formatiu la finalizacion

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1 LA FINALIZACIÓN: OBJETIVO PRIMORDIAL DEL JUEGO OFENSIVO Entendemos por finalización a toda acción técnico-táctica ejercida por el jugador sobre el balón, con el objetivo de introducirlo en la portería contraria. La finalización es sin duda la acción más decisiva en el proceso ofensivo. La media del número de remates por juego es cerca de 13 y el gol se consigue cada 7 intentos aproximadamente. Otro hecho observado es que un equipo que consigue 10 remates que alcanzan la portería tiene un 86% de ganar el partido. De estos datos primarios podemos desarrollar otros más concretos y destacables respecto a la finalización. Respecto a la zona del terreno de juego donde se producen podemos decir que el 5% de los remates es ejecutado en el área de meta, el 44% en el área de penalti y el 51% fuera del área. Relacionado con la zona podemos decir que el ángulo preferente de acción es frontal en un 61%, seguido de los ángulos frontales-laterales con un 35% y de los ángulos laterales con un 4%. En cuanto a las superficies corporales de contacto con el balón para la ejecución del remate son el empeine en un 75%, el interior en un 8% y el 17% son de remates de cabeza. También es destacable que el 32% de las acciones de remate es ejecutado a partir de situaciones de balón parado, de las cuáles el 23% son de tiro libre, el 6% tras saque de esquina, el 1% de lanzamiento de banda y el 2% de penalti. En cuanto a las situaciones que acaban en gol, se puede decir que el 49% de los goles se consiguen en los últimos 11 metros, el 38% son entre los 11 y 22 metros y el 14% a más de 22 metros. Las superficies de contacto con el balón para la ejecución del remate que origina el gol son el empeine, en un 50%; el interior aparece en un 30%, mientras que el cabeceo representa el restante 20%. De los remates que originan gol, el 58% es raso, el 22% medio y el 20% alto. En este sentido el 36% de los remates es ejecutado hacia el lado derecho del portero, el 38% hacia el lado izquierdo y el 26% hacia el centro de la portería. En cuanto al jugador que consigue gol en el 69% de las situaciones da un toque sobre el balón, el 15% dos toques, el 8% tres toques, el 3% da cuatro toques y el 4% da más de cuatro. De aquí la importancia en ejecutar rápidamente la acción de remate, sin efectuar más de dos toques sobre el balón (el 84% del total). También es destacable que las acciones técnico-tácticas anteriores al remate son el control en un 60%, la conducción en un 19%, el regate en un 5%, la finta en un 3% y en el 12% no hay acción previa. Todos estos datos previos son importantes para poder analizar la naturaleza de la finalización y son aspectos a tener en cuenta a la hora de programar las tareas que vamos a llevar a cabo en el desarrollo de una sesión dedicada a la finalización.

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LA FINALIZACIÓN: OBJETIVO PRIMORDIAL DEL JUEGO OFENSIVO

Entendemos por finalización a toda acción técnico-táctica ejercida por el jugador sobre el

balón, con el objetivo de introducirlo en la portería contraria.

La finalización es sin duda la acción más

decisiva en el proceso ofensivo. La media del

número de remates por juego es cerca de 13 y

el gol se consigue cada 7 intentos

aproximadamente. Otro hecho observado es

que un equipo que consigue 10 remates que

alcanzan la portería tiene un 86% de ganar el

partido. De estos datos primarios podemos

desarrollar otros más concretos y destacables

respecto a la finalización.

Respecto a la zona del terreno de juego donde se producen podemos decir que el 5% de los

remates es ejecutado en el área de meta, el 44% en el área de penalti y el 51% fuera del área.

Relacionado con la zona podemos decir que el ángulo preferente de acción es frontal en un

61%, seguido de los ángulos frontales-laterales con un 35% y de los ángulos laterales con un

4%.

En cuanto a las superficies corporales de contacto con el balón para la ejecución del remate

son el empeine en un 75%, el interior en un 8% y el 17% son de remates de cabeza. También es

destacable que el 32% de las acciones de remate es ejecutado a partir de situaciones de balón

parado, de las cuáles el 23% son de tiro libre, el 6% tras saque de esquina, el 1% de

lanzamiento de banda y el 2% de penalti.

En cuanto a las situaciones que acaban en gol, se puede decir que el 49% de los goles se

consiguen en los últimos 11 metros, el 38% son entre los 11 y 22 metros y el 14% a más de 22

metros. Las superficies de contacto con el balón para la ejecución del remate que origina el gol

son el empeine, en un 50%; el interior aparece en un 30%, mientras que el cabeceo representa

el restante 20%.

De los remates que originan gol, el 58% es raso, el 22% medio y el 20% alto. En este sentido el

36% de los remates es ejecutado hacia el lado derecho del portero, el 38% hacia el lado

izquierdo y el 26% hacia el centro de la portería.

En cuanto al jugador que consigue gol en el 69% de las situaciones da un toque sobre el balón,

el 15% dos toques, el 8% tres toques, el 3% da cuatro toques y el 4% da más de cuatro. De aquí

la importancia en ejecutar rápidamente la acción de remate, sin efectuar más de dos toques

sobre el balón (el 84% del total). También es destacable que las acciones técnico-tácticas

anteriores al remate son el control en un 60%, la conducción en un 19%, el regate en un 5%, la

finta en un 3% y en el 12% no hay acción previa.

Todos estos datos previos son importantes para poder analizar la naturaleza de la finalización y

son aspectos a tener en cuenta a la hora de programar las tareas que vamos a llevar a cabo en

el desarrollo de una sesión dedicada a la finalización.

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Existen seis aspectos fundamentales en la ejecución de las acciones técnico-tácticas de

remate:

1. Rematar cuando surja la ocasión, ya que

en muchas ocasiones se pierden muchas

oportunidades de remate debido a:

a. Buscar mejores posiciones de tiro

cuando la situación ya es muy

buena.

b. Buscar la pierna dominante para

finalizar, cosa que les hace perder

zonas de tiro.

c. Ejecutar pases en zonas de

finalización, pasando la responsabilidad a otro compañero.

d. Tener miedo al error. Fallar el gol no debe constituir una razón para que el

jugador deje de rematar.

e. Tener miedo al contacto físico que se puede producir en la zona de

finalización.

2. Ajustar el gesto técnico a la situación del juego que se está dando. La ejecución

técnico-táctica dependerá de:

a. La trayectoria del balón (rasa o alta).

b. La distancia de la portería (necesidad de emplear mayor o menor potencia

sobre el balón).

c. La posición del portero.

3. Rematar a partir de ángulos eficientes. Los remates ejecutados desde ángulos

reducidos necesitan procedimientos técnicos más ajustados y precisos.

4. Rematar raso y fuera del alcance del portero. Las acciones de remate más eficaces

son normalmente las dirigidas hacia el poste más distante a la posición del portero.

5. Crear el espacio para rematar: las acumulaciones de los jugadores en las

inmediaciones de la portería son frecuentes, y no facilitan la ejecución del remate. Es

necesario por ello que el compañero del jugador con balón cree el espacio suficiente

para que su compañero tenga el tiempo necesario para rematar.

6. Moverse tras el remate: es importante estar atento a las defensas incompletas del

portero y a los posibles rechaces que pueda dejar tras la finalización, siendo en

muchos casos situaciones de menor distancia, mejor ángulo de tiro y menor

organización defensiva. En muchos casos, los defensas tienden a disminuir la vigilancia

de sus adversarios directos, de manera que los atacantes están libres de marcaje para

desplazarse en dirección al balón.

A modo de conclusión, encontraremos tres situaciones en las que los jugadores no deberán

rematar, que será:

- Cuando el adversario está tan próximo que bloquea la trayectoria del balón.

- Cuando la distancia es tan grande que el porcentaje de éxito es mínimo.

- Cuando el ángulo de remate es muy reducido.

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PROPUESTA PRÁCTICA

A partir de esta propuesta teórica vamos a tratar de desarrollar una propuesta práctica en

base a tres situaciones, en función de la naturaleza de la situación, desde propuestas más

analíticas hasta otras más globales que se aproximan a la situación real de partido. De este

modo podemos trabajar a partir de:

1. Ruedas de finalizaciones: propuesta que se basa en situaciones más alejadas del

propio juego y en el que se busca la mejora del gesto técnico del tiro a portería.

RUEDA DE TIROS 3 FILAS

Partimos de tres filas, la fila 1 y 3

tiene balones cada uno de sus jugadores y la

2 trabajan sin balones. Empieza la fila 1 y la 2

simultáneamente. La fila 1 realiza slalom en

conducción para salir y enviar un pase a 2

que realiza zig-zag sin balón y sale en

desmarque de apoyo. El jugador 2 realiza la

pared para que el jugador 1 finalice. Una vez

ha realizado la pared el jugador 2 va al cono

situado en un extremo del área y entra a

rematar el centro que envía el jugador 3. Una

vez finaliza la secuencia un nuevo jugador de la fila 1 inicia la misma situación.

Se establece una rotación de la fila 1 a la 2, de la 2 a la 3 y de la 3 a la 1.

LA Y + TIRO A 2 PORTERÍAS

Colocamos 2 porterías en paralelo sobre la línea de fondo. En la posición 1 se sitúan los

jugadores con balón. En la posición 2 se sitúan dos jugadores y en la posición 3 se sitúa 1

jugador frente a cada portería. La circulación de balón será 1 para 2 que deja de cara para 1.

Este le envía el pase a 3 de un lado que realiza control orientado y tiro. El siguiente realiza la

misma circulación pero hacia el otro lado. Como variantes se puede realizar la misma

circulación pero 2 sale para realizar 1 x 1 con 3. Otra variante puede se puede realizar con

doble pared 1 con 2 y 3 con 2 para que 3 golpee.

1

2

3

1

2

3

Variante

1 x 1

Variante 2

Doble pared

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RUEDA DE TIROS 2 PORTERÍAS

Rueda de tiros en la que se divide el grupo en 6 postas tal y como indica el gráfico. Los 1

empiezan con pase al 2 que deja de cara para que 1 finalice a portería. 1 ocupa puesto de 2.

Cuando 2 deja el balón de cara realiza un desmarque para rematar el centro que le envía 3 y

ocupa su lugar. 3 se dirige al 1 más cercano para trabajar del otro lado y así sucesivamente.

2. Acciones combinativas: esta propuesta para trabajar las finalizaciones se basa en

situaciones sin/con adversario en las que buscamos una combinación de pases para

llegar a situaciones favorables de remate. La propuesta se acerca a una situación de

juego real, predominantemente sin oposición y con una clara vertiente táctica, en la

que se tratan de mecanizar una serie de movimientos que consideramos básicos en el

sistema de ataque. Podemos añadir algún tipo de oposición, pero siempre en

inferioridad para no desvirtuar el trabajo.

ACCIONES COMBINATIVAS 1

Las posiciones de partida son de 3 jugadores en cada banda, 4 jugadores en punta y 6

jugadores por parejas en el centro. La jugada se inicia con pase del medio al desmarque de

apoyo del punta que deja de cara para el otro medio. Este realiza un cambio de orientación a

la banda, donde el jugador exterior realiza una pared con su compañero y centra para la

entrada de los dos medio (uno dentro, otro rechace), el punta que no ha participado fintará al

segundo palo y entrará al primero, el punta que ha participado entrará por el centro y el

jugador de banda contraria entrará al segundo palo.

1 1’

2 2’

3’ 3

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ACCIONES COMBINATIVAS 2

Las posiciones de partida son de 3 jugadores en cada banda, 4 jugadores en punta y 6

jugadores por parejas en el centro. La jugada se inicia con pase del medio al desmarque de

apoyo del punta que deja de cara para el otro medio. Este realiza un pase a la banda, donde el

jugador exterior realiza desmarque de apoyo y deja de cara. Mientras su compañero inicia el

desdoblamiento y el medio le envía el balón en profundidad. Cuando reciba centrará para la

entrada de los dos medio (uno dentro, otro rechace), el punta que no ha participado fintará al

segundo palo y entrará al primero, el punta que ha participado entrará por el centro y el

jugador de banda contraria entrará al segundo palo.

ACCIONES COMBINATIVAS 3

Las posiciones de partida son de 3 jugadores en cada banda, 4 jugadores en punta y 6

jugadores por parejas en el centro. La jugada se inicia desde una banda que pasa al desmarque

de apoyo del punta más cercano. Este deja el balón de cara para el medio que realiza un

cambio de orientación al jugador de banda contraria para que este realice el centro. El punta

que participa fintará al segundo e irá al primero, el punta que no participa irá al segundo palo,

el medio que participa entrará por el centro y el jugador que ha iniciado entrará al segundo

palo, quedándose el otro medio al rechace.

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3. Juegos modificados: situaciones de juego próximas al juego real con una serie de

condicionantes que favorecen la aparición de finalizaciones en el desarrollo del juego.

PARTIDO APOYOS EXTERIORES

Se juega un partido con 2 porterías grandes. Cada equipo coloca a 4 jugadores de apoyo en las

líneas de fondo y bandas del campo contrario. Se juega un partido normal con la condición de

que el gol es válido solamente tras recibir pase de un apoyo. El que recibe dispone de 2 toques

para finalizar o pasar a otro compañero que deberá finalizar. Cada 4’ cambiaremos los roles.

PARTIDO TIROS

Se juega un partido 4 x 4 donde el objetivo es meter le máximo número de goles jugando

rápido en espacios reducidos con un máximo de 3 pases por jugada y equipo. Se jugará con

toques libres.

PARTIDO 3 EQUIPOS COMODINES EXTERIORES

Se forman 3 equipos de 6 jugadores y juegan 6 contra 6 por dentro y el otro equipo distribuido

por fuera en los fondos y las bandas tal y como muestra el gráfico. Si se consigue gol al primer

toque tras pase del fondo puntúa 3, si lo hace desde la banda al primer toque puntúa 2 y si se

hace en jugada normal puntúa 1.