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LA pOLíTICA EN DISCUSiÓN

"fLACSO .QibUoteca

Diseño de tapa: Estudio R

320 Fazio, Horacio FAZ La política en discusión / Horacio Fazio y Carlos

Alvarez.- 1'. ed. - Buenos Aires: Manantial, 2002 352 p. ; 23x16 cm.

ISBN 987-500-072-8

1. Alvarez, Carlos Ir. Título - 1. Política

Hecho el depósito que marca la ley 11. 723 Impreso en la Argentina

© 2002, FLACSO / Proyecto Cambio Político

ISBN: 987-500-072-8

Derechos reservados Prohibida su reproducción total o parcial

Avda. de Mayo 1365,6" piso, (1085) Buenos Aires, Argentina

Telefax: (54 11) 4383-7350/4383-6059 E-mail: [email protected]

www.emanantial.com.ar

HORACIO FAZIO (Coord inador)

FUese·8ibItotec1

, , LA POLlTICA EN DISCUSION

GERARDO ADROGUÉ

CARLOS "CHACHO" ÁlVAREZ

AlCIRA ARGUMEDO

ATllIO BORÓN

ISIDORO CHERESKY

MARIO OAMlll

JUAN CARLOS DEL BEllO

PEDRO DEL PIEDRO

TORCUATO DI TElLA

MARCELO ESCOLAR

JOSÉ PABLO FEINMANN

ROSENDO FRAGA

RUBÉN Lo VUOlO

LUIs MORENO OCAMPO

JUAN CARLOS PORTANTIERO

LUIS ALBERTO QUEVEDO

JESÚS RODRIGUEZ

CARLOS 5TRASSER

FEDERICO 5TURZENEGGER

ABEl VIGlIONE

ENRIQUE ZU\.ETA PUCEIRO

FLACSO MANANTIAL

íNDICE

Expositores 9

Prólogo de Horacio Fazio 13

1. La Alianza: entre la vieja y la nueva política Carlos "Chacha" Álvarez........................................................ 19

Il. Gobierno de la Alianza: una oportunidad perdida Carlos" Chacha" Álvarez 35

III. El marco democrático y sus posibilidades Carlos Strasser 45

IV. Ciudadanía y política Isidoro Cheresky 57

V. La crisis política argentina en el marco de la globalización Juan Carlos Portantiero........................................................... 79

VI. La reforma política en la Argentina: antecedentes y perspectivas Marcelu Escolar 99

VII. Política y sociedad frente al nuevo escenario mundial Alcira Argumedo 115

8 LA POLíTICA EN DISCUSIÓN

VIII. Perspectivas futuras del sistema partidario argentino Torcuato Di Tella.................................................. .................. 143

IX. En torno al rol del Estado Atilio Barón 167

X. Mesa redonda de economía. Alcances estructurales y límites políticos del modelo económico Mario Damill, Rubén Lo Yuolo, Federico Sturzenegger y Abel Viglione.............................................. .......................... 191

XI. Mesa redonda de opinión pública. La opinión pública entre la ética y la economía Gerardo Adrogué, Rosendo Fraga, Luis Alberto Quevedo y Enrique Zuleta Puceiro............................................... .......... 225

XII. Mesa redonda de política. ¿Vieja y nueva política? Juan Carlos Del Bello, Pedro Del Piero y Jesús Rodríguez....... 257

XIII. ¿Cambio político desde la política? Luis Moreno Ocampo 283

XIV. La desesperanza como creación política José Pablo Feinmann 297

XV. Política y economía en un país decepcionado Carlos "Chacha" Álvarez........................................................ 323

XVI. Hacia un acuerdo programático desde un espacio transversal Carlos "Chacha" Álvarez........................................................ 339

EXPOSITORES

COORDINADOR

HORACIO FAZIO

Licenciado en Economía (UBA); docente e investigador principal de FLACSO, Argentina, donde coordina cursos y seminarios de posgrado y dirige el Proyecto "Ambiente, Economía y Sociedad"; profesor de "Histo­ria del Pensamiento Económico U" en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).

DOCENTES INVITADOS

GERARDO ADROGuÉ

Licenciado en Sociología (UBA); Magister Análisis de Opinión Pública (Universidad de Connecticut, Estados Unidos); director académico en la Maestría de Opinión Pública IDAES, Universidad Nacional de San Martín; profesor de la Universidad de San Andrés y de FLACSO, Argentina; con­sultor en MORI, Argentina.

CARLOS "CHACHO" ÁLVAREZ

Licenciado en Historia (UBA); Profesor en la Universidad Nacional de Quilmes; fundador y director de la Revista Unidos (1982-1988); ex vice­presidente de la Nación Argentina (1999/2000); ex diputado nacional (P], Frente Grande, Frepaso); convencional nacional constituyente por el Fren­te Grande en 1994.

10 LA POLÍTICA EN DISCUSIÓN

ALClRA ARGUMEDO Licenciada en Sociología (UBA); profesora de la Facultad de Ciencias

Sociales (UBA); investigadora del CONICET. Su último libro es Los silen­cios y las voces en América Latina (notas sobre el pensamiento popular), Colihue, Buenos Aires, Sta. edición, 2001.

ATILIO ALBERTO BORÓN Licenciado en Sociología (UCA); Magister en Ciencias Políticas (FLAC­

SO, Chile); Doctor en Filosofía (Universidad de Harvard, Estados Unidos); profesor en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA); secretario ejecutivo de CLACSO; autor de Estado, Capitalismo y Democracia en América Latina, Buenos Aires, EUDEBA, 1997.

ISIDORO CHERESKY Licenciado en Sociología (UBA); profesor de la Facultad de Ciencias

Sociales (UBA); investigador del CONICET; director del doctorado en Ciencia Política de la Universidad de Belgrano; profesor e investigador vi­sitante de las Universidades de Sorbonne Nouvelle, Amsterdam, New School (Nueva York), Notre Dame y otras.

MARIO DAMILL Licenciado en Economía (UBA); investigador del CEDES Y del CONI­

CET; profesor de diversas maestrías y programas de grado y posgrado; consultor de diversas entidades como: BID, UNCTAD, CEPAL, Auditoría General de la Nación, BCRA, PNUD, OIT, etc.; actualmente es director del CEDES.

JUAN CARLOS DEL BELLO Licenciado en Desarrollo y Programación Económica (Universidad Na­

cional del Comahue); profesor de la Universidad Nacional de Quilmes; miembro de la CONEAU; ex secretario de Políticas Universitarias y de Ciencia y Tecnología; ex candidato a vicegobernador de Río Negro (1999); congresal nacional del Partido Justicialista.

PEDRO DEL PIEDRO Abogado y escribano (Universidad del Salvador); asesor de los bloques

justicialistas de senadores y diputados nacionales (1984/89); miembro fun­dador del Partido PAÍS y del Frepaso; senador nacional por la ciudad de Buenos Aires (1997-2001); director del Portal Educ.ar; preside la Funda­ción Metropolitana. .

TORCUATO S. DI TELLA Ingeniero (UBA); sociólogo (Universidad de Columbia y Londres); pro­

11 EXPOSITORES

fesor del Ciclo Básico Común UBA y del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, donde es Director del Centro de Estudios Latinoamericanos; ha sido Profesor de las Universidades de California, Columbia, Oxford, Lon­dres y Kobe.

~ARCELO ESCOLAR

Licenciado en Geografía y doctor en Filosofía y Letras (UBA); profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA); investigador aso­ciado de la Universidad Torcuato Di Tella; coordinador general del Pro­grama de Reforma Política de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

JOSÉ PABLO FEINMANN

Licenciado en Filosofía (UBA); profesor de Filosofía política de la Ar­gentina en la Fundación Centro Psicoanalítico y en TEA; ha sido profesor de la UBA; columnista de la revista Humor (1982/89) y columnista de Página 12 desde 1991; ha publicado doce libros de ensayos y siete nove­las.

ROSENDO FRAGA

Abogado (UBA); analista político; miembro de Número de la Academia Argentina de la Historia y del Instituto de Historia Militar Argentino; miembro consejero del CARI; director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría; publicó treinta y seis libros sobre temas políticos, his­tóricos y militares

RUBÉN ~. Lo VUOLO

Contador Público (Universidad Nacional del Litoral); posgrado en Eco­nomía (Universidad de Pittsburgh); investigador del Centro Interdisciplina­rio para el Estudio de Políticas Públicas (CIEPP); profesor de posgrado en varias universidades; su último libro es Alternativas: la economía como cuestión social, Buenos Aires, Altamira, 2001.

LUIS ~ORENO OCAMPO

Abogado (UBA); profesor de la Facultad de Derecho UBA, donde fue subdirector del Centro de Investigaciones; fue profesor de las Universida­des de Yale, Harvard y Columbia; ex Fiscal Federal; ca-fundador de Poder Ciudadano; presidente de Transparencia Internacional para Latinoamérica yel Caribe.

JUAN CARLOS PORTANTIERO

Licenciado en Sociología (UBA); profesor Titular Consulto de la Facul­tad de Ciencias Sociales UBA, donde fue decano durante dos períodos (1990-1998); coordinador del Proyecto sobre la Democracia en la Argen­

12 LA POLÍTICA EN DISCUSIÓN

tina del PNUD; autor de numerosos libros y de articulos publicados en re­vistas especializadas.

LUIS ALBERTO QUEVEDO

Licenciado en Sociología (Universidad del Salvador); D.E.A. (Maestría) en Sociología en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París; profesor de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA, donde fue director de la Carrera de Ciencias de la Comunicación; secretario académico de FLAC­SO, Argentina.

JESÚS RODRíGUEZ

Licenciado en Economía (UBA); ex ministro de Economía de la Nación (1989); fue diputado nacional por la UCR; actual diputado nacional por la AlianzafUCR; vicepresidente del Bloque de Diputados de la Alianza de la Cámara de Diputados de la Nación.

CARLOS STRASSER

Abogado (UBA); doctor en Ciencia Política (Universidad de California, Berkeley); investigador del CONICET; fundador y director de pos grado de FLACSO, Argentina; fue profesor de la UBA, donde fundó la carrera de Ciencia Política; su último libro es Democracia y Desigualdad. Sobre la democracia real, 2001.

FEDERICO STURZENEGGER

Licenciado en Economía (Universidad Nacional de La Plata); Ph.D. del Massachusetts Institute of Technology (MIT); fue profesor de la Universi­dad de California/Los Angeles; profesor de la Universidad Torcuato Di Te­Ha; secretario de Política Económica del Ministerio de Economía de la Na­ción en 2001.

ABEL RAMÓN VIGLIONE

Licenciado en Economía (Universidad Nacional de La Plata); Programa de Postgrado en Economía, CEMA; economista senior de FIEL desde ma­yo de 1990, a cargo del área industrial; consultor del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo; director de empresas calificadoras de nesgo.

ENRIQUE ZULETA PuCEIRO

Abogado (Universidad de Mendoza); profesor de la Facultad de Dere­cho, UBA, donde es miembro del Consejo Académico; ha sido profesor vi­sitante de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Harvard; presidente de la consultora en investigaciones sociales aplicadas Ibope OPSM.

PRÓLOGO

Presentamos aquí el contenido del Seminario "Perspectivas y expectati ­vas de cambio político en la Argentina" desarrollado en FLACSO (Facul­tad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Académica Argentina) de abril a agosto de 2001. Tanto las exposiciones como las discusiones a par­tir de las preguntas y comentarios de los participantes, se transcriben edi­tadas con las modificaciones propias del pasaje del discurso oral al escrito, aunque respetando los códigos de la lengua hablada.

La metodología del seminario fue la siguiente:

• Las 16 reuniones tuvieron una duración de tres horas, divididas en dos partes por mitades; la primera, estuvo dedicada a la exposición del co­rrespondiente tema, mientras que en la segunda se desarrolló la discu­sión en torno a preguntas y comentarios de los participantes.

• Las dos primeras exposiciones, a modo de introducción general y dis­parador de la discusión de la temática del seminario, estuvieron a car­go de Carlos Álvarez, quien reseñó y evaluó el proceso de surgimiento de la Alianza, acceso al Gobierno y posterior desempeño de éste duran­te los primeros veintiún meses de un total de veinticinco meses de ges­tión aliancista.

• Todos los expositores invitados a las clases 3 a 14 contaron con la ver­sión desgrabada de esas primeras dos clases, pudiendo optar por co­mentarlas y exponer luego su propio tema o dedicar toda la exposición a su propio tema. La mayoría de los expositores eligieron la primera opción.

• En las dos últimas exposiciones se presenta la réplica de Carlos Álvarez

14 LA POLÍTICA EN DISCUSIÓN

y su propia visión de las perspectivas políticas del país, para lo cual contó con la versión desgrabada de todos los expositores precedentes.

Como podrá comprobarse, las ideas expuestas tuvieron un carácter an­ticipatorio de los cambios que se vienen sucediendo en la sociedad argenti­na desde fines de 2001, cuya primera expresión pública fue el masivo voto bronca de las elecciones nacionales de octubre de ese año. En este sentido, este libro debe considerarse como un aporte a la impostergable discusión política que debe darse en los diferentes ámbitos sociales. Esta discusión recién comienza.

También constituye un testimonio histórico que sustentará diversas in­terpretaciones con el correr de los años. Por primera vez se presenta a la crítica y la opinión públicas la versión de los hechos por parte de algunos de los protagonistas de la escena política argentina de los últimos años. Ejemplo significativo de ello son las exposiciones del ex-vicepresidente Carlos Álvarez, revisadas y corregidas por él mismo.

Dos cuestiones tuvieron un lugar preeminente en la temática del semi­nario: si el problema central de la Argentina es de carácter esencialmente político o económico, por un lado, y si las causas de los problemas econó­micos tienen raíces preponderantemente internas o externas, por el otro. Las posiciones fueron variadas, como no podía ser de otra manera en un ámbito de discusión pluralista. Convengamos que mientras no tengamos una clara respuesta -socialmente consensuada y asumida- a dichos inte­rrogantes, será imposible definir objetivos deseables como comunidad. Así, seguiremos transitando esta senda en donde la política y el ejercicio del go­bierno se reducen a una mera improvisación, en que la chatura y la medio­cridad de la dirigencia son funcionales a los intereses sectoriales que lo­gran imponerse circunstancialmente.

Mientras tanto, seguirá en juego la viabilidad de la sociedad argentina, cuya fragmentación social hoy se expresa en tres dramáticas mitades: 50% de la población en situación de pobreza relativa, 50% de la población eco­nómicamente activa desocupada o subocupada y, finalmente, 50% de la población adulta -sobre todo los estratos jóvenes- predispuesta a irse del país en busca de nuevos horizontes.

Tal como podrá comprobarse, la principal línea de discusión de este trabajo podría denominarse -aunque no agotarse- "Gobierno de la Alian­za: crónica de una frustración". Si además intentáramos acotar temporal­mente dicha frustración -más allá de los antecedentes y las raíces históri­cas más lejanos que, como se verá, también se plantearon en el transcurso del seminario- se registra un inicio imprevisto: la renuncia de Carlos Álva­rez a la vicepresidencia de la Nación.

En efecto, más allá de todo juicio de valor -que abundan en el texto que se presenta, como enriquecedor de la discusión-, a partir de la renun­

15 PRÓLOGO

cia de Álvarez, el gobierno aliancista no encontró un rumbo superador de la crisis, ni en el terreno de la política ni en el de la economía, obviamente entrelazadas. Lo dicho no significa que, desde que asumiera en diciembre de 1999, el oficialismo acertara en el rumbo elegido. Más bien que no.

La caída del gobierno en diciembre de 2001, aparte de estar prefigura­da de alguna manera en el resultado de las elecciones de octubre de ese año -mensaje social desatendido desde el poder-, incorpora un nuevo y re­levante ingrediente: la espontánea movilización de amplios sectores socia­les o de cómo la gente canalizó su bronca ocupando la calle y las plazas. Y, lo que es más importante, con el tácito apoyo de una sociedad obser­vante. Las consecuencias de la represión indiscriminada de esos días, pesa­rá para siempre sobre las espaldas de sus responsa bies políticos.

Digamos al pasar que en cuanto a los episodios de asalto a comercios que se produjeron por entonces, su grado de espontaneidad admite razo­nable duda. Pero en todo caso fueron hechos puntuales, si bien muchas ve­ces teñidos de vandalismo oportunista. Fue el hartazgo social expresado en forma espontánea en la calle el que volteó al Gobierno y, con él, a un esti­lo de hacer política. Esto no habla mal, sino bien, de la sociedad argentina. Y así fue reconocido por algunos analistas de otros países, que supieron diferenciar en las imágenes que recorrieron el mundo lo anecdótico de lo importante.

El gobierno transitorio surgido en frágil acuerdo parlamentario y con mandato hasta las elecciones de 2003, nació con la única cualidad de ser, supuestamente, la menos mala de las alternativas posibles. Este improvisa­do aunque inevitable recambio gubernamental, se produjo en un contexto de mezquindad política y ausencia de capacidad y creatividad de las clases dirigentes, acorde -nos guste o no- con el grado de madurez política de la sociedad argentina. Sociedad que ya comienza a tomar conciencia de su propia responsabilidad no delegable y entrevé la necesidad de un mayor grado de participación y protagonismo sociales.

El fracaso de la Alianza golpeó a toda la sociedad argentina; a los que la votaron y a los que no. Desconocer este hecho es un mal comienzo de un cambio político superador. Cuando se defrauda en materia de valores -rnorales, no monetarios- no hay ingeniería financiera que pueda levan­tar la afrenta recibida por una mayoría -en especial, el voto joven- ex­presada en las urnas y que estaba esperanzada en una convertibilidad, es­ta vez moral. Este asalto a la esperanza de un cambio posible, antecedió en el tiempo pero superó en gravedad el engendro confiscatorio del corra­lito.

Pero la frustración y la desesperanza son sólo admisibles durante un tiempo a modo de "duelo social". La profundidad de la crisis argentina es tal que no nos autoriza a asumir un rol pasivo de víctimas frente al fracaso de la clase política. Aunque destacable, no es suficiente que desde octubre

16 LA POLÍTICA EN DISCUSIÓN

de 2001 buena parte de la sociedad argentina ya no dé más un cheque en blanco.

El principal déficit del país no es el de las cuentas presupuestarias. Ojalá así lo fuera; a problemas operativos, soluciones operativas que podrán ser más o menos complejas, más o menos equitativas o con mayor o menor costo social. El principal déficit argentino es de confianza. Pero no de con­fianza económica, de la que también se carece y que tardará un buen tiem­po su reconstrucción. Ni tampoco de confianza política en liderazgos, por otra parte hoy inexistentes. En ambos casos, se plantea una confianza pasi­va en terceros, sean instituciones o dirigentes, según su desempeño. De lo que se carece es de confianza social activa, mucho más abarcadora que la confianza en un partido, un dirigente o un tipo de cambio. Confianza en nosotros mismos como comunidad, empeñada en alcanzar determinados objetivos comunes. Esta confianza apela a un sentido de proximidad, de in­teracción, de compromiso activo de las partes, en suma, de respeto y consi­deración de los diferentes roles sociales que se asuman a partir de dos re­quisitos básicos, ineludibles y no negociables: idoneidad y honestidad. Respecto a esta última, todos sabemos de lo que estamos hablando, aunque vale la pena recordar que no sólo es corrupto el dirigente que roba -en to­das sus formas- para sí mismo y/o para su ente de pertenencia, sea partido, empresa, gremio, club o centro de estudiantes. No es menos corrupto el que no roba, pero sabe que otros sí lo hacen, y convive o acuerda con ellos.

En cuanto a la idoneidad, si bien es todo un tema por su grado de opi­nabilidad e imprevisibilidad, puede vislumbrarse una posición mayoritaria de sentido común: se trata de poseer la capacidad de ejercer determinada función, desde la presidencia de la Nación a la presidencia de la coopera­dora escolar, y desde integrar instituciones legislativas o judiciales a cola­borar en el consorcio de copropietarios. Las capacidades son inherentes a cada uno; algunos son capaces de ejecutar y administrar, mientras que otros lo son para legislar o controlar. Las frases a modo de apotegma del tipo "me preparé toda la vida para este cargo", o "todo político que se precie quiere llegar a ser presidente", las más de las veces, simulan mera ambición de poder y no auténtica vocación de servicio acompañada de la necesaria y comprobable capacidad. Las idoneidades se construyen y se ve­rifican en la práctica.

Queda claro que seguimos transitando el sendero de la vieja política, siendo anecdótico el nombre de quienes hoy gobiernan. Con atenuantes, que no viene al caso discutir aquí, la responsabilidad de este vacío político, y sobre todo de su superación, es del conjunto de la sociedad argentina, de la que tendrá que surgir la necesaria confianza en un proyecto en común; por lo menos, en sus lineamientos básicos.

Es cierto que no puede existir más que desconfianza generalizada en una sociedad donde sus dirigentes y hasta algunos de sus jueces, aparecen

17 PRÓLOGO

como sospechados y, en nada despreciable medida, como ostentosamente corruptos. ° cuando el Estado no cumple con sus funciones básicas de ser­vicios a la comunidad. ° cuando existe, independientemente del ciclo eco­nómico, un grado de evasión y elusión impositiva y previsional corno al que hemos llegado, haciendo trizas el contrato básico de cualquier sistema económico. Pero eso sí, justificándose en el "no pago porque roban", cuando ayer tampoco pagaban aunque sostenían "roban pero hacen"; hoy se sienten más disculpados porque "no hacen". 0, finalmente, cuando por incapacidad política de sucesivos gobiernos que a la imprevisión le suman la improvisación, se derrumba el sistema financiero con discrecional apro­piación de patrimonios.

Los cambios necesarios para conformar una sociedad razonablemente deseable van mucho más allá de un horizonte de meses o de pocos años. Estamos hablando de décadas, es decir, de generaciones. La tragedia ar­gentina no consiste en la lejanía de este horizonte temporal, sino en la de­mora en dar el primer paso en la dirección correcta. Aprendiendo de los errores. Sin atajos.

Por supuesto que otros países tienen problemas que aquí no existen. Y es cierto también que el resto del mundo no está inmune a algunos de los problemas argentinos; por caso, la corrupción o el desprestigio de los polí­ticos. Pero admitamos que en nuestro país hemos llegado a límites intolera­bles, en éstas y en otras cuestiones básicas que hacen a la convivencia so­cial. A esta sociedad, así inviable, sólo se la transforma con mayor compromiso y mayor participación sociales en las diferentes esferas de ac­tuación, sean asambleas barriales, partidos políticos, clubes, centros comu­nitarios, sindicatos, entidades empresarias, centros de estudiantes u organi­zaciones no gubernamentales en general. En suma, con más, y no menos, política.

Precisamente, con matices, éstas son algunas de las conclusiones tenta­tivas que fueron surgiendo a lo largo de las exposiciones y discusiones del seminario y que ponemos a consideración del lector.

HORACIO FAZIO

Mayo de 2002