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Francisco de Paula Santander llamado el hombre de las leyes y el organizador de la victoria, fue militar, político y presidente de la Nueva Granada. El 24 de abril de 1.827, por decreto funda 20 instituciones educativas entre ellas la Universidad del Cauca. Qué es una universidad?: es una institución educativa destinada a la enseñanza superior, aquella que proporciona conocimientos especializados de cada rama del saber, que está constituida por varias facultades y que concede los grados académicos correspondientes.

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Siendo algo tan trascendental y de tanta responsabilidad, por qué pensó su fundador en regalarle eso a Popayán?. Estoy segura que lo hizo porque ya conocía la grandeza, la inteligencia y el patriotismo de sus gentes; ya la sangre de Francisco José de Caldas, de Camilo Torres y tantos otros patriotas habían escrito una página de gloria en la historia de la patria. Este gran visionario sostenía y con razón, que la educación era y continúa siendo la base fundamental para una futura república libre e independiente.

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La universidad del Cauca se instala oficialmente como centro educativo el 11 de noviembre de 1.827. Sus primeros programas fueron Jurisprudencia, Agrimensura, teología y medicina. La universidad tiene sus raíces en el seminario Mayor de Popayán, que en aquella época recibió mucha influencia del pensamiento filosófico, político y científico del siglo diez y ocho, llamado el siglo de las luces. Fuera de Caldas y Torres en ese plantel recibieron sus conocimientos personajes que influirían de manera definitiva en

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aquellos momentos históricos, entre otros: Francisco Antonio Zea, Joaquín de Caicedo y Cuero, José María Cabal, y muchos más, cuyas ideas tuvieron gran influencia en aquellos momentos trascendentales de la historia. El fundador de esta institución siempre contó con el apoyo del libertador Simón Bolívar, y varios de los decretos expedidos por él sobre el funcionamiento académico y personal de los universitarios, se redactaron en el ámbito de este claustro memorable. Pero aunque la visión de Santander tenía un horizonte muy amplio por delante,

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nunca vislumbró la grandeza y la proyección que desarrollaría hacia el futuro. Dio inicio a sus labores con 700 estudiantes, número considerable para la época de entonces; hoy cuenta con 17.000; 1.256 profesores; su capacidad educativa le permite ofrecer a la juventud pregrados, posgrados, facultades y su campus ya no es solo Popayán sino que se ha extendido a otros municipios del cauca. Me haría interminable si quisiera hablar más sobre esta alma mater; los hechos hablan por sí solos, las palabras sobran y su grandeza se

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puede resumir en los nombres de los 17 presidentes egresados de ella y que con dignidad y honor ejercieron la jefatura del estado. El grado Honoris Causa en Ciencia Política que hoy recibo se debe exclusivamente a la generosidad de un grupo de ex rectores y profesores que presentaron ante las instancias académicas la posibilidad de que me fuera otorgado. Debo agradecerles hoy de corazón a ellos, lo mismo que al anterior rector Juan Diego Castrillón quien tomó la causa con gran entusiasmo para que el Consejo Superior adoptará la decisión que me enaltece; forma

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parte del consejo el representante del Señor Presidente de la República mi amigo de muchos años, Aurelio Iragorri Hormaza cuyo apoyo definitivo, elocuente y generoso, agradezco. Dentro de este avance, el Doctor Julián Caicedo me visita en mi residencia para efectuar un diálogo y una entrevista sobre la historia del voto femenino y otros aconteceres políticos del siglo pasado. Departimos de manera cordial: al principio yo un poco tensa, y después como grandes amigos hablando sobre diferentes temas de la política. Gracias Dr. Caicedo: de usted aprendí mucho,

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no sólo por su elocuencia y el dominio que tenia sobre historia política, sino también de su lealtad y profundo respeto por esta Alma Mater de la cual es usted profesor. Al presentar su informe al consejo académico debió ser excesivamente generoso y por ello aceptaron otorgarme el inmenso honor que hoy recibo. Doctora Lina María Cardona Flórez, presidenta del consejo superior:

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Doctor José Luis Diago Franco Rector de la Universidad y demás personas que han hecho esto posible, debo manifestarles que lo recibo con profunda humildad y al mismo tiempo con inmenso orgullo pues poder decir en adelante que soy ex - alumna de la Universidad del Cauca llena de regocijo no sólo mi corazón sino el de toda mi Familia. Me satisface profundamente que sea una mujer la presidente del consejo, pues eso demuestra los logros alcanzados por ella que le han permitido asumir sus responsabilidades en el ámbito universitario y se habrán tenido en

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cuenta sus capacidades y su deseo de servir el estudiantado de una manera eficiente y productiva. Pido al Todo Poderoso la siga acompañando y bendiciendo para su propia satisfacción y el bien de Nuestra Alma Mater. Señor Rector José Luis Díago Franco: a usted le conozco desde su juventud. Su inteligencia, su dedicación, y su entusiasmo por darle realce a este claustro, lo han llevado a la más alta dignidad de esta institución, de una manera conquistada y merecida.

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Conocí mucho a su padre, conozco a su madre y sé que ellos estarán orgullosos al ver que las enseñanzas recibidas de sus progenitores, lograron hacer de usted un hombre que le da grandeza a Popayán y a este centenario trasmisor de ciencia y conocimientos. Qué estudia la ciencia política? Sus orígenes se remontan a la antigua Grecia y la India; su principal objetivo era entender la relación que debe existir entre el poder y las instituciones. Es una ciencia social que estudia los comportamientos políticos en la sociedad: muchos le adjudican su

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nacimiento a Maquiavelo en el siglo quince. Sin embargo, ya en la antigüedad existían organizaciones políticas. En Grecia LA POLIS que significa ciudad en la democracia y en la capital del imperio romano la RES PÚBLICA que significaba cosa pública y que constituyó la igualdad de los derechos políticos en la antigua Roma. Con este pequeño preámbulo sobre el grado que hoy recibo debo manifestar que hay momentos en la vida en que, aunque uno no quiera el corazón se acelera, una lágrima aflora a los ojos y se siente uno inferior a la circunstancias que le toca vivir.

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Por qué había en mi inquietudes políticas?. Sin lugar a dudas lo heredé de mi padre quien fuera senador de la república por varios períodos. En nuestra casa se reunían siendo yo una adolecente personajes de talla nacional y departamental, donde con inteligencia y altura discutían sobre los problemas de aquella época, desde diferentes conceptos ideológicos pero con profundo respeto y siempre buscando lo mejor para la patria. Colombia fue uno de los últimos países en reconocer a la mujer sus derechos políticos.

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En el año de 1.954 siendo presidente El general Gustavo Rojas Pinilla, mediante reforma constitucional le concedió a la mujer el derecho a elegir y ser elegida. Por deducción este avance conlleva la obligación de obtener la cédula de ciudadanía, la cual estaría sobre los veinte millones correspondiéndole la numero veinte millones uno a doña Carola Correa su esposa. Esta reforma debería ser refrendada por un acto especial llamado el plebiscito, que se votó el primero de diciembre de 1.957. Fue la culminación del esfuerzo femenino durante varios años.

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Por eso hoy recibo este reconocimiento no a título personal, sino trayendo a mí memoria nombres importantes que lo hicieron posible. Esmeralda Arboleda Cadavid: nacida en Palmira pero hija del Payanés Fernando Arboleda, quién con una inquietud casi beligerante se trasladó a Bogotá a culminar su bachillerato, pues los colegios aún no lo tenían. Su esfuerzo y su tesón le permiten ingresar como primera mujer a estudiar derecho en esta alma mater, culminando de manera ejemplar su carrera. Fue la primera senadora de la República.

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Como no recordar a Josefina Valencia quien fue una de las líderes del movimiento sufragista con un entusiasmo desbordante, por cuyas venas corría la sangre de Guillermo Valencia, lo que la hacía poseedora de una inteligencia brillante. Primera ministra en la historia de Colombia y primera gobernadora de nuestro departamento. María Elena de Crovo Iniciadora del movimiento femenino. Su inquietud comienza en los años 50, cuando la política era considerada exclusiva para los hombres, Como Ministra del Trabajo fue la segunda mujer en

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tener esa distinción y tantas otras que enarbolamos la bandera del voto femenino y que gracias a ellas hoy la república cuenta con magistradas, ministras, parlamentarias, gobernadoras, alcaldes y representación en todos los estamentos de la vida pública. HOY ES un día memorable para mí; es el broche de oro en el ocaso de mi vida. Si tengo arrugas en la cara y mi cabeza platinada por el paso de los años, es porque gracias a Dios ya he escrito mi propia historia, procurando cumplir con los diferentes deberes que me

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fueron deparando las circunstancias, y apoyada siempre en mi fe que ha sido mi fiel compañera, mi mejor fuerza y mi mejor aliada. El epílogo de este libro lo están escribiendo ahora mis cuatro hijos de los cuales se sentía profundamente orgulloso Henry mi esposo y de los cuales yo también lo estoy. Cuando ellos volaron del nido familiar, formaron sus propios hogares con Francisco, Mónica, Juan Carlos y César y me regalaron mis nietos, hoy uno brilla con luz propia desde el infinito, y mis ocho bisnietas que son la fuerza vital que me hacen seguir

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adelante con entusiasmo y amor. Ustedes me han dado las mayores satisfacciones que puede tener una madre, una abuela y una bisabuela. Pablo y Alejandra titulados en ingeniería industrial. Juliana con maestría en la universidad de Harvard. Adriana eligió la medicina con especialización en anestesiología. Ángela María Administradora de empresas. Virginia Psicóloga, Juan Felipe ad portas de recibir su titulo también de administrador de empresas. Cesar Andrés con dos posgrados en su licenciatura en derecho; Natalia terminó su octavo semestre en la misma.

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Santiago siguiendo también esta carrera y María Paula avanzando en medicina. Y este cuadro de honor lo complementan mis ocho bisnietas que agotan mi cuerpo pero engrandecen mi alma. Todos ellos y el honor que hoy recibo, me permiten comparar el final de mi vida hablando en términos payaneses, con un acostarse el sol en el poniente y que llamamos por su colorido magnífico el sol de los venados. No siento tristeza por la ausencia de los seres queridos que hoy me acompañan desde la otra orilla

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pues se que ellos comparten espiritualmente este momento. Una evocación especial para Henry mi esposo; fue mi mejor aliado y mi mejor amigo para salir adelante en los retos y obligaciones que me deparó la vida. Nunca conoció el egoísmo; por el contrario me apoyaba e impulsaba en todo para seguir adelante. Su generosidad no tuvo límites. Hoy también estoy segura que en la urna en que están depositados los restos de mi padre y que reposa aquí cerca en el panteón de los rectores cuya rectoría desempeño en 1.928. Vibrarán al sentir el orgullo de que

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la menor de sus hijas ostente el titulo de doctora en ciencia política y de ex-alumna de este centenario claustro. Mujeres de Colombia, del Cauca y Popayán este homenaje es para todas ustedes. Es un estimulo para seguir adelante. Desde este recinto testigo de tantos acontecimientos importantes, quizá el mayor de ellos cuando los estudiantes agradecidos juran desempeñar con honor el conocimiento de la ciencia aquí aprendida, pongo por testigo de este llamamiento el cuadro que tengo a mis espaldas, grandioso, magnifico, APOTEOSIS DE POPAYAN, del pintor Efraín

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Martínez, donde están plasmadas las características de ese hermoso valle de Pubén, la Torre del Reloj, la Catedral, el Puracé, la Ermita , la poesía, la primavera y la música, la tempestad imponente, don QUIJOTE que representa el estilo caballeresco de esta ciudad fecunda, los aborígenes, Caldas y Torres, el grupo de prelados ilustres, nuestro fundador Sebastián de Belalcázar, el grupo de las madres, la colonia y la conquista, la libertad, el poeta soldado, los historiadores, Don Toribio Maya el apóstol de la caridad y cerrando el cuadro la figura imponente del inmortal

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Guillermo Valencia, que envuelto en su capa española, pensativo contempla la historia y se deslizan en su mente el inicio de las estrofas del CANTO A POPAYAN, que sobre placas marmóreas tienen bruñidas lo que él pensaba de esta ciudad amada: “TU VIVES DEL SILENCIO”, “ TU VIVES DEL PASADO”, “VIVES DEL FUTURO Y VIVES DE TUS GLORIAS”, y “VIVES DE TUS DONES” Y “VIVES DE IMPOSIBLES”, TU VIVES DEL MARTIRIO Y VIVES DEL ORGULLO” Y VIVES DE TU CIELO LIBELULA ERRANTE COGIDA ENTRE REDES QUE URDE LA LUZ”

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Repito, desde aquí hago el ultimo llamado de mi vida a la mujer colombiana, caucana y payanesa para que sin distingos políticos ni de raza luche por hacer de Colombia una república digna; una patria donde ella sea respetada y colocada en el puesto de honor que le corresponde; donde los niños sin distinción alguna reciban la educación necesaria y ningún niño pueda morir de hambre; donde la fe, el honor y la verdad ocupen el puesto que les ha asignado la historia; donde los ancianos tengan al menos una vejez tranquila, donde el obrero el campesino el artesano y todos los colombianos se sientan

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tranquilos y orgullosos de vivir en su terruño. La indiferencia en este momento puede ser más grave que el mismo mal. En el siglo pasado un grupo de mujeres dimos una batalla y la ganamos. A ustedes mujeres del siglo veintiuno les corresponde ganar la guerra, para hacer de esta república un retazo de América, un rincón del mundo donde se respeten las palabras de su escudo; libertad y orden. Antiguamente cuando se tomaba posesión de un cargo público se hacía con la convicción de que se debía servir a la comunidad;

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desgraciadamente hoy se ejerce en muchas ocasiones para aprovecharse de ella. Se conocía la ética, la responsabilidad, el decoro, el respeto, pero estas cualidades se han visto remplazadas por el abuso y la arbitrariedad, el enriquecimiento y el irrespeto por la constitución. El país ha perdido su norte y la corrupción se pasea rampante por todas partes y la justicia vacila cuando debe ser ejercida. Procuremos dejarle a la posteridad un país y una patria digna de las generaciones futuras y que concuerde con su pasado de

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gloria; una patria como la describe magistralmente el poeta: “CUANDO SE PUEDA ANDAR POR LAS ALDEAS Y LOS PUEBLOS SIN ANGEL DE LA GUARDA CUANDO SEAN MAS CLAROS LOS CAMINOS Y BRILLEN MAS LAS VIDAS QUE LAS ARMAS. CUANDO LOS TEJEDORES DE SUDARIOS OIGAN LLORAR A DIOS ENTRE SUS ALMAS. CUANDO EN EL TRIGO NAZCA LA AMAPOLA Y NADIE DIGA QUE LA TIERRA SANGRA, CUANDO LA SOMBRA QUE HACEN LAS BANDERAS SEA UNA SOMBRA HONESTA Y NO UNA CHARCA,

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CUANDO LA LIBERTAD ENTRE EN LAS CASAS CON EL PAN DIARIO CON HERMOSA CARTA, CUANDO LA ESPADA QUE USA LA JUSTICIA AUNQUE DESNUDA PERMANEZCA CASTA, CUANDO REYES Y SIERVOS SE SIENTEN JUNTO AL FUEGO Y SEAN FUEGO DE AMOR Y DE ESPERANZA, CUANDO EL VINO EXCESIVO SE DERRAME Y ENTRE LAS COPAS VIUDAS SE REPARTA, CUANDO DE NOCHE GRUPO DE FUSILES NO DESPIERTE LOS HIJOS CON SU HABLA,CUANDO AL MIRAR LA MADRE NO SE SIENTA DOLOR NI EN LA MIRADA NI EN EL ALMA

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CUANDO EN LUGAR DE SANGRE EN EL CAMPO CORRAN LOS CABALLOS Y FLORES FLOTEN SOBRE EL AGUA CUANDO LA PAZ RECOBRE LA PALOMA Y ACUDAN LOS VECINOS A MIRARLA , CUANDO EL AMOR SACUDA LAS CADENAS Y LE NAZCAN DOS ALAS EN LA ESPALDA” Solo en ESE momento puede dejar de luchar LA MUJER, SOLO EN AQUELLA HORA PODRA DECIR LA MUJER “QUE TIENE PATRIA”.

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