fred wander pd - universitat de valència · una nueva jerusalem, un lema que era como el reverso...

8
pd posdata EL MERCANTIL VALENCIANO VIERNES, 11 DE FEBRERO DE 2011 LA BUENA VIDA Fred Wander El periodista y escritor vienés Fred Wander fue liberado del campo de concentración de Buchenwald en 1945. Pre-textos ha publicado las memorias que escribió con casi noventa años. «La buena vida» se titulan. El prodigio de la serenidad ante el horror 3 Retrato Las memorias de «Jock» Colville, secre- tario personal de Winston Churchill du- rante la Segunda Guerra Mundial, y del ma- riscal Sir Alan Brooke, jefe del Estado Ma- yor Imperial en el mismo periodo, abundan en imágenes poco elegantes del que sin duda puede ser considerado como el inglés más importante del siglo XX. Las confiden- cias de Colville se centran en el lado más do- méstico de Churchill, mientras que el nor- irlandés, uno de los pocos hombres ca- paces de imponerse al premier britá- nico a voz en grito, pone el acento en la ausencia de perspectiva es- tratégica del mandatario. El úl- timo libro sobre Churchill llegado a las librerías, La guerra de Churchill, del historiador militar Max Hastings, se nutre de ambos volúmenes, así como de otras memorias y diarios, como las del polémico Lord Beaverbrook, el laborista Ernest Bevin o Sir John Kennedy, entre muchos otros. Hastings trata sin tapujos los errores y con- tradicciones del premier en aquellos años cruciales, no con el ánimo de vituperar su fi- gura, sino con la intención de presentarla en sus justos términos. De la lectura de este li- bro, que es de largo aliento, como corres- ponde a su materia —no en vano la Segun- da Guerra Mundial es el conflicto más do- cumentado de la historia—, emerge un Churchill no tan bienintencionado como ca- bría suponerle al defensor de las democra- cias frente a la amenaza nazi, sino que se des- cubre a un ser implacable, dispuesto a cual- quier cosa con tal de ganar la guerra. Desde luego, el panorama es muy distinto del que puede leerse en los libros del propio Chur- chill, escritos un tiempo después de los acontecimientos y no exentos de un cierto triunfalismo. Hastings no duda de que Churchill fue el hombre más adecuado de cuantos estaban a mano, un hombre que se sentía predesti- nado a salvar a su país y hacerlo más gran- de, como hizo su antepasado el duque de Marlborough. Winston era, como asegura- ba una británica de la época que dejó sus im- presiones por escrito, el «bulldog» que todo vecindario necesita para echar a gatos y merodeadores cuando las cosas se ponen feas. A Churchill no le molestaba esa imagen, él mismo se consideraba un perro de pelea, y le gustaba cultivar una imagen de falta de escrúpulos, como cuando se hizo retratar con una ametralladora Thompson. No se puede negar que su influjo fue im- portante para hacer que los británicos re- sistiesen los terribles años , y so- bre todo , dos años y medio en los que acumularon derrota tras derrota y sufrieron una lluvia inmisericorde de bombas. Pero también es verdad que Churchill cometió al- gunos errores graves. En primer lugar, con- fiar en la resistencia francesa ante el empu- je de las tropas de Adolf Hitler. Todo el mun- do habla de Dunkerke, pero se olvida que dos tercios de esas tropas regresaron a Francia por empecinamiento de Churchill y estu- vieron a punto de ser destruidas en Nor- mandía antes de su segunda evacuación. La desesperación de Churchill llegó a tal pun- to durante la caída Francia que planteó en- tregar Malta y Gibraltar, e incluso utilizar los terribles gases de la Primera Guerra Mundial para detener una invasión de la isla. POR LUIS ÁNGEL VEGA El «bulldog» dispuesto a casi cualquier cosa Churchill fue el líder de guerra más grande de Gran Bretaña y, hasta 1940, la nación le había seguido de forma extraordinaria. Pero en 1942 su popularidad tocó fondo en medio de una sucesión de derrotas en la batalla. El historiador Max Hastings analiza sus contradicciones en la guerra y retrata a un líder implacable y no tan bienintencionado como cabría suponerle al defensor de las democracias. RAIMON Una mirada al interior del cantautor a través de doce canciones Apenas unos días después de que Raimon estre- nara su nuevo disco en directo en l’Eliana y reci- bía el Honoris Causa por la Universidad de Ali- cante, el cantautor de Xàtiva, uno de los máxi- mos exponentes del movimiento histórico de la Nova Cançó, editaba físicamente su nueva gra- bación discográfica. Rellotge d’emocions recoge una docena de canciones en las que recorre su trayectoria vital y muestra sus propias emocio- nes y las del tiempo que le ha tocado vivir. PROTAGONISTA DE LA SEMANA PASA A LA PÁGINA 2 MAX HASTINGS La guerra de Churchil Colección Historia. EDITORIAL CRÍTICA, 2010 JOHN COLVILLE A la sombra de Churchill GALAXIA GUTENBERG, 2007 Churchill cultivaba una imagen de perro de pelea. Se hizo retratar con la famosa metralleta Thompson.

Upload: dangnhan

Post on 03-Dec-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

pdp

osd

ata

EL MERCANTIL VALENCIANO

�VIERNES, 11 DE FEBRERO DE 2011

LA BUENA VIDA

Fred WanderEl periodista y escritor vienés Fred

Wander fue liberado del campo deconcentración de Buchenwald en

1945. Pre-textos hapublicado las

memorias queescribió concasi noventa

años. «La buenavida» se titulan.

El prodigio de laserenidad ante el

horror�3

Retrato

Las memorias de «Jock» Colville, secre-tario personal de Winston Churchill du-rante la Segunda Guerra Mundial, y del ma-riscal Sir Alan Brooke, jefe del Estado Ma-yor Imperial en el mismo periodo, abundanen imágenes poco elegantes del que sinduda puede ser considerado como el inglésmás importante del siglo XX. Las confiden-cias de Colville se centran en el lado más do-méstico de Churchill, mientras que el nor-irlandés, uno de los pocos hombres ca-paces de imponerse al premier britá-nico a voz en grito, pone el acentoen la ausencia de perspectiva es-tratégica del mandatario. El úl-timo libro sobre Churchillllegado a las librerías, Laguerra de Churchill, delhistoriador militar MaxHastings, se nutre deambos volúmenes, asícomo de otras memorias ydiarios, como las del polémicoLord Beaverbrook, el laboristaErnest Bevin o Sir John Kennedy,entre muchos otros.

Hastings trata sin tapujos los errores y con-tradicciones del premier en aquellos añoscruciales, no con el ánimo de vituperar su fi-gura, sino con la intención de presentarla ensus justos términos. De la lectura de este li-bro, que es de largo aliento, como corres-ponde a su materia —no en vano la Segun-da Guerra Mundial es el conflicto más do-cumentado de la historia—, emerge unChurchill no tan bienintencionado como ca-bría suponerle al defensor de las democra-cias frente a la amenaza nazi, sino que se des-cubre a un ser implacable, dispuesto a cual-quier cosa con tal de ganar la guerra. Desdeluego, el panorama es muy distinto del quepuede leerse en los libros del propio Chur-chill, escritos un tiempo después de losacontecimientos y no exentos de un ciertotriunfalismo.

Hastings no duda de que Churchill fue elhombre más adecuado de cuantos estabana mano, un hombre que se sentía predesti-nado a salvar a su país y hacerlo más gran-de, como hizo su antepasado el duque deMarlborough. Winston era, como asegura-ba una británica de la época que dejó sus im-presiones por escrito, el «bulldog» que todovecindario necesita para echar a gatos ymerodeadores cuando las cosas se ponenfeas. A Churchill no le molestaba esa imagen,él mismo se consideraba un perro de pelea,y le gustaba cultivar una imagen de falta deescrúpulos, como cuando se hizo retratar conuna ametralladora Thompson.

No se puede negar que su influjo fue im-portante para hacer que los británicos re-sistiesen los terribles años , y so-bre todo , dos años y medio en los queacumularon derrota tras derrota y sufrieronuna lluvia inmisericorde de bombas. Perotambién es verdad que Churchill cometió al-gunos errores graves. En primer lugar, con-fiar en la resistencia francesa ante el empu-je de las tropas de Adolf Hitler. Todo el mun-do habla de Dunkerke, pero se olvida que dostercios de esas tropas regresaron a Franciapor empecinamiento de Churchill y estu-vieron a punto de ser destruidas en Nor-mandía antes de su segunda evacuación. Ladesesperación de Churchill llegó a tal pun-to durante la caída Francia que planteó en-tregar Malta y Gibraltar, e incluso utilizar losterribles gases de la Primera Guerra Mundialpara detener una invasión de la isla.

POR LUIS ÁNGEL VEGA

El «bulldog» dispuestoa casi cualquier cosa

Churchill fue el líder de guerra más grande de Gran Bretaña y, hasta 1940, la nación le había seguido deforma extraordinaria. Pero en 1942 su popularidad tocó fondo en medio de una sucesión de derrotasen la batalla. El historiador Max Hastings analiza sus contradicciones en la guerra y retrata a unlíder implacable y no tan bienintencionado como cabría suponerle al defensor de las democracias.

RAIMONUna mirada al interior del cantautor

a través de doce cancionesApenas unos días después de que Raimon estre-nara su nuevo disco en directo en l’Eliana y reci-

bía el Honoris Causa por la Universidad de Ali-cante, el cantautor de Xàtiva, uno de los máxi-

mos exponentes del movimiento histórico de laNova Cançó, editaba físicamente su nueva gra-

bación discográfica. Rellotge d’emocions recogeuna docena de canciones en las que recorre sutrayectoria vital y muestra sus propias emocio-

nes y las del tiempo que le ha tocado vivir.

PROTAGONISTA DE LA SEMANA

PASA A LA PÁGINA 2

MAX HASTINGSLa guerra de Churchil

Colección Historia. EDITORIAL CRÍTICA, 2010

JOHN COLVILLEA la sombra de Churchill

GALAXIA GUTENBERG, 2007 �

Churchill cultivaba una imagen de perro de pelea. Se hizo retratar con la famosa metralleta Thompson.

Page 2: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 11 DE FEBRERO DE 20112

En la batalla de Inglaterra, fueron las eco-nomías del mariscal del Aire Hugh Dowding,al frente del Mando de Cazas, las que evita-ron que los cielos británicos quedasen a mer-ced de la Luftwaffe, y no Churchill, dis-puesto a lanzar todos sus efectivos al com-bate sin tino. Hastings llama la atenciónsobre una de las decisiones más controver-tidas de Churchill, la lucha por Grecia. Losgenerales estaban en contra, porque distra-ía tropas del norte de África. El empecina-miento en mantener Creta hizo que ésta fue-se la batalla más costosa de la Royal Navy.Más tarde reconocería su error ante «Jock»Colville.

Pero fue sin duda el «annus horribi-lis» para los ingleses, con la caída de Singa-pur y Birmania, y una situación pésima en elnorte de África. Ante el rumor de que Stalin

iba a firmar la paz con Hitler, Churchill lle-gó a proponer que los soviéticos se queda-sen con la porción de Polonia de la que se ha-bían apropiado en . Po-lonia pasabaasí de «casusbelli» a mone-da de cambioen el tablero in-ternacional. Fueen esta épocacuando Churchillanimó operacio-nes inútiles, comoel asalto a la islaartificial de Saint-Nazaire, que costó bajas, o cuandodio su apoyo al cam-bio de estrategia pro-puesto por LordCherwell y desarro-llado por el mariscaldel Aire Arthur Harris

de ejecutar bombarderos zonales sobre Ale-mania, con la consiguiente matanza indis-

criminada de civiles. Su deseo de«prender fuego a Europa» se ha-cía por fin realidad.

Churchill nunca contó congrandes apoyos. Los propiostorys le despreciaban. Gente

como Lord Halifax se sentían realmenteincómodos en su presencia. Mantenía una ac-titud caprichosa e irracional, y combinaba de-mostraciones de sabiduría suprema con es-tallidos de petulancia infantil que herían a suscolaboradores, como el mariscal Sir John Dill,uno de los ejemplos más acabados del per-fecto oficial británico, buen conversador y en-cantador, pero poco llamado al combate.

En cuanto al pueblo británico, una parteimportante se negó a aceptar los sacrificiosque le demandaban sus dirigentes, espe-cialmente los mineros, quienes no olvidabanla brutalidad con la que habían sido tratadosen las décadas anteriores a la guerra. Los bri-tánicos querían que cambiasen las cosas ypor eso le dieron la espalda a Churchill en laselecciones de (Winston comparó alos laboristas con las SS nazis) y apoyaron aClement Attlee y su proyecto de construiruna Nueva Jerusalem, un lema que eracomo el reverso obrero de ese himno oficiosobritánico que compuso Sir Hubert Parry entorno al poema de William Blake.

VIENE DE LA PÁGINA 1

Retrato

Entrevista

«Sobre héroes y tumbas», la exposición deChema López en la galería Valle Ortí (Ave-llanas, 22), seguirá expuesta hasta el 5 demarzo. Desde el jueves 10 de febrero tam-bién puede verse su trabajo en Albacete enla exposición «The negro and his songs»(Centro Cultural la Asunción). Con él tra-tamos de desentrañar en esta conversa-ción algunos de los temas de la obra quepresenta, siempre en consonancia con suparticular modo de concebir la represen-tación mediante los juegos de espejos o elblanco y negro y un toque de color, para evi-tar dogmatismos. Aquí está el resultado.

Más allá de la mera exposición con fi-nes comerciales de su obra, ¿qué suponepara usted reunirla en una galería?

Lo más interesante de exponer es que tie-nes que organizar y dar sentido a lo queen gran parte es intuición, el arte tieneque ser intuición. En este sentido, algoque me parece desafortunado es quemuchos artistas ilustran conceptosfilosóficos de actualidad. Creo queel artista ha de dejarse llevar porafinidades, por fobias, por intui-ciones al fin y al cabo, y luego in-tentar dar forma a todo ese caosque va surgiendo para darle unsentido. A mí, particularmente,me parece más fácil darle senti-do a eso que a la vida. Cuando lle-gas a la sala resulta emocionante;es la culminación del proceso, dis-pones del espacio y tienes que de-cidir cómo lo ordenas, cómo lo pre-sentas, cómo lo cuentas.

Su obra tiene un trasfondo in-equívocamente político. ¿Es de losque creen que la obra de arte puede,por sí sola, impulsar una acción de estetipo?

Pienso que, dado lo alejado que está el es-pacio del arte de la realidad cotidiana, la in-cidencia, en cualquier caso, es mínima. Heintentado en los últimos años, para esta ex-posición, que hubiera una intención mássocial o política, pero también otras: la exis-tencial, la intimista o la poética.

Sin embargo, la política no es lo únicoque se trasluce en tu pintura.

Intento conjugar una serie de asuntos o te-mas que me atraen por una cosa u otra: por-que bien me molestan o bien porque me in-teresan. En esta exposición, por ejemplo, eltema de la cultura está más presente queotros; hay portadas de libros, de discos, in-

cluso personajes históricos. Son referenciasque siempre he tenido, que he descubierto através de la lectura, el cine o la música. Al fi-nal los temas son siempre los mismos; resu-miendo: el miedo, la muerte y la injusticia.

A los que podríamos añadir la religión,no menos importante.

Y la inocencia, que también, como tema,me interesa especialmente. En cuanto a lareligión, me interesa como cultura o como

ideología. Puesto que hay una bibliarepresentada en uno de mis cua-dros, hay quien me ha dicho quele ha parecido un concepto muyprotestante del mal. Estoy deacuerdo, ya que la reforma lo quehizo es acercar más la religión ala ética, asumir responsabilida-des; no como el catolicismo,donde siempre hay un interme-diario para descargar la culpa.Aunque en mi pasión por la acu-

mulación de imágenes soy cienpor cien católico (risas).

¿Y otras referencias de las quepodríamos seguir hablando y que

están presentes en esta exposición?Sí. De hecho, estoy pensando en ha-

cer algo distinto, algo con referentes me-nos evidentes de cara a una nueva exposi-ción. A menudo la gente se acoge a lo queve, a lo que capta de inmediato, y se que-da ahí.

Otra cosa que choca en su pintura es lacantidad de referencias que manejas entorno a, por ejemplo, la literatura. Suelenser más numerosas, o más evidentes, quelas que remiten a la misma pintura.

Normalmente hay más referencias a la li-teratura, al cine o a la música que a las artesplásticas. Pero tengo muy presente el temade los géneros en la pintura. Siempre. Eneste caso he intentado hacer una relecturade los cuadros de caza o, en el lado opues-to, más humilde, del mismo bodegón.

R

R

P

P

R

P

R

P

R

P

R

P

POR RAFA MARTÍNEZ «No hay ningún documento de la cultura que no sea también de la barbarie».Este epitafio en el monumento funerario de W. Benjamin sirve como introducciónal nuevo trabajo pictórico de Chema López sobre los temas de siempre: el miedo, lamuerte, la injusticia. También la ideología o la inocencia. La historia y sus ficciones.

Chema López

«Intento que mi pinturatenga una intenciónpolítica, también poética»

Chema López junto a unaparte de la obra «Remake

(serie Print the Legend),2010», con Jessie WoodsonJames, más conocido como

Jessie James. VALLE ORTÍ

«Nunca tantos debieron tanto atan pocos». Es una de sus frasescélebres, propias de suimpulsividad y con la queconvirtió a sus soldados enleyenda. Ésta la pronunció enreconocimiento a los pilotosde la RAF que participaronen la Batalla de Inglaterra(entre julio y octubre de1940, cuando los alemanesintentaban acabar con lasfuerzas aéreas británicasa fin de facilitar la invasión de Inglaterra).

Chema López tiene algo de bibliófilo. Perono de ese bibliófilo arquetípico que compralos libros por su época, encuadernación ocualquier otra peculiaridad de su factura.No. Lo de Chema López tiene otro nombre,muy probablemente. Que poco importaahora. Lo interesante, lo curioso, lo chocante—dados los tiempos que corren—, es sucondición de lector insaciable. En su casa,también en su estudio, se amontonan losvolúmenes sobre esos temas que le sonqueridos y sobre los cuáles gusta dereflexionar para, muy a menudo, llevar allienzo o al papel. Por ello no extrañaencontrar en la muestra de Valle Ortíalgunos dibujos que reproducen, literal ymuy literariamente, cubiertas de libroscomo «Diario de un mal año», de J.M.Coetzee; «La literatura y el mal», de GeorgesBataille o «Historia universal de la infamia»,

de Jorge Luis Borges.

LITERALY muy literalmente

Page 3: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 11 DE FEBRERO DE 2011 3

Memorias

Cuando uno empieza a leer las memoriasde Fred Wander, se siente en la obligaciónde regresar una y otra vez al título de las mis-mas, para comprobar que sí, en efecto, su tí-tulo es La buena vida. Enseguida —pero sólodura unas décimas de segundo—le asaltauna duda: ¿la segunda parte del título remi-tirá a uno de esos repugnantes y facinerososlibros de autoayuda que tanto se llevan? Afor-tunadamente, no; no se trata de eso. Es un li-bro de memorias escrito desde la distancia,una distancia exacta, tan bien medida que re-sulta asombrosa. La distancia que permite lanarración, el arrebato lírico, el grito silente oincluso la humorada de unos hechos tanatroces como los que vivió un judío vienésnacido en . Además, simpatizante co-munista y residente durante muchos años enla extinta República Democrática Alemana oAlemania Oriental. Cualquier persona ima-ginativa o medianamente informada puedeenumerar los cataclismos que se produjeronen esos años. Todas las penalidades que senos puedan ocurrir —exilio, indigencia, cár-cel, fugas, campos de exterminio, supervi-vencia culpable— ocupan su espacio en es-tas memorias; pero también, y he aquí el pro-digio, surge el amor, la esperanza, la solida-ridad, la inquietud intelectual, los viajescomo germen de reportajes fotográficos y,por supuesto, el desencanto. Un desencantoante lo que se convirtió Alemania —y por ex-tensión, Europa— tras la II Guerra Mundial.Porque las terribles condiciones de vida enla Europa del socialismo real no le impidenobservar y lamentar cómo se vive en ciertoslugares del sur de Francia, donde los inmi-grantes portugueses, españoles o magrebíesviven durante años en chabolas sin las míni-mas condiciones de salubridad, al albur delas decisiones de unos gobiernos títere de lamultinacional de turno.

La reivindicación del ser humano en tan-to que individuo dotado de capacidad para

decidir sobre su vida sería el gran telón de fon-do de estas memorias. Todos estaremos deacuerdo en que ni la Alemania nazi ni la pos-terior Alemania Oriental respetaban estapremisa. Y, sin embargo, Fred Wander vivióvoluntariamente muchos años en el Berlín co-munista, con su esposa y sus hijos, donde go-zaba de ciertos privilegios —no exentos de cul-pabilidad— como extranjero y escritor. «Nun-ca me he interesado por el grupo» escribe enun momento dado, «sino siempre y única-mente por el individuo». Ahí reside el secre-to de la serenidad ante el horror. O, un pocoantes, cuando escribe: «¡Seis millones de ju-díos masacrados! Sobre millones de muertosnada puede decirse. ¡Pero sobre tres o cuatrose podría contar una historia!» No es cinis-mo, es sinceridad en carne viva.

Unas memorias, pues, escritas desde laperspectiva de los casi noventa años de vida;un punto de vista honesto —¿quién puedepermitirse la desfachatez de no serlo a esaedad?— y con la justa dosis de descreimien-to, desilusión y, no tiene por qué ser una con-tradicción, amor a la vida.

POR ANDRÉS PAU

FRED WANDERLa buena vida o la serenidad ante el horror. Memorias

Traducción de Richard Gross.PRE-TEXTOS. VALENCIA, 2010.

Comentari

Diumenge, d'bril de , de matí. Lafotògrafa Margaret Bourke-Whitecomen-ça a prendre fotos a un grup de dones i al-guns vells del poble d'Ettersberg, junt a laciutat de Weimar, que entren en el Camp deBuchenwald que hi ha junt al poble. El grupestà custodiat per soldats del Tercer Exércitde Patton, que dies abans l'han alliberat.Ara, que la revista LIFE ha fet públic part delseu arxiu, podem trobar en internet fotos in-èdites d'aquells rotllets de pel·lícula deBourke-White. Les dones del grup ploren ies tapen la cara amb mocadors davant delscadàvers i els forns crematoris. Els soldatsmantenen confinats els presoners, autèn-tics morts-vivents, per raons sanitàries i decontrol (una pàl·lida reconstrucció de l'es-deveniment s'ha filmat a l'episodi nové deBand of Brothers). Els presoners guaiten sor-presos el grup de dones, vells i soldats. Unadolescent esquelètic de anys contem-pla l'escena embolicat en una manta i asse-gut sobre un vàter portàtil que hi ha davantdel barracó hospital, «com si fos el duc deVendôme quan rebia al bisbe de Parma» es-criurà. Mastega un xiclet nord-americà. S'a-nomena Imre Kertész i l'any rebrà elPremi Nobel de Literatura. Un altre jove, de

anys, culte, sap que aquelles dones habi-ten les viles i els boscos de Weimar que ins-piraren Herder, Goethe i Schiller, el millorde la cultura clàssica alemanya. Arriba a es-coltar les paraules d'un tinent de l'exércitnordamericà que, en perfecte alemany,mostra al grup de visitants les muntanyesde morts. El jove és Jorge Semprún. En laseua novel·la El llarg viatge relata com, enveure el grup, fou presa de l'angúnia i haguéde marxar a l'altra banda del camp, on en-fonsà el cap en l'herba i escoltà el silenci delbosc de l'Ettersberg. Al tinent Rosenfeld (elseu nom autèntic és Albert G. Rosenberg,un jueu alemany que s'havia exiliat als EUAen els anys ), Semprún li dedicarà un ca-pítol en L'escriptura o la vida.

No tots el morts-vivents guaiten el grup.Al seu barracó de Buchenwald roman un vie-nés de anys, Fred Wander. També es de-dicarà a la literatura, com Kertész i Semprún.L'editorial Pre-textos ha publicat la versióampliada del seu llibre autobiogràfic Labona vida. Realment, no diu que estigueraal barracó mentre desfilava el grup de donesi vells. L'escriptor vienés va més enllà i con-verteix aquesta situació en la seua condicióvital essencial. Fins a la fi de la seua vida,quan es despertava per la nit, encara es pre-guntava anguniat si estava encara al barra-có del Camp de Buchenwald: «¿No és el ba-rracó on m'he instal·lat en el profund delmeu fur intern?», escriu en la conclusió de

La bona vida. Wander va publicar un llibre,Sèptim pou, sobre les víctimes joves delcamp d'extermini, una imatge jueva (el pouque es fa al desert per trobar aigua, per aixòes pot traduir també com Sèptima font) so-bre el cau més profund del nostre ésser. Peròen La bona vida declara que tots els seuesllibres són el mateix, en definitiva, un reite-rat exercici d'ascesi, com diu, citant preci-sament Semprún: «L'escriptura, si pretén seralguna cosa més que un joc, no és més queuna dilatada, interminable tasca d'ascesi, unaforma de despegar-se d'un mateix assu-mint-se: essent un mateix en reconéixer i do-nar naixement a l'altre que un sempre és».Ser en no ser el que som, i acabar descobrintque som justament això. Una formulació queés pràcticament una paràfrasi hegeliana.

Semprún ha contat que llegia d'amagat laLògica de Hegel en el volum de tapes gro-ges i tipografia gòtica de l'edició Glocknerque hi havia, sorprenentment, al barracóhospitalari de Buchenwald, davant d'aquellon seia el jove Kertész com el duc de Ven-dôme. Una passió per la lectura que tambéWander s'atribueix a La bona vida. Ell, lleu-ger d'equipatge, sempre amb un llibre. Per-què de llibres, diu, n'hi ha en qualsevol lloc.Sempre llegir i sempre de camí. Un pària, unpobre desgraciat, un schlemihl. Enfrontant-se a, com va escriure Kertész i cita tambéWander, «una forma d'existència espiritualbasada en l'experiència negativa». Escriurel'inenarrable. Després d'Auschwitz ja no éspossible fer literatura, sentencià Adorno; Ker-tész li replica: després del mal absolut, no-més és possible fer-la, només està justifica-da la cultura per salvar-nos de la barbàrie.

El que no fou batejat com Camp d'Ettersbergo de Weimar, per les resonàncies cultes i li-teràries del lloc, s'anomenà, a propòsta deHimmler, Camp de Buchenwald, això és, delbosc dels faigs (Buchen), per una paradoxadel destí una paraula ben pròxima a llibres(Bücher). Aquesta associació en la deno-minació del camp (on també estigueren al-tres autors com Jean Améry, DietrichBonnhoefer, Maurice Halbwachs o ElieWiesel) fa recordar aquell bosc dels homes-llibre de Fahrenheit i serveix bé per re-sumir la tesi central de l'obra de Wander: es-tem al barracó de la mort i només ens tenimuns a uns altres per contar-nos històries. «Totpatiment es fa suportable si un en conta unahistòria» (Hanna Arendt). Semprún recor-da com les dones d'Ettersberg ploriquejaven:«No sabíem, no ens havíem assabentat...» Iel tinent Rosenfeld o Rosenberg els va dirtranquil·lament: «No sabíeu, perquè no vo-líeu saber. No heu vist passar des de fa anysels trens per Weimar? No han vist, els vos-tres marits o els vostres germans, treballar elsdeportats en tal o qual fàbrica, quan com-partien el treball amb vosaltres? No en souculpables, però en sou responsables». El lli-bre del schlemihl Wander fa suportable elmón, mentre poc més enllà passen els trensi podem trobar-nos en les fotografies deBourke-White.

PER MANUEL ARRANZ

A propòsit de Wander Al barracó de Buchenwald roman un vienésde 29 anys, Fred Wander. «¿No és el barracóon m'he instal·lat en el profund del meu furintern?», escriu en «La buena vida»

«Nunca me he interesado por el gruposino siempre y únicamente por elindividuo». Ahí reside el secreto de laserenidad ante el horror

Los barracones de Buchenwald, fotografiados por Margaret Bourke-White y publicados por Life.

Reivindicacióndel ser humano

Deportado a Auschwitz en 1942, Fred Wander escribió susmemorias casi con noventa años. No como héroe ni comovíctima, sino por dar testimonio ante sí y ante nosotros. Untexto donde narra las penalidades, pero también la solidaridad.

Page 4: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata4 VIERNES, 11 DE FEBRERO DE 2011

Ensayo

«A veces aflora en mí la pregunta (impo-sible de responder): ¿quién y qué soy yo, ycuál es mi historia particular? » Tan sólo unsuperviviente puede ofrecer un análisis tanriguroso de la realidad como éste, un testi-monio sincero y honesto más allá de los he-chos y vivencias: un análisis desde el centromismo del yo.Imre Kertészdescifra las mar-cas que deja el paso del tiempo en todos nos-otros, la experiencia acumulada y sobre todoel dolor, el sufrimiento y la impotencia o des-esperación vividas. Un hombre que, al igualque Viktor Frankl en su obra El hombre enbusca de sentido, expone sus pensamientosy reflexiones tras su paso por un campo deconcentración. No sólo Auschwitz, la guerray los totalitarismos son utilizados aquí comomero punto de partida para una búsquedaimplacable de respuestas, ante la barbariepero también ante el horror cotidiano. Unhombre que pone en duda cualquier certe-za, ahí radica su sabiduría.

«Los hombres se transforman de golpe,se derrumban, envejecen. El aliento del in-

fierno les ha descolorido la cara», basta unsolo golpe de la vida para cambiar el almade un ser humano. Solo aquel que ha lo-grado sobrevivir al abismo puede recono-cer ciertas verdades. Kertész escribe con hu-mildad, lo que proporciona mayor fuerza asu relato, empatía: «Mantengo una relaciónde reciprocidad con mi vida. ¿El nombre deesta relación? Servidumbre». Un relato dedesolación: «Es cierto, en efecto, aquello queseñala Wittgenstein que en la fe religiosasólo es verdad, en primer lugar y sobre todo,el punto de partida de que la situación delser humano no tiene esperanza». Pero nosolo asistimos al juicio de un hombre fren-te a su conciencia y realidad, también al pro-ceso paralelo, el de la escritura, y cómo esasmarcas que el pasado ha dejado en el cuer-po, el alma, se manifiestan en su obra: «Elhecho de estar marcado es mi enfermedad,pero al mismo tiempo el acicate, el dopajede mi vitalidad; de ahí extraigo mi inspira-ción cuando, de repente, con un grito fre-nético como quien sufre un ataque, paso dela existencia a la expresión». Una peleaconstante, sin embargo, por utilizar esas«marcas» de una manera neutral sin dejarque invadan todo el territorio aún virgen dela creación: «Cuando empiezo a escribir, sólo

puedo partir de la hi-pótesis de una menteintacta (con lo cual so-lamente digo que serácada vez más difícil es-cribir». Una contradic-ción constante, por tanto,una batalla continua en elhombre y el escritor: «Mialma cree en algo que mirazón se ve obligada anegar». Un duro en-

frentamiento consigo mismo: «Repito las pa-labras de Ibsen: escribir es tanto comojuzgarse a sí mismo».

Difícil enfrentarse al mundo con unamirada lúcida y mantener dicha mirada peseal miedo o la esperanza, difícil, sobre todo,asumir la realidad tal cual, sin ornamentos:«De pronto ves y experimentas el mundo sinobjetivo ni deseo, ni voluntad, ni demás ma-nipulaciones tuyas sino simplemente tal ycomo es». Sentir «la inutilidad de la lucidez».El peso de la conciencia: «Sé que nunca meabandonará la tortura de mi saber».

Imre Kertész se atreve a formular laspreguntas que pocos osan susurrar siquie-ra: «¿Nos forma acaso la vida para com-prender de manera definitiva que no merecela pena seguir viviendo? Pues sí, ésta es laimpresión ». Su verdad es la que incomoda,la que causa cierto nerviosismo, la que el hi-pócrita negará siempre: «Dios creó el mun-do, el ser humano creó Auschwitz».

Un libro quizá tan sólo apto paraconciencias elevadas, poco reco-

mendable para quienes prefieranla máscara y el autoengaño.

Un oasis para el náufrago. Elrelato de un supervi-viente: «Me crié en lanada y desde la infan-cia aprendí con lamente clara —o, másbien, práctica— aadaptarme a la nada,

a moverme yorientarme

en ella».

POR ANA VEGA

El peso de la concienciaEl escritor húngaro y Premio Nobel de Literatura aborda en «Yo, otro. Crónica del cambio» un análisis interior en torno a lavida después de su experiencia en los campos de concentración. El esfuerzo de la escritura como el juicio de un hombre frentea su conciencia —«sentir la inutilidad de la lucidez»—, una obra poco recomendable para quien prefiera el autoengaño.

IMRE KERTÉSZ Yo, otro. Crónica del cambio

Traducción Adan Kovacsis. ACANTILADO, 2010�

Imre Kertész.

Dis

cosM

úsi

caC

lási

ca

«SimonBoccanegra».

EMI, DDD. DOS DVD.

CRÍTICAS DEANTONIO GASCÓ

� P. Domingo, barítono; M. Poplavskaya, soprano; F. Furlanetto,bajo, y J. Calleja, tenor. Coro y orquesta del Covent Garden deLondres. Director: A. Pappano. Director escénico: E. Moshinsky.

Sin duda alguna, Plácido Domingo es el más grande tenor de lahistoria. Ha pulverizado todos los récords de los mitos de la lírica encuanto a representaciones, reconocimientos y en cuanto a lasposibilidades de abordar repertorios heterogéneos. Ahora aborda elrepertorio de barítono y a juzgar por los registros fonográficos yvideográficos que se comentan, con excepcionales resultados. Dígalo si noeste Simon Boccanegra, que es piedra de toque para la cuerda y que élinterpreta con una dignidad y una prestancia apabullante. Plácido no locanta ni como tenor ni como barítono, lo canta, lisa y llanamente, comoPlácido Domingo, sin cambiar para nada la impostación que le ha hechojustamente célebre y es que su centro amplísimo y rico en armónicos seantoja optimo asimismo para la tesitura de barítono apoyado en undiafragma de acero que no conoce la senilidad ni el ocaso.

La producción del Covent Garden de la ópera de Verdi se benéficaademás de su apostura escénica y de la convicción con que se mete en lapiel del corsario. Junto a él la joven Marina Poplavskaya.

VERDIDOMINGO, CONSUMADO BARÍTONO � P. Domingo, tenor; A. Navaro y L. Rodriguez, sopranos; E. Ferrer

y E. R. del Portal, tenores. Orquesta y Coro de la Comunidad deMadrid. Director: M. Roa.

Si algo tiene Plácido Domingo es su incontestable españolismo delque hace gala y más en particular su devoción por su Madrid natal.Buena prueba de ello es su indiscutible pasión por la zarzuelamadrileña. Estos dos discos que presenta Deutsche Gramophon y queson resultado de la producción ejecutiva de la siempre eficienteMaider Múgica, lleva a cabo un sentido homenaje a la ciudad de susamores con un recital de fragmentos de zarzuela queargumentalmente suceden en ella. En los registros aborda la tesiturade barítono con fragmentos que fueron de referencia para MarcosRedondo o Sagi Vela que eran voces con una gran facilidad en elregistro agudo. Ello le permite al tenor interpretar un conjunto de lasmás bellas y melódicas romanzas, a sus anchas.Domingo eleva decategoría la zarzuela en su decir.

Le acompañan una serie de voces jóvenes en un recital castizo,postinero, popular y entretenido bajo la solvente rectoría delveterano maestro Miguel Roa, buen conocedor del género, que ha degustar a los amantes de la zarzuela y que por mor del prestigio deDomingo la impulsará a una dimensión planetaria.

VV AA CASTICISMO MADRILEÑO

«Viva Madrid».Romanzas, dúos,

coros, preludios dezarzuelas.DEUTSCHE

GRAMMOPHON, DDD. UN CD.

elA

na

qu

elMICHAEL ONFRAY

Política del rebeldeANAGRAMA, COLECCIÓN ARGUMENTOS, 2011

En esteTratado de resistencia e insumisión, Onfray expone su ideario político libertario,construido sobre la base del nietzscheanismo de izquierda, entre cuyas figuras destaca a Foucault,Derrida y Bourdieu. A partir de sus vivencias de infancia en la fábrica de quesos de su pueblo ,desarrolla la imagen de la sociedad capitalista como el gran Leviatán que engulle la humanidad, ypresenta, sobre el modelo del infierno dantesco, el del mundo actual. Expone los principios de suutopía social sobre la base del hedonismo filosófico y propone este proyecto contra toda ideologíaque invoque conceptos absolutos, para reivindicar los derechos del cuerpo que sufre y goza.

HANS KÜNG

Lo que yo creoTROTTA EDITORIAL, COL.: ESTRUCTURAS Y PROCESOS, 2011

A lo largo de su prolongada vida de controvertido teólogo a Hans Küng le hanpreguntado en numerosas ocasiones: ¿En qué cree usted personalmente?». Ahora, en estelibro construido sobre el conjunto de su obra y de su experiencia, Küng elabora una confesiónpersonal acerca de la fe. Un hecho que no tendría relevancia si no fuera porque Küng es unsacerdote católico en activo al que el Vaticano ha anulado su autoridad para enseñar teologíacatólica. Ahora ha escrito sobre la «confianza en la vida», la «alegría de vivir», el «sentido dela vida» y el «sufrimiento vital», ofreciendo una summa de su más íntima esperanza.

J. L. MELGUIZO

Muerte al fiscalPLATAFORMA EDITORIAL, COL.:FICCIÓN, 2011

La novela más reveladora sobre el mundo de la mafia rusa que comienza con la detecciónde un coche bomba en Madrid en la primavera de 2005. Las investigaciones llevarán a uncamino sin retorno que avanza y retrocede, a trancos, para comprender lo sucedido.Instituciones internacionales como EUROPOL o servicios secretos como el BND darán lasclaves para que la Guardia Civil desentrañe la realidad de la autoría del coche bomba,adentrándose en el submundo de la criminalidad organizada con comunicaciones cifradas ylenguajes secretos. Un juego de enigmas, claves escondidas, traiciones, venganzas…

ANDREA CAMILLERI

La triple vida de Michele SparacinoBROMERA, L’ECLÈCTICA, 2011

L’atzar té el caprici de fer nàixer Michele Sparacino al voltant de la mitjanit, un fet queresultaria intranscendent si no fóra perquè hi ha qui afirma que el rellotge del poble s’avançadeu minuts. Aleshores... en quin dia ha nascut realment? El problema es fa més i més gran quanapareix en escena un altre Michele Sparacino, un agitador de masses que aconsegueix que elstreballadors de les mines es revolten contra els amos per no pagar-los aquests deu minuts demés que han fet cada dia. Aquest segon Sparacino, però, no existeix realment. És el resultat dela fantasia de Liborio Sparuto, un periodista mandrós i mentider que s’inventa aquesta figura.

Page 5: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 11 DE FEBRERO DE 2011 5

Música i assaig

En la història de la música, no hi ha ha-gut cap figura que haja fet tant per digni-ficar el jazz com Duke Ellington. Gairebéquaranta anys després de la seua mort, ésevident que la seua ambició anava mésenllà de la del simple compositor de temespopulars (Mood Indigo, Caravan i Sophis-ticated Lady, entre molts altres), encaraque just això ja hagués estat suficient perinscriure el seu nom en el llibre de la fama.Ellington, com demostren aquestes duescol·leccions d’enregistraments i el llibrecomentats a continuació, va transformarel jazz elevant-lo a música de concert —clàssica, dirien alguns—, creant obres perser escoltades amb atenció, i no només perser ballades o usades com a música defons. La consequència de les seues inno-vacions musicals va ser una inesperada isorprenent aportació als drets civils delsafroamericans en els EUA: dignificant lamúsica, s’enaltia la raça.

Nascut en una família de classe mitjaculta, el va començar a actuar al Cot-ton Club de NY. L’escenari d’aquest abe-rrant local reproduïa una plantació decotó. La clientela era estrictament blancai els músics eren exclusivament negres, ex-cepte les atractives ballarines que haviende ser necessàriament café-au-lait. Elling-ton i la seva orquestra tocaven un estil demúsica molt rítmica i vigorosa que ells ma-teixos anomenaven «música de la jungla»en una curiosa i perversa forma de racis-me interioritzat. El contracte al CottonClub duraria fins el i aquests quatreanys de sedentarime tindrien una conse-quència important per a la seua formació:allà aprendria l’ofici de músic en tots elsseus aspectes (pianista, director, compo-sitor i mànager). Amb aquest bagatge,Ellington començaria a anar de gira i The

Complete -... docu-menta aquesta etapa en la seuacarrera. L’aficionat podrà escoltarací temes coneguts de tota la vida,però en versió basada en les cintesmàster (originals), sense les mesclesd’edicions posteriors. Com demos-tren aquests enregistraments, Elling-

ton era un mestre de l’orquestració i delscolors instrumentals. El mèrit, però, no eratot seu. La «composició » i enregistramentd’una peça musical començava amb elscatorze o quinze membres de l’orquestraaportant idees, melodies, ritmes etc. JuanTizol, un trombonista de Puerto Rico quetenia formació clàssica, anotava en unpentagrama totes aquestes idees. Els mú-sics repetien les seves parts fins que ho te-nien tot memoritzat (Ellington insistia enla memorització!) i així l’obra es «compo-nia» entre tots. Algunes de les melodiesmés memorables de Duke Ellington, pertant, no són la seua creació individual,sinó l’aportació col·lectiva dels membresde l’orquestra. La col·lecció Duke Elling-ton, the -..., precisament, permetapreciar com Ellington no imposava maien els músics solistes els seus arranja-ments, sinó que els donava total i absolu-ta llibertat creativa.

Duke Ellington’s America, per una altrapart, no és ni una biografia ni un estudianalític de les seues obres, sinó un assaigsobre la seua negritud. Durant anys,Ellington va ser acusat de no haver estatprou reivindicatiu amb els drets dels ne-gres dels EUA, però l’autor d’aquest estu-di afirma que la música va ser la seua for-ma de protesta social. Efectivament,

Ellington no era home de pancartes i ma-nifestacions, però estava lluny de ser unafloc de neu hipòcrita. Per exemple, els seuscontractes incloïen una clàusula que obli-gava als locals a on tocava a no segregar elpúblic i, a més, sempre va recaptar fonsper a diverses associacions cíviques. Sensdubte, però, el seu autèntic camp de bata-lla va ser la consolidació del jazz com amúsica d’alt nivell i la seua transformaciód’un estil d’entreteniment en una formad’art. Aquesta metamorfosi la va aconse-guir usant per una part la temàtica histò-rico-literària negre i per una altra creantobres llargues i ambicioses (no just can-çonetes) que ell anomenava Suites. El, per exemple, va estrenar al CarnegieHall Black, Brown and Beige, que s’anun-ciava com a la seva «primera simfonia».Aquest titubejant intent de fer música clàs-

sica a partir del jazz va ser un fracàs,però políticament va ser un

triomf. Ara, la música negra jano havia de romandre

condemnada a una ta-verna i es podia escoltar

al Carnegie, tradicio-nalment el temple sa-grat de la música clàs-sica.

PER ANTONI PIZÀ

Jazz i negritud

Les seues innovacions musicals varen ser una inesperada aportació als dretscivils dels afroamericans en els EUA. Dignificant la música, s’enaltia la raça.La música va ser la seua forma de protesta social, encara que Duke Ellingtonva ser acusat de no haver estat prou reivindicatiu. Dues col·leccionsd’enregistraments i un assaig sobre la seua negritud s’han editat ara als EUA.

HARVEY COHENDuke Ellington’s America

UNIVERSITY OF CHICAGO PRESS.�

THE COMPLETE 19321940Brunswick, Columbiaand Master Recording of DukeEllington and his FamousOrchestra

MOSAIC/SONY, 11 CDS.

DUKE ELLINGTON, THE 19361949Small Group Sessions

MOSAIC/SONY, 7 CDS.�

Duke Ellington.Roberto Polillo

No era home de pancartes, però varecaptar fons per a associacions cíviquesi els seus contractes obligaven els localson tocava a no segregar el públic

El seu autèntic camp de batalla va ser laconsolidació del jazz com a música d’altnivell. Amb ell, la música negra es podiaescoltar al Carnegie

JOHN UPDIKE

Les bruixes d’EastwickBROMERA, COL.: L’ECLÈCTICA, 2011

Aquesta és la primera novel·la en què Updike, flagell de la burgesia nord-americana, vafixar la seva mirada, gens indulgent, en les dones. El resultat és una obra que traspuavitalitat, bona dosi d’humor, un pessic de luxúria i una suau olor de sofre. L’obra, convertidaen un clàssic, es va adaptar al cinema amb Jack Nicholson, Susan Sarandon, Cher iMichelle Pfeiffer. L’acció es desenvolupa en una població petita de Rhode Island, on tresdones, en divorciar-se, descobreixen que tenen poders, que utilitzen fent maldats fins quearriba el misteriós Darryl van Horne, que les sedueix a totes…

RAQUEL RICART

Les ratlles de la vida3I4, COL·LECCIÓ NARRATIVES, 2011. PREMI ANDRÒMINA DE NARRATIVA 2010

Són aquelles marques que el degoteig del temps va dibuixant en l’existència de cadapersona i que la fan única. Assistim a l’esdevenir d’un poble a través d’una família. Lesdones com a fil conductor, com a filadores del teixit vital. Amb els seus personatges,homes i dones, contemplarem moments vitals de quatre generacions. Personatges alsquals la vida ha anat omplint de ratlles d’alegria, de tristesa, d’amor, de mort, d’amistats,secrets. Amb les històries, l’autora eleva a la categoria de protagonistes persones senzillesque, amb la seua existència, van teixint el tapís de la pròpia vida i el tapís de la història.

HARUKI MURAKAMI

1Q84 (Libros 1 y 2)TUSQUETS, COLECCIÓN ANDANZAS, 2011

En japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyū, demanera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación en lagrafía refleja la sutil alteración del mundo en que habitan los personajes: Aomame, unabella asesina, y Tengo, un profesor de matemáticas aspirante a novelista. Ambos rondanlos 30, llevan vidas solitarias y perciben a su modo leves desajustes en su entorno, que losconducirán a un destino común. Como telón de fondo, el universo de las sectas religiosas,el maltrato y la corrupción, un universo enrarecido que Murakami escarba con precisión.

DAVE EGGERS

ZeitounMONDADORI, 2010

Abdulrahman Zeitoun fue uno de los héroes anónimos del Katrina. Durante losdías que siguieron al paso del huracán, navegó por las calles inundadas de NuevaOrleans en una vieja canoa ayudando a sus vecinos. Una semana más tarde fuearrestado y acusado de pertenecer a Al Qaeda. Esta es la historia real de Zeitoun.Esta es la historia de Nueva Orleans. Esta la nueva novela de Dave Eggers, fundadorde las revistas Might, McSweeney y The Believer, es catalizador de las nuevastendencias EE UU desde Una historia asombrosa (2000).

Page 6: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

la en algunas zonas, creando relieves, cres-tas y valles, como invitando al espectadora alargar la mano y tocarla, para centíme-tros más allá, desgarrar el papel. Todo escaos, vitalidad, energía, rabia. O no. Es el re-encuentro con el expresionismo abstractode los años , de Hofman y del angustia-do Pollock quien decía que «más que ilus-trar mis sentimientos, quiero expresar-los».

Es una etapa más en la vida de un artis-ta, sin duda, y es valiente y admirable elcambio, la evolución, la experimentación.

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 11 DE FEBRERO DE 20116

Selección de la serie Pintura de agua,de valenciano Sergio Barrera, la mues-tra reune algunas obras más o menosrepresentativas de las distintas fases deeste ciclo —audiciones en vaho menor,vaheada y variabilidad— que permitendar una idea más completa de su des-arrollo, desde 2007 a 2010. Un trabajoque trata más de mostrar sentido quede exhibir una significación posible.

SERGIO BARRERAVariabilidad

Galería i LeonarteC/. Aparisi y Guijarro, 8. Valencia.

Febrero y marzo

Exposición anual de la AssociacióProfessional d’Il·lustradors de Valènciaen la que 100 ilustradores han dadovida a las novelas de aventuras más fa-mosas de la historia. Viaje a la Luna, Ali-cia en el País de las Maravillas, El Princi-pito, Simbad el Marino… Entre los artis-tas participantes, Cristina Durán y Mi-guel Ángel Giner-Bou, Sento Llobell oPaco Giménez (imagen).

VV AAAventura de papel

CC Gran Turia, Xirivella

Hasta el 2 de abril

Primera exposición colectiva de losalumnos de Fotografía de la EASD deCastellón en la que catorce estudiantesmuestran catorce formas diferentes dever el mundo y un mismo objetivo: elobjetivo. Mira y da más es el título esco-gido para presentar sus trabajos. Retra-tos, desnudos, collages, fotografía docu-mental… con múltiples puntos de vistapero con el eje común de la curiosidad.

CRISTINA GUZMÁNMIRA&DA+

PictogramaPlaza Muralla Liberal, 1. Castelló.

Hasta el 23 de marzo

Abanderada de la dita que recordaque hi ha tantes realitats com ullsque miren, Mercedes Balaguer por-ta a la SC el Micalet un conjunt depintures, dibuixos i gravats. Per a ella,la plàstica i el gravat són vehicle detransmissió del seu món interior. Eldia de la cloenda, el 6 de març, esfarà el sorteig d’una obra original se-riada i d’una obra original única.

MERCEDES BALAGUERLa meua manera de veure isentir

Societat Coral el MicaletC/ Guillem de Castro, 73. Valencia.

Hasta el 6 de marzo

Pintura

INDIVIDUALIsmael Lagares. Paper’s ship

Luis Adelantado. C/ Bonaire, 6. ValenciaHasta el 18 de marzo.

Ismael Lagares (Huelva, ) se movíarealmente bien entre la figuración y la abs-tracción. Tonalidades uniformes rotas derepente por intensas manchas de color de-jaban entrever paisajes, recreaban deter-minadas situaciones y relataban historias.En el lienzo La habitación un perro aguar-da a su dueño; la cama, de almidonadas sá-banas blancas, habla de pulcritud y orden;se intuye el deseo de su autor de regresar aese refugio personal para reencontrarsecon sus cosas. Dos brochazos negros a unlado y otro de la escena no hacen sino re-saltar más si cabe la blancura de las telas,la tranquilidad del interior. En otra de susobras —una intensa mancha roja—, unabarca, queda encerrada entre las tranqui-las aguas de la bahía, la espesa neblinaazul-grisácea y la marea de palos, foques ycontrafoques del resto de embarcacionesamarradas, apenas manchas; se adivina enel horizonte una valla de edificios fantas-magóricos ¿La bahía de Huelva, quizás?

Ambas son obras, técnicamente ha-blando, de factura clásica, de tonalidadesúnicas que van degradándose o intensifi-cando hasta lograr el matiz correcto de pro-fundidad y que, sobre todo, reflejan y ha-blan de las raíces de su autor, su ambien-te, su universo.

La exposición que presenta por prime-ra vez en Valencia poco tiene ya que ver conesa etapa. Lagares ha dejado por comple-to la representación humana y paisajísticapara centrarse totalmente en los pigmen-

tos. Aquellos puntos de color focalizados enuna determinada zona del papel y queimantaban la visión, han devenido ahora enbrochazos enérgicos que cubren toda su su-perficie obligando a la retina a un movi-miento acelerado y constante.

Los medianos formatos han casi tripli-cado su tamaño y aquellas tonalidadesgrisáceas, tranquilas y sosegadas que ibanmatizándose se han desarrollado en todala gama de colores, cuanto más intensos,mejor. Y no sólo el tono, también el pintorquiere jugar con la materia, acumulándo-

POR ISABEL PÉREZ

Manuel LagaresEvolución hacia los pigmentos

Ismael Lagares, pese a su juventud, ha dado un salto en su obra para abandonar larepresentación humana y paisajística y derivar hacia el brochazo enérgico y colorido, altiempo que ha triplicado sus formatos. Una etapa valiente de experimentación.

«Acrobats», pintura sobre papel de 2010. LUIS ADELANTADO

Page 7: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

Josep UclésPintar la mente

Pintura

Josep Uclés. De Berlín. Galería Cànem. C/Antonio Maura, 6. Castelló. Hasta el 1 de marzo.

Encuadrado en lo que conocemos comonueva figuración europea que arranca en losaños ochenta del pasado siglo (¡qué lejano pa-rece eso!) apostó por unos personajes de su-rrealidad espacial y quimérica, que ahora pa-recen fagocitarse a sí mismos (de hecho hay al-gún referente de aquella tipología en algunapieza) por la acción de la mente que los inte-gra en sus propias circunvoluciones de espa-cio. Josep Uclés tiene un importante sentidodel dibujo, del color y del espacio. La combi-natoria de sus laberinticos meandros en negro,con intervenciones de purpurina dorada so-bre papel vegetal, crea un panorama organi-cista con mucho de referente que lo concedeel soporte. La plasticidad es impactante. Perosi el espectador quiere encontrar contenidosargumentales a sus sinuosidades, sin duda lospuede hallar en la representación de circun-voluciones cerebrales o aun más en la visióncelular de tejido conectivo que el artista refie-

re en un lenguaje individualizado a su imagi-nativo capricho, de querer representar su vi-sión de la mente. Ahora ¿qué es más verdad?¿La imagen microscópica de complejas auto-pistas de terminaciones nerviosas sobre unplasma orgánico con sístole y diástole de ac-ción vital? ¿La recepción de las diversas fron-teras perceptivas? o ¿la acción misma de pen-sar en un laberinto de sensaciones, preocupa-ciones y problemas? El artista deja la puertaevidentemente abierta. Su apuesta está en laplasticidad en sí misma. Su filosofía le perte-nece a él. La que el espectador cuaje de la vi-sión de sus obras es de otro cerebro.

Fuentes FuertesObjetos polisémicosEscultura

Atelier, la casa de las manos. Museo de laCiudad. C/ Arzobispo, 3. Valencia. Hasta el 27 defebrero.

Tras una sugerente combinación entre di-bujo y un notable quehacer escultórico a tra-vés del complejo desarrollo de la madera. Elartista valenciano Rubén Fuentes Fuertes(Godella, ) presenta en el Museo de laCiudad su obra Atelier, la casa de las manos,donde nos muestra mediante botellas, silue-tas, tazas, escultura y pintura su particularvisión de los elementos de su entorno, de losque se vale para acercarnos a sus pensa-mientos e íntima visión del mundo.

En sus propuestas se percibe un deseo de

pervertir los significados de objetos cotidia-nos y conocidos para abrirlos a experienciasnuevas en las que el arte y la vida se fundende manera simbólica. Excelente dibujante ycon un manejo de la técnica escultórica ex-cepcional, el artista a través de un plantea-miento híbrido que lo lleva a mezclar técni-cas y materiales conforma una suerte de in-trahistoria cotidiana que cuestiona concep-tos como identidad presente en la serie de va-riaciones a cerca del Notario o la artificialidadde la realidad mediante los propios utensiliosdiarios. Marcadamente arquitectónicas, iró-nicas y un punto barroco, sus esculturas setransforman en polisémicos objetos que in-vitan al espectador y a otros artistas a infil-trarlas mediante la participación directa. Sinembargo, los resultados no son los esperados,resultando una exposición predecible cuyasobras no dejan espacio a la reflexión.

Marie-PierreGuiennotLa materia de lamemoriaPintura

L’Âme de Fond. Instituto Francés deValencia. C/ Moro Zeit, 6. Valencia. Hasta el 28de febrero.

Bourgoñia, Chipre y Alzira, tales son lospuntos que referencian la presencia de Ma-rie-Pierre Guiennot con esta su primera in-dividual en España, presentada como bitá-cora sensible del viaje, registro de vivencias,paisajes y sus luces y sombras. Ejercicio dememoria que en la abstracción gestual en-cuentra su correspondencia en tanto cami-no siempre renovado, el evidente interés enlas huellas como documentos necesarios delperiplo, no obstante en su trabajo trascien-de a la metaforización del paso de la propiaexistencia.

Así, si en su trabajo más luminoso, tantoa través de la manipulación tridimensionalde los soportes —cartón o metal— como enla caracterización de voluntad monocro-mática, la autora realiza un registro paisajís-tico en clave orográfica para referir no sólo alos encuentros del camino sino también a sus

obstáculos, rescate de un mensaje existencial.Interpretación de lo vivido que en su traba-jo más oscuro y de dramatización escatoló-gica se hace literal en procedimiento y re-sultado: como quien recopila historias sin na-rrar, Marie-Pierre Guiennot recopila placasradiográficas a las que primero entinta, parafinalmente someterlas al impredecible alien-to del fuego, resultado de lo cual lo que fuecobra nueva vida como amalgama de lahuella radiológica, la intervención cromáti-ca y la desconocida acción de la combustión,unidos, entonces, historia, voluntad y aven-tura.

Guerrero & Ferrer Tradición de belleza

Fotografía

Cuaderno Imaginario. Aula de CulturaCajamurcia. Marqués de Sotelo, 4. Valencia.Hasta el 26 de febrero.

De vocación poética, esta nueva pro-puesta del dúo creativo Guerrero & Ferrer(y de su sociedad La Locomotora, ya rodadaen el Emat) reafirma su ideario vindicativodel rol tradicional de la belleza, la idealiza-ción en el arte y el rescate historicista del ca-non estético. Asimilando la cámara fotográ-fica a una «maravillosa máquina del tiem-po», como postula Ferrer, y con un óptica ne-opictorialista, los autores escenifican un via-je temporal ida y vuelta con estaciones ter-

minales en una temática de raíz romántica yla ficcionalidad de los procedimientos téc-nicos de su representación. En un homena-je a la propia historia de la fotografía en suspostulados más independientemente crea-tivos, Guerrero plantea una obra de íntimaexpresividad que hace del objeto medio parala ensoñación.

Arquitecturas interiores en estado de rui-na, conjuntos florales, objetos y naturaleza,pretenden representar a los estados de la be-lleza entendida como expresión de emocio-nes libres de especulación racional: la nos-talgia, la armonía, el sosiego, delicadeza deluz, sugerencia de atmósfera, al servicio de unenfoque actual sobre la tradición en la mirada.Atrevida apuesta del dúo —en tanto realismolírico contemporáneo ajeno a subtextuali-dades— y de un aún joven espacio que pre-tende significarse.

POR CH. P.-D.

POR CHRISTIAN PARRA-DUHALDE

POR ROSA ULPIANO

POR ANTONIO GASCÓ

Levante EL MERCANTIL VALENCIANO PosdataVIERNES, 11 DE FEBRERO DE 2011 7

L’ALMODÍ � Plaza de San Luis Beltrán, 1. � 963525478, ext. 4521.El plano expandido, de Pablo Palazuelo. Hasta el 27 de febrero.

APIV � Pes de la Farina, 5. Ilustradores en su tinta III, por losparticipantes en el 3.r Curso Avanzado de Ilustración Profesional.Hasta el 26 de febrero.ARQUITÉCNICA RUZAFA_SALA �Puerto Rico, 28. Rosebud, fo-tografías de Susana Martínez. Hasta el 1 de marzo.L’ARTERIA GALERÍA-CAFÉ � Conde de Altea, 5. � 963227101.Escultopintura, materia y pintura de Julio Castillo. Hasta el 2 demarzo. Esculturas de Juan Flores y pinturas de Palomar. Entreotros. Hasta el 2 de marzo. ASOCIACIÓN MANAUT � Santa Amalia, 2, sótano (edif. Torres delTúria-Pont de Fusta). � 616244810. Exposición permanenteManaut. Pascual Ibáñez. Hasta el 31 de diciembre de 2011.ATENEO MERCANTIL �Plaza del Ayuntamiento, 18. � 963525984.

La cocina del pintor, por José Tapia. Hasta el 19 de febrero.Máscaras. La colección del Instituto de Historia de Nicaragua yCentroamérica. Hasta el 10 de marzo.BIBLIOCAFÉ �Amadeo de Saboya, 17. � 963207186. Geometríay gravedad, de José León. Mes de febrero.CA REVOLTA � Santa Teresa, 10. Aunar, per Paqui Nadal, escul-tura, i Teresa Feliu, ceràmica-mural. Fins al 26 de febrer.CAFÉ MALVARROSA. ESPAI PARAL·LEL �Historiador Diago, 20. �963205056. Apuntes furtivos, de Gabriel Alonso. Fins al 22 defebrer.CAFÉ PESSOA � Literato Azorín, 2. � 963417514. María Payá,pintura. Hasta el 16 de febrero.CENTRE CULTURAL LA NAU �Universitat, 2. � 963864377. Nu-sos. Gent del Casal de la Pau. Retrats dels residents del Casal de laPau. Fins al 20 de febrer.CLUB SPORTING ESTUDIS RUSSAFA �Sevilla, 5. � 963251598.El eco de los sentidos, per Lorena Beferull. Fins el 25 de febrer.EL DORADO-MAE �Alzira, 25. � 665944500. Blurry Stuff. Lo -Fi Photography, fotografías de José Manuel Madrona. Febrero.ESPAI VISOR � Corretgeria, 40, bajo izqda. 2. � 963922399. Elcuerpo de Leppe/Chile. Hasta el 31 de marzo.FUNDACIÓ CHIRIVELLA SORIANO �Valeriola, 13. �963381215.A pulso. Obra de Juan Barberá. Fins al 2 de maig.GALERÍA CUATRO �La Nave, 25. Pinturas de María José Torren-te. Hasta el 13 de febrero.GALERÍA FOTOGRÁFICA DR. NOPO � Borrull, 16. El pequeñopuente sobre el río, de Xiqi Yuwang. Hasta el 19 de febrero.GALERÍA KESSLER-BATTAGLIA � Pasaje Giner, 2, bajo izqda. (pla-za de la Reina). � 963920285. Ecografía plástica de una em-barazada, de Carmen Sarrión Blasco. Hasta el 19 de febrero.GALERÍA MAIKA SÁNCHEZ �Grabador Esteve, 9. � 963343664.Lola Catalá, grabados y acuarelas. Hasta el 23 de febrero.GALERÍA MURO �Corretgeria, 5. � 675262699. Jacinto Salva-dó. Hasta el 31 de marzo.GALERÍA PAZYCOMEDIAS � Comedias, 7, 2.ª � 963918906.Works on paper. Colectiva. Hasta el 4 de marzo.GALERÍA PIZARRO �Pizarro, 8. � 963525790. Gran colectiva38.º aniversario de la galería. Hasta el 12 de febrero.GALERÍA PUNTO � Barón de Cárcer, 37. � 963510724. Cosmo-gonías, pinturas de Jesús Ángel Bordetas. Hasta el 28 de febrero.GALERÍA ROSA SANTOS � Bolsería, 21. � 963926417. Acuna-dos, de Alex Francés. Hasta el 12 de febrero.GALERÍA SEGRELLES � Ciscar, 4. � 963332197. José VicenteCascales. Hasta el 26 de febrero.GALERÍA VALLE ORTÍ �Avellanas, 22. � 963923377. Sobre hé-roes y tumbas, de Chema López. Hasta el 5 de marzo. Sala de ví-deo: Negar para creer, creer para negar, de Fernando Baños.IMPREVISUAL SALA DE EXPOSICIONES GALERÍA-CAFÉ �DoctorSumsi, 35. � 685827523. De cuerpo presente, de Paloma Gó-mez Carrasco. Hasta el 8 de marzo.INSTITUT FRANCÉS �Moro Zeit, 6. � 963153095. Fotomonta-jes, fotografías de Juan Carlos Giménez. L’âme de fond y Le jar-din des âmes, pinturas de Marie-Pierre Guiennot. Llum sols llum,mural y obras variadas de Josep Ginestar. Hasta el 28 de febrero.JARDÍ BOTÀNIC DE LA UNIVERSITAT DE VALÈNCIA � Quart, 80.� 963156800/17. Atalantar. Fotografies de Joaquín Araújo. Finsal 13 de febrer. 1.159 dies amb l’Institut Confuci de la Univer-sitat de València. Fotografies de Manuel Martín Almenara. Fins al20 de febrer.OCTUBRE. CENTRE DE CULTURA CONTEMPORÀNIA � Sant Fer-ran, 12. � 963157799. Belchite i una llarga postguerra, de fo-tografies de Francesc Jarque. Fins al 20 de març.PALAU DE CERVERÓ � Plaza Cisneros, 4. � 963926229. Fonti-lles. 100 años luchando por un mundo sin lepra. Hasta el 27 defebrero.PALAU DE LA MÚSICA I CONGRESSOS � Paseo de la Alameda, 30.� 963375020. Haikus matéricos, de Joan Barrantes. Hasta el 6de marzo. ROSALÍA SENDER GALERÍA �Mar, 19. � 963918967. Arte con-tra la crisis. Adami, Alfons, Brecht, Castellano, Guinovart, Jaén, Lu-cebert, Maestre Yago, Martínez, Monjalés, Molina Ciges, Pagola, Pé-rez Bermúdez, Rueda, Sanchis, Toledo, Torres, Vento, Vida, Victoriay White. Hasta el 19 de marzo.SALA DE EXPOSICIONES LAMETRO �Estación de metro Colón. Pla-za los Pinazo. RED. 25 anys de FGV. Un proyecto de Nophoto. Has-ta el 18 de marzo.SOCIETAT CORAL EL MICALET � Guillem de Castro, 73. �963920786. La meua manera de veure i sentir, pintures, dibui-xos i gravats de Mercedes Balaguer Mitjans. Fins al 6 de març.TABERNA DE LA PICAETA � Serpis, 24. � 960150801. Pinturade María Pocoví. Hasta el 9 de marzo.UBIK CAFÉ � Literato Azorín, 13. � 963741255. Boca en el jar-dín, pinturas de Lorena García Mateu. Hasta el 13 de febrero.ALBAIDA: CASA MUSEU JOSÉ SEGRELLES � Plaça Pintor Se-grelles, 13. � 962390188. Set pecats capitals de Segrelles,obra en terracota de Reme Tomás. Fins al 27 de febrer.ALBORAIA: BAIDA CASA DE LA CULTURA JOSÉ PERIS ARAGÓ�De la Mar, 1. � 961862048. Cossos, dibuixos de Miren Isusqui-za Khanouf. Fins al 18 de febrer.L’ELIANA: CENTRO SOCIOCULTURAL � Plaça del Jutge MiquelComes, 1. Juan Antonio Lloret. Pintura. Hasta el 17 de febrero.PATERNA: ESPAI CULTURAL COVES DEL BATÀ � Ernesto Fer-rando, s/n. � 961384830. Sóc conscient?, de Paco Costa. Fins al19 de febrer.GRAN TEATRE ANTONIO FERRANDIS � 961389070. La puer-ta de la esperanza, de Sad Ali. Fins al 17 de febrer.PICANYA: SALA D’EXPOSICIONS El nido de Aracne, de Ceci-lia Segura. Fins al 25 de febrer.TORRENT: CAJA MEDITERRÁNEO�Óscar Esplá, 37. Mediáti-ca del arte, óleos de Vicent Marco. Hasta el 18 de febrero.

��

��

��

��

��

VALENCIA

ExposicionesGaleríaAbierta

Variaciones «Notario», de Fuentes Fuertes.

«S. T. 2010». Mixta sobre papel vegetal.

«Palais I», de Cuaderno imaginario.

Page 8: Fred Wander pd - Universitat de València · una Nueva Jerusalem, un lema que era como el reverso obrero de ese himno oficioso británico que compuso Sir Hubert Parry en torno al

Novela

Por un momento, al leer esta Caligrafía delos sueños, mi comentario quiso empezar sin-tiendo que la reaparición novelística de JuanMarsé después de su Premio Cervantes de no aportara nada nuevo a la trayectoriadel escritor catalán; pero poco a poco y antesde cerrar el libro supe que no tendría otra quereconocer que tampoco le quita nada, lo queno es una frase sino mucho decir en una hojade vida como la del autor de Últimas tardescon Teresa o El embrujo de Shanghai.

Por encima de modas literarias, Marsé haseguido fiel a sí mismo incluso en sus silen-cios. Pudieron cambiar en algo los temas(poco), los ambientes (casi menos) o los mo-dos narrativos en su obra, donde, con todo, po-cas veces la manía de observar dejó paso a lade imaginar (acaso en la más reciente Rabosde lagartija); pero el escritor siguió cociendo,si se quiere, los mismos lentos garbanzos desu realismo urbano, sin sentir la tentación ola falta de colorearlos con los aromas de la co-cina de nueva expresión: los garbanzos en va-sos rotos en la madrugada del minimalismoy el realismo sucio de los ochenta y noventa,o el penúltimo panaché de garbanzos con No-cilla sobre base de compango tristemente con-gelado en nitrógeno líquido.

Por eso, al abrir esta novela se tiene la sen-sación de tiempo detenido, incluso la legíti-ma sospecha de estar entrando en la neveradel escritor y calentar ahora un plato cocinadohace tiempo. Nada parece haber cambiadoaquí desde el Marsé plenamente definido delos años setenta, tampoco el diseño del pro-tagonista, que recupera al niño de Si te dicenque caí, antes de la aparición de los álter egoadultos de Juanito Marés o el Pijoaparte. Po-cas preocupaciones estilísticas, al menos enapariencia. La misma técnica narrativa, esa

tercera persona omnisciente, enfocada sobreuna galería reducida de personajes de los queel narrador y el lector conocen a menudo másy mucho antes que ellos mismos. Esa idénti-ca ductilidad de la voz narradora para diluirseen las resonancias de los personajes, en un há-bil baile entre el estilo indirecto libre y el es-tilo directo libre. Esos diálogos morosos, concierta tendencia a lo notarial. La sutil ironíade un tono súbitamente grave ante lo patéti-co. Y la escenografía de una Barcelona arra-balera y charnega, conseguidora y animosa ensu derrota; retratada en los cartelones de im-púberes matinés y furtivas varietés, más pros-tibularia que patibularia. Pura narrativa rea-lista española de los sesenta y setenta, regre-so a los mapas emocionales de VázquezMontalbán, Terenci Moix, el primer JuanGoytisolo o incluso, aquí, a las contenidas ysoberanas descripciones de un FernándezSantos.

Y, sin embargo, nada puede ser vie-jo o repetido en esta novela porquepara que exista han sido necesarioscasi todos los relatos anteriores de suautor. Nunca, ni siquiera en Si te di-cen que caí, hemos estado tan cercade una posible autobiografía nove-lada de Juan Marsé, ni tampoco desu propio balance y autocrítica lite-raria: de lo que podemos calificar

como metaliteratura y no es más ni menos queuna emboscada retahíla de explicaciones yguiños de Marsé a varias de sus mejores no-velas, que aquí descubrimos en fugaces «ca-meos».

La novela es un relato de crecimiento pococanónico, en tercera persona. Reconocemosen él lo que sabíamos de la infancia y ado-lescencia de Juan Faneca Roca, huérfano demadre adoptado por la familia Marsé Carbó.El protagonista, Mingo, que se hace llamar Rin-go en una Barcelona de posguerra donde to-dos luchan contra lo que son, contra su pasadoy su previsible destino, va descubriendo quela vida iba en serio a costa de perder sus sue-ños y sustituirlos sin más tragedia por los si-guientes. Aprendiz en un taller de joyería comoel pro-

pio Marsé, Ringo pierde el dedo índice dere-cho en el trabajo, y con él su vocación primerade pianista; o, simbólicamente, su capacidadde decidir. Enseguida se refugia en el hospi-cial paraíso de la literatura y el cine de va-queros y sandokanes, que sin mucho éxito en-tre el resto de niños pone a prueba en susaventis, los «vale que?» de todo juego infan-til, que elevan a estos peladitos a la categoríade algo y donde encontramos la arqueologíade la narrativa de Marsé, esos «lances dema-siado enquistados en la realidad, siempre in-oportunos y extravagantes, sin la menor lógicaaventurera, hazañas erizadas de cabos suel-tos [?]. Cuanto más reales y reconocibles, másraros y espectrales» (p. ). Todo porque, sinduda, la primera ficción redonda en caérse-le a los pies fue la de su propia familia.

En paralelo se nos descubre la vida de suspadres; él, el Matarratas, empleado del serviciomunicipal de higiene, comecuras, estraperlistay conspirador; ella, la abnegada Berta, sin máshistoria que proteger la de muchos. Y encualquier historia personal de este barriodel Guinardó la decisión y la voluntad indi-vidual son inútiles; todos quedan, como ce-rezas, prendidos a la misma pugna del restopor ser otros. Por eso la segunda protagonis-ta es la masajista Vicky Mir, infantil y más gor-da que voluptuosa, objeto de todas las rijosi-dades de la calle, atrapada en realidad en supropia telaraña de romanticismo que los de-más confunden con lujuria. Su destino espuesto en manos del inconsciente Ringo,encargado de entregarle la carta de un amorimposible. Pero él, entretanto, prefiere ex-plorar su nacimiento al deseo en compañíade su hija Violeta, cuya impasible reaccióna los fregoteos del baile es una señal haciaLa muchacha de las bragas de oro.

Caligrafía de los sueños es una pro-puesta que en lo estrictamente literario qui-zá no nos dice demasiado, o al menosnada nuevo, pero que centra, como el me-jor Marsé, toda su carga de profundidad en

las torpes ilusiones del futuro y en los res-quemores de la memoria, y desata

las emociones del más pintado. Yno, ésta no ha sido una lecturacompungida de nostalgia. Es queaquí hay mucho más que oficio ygarbanzos; tal vez, bajo el pretex-to de novela, las memorias de unvencido con buena estrella, el re-mate del largo «vale que?» delmenos infortunado de aquellosniños. En sesión matinal o demadrugada.

POR EDUARDO SAN JOSÉ

Protagonista Juan Marsé

El embrujo renovado

Nunca, ni siquiera desde «Si te dicen que caí», se ha estado tan cerca de la autobiografía de JuanMarsé, quien en «Caligrafía de los sueños» vuelve a los mapas emocionales de su corpus literario,un guiño a sus propias novelas, y al reflejo de un universo centrado en las torpes ilusiones del futuro

ESCRITOR

JUAN MARSÉCaligrafía de los sueños

LUMEN, 2011 �

pd PosdataEditorial Prensa Valenciana, S. A. [email protected]

o más probable es que el ejerci-cio de tachar, de corregir, noconstituya una fase más de la es-critura, sino la escritura misma

en su desarrollo, la propia actividad en sudevenir. A grandes rasgos, la elección de laspalabras que vamos poniendo en relaciónen un texto —esa disciplina combinatoria—consiste también en una forma de tachadu-ra, porque representa la supresión de todoaquello que no escogemos, en beneficio delo que sí acabamos por escoger. Cada vezque decidimos escribir y no tachar una pala-

bra, tachamos y dejamos de escribir todaslas restantes. De ahí que la escritura repre-sente una constante tarea de criba verbal, untrabajo de selección llevado a cabo segúnnuestro propio gusto.

El que escribe, creo, es el instinto, el olfatodel que disponemos para decidir qué piedracolocar primero en el muro y qué piedradespués. En cierto sentido, la búsqueda delsentido que supone cualquier texto es untrabajo de mampostería: ir encajando enseco, para hacer que ajusten unas con otras,las palabras que nos atraen y que queremosque atraigan a los demás.

El que escribe, pienso, es el oído, la facul-tad musical con que hacemos sonar en nos-otros el lenguaje, para escucharlo en vozalta, y hacernos una idea de cómo puede so-nar en los demás, en su voz alta y en su voz

silente, en su lectura de recogimiento y ensu lectura de viva voz, porque a todos nosseduce leer callados y leer cantando lo queleemos.

A cada paso que damos por escrito, nosperdemos todos los otros pasos que no da-mos, pero escribir, a la postre, es arriesgarse,decir a quienes están al otro lado de la pági-na: Esto es lo que he decidido rescatar del in-agotable mundo de las palabras, para querefleje el mundo inagotable. Se trata de unacadena verbal como tantas otras, pero es lamía, la que me ha dictado mi experiencia delas cosas y de las palabras que aluden a ellas.

Nadie sabe muy bien, a la hora de abrir unlibro ajeno, cuántas tachaduras ha generado,cuántas correcciones han sido precisas hastallegar al objeto que nosotros abrimos. Peropodemos estar convencidos de que han sidomiles y miles, aunque no se hayan produci-do de forma literal, con tinta sobre el folio.

A decir verdad, el acto de publicar un li-bro no es otra cosa que desistir de continuarcorrigiéndolo, aburrirse de nuestras modifi-

caciones, de nuestros cambios, de las dudasque nos asaltan a cada paso sobre el detalley el plan, sobre la minucia y el conjunto, so-bre la parte y el todo.

Lope recomendaba en un endecasílabomemorable que procurásemos dejar oscuroel borrador y el verso claro. No es un malconsejo. Las tachaduras, en el fondo, soncomo las heridas de guerra de los buenosguerreros: algo que permanece bajo el uni-forme, algo de lo que no se habla, de lo queno se presume, porque, a ser posible, tododebe fluir como si fuese un juego de niños,como si se hubiese creado desde la nada,por arte de magia, sin ningún esfuerzo, poruna suerte de respiración natural del propiolenguaje. De ahí que las tachaduras tachenhasta su propio rastro.

L

Las tachaduras

Carlos MarzalCOMPLICIDADES

Las tachaduras son como las heridas deguerra de los buenos guerreros: algo de loque no se presume, porque, a ser posible,todo debe fluir como la respiración

Levante EL MERCANTIL VALENCIANOPosdata VIERNES, 11 DE FEBRERO DE 20118

PABL

O G

ARCÍ

A