francisco de paula de arrangoiz. un análisis historiográfico de su obra méjico desde 1808 hasta...

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La obra del conservador Francisco de Paula de Arrangoiz representa la historia circular, justificante, que percibe a la época colonial de México como la edad de oro de un pas que se encontraba severamente fragmentado a causa de las distintas pugnas intestinas por el poder hacia el !ltimo tercio del siglo "#"$

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EDUARDO PORTAS/MAESTRA EN HISTORIA MODERNA DE MXICO/CASA LAMM/PRIMAVERA 2013

Francisco de Paula de ArrangoizUn anlisis historiogrfico de su obraMjico desde 1808 hasta 1867La obra del conservador Francisco de Paula de Arrangoiz representa la historia circular, justificante, que percibe a la poca colonial de Mxico como la edad de oro de un pas que se encontraba severamente fragmentado a causa de las distintas pugnas intestinas por el poder hacia el ltimo tercio del siglo XIX. Aunque hoy tal vez califiquemos su trabajo como retrgrado, incluso hasta malinchista, debemos recordar que nuestro autor vivi la invasin estadounidense a la capital del pas, la intervencin francesa y las cruentas batallas entre liberales y conservadores. No debe sorprendernos, entonces, su llamado al orden que conlleva la instauracin de una nueva monarqua en Mxico, tal como efectivamente sucedi bajo el imperio de Maximiliano. Y aunque dicho emperador traicion los ideales conservadores que buscaban Arrangoiz y sus correligionarios al traer al prncipe europeo a Mxico, su obre Mjico desde 1808 hasta 1867 debe ser considerada como un referente historiogrfico para entender la mentalidad y las esperanzas de los hombres de bien de ese complejo momento histrico.

El texto al que hace referencia este trabajo fue publicado por primera vez en Madrid en 1871 y 1872. Ese es un dato revelador. Desde 1854, Arrangoiz haba dejado de ser ministro plenipotenciario en Washington para marcharse a Pars y nunca ms regresar a Mxico (dos aos antes haba sido cnsul general en Nueva York y Nuevo Orlens). Fue destituido de su cargo a raz de su traslado a Europa sin avisarle al Gobierno mexicano. Previamente se haba cobrado el uno por cierto de la comisin en la venta del territorio de La Mesilla a Estados Unidos. El gobierno de Santa Anna, sorprendido, le recrimin su decisin y Arrangoiz la justific, ya en 1855, diciendo que ese trmite haba sido ajeno al consulado. La ancdota es importante porque nuestro autor no slo fue a Pars para ponerse en cura, como aleg al Gobierno. Desde ah, particip activamente en el acercamiento de los conservadores para traer a Maximiliano a Mxico. Tuvo contacto directo con el archiduque, el emperador de Austria y los diputados que viajaron desde Mxico para el mismo fin (Ignacio Aguilar, Jos Mara Gutirrez de Estrada, Jos Manuel Hidalgo y Joaqun Velzquez de Len)1. La historia es importante para resaltar la posicin desde la cual Arrangoiz escribi su obra. Si tomamos la fecha de publicacin de su libro y el tiempo desde que sali de Mxico, un periodo de un total de 20 aos, podemos entender su visin panormica de los acontecimientos nacionales. Los juicios contra los liberales son claros: representan ideas que no estn en concordancia con la realidad histrica de Mxico; es decir, una nacin que naci de una monarqua catlica e hispana. Los liberales, con sus ideas no espaolas que apoyan un gobierno federalista en donde las corporaciones militares y eclesisticas ven disminuido su poder, slo han trado desorden y anarqua al pas. Lo que Mxico necesita, entonces, es un gobierno con una monarqua centralista que cohesione de nuevo pas. No pide el retorno intacto del poder virreinal, pero s aboga por las ventajas que conlleva la tradicin de mantener a un prncipe europeo en el poder. Su obra ms conocida, seala Arrangoiz en la introduccin del texto, puede ser vista como la continuacin de Apuntes para la historia del segundo imperio mejicano (1869). Este es un texto que intenta justificar de forma elaborada las razones para traer al archiduque a Mxico, as como para profundizar las razones del fracaso de su gobierno:

Mi libro de 1869 comprenda, puede decirse, un solo perodo, un solo cuadro histrico: el Imperio de Maximiliano, pero este periodo, cerrado por un gran desastre; ese cuadro histrico cuya ltima dolorossima escena se verifica en Quertaro, necesitaba, para ser estudiado con perfecta claridad, la noticia exacta de pocas y de sucesos que precedieron y que prepararon, sin duda alguna, el establecimiento del segundo imperio2.

Es decir, se necesita del pasado para entender el presente. Pero este es un pasado armado pensando en el objetivo ms grande que subyace a lo largo de todo el texto: la necesidad de un gobierno que respete los valores esenciales del Mxico pre-independentista, a decir, la religin, el orden, la propiedad privada, la divisin de clases y de forma paralela la desmitificacin de Mxico como un pas lleno de brbaros surgidos a partir de la separacin de Espaa. La estructura que sigue la obra, la cual tiene una extensin de casi mil pginas, contina con la lnea expuesta por el autor en las primeras hojas de su texto. La primera parte va 1808 hasta 1820, es decir, cuando las estructuras anteriormente slidas de la Nueva Espaa empiezan a dar signos claros de inestabilidad para dar al paso al desorden, caos, de la revuelta de Hidalgo a causa de la invasin francesa en Espaa por Napolen y el subsiguiente debate de la Constitucin de Cdiz. En 1820, segn el autor, pareca restablecido el orden en el pas. En la segunda parte de la obra se avanza desde el reestablecimiento de la Constitucin de Cdiz, la cual haba sido derogada cuando Fernando VII regres al poder en 1814, y se recibe la noticia de este hecho Veracruz hasta la formacin de la Asamblea de Notables y designacin de la Regencia en Mexico en 1863. De esta fecha al final del segundo imperio se extender la tercera y ltima parte, la cual termina con el fusilamiento de Maximiliano. Aunque el autor nunca justific el esquema que sigue su libro, nos podemos dar cuenta de que es un orden netamente conservador, pues los eventos destacados giran alrededor de las figuras monrquicas europeas y no los levantamientos en la Nueva Espaa, como usualmente lo hacen los autores liberales del siglo XIX. La textura de la redaccin de la obra es tersa. Las pginas corren una tras la otra con una prosa fluida, difana, sin mucha grandilocuencia, excepto cuando se refiere a los liberales, con quien es prolijo en adjetivos calificativos que desaprueban su mandato. La obra es fcil de leer en gran parte porque se basa durante largos pasajes, a veces de forma ntegra, en la Historia de Mjico (1849-1853) de Lucas Alamn, el intelectual y poltico conservador ms importante que haya dado Mxico. Del patriarca conservador toma los puntos esenciales y no diverge en gran cosa: la ms importante, sin duda, es que guarda una imagen positiva e idlica del rgimen colonial, cuando se produjeron realmente grandsimos bienes a la humanidad y a la civilizacin, dice el autor. Slo disiente de Alamn cuando seala que es un error creer que el poder en el Mxico independiente estaba en manos exclusivamente de los blancos; ms bien, la menos la mitad era de los mestizos3. Dicha fuente es la ms importante de toda la obra, sin duda. Incluso el ttulo de la obra que analizamos aqu es un guio dirigido hacia la de Alamn. Hay algunas cartas y citas numricas a partir del trabajo de otros contemporneos, pero la obra del jefe conservador es la ms notoria de todas ellas, llegando frecuentemente a copiar pginas enteras de la Historia de Mjico. Alamn es su obra base y hay una profunda admiracin de Arrangoiz hacia l:

Este sabio mexicano public en su patria esta obra notabilsima, por desgracia muy poco conocida en Europa, y dio en sus captulos tan insigne testimonio de veracidad, recto juicio y c rtica severa e imparcial, que en los veinte aos transcurridos desde su publicacin, veinte aos de disturbios, agitaciones y mudanzasno hubo ms que dos personas que refutaron algunas de las aserciones del seor Alamn [ aqu se refiere a Anzorena y Tornel]4.

El autor tambin se apoya en sus mismas vivencias para explicar su versin de la historia de Mxico del siglo XIX. Como en el caso de Alamn, nuestro autor viene de una familia acomodada. Arrangoiz naci en 1812 en Jalapa, justo cuando la Nueva Espaa peleaba por su Independencia. Su abuelo paterno fue gobernador de Guanajuato. Desde joven aprende ingls y francs, lo cual le abri las puertas a una carrera poltica y diplomtica. En 1841 es nombrado cnsul de Mxico en Nuevo Orlens bajo el gobierno de Anastasio Bustamante, puesto en el que permaneci hasta 1845. Los problemas entre Mxico y Estados Unidos lo obligan a cerrar el consulado. Un ao despus es nombrado cnsul en La Habana. En la presidencia de Jos Joaqun de Herrera trabaja como ministro de Hacienda durante cuatro meses de 1849 en lo que se consegua a otro funcionario para ocupar el puesto. Pero ese mismo ao salta al ayuntamiento de la Ciudad de Mexico para trabajar al lado de Alamn, quien tena entonces el carcter de presidente de este organismo. Antes de salir hacia Europa, como notamos unos prrafos ms arriba, trabaj de nuevo, en 1854, como cnsul de Nuevo Orlens en el ltimo gobierno de Santa Anna. Ah se entrevistaron con l Melchor Ocampo, Benito Jurez y Jos Mara Mata, los liberales expulsados de Mxico acusados en abril de ese ao de preparar una campaa contra el presidente. El tro fue con el cnsul para pedirle una constancia sobre las actividades que realizaban en Nueva Orlens, a lo cual, sin que sepamos las razones, Arrangoiz se neg. Frente a esta situacin, Ocampo debi conseguir un escrito firmado por periodistas y comerciantes, donde se declaraba que los personajes mencionados no hablan llevado a cabo actividades de filibusterismo5. El episodio pas sin mencin en la obra del conservador, tal como lo hacen los dems liberales, salvo cuando se trata de desprestigiarlos. La lucha entre liberales y conservadores se gesta con ms fuerza a partir del experimento que signific la instauracin de un gobierno federalista durante 10 aos, despus de la Constitucin de 1824. La parte conservadora de la sociedad est desencantada. Los liberales atacaron sus privilegios corporativos, en particular aquellos de la Iglesia y el Ejrcito, y ahora culpan a los liberales de la desunin que impera en el pas. A partir de las reformas liberales de 1833 impuestas por el vicepresidente Gmez Faras, el grupo eclesistico del pas se vuelve particularmente reacio. Los conservadores desprestigian a los liberales a travs de la prensa partisana y al mismo tiempo acuden al presidente Santa Anna, recluido en uno de sus frecuentes viajes a su hacienda veracruzana Manga de Clavo, para derogar las leyes. Con esto, inicia la reaccin por la cual los hombres de bien reafirman su poder y tratan de eliminar la ideologa liberal y el federalismo. Santa Anna depone a todos aquellos liberales radicales del Congreso. Previamente haba adquirido compromisos financieros con la Iglesia. As, con la promesa de un prstamo por parte del clero para salvar las finanzas de su administracin, desmantela al gobierno liberal. El enemigo a vencer es el federalismo que haba sembrado la discordia en el pas al impulsar regionalismos fuertes. De acuerdo con el grupo opositor a los liberales, en el pas reina el bandidaje y Mxico camina hacia la anarqua total, pues los estados, a partir de la Constitucin de 1824, tienen un aval de autonoma. Todo eso cambia cuando Santa Anna deroga la reforma liberal--la cual, entre otros puntos, afectaba a la Iglesia como principal propietaria del pas, propona una educacin ms laica y liberal, y la disminucin del aparato militarmanda elegir a nuevos diputados federales y estatales. En el proceso de eleccin legislativa las corporaciones retoman su poder (el proceso, bastante complejo, estaba basado en un mtodo indirecto de votacin en el cual tenan gran peso los congresos estatales y el Senado). Establecido el nuevo Congreso en 1835, se busca fundar un nuevo gobierno distinto al federal, el cual se fundamentara, poco despus, con las Siete Leyes de 1836, es decir, con una Constitucin centralista. Una buena parte de los conservadores y liberales moderados buscaban un poder ms centralista para que un gobierno nacional impusiera su autoridad y mantuviera el control en las regiones. Santa Anna, con nimos dictatoriales, es la figura en la cual recae ese cargo. En lo que arma su gobierno, decide combatir a los tejanos, los cuales aprovechan la coyuntura poltica nacional para buscar su independencia, pues no vean con buenos ojos los nimos centralistas del Congreso. Santa Anna, animado por sus ansias de gloria, lucha contra los tejanos y pierde estrepitosamente. En 1837 regresa ridiculizado (como interino haba dejado a su hombre de confianza Miguel Barragn, sustituido a su muerte despus por Jos Justo Corro) . Los conservadores, al mismo tiempo, continan el desprestigio hacia los liberales. Los nicos que pueden y deben gobernar al pas son los hombres de bien, aquellos que no necesitan el dinero de un puesto pblico para subsistir, y por ende, son personas que ya tienen propiedades y pueden buscar el bien pblico desde su posicin en el gobierno. Es decir, son catlicos, propietarios y sobre todo, aliados de la Iglesia, el mayor terrateniente del pas y el pilar econmico de la nacin6.

Arrangoiz est consciente de la complejidad que vive Mxico, y, como l mismo explica, allanan el terreno para la llegada de un prncipe extranjero al gobierno del pas. La federacin, de acuerdo Alamn y replicado el mismo pensamiento por Arrangoiz, no ha trado mas que destruccin7. El ltimo recurso es insertar a un europeo que ponga orden en el pas, pues "para l [pueblo mexicano] monarqua y restablecimiento del catolicismo, con su clero regular y secular eran sinnimos", dice Arrangoiz en su carta del 13 de abril de 1865 en la que expone a Maximiliano las razones de su renuncia. La cada del imperio sucede porque Maximiliano no cumple con la funcin primaria por la que es trado a Mxico e impulsa un programa liberal acorde con la corriente europea del momento. A Maximiliano en realidad, segn Arrangoiz, no le interesaba Mxico; su objetivo era conquistarse a los liberales austrohngaros y llegar a ceir la corona del Imperio austriaco: "El trono de Mxico no era para l ms que el teatro de su estreno". Por su parte Napolen III, interesado en hostilizar al Papa, impuso a Maximiliano una poltica liberal; el convenio secreto entre los dos emperadores haca burla de los principios conservadores y monrquicos8. Una cosa es tener un gobierno monrquico y otra muy diferente, para el autor, es un gobierno dictatorial, que Mxico conoce bien. La raz de estos gobiernos catastrficos es la lucha independentista violenta:

Creo que habr convencido a mis lectores de que no fue la causa de la insurreccin de 1810 ni la de la proclamacin de la independencia en 1821 el odio de los mexicanos al gobierno teocrtico militar, a la tirana de Espaa. Habrn visto, pues, que son novelas y romances todo lo que han escrito varios hispanoamericanos y extranjeros sobre las causas de la independencia de Mxico; que hecha sta marchando de motn en motn, tiranizado el pas unas veces por dictaduras militares inmorales como la de Santa Anna, pero que respetaba la propiedad y daba garantas de seguridad; otras por la feroz dictadura de la desenfrenada demagogia, representada por el mismo Santa Anna, en 1829 y 1833; tambin por Gmez Faras en 1833, y por Jurez, al ltimo, que nada respetaba ni a la religin, ni al individuo que no pensaba como ella, ni a la propiedad9.

Los conservadores, los hombres que son la nacin verdadera, agrega el autor, acudieron al fin al nico remedio que poda salvar su nacionalidad y sus tradiciones, y lo consigui despus de largos trabajos, a la monarqua10. La perdicin es innovar por innovar y el camino de la nacin se vislumbra complicado, francamente negativo, tras la amarga experiencia que signific la perdida de la mitad del territorio nacional despus de la guerra contra Estados Unidos y el posterior fracaso del imperio:

La cada del imperio es la seal de la desaparicin completa de la independencia de la Repblica Mexicana; no han de pasar muchos aos sin que contine la obra de 1848, por los Estados de Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, N. Len y Tamaulipas que son limtrofes de los Estados Unidos, con setecientos mil almas entre todos. La ocupacin del resto de Mxico ser obra ms lenta: los americanos de Estados Unidos quieren los terrenos, pero no quieren a la poblacin; no quieren vivir, no ya con los indios y las castas, sino tampoco con los blancos de la raza latina: ha de preceder la destruccin de sta a la ocupacin de todo Mxico, realizndose el proyecto, aunque ocultamente, de 1848, para dar a los Estados Unidos, bien que muy aparentemente, un honrosos pretexto para ocupar a Mxico y arrojar al sur de Tehuantepec a las razas indias y mestizas11.

La obra de Arrangoiz es una ventana al credo conservador de mitades del siglo XIX. Su fe en un pasado idlico colonial marca la bsqueda de un punto de asimiento slido frente a la inestabilidad por la que pasaba el pas en esos momentos. El problema para Arrangoiz y su grupo ideolgico es que el pasado no puede traerse de regreso, a pesar del empuje metdico que realizaron al confeccionar la historia del pas para justificar sus propias acciones. Su plan terminara abruptamente sobre el Cerro de las Campanas la maana del 19 de junio de 1867. Su legado historiogrfico, al igual que el de Alamn, van unidos a esa desencadenacin fatal de los hechos.

1Leonor Correa, Francisco de Paula Arrangoiz enOrtega y Camelo (coords.),Historiografa mexicana. En busca de un discurso integrador de la nacin, 1848-1884, UNAM, Mxico, 1996, pp. 192-196.2Francisco de Paula de Arrangoiz,Mjico desde 1808 hasta 1867.Ed. Porra, Mxico, 1974, p. 9.3Jos Antonio Matesanz, Notas sobre el Conservadurismo de Francisco de Paula de ArrangoizenEstudios de Historia Moderna y Contempornea de Mxico, UNAM, Vol. 6/Documento 64 disponible en http://www.historicas.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc06/064.html4Arrangoiz,Op.Cit, p. 9.5Correa,Op.Cit, pp. 189-191.6Micheal P. Costeloe,La repblica central en Mxico, 1835-1846. Hombres de bien en la poca de Santa Anna, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2000, pp. 52-125,passim.7Matesanz,Op.Cit.8Ibid.9Arrangoiz,Op.Cit, p. 876.10Ibid.11Ibid, p. 877.

REFERENCIAS CITADAS

ARRANGOIZ, F. Mjico desde 1808 hasta 1867. Ed. Porra, Mxico, 1974.

COSTELOE, M. La repblica central en Mxico, 1835-1846. Hombres de bien en la poca de Santa Anna, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2000, pp. 52-125.

CORREA, L. Francisco de Paula Arrangoiz en Ortega y Camelo (coords.), Historiografa mexicana. En busca de un discurso integrador de la nacin, 1848-1884, UNAM, Mxico, 1996, pp. 189-222.

MATESANZ, J.A. Notas sobre el Conservadurismo de Francisco de Paula de Arrangoiz en Estudios de Historia Moderna y Contempornea de Mxico, UNAM, Vol. 6/Documento 64 disponible en http://www.historicas.unam.mx/moderna/ehmc/ehmc06/064.html