñando itinerarios, ano-tando todo cuanto ha llamadosu atención. Es su única incur-sión en la España profunda enun momento de gran actividadprofesional y viajera; suponeuna reconstrucción de un mun-do mítico anclado en su ado-lescencia. Mito y realidad quereflejan el mundo de los gan-cheros y la idea de que todohombre es durante un minutoDios. Por esta razón, el únicopersonaje femenino de interés,Paula, es uno más. En este mundoaislado, Paula es un personajemisterioso: no sabemos por quéha llegado allí ni cómo, desco-nocemos si huye de algo y quéespera, pero, como si fuera men-sajera de los dioses, guía al ex-tranjero Shannon a un mundode felicidad o, mejor aún, deautenticidad . Paula ejerce, desdelas primeras páginas, una atrac-ción misteriosa en Shannon.Primero, es sólo la silueta deuna mujer; luego, observamossu actitud hostil y recelosa, porun lado, y tímida y desampara-da, por otro; finalmente, oímossu voz y conocemos su nombrecuyas connotaciones tienen quever con su aparente pequeñez einsignificancia. Los rasgos fí-sicos se nos muestran poco apoco con una selección de es-casos elementos.

Paula va a concentrar todaslas miradas masculinas; a tra-vés de ellas y de los pensamientosy conversaciones de los ganche-ros, se irá configurando el per-sonaje femenino. La riqueza poli-fónica es superior a la de susnovelas anteriores.

Los personajes fundamentalestienen un pasado que guardanen secreto, excepto en momen-tos de singular intimidad, peroconforme avanza el tiempo na-

rrativo –empieza con el invier-no y llega la primavera– losinstintos se van haciendo máspatentes en los gancheros comoen el resto de los seres vivos, yPaula representa el objeto desus deseos aunque adopten unaposición distante que ella tam-bién fomenta.

La riqueza de perspectivasno es nueva en Sampedro: yaen Congreso en Estocolmo ha-bía proyectado sobre un perso-naje las diferentes considera-ciones y opiniones que suscitaba,pero en esta novela adquiereuna fuerza expresiva superiory una autenticidad sobresalien-te que se manifiestan en múlti-ples detalles.

La obra supone una reflexiónmás honda y amplia sobre lavida humana: no sólo se reali-za en el amor sino en la solida-ridad y en la búsqueda de laautenticidad (también en el te-rreno religioso y en el contactocon la naturaleza).

UNA FABULACIÓNBURLESCA

El caballo desnudo (1970)

scrita a los 52 años, na-rra una historia en tonohumorístico y satírico.El narrador se presentacomo testigo de los acon-

tecimientos ocurridos bastantesaños atrás aunque, en ocasio-nes, vea más de lo que se supo-ne en un mero cronista. La ac-ción transcurre en un pueblocastellano de nombre simbóli-co, Villabruna, en el que impe-ra el oscurantismo y la hipo-cresía. Se trata de una parábolasobre el franquismo aunque se

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En esta novela deSampedro, los personajes

tienen un pasado queguardan en secreto.

FUNCIÓN POÉTICA DE ALGUNOS PERSONAJES FEMENINOS ...

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desarrolle a lo largo de la pri-mavera y el verano de 1917.La anécdota tiene un carácteresperpéntico: la contemplaciónque de una estatua de caballohace un personaje femenino vaa determinar una especie deCruzada en la que involucraráa las fuerzas vivas del pueblo.

Interesa en esta novela, so-bre todo, cómo se construye elpersonaje principal, doña Evan-gelina, hasta convertirse sim-plemente en Eva. Poco a poco,se nos da la información quecompleta el esbozo inicial: edad,aspecto físico y, sobre todo, ras-gos de un carácter mediatizadopor los prejuicios religiosos yculturales, reprimido en sus de-seos, infantil en sus actitudes yque, cuando comprueba la hi-pocresía de los que la rodean,decide dar curso a sus instin-tos. Es en ese momento cuandose convierte en Eva y deja deser Evangelina.

A pesar del tono satírico yesperpéntico, Sampedro quiereresultar verosímil y, para ello,su cronista-narrador inserta datoshistóricos de fácil comproba-ción.

Destaca comprobar la evo-lución del personaje en sus con-tradicciones, sus pensamientosy su forma de hablar, y tam-bién cómo es vista por los otros(su confesor, su marido, susamigos, su anónimo enamora-do). También es interesante ana-lizar a otros personajes feme-ninos porque representan elcontrapunto del anterior, bienporque pertenecen al mundoconvencional de Villabruna bienporque son vulgares en su for-ma de concebir sus vivencias.En este caso, el personaje deAdela adquiere una relevanciaespecial.

Una vez más, Sampedro de-sarrolla la idea de que la reali-zación personal se hace a tra-vés del amor plenamentesatisfecho; en él, está la razónvital más profunda del equili-brio humano, mientras que laspresiones sociales, los condicio-namientos culturales o la educa-ción religiosa constituyen lasbarreras más fuertes al desa-rrollo individual. Sin embar-go, lo que distingue a esta no-vela del resto de su producciónestudiada es la perspectiva hu-morística y el tono esperpén-tico.

ESA ‘CÓSMICAFISURA’

Octubre, Octubre (1981)

s la novela más ambi-ciosa de J.L.Sampedro.El mismo autor la hadefinido como novela-mundo porque el proce-

so de su escritura duró casi 20años. La razón profunda de sulenta gestación se debió a laconvicción de que le faltabaexperiencia vital y que aún noestaba maduro para afrontar unproyecto semejante. Aun cuan-do su única preocupación fuevolcar en ella todo lo que lle-vaba dentro, lo cierto es que lanovela tiene mucho de experi-mental. Las sucesivas redaccio-nes, las ampliaciones, se fue-ron produciendo paralelamentea las de su personalidad. Esoexplica su complejidad y tam-bién su interés.

Uno de los elementos mássugestivos de la obra se refierea los personajes; los protago-nistas aspiran a convertirse enseres completos asumiendo la

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Octubre, octubre es la novelamás ambisiosa de Sampedro

porquesu escritura tardó casiveinte años.

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parte masculina y femenina si-multáneamente, y abandonan-do así cualquier estereotipo deconducta. La dicotomía razón/sentimiento que había plantea-do por primera vez en Congre-so en Estocolmo se convierteaquí en una búsqueda de uni-dad de ambas entendiendo porello que los papeles asignadosa los sexos (más racionalidadal hombre, mayor capacidad desentimiento en la mujer) arras-tran consigo una considerablepobreza vital. De esta forma,aspectos del tantrismo, como elde la doble sexualidad del po-der creador máximo, inspiranesta novela.

Los personajes femeninos hancrecido extraordinariamente aligual que los masculinos. Semueven por las páginas de lanovela con mucha más autono-mía, han adquirido volumen,espesor, profundidad. Pertene-cen a estamentos sociales dis-tintos y tienen biografías máscompletas. Oímos sus voces ynos adentramos en sus pensa-mientos. Son vistos desde fue-ra y desde dentro. Es como unasinfonía.

Desde el punto de vista for-mal, esta novela representa unsalto cualitativo extraordinarioen todas las direcciones: comoexploración interior y exterior,y como búsqueda de una en-voltura formal adecuada a estaactitud intelectual. Por lo quese refiere a la creación de per-sonajes femeninos, el escritor,que en todo aquel proceso sedebatió consigo mismo y consu entorno en medio de gran-des incertidumbres, que amplióuna y otra vez su novela a lolargo de los años en una evolu-ción paralela a la de su perso-nalidad, encuentra en ellos unespejo de su otro yo que va del

erotismo al amor, y que esperaencontrar en él su particularcamino de perfección.

UNA SONRISAESPECIAL

La sonrisa etrusca (1985)

ublicada a los 68 años,constituye la novela demayor éxito de Sampedro.Su protagonista es unhombre de la edad aproxi-

mada a la del escritor en el mo-mento de su elaboración; el propioautor ha confesado que, con ella,deseaba ser conocido por su hijay por su nieto, hecho que de-termina su substrato biográfi-co. El hecho de que el ancianoprotagonista sea un antiguo par-tisano y el espacio escogido seael de Italia carece de relevan-cia; desde esa edad, se observael mundo aunque se nos mues-tre a través de la mirada inter-puesta del narrador. A propó-sito de esta novela Sampedroha confesado: “... sentí por pri-mera vez que era el escritorque siempre había querido ser”.(Op. cit.,:72).

Un nuevo espacio es explo-rado en esta novela; ya no seplantea, como en Octubre, Oc-tubre, el deseo de una identi-dad sexual que abarque a losdos sexos o la perfección ab-soluta a través de la búsqueday el encuentro del Amor, sinoque el protagonista, desde suformación elemental, advier-te no sin asombro, cómo sucuerpo y sus vivencias vanadquiriendo comportamientostradicionalmente consideradosfemeninos y siente, con esecambio, enriquecerse como serhumano.

Casi una docena de perso-najes femeninos con nombrepropio tiene vida en esta obra.Los hay inmutables, estáticos;los hay variables, dinámicos. Aveces, nos muestran un rasgopredominante del que no se apar-tan; por el contrario, otros nosresultan cambiantes y, por tan-to, más complejos. Sin embar-go, lo que nos interesa desta-car es su función poética. Lospersonajes jóvenes y los madu-ros, los ancianos y los ya des-aparecidos simbolizan estadiosdistintos de la vida; y el ancia-no descubre, en el umbral de lamuerte, un mundo desconoci-do: el de la ternura y el amorcon cuyos sentimientos puedeafrontarse el viaje definitivo conla certeza de haber alcanzadola plenitud.

OBSERVACIONESFINALES

ucintamente, se ha ex-puesto cómo un escri-tor, al ampliar su expe-riencia vital, está en con-diciones de enriquecer

su obra. Como dice el aforismolatino: Natura non fecit saltuso si seguimos la fórmula de losperipatéticos nihil est in intellectuquod prius non fuerit in sensu.

En el caso de la obra de Sam-pedro y por lo que se refiere alos personajes femeninos estu-diados hasta el momento, estosasertos nos parecen evidentes.Desde su primera novela, en laque las creaciones femeninasno eran sino siluetas sin relie-ve, se ha llegado a La sonrisaetrusca en la que se plantea yaun claro proceso de madurezpersonal y literaria, de androginia

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FUNCIÓN POÉTICA DE ALGUNOS PERSONAJES FEMENINOS ...

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entendida como la búsqueda deun ser completo, como una ten-dencia al intercambio de pape-les, de tal manera que puedanvivirse alternativamente los com-portamientos de ambos sexos.Y esto entendido no como unaexperiencia epidérmica sino comouna auténtica fuente de cono-cimiento para obtener la pleni-tud. Es un acto necesario, unatabla de salvación.

Nos parece de especial inte-rés haber podido mostrar cómola creación novelística de unescritor no se asienta en el va-cío. Y si es cierto que el perso-naje no es el escritor, éste pue-de ficcionalizarse y, en el casode Sampedro resulta evidenteque cada una de sus criaturas

es él mismo; por eso, el proce-so de maduración narrativa seacompasa al de su creador.

La clasificación de los per-sonajes femeninos y su funciónestética nos ha permitido con-siderar, desde el análisis reali-zado hasta el momento, la evo-lución de una obra no como unaexpresión formal pura sino comoel resultado de los dos compo-nentes que constituyen todoanálisis lingüístico en el senti-do de forma y contenido desdela óptica de la evolución delescritor. Desde esta perspecti-va, una pragmática de la litera-tura en el triple sentido de poiesis–producción–, katharsis –comuni-cación– y aisthesis –recepción–,adquiere su significado más

completo y auténtico.

Los partidarios radicales deun análisis puramente formalde la obra literaria y los queconsideran insuficiente este aná-lisis mantienen posiciones irre-conciliables. En nuestro traba-jo, hemos pretendido demostrarque un análisis exclusivamentefuncional puede resultar super-ficial. Una obra como la de JoséLuis Sampedro no constituyesólo una compleja arquitectu-ra, una vasta producción ver-bal, una creación de mundosimaginarios, sino una explora-ción interior y una introspec-ción continuada en ambos cam-pos. El resultado final, por ahora,no puede ser más deslumbran-te.

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BIOGRAFÍA

Este trabajo ha sido patrocinado por:

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Es Licenciada en Filología Románica por laUniversidad de Salamanca, en donde presentósu Tesina sobre “La poesía de Cadalso yJovellanos”, y realizó los Cursos de Doctora-do. Desde 1971, imparte su docencia en el I.B.«Isabel de España» de Las Palmas de GranCanaria. Catedrática de Lengua y Literatura,ha realizado numerosos Proyectos de investi-gación educativa financiados por la Consejeríade Educación y el Ministerio de Cultura (pre-miado este último, en 1987). Ha participado enencuentros internacionales en Luxemburgo, Italiay Bélgica, y en Congresos y Coloquios científi-

MARÍA TERESA HERNÁNDEZ SÁNCHEZ

cos internacionales. Ha impartido conferen-cias en Praga, Tenerife y Las Palmas. Entresus publicaciones se encuentran Clásicos deLiteratura canaria: Textos comentados (encolaboración). Autora de diversos artículos,ha prologado libros de creación literaria ydirigido un curso de composición escrita parala radio.

Dirección:I.B. Isabel de Españac./ Tomás Morales, 39Tfno.: 928 368 545 - Fax: 928 368 14435003 - Las Palmas de Gran Canaria

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