francisco la rubia prado. alegorías de la voluntad

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ISSN: 0210-749X

Francisco LA RUBIA PRADO, Alegorías dela voluntad. Pensamiento orgáni-co, retórica y deconstrucción enla obra de Miguel de Unamuno.Madrid: Libertarias/Proellmfi, 1996.

La aparición del estudio deFrancisco La Rubia Prado puede consi-derarse como una necesaria revisión dela obra de Miguel de Unamuno y unoriginal análisis del paradójico pensa-miento del autor. Alegorías de la volun-tad se presenta en primer lugar comouna sólida exégesis del papel jugadopor el organicismo (entendido comouna noción por la que el todo se consi-dera más y anterior a la suma de suspartes) en su producción novelísticaprincipalmente. Para La Rubia estacuestión es el ineludible punto de par-tida para una relectura del pensamientode Unamuno ya que la filosofía organi-cista justificaba a los ojos del autor susposiciones paradójicas, cuando no con-tradictorias. La búsqueda de una esen-cia histórica anterior al desarrollo de lospropios acontecimientos históricos,cuestión ésta sobre la que se construyeel crucial concepto de "intrahistoria",proviene en Unamuno de su asimila-ción de la "psicología de los pueblos" oVólkelpsychologie. En el proyecto deregeneración de España sobre el queUnamuno erige su obra y su posiciónde intelectual, la importancia del len-guaje y de la literatura, como productosmás genuinos de la casta y del espíritu

colectivo español, alcanza una impor-tancia fundamental. La Rubia señalaque el tratamiento de España es litera-rio porque según Unamuno en la litera-tura, primordialmente en la del Siglo deOro, se manifiesta más genuinamenteel "alma" española.

La centraliclael de la literatura en elpensamiento de Unamuno sirve a LaRubia para profundizar en los concep-tos de Imaginación y Fantasía, cuyaoposición sirvió a los románticos ingle-ses y alemanes (como mostró M. H.Abrams en The Mirror and the Lamp)para construir su pensamiento estético.Si la imaginación es una potencia orgá-nica la fantasía es considerada mecáni-ca, pues esta última se constituye comouna combinación de elementos ya exis-tentes. Aunque La Rubia Prado no exa-mina la posición de Unamuno con res-pecto a los movimientos vanguardistasde los que él fue testigo, su análisisrevela al lector que el que Unamunoprivilegie imaginación sobre fantasía,esto es procedimientos orgánicos sobremecánicos, explica su distanciamiento ydesdén por las vanguardias artísticastan activas en los años de su madurez.

La consideración superior de laescritura orgánica es presentada enAlegorías de la voluntad como resultadode la íntima conexión entre Unamuno yla obra de Samuel Taylor Colerielge.(Según La Rubia el conocimiento pro-fundo del autor inglés por parte del rec-tor de Salamanca está probado a juzgar

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por los múltiples subrayados y comen-tarios al margen que éste hizo en loslibros que poseía de Coleridge, hoy enla biblioteca de la Casa-Museo). Deigual manera que Coleridge descalifica-ba el mecanicismo del siglo XVIII porno partir de un desarrollo "desde den-tro" (de ahí la metáfora recurrente de lasemilla y el crecimiento orgánico vege-tal), Unamuno se enfrenta al realismodel XIX —al que califica de escritura "oví-para"— por no estar construido desde elinterior del creador sino siguiendo unproceso mecánico de acumulación deelementos exteriores. En este sentidoAlegorías acierta al mostrar la cualidadde escritura "vivípara" como la base delconcepto unamuniano de obra de artecomo símbolo de la creación divina. Asíse entienden adecuadamente la ideasperturbadoras del autor por la cual lospersonajes ficcionales pueden ser tanverdaderos como los reales, y la novelacontener más verdad profunda que lahistoria (como deja claro el segundonarrador, el propio Unamuno, en SanManuel Bueno, mártir).

Otro interesante aspecto desarro-llado en este estudio es el análisis delos personajes de Unamuno a la luz dela noción de "voluntad de poder" deNietzsche, aspecto éste para el que LaRubia acude a Nietzsche and Philosphyde Gilles Deleuze. La voluntad depoder que se encuentra en obras comoAbel Sánchez o Nada menos que todoun hombre es una fuerza orgánica queimplica una pluralidad de fuerzas encompetición que finalmente se unifi-can. Alrededor de esa interpretación dela "voluntad de poder" se desarrolla lateoría unamuniana de la unificación debuen grado de todas las regiones espa-ñolas en torno a Castilla, base de losensayos sobre regionalismo y naciona-

lismo de En torno al casticismo. Estedesarrollo le sirve a La Rubia pararecontextualizar la teoría política deUnamuno con respecto a las relacionesdel centro con la periferia, aspecto quesegún el crítico no se ha entendidosuficientemente hasta ahora. A la luzde la crisis de identidad nacional quepermea la realidad española de este finde siglo, esta lectura de En torno alcasticismo puede servir para entendermejor la posición de Unamuno con res-pecto a España y sus "partes".

Sin embargo, la contribución cru-cial del libro es el replanteamiento delconflicto religioso en Unamuno. No esrelevante saber si Unamuno creía o noen Dios (la obsesión de SánchezBarbudo), sino en qué clase de Dioscreía Unamuno. La lectura de La Rubiasobre esta cuestión sitúa al autor, enposición similar a Coleridge, en luchaentre el panteísmo spinozista y elmonoteísmo cristiano. La Rubia Pradoconsidera ese enfrentamiento comouna de las claves para entender el para-dójico pensamiento de Unamuno. Estese adhería a la teoría de la Imaginación,que es orgánica. Pero el historicismo,como han puesto de relieve filósofos ycríticos, es panteísta; y el panteísmodisuelve al yo tras la muerte. Unamuno,con su tremendo sentido del yo, nopodía aceptar esto al nivel de concien-cia. Por eso ataca en algunos ensayos alpanteísmo que, simultáneamente, ser-vía de base de su teoría poética. YUnamuno, como se sabe, se considera-ba a sí mismo ante todo poeta. Para LaRubia éste es el verdadero "problemareligioso" de Unamuno: por un lado, sucorazón de poeta lo hacía panteísta, ypor otro, su ansia de inmortalidad lehacía querer sobrevivir, pero la super-viviencia tras la muerte sólo la dan

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las religiones monoteístas. Este es suauténtico "agonismo".

Hasta aquí he hecho un recorridode la primera sección del libro. Lasegunda, y más original, se centra en la"deconstrucción" del organicismo deUnamuno en Paz en la guerra, Niebla ySan Manuel Bueno, mártir. Para ello LaRubia examina en el capítulo dedicadoa Paz en la guerra cómo la deconstruc-ción se produce como consecuencia dela resolución "alegórica" del texto. Y laalegoría, como la ironía, son definidaspor el crítico, siguiendo para ello alPaul de Man de "La retórica de la tem-poralidad", como tropos mecánicos. EnNiebla es la ironía la que deconstruye elorganicismo; y será la presencia combi-nada de alegoría e ironía la que lo hagaen San Manuel Bueno, mártir.

En Paz en la guerra, La Rubiadefiende la idea de que el texto apun-ta hacia una visión del mundo orgáni-ca, plasmada narrativamente en unacaracterización de los personajes comoseres anónimos que pertenecen a lacolectividad intrahistórica. Sólo destacade entre todos ellos Pachico Zabalbide,que es cerebral y que tiene una per-sonalidad independiente. Al final deltexto Pachico sube a un monte y tratade fundirse con la naturaleza en unacto simbólico (el símbolo es el tropoorgánico por excelencia). Pero fracasaen su intento, de manera que su baja-da de la montaña y el modo en que serepresenta apuntan a una solución ale-górica en la que la muerte no se podrávencer, y en la que se afirma la tem-poralidad humana que el simbolismopoético romántico-organicista trata desuperar.

En el capítulo dedicado a Niebla,se analiza la extraordinaria compleji-dad e ingenio del texto unamuniano.

Como es bien sabido Unamuno sehace personaje de su novela, autor-personaje. El protagonista AugustoPérez, tras fracasar en sus amoríos, vaa consultar con él antes de suicidarse.El autor-personaje, en un fragmentonovelístico emblemático de la moderni-dad de la obra de Unamuno, respondeque no se suicidará mientras que él noquiera, porque él es quien manda allí;y lc dice que para demostrárselo cuan-do regrese a casa va a morir. CuandoAugusto vuelve a casa come tanto quesufre una terrible indigestión y muere.La Rubia muestra cómo hay razonespsicológicas que demuestran que loque ocurrió fue que el personaje efec-tivamente se suicidó para afirmar suvoluntad, y que no murió porque locondenara el autor-personaje. Esta con-clusión es interpretada como necesariaen Alegoría de la voluntad ya que siefectivamente el autor pudiera matar alpersonaje a su capricho toda la teoríapoética de Unamuno se derrumba: enel organicismo los personajes tienen supropia vida y el texto su propia lógicaque se desarrolla "desde dentro". Ladecisión de Augusto de suicidarse es laúnica que puede confirmar esa teoría;si fuera un "asesinato" del autor, enton-ces la teoría ovípara-mecánica sería lacierta, pues demostraría que el autorpuede manipular desde fuera la obra.

La ironía reside en que el autortiene que presentarse a sí mismo comoun necio que no sabe lo que le ocurrerealmente a sus personajes con objetode salvar su teoría poética. La decons-trucción se produce según el críticoporque Unamuno necesita de la ironíapara salvar su teoría poética orgánica.En otras palabras, se viene a decir queen Niebla la fundación del organicis-mo es el mecanicismo.

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El capítulo sobre San ManuelBueno, mártir viene a ser un compen-dio de lo desarrollado por Francisco LaRubia en los dos anteriores. La presen-cia de la ironía y la alegoría en SanManuel supone la presencia de unmecanicismo que aliena el texto con elconflicto entre la modernidad rupturis-ta y la historia perpetuadora de la tra-dición. La noción nietzscheana del"eterno retorno" también está presenteen el texto y subvierte, según el crítico,la aparente temporalidad lineal que enel mismo se propone. La religión semuestra en la obra como una nociónpragmática, esto es, retórica, por la quese deconstruye toda posible compren-sión de la verdad como dogmatismo.Finalmente el crítico, y esto puede con-siderarse como un particular acierto deAlegorías de la voluntad, estudia cómoel texto y la voz femenina que lo narrase ven desbordados por una voz mas-culina, la del autor, que intenta estable-cer de modo definitivo una autoridadnarrativa que se sustenta en el género.(La problemática representación de lamujer en la novelística de Unamuno, enparticular en obras como La tía Tula, esun campo de estudio que está pidiendoa voces ser estudiado desde perspecti-vas feministas serias).

En conclusión, Francisco La RubiaPrado ofrece en Alegorías de la volun-tad uno de los más originales y suge-rentes estudios de la obra de Miguelde Unamuno aparecidos en los últimosaños. Destaca en particular el perti-nente recorrido por el pensamientodel autor, así como su interpretacióndesde la retórica y la deconstrucción.Hay que mencionar también el hechode que este libro abre la Serie "Estu-dios Literarios/Universidad" de la Edito-rial Libertarias/Prodhufi, colección que

tiene entre sus objetivos dar a conoceral público interesado estudios queincorporen las aproximaciones teóri-cas más activas en el mundo universi-tario actual.

JOSÉ M. DEL PINO

Armando SAVIGNANO, Radici del pensie-ro spagnolo del Novecento. Edit. Lacittá del Sole, Nápoles, 1995, pp.273.

Armando Savignano, con las refle-xiones que expone sobre Miguel deUnamuno, José Ortega y Gasset yXavier Zubiri en Radici del pensierospagnolo del Novecento, asume unpapel cada vez más importante comointelectual que estudia con empeño lasfiguras más emblemáticas de la culturaespañola contemporánea.

El primero de ellos, D. Miguel deUnamuno, representa, mucho más quelos otros dos, una intensa pasión y unconflicto entre razón y corazón que noconsiguió resolver. Savignano pone enevidencia que el éxito de crítica y loscontactos que Unamuno mantuvo conintelectuales italianos influyeron en lasdos fases del pensamiento unamuniano:la positivista y la humanista. Los nom-bres más importantes a los que el estu-dioso hace referencia son los de Crocey Papini; este último es quien dio aconocer a Unamuno entre los intelec-tuales italianos jóvenes. Por otra parte,de la relación Croce-Unamuno, destacaSavignano, con las debidas diferencias,la contraposición de ambos al positivis-mo, su preocupación por el lenguaje, suadhesión al liberalismo. A pesar de quese haya demostrado la influencia de lasobras de Croce en Unamuno, Savignano

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